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UNIVERSIDAD DE PAMPLONA

FACULTAD DE EDUCACIÓN
PROGRAMA DE CIENCIAS SOCIALES
SEMINARIO V
DOCENTE: RUFINO IGNACIO CACUA BALAGUERA
RELATORES:
● ALEXANDRA CONTRERAS CARRILLO
● JHONATAN STIVEN MARQUEZ LEZCANO
● KAROL BRIYID RINCON RODRIGUEZ
● JEFERSON ANDRES ALBADAN ROA
LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO (EDGAR

MORIN)

CAPITULO I (PAG 5-13)

CAPITULO I

LAS CEGUERAS DEL CONOCIMIENTO: EL ERROR Y LA ILUSIÓN.

El error y la ilusión son dos temas primordialmente centrados al inicio de nuestro primer

capítulo, como lo menciona (Edgar Morin) “Todo conocimiento conlleva el riesgo del error y de

la ilusión”. Ya que el reconocimiento del error y de la ilusión es tan difícil que el error y la

ilusión no se reconocen en absoluto.

Todo conocimiento conlleva el riesgo de error e ilusión. La educación del futuro debe

contar siempre con esta posibilidad. El conocimiento humano es frágil, susceptible a

alucinaciones, errores de percepción o juicio, distracciones y ruidos, influencias distorsionadoras


de la emoción, influencias de la propia cultura, conformismo, elecciones puramente sociológicas

de nuestras percepciones, etc.

Por ejemplo, uno podría pensar que, al eliminar todo conocimiento sobre las emociones,

eliminamos el riesgo de equivocarnos. Es cierto que el odio, la amistad o el amor pueden

cegarnos, pero también es cierto que el desarrollo intelectual es inseparable del desarrollo

emocional. Las emociones pueden eclipsar el conocimiento, pero también pueden reforzarlo.

La búsqueda de la verdad requiere reflexión, crítica y corrección de errores. Pero, más

allá de eso, necesitamos vivir con nuestros pensamientos y nuestros mitos hasta cierto punto. El

objetivo primordial de la educación futura será equipar a los estudiantes con la capacidad de

detectar y corregir errores e ilusiones intelectuales, mientras se les enseña a aceptar sus propias

ideas y no dejarse destruir por ellas.

Los errores intelectuales.

Nuestros sistemas de ideas (teorías, doctrinas, ideologías) no sólo están sujetos al error,

sino que también protegen los errores e ilusiones que están inscritos en ellos. Forma parte de la

lógica organizadora de cualquier sistema de ideas el hecho de resistir a la información que no

conviene o que no se puede integrar. Las teorías resisten a la agresión de las teorías enemigas o

de los argumentos adversos. Aunque las teorías científicas sean las únicas en aceptar la

posibilidad de ser refutadas, tienden a manifestar esta resistencia. En cuanto a las doctrinas, que

son teorías encerradas en sí mismas y absolutamente convencidas de su verdad, éstas son

invulnerables a cualquier crítica que denuncie sus errores.


Los errores de la razón.

La actividad racional es lo que permite encontrar una distinción entre vigilia y sueño,

imaginario y real, subjetivo y objetivo; generando que esta actividad apele al control del entorno,

de la práctica, de la cultura, del prójimo y al control cerebral, dicho de otra manera, la

racionalidad es el acto de corregir.

La racionalidad es la mejor manera de evitar errores y equivocaciones. Por otro lado,

existe una racionalidad constructiva que promueve ideas compatibles con el control de la

estructura lógica de la comunidad teórica, la unidad de las ideas que componen la teoría, la

relación entre sus requerimientos y el objeto concreto al que se dedica. Esta racionalidad debe

seguir abriendo el diálogo de discusión para que no se encierre a una doctrina y se convierta en

una racionalización; por otro lado, está la racionalidad crítica, que se ocupa principalmente de

errores y conceptos erróneos sobre creencias, principios e ideas. Pero la racionalidad también

conlleva la posibilidad de error y error cuando se combina con la racionalización como la hemos

mostrado. La racionalización se considera racional porque es un sistema completamente lógico

basado en la deducción o inducción; pero se basa en razonamientos anecdóticos o falsos y se

niega a discutir argumentos y justificaciones objetivos. La racionalización es cerrada, la

racionalidad es abierta. La racionalización tiene una fuente de racionalidad, pero es una de las

mayores fuentes de error y de ilusión más poderosa. Por tanto, la doctrina que se adhiere a la

forma mecanicista y determinista de pensar el mundo no es racional sino racionalizador.

Durante mucho tiempo, el Occidente europeo se creyó dueño de la racionalidad, sólo veía

errores, ilusiones y retrasos en las otras culturas y juzgaba cualquier cultura en la medida de sus

resultados tecnológicos. Ahora bien, debemos saber que, en toda sociedad, comprendida la

arcaica, hay racionalidad tanto en la confección de herramientas, estrategia para la caza,


conocimiento de las plantas, de los animales, del terreno como la hay en el mito, la magia, la

religión. En nuestras sociedades occidentales también hay presencia de mitos, de magia, de

religión, incluyendo el mito de una razón providencial e incluyendo también una religión del

progreso. Comenzamos a ser verdaderamente racionales cuando reconocemos la racionalización

incluida en nuestra racionalidad y cuando reconocemos nuestros propios mitos entre los cuales el

mito de nuestra razón todopoderosa y el del progreso garantizado. Es necesario entonces,

reconocer en la educación para el futuro un principio de incertidumbre racional: si no mantiene

su vigilante autocrítica, la racionalidad arriesga permanentemente a caer en la ilusión

racionalizadora; es decir que la verdadera racionalidad no es solamente teórica ni crítica sino

también autocrítica.

Las cegueras paradigmáticas

Las cegueras paradigmáticas hacen referencia a visibilizar la constitución de la verdad y

el error no solo en un elemento empírico o lógico si no tambien se observa en el fondo de la zona

invisible de los paradigmas. Hace un énfasis de la importancia de esto en la educación.

El paradigma efectúa la selección y la conceptualización en cuanto las operaciones

lógicas. Designa las categorías fundamentales de la inteligibilidad y efectúa el control de su

empleo. Los individuos conocen, piensan y actúan según los paradigmas inscritos culturalmente

en ellos, dentro del marco de las ciencias sociales se observa los distintos enfoques o paradigmas

que forman parte de una cultura y esta a su vez se rigen por ella.

En cuanto los paradigmas opuestos que se presentan tienen en común la obediencia de

ambos a un paradigma aún más profundo que es el paradigma de simplificación, el cual, ante

cualquier complejidad conceptual, prescribe bien sea la reducción (aquí de lo humano a lo


natural) o la disyunción (aquí entre lo humano y lo natural). El paradigma juega un rol al mismo

tiempo subterráneo y soberano en cualquier teoría, -doctrina o ideología. El paradigma es

inconsciente, pero irriga el pensamiento consciente.

El imprinting y la normalización:

El determinismo de los paradigmas afirma que todos los hechos y acciones humanas están

condicionados antes de que estos sean ejecutados. Estos a su vez están entrelazados con las

convicciones y creencias que cuando reinan dentro del margen de una sociedad, tienden a imporner

a todos y a cada uno la fuerza imperativa de lo sagrado, la fuerza normalizadora del dogma y la

fuerza prohibitiva del tabú.

El imprinting es un término que Konrad Lorentz propuso para dar cuenta de la marca sin

retorno que imponen las primeras experiencias del joven animal, como por ejemplo en el

pajarillo que saliendo del huevo toma al primer ser viviente a su alcance como madre; es lo que

ya nos había contado Andersen a su manera en la historia de El Patito Feo. El imprinting cultural

marca los humanos desde su nacimiento, primero con el sello de la cultura familiar, luego con el

de la escolar, y después con la universidad o en el desempeño profesional.

En este orden de ideas el imprinting pasaría a ser una construcción social que determina

los comportamientos y actitudes de la persona desde su nacimiento puesto que la construcción de

su entorno formado por una cultura infiere en su mentalidad. Esta construccion social varia

dependiendo la localidad en la que se encuentra el ser humano y por lo tanto los

comportamientos de unos a otros tienden a ser totalmente distintos.


La noología: posesión

La mente tiene un poder predominante en cada persona, es la encargada de generar todo

tipo de pensamiento, creencia e ideas, la cual puede llegar a poseernos y hacernos ver las cosas

de distintas maneras, es por eso que el autor hace referencia al termino “noosfera” que es la

esfera de las cosas del espíritu de esta se desprende todo lo relacionado a los mitos y los dioses,

mismos que han invadido al ser humano haciendo que este sea incluso capaz de morir o matar

por un dios o una idea, sumergen nuestros ideales haciéndonos inconscientes pero con una

ilusión de ser super conscientes.

Sin embargo el individuo podría cambiar esta forma de percibir las ideas, domesticarlas

de modo que el juego esclavitud – explotación deje de controlar la sociedad y se dé un paso

significativo, de manera que estas ayuden a orientar las estrategias cognitivas, ya que el principal

obstáculo intelectual para el conocimiento se encuentra en nuestro medio intelectual de

conocimiento, es por eso que el mito y la ideología destruyen y devoran los hechos, ¿No sería

necesario tomar conciencia de nuestras enajenaciones para poder dialogar con nuestras ideas,

controlarlas tanto como ellas nos controlan y aplicarles pruebas de verdad y de error?.

Igualmente es necesario que demos paso a cosas nuevas, y es que lo nuevo siempre es

inesperado nunca se puede predecir como se presentara y ahí esta su magia, en muchos aspectos

hace que el ser humano se cuestione y vea las realidades de las cosas de forma distinta quizá con

nuevas ideologías, el papel fundamental de la educación seria proveer formas que ayuden a

descifrar esos nuevos conocimientos y verdades que pueden llegar a surgir, pero siempre alertas

para detectar mentiras, se debe tener autocritica para poder visualizarlas y no caer en nuevas

enajenaciones, luchar por no idealizar y siempre contar con la lucidez.

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