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9.

4 COHERENCIA Y CONSISTENCIA DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO


Un ordenamiento no es solo un conjunto de normas, es la estructura, la función y
fin normativo que da sentido a las normas, que permite predicar su validez, su
existencia, sus características, jerarquía y clasificación. Las normas jurídicas sin
inscribirse en un ordenamiento no podrían explicarse, reconocerse como jurídicas,
ubicar su jerarquía, su lugar en alguna clasificación, determinar su validez,
existencia y eficacia.
Los ordenamientos jurídicos se suelen presentar desde tres características
fundamentales:
1. La unidad,
2. La coherencia, y
3. La plenitud.
La unidad incide en la posibilidad de encontrar un criterio en torno al cual las
normas del ordenamiento se constituyen como un todo unitario y diferente a otros.
La unidad del ordenamiento que es una aspiración del propio ordenamiento, tiene
que ver con tres cuestiones capitales:
 La validez que permite identificar las normas del ordenamiento jurídico.
 La distinción entre las normas jurídicas y otras normas como las de la
moral.
 La jerarquización de las normas dentro de un sistema complejo de fuentes
jurídicas.
9.4.1 COHERENCIA
La coherencia alude en la aspiración normativa de que las normas entre si no
sean contrarias o contradictorias. La realidad normativa, sin embargo, es bien
distinta y presenta abundantes contradicciones entre normas de un mismo
ordenamiento, lo que presenta problemas porque en materia de reglas, el
cumplimiento de una de las normas implica el incumplimiento de las otras, y en
colisiones entre principios o valores, el problema consiste en cómo hacerlos
compatibles para ponderarlos respecto al caso concreto.
La coherencia es un atributo racional y lógico que ha sido reconocida por la teoría
del derecho en general, como un pilar fundamental dentro de la construcción del
concepto de sistema jurídico, pues intrínseco al mismo se encuentra que las
normas que lo integran, no se encuentran dispersas, aisladas e inconexas entre sí,
sino que por el contrario, tienen una organización de conjunto o totalidad
ordenada. Por tanto, la coherencia es un requisito sine qua non de la idea de
sistema, la forma de organización de la ciencia jurídica en la actualidad.
9.4.2 CONSISTENCIA
Consistencia normativa aquella propiedad por la cual en un ordenamiento jurídico
no es posible encontrar dos directrices de acción [de obligatorio cumplimiento]
incompatibles y que no son susceptibles de cumplirse al mismo tiempo, sea
porque ellas imponen dos obligaciones en direcciones opuestas o porque una de
ellas prohíbe lo que la otra permite y por tanto no hay forma de cumplir una de
ellas sin incumplir la otra. Tal consistencia normativa la entendemos tanto en el
plano de la legislación como en el plano de la adjudicación, esto implica que los
jueces frente a casos “iguales” deben contar sólo con una directiva de acción
correcta, ya que de esa forma se entiende que un ordenamiento jurídico guarda
unidad y racionalidad. No es difícil notar que esta consistencia normativa en los
ordenamientos jurídicos se da en grados, no de forma absoluta.
Asimismo, la consistencia normativa está estrechamente relacionada con la
denominada justicia formal. Es decir, “dos casos que son iguales (en los aspectos
relevantes) deben ser tratados de la misma manera”. El tratarlos de forma
diferente sería inconsistente e implica que las personas que forman parte de esta
inconsistencia no sean tratadas de igual forma por parte de la judicatura. Y si la
judicatura no trata a las personas de igual manera en casos iguales no está
reconociendo la igualdad que existe con respecto a las personas, promoviendo de
esta forma la desigualdad de trato.
Por otro lado, la consistencia normativa permite predictibilidad para el
ordenamiento de las conductas, promociona la percepción de que el derecho es
estable, impide la frustración de las expectativas privadas y preserva la separación
de poderes al fortalecer la obediencia al derecho producido por los jueces.
9.4.3 ANTINOMIAS
En la teoría del derecho se ha señalado que la solución de antinomias de reglas
se resuelve acudiendo a los famosos criterios de jerarquía, especialidad y
cronológico. Una antinomia es una colisión entre normas, cuando estas se
relacionan conforme al siguiente esquema:
1. Norma obligatoria vs. Norma prohibitiva.
2. Norma obligatoria vs. Permiso negativo.
3. Norma prohibitiva vs. Permiso positivo.
4. Norma obligatoria vs. Permiso positivo.
5. Norma prohibitiva vs. Permiso negativo.
6. Norma que establece un permiso positivo vs. Norma que establece un
permiso negativo.
La colisión de normas es producto de normas contrarias, contradictorias,
subcontrarias o subalternas. La antinomia para que se dé, exige también dos
condiciones:
a) Las dos normas deben pertenecer al mismo ordenamiento,
b) Las dos normas deben tener el mismo ámbito de validez (temporal,
espacial, personal y material).
Por tanto, la antinomia jurídica es una situación en la que dos normas son
incompatibles a condición de que ambas permanezcan en el mismo ordenamiento
y estén dentro de similar ámbito de validez.
La incompatibilidad puede clasificarse atendiendo a su grado o nivel de
contradicción, así existen antinomias:
Total – total
Parcial – parcial
Total – parcial
La antinomia total–total ocurre cuando la incompatibilidad es absoluta y radical.
Por ejemplo, una norma que prohibiera la huelga y otra que la permitiera.
La antinomia es parcial–parcial cuando cada una de las normas tiene un campo de
aplicación que está en conflicto con el de otra, y un campo de aplicación en el que
el conflicto no existe.
La antinomia total–parcial se da cuando su ámbito de validez es en parte igual y
en parte diverso en relación con la otra. Hay antinomia total de la primera norma
respecto a la segunda, y solo parcial de la segunda respecto a la primera. La
primera norma no puede ser aplicada en ningún caso sin entrar en conflicto con la
segunda; la segunda tiene un ámbito de aplicación que no entra en contradicción
con la primera.
Las antinomias se resuelven con tres criterios clásicos: cronológico, jerárquico y
de especialidad. El criterio cronológico nos dirá que la ley posterior deroga a la
anterior (Lex posterior derogat priori). El criterio jerárquico establece que frente a
dos normas incompatibles prevalece la norma jerárquicamente superior (Lex
superior derogat inferiori). Finalmente, el tercer criterio determina que la ley
especial deroga a la general (Lex specialis derogat generali).

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