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Teoría del Derecho Constitucional

Guía de estudio

Bloque V
Módulo 6

Licenciatura en Derecho
Índice

Organizador gráfico ............................................................................................................................................................................. 2

Introducción............................................................................................................................................................................................ 3

5.1 El territorio en la Constitución Mexicana ............................................................................................................................ 4

5.2 Las reformas del territorio nacional ................................................................................................................................... 10

5.3 La población en la Constitución Mexicana ....................................................................................................................... 13

5.4 Las relaciones iglesia-Estado en el constitucionalismo mexicano ........................................................................ 22

5.5 El sistema socio-económico del constitucionalismo mexicano .............................................................................. 27

Recapitulación .................................................................................................................................................................................... 32

Conclusión ............................................................................................................................................................................................ 35

Fuentes de consulta......................................................................................................................................................................... 36

1
Organizador gráfico

La
constitución y
el territorio

Las reformas
del territorio
nacional
El Territorio de la
Constitución Mexicana

La población en
la Constitución
Mexicana

Las relaciones
iglesia-estado en el
constitucionalismo
El sistema
mexicano
socioeconómico del
constitucionalismo
mexicano

2
Introducción

El territorio, la población y el gobierno son elementos esenciales, a través de

los cuales se entiende el Estado contemporáneo. Hemos visto en bloques

pasados el elemento gobierno, a través de la teoría clásica de división de

poderes.

El presente capítulo realiza un esbozo teórico-conceptual y a nivel del texto

de la Constitución Federal, respecto al territorio, la población, ciudadanía,

identidad, nacionalidad, etc. Asimismo, repasaremos la situación de la iglesia

frente al derecho a la luz del texto constitucional.

3
5.1 El territorio en la Constitución
Mexicana

Desde el punto de vista teórico, el territorio es un elemento esencial del

Estado (junto con el pueblo y el gobierno) que puede entenderse desde

diferentes perspectivas. Respecto al aspecto jurídico se establece como una

potestad que tiene el Estado respecto a su delimitación; así como, el ámbito

espacial de validez del derecho positivo vigente:

El territorio de un Estado no consiste necesariamente en una


porción de tierra. Algunas veces, a unos y el mismo Estado
pertenecen partes del espacio que no tienen contigüidad física,
sino que se hallan separadas entre sí por territorios que
pertenecen a otro Estado [...] Estas áreas geográficas separadas
forman una unidad sólo en cuanto uno y el mismo orden jurídico
es válido para todas ellas. La unidad del territorio estatal y, por
ende, la unidad territorial del Estado, es una unidad jurídica, no
geográfica natural. Pues el territorio del Estado no es en realidad
sino el ámbito espacial de validez del orden jurídico llamado
Estado.1

1
Kelsen, Hans, Teoría general del derecho y del Estado, UNAM, México, 1995, p. 247

4
Asimismo, refiere Quiroz Acosta respecto a la visión kelseniana del territorio:

“…el concepto del territorio de un estado surge en relación con


la problemática referida a la validez de las normas jurídicas en
el espacio. No olvidemos que bajo la técnica de Hans Kelsen el
territorio es el ámbito espacial de validez de la norma. El
territorio sin duda alguna es tridimensional: superficie,
subsuelo y espacio aéreo y en ese espacio es que se realizan
las conductas normativas del Estado de que se trate.”2

Como se desprende de lo anterior, el elemento territorio para Kelsen no se

reduce a una porción específica de tierra en donde el Estado se va a

desarrollar. Pueden existir territorios separados que sean parte de ese

mismo Estado y que se encuentran vinculados a través del mismo

ordenamiento normativo. La relación del territorio puede realizarse desde el

aspecto de unidad cultural como es el caso de la nación:

2
Quiroz Acosta, Enrique, Lecciones de Derechos Constitucional, Porrúa, México, 2006, p. 81.

5
El territorio es, pues, uno de los elementos que permiten que la
nación realice su unidad. Pero, además, una comunidad nacional
no es pata para formar un Estado sino mientras posea un suelo,
una superficie de tierra sobre la cual pueda afirmarse como dueña
de sí misma e independiente, es decir, sobre la cual pueda, al
mismo tiempo, imponer su propia voluntad y rechazar la
intervención de toda potestad ajena.3

Ahora bien, entender al territorio desde su concatenación con el aspecto

jurídico-político nos lleva al análisis de éste como “la tierra sobre la que se

levanta la comunidad del Estado, [...] significa el espacio en que el poder del

Estado puede desarrollar su actividad específica, o sea, la del poder

público”4. El Estado como condición para el ejercicio de las relaciones

sociales políticas que van a estructurar su formación y desarrollo evolutivo.

