Está en la página 1de 7

Biología

Eje Temático: La unidad de la vida

Como entra y salen sustancias de la célula

Cada célula esta inmersa en un universo de sustancias químicas con las


que interacciona de múltiples maneras y en esa interacción condiciona sus
respuestas y comportamientos. Aun estamos lejos de comprender totalmente
como una célula se relaciona con su medio y con otras células. Sin embargo, la
búsqueda constante de respuestas que nos permitan comprender los procesos
involucrados en la comunicación entre las células y su entorno abre caminos
nuevos y prometedores.

Los seres vivos y los intercambios de materia y energía

Una de las primeras etapas en el estudio de un sistema físico o biológico


consiste en caracterizar las interacciones de ese sistema con el medio. Estas
interacciones dependen en gran medida de las propiedades de la superficie
que lo envuelve, lo delimita y lo comunica con el entorno. En el mundo
biológico, el sistema en estudio puede ser una célula, una parte de la célula, un
conjunto de células definido en forma arbitraria, un órgano, un individuo o una
población, en el caso de una célula, su ambiente son los fluidos que la bañan y,
en ocasiones, otras células. Este tipo de sistemas tiene superficies físicas
reales que lo separan de su medio ambiente, mientras que otros carecen de un
límite nítidamente demarcado. Por este motivo decimos que los sistemas
biológicos son sistemas abiertos.
Tendencia de alcanzar estados estacionarios

Todos los sistemas naturales tienden a alcanzar el estado mas estable


compatible con las condiciones en que se encuentre. En estos estados, sus
propiedades físicas y químicas se mantienen aproximadamente constantes en
el tiempo. Si se produce una ligera perturbación una vez alcanzado este
estado, el sistema tiende a revertirla.

Cuando no hay intercambios con el ambiente, los sistemas evolucionan


indefectiblemente hacia los estados más estables, que, en este caso, se
denominan estados de equilibrio interno. Estos estados de equilibrio reciben
distintas denominaciones, de acuerdo con la propiedad del sistema que resulte
de interés. Si es la temperatura que alcanza un valor estable, lo llamaremos
equilibrio térmico. Si se trata de la composición química del sistema que no
cambia en el tiempo, estamos ante un estado de equilibrio químico. Cuando se
compensa el efecto de las fuerzas que actúan sobre distintas partes del
sistema, diremos que se llego a un estado de equilibrio mecánico.

En muchos sistemas, entre ellos los sistemas vivos, se producen


intercambios de materia y energía con el entorno en forma permanente. En
estos sistemas también se pueden alcanzar situaciones de equilibrio, pero, en
este caso, nos referiremos al equilibrio entre el organismo y el ambiente que lo
rodea, razón por la cual los llamaremos estados de equilibrio con el entorno.

Es importante destacar que, en un sistema abierto, no necesariamente


todas las variables se encuentran en equilibrio, o todas en estado estacionario,
sino que se pueden dar combinaciones en las que algunas de ellas
permanecen en equilibrio con el medio y otras no. Para mantener constantes
aquellas variables que se encuentran en estado estacionario, alejadas del
equilibrio, el sistema debe intercambiar sustancias con el medio, que es
precisamente lo que sucede cuando los animales se alimentan.

Transportes pasivos y activos

El movimiento de sustancias químicas dentro de un sistema o entre


sistema y el medio, se produce en forma espontanea desde las regiones donde
el potencial químico es mayor hacia aquellas en donde es menor. Este tipo de
transporte, impulsado por un gradiente de potencial, recibe el nombre de
transporte pasivo. Esto ocurre, por ejemplo, cuando una gota de colorante se
difunde en agua.

En las células, esto no ocurre de manera espontánea, de modo que


requieren sistemas específicos que promuevan tales movimientos, además de
un aporte externo de energía. A esto se le conoce como transporte activo. El
funcionamiento de los sistemas de transporte activo es análogo al de las
bombas hidráulicas que elevan el agua hacia tanques ubicados a grandes
alturas a expensas del aporte de energía externa. Esta analogía se ha llevado
al extremo de denominar bombas a las proteínas que transportan sustancias en
forma activa.

En forma general, podemos definir el flujo activo y pasivo de cualquier


magnitud física según este se produzca en el mismo sentido o en sentido
contrario al del gradiente de potencial que lo impulsa, y si requiere o no el
aporte de energía.
El pasaje de sustancias a través de la membrana celular

En una célula, la superficie que separa al sistema del medio que lo rodea
es la membrana celular y el intercambio de sustancias entre las células y el
medio debe ocurrir a través de una membrana. Este intercambio resulta
esencial para mantener la integridad de la célula y para proveer las distintas
especies químicas necesarias para los procesos metabólicos que ocurren
permanentemente dentro de ella. En las células eucariontes, además de la
membrana celular, hay otras membranas que separan compartimientos
internos, como las de las mitocondrias y los cloroplastos, a través de las cuales
ocurren intercambios similares.

