Virgen de La Fuensanta - Semana Santa de Alcaudete PDF

VIRGEN DE LA FUENSANTA DE ALCAUDETE
VIRGEN
DE LA
FUENSANTA
PATRONA DE
ALCAUDETE
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ANTONIO RIVAS MORALES
GRANADA. 2.009
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EDITA: ANTONIO RIVAS MORALES
DEPÓSITO LEGAL: GR/ 3.000- 2.010
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TRADICIÓN RELIGIOSA
Pocos datos referentes a la Virgen de la Fuensanta son
conocidos en la actualidad. No sabemos a ciencia cierta como se
inició la devoción a esta advocación mariana, ni cuando se
levantó su primera ermita; por quiénes, cómo, y cuándo se
constituyó su cofradía, etc. Ya hemos dicho que la
documentación fue destruida por los franceses durante la Guerra
de la Independencia
De todos modos perduran algunas tradiciones
orales,que los alcaudetenses guardan por referencias de sus
antepasados, poco concretas y estructuradas. Voy a intentar
darles un poco de coherencia, sin pretender una exactitud que
no es posible alcanzar en tanto no se encuentre datos escritos.
Existe la tradición de que el comienzo de esta devoción se
originó en las proximidades de una fuente, de donde le viene el
nombre de Fuensanta, contracción de fuente-santa, y que cerca de
ella se levantó la primitiva ermita.
La existencia de la fuente y su ubicación quedaron
plenamente confirmadas durante la construcción de la actual
ermita. En efecto, en los trabajos de cimentación de este edificio
pudo ser observado que, a pesar del tiempo transcurrido y de los
múltiples pozos que habían sido perforados en sus proximidades,
en el lugar que ocupaba la antigua ermita manaba una fuente
con abundante agua, lo cual dificultó los trabajos de la
construcción de la nueva morada de nuestra Patrona.
La situación de la fuente correspondía precisamente con
la del camarín donde se encuentra, y se encontraba, la Virgen
de la Fuensanta. A pesar de los trabajos que se efectuaron, en
su día, para dar salida al agua de la fuente, no hace mucho se
ha tenido que realizar obras de afianzamiento de la sacristía, por
efectos de la misma.
En cuanto a cómo se inició la devoción, en todas las
versiones existentes hay un denominador común: la ermita se
levantó en el mismo lugar en el que un soldado cristiano
malherido durante una escaramuza con los moros en la
Reconquista
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A partir de aquí hay dos versiones: una dice que el

soldado cuando estaba tomando agua de aquella fuente, pues
la abundante pérdida de sangre le provocaba una gran sed,
invocó a la Virgen y, aunque su estado era desesperado, sanó,
sorprendentemente, en poco tiempo. La otra habla de que el
soldado murió invocando y besando un relicario de la Virgen
que después pasó a la imagen de la misma.
Por su coherencia me inclino particularmente por la
primera versión, pues en ella aparece la fuente allí existente,
que le dio nombre a la advocación mariana de Fuen-Santa. Lo
cierto es que tanto en un caso como en el otro se levantó la
ermita para conmemorar un significativo hecho religioso
ocurrido en nuestro pueblo. El camarín de la Virgen se situó
sobre la fuente de la que nos habla la leyenda.
La existencia de esta fuente era tradicionalmente
conocida, pero cuando se edificó la actual ermita, siendo
maestro de obras de la misma Juan Vallejo Peña, apareció la
misma, confirmándose su ubicación. Llenos de religioso
respeto no la hicieron desaparecer, sino que la adaptaron al
lugar en el que se halla, al que se accede desde la ermita. Son
muchos los alcaudetenses que creen en las propiedades
milagrosas del agua que mana de ella. _____________
En relación con la fecha en que ocurrieron estos
acontecimientos sólo tenemos constancia documental de que
fueron antes del 1.511, año en el que sabemos con certeza que
existía ya la ermita.
De todos modos, por las mismas circunstancias de los
hechos anteriormente referidos tuvo que ser durante el
periodo de la Reconquista en el que hubo enfrentamientos
entre moros y cristianos en Alcaudete, es decir entre mediados
del siglo XIII en que fue conquistado por vez primera
Alcaudete y 1492 en el que se tomó Granada, terminando los
enfrentamientos entre moros y cristianos.
Aquilatando aún más, podemos reducir ese periodo a la
primera mitad del siglo XV, pues después apenas hubo acción
guerrera alguna en nuestro pueblo, y antes la inseguridad
permanente en que se vivía, con continuas incursiones de los
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moros en nuestra comarca, hacía poco factible el levantar una