Los enfoques señalados en conjunto nos ayudan a precisar cuáles son las

funciones territoriales del Estado:

[...] las dos funciones que cumple el territorio son una positiva y
una negativa, siendo la primera el señalar al Estado sus
respectivos límites fronterizos, el ámbito espacial de sus leyes

4
Jellinek, Georg, Teoría general del Estado, FCE, México, 2000, p. 368

6
nacionales y aplicación de los tratados internacionales suscritos
por el mismo, que las personas nacionales o extranjeras que se
encuentren en su territorio cumplan con determinadas
obligaciones y requisitos. Esto es indispensable para que exista
seguridad jurídica, paz, armonía en las relaciones internacionales
entre los diversos Estados; mientas que la segunda función
consistirá en dotar al Estado de instrumentos administrativos,
legales, militares, económicos, humanos para impedir o autorizar
que otro Estado ejerza determinados actos en el territorio del
propio Estado.5

El aspecto teórico al que hemos hecho alusión se encuentra contemplados

en el texto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Así,

pues, sostiene el aspecto geográfico en su artículo 27, cuando establece que

la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del

territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido

y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares,

constituyendo la propiedad privada. Por otro lado, “como ámbito espacial

de validez, ya que nuestra legislación considera que el territorio no sólo

abarca la superficie terrestre, sino también el subsuelo y el espacio aéreo

5
Cruz Gayosso, Moisés; Ochoa Hofmann, Alfonso E.; y Robles Vázquez, Jorge, Teoría general del Estado, Iure editores,
México, 2006. pp. 176-177

7
(Tridimensional) Artículo 42, fracción VI, 27 párrafo cuarto y sexto

constitucional” 6.

Así, pues, desprendido del artículo 42 constitucional, el territorio nacional

comprende: (a) el de las partes integrantes de la Federación (las 32

entidades federativas); (b) el de las islas, incluyendo los arrecifes y cayos en

los mares adyacentes; (c) el de las islas Guadalupe y las de Revillagigedo

(situadas en el Océano Pacífico); (d) la plataforma continental y los zócalos

submarinos de las islas, cayos y arrecifes; (e) las aguas de los mares

territoriales en la extensión y términos que fija el Derecho Internacional y las

marítimas interiores; y (f) el espacio situado sobre el territorio nacional, con

la extensión y modalidades que establezca el propio derecho internacional.

Respecto a los límites territoriales, tenemos que señalar que atienden a una

perspectiva histórica del Estado. Al respecto, el artículo 45 señala que los

Estados y Territorios de la Federación conservan la extensión y límites que

hasta hoy han tenido. En opinión de Tena Ramírez, “[…] esta parte del

6
Orozco Garibay, Pascual Alberto, El Estado Mexicano. Su estructura constitutional, Revista Instituto de Investigación
Jurídica, Universidad Nacional Autónoma de México, p. 11, disponible en: https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv

8
precepto plantea el problema relativo a la determinación de los límites de los

Estados y Territorios… se refiere a una situación de hecho que no ha sido

esclarecida ni determinada por ninguna ley”7. Al no existir una delimitación

precisa de las entidades federativas, se puede presentar el caso de

controversias respecto a los límites, en este caso la Constitución prevé, en

su artículo 46, las entidades federativas pueden arreglar entre sí y en

cualquier momento, por convenios amistosos, sus respectivos límites; pero

no se llevarán a efecto esos arreglos sin la aprobación de la Cámara de

Senadores. De no existir el convenio, y a instancia de alguna de las partes en

conflicto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación conocerá, sustanciará y

resolverá con carácter de inatacable, las controversias sobre límites

territoriales que se susciten entre las entidades federativas.

7
Tena Ramírez, Derecho Constitucional Mexicano, Porrúa, México, 2009, p. 192.

9
5.2 Las reformas del territorio
nacional

Repasamos en el apartado anterior aspectos teórico-conceptuales del

territorio en tanto elemento esencial del Estado, así como la forma en que

dichos conceptos se incorporan en el texto constitucional para su aplicación

práctica. El presente apartado de nuestra guía de estudio pretende dar

cuenta de la reformabilidad en materia de territorio a nivel constitucional.

De acuerdo a lo establecido en el artículo 73 de la Constitución Política de

los Estados Unidos Mexicanos (facultades del Congreso), describe aspectos

geográficos que refieren, particularmente, a las entidades federativas y los

territorios. Así, pues, se contempla a través de la óptica constitucional la

facultad del poder legislativo para admitir nuevos Estados o Territorios a la

Unión Federal. Al respecto, señala Tena Ramírez:

Es éste el caso en que ingresen a la Federación mexicana


nueva Estados o Territorios, por aumento de la superficie que
actualmente tiene el territorio nacional […] y como dicha
anexión significaría reforma constitucional, por implicar
modificación a los límites geográficos de la entidad o
entidades que recibieran la anexión, correspondería al
Constituyente admitir tal anexo. Así, pues, el Congreso

10
ordinario tiene la facultad para lo más, como es admitir una
nueva entidad federativa, pero no tiene facultad para lo
manos, como es admitir una porción territorial que no llegue a
la categoría de entidad federativa[...] El ejercicio de la facultad
consignada en la fracción I entraña otro caso de excepción a la
rigidez constitucional; no se puede ampliar una excepción de
flexibilidad a hipótesis no previstas exactamente, pues eso
equivaldría a dotar al Congreso ordinario de facultades propias
del Constituyente, que no le otorga expresamente la
Constitución.8

Por otro lado, la fracción III del mismo artículo, establece los requisitos para

formar nuevas entidades federativas dentro de los límites existentes.

