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PAPÁ QUERIDO.

AIDA BORTNIK

ESCENA 1

Todo el escenario oscuro, sólo una tenue luz ilumina a Amanecer, mientras
que en off se escucha la voz de su padre, Amanecer lee y acciona:

PADRE: Perdóname que te he elegido, pero creo que tenés todas las
cualidades necesarias…Me siento solo…abatido…no puedo más…espero
entiendas…esta Patria está agonizando…igual que yo…he sido traicionado…

AMANECER (leyendo en voz alta): “ Ser honesto en esta sociedad corrupta,


tiene su precio…a la corta o a la larga, te lo hacen pagar…una sociedad de
privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría
vive en la minoría y la desesperación…expresar en voz alta los sentimientos,
las críticas, no se perdona…se castiga…”

PADRE: Cuanta razón tenía Don René…la mayor parte del tiempo, me siento
solo…y no lo digo por ustedes…estoy cansado de luchar galopando contra el
viento…ya no puedo cambiar nada…

Les pido a ustedes, y a vos en particular, que me recuerden siempre, y que no


aflojen…no me juzguen, no me juzgues…sólo necesito que sean
honestos…honrados…y que no se traicionen a sí mismos…

Amanecer…vos tenés el valor y el coraje que se necesita…eres distinto…te


pido que seas el vínculo que permita sostenerlos y unirlos…no será
fácil…pero sé que lo lograrás…

Me libero de toda traición y dolor…

Te amo…

Papá

Amanecer sale corriendo con un grito ahogado en llanto…


ESCENA 2.

En escena: una mesa tipo escritorio, libros por el suelo, abajo del escenario
otra mesita con la máquina de escribir, en el centro un mueble con ropa que
está acomodando Clara de un lado y del otro libros.

Clara doblando ropa, Carlos revisando el escritorio arriba y Electra en la


máquina de escribir, de pronto se sonríe.

CARLOS.-¡Viejo e mierda!

AMANECER, al lado de Clara va guardando sus pertenencias…toma su ropa y


la huele…

CLARA:-La ropa…tiene su olor…el mismo olor que cuando me llevaba en


brazos…

CARLOS:- ¡Viejo e mierda! ( AMANECER se sobresalta al oír su grito)

CLARA:- Por favor…le pido por favor…no me gustan esas cosas…No sé que
relación tendría usted con él…pero yo lo quería mucho…

CARLOS: -¡Era un viejo de mierda!, no hablo de tu papito, el que te llevaba en


brazos…hablo del mío…¿OK?

CLARA:- Pero si es lo mismo…

CARLOS:- No es lo mismo…no es lo mismo…

ELECTRA:- ¿No podrías dejar de molestarla?

CARLOS:- (la mira, sonríe) Voy a tratar…

Pausa, luego las dos mujeres reinician su acción

CARLOS: ¿cuántos más aparecerán?...

ELECTRA: - ¿Cuántos más?

CARLOS:- Hijos…cuántos otros hermanitos nos aparecerán, digo…¿ vos tenés


idea de cuántos somos?...
ELECTRA:- No.

CARLOS:- Algún número entre 10 y 100, seguro…(se ríe) y debemos tener


hermanitos coloreados, también… porque el viejo viajaba. Era lo que más
hacía, además de preñar minas…

CLARA:- ¡ Por favor!

CARLOS:- Bueno, tenemos una hermanita puritana…

ELECTRA:- Decime, ¿vos para que viniste?

CARLOS (se quieto, sorprendido, intenta una de sus risitas) - ¡buena


pregunta! Ves, ¡esa sí que es una buena pregunta! Pero cierto que vos sos
periodista, ¿no? Como tu papito…Te puso bien el sello el viejo ¿eh? Por algo
te puso Electra…¡ Mirá que se necesita ser degenerado para ponerle Electra a
la hija!

ELECTRA:- Y a vos ¿cómo te puso?

CARLOS:- (se encoje de hombros. Molesto) Carlos

ELECTRA:- ¡Vamos!...Carlos y ¿que más?

CARLOS: sonrisita-Germinal, naturalmente, ¿Qué querías que me pusiera el


viejo con sus ideas?

ELECTRA: y firmás Carlos G…

CARLOS: No, si querés me pongo un cartel en la frente que diga que mi


papito era muy revolucionario…

CLARA (principista): No es ninguna vergüenza…

CARLOS: ¿No?

