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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Psicología
Carrera: Licenciatura en Psicología

Tesis de Licenciatura en Psicología.

“Compromiso con el deporte y su relación con el


consumo de alcohol en adolescentes”

Tesista: Celsi, Ignacio


L. U: 37.993.3980

Tutora: Raimundi, M. Julia


DNI: 31.659.464

Buenos Aires, Argentina


- 2018 -
ÍNDICE:

1. Introducción……………………………….…………….………………………..3

2. Antecedentes…………………….………….……………………………………5

3. Objetivos………………………………………………………………………….11

4. Metodología………………………………………………………………………12

5. Resultados………………………………………………………………………..16

6. Discusión………………………………………………………………………….19

7. Conclusión………………………………………………………………………..23

8. Referencias Bibliográficas……………………………………………………...25

9. Anexo……………………………………………………………………………..35

2
1. INTRODUCCIÓN

El presente trabajo corresponde a la Tesis de la Licenciatura en Psicología


de la Universidad de Buenos Aires.

El tema elegido atañe a la problemática del consumo de alcohol en


adolescentes, considerando al compromiso con el deporte como un factor
protector frente a tal comportamiento. De este modo, el objetivo principal consiste
en explorar la relación entre el compromiso con el deporte y el consumo de alcohol
adolescente.

A nivel mundial, el consumo riesgoso de alcohol representa un grave


problema de salud pública que impacta de manera sustancial en la salud, el
desarrollo y el bienestar de los adolescentes (OMS, 2010, 2014). En la Argentina,
el alcohol se erige como la sustancia psicoactiva más consumida por los jóvenes y
adolescentes, ubicándose como la segunda causa de muerte asociada al
consumo de sustancias psicoactivas, detrás del tabaco (OAD, 2014, 2017a). A su
vez, los últimos estudios epidemiológicos realizados en nuestro país dan cuenta
de un crecimiento considerable en los niveles de consumo de alcohol adolescente
(SEDRONAR, 2017b).

Este apremiante escenario constituye un desafío para el contexto


investigativo, obligando a repensar y desarrollar nuevas estrategias de
acercamiento para poder comprender y abordar tal comportamiento de manera
eficaz y sostenible.

En un comienzo, la literatura propuso identificar aquellos factores causales


específicos que permitieran delinear la etiología del consumo riesgoso de alcohol,
siendo esta tarea imposible de realizar debido a la complejidad que representa
este fenómeno. Sin embargo, los estudios actuales plantean analizar esta
conducta de manera multicausal, teniendo en cuenta una serie de factores
psicológicos, biológicos, sociales y culturales que producen un aumento (factores
de riesgo) o disminución (factores protectores) en la probabilidad de aparición de
un consumo riesgoso de alcohol (Schmidt, Messoulam, Molina & Abal, 2006).

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Desde la perspectiva de Promoción de la Salud se delimita una estrategia
de abordaje que postula trabajar con aquellos factores protectores y promotores
de la salud, primordiales para afrontar al consumo riesgoso de alcohol. Esta
corriente valora al desarrollo humano de manera integral, proponiendo identificar
aquellas fortalezas, recursos y potencialidades que permitan mejorar la calidad de
vida y el bienestar de las personas (Schmidt et al., 2016). Bajo este marco, se
otorga vital importancia al estudio de aquellas circunstancias individuales,
familiares, sociales y contextuales que puedan oficiar como protectores de un
consumo riesgoso de alcohol y promotores de un desarrollo positivo y saludable.

En esta línea, el deporte ha sido calificado como una estrategia de


prevención eficaz para afrontar los altos niveles de consumo riesgoso de alcohol
registrados a nivel mundial. Sin embargo, las investigaciones realizadas en el
último tiempo no aportan claridad sobre la relación entre esta actividad y el
consumo de alcohol. De esta manera, resulta materia de análisis establecer si el
deporte, como actividad históricamente asociada al paradigma de la salud, puede
considerarse como un factor protector frente al consumo problemático de alcohol,
reduciendo los riesgos y consecuencias asociados al mismo.

Con el objetivo de profundizar en esta materia, el presente trabajo postula


evaluar las condiciones motivacionales bajo las cuales se practica deporte,
considerando a la experiencia subjetiva de compromiso como principal variable de
análisis. Se espera que los resultados obtenidos puedan aportar material relevante
al campo de investigación y de este modo contribuir en el diseño de futuras
acciones de prevención del consumo riesgoso de alcohol y de promoción de la
salud.

Cabe destacar que la realización de la presente tesis surge en el marco del


Proyecto de Investigación “Experiencias subjetivas positivas en músicos y
deportistas. Su relación con variables de personalidad y contextuales” (código:
20020130100434BA. Directora: Schmidt, V. Programación UBACYT 2014-2017) a
través del cual se buscar estudiar diversas experiencias subjetivas positivas como
el disfrute, el flow y el compromiso con el deporte, analizando su impacto en las

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conductas de consumo de alcohol para la población de adolescentes y adultos
jóvenes.

2. ANTECEDENTES

El consumo problemático de alcohol constituye una cuestión de relevancia


internacional, regional y nacional en materia de salud pública. Según la
Organización Mundial de la Salud, en el mundo se producen aproximadamente 3.3
millones de muertes anuales atribuibles al consumo abusivo de alcohol, pudiendo
tal hábito ocasionar el desarrollo de más de 200 enfermedades y representando el
5.1% de la carga mundial de morbilidad (OMS, 2014). A nivel regional se destaca
que uno de cada cinco consumidores americanos (22%) manifiesta un consumo
episódico excesivo de alcohol (CEEA)1, superando el promedio mundial del 16%
(OPS, 2015). Por otra parte, los estudios nacionales sitúan al consumo de alcohol
como la segunda causa de muerte asociada al consumo de sustancias
psicoactivas, detrás del tabaco (OAD, 2017a). Cerca del 53% de la población
nacional manifiesta consumir alguna bebida alcohólica en la actualidad; de estos,
el 37% presenta un CEEA (SEDRONAR, 2017a). Al mismo tiempo, las cifras dan
cuenta que el 16% del total de consumidores de alcohol del último año padece un
consumo de alcohol de riesgo, siendo este consumo perjudicial mayor entre los
varones y en los jóvenes de 12 a 24 años (SEDRONAR, 2017a).

