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ALIMENTACIÓN

PARA
LA
REVOLUCIÓN
La decadencia y fin de la proteína animal
Aspectos de salud, ambientales y éticos

Juan Manuel Esteche - Licenciado en Nutrición - MN 10482


Ensayo - Primera edición - Marzo 2023
Conociendo al autor
Soy Juan Manuel Esteche, tengo 42 años, nací en Villa Adelina, Buenos Aires, licenciado en
Nutrición y activista socioambiental y por los Derechos Animales.
Egresado con Diploma de Honor en 2020 en el Instituto Universitario de Ciencias de la Salud
Fundación H.A Barceló, atravesé la carrera sorteando varios obstáculos debido a mi interés por
la biología humana y constante cuestionamiento de los muchos conceptos erróneos que se
imparten en la educación formal. Conceptos que seguramente aún se siguen impartiendo
arraigados a un viejo paradigma, que felizmente, comienza a resquebrajarse poco a poco
avalando mis “mal vistas” observaciones. Escuchar por parte de una docente que el
vegetarianismo era una “creencia”, reduciéndolo a algo fuera del ámbito científico, ya era un
problema muy grave en aquel primer año en 2015. Justamente la misma docente que puso trabas
a través de pretextos falsos, en complicidad con autoridades, para no permitirme realizar las
prácticas profesionales en el hospital que me había ganado en buena ley por obtener las mejores
calificaciones, por miedo a perder sus vacantes por un alumno que se atrevía a cuestionar.
Injusticias que también confluyeron en que no se me permita ser abanderado de la institución en
sus ceremonias de colación, luego de recibir la notificación de que lo era. En fin, la evidencia
científica, que probablemente sigan sin leer por no salir de su zona de confort y privilegios,
sepulta hoy a estas personas en el más rancio rincón de las ciencias de la salud.
Desde el primer año de universidad me ocupé de compartir estudios científicos a todxs mis
compañerxs sobre los perjuicios del consumo de productos de origen animal, pese al “qué dirán”,
porque para mí lo más importante desde el primer día de clase siempre fue el planeta, la salud
humana y los demás animales. No me importaba tener que pagar el precio de ir contra la
corriente, pues el fin lo valía. Ésta fue la primera forma que tomó mi activismo.
Ya en 2019, a punto de concluir la carrera, comienzo el activismo socioambiental y antiespecista
en las calles, que continúa hasta hoy. En casi cuatro años de pura vocación por la Justicia Social,
Ambiental y Animal, el activismo me ha llevado a viajar a Santa Fé por la Ley de Humedales, a
Córdoba para defender el agua, la tierra y la vida, a la costa atlántica por un mar libre de
petroleras y a Catamarca para acompañar a los pueblos de Andalgalá y Choya contra la
megaminería. También a realizar innumerables charlas por el AMBA sobre alimentación basada
en vegetales, sostenible y consciente.
Co-fundé la agrupación Proyecto Timón Verde. Fuí parte de Alianza Por El Clima siendo
coordinador de Acción. Y actualmente soy vocero de la Coordinadora plurinacional BFS (Basta de
Falsas Soluciones). Durante el 2022 formé parte de Guardianxs, programa de radio de activismo
socioambiental en FM La Uni 91.7 de la UNGS que se transmite en radios universitarias de cuatro
provincias, siendo co-conductor y productor de las entrevistas y contenido informativo.

Link a estudios científicos (Salud y Ambiente) que avalan este trabajo,


en constante actualización:
https://drive.google.com/drive/folders/1CXzJ2xrNIXEigovJ-o7B8C3LYc7CAew-?usp=sharing
También puedes encontrar este link en la bio de @nutriveganjuan

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ÍNDICE

Prólogo ………………………………………………………………………………………………………………………..….4

Parte 1: ¿Es necesaria o esencial la proteína animal o consumir animales por cualquier otro
nutriente? …………………………………………………………………………………………………………………..……5

Parte 2: ¿Es natural alimentarnos con animales o derivados? …………………………………………..….7

Parte 3: Daño ecológico de la inclusión de animales en nuestra alimentación …………………..….10

Parte 4-a: La falacia de la “ganadería sostenible o regenerativa”, “productos animales


ecológicos” y “Manejo de Bosques con Ganadería Integrada” …………………………………………..…12

Parte 4-b: ¿Y por casa cómo andamos? Números de Argentina ……………………………………….….16

Parte 4-c: ¿Es esencial la cría de animales por su abono para la agricultura orgánica? ……..….17

Parte 4-d: Impacto ecológico del sistema de granjas desde una perspectiva histórica ……..……18

Parte 5: ¿Qué hay del ”One Health” (OMS) y la sanidad animal? ¿Es la solución? ……………..…..19

Parte 6: ¿Qué pasaría con los millones de animales que producimos si dejamos de
consumirlos? ¿La economía se desplomaría? ¿Aumentaría la desocupación?………………………20

Parte 7: Desenmarañando y refutando afirmaciones tendenciosas tales como:


“A un pibe de la villa o con hambre le vas a decir que coma leche de girasol o tofu” ..…………..…21
“¿De qué va a vivir una familia campesina que vive de la cría de animales?” …………….………...22

Parte 8: Perjuicios para la salud humana de una alimentación que incluye animales ..………….23

Parte 9: No necesitamos comer animales. Accionar y activar es esencial para el cambio .……..26

Parte 10: Beneficios para la salud de una Alimentación Basada en Vegetales Integrales ..………27

Parte 11: Componentes de una alimentación basada en vegetales bien planificada .………………28

Parte 12: Veganismo y Especismo ………….…………………………………………………………………………30

Parte 13: ¿Comer carnes, lácteos o huevos es una decisión personal? ..………………………………...31

Parte 14: Reflexión final. Justicia Alimentaria .…………………………………………………………………..32

Justicia Alimentaria. Definición .……………………………………………………………………………………...33

Contacto. Apoyo. Agradecimientos ..…………………………………………………………………………………34

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PRÓLOGO

En Vancouver, Canadá, grupos de marmotas criadas en cautiverio son reinsertadas en el bosque


para evitar la extinción de la especie. Gran parte de ellas morirá entre las mandíbulas de un
puma. Su vida irreal en cautiverio no le advirtió de los peligros que enfrentaría en el mundo real.
Algunas de ellas, más cautas, curiosas, sobrevivirán gracias a la observación y análisis de cada
situación que les presenta el nuevo, salvaje y natural hogar.
A diferencia de las marmotas, es el propio ser humano el que construye su propio mundo irreal
cautivo de un sistema perverso, pero al igual que las marmotas en cautiverio, está siendo presa y
víctima de las leyes reales de la naturaleza. Esa ficción que nos ha hecho descarrilar del camino
en armonía con la naturaleza nos está haciendo pagar un precio muy caro.
La alimentación es una necesidad básica para el ser humano, si no la satisfacemos de la manera
correcta, las consecuencias serán devastadoras. Ya vivimos esas consecuencias.
Inexpertxs y anestesiadxs por el sistema, “el puma” nos está devorando. Si no comes lo que
debes morirás antes de tiempo… si no comes lo que debes te quedará chico el planeta… si no
comes lo que debes contaminarás todo tu entorno… si no comes lo que debes provocarás la
mayor extinción de especies en el lapso más breve de tiempo como nunca antes ha ocurrido en
el planeta, que puede incluir a nuestra propia especie.
Te invito a que deconstruyas todo lo que te enseñaron sobre la alimentación. Te invito a que leas
algo que quizás jamás leíste o escuchaste. Te invito a que seas esa marmota curiosa y
observadora que logró vencer al puma con ecológica astucia, y hoy sobrevive en armonía con la
naturaleza.

Me declaro SIN CONFLICTO DE INTERESES… ni de costumbres ni tradiciones.

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Parte 1: ¿Es necesaria o esencial la proteína animal o consumir animales por cualquier
otro nutriente?
Por supuesto que no. Las proteínas son necesarias para infinidad de funciones, tales como
enzimáticas, en el ADN, ARN, anticuerpos, transporte, hormonas y no sólo construcción,
contracción y movimiento del tejido muscular. La declaración de la Academia de Nutrición y
Dietética de los EE.UU, el organismo que reúne a la mayor cantidad de profesionales de la salud
vinculados con la nutrición en el mundo, lo deja bien en claro al reconfirmar en 2009 y 2016 algo
que se sabe con certeza hace más de dos décadas, la alimentación vegana bien planificada se
adecúa a cualquier etapa del ciclo de la vida del ser humano, eso incluye desde la alimentación
complementaria a la leche materna a los 6 meses de vida, pasando por la infancia, adolescencia,
adultez, embarazo, lactancia, hasta la ancianidad, y también a deportistas. Además es capaz de
prevenir, tratar e incluso revertir muchas enfermedades crónicas. Esta declaración se repite y/o
es aceptada en todos los organismos de nutrición de diferentes países, incluida la Argentina.
Necesitamos aminoácidos, la parte más pequeña de una proteína, que obtenemos gracias a la
digestión de las mismas. La digestión desarma a la proteína en numerosos aminoácidos. Todos
los aminoácidos que necesitamos están presentes en los vegetales. Luego de absorberlos en el
intestino, el cuerpo vuelve a unirlos para construir las proteínas que necesite.
El/la profesional que diga lo contrario está cometiendo mala praxis, es decir un mal ejercicio de
su profesión médica, la mayoría de las veces por impericia, o dicho de otra manera, por falta de
conocimiento. Muchas veces reforzada por no querer salir de su zona de confort, por sus propias
creencias y hábitos arraigados que son puestos en tela de juicio. Lo que convertiría a la impericia
en imprudencia, falta de sensatez, juicio y cuidado. Este mal accionar de algunos profesionales
que difunden miedo, aleja a las personas y familias de cambiar sus hábitos de consumo y darles
la libertad de ser consecuentes con su postura ética. A fin de cuentas, quienes abarrotan los
hospitales con enfermedades crónicas, tanto adultos como niñxs, no son veganxs precisamente.
Si alguna vez lees una noticia sobre madres o padres veganxs que mal alimentaron a su hijx, no
es una falla de la alimentación vegana, sino una imprudencia de sus progenitores o responsables
que no le brindaron una alimentación adecuada a base de vegetales. Lamentablemente, como esa
noticia “vende”, es lo que se publica, y no lxs miles de niñxs en la Argentina que actualmente
tienen sobrepeso, obesidad, pre-diabetes o hipertensión, ningunx de ellxs veganxs.