CLARA: Yo estoy orgullosa de él…

CARLOS: Sí, sí…se te nota…Les tendría que haber puesto Electra a todas…

Carlos se pasea, se enfrenta al fichero, lo abre, lo observa al descuido, Electra


lo observa.

ELECTRA: No había visto ese fichero…¿Qué hay?

CARLOS: (se encoje de hombros)-Supongo que estaremos nosotros…los 100


hijos quiero decir…para acordarse…(las mira, se le ocurre de pronto)¿ a
ustedes también les escribía?...

ELECTRA: Siempre…

CLARA: Yo guardo todas sus cartas…

CARLOS (curioso): Una vez por semana hasta los 18 años…¿una vez por mes
desde los 18?

CLARA (asombrada): ¿a usted también?

CARLOS (se ríe): ¡que idiota! ¡Mirá si seré idiota! Recién se me ocurre,
¡claro!...nos debía escribir a todos…esas cartas largas y llenas de moralina
barata…

CLARA: escribía cartas preciosas…

CARLOS: mirálo que organizado, el viejo…¡mirálo que organizado!

ELECTRA: vos creías que eras hijo único, hasta que llegaste aquí…

CARLOS: mirá hermanita…

ELECTRA: y después quisiste creer que por lo menos, eras el único varón, por
eso lo trataste tan mal a ese pobre…y ahora te enterás de que tampoco eras
el único al que le escribía…

CARLOS: ¡vamos! Si hace años, ¿me entendés? ¿ me oís bien? Años…casi 10


años que no le contestaba…

ELECTRA: y él te seguía escribiendo…

CARLOS (se encoge de hombros), si le daba lo mismo…¿acaso me escribía a


mí? ¡le escribía a la posteridad, hermanita!(se ilumina)¿y sabes que?, ¿sabés
que creo?, debía escribir con carbónico…no. Que carbónico…debía tener una
fotocopiadora…nos debía mandar la misma carta a todos…no hay
fotocopiadora por acá…busquemos, hermanitas, busquemos…yo les apuesto
que encontramos una fotocopiadora…

CLARA: ¿Por qué dice todo eso? (se paran Clara y Amanecer frente a frente y
mirando uno en dirección distinta al otro, sin registrarse el uno al otro, dicen
al unisono) a mí me escribía sobre mis cosas…eran cartas…completamente
personales…

CARLOS: ¡vamos! ¿ y note citaba a los grandes pensadores de la humanidad?


¿ no te hablaba de la libertad del hombre…no te decía que la independencia
del espíritu era el órden natural y debía oponerse al yugo del Estado?...

CLARA: siempre tuvo sus ideas, pero a mí hasta me preguntaba por el


perro…por Caos…a mí me regaló un perrito…

CARLOS (riéndose): ¿ y le puso Caos?

CLARA (temiendo preguntar): ¿A mí me lo regaló cuando cumplí 6 años?

ELECTRA: a mí nunca me regaló un perro…

CARLOS (riéndose todavía): ah, no…no te preocupes…a mí tampoco, a mí


tampoco…debíamos entrar en distintas clasificaciones…por ahí hubo 10 a los
que les regalo un perro, 10 a los que les regalaba un microscopio…

ELECTRA: a mí nunca me regalo un microscopio…

CARLOS: no, déjame que lo piense…a vos te regaló biografías de grandes


revolucionarios…seguro…

AMANECER: siempre tuvo sus ideas (enojado grita) BASTA(todos se callan y lo


miran)

ELECTRA: y qué

CARLOS (sorprendido a pesar suyo): ¡ pero te das cuenta el viejo e mierda!


ELECTRA: ¡Acabála!

CARLOS: no, pero oíme, oíme…vos sos inteligente…¿no te das cuenta? A ella
un perrito…a esta tierna ama de casa…a mí un microscopio y soy médico…y a
vos ¿entendés?... nos programó ¡ese viejo de mierda! ¡nos programó!

ELECTRA: ¿no es lo que hacen todos los padres con sus hijos?

CARLOS: ¿y vos te crees que a todos le sale tan perfecto?

ELECTRA: todos no son tan inteligentes como para apostar a lo que


realmente somos…

CARLOS: ah, sí, eso es cierto: él era muy inteligente!...¡muy inteligente! ¡mirá
para lo que le sirvió!

