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Estudio de la mentalidad burguesa de José Luis Romero y su incidencia en la


investigación del origen del capitalismo

Yefer Quesada Sánchez

Universidad de Caldas
Departamento de Antropología y Sociología
Lógica Dialéctica Hegel
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Prólogo

El núcleo de este artículo está constituido por la obra de José Luis Romero que se titula
Estudio de la mentalidad burguesa,​ publicada en 1987.
Considerado como el máximo representante de la corriente de Renovación Historiográfica, el
texto de Romero aglutina el ​estudio bibliográfico y crítico de los escritos sobre historia
medieval -que son los más interesantes para el problema considerado-. En el texto a tratar,
Romero representa los cambios de estructura y pensamiento que paulatinamente se irán a
forjar en el orden cristiano feudal. Allí manifiesta su interés de establecer en el marco de la
sociedad europea occidental cuáles son los procesos de cambio de las distintas estructuras,
para ello elabora un estudio historiográfico a partir de la imagen de cambio que le ofrecen los
protagonistas de dicha época.
Romero establece la idea que es piedra angular en la estructura cristiano feudal, albor en el
proceso de consolidación de la mentalidad burguesa: “A toda estructura socioeconómica
corresponde una estructura histórica que le sirva de sustento y fundamento; y al mismo
tiempo le ofrece una ley de su dinámica” (P. 28) Aquí lo que representa es la empresa
socio-económica que conforma la religión y la aristocracia, allí donde el eje político
manifiesta la digna apropiación del poder monárquico y cuya aprobación descansa en el
catolicismo, como idea de interferencia divina, así, en virtud de Dios el príncipe es. La
economía natural es otro pilar de la estructura, aquí la tierra, como factor principal de
producción, revitaliza al rey, dueño de las más extensas proporciones de tierra y vigía de una
economía de cadenas de intercambio cortas. Podemos sucintar a la música, trovadora de
epopeyas o a la pintura, ilustradora de la ética cristiana.
Era necesario que existiesen unos cimientos en los que se apoyará culturalmente la época. La
mentalidad baronial, de origen germánico, representa al héroe, rígido e inexpresivo en el
amor. Pero llega un momento donde se transforma en un ser más dulce y respetuoso, el
cristianismo irrumpe aproximadamente en el siglo XII con ciertas ideas cortesanas. Romero
presenta la imagen de la realidad, cuya filosofía es un neoplatonismo, simpatizante del
cristianismo, del mundo de las ideas y del paraíso.
Aunque existiese todo este aparato que conformó la sociedad medieval, es difícil de creer los
cambios tan radicales que hizo la mentalidad burguesa en dicha época, quizá fabricaron sin
querer un viraje casi antagónico, propio del ser burgués. Es necesario señalar que las
modificaciones que hace la burguesía se dan cautelosamente, en un proceso muy lento, un
indicador de este problema es señalado por Romero: “La estructura también es histórica: dura
mucho, al punto de parecer estática, pero no está quieta: es el fenómeno histórico de más
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lento ritmo de cambio” (P.28) “En ocasiones, dos o más estructuras - una tradicional y otra
moderna - coexisten y se influyen recíprocamente” (P.28).
Para los siglos XIII y XIV, se propagó por toda Europa una peligrosa peste, se cree que acabo
casi con el 50% de la población europea, ya debilitada por hambrunas, guerras sucesivas y un
enfriamiento climático. En ese momento el poder feudal sufre una desproporción en la
población que trabajaba sus tierras, muchos siervos migraron a las ciudades en busca de
mejor empleo y mayor esperanza de vida. Allí en la ciudad fue mano de obra para el
industrial manufacturero, empero dócil para las condiciones que le brindaba la ciudad, vivió
momentos de esparcimiento y de calor humano, junto a la bebida y el tufo concienzudo el
campesino debatía su ser. Fue incipiente el proceso del campesino, proceso fabricado por el
comerciante, el artesano, todo aquel susceptible a los deseos de la ​ratio.
Las nuevas formas de vida se van alejando de la establecida, progresivamente se sustentan en
la experiencia y en lo mundano. Aparecen ideas subversivas en el siglo XVIII, intelectuales
que reforman el aparato cristiano feudal, ésta revolución ideológica se construye en los textos
de Voltaire, Montesquieu o en la enciclopedia de Diderot, en la novela de Goethe, la
astrología de Galileo y la física Newtoniana. No hay que olvidar la importancia de Lutero.
La mentalidad burguesa se esboza en el momento en el que el azar, característica profana y la
usura, quizá por esfuerzo, también del bagaje profano, van formando un espíritu particular de
la época y en ese sentido el desligamiento de la antigua estructura va quedando anticuada:
“No hay en la sociedad un sitio preestablecido para cada hombre; éste es el fruto del esfuerzo
y la fortuna de cada uno”, Romero señala un momento en que la experiencia de la movilidad
social suprime el terror final, ya no es la voluntad de Dios quien determina el estrato social de
cada uno, sino el trabajo y la fortuna. Existe el cambio e inmediatamente el progreso, se
manifiesta en la técnica, del dominio de la naturaleza; “Dios la creó, pero ahora la naturaleza
tiene sus propias leyes”. La filosofía se irá a preguntar qué cosa es la naturaleza y cómo la
conocemos, allí aparecerá Descartes, Kant, Leibniz…
“La característica de la mentalidad cristiano feudal, en cuyo marco se constituye la
mentalidad burguesa, es la interpretación de realidad e irrealidad, o dicho de otro modo, la
identificación de la realidad sensible con algo que llamamos irrealidad, en tanto no es
realidad sensible” (P.61) Este apartado constituye la idea de realidad, una entremezcla en la
que interpola un idea intelectual; irrealidad, y un acto empírico; realidad, sin embargo el
espíritu burgués, de bagaje empírico, transformará paulatinamente “del saber heredado y
transmitido por criterio de autoridad al saber experimental”. Esta mentalidad insigne se
ilustrara en los siglos XVI y XVII con el pincel de Botticelli, Rafael, Miguel Ángel, Da
vinci… Allí la figura del hombre, sin ataduras sociales, quizá desnudo e igual a todos,
pudiese ser un campesino o el mismo rey, todos ellos asumen la tarea de embellecer la
sociedad.
Existiesen algunos muy ortodoxos que ante la figura profana hicieron acontecimientos de
apaciguamiento, aquí descansa el nombre de Savonarola y su famosa Hoguera de las
vanidades, aconteció el 7 de febrero de 1497, cuando seguidores del monje Girolamo
Savonarola recogieron y quemaron en público miles de objetos en Florencia (Italia) durante
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la fiesta del Martes de Carnaval. Allí quedaron los restos de pinturas y de textos que
representaban la realidad, en tanto era sensible.
Todo este vasto conjunto de ideas heterodoxas, nunca quiso aborrecer la idea de Dios: sobre
Dios, “se admite su participación en el proceso creador y no en el proceso cotidiano
contingente”.
Por último hablaré de la maquinaría política y económica que se yuxtaponen en la mentalidad
burguesa, una es rígida en tanto la otra se lo permita. Hablábamos antes de la economía
natural: cadenas de intercambio cortas, la tierra era el factor principal de producción y el
trabajo o los productos constituían el recaudo fiscal. Sin embargo la mentalidad burguesa fue
fraguando la economía de mercado, de oferta y demanda, antagónica a ​el precio justo​ de
bagaje cristiano feudal. En este nuevo orden, las cadenas de intercambio eran más largas, la
abolición de la autarquía abrió las puertas al mercado externo, la tierra dejó de ser el factor
principal de producción y se lo dio a la maquinaria manufacturera, aunque no en todos los
casos fue así. La pericia de la moneda se desenvolvió en dicha época y cuyo recaudo fiscal
pasó a ser el dinero. El metálico intervino en la supremacía política y social, argumenta
Romero: “quien tiene más ocupa una posición más alta en la sociedad” (P.100). El segundo
cambio se dirige al precio de las cosas: “el precio justo no existe, lo pone el que lo oferta, y el
que lo demanda tiene la potestad de comprarlo o no”. Tercero, ya dicho, la moneda salda el
recaudo fiscal, que tradicionalmente se sufragaba con trabajo o productos. El cuarto cambio
tiene que ver con la dinamicidad que empezó a tener la moneda, había que administrar y
calcular las transacciones, así se empezó el atesoramiento del dinero. Por último, la pujanza
que expresaba la mentalidad burguesa caló en el poder político que paulatinamente intervino
en la nueva economía. Romero señala que antes de que el rey descubriese que la economía
urbana constituía la fuente más segura de sus ingresos, algunos señores ya habían recaudado
recursos a través de peajes, uso de puentes o el derecho a comerciar en una ruta con
exclusividad. En este sentido: “Cuando los burgueses alcanzaron el gobierno de las ciudades
supieron utilizar el poder político para asegurar sus negocios, para dominar y explotar a los
campesinos de los alrededores, para doblegar a ciudades competidoras”(P.109).
Hay que resaltar que los burgueses siempre promulgaron la ética y la estética cortesana.
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Introducción