ermita a la distancia que existe entre esta y la amurallada villa,
pues siempre correría el peligro de ser destruida por el enemigo.
PARAJE DE LA FUENSANTA
Todo esto nos hace suponer, en el terreno de la mera
especulación, que pudo ser con bastantes probabilidades en el
1.408. En ese año los moros intentaron, por última vez, tomar
Alcaudete, disponiendo a ese fin el grueso de sus fuerzas
precisamente en las cercanías de la Fuensanta, y al no poder
alcanzar sus propósitos se retiraron hacia Granada. En la huida, su
retaguardia fue hostigada por los soldados de la población,
ayudados por gentes de Córdoba. En una de esas escaramuzas
pudo suceder el hecho.
Lo cierto, aparte disquisiciones históricas, es que se
levantó la ermita y muy pronto nació y creció la devoción a la
Virgen de la Fuensanta. La llama de esta devoción no ha
hecho más que crecer y aumentar bajo el influjo del amor de
los alcaudetenses a su Patrona auspiciada por los constantes
favores que de ella reciben.
Finalmente el clamor popular de los hijos de este
pueblo hizo que fuese nombrada Patrona del mismo, como antes
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lo había sido Santa Teresa de Jesús.
COFRADÍAS
DE LA
VIRGEN
En otros tiempos todo el paraje próximo a la ermita de

la Fuensanta estuvo muy poblado. Muchas familias de
hortelanos vivían allí durante todo el año. Normalmente eran
familias numerosas cuyos chiquillos llenaban aquellos campos de
ruidos y risas infantiles. La actividad se multiplicaba en ellos
en el verano con la recogida de las frutas y hortalizas.
Todas aquellas gentes profesaban una gran devoción a la
Virgen de la Fuensanta, de quien tenían tan próxima la ermita. Las
visitas a la Madre de Dios eran continuas juntándose en su morada
con los que desde el pueblo subían muy temprano a verla por el
Camino Viejo, aquel que desde Alcaudete asciende por los
Zagales
En otros tiempos todo el paraje próximo a la ermita de la
Fuensanta estuvo muy poblado. Muchas familias de hortelanos
vivían allí durante todo el año. Normalmente eran familias
numerosas cuyos chiquillos llenaban aquellos campos de ruidos y
risas infantiles. La actividad se multiplicaba en ellos en el
verano con la recogida de las frutas y hortalizas.
Un día, quince de Agosto, festividad de la Virgen de
la Asunción, la santera se levantó de madrugada para arreglar la
ermita, pues debido a que era fecha muy señalada solían subir más
gentes que de ordinario a rezar a la Virgen.
Aquella noche una terrible tormenta había estado
fraguándose con gran aparato de electricidad y truenos. Los
hortelanos apenas habían podido dormir pensando en lo
desastroso que podía ser para sus hortalizas; y árboles frutales el
que descargase un fuerte pedrisco, como tantas veces había
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sucedido, que acabase con sus escasos ingresos. Muchos de

ellos rezaban a la Virgen de la Fuensanta en petición de que
evitase el desastre que las espesas nubes y descargas
eléctricas
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hacían presagiar.
Sorprendentemente aquellos sombríos augurios quedaron
en nada. Todo se resolvió en una mansa y tranquila lluvia que
refrescó el ambiente, llenó todo el campo de olor a tierra
mojada, y limpió la atmósfera para que en el nuevo día luciera
radiante y esplendoroso el sol.
El santero se levantó al mismo tiempo que su mujer para
salir al campo a recoger con el mulo unas frutas que tenía en una
pequeña huerta de su propiedad. Estaba aparejando la bestia en la
cuadra que había en la parte posterior de la antigua ermita cuando
oyó hablar acaloradamente a su esposa. Extrañado y curioso, a la
vez, se dirigió a la iglesia para saber lo que ocurría. Su asombro
fue en aumento al ver que la santera estaba sola y que hablaba
y gesticulaba dirigiéndose a la imagen de la Virgen.
Acercándose a ella la escuchó decir:
.-¡Virgen Santísima!. ¿Cómo ha podido ocurrir esto?.
¿Quién te ha manchado de barro los bajos del manto que ayer
te coloqué para este importante día?. !Dirán que no sé cuidarte!.
!Qué pena tan grande!.
El marido la oyó sorprendido, y en un primer momento
creyó que había perdido al juicio, por lo que le preguntó un tanto
airadamente:
.- “¿Te has vuelto loca mujer?. ¿ Qué desatinos dices?”.
.- “¡Mira los bajos del manto!. Le respondió la santera.
En efecto, el marido tuvo que rendirse a la evidencia,
ya que la parte inferior del manto estaba embarrada, y por toda
la imagen y sus vestiduras podían ser observadas abundantes
gotas de agua que a la luz de las velas brillaban cono perlas.
Ante estos hechos no supo que decir.
En esta discusión estaban cuando entraron, sin ser vistos
por el matrimonio santero, un hortelano de Huerta Primera
acompañado de su esposa, que involuntariamente escucharon
lo que decían.
El sobresalto de los santeros aumentó aun más al ver
que los dos hortelanos caían en tierra de rodillas delante de la
Virgen
de la Fuensanta, y a grandes voces rezaban el Ave María,
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mientras derramaban abundantes lágrimas.
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El santero volvió a las andadas:

.-“ Pero, ¿Qué pasa?. ¿Todo el mundo se ha vuelto loco esta
mañana?.
¿Se le ha subido a todos a la cabeza la tormenta de anoche?.
El hortelano, sin levantarse del suelo, respondió:
.- “ Anoche, a mi mujer y a mí, a la luz de los
relámpagos, nos pareció ver a la Virgen de la Fuensanta andar
por medio de las huertas. Creyendo que éramos víctimas de una
ilusión, llenos de temor, nos metimos en la cama sin poder
apenas conciliar el sueño. Pronto la tormenta cesó por lo que
rezamos en acción de gracias a la Virgen. Esta mañana cuando
despertamos nos pusimos de acuerdo para no decir nada de le
ocurrido a nadie por miedo a pasar por locos. Pero al ver
ahora que la Virgen está mojada y que tiene embarrado el manto,
no dudamos ya de que es cierto que Nuestra Señora estuvo
caminando anoche por nuestras huertas”.
El santero ante estos testimonios, comenzó a tocar la
campana de la ermita con fuerza e ininterrumpidamente. El
repique, por lo continuado de su toque y la fuerza del mismo,
atrajo al recinto sagrado a la mayoría. de los hortelanos de
aquel paraje rural, curiosos por conocer lo que sucedía. Enterados
del hecho, hubo otras dos personas que afirmaron haber visto
también a la Virgen en idénticas circunstancias: una mujer de las
huertas de Benamazor y el molinero de Huerta Segunda.
Los hortelanos de Fuente Amuña, convencidos de la
veracidad del suceso llegaron al acuerdo, que en fechas
posteriores llevaron a efecto, de constituir una cofradía para
conmemorar en años sucesivos este acontecimiento.
En recuerdo de ello, todos los años los hortelanos
sacaban a la Virgen en procesión por las huertas la noche del
14 al 15 de Agosto. Todos acompañaban a Nuestra Señora de
la Fuensanta, con antorchas encendidas, y apenas llegaba la
mañana se oía misa en la explanada situada delante de la
ermita, volviendo a sus hogares después de esta Velada religiosa.
Posteriormente, como el número de devotos de la
Virgen de la Fuensanta creciera, y fueran muchos los
alcaudetenses que querían honrarla, se formó en el pueblo otra
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cofradía. Durante algunos años coexistieron ambas cofradías y se