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“La alimentación vegana bien planificada se adecúa
a cualquier etapa del ciclo de la vida del ser humano,
eso incluye desde la alimentación complementaria a
la leche materna a los 6 meses de vida, pasando por
la infancia, adolescencia, adultez, embarazo,
lactancia, hasta la ancianidad, y también a
deportistas”

Vitamina D y vitamina B12, dos vitaminas muy particulares:


La vitamina D es indispensable para la formación de los huesos y para
mantener un sistema inmunológico fuerte, también participa en el sistema
nervioso y muscular. Somos capaces de fabricarla nosotrxs mismxs al
exponernos al sol, la mayor cantidad de piel posible durante sólo 15 minutos
3 días a la semana, en un horario de buen sol, es decir de 10 a 16hs, sin
protector solar. Si tu piel se enrojece con una exposición de 30 minutos al
sol, quiere decir que con sólo 10 minutos, 3 días, alcanza. Algunos hongos
comestibles tienen algo de vitamina D pero no es una fuente de la cual
podemos confiarnos. En latitudes bien alejadas al Ecuador, o sea más
cercanas a los polos, por lo tanto más frías y con luz solar más escasa,
políticas públicas responsables se encargan de suplementar esta vitamina a
la población.
La vitamina B12 es esencial para la salud del sistema nervioso y la sangre, además de participar
en la formación del ADN. Esta vitamina se debe ingerir a través de suplementación (Ver Parte 11).
No es una falla de la dieta vegana, sino de nuestro alejamiento de la naturaleza. Ya que la
vitamina B12 la fabrican las bacterias de la tierra y el agua, y nuestra actual forma de
alimentarnos no nos pone en contacto con ellas. En los albores de la humanidad, arrancábamos
directamente las frutas de los árboles y las hojas, tallos y raíces del suelo para alimentarnos,
repletas de bacterias, con las mismas manos que llevábamos a nuestra boca. Actualmente esto no
es así. Lo mismo ocurría con el agua, bebíamos directamente el agua de los arroyos repleta de
bacterias no perjudiciales, hoy algo impracticable en toda urbanización debido a la
contaminación.

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Vale aclarar que la mayoría de los animales de consumo, además de recibir vacunas, antibióticos,
e ilegalmente en muchos casos hormonas, también reciben suplementación de vitamina B12 ya
que viven alejados de la naturaleza, encerrados en feedlots (vacas), megagranjas (cerdos y aves) y
piscifactorías (peces), recibiendo alimentación balanceada. Entonces esa B12 que está en el
músculo animal en una góndola está suplementada. Por ello decimos: evitemos al intermediario,
al animal, y directamente suplementémonos* nosotrxs lxs humanxs.

* Para más info sobre suplementación de vitamina B12 puedes visitar mi Instagram @nutriveganjuan

Parte 2: ¿Es natural alimentarnos con animales o derivados?


Solamente un verdadero carnívoro como el león, el lobo y el tiburón, entre miles de otros en
todos los diferentes ecosistemas, se alimentan de forma natural de otros animales, es decir,
cazando. Nuestra provisión de carnes y otros productos de origen animal se hace a través de la
decisión humana de producir esos animales. Ningún otro animal fábrica a los animales de los
cuales se va a alimentar. La inseminación artificial es el ejemplo más claro y usado en la
ganadería. El semen del toro es un producto que se vende para ser introducido por un humano
con una varilla en el sistema reproductor de la vaca, mientras el otro brazo lo introduce en el ano
de la vaca sirviéndole de guía para posicionar la varilla. Lo que podríamos llamar una auténtica
violación a otra especie. Sin hablar aún de este aspecto ético, el mal accionar de “fabricar”
animales tiene sus consecuencias desastrosas a nivel ecológico, y lo estamos padeciendo.

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“Ningún otro animal fábrica a los animales de los
cuales se va a alimentar”
Un verdadero carnívoro no es capaz de extinguir a la presa de la cual se alimenta. Es decir,
jamás un león extinguirá a las cebras y gacelas de las cuales se alimenta, ni tampoco lo hará el
tiburón con los peces que representan su banquete, sino sería condenarse a su propia extinción.
Si decidiéramos cazar naturalmente a las vacas, cerdos o aves que consumimos ya los
hubiésemos extinguido. Prueba irrefutable del desorden ecológico que hemos propiciado, y de
que los animales no están en nuestra cadena alimenticia. Quizás cuesta entenderlo
mencionando a los tradicionales animales que se venden en un mercado. Pero si hablamos de
ciervos o jabalíes, animales salvajes que también son aceptados como alimento y por ello se
cazan, ¿qué ocurriría si toda la humanidad decidiera cazarlos? Es claro que también los
llevaríamos a la extinción en cuestión de poco tiempo.

“El mal accionar de “fabricar” animales tiene sus


consecuencias desastrosas a nivel ecológico, y lo
estamos padeciendo”
Quizás pienses entonces que nuestra proteína
animal debería provenir de los peces... lamento
desilusionarte. Debido a la pesca, se pronostica el
colapso de la biodiversidad marina para el año
2048 según un estudio de 2006 publicado en la
revista Science (Impacts of biodiversity loss on ocean
ecosystem services, Boris Worm et al). Por algo
nuestras costas son víctimas del saqueo
extractivista de pesqueros de todas partes del
mundo que navegan miles de kilómetros porque ya
no consiguen peces en sus cercanías. Y si seguimos aún con la argumentación de “lo natural”...
¿Qué tiene de “natural” la construcción de un barco, viajar decenas, cientos o miles de
kilómetros, y a través de redes de pesca u otras herramientas quitar a los animales de su hábitat?
¿Puedes por tu propia cuenta nadar a mar abierto y con tus manos quitar una merluza, un atún o
un arenque de la profundidad para llevarlo a tu mesa? Por supuesto que no, por ello no es tu
alimento, así de simple. La naturaleza hace más fáciles las cosas…

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“Un verdadero carnívoro no es capaz de extinguir a
la presa de la cual se alimenta”

El ser humano hace casi 2 millones de años comió por primera vez carne (homo habilis, luego
homo erectus), de manera carroñera en un principio y luego a través de la caza. Lo hizo por
supervivencia, era una cuestión de “comer o morir”, producto quizás del alejamiento de su
hábitat original, el subtropical o tropical donde abundan las frutas y hojas, como el de cualquier
otro primate (mono), en su afán de exploración, o por algún acontecimiento de cambio climático
de origen natural que afectara la provisión de vegetales. Hoy, la razón de perpetuar el consumo
de animales es totalmente injustificable y por supervivencia no tiene sentido, sobre todo en las
ciudades, ya que si existen políticas productivas eficientes podemos contar con alimentos de
origen vegetal durante todo el año en todo el mundo.
En casos no habituales, como los de lxs esquimales u otrxs humanxs que viven en climas
extremadamente fríos, se alimentan casi exclusivamente de animales dado que están alejados de
tierras propicias para el cultivo, a la vez que necesitan de tecnología (fuego, calor) para
sobrevivir. Precisamente estas poblaciones no gozan de una salud envidiable.
Hablar de los lácteos como una alimentación natural y esencial para tener huesos y dientes
fuertes es lisa y llanamente ridículo. Somos la única especie que ha decidido tomar leche de otra
especie. Y sólo comenzamos a consumirla desde que existe la explotación y domesticación
animal, hace alrededor de 8.000 años. Ya teníamos huesos y dientes fuertes mucho antes, desde
hace millones de años. Ninguna civilización como la Inca, Maya o Azteca, y el resto de pueblos
originarios en nuestro continente, bebió leche de vaca, pues estos inmensos animales fueron
traídos por los europeos luego de la colonización, genocidio y etnocidio mediante.
¿Cómo comenzamos a consumir leche de otra especie?
Por la misma razón, por hambre, por supervivencia, ¿o
por cuál otra razón nos hubiéramos arrojado debajo de un
animal de casi media tonelada para quitarle su leche? El
consumo de lácteos, al igual que el de carnes y huevos,
es algo totalmente injustificado que solo se mantiene por
costumbres y tradiciones.

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“Debido a la pesca, se pronostica el colapso de la
biodiversidad marina para el año 2048”
Parte 3: Daño ecológico de la inclusión de animales en nuestra alimentación
(Fuentes: FAO -Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura-, IPBES -Plataforma
Intergubernamental Científico Normativa sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos-, OCDE -Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos-, Informe Planeta Vivo 2020, “The biomass distribution on Earth” 2018)

Ninguna otra actividad humana como la ganadería y el cultivo de soja y maíz transgénicos
(agronegocio) para alimentar ganado y otros animales de consumo ha arrasado con más
humedales, bosques y selvas en los últimos 50 años. Es la principal causa a nivel mundial de la
pérdida de ecosistemas y biodiversidad. En segundo lugar están la caza y la pesca, y en tercer
lugar el Cambio Climático. Cabe destacar que la primera causa acelera a la tercera.
“La pérdida de biodiversidad no es una mera cuestión ambiental, sino un auténtico desafío para la
economía, el desarrollo y la seguridad global, y un grave problema ético y moral” (Informe Planeta
Vivo 2020). La desertificación que se acelera producto de la ganadería y la pérdida de la vitalidad
de los suelos por los monocultivos de transgénicos y uso de agrotóxicos es un hecho alarmante.
No sólo el daño queda en tierra firme. Todos los químicos, agrotóxicos, fertilizantes y
desperdicios de la industria cárnica y del agronegocio se transportan por los ríos y desembocan
en el mar. Una vasta región del golfo de México, en la desembocadura del río Misisipi se
considera muerta para la vida marina. Quizás sea el ejemplo oceánico más grande del planeta de
cómo repercute este modelo de producción de “mal” alimentos.

Números que aterran:


1) El 26% de toda la superficie terrestre que no es hielo está ocupada por ganado. Sí, un cuarto de
la superficie terrestre habitable la hemos deforestado para colocar pasturas y animales que
producimos a demanda. Antes eran humedales, bosques, selvas y otros ecosistemas.
2) El 50% del suelo habitable se destina a producir alimento. Y menos de una cuarta parte de ese
50% produce alimentos directamente de la tierra para humanxs (cereales, verduras, frutas,
legumbres, semillas).
3) Mientras que 820.000.000 de humanxs padecen hambre, el agronegocio alimenta a
70.000.000.000 de animales explotados y luego asesinados.
4) El 70% del suelo usado para producir alimento (aún se considera alimento a los animales) está
ocupado por ganado. Y produce sólo el 18% de las calorías que alimentan a toda la población
mundial.
5) El 33% de las tierras destinadas a la agricultura se utilizan para producir transgénicos que
alimentan a animales de consumo.
6) En Argentina, la soja y maíz transgénicos son los mayores responsables del uso de más de
500.000.000 de litros de agrotóxicos por año. Poseemos tristemente la tasa más alta de litros de
agrotóxicos por número de habitantes, 12 litros.

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“El 70% del suelo usado para producir alimento (aún se
considera alimento a los animales) está ocupado por
ganado. Y produce sólo el 18% de las calorías que
alimentan a toda la población mundial”
7) De 2005 a 2015, el 36% de los granos producidos en el mundo se destinaron para consumo
animal. De continuar la misma demanda de carnes y lácteos, para el 2025 representarán el 70%.
8) Para el 2050, el consumo de carne necesitará deforestar bosques y selvas por el tamaño de dos
Argentinas.
9) En Argentina, el subsector de la ganadería es responsable de casi el 30% de los gases de efecto
invernadero, mientras que el del transporte es de sólo el 15%.
10) En los últimos 50 años hemos aniquilado en promedio el 68%, es decir 2/3 partes, de todas las
poblaciones de mamíferos, reptiles, aves, anfibios y peces del planeta. En las subregiones
tropicales de América la cifra es del 94%.
11) El 60% de los mamíferos y el 70% de las aves sobre la Tierra son animales criados para
alimentar a humanxs.
12) El número de plantas extinguidas documentadas es el doble que el de mamíferos, aves y
anfibios juntos. Una de cada cinco (22%) está amenazada de extinción.

