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CONTEXTO HISTÓRICO FILOSÓFICO

ORTEGA Y GASSET
Histórico
La filosofía orteguiana se sitúa en un período de vital importancia en la reciente
historia de nuestro país: la Restauración borbónica, en la persona del rey
Alfonso XII ; la dictadura del general Primo de Rivera desde 1923, con la
alternancia formal entre el partido conservador y el liberal; la proclamación de
la II República, el 14 de abril de 1931 y la caída de la República, la Guerra Civil
(1936-1939) y los primeros años de la dictadura del general Franco.
Desde finales del siglo XIX hasta la guerra civil, las condiciones
socioeconómicas hacen de nuestro país una sociedad atrasada dentro de
Europa, con un peso muy fuerte de la economía agrícola. Esta situación va
unida a una fuerte separación entre una clase latifundista y caciquil, una gran
bolsa de trabajadores y jornaleros del campo.
Al mismo tiempo, fuera de nuestras fronteras se suceden desde los inicios del
siglo XX hasta mediados del mismo una serie de acontecimientos históricos,
políticos y socioeconómicos que podemos condensar en los siguientes
sucesos:
En la primera década del siglo encontramos el auge de un capitalismo
incipiente tanto en las potencias europeas como en los EE. UU. En los
diferentes países se agudizan los enfrentamientos políticos revolucionarios
entre la clase obrera y la clase capitalista y en Europa se produce la Primera
Guerra Mundial que concluye en falso con el Tratado de Versalles que supone
la pérdida de hegemonía y capitulación de las antiguas potencias centrales
europeas. La vieja Rusia zarista se somete al alzamiento del movimiento
obrero dirigido por Lenin quien encabeza la revolución rusa de 1917 y la
creación de la Tercera Internacional.
Durante el periodo de entreguerras se produce junto a la aparición de partidos
de clase, socialistas y comunistas, la proclamación y el alzamiento de partidos
fascistas, especialmente en Italia, España y Alemania. En los EE. UU. tiene
lugar la gran crisis de 1929 a la que se intenta poner fin con la nueva
orientación político-económica dirigida por Roosevelt, que supone cierta
intervención del Estado frente al liberalismo económico. Tras el acceso al poder
de los partidos fascistas en Alemania, Italia y España, se produce el estallido
de la Segunda Guerra Mundial.
Después de la derrota de Alemania, Italia y Japón, y la victoria de las tropas
aliadas, se va a dividir el nuevo orden internacional en dos bloques: El bloque
occidental que gira en torno a EE. UU. y que se organiza en torno a la OTAN y
el bloque comunista, que se articula en torno a la URSS y cuya alianza militar
recibió en nombre de Pacto de Varsovia.

Filosófico
Desde un punto de vista filosófico, esta época se encuentra protagonizada por
dos grandes corrientes:
- Krausismo, que trajo a España las ideas de un filósofo alemán con la
intención de reformar el país. Sus principales características entres otras
fueron la importancia de la razón humana, el laicismo y el liberalismo
político. Destacó Francisco Giner, fundador de la Institución Libre de
Enseñanza.
- El tradicionalismo, hoy representada por el santanderino Menéndez
Pelayo. Defendió el cristianismo y criticó el laicismo de los krausistas.
La restauración entró en crisis con la muerte de Cánovas y con la pérdida de
filipinas y Cuba. Como respuesta nace la generación del 98, compuesta por un
grupo de escritores que plantean distintas soluciones para España y para el ser
humano. Ortega valoró positivamente la consideración de que ambos autores
daban a la vida individual, pero se opuso radicalmente al irracionalismo que
planteaban.
Otro autor importante de esta época es Miguel de Unamuno quien también
siente una preocupación por España, tanto desde el punto de vista intelectual
como social. Pero las posibles soluciones de Ortega y de Unamuno son
distintas: Unamuno defendió la vuelta a la tradición española, mientras que
Ortega defendió nuestra europeización.
Ortega también comparte con Unamuno su oposición al cientificismo y cierto
componente existencialista en su filosofía, según el cual la asistencia o vida
humana es pura facilidad y libertad. Unamuno consideró que el ser humano se
caracteriza por la voluntad de existir, que lleva implícita no solo el deseo de
libertad, sino también la contraposición de razón y vida, en cuyo conflicto reside
el sentimiento trágico. Frente a él Ortega y Gasset afirmó que no hay conflicto
entre vida y racionalidad pues, entre otras cosas como veremos en los textos,
lo racional tiene origen en la propia vida.
Habría que mencionar también a la ya mencionada generación del 14, la de
Ortega entre cuyos principios podemos destacar el europeísmo y el
reformismo; y, desde una perspectiva estrictamente filosófica, la conciencia de
Ortega con otros autores alemanes contemporáneos que ven en la crisis de
fundamentos leer ciencia es un síntoma del agotamiento de la filosofía.
Todo lo anterior se enmarca en un contexto convulso y complejo que va a
provocar el exilio de buena parte de la intelectualidad española tras el golpe de
Estado y el estallido de la Guerra Civil.

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