celebraban dos procesiones, una, organizada por la cofradía de
los hortelanos, tenía lugar el 15 de Agosto, y la otra, que se
celebraba el último domingo de Abril, era patrocinada por la
cofradía del pueblo. Posiblemente esta última fecha fuese
elegida a fin de poder pedir a la Virgen protección para les
sementeras de cereales (cultivo este mayoritario en el Alcaudete
de aquellos tiempos) que en esa época del año atraviesa una fase
decisiva para la granazón de las espigas de la que depende en
buena medida el volumen de la cosecha.
Igualmente, el “mes de Mayo” o de María, dedicado
íntegramente al culto de la Virgen, era celebrado
alternativamente, por años, en la ermita y en el pueblo para dar
así satisfacción a ambas cofradías.
Visto lo absurdo de que en un mismo pueblo hubiese
dos cofradías dedicadas al culto de una misma advocación
mariana, años después, se fundieron en una sola a la que
pertenecemos todos los alcaudetenses.
En la iglesia de Santa María, cerca del Sagrario, existía un
cuadro con los cultos que se debía rendir a la Virgen. Según
los mismos, cada cinco años la Virgen recibía culto, durante el
“mes de las flores” en Santa María, mientras que el resto de los
años la Virgen se debía subir a su santuario, para allí recibir culto.
HOMENAJE A LA COFRADÍA
Como homenaje a la cofradía y a los cofrades, se reproduce
un artículo del periódico “La Mañana” fechado el 17 de
septiembre del 1.935 (fechas convulsas en nuestra Patria) cuyo
contenido puede ser aplicado a todos los que le antecedieron y
sucedieron y que desinteresadamente trabajan en el servicio y
mayor esplendor de nuestra Santísima Patrona.
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“Es un altísimo honor para todos los alcaudetenses

pertenecer a la Cofradía de su Patrona Nuestra Señora de la
Fuensanta. Hombres de todas las esferas sociales, de todas las
ideas políticas, se unen en la Cofradía sin otros títulos que el
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de buenos alcaudetenses, para llamarse hermanos en esta parte

espiritual de la Humanidad que los enaltece y los aleja de las
cosas terrenales.
Alto galardón, honrosa distinción, título especialísimo
con el que se sienten orgullosos, es para todo buen hijo de
Alcaudete pertenecer a la Cofradía de la Patrona.
Por ello el número de sus cofrades es muy elevado y
aquellos que por su posición económica no pueden contribuir
con su óbolo a aumentar los ingresos de la Cofradía, saben
suplirlo con creces con su fervor y haciendo acto de
presencia en todos los solemnes cultos que se dedican a la
Patrona.
Todas las Juntas Directivas que se han sucedido
han laborado por el engrandecimiento de la Cofradía, el
mayor fervor hacia la Virgen y celebración de cultos: todas
ellas han sabido darle el matiz de grandeza que merece tan
hermosa devoción hasta llegar a hacer de esta Cofradía una
institución digna de su titular.
Hoy la Junta directiva está constituida por hombres amantes
de su Patrona, de la Cofradía y su tradición y dedican a ello todos
ERMITA DE LA VIRGEN DE LA FUENSANTA
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sus desvelos, actividades y voluntad.

Forman en la actualidad la Junta Directiva los señores
siguientes: Presidente, don Antonio Ortega Espejo;
Vicepresidente, don Manuel Úbeda; Tesorero, don Manuel
Ruiz; Vicetesorero, don Bautista Ortega; Secretario, don Francisco
la Torre; Vicesecretario, don Antonio Aragón; Vocales, don
Francisco Romero, don Filiberto Burgos, don Manuel Machado,
don Manuel Porras, don Luis Díaz, don Juan González, don
Segundo Tejero y don Antonio Monte. Todos ellos amantes de
su histórico pueblo y de sus tradiciones, cumplen sobradamente sus
cometidos.
NIÑO JESUS DE LA VIRGEN
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FAVORES
DE LA
VIRGEN DE LA
FUENSANTA
La profunda devoción que los alcaudetenses, de todos
los tiempos han profesado a la Santísima Virgen de la
Fuensanta, y el gran amor que han sentido por ella les ha hecho
que durante todos los tiempos y circunstancias se hallan dirigido
a ella pidiéndole toda clase de favores y beneficios que
muchos, en su gran fe, han recibido. En las siguientes páginas
se transcribe un folleto editado en 1.929, que se encontraba en
el archivo parroquial de Santa María, en el que un sacerdote
de Alcaudete refiere una serie de favores recibidos por
alcaudetenses de aquella época, seguro que una pequeñísima
muestra de los miles de ellos otorgados por Nuestra Patrona,
unos de conocimiento público, y la inmensa mayoría
de ellos conocidos sólo por los agraciados que los han guardado
celosamente en sus corazones.
Alcaudete y la Stma. Virgen de la
Fuensanta, su patrona
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HOMENAJE DE GRATITUD
Y AMOR FILIAL
Refiérense algunos de los incontables beneficios y favores
obtenidos por los que en su Patrocinio y poderosa mediación han
confiado
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Lector amable, quien quiera que seas y aún cuando
supongas que nada puede interesarte lo que voy a decirte, no
dejes de la mano esta hoja sin haberla leído hasta el fin. ¡Atiende!:
Hace tiempo que una persona, distinguida y piadosa,
de Alcaudete, tenía el propósito de publicar a los cuatro
vientos algunos de los beneficios y favores incontables que la
Santísima Virgen de la Fuensanta ha derramado sobre esta
Ciudad y sobre sus moradores. Para ello requirió mi modesta
cooperación, rogándome que diese forma, un tanto literaria, a
una lista interminable de hechos, que ella, en su deseo
fervoroso, había ido recibiendo de labios de los mismos
interesados, recopilándolos pacientemente. Y ¿cómo regatear mi
insignificante grano de arena a una obra tan plausible, mediando
además la buena amistad que con la persona aludida me une, el
entrañable afecto que para los hijos de Alcaudete abrigo en lo
más hondo de mi alma y la devoción filial que a la Santísima
Virgen, desde niño, profeso? Y como no podía menos de
allanarme a la cooperación pedida, aquí me
tienes, lector amigo, dispuesto a transcribir fielmente cuanto,
entre los hechos narrados en aquella lista interminable, me ha
parecido más saliente y emotivo. Con ello rendiremos un
homenaje de amor muy sincero y muy sentido a la Santísima
Virgen, y a la vez avivaremos las almas de los hijos de
Alcaudete, su confianza y devoción a esta amorísima Madre
que de tan variadas maneras demostró el interés grandísimo que
por ellos siente.
No quiero, de ningún modo, que atribuyas lo que en
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esta hoja escrito encuentres a anhelos de milagrería, ni que le

