SUBDIRECCIÓN DE EDUCACIÓN AVANZADA E INVESTIGACIÓN NÚCLEO MARACAY
ANALISIS
Autor: Pedro Verenzuela
CI: 7.206.530
Maracay, Noviembre 202
Interesante la disertación del maestro Bigott en el video, como se sumerge y nos arrastra con él a conocimiento de la historia, donde nos conversa de diversas situaciones que sucedieron pero que los historiadores de oficio no plasmaron. Nos lleva de inmediato a la reflexión y a que nos preguntemos por qué ocultar informaciones tan importantes para todos los venezolanos y sobre todo para nosotros los docentes, quienes tenemos el sagrado deber de transferir toda esa información (real a quienes corresponderá seguir construyendo patria, nuestros muchachos); el sugiere “Disparar nuestros pensamientos y nuestros Recuerdos” y hace un llamado a todos aquellos que deseamos incursionar en el mundo de la investigación y es que “el investigador tiene que ver la realidad más allá de la realidad misma” y a tener cuidado de no caer o dejarnos contagiar la Peste del olvido. Palabras más, palabras menos, debemos ser sensibles, dispuestos a buscar lo no evidente, tener visión o ser visionarios del entorno y no dejarnos arropar por lo obvio, con una conciencia verdaderamente libre y dinámica. A muchos de los educadores nos arropa el temor, el miedo a cometer un error o más simple aun, el temor a no saber miedo, es mucho más sencillo aceptar lo que no sé y así permitir que se dé el cambio del conocimiento, que nos hace crecer. Hay que tener claro el “Problema del Método”, el cómo abordar el o los problemas es algo fundamental, no necesariamente apegados al método científico sino simplemente a un método, en lo inmaterial, en lo inconcreto, en lo ideal, sin temor a cometer errores y con disposición a repetir lo ya hecho, como lo decía el maestro Rodríguez, “Inventamos y Erramos” En la historia de nuestro país hay gran cantidad de hombres, de maestro que hablaron del hecho educativo, que hicieron grandes y valiosos aportes y que han sido los mismos historiadores los encargados de mantenerlos solapados. Corresponde en la actualidad a los educadores entregar sus propias versiones del Orden social, desde el estudio del contexto real y propio para restablecer los valores dejados en el camino por el mercantilismo, el consumismo, la industrialización y el mercadeo. En este nuevo orden social, impuesto, quedan vestigios del anterior y es desde allí de donde debemos partir, si creer o pensar que involucionamos, no, es más bien todo lo contario, evolucionamos y revolucionamos. Es importante conocer y reconocer a un maestro, aun docente Neocolonizado, sí, si los hay y muchos, hay que trabajar para seguir cambiándolos, para seguir deneocolonizandolos. Algún dirán que se pretende hacer con adoctrinamiento político pero no es así. La revolución es cambio, cambio sobre cambio, es combatir, es respetar, es crecer con amor por lo nuestro y eso se logra entregándoles la verdad de la historia y no la que nos han querido hacer creer, se deben crear espacios para el dialogo, el pensamiento libre, el debate, el intercambio y la confrontación de ideas y realidades para la construcción de hombres y mujeres crítico y así mantener la huella imborrable. Se deben hacer aportes en los diferentes campos del saber comprometiéndonos con la acción transformadora, llenándonos de entusiasmo y haciendo que nuestro espíritu se haga inquieto y habido de saber y conocimiento, inquebrantable y sobre todo humilde, comprometiéndonos con en el devenir histórico contemporáneo de Venezuela, y fundamentalmente al lado de los sectores excluidos, debemos mantener viva esa presencia de sabidurías transformadoras de realidades, a través del compartir, revivir, reflexionar y reconocer. A la dimensión, la anchura y la visión del docente venezolano, se le deben asignar el merecido calificativo de hombre luchador, con un amplio y profundo fervor profesional, somos más, los que siempre estamos firmes en compromiso, militante con la cultura, la pedagogía crítica, la educación popular, la emancipación del pensamiento y la transformación de la educación. Es de suma importancia multiplicar los espacios que sirvan expresar lo que se siente, aportar, crear porque esta manera confluirán, como un encuentro para la palabra, don todos nos acerquemos para ejercitar la memoria, construir anécdota de lo vivido al lado de nuestros educandos. Todos dispuestos en sus diversos espacios, visibilizando nuestras historias y vivencias de manera tal que se difundan hacia el ciudadano. El gran maestro de Venezuela, Simón Narciso Carreño Rodríguez, así nos lo heredó, el espacio propicio para enseñar es el hoy, el ahora, con todo aquel con disposición a aprender, donde no hallan clases sociales que separen el conocimiento del querer. Me permito sumar una experiencia personal a este análisis y lo hago porque mi método de enseñar y de aprender siempre ha sido muy Rodrigueano. “por los años 1.993-1.994 enseñaba técnicas de actuación, expresión corporal y voz y dicción en la Universidad Nacional Abierta y tenía un estudiante muy pero muy entusiasta, llamado José Gregorio, siempre estuvo de primero para los ensayos, las clases y en los casting o repartos era el primero en llegar con los textos aprendidos, pero, su voz no le ayudaba en nada para ver cumplido su sueño como actor. Siempre lo alenté para que continuara con su entusiasmo y comencé a explicarle que dentro del teatro hay muchas otras actividades que pue podía realizar y entre ellas estaba la que yo ejercía, la de ser Director, lo convertí en mi asistente de dirección así fui entregándole otras responsabilidades vitales para el teatro como lo son el vestuario, la musicalización, la dirección, el maquillaje, hasta que él se encontrara en alguna de las otras tareas. Hoy él reside en México y es uno de los mejores vestuaristas y maquilladores de teatro que hay en ese país” ¡TODOS PODEMOS! BIBLIOGRAFIA Virtual./ vídeos - La Nueva Realidad de la Educación Venezolana. https:/youtu.be/Q6-mUxzlpUg - Luis Bigott (parte1). https:/youtu.be/CFvzcp-K960