“En Argentina, el subsector de la ganadería es


responsable de casi el 30% de los gases de efecto
invernadero, mientras que el del transporte
es de sólo el 15%”
En plena crisis hídrica a nivel local y global que enfrentamos, donde el agua ya cotiza en Wall
Street y su apropiación podría ser motivo de una próxima Guerra Mundial...
13) La ganadería y la agricultura de gran escala (agronegocio) utilizan el 75% del agua dulce
disponible.
14) Agua que se necesita para producir 1 kg de carne de: Vaca = 15.000 litros (equivale a todas tus
duchas diarias durante 7 meses), Cerdo = 6.000 litros, Ave = 4.300 litros. Agua que se necesita
para producir: 1 sola hamburguesa = 2.400 litros, 1 kg de queso = 5.000 litros, 1 kg de manteca =
5.400 litros.
En cambio, solo se necesitan para producir: 1 kg de maíz = 900 litros de agua, 1 kg de trigo o
legumbres = 1.000 litros.
15) Las megagranjas porcinas de 12.500 madres que se pretendían instalar en la Argentina
hubieran consumido 1.500.000 litros de agua por día cada una. Esta cifra no tiene en cuenta el
agua requerida para la soja y maíz transgénicos producidos para alimentarlos.
11
“El 60% de los mamíferos y el 70% de las aves sobre la
Tierra son animales criados para alimentar a
humanxs”

“Se necesitan 15.000 litros de agua para producir


sólo 1 kg de carne de vaca, el equivalente a todas tus
duchas diarias durante 7 meses”
Parte 4-a: La falacia de la “ganadería sostenible o regenerativa”, “productos animales
ecológicos” y “Manejo de Bosques con Ganadería Integrada”
A esta altura... Espero realmente de corazón que te hayas dado cuenta que la sustentabilidad de
la carne y derivados es una falacia.
A pesar de conocerse todos estos datos a nivel mundial y local, aún se insiste en promover el
consumo de carnes, lácteos y huevos. Y así extender la frontera agropecuaria, en beneficio de
una minoría privilegiada y rica como la de terratenientes, Sociedad Rural Argentina, Consejo
Agroindustrial Argentino, entre tantas otras instituciones, multinacionales, empresarixs y
politcxs corruptxs de turno, todos responsables y/o cómplices de los desmontes, agrotóxicos,
pueblos fumigados, cánceres derivados de los agrotóxicos, contaminación ambiental, pérdida de
biodiversidad y estrés hídrico (falta de agua).
Escuchamos que muchxs cuestionan la forma de producir animales como la responsable del
desastre ambiental y no la explotación en sí. Pero qué tal si lo llevamos a la realidad práctica… El
ser humano para sus argumentaciones en favor del consumo de animales parte de una base
errónea que es creer la romántica idea de que una granja es algo natural. Una granja es un
ecosistema artificial generado por lxs humanxs para reproducir animales que explotará y
consumirá. Esos animales ocupan espacio, beben agua (bien natural vital y escaso), defecan
(contaminando suelo y cursos de agua superficiales y subterráneos), comen y emiten gas metano
y óxido nitroso (ambos gases de efecto invernadero co-responsables del Cambio Climático).
Las vacas, por solo citar el ejemplo más grande de los tantos animales que se crían y matan, son
reales invasoras en estos territorios como en tantos otros. A pesar de algo tan lógico y evidente
como esto, aún debemos escuchar el argumento de “expertos ingenieros agrónomos o
agropecuarios”, incluso de algunxs que honestamente les preocupa el ambiente, que aseguran
que la pampa húmeda, o más bien todo lugar donde quieran instalar sus negocios, necesitan de
las vacas para la salud de ese suelo o ecosistema. Sin malas intenciones, sino como producto de
convivir con el paradigma erróneo de que hay que comer animales, aparece la “ganadería
regenerativa” o pastoreo programado que pretende devolver al suelo los nutrientes que la

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tradicional quita, mediante rotación del ganado que permite el crecimiento de pasturas
naturales (imitando -biomímesis- a los viejos y “nativos” herbívoros que se movían en manada y
dejaban su bosta en una zona, a la que volvían cuando las heces ya se habían descompuesto).
Ahora bien, lo que no tiene en cuenta esta práctica es que las vacas son foráneas (proceden de
otro lugar), y que los territorios que hoy ocupan eran humedales o bosques con flora y fauna
autóctona que esta actividad ha aniquilado. ¿Con qué argumento científico racional podemos
decir que un animal de casi media tonelada no desequilibrará un ecosistema al que no
pertenece? No existe. Lo ideal sería regenerar el ecosistema original y no una pastura para
ganado. Sus cimientos son tierras arrasadas por la ganadería, con pastizales y praderas
implantadas ¿Cómo podemos avalar este pseudoecologismo que no intenta restaurar el
ecosistema original? Queda claro que a la ganadería regenerativa le interesa más las bacterias
del suelo para generar pasturas que los ecosistemas reales. Por consecuencia, el sistema pastoril
utiliza enormes cantidades de espacio.
¿Acaso los suelos estaban enfermos antes de que el europeo trajera esos animales? ¿Qué hay de
los carpinchos, ciervos, armadillos, ñandúes, yaguaretés, pumas y cientos de especies que se
escapan a mi conocimiento, que habitaban estos territorios? ¿Dónde están, porque sólo vemos
vacas? ¿Qué ecosistema original han preservado, cuidado o “regenerado” las vacas?

“Una granja es un ecosistema artificial generado por lxs


humanxs para reproducir animales que explotará
y consumirá”
A saber, estas “vacas ecológicas” (!), viven una supuesta vida digna (y cortísima, sólo 3 años de los
20 ó 25 que podrían vivir) en grandísimas extensiones de tierra alimentándose de pasturas, no de
los granos producto del agronegocio de los transgénicos. De allí proviene la carne pastoril. Si no
se les aplican a los animales hormonas, antibióticos y anabólicos, entre otros químicos, se
llamará a esa carne “orgánica”. Otro pilar de la “ganadería regenerativa” habla de que se debe
tener un “impacto animal adecuado”. Al ver que se es consciente de estos impactos, podemos
cuestionar fácilmente: ¿Dónde cabrán sus “vacas regenerativas” cuando para el 2050 seamos
10.000.000.000 de humanxs en este Planeta y si el ser humano continúa con su mismo deseo de
comer animales o beber su leche? Estas vacas están ocupando más espacio que el aún más
horroroso sistema de feedlot, donde las vacas viven en espacios muy reducidos y se alimentan
de transgénicos. ¿Dónde está lo ecológico o sustentable si entonces una vaca “en libertad” debe
ocupar más espacio? Espacio que era humedal, monte, bosque o selva.
Una vaca “ecológica” (aclaro por si a esta altura no ha quedado claro, uso el término de ecológica
de manera irónica) no comerá soja transgénica pero sigue tomando agua potable (decenas de
litros al día dependiendo la edad y si es lechera o no), bien común natural valiosísimo y escaso.
Una vaca “ecológica” sigue generando gas metano a través de sus eructos y flatulencias, potente
gas de efecto invernadero más poderoso que el dióxido de carbono, responsable entre otros del
calentamiento global y cambio climático. Siguen produciendo estiércol que contamina cursos de
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agua a la vez que produce óxido nitroso, otro gas de efecto invernadero. Claro! Pero la ganadería
regenerativa se vale del argumento de la posibilidad de secuestrar carbono en la profundidad del
suelo y así combatir el cambio climático. Aún viendo que le importa poco lo que había arriba de
ese suelo antes de las vacas, no tiene nivel de comparación el carbono que secuestra un árbol
con lo que podría secuestrar una pastura. Pero insistirán tratando de convencernos sobre la
base de que sus pasturas retienen carbono… Y ni siquiera aún mencioné el rol fundamental que
juegan los árboles y/o arbustos nativos para la sostenibilidad de la biodiversidad, aves, insectos,
pequeños reptiles y mamíferos.
Retomando el argumento del secuestro de carbono, algunos estudios muestran que la ganadería
pastoril programada tiene balance positivo de carbono, es decir, que emite menos dióxido de
carbono (CO2) que el que retienen las pasturas. Pero la tergiversación altamente tendenciosa de
esta información que hacen el IPCVA (Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina) y
todos los medios afines a los intereses de la “realeza ganadera argentina” es vergonzosa y
criminal. Marquemos los errores. Algunos de estos informes sólo miden el CO2 y no el “CO2
equivalente”, esto último incluye todo el gas metano y óxido nitroso que provienen del ganado.
Justamente estos dos últimos gases son los más importantes que emiten las vacas y hacen que la
ganadería sea el subsector que más gases de efecto invernadero emite en la Argentina. Siendo el
gas metano 24 veces más potente que el CO2 para producir el efecto invernadero. Dado que el
gas metano dura 12 años en promedio en la atmósfera, a diferencia del CO2 que puede durar
siglos, un cambio profundo en la alimentación hacia alimentos vegetales tendría efectos
beneficios (bien cabe decir “milagrosos” a esta altura) a corto plazo. Pero en el caso de que se
haya tomado correctamente como medida el CO2 equivalente y diera un real balance positivo, el
error más grave de quienes defienden la actividad ganadera como “ecológica” es que se
olvidan de la huella de carbono generada por todo el proceso posterior a que las vacas son
retiradas del campo: transporte, matadero, refrigeración, transporte, procesos industriales, más
refrigeración, transporte al punto final de venta, más refrigeración, culminando con más huella
de carbono en la heladera del consumidor final. Tal cual como lo explica Cynthia Rosenzweig, la
principal autora del capítulo de Alimentación del Informe del IPCC en este informe documental
de la DW: https://www.youtube.com/watch?v=E4Ktsqk8yAw&ab_channel=DWDocumental
¿O quizás la propuesta de la ganadería regenerativa, signada por intereses económicos, eso sí,
“bien patriotas”, es que sólo se produzcan carnes en la Argentina, ya que tiene pastizales y
praderas idóneas para manadas de herbívoros de gran porte y no deberían producirse en Brasil y
el resto de países que tienen la amazonía y otras selvas y bosques? Una locura distópica a la que
nos lleva esta práctica si dejamos volar la mente y nos aferramos a su argumento de la
biomímesis. ¡Imagino lo feliz que estará la Sociedad Rural Argentina y los grandes productores
agropecuarios con esta idea de volverse verdes! A la vez de ser el matadero del mundo para mal
alimentarnos.
Otrxs pueden pensar que entonces la solución debería estar en regular la cantidad de animales
que producimos, es decir en reducirla a cantidades que no impacten en el ambiente. Esta
disparatada solución mercantilista, por las leyes de oferta y demanda, haría que el precio de las
carnes, lácteos y todo producto de origen animal se incremente a precios inimaginables, con lo
14
cual solo una minoría rica accedería a tales productos. Otra distopía propia del colapso que se
avecina en un mundo que está al revés.

