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Ejes del DSM IV

Eje I:
Trastornos clínicos.
Otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica.

Eje II:
Trastornos de la personalidad.
Retraso mental.

Eje III:
Enfermedades médicas.

Eje IV:
Problemas psicosociales y ambientales.

Trastornos de la personalidad
Según Millon los trastornos de la personalidad se distinguen por tres características:

1- Una estructura frágil con dificultades adaptativas en condiciones de estrés. Estos


sujetos no cuentan con un repertorio variado de estrategias de acuerdo a la situación que
viven, emplean algunas pocas en todas las situaciones a las que se ven expuestos.

2- Inflexibilidad desde el punto de vista adaptativo. Estos sujetos exigen que sea el
contexto el que se flexibilice con ellos y cuando no lo logran, entran en crisis.

3- Los repertorios patológicos se repiten una y otra vez, ocasionando nuevos problemas
en un círculo vicioso.

Otra característica es la egosintonía: no perciben que algo “malo” está ocurriendo


consigo mismos sino que consideran que es el entorno y las personas que lo rodean
quienes deberían comenzar a actuar de otra manera. Ven sus dificultades interpersonales
como un conflicto generado más por los otros que por sí mismos.

Alarcón menciona como características comunes:

 Falta de flexibilidad (fijeza y rigidez).


 Vulnerabilidad multideterminada. La personalidad anormal es propensa a
reaccionar desfavorablemente frente a diversas situaciones.
 Inestabilidad: variabilidad anímica, disforia.
 Potencial maladaptativo: desajuste al medio.
 Dificultad para la acción constructiva.
 Singularidad interpersonal: efecto que la persona genera en los otros,
quienes intuyen, observan y singularizan al sujeto como “extraño”, “raro” o
“excéntrico”.

~1~
 Tendencia a la cronicidad. Los rasgos de la personalidad se mantienen en
el tiempo.

Perspectivas de diagnóstico.

Para evaluar la personalidad del paciente es necesario recurrir a diferentes fuentes de


información, tales como:
 Descripción que hace el paciente de su personalidad.
 Conducta del paciente durante la entrevista.
 Relato del paciente de su conducta en distintas circunstancias.
 Opiniones de familiares y amigos.

Puede preguntarse al paciente acerca de cómo cree que sus amigos describirían su
personalidad, así como preguntarle por rasgos específicos que suelen ser frecuentes:
temeroso; estricto, rígido, meticuloso; con escasa confianza en sí mismo; susceptible;
suspicaz, orgulloso, celoso; desconfiado, rencoroso; impulsivo; demandante de
atención; dependiente; irritable, de mal carácter; agresivo; desconsiderado hacia los
demás.

Los trastornos de la personalidad suelen presentarse junto a trastornos del Eje I. El Eje
II nos proporciona un contexto que permite entender síntomas del Eje I.

Criterios diagnósticos generales para un trastorno de la personalidad (DSM IV)

A. Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta


acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Este patrón se manifiesta en
dos (o más) de las áreas siguientes:

(1) cognición (p. ej., formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los demás y a los
acontecimientos).

(2) afectividad (p. ej., la gama, intensidad, labilidad y adecuación de la respuesta


emocional).

(3) actividad interpersonal.

(4) control de los impulsos.

B. Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones


personales y sociales.

C. Este patrón persistente provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social,


laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

D. El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se remonta al menos a la


adolescencia o al principio de la edad adulta.

E. El patrón persistente no es atribuible a una manifestación o a una consecuencia de


otro trastorno mental.

~2~
F. El patrón persistente no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia
(p. ej., una droga, un medicamento) ni a una enfermedad médica (p. ej., traumatismo
craneal).

Diagnóstico diferencial (DSM IV)

Muchos de los criterios específicos para los trastornos de la personalidad describen


características (p. ej., suspicacia, dependencia, insensibilidad) que también son típicas
de los episodios de los trastornos mentales del Eje I. Sólo se debe diagnosticar un
trastorno de la personalidad cuando las características definitorias aparezcan antes del
comienzo de la edad adulta, sean típicas del funcionamiento a largo plazo del sujeto y
no aparezcan exclusivamente durante un episodio de un trastorno del Eje I. Puede ser
especialmente difícil (y no demasiado útil) diferenciar los trastornos de la personalidad
de los trastornos del Eje I (p. ej., el trastorno distímico) que tienen un inicio temprano y
un curso crónico y relativamente estable. Algunos trastornos de la personalidad tienen
relación con el «espectro» de alguna enfermedad del Eje I (p. ej., el trastorno
esquizotípico de la personalidad con la esquizofrenia; el trastorno de la personalidad por
evitación con la fobia social) basándose en las similitudes fenomenológicas o biológicas
o en la incidencia familiar.
Para los tres trastornos de la personalidad que pueden estar relacionados con los
trastornos psicóticos (p. ej., paranoide, esquizoide y esquizotípico), hay un criterio de
exclusión que señala que el patrón de comportamiento no debe haber aparecido
exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo
con síntomas psicóticos u otro trastorno psicótico.
Cuando un sujeto tiene un trastorno psicótico crónico del Eje I (p. ej., esquizofrenia)
que fue precedido por un trastorno de la personalidad, también se debe registrar el
trastorno de la personalidad en el Eje II, seguido entre paréntesis por «premórbido».
El clínico tiene que ser prudente en el diagnóstico de trastornos de la personalidad
durante un episodio de un trastorno del estado de ánimo o un trastorno de ansiedad,
porque estos estados pueden tener características sintomáticas transversales que se
asemejen a los rasgos de pesonalidad y pueden hacer más difícil evaluar
retrospectivamente los patrones de funcionamiento del sujeto a largo plazo. Cuando los
cambios de personalidad surgen y persisten después de que el sujeto haya estado
expuesto a un estrés extremo, hay que tomar en consideración el diagnóstico de un
trastorno por estrés postraumático. Cuando una persona tiene un trastorno
relacionado con sustancias, es importante que no se realice un diagnóstico de trastorno
de la personalidad que se base únicamente en comportamientos que son consecuencia de
la intoxicación por o la abstinencia de la sustancia, o que estén asociadas a las
actividades destinadas a mantener la dependencia (p. ej., el comportamiento antisocial).
Cuando los cambios persistentes de la personalidad aparecen como resultado de los
efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica (p. ej., un tumor cerebral), hay
que tener en cuenta el diagnóstico de un cambio de personalidad debido a
enfermedad médica.
Los trastornos de la personalidad deben distinguirse de los rasgos de personalidad que
no alcanzan el umbral para un trastorno de la personalidad. Los rasgos de
personalidad sólo se diagnostican como trastornos de la personalidad cuando son
inflexibles, desadaptativos y persistentes, y ocasionan un deterioro funcional o un
malestar subjetivo significativos.

