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Antropología teológica
"En realidad el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo
Encarnado“
Estudio del hombre desde la reflexión de los datos que aporta la revelación divina
acerca de las dimensiones que lo relacionan directamente con Dios,
principio y fin del mismo.
Si todo lo demás está hecho para el hombre, el hombre ¿para qué está hecho?
En el anuncio de la Creación del hombre en Gn 1,26 encontramos la finalidad de esta
nueva criatura.
El hombre está para dominar sobre todos los demás seres vivientes. Dios crea al
hombre para que sea señor de las criaturas y el medio es cuidar la tierra y someterla.
Génesis 2, 4-9: "Formó al hombre del polvo de la tierra, insufló en sus narices aliento
de vida y resultó un ser viviente".
Distinción : origen del cuerpo, origen del alma, unidad del ser humano
Y tanto amó Dios al mundo, que envió a su Hijo unigénito, no para condenar al mundo,
como requería la justicia, sino para que el mundo se salve por Él.
El madero de la cruz se transforma en el instrumento de nuestra redención, igual que
el árbol del que había sido extraído dio origen a la caída de nuestros progenitores.
El sufrimiento y la muerte, consecuencias del pecado, se transforman en el medio por
el que el pecado fue derrotado.
2.2.-EL HOMBRE, SER QUE BUSCA CONOCER
El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido
creado por Dios y para Dios: y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí; sólo en Dios
encontrará el hombre la verdad y la dicha que no deja de buscar.
Lo primero que se observa en todos los hombres es un deseo de felicidad, que les lleva
a buscarla Y al buscar la felicidad, se busca el fin último, que es Dios.
“Nos hiciste, Señor para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”
(Confesiones. San Agustín).
Sin embargo, dado que todos los hombres conocemos a través de los sentidos, y no
podemos tener una experiencia sensorial de Dios, puesto que no es un ser material, no
podemos conocerle directamente.
Se necesita la reflexión y el razonamiento para conocerle.
El hombre es lo más parecido a Dios. En sí mismo tiene una capacidad que lo
trasciende: no sólo está hecho a imagen de Dios, sino que es capaz de contenerlo. Que
el hombre no sólo tiene vocación de Dios, llamado a la comunión con él, sino que su
mismo ser humano está estructurado como «capacidad de Dios», como espacio-
morada de Dios. Más y mejor que el cosmos entero.
Según Santa Teresa las actividades del alma son fundamentalmente cuatro:
la voluntad, que es la potencia del amor, tanto recibido como emitido;
el entendimiento, receptor y emisor del conocimiento; la memoria, depósito radial de
los recuerdos;
la imaginación, responsable de las imágenes interiores y quizá también de los
"pensamientos y pensamientillos", libres y agresivos.
CONCLUSIÓN
3 principios fundamentales
1.- EL HOMBRE SER personal CREADO POR DIOS.
«Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó»
(Gn 1, 27). El ser humano es imagen de Dios por su ser personal, y también en su ser
varón y mujer.
«Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona;
no es solo algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente
y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con
su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe» (CCE 357).