“¿Dónde está lo ecológico si entonces una vaca “en


libertad” debe ocupar más espacio? Espacio que era
humedal, monte, bosque o selva”
Por otro lado, el gobierno nacional y algunos provinciales se visten de verde con proyectos
ecocidas como el llamado “Manejo de Bosques con Ganadería Integrada”, conocido por sus
siglas MBGI, con el que se pretende terminar de arrasar la región chaqueña y el noroeste, sobre
todo Salta. El MBGI consiste en la introducción de ganado dentro de un bosque, lo que conlleva
una importante actividad de desmonte para dejar sólo algunos ejemplares de árboles. El MBGI es
un desmonte encubierto. En qué pensamiento racional y consciente puede caber que esos
animales de casi media tonelada no causarán un impacto que desequilibrará todo el ecosistema
que habiten. Lejos de que sean estos proyectos una alternativa de ingresos a comunidades
campesinas o nativas, siguen siendo operaciones para extender los dominios e incrementar así
las ganancias de empresarios terratenientes muy ricos, con vínculos directos con la política que
permiten este eco-terricidio.

En resumen, el ganado o cría de animales en las diversas formas que se presente como ecológica
no existe, pues ocupan más espacio, en muchos casos implicaría más desmontes, la pastura no
retiene el carbono que retiene un bosque nativo ni protege la biodiversidad, siguen consumiendo
agua, siguen consumiendo alimento que producimos para ellos en el caso de animales que no se
alimentan de pasturas, siguen produciendo estiércol, contaminando y emitiendo gases de efecto
invernadero. Para el año 2050, cuando seamos aproximadamente 10.000.000.000 de humanxs,
no alcanzaría el planeta para abastecer, si persistiera, una demanda de productos de origen
animal sin haber arrasado ecosistemas aún sanos; menos aún existiría la posibilidad de haber
restaurado alguno de los territorios destruidos por la ganadería y los granos que se producen
para ella.

15
“Dado que el gas metano dura 12 años en promedio en
la atmósfera, a diferencia del CO2 que puede durar
siglos, un cambio profundo en la alimentación hacia
alimentos vegetales tendría efectos beneficiosos (bien
cabe decir “milagrosos” a esta altura) a corto plazo”
Parte 4-b: ¿Y por casa cómo andamos? Números de Argentina
En Argentina, creer que 54.000.000 de vacas, 6.000.000 de cerdos y 730.000.000 de aves que se
matan al año (números de nuestro país de los últimos años) bajo métodos de permacultura o
supuestamente agroecológicos no afectarían al ecosistema, y no serían responsables de gases de
efecto invernadero, ni de escasez de agua, ni de contaminación de algún tipo, ni que ocupan un
espacio (lamentablemente aún mayor), es ficción. Totalmente imposible de llevar a la práctica.
¿Entonces la idea sería que hay que producir menos? Allí el precio de venta se encarecería por
las leyes de oferta y demanda… y no sería “carnes o lácteos para todxs”.
En nuestro país, un experto permacultor me argumentó que el desafío es transicionar a un
modelo de “ganadería regenerativa” al 26% del total de la superficie terrestre mundial que hoy
está ocupada por ganado (Punto 1 de la Parte 3). No se advierte que ese 26% se sostiene porque
hay una demanda que exige esa producción y que puede cambiar, y que los cambios, incluso
hacia una ganadería supuestamente ecológica, no se dan de la noche a la mañana. Con lo cual es
un escenario ficticio ponernos como meta llevar ese 26% hacia la “ganadería regenerativa”. Un
escenario auspicioso sería que a medida que la especie humana vaya tomando consciencia que
no debe consumir más productos de origen animal, la demanda de animales iría mermando y
cada año debería haber menos del 26% ocupado por animales. Algo que aún no ocurre porque
nacen más personas en ámbitos que promueven el consumo de animales que en ámbitos de
respeto animal. ¿No sería más eficiente educar para quitar a los animales de nuestro plato para
disminuir la demanda y no inventar “nuevas formas de controvertidas ganaderías”?
Otro error muy grande es no tener en cuenta que parte del ganado vive encerrado en Feedlots,
con lo cual si se sueltan para una ganadería
mal llamada ecológica ocuparían más espacio.
En la Argentina equivaldría a soltar a 1.724.000
bovinos según números de septiembre de 2021.
Con lo cual estos animales ocuparían
1.150.000 hectáreas nuevas de suelo
(considerando que en el sistema pastoril hay 1,5
Unidad Animal por hectárea), ¡el tamaño de 57
ciudades de Buenos Aires!

16
Parte 4-c: ¿Es esencial la cría de animales por su abono para la agricultura orgánica?
Aunque el uso de excrementos de animales de granja sea una práctica tradicional de la
agricultura orgánica y biodinámica por sus excelentes resultados, no es necesaria. No te
apresures en mal interpretarme. La bosta de estos animales, luego de varios meses, al mezclarse
con materia vegetal seca se transformará en un compost ideal para el crecimiento de hortalizas y
frutales. De ninguna manera estoy proponiendo no usar excrementos como material
indispensable para un compost saludable, sino que el ser humano podría utilizar sus propios
excrementos para su agricultura orgánica, como varias comunidades lo hacen ancestralmente
a lo largo y ancho del planeta. Por el contrario, la “civilización” ha decidido vertirlos a los ríos…
ya conocés cuales fueron sus desastrosas consecuencias.
Siguiendo el sentido de las buenas prácticas agrícolas orgánicas, si usábamos la bosta de
animales herbívoros para el compost, el excremento de personas humanas que se alimenten a
base de vegetales sería el más similar dado que contiene gran cantidad de fibra y similar
composición de bacterias fermentativas. Pues la fibra contenida únicamente en los alimentos
vegetales es el alimento para las bacterias benéficas que habitan en nuestro colon y en el del
resto de animales herbívoros, materia prima indispensable para la formación de las heces. De la
tierra nace la fibra y a la tierra vuelve. En cambio, los animales carnívoros contienen en sus
intestinos bacterias putrefactivas, ya que el proceso que se da sobre el tejido animal en
descomposición, un cadáver, es el de la putrefacción. Para la implementación de este sistema se
necesita de baños secos, una tecnología sencilla, segura y bien perfeccionada por expertxs
permacultores y otras comunidades.
Foto izquierda: España / Foto derecha: México

Links a videos sobre compost/abono a partir de excrementos humanos:


https://www.youtube.com/watch?v=mRgXq6hZE7Y&ab_channel=PermaculturaMasLesVinyes
https://www.youtube.com/watch?v=5SUX3F4nlzc&t=102s&ab_channel=DWEspa%C3%B1ol

17
Parte 4-d: Impacto ecológico del sistema de granjas desde una perspectiva histórica
Espero disfrutes leer esta parte tanto como yo al escribirla, porque estoy seguro que nunca un
experto ingeniero agropecuario te contó la historia de esta manera…
Si nos remontamos al año 1 de nuestra era, es decir, hace alrededor de 2000
años, se estima que la población mundial era de solo 250.000.000 de
humanxs. Claro está que el impacto ecológico negativo de las granjas que
pudieran existir hace miles de años era ínfimo comparado al actual, un
planeta que alberga hoy a 7.900.000.000 de humanxs. Durante la Edad
Media, para el año 1350 se calcula que la población era de 350.000.000, y
recién en la Edad Moderna, año 1650, se llegó a 500.000.000. Solo por
cuestiones geofísicas, numéricas, no porque no fueran feedlots o no usaran
transgénicos, todos los desperdicios generados por esas granjas, o bosques
arrasados para esas actividades, no eran los suficientes para desequilibrar
la dinámica de la biodiversidad planetaria, ni de llevar a las poblaciones antiguas a padecer las
consecuencias de un colapso climático y ecológico. Tal es así, que al perpetuarse hasta la
actualidad esta práctica de sistemas ficticios de producción animal generada por humanxs, mal
llamada natural, hoy nos encontramos con que una cuarta parte de la tierra habitable está
ocupada por ganado.
De todas maneras, a pesar de no propiciar un cambio climático o una extinción masiva de
especies, las civilizaciones antiguas no pagaron un precio barato. Hace alrededor de 10.000 años
se comenzó con la domesticación o explotación animal, y coincide con la aparición de
enfermedades nunca antes sufridas por la humanidad. La ciencia ha podido rastrear el origen de
varias enfermedades hoy muy conocidas, incluso habituales. La peste bovina de vacas y ovejas
dió origen al sarampión. La viruela pudo tener su origen en los camellos. La tos ferina o convulsa
tiene su origen en los cerdos. Del género de la salmonella, presente en aves, se originó la fiebre
tifoidea. De los patos surge la mega conocida gripe o influenza. De los caballos el resfriado. Y del
búfalo probablemente la lepra. Como habrás visto hay una larga lista de enfermedades
zoonóticas vinculadas a la cría de animales que llegan hasta el siglo XX (gripes influenza H1N1,
H2N2, H3N2) y pleno siglo XXI (gripe aviar H5N1, gripe aviar porcina H1N1), ya sea como
epidemias o pandemias, y se han cobrado la vida de cientos de millones de humanxs a lo largo de
la historia. Desde ya que no menciono al coronavirus (COVID-19), no porque no sea un claro
ejemplo de la devastación que está haciendo la especie humana
sobre los ecosistemas, sino porque no se ha generado
directamente en una granja tradicional, sino más bien por la
introducción de animales exóticos.
Concluyendo, queda demostrado empíricamente, a través de la
historia, que un aumento demográfico a la par del de la
producción de animales, para satisfacer la demanda alimentaria
de esa población, ha sido una muy mala idea, o más bien
suicida. ¡¿Seguiremos insistiendo en el mismo erróneo modelo
de producción de alimentos hasta el año 2050 cuando seamos
10.000.000.000?!
18
Parte 5: ¿Qué hay del ”One Health” (OMS) y la sanidad animal? ¿Es la solución?
Para finalizar incluiré en esta parte lo que se menciona como una solución planetaria llamada
“One health”, traducido en español “Una Salud”, por parte de la OMS (Organización Mundial de la
Salud), y no es más que otra salida capitalista y antropocentrista disfrazada de verde. Se basa en
tres pilares: salud humana, salud del planeta y sanidad animal. Adivina cómo se logra la “sanidad
animal”... Propone seguir produciendo y explotando a los animales pero con medidas
“preventivas” que consisten en más vacunas, antibióticos, tecnología y medicamentos de todo
tipo para las decenas de millones de animales que se matan anualmente. Claramente es algo que
además de no tener en cuenta los deseos de vivir de los animales (esto se profundizará en la
Parte 12), no han sido estas políticas frenos a la aparición de enfermedades zoonóticas en todas
partes del mundo, incluido en países con altos estándares de tecnología y sanidad animal. Gripe
aviar (más de un tipo), porcina, MERS, SARS, Covid-19 y la lista seguirá si no lo frenamos. Subirse
a este auténtico “Titanic” que significa la sanidad animal, por el riesgo a nuevas pandemias, tiene
un solo ganador, y es la industria de los laboratorios, quienes por ejemplo propusieron a los
gobiernos de Argentina y China unirse en relaciones comerciales para instalar 25 megagranjas
porcinas en nuestro país. Biogénesis Bagó (filiales argentina y china) fue la ideóloga del Acuerdo
Porcino. Gracias a la movilización popular consciente este acuerdo se frenó.
Hablar de vacunas y antibióticos para animales ("sanidad animal") es contribuir al arca infinita de
riquezas de los laboratorios que los fabrican, que nos enferman, nos venden las drogas para
"sanar" (?) y que sabemos dominan el mundo gracias al poder que les da el dinero. En esta
trampa caemos cuando se defiende el "One health" de la OMS y la capitalista y
antropocentrista "sanidad animal"... Nos dicen: Sigamos explotando animales pero "con más
cuidado y tecnología”... El mismo argumento extractivista, ¿les suena conocido? Extractivismo y
"especismo" (más adelante profundizaremos en este concepto) van de la mano.

