La vida política del Perú siempre ha sido intensa, pero pocas veces ha sufrido

tantas turbulencias como en los últimos años. en medio de una pandemia que
deja al descubierto nuestras falencias estructurales, un Congreso
desprestigiado y un presidente que culmina su mandato envuelto en
acusaciones de corrupción y en la cárcel vacado por dar un golpe de estado
contra la democracia. Que dio inicio a las protestas sociales contra el gobierno
de turno y un congreso con 10 % de aceptación, La ciudad de Lima no había
visto hasta ahora incidentes tan intensos y violentos como los que se han
producido en las últimas semanas en otros lugares del país, donde son ya 52
los muertos y más de un millar los heridos.
Pero la convocatoria a "la toma de Lima", lanzada por las diversas
organizaciones y colectivos que exigen la renuncia de la presidenta Dina
Baluarte y elecciones generales para renovar el Ejecutivo y el Congreso, ha
derivado en protestas con violencia.

Manifestantes y policías antidisturbios se enfrentaron en las

avenidas centrales de la capital. La policía ha lanzado gases lacrimógenos y
ha formado cordones para impedir el avance de los manifestantes.

21 días de paro nacional indefinido en las regiones del sur. Aeropuertos de

Arequipa y Juliaca seguirán cerrados por eminente peligro a la vida de todos
los trabajadores y pasajeros que día a día intentan trasladarse o salir de la
zona de actos violentos.