concedas más importancia de la que de suyo encierran los
hechos, pues yo, que te los narro, no tengo el propósito de
expresar más de lo que por sí mismos significan. Por otra parte,
todo lo someto a la autoridad de la Iglesia y acepto sumisamente
las leyes y normas por ella dictadas y establecidas sobre estos
asuntos, particularmente lo ordenado por S. S. el Papa
Urbano VIII.
‘También advierto, lector amable, que esta hoja no
se ha hecho con pretensiones teológicas ni literarias, sino para
exponer lisa y llanamente su objeto y en lenguaje que pueda
llegar a todos, y todos puedan percibir y darse cuenta de la
valiosa protección que en la Santísima Virgen de la Fuensanta
tienen. Pásalo bien, y que de su lectura reportes frutos copiosos
desea tu amigo y capellán.
P. SOLÍS. PRESBÍTERO.
Jaén y noviembre de 1929.

Hace unos veinte años, dice doña Maria Josefa Ortega
de Funes, me vi atacada repentinamente por una parálisis que
me desfiguró por completo el rostro, dejándome sin
movimiento el ojo derecho, con la boca ladeada y sin poder
abrirla para comer. Al día siguiente de ser invadida por la
enfermedad, domingo, 28 de abril, día en que se celebraba la
fiesta a la Santísima Virgen de la Fuensanta, cuando la bendita
Imagen pasó por mi casa pedile que me curase, o que se apiadase
de mí y me llevara de este mundo, puesto que con aquella
desgracia me era insoportable la vida. Aquel mismo día
experimenté al llorar que se me humedecía el ojo derecho, cosa
que en los días anteriores no me había acontecido, pudiendo
mover un poco la boca a la hora de la cena. Al día siguiente,
cuando se llevaban en procesión la Imagen Santa a su ermita,
volví a suplicarle de nuevo, al parar junto al balcón de mi casa;
acentuose la mejoría y a poco me sentí buena por completo, y
desde entonces no he vuelto a sentir molestia alguna.
Hallándome perfectamente curada de aquel ataque de
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parálisis. Toda mi familia admiraron la rapidez de mi

restablecimiento, y mi médico de cabecera, don José Gutiérrez,
extrañado al ver la mejoría y la desaparición completa de la
parálisis, preguntome con mucho interés por la medicina que
había usado con tan prodigioso éxito. Le dije que todo había sido
obra de la Santísima Vir- gen de la Fuensanta, a cuyo patrocinio
me acogí al verme tan desgraciada. El médico entonces me dijo:
Siga usted con ese médico que indudablemente es el mejor.
Me inscribí en la Hermandad de la Santísima Virgen y a todas
mis hijas, con promesa de no dejar de pertenecer a ella mientras
dure nuestra vida y de acompañar a la Sagrada Imagen siempre
que salga de su Santuario; lo que venimos haciendo desde
entonces a pesar mi edad y de mis achaques y no obstante la
inclemencia de la estación en que sea su salida.
ARCOS Y JUNCIA EN LA PROCESIÓN