~3~
Trastornos de la personalidad del grupo A
Aquí se encuentran el paranoide, el esquizoide y esquizotípico.
Eldin denomina a este grupo “excéntrico y raro”. Las características generales de stos
pacientes son:

 Dificultad para confiar en otras personas (aspecto más acucidado en el


trastorno paranoide, pero que se encuentra presente n menor medida en el
esquizotípico y en el esquizoide).
 Poca probabilidad de solicitar tratamiento por sí mismos.
 El sujeto tiene tendencia a dar respuestas muy breves,
independientemente de la técnica de entrevista que se emplee. La conversación
resulta forzada y no se logra tener la impresión de haberse conectado con el
paciente.

F60.0 Trastorno paranoide de la personalidad [301.0]

Se encuentra más frecuentemente en varones. Suele estar precedido por aislamiento y


ansiedad social durante la niñez y adolescencia.
Durante la entrevista, se muestran hipervigilantes, reservados, fríos, distantes, serios y
tensos muscularmente, sin capacidad para relajarse. Ante cualquier pregunta del
entrevistador que demuestre falta de confianza en lo que el paciente está diciendo, se
sienten enfadados y resentidos. Suelen tener poco sentido del humor y tomarse todo
comentario muy a pecho. Su discurso carece de espontaneidad y se encuentran todo el
tiempo expectantes del entorno y de la conducta del entrevistador. Es muy posible que
nieguen que padecen problemas y se resistan a cualquier tipo de ayuda.
Se esfuerzan por controlar al entrevistador e intentan intuir el objetivo de cada pregunta
que el clínico les realiza. Pueden interpretar el silencio del entrevistador como una
forma de expresar desacuerdo con sus ideas.
La característica principal de estos pacientes es la desconfianza extrema hacia otras
personas. Se sienten víctimas del entorno. Su ánimo es querellante y son hipersensibles
en lo que respecta a las relaciones interpersonales, encontrando serias dificultades para
mantener vínculos con las demás personas debido a su recelo y suspicacia. Debido a su
tendencia a contraatacar cuando se sienten ofendidos o estafados, ante la más mínima
sospecha, viven envueltos en juicios y disputas legales. Se enorgullecen de ser
racionales y objetivos y se impresionan por le poder y el rango social.
La atención de estos sujetos se focaliza sólo en los temas que son de su interés y tienen
dificultades para desarrollar actividades lúdicas. Son reticentes y evaluadores y se
encuentran todo el tiempo buscando pruebas que confirmen sus sospechas.
No dejan entrever nada de su vida privada, pero pretenden conocer la de todo el mundo.

~4~
Criterios para el diagnóstico de F60.0 Trastorno paranoide de la personalidad [301.0]

A. Desconfianza y suspicacia general desde el inicio de la edad adulta, de forma que las
intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas, que aparecen en diversos
contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes puntos:

(1) sospecha, sin base suficiente, que los demás se van a aprovechar de ellos, les van a
hacer daño o les van a engañar.

(2) preocupación por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de los


amigos y socios.

(3) reticencia a confiar en los demás por temor injustificado a que la información que
compartan vaya a ser utilizada en su contra.

(4) en las observaciones o los hechos más inocentes vislumbra significados ocultos que
son degradantes o amenazadores.

(5) alberga rencores durante mucho tiempo, por ejemplo, no olvida los insultos, injurias
o desprecios.

(6) percibe ataques a su persona o a su reputación que no son aparentes para los demás y
está predispuesto a reaccionar con ira o a contraatacar.

(7) sospecha repetida e injustificadamente que su cónyuge o su pareja le es infiel.

B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una


esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno
psicótico y no son debidas a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica.

Nota: Si se cumplen los criterios antes del inicio de una esquizofrenia, añadir
«premórbido», por ejemplo, «trastorno paranoide de la personalidad (premórbido)».

Trastornos relacionados

En situaciones de estrés, pueden sufrir episodios psicóticos breves. Pueden tratarse de


personalidades premórbidas de alguna psicosis crónica (esquizofrenia o trastorno
delírate, este como extremo más patológico).
El diagnostico de un trastorno paranoide no implica que no pueda diagnosticarse el
trastorno de la personalidad paranoide.
Suelen presentar trastornos de ansiedad (vinculado con preocupaciones crónicas y un
estado de alerta permanente). Pueden presentar trastornos somatomorfos y síntomas
físicos.
Pueden presentar abuso de sustancias como alcohol, opiáceos, cocaína y anfetaminas
para aliviar su ansiedad o hipervigilancia pero también para desinhibirse y liberar la
agresión.

~5~
Mecanismos de defensa

Emplean fundamentalmente la proyección para atribuir pensamientos y sentimientos


propios indeseables a otras personas. Emplean también otras defensas primitivas, como
la negación, lo que les permite evitar pensamientos y sentimientos que les causen
ansiedad o envidia.

Aspectos psicopatológicos

El paranoide, aprende a tener una desconfianza básica. Hay en la familia una presencia
de críticas y ridiculizaciones en las familias de los futuros paranoides y en la posibilidad
de que los niños hayan sido chivos expiatorios de los atributos que a la familia le
gustaría no tener.
Para que se desarrolle una visión paranoide hace falta una inseguridad profunda que se
relacione con un sentimiento de inferioridad que genera ansiedad y una transferencia de
la culpa hacia los demás.
Los padres del futuro paranoide esperan autonomía y castigan los indicios de
dependencia emocional. Puede tratarse de un sujeto al que se le ha comparado
desfavorablemente con otros miembros de la familia y el resultado es un adulto
extremadamente sensible a las críticas y a las injusticias.
Estos sujetos, ene general, no han logrado establecer una relación de confianza con los
padres, quienes son fríos, distantes y rígidos, e incluso sádicos. Como consecuencia,
estos individuos tendrán miedo a cualquier experiencia emocional íntima posterior.

F60.1 Trastorno esquizoide de la personalidad [301.20]


Se trata de un trastorno poco frecuente en el medio clínico que, al igual que el
paranoide, prevalece en hombres.
Son pacientes fríos, distantes e introvertidos. No toleran el contacto ocular. Parece
importarles muy poco la opinión positiva como negativa. Expresan poca o ninguna
emoción durante la entrevista y se muestran independientes y autosuficientes. No
existen respuestas afectivas. Presentan ausencia de expresión facial y rigidez gestual y
su tono de voz es generalmente monocorde. Son silenciosos y entran al consultorio
como queriendo pasar inadvertidos.
Este trastorno se caracteriza por una incapacidad para construir relaciones con los
demás. En general eligen tareas solitarias que no impliquen relacionamiento. Son
sujetos hipersensibles que se defienden de las posibles agresiones mediante una coraza
que pretende sugerir indiferencia. Temen comprometerse emocionalmente o perder el
control, son individuos herméticos. Son indiferentes tanto a los elogios como a la
evaluación negativa.
Poco interés por disfrutar actividades de placer e incluso en tener relaciones sexuales.
No experimentan fuertes emociones como placer o ira.

