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VÍAS DESCENDIENTES DE LA MÉDULA ESPINAL

DIAPO 2.

A la entrada en la médula espinal, las fibras nerviosas sensitivas con diferentes tamaños y
funciones se clasifican y separan en fascículos, haces nerviosas o fascículos de la
sustancia blanca. Algunas fibras actúan como enlaces entre diferentes segmentos de la
médula espinal, mientras que otras ascienden desde la médula hasta los centros superiores
y conectan así la médula con el encéfalo. Los haces de fibras ascendentes se conocen
como vías ascendentes. Las vías ascendentes conducen información, que puede alcanzar o
no el nivel de la consciencia.

La información se puede dividir en dos grupos principales:

a) información exteroceptiva, que se origina fuera del cuerpo, como el dolor, la temperatura
y el tacto
b) información propioceptiva, que se origina en el interior del cuerpo, por ejemplo, en
los músculos y las articulaciones.

DIAPO 3

La vía descendente desde la corteza cerebral se compone con frecuencia de tres neuronas:

La primera, o neurona de primer orden, tiene su cuerpo celular en la corteza cerebral. Su


axón desciende para formar sinapsis con la neurona de segundo orden, una neurona
internuncial situada en el cordón gris anterior de la médula espinal (fig. 4-19). El axón de la
neurona de segundo orden es corto, y forma sinapsis con la neurona de tercer orden, la
motoneurona inferior, en el cordón gris anterior (fig. 4-19). El axón de la neurona de tercer
orden inerva el músculo esquelético a través de la raíz anterior y el nervio raquídeo.
DIAPO 4

Las vías motoras se clasifican en:

Vías piramidales y extrapiramidales

La vía piramidal cumple una función sensitiva al modular la transmisión de impulsos en la


médula espinal, mientras que la vía extrapiramidal es una vía que se relaciona con la
coordinación de movimientos flexores, que inhibe los movimientos extensores.

DIAPO 5

FUNCIONES DE LOS TRACTOS DESCENDENTES

Los fascículos corticoespinales (fig. 4-20) constituyen las vías participantes en los
movimientos voluntarios, aislados y especializados, sobre todo de las partes distales de los
miembros. Los fascículos reticuloespinales pueden facilitar o inhibir la actividad de las
motoneuronas α y λ en los cordones grises anteriores y, por tanto, facilitar o inhibir el
movimiento voluntario o la actividad refleja. El fascículo tectoespinal (fig. 4-20) está
relacionado con los movimientos posturales reflejos como respuesta a los estímulos
visuales. Las fibras relacionadas con las neuronas simpáticas en el cordón gris lateral
participan en el reflejo de dilatación pupilar como respuesta a la oscuridad. El fascículo
rubroespinal (fig. 4-20) actúa sobre las motoneuronas α y λ en las columnas grises
anteriores y facilita la actividad de los músculos flexores e inhibe la actividad de los
músculos extensores y antigravitatorios. El fascículo vestibuloespinal (fig. 4-20), al actuar
sobre las motoneuronas en las columnas grises anteriores, facilita la actividad de los
músculos extensores, inhibe la actividad de los músculos flexores e interviene en la
actividad postural relacionada con el equilibrio. El fascículo olivoespinal (fig. 4-20) puede
desempeñar un papel en la actividad muscular, pero existen dudas sobre su existencia. Las
fibras autonómicas descendentes están relacionadas con el control de la actividad visceral.

DIAPO 6

FASCÍCULOS CORTICOESPINALES

transmiten el plan motor desde la corteza cerebral hasta la médula espinal, de manera
específica, a las neuronas motoras α de las astas anteriores (ventrales) de la médula espinal
Estas neuronas motoras α salen de la médula espinal como raíces ventrales, que luego
discurren a través de plexos y nervios periféricos para transmitir impulsos a los músculos.

Es la vía primaria para los comandos motores de los que depende el movimiento voluntario.
El tracto corticoespinal lateral es responsable del control de la musculatura distal y el tracto
corticoespinal anterior de la musculatura próximal.
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FASCÍCULOS RETICULOESPINALES

A través del mesencéfalo, el puente (protuberancia) y la médula oblongada existen grupos


diseminados de células y fibras nerviosas que se conocen en conjunto como formación
reticular. Desde el puente, esas neuronas envían axones, en su mayor parte no cruzados,
hacia la médula espinal, y forman el fascículo reticuloespinal pontino (fig. 4-22). Desde la
médula oblongada, neuronas similares envían axones cruzados y no cruzados a la médula
espinal, para formar el fascículo bulborreticuloespinal medular.