En este sentido, se especifican los parámetros que deben tomarse en

cuenta:

Requisitos o hipótesis para formar nuevas entidades federativas

(a) Que la fracción o fracciones que pidan erigirse en Estados, cuenten


con una población de ciento veinte mil habitantes, por lo menos.
(b) Que se compruebe ante el Congreso que tiene los elementos
bastantes para proveer a su existencia política.
(c) Que sean oídas las Legislaturas de las entidades federativas de cuyo
territorio se trate, sobre la conveniencia o inconveniencia de la

8
Tena Ramírez, Derecho Constitucional Mexicano, Porrúa, México, 2009, p. 204.

11
erección del nuevo Estado, quedando obligadas a dar su informe
dentro de seis meses, contados desde el día en que se les remita la
comunicación respectiva.
(d) Que igualmente se oiga al Ejecutivo de la Federación, el cual enviará
su informe dentro de siete días contados desde la fecha en que le
sea pedido.
(e) Que sea votada la erección del nuevo Estado por dos terceras partes
de los diputados y senadores presentes en sus respectivas
Cámaras.
(f) Que la resolución del Congreso sea ratificada por la mayoría de las
Legislaturas de las entidades federativas, previo examen de la copia
del expediente, siempre que hayan dado su consentimiento las
Legislaturas de las entidades federativas de cuyo territorio se trate.
(g) Si las Legislaturas de las entidades federativas de cuyo territorio se
trate, no hubieren dado su consentimiento, la ratificación de que
habla la fracción anterior, deberá ser hecha por las dos terceras
partes del total de Legislaturas de las demás entidades federativas.

12
5.3 La población en la Constitución
Mexicana

Otro de los elementos esenciales del Estado que cobra relevancia a la luz del

texto constitucional, junto con gobierno y territorio, es la población. Antes de

señalar los matices que el texto constitucional refiere cuando habla de

población, conviene establecer algunas precisiones terminológicas. En este

sentido, es conveniente realizar la distinción que existe entre sociedad,

población, pueblo y nación.

Por sociedad entenderemos el hecho de asociación humana; esto es, el

agrupamiento de relaciones sociales que tienen como objetivo la realización

de un objetivo en común. “El concepto de sociedad comprende la

continuidad, la existencia de relaciones sociales complejas y una

composición que contiene representantes de los tipos humanos

fundamentales, especialmente hombres, mujeres y niños”9.

9
Pratt Fairchild, Henry, Diccionario de sociología, FCE, México, 1992, p. 280

13
La población es “[...] un término demográfico y estadístico que se utiliza para

hacer referencia al conjunto de personas que viven y se encuentran en un

determinado territorio geográfico [...]”10. Nos vamos a referir con población,

pues, al elemento humano del Estado: un grupo de individuos que se

encuentran ubicados dentro de un contexto determinado.

El vocablo pueblo, por su parte, es parte del género población y tiene una

connotación política:

La palabra pueblo es aquel conjunto de la población establecida en


determinado territorio, denominados también ciudadanos y que
intervienen en los asuntos políticos del gobierno y del Estado, en
cuyo beneficio se garantizan, establecen y reconocen
determinados derechos y obligaciones. [...] El pueblo a su vez,
supone también un conjunto, pero con la condición no sólo
demográfica sino más bien política, como cuando se alude al
pueblo mexicano [...].11

10
Cruz Gayosso, Moisés; Ochoa Hofmann, Alfonso E.; y Robles Vázquez, Jorge, Teoría general del Estado, Iure editores,
México, 2006. p. 166

11
Cruz Gayosso, Moisés; Ochoa Hofmann, Alfonso E.; y Robles Vázquez, Jorge, Teoría general del Estado, Iure editores,
México, 2006. p. 168

14
Por último, la nación es “[...] un conjunto de hombres que comparten en

común las mismas costumbres, tradiciones, historia, ideología, cultura,

idioma, religión, etc., con otros, pero que no necesariamente poseen un

territorio, gobierno y Estado [...]”12. Podemos afirmar que un Estado

necesariamente requiere de una nación como elemento integrante de su

identidad; sin embargo, una nación puede carecer de encuadrarse en un

Estado. Sobre el particular Weber establece:

El concepto de nación -en el supuesto que sea claramente


definible- no puede consistir en la reunión de las cualidades
empíricas comunes a todos sus miembros integrantes. Tal como
el término es empleado en ciertas circunstancias, su concepto
implica, ciertamente, la posibilidad de que ciertos grupos de
personas experimenten un sentimiento de solidaridad especial
frente a otro grupo. Es un concepto, pues propio del ámbito de los
valores. No existe, empero, un acuerdo acerca de la constitución
de esos grupos o de la determinación acerca de qué acción debe
ser la resultante de dicha solidaridad.13

12
Ídem

13
Weber, Max, Estructuras de poder, Ediciones Coyoacán-Diálogo Abierto, México, 2001, p. 35

15
De lo anteriormente expuesto destacamos la importancia de los vocablos

que son empleados en la práctica académica y al nivel de discurso político

como sinónimos pero que guardan, como podemos observar, características

particulares que son necesarias tomar en cuenta para poder establecer un

horizonte de conocimiento que posibilite la objetividad lingüística para una

posterior revisión crítica. Concluimos, pues, que dentro de la teoría

tradicional de teoría del Estado es el pueblo, en tanto especie del género

población, el elemento esencial a considerar en virtud de sus implicaciones

políticas. Como ya hemos visto en bloques anteriores, el elemento pueblo se

encuentra vinculado con el principio de soberanía (artículo 39 CPEUM), pues

todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste.

En este sentido, el pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de

alterar o modificar la forma de su gobierno.

La Constitución Federal, aterriza el elemento pueblo, al que hemos atribuido

una connotación política dentro de la teoría del Estado, en el vocablo

nacionalidad. En opinión de Quiroz Acosta, “la nacionalidad es la calidad de

pertenencia del individuo al pueblo de un Estado. Por ello, no es nada más

una simple fórmula legal, es la integración a una comunidad pero


16
fundamentalmente al Estado […]”14. El artículo 30 de la CPEUM, señala los

criterios de atribución de nacionalidad, pudiendo ser estos:

Por nacimiento Por naturalización

(A) Los que nazcan en territorio de la


República, sea cual fuere la (A) Los extranjeros que obtengan
nacionalidad de sus padres. de la Secretaría de Relaciones
(B) Los que nazcan en el extranjero, carta de naturalización.
hijos de padres mexicanos nacidos
en territorio nacional, de padre (B) La mujer o el varón
mexicano nacido en territorio extranjeros que contraigan
nacional, o de madre mexicana matrimonio con varón o con
nacida en territorio nacional; mujer mexicanos, que tengan
(C) Los que nazcan en el extranjero, o establezcan su domicilio
hijos de padres mexicanos por dentro del territorio nacional
naturalización, de padre mexicano y cumplan con los demás
por naturalización, o de madre requisitos que al efecto
mexicana por naturalización; y señale la ley.
(D)Los que nazcan a bordo de
embarcaciones o aeronaves
mexicanas, sean de guerra o
mercantes.

14
Quiroz Acosta, Enrique, Lecciones de Derechos Constitucional, Porrúa, México, 2006, p.31.

17
Respecto a las obligaciones de la población mexicana, el artículo 31,

establece:

(a) Hacer que sus hijos o pupilos concurran a las escuelas públicas
o privadas, para obtener la educación preescolar, primaria,
secundaria, media superior y reciban la militar, en los términos
que establezca la ley.
(b) Asistir en los días y horas designados por el Ayuntamiento del
lugar en que residan, para recibir instrucción cívica y militar
que los mantenga aptos en el ejercicio de los derechos de
ciudadano, diestros en el manejo de las armas, y conocedores
de la disciplina militar.
(c) Alistarse y servir en la Guardia Nacional, conforme a la ley
orgánica respectiva, para asegurar y defender la
independencia, el territorio, el honor, los derechos e intereses
de la Patria, así como la tranquilidad y el orden interior; y
(d) Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación, como
de los Estados, de la Ciudad de México y del Municipio en que
residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan
las leyes.

Cabe hacer la aclaración, que, entre extranjeros, mexicanos por

naturalización y mexicanos no habrá distinción alguna en cuanto a

protección de derechos humanos, y sus respectivas garantías, en virtud de

18
que los mismos constituyen la columna vertebral de la Constitución. La única

salvedad, en el caso de los extranjeros, tal y como lo establece el artículo 33

de la CPEUM, no tendrán injerencia o no podrán intervenir en asuntos

políticos del país.

De lo anterior y vinculado con el esbozo teórico desarrollado al inicio del

presente subinciso, podríamos establecer que el pueblo (desde la

perspectiva del género población), se encuentra integrado solamente por los

ciudadanos mexicanos. Los ciudadanos, serán todos los mexicanos que

hayan cumplido la mayoría de edad (18 años) y que tengan un modo honesto

de vivir (art. 34 CPEUM).

