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1 De Pedro Capitulo 2

Debemos crecer como hijos de DIOS.


Introducción:

A un predicador que iba viajando de Dieppe a Londres, le tocó


sentarse al lado de un hombre de color, extrañamente vestido con
un traje indígena. Deseando saber a qué país pertenecía, le
preguntó varias veces por su nacionalidad, recibiendo siempre la
misma respuesta: “Ciudadano británico.” Aunque no lo era de
origen, como bien claramente lo revelaba su persona, lo era de
derecho.

Vendrá tiempo cuando no habrá diferencia entre cualquier redimido


y el más glorioso de los ángeles de Dios. Lo mísero de nuestra
condición natural servirá tan sólo para realzar la misericordia de
Dios que quiso, a pesar de todo, hacernos ciudadanos distinguidos
del Reino de los Cielos.

Nuestra vida no solo se restringe a venir a la iglesia los domingos,


trabajar, cuidar hijos, tratar de ser buenos, el Señor quiere algo
especial para sus hijos y es que crezcamos a su estatura y es algo
que no debemos descuidar en hacerlo.

Pero hay algo que debemos dejar de lado así como un atleta para
ser bueno tiene que entrenar pero para entrenar debe dejar de
malanochar se y debe de dejar de fumar, tomar y hacer muchas
cosas que le perjudicaran en su desempeño así también nosotros
debemos dejar de lado algunas cosas.

I v1 desechando lo malo

V1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía,


envidias, y todas las detracciones.

Pedro comienza este capitulo dos diciendo “desechando pues”:


quiere decir dejar de lado. Denota, sacarse de encima, arrojar
afuera. O en otras palabras despajarnos de toda malicia engaño
hipocresía envidias y todas las detracciones en otra versión esta
(maledicencia).

Se usa figuradamente para decir sacar de uno toda obra de las


tinieblas porque sabemos que los que asen estas cosas son de su
padre el diablo (Juan 8-44) 44Vosotros sois de vuestro padre el
diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido
homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad,
porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla;
porque es mentiroso, y padre de mentira. 45Y a mí, porque digo la
verdad, no me creéis. 46¿Quién de vosotros me redarguye de
pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
47
El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís
vosotros, porque no sois de Dios.

Las cinco cosas negativas nombradas forman una secuencia: la


malicia es la raíz y la maledicencia (detracciones) es la expresión
(consumación), el comienzo y el fin. El engaño la hipocresía y las
envidias son los peldaños.

Estas cosas que debemos sacar nos contaminan y lo peor nos


hacen daño, al decir que nos contamina estamos hablando de lo
que no nos permite tener comunión con el padre y sobre todo estas
cosas son malas para nuestra salud espiritual.

Es importante notar que lo que debemos dejar nos enferma el


Señor Jesús lo dijo en (San Marcos 7-15) “Nada hay fuera del
hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale
de él, eso es lo que contamina al hombre”.

Lo que sale de, el ¿de donde? De su corazón el Señor lo aclara en


(Marcos 7:21-23) “Porque de dentro, del corazón de los hombres,
salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los
homicidios, 22los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la
lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.
23
Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre”.

Así que Pedro dice primero comienza sacando todo esto de ti, es
una exhortación a los creyentes porque eso nos mata.

II v2 Desea lo perfecto lo que te hará crecer.

V2 Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no


adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.

Y dice “Desead como niños recién nacidos” desead = anhelar en


gran manera alcanzar o extenderse hacia algo. Es el esfuerzo
mental de extenderse hacia el objeto deseado.
El niño cuando nace lo primero que tiene que satisfacer es su
necesidad de alimento, es un instinto natural de una criatura así
compara Pedro a nosotros tenemos que anhelar alimentarnos.

Pedro continúa esta carta dándoles a conocer a los creyentes la


manera de crecer en el conocimiento de la verdad en (Marcos 10-
15) “De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como
un niño, no entrará en él”.

Crecer como niños ese era el deseo de Pedro, Pablo también nos
dice en (1 Tesalonicenses 3-12) “Y el Señor os haga crecer y
abundar en amor unos para con otros y para con todos, como
también lo hacemos nosotros para con vosotros”.

Porque somos nuevas criaturas en Cristo. (2 corintios 5-17)” De


modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Nacidos de
nuevo.

Y de que nos alimentamos “de la leche espiritual no adulterada”,


que es la palabra de DIOS, esta es leche para el alma para el ser
interior. No adulterada sin engaño, cuyo único propósito sea nutrir el
alma.

Y así podremos “crecer para salvación”. El contexto se refiere


directamente a ser edificados como “casa espiritual hasta ser un
sacerdocio santo” (1 Pedro 2-5).

El crecer nos lleva a dar buen fruto el fruto es nuestra santificación


(Romanos 6-22) “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado
y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y
como fin, la vida eterna”.

Y a su vez anunciamos las virtudes de aquel que nos llamo (1


Pedro 2-9) “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las
virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”.

V3 Si es que habéis gustado la benignidad del Señor.

Toda persona que a gustado del amor y la benignidad de DIOS


anhelara la
leche nutritiva de su palabra como dice el salmista (Salmo 34-8)
“Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía
en él”.

V4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los


hombres, mas para Dios escogida y preciosa.

Cristo es la piedra viva para el edificio de DIOS Pedro muestra la


iglesia como un templo vivo y espiritual con Cristo como el
fundamento, el mundo no lo conoce pero para DIOS es el escogido
para salvar al mundo (San Juan 3-16).

Podemos acercarnos confiadamente (Hebreos 4-16)


“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para
alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.
5
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa
espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

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