En otra ocasión fui víctima de un gravísimo
apuro de solución muy dificultosa. Encomendeme con todo
fervor a mi cariñosísima Patrona y en muy pocos días quedó todo
resuelto de un modo muy favorable. Lo mejor que yo tenía entre
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mis alhajas era una cruz y un alfiler de oro, y perlas, galas del día
de mis bodas, que tenía en grandísima estima, no sólo por su
valor intrínseco, sino, principalmente, por los amables recuerdos
que encerraban. De ellos hice donación a la Santísima Virgen en
testimonio de mi gratitud acendrada y de mi amor filial hacia Ella.
Estaba mi hijo bastante grave en la cama con un

ataque de ictericia. Aproximábase la Semana Santa. Tanto el
niño como yo teníamos gran interés y devoción en que él
asistiese a las procesiones de esos días santos, acompañando
al
hermano mayor y a los cofrades. Le dije que se encomendase a la
Santísima Virgen y le pidiese la salud y, en efecto, la Virgen
bienhechora le puso bueno y pudo satisfacer su devoto deseo.
Hallábase la familia del Dr. Casana, de Córdoba, en

Cádiz, pasando una temporada. Un día recibió el doctor la
triste noticia de que el automóvil, en que viajaban
seis de sus hijos, había chocado violentamente,
habiendo resultado gravemente heridos sus ocupantes.
Horrorizado por la enorme desgracia y temiendo encontrarlos
sin vida, no tuvo valor para ir solo y rogó a don Luis Merino,
Ingeniero agrónomo, natural de Alcaudete, buen amigo suyo,
que le acompañase. El señor Merino, muy devoto
de la Santísima Virgen de la Fuensanta, viéndole
tan consternado y abatido, le sugirió que se encomendase a la
protección de Ella y les encontraría seguramente con vida. Así
aconteció. Encontrolos a todos con vida y, a pesar de las
gravísimas heridas que tenían algunos de ellos, fueron recobrando
poco a poco la salud hasta obtenerla por completo. Están muy
reconocidos a este favor inmenso de la Santísima Virgen y
tienen el propósito de venir toda la familia a celebrar en la
ermita una fiesta en acción de gracias.
El mismo señor, don Luis Merino, en cierta ocasión, al

cerrar la puerta del coche en que viajaba, sin darse cuenta,
cogió un dedo de su hijo Eugenio en el cierre. Su tribulación
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fue enorme al ver destrozado el dedo de su hijo. Encomendose a

la Santísima Virgen de la Fuensanta y a los pocos días el dedo
sanó, sin que le quedase desperfecto alguno.
Estando muy gravemente enferma de pulmonía la
anciana señora de ochenta años, doña Eugenia del Castillo,
su hija doña Rosario, que temía fundadamente por su vida,
invocó fervorosamente la intercesión de la Santísima Virgen, y
al cabo de algunos días la enferma recobró la salud,
hallándose bien, no obstante su edad avanzada.
El primer año que fue la procesión de Nuestra Patrona

por los barrios bajos, llamó la atención de los que en ella iban
la presencia de un cortijero quien, descalzo, seguía las andas de
la Santísima Virgen, las que no abandonó basta llegar al
Santuario. Algunos de los que fueron testigos de la actitud
resignada y paciente de aquel hombre, picados por la
curiosidad, le preguntaron la causa de su dolorosa penitencia;
entonces él narró un hecho lleno de verdadera emoción: En el
cortijo, que él labraba, dejó encerrada su mujer una hija de
ambos de pocos años, mientras ella llevaba a cabo fuera ciertos
quehaceres. Durante la ausencia sobrevino una tempestad horrible.
Cuando regresó la madre halló la casa semihundida, habiendo
sido mayor el destrozo en la cocina, donde había caído por tierra
la mayor parte de la chimenea de campana, que suele haber en
estos albergues. Allá no había más que un montón de
escombros y de ruinas. La niña no aparecía por parte alguna.
Llenos de ansiedad, y temiendo que hubiese sido sepultada
entre los escombros, comenzaron a separarlos con cuidado, y, al
fin, en un hueco, que la misma chimenea había formado al
hundirse, hallaron a la niña muy contenta y sin rastro de
lesión alguna. Ella entonces refirió que no le había pasado nada
y que ni siquiera se había asustado porque había estado con ella
una mujer muy hermosa. Pocos días más tarde bajó toda
aquella familia, y varios vecinos, al Santuario de la Fuensanta y
al entrar en él la nena, que iba con ellos, al ver la Imagen de
la Bendita Madre, exclamó: Esa es la mujer hermosa que
estuvo conmigo en el cortijo el día
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de la tormenta. Y como le dijese su madre que aquella no era una