Los ciudadanos cuentan con derechos y obligaciones (artículos 35 y 36,

respectivamente), entre los que destacan:

Derechos Obligaciones

(A) Votar y ser votado mediante


elecciones populares (A) Inscribirse en el Registro
(B) Inmiscuirse de manera pacífica Nacional de Ciudadanos
en los asuntos políticos del país (B) Alistarse en la Guardia
Nacional

19
(C) Formar parte del ejército o la (C) Votar en las elecciones y
marina para la defensa del país consultas populares
(D)Ejercer el derecho de petición (D)Desempeñar cargos de
(E) Obtener nombramientos del elección popular
servicio público, bajo las
especificidades determinadas
por la ley
(F)

Por último, señalamos que ningún mexicano puede ser privado de su

nacionalidad, pero sí caer en los supuestos de suspensión de ciudadanía o

privación de la misma:

Se pierde ciudadanía mexicana Se suspende ciudadanía

mexicana

(A) Por aceptar títulos nobiliarios de (A) Por falta de cumplimiento,


otra nación sin causa justificada, de
(B) Por prestar servicios o funciones cualquiera de las
a un gobierno extranjero, sin obligaciones atribuibles a
autorización del gobierno los ciudadanos (art. 36
mexicano CPEUM). Esta suspensión
(C) Por aceptar condecoraciones durará un año.
extranjeras (excepción del

20
Ejecutivo Federal, diputados, (B) Por estar sujeto a un
senadores y ministros de la SCJN) proceso criminal por delito
(D)Por admitir del gobierno de otro que merezca pena
país títulos o funciones sin previo corporal, a contar desde la
permiso del Ejecutivo Federal fecha del auto de formal
(exceptuando literarios, prisión
científicos o humanitarios que (C) Durante la extinción de
pueden aceptarse libremente) una pena corporal
(E) Por ayudar, en contra de la (D)Por vagancia o ebriedad
nación, a un extranjero, a un consuetudinaria,
gobierno extranjero, en cualquier declarada en los términos
reclamación diplomática o ante que prevengan las leyes
un tribunal internacional (E) Por estar prófugo de la
justicia
(F) Por sentencia ejecutoria
que imponga como pena
esa suspensión

21
5.4 Las relaciones iglesia-Estado en el
constitucionalismo mexicano

Podríamos establecer, como punto base de nuestra exposición, que el antecedente de la

separación entre iglesia y estado se da con el cambio de expresión histórica estatal. Es

decir, su rastreo histórico nos remonta a Inglaterra con el triunfo de la Revolución de

1688, que limitó las potestades del monarca. Sin embargo, se puede ver de manera más

clara con la instauración del Estado demo-representativo que se genera en consonancia

con ideas de liberalismo progresista y reclamos sociales de las masas populares (finales

del siglo XIX).

Vale la pena establecer, ¿qué entendemos por religión?, en virtud de ser la religión un

aspecto de relevante significación para la iglesia como institución. Al respecto Tena

Ramírez apunta:

La religión es el conjunto de creencias o dogmas acerca de los


sentimientos de veneración y de temor hacia una dignidad, de normas
morales para la conducta moral y social, de prácticas rituales,
principalmente de la oración y el sacrificio para darle culto […] Implica la
religión desde luego también una obligación de conciencia, cumplimiento
de un deber del individuo en su fuero íntimo y con cierta comunidad de
la misma naturaleza religiosa.15

15 Tena Ramírez, Derecho Constitucional Mexicano, Porrúa, México, 2009, pp. 206-207.

22
En el pensamiento griego antiguo, “[…] consideraban que, por iglesia, debía entenderse

todo género de asambleas públicas, así como el lugar donde éstas se reunían” 16. Desde

una óptica institucional, la iglesia representa un punto de ejercicio de poder (capacidad

de influir en la voluntad de otro), a través de principios morales y éticos determinados.

Esto es, la iglesia como una forma de manipular la voluntad de las personas a través de

un sistema de reglas propio que contempla derechos (recompensas) y obligaciones

distintas a los que configuran el Estado y la Constitución.

El antecedente que podemos encontrar en México, es a través de las Leyes de Reforma

(Ley Juárez, 1855, Ley Lerdo, 1856) que, “[…] supuso un consenso entre las distintas

facciones de la familia liberal sobre la reducción o eliminación de los poderes públicos y

económicos de la iglesia […]”17, a pesar de la oposición inicial del Clero. Sin embargo,

dichas reformas logran suprimir el fuero del clero, poniéndolos en situación de

subordinación ante la ley, en calidad de ciudadanos.