~6~
Criterios para el diagnóstico de F60.1 Trastorno esquizoide de la personalidad
[301.20]

A. Un patrón general de distanciamiento de las relaciones sociales y de restricción de la


expresión emocional en el plano interpersonal, que comienza al principio de la edad
adulta y se da en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes
puntos:

(1) ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido el formar parte de una
familia.

(2) escoge casi siempre actividades solitarias.

(3) tiene escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona.

(4) disfruta con pocas o ninguna actividad.

(5) no tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los familiares de primer
grado.

(6) se muestra indiferente a los halagos o las críticas de los demás.

(7) muestra frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la afectividad.

B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una


esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno
psicótico y no son debidas a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica.

Nota: Si se cumplen los criterios antes del inicio de una esquizofrenia, añadir
«premórbido», por ejemplo, «trastorno esquizoide de la personalidad (premórbido)».

Trastornos relacionados

Puede ser premórbido de una esquizofrenia. Es raro que presenten trastornos del Eje
I. pueden presentar trastornos de ansiedad frente a estimulaciones que son excesivas
para ellos. Pueden presentar trastornos disociativos como despersonalización. Pueden
presentar episodios psicóticos breves si se encuentran sometidos a situaciones
estresantes.

Mecanismos de defensa

Disociación e intelectualización.

Aspectos psicopatológicos

Se encuentran padres que fueron introyectados como exigentes y que no aprobaron las
conductas de sus hijos.
Millón sostiene que desde el comienzo del desarrollo, los futuros esquizoides se
vinculan de una manera muy débil, si es que llegan a hacerlo. Son bebés que no

~7~
reaccionan ante los cuidados, los arrullos, las sonrisas y esto genera decepción en sus
cuidadores que terminan alejándose del niño y reforzando esta situación.
Los niños aprenden e imitan el patrón de relaciones interpersonales al que se exponen
de manera recurrente. Los futuros esquizoides aprenden a ser imperturbables, reticentes
y poco expresivos dentro de familias con estas características y demasiado frías y
formales.

F21 Trastorno esquizotípico de la personalidad [301.22]


Raras veces se puede establecer un contacto visual.
Estos sujetos pueden presentar un aspecto peculiar, utilizar palabras con sentido inusual
y tener un sentido del humor absurdo, así como pensamientos difíciles de seguir.
Aparecen metáforas vagas o demasiado abstractas. Pueden tener dificultades para
expresar sus pensamientos de modo coherente y pasar de un tema al otro sin un hilo
conductor claro.
La emotividad es restringida y no parece totalmente adecuada a los objetivos. Este tipo
de paciente no parece conectar con el propósito de la entrevista ni con la intención del
entrevistador y se queda perplejo ante preguntas más básicas, como si él y el
entrevistador no compartieran la misma realidad social.
Este trastorno se caracteriza por la deficiencia en el funcionamiento social e
interpersonal y por la presentación de distorsiones cognoscitivas y perceptivas, además
de comportamiento extraño. En determinadas ocasiones el pensamiento mágico puede
adquirir dimensiones de delirio, pero suelen ser poco severos y tener corta duración.
Aparecen ideas paranoides, de suspicacia o de referencia.
Tienen pocas personas cercanas además de familiares inmediatos presentan ansiedad
social que no disminuye ni aún en casos donde están con personas que conocen desde
hace mucho tiempo.
Suelen ser suspicaces y llegan a tener ideas autorreferenciales, aunque sin la fuerza de
un delirio. En algunas oportunidades sus ideas pueden ser cuasi delirantes, como
sostener que se comunican por telepatía o que pueden prever el futuro.
Tanto su manera de hablar, como su afecto y comportamiento son poco usuales y
extravagantes.
La mayoría de estos pacientes presentan una historia de desorganización en sus
rendimientos laborales o escolares.
De la misma manera que el lenguaje está alterado y por lo tanto lo está la comunicación
con los demás, también está alterada la comunicación consigo mismos y por eso no
logran sentido fuerte de identidad.

Criterios para el diagnóstico de F21 Trastorno esquizotípico de la personalidad


[301.22]

A. Un patrón general de déficit sociales e interpersonales asociados a malestar agudo y


una capacidad reducida para las relaciones personales, así como distorsiones
cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento, que comienzan al
principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o
más) de los siguientes puntos:

(1) ideas de referencia (excluidas las ideas delirantes de referencia)

~8~
(2) creencias raras o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y no es
consistente con las normas subculturales (p. ej., superstición, creer en la clarividencia,
telepatía o «sexto sentido»; en niños y adolescentes, fantasías o preocupaciones
extrañas)

(3) experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las ilusiones corporales

(4) pensamiento y lenguaje raros (p. ej., vago, circunstancial, metafórico,


sobreelaborado o estereotipado)

(5) suspicacia o ideación paranoide

(6) afectividad inapropiada o restringida

(7) comportamiento o apariencia rara, excéntrica o peculiar

(8) falta de amigos íntimos o desconfianza aparte de los familiares de primer grado

(9) ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiarización y que tiende a
asociarse con los temores paranoides más que con juicios negativos sobre uno mismo

B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una


esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno
psicótico o de un trastorno generalizado del desarrollo.

Nota: Si se cumplen los criterios antes del inicio de una esquizofrenia, añadir
«premórbido», por ejemplo, «Trastorno esquizotípico de la personalidad (premórbido)».

Trastornos relacionados

Las personas con este trastorno suelen presentar síntomas psicóticos importantes,
como delirios o alucinaciones. Pueden diagnosticarse trastornos psicóticos breves o
incluso esquizofrenia. Pueden presentar episodios disociativos o despersonalización.

Mecanismos de defensa

Emplean defensas primitivas (negación, proyección) y reflejan problemas en la prueba


de realidad.

Aspectos psicopatológicos

Reaccionan ante un mundo hostil o frío, regresando a una etapa anterior del desarrollo
que ya existía incluso antes de formarse el yo. Se desdibuja entonces la frontera entre el
mundo interno y el mundo externo, fragmentándose la identidad. Es estado al que
regresan los esquizotípicos es un poco más estable en términos del yo, que en el caso de
los esquizofrénicos y se caracteriza por episodios psicóticos momentáneos.
Los padres de los futuros esquizotípicos envían mensajes contradictorios e ilógicos, de
manera que, por una parte, castigan a sus hijos por ser autónomos y, por otra dan
muestras de su propia autonomía.

~9~
Trastornos de la personalidad del grupo B
Se encuentran el fronterizo, narcisista, antisocial e histriónico.
Se trata del grupo dramático, emotivo o errático, emocionalmente inestable. Las
personas de este grupo presentan yo inestable, mal definido, poco realista y con baja
autoestima. Además, tienen dificultades para separarse de las personas y actúan con
impulsividad. Intentan impresionarle con su comportamiento más que comunicarle sus
problemas o sufrimientos. La entrevista resulta en apariencia fácil, las preguntas
cerradas en general desencadenan respuestas largas, pero en el fondo el discurso es vago
y contradictorio.

