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Esta tensa situación del gobierno peruano está poniendo en aprietos al actual
presidente Pedro Castillo, quien era anteriormente maestro rural y fue electo
democráticamente en julio del 2021 por un largo apoyo de los sectores rurales,
pero en poco tiempo su popularidad fue descendiendo muy drásticamente. En su
primer mes de gobierno el presidente tenía cerca del 40% de aprobación por el
pueblo pero actualmente según el instituto de estudios peruanos IEP, cerca del
25% lo aprueba y el 68% lo desaprueba (Cameiro, 2022).
Las principales críticas que sufre, están conjugadas a sus malas decisiones y su
“incapacidad” para elegir un equipo de gobierno, así mismo, en ocho meses el
mandatario cambió su ministerio cuatro veces. También, Castillo ha sido acusado
e investigado por presunta corrupción que incluye a dos familiares y a un ex
secretario del presidente. Pero esto no es reciente, la inestabilidad de Perú se ha
visto dañada por una serie de hechos que se han visto involucrados hace mucho
tiempo, hay que recalcar que Perú ha pasado por muchos presidentes el último
tiempo los cuales también estaban coludidos con la corrupción, a esto nos
referíamos a Martin Vizcarra (2018-2022), para entender la caída del poderío que
tenía Martin Vizcarra es importante saber la relevancia del cansancio que vivía la
ciudadanía ante la relevancia que ha tomado la corrupción, empleada como arma
política por partidos que, cargan a su vez con denuncias e investigaciones por
corrupción (Vergara, 2018.) Por otra parte, está Manuel Merino quien duró como
presidente desde el 9 noviembre al 15 del mismo ya que, el congreso del país
había pedido su renuncia inmediata como medida para atajar la crisis política y
social abierta en el país tras una asunción de su cargo, también está el gobierno
de Francisco Sagasti que inició el 17 de noviembre de 2020 tras su juramentación
como presidente de la República,con el fin de completar el periodo (2016–2021).
Los tres ex presidentes de perú nombrados fueron realmente corruptos y dejaron
a Perú ya previamente inestable.
De hecho, la corrupción es perceptible para el pueblo cuando los hospitales no
están preparados, los colegios no cuentan con infraestructura y los bonos del
gobierno que deberían servir para los que realmente necesitan esta ayuda, no
llegan. Pese a esto, había excepciones, gente transparente por lo cual, los jóvenes
salieron a la calle a protestar, a cantar el himno nacional y a mover las banderas,
reconociendo que no querían que “se fueran todos”, sino que se fuera la mafia.
Fue toda una variedad de cosas lo que influyó en la inestabilidad del gobierno
peruano. Por otra parte, el problema de Perú fue un fallo sistémico que permitió
todo tipo de intereses corruptos, definen la corrupción como el mal uso o el
abuso del poder público para beneficio personal y privado esto quiere decir que
se refieren a los actos deshonestos cometidos por funcionarios y autoridades
públicas, esta siempre a existido pero hoy en día es más vista y han sido más
personas descubiertas como las presidentes nombrados anteriormente. En los
últimos años el congreso se ha basado en empresarios corruptos, embusteros
profesionales y gente interesada en encontrar una forma fácil de ganarse la vida
salvo unas pocas excepciones. Si bien es cierto, el gobierno se deploró, pero
antes de todo el revuelo los ciudadanos no se interesaban por la vida política, es
decir, esto también ocurrió por el desinterés de los propios electores.
Es por eso que, la pandemia provocada por el COVID 19 vino a obstaculizar todo
esto, dejando a Perú dentro de los países más perjudicados en el mundo. Las
consecuencias económicas de esta pandemia fueron devastadoras para la
economía del Perú y para la masa de trabajadores que quedaron sin trabajo, sin
contar el aumento de la pobreza, la indigencia, el abandono escolar y el aumento
de violencia contra las mujeres, todos estos son claves indicadores que muestran
un retroceso de decadas.. En el año 2020 hubo una crisis política en el cual el
daño fue enorme y de la manera en que ocurrió fue una lección de cómo el
fracaso de un país que quiere construir instituciones democráticas estables puede
poner en juego todo lo alcanzado durante dos décadas de crecimiento. Y de cómo
el éxito económico no basta si los ciudadanos dejan que el gobierno quede en
manos de corruptos.
A raíz de todo esto, empezaron las manifestaciones por todo el descontento que
existía por un estado que no es ni eficiente ni transparente en el cual, las marchas
estaban encabezadas por los jóvenes peruanos quienes han sido testigos de todas
estas crisis, estos están conectados a las redes sociales y se informan por medios
alternativos y probablemente se encuentran agobiados por el futuro que se ve
poco promisorio. Las nuevas generaciones entendieron que la participación es
vital y que no hay alternativa a la política es por eso que se vuelve muy
importante asistir a las votaciones donde elegimos nuestros representantes, hasta
el día de hoy Perú no está políticamente estable y económicamente tampoco.
Por todo lo ocurrido y dicho anteriormente, comenzaron las manifestaciones por
todo el descontento social en el cual las marchas estaban encabezadas
mayormente por jóvenes y trabajadores de distintos gremios.
