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UNA FILOSOFÍA SOCIAL Y UNA SANA CONVIVENCIA

En la actualidad se ha tomado a la filosofía social no sólo como una rama de la filosofía


misma, sino que también se ha tomado como una ciencia emergente de una perspectiva
un poco ética que se ocupa de manera principal al hecho de estudiar todas y cada una de
las ideologías establecidas dentro de un concepto que se ha acogido acerca de lo que es
la sociedad
Dentro de estas determinadas perspectivas se generan una serie de determinadas luchas
sociales que terminan por provocar una especie de dependencia o una especie de
desprendimiento de una persona de alguna sociedad y la lleva acoger un carácter un
poco más individualista y este carácter individualista que adopta dicha persona empieza
a ser aplicado a su estilo de vida cotidiana
Dicho esto se considera un hecho que la filosofía social es aplicada de manera diaria en
nuestra vida con el individuo y del individuo hacia los demás creando relaciones
interpersonales y creando comunidades o sociedades respetando las normas ya
establecidas y determinadas por las mismas sociedades a las que pertenecen los
individuos
Por ejemplo, los seres racionales aplicamos la filosofía en la vida diaria una vez que nos
preguntamos cómo comprender al otro y a la sociedad, una vez que nos cuestionamos el
sentido de nuestras propias vidas o al pensar que clase de ocupaciones son las más
necesarias en una situación definida y determinada
Dicho esto, el quehacer filosófico comienza con la duda. Por lo cual cada plática que sea
dinámica, versátil y enriquecedora sobre un asunto en concreto podría ser filosófica.
Asimismo la meditación personal, producto de la preocupación, además es un acto
filosófico establecido.
También se tiene de la filosofía social que presenta una estrecha relación con las leyes y
lo conocido como el derecho se cree que esto es debido a que al momento en el que un
individuo se considera o se hace perteneciente a una determinada sociedad o a una
determinada comunidad Este individuo no tiene sólo que hacerse cargo de sus propios
actos y responsabilidades sino que también tiene que velar por adaptarse rápidamente a
todas y cada una de las normas o leyes que impone cada sociedad dentro de sí misma
para lograr así de esa manera una sana convivencia en comunidad pacífica
La sana convivencia es la que nos posibilita vivir a partir de los valores y desarrollarnos
como personas, logrando convivir con los demás, a pesar de las diferencias que logren
existir.
Del mismo modo, la sana convivencia es la que hace viable que nos expresemos con los
otros, dialoguemos, podamos solucionar cualquier tipo de diferencia y laborar.
Por medio de la sana convivencia proveemos a conocer cuáles son nuestros propios
valores y prácticas, puesto que, nuestro comportamiento en nuestra mejor carta de
presentación. Principalmente, la sana convivencia posibilita que vivamos sin necesidad
de que exista la violencia, sino que esta es suplantada por la solidaridad.
Al respecto, podríamos acotar que esto no es a partir de ahora, puesto que, a partir de los
principios de la raza humana el ser humano continuamente ha tenido la necesidad no
solo de expresarse, sino además de tener relación con los demás, debido a que, debido a
esto, es que hemos podido cambiar como especie.
Ya que la Filosofía Social atiende el análisis de interrelaciones interpersonales, su
último relacionado de la naturaleza presentará 2 puntos diferenciados. El ser humano
como individuo de toda interacción social y la naturaleza material como marco de la
interacción. La naturaleza o mundo material a la que el ser humano pertenece, y en cuya
realidad el ser humano es, se constituye como objeto importante de la filosofía social ya
que en él se generan las interacciones interpersonales.
Actualmente, vivimos en una sociedad individualista, violenta y alienante que produce
la pérdida de la identidad y del sentido de la vida, sin moral y valores, que todos los días
más nos muestra una realidad caótica y materialista, que consigue convencer a la mayor
parte de vivir sin esperanzas, ya que ya todo es aparentemente inútil.