16 Burgoa Orihuela, Ignacio, Op. cit., p. 975

17
Martínez De Codes, Rosa María, Juárez, su obra, su tiempo y su mundo jurídico. Las leyes de reforma, IX Congreso de
Historia del Derecho Mexicano, IIJ, México, 2006, p. 135 (versión disponible en línea en:
file:///C:/Users/acastillo/Downloads/29738-26887-1-PB.pdf)

23
El principio histórico de la separación del Estado y las iglesias, de acuerdo al contenido

del artículo 130 de la CPEUM, sujeta a la iglesia y demás agrupaciones religiosas, en tanto

instituciones a la Constitución. Esto es, se determina un principio de subordinación de la

iglesia, con sus respectivas particularidades de organización, a la norma. Estamos de

acuerdo con la opinión de Quiroz Acosta, cuando establece que el tema de separación

iglesia Estado debe verse bajo una óptica histórica, al respecto señala:

En el caso mexicano, es ampliamente conocido el fuerte impacto que en


las estructuras de poder ha tenido la iglesia católica. Entre más se
conoce la historia patria, más se tienen elementos propios para entender
el delicado papel que ha tenido dicha iglesia frente al Estado mexicano.
El status jurídico actual es justamente el resultado de nuestra historia, y
consideramos que debe ser analizado precisamente partiendo de los
elementos históricos. […] Después de un debate nacional que duró casi
tres años, durante su tercer informe de gobierno, el 1º de noviembre de
1991, el entonces presidente de la República anunció la reforma
constitucional en materia religiosa y señaló tres límites a la misma: a)
educación pública laica, b) no intervención del clero en asuntos políticos
y c) imposibilidad de acumulación de bienes temporales en sus manos,
no en las manos de las iglesias o agrupaciones religiosas.18

En este orden de ideas, corresponde exclusivamente al Congreso de la Unión legislar en

materia de culto público y de iglesias y agrupaciones religiosas. La ley reglamentaria

18
Quiroz Acosta, Enrique, Lecciones de Derecho Constitucional, Porrúa, México, 2006, p. 607 y 618.

24
respectiva, que será de orden público, desarrollará y concretará las disposiciones

siguientes:

(a) Las iglesias y las agrupaciones religiosas tendrán personalidad jurídica


como asociaciones religiosas una vez que obtengan su correspondiente
registro. La ley regulará dichas asociaciones y determinará las
condiciones y requisitos para el registro constitutivo de las mismas.
(b) Las autoridades no intervendrán en la vida interna de las asociaciones
religiosas;
(c) Los mexicanos podrán ejercer el ministerio de cualquier culto. Los
mexicanos, así como los extranjeros deberán, para ello, satisfacer los
requisitos que señale la ley;
(d) En los términos de la ley reglamentaria, los ministros de cultos no
podrán desempeñar cargos públicos. Como ciudadanos tendrán derecho
a votar, pero no a ser votados. Quienes hubieren dejado de ser ministros
de cultos con la anticipación y en la forma que establezca la ley, podrán
ser votados.
(e) Los ministros no podrán asociarse con fines políticos ni realizar
proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación
política alguna. Tampoco podrán en reunión pública, en actos del culto o
de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso,
oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de
cualquier forma, los símbolos patrios.

Como se desprende del texto constitucional, las diferencias entre iglesia y Estado

se dan por motivos políticos e institucionales, por lo que la iglesia no podrá

inmiscuirse en asuntos políticos, por lo que queda estrictamente prohibido por la

Constitución Federal:

25
(a) Celebrar en los templos reuniones de carácter político.
(b) Que los ministros de culto, sus ascendientes, descendientes, hermanos
y cónyuges, así como las asociaciones religiosas a que aquellos
pertenezcan, hereden por testamento de las personas a quienes los
propios ministros hayan dirigido o auxiliado espiritualmente y no tengan
parentesco dentro del cuarto grado.

Al respecto, Quiroz Acosta realiza la siguiente anotación:

Los ministros de culto no pueden asociarse con fines políticos no hacer


proselitismo o campaña en contra de candidatos o partidos políticos, ni
oponerse a las leyes o a las instituciones religiosas del país en los actos
de culto o de propaganda religiosa, ni en las publicaciones de carácter
religioso; no pueden agraviar los símbolos patrios, ni tampoco heredar
ellos, sus parientes cercanos y sus asociaciones religiosas por
testamento a las personas que hayan dirigido o auxiliado
espiritualmente y no sean sus parientes dentro del cuarto grado.19

19
Quiroz Acosta, Enrique, Lecciones de Derecho Constitucional, Porrúa, México, 2006, p. 623.

26
5.5 El sistema socio-económico del
constitucionalismo mexicano

Especial atención en el texto de la Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos de 1917 es el primer texto constitucional, a nivel mundial,

en regular, de manera explícita, el aspecto socioeconómico. Sobre el

régimen constitucional de la economía mexicana De la Madrid Hurtado,

apunta:

