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Habeas Corpus
Habeas Corpus
1. ANTECEDENTES
De 1879 a 1933. Periodo en el cual el Habeas Corpus aparece circunscrito para la
defensa de la libertad individual. Este periodo cubre la dación de la primera Ley de
Habeas Corpus en 1897, para la sola protección de la libertad individual, y así
permanece hasta 1933. Aspecto importante de este periodo es la Constitución de
1920 que eleva el Habeas Corpus por primera vez a rango constitucional.
De 1933 a 1979. La Carta Política de 1933 incluyó el Habeas Corpus para la defensa
de todos los derechos indiviudales y sociales, no obstante, al hablar de los derechos
los llamó “garantías individuales y sociales”. Sin embargo, el Habeas Corpus funcionó
para todo e hizo las veces no sólo del Habeas Corpus stricto sensu, sino también del
Amparo. La parte procesal se complicó y así, en 1968, se distinguió el Habeas
Corpus Civil del Penal.
De 1979 hasta nuestros días. Con la sanción de la Constitución de 1979 y la de
1993 vuelve el Habeas Corpus a su concepción originaria y se establece el Amparo
para la protección de los demás derechos fundamentales.
El Habeas Corpus en el Perú fue reconocido por la Ley del 21 de Octubre de 1897, que desarrolló
el artículo 18º de la Constitución de 1860, el mismo que prescribía lo siguiente: “Nadie podrá ser
arrestado sin mandamiento escrito del juez competente o de autoridades encargadas de
conservar el orden público, excepto infraganti delito, debiendo en todo caso ser puesto el
arrestado dentro de las veinticuatro horas a disposición del Juzgado que corresponde. Los
ejecutores de dicho mandamiento están obligados, a dar copia de él siempre que se les pidiera”.
En el año 1916 se promulgó la Ley Nº 2223, que buscó ampliar el margen de protección del
Hábeas Corpus, y la Ley Nº 2253 que trató de perfeccionar los aspectos procesales
contemplados en la Ley Nº del 21 de Octubre de 1987. Luego a través de la Ley Nº 4019 de
fecha 02 de Enero de 1919, es promulgado el Código de Procedimientos en materia Penal, el
cual entró en vigencia en 1920, estableciendo la regulación del Hábeas Corpus sólo para
detenciones indebidas. Asimismo en el artículo 352º de este Código establecía que “Cuando el
secuestro provenga de persona que no es autoridad, el juez, una vez puesto en libertad el
detenido, procederá a abrir instrucción contra el culpable conforme a este Código”.
En el año 1920 el Hábeas Corpus adquiere rango constitucional, estableciendo en el artículo 24º
de la Carta Magna lo siguiente: “Nadie podrá ser arrestado sin mandamiento escrito del juez
competente o de las autoridades encargadas de conservar el orden público, excepto infraganti
delito, debiendo en todo caso ser puesto, el arrestado, dentro de veinticuatro horas, a disposición
del juzgado que corresponda. Los ejecutores de dicho mandamiento están obligados a dar copia
de él siempre que se les pidiere.
La persona aprehendida o cualquier otra podrá interponer conforme a la ley, el recurso de
Hábeas Corpus por prisión indebida”.
Posteriormente se expidió la Ley Nº 23506, Ley de Hábeas Corpus y Amparo, la misma que se
encargará de regular lo dispuesto en la Constitución de 1979, siendo luego la referida Ley
complementada por la Ley Nº 25398. Luego en la Constitución de 1993 en el artículo 200º.-
Acciones de Garantía Constitucional se establece que son garantías constitucionales:
1. La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o
los derechos constitucionales conexos
Por último con fecha 31 de Mayo del 2004 se expidió la Ley Nº 28237 que regula el Código
Procesal Constitucional, que en su Título I señala las Disposiciones Generales de los Procesos
de Hábeas Corpus, Amparo, Habeas data y Cumplimiento, en su Título II en sus artículos 25º al
36º establece los derechos protegidos en los cuales procede el Hábeas Corpus y su
procedimiento.