Los fascículos reticuloespinales influencian por estos medios los movimientos voluntarios y
la actividad refleja. Actualmente se cree que las fibras reticuloespinales incluyen fibras
autónomas descendentes. Así pues, los fascículos reticuloespinales proporcionan una vía
mediante la cual el hipotálamo puede controlar las eferencias simpáticas y las eferencias
parasimpáticas sacras.

DIAPO 8

FASCÍCULO TECTOESPINAL

Las fibras de este fascículo proceden de células nerviosas en el colículo superior del
mesencéfalo (fig. 4-23). La mayoría de las fibras cruzan la línea media poco después de su
origen, y descienden por el tallo cerebral cerca del fascículo longitudinal medial. (figs. 4-20 y
4-23). La mayoría de las fibras terminan en el cordón gris anterior, en los segmentos
cervicales superiores de la médula espinal, formando sinapsis con neuronas internunciales.
Se cree que estas fibras participan en los movimientos posturales reflejos como respuesta a
estímulos visuales.
DIAPO 9

FASCÍCULO RUBROESPINAL

El núcleo rojo está situado en el techo del mesencéfalo al nivel del colículo superior (fig.
4-24). Los axones de las neuronas de ese núcleo cruzan la línea media a nivel del núcleo y
descienden como fascículo rubroespinal a lo largo del puente y la médula oblongada para
entrar en el cordón blanco lateral de la médula espinal (figs. 4-20 y 4-24). Las fibras terminan
en sinapsis con neuronas internunciales del cordón gris anterior de la médula. Las neuronas
del núcleo rojo reciben impulsos aferentes a través de conexiones con la corteza cerebral y
el cerebelo. Se cree que constituyen una vía indirecta importante mediante la cual la corteza
cerebral y el cerebelo pueden influir en la actividad de las motoneuronas α y λ de la médula
espinal. El fascículo facilita la actividad de los músculos flexores e inhibe la actividad de los
músculos extensores o antigravitatorios.
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FASCÍCULO VESTIBULOESPINAL

Los núcleos vestibulares están situados en el puente y la médula oblongada, debajo del
piso del cuarto ventrículo (fig. 4-25). Los núcleos vestibulares reciben fibras aferentes del
oído interno a través del nervio vestibular y del cerebelo. Las neuronas del núcleo vestibular
lateral dan lugar a los axones que forman el fascículo vestibuloespinal. El fascículo
desciende sin cruzar a través de la médula oblongada y de la médula espinal por el cordón
blanco anterior (figs. 4-20 y 4-25). Las fibras terminan en sinapsis con neuronas
internunciales del cordón gris anterior de la médula espinal.

Por medio de este fascículo, el oído interno y el cerebelo facilitan la actividad de los
músculos extensores e inhiben la actividad de los músculos flexores en asociación con la
conservación del equilibrio.
DIAPO 11

FASCÍCULO OLIVOESPINAL

Anteriormente se pensaba que el fascículo olivoespinal procedía del núcleo olivar inferior y
descendía por el cordón blanco lateral de la médula espinal (fig. 4-26) para influir en la
actividad de las motoneuronas del cordón gris anterior. Pero, actualmente, existen dudas
considerables sobre su existencia.

DIAPO 12

FIBRAS AUTÓNOMAS DESCENDENTES

Los centros superiores del sistema nervioso central relacionados con la actividad autónoma
se hallan situados en la corteza cerebral, el hipotálamo, el complejo amigdalino y la
formación reticular. Aunque no se han reconocido fascículos distintos, la investigación de
las lesiones medulares ha demostrado que existen los fascículos autónomos descendentes
y que, probablemente, formen parte del fascículo reticuloespinal. Las fibras nacen de
neuronas de centros superiores y cruzan la línea media en el tallo cerebral. Se cree que
descienden con el cordón blanco lateral de la médula terminal y terminan haciendo sinapsis
con las células motoras autónomas de los cordones grises laterales a los niveles dorsal y
lumbar superior (eferencia simpática) y sacro medio (parasimpática) de la médula espinal.

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