[…] fue la primera carta constitucional en introducir una


regulación detallada del derecho de propiedad y de los
derechos sociales de los obreros y campesinos, inaugurando
así el constitucionalismo social y económico que tendría una
expansión mundial significativa en las posguerras mundiales
y en la socialización del derecho internacional. Estas nuevas
tendencias del constitucionalismo formarían el concepto de
Estado social de derecho […].20

Derivado de lo anterior, tenemos que el contenido económico y social, es el

que genera las bases de un Estado de Derecho como influencia para las

organizaciones políticas contemporáneas. Ahora bien, respecto al Estado de

20
De la Madrid Hurtado, Miguel, El régimen Constitucional de la economía mexicana, UNAM-IIJ, México, 2004, p. 95
(versión en línea disponible en: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/3/1365/9.pdf)

27
derecho y su uso discursivo (a nivel académico e institucional), conviene

precisar la diferencia entre Estado de Legalidad y Estado de Derecho. Si

acudimos a la relación que directa que tienen ambos conceptos podríamos

hablar de que el Estado derecho es aquél en donde la sociedad cumple un

ordenamiento de derecho positivo vigente. Sin embargo, esta noción resulta

insuficiente pues “[...] que una sociedad viva de acuerdo a sus leyes, a su

Derecho positivo y vigente, no le garantiza vivir en un Estado de Derecho, [...]

lo anterior simplemente reconoce un Estado de Legalidad [...]”21. Para poder

dibujar los límites del concepto Estado de Derecho es conveniente

establecer algunas de sus características distintivas:

(a) Existencia de una Constitución. Que establezca de forma clara a


delimitación de atribuciones y competencias.
(b) Derechos y garantías constitucionales para toda persona que no
puedan ser violentados por ninguna autoridad o ley.
(c) Reconocimiento del principio de legalidad. Ninguna autoridad
puede actuar fuera del ámbito de su competencia.
(d) División de poderes para evitar abusos y extralimitaciones.
(e) Gobierno representativo y democrático
(f) Apertura de medios de comunicación que canalicen la opinión
pública y creen un ambiente de vigilancia de los poderes públicos

21
Márquez Rábago, Sergio R., Estado de derecho en México, IIJ-UNAM, p.1 (Artículo disponible en línea:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/6/2990/13.pdf, Fecha de consulta: 09/06/2018)

28
(g) Existencia de recursos administrativos y jurisdiccionales22.

De acuerdo a estas características, tenemos que la división de poderes, al

igual que con el Estado constitucional es una característica fundamental

pues es a partir de ahí que se propicia un contrapeso y equilibrio en el

ejercicio del poder Estatal. Asimismo, cobra especial relevancia el imperio de

la ley como rasgo que identifica notablemente lo que entendemos por

Estado de derecho y como habíamos señalado con anterioridad, no hace

referencia a un imperio de la legalidad. Busca que tanto representantes

como representados se encuentren en la normativa la expresión de la

voluntad general.

Una vez delimitado el Estado de Derecho, podemos establecer algunas

características de la regulación en materia económica del texto

constitucional de 191723:

Regulación en materia económica

Concepto de derecho de propiedad como función social. Es decir, la

propiedad como un derecho derivado de la sociedad, no anterior o superior

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González Uribe, Héctor, Teoría política, Porrúa, México, 1996, pp. 224-225

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Cuadro elaborado a partir de De la Madrid, Op. Cit., pp. 108-122 y CPEUM (DOF, 27/08/2018)

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a la misma, sujeto a las limitaciones y modalidades que dicte el interés

público. Busca: (a) distribución equitativa de la riqueza; (b) conservación de

los recursos naturales; (c) desarrollo equilibrado del país; (d) mejoramiento

de las condiciones de vida de la población rural y urbana; (e) equilibrio

ecológico; y (d) desarrollo de ejido y pequeña propiedad. (27 CPEUM)

Propiedad rural. (a) Se establece fin del reparto agrario (el Estado, se

señala, no tiene más propiedades ejidales que repartir, pues se han

repartido desde 1917); (b) Asociación de campesinos del sector social

entre sí y entre particulares; (c) Flexibilización de la propiedad ejidal; (c)

Capacidad de las sociedades mercantiles por acciones para ser

propietarias de terrenos rústicos.

Rectoría económica del Estado. Corresponde al Estado la rectoría del

desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral y sustentable,

que fortalezca la Soberanía de la Nación y su régimen democrático y que,

mediante la competitividad, el fomento del crecimiento económico y el

empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el

pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases

sociales, cuya seguridad protege esta Constitución. La competitividad se

entenderá como el conjunto de condiciones necesarias para generar un

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mayor crecimiento económico, promoviendo la inversión y la generación

de empleo. (25 CPEUM)

Economía mixta. La propiedad de las tierras y aguas y comprendidas

dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a

la Nación, la cual, ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de

ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada. (27 CPEUM)

Prohibición de monopolios. En los Estados Unidos Mexicanos quedan

prohibidos los monopolios, las prácticas monopólicas, los estancos y las

exenciones de impuestos en los términos y condiciones que fijan las leyes.

