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Introduccion - explicacion de los eventos en colombia, kinda of a background.

Colombia completó una protesta de un mes contra el gobierno de Iván Duque en una serie
de demandas contra la reforma tributaria que comenzó este año -la reforma tributaria fue
posteriormente retirada por el gobierno- pero se ha extendido a docenas de otras
peticiones, lo que demuestra que el público en general es insatisfecho con la población
colombiana.

Un mes después del inicio de las protestas, el 28 de abril, continuaron la mayoría de las
manifestaciones pacíficas, pero hubo violencia excesiva por parte de los manifestantes y de
la fuerza pública en varias ciudades del país. Decenas de colombianos han muerto y las
divisiones políticas en el país se profundizan y las acusaciones se extienden de un lado a
otro.

Las manifestaciones comenzaron el 28 de abril y fueron inicialmente contra la reforma fiscal


prevista.

Cuando comenzaron las protestas a fines de abril, una de las demandas clave fue
suspender la reforma tributaria

El gobierno argumentó que la reforma era clave para contener la crisis económica de
Colombia. El producto interno bruto cayó un 6,8% el año pasado, la caída más profunda en
medio siglo. El desempleo se disparó cuando la pandemia de coronavirus devastó la
economía.

La reforma propuesta habría bajado el umbral para gravar los salarios, lo que afecta a
cualquier persona con ingresos mensuales de 2,6 millones de pesos (684; 493 dólares) o
más. También habría eliminado muchas de las exenciones personales actuales y el
aumento de los impuestos impuestos a las empresas.

A las primeras manifestaciones, organizadas por los sindicatos más grandes del país,
también se unieron muchas personas de clase media que temían que los cambios pudieran
hacerlos caer en la pobreza. Decenas de miles de personas marcharon en la capital Bogotá,
mientras que también se llevaron a cabo manifestaciones en otras ciudades importantes y
pueblos más pequeños.

Luego de cuatro días de protestas, el presidente Iván Duque anunció que retiraría el
proyecto de ley.

Desarrollo - causas, que pasa, maneras de solución


Desde el inicio, una gran cantidad de policías estuvieron presentes durante el desfile porque
ignoraron la orden judicial, que había dictaminado que el desfile debía posponerse por la
alta incidencia del Covid-19.

Imágenes compartidas en redes sociales mostraron enfrentamientos violentos. El 3 de


mayo, la Defensoría del Pueblo confirmó que 16 civiles y un policía habían sido asesinados
desde el inicio de las protestas.
Por lo tanto, después de la abolición de la reforma tributaria, las protestas no solo no se
calmaron, sino que se intensificaron.

Un mes después, la cifra oficial de muertos en la protesta fue de 59. Más de 2.300 civiles y
miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos.

Si bien las protestas de este año fueron desencadenadas por la reforma fiscal ahora
suspendida, son una continuación de las protestas antigubernamentales a nivel nacional
que comenzaron en noviembre de 2019.

En ese entonces, cientos de miles de personas salieron a las calles después de una
llamada de un grupo paraguas que se hacía llamar Comité Nacional de Huelga.

El mismo grupo está detrás de las protestas actuales y sus demandas son tan variadas
como las personas que se están sumando a las marchas.

Uno de los temas que más ha enfurecido a los manifestantes es la actuación de la policía
antidisturbios.

La jefa de derechos humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, ha pedido al gobierno


colombiano que inicie una investigación independiente sobre las muertes de manifestantes
en la ciudad de Cali, donde los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de
seguridad han sido más mortales.

Bachelet dijo que su oficina había recibido informes de más de una docena de personas
muertas en la ciudad suroeste en un día el 28 de mayo.

La violencia policial ha aparecido en los titulares antes. En septiembre pasado, la noticia de


la muerte de un hombre tras ser disparado por la policía en Bogotá desencadenó violentas
protestas en las que murieron al menos siete personas.

Y en 2019, decenas de miles marcharon después de la muerte de Dilan Cruz, un


adolescente que fue alcanzado por un proyectil disparado por la policía antidisturbios en
una protesta contra el gobierno.

Los manifestantes quieren que se disuelva la policía antidisturbios y que todos los miembros
de las fuerzas de seguridad rindan cuentas ante un organismo independiente y no ante
tribunales militares.

El ministro de Defensa dijo que las protestas habían sido infiltradas por miembros de grupos
rebeldes de izquierda y señalaron incidentes de vandalismo y saqueos.

Pero los manifestantes argumentan que es hora de que las fuerzas de seguridad, que
durante décadas estuvieron involucradas en un conflicto armado con poderosos grupos
rebeldes, los traten como ciudadanos en lugar de enemigos.
situación social, política y económica
Muchas de las demandas de los manifestantes tienen su origen en los altos niveles de
desigualdad de Colombia. La pandemia ha hecho que la vida de muchos colombianos sea
más precaria, con 3,6 millones de personas empujadas a la pobreza.

Según fuentes oficiales, en ciudades como Quibdó, en el norte, el 30% de la población vive
en extrema pobreza e incluso en Medellín, la potencia económica de Colombia, esa cifra
asciende al 9%.
Algunos de los manifestantes argumentan que solo la introducción de un ingreso básico
universal aliviará la desigualdad, mientras que los jóvenes de Colombia exigen que se
reduzcan las tasas de matrícula para que más puedan acceder a la educación universitaria.

Los grupos indígenas también se han unido a las protestas. Se encuentran entre los más
afectados por la continua violencia en las zonas rurales, donde miembros disidentes del
grupo rebelde de las Farc luchan contra las fuerzas de seguridad y contra los grupos
armados rivales.