? $$$
19
Parte 6: ¿Qué pasaría con los millones de animales que producimos si dejamos de
consumirlos? ¿La economía se desplomaría? ¿Aumentaría la desocupación?
La ridícula idea de que las 54.000.000 de vacas, 6.000.000 de cerdos ó 730.000.000 de aves que
se faenan anualmente, sólo en Argentina, quedarían sueltas en el territorio si no se consumen es
algo totalmente irreal. Pues los cambios no se producen de la noche a la mañana, que sería la
consecuencia de este delirante pensamiento. Los animales son producidos por lxs humanxs
según la demanda, como productos. A medida que la demanda vaya bajando, año tras año, se
irán produciendo cada vez menos animales. De esta manera, los cambios se producen
paulatinamente a medida que van transcurriendo los años. Ojalá que no nos lleve décadas este
cambio porque significaría el colapso ambiental tal cual lo pronostican lxs científicxs. En este
caso hablamos de la dependencia a que esa demanda, incluida los gobiernos, tome consciencia
de lo que significa llevar un animal o un derivado del mismo a nuestro plato de comida.
De la misma manera, esto se aplica a la economía, los cambios no son bruscos. En el supuesto
escenario de que el ser humano tome conciencia y las políticas vayan en sintonía con la
naturaleza, a medida que más y más frigoríficos, mataderos, carnicerías y tambos vayan
cerrando, más y más empresas de productos “100% plant based” (basado en plantas), verdulerías,
dietéticas y otros comercios naturistas se irán abriendo. Al mismo tiempo, parte de las tierras
que hubieran sido utilizadas para la cría de animales y transgénicos, se usarían para producir
alimentos vegetales agroecológicos, luego del tiempo que sabemos lleva volver a la vida estos
suelos enfermos producto de las anteriores actividades. Decimos sólo una parte de las tierras, ya
que el resto volvería a ser bosque. La naturaleza es muy generosa cuando de ella tomamos
vegetales; necesitamos mucho menos espacio para producir todo el total de alimentos
requeridos cuando alimentamos directamente a humanxs. Se produciría una transformación
de las industrias cárnica y láctea a industrias que se basen en la producción vegetal, como ya lo
estamos viendo con la apertura de pymes especializadas en quesos y hamburguesas, ambas 100%
vegetales. Consigo también, nuevos puestos de trabajo se crearán en esta resplandeciente
industria con promesa de crecimiento exponencial avalada día a día por los mercados. Lxs
trabajadorxs cambiarían sus cuchillos y delantales manchados con sangre por delantales con
tierra y los aromas de un huerto. Las hamburguesas vegetales símil carne, los quesos y leches
vegetales ofrecidas en minimercados, supermercados, comercios de fast food, restaurantes,
cafeterías, ya son un hecho y un éxito. Forman parte hoy de una demanda consciente ya sea por
razones éticas hacia los animales o el ambiente o por salud, que crece segundo a segundo.
La agroecología basada en vegetales requiere de un número mayor de personas trabajando en
la tierra, lo que beneficiaría al arraigamiento de las comunidades en sus lugares de nacimiento
y al incremento de la masa laboral. El sueño de la vuelta al campo, para muchxs a su hogar,
dejaría de ser una utopía. Aún mejor si esos campos se asemejan a bosques comestibles, algo
totalmente posible de llevar a cabo con determinación, esfuerzo y conocimiento, aún más si hay
voluntad política. Las máquinas del agronegocio y su “biotecnología” de venenos han expulsado a
las comunidades campesinas y de pueblos originarios de sus territorios. En el otro extremo del
mismo problema, los mercados internacionales cada día se vuelven más rigurosos aceptando
únicamente productos orgánicos. Lejos está el agronegocio de proveerlos con sus métodos.
20
Lo más revolucionario y hermoso de este cambio es que todo el espacio que hoy está ocupado
por animales para producir mal alimento (70% a nivel mundial) no lo necesitamos para
producir frutas, verduras, cereales o legumbres, sino que podrían volver a ser humedal,
monte, bosque o selva si transicionáramos hacia una alimentación 100% basada en vegetales.

“Lxs trabajadorxs cambiarían sus cuchillos y


delantales manchados con sangre por delantales con
tierra y los aromas de un huerto”
Parte 7: Desenmarañando y refutando afirmaciones tendenciosas tales como:
“A un pibe de la villa o con hambre le vas a decir que coma leche de girasol o tofu”
Todo lo que expone este ensayo no es una imposición, y mucho menos hacia alguien que no tiene
las chances ni los recursos de elegir por culpa de gobiernos sin ideas y corruptos. El valioso
contenido aquí expuesto es “el” camino a seguir. Desde ya que tanto el hambre como el daño
ambiental se atacan y se resuelven con una política alimentaria basada en vegetales
agroecológicos. Es el Estado quien debería oír el contenido de trabajos como éste y asegurar que
“el pibe de la villa o con hambre” reciba esa leche de girasol (o de cualquier otro vegetal) o tofu.
Vale aclarar que el tofu no es un alimento esencial, pero lo menciono porque se lo suele usar
para las afirmaciones tendenciosas y despectivas hacia la alimentación vegana.
En Bolivia, la pasta de sésamo forma parte de los alimentos que de manera gratuita, por
programa, reciben las embarazadas, y dice en su rótulo: “la mejor fuente de calcio”. Creo que
esto dice mucho sobre las políticas de salud que países ganaderos como el nuestro toman,
inclinando las recomendaciones hacia productos de industrias que les generan mayores
ingresos, sin tener en cuenta los efectos adversos para la salud de esos mal llamados alimentos.
Además de no tener acceso a una correcta alimentación, ni recursos económicos, “el pibe de la
villa o con hambre” tampoco tiene acceso a una correcta educación o información. Es en este
punto donde también se vuelve una víctima de la desinformación y la exclusión, y las familias
con menos recursos gastan sus bajos ingresos en productos muy perjudiciales, sin siquiera saber
que existen otros alimentos saludables y a un costo más bajo. Un ejemplo es la compra de carne
picada en lugar de legumbres. Todo esto, nuevamente es responsabilidad de un Estado ausente.
Personalmente, contra esta exclusión y desinformación trabajo brindando charlas en lugares
carenciados e instituciones educativas, sociales y de toda índole. Y sólo debes contactarte
conmigo para que vaya a tu barrio y brinde una. También lo hago a través de las redes,
encuentros virtuales y siempre de manera gratuita.
Si sin Justicia Ambiental no hay Justicia Social, lema que si eres activista socioambiental has
repetido al hartazgo y defiendes al igual que yo. Tampoco hay Justicia Ambiental sin Justicia
Animal. Por ley transitiva, para que haya JUSTICIA plena y real necesitamos trabajar en los tres
ejes por igual: social, ambiental y animal.

21
“¿De qué va a vivir una familia campesina que vive de la cría de animales?”
Claramente estas cuestiones no se solucionan de la noche a la mañana. La respuesta a
esta delicada afirmación es muy compleja porque para brindar una solución a esas
familias se necesita de la elaboración de un auténtico plan económico a nivel país o
regional. Exigirlo con “chicanas” a un activista socioambiental en la calle es poco menos
que injusto e hipócrita cuando está a la vista que ni un sólo gobierno (que él/la chicanerx
probablemente haya votado) ha tenido un plan económico perdurable que haya traído
prosperidad e igualdad para todxs. Mucho menos ha tenido en cuenta al ambiente. A
pesar de ello, trataré de dar claridad para llegar a la respuesta.
Antes del plan económico, sin duda, o sobre la base que lo impulsa, debe estar la ética y la
consciencia sobre el uso que hacemos de los demás animales (tema que se abordará con
más precisión en la Parte 12). Quizás la respuesta comience a vislumbrarse, desde un lado
antropocentrista (pone en el centro al ser humano) y no menos valioso, si comparamos la
explotación animal y sus consecuencias con otra actividad extractivista. Si estás leyendo
este ensayo y eres activista socioambiental, o no y te preocupa el ambiente, seguramente
estarás en contra del uso y extracción de combustibles fósiles, es decir del petróleo. Hay
sobradas razones, como el Cambio Climático, para hacerlo. Entonces, te propongo a que
respondas esta incómoda pregunta: ¿Estarías de acuerdo en continuar con la extracción
de petróleo pero ahora por parte de familias o comunidades rurales y no de una
multinacional o empresa estatal? ¡¿Qué solución le damos al cambio climático y a la
contaminación si continuamos con la extracción de petróleo, la haga quien la haga?!
Importante aclaración: Desde ya que para una transición energética, ésta sería mucho más
rápida si el petróleo estuviera en manos de las comunidades y clase trabajadora, pero este no
es el punto que estoy abordando. Entender a lo que apunto es fundamental para no desviarnos
del tema ni desvirtuar el argumento sobre el extractivismo derivado de la explotación animal.
En mayor o menor medida, desde un punto de vista ambiental y de salud, explotar
animales está mal, lo haga una multinacional, una comunidad campesina o tu vecinx.
Es ciencia sin conflictos de intereses ni culturales. Debemos comenzar a transitar este
cambio de paradigma lo antes posible. Cómo se expuso ampliamente en las Partes 3 y 4,
no existe la explotación animal sustentable o sostenible, ni tampoco que respete la vida
de los animales. Es aquí donde el Estado deberá proveer a esas familias de los recursos
para transformar su empresa ganadera en una sostenible de origen vegetal aprovechando
la tierra que posee esa familia, teniendo en cuenta el potencial de cultivos de cada región.
O brindar otros empleos en empresas también sostenibles. Si el argumento es el dinero,
cada día aumentan las “empresas plant based”, más las que el plan económico de un
gobierno consciente y comprometido con la causa debería promover brindando
incentivos y otorgando créditos. Las empresas conscientes actuales y futuras requieren y
22
requerirán insumos basados en plantas, y las tierras de esas familias que hoy crían
animales podrán brindarlos si hoy comienza su transformación. Si el argumento es “la
cultura”, no podemos sostener prácticas nocivas por razones culturales.