En cada una de los periodos de la crónica de la raza humana se atravesaron crisis quizás
más severas, que no obstante lograron superarse.
Este es un rato en que todos poseemos la posibilidad de visualizar otra forma de
organización y experiencia social, más justa, más equitativa, más coherente y más sana.
Es el primordial objetivo del nuevo milenio, generar las condiciones para eludir la
exclusión, priorizar la solidaridad y la enseñanza y, tal cual, concluir con los
resentimientos y los viejos conflictos del pasado. ¿Pueden los que tienen poco dinero
salir de la pobreza y los bastante ricos desprenderse por parte de su riqueza que sube a
cifras semejantes a la deuda externa de las naciones en vías de desarrollo?
Estas normas son reguladas mediante el derecho y precisamente por esto se genera una
estrecha relación entre la filosofía social y el derecho o leyes
El derecho como objeto de meditación filosófica tiene su origen en los principios del
quehacer filosófico
Sin lugar a dudas, fueron los filósofos griegos quienes emprendieron intensas
investigaciones respecto de la naturaleza del derecho y la justicia mucho anterior a que
se estableciese una filosofía jurídica en el sentido nuevo de la expresión.
Después, la filosofía cumplió un papel importante en la consolidación de los Estados
republicanos y más que nada en entablar las bases desde el cual se elaboraron después
las Constituciones, en ventaja del cual hoy se cree y opera el derecho
No cabe duda enque la interacción entre la filosofía y derecho no es una interacción de
continuidad rectilínea. Empero, sin embargo esto, el verdadero abogado no puede perder
el contacto con la filosofía ya que esta resulta imprescindible para lograr hacer
verdadera ciencia y para lograr posicionarse ante los inconvenientes no científicos del
derecho en razón de la plenitud humana que es inmanente a este y que la ciencia no
puede encontrar sin desvalorarse
Hecho por David Samuel Castellar Pérez
UNA ESTRECHA RELACIÓN ENTRE EL INDIVIDUO Y EL ESTADO
La relación que actualmente se establece entre individuo y el estado de lo acoge es sin
duda una relación de carácter directo; debido a que para que un gobernante sea elegido,
necesita del apoyo de la sociedad conformada por miles de individuos, básicamente,
para que el estado llegue a ser conformado se necesita de una relación y sana
convivencia entre el individuo y el estado
La sociedad no está separada del sujeto, sino que este es la síntesis de su pertenencia
social y su vida no social. Esta unidad conforma una interacción simultáneamente de
interioridad y exterioridad entre la persona y la sociedad. Se es parte completamente
social empero además se es un todo en sí mismo.
Claro está que el modelo de sociedad es parte del debate ideológico de los partidos. En
el instante que tú dibujas qué tipo de sociedad deseas, estás tratando aglutinar a un
sector de la sociedad. En las comunidades democráticas avanzadas los matices sobre el
modelo de sociedad deben ver con cuanto poder vuelcas sobre el Estado o cuanto dejas
a los habitantes. O sea, una dinámica más liberal o más intervencionista.
Este orden social no viene definido por la naturaleza, sino que son los individuos las que
lo inventan y modifican, dando sitio a diferentes maneras de organización social. Estas
maneras fueron incrementando su dificultad mientras lo hicieron además los
inconvenientes a los que cada sociedad debería desafiar. Ahora bien, debido al mismo
hecho de la necesidad del sujeto de organizarse, es una vez que se establecen las
colaboraciones de dominio y poder, y la organización que representa v eierce el poder
político es el Estado. cuva vida v interacción que preserva con las personas y la
sociedad son en ocasiones problemáticas y obieto de controversia.
De otro modo, el Estado como organización representa el poder político, o sea, la
potestad y legitimidad para acomodar a las personas de una cierta sociedad en
funcionalidad de los múltiples poderes que la incorporan: Poder Legislativo, Ejecutivo,
Judicial, Electoral y de Transparencia y Control Social.