El presidente Duque ha exigido que los manifestantes levanten todos los bloqueos de
carreteras que han levantado antes de que se pueda considerar cualquier concesión a los
manifestantes.

Los obstáculos han causado enormes pérdidas a la economía. Los agricultores dicen que
no pueden llevar sus productos a los mercados, las empresas de transporte se han visto
atrapadas en interminables colapsos y algunos residentes de las principales ciudades dicen
que se sienten sitiados.

El 28 de mayo, el presidente Duque anunció que desplegará 7.000 soldados para despejar
las principales carreteras.

El presidente también ha descartado una de las principales demandas de los manifestantes:


el desmantelamiento de la policía antidisturbios, lo que significa que las conversaciones
entre las dos partes casi se han estancado.

Consecuencias
Según los informes, unas 50 personas murieron durante la protesta. La Defensoría del
Pueblo confirmó que al menos 42 civiles murieron en las protestas y 2 policías murieron.
Casos de violencia policial, 25 víctimas de violencia sexual y 1.649 detenciones arbitrarias,
mientras que la organización no gubernamental Human Rights Watch reportó 67 muertes
desde que comenzó la protesta. Al 8 de mayo se habían reportado 548 presuntas
desapariciones. Según la Fiscalía General del Estado, al 23 de mayo se han localizado 290
personas y 129 se encuentran en proceso de verificación y posicionamiento. Varios
manifestantes muertos, incluido el líder estudiantil Lucas Villa y la menor Alison Salazar, se
convirtieron en símbolos de las protestas. Según datos de la Fiscalía General del Estado, al
4 de junio siguen desaparecidas 91 personas.

Las multitudinarias protestas y, en general, la oposición generalizada a la reforma provocó


una devaluación del precio del peso colombiano. Así mismo, causó el hecho de que el
desequilibrio financiero hiciera que los bonos de inversión de Colombia se vendieran como
si el país no tuviera calificación de riesgo. Posteriormente, el retiro del proyecto de reforma
tributaria provocó, como ya se preveía, la pérdida de la calificación de riesgo que poseía
Colombia, de BBB- a BB +, quitándole el grado de inversión, 276 (El cual se tardaría en
recuperar entre dos años 277 a doce años). También comenzó a haber escasez de dólares
en circulación. La inflación, como consecuencia de las manifestaciones, alcanzó el 1%
mensual y el 3,30% anualizada. Alrededor de 40.000 comerciantes cerraron sus negocios
según la Federación nacional de Comerciantes (Fenalco). Solo el primer día de protestas, y
como fruto de los cierres por los toques de queda y manifestaciones, el comercio formal en
el país.

medidas
En Colombia ni se garantizan los derechos de los manifestantes, ni tampoco los del resto de
la sociedad. No existen canales efectivos ni voluntad para resolver la crisis por medio del
diálogo. La situación, entonces, ha expuesto a la luz la baja capacidad estatal para brindar
las garantías a la protesta pacífica mostrando, por el contrario, el uso excesivo de la fuerza
hacia los manifestantes, una baja capacidad de concertación para la disminución de la
violencia; y cero presencia institucional integral que brinde garantías para disminuir la
vulneración de los derechos de terceros.

Salir de esta dura encrucijada, en la que hoy se encuentra el país, pasa por entender tres
temas fundamentales que han sido expuestos por algunos analistas y que sin duda apuntan
a identificar las oportunidades que tenemos para construir positiva y activamente una opción
de futuro: El primero, reconocer que existe una crisis social que no puede ser resuelta por el
Estado con medidas de fuerza como la asistencia militar sino que debe ser mediante el
diálogo y la concertación como vía para comenzar a solucionar reclamos por derechos
largamente aplazados, fruto de la exclusión y la desigualdad social.

El segundo, el urgente desescalamiento de la violencia en puntos neurálgicos a través del


diálogo efectivo y el impulso de formas creativas de expresar la protesta evitando las
afectaciones desmedidas que se puedan ocasionar a la población. Y el tercero, el necesario
cambio de rumbo de la respuesta estatal a la protesta pacífica que pasa por ponerle fin a la
estigmatización y criminalización de la protesta, tanto en el discurso como en los hechos, es
decir, en la forma como se ha privilegiado la respuesta policiva a la movilización social. Esta
ruta pasa por una rápida puesta en marcha de lo ordenado en el fallo de tutela por la Corte
Suprema de Justicia, el compromiso irrestricto con el respeto y protección de la protesta
más allá de lo que quedó incluido en el Decreto 003 de 2021, en la perspectiva de que se
garantice plenamente el ejercicio de este derecho con un verdadero protocolo de la protesta
ajustado a las normas internacionales y los preceptos constitucionales. Quizá por esta vía
podamos cumplir la promesa de un Estado democrático, social y de derecho, y reparar la ya
menguada confianza en las instituciones.

conclusión - ampliar más las soluciones


Lamentablemente, en Colombia está sucediendo una situación que está afectando a toda la
población de ese país.

En mi opinión, el gobierno y la autoridades deberían sentarse y escuchar a los protestantes;


deberían reflexionar el por que su país está en el caos que está actualmente. La Reforma
es algo que afecta de manera negativa a la población, pero las protestas le molestan al
gobierno y se convierten en violencia, la policía abusa de su poder y caen protestas extras
en contra de la policía. También se junta el tema del COVID, donde el sector sanitario
colapsa durante las protestas que enfrenta Colombia.

Toda esta situación de Colombia está teniendo un efecto de bola de nieve, ya que mientras
se quiere resolver un problema, la solución de ese problema crea otro y termina siendo una
cadena de consecuencias en lo político, social, económico y sanitario.

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