Parte 8: Perjuicios para la salud humana de una alimentación que incluye animales
La lista de perjuicios para la salud humana relacionados con el consumo de productos animales
es muy larga. Aquí destacaré los principales y de manera resumida, con el aval de los estudios
científicos sin conflicto de intereses que podés encontrar en el link que comparto en la página 2.
Debés tener en cuenta que provenga de donde provenga, ya sea de ganadería regenerativa,
granja feliz, feedlot o granja industrial, las carnes, lácteos y huevos tienen los mismos
perjuicios para la salud que debajo se detallarán.
1) El exceso de grasas saturadas y el contenido de colesterol de los productos animales (carnes,
lácteos y huevos) son los principales responsables de las enfermedades cardiovasculares, la causa
número uno de mortalidad. Este tipo de grasas y el colesterol pueden ir taponando las arterias,
ya desde la infancia a través de la formación de la placa de ateroma (aterosclerosis), no
necesariamente un proceso que se desencadena sólo en la etapa adulta, y cuando un coágulo se
atasca en ese estrechamiento de las arterias se produce un infarto o accidente cerebro vascular
(ACV). Además, las grasas que recubren las células epiteliales de las arterias no permiten que se
libere el óxido nítrico que permite la elasticidad y salud de las mismas.
2) Estas mismas grasas saturadas hacen que los productos de origen animal promuevan el
sobrepeso u obesidad debido al exceso de calorías, y con ello el aumento de probabilidades de
padecer hígado graso.
3) La grasa presente en los productos de origen animal interfiere con la función de la insulina,
disminuyendo su capacidad para llevar el azúcar de la sangre al interior de las células, origen de
la diabetes 2.
4) Las proteínas de origen animal son los principales alérgenos alimentarios a nivel mundial.
Siendo la alergia a la proteína de la leche de vaca la número uno. Causante de la mayoría de los
cólicos en bebés y el llanto desgarrador que les produce. Le siguen la proteína del huevo, y en
tercer lugar la de los pescados y mariscos.
5) Las hormonas propias de todo animal quedan en sus productos, desde carnes, huevos hasta
lácteos. El queso es la principal fuente de hormonas en la mala alimentación humana. Desde ya
que esa provisión exógena de hormonas a las propias que genera el ser humano puede
desencadenar diferentes perjuicios a la salud, vinculados con alteraciones en el funcionamiento
23
de propias glándulas hormonales humanas y en el incremento de hormonas de crecimiento que
pueden promover un crecimiento indeseado de tejidos. Aún peor es el hecho de que a las vacas a
las cuales se les extrae la leche, al mismo tiempo se las insemina (viola) y quedan embarazadas,
con lo cual un incremento de hormonas femeninas propias de la etapa de gestación van a parar a
la leche y en sobreabundancia en quesos, manteca y crema. Los niveles basales de hormonas
“femeninas” en hombres, desde niños a adultos, que toman o comen lácteos se ven
incrementadas/alteradas luego de su ingesta.

“El exceso de grasas saturadas y el contenido de


colesterol en productos animales (carnes, lácteos y
huevos) son los principales responsables de las
enfermedades cardiovasculares, la causa número uno
de mortalidad”
6) El consumo de proteína animal incrementa las cantidades de IGF-1, una hormona de
crecimiento similar a la insulina, y la actividad de una enzima llamada mTOR-1, ambas
directamente vinculadas con el crecimiento y expansión tumoral, es decir, con el cáncer. El
consumo de lácteos se asocia con cáncer de mama, útero, ovarios y próstata.
7) La falta de fibra de los productos animales no contribuye a la formación de las heces
promoviendo todo tipo de enfermedades intestinales que van desde el estreñimiento, pasando
por la diverticulosis (sacos que se forman por el desgarramiento del tejido del colon que debe
realizar una excesiva fuerza), su posterior diverticulitis (inflamación) hasta cáncer de colon. La
función de las heces es barrer/limpiar la pared intestinal y eliminar todo lo que no hemos
digerido y/o no necesitamos, que puede incluir sustancias nocivas.
8) La colina del huevo y la carnitina de las carnes se transforman en trimetilamina en el intestino
grueso gracias a las bacterias putrefactivas que se alimentan de productos animales. En personas
veganas, estas bacterias no habitan su colon. Esta molécula ingresa al sistema circulatorio y se
dirige al hígado, allí se oxida y pasa a llamarse óxido de trimetilamina, un potente promotor de la
placa de ateroma (aterosclerosis) y consecuente enfermedad cardiovascular.
9) La colina, presente en grandes cantidades en el huevo, es materia prima para las células
cancerosas que se han expandido luego de una metástasis.
10) La proteína animal inflama a los nefrones, células de los riñones, por lo cual va deteriorando
la función de los mismos a lo largo de toda la vida. Cuando se presenta la enfermedad renal
crónica, lo primero que le dirá un médico a su paciente es que disminuya el consumo de
proteína animal… ¡¿Por qué no nos lo dijeron antes?! Ahora ya lo sabes. De nada.
11) La proteína animal, junto con el exceso de grasas, puede promover un crecimiento acelerado,
provocando menarquia (primera menstruación) precoz. Con el consecuente riesgo de conflictos
psicoemocionales y/o embarazos precoces. La leche de vaca tiene el contenido de macro y
micronutrientes ideales para un ternero, una especie con necesidades y velocidad de
24
crecimiento muy diferentes al de la especie humana. En los quesos, esto está incrementado en
dosis de hasta diez veces superiores.

“El consumo de proteína animal incrementa las


cantidades de IGF-1, una hormona de crecimiento
similar a la insulina, y la actividad de una enzima
llamada mTOR-1, ambas directamente vinculadas con
el crecimiento y expansión tumoral (cáncer)”
12) La acidificación crónica del organismo, como consecuencia del metabolismo de los productos
de origen animal que originan residuos ácidos, contribuye a la descalcificación del organismo. El
organismo se ve obligado a mantener la alcalinidad de la sangre continuamente, para lo cual
utiliza calcio de los huesos y dientes.
13) El exceso de calcio que transita por los riñones contribuye a la formación de cálculos renales.
14) El exceso de colesterol contribuye a la formación de cálculos en la vesícula.
15) Algunas enfermedades autoinmunes como diabetes 1, psoriasis, lupus y esclerosis múltiple se
asocian con un mayor consumo de productos de origen animal.
16) Un mayor consumo de productos de origen animal aumentará la probabilidad de
enfermedades en el primer tramo del aparato digestivo como esófago y estómago, tales como
gastritis, donde la pared del estómago se ve dañada e inflamada. El reflujo gastro esofágico
puede dañar al esófago al extremo de provocar cáncer.
17) La caseína, proteína de los lácteos, interfiere/bloquea la absorción de antioxidantes y
fitoquímicos presentes en frutas y otros vegetales. Cada vez que mezclaste leche y frutas en un
licuado, o queso con verduras, no pudiste aprovechar en un 100% todos sus micronutrientes.
18) La intolerancia a la lactosa (azúcar de la leche) es muy común en todo el mundo y se
manifiesta con hinchazón, distensión o dolores a nivel del abdomen, exceso de gases y/o
consecuente diarrea. Se debe a que el ser humano deja de fabricar la lactasa (enzima necesaria
para digerirla) al terminar la etapa de amamantamiento a los 2 ó 3 años de edad.
19) La leche contiene pus y bacterias en límites que tristemente la industria establece como
inocuos, pero que sin duda afectan a nuestro sistema inmunológico en mayor o menor medida.
El pus (infección) se produce debido a la mastitis, inflamación dolorosa de las glándulas
mamarias y tejido de las ubres de la vaca, producto de su explotación.
20) La caseína, proteína de los lácteos, al ser digerida parcialmente se transforma en una
molécula llamada casomorfina. Al ingresar a nuestro torrente sanguíneo tiene los mismos
receptores cerebrales de la heroína, produciendo un efecto adictivo o de placer. La casomorfina
también tiene un efecto opiáceo, produciendo apneas prolongadas en bebés, disminuyendo el
proceso de respiración, y pudiendo ser la responsable de muertes súbitas en los mismos.
21) El exceso de hierro de origen animal, que puede ingresar sin restricciones a nuestro

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organismo por el alto consumo de productos animales, podría ser la causa del incremento y
acumulación de depósitos de hierro en el cerebro que se ha descrito como un signo de la
enfermedad de Alzheimer.
22) Concluyendo, un mayor consumo de productos de origen animal aumenta la probabilidad de
muerte por todas las causas asociadas a enfermedades crónicas.

“Un mayor consumo de productos de origen animal


aumenta la probabilidad de muerte por todas las
causas asociadas a enfermedades crónicas”
Con todos estos perjuicios, ¿cómo podemos aún seguir argumentando que dejar de consumir
animales es sólo una idea de veganxs? Además de ser un atentado a nuestra propia salud,
también lo es a nuestra inteligencia y a las finanzas de un Estado que gasta cientos o miles de
millones tratando de paliar enfermedades totalmente prevenibles, y en muchos casos
reversibles, con una alimentación basada en plantas integrales.

Parte 9: No necesitamos comer animales. Accionar y activar es esencial para el cambio


Una alimentación basada en vegetales es apta para cualquier etapa de la vida, es sostenible, más
económica y además ética. También previene, controla y revierte enfermedades crónicas.
Todo el 70% de las tierras para producir alimento que hoy están ocupadas por ganado volverían a
ser humedales, bosques y selvas si adoptáramos una alimentación a base de vegetales. Vegetales
que sólo necesitan para producirse una parte de lo que hoy ocupan los transgénicos. Es por ello,
que esta alimentación es revolucionaria y una herramienta indispensable, junto con el abandono
de los combustibles fósiles (transición energética), para evitar o mitigar el Cambio Climático.
Que quede bien en claro, hasta aquí no he hablado sobre veganismo. He presentado hechos,
datos científicos y coherencia ecológica. Más allá de eso... deberías considerar al veganismo
como postura ética y política ante la vida (hablaré de esto en la parte 12).
Necesitamos y debemos exigir a nuestros gobernantes un cambio urgente en el modelo de
producción de alimentos hacia uno basado en vegetales y agroecológico. A la vez que desde
nuestros actos individuales y colectivos seamos el ejemplo que queremos ver en el mundo.
Además de tu indispensable compromiso en las calles para reclamar por todo esto, uniéndote a
las acciones en favor del ambiente y de los animales (marchas, protestas, activismos
informativos, etc), es importante que dejes de financiar a la industria de la ganadería y del
agronegocio, quitando a los animales de tu plato de comida. Porque si vos estás dentro de ese
50% ó 60% no pobre que ha tenido el acceso a la información y posee el privilegio de poder
decidir qué comer o comprar en un mercado, no tenés excusas para seguir financiando
desmontes, contaminación, pérdida de biodiversidad y explotación animal. Al mismo tiempo,
necesitamos que un gobierno compuesto por personas éticas, coherentes e incorruptibles
desarrollen políticas públicas para que todxs puedan acceder a una alimentación vegetal sana,
completa, sabrosa, soberana, económica, accesible y sostenible.