El Estado Nació para defender la estabilidad de los habitantes, por lo cual se le
incorpora como tarea propia, la protección de sus libertades: nace de esta forma el
Estado de Derecho, o Estado defensor de las libertades públicas y del confort social, con
sus diferentes modalidades de interpretación.
El ser humano es un ser social por naturaleza. De ahí que los principios del sujeto en la
sociedad y de la sociedad política, es algo natural, espontáneo, efecto de la incapacidad
de sobrevivir y realizar la vida cotidiana si no es en contacto con los demas: los
individuos no tienen la posibilidad de desarrollar aisladamente sus habilidades y
tampoco conseguir su propia identidad sin estar relacionadas con otros.
Cabe resaltar que la persona ha existido en la sociedad, a partir de los equipos nómadas
de recolectores y cazadores. hasta las sofisticadas y compleias relaciones en los equipos
En relación con el estado y el individuo, cabe resaltar, que el ser humano es un ser
social, debido a que es parte constantemente de una sociedad, donde una sociedad es el
grupo de individuos ligadas de forma orgánica por un inicio de unidad que supera a
todas ellas y perdura en la época, debido a que recoge el pasado y elabora el porvenir de
una sociedad con el apoyo integra de las personas. De ahí que toda sociedad debería
buscar el bien común, y éste encierra el grupo de condiciones de la vida social, con los
cuales los hombres, las familias y las asociaciones tienen la posibilidad de conseguir
con más plenitud y facilidad su propia perfección, o sea, la averiguación del confort
social, donde el Estado juega un papel fundamental, debido a que el Estado es la
organización o estructuración política de esa sociedad, aunque no exista una
constitución o carta magna que la regula a la sociedad
Existen bases fundamentales para la relación individuo estado y estas radican en que hay
que establecer que el individuo tiene responsabilidades hacia su comunidad tanto como
tiene derechos.
El Estado se funda en nuestra naturaleza humana y su realidad involucra la autoridad y
pertenece al orden previsto y por esto, debería realizarse en los parámetros del orden
moral para intentar el bien común.
El Estado continuamente debería buscar el beneficio colectivo de la sociedad y del
sujeto como tal, o sea, debería tender continuamente a conformar un tipo de hombre
culto, preparado, respecto de los otros para beneficio de toda el núcleo familiar humana.
En ventaja de eso, la organización política es decir, el Estado, debería contener por
consiguiente, los derechos y deberes de los miembros de la sociedad, el ejercicio de la
autonomía, las herramientas que sirven para buscar el bien común y para las
construcciones de poder y su manejo.
Es de gran trascendencia que el Estado conserve la funcionalidad social y el libre
mercado debería estar reducido en temas de repartición de bienes y beneficios por la
participación del Estado, en especial siguiendo el inicio de defender a los habitantes y
conjuntos más vulnerables y desarrollar entre los habitantes el inicio de solidaridad. Es
por esto, que el componente de solidaridad, de justicia social, igualdad y de dignidad
humana está por arriba de todo, y para esto es fundamental y necesario tener presente en
el instante de concebir un Estado nuevo, donde la paz del sujeto y la sociedad, sea la
ejecución de nuevas políticas públicas efectivas.
De esta manera y dicho todo lo anterior, podemos concluir que debe existir y se debe
establecer una relación directa y segura entre el individuo y el estado porque un estado
no es conformado si la sociedad y las comunidades lo deciden de esa manera; el
individuo de la comunidad se permite ser persuadido por las propuestas de gobierno de
un determinado candidato para que este pueda ser elegido y conformar un estado, aquí
la importancia de esta relación
Hecho por David Samuel Castellar Pérez
UNA SOCIEDAD JUSTA Y EQUITATIVA

Probablemente más de una vez nos hemos planteado la pregunta acerca de si una
sociedad es justa, injusta, equitativa o inequitativa, el cuestionarnos hace parte
fundamental de nuestra naturaleza como seres racionales y con pensamiento crítico,
para encontrar respuestas a estas preguntas, de ser posible, necesitaríamos tener claros
los conceptos específicos y establecidos acerca de lo que es la justicia y acerca de lo que
es la equidad, dentro del plano general, sin inmiscuir en lo específico.
