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Nombre: DARLIN MARIEL ZAPANA TICONA

LEY DE EXVINCULACION
La Ley de Exvinculación de tierras de 1874 dio a los indígenas derecho de propiedad
absoluto sobre sus sayañas y parcelas, permitiéndoles disponer de sus terrenos con
total libertad, para que gocen de todos los beneficios que otorga la propiedad privada
y permita el enriquecimiento de los trabajadores del agro, mientras ahora la novísima
Constitución de Alasita anula esos derechos a todos los campesinos y los condena a la
miseria y al mismo tiempo al sistema feudal, que se basa en la negación de la
propiedad, al no poder el agricultor vender, hipotecar y en especial, trabajar su tierra.

Al respecto, se debe citar el Artículo 1 de la Ley de 5 de octubre de 1874 que expresa:


“Los indígenas que posean terrenos, bien sea en su clase de originarios, forasteros,
agregados, o cualquiera otra denominación, tendrán en toda la República, el derecho
de propiedad absoluta en sus respectivas posesiones, bajo los linderos y mojones
conocidos actualmente”.

Es más, el artículo 5 de esa Ley, referido al Ejercicio del Derecho de Propiedad,


estableció lo siguiente: “En consecuencia de las anteriores disposiciones los indígenas
podrán vender o ejercer todos sus actos de dominio sobre los terrenos que poseen,
desde la fecha en que se les extienda sus títulos, en la misma manera y forma que
establecen las leyes civiles respecto a las propiedades de los demás ciudadanos”.

Pero, no sólo eso, la nueva Constitución va mucho más atrás que la Ley de
Exvinculación y se coloca a la altura de la legislación agraria de Mariano Melgarejo,
quien de una plumada anuló el derecho de propiedad y todos los derechos
económicos democráticos de los indígenas, que se vieron ante la necesidad de
desacatar esas medidas mediante grandes sublevaciones, hasta expulsar del poder al
autócrata.

En lo que se refiere a la tierra, el Capítulo Noveno de la nueva Constitución hace


retroceder la economía agraria del país más de 150 años hasta el más negro
feudalismo, aunque todo ello adornado con hermosas flores de los derechos humanos,
salud, educación, indigenismo y otras lindezas que son pura paja, todo a título de
democracia, cambio, movimientos sociales, socialismo y otras cantinelas que como
dice el refrán camba “mucha conversa no llena barriga”. En síntesis, la nueva
legislación agraria es mucho más atrasada que la que dictaron muchos oligarcas
feudales.
Tomás Frías promulgó la Ley de Exvinculación, con la que se desconocía la existencia
de las comunidades y reconoció la propiedad individual. Con esta ley, se crearon las
grandes haciendas y el latifundio.
¿Qué fue la Ley de Exvinculación?
La Ley de Exvinculación de tierras de 1874 dio a los indígenas derecho de propiedad
absoluto sobre sus sayañas y parcelas, permitiéndoles disponer de sus terrenos con
total libertad, para que gocen de todos los beneficios que otorga la propiedad privada
y permita el enriquecimiento de los trabajadores

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