En este contexto, el consumo riesgoso de alcohol representa uno de los


hábitos de mayor impacto en la salud de los adolescentes, erigiéndose como un
problema sociosanitario de gravedad y urgencia. Esta conducta ocasiona
numerosos inconvenientes que van desde la intoxicación etílica, enfermedades
hepáticas y cardiovasculares, traumatismos involuntarios por lesiones, accidentes
de tránsito, problemas familiares, sociales y laborales, entre otros (DNSMA, 2012;
MSAL, 2013; OMS, 2014, OAD, 2017a).

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Este patrón de consumo, también conocido como binge drinking, se define por la ingesta de una cantidad
excesiva de alcohol puro (al menos 60g/cc) en una sola ocasión y en un periodo temporal breve, asociándose
a consecuencias significativamente perjudiciales para la salud (DNSMA MSAL, 2012; OMS 2014). Se sostiene
que una de cada cinco muertes de jóvenes está relacionada con el mismo (OMS, 2010).

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En nuestro país, el alcohol resulta ser la sustancia psicoactiva más
consumida por adolescentes estudiantes de enseñanza media, siendo los 13 años
la edad promedio de inicio de consumo (OAD, 2014). A su vez, la mitad de los
estudiantes adolescentes del país declaró haber consumido alcohol en el último
mes (OAD, 2014, 2017c). En esta línea, el reciente Sexto Estudio Nacional en
población de 12 a 65 años sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas ha
comparado a nivel poblacional la prevalencia mensual de consumo de alcohol
durante el periodo 2010-2017, registrando el mayor aumento (más de 13 puntos
porcentuales) en la población adolescente de entre 12 y 17 años (SEDRONAR,
2017b).

Diversos estudios han señalado al CEEA como una modalidad de consumo


que se presenta de manera recurrente en la población adolescente (DNSMA,
2012; Golpe et al., 2017; OMS, 2014). Las cifras a nivel nacional avalan este
argumento al indicar que cerca del 65% de los estudiantes adolescentes que
declararon haber consumido alcohol en el último mes, presentan éste patrón de
consumo (OAD, 2011). Estos datos se corroboran con los resultados del último
Estudio Nacional que indican que resulta más frecuente hallar un consumo
problemático y excesivo dentro de la población joven (12 a 24 años) (SEDRONAR,
2017a). Se agrega que uno de cada dos de los adolescentes que consumieron
alcohol en el último mes lo hizo de manera abusiva (SEDRONAR, 2017c). Por otro
lado, según el Cuestionario AUDIT2, un 23.2 % de los adolescentes argentinos de
entre 12 y 17 años que han bebido alcohol en el último año presenta un consumo
riesgoso de alcohol (SEDRONAR 2017a), siendo este patrón de consumo más
vasto que el CEEA.

Este alarmante panorama exige del desarrollo de nuevas investigaciones


acerca de aquellos factores protectores y de riesgo que inciden sobre el consumo

2
El Cuestionario de Identificación de los Trastornos debidos al Consumo de Alcohol (AUDIT) constituye un
método breve de screening desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que permite la
identificación de un patrón de consumo riesgoso de alcohol (Babor, Higgins, Saunders & Monteiro, 2001).
Éste queda definido a partir de la evaluación de la frecuencia de consumo habitual, la cantidad típica de
ingesta habitual y la frecuencia de consumo episódico excesivo (CEEA).

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de alcohol adolescente, así como de políticas preventivas y promotoras de salud
que impacten en esta población.

En la actualidad, existe un amplio relevamiento sobre los distintos


predictores de cuidado y de riesgo relativos al consumo de alcohol en población
adolescente (Acosta, 2011; Alfonso, Medina & Espada, 2009; Carrasco Gonzalez,
2004; Cicua, Mendez & Muñoz, 2008; Donath et al. 2012; Duffy, 2014; Golpe et al.,
2017; Schmidt et al., 2017). Los diversos estudios coinciden en que esta conducta
no puede explicarse linealmente a partir de un único factor, sino que se trata de un
comportamiento multideterminado, existiendo diversos factores que aumentan o
disminuyen la probabilidad de su manifestación.

El entorno social (familia, amigos, escuela) constituye el ámbito próximo en


el cual el adolescente convive, interactúa y se desarrolla, constituyendo su
identidad y desempeñando su conducta en base a tal marco de referencia. La
influencia de este contexto sobre las prácticas de consumo de alcohol en
adolescentes ha sido estudiada en distintas investigaciones (Espada Sánchez,
Pereira & García-Fernandez, 2008; Kuntsche, Knibbe, Gmel Rutger & Engels,
2005). Se destacan como factores de riesgo una historia familiar de abuso de
alcohol y la disponibilidad de bebidas alcohólicas en el hogar (Acheson, Richard,
Mathias, Dougherty, 2010; Pilatti et al., 2014), el nivel de consumo de alcohol
parental (Martino, Collins, Ellickson, Schell & McCaffrey, 2006; van der Vorst,
Engels, Meeus, & Deković, 2006) y del grupo de pares (Simmons-Morton & Chen,
2006; Pilatti, Brussino & Godoy, 2013) y como factores protectores, una
comunicación satisfactoria con los padres (Bordalejo, Schmidt, Molina & Sartuqui,
2016; Schmidt et al., 2010) al igual que el afecto y la supervisión parental
(Martínez, Fuertes, Ramos y Hernández, 2003).

