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Personajes

 Ixabella: narradora
 Migdeli: Cloto
 Arianny: Láquesis
 Silvana: Atropos
 Stanly: Ares
Narrador:
¿Sabías que el día de tu nacimiento se presentaron 3 seres que debatieron cual sería
tu destino? Desde la alta Edad Media hasta finales del siglo XVIII: Las Moiras eran
deidades primitivas hijas de Nyx (Noche) o de Zeus y Temis, llamadas Cloto, Láquesis
y Atropó. Cada uno de nosotros tenemos un hilo llamado vida, las responsables de
esto eran las Moiras, como personificaciones del destino, quienes lo decidían.
pertenecían a la primera generación divina. En este caso, serían titánides de la
generación de los Titanes. Cloto: hilaba la hebra de vida con una rueca y un hueso.
Láquesis: medía con su vara la longitud del hilo de la vida. Átropos: era quien cortaba
el hilo de la vida. Elegía la forma en que moría cada hombre, seccionando la hebra
con sus «detestables tijeras» cuando llegaba la hora.
Altea era una princesa que contrajo matrimonio con Éneo, Altea conoció a Ares, el
dios de la guerra, estos tuvieron un romance y de este ella quedo embarazada, el día
del parto fue un parto larguísimo que al final nació Meleagro. Después del parto Ares
idea un plan para saber el futuro de su hijo, deja al bebe en una cuna y se sienta al
lado haciéndose el dormido. en eso entran las Moiras y rodean al niño.
-vaya! ¡Mirad este niño! –dice Cloto eufórica
Láquesis extiende su mano hacia Cloto- Cloto dame el hilo-
Cloto le da el hilo y está en sus manos lo extendió y lo examino con mucho cuidado-
perfecto...-
Se gira hacia Átropos y esta saca sus tijeras y calcula tardada mente donde cortar,
aleja sus tijeras del hilo y dice con tranquilidad – bueno…-
Las otras dos Moiras se miran entre si totalmente confundidas -bueno, ¡¿cortas o no
cortas?! –dice Cloto impaciente
Átropos se quedó mirando fijo a un objeto en la mesa, Cloto y Láquesis siguen su
mirada hasta ver lo que esta veía – bueno ¿qué pasa? ¿Nunca has visto un
candelabro?! –exclamo Láquesis sin paciencia
-por supuesto que eh visto un candelabro, tonta! – Átropos hace ademan de golpearla
-puedes hacer el favor de cortar el hilo! Que se va a despertar este – dice Cloto entre
susurros, el trio se gira hacia Ares quien aun fingía dormir escuchando toda la
conversación de las Moiras
-bueno… parece que tiene un sueño pesadísimo, este tonto – las dos Moiras fijan su
vista en Átropos a la espera de una explicación
-no voy a cortar el hilo de momento- Átropos niega con tranquilidad
- ¿cómo que de momento?! –dice Cloto
- ¡¿quieres hacer ya el favor de cortar el hilo?! -Laquesis ya no tenía paciencia para
esa conversación – como si el tiempo no valiera, que tenemos muchos niños que nos
esperan-
-estoy aburrida de la rutina, quiero un poco más de emoción- Átropos dice convencida
-oh entiendo... ¿y que propones? - exclama Cloto interesada
Átropos señala la vela en el candelabro que estaba viendo hace unos instantes y dice
– cuando esa vela se consuma, el niño… morirá-
-Mira que te gusta complicar las cosas eh- dice Laquesis cruzándose de brazos
- yaya mirad no os preocupéis, yo hago acá un pequeño tajo con las tijeras y pongo:
asterisco, tajo no aplicable hasta que se consuma vela de dormitorio del candelabro
del dormitorio, en ese orden importante eh, de Ares el padre del niño Meleagro al cual
se le aplica este asterisco. Se entiende ¿no? -
Laquesis la mira atónita -ah trae ya lo escribo yo! – ya sacada de quicio y enojada
-no es por nada, pero te tardas un poco más en escribir ese parrafote, en que se nos
consume la vela eh –dice Cloto divertida señalando la vela
-no, no, yo de aquí me voy antes que se muera el niño, yo no quiero verlo!
-uy no. La disonancia cognitiva eh, ya vámonos – y así las Moiras se van
Eros que había escuchado todo se levantó y miro la vela asustado, la vela iba por la
mitad – si yo apago la vela... esta no se consume… -este rápidamente apaga la vela,
ya apagado envolvió la vela en un pañuelo y lo guardo...
Narrador:
Al día siguiente, este enterró la vela en el jardín, pero ¿puede uno escapar del destino
de las Moiras?
En la versión original, no fue Ares, fue Altea y no fue una vela, fue un tizón (con lo que
se prende una chimenea) y existen muchas versiones del final de esta historia, pero
hay una versión donde a los años se ignora la guerra contra los curetes. Meleagro, a
pesar de que estaba casado con Cleopatra, se enamoró de Atalanta, que también
tomó parte en la cacería y fue la primera que hirió al jabalí; y fue a ella a quien
Meleagro ofreció el trofeo del jabalí muerto, lo que motivó la ira de sus tíos, que
querían para sí el trofeo. Meleagro los mató, y Altea decidió acabar con la vida de su
hijo, así que echó al fuego el tizón de leña y lo dejó arder hasta que se consumió.

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