F60.2 Trastorno antisocial de la personalidad [301.7]


La prevalencia del trastorno es más elevada en hombres que en mujeres y se expresa de
diferente manera. Las mujeres refieren problemas de relación, laborales y de violencia,
mientras que los hombres presentan más problemas laborales y de violencia, así como
infracciones de tránsito.
Superficialmente parecen agradables, encantadores y seductores. El clínico puede
sentirse conmovido por la historia del paciente pero enseguida percibe algo extraño. Se
trata de sujetos manipuladores, mienten, embaucan y engañan. Son presuntuosos y
arrogantes. Desean impresionar al interlocutor con su autosuficiencia.
Suelen quejarse de aburrimiento o tedio y experimentan escasez de emociones. En
general su postura es erguida con un andar forzado. En vez de pedir ayuda, exige la
misma con arrogancia.
La principal característica es la actitud proclive a violar las normas sociales y los
derechos de los demás. Muchas veces tienen problemas con la ley. Perturban el orden
social, no pudiendo adaptarse a las normas que rigen las relaciones interpersonales en
una cultura determinada.
Manipulan y engañan a los demás sin sentir remordimiento. Un rasgo importante de
estos sujetos es la inmediatez de sus respuestas, no hay lugar para la reflexión o el
pensamiento. Estos individuos se encuentran regidos por impulsos y necesidades que
deben satisfacerse inmediatamente.
Presentan una fuerte impulsividad e incapacidad de planificar la acción, poca tolerancia
a la ansiedad, irritabilidad e irresponsabilidad con respecto a ellos mismos y a los
demás.
Tienen dificultades para anticipar y considerar las consecuencias de sus actos y no
aprenden de sus experiencias, tendiendo a repetir los errores una y otra vez. Es por esto
que la posibilidad de recibir un castigo por sus actos en el futuro no influye en su
comportamiento inmediato, ya que son incapaces de experimentar una sospecha del
peligro o de los problemas que pueden llegar a tener. Reaccionan sólo a castigos
inmediatos que los afecten sólo a ellos, siendo insensibles al malestar y dolor ajenos.

~ 10 ~
Trastornos relacionados

Suelen presentar trastornos de ansiedad, depresivos y abuso de sutancias (ya que se


despreocupan por su futuro y buscan gratificación inmediata). Es frecuente que
presenten otros trastornos del Grupo B.

Mecanismos de defensa

Emplean la proyección (proyectan su hostilidad en el entorno y de esa manera justifican


y racionalizan su comportamiento agresivo). De acuerdo a Millon los mecanismos de
defensa en los antisociales son especialmente escasos debido a que su perosnalidad
funciona en esencia a partir del principio de realidad tienen poco de que defenderse.
Experimentan ansiedad en situaciones donde temen ser castigados o atrapados. También
pueden utilizar la proyección para justificar sus agresiones, encontrando motivos en los
otros que los habilitan a defenderse y contraatacar.

Aspectos psicopatológicos

No logran comprender el sufrimiento que su comportamiento genera y de esa manera,


no desarrollan empatía o capacidad para sentir remordimiento por sus acciones.
En general, los padres de los psicópatas son distantes, autoritarios y las madres frágiles
e indulgentes, aunque también frívolas.
Suelen ser frecuente la falta de un modelo parental adecuado y es por esto que el niño
tiende a buscar modelos que le sirvan de guía. El patrón familiar más habitual en las
personas con este trastorno es la negligencia, el rechazo, el descontento, la hostilidad, la
crueldad o la dominación. Factores como la discriminación social y el consumo de
alcohol son factores ambientales relacionados con la violencia.
Ricón plantea que en general, las madres de estos sujetos han tenido una pobre
compresión del niño a quien no han ayudado a traducir sus conductas en palabras esto
ha dificultado el proceso de simbolización y se fomenta la acción por sobre la
expresión. Estas personas se mantienen como niños que actúan bajo el principio del
placer.

Criterios para el diagnóstico de F60.2 Trastorno antisocial de la personalidad [301.7]

A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se


presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems:

(1) fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento
legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención

(2) deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros
para obtener un beneficio personal o por placer

(3) impulsividad o incapacidad para planificar el futuro

(4) irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones

(5) despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás

~ 11 ~
(6) irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con
constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas

(7) falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber


dañado, maltratado o robado a otros

B. El sujeto tiene al menos 18 años.

C. Existen pruebas de un trastorno disocial (v. pág. 94) que comienza antes de la edad
de 15 años.

D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una


esquizofrenia o un episodio maníaco.

F60.31 Trastorno límite de la personalidad [301.83]


Gunderson identifica varios rasgos de lo que denomina síndrome borderline:

 Pensamiento casi psicótico.


 Automutilación.
 Esfuerzos manipulativos suicidas.
 Preocupaciones acerca del abandono.
 Demandante/pretencioso.
 Regresiones terapéuticas.
 Dificultades en la contratransferencia.
Estos son pacientes inestables. Ricón los denomina personas de ánimo variable.
Suelen manipular al entrevistador para que éste ceda a sus demandas. Creen que deben
ser tratados de manera especial.
Poseen una correlativa dificultad para controlar los impulsos. Suelen presentar
comportamiento suicida y actos autolesivos, comportamiento sexual promiscuo y con
riesgo potencial y abuso de sustancias. Un sentimiento crónico de vacío y el temor
permanente de ser abandonados. No toleran la soledad y prefieren tener relaciones
tormentosas con todo el mundo antes que tener que tolerar el encontrarse solos.
La ansiedad de separación y amplios períodos de abatimiento, junto con breves períodos
de euforia y hostilidad impulsiva.
Tienen dificultades para dar coherencia a sus vidas y plantearse metas. La historia
personal de estos pacientes suele estar repleta de falta de perseverancia y de fracasos,
tanto en sus relaciones como en sus logros académicos y profesionales.

Criterios para el diagnóstico de F60.31 Trastorno límite de la personalidad [301.83]

Un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la


efectividad, y una notable impulsividad, que comienzan al principio de la edad adulta y
se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:

(1) esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado. Nota: No incluir los
comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el
Criterio 5

~ 12 ~
(2) un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la
alternancia entre los extremos de idealización y devaluación
(3) alteración de la identidad: autoimagen o sentido de sí mismo acusada y
persistentemente inestable

(4) impulsividad en al menos dos áreas, que es potencialmente dañina para sí mismo (p.
ej., gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida).
Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el
Criterio 5

(5) comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de


automutilación

(6) inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (p. ej.,
episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y rara
vez unos días)

(7) sentimientos crónicos de vacío

(8) ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (p. ej., muestras
frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes)

(9) ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos


graves.

