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Una invitación a evangelizar

por James Emery White


Mecklenburg es una iglesia que pasó de tener una
familia miembro a casi cinco mil. ¿No tiene
curiosidad en saber cómo lo hicieron? ¿Qué
«técnicas» utilizaron? El propio pastor James
Emery White desea compartir su experiencia con
usted, desmentir algunos mitos concernientes a la
evangelización, y formas para evangelizar a las
personas del siglo XXI.

«Dime lo que está funcionando»

Esa es una pregunta que hago a menudo. Los pastores desean saber lo que
está funcionando en la evangelización, no quieren más teorías ni tampoco
ideas sacadas de la manga, sino que desean las noticias del frente de batalla.
Necesitamos nuevas perspectivas pero que ya se hayan puesto en práctica y
que puedan transferirse.

Por eso aquí hay un informe acerca del campo de batalla de la iglesia
Mecklenburg Community Church en Charlotte, Carolina del Norte.

Un rápido trasfondo de nuestra iglesia: En los últimos ocho años nuestra


iglesia pasó de una sola familia a casi cinco mil asistentes semanales. Más del
80% de nuestros miembros no eran cristianos. Cada persona que ha sido
bautizada, cada nuevo miembro, y cada persona que asiste a algún evento de
discipulado llena una encuesta; de esta forma, podemos confirmar esta
declaración.

Sabemos de dónde vienen y cómo llegaron hasta nosotros. Gracias a esto


tenemos una «fotografía instantánea» del estado de su vida espiritual antes
de visitarnos. Estamos alcanzando a los no creyentes a un ritmo que ha sido
una sorpresa, incluso para nosotros.

Y estas personas son bastante jóvenes. Nuestra iglesia es una iglesia de


gente joven entre los veinte y treinta años.

Necesitamos desmentir algunos mitos

Desde que fundamos Mecklenberg, nuestro enfoque para evangelizar ha


cambiado en gran parte porque los tiempos han cambiado.

Las personas también han cambiado, pero tal vez no cómo usted creería.
Basados en nuestra experiencia, permítame desmentir algunos mitos acerca
de cómo alcanzar a las personas en esta nueva época.

Mito #1: Las necesidades de los jóvenes adultos son totalmente


diferentes a las necesidades de los adultos maduros.
La idea general es que las perspectivas obtenidas durante la década de los
ochenta y noventa relacionadas al alcance de jóvenes maduros tienen poco
valor a la hora de alcanzar generaciones más jóvenes. Eso no es así.

Nos hemos dado cuenta de que una vez que las personas entre veinte años o
más se casan y tienen hijos, empiezan a actuar en forma semejante a los
adultos maduros. Cuando estas personas inician una familia, dejan de lado las
salidas a restaurantes o cafés para preocuparse más por la crianza de los
niños. No puedo explicar el cambio masivo que ocurre en los gustos,
conductas, horarios y prioridades de los jóvenes adultos cuando caminan
rumbo al altar y empiezan una familia.

Los cambios culturales profundos han moldeado la actual forma de pensar de


aquellas personas que buscan respuestas a sus preguntas espirituales (para
efectos de este artículo los seguiré llamando «buscadores»). Estos cambios
están menos relacionados con la edad que con la sociedad como un todo. La
mente postmoderna es algo real y vino para quedarse, y está mejor
representada en la forma de pensar de los jóvenes adultos.

En términos generales, la música y los estilos de adoración de los jóvenes


adultos no distan mucho de aquellos adultos maduros que son un poco más
jóvenes, y sus necesidades ministeriales crecen en forma muy parecida a
medida que envejecen, se casan, y tienen hijos. Mucho de lo que aprendimos
en la década de los ochenta y noventa todavía funciona.

Mito #2: La clave es tener a los «buscadores» como objetivo.

En la película Field of Dreams (Campo de sueños), una voz misteriosa le dice


al personaje interpretado por Kevin Costner que construya un campo de
baseball en medio de un sembradío de maíz. «Si lo construyes, ellos
vendrán», le prometió la voz misteriosa. Esto significaba que Joe, el Descalzo,
Jackson y el equipo Medias Blancas de Chicago de 1919 reaparecerían.