La filosofía, precisamente, trata de aceptar que dudar estar en nuestra matul arena
humana, pero para nadie es un secreto que a lo largo de los años se han visto casos que
se consideran injustos por las comunidades que así lo deciden
El debate de hoy sobre lo justo se ha hecho complejo, si se tiene presente la proporción
de autores y corrientes de pensamiento, además, posiciones mezcladas o implícitas que
dificultan una caracterización de una concepción de justicia.
A pesar de que cada sociedad o conjunto como comunidad tiene unas reglas específicas
establecidas, no se puede dejar de lado el hecho de que existen normas y leyes que no
pueden ser violadas bajo ninguna circunstancia y estas normas y leyes están
evidentemente por encima de las comunidades, englobándolas en una sociedad aún más
compleja y extensa.
La justicia es un criterio ético que tiene distintas definiciones y que paralelamente es
personal. Para cada individuo la justicia significa una cosa distinta, empero como
definición general es actuar con objetividad, verdad e equidad otorgando lo cual cada
uno merece.
De esta manera, la injusticia es el contrario de la justicia, se cometen actos que van en
contra de lo ya establecido para no alterar La Paz y calma de las comunidades, se podría
hacer ver un ejemplo de injusticia al momento de repartir bienes, si se llega a hacer de
una manera incorrecta o equívoca se estaría alterando no solo La Paz, sino que también
se estaría vulnerando la justicia y la equidad, debido a que la equidad necesita de la
justicia al momento de una repartición de bienes y beneficios provenientes de la
cooperación social
El grupo de valores que tienen que administrar un estado de derecho conforman la
justicia. Los valores que componen la justicia son la igualdad, la independencia y el
equilibrio.
Con todo esto, en términos generales, tenemos que la justicia se entiende relacionada
con la aplicación e interpretación del derecho y quién hace esta funcionalidad son los
tribunales y los jueces. Dichos órganos son los delegados a impartir justicia basándose
en las leyes de un Estado.
Por otro lado, La igualdad es el mecanismo por medio del cual cada persona obtiene lo
cual se merece. Por esa razón, uno de sus sinónimos matizado es el de equidad. El
término igualdad tiene su origen en el latín y suele mencionar a la estabilidad, aunque
en verdad no representan lo mismo.
Es tanto de esta forma, que los dos conceptos podrían percibirse como contrapuestos el
uno al otro. La igualdad lo cual aspira es impulsar la justicia social, de forma que cada
individuo perciba lo cual se ha ganado.
Comúnmente, la equidad podría ser confundida con la igualdad, aunque estas dos
muestran diferencias claras debido a que la igualdad se apoya en distribuir, en piezas
equivalentes, en una misma proporción, un bien, recurso o servicio, mientras tanto que
la equidad se basa en el reparto de bienes o servicios en funcionalidad de los méritos de
un sujeto. Por lo cual, si una persona merece más que otra, el reparto dejaría de ser
igualitario.
Por ello, la igualdad se asocia más al criterio de justicia que al de equidad. Puede darse
un reparto equitativo sin que sea igualitario para lo demás de personas.
Todavía de esta forma, desviándonos de la justicia, la equidad social es un asunto
bastante más de flexibilidad y permisión en sociedades o comunidades ya que hablamos
de hablamos de ser flexible y ajustarse a las necesidades de los individuos en
funcionalidad de su intersección de vivencias en la sociedad de la cual formamos parte.
El sitio donde se cruzan la raza, el género, las ganancias, la orientación sexual, la
religión, la capacidad, etcétera.