Mecanismos de defensa

Emplean mecanismos de escisión, dividiendo al mindo en “buenos” y “malos” y


oscilando entre extremos de idealización y devaluación. La disociación ocurre también
en momentos de tensión, donde pueden presentar despersonalización y desrealización,
llegando a no percibir el dolor al lastimarse. Es la disociación justamente la que explica
la debilidad de la identidad del yo en estos sujetos.
Otto Dernberg describió muy especialmente el mecanismo de defensa de la
identificación proyectiva que emplean estos pacientes: los aspectos intolerabes del yo
son proyectados en otra persona, la que es inducida a desempeñar ese rol.

Trastornos relacionados

Frecuentemente presentan otros trastornos del Eje I (del estado de ánimo, como
ciclotimia y trastorno bipolar II), abuso de sustancias o trastornos alimentarios.
Pueden presentar episodios psicóticos breves ante situaciones de estrés, trastornos de
angustia, trastornos disociativos y de identidad sexual.
La depresión es altamente frecuente en los trastornos fronterizos de la personalidad.
Los autores consideran que en la depresión del fronterizo predomina el factor narcisista,
sin la presencia de autoreproches, sino con la predominanica de fantasías de abandono y
sentimientos de soledad.
Aparecen también sentimientos de desesperanza. Esta depresión está ligada al temor
ante la pérdida del objeto.

~ 13 ~
Dentro del grupo B aparecen características emocionales que se relacionan con los
trastornos afectivos tales como la vulnerabilidad, el humor fluctuante y las
problemáticas vinculares. Dentro de un afecto inestable e intenso, puede aparecer la
depresión y la ansiedad.
Generalmente estos síntomas no se manifiestan como una depresión clásica sino que
predomina la irritabilidad y la ansiedad, muchas veces acompañadas de intensa ideación
suicida.
En el trastorno fronterizo los acontecimientos vitales, las situaciones estresantes, las
pérdidas, etc., aumentan la posibilidad de padecer una depresión.

Aspectos psicopatológicos

De acuerdo a Hornstein, los pacientes fronterizos carecen de una vivencia integrada a


través del tiempo y en las diversas interacciones con los objetos. El sujeto oscila entre la
fusión y la soledad. La lucha por mantener la identidad, pero defendiendo el territorio
del yo, implica un paciente doblemente atrapado ya que la distancia deviene soledad
devastadora. El acercamiento con el otro parce confinar con la fusión mortífera.
El sentimiento crónico de vacío se trata de una experiencia subjetiva dolorosa y
perturbadora, de la cual los pacientes tratan de escapar participando en diversas
actividades o interacciones sociales desenfrenadas, así como consumiendo drogas o
alcohol, o buscando satisfacer sus instintos de manera inmediata.

Melita Schmideberg hace hincapié en la estable inestabilidad que presentan estos


pacientes y sostiene que lo más característico de este cuadro es la falta de sentimientos
normales y el profundo trastorno de la personalidad.
Plantea que los fronterizos sufren de trastornos que afectan casi todas las áreas de su
personalidad, principalmente las relaciones personales y la profundidad de los
sentimientos, la identificación y la empatía, su actitud frente a la sociedad y la realidad,
la violación y el autocontrol, las sublimaciones, las actividades y la capacidad para el
trabajo la capacidad para gozar y la necesidad de placer, la vida sexual, la experiencia y
el control de las emociones, la vida de las fantasías, los ideales, los valores y las metas
en la vida. Todo esto acompañado de mucha desintegración. Sus relaciones objetales
podrían definirse como superficiales y débiles.

F60.4 Trastorno histriónico de la personalidad [301.50]


Estos pacientes son excesivamente emotivos y teatrales. Pueden resultar encantadores y
sociables, y la entrevista resulta amena, aunque impresionan como demasiado
confianzudos. Ricón define a estas personalidades como “demostrativas”, desplegando
en la entrevista una variedad de conflictos de diverso orden; con la pareja, los amigos, la
familia, el colega, etc.
Son sujetos sensibles a la falta de interés del entrevistador ya que necesitan captar la
atención de los otros, ya sea por la vestimenta, por el discurso o el comportamiento
seductor. Si no lo logran, experimentan ansiedad y tristeza. Suelen simular
enfermedades.
Los sujetos histriónicos se caracterizan por una emotividad exagerada, egocentrismo,
sugestibilidad y un comportamiento de llamado de atención.
Por debajo de sus intentos seductores tienen dificultades para experimentar sentimientos
genuinos de intimidad y amor. Además, suele estar afectado su funcionamiento sexual.
No es raro que tengan dificultades y conflictos con las personas de su mismo sexo dada

~ 14 ~
su tendencia a la competitividad. Se aburren fácilmente y cambian de actitud
rápidamente para mantener la atención de los demás, desarrollando una especial
habilidad para adecuar sus pensamientos y comportamientos a lo que los otros pueden
hallar interesante o atractivo.
Estos pacientes no logran pensar las cosas a fondo sino que se quedan en la superficie,
dentro de un mundo demasiado emotivo y poco razonable. Lo concreto y objetivo
resulta aburrido y prefieren lo abstracto y subjetivo.

Trastornos relacionados

Este trastorno se relaciona con el trastorno de somatización y el de conversión.


Históricamente, la perspectiva psicodinámica ha considerado siempre los síntomas
relacionados con enfermedades, en especial los síntomas de conversión, como parte de
la personalidad histérica. Hoy estos síntomas se han separado de sus rasgos de
personalidad asociados y se clasifican como parte de un grupo de trastornos del Eje I.
aparecen preocupaciones hipocondríacas, trastornos de somatización que muchas
veces emplean para asegurarse la atención de los demás.
Pueden presentar trastornos disociativos producto de la represión. También presentan
ansiedad de separación y trastornos del estado de ánimos. La depresión mayor suele
provenir de sentimientos de vacío y aburrimiento así como de falta de seguridad. A
veces presentan abuso de sustancias como alcohol para liberar sus tendencias
dramáticas. Es frecuente su asociación con otros trastornos de la personalidad del
Grupo B.

Mecanismos de defensa

Represión, negación y disociación. Perciben el mundo de manera global y sin matices.


Aspectos psicopatológicos
Gabbard sostiene que la falta de crianza materna le lleva a dirigirse a su padre para
gratificar sus necesidades de dependencia. Aprende pronto que sus despliegues
dramáticos y seductores son fundamentales para ganar la atención del padre. Exagera
conductas de su estereotipo sexual para asegurarse halagos y atención. Las relaciones
interpersonales comienzan a sexualizarse. Sin embargo, esta sexualización es
amenazadora para el padre y para la niña y debe reprimirse. A medida que crece,
aprende que debe reprimir su sexualidad genital para conservar el amor de su padre. Así
es como se inicia un patrón de represión del deseo sexual, donde la sexualidad se
emplea de manera manipuladora.
En el caso del paciente hombre, se produce un proceso similar, con un padre ausente o
no suficientemente disponible, frente a lo cual el niño: a) puede moldearse a partir de su
madre, desarrollando una identidad afeminada o b) imitar estereotipos de
hipermasculinidad para huir de ansiedades de afeminamiento.