Cabe anotar que para el Código Procesal Constitucional los procesos constitucionales tienen
como fines esenciales asegurar la primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los
derechos constitucionalmente protegidos. En el caso de los procesos de hábeas corpus, amparo
y hábeas data dicha finalidad se manifiesta a través de la reposición de las cosas al estado
anterior a la amenaza o violación de derecho fundamental que cae dentro del margen de
protección de cada uno de aquellos procesos constitucionales.
Los procesos constitucionales de la libertad en general buscan tutelar sólo los derechos
constitucionales, es decir, los que se encuentran consagrados en la Carta Magna sea en forma
expresa o implícita, lo cual, necesario es decirlo, comprende no sólo a los recogidos en el
Capítulo I del Título I de la Constitución, denominado “Derechos fundamentales de la persona”, o
en el Capítulo II del mismo Título, denominado “De los derechos sociales y económicos”, sino
también los recogidos, además del Capítulo II de dicho Título, denominado “ De los derechos
políticos y de los deberes”, todos aquellos que puedan ubicarse a lo largo del texto constitucional
o en los tratados internacionales de derechos humanos de los cuales nuestro país es Parte.
En la Declaración Universal de Derechos Humanos en el artículo 8º establece que “Toda persona
tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare
contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o la Ley”.
Por su parte la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre en el artículo 25º
dispone que: “Toda persona puede recurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos,
Asimismo, debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el cual la justicia lo ampare
contra actos de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de los derechos fundamentales
consagrados constitucionalmente”.
Por su parte, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en el inciso tres del articulo 2º
establece lo siguiente: “Cada uno de los Estados partes en el presente Pacto se compromete a
garantizar que:
Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido
violados podrá interponer un recurso efectivo, aún cuando la violación hubiera sido
cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales;
La autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquier otra autoridad
competente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda
persona que interponga tal recurso y desarrollará las posibilidades del recurso judicial;
Las autoridades competentes cumplirán toda decisión en que se haya estimado
procedente el recurso.”
Cabe precisar que en el caso de los detenidos el mismo Pacto ha establecido en el inciso 4 del
artículo 9º el derecho a recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad posible
sobre la legalidad de su prisión y orden su libertad si la prisión fuera ilegal.
Asimismo la Convención Americana sobre Derechos Humanos prevé en el inciso 6 del artículo 7º
el derecho de toda persona privada de su libertad a recurrir ante un juez o tribunal competente, a
fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene su
libertad si el arresto o la detención fueran ilegales. Añade que los Estados Partes que hayan
previsto la posibilidad de interponer dicho recurso a favor de las personas que se encuentran
amenazadas de una privación de su libertad, no podrán restringir ni abolir dicho recurso, siendo
que estos recursos podrán interponerse por sí o por otra persona. De otro lado, en su artículo 25º
establece lo siguiente:
1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso
efectivo ante los jueces o tribunales competente, que la ampare contra actos que violen
sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente
Convención, aun cuanto de tal violación sea cometida por personas que actúen en el
ejercicio de funciones oficiales.
2. Los Estados Partes se comprometen;
a) A garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del estado
decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso.
b) A desarrollar las posibilidades del recurso judicial, y
c) A garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que
haya estimado procedente el recurso.
2. DEFINICIÓN
La Real Academia de la Lengua define al Hábeas Corpus como al derecho de todo ciudadano,
detenido o preso, a comparecer inmediata y públicamente ante un juez o tribunal para que,
oyéndolo, resuelva si su arresto fue o no legal, y si debe alzarse o mantenerse.