Por otra parte, la línea de investigación sobre los rasgos básicos de


personalidad asociados al consumo riesgoso de alcohol constituye una de las
áreas de mayor desarrollo en el estudio de esta materia. Dentro de los factores
asociados al consumo de alcohol se subrayan por su capacidad predictiva la
extroversión, la baja escrupulosidad (elevado psicoticismo), la impulsividad y la

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búsqueda de sensaciones (González-Iglesias, Gómez-Fragela, Gras & Planes,
2014; Inglés et al., 2007; Pilatti, Rivarola Montejano, Lozano & Pautassi 2016;
McAdams & Donnellan, 2009; Pilatti et al., 2017; Schmidt, Molina & Raimundi,
2017). Este último rasgo se define como la necesidad de experiencias variadas,
novedosas y complejas, y la tendencia a involucrarse en situaciones de riesgo
para lograr tales experiencias (Zuckerman, Eysenck & Eysenck, 1978). Debe
señalarse que una de sus formas, la búsqueda de emociones y aventuras, es
considerada como una variable protectora frente al consumo riesgoso de alcohol
(Schmidt et al., 2006). Esta vertiente queda definida por la tendencia a
involucrarse en actividades deportivas o de riesgo que impliquen rapidez o peligro
(Zuckerman, 1994).

Desde hace años, la práctica de actividad físico-deportiva ha sido


considerada un elemento fundamental entre las estrategias de prevención frente al
consumo de sustancias en todo el mundo (DIANOVA, 2010; UNODC, 2003, 2014).
La literatura ha demostrado cómo esta experiencia promueve el bienestar social,
físico y psicológico y proporciona un entorno propicio para el establecimiento de
un estilo de vida saludable (Arruza et al., 2008; Balaguer & Castillo, 2002; Castillo,
Balaguer & García-Merita, 2007; Janssen & LeBlanc, 2010). Existe evidencia
incuestionable respecto a cómo la actividad físico-deportiva regular contribuye en
la prevención de varias enfermedades crónicas (enfermedades cardiovasculares,
diabetes mellitus, obesidad, hipertensión, entre otras) y se asocia a un menor
riesgo de muerte prematura (Guillén-García et al., 2003; Gonzaléz Jurado, 2004;
Warburton, Nicol & Bredin 2006). Asimismo, estudios más recientes han
demostrado una relación inversa entre la actividad física y los síntomas depresivos
(Johnson & Taliaferro, 2011), así como una relación positiva respecto a la
autorregulación, el desarrollo de la autoestima y el autoconcepto positivo en
población adolescente (Balaguer, Atienza & Duda, 2012; Clark, Camiré, Wade, &
Cairney, 2015; Reigal, Becerra, Hernández-Mendo & Martin-Tamayo, 2014). Por lo
tanto, se plantea el interrogante sobre ¿qué se ha podido relevar respecto de la
relación entre esta actividad y el consumo de alcohol?

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Un estudio realizado con 3249 adolescentes españoles estudiantes de
secundaria, reveló que quienes practicaban alguna actividad físico-deportiva
presentaban una menor probabilidad de consumir alcohol que aquellos
estudiantes físicamente inactivos (Ruiz-Risueño Abad, Ruiz-Juan & Zamarripa
Rivera, 2012). Por otro lado, Ceschini et al. (2015) halló en una muestra de
adolescentes brasileños de entre 15 y 20 años, que la prevalencia de inactividad
física es mayor entre los jóvenes que consumen bebidas alcohólicas. En
consonancia con estos resultados, otras publicaciones han encontrado
asociaciones negativas entre la práctica de actividad físico-deportiva y el consumo
de alcohol en población adolescente (Latorre-Román, Cámara-Pérez & García-
Pinillos, 2014; López Villalba, Rodríguez García, García Cantó & Pérez Soto,
2016; Pastor, Balaguer & García-Merita, 2006; Ruiz-Juan & Ruiz-Risueño 2011).
Sin embargo, algunos estudios no han encontrado una asociación consistente
entre la práctica físico-deportiva y el consumo de alcohol (Castillo et al., 2007;
Jiménez et al., 2008; Moore, 2005) e incluso otros afirman que tal práctica se
asocia a una mayor prevalencia de consumo de alcohol (Bedendo & Noto, 2014;
Lorente et al., 2004), señalando que los deportes colectivos se asocian en mayor
medida con el abuso de alcohol (Ford, 2007).

De este modo, la evidencia empírica actual no permite aseverar que la


participación en actividades físico-deportivas per se constituye un factor protector
frente al consumo abusivo de alcohol en los jóvenes. Cabe preguntarse qué ocurre
si en vez de considerar la presencia o ausencia de actividad físico-deportiva, se
evalúan las experiencias que presentan los adolescentes frente a las mismas y
cómo éstas finalmente afectan sobre sus conductas de salud. En este sentido, el
presente trabajo pretende evaluar el compromiso con el deporte que presentan los
adolescentes, analizando la relación entre esta experiencia y el consumo de
alcohol en esta población.