Criterios para el diagnóstico de F60.4 Trastorno histriónico de la personalidad


[301.50]

Un patrón general de excesiva emotividad y una búsqueda de atención, que empiezan al


principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o
más) de los siguientes ítems:

(1) no se siente cómodo en las situaciones en las que no es el centro de la atención

~ 15 ~
(2) la interacción con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento
sexualmente seductor o provocador

(3) muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante

(4) utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí mismo

(5) tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices

(6) muestra autodramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional

(7) es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las
circunstancias

(8) considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad

F60.8 Trastorno narcisista de la personalidad [301.81]


Son sujetos arrogantes y autoritarios, irónicos y demandantes. El clínico puede ser en un
momento idealizado y al poco rato desvalorizado. Pueden solicitar ser vistos por un
profesional de mayor jerarquía y creer que tienen más derechos que otros pacientes ya
que se consideran más importantes. Experimentan en general un sentimiento de
bienestar y optimismo, presentando un humor expansivo, que pasa rápidamente a la
irritabilidad se la situación es vivida como humillante o estresante.
Las características principales de este trastorno se relacionan con el sentido grandioso
de autoimportancia y el deseo de asociarse a personas que se perciben como
excepcionales y de alto status. La necesidad de admiración que tienen excesiva y sus
fantasías grandiosas no se condicen con la realidad. Sus afectos están más dirigidos
hacia sí mismos que hacia los demás. Observan a los demás con superioridad. Muchas
veces, en su afán de creer que tienen más derechos que el resto, prescinden de las
normas y leyes sociales. Racionalizan y justifican sus acciones y cuando son juzgados
se vuelven aún más arrogantes.
Carecen de empatía y utilizan a las personas para lograr sus propios objetivos. A
menudo sienten envidia o se preocupan porque son envidados. Temen tener que
depender de otros y cuando sus defensas no funcionan, se sienten vulnerables y
reaccionan con ira.
Las relaciones afectivas de estos pacientes son breves y superficiales, con extremos de
idealización y devaluación.
Es la percepción de sí mismos lo que se encuentra más alterado, existiendo una enorme
discrepancia entre la realidad y la imagen que tienen de sí mismos.

Trastornos relacionados

Es posible que presenten trastorno distímico y depresivo, dada su frágil autoestima.


Pueden sufrir trastornos de ansiedad relacionados con sentimientos de vergüenza e
inferioridad subyacentes. También pueden presentar hipomanía cuando están eufóricos
y se sienten grandiosos. Si se enfrentan con fracasos recurrentes, pueden atribuirlos a
fuerzas ajenas a ellos, lo que constituye la base del trastorno delirante. Aparecen
fantasías de grandeza y pueden entonces perder contacto con la realidad.

~ 16 ~
El abuso de sustancias es frecuente (sobre todo alcohol y estimulantes) y suele
asociarse con otros trastornos de la personalidad del grupo B.

Aspectos psicopatológicos

Los padres que transfieren sus propias ambiciones al niño y lo consideran un genio
embrionario, o consideraban a la niña como una princesa, desarrollan en ellos el
sentimiento de que son amados por cualidades imaginarias en vez de por su propio sí
mismo.

La depresión en los trastornos narcisitas

Lax afirma que en las depresiones narcisistas, los sentimientos de vergüenza y


humillación son los que predominan, más que los de culpa.
Kernberg señala la existencia de depresiones que tienen más la cualidad de rabia
impotente, de impotencia-desesperanza en conexión con la ruptura de una autoimagen
idealizada.
La vergüenza estaría relacionada con la autoevaluación (tensión entre el yo y el
superyó) para Hugo Bleichmar, en el sentimiento de vergüenza existe la presencia de
otro que es testigo de las fallas del sujeto. Para este autor la vergüenza será la angustia
narcisista en la intersubjetividad y no un mero sentimiento de inferioridad por tensión
entre el ideal del yo y la representación del sujeto.
En relación con los trastornos narcisistas, se pueden diferenciar por un lado los casos
donde se presenta una baja autoestima permanente, donde se requieren suministros
externos, y por el otro lado las personalidades que se muestran omnipotentes,
grandiosas y que denigran al otro.

Mecanismos de defensa

Emplean la proyección (por ejemplo de su envidia a los demás). Estos pacientes se


protegen contra sus propias dudas sobre sí mismos, con una opinión grandiosa y
distorsionada de su propia importancia (defensas maníacas). Ante una realidad que no
condice con sus expectativas, emplean la racionalización.

Criterios para el diagnóstico de F60.8 Trastorno narcisista de la personalidad


[301.81]

Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una


necesidad de admiración y una falta de empatía, que empiezan al principio de la edad
adulta y que se dan en diversos contextos como lo indican cinco (o más) de los
siguientes ítems:

(1) tiene un grandioso sentido de autoimportancia (p. ej., exagera los logros y
capacidades, espera ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados)

(2) está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor
imaginarios

(3) cree que es «especial» y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede
relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto status

~ 17 ~
(4) exige una admiración excesiva

(5) es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de recibir un trato de


favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas

(6) es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para
alcanzar sus propias metas

(7) carece de empatía: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y


necesidades de los demás

(8) frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él

(9) presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios

Trastornos de la personalidad del grupo C


Encontramos aquí al trastorno por dependencia, obsesivo, evitativo.
Se trata de un grupo que puede definirse como ansioso y temeroso. Son sujetos que
presentan dificultades en la autoestima y autodeterminación. Se sienten inadecuados y
son hipersensibles a las críticas. Estos pacientes poseen un grado mayor de
introspección que los pacientes de los otros grupos.

F60.6 Trastorno de la personalidad por evitación [301.82]


Durante la entrevista estos sujetos se muestran ansiosos y preocupados por lo que el
clínico pueda opinar de ellos. En general hablan con monosílabos y su discurso es vago.
Tiene una apariencia tímida y a pesar de los intentos del entrevistador, no logran entrar
en confianza y sentirse cómodos durante el encuentro. Cuando se gana la confianza del
paciente, ésta experimenta alivio al poder describir sus miedos sociales (ser criticado o
rechazado).
La característica principal es el sentimiento permanente de inadecuación y la
hipersensibilidad al rechazo, a sea real o imaginado, así como la presencia de una fuerte
inhibición social, como forma de evitar las críticas y el rechazo. A esto sujetos les
asusta hablar en voz alta en público o efectuar peticiones a los demás, ya que se
muestran hipervigilantes ante un posible rechazo.
Tienen muy pocos amigos de confianza, casi siempre familiares directos. En el ámbito
laboral, aunque sean capaces, no logran progresar sino que siempre dan la impresión de
tímidos y deseosos de ser aceptados. Pueden llegar a rechazar ser promovidos si la
nueva posición significara mayor exposición social.
Se trata del único trastorno de la personalidad que es egodistónico, es decir, que el
sujeto se inquieta por su afección y desearía ser diferente. Difieren justamente de los
pacientes esquizoides en que los sujetos con trastorno de la personalidad por evitación
desearían vincularse con personas y formar vínculos estables, mientras que los pacientes
esquizoides se encuentran satisfechos estando aislados.