ELECTRA: ¿vos querés decir que no tenía plata?

CLARA: a él no le importaba la plata…

AMANECER: a él no le importaba la plata… a él le importaba que nosotros


seamos honestos…personas de bien…( va guardando cartas en la caja…la
misma que después lleva José y lee en voz alta) “…para entregar a mis
hijos…”

CARLOS: vamos Electrita…que una cosa es no tener plata…y otra terminar en


este pueblucho miserable…sólo como un perro…y pegándose un tiro en la
cabeza.

CLARA: el señor que me llamó a mí…dijo que podía haber sido un accidente…

CARLOS: ¿ y vos se lo creíste?

CLARA( le cuesta): no…porque si dejó dicho a quienes había que llamar…si


dicen que dejó escrito…(pausa)pero si estaba tan enfermo…a él no le gustaba
tener que depender de nadie…dicen que apenas podía caminar…y a él le
gustaba tanto caminar…(pausa)yo iba a venir…tantas veces estuve por
venir…y siempre pasaba algo…y él, cada tanto, decía que a lo mejor se hacía
un viaje y nos visitaba…nunca me voy a perdonar…nunca me voy a perdonar
no haber venido…

PAUSA

ELECTRA: tenía muchos amigos aquí…jugaba al ajedrez, jugaba al truco…no


debía estar muy solo…

CLARA: no, si él se hacía querer…el señor que me llamó a mí…lloraba…apenas


podía hablar de los mucho que lloraba.

PAUSA, Carlos cierra de un golpe el cajón que había abierto en el fichero.

CARLOS: bueno, ha sido una experiencia realmente interesante…encontrarse


con unas hermanitas como ustedes…y seguramente todavía se va a poner
más interesante cuando lleguen los otros 96…pero yo me voy…

CLARA:¿pero no va a esperar el velatorio, el entierro?...

CARLOS: la policía puede entregar el cadáver recién mañana…y yo tengo


mucho que hacer…

CLARA: pero lo tiene que esperar a Josué…él va a traer…ese señor dijo que le
iba a dar también algo que había dejado para los hijos…

CARLOS (risitas): la herencia…se la pueden repartir ustedes…bah…ustedes y


los otros…yo no quiero nada…pueden quedarse con mi uno por ciento…no
voy a reclamar…

ELECTRA: a lo mejor no somos más que nosotros cuatro…

CARLOS: no te hagas ilusiones, Electrita…

ELECTRA: te da lo mismo, ¿no es cierto?, cuatro o cien… no le podés


perdonar no haber sido el único…

CARLOS: hacéme el favor…no me gusta el psicoanálisis caro, imagináte el


regalado…hace muchos años que no me importa de ese viejo de mierda…

ELECTRA (grita casi) ¿y entonces por qué viniste?


CARLOS: ¡y a vos que te importa! ¿Quién te conoce? Porqué te tengo que dar
explicaciones!

Aparece Josué con una gran caja, se detiene sorprendido por los gritos

JOSUE: ¿qué pasa?

ELECTRA: el hermanito médico, que se va…

JOSUE: ¿cómo se va a ir?...dentro de dos horas lo llevan a la funeraria…ya


arreglé todo…y aquí está esto que dejó para nosotros…(sonríe) pesa un
poco… bueno, no tanto, pero como vine casi corriendo…vieran la cantidad de
gente que está esperando…es impresionante…todo el pueblo,
prácticamente…

ELECTRA: yo sabía…

CARLOS: un demagogo…eso es lo que era…

Clara se acerque a la caja, la mira con cuidado se agacha y lee:

CLARA: para entregar a mis hijos (se incorpora, los mira)

ELECTRA: bueno hay que abrirlo…

CARLOS (sonriente): ¿sin esperar a los otros?

JOSUE: ¿qué otros?

ELECTRA: él me dice que debe haber más…

JOSUE(no entiende): ¿más qué? No…el señor dijo que esto era todo lo que
había dejado…

CARLOS: más hermanos…más hijos de tu papito, digo…¿por qué crees que no


vamos a ser nada más que nosotros cuatro?¿por qué no 20 o 65 o 100?

