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¿Por qué es tan Importante la Santidad?

Hebreos 12:14

“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.

Introducción: ¿Por qué la santidad es tan importante? ¿Por qué hablamos de santidad y
santificación todo el tiempo? Tristemente, muchos han dejado completamente de predicar
y de enseñar que la santidad es totalmente necesaria, y solo la presentan como una
“opción agradable”. La Santidad es vital para nuestras vidas cristianas. Me gustaría
presentarle tres motivos por qué creo que la santidad es tan importante.

Santo: significa APARTADO, SEPARADO, LIBRE DE CULPA Y EN PAZ.

Santidad: Es la actitud de permanecer en ese estado, de separación, apartado del pecado y


por tanto es estar consagrado a Dios y nuestra conducta debe ser de acuerdo a este
principio, es decir, separado de las concupiscencias del mundo y del pecado
Santificación: Es buscar diariamente la santidad en nuestra vida de peregrinaje.

¿SERA IMPORTANTE ENTONCES LA SANTIDAD?

La santidad para el creyente es tan importante como la salvación es necesaria para el


pecador y el incrédulo, si santidad nadie vera al señor. Ejemplo;
HEBREOS 12. 14 Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

LA SANTIDAD ES UN LLAMADO DE DIOS

EFESIOS 4. 17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles,
que andan en la vanidad de su mente,
1º TIMOTEO 2 8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin
ira ni contienda.
1º TIMOTEO 5 22 No impongas con ligereza las manos a ninguno ni participes en pecados ajenos.
Consérvate puro.
ROMANOS 6.19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad: así como para iniquidad
presentasteis vuestros miembros para servir a la impureza y a la iniquidad, así ahora para
santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
2 CORINTIOS 6.1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
1º PEDRO 1. 13Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios y esperad por
completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado. 14Como hijos
obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia.

1. Porque por nuestra santidad murió Cristo Hebreos 13:12 “Por lo cual también Jesús,
para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta”

¡Jesucristo sufrió y derramó su propia sangre sobre la cruel cruz, para que podamos ser
santificados! Él no murió solamente para que podamos ser salvados de nuestros pecados,
sino que murió de modo que podamos ser libres de todo pecado. Él sufrió para poder
santificar a Su gente. Si rechazamos la santidad que Él nos ofrece, repudiamos lo que El
realizó con su muerte sobre la cruz.
La santidad es importante porque Cristo murió por ella. 1 Tesalonicenses 4:3 nos dice
cuál es la voluntad de Dios, es decir nuestra santificación. En este proceso, el trabajo de
la tercera persona de la Trinidad es evidente. Sin el Espíritu Santo, no podemos
reconocer a Jesús como Dios.

Hasta que estemos llenos del Espíritu Santo y completamente santificados no somos todo
lo que Cristo quiere que seamos. Jesucristo murió por nuestra santificación y esta es la
primera razón por la cual es tan importante

2. La naturaleza carnal nos aleja de la santidad Romanos 7:20-24 “Y si hago lo que no


quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer
el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque según el hombre interior, me
deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la
ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24
!!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?”

Pablo escribió estos versos que describen su batalla por cumplir con toda la ley del
Antiguo Testamento. Aunque él reconoció la naturaleza de pecado en su corazón y él
luchó contra ella para tratar de vencerla, nunca pudo, pues luchó en la carne. Muchos
cristianos de hoy en día se quedan “estancados” en el capítulo 7 de Romanos, como
batallando con sus propias fuerzas. Pablo combatió en contra de la naturaleza de pecado
que lo llevaba a hacer cosas que él no quiso hacer, declarando que mientras la naturaleza
innata del pecado estuviera su corazón, él no podía triunfar totalmente. ¡Pero en el
capítulo ocho el testifica que el pecado ya no lo domina más, porque Cristo lo ha liberado!
Debemos ser libres en nuestros corazones de aquella naturaleza de pecado. Los que
están en Cristo ya no viven bajo la ley del pecado, sino bajo el Espíritu, es decir el cambio
que Dios hace en la persona es “de adentro hacia fuera”, transformando la misma
naturaleza del hombre. Solamente entonces, es que el Espíritu Santo tiene el acceso
directo a los pecados íntimos y secretos del creyente para que haya una verdadera
bendición espiritual.

La segunda razón por qué la santidad es tan importante, es porque nuestra naturaleza
carnal debe ser quitada, de no ser así, esta nos acarreará al fracaso y estancamiento
espiritual, y no creceremos como cristianos.

La santidad es importante porque quita la naturaleza de pecado de nuestro corazón.

3. Porque es requerida para entrar en nuestra casa celestial. Hebreos 12:14 Seguid la paz
con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

Si usted desea hacer del cielo su casa, deberá primero ser santificado. Cuando uno
acepta a nuestro Señor Jesucristo, el proceso de la santidad inicia. El Espíritu Santo
comienza a echar fuera todo lo que compromete y daña nuestra relación con el Señor. En
el cielo, nuestra relación con el Padre será perfecta, por lo tanto santa y libre de todo
pecado. La santidad nos prepara para el cielo. Ningún pecado puede ser permitido en el
cielo porque el cielo es el lugar santo que no puede tolerar ningún pecado. Esto incluye la
naturaleza de pecado en nuestros corazones.