~ 18 ~
Trastornos relacionados

Raramente este trastorno es diagnosticado como único, sino que es suplementario de


otro trastorno de la personalidad o trastorno del Eje I.
Si se encuentran en ambiente protegido por su familia, o con un buen sistema de apoyo,
pueden sentirse bien. Si esto falla son propensos a los trastornos del estado de ánimo
y a los trastornos de ansiedad (fobias sociales, trastornos de angustia, agorafobia).
Pueden utilizar síntomas físicos para resolver problemas a la hora de afrontar
situaciones sociales, así como también para desviar la atención de su mundo interno.
Pueden presentar trastorno dismórfico corporal y entonces se encuentran preocupados
por un defecto físico imaginario o una leve anomalía, aislándose por completo o
mirándose durante horas en el espejo.

Mecanismos de defensa

Represión, desplazamiento, proyección, evitación.

Aspectos psicopatológicos

Desde una perspectiva biológica, se considera que un desarrollo físico con dificultades o
lento puede generar la burla del grupo de pares y provocar sentimientos de minusvalía y
torpeza en estos niños, lo que dará lugar a un patrón evitador en el futuro. Los padres
que son muy ansiosos con respecto a que los niños atraviesen oportunamente todas las
etapas de desarrollo, pueden provocar una sensación de deficiencia en el niño, aunque el
mismo presente un rendimiento normal.
Estos niños internalizaron normas parentales de éxito social, junto con sentimientos de
culpa y humillación por errores mínimos. Como forma de protegerse, comienzan a
ocultar lo que creen que puede generar burlas y muchas veces terminan atrapados en sí
mismos. Temen cualquier situación en la cual deben revelar aspectos de ellos mismos
que los deje vulnerables.

Criterios para el diagnóstico de F60.6 Trastorno de la personalidad por evitación


[301.82]

Un patrón general de inhibición social, unos sentimientos de inferioridad y una


hipersensibilidad a la evaluación negativa, que comienzan al principio de la edad adulta
y se dan en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes ítems:

(1) evita trabajos o actividades que impliquen un contacto interpersonal importante


debido al miedo a las críticas, la desaprobación o el rechazo

(2) es reacio a implicarse con la gente si no está seguro de que va a agradar


(3) demuestra represión en las relaciones íntimas debido al miedo a ser avergonzado o
ridiculizado

(4) está preocupado por la posibilidad de ser criticado o rechazado en las situaciones
sociales

~ 19 ~
(5) está inhibido en las situaciones interpersonales nuevas a causa de sentimientos de
inferioridad
(6) se ve a sí mismo socialmente inepto, personalmente poco interesante o inferior a los
demás

(7) es extremadamente reacio a correr riesgos personales o a implicarse en nuevas


actividades debido a que pueden ser comprometedoras

F60.7 Trastorno de la personalidad por dependencia [301.6]


Durante la entrevista, estos pacientes se muestran tranquilos, sumisos y necesitados.
Buscan permanentemente el apoyo y el ánimo del clínico para seguir hablando. Es fácil
establecer un contacto con ellos, una vez que confían en el entrevistador. Sin embargo,
no pueden tolerar las confrontaciones ni las interpretaciones de su dependencia e
intentan dar respuestas que consideran que serán aprobadas por el clínico.
La principal característica de este trastorno es la necesidad excesiva de que alguien se
ocupe de ellos, presentando un comportamiento sumiso y dependiente. Las necesidades
de los otros se encuentran por encima de las necesidades de ellos mismos, viviendo su
vida a través de las personas más cercanas.
Su historia personal muestra que siempre ha vivido con alguien que se ha hecho cargo
de cuidarlo. Carecen de confianza en sí mismos, en todos los aspectos, por lo cual
presentan dificultades para decidir sobre su vida, incluso en lo que podrían considerarse,
decisiones muy simples. Para asegurarse de que el otro tome las decisiones por ellos,
estos sujetos asumen una posición “inferir”, exagerando sus deficiencias e incluso
haciendo tareas desagradables para no perder el apoyo de la otra persona, llegando a
extremos de tolerar abuso físico y/o sexual. De acuerdo a Millon para proteger todo lo
que han invertido en los demás, pueden acabar infantilizándose y renunciando a
aprender las habilidades necesarias para la vida independiente, propias de los adultos,
como forma de aferrarse a personas más próximas. Si se producen desacuerdos, ceden
para no perder a quienes aman, de modo que se disculpan y asumen toda la
responsabilidad de la situación.
Expresan sentimientos de impotencia cuando deben valerse por sí mismos y les
preocupa perder la persona que se ocupa de ellos, buscando inmediatamente un
remplazo una vez que una relación se termina.

Trastornos relacionados

Presentan mayor riesgo de presentar trastornos del estado de ánimo, trastornos de


ansiedad, los que se intensifican ante la posibilidad de ser abandonados. Pueden
presentar alteraciones del sueño. Es frecuente que presenten otros trastornos de
personalidad como el fronterizo o el histriónico. Aparecen trastornos de la conducta
alimentaria y síntomas físicos que logran eximirlos de las responsabilidades y unirlos
aún más a sus seres queridos. Generalmente estos síntomas físicos son inconscientes,
pero en ocasiones pueden crearlos de manera consciente para evitar ser abandonados.

~ 20 ~
Aspectos psicopatológicos

Según la teoría psicoanalítica clásica, la personalidad dependiente parte de una fijación


en la primera etapa del desarrollo.
En general se encuentra en la historia de estos sujetos, padres temerosos que visualizan
peligros potenciales en cualquier parte y propician en los hijos un estado de alerta y
temor permanente. Este refuerzo de la dependencia se mantiene a lo largo de todas las
fases del desarrollo.
Muchos padres en vez de fomentar la curiosidad en sus hijos, los complacen en todo y
se encuentran en extremo preocupados por adelantarse a todas sus necesidades. Asi
terminan por anular las mismas y los niños no encuentran motivos para desarrollar sus
propias habilidades. Muchos niños se rebelan contra esta actitud parental, pero hay otros
que no lo consiguen. So los padres ven a sus hijos como indefensos, éstos acaban por
tener una autoimagen de indefensión y debilidad.

