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Seminario de Tlalnepantla

“Nuestra Señora de los Remedios”

Poincaré: La hipótesis en la física / La ciencia y la realidad

El texto de Poincaré se me hace muy interesante y se nota una evidente influencia del pensamiento
físico matemático en su argumentación, lo cual se me hace muy adecuado, ya que a través de estas
ciencias que son tan metódicas y rigurosas podemos observar de mejor manera el modo en que se
realiza metodológicamente una ciencia, sobre todo en la formulación de hipótesis, leyes, la
objetividad del mundo y la posibilidad de predicar acerca del mundo.
Para este comentario me gustaría centrarme en los siguientes tres puntos de análisis:
1. Experiencia y generalización
Aunado a lo visto en clase, me parece interesante la proposición de que toda ciencia parte de la
experiencia, lo cual parece evidente al constatar como se dan los conocimientos y avances
científicos, sin embargo, se me hace interesante como el autor introduce el tema de la
generalización, pues ciertamente, como bien lo afirma el autor, tampoco hay conocimiento
científico sin generalización.
Un ejemplo de ello seria la experiencia de un niño, que a pesar de que le ayuda a descubrir su
realidad, aun es un conocimiento precientífico, dado que el niño aun es incapaz de generalizar, y
solo será conocimiento científico cuando el niño se de cuenta de la recurrencia del hecho y pueda
deducir un postulado general que modifique su relación con la realidad; de igual manera, lo que
hace el científico es, a través de la inducción, producir una generalización donde se pueda
categorizar o clasificar los fenómenos para prever la realidad.
2. Contingencia y determinismo
Esto parece un poco confuso porque como filósofos parece que asociamos lo contingente con la
mera apariencia, la vaguedad, algo que no es seguro, y al hablar de que la ciencia es contingente
podríamos pensar “este autor es relativista”, sin embargo, el autor tiene un buen argumento con el
que nos explica por qué la ciencia es contingente.
La ciencia es contingente porque no solo trata de reproducir el antecedente para obtener el
consecuente, sino que también debe reproducir las circunstancias, y estas nunca serán exactamente
las mismas, sino semejante, por lo cual tienen algo de contingentes, y lo que hace la ciencia no es
agrupar fenómenos exactamente iguales, sino fenómenos semejantes que se comportan de manera
similar.
De igual manera en el determinismo hay algo de contingencia en el sujeto científico, ya que el
determinismo es una elección que puede darse o no por parte del sujeto.
3. Carácter público de la realidad
Creo que este punto es el más importante pues gracias a que el mundo es público (posible de
conocer por todos en categorías similares) podemos hablar de una realidad objetiva que hace
posible el conocimiento científico. El contrario de esto sería el prejuicio egológico cartesiano donde
no hay una realidad común, sino que cada cogito produce su propio mundo.
Las condiciones de objetividad que propone el autor son dos, el mundo común y la capacidad de
transmitir ese mundo, aunque posteriormente aclara que hay fenómenos no transmisibles como las

Angel Luna Leyva


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emociones. Al leer esto me saltaba la semejanza de esta tesis con la de los fenomenólogos que
ponen entre los fundamentos del mundo de la vida el que este sea un mundo intersubjetivo y
predicable (o que se pueda predicar de él.

Más aun me resalto en el texto de Poincaré el momento donde dice que no puede haber
realidad objetiva sin un sujeto que la perciba, y esto lo relaciono aún más con la
fenomenología y su concepto de intencionalidad que define el carácter objetico de la
realidad, pues la intencionalidad nos dice que toda conciencia es conciencia de algo, es
decir, no hay escisión entre sujeto y objeto, por lo cual toda realidad se da siempre en el
binomio sujeto-objeto, no hay sujeto encerrado en si mismo (cogito cartesiano) o realidad
inmanente sin conciencias (como el mundo de las ideas). Incluso en la fenomenología la
intencionalidad resuelve el problema de Poincaré con la incomunicabilidad de los
sentimientos, pues al tener intencionalidad, el limite de la realidad objetiva no es solo lo
que se puede predicar, sino lo que se puede intencionar y por tanto abarca también esas
emociones indescriptibles.

Angel Luna Leyva

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