El compromiso (engagement) se define como un proceso cognitivo-afectivo


persistente y positivo caracterizado por la creencia en la propia capacidad para
lograr un nivel de rendimiento y conseguir metas (confianza), el deseo de invertir

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esfuerzo y tiempo en el logro de objetivos importantes para uno (dedicación), el
vigor o vivacidad física, mental y emocional (energía) y la sensación de disfrute
(entusiasmo) (Lonsdale, Hodge, & Jackson, 2007). Los desarrollos muestran que
el compromiso es un factor protector frente al síndrome de burnout en distintos
ámbitos (Lonsdale et al., 2007), sin embargo aún no se conoce en profundidad el
papel de esta variable respecto al deporte como estrategia para el desarrollo de
conductas positivas y saludables.

Hodge, Lonsdale y Jackson (2009) destacan la importancia de profundizar


en el estudio de esta variable en el deporte, conociendo sus implicaciones y
beneficios en este contexto, ya que ésta además de conducir a menores niveles
de burnout, podría ser generadora de mayores niveles de disfrute y flow, dos de
las experiencias positivas por excelencia. Por otra parte, estos autores postulan a
la Teoría de la Autodeterminación (SDT) como base precursora para el estudio de
posibles antecedentes del compromiso (Hodge, Lonsdale, Jackson, 2009).
Siguiendo este lineamiento, resulta fundamental esbozar aquellos estudios que,
tomando como referencia a la SDT, han analizado algunas variables
motivacionales en el deporte, relacionando las mismas con el consumo de alcohol
en población adolescente.

Un estudio clásico realizado con estudiantes adolescentes españoles, halló


que la orientación a la tarea (conducta centrada en el esfuerzo, desarrollo y la
mejora personal) en la práctica deportiva se asocia de manera negativa al
consumo de sustancias, incluyendo al consumo de alcohol (Balaguer, Castillo &
Tomas, 1997). Trabajos posteriores han señalado que aquellos jóvenes atletas y
practicantes de deporte motivados extrínsecamente (conducta promovida por una
recompensa o beneficio por dicho comportamiento) presentaban una prevalencia
más alta en consumo de alcohol (Rockafellow & Saules, 2006), relacionando tal
consumo con factores motivacionales negativos para el compromiso deportivo
como lo es la orientación al ego (conducta centrada en la comparación con un otro
a quien superar) (Moreno Murcia, González-Cutre Coll & Cervello-Gimeno, 2008).
Una de las investigaciones más recientes en la materia, concluyó en una muestra

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de 626 deportistas españoles (14 y 19 años) que la motivación intrínseca
(conducta promovida por la propia satisfacción en su realización) hacia la práctica,
aprendizaje y perfeccionamiento se asocia a menores niveles de consumo de
alcohol (Usán & Salavera, 2017).

De esta manera, son diversos los estudios que han logrado encontrar una
relación entre la motivación intrínseca y orientada a la tarea en el deporte y
menores niveles de consumo de alcohol en población adolescente. Resulta
interesante destacar que el compromiso, como constructo íntimamente ligado a la
motivación, aún no ha sido indagado respecto al consumo de alcohol.

3. OBJETIVOS

Objetivo General:

Estudiar la relación entre el compromiso con el deporte y el consumo de


alcohol en adolescentes.

Objetivos Específicos:

1. Conocer en qué medida el compromiso con el deporte se asocia a un


consumo no riesgoso de alcohol en adolescentes.
2. Comparar la relación entre el compromiso con el deporte y el consumo
de alcohol en función del género.

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4. METODOLOGÍA

Alcance del estudio y diseño:

Estudio descriptivo-correlacional de diseño no experimental transversal


(Hernández Sampieri, Fernández-Collado, & Baptista Lucio, 2010).

Participantes:

La muestra estuvo conformada por 214 adolescentes (56.1% varones,


43.9% mujeres) de edades comprendidas entre 14 y 19 años (M = 16.67; DE =
1.51), que formaban parte de distintos equipos pertenecientes a clubes deportivos
del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA, Argentina). Los deportes que
practicaban eran: vóley (14.0%), futbol (16.4%), hockey (19.6%), rugby (22.4%) y
handball (27.6%).

En la Tabla 1 se presentan las características sociodemográficas de los


deportistas adolescentes y sus familias.

Tabla 1. Características sociodemográficas de los deportistas adolescentes.

Deportistas Adolescentes

Género Varones % (n) 56.1 (120)


Mujeres % (n) 43.9 (94)
Edad M (DE) 16.57 (1.51)
Rango 14 – 19
Familia
Composición familiar Monoparental 18.7 (40)
% (n) Biparental 47.2 (101)
Extendida 7.0 (15)
Compuesta 7.0 (15)
Otra 20.1 (43)

Madre

Estado civil Casada / Unida 66.4 (142)


% (n) Separada / Divorciada 21.0 (45)
En pareja / Vuelta a casar 9.8 (21)
Fallecida 1.4 (3)
Ninguna 1.4 (3)
Nivel de instrucción Inferior a secundario completo 18.3 (39)
% (n) Secundario completo 17.8 (38)
Terciario/Universitario completo/en curso 63.8 (136)

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Situación laboral % (n) Empleo estable / regular 76.6 (160)
Empleo ocasional 8.1 (17)
Desempleada 9.6 (20)
Otro 5.7(12)
Padre

Estado civil Casado / Unido 66.4 (142)


% (n) Separado / Divorciado 17.3 (37)
En pareja / Vuelto a casar 11.7 (25)
Fallecido 1.9 (4)
Ninguna 0.9 (2)
Nivel de instrucción Inferior a secundario completo 24.6 (51)
% (n) Secundario completo 17.9 (37)
Terciario/Universitario completo/en curso 55.6 (119)
Situación laboral % (n) Empleo estable / regular 84.6 (181)
Empleo ocasional 6.5 (14)
Desempleado 2.8 (6)
Otro 1.9 (4)

En la Tabla 2 se presentan las características de situación deportiva de los


adolescentes.