Muchos dan por sentado que eso también sucede a la hora de fundar una
iglesia: Crear una iglesia cuyo objetivo sea los «buscadores», y los
«buscadores» vendrán. Por eso anuncian: «Culto para buscadores —todos
sean bienvenidos», y luego se sientan y esperan a que la iglesia crezca. Estas
personas creen que si usted ofrece mensajes con temas actuales, se viste en
forma casual, planea dramas, música, y café, la iglesia crecerá. Esto es un
mito.

La realidad es que los cultos para «buscadores», los cuales nuestra propia
iglesia ofrece, no son nada más que una herramienta en las manos de
aquellos que están realizando la invitación. Aparte de eso, no tienen sentido.
Si los buscadores no creyentes quieren café, irán a una cafetería. La idea de
que tales ofrecimientos marcarán la diferencia es ridícula.

Mecklenburg es una iglesia que tiene a los «buscadores» como objetivos,


pero esto significa cómo queremos crecer, queremos que sea para los no
creyentes. Eso sí significa tener a los «buscadores» como objetivos. No tiene
que ver con un culto convencional. Los estilos de cultos varían de iglesia en
iglesia y de escenario en escenario incluso entre las iglesias «buscadoras».
Tener a los «buscadores» como objetivo no tiene que ver con el estilo. Es
acerca de un conjunto de valores radicalmente diferentes, que la iglesia no
existe para suplir las necesidades de los ya convertidos, sino para ganar el
mundo.

Incluso es probable que no tengamos un culto de «buscadores» dentro de


cinco años, pero siempre tendremos a los «buscadores» como objetivos
porque eso significa construir relaciones y poder hablar acerca de asuntos
espirituales. Es acerca de crear cuidadosamente entradas para así apoyar los
esfuerzos evangelísticos e invitaciones de creyentes que desean cumplir la
Gran Comisión por medio de la iglesia local.

Mito #3: Todos necesitan grupos pequeños.

Muy bien, digámoslo todos juntos: «No queremos ser una iglesia con grupos
pequeños, sino una iglesia de grupos pequeños». Todo el mundo lo dice.
Bueno, todo el mundo menos Mecklenburg.

Nos hemos dado cuenta de que ciertas personas son las que necesitan los
grupos pequeños. Lea esa oración una vez más pero ahora más despacio. La
verdad es que muchas otras no los necesitan, y en muchos casos no es la
mejor forma de servir.

Al principio, rechazamos esa idea. En cierta forma, era un sacrilegio incluso


expresar el pensamiento. De hecho, los grupos pequeños pueden convertirse
en «vacas sagradas» para la iglesia contemporánea como ocurrió con la
escuela dominical hace generaciones.

Por el contrario, descubrimos que son las Escrituras las que enseñan lo que
es una comunidad y no una metodología programada para alcanzarla. Sí, el
Nuevo Testamento cuenta sobre personas que se reunían en casas, pero eso
es parte de la narración, no una enseñanza didáctica de las Escrituras. Las
primeras células cristianas tienen que ver más con la naturaleza del
crecimiento y la cultura de la iglesia primitiva que con un mandato
metodológico.

No estamos en contra de los grupos pequeños. Pero estos no son la


respuesta para todo el mundo. Hemos tenido que aprender a pensar más allá
(léase «además») de los grupos pequeños para tratar la asimilación, la
comunidad y el cuidado pastoral. Específicamente, estamos redescubriendo el
arte perdido de ser mentor «uno a uno». También fomentamos una
mentalidad de equipo y un espíritu de comunidad basados en las actividades
ministeriales.

Mito #4: Las personas de hoy no quieren hablar, cantar, o dar.


La idea más común que existe es que cuando los «buscadores» van a la
iglesia, no quieren que nada refleje la idea de que están en una iglesia. Esto
era una realidad hace veinte años, al menos en términos de adornos
culturales de la iglesia. Pero actualmente los «buscadores» quieren
experimentar lo sagrado, encontrarse con lo Divino, participar en lo
trascendental.

Para nosotros esto ha sido un área de un gran cambio. Cuando empezamos


la iglesia, nuestro elemento experimental consistía de un estribillo corto que
cantábamos tan rápido como podíamos. Cualquier otra cosa más en un culto
de «buscadores» hubiera sido anatema.