mujer, que era la Virgen con su Niño en los brazos, respondió la
rapaza: «Es que aquella mujer tan buena tenía un Niño, como
ese,
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CÚPULA DE LA ERMITA
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en sus brazos». Todos los presentes embargados por la

emoción, no pudieron menos de llorar, oyendo el relato
sencillo e ingenuo de aquel angelito, que afirmaba con
aplomo de persona enterada y consciente lo que ella había visto y
experimentado. En- tonces, y después, presentaron a la niña
fotografías de otras imágenes de la Santísima Virgen y siempre
dice ser aquella, la de la Fuensanta, la que le acompañó en
aquel día memorable.
María Antonia, mujer de Eduardo Vázquez, la Santera

de la ermita de la Fuensanta, tuvo precisión de ausentarse de su
vivienda y dejó bajo la custodia de sus hijos mayorcitos un
pequeñín (Federico Vázquez Rubio), que a duras penas andaba.
Los encargados de la vigilancia del pequeño, cosa muy
natural en los niños, entregáronse a sus juegos y se olvidaron
por completo del hermano; éste, arras- trándose por el suelo,
llegó hasta el borde de la acequia del riego, que junto al
Santuario pasa, y cayó de cabeza en ella, siendo arrastrado por
la corriente en una distancia de más de cuatro metros y esto por
debajo de tierra, ya que en aquel sitio hay una parte de acequia
subterránea, hasta que unas mujeres, que estaban lavando a la
parte de abajo, lo vieron y lo extrajeron, sin que el niño se
hubiese ahogado ni sufrido siquiera el más leve rasguño. La
Santera está muy reconocida a la Santísima Virgen, a cuyo
patrocinio ella atribuye el que su hijo no pereciese.
Un soldado de este pueblo, que cumplía sus deberes

militares en África, llamado José Funes Villén, siempre que se
veía en algún caso apurado se encomendaba a la Santísima
Virgen, su Patrona. Un día en que se le incendió el camión
que guiaba, sufriendo muy considerables quemaduras en las
piernas, suplicó a la Santísima Virgen con gran fervor y, no solo
se libró de mayores daños, sino que aún de las quemaduras sanó
en poco tiempo. Otra vez sufrió un ataque de paludismo tan fuerte
que se le paralizaron los brazos y se le encogieron, siéndole
imposible todo movimiento en ellos. Le trasladaron al hospital en
muy mal estado. Por aquellos días recibió una carta de su pueblo
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en la que le enviaban una fotografía de la Santísima Virgen de

la Fuensanta. Al verla no pudo menos de exclamar: ¡Madre mía!
La Her- mana de la Caridad, que estaba cerca, al oír la
exclamación del enfermo le preguntó si había recibido el retrato
de su madre; contestole que había recibido un retrato más
estimable aún para él que el retrato de su madre; «He recibido,
dijo, nada menos que el retrato de mi amadísima Patrona, la
Santísima Virgen de la Fuensanta», y hacía esfuerzos por
cogerla entre sus manos inmóviles, Llorando la miraba y le
pedía que se apiadase de él. Aquella misma noche murieron dos
enfermos atacados de la misma enfermedad que él, que estaban
contiguos a su lecho. Lejos de decrecer su confianza en la
Santísima Virgen aumentó más aún si cabe. La Santísima
Virgen no se hizo sorda a sus plegarias y al poco tiempo
perfectamente curado y restablecido abando- naba el hospital y
después de algunos meses dejó el ingrato suelo africano,
teniendo la dicha de volver a su pueblo amado a dar rendidas
gracias a la Santísima Virgen y a vivir entre los suyos.
Rosario Espejo de la Rosa se hirió gravemente en
una mano. Infestósele la herida y dispusieron los médicos que se
le amputase, si no quería morir. Encomendose fervorosamente a
la Santísima Virgen prometiéndole inscribirse en su Cofradía y
llevarle cera para su altar del Santuario y comenzó a mejorar,
hasta tal punto que no sólo se hizo innecesaria la amputación,
sino que se curó perfectamente.
Manuela Garrido Jiménez, la Sabia, cayó enferma y tan