Tabla 2. Características de la situación deportiva de los adolescentes.

Deportistas Adolescentes
Deporte Vóley 14.0 (30)
% (n) Fútbol 16.4 (35)
Hockey 19.6 (42)
Rugby 22.4 (48)
Handball 27.6 (59)
Años de Práctica Hasta 2 años 17.3 (37)
Deportiva Entre 2 y 6 años 33.6 (72)
% (n) Entre 6 y 10 años 31.8 (68)
Más de 10 años 17.3 (37)
Horas de Entrenamiento Menos de 1 hora 1.4 (3)
% (n) Entre 1 y 2 horas 44.4 (95)
Entre 2 y 3 horas 48.6 (104)
Más de 3 horas 5.1 (11)
Frecuencia de 1 o 2 veces por semana 28.5 (51)
Entrenamiento 3 veces por semana 35.0 (75)
% (n) 4 o 5 veces por semana 25.2 (54)
Más de 5 veces por semana 10.3 (22)
Frecuencia de 1 vez por semana 93.4 (199)
Competencia 1 vez por mes 1.9 (4)
% (n) Otra 4.7 (10)
Participación en Sí 9.4 (20)
Selección nacional No 90.6 (193)
% (n)

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Instrumentos de evaluación
- Cuestionario sociodemográfico. Diseñado para caracterizar a los participantes en
función de variables sociodemográficas (edad, nivel educativo, composición
familiar, etc.).

- Cuestionario de situación con el deporte. Diseñado para evaluar tipo de deporte,


antigüedad, tipo de competición/torneo/nivel, frecuencia semanal de práctica,
horas de práctica y participación en selección nacional.

- Cuestionario de compromiso en deportistas (AEQ, Lonsdale, Hodge, & Jackson,


2007; adaptación: Raimundi, Molina, Celsi, Schmidt & Lonsdale, en preparación).
Evalúa las cuatro dimensiones del compromiso (confianza, energía, dedicación y
entusiasmo) mediante 16 ítems con cinco opciones de respuesta que estiman la
frecuencia con la que el deportista percibe esos componentes del compromiso (de
casi siempre a casi nunca). Posee adecuados indicadores de validez y
confiabilidad en su versión original. Se está trabajando en la adaptación del
instrumento para su uso en población argentina.

- Cuestionario de Identificación de los Trastornos Debidos al Consumo de Alcohol


(AUDIT de Saunders, Aasland, Babor, de la Fuente, & Grant, 1993; adaptación:
Cremonte, Ledesma, Cherpitel & Borges, 2010). Se trata de un test de tamizaje
para la identificación de consumo moderado, de riesgo, perjudicial y posible
dependencia. El AUDIT contiene 10 preguntas con opciones respuestas con
escala Likert de cinco puntos. Los tres primeros ítems miden la cantidad y
frecuencia del consumo habitual y consumo episódico excesivo de alcohol
(CEEA). Para la identificación de este patrón, se ajusta el punto de corte en
función del sexo (mujeres: 4 UB y varones: 5 UB). Este test presenta adecuadas
propiedades psicométricas en su uso con población joven de Argentina.

Procedimiento
El presente trabajo se enmarca en el Proyecto de Investigación
“Experiencias subjetivas positivas en músicos y deportistas. Su relación con
variables de personalidad y contextuales” (código: 20020130100434BA. Directora:
14
Schmidt, V. Programación UBACYT 2014-2017). Esta investigación propone
indagar y comprender aquellas variables que facilitan experiencias subjetivas
positivas y de compromiso con el deporte, teniendo como meta al igual que el
presente trabajo, la promoción de la salud de los jóvenes y adolescentes.

Para el desarrollo de la investigación, en primer lugar se estableció un


contacto con entrenadores y dirigentes de distintos deportes grupales,
pertenecientes a cinco clubes (Club Ferro Carril Oeste, Club Ciudad de Bs. As.,
Club Banco Ciudad, Club Atlético Banco de la Nación Argentina y Club San
Andrés) del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA, Argentina), para poder
aplicar el protocolo a jóvenes deportistas que realizan de forma federada su
actividad deportiva de equipo. Los participantes lo hicieron de forma voluntaria y
anónima. Se solicitó un consentimiento informado por escrito a los deportistas
adolescentes y a sus padres (en caso de ser menores de edad).

Las administraciones fueron realizadas en las instalaciones de los


respectivos clubes, aplicando el protocolo durante el horario de entrenamiento,
coordinando previamente los momentos disponibles con sus entrenadores. Luego
del procesamiento inicial de los datos, los participantes y entrenadores recibieron
un informe, a modo de devolución, con los principales resultados obtenidos para
cada equipo.

Análisis de datos
Los datos obtenidos fueron cargados en una base diseñada especialmente
para tal fin y se trabajó con el paquete estadístico para las ciencias sociales
(SPSS 20.0). Se estudiaron los estadísticos descriptivos, se realizó la prueba de
normalidad y se desarrollaron correlaciones y comparaciones entre grupos. Se
utilizaron pruebas no paramétricas (correlación de Spearman y U de Mann
Whitney) debido a que la prueba de normalidad evidenció que las variables no se
ajustaban a una distribución normal. El tamaño del efecto fue estudiado con el
coeficiente rho de Spearman, siguiendo los criterios de interpretación establecidos
por Cohen (1992) (débil = .10; moderado = .30; alto = .50).

15
5. RESULTADOS

En la Tabla 3 se presentan los estadísticos descriptivos de las dimensiones


de la variable compromiso (confianza, energía, dedicación y entusiasmo),
frecuencia de consumo de alcohol, cantidad de alcohol consumida y frecuencia de
consumo riesgoso de alcohol para la muestra total de adolescentes, y dividido por
género.

