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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD MONTEÁVILA
COMITÉ DE ESTUDIOS DE POSTGRADO

ESPECIALIZACIÓN EN PLANIFICACIÒN, DESARROLLO Y GESTIÒN DE PROYECTOS


II SEMESTRE Ética – PROFESOR FERNANDO VIZCAYA
Elaborado por: Lic. Chirley Rodríguez Torres CI 24.222.707

TEMA: INDIVIDUO Y SOCIEDAD

El hombre es un ser social por naturaleza, es una frase acuñada por


Aristóteles para definir que la naturaleza humana posee para consigo la acción de
ser social y que a medida que va pasando el tiempo, la persona se va
desarrollando en su entorno.

Existe una tendencia desde cuando somos infantes y es que los estímulos
pese a que inician en el hogar con el contacto directo del pequeño con su familia
vista como la institución más antigua de la humanidad, es a partir de su edad
escolar cuando éste entra en contacto con otros que va descifrando dentro de sí
involuntariamente pero muy espontáneamente el vivir en sociedad aprendiendo a
comunicarse con los llamados “agentes de socialización” , quiere decir que día
tras día mientras más descubre el mundo que lo rodea, éste se involucra en las
prácticas de la sociedad civil, donde la autoridad y la justicia constituyen
elementos para aproximarse hasta el alcance de la perfección en términos
filosóficos.

Rosseau en su versión optimista sobre el individualismo sostiene que el


ideal del hombre es aquel estando en un estado natural donde cada individuo viva
en plena libertad; sin embargo Hobbes en su obra “El Leviatán” apunta hacia la
versión negativa de la sociabilidad humana donde se afirma que “El hombre es un
lobo para el hombre” y de cierto modo resulta certero y aplica para el ámbito de
supervivencia, lo experimentan los países que están en los conflictos armados
quienes se rigen fundamentalmente por el derecho internacional humanitario
(DIH), también conocido como las “leyes de la guerra”, a pesar de que ese
Derecho Internacional delimita el comportamiento aceptable entre las partes
involucradas del conflicto, no deja de tomar vigencia lo acuñado por el autor el
cual el lobo es un lobo para el hombre.

Por su parte el colectivismo afirma que el hombre es un ser esencialmente


social, de manera que solo cuando está dentro de esa sociedad puede afirmar su
valor como hombre. El Personalismo contemporáneo por su parte subraya la
necesidad de la socialización y es desde ese punto de partida donde valdría la
pena iniciar, para indicar que las relaciones interpersonales son el verdadero
escenario de la existencia humana, pues esta concepción define que el hombre
necesita necesariamente de la vida social para desarrollarse a sí mismo, por ser el
hombre naturalmente social el bienestar material constituye un elemento básico
para el bien común y pertenecer de alguna forma en la jerarquía de la vida
humana donde existe la capacidad de competir por méritos y de innovarse por
necesidad, logran que el hombre experimente la libertad para alcanzar la
perfección y la felicidad el denominado por Aristóteles “vivir bien”.

El vivir en sociedad y las relaciones interpersonales siguiere una valoración


adicional y es aquella que es impartida a través del amor una vez que hombre
comparte sus sentimientos y es capaz de donarse a otros mediante el Ágape ò el
amor de benevolencia, el cual es según la religión un acto que supone la
benevolencia del otro anteponiéndolo al propio, y pues no existe otro
mandamiento bíblico que sea mayor al de «AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI
MISMO» y el Apóstol san Pablo en una de sus epístolas lo recuerda: «El que ama
al prójimo ha cumplido la ley.

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