Hoy, nuestro pastor de adoración tiene un segmento de ocho a diez minutos


en los cultos de fin de semana. Él tiene la habilidad de crear una experiencia
que involucra hablar (a menudo una explicación de la adoración), dos o tres
cantos proyectados en una pantalla, y por último un tiempo de interacción
(«tómese un momento y salude a los que están a su alrededor»). Muy simple,
pero bajo su liderazgo es electrizante.

Las personas buscan lo espiritual, y esto está más lejos de lo experimental


que lo cerebral. En vez de pensar sus sentimientos, se ponen a sentir sus
pensamientos. Como resultado, los creyentes necesitan expresarse como
nunca antes y los «buscadores» necesitan ver una vida comprometida con lo
espiritual como nunca antes. Por eso nuestros cultos involucran mucho más
momentos designados para comprometer directamente el alma y exponerla a
la santidad —y permitirle responder con bondad.

Nuestros cultos han cambiado de otra forma. Durante los años ochenta y
noventa, las iglesias se acercaban a los «buscadores» esencialmente de dos
formas: la aplicación práctica del cristianismo y la racionalidad del
cristianismo. Hoy en día, su necesidad principal es que alguien les explique el
cristianismo.

No es suficiente cambiar de versiones de traducciones bíblicas en nuestras


predicaciones. La clave es más elemental; es explicar: «Esto es una Biblia.
Tiene 66 libros. Hay un Antiguo Testamento y un Nuevo Testamento. Cuenta
la historia entre Dios y nosotros». Hoy en día tenemos que presentar lo básico
de la visión mundial cristiana. Si bien defender la fe es crucial, estas personas
deben primero entenderla. Como resultado, hemos cambiado temas como
«Razones para creer en la Biblia» a «Esto es la Biblia», y «¿Resucitó Jesús
de entre los muertos?» a «¿Y qué si lo hizo?».

Con los mitos fuera del camino, regresemos a la pregunta original: ¿Qué está
funcionando? A continuación encontrará cuatro enfoques que reflejan
nuestras características vanguardistas en la evangelización.

Abriendo puertas, cerrando redes

Organice eventos pre-evangelizadores. No se puede exagerar con la


necesidad de pre-evangelizar, particularmente con aquellos eventos dirigidos
hacia los no creyentes. Muchas personas, antes de que estén listas para
escuchar el evangelio, necesitan que se les presenten su necesidad y a
aquellas personas que pueden abordarla.

Uno de nuestros miembros es un maestro de piano que constantemente


busca a personas no creyentes. Después de fracasar a la hora de invitar a
muchos de sus estudiantes y a sus familias a la iglesia, intentó otra táctica:
Llevar la iglesia hasta ellos. Pensó en un seminario para padres ofrecido por
la iglesia en la casa club de una subdivisión residencial. Sería un viernes por
la noche y habría postre y café. Se me acercó y me dijo: «Si logro que mis
clientes no creyentes asistan, y que ellos inviten a sus amigos, ¿usted lo
haría?».

Al dudar por un momento, le contesté: «¿Quién va a pagar los gastos?»

Me respondió: «¡Ellos! Haré que cada una de las familias patrocine una mesa
con un par de cientos de dólares. Obtendremos doce mesas para diez
personas cada una. De esa forma pagaremos la casa club y tendremos
suficiente dinero para que el evento sea de primera categoría».

Le dije: «Déjeme ver si tengo esto claro. ¿Un puñado de personas no


creyentes van a pagar para que les hablemos a ellos y a sus amigos acerca
de cómo criar a sus hijos en Cristo?».

«¡Así es!» me respondió.

«Ponte manos a la obra», le dije, « ahí estaré».

Así lo hizo. Nuestro maestro de piano entregó varias grabaciones de las


charlas que daría acerca de la crianza de los niños. Logró que doce familias
de sus clientes fueran los patrocinadores, y luego los hizo responsables de
llenar las mesas con sus amigos. En lugar de ser un evento de la iglesia, fue
un servicio para ellos, patrocinado por la propia comunidad.

En cuestión de semanas, las mesas estaban llenas y se tuvieron que añadir


más. Finalmente, se alcanzó la capacidad de la casa club, y se tuvo que
cerrar el cupo.