Posteriormente, el pueblo inglés a través de varias luchas logró imponerlo en el año 1215 en lo
que se llamó la Carta Magna. Aparece en el derecho histórico español como el denominado
«recurso de manifestación de personas» del Reino de Aragón en el Fuero de Aragón de 1428, y
en las referencias que sobre presuntos supuestos de detenciones ilegales se contienen en el
Fuero de Vizcaya de 1527, más tarde en la Ley Inglesa de 1640 y en el Acta Hábeas Corpus de
1679. La institución del Hábeas corpus estaba concebida como una forma de evitar agravios e
injusticias cometidas por los señores feudales contra sus súbditos o personas de clase social
inferior.
Frente a esta elección de elenco de derechos constitucionales que protege el habeas corpus, el
código procesal constitucional, acoge otros nuevos de singular importancia, como el derecho a la
integridad personal (art. 25.1) que implica que nadie puede ser lesionado o agredido físicamente,
ni ser víctima de daños mortales o morales que le implican conversar su estabilidad psicológica o
emocional, además, este derecho está integrado de la prohibición de torturas y otros tratos
crueles inhumanos o degradantes.
Asimismo debe destacarse aquel derecho a la inviolabilidad del domicilio pasa a formar parte del
ámbito de tutela de habeas corpus lo que resultaba razonable atendiendo a la implicación que
ha merecido en la jurisprudencia comparada el concepto de domicilio o de modo más exacto el
replanteamiento de la forma típica de atender los supuestos en los que producen una lesión a
este derecho, en esta perspectiva el derecho a la inviolabilidad del domicilio que protege a la
persona en dicho ámbito contra cualquier injerencia exterior que impide o dificulte su libertad de
movimiento, si bien el objeto de protección de este derecho estaba vinculado a la propiedad en la
época del constitucionalismo primigenio, en la actualidad el domicilio hace referencia a todo lugar
que se despliega la vida privada.
b) Habeas corpus preventivo.- Art. 2 que podrá ser utilizado en los casos en que, no
habiéndose concretado la privación de la libertad, existe sin embargo. La amenaza cierta
e inminente de que ello ocurra, con vulneración de la constitución o la ley en la materia, al
respecto es requisito, sine qua nom de esta modalidad que los actos destinados a la
privación de la libertad se encuentren en proceso de ejecución por ende. La amenaza no
debe ser congetural ni presunta ni menos remota. c) Habeas corpus excepcional: art. 23
nuestra constitución general, regula los estados de excepción en el art. 137, y el art. 200,
parte final establece que le ejercicio de las acciones de Habeas corpus y de amparo no
se suspende durante la vigencia de los regímenes de excepción a que se refiere el art.
137, es innegable, así la procedencia de Habeas corpus en los estados de excepción,
que denominamos de excepción por las condiciones reiterantes en que se dicta. Por lo
que bien vale el nombre seleccionado. Debe anotarse la tramitación correcta de este
Habeas corpus debe hacerse a la, luz de los principios de razonabilidad y roporcionalidad
que se utilizan para determinar la validez de los actos que restringen derechos en los
estados de excepción , la implicancia de razonabilidad es pertinente, si tratándose de
derechos suspendidos, las razones que sustentan el acto restrictivo del derecho no
tienen relación directa con las causas o motivos , el acto restrictivo de del derecho resulta
manifiestamente innecesario injustificado, atendiendo a la conducta del agraviado o a la
situación del hecho sumariamente evaluada por el juez.
c) Habeas Corpus reparador.- art. 25.7 constituye la modalidad clásica, y opera ante la
detención y prisión de contravención a la constitución y las leyes, vale decir, sin cumplir
los requisitos establecidos en el art. 2 inc. 24 literal F, de la constitución y de normas del
código procesal penal es decir frente a la privación libertad física de manera arbitraria o
ilegal por orden policial, mandato judicial civil o el fuero militar o decisión de un particular,
buscando reponer las cosas al estado anterior de la violación.
d) Hábeas Corpus Restringido.- art. 25.13 se emplea con el objeto de finalizar molestias o
restricciones a la libertad física o de locomoción que, en los hechos no configuran una
detención, por si limita, en menor grado, la libertad del sujeto.