Tabla 3. Estadísticos descriptivos de las dimensiones de la variable compromiso, la frecuencia de


consumo de alcohol, la cantidad de alcohol consumida y la frecuencia de consumo riesgoso de
alcohol para la muestra total de adolescentes, y dividido por género.

Muestra Total Varones Mujeres

M Mna DE Min Max K-S M DE M DE

Confianza 15.12 15.00 3.11 7.00 20.00 .10* 16.06 2.75 13.87 3.12

Energía 16.63 17.00 2.51 9.00 20.00 .09* 16.74 2.61 16.48 2.38

Dedicación 17.06 18.00 2.57 10.00 20.00 .14* 17.23 2.76 16.83 2.30

Entusiasmo 18.05 19.00 2.10 10.00 30.00 .21* 18.09 2.18 18.00 2.01

Frecuencia de
1.59 2.00 .99 0 4.00 .25* 1.65 1.05 1.51 .90
consumo

Cantidad de
1.47 1.00 1.16 0 4.00 .28* 1.46 1.21 1.49 1.08
alcohol

Frecuencia de
1.29 1.00 1.08 0 4.00 .20* 1.20 1.03 1.41 1.13
CEEA

*p < .001

No se encontraron diferencias significativas en ninguna de las variables de


consumo de alcohol entre varones y mujeres.

En la Tabla 4 se presentan los resultados de las correlaciones (rho de


Spearman) realizadas para la muestra total de adolescentes.

16
Tabla 4. Correlaciones de Spearman entre las variables de compromiso y el Cuestionario AUDIT
para la muestra total (n=214).

Cantidad de
Frecuencia de consumo Frecuencia de CEEA
alcohol

rho rho Rho

Confianza -.13 -.13 -.08

Energía -.24** -.16* -.25**

Dedicación -.26** -.14* -.19**

Entusiasmo -.18 -.08 -.14*

*p < .05 **p < .01

Para la totalidad de la muestra de adolescentes, se encontraron


correlaciones negativas moderadas entre la Energía y la Frecuencia de Consumo
habitual y de CEEA. Este mismo resultado se halló respecto a la Dedicación. Por
otra parte, las dimensiones de Energía y Dedicación se asocian significativamente
y de manera negativa a la Cantidad de alcohol consumida, tal como ocurre entre el
Entusiasmo y la Frecuencia de CEEA, aunque estas correlaciones deben ser
consideradas débiles. No se han encontrado relaciones significativas entre la
Confianza y las tres variables de consumo de alcohol estudiadas.

En la Tabla 5 se presentan los resultados de las correlaciones (rho de


Spearman) realizadas para la muestra de adolescentes varones.

Las correlaciones halladas muestran que la Energía, el Entusiasmo y la


Dedicación presentan una relación negativa moderada respecto a la Frecuencia
de consumo de alcohol. A su vez, la Dedicación se asocia negativamente y de
manera más leve con la Frecuencia de CEEA. No se han hallado relaciones
significativas entre ninguna de las dimensiones de compromiso estudiadas y la
Cantidad de alcohol consumida en la muestra de adolescentes varones.

17
Tabla 5. Correlaciones de Spearman entre las variables de compromiso y el Cuestionario AUDIT
para la muestra de adolescentes varones (n=120).

Cantidad de
Frecuencia de consumo Frecuencia de CEEA
alcohol

rho rho rho

Confianza -.09 -.05 -.06

Energía -.21* -.13 -.13

Dedicación -.27** -.11 -.15*

Entusiasmo -.22* -.01 -.13

*p < .05 **p < .01

En la Tabla 6 se presentan los resultados de las correlaciones (rho de


Spearman) realizadas para la muestra de adolescentes mujeres.

Tabla 6. Correlaciones de Spearman entre las variables de compromiso y el Cuestionario AUDIT


para la muestra de adolescentes mujeres (n=94).

Cantidad de
Frecuencia de consumo Frecuencia de CEEA
alcohol

rho rho rho

Confianza -.26* -.20* -.18

Energía -.28** -.17 -.38**

Dedicación -.28** -.18 -.24*

Entusiasmo -.12 -.14 -.14


*p < .05 **p < .01

Se han encontrado correlaciones negativas significativas entre los valores


de Confianza, Energía y Dedicación respecto a la Frecuencia de consumo de
alcohol. Por su parte, la Confianza es el único componente del compromiso que se
relaciona significativamente y de manera negativa con la Cantidad de Alcohol
consumida. Asimismo, se muestra una asociación negativa moderada alta entre la
Energía y la Frecuencia de CEEA en la muestra de adolescentes mujeres.

18
6. DISCUSIÓN

Hasta el momento, las diversas investigaciones que estudiaron la relación


entre el deporte y el consumo de alcohol no han arrojado resultados consistentes
que permitan aseverar que el deporte per se constituya un factor protector del
consumo riesgoso de alcohol. En consecuencia, el presente trabajo propuso
estudiar aquellas condiciones bajo las cuales el deporte podría reducir este patrón
de consumo en adolescentes. De esta manera, se exploró la relación entre el
compromiso con el deporte y el consumo de alcohol en adolescentes, con el fin de
contribuir con los programas de prevención de consumo riesgoso de alcohol y la
promoción de prácticas saludables.

Los resultados obtenidos para la muestra total de deportistas adolescentes


reflejan que principalmente existe una relación significativa negativa entre el
consumo de alcohol y dos de las dimensiones del compromiso: la energía y la
dedicación. Al estudiar la frecuencia de consumo habitual reportada por los
deportistas adolescentes, se observa que el consumo de alcohol resulta más
infrecuente en quienes presentan mayores niveles de energía y dedicación. Por
otra parte, quienes manifiestan consumir frecuentemente de manera riesgosa
(frecuencia de CEEA) reportan menores niveles de energía y dedicación que
quienes rara vez presentan un patrón de tipo CEEA. Por último, ambas
dimensiones del compromiso se asocian de manera significativa negativa con la
cantidad de alcohol consumida, aunque estas correlaciones deben considerarse
débiles.