Di una presentación simple acerca de principios bíblicos básicos relacionados


con la crianza de los niños, con pequeños mensajes intercalados de lo que
significaría para ellos tener a Cristo en su matrimonio y hogar. Ofrecimos
grabaciones e invitaciones de Mecklenburg, luego nos mezclamos por un rato
y después nos fuimos a casa.

En las semanas siguientes, docenas de familias visitaron la iglesia, personas


que nunca hubieran asistido si no hubiera sido por ese evento. Además en
esa comunidad se propagó la noticia, la cual continúa hasta el día de hoy.
Actualmente, seguimos trabajando con grupos de familias en subdivisiones
alrededor de toda la ciudad de Charlotte para ofrecer seminarios dirigidos a
padres como eventos pre-evangelizadores.

Todo porque uno de nuestros miembros entendió la necesidad de llevar el


evangelio hasta sus amigos no creyentes.

Utilice la Internet para entrenar y alcanzar. En nuestra iglesia


(www.mecklenburg.org) hemos hallado dos de los mejores usos de la Internet:
capacitar a nuestros miembros para compartir su fe y alcanzar a los
«buscadores».

Hemos cambiado nuestra forma de capacitar a las personas. Ahora tenemos


una capacitación en-línea que dura dieciséis semanas llamada «La zona de
impacto». El «gancho» es sencillo: «Dénos su dirección de correo electrónico.
En las próximas 16 semanas, recibirá una capacitación semanal de una
página». Esto mantiene la evangelización frente a ellos en una base semanal
durante cuatro meses; la información es muy clara y se ajusta a su horario. Y
sí funciona.

A través de nuestro enfoque por la Internet, más personas se han involucrado


en el programa de capacitación básica de evangelización en los últimos seis
meses que las que lo hicieron por medio de los seminarios de campo.

También utilizamos la Internet para alcanzar a las personas. Nuestra página


está específicamente diseñada para que los «buscadores» se sientan
cómodos con respecto a Mecklenburg para que así nos visiten y conozcan
nuestra iglesia. Tenemos diferentes secciones en nuestra página, basadas en
mi libro A Search for the Spiritual (Una búsqueda por lo espiritual), que ayudan
a las personas a explorar la fe cristiana.

Para nuestros asistentes regulares, proveemos recursos en línea para


ayudarlos a responder las preguntas difíciles de la fe, mientras interactúan con
sus amigos. Además, tenemos un «link» donde las personas mandan una
invitación por correo electrónico a sus amigos para que asistan a los cultos de
fin de semana.

Permítales hacer preguntas. Las personas de hoy desean hablar acerca de


lo que están aprendiendo, y procesar su viaje en el contexto de comunidad.
Hemos aprendido a dejarlos hacer esto.

Para nosotros, empezó con lo que llamamos «Noches de diálogo». La primer


noche fue un experimento: ¿Qué pasaría si apartáramos un culto entre
semana, y después del tiempo de adoración, la audiencia preguntara acerca
de la fe cristiana y el crecimiento espiritual?

Dejamos las reglas en claro (ninguna pregunta referente a lo que pasaba o lo


que no estaba pasando en Mecklenburg). Permitimos que las personas
exteriorizaran sus preguntas. También podían dejar sus preguntas escritas en
la canasta de las ofrendas.
No teníamos ni la más mínima idea de que lo que iba a pasar, pero recibimos
pregunta tras pregunta acerca de cualquier tema imaginable. Las personas
preguntaban acerca de cosas que les preocupaban.

«Tuve un sueño en el que mi abuela fallecida me hablaba. ¿Qué significa


eso?»

«¿Podría hablar acerca del programa de Jesús que salió en la televisión?».

«¿Los judíos van al infierno?»

«¿Me podría decir cómo ha criado a sus hijos?».

«A veces siento que Dios me odia porque sigo metiendo la pata. Sé que él no
me odia pero, ¿en qué forma mi pecado interviene en la relación que tengo
con él?».

Estábamos llegando a algo. Ahora las «Noches de diálogo» están en nuestro


horario regular y está clasificada como uno de los cultos con mayor asistencia.
También estamos incorporando momentos de diálogos en nuestros cultos de
los fines de semana, generalmente al final de una serie para abordar cualquier
pregunta al respecto.