El desplazamiento de sustancias a través de los fosfolípidos de


la membrana

Algunas sustancias son capaces de atravesar la membrana circulando entre


las cadenas carbonadas. Esta capacidad depende de la polaridad, del tamaño
y de la carga de las sustancias.

- Polaridad: a menos polaridad (hidrófoba), mayor facilidad para su


circulación a través de los fosfolípidos.
- Tamaño: cuando mas pequeña es la sustancia, mayor facilidad para
atravesar los fosfolípidos.
- Carga: los iones, no importa cuan pequeña sean, no pueden atravesar
la bicapa lipídica debido a su carga. Sin embargo, algunas moléculas
pequeñas que tienen una distribución asimétrica de cargas, pero no
tienen carga eléctrica neta pueden moverse a través de la membrana.
Intercambios asistidos: proteínas transportadoras de
membrana

Los iones y las moléculas hidrófilas de gran tamaño son incapaces, por si
solas, de atravesar la bicapa lipídica, aunque haya un gradiente de potencial
química o electroquímica favorable. Esto propicia la retención de sustancias
químicas que son claves en el metabolismo celular, pero se convierte en un
problema en el momento en el que la célula necesita abastecerse de este tipo
de sustancias. Estas proteínas pueden actuar de manera aislada o formando
complejos con receptores u otras biomoléculas. Un proceso de transporte que
requiera proteínas que faciliten el movimiento de moléculas se denomina
transporte facilitado.

En todas las membranas biológicas encontramos dos grandes grupos de


sistema de transporte facilitado, que denominaremos canales y
transportadores.

- Canales: son estructuras proteicas que forman un conducto en la


membrana a través del cual pueden pasar determinados solutos por
difusión.
- Transportadores: son estructuras proteicas que se asocian en forma
específica con la molécula que será transportada y la ayudan a
desplazarse a través de la membrana.

El pasaje a través de canales no requiere el aporte de energía, ya que las


sustancias se mueven impulsadas por el gradiente de potencial químico o
electroquímico. Lo mismo pasa con algunos tipos de transportadores en los
que el transporte facilitado es pasivo. Sin embargo, otro grupo de
transportadores requiere la provisión de energía externa para realizar el
transporta, por lo que constituyen sistema de transporte activo.
Los transportadores pueden a su vez agruparse en tres clases:

- Uniportes: transportan una única especie química en una dirección


definida.
- Simportes: transportan dos o más especies químicas diferentes en el
mismo sentido.
- Antiportes: transportan dos o más especies en sentidos opuestos.

Los canales

Son proteínas integrales de membrana que forman conductos hidrófilos y, en


consecuencia, permiten el pasaje de sustancias hidrófilas a través de las
membranas, pero no de cualquier sustancia. Muchos canales son altamente
específicos, tanto que algunos solo permiten el pasaje de unas pocas especies
químicas, por lo general iones de determinada carga. Otros más específicos
dejan pasar un único tipo de ion, como el del sodio o potasio.

La alta selectividad de los canales iónicos es consecuencia de su arquitectura


molecular que permite o impide la difusión de sustancias de acuerdo a su
tamaño y carga. La zona más estrecha del canal pone un límite al tamaño
máximo del ion que podrá atravesarlo y su naturaleza química determina que
especies químicas podrán recorrerlo.
Resumen

Los seres vivos son sistemas abiertos, esto significa que intercambian
materia y energía con su ambiente en forma permanente.

Las variables internas de los organismos pueden alcanzar estados de


equilibrio con el entorno o estados estacionarios están alejados del equilibrio y
se disipan si se agota la fuente de energía que los mantiene.

Una forma de medir los intercambios entre los sistemas y su medio es a


través de magnitudes denominadas flujos, que dan cuenta de la cantidad de
materia o energía transportada por unidad de área y por unidad de tiempo.

Todo flujo es impulsado por una fuerza, esta fuerza que se puede
expresar en términos de gradientes de potencial, determina la magnitud, la
dirección y el sentido del flujo. Los flujos tienden a disipar los gradientes de los
producen.

Los procesos de transporte de sustancias a través de membranas


biológicas, la fuerza impulsora es el gradiente de potencial químico. En el caso
particular de especies químicas que poseen carga eléctrica, la fuerza impulsora
es el gradiente de potencial electroquímico.

El transporte pasivo de sustancias químicas es impulsado por un


gradiente de potencial químico y se produce en forma espontanea desde zonas
donde el potencial es mayor hacia zonas donde es menor. El transporte activo,
en cambio, requiere un aporte externo de energía y se produce en sentido
opuesto.

También podría gustarte