De esta manera, la inequidad es un criterio ético e involucra una valoración de la
diferencia, a partir de cualquier costo o sistema de valores. El costo central para
conceptualizar una diferencia como inequidad es la justicia, de forma que la inequidad
es una diferencia considerada injusta.
Por consiguiente, existe una situación de desequilibrio o de falta de ecuanimidad.
Ciertos pensadores vinculan la inequidad y la igualdad a la moral y la ética, dejando la
diferencia y el equilibrio en el lote de la estadística. Según esta postura, la diferencia no
continuamente equivale a la inequidad.
Dentro de la sociedad, suele condenarse la inequidad en lo relacionado al ingreso a los
derechos, empero se acepta la diferencia como una efecto de varios componentes:
esfuerzo, formación, etcétera.
Como se puede ver, ya en las raíces de inequidad y diferencia poseemos esta diferencia
entre lo que cada uno se merece y lo que se estima justo para todos.
Podríamos mencionar sin detenernos a pensar que la inequidad es más grave que la
diferencia, pues no parece razonable designar recursos a personas que no se hayan
esforzado lo suficiente o que no los merezcan por haber cometido actos deleznables. No
obstante, a partir de otro criterio podríamos mencionar que la elección de negarles a los
haraganes y a los criminales los mismos derechos que reciben lo demás de los
individuos podría ser tan arbitrario como otorgárselos.
Esto nos lleva a la existencia del término natural en las definiciones previamente
mencionadas. ¿Cómo calificar la justicia de esta modalidad, si no conocemos los
códigos de la naturaleza? Cualquier cosa que inventemos los humanos puede parecer
por igual caprichosa y arbitraria para la naturaleza, tanto el camino del bien como el del
mal, ya que continuamente hablamos de nuestro criterio.
Hecho por David Samuel Castellar Pérez
Oportunidades e igualdad desde la cuna.
Aunque muchas personas desconozcan los derechos que por ley reciben, existen
derechos naturales, que son más bien básicos y adoptados al nacer
El derecho natural es anterior al de hoy derecho positivista, donde las normas que
organizan una sociedad se hallan plasmadas en reglas y códigos normativos.
El poder legislativo escogido por el poblado no crea el derecho natural. Tampoco este
derecho es publicado, sino que son normas que hay meramente por la ética social y la
naturaleza de los individuos.
Este derecho natural se constituye por medio de normas atemporales y abstractas de
conducta sin que se hayan dictado por ni una autoridad legitimada.
Tampoco se debe confundir el derecho natural con el derecho consuetudinario. El
derecho consuetudinario es la costumbre, no es un código cerrado de reglas escritas,
sino la expresión de las prácticas de los habitantes de un definido sitio.
El derecho consuetudinario se sabe como la expresión espontánea del Derecho, es una
manifestación del derecho por medio de actuaciones frecuentes en un espacio definido,
empero no aspira a ser un derecho mundial y ético de los individuos.
Actualmente, el derecho natural está desplazado y prima exclusivamente el derecho
positivo. O sea, prima la codificación de las normas que son dictadas por la autoridad a
la que le competa el asunto y legitimada.
Se denomina derecho natural a una ideología de tipo ético y jurídico que defiende la
vida de ciertos derechos propios y particulares de la condición humana, o sea, ciertos
derechos fundamentados en la naturaleza misma del hombre y que por consiguiente
resultarían inalienables. Esta clase de derechos podrían ser universales, además de
anteriores y mejores a cualquier otro ordenamiento jurídico.
A diferencia del derecho positivo, que está escrito, el derecho natural emana de la
condición humana misma, por lo cual no necesita de estar asentado en soporte alguno,
puesto que tampoco instituye diferencias entre las personas a los que ampara. No hay
exclusión viable en la aplicación o protección de los derechos naturales, sin que importe
condiciones como etnia, nacionalidad, religión, orientación sexual, etcétera.