e) Hábeas Corpus Traslativo.- art. 25.14 opera en los casos de los procesados en que las
autoridades judiciales o penitenciarias indebidamente pudieran estar prolongando su
detención en un proceso judicial, o de los reos que han cumplido su condena pero siguen
en la cárcel acontece por ejemplo en los caos que existe exceso de detención, al
continuar el procesado detenido mas ala del plazo fijado por ley, o si el condenado no
obstante haber cumplido su condena continua en prisión , es decir, el derecho a la
excarcelación de un procesado o condenado, cuya libertad haya sido declarada por el
juez.
f) Hábeas Corpus Instructivo art. 25.16.- el derecho de no ser objeto de una desaparición
forzosa, permite la postulación de lo que doctrinariamente se ha definido como habeas
corpus instructivo en cual el juez constitucional a partir de sus indagaciones sobre el
paradero del detenido. Desaparecido busca identificar a los responsables de la violación
constitucional, para su posterior proceso y sanción penal en la vía ordinaria la
desaparición forzada es quizás el crimen más execrable. Porque en su seno incluye
numerosas violaciones de los derechos más fundamentales del ser humano, supone una
originaria detención ilegal carente de mandato judicial ni situación de flagrancia torturas o
tratos inhumanos o degradantes, físicos y mentales.
Violación la libertad movimiento violación al derecho de juicio justo y las garantías del
debido proceso, ejecución extrajudicial y violación a los derechos de la verdad y justicia
para la víctima y sus allegados. Según la convención interamericana sobre desaparición
forzada de personas adoptada en Belem do Para el 09 de junio de 1994, y de la que el
Perú es país signatario, ratificada el 13 de febrero del 2002. Define a la desaparición
forzada de personas como la privación de la libertad una o más personas cualquiera que
sea su forma , cometida por agentes del estado o por personas o grupos de personas
cualquiera sea su forma, cometida por entes del estado o personas que actúen con la
autorización del estado seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer
dicha privación de libertad o de informar sobre un paradero de la persona con lo cual se
impide el ejercicio de los recursos legales y de las garantías procesales pertinentes.
Por escrito en cualquier papel (a máquina o manuscrito) o en forma verbal o telegráfica, ante el
Juez Penal del lugar donde se encuentre el detenido o el lugar donde se haya dictado o
ejecutado la medida. En Lima y en la provincia constitucional del Callao, se presenta ante el
Juez especializado en lo Penal o Juez Mixto.
Con el fin de dar pleno cumplimiento al objeto que persigue el procedimiento de Habeas Corpus, la
exposición de motivos de la LHC establece aquellos principios por los que se rige: agilidad,
sencillez y antiformalismo, generalidad y universalidad.
o El principio de agilidad resulta esencial para conseguir que la violación ilegal de la
libertad de la persona sea reparada con la máxima celeridad. Por ello la ley ha ordenado
un procedimiento judicial sumario y rápido que debe concluir en 24 horas des de su inicio.
o El principio de sencillez y antiformalismo pretende evitar dilaciones indebidas. Es por
ello que se posibilita la comparecencia verbal sin ser preceptiva la presencia de abogado ni
procurador.
o El principio de generalidad contiene dos significados. Se refiere por una parte a que
ningún particular o agente de la autoridad pueda sustraerse al control judicial de la
legalidad de la detención de las personas, y por la otra, a la pluralidad personas
legitimadas para incoarlo.
o Finalmente, el principio de universalidad hace referencia a que el procedimiento de
Habeas Corpus que la ley regula alcanza tanto a los supuestos de detención ilegal así
como a las detenciones que, ajustándose en un primer momento a la legalidad, se
mantienen o prolongan ilegalmente o tienen lugar en condiciones ilegales.
A excepción de que sea instado de oficio, en el escrito o comparecencia del habeas Corpus
deberán constar los siguientes datos: