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Orígenes y Evolución de la Auditoria Social

La auditoría social tiene sus orígenes alrededor de los años 70´s en varios países
europeos y en los Estados Unidos respondieron a demandas de consumidores y
movimientos ambientales, mediante la implementación de varios métodos para
involucrar activamente a las partes interesadas y comunidades en el proceso de
toma de decisiones. En los 80´s el concepto de auditoria social viajó desde el
sector privado al sector público, en respuesta a nuevas tendencias emergentes de
gobernabilidad democrática, en esta transición las organizaciones sociales
lograban mayor legitimidad y espacios de participación. En la década de los
noventas y hacia el dos mil a través de los procesos electorales periódicos y más
transparentes la auditoria social solo ganaba mayor atención pues la preocupación
en esos momentos era la calidad de la gobernabilidad, los ciudadanos
presentaban una ambivalencia sobre el impacto de la gobernabilidad y la
generación de políticas pública en el diario vivir. Se incrementa la participación
pero la prosperidad económica se tarda en llegar y en muchos países la
percepción de la corrupción aumenta. La falta de mecanismos de rendición de
cuentas afecta notablemente y negativamente la inversión y el crecimiento
económico, debilitando la confianza y fe en los líderes e instituciones
democráticas.
A todo esto los ciudadanos observan que las instituciones no están reformadas
por lo tanto las prácticas corruptas persisten. La ciudadanía tiene ahí un papel
preponderante solicitando y exigiendo la comunicación y el acceso a la
información sobre el accionar de las instituciones y sus servidores, esta exigencia
está siendo difundida por los medios de comunicación quienes evidencian y
promocionan las actividades y quehaceres de la ciudadanía para que la
transparencia en la gestión sea evidente mediante la implementación de
mecanismos de control social como es la auditoria social.
Convirtiéndose la Auditoria social como un componente clave de cualquier
estrategia de gobernabilidad democrática y anti corrupción. Esta auditoría social
podría dar respuesta a una pregunta concreta sobre la cantidad de recursos
públicos que son administrados por los gobiernos, esto va más allá de la cantidad
de recursos, y es sobre la calidad de uso de estos recursos públicos que incluye el
acceso a la información ya la calidad del servicio público, en la inversión y en la
elaboración de las políticas públicas y en la toma de decisiones y su impacto en la
sociedad.
La auditoría social es una forma de participación ciudadana que se centra en el
desempeño del gobierno y la rendición de cuentas. Esta es cualitativamente
diferente de otras formas de auditoría y participación ciudadana cuyo principal
objetivo es expresar la voz de los ciudadanos y promover un gobierno más
incluyente e inclusivo tal como demostraciones públicas, promoción solo para
nombrar unos cuantos. El objetivo central de una auditoría social es monitorear,
hacer seguimiento, analizar y evaluar el desempeño del gobierno; por tanto,
haciendo que los funcionarios públicos rindan cuentas por sus acciones y
decisiones. Como una evaluación del desempeño del gobierno, un ejercicio de
auditoría social puede considerarse como un mecanismo de control social, es
decir, el control que los ciudadanos pueden ejercer sobre los servidores y
servidoras de su gobierno para asegurarse de que actúan de manera
transparente, responsable y eficiente.
El objetivo final de una iniciativa de auditoría social es promover una
administración pública más transparente y eficiente. Como un mecanismo de
control social, su propósito no es frustrar las actividades del gobierno, crear
obstáculos innecesarios, acusar o señalar con el dedo a funcionarios del gobierno,
ni convertirse en una fuerza policial amenazadora. Una auditoría social también
puede contribuir significativamente a informar al gobierno sobre el posible impacto
y consecuencias de políticas públicas. La auditoría social también puede ser un
medio para prevenir y resolver conflictos. Por otra parte, una auditoría social
también juega un papel crítico en mantener informada a la comunidad acerca de
políticas y acciones del gobierno y en la articulación de las demandas y
necesidades de los ciudadanos que de lo contrario no podrían ser transmitidas a
través de canales más regulares, como son las elecciones.
Mediante actividades de auditoría social, las entidades y servidoras y servidores
públicos también pueden anticipar cualquier problema que puedan tener las partes
interesadas así como manejar los riesgos. En la auditoría social, las partes
interesadas son participantes activos, no sólo fuentes de información. Las partes
interesadas en todos los niveles: nacional, provincial, municipal, son los
principales actores en el proceso de monitoreo y evaluación. Estos son
responsables de identificar políticas o programas que estarán sujetos al ejercicio
de auditoría, recopilando y analizando la información necesaria, y son también
responsables para generar las recomendaciones respectivas. El proceso de
auditoría social está orientado a la acción, para considerar, analizar y asumir la
responsabilidad en la implementación de cualquier medida que ellos recomienden.
La auditoría social se diferencia de las prácticas de monitoreo y evaluación
tradicionales, en las que expertos externos no son los que hacen el trabajo. Bajo
los enfoques convencionales, el evaluador externo busca mantener la distancia e
independencia del proyecto.
En este contexto, la auditoría social abarca una amplia variedad de actividades y
áreas en las que los ciudadanos pueden potencialmente exigir a directivos,
servidoras y servidores de gobierno que rindan cuentas por sus acciones. Estas
acciones pueden ser llevadas a cabo por una amplia gama de actores (por
ejemplo, ciudadanos, comunidades, Organizaciones de la Sociedad Civil, medios
de comunicación), pueden ocurrir en diferentes niveles (por ejemplo, de local a
nacional), pueden abordar una variedad de diferentes temas (por ejemplo,
políticas públicas, comportamiento político, gasto público, prestación de servicios)
y pueden utilizar diversas estrategias.
Definición de Auditoria Social
La auditoría social "es un proceso que permite a una organización evaluar su
eficacia social y su comportamiento ético en relación a sus objetivos, de manera a
que pueda mejorar sus resultados sociales o solidarios y dar cuenta de ellos a
todas las personas comprometidas por su actividad."

La trabajadora social, especialista en Gerencia del Desarrollo Humano, Mery


Gallego F., define la Auditoría Social como aquella que "surge
como estrategia que permite a las organizaciones evaluar, medir y controlar, con
fines de mejoramiento progresivo, la gestión de lo social, entendiendo ésta como
la aplicación de políticas y prácticas relacionadas con las personas tanto al interior
como al exterior de ésta."

Es por ello que podemos decir con propiedad que además de evaluar, medir y


controlar la gestión social, busca hacerlo sobre la gestión política y
de administración pública. Incluye de tal manera, la participación activa de las
organizaciones de la sociedad civil en la auditoría de la gestión pública y se sigue
denominando social, por originarse desde la sociedad civil.

La auditoría social va más allá de la simple auditoría financiera y contable. Esta


incluye planes, estrategias, proyectos, políticas, procedimientos y practicas
ejercidas por la organización o institución auditada. Revisa el sistema de
información, contratos y programas, estructura y funcionamiento de las unidades
organizacionales, sus productos y servicios, además de los estados financieros,
cumplimiento de leyes y regulaciones. De este ejercicio, total o parcial, debe
resultar un producto con propuestas de mejoramiento institucional. La auditoría
social entendida de tal manera, con cuyos resultados mejora sus procedimientos y
actuación, se considera como un componente importante en varios ambientes.

La Auditoria Social se convierte en el proceso por el que una organización


pasa cuentas de su acción social, dando cuentas de ésta y mejorando su acción.
Evalúa el impacto y el comportamiento ético de la organización en relación a sus
objetivos y a sus "stakeholders" o implicados. (Los "stakeholders" son aquellas
personas, grupos o entidades afectados o que pueden afectar a las
organizaciones).
Para poder pasar cuentas de su acción social, las organizaciones, primero tienen
que recopilar y registrar determinada información que será la que les dirá como se
está llevando a cabo su acción: esto es la "contabilidad social" o llevar las cuentas
sociales. Cuando estas cuentas sociales son analizadas (resultado de 'pasar
cuentas'), comprobadas y verificadas por alguien 'independiente' al finalizar el año
y entonces publicadas, el ciclo de la Auditoría Social se ha completado.
Objetivos de la Auditoria Social
1. Estimular la capacidad crítica de los ciudadanos y ciudadanas y sus
organizaciones para demandar una administración pública correcta y
adecuada que permita que el Estado cumpla efectiva, eficiente y
eficazmente con las responsabilidades asignadas por la Constitución
Política de la República de Guatemala y con los convenios internacionales
ratificados.

2. Contribuir a garantizar la equidad, la eficiencia, eficacia, efectividad y


transparencia de la gestión del Estado.

3. Involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones, acompañamiento y


evaluación para la solución de los problemas nacionales y su incidencia en
la aplicación de políticas públicas.

4. Solicitar cuentas a partir de la confrontación de los indicadores.


Introducción
La auditoría social se convierte en una estrategia para acceder (transparencia),
medir, controlar (rendición de cuentas), evaluar (eficiencia y calidad) y dar
seguimiento a las acciones de gobierno y de instituciones que manejen fondos del
Estado con fines de mantener pesos y contrapesos para lograr la efectividad de
las políticas de Estado (monitorear).
El éxito de la misión de la auditoria social descansa sobre el pleno acceso de
información de calidad puesta a disposición de la sociedad y su capacidad para
utilizarla en forma eficiente y eficaz.
La auditoría social no es sustituta de las funciones de fiscalización que le compete
a las instituciones estatales correspondientes, las cuales también son sujetas de
auditoría social. La difusión extensa de los resultados de la auditoría social para
sensibilizar y lograr reencauzar y aplicar medidas correctivas, es de gran
importancia para que el pueblo conozca y tome conciencia de los logros o
fracasos del Estado en todo aquello que le afecta.
La misión de la auditoría social es cumplida cuando las acciones correctivas han
sido ejecutadas, de aquí que el estímulo de la sociedad para realizarla
constantemente y ejecutarla con normas de calidad y ética social, se convierte en
un imperativo impostergable para la consecución del tan ansiado desarrollo.
Los resultados de una auditoria social pueden medirse por ejemplo: en la cantidad
de enfermos sanados, en viviendas construidas para poblaciones marginales, en
personas que pueden practicar deportes, en niños educados para poder insertarse
en la sociedad, en puestos de trabajo generados, magnitudes éstas que las
normas contables no tiene previsto exteriorizar”. En general en cómo la correcta y
adecuada utilización de los recursos implica potencializar las posibilidades y
capacidades de la sociedad en el cumplimiento efectivo de sus objetivos, metas y
aspiraciones.
Pero la auditoría social exige también un riguroso examen de los recursos
empleados por el Estado de tal manera que puedan calcularse relaciones
importantes para la toma de decisiones sociales tal como la relación
costo/beneficio.
La auditoría social es un proceso en el que se pueden distinguir cuatro fases
generales: La primera consiste en el desarrollo de propuestas; la segunda, en
acciones de verificación; la tercera, en la evaluación en calidad y cantidad del
accionar del Estado respecto de los compromisos contraídos y la cuarta, de
monitoreo o seguimiento al proceso.

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