Este capítulo de inestabilidad tiene un motivo, el cual radica en el alto costo de la
vida, esto fue el detonante para que el pasado 28 de marzo del 2022 el gremio de
transportistas de carga pesada iniciara un paro indefinido por el alza del precio
del combustible, fertilizantes y alimentos fueron unos de los principales
detonantes del conflicto. Esto, desató una ola de protestas donde el pasado 4 de
abril lima registró varios bloqueos a lo largo de la ciudad y en el área
metropolitana, en las protestas se produjeron diversos tipos de violencias y
múltiples personas accidentadas, entre ellas un menor de edad el cual falleció
producto de haber arrancado por bombas lacrimógenas lanzadas por personal de
la policía, ante esto el niño cayó al río. Además, de las variadas manifestaciones
que se organizaron para dejar ver su molestia, las marchas, los saqueos a todo
tipo de supermercado, barricadas, caceroladas, paros, bloqueos y todo tipo de
disturbios en todo lo que es Lima, sus alrededores y todo el país entero. La
movilización se convirtió una causa nacional en todas las ciudades; la gente
manifestaba en multitud, las protestas masivas son continuas con una intensidad
basada en el inmenso sentimiento de lucha que tenían por conseguir su libertad.
Si nos retrocedemos al tiempo, las primeras protestas aún estaba a cargo el ex
presidente Manuel Merino, esas protestas fueron enfrentadas con mucha
brutalidad policial, las denuncias por abuso, abusos sexuales y torturas
aumentaron y reflejaron que la violencia generalizada fue el principal elemento
de la respuesta del presidente Manuel Merino, esto en vez de disminuir solo
provoco que la gente se intensificara. En ese entonces el país padeció muchas
horas de abandono político, dado que ni Merino ni Flores-Araoz (quien en ese
entonces era ministro) aparecían en los medios de comunicación ni dialogaron
con la ciudadanía.
A diferencia de estas nuevas protestas (las que comenzaron el 28 de marzo), ya
estaba gobernando el actual presidente Pedro Castillo, dado los disturbios que se
estaban presentando, Castillo consiguió negociar un acuerdo con el gremio de
transportistas al que se unió el gremio de agricultores, que exigían rebajar los
precios del combustible y eliminar la competencia desleal de transportistas
extranjeros, entre otras demandas. Otras respuestas dadas por el gobierno de
Castillo, fue eliminar durante ese primer fin de semana el impuesto a los
combustible, otra medida para apaciguar la tensión social fue aumentar en un
10% del sueldo mínimo de la nación, subiendo de 930 a 1025 soles a partir desde
el primero de mayo, sin embargo estas medidas no fueron suficientes para
detener las protestas es decir no dio resultado ya que, conductores de camiones y
micros volvieron a la calle a manifestarse y la violencia de la policía seguía
registrada en
las calles, las zonas más afectadas han sido Lima y la provincia de Callao donde
se decretó un sorpresivo toque de queda el ya pasado martes 5 de abril de 2022,
pero fue levantado el mismo día tras conversaciones de castillo por la oposición
en medio de graves disturbios callejeros. La subida del combustible provocó el
encarecimiento de la canasta familiar ya que, si es más caro transportar los
alimentos, también lo es su precio final para el consumidor y el costo de la vida
es más difícil debido a la inflación, esta situación se arrastra tras una grave crisis
económica que vive el país la cual producto de la pandemia que se a
incrementado por la gran guerra de rusia y ucrania. Este descontento se ha
manifestado de forma violenta como la quema de casetas de peaje y el ataque a
edificios estatales como por ejemplo la sede nacional de la fiscalía o el palacio de
justicia donde ingresaron extrañando computadores y generando múltiples
destrozos en su interior. Algo que también tiene un fuerte impacto sobre el nivel
de vida del ciudadano peruano medio, es la pobreza que en el año 2020 se
registró un 30,1% en la pobreza monetaria.
Todo esto fue considerado un Estallido Social, ya que el país ha permanecido en
una gigantesca inestabilidad política, económica y social en el último tiempo, así
mismo como lo que ocurrió en el año 2019 en nuestro país, Chile. Si bien es
cierto, este estallido causó más impacto en Chile que en Perú ya que, nuestro país
resultó
más afectado debido a que Chile tenía una acumulación de cosas desde años
anteriores, a esto nos referimos a las injusticias y desigualdades que existían
entre pobres y ricos, ante todo esto, el pueblo no tuvo miedo a enfrentarse contra
el gobierno. Lo que el país logró fue elegir una nueva constitución, exigir un
cambio de mando. Cosa que Perú aún no logra ya que, a los ciudadanos no les
importaban demasiado las cosas que pasaban en el gobierno, pero cuando
aquellos se vieron afectados y comenzaron las alzas de alimentos, combustible y
todo en general, reaccionaron de tal manera que sucedió este estallido social.
El concepto de estallido social “Se ha instalado con inusitada fuerza en el
discurso público el concepto de “estallido social” como caracterización del
fenómeno social, político y cultural que irrumpe horizontalmente en la sociedad,
movilizando a millones de ciudadanos en protesta contra las desigualdades
sociales y
reclamando cambios profundos.” (Madariaga, revistadematematicas.uchile.cl,
2019),
El Perú ocupa el puesto 63 del ranking de “democracia imperfecta” en
Sudamérica, según un informe de The Economist Intelligence Unit, en el cual se
evalúan las condiciones democráticas a nivel global. Esto claramente se debe a la
notoria desigualdad que se vive y que se produce como consecuencia de un mal
funcionamiento del sistema democrático, con esto nos referimos a lo que son
oportunidades y exclusión. Se podría decir que solo algunos de los ciudadanos
están en condiciones de poder ejercer sus derechos humanos, civiles, políticos y
económicos, estando casi la totalidad al margen de los escasos beneficios que
puede ofrecer el gobierno ya que, Perú no está en condiciones ni siquiera de
ejercer sus funciones básicas las cuales debería brindar a la población peruana.
Todo lo anterior, conlleva a que la gente de Perú viva constantemente con una
desconfianza e incertidumbre respecto a sus autoridades y gestión, lo que esperan