En síntesis, son la energía y dedicación las principales variables del


compromiso que se asocian con mayor fuerza al consumo de alcohol. De este
modo, se puede concluir que aquellos adolescentes que se comprometen de
manera enérgica y dedicada con su actividad deportiva, son quienes tienden a un
consumo no riesgoso de alcohol. Estos resultados concuerdan con los estudios
previos que relacionaron variables motivacionales autodeterminadas (motivación
intrínseca y orientación a la tarea) con menores niveles de consumo de alcohol

19
(Balaguer, Castillo & Tomas, 1997; Moreno Murcia, González-Cutre Coll &
Cervello-Gimeno, 2008; Usán & Salavera, 2017).

A la hora de realizar correlaciones separadas de acuerdo al género, se han


encontrado diferencias destacables en los resultados obtenidos para cada grupo.
En el caso de los varones, se observan asociaciones significativas negativas entre
la frecuencia de consumo habitual y la energía, la dedicación y el entusiasmo
reportados por este grupo. Estos resultados coinciden con lo hallado en las
deportistas adolescentes, quienes consumen alcohol de manera infrecuente
mientras muestran mayores niveles de energía y dedicación. Por otro lado, al
correlacionar el consumo riesgoso del alcohol con las distintas dimensiones del
compromiso en varones, tan solo se presenta una relación negativa débil entre la
dedicación y la frecuencia de tal modalidad de consumo. Por el contrario, la
energía resulta ser la dimensión del compromiso asociada fuertemente a un
consumo no riesgoso de alcohol en adolescentes mujeres, representando ésta la
mayor diferencia entre ambos géneros. Al mismo tiempo, las mujeres que
presentan una mayor dedicación respecto al deporte también reportan una menor
frecuencia de consumo riesgoso, siendo esta asociación moderada. Otra de las
diferencias encontradas entre los adolescentes varones y mujeres refiere a las
relaciones del compromiso con la cantidad de alcohol consumida. Esta variable de
consumo estudiada sólo se relaciona de manera significativa con la confianza
observada en las mujeres.

Al comparar las asociaciones encontradas en ambos géneros, se observan


una mayor cantidad de relaciones significativas entre las distintas dimensiones del
compromiso y las variables del consumo de alcohol estudiadas en las mujeres. En
este sentido, el compromiso con el deporte adquiere mayor relevancia en el caso
de las adolescentes, lo que podría indicar que para ellas, el vínculo con el deporte
tendría un mayor efecto protector que en los varones.

En esta línea, estudios previos que consideraron al género dentro de sus


variables de análisis también señalaron diferencias en el modo en que los
deportistas adolescentes consumen alcohol. Ruiz-Risueño Abad et al. (2012) halló

20
que las adolescentes españolas practicantes de deporte consumen alcohol con
mayor frecuencia que los varones, invirtiéndose esta relación para la población de
deportistas mexicanos estudiados. En consonancia con los resultados europeos,
otro estudio realizado en España señaló que las deportistas adolescentes beben
ligeramente con mayor frecuencia que sus pares varones, aunque estos últimos
reflejan mayores cantidades de alcohol consumidas (Ruiz-Juan et al., 2011).
Contrariamente, un estudio previo indicó que los deportistas adolescentes varones
consumen con mayor frecuencia que las mujeres y al mismo tiempo practican
actividad físico-deportiva con mayor frecuencia, duración e intensidad (Pastor,
2000). Este resultado está en congruencia con lo expuesto por diversas
investigaciones en adolescentes de población general, en donde los mayores
niveles de consumo riesgoso de alcohol se registran en varones (Acosta et al,
2011, Donath et al. 2012, Fuller-Thomson, Sheridan, Sorichetti, & Mehta, 2013,
Peralta, Steele, Nofziger, & Rickles, 2010). En el presente trabajo no se
encontraron diferencias significativas en las variables del consumo de alcohol en
función del género. Sin embargo, se encontró que la relación entre el consumo de
alcohol y las variables del compromiso es diferente para varones y mujeres.

En consonancia con los resultados obtenidos en el presente estudio,


algunas investigaciones plantean la existencia de diferencias significativas entre
los factores protectores o de riesgo del consumo de alcohol adolescente de
acuerdo al género. En una investigación con adolescentes, Donath et al. (2012)
hallaron que la autoestima y el bienestar son predictores significativos del
consumo riesgoso de alcohol en mujeres y no en varones. Por otra parte, al
explorar la comunicación con los padres, se observó que una comunicación
positiva y abierta con la madre se asocia a un menor consumo riesgoso de
alcohol, únicamente para el caso de las adolescentes mujeres (Bordalejo et al.,
2016). En esta línea, un estudio realizado con adolescentes argentinos indicó que
la comunicación abierta con el padre y la presencia de la madre constituyen
factores protectores del abuso de alcohol en mujeres, y para los varones, los
problemas de comunicación con la madre y el padre actúan como factores de
riesgo de tal comportamiento (Schmidt et al., 2006). Asimismo, tal estudio

21
diferenció a la búsqueda de experiencias (una de las formas de la búsqueda de
sensaciones) como un factor de riesgo del abuso de alcohol en varones.