Mecanismos de defensa

Represión, proyección, evitación. Introyección, ya que internalizan cualidades de otras


personas más independientes y capaces. La idealización es otro mecanismo que logra
visualizarse (ej. parejas). Emplean la negación para evitar defectos en sus seres queridos
y también negar sus propios impulsos hostiles.

Criterios para el diagnóstico de F60.7 Trastorno de la personalidad por dependencia


[301.6]

Una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, que ocasiona un


comportamiento de sumisión y adhesión y temores de separación, que empieza al inicio
de la edad adulta y se da en varios contextos, como lo indican cinco (o más) de los
siguientes ítems:
(1) tiene dificultades para tomar las decisiones cotidianas si no cuenta con un excesivo
aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás
(2) necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su
vida
(3) tiene dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor a la
pérdida de apoyo o aprobación. Nota: No se incluyen los temores o la retribución
realistas
(4) tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera (debido a
la falta de confianza en su propio juicio o en sus capacidades más que a una falta de
motivación o de energía)
(5) va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y apoyo de los demás,
hasta el punto de presentarse voluntario para realizar tareas desagradables
(6) se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores
exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo
(7) cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación que le
proporcione el cuidado y el apoyo que necesita
(8) está preocupado de forma no realista por el miedo a que le abandonen y tenga que
cuidar de sí mismo

~ 21 ~
F60.5 Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad [301.4]
Este trastorno es diagnosticado dos veces más en el hombre que en la mujer.
El paciente se presenta formal y rígido, con un discurso excesivamente correcto, con
falta de matices y de espontaneidad. Son meticulosos, detallistas y se sienten incómodos
frente a entrevistadores que nos más informales. Producen aburrimiento en el
entrevistador ya que estos pacientes no logran discriminar entre lo esencial y lo
accesorio, aportando detalles innecesarios al intentar responder a las preguntas que se le
formulan. Son reservados y no se sienten cómodos frente a preguntas que consideran
muy privadas.
La principal característica de este trastorno es la preocupación por el orden y el
perfeccionismo. Suelen preocuparse excesivamente por los detalles, careciendo de una
visión totalizadora, al punto de preocuparse en exceso por detalles sin importancia y
perder el objetivo de la tarea que están realizando. Muchas veces se marcen objetivos
demasiado elevados y poco realistas y esperan un desempeño ejemplar por parte de los
demás. Desestiman actividades placenteras ya que piensan que lo primordial es siempre
la productividad y el trabajo.
Son avaros y mezquinos, tanto consigo mismos como con los demás. Son muy rígidos
en términos morales y éticos, manteniendo un control extremo sobre todo su
comportamiento. Tienen una propensión a la duda, son obstinados y expresan un
profundo sentido del deber. Se muestran aduladores de los superiores y autoritarios con
los subordinados.

Mecanismos de defensa

Anulación (acciones o pensamientos que eliminan la ansiedad que se relaciona con


sentimientos o pensamientos opuestos) y el aislamiento del afecto (mantenimiento de
ideas separadas de los sentimientos que típicamente las acompañan). Tratan de sofocar
las pasiones y emociones. Racionalización, formación reactiva.

Trastornos relacionados

Suelen presentar trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, como el


Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC: se caracteriza por pensamientos y acciones
intrusas, se relaciona con la personalidad obsesivo-compulsivo).
Pueden presentar síntomas físicos como modo de expresar ansiedad e ira dirigida hacia
sí mismos, con riesgos de sufrir infartos de miocardio. Pueden desarrollar un trastorno
dismórfico corporal, ya que se obsesionan con alguna mínima imperfección física.
También se presentan a veces experiencias de despersonalización cuando las
emociones los inundan.

Aspectos psicopatológicos

Este tipo de personalidades se incluyen en la descripción freudiana de la fijación en la


etapa anal.
Los padres vigilan muy de cerca a sus hijos a quienes castigan si no realizan las cosas
adecuadamente, incluso cuando evolutivamente, el niño no tiene capacidad para
entender qué fue lo que hizo mal. Por otro lado, como sostiene Millon, los padres de los
futuros compulsivos casi nunca recompensan los logros legítimos de sus hijos, sino que
se limitan a esperar orden y perfección y condenan cualquier cosa que no cumpla estas

~ 22 ~
expectativas. Los logros se dan por hechos y rara vez se reconocen. Niños que son
criados con una excesiva moral, vuelven su ira hacia adentro y desarrollan profundos
sentimientos de culpa ante cualquier impulso que pueda ser considerado pecaminoso.
Estos pacientes tienden a estar atormentados por crímenes pensados. En su inconsciente
no hay diferencia entre pensamiento y acción. Uno de los objetivos terapéuticos va a ser
justamente que el paciente logre apreciar la diferencia entre los sentimientos y
pensamientos hostiles y los hechos.

Criterios para el diagnóstico de F60.5 Trastorno obsesivo-compulsivo de la


personalidad [301.4]

Un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e


interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia, que
empieza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos, como lo indican
cuatro (o más) de los siguientes ítems:
(1) preocupación por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los
horarios, hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la actividad
(2) perfeccionismo que interfiere con la finalización de las tareas (p. ej., es incapaz de
acabar un proyecto porque no cumple sus propias exigencias, que son demasiado
estrictas)
(3) dedicación excesiva al trabajo y a la productividad con exclusión de las actividades
de ocio y las amistades (no atribuible a necesidades económicas evidentes)
(4) excesiva terquedad, escrupulosidad e inflexibilidad en temas de moral, ética o
valores (no atribuible a la identificación con la cultura o la religión)
(5) incapacidad para tirar los objetos gastados o inútiles, incluso cuando no tienen un
valor sentimental
(6) es reacio a delegar tareas o trabajo en otros, a no ser que éstos se sometan
exactamente a su manera de hacer las cosas
(7) adopta un estilo avaro en los gastos para él y para los demás; el dinero se considera
algo que hay que acumular con vistas a catástrofes futuras
(8) muestra rigidez y obstinación

~ 23 ~
TIPO DE T.P. MECANISMO DE CONFLICTO
DEFENSA
Esquizoide Aislamiento. Retiro del mundo
Esquizotípico Fantasía.
Paranoide Proyección Proyección de la agresión

Histriónico Disociación Búsqueda excesiva de afecto.


Erotización de las relaciones.
Fronterizo Escisión. Percepción de sí y de los
demás escindida.

Narcisista Omnipotencia. Falla empática.


Padres.
Envidia.
Antisocial Negación. Falla de la regulación moral.
Proyección. Sadismo
Devaluación.
Dependiente Represión. Refuerzo de los padres de la
dependencia.
Evitativo Represión. Experiencia de vergüenza.

Obsesivo Intelectualización. Excesiva autoexigencia.


Aislamiento afectivo. Rigidez moral.
Valoración ligada a
rendimiento.

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