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“Necesitamos y debemos exigir a nuestros
gobernantes un cambio urgente en el modelo de
producción de alimentos hacia uno basado en
vegetales y agroecológico”
Parte 10: Beneficios para la salud de una Alimentación Basada en Vegetales Integrales
Podemos comenzar diciendo que una alimentación basada en vegetales integrales (completos,
enteros, no refinados) nos asegura la prevención de todas las enfermedades crónicas,
hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes 2, incluyendo varios tipos de cáncer.
Esta alimentación, a diferencia de la tradicional omnívora, contiene todo lo que necesitás y nada
que no, es decir, nada que te pueda hacer daño. La Alimentación Basada en Vegetales Integrales
tiene 8 características claves, distintivas y únicas que hacen que esta alimentación sea
superadora a cualquier otra: 1) Baja en grasas saturadas y nula en colesterol; 2) No contiene
hormonas propias del tejido animal ni sus proteínas potenciadoras de crecimiento anómalo; 3)
No contiene bacterias propias del tejido animal ni ácido araquidónico proinflamatorio; 4)
Contiene antioxidantes; 5) Contiene fitoquímicos; 6) Contiene fibra; 7) Mejor digestión y
eficiencia energética; 8) Volumen adecuado a capacidad del estómago.
El hecho de que contenga una poca cantidad de grasas saturadas y nada de colesterol promueve
la salud cardiovascular. Tus arterias estarán sanas y no obstruidas por algo llamado placa de
ateroma. Esta placa acumula ese tipo de grasas y reduce la luz y el ancho de las arterias, por
donde viaja el flujo de sangre, y los coágulos formados, debido a que el epitelio de las arterias
está dañado, pueden atascarse en esos angostamientos, produciendo los infartos. El ACV,
accidente cerebro vascular, es un infarto (muerte de las células o tejido a causa de la falta de
oxígeno) pero en el cerebro. Además, claro está que las grasas saturadas no son las mejores
aliadas para mantener un peso saludable que previene todas las enfermedades crónicas.
Los antioxidantes, presentes en frutas, verduras y legumbres, previenen el envejecimiento
celular, es decir, promueven la salud de todos los tejidos y órganos, combatiendo los radicales
libres (residuos metabólicos). La vitamina C es el antioxidante más popular. Si hablamos de
longevidad, debemos hablar de antioxidantes. Los de origen vegetal podemos aprovecharlos al
100%, en cambio, cualquier antioxidante presente en algún tejido animal verá opacado su
beneficio, volviéndolo nulo, debido a los demás componentes perjudiciales que poseen los
productos de origen animal.
Los fitoquímicos son compuestos presentes únicamente en los vegetales que potencian la buena
salud de nuestro sistema inmunológico, manteniendo bien altas nuestras defensas, previniendo
enfermedades o recuperándose mucho más rápido de ellas. Muchos fitoquímicos tienen
propiedades anticancerígenas demostradas, sobre todo los presentes en el ajo, cebollas y
crucíferas.
La fibra, presente únicamente en los vegetales, es la materia prima para formar nuestras heces y
poder mantener limpio nuestro intestino y una salud general de todo nuestro sistema digestivo.
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La correcta formación de las heces gracias a la fibra es preventiva de muchas enfermedades
intestinales que van desde la formación de divertículos hasta el cáncer de colon (intestino
grueso). Además, la fibra no es alimento para nosotrxs, sino para las bacterias benéficas que
viven en nuestro colon. Gracias a ellas, y no a las bacterias que se alimentan de productos
animales, aumenta la mucosa protectora de nuestro intestino, potenciando nuestro sistema
inmunológico, combatiendo a bacterias nocivas. También estas bacterias benéficas generan
productos que benefician a procesos que realiza el hígado y a todo nuestro metabolismo.
También tienen la capacidad de convertir parte de la fibra en ácidos grasos de cadena corta que
si podemos absorber en el intestino y aprovecharlo como nutrición.
Por último, el gran beneficio distintivo y propio de esta alimentación basada en vegetales
integrales es que se llena un estómago, dando saciedad, con un contenido calórico/energético en
armonía con nuestra naturaleza, que jamás promoverá el sobrepeso o la obesidad. Las calorías es
la traducción en energía de todos los alimentos que digerimos y metabolizamos. Energía que
necesitamos para vivir. Dicho de otra manera, si llenas un estómago con bananas, hablamos de 5
ó 6 unidades, tendrás alrededor de 500-600 calorías (kcal), en cambio si llenas tu estómago con
carne tendrás 1600 kcal. Se recomienda, como promedio de ingesta diaria de calorías en
personas adultas, que no realizan actividad física intensa, una cantidad de 2000 kcal. Claro está
que con frutas y vegetales podrás llenar tu estómago 4 veces al día sin estar preocupándote por
las calorías, como lo hace cualquier otro animal en el planeta a la hora de alimentarse, sin estar
contando calorías.

Parte 11: Componentes de una alimentación basada en vegetales bien planificada


No pueden faltar en tu día alguno/os representante/es de estos 6 grupos de alimentos.
1) FRUTAS: Banana, manzana, pera, uva, naranja, mandarina, durazno, sandía, melón, ananá,
kiwi, frutilla, mango, mamón (papaya), arándano, cereza, caqui, etc. MÍNIMO 3 DIFERENTES: una
de ellas que sea cítrica por su aporte de vitamina C. Es muy necesaria la variedad en este grupo.
2) HORTALIZAS Y VERDURAS: Vegetales de ensalada y otros. HOJAS VERDES: Espinaca, acelga,
lechuga, perejil, rúcula, achicoria, radicheta, berro. COLES/CRUCÍFERAS: Brócoli, repollo blanco
y colorado, coliflor, col rizada (Kale), repollitos de Bruselas. Otros: ajo, rabanito, nabo, zanahoria,
tomate, pepino, cebolla blanca y colorada, cebolla de verdeo, puerro, morrón (rojo, verde,
amarillo), apio, remolacha, zapallitos, zucchini, zapallo, calabaza, chaucha. Especias (siempre son
mejores frescas, no desecadas): jengibre, canela, comino, curry, cúrcuma, orégano, albahaca,
tomillo, romero, etc. MÍNIMO 5 DIFERENTES: una de ellas que sea hoja verde, otra zanahoria o
calabaza, otra una crucífera. Es muy necesaria la variedad en este grupo.
3) TUBÉRCULOS: Papa, batata, mandioca. Tienen en común su alto contenido de carbohidratos,
y esta característica las diferencia de las otras verduras. Por ello, este grupo podría reemplazarse
por el consumo de más bananas.
4) CEREALES INTEGRALES: Arroz integral, mijo, avena, trigo integral, polenta (choclo),
centeno, cebada. Pseudocereales: quínoa, trigo sarraceno, amaranto. POR LO MENOS 1. No
importa la monotonía en este grupo.
5) LEGUMBRES: Lenteja, arveja, garbanzo, haba, poroto (blanco, negro, aduki, colorado, verde
–mung-, etc). Opción: Algunas como las lentejas o porotos mung se pueden consumir fácilmente
como brotes germinados frescos, sin cocción. POR LO MENOS 1. No importa la monotonía.
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6) FRUTOS SECOS Y SEMILLAS: Nuez, almendra, avellana, castaña de cajú, pistacho, castaña
amazónica o nuez de Brasil/Pará/boliviana, maní (aunque este es una legumbre, tiene la grasa de
un fruto seco). Girasol, lino, sésamo, chía (hidratarlas todas en agua para que sus nutrientes
estén más biodisponibles). Las más pequeñas es necesario consumirlas molidas. Comerlas en
ensaladas. MÍNIMO 1 fruto seco y 3 DIFERENTES semillas: sésamo -fuente de calcio-, lino
-fuente de omega 3-, girasol -fuente de omega 6-. Es necesaria la variedad en este grupo.
ACEITES: No son esenciales si consumimos a diario frutos secos, semillas y palta por ejemplo.
Tampoco son los mejores aliados en un plan de descenso de peso. Si se consumen, hacerlo con
moderación y en partes iguales girasol, lino y oliva, o un máximo de cuatro partes a uno de
girasol y lino respectivamente.
BEBIDA: Agua. No hay otra opción más saludable. Puedes beber bebidas probióticas como el
kéfir o kombucha, aunque no son esenciales.
SUPLEMENTO DE VITAMINA B12: Tomarlo apenas unos minutos antes de cualquier comida. No
combinarlo con suplementos de vitamina C ni algas como la espirulina ya que interfieren su
absorción. Recomiendo la vitamina B12 como cianocobalamina porque es la más estudiada y
accesible. Dosis por semana de Vitamina B12: Adultos 2000 a 2500 mcg; adulto mayor 2500 mcg;
9-13 años 1500 mcg; 4-8 años 1000 mcg; 1-3 años 750 mcg; 6-11 meses 400 mcg.
Importante: Si vas a hacerte un análisis de sangre para ver los niveles de vitamina B12 no debes
tomar la suplementación por 3 semanas previas al día de extracción de sangre para no alterar los
resultados. Y además evaluar también la “homocisteína”, para en conjunto tener un panorama
más acertado de tus reservas de B12.
Si tienes déficit de B12, es decir menor a 400 pg como resultado del análisis, debes tomar 1000
mcg diarios durante un mes y luego continuar con la dosis normal semanal. Chequear con otro
análisis en 6 meses.
Sobre cuál marca elegir, puedes consultarme por privado a mi Ig o Fb @nutriveganjuan ya que
la mayoría contiene aditivos totalmente innecesarios de sospechosa y comprobada toxicidad.
OMEGA 3: Para asegurar la ingesta adecuada consume por día una cucharada sopera al ras de
semillas molidas de lino o chía, o 4 nueces comunes enteras. Evitando el consumo en exceso de
aceites de girasol o maíz que puedan causar un desbalance muy pronunciado entre omega 6 y
omega 3. Sí debes consumir semillas de girasol como una rica fuente de omega 6. Ten en cuenta
que el maní también es una fuente alta de omega 6.
A tener en cuenta, recomendaciones generales:
Cuanto más crudo comas en el día (frutas y ensaladas) más beneficios para tu salud vas a recibir
de esta alimentación.
Realiza actividad física. Si no practicas deportes o no realizas actividad física en general, no es
indispensable o necesario que comas cereales o legumbres más de una vez al día.
La fruta no es postre, es plato principal, sobre todo en desayuno y merienda. Come hasta
saciarte. El límite lo pone tu estómago.