JOSUE(sonrisa sorprendida): bueno, cien no creo, no…pero tiene razón…por


ahí…somos más…y bueno, yo como ustedes quieran…yo, por mí,
claro…espero…si les parece, esperamos a que llegue alguien más…(los mira a
todos) es emocionante, ¿eh? Lástima que él no esté…¡cómo le gustaría
vernos juntos!(se pasea un poco) Mirá la cantidad de libros…(advierte) no
son para nosotros los libros ¿eh?, bah, el señor dijo que si nos queríamos
llevar alguno en especial…de recuerdo…pero que dejó todo para la
biblioteca…y las revistas…y su fichero…todo esto lo dejó para la gente de
aquí…lo nuestro está ahí…(se acerca a la máquina) miren la máquina…¡que
vejestorio!...no la quería cambiar, ¿eh?¡estaba encariñado con su máquina!,
saltaba la r… y las mayúsculas siempre las marcaba fuera de la línea…

CARLOS: ¿a vos también te escribía seguido?...

JOSUE: siempre…me escribió siempre…lindas cartas escribía.

AMANECER (repite lo que dice Josué): siempre me escribió…lindas cartas


escribía

JOSUE: era un viejo bastante extraordinario…mis hermanos me lo envidiaban


un poco…

Electra ha ido acercándose a la caja y finalmente está arrodillada al lado

ELECTRA: yo quiero abrirlo…

CLARA: pero a lo mejor…él tiene razón…y después alguien se ofende.

ELECTRA: yo quiero abrirlo…no nos vamos a quedar con nada de nadie…pero


estoy segura de que adentro debe decir como repartirlo, para quien es, lo
que sea…¡abrámoslo!...

CARLOS: por mí , hagan lo que quieran…

(Electra comienza a desenvolverlo, ayudada por Josué. Adentro hay cinco


voluminosas carpetas de archivo…)

ELECTRA (lee la cubierta de la primera que saca): Minerva

CLARA: esa soy yo…Clara Minerva…

(Josué se la alcanza, Clara la mira por fuera, no se atreve a abrirla)


ELECTRA (sigue): Ateo

JOSUE (sonriente): él me quería poner Ateo, no lo dejaron, pero siempre me


llama así…

ELECTRA (tendiéndosela a Carlos): Germinal…

JOSUE (sonriente): vos sos Germinal ¿y te anotaron así?

CARLOS: sí me anotaron así…

ELECTRA(se ha quedado mirando una carpeta): esta dice Amanecer…

Se enciende la luz de Amanecer cuando lo nombran y acciona…

AMANECER: no lo juzguen…yo no lo juzgo…

ELECTRA(saca la última carpeta): electra…ésta es para mí…

JOSUE: entonces somos cinco…con amanecer

CLARA: ¿es nombre de mujer o de hombre?(Josué encoge los hombros)

ELECTRA: puede ser cualquiera de los dos

PAUSA

JOSUE a Electra: vos tenías razón…eh?, el lo dejó todo bien organizado.

CLARA: me da una impresión abrirla…pero yo creo que sé que es…

JOSUE(entusiasmado): a ver…¿Qué? Que creen ustedes…esperen, no lo


abramos…a ver si adivinamos qué es…

CLARA: él estaba escribiendo un libro…¿les contó?, a mi en las cartas me


hablaba del libro…

ELECTRA: “las revolucione s en la historia de las sociedades”

CLARA: ese…

ELECTRA: no, no creo que sea eso…


JOSUE: yo creo que son sus poesías..

CARLOS: lo que faltaba…

ELECTRA: no…yo creo que deben ser sus recuerdos…la historia de la


familia…el abuelo que fabricaba plata en la cárcel…y el que contrabandeaba
caballos…yo siempre le pedía que juntara todas esas historias en un libro…yo
creo que estaba trabajando en eso, los últimos años…

Carlos empieza a reírse, todos lo miran incómodos.

CARLOS: grandes obras esperan del papito…todos…todos se creyeron el


mito…y yo les digo que no…¿saben que hay aquí? ¡estoy tan seguro, tan
seguro!

ELECTRA: dejá de reírte, vamos, que no divertís a nadie. ¿que es lo que nos
dejó, según vos?