A diferencia de las mujeres, si analizamos al compromiso como factor


protector del consumo riesgoso de alcohol en varones, solo encontramos una
relación débil entre la dedicación y la frecuencia de CEEA. Esta ausencia de
relaciones obliga a considerar que los varones no solo suelen reportar los niveles
más altos de consumo riesgoso de alcohol, sino también presentan las
puntuaciones más altas en la variable búsqueda de sensaciones (González-
Iglesias et al., 2014; Zuckerman 1994). Continuar considerando variables de
personalidad como la búsqueda de sensaciones e insistir en la exploración de
nuevas condiciones bajo las cuales el deporte oficie como protector del consumo
de alcohol, constituye un posible camino para el estudio del consumo riesgoso en
adolescentes varones.

De esta manera, es importante continuar indagando el consumo de alcohol


adolescente, considerando al género como una variable diferencial que puede
conducir a distintos resultados. Es posible concluir que, en la búsqueda de
factores protectores que surjan como vía para afrontar al consumo riesgoso de
alcohol, no siempre se hallarán los mismos resultados para varones y mujeres.

Por último, resulta necesario señalar algunas de las limitaciones presentes


en este trabajo que deben tenerse en cuenta para futuras investigaciones. Por un
lado, debido a su carácter transversal, se encuentra restringida la posibilidad de
establecer conclusiones acerca de la dirección de las relaciones encontradas. En
futuros trabajos se plantea la posibilidad de continuar replicando este estudio,
ampliando las muestras con adolescentes de otros contextos socioculturales de
nuestro país, incluyendo otros deportes y variables que pueden resultar
importantes a la hora de interpretar el consumo de alcohol, así como también
mediante diseños longitudinales que permitan evaluar las relaciones entre las
variables a lo largo del tiempo. A su vez, es pertinente indicar que las diversas
investigaciones que abarcan la problemática del consumo de alcohol presentan
algunas dificultades en el establecimiento de un criterio terminológico que permita

22
definir con precisión cuando nos referimos a un consumo riesgoso de alcohol.
Continuar en esta línea de trabajos, permitirá una evaluación más precisa sobre el
consumo riesgoso de alcohol en adolescentes, delimitando sus respectivos
factores protectores o de riesgo con mayor claridad.

7. CONCLUSIÓN

No quedan dudas acerca del impacto sanitario y social que representa el


consumo de alcohol adolescente a nivel mundial. En nuestro país, cada vez son
más los adolescentes que consumen a edades más tempranas y de manera
riesgosa.

La complejidad de este fenómeno obliga a que sea investigado desde


distintas aristas, considerando al conjunto de variables que permitan explicar de
qué modo un adolescente se relaciona con tal sustancia. En este sentido, resulta
fundamental la elaboración de un modelo predictivo que abarque aquellas
variables que se asocian fuertemente a un menor consumo de alcohol. De esta
manera, se podrá orientar con mayor evidencia al desarrollo de estrategias de
prevención del consumo riesgoso de alcohol y la promoción de hábitos saludables.

Para una aproximación más atinada acerca del consumo de alcohol


adolescente, será imprescindible continuar considerando aquellas variables de
individuales, familiares, sociales y contextuales que hoy en día cuentan con
suficiente evidencia empírica respecto a su efecto protector o de riesgo respecto al
consumo de alcohol. El género, la edad de inicio en el consumo, los rasgos de
personalidad (extroversión, impulsividad, búsqueda de sensaciones), la historia
familiar de abuso de alcohol, la disponibilidad de bebidas alcohólicas en el hogar,
son algunos de los factores que permitirán lograr una mejor comprensión del
consumo riesgoso de alcohol.

El estudio de las variables motivacionales que rodean a la participación


deportiva aparece como una interesante línea de estudio para profundizar en la
temática, ampliando el conocimiento acerca de la relación entre el deporte y el

23
consumo de alcohol. Asimismo, se podrán continuar indagando las distintas
experiencias subjetivas positivas (disfrute, flow, compromiso) en muestras de
deportistas, considerando distintas variables como el tipo de deporte (individual o
colectivo), la frecuencia de entrenamiento, la frecuencia de competencia, entre
otras. Futuras investigaciones que vinculen estas características con el consumo
de alcohol, aportarán evidencia sustancial para cotejar con los resultados
presentados en este trabajo y contribuir en el establecimiento de aquellas
condiciones bajo las cuales el deporte puede ser considerado una estrategia
eficaz de prevención de consumo riesgoso de alcohol.

24
8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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34
9. ANEXO

Consentimiento Informado

Proyecto: “Experiencias positivas a través del Deporte” (UBA-CONICET)

Sres. Padres:
La Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) están desarrollando una
investigación sobre el Disfrute a través del Deporte para contribuir a un desarrollo positivo
de los deportistas. La participación en la presente encuesta implica que los/as
adolescentes expresen su opinión respecto de una serie de frases que indagan las
experiencias de disfrute con el deporte, los aspectos que facilitan estas experiencias y
hábitos saludables. Por tal fin le solicitamos a Ud. autorice a que su hijo/a responda a la
encuesta.
Las respuestas son anónimas y garantizamos la confidencialidad de las mismas.
Los/as adolescentes serán informados grupalmente de los resultados generales
obtenidos.
Cualquier información al respecto, no dude en consultarnos.

Atentamente,

Dra. Vanina Schmidt


Directora Proyecto CONICET - Universidad de Buenos Aires

MUCHAS GRACIAS POR PERMITIRLE PARTICIPAR

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Autorizo a mi
hijo/a_____________________________________________________ DNI
______________, a que responda los cuestionarios.

Firma: ______________________________

35
Cuestionario sociodemográfico.

36
Cuestionario de situación con el deporte.

37
Cuestionario de compromiso en deportistas

38
Cuestionario de Identificación de los Trastornos Debidos al Consumo de Alcohol

39

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