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Parte 12: Veganismo y Especismo
Hasta aquí, toda la información expuesta y conclusiones basadas en evidencia científica sobre el
deterioro a la salud humana y al planeta, nada tenían que ver con el veganismo. Aunque claro
está, llevar a la práctica el veganismo tiene repercusiones directas tanto en la salud como en el
planeta.
El veganismo es la postura ética que consiste en no avalar ni practicar ningún tipo de
explotación animal. Hay todo tipo de uso o explotación animal que hacemos los seres humanos.
Usamos a los animales como entretenimiento (acuario, zoológico, circo, riña de gallos, carrera de
galgos), deporte (polo, turf, jineteada, corridas de toros), alimento (carnes, lácteos, huevos,
ingredientes), vestimenta (lana, cuero, pieles), testeo en laboratorios, herramienta de trabajo
(tracción de carros, arado, apicultura). Desde ya que lo hacemos contra su voluntad, para
satisfacer un deseo totalmente innecesario, puesto que no necesitamos nada de los demás
animales. Todas las necesidades antes descritas pueden satisfacerse sin usar a los animales.
El especismo es la discriminación que ejerce el ser humano para con las demás especies,
creyéndose, de manera arbitraria, superior a todas ellas, avasallando por completo sus
derechos. La visión especista, desde ya antropocentrista (pone en el centro al ser humano), ve a
los demás animales como cosas, objetos, productos, mercancías e incluso divisas. El gran desafío
ético y moral que atraviesa la humanidad es comenzar a ver a los
demás animales como personas sujetos de derecho.
En 2012, decenas de expertos en neurociencia confirmaron la
sintiencia, capacidad de sentir, de los demás animales, y lo
resumieron en lo que se conoce como Declaración de
Cambridge. Donde se declara que “lxs humanxs no somos lxs
únicxs en poseer la base neurológica que da lugar a la
consciencia”.
En 2019, en Francia, como respuesta a la anterior declaración, universitarios del área del
derecho, luego de tres coloquios sobre la personalidad jurídica de los animales, realizaron la
Declaración de Toulon. Entre sus diferentes postulados se destacan:
“Que los animales deben considerarse universalmente como personas y no como cosas”
“Que los animales deben considerarse personas físicas no humanas”
“Que el reconocimiento de la personalidad jurídica de los animales es una etapa indispensable
para alcanzar la coherencia del sistema de derecho”
“Que esta dinámica se inscribe en una lógica jurídica que abarca tanto el plano nacional como el
internacional”
“Que toda reflexión en torno a la biodiversidad y el futuro del planeta debe pasar por la
integración de las personas físicas no humanas”
Retomando el concepto de “Especismo”, la acción explícita que intenta abolir este tipo de
discriminación se la conoce como “Antiespecismo”. Quien tome un rol activo contra la violencia
hacia los demás animales estará ejerciendo un rol antiespecista. La persona vegana pasiva, la
mera espectadora, ante la injusticia no necesariamente podría decirse que es antiespecista.
¿Hasta dónde llega el límite arbitrario del respeto hacia las demás especies? ¿Por qué llegamos a
amar a los perros y los gatos, y a la vez asesinar a cerdos, aves y vacas? Todo es cultural y

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obedece a costumbres que jamás te has cuestionado. Es hora de cuestionarlas y deconstruir.
Para el ser humano puede ser una “granja feliz”, para ellos es una muerte inesperada el día
menos pensado. Para el ser humano puede ser “ganadería regenerativa”, para ellos significa su
muerte tratando de dejar la menor huella de carbono durante su corta vida.

Parte 13: ¿Comer carnes, lácteos o huevos es una decisión personal?


El consumo de animales o sus subproductos no es una decisión personal. Está muy lejos de serlo.
Aquella frase que solemos escuchar “no tengo nada contra lxs veganxs, que ellxs coman lo que
quieran, y yo tengo el mismo derecho de comer lo que quiero; si yo no me meto con ellxs ¿por qué ellxs
se meten conmigo?” está totalmente sesgada de información, conocimiento, análisis y consciencia.
El primer individuo que se ve afectado por esa decisión es el animal, y lo paga con su vida. Si el
ser humano fuera carnívoro éste no sería un argumento, pero no lo somos. Estamos pasando por
encima del derecho a la vida que tenía ese animal que no estaba en nuestra cadena alimentaria.
La segunda afectación o consecuencia, de aquello que se llama una “decisión personal” para
justificarla, es que daña al planeta como ya se ha explicado en la Parte 3. Desde el momento que
una decisión afecta al hogar de todxs lxs humanxs y demás animales, no puede considerarse
como una acción que “no molesta a nadie”. Incluso podríamos citar el art. 41 de la Constitución
Nacional Argentina que habla del derecho que todxs tenemos a un ambiente sano. Claro está que
no se aplica para actividades extractivistas mega contaminantes, menos se va a aplicar para
alguien que pone un bife en su plato. La base argumental encaja perfectamente. Lo lejana que
pueda estar la consciencia de la mayoría de este hecho, no significa que no sea verdadero y justo.
La tercera y última razón por la cual consumir animales y derivados no es una decisión
personal tiene que ver con la Salud Pública. A un mayor consumo de carnes, lácteos y huevos,
aumenta la probabilidad de padecer todas las enfermedades crónicas, con lo cual la decisión
personal de aumentar las probabilidades de enfermarse, multiplicada por millones, se traduce
en millones de pesos o dólares en gastos del Estado. También se traduce en mayor ausentismo
laboral. Los gastos de internación hospitalaria y de medicamentos para hipertensión,
hipercolesterolemia y diabetes 2 son escandalósamente multimillonarios. Desde ya que la
enfermedad es un gran negocio para los laboratorios y para la salud privada. ¿Pero de qué lado
debemos estar para construir un mundo más justo?
En resumen, como habrás visto, comer animales no es una decisión personal sin consecuencias
para el entorno: está la vida del animal, la vida del planeta y los enormes gastos en Salud
Pública. Y podría agregar una cuarta razón diciéndote
que, aunque no te importe tu menor calidad de vida (la
única decisión realmente sin daños a tercerxs si no tienes
en cuenta que tu familia o seres queridos deberán velar
por tu enfermedad), si adelantas tu muerte por consumir
animales, posiblemente también tu familia y amigxs
podrían verse afectadxs psicoemocionalmente por tu
pérdida. Y también si eres la persona responsable de la
economía del hogar.
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Parte 14: Reflexión final. Justicia Alimentaria
Este trabajo pretendió desde un principio contestar las preguntas más frecuentes y básicas
acerca de lo que significa quitar a los animales de nuestro plato de comida. Tiene las limitaciones
propias, a conciencia, de que no debía ser del tamaño de un libro, para que pueda ser leído de
manera rápida y por la mayor cantidad de personas. Agradezco lo difundas. Todos los estudios
científicos que avalan los datos, y me sirvieron para los posteriores análisis y reflexiones que he
realizado, se encuentran en el link que compartí en la página 2.
Dejo en claro, cuando se exhorta al cambio individual, que se apunta al 50 ó 60% de la sociedad
que tiene el privilegio de acceder a la información y la capacidad económica para decidir qué
llevar a su plato de comida. No se acusa, ni juzga, ni se hace mención en ningún momento al uso
de animales por parte de pueblos originarios, y entendiendo que también es un hecho cultural
merecerá oportunamente un debate. Dicho tema podría abordarse en otro ensayo más específico
sobre esa cuestión. Aunque los tiempos claramente cambiaron, el racismo, abandono y violencia
institucional por parte del Estado hacia los pueblos originarios persiste, y eso incluye que
políticas públicas alimentarias, que podrían brindarles alimentos vegetales de calidad para
terminar con la desnutrición, hoy sean una utopía.
No existe en la política actual de quienes nos gobiernan una salida rápida al problema urgente
que plantea este trabajo. Sus acciones demuestran una ignorancia total del tema y un interés
atado a sus conveniencias individuales y a acuerdos, muchas veces secretos e ilegales, con
corporaciones, FMI, entre otros entes, regados de personajes tan poderosos como siniestros. Es
por ello que no espero nada de ellxs aunque creo que debemos seguir insistiendo en la lucha y
exigiendo un cambio en el modelo de producción de los alimentos, acceso a la tierra sin
convivencia con el modelo destructivo del agronegocio, trabajando cada día para una mejor y
real democracia participativa y vinculante (directa).
Debido a la inoperancia de quienes han gobernado y hoy gobiernan, responsables de la terrible
situación en la que estamos, es que deposito la fe en la educación informal, en una fuerza
revolucionaria, sea partidaria o apartidaria, y en el boca a boca del pueblo, En los corazones y
en las conciencias susceptibles de bondad, generosidad y empatía se trazan las salidas justas.
Una demanda con conocimiento, con sabiduría, dejará de ser víctima y cliente de las empresas
del mal. Y así, se les irá terminando su criminal negocio que además de ricas las hace poderosas.
Estamos transitando el principio del fin de la proteína animal. Llevará años, espero no sean
muchas décadas, porque cada año que pase, más especies se seguirán extinguiendo, el
calentamiento global nos irá trayendo devastadores y extremos eventos climáticos, la escalada de
violencia social estará a la orden del día y millones de animales seguirán siendo sacrificados a
diario. Nuevos enfrentamientos por agua, por comida, por cierres de fronteras a refugiados
climáticos, serán una realidad en pocos años si no detenemos esta frenética topadora capitalista
de desprecio por la vida. Al mismo tiempo, neocolonialismos se irán profundizando.
Si escribo es porque tengo fe, esperanza y sueños por realizar. Con lo cual, esto no es un
testamento ni una carta de adiós transitando el colapso. Esto es un llamado a la revolución, a la
acción. Esto es una declaración de revolución alimentaria. Es la propuesta de avanzar un paso
más allá de la seguridad y soberanía alimentaria, se trata de ir hacia la Justicia Alimentaria,
que incluye a humanxs, no humanxs y al planeta entero.
32
Justicia Alimentaria

Es el derecho de los pueblos que viviendo en armonía


con los demás animales define sus propias políticas y
estrategias sustentables de producción 100% vegetal,
su distribución y su consumo, decidiendo por tanto
qué, cuánto y cómo producir, respetando el derecho a
la accesibilidad de alimentos sanos, al trabajo digno y
a la salud de lxs humanxs, y el derecho inherente a la
vida de los animales no humanxs y los ecosistemas.

Juan Manuel Esteche, Marzo 2023


Primera Edición

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Este ensayo se irá actualizando, enriqueciendo y perfeccionando a partir de nuevos
conocimientos, sugerencias y críticas constructivas.

Puedes escribirme a nutriveganjuan@gmail.com o através de mensaje privado en mis redes en


Instagram y Facebook @nutriveganjuan

Permanece atentx a las redes para asistir a las charlas


Te espero en alguna de mis próximas charlas sin costo y/o a voluntad para que puedas
enriquecerte de conocimiento, despejar todas tus dudas
y lo más importante: ¡empoderarte!

También puedes invitarme a tu comunidad, organización o institución para que presente este
ensayo o brinde mis habituales charlas sobre cualquiera de los temas que suelo abordar.

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Agradecimientos
Lamento tener que mencionarlxs sólo por sus iniciales. Lo hago para protegerles.
Gracias infinitas por todo:
A.V.C, S.B.N, M.S.E

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