CARLOS: ¿la herencia de nuestro papito?...son las cartas…las cartas que nos
mandó todos estos años…otra copia de las mismas cartas…una por una…esa
es la gran obra del viejo: las cartas con las que nos llenó la cabeza y nos
jorobó la vida. Sus cartas llenas de grandes palabras y grandes
sentimientos…con mucha libertad y conciencia y honor y dignidad y
solidaridad y todo su maravilloso vocabulario del siglo pasado…las cartas
exaltadoras que hacían que uno se sintiera heroico y especial solamente por
recibirlas…hasta que uno empezaba a sentirse incómodo y después acusado
y después un verdadero gusano inmundo porque uno no se merecía toda esa
maravilla que era su padre…

CLARA (desconcertada, herida): yo no me sentía así…

ELECTRA: hablá por vos…

JOSUE: el viejo no era así…no sacaba copias…¿cómo iba sacar copias? Yo,
igual, las guardaba todas…a mí me gustaba volver a leerlas.

PAUSA
Empiezan todos a abrir las carpetas, Carlos de manera brusca, Electra y Josué
lo miran, abren las suyas y Clara recién logra hacerlo

CLARA (sorprendida, emocionada, contenta): mis cartas…son mis


cartas…están ordenadas…una sobre otra…sí…desde los dibujos que mandaba
mamá…están todas…guardó todas mis cartas…yo guardaba las de él…pero las
mías eran…no eran como las suyas…y él las guardaba…nunca me lo hubiera
imaginado…

ELECTRA: sí, desde la primera, están todas…

JOSUE: nos dejó nuestras cartas…( a carlos)¿a vos también? yo tampoco


pensé que las guardaba…¿él también las volvería a leer? No creo… nunca
tenía tiempo para nada…pero es, es una idea que debe haber tenido…porque
nos quería para que viéramos que nos quería…( a Electra)¿No es cierto?

ELECTRA: sí

CLARA: a mí me hubiera gustado que escribiera un libro…se lo hubiéramos


hecho publicar…pero Josue tiene razón…¿no es cierto?

Pausa, de repente Clara tiene un estallido de risitas y se tapa la boca

CLARA(los mira, como disculpándose): ¡HAY QUE TONTA! ¡una dice cada cosa
cuando es chica! Le decía que me iba a casar con él…mi nena mayor le dice
eso a mi marido…pero yo no me acordaba…

JOSUE( la ha estado escuchando con una sonrisa) yo le dibujaba


historietas…le contaba todo, en historietas…(se ríe mirando su carpeta),
dibujaba a mi hermana chiquita para que la conociera…(pausa). Y él me
empezó a mandar libros de arte… debían ser carísimos…(sonríe) decía que
los expropiaba…(casi desafiante, de pronto mirándolos)Yo también fui
expropiado…un tiempo…(Electra lo mira y Josué le sonríe). Hace mucho,
ahora soy, casi casi, lo que el viejo llamaría un chancho burgués.

(siguen pasando las hojas, Electra no se ha detenido en las primeras cartas.


Está por el medio de sus carpetas cuando la cierra de pronto y se queda
mirando al techo. Como si se tratara de contener las lágrimas. Carlos respira
agitadamente y cierra su carpeta bruscamente. Se da vuelta a mirarlos.
Parece haber recibido un golpe, está herido y desconcertado, pero sobre
todo mucho más furioso que antes)

CARLOS(resoplando y riéndose falsamente): ¡Linda idea! ¡Preciosa idea!


¡Solamente a él se le podía ocurrir!

(Josué y Clara lo miran asombrados, Electra prefiere no mirarlo)

CARLOS: Vos sabés ¿no es cierto? Vos sabes lo que nos hizo…

(Electra se levanta. Busca su saco. Se lo pone)

CARLOS:¿No te das cuenta?

JOSUE: Mire, yo no sé qué problema habrá tenido usted con él…pero delante
nuestro…no lo insulte…

CLARA: Yo ya se lo dije…

AMANECER: …no lo juzguen…yo no juzgo…

ELECTRA: tendríamos que ir ya…tendríamos que estar allí…

CARLOS: vos sabés, ¿no es cierto?¡vos sabés porque lo hizo!

ELECTRA: ¿Qué vamos a hacer con la carpeta de Amanecer?