El mismo tratamiento se dará a las prohibiciones a título de protección a la

industria. (28 CPEUM)

Áreas estratégicas. El Estado contará con los organismos y empresas que

requiera para el eficaz manejo de las áreas estratégicas a su cargo y en las

actividades de carácter prioritario donde, de acuerdo con las leyes,

participe por sí o con los sectores social y privado. (28 CPEUM)

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Recapitulación

En el bloque final de nuestra asignatura, repasamos el territorio realizando

una concatenación entre teoría del estado, derecho administrativo y

Constitucional. En este sentido, repasamos que el aspecto jurídico del

territorio se entiende como una potestad que tiene el Estado respecto a su

delimitación; así como, el ámbito espacial de validez del derecho positivo

vigente. Es decir, al hablar de territorio no nos referimos a una porción de

tierra delimitada, pues, como hemos visto tiene notas características de

carácter político, jurídico y sociológico que le dan su particularidad teórica y

práxica.

Señalamos que el aspecto geográfico del territorio en la Constitución

establece que la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de

los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación,

la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los

particulares, constituyendo la propiedad privada.

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Respecto a los límites territoriales, establecimos que al no existir una

delimitación precisa de las entidades federativas, se puede presentar el caso

de controversias respecto a los límites, mismas que las entidades

federativas pueden arreglar entre sí y en cualquier momento, por convenios

amistosos (con la aprobación de la Cámara de Senadores).Y en el caso de no

existir el convenio, y a instancia de alguna de las partes en conflicto, la

Suprema Corte de Justicia de la Nación conocerá, sustanciará y resolverá con

carácter de inatacable, las controversias sobre límites territoriales que se

susciten entre las entidades federativas.

Posteriormente, estudiamos el elemento población y realizamos

diferencias terminológicas respecto a nación, pueblo, sociedad y población.

Determinamos que la connotación pueblo trae implícita una carga política;

sin embargo, la Constitución hablaría de nacionalidad y ciudadanía para

referirse al elemento estatal pueblo. En este orden de ideas, revisamos los

criterios de atribución de nacionalidad (por nacimiento y por

naturalización); las obligaciones de los nacionales; y situación de los

extranjeros. Estudiamos la categoría de ciudadanía, repasando los derechos

y obligaciones que trae consigo. También, repasamos los casos en los que

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se puede perder la misma, o bien, quedar suspendida (con sus respectivas

excepciones).

Por último, estudiamos la relación de iglesia-estado y su separación e

implicaciones desde una perspectiva histórica constitucional. También

estudiamos el aspecto socioeconómico del constitucionalismo mexicano y

sus particularidades.

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Conclusión

El presente bloque es de gran relevancia para la teoría del derecho

constitucional en virtud de reunir aspectos configurativos de las

formaciones sociales a la luz del texto constitucional.

Es importante hacer hincapié, en que las particularidades de cada principio

contenido en el texto constitucional no son de poca importancia, están ahí

por motivos históricos, sociales, culturales, revolucionarios, antropológicos

y económicos. En este sentido, siempre es conveniente que al interpretar el

texto constitucional se tenga en cuenta de que no se trata simplemente de

una invención o visión unidimensional de la realidad; por el contrario, la

constitución reúne, como señalaría Lasalle, factores reales del poder.

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Fuentes de consulta

Burgoa Ignacio, Derecho Constitucional Mexicano, Porrúa, México, 2009.


Cruz Gayosso, Moisés; Ochoa Hofmann, Alfonso E.; y Robles Vázquez, Jorge,
Teoría general del Estado, Iure editores, México, 2006.
Jellinek, Georg, Teoría general del Estado, FCE, México, 2000.
Kelsen, Hans, Teoría general del derecho y del Estado, UNAM, México, 1995.
Martínez De Codes, Rosa María, Juárez, su obra, su tiempo y su mundo jurídico.
Las leyes de reforma, IX Congreso de Historia del Derecho Mexicano, IIJ,
México, 2006, p. 135 (versión disponible en línea en:
file:///C:/Users/acastillo/Downloads/29738-26887-1-PB.pdf)
Orozco Garibay, Pascual Alberto, El Estado Mexicano. Su estructura
constitucional, Revista Instituto de Investigación Jurídica, Universidad
Nacional Autónoma de México, p. 11, disponible en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv
Pratt Fairchild, Henry, Diccionario de sociología, FCE, México, 1992.
Quiroz Acosta, Enrique, Lecciones de Derecho Constitucional, Porrúa, México,
2006.
Tena Ramírez, Derecho Constitucional Mexicano, Porrúa, México, 2009.
Weber, Max, Estructuras de poder, Ediciones Coyoacán-Diálogo Abierto,
México, 2001.

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