Una vez que se habla de Derecho positivo, hace referencia al derecho escrito: ese que
figura en las Constituciones, ordenanzas y otros cuerpos textuales de ley que fueron
emanados por las respectivas autoridades en acuerdo poblacional a la que rigen, la cual
admite su supremacía y se somete voluntariamente a ella.
Las leyes positivas son dictadas por los cuerpos legislativos competentes, y son lo cual
habitualmente llamamos “la ley” o “las leyes”, o sea, un orden jurídico definido para
que una población rija su convivencia por medio de él. Las Cartas Magnas, las
ordenanzas municipales, los códigos penales, son todos ejemplos de Derecho positivo.
Por otro lado, tenemos el movimiento feminista que ha sido creado, seguido y apoyado
por millones de personas a lo largo del mundo con un factor común que es el objetivo
por el cual fue creado, este objetivo consiste en alcanzar la igualdad que tanto se ha
buscado a lo largo de los años.
Este movimiento ha sido tan apoyado como criticado, pero, para sorpresa de algunos, el
movimiento feminista a aportado a la sociedad y se ha inmiscuido en los derechos de los
seres humanos
Por ejemplo, el feminismo jurídico nace de las peleas por los derechos humanos, y,
precisamente, los derechos de las damas y la variedad afectivo-sexual dentro de una
teoría crítica que ha modificado la manera en la que se interpreta el derecho. Identidades
anteriormente excluidas reclaman ahora una presencia más grande y desarrollan
herramientas para mostrar su desprotección e invisibilización frente a el derecho.
Partiendo de las propuestas teóricas feministas, se analizan las primordiales razones de
este sesgo legal, como la forclusión o el fundacionalismo. Además se retomarán
recursos que consideramos clave para huir de un estudio esencialista, como la
interseccionalidad, la integración de los individuos lgtbiqa+ o las protestas del sexismo.
Desarrollaremos de esta forma una metodología jurídica feminista, que contrastaremos
con las magnitudes de la justicia transicional y la batalla contra la impunidad: justicia,
verdad, compostura y no repetición. Al final, este desarrollo teórico se ilustrará, en clave
de género, con ciertos casos emblemáticos, como la violencia sexual en tribunales
mundiales, los juicios por delitos de lesa humanidad en Argentina o la querella argentina
por los crímenes del franquismo.

Las juristas feministas partían del procedimiento de cuestionar si frente a la aplicación


de una regla jurídica, las secuelas para las damas eran diferenciadas de las de los
hombres, y trabajaron por igual en la relectura de las reglas primordiales universales
sobre derechos primordiales para denunciar la marginación de las vivencias, los valores
y las necesidades de las damas. Además se laboró sobre solicitudes específicas como el
derecho a voto, la revisión de la potestad marital sobre la dama, la entrada a la
enseñanza, el derecho al legrado, la revisión de las condiciones laborales y de
estabilidad social, los derechos sexuales y reproductivos, la integración de las
colaboraciones sexuales obligadas matrimoniales dentro del criterio de violación, la
defensa de la mamá trabajadora y de la lactación, reivindicaciones cada una de ellas
tendentes a garantizar la soberanía de la dama y la prohibición de discriminación por
razón de género y que han cuajado en nuestra legislación de hoy.
Luego, a raíz de la crítica perteneciente de otros feminismos, como el feminismo negro,
el postcolonial, el lésbico y otros, se puso en cuestión la formación de una categoría
homogénea y mundial de “mujer” como individuo político y de derecho, por cuanto éste
representaba valores occidentales y excluía muchas otras categorías de féminas. Más
allá de éstas preciadas aportaciones, se optó por continuar conservando el término
colectivo de “mujer” gracias a su utilidad en el momento de conceptualizar la opresión
como método sistemático, estructurado e institucional y poder continuar usando el
Derecho como herramienta de transformación social a partir del que legislar
incorporando el punto de vista de género. Tenía que ver con que las féminas pasaran de
ser objeto del Derecho a ser individuo de derechos.

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