Nuestros grupos pequeños de «buscadores» no se basan en un formato de


preguntas abiertas. Los «buscadores» quieren hablar con otras personas
acerca de su búsqueda. En la primera de seis sesiones, todos los que asisten
expresan sus principales preguntas acerca de la fe cristiana. Estas preguntas
conforman la agenda del grupo. Les damos dos recursos: una Biblia y el libro
A Search for the Spiritual. Capacitamos a los líderes de estos grupos para que
utilicen las oraciones de «Yo soy» del evangelio de Juan para abordar las
innumerables preguntas expuestas en la primera noche, para que así las
sesiones tengan una estructura bíblica y al mismo tiempo sean
personalizadas.

Hasta la fecha, cada persona que ha asistido al grupo de «buscadores» se ha


convertido. Cada una de ellas.

Ahora estamos explorando la posibilidad de establecer un «chat» en nuestra


página web; de esta forma, podremos tener una relación similar de dar y
recibir.

Ofrecer «puertas abiertas» a los nuevos creyentes. Como cualquier otra


iglesia, estamos luchando en cómo discipular a los nuevos creyentes, e
incluso ir más allá, cómo traerlos para que se hagan miembros de la iglesia.
Una de las experiencias más gratificantes ha sido el uso de grandes eventos y
«puertas abiertas» para introducir a las personas a las disciplinas básicas y
compromisos que queremos que adopten. En lugar de un exceso de clases y
seminarios, creamos dos conferencias: Cimientos y Vida en equipo, las cuales
proveen las introducciones básicas a todo aquello que queremos que
exploren.

Cimientos aborda las necesidades básicas del discipulado en la vida de un


nuevo creyente. Durante esta experiencia, cubrimos:

 Cómo estar seguro que eres cristiano


 La importancia del bautismo
 Cómo leer la Biblia, orar, y tener un tiempo a solas
 Cómo adorar
 Dones espirituales y el llamado a servir
 La importancia de la comunidad y los grupos pequeños/ tener un
mentor
 La necesidad de evangelizar y cómo contarle a otros acerca de nuestra
fe
 Principios básicos de mayordomía
 Un desafío en el señorío de Cristo

El segundo evento, Vida en equipo, los introduce a la membresía de la iglesia.


En él, le contamos la historia de Mecklenburg, seguido de nuestros diez
valores principales, nuestro propósito y misión, y nuestra estrategia de diez
pasos. También reciben un cuaderno con datos importantes de la iglesia, tales
como biografías del personal y nuestra constitución y estatutos, y una copia
del libro Rethinking the Church (Repensando la iglesia). Al final, los retamos a
comprometerse con el cuerpo de Cristo por medio de la membresía.

Ambos eventos inician un viernes a las 5:30 p.m. con una cena y termina a las
9 p.m., después nos reunimos de nuevo a la mañana siguiente con un
desayuno a las 9 a.m. y seguimos hasta el mediodía. Se trata cada tema
como si fuera una mini-sesión, utilizamos videos, dramas, música, y
testimonios, todo como si estuviéramos presentando el mensaje en el culto
dominical.

Ofrecemos «puertas abiertas» tres o cuatro veces al año.

La meta es utilizar nuestras mejores herramientas de comunicación y crear


una sola experiencia que se presenta como el «siguiente paso» que impulsa a
alguien más allá.

Después de los fines de semana de Cimientos y Vida en equipo, ofrecemos


cursos especializados donde se profundiza más. Nos hemos dado cuenta de
que después de presentarles a las personas un área de crecimiento o
compromiso a través de la experiencia «puertas abiertas», ellas están más
ansiosas de saber más.

Eso es lo que está funcionando en nuestras trincheras. Ahora, es su turno.


¿Qué está funcionado en su iglesia?

James Emery White es el fundador y pastor principal de la iglesia


Mecklenburg Community Church en Charlotte, Carolina del Norte. Este
artículo se publicó por primera vez en Leadership journal, usado con
permiso. Título del original: Gateway Country. Copyright © 2001 por el
autor o por Christianity Today, Inc.

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