Si no somos librados de aquella naturaleza, el trabajo de Dios no estará completo en


nosotros.
Si no permitimos a Dios que nos limpie completamente de todo pecado, estamos obrando
en contra de su voluntad, pues El vino para derrotar completamente toda obra de maldad.
Gracias a Dios, que él ya ha triunfado sobre el poder de pecado, y ha proporcionado la
salvación plena a este quiénes lo desean. Él sufrió para que nosotros podamos ser
santificados y hacer del cielo nuestra morada.

Y un día estaremos de pie en la puerta de Cielo. ¡Qué cosa tan terrible si aquella puerta
se cerrara contra nosotros! ¡? ¡Dios no quiere esto! El cielo exige que nosotros seamos
santos a fin de ir allí sin mancha, ni arruga… es por eso que la santidad es tan importante.

Nadie vera al Señor sin la santidad.

1 Pedro 1:14-16: 14 Como hijos obedientes, no conformándoos con los deseos que
antes teníais estando en vuestra ignorancia, 15 Sino como aquel que os ha llamado
es santo, sed también vosotros santos en toda conversación: 16 Porque escrito está:
Sed santos, porque yo soy santo.

2 Corintios 7:1: 7 ASI que, amados, pues tenemos tales promesas, limpiémonos de
toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de
Dios.

1 Juan 3:6-10: 6 Cualquiera que permanece en él, no peca, cualquiera que peca, no le
ha visto, ni le ha conocido. 7 Hijitos, no os engañe ninguno: el que hace justicia, es
justo, como él también es justo. 8 El que hace pecado, es del diablo, porque el diablo
peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras
del diablo. 9 Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente
está en él, y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 10 En esto son manifiestos
los hijos de Dios, y los hijos del diablo: cualquiera que no hace justicia, y que no ama
á su hermano, no es de Dios.

1 Pedro 2:9: 9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo
adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas
á su luz admirable.

1 Tesalonicenses 4:7: 7 Porque no nos ha llamado Dios á inmundicia, sino á


santificación.

Levítico 20:26: 26 Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os
he apartado de los pueblos, para que seáis míos.

Hebreos 12:14: 14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al
Señor

2 Timoteo 2:21: 21 Así que, si alguno se limpiare de estas cosas, será vaso para
honra, santificado, y útil para los usos del Señor, y aparejado para todo buena obra.
1 Tesalonicenses 5:23: 23 Y el Dios de paz os santifique en todo, para que vuestro
espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro
Señor Jesucristo.

1 Juan 5:4: 4 Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo: y esta es la
victoria que vence al mundo, nuestra fe.

Isaías 35:8: 8 Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad, no
pasará por él inmundo, y habrá para ellos en él quien los acompañe, de tal manera
que los insensatos no yerren.

Filipenses 4:8: 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto,
todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay
virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad.

Levítico 19:2: 2 Habla á toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos
seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios.

1 Pedro 4:1: 4 PUES que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros
también estad armados del mismo pensamiento: que el que ha padecido en la carne,
cesó de pecado

1 Pedro 2:24: 24 El cual mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,
para que nosotros siendo muertos á los pecados, vivamos á la justicia: por la herida
del cual habéis sido sanados.

1 Corintios 6:9-11: 9 ¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No
erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
que se echan con varones, 10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los
maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos:
mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre
del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

3 Juan 1:11: 11 Amado, no sigas lo que es malo, sino lo que es bueno. El que hace
bien es de Dios: mas el que hace mal, no ha visto á Dios.

1 Corintios 6:19: 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el
cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

1 Pedro 4:7: 7 Mas el fin de todas las cosas se acerca: sed pues templados, y velad
en oración.

Santiago 1:21: 21 Por lo cual, dejando toda inmundicia y superfluidad de malicia,


recibid con mansedumbre la palabra ingerida, la cual puede hacer salvas vuestras
almas.

1 Tesalonicenses 4:4: 4 Que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en


santificación y honor
1 Tesalonicenses 3:13: 13 Para que sean confirmados vuestros corazones en
santidad, irreprensibles delante de Dios y nuestro Padre, para la venida de nuestro
Señor Jesucristo con todos sus santos.

1 Juan 3:3: 3 Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él
también es limpio.

1 Juan 2:29: 29 Si sabéis que él es justo, sabed también que cualquiera que hace
justicia, es nacido de él.

Romanos 12:1: 12 ASI que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro
racional culto.

1 Pedro 2:12: 12 Teniendo vuestra conversación honesta entre los Gentiles, para que,
en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen á Dios en el
día de la visitación, estimándoos por las buenas obras.

Hebreos 12:10: 10 Y aquéllos, á la verdad, por pocos días nos castigaban como á
ellos les parecía, mas éste para lo que nos es provechoso, para que recibamos su
santificación.

1 Corintios 6:17: 17 Empero el que se junta con el Señor, un espíritu es.

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