CLARA: podríamos mirar adentro, la dirección nada más…la última


dirección…y mandársela, ¿no?, a lo mejor no pudo venir por algo…

JOSUE(a Carlos): a mi me gustaría que me contara qué es eso que nos


hizo…puede ser que Electra lo entienda…pero yo soy más lento…me gustaría
que me contara…

CARLOS: decime, ¿Qué le escribías vos?...¿Que le contestabas a esas cartas


maravillosas?...

JOSUE: y…le contestaba…lo que sentía


CARLOS: eso, lo que sentías… cuando eras chico… y cuando eras un
adolescente… y cuando eras un joven…eso le contestábamos, lo que
sentíamos cuando él nos inspiraba tanta admiración y tanto respeto…

JOSUE: yo todavía lo sigo admirando y respetando…

CARLOS: pero, ¿Qué le prometías en esas cartas?...

ELECTRA: déjalo, por favor, para qué haces eso…¿no podés dejarlos
tranquilos?

JOSUE: si usted me está defendiendo de algo, yo se lo agradezco…pero


nuestro padre me enseñó que era yo el que tenía que defender a las
mujeres…déjelo que hable, yo también me quiero enterar… ¿Qué le
prometía?

CARLOS: sí, que le prometías a él… ¿y que te prometías a vos mismo? ¿cómo
apostabas por tu futuro, qué cosas decías que ibas a defender siempre? ¿qué
cosas decías que no ibas a ser nunca?...

CLARA: ¿Qué tiene de malo lo que uno escribía cuando era chico?

CARLOS (sigue con Josué)¿te acordás?...¿te acordás qué hombre le prometías


a ese padre maravilloso?

Josué asiente.

CARLOS: ¿y sos ese hombre?

Pausa

ELECTRA: nadie ese es hombre…

CARLOS: tratá de leer esas cartas ahora, trata de leerlas sin sentirte como un
gusano.

JOSUE: no tengo porque sentirme como un gusano…

CARLOS:¿no? ¿nunca dejaste de ser el hombre que creías que ibas a ser
cuando tenías 17 años?
ELECTRA: nadie es ese hombre…

CARLOS: ¡ ese viejo de mierda era ese hombre!

ELECTRA: ¿eso creías?...¿justamente vos?...claro por eso lo odias tanto…no,


tampoco él…por lo menos no del todo…seguramente tampoco él…pero a lo
mejor ésa era la idea…a lo mejor un día se puso a pensar…en cómo se había
traicionado…y quiso advertirnos…

CARLOS: ¿advertirnos? Se tendría que haber muerto antes…yo tengo 45


años…

ELECTRA: a lo mejor se le ocurrió hace muy poco…a lo mejor se le ocurrió


justo antes de matarse…

JOSUE (ha estado totalmente abstraído) es una herencia rara…¿no? La


verdad que es una herencia rara…

CLARA (ha estado ojeando su carpeta) yo creo que Josué tenía razón, yo creo
que lo hizo porque nos quería…yo creo que quiere decir eso.

ELECTRA: ¿Por qué no? También quiere decir eso…(se pone a llorar)

PAUSA

Sin moverse de sus sitios, la luz baja o cambia. Comienzan y terminan a coro,
el texto que recitan entre todos alternadamente)

CLARA: Querido papá: ayer recibí tu carta y estuve pensando toda la noche
en lo que me escribiste. Y quiero decirte que tengo tanto orgullo porque sos
mi padre, que sé que nunca voy a olvidarme de las promesas que te he hecho

ELECTRA: de las promesas que hice sobre mi propia vida: de vos he aprendido
que cada uno es responsable por toda la libertad, por toda la solidaridad, por
toda la dignidad, por toda la justicia y por el amor en el mundo

JOSUE: y que a ésta responsabilidad no se puede renunciar ni durante un solo


minuto de nuestra vida y que nadie puede cargarla por nosotros si queremos
ser libres.
CARLOS: y yo te prometo, papá, que voy a ser capaz de recordar todo esto
hasta que me muera y que nunca, nunca, voy a traicionarte o traicionarme…

Aparece Amanecer en el centro del prosenio o de la sala y termina diciendo:

AMANECER: Lo único que quiero es crecer, crecer rápido, para convertirme


en el ser humano que vos me enseñaste a ser, en alguien libre, solidario y
orgulloso, que defiende sus ideas y no se inclina ante nadie, en alguien como
vos PAPA QUERIDO

OSCURIDAD.

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