Estudio de la mentalidad burguesa​ es un texto menester para la comprensión del origen del
capitalismo, es así como en este artículo se ha propuesto analizar cómo los acontecimientos
históricos sustentarán la estructura del capitalismo, sabiéndose de antemano que el mundo
grecorromano, la europa de occidente, antes de la llegada del medioevo mantuvo abierto el
comercio marítimo y el intercambio exterior y que aún así no existió tan consolidada idea
económica como es el capitalismo. Este trabajo no se limita a una revisión teórica; el origen
del capitalismo no es un asunto que se le deba atribuir inmediatamente a los fisiócratas del
siglo XVIII, planteada quizá, por Adam Smith o cualquier otro fisiócrata, tampoco se
observará la benevolencia de dicho sistema, o, si verdaderamente ha ayudado a la civilización
occidental. Aunque hubiesen preguntas de otra índole, respetando siempre el tema tratado, en
el prólogo de este volumen se tiene la convicción de resolver todas ellas.
El Renacimiento es la última etapa de la edad media, allí se produce una recuperación del
lenguaje y del pensamiento griego; empero, solo hasta esa época se observará la
consolidación del capitalismo.
La pregunta que descansa en la investigación tiene que ver con el origen del capitalismo, con
el oscurecimiento que sufre occidente, tiene que ver con el bloqueo de las rutas marítimas,
con el cambio radical de su economía, la llegada del comercio a un mundo insular,
autárquico, que no simpatizaba con la usura, con el cálculo, la administración y mucho menos
con la filosofía experimental. El capitalismo no fue el mismo con el descubrimiento y la
conquista de América, quizá haya servido para que occidente se consolidará como potencia.
Así pues se sustentará el estudio del origen del capitalismo.
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Objetivos

Objetivo general:

Analizar la relación entre ​El estudio la mentalidad burguesa​ propuesta en el texto de José luis
Romero y el origen del capitalismo

Objetivos específicos:

- Analizar la incidencia del catolicismo en el desarrollo del capitalismo


- Analizar el proceso de conquista de América con el origen del
capitalismo
- Analizar los bloqueos marítimos en el mediterráneo, la invasión de los
sarracenos, sus conquistas en el Norte de África y España, las islas
Córcega, Cerdeña y sicilia

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