postrada que durante dos meses no pudo tomar otro
alimento que el que las vecinas le administraban con un
pistero, sin poder moverse ni hablar. El día de la Santísima
Virgen las vecinas se animaron a llevarla muy de mañana al
Santuario para que implorase su auxilio, Inspiraba honda
compasión verla con toda la cabeza vendada, exhalando unos
debilísimos ayes, que otra cosa no podía pronunciar. Los que
se hallaban en la iglesia unieron sus oraciones a las de la
enferma, suplicando todos a la Santísima Virgen que la
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sanase, si le convenía. Pasado un rato en ora- ción se la oyó

exclamar con toda claridad: ¡Madre mía! ¿qué quieres
que haga?. A los pocos días se encontraba en perfecto
estado de salud, pudiendo contraer más tarde matrimonio.
Elisa Moya González está muy reconocida a la Santísima

Virgen porque hallándose gravemente enferma una tía suya y
desahuciada por el doctor Ortega, quien decía no tener nada que
recetarle para su enfermedad, suplicó el auxilio de la Santísima
Virgen de la Fuensanta, ofreciéndole ir descalza a su Ermita si su
tía recobraba la salud. La Santísima Virgen la oyó en su aflicción
y ella cumplió contentísima su promesa.
CAMARERAS DE LA VIRGEN
Los soldados de Alcaudete que se hallaban en la guerra de

África del año 1.923, escribieron preguntando qué color tenía el
manto de la Santísima Virgen de la Fuensanta, porque la habían
visto en medio del fuego con un manto grana, que era
precisamente el color del manto que la Santísima Virgen tenía
27
puesto en aquellos días.
D. Antonio Ortega y toda su familia son devotísimos de la

Santísima Virgen de la Fuensanta, cuyo patrocinio han
experimentado en varias ocasiones, principalmente en dos en
que se vieron amenazados de ladrones y en muy grave aprieto
sus vidas y su hacienda.
Presentación Baltanás, padecía tuberculosis y

recomendaba a sus hijos que no se acercasen a ella a fin de
evitar el contagio. Desesperanzada un día de mejorarse y llena de
tribulación y de pena por su estado de infelicidad se dijo para sí:
«Iré a visitar a la Santísima Virgen de la Fuensanta y le pediré
que tenga piedad de mí y me devuelva la salud o me lleve
a mejor vida, porque vivir así me es imposible”. Y poniendo
en práctica su resolución, visitó a la Santísima Virgen María en
su Santuario y desde aquella visita comenzó a mejorar
hasta recobrar por completo la salud. Vivió después más de
veinte años, dedicada a sus quehaceres y ocupaciones, como si
jamás hubiese padecido aquella temible enfermedad.
Ana Montilla de la Rosa ofreció mandar celebrar una

Misa en honor de la Santísima Virgen y pedir descalza el
estipendio de ella, si a su hijo no le tocaba prestar el servicio
militar en África. Tocole en efecto la suerte de hacerlo en la
Península, donde cumplió su obligación en circunstancias muy
favorables.
Antonio Herrador y su mujer aseguran que son

numerosísimos, y muy señalados, los favores que la Santísima
Virgen les ha dispensado, entre los cuales enumeran uno muy
interesante para toda la familia: Hallábanse en circunstancias
económicas bastante apuradas y con una familia numerosísima
a quien mantener. Ofrecióseles, casi providencialmente, ocasión
de arrendar una viña situada frente al Santuario. Desde que se
posesionaron de la viña él comenzó a sentirse mejor de salud,
que también la tenía muy quebrantada y fueron saliendo de
28
apuros y consiguieron ir colocando a los hijos y a las hijas

honradamente, encontrándose aún bueno para el trabajo y
lleno de reconocimiento hacia la celestial Patrona de
Alcaudete, a cuya protección atribuye todas las bendiciones
que Dios sobre él ha derramado.
Unos catorce años tendrían D. Salustiano Torres García y su

primo D. José Torres. Llevados de los caprichos propios de
los jóvenes de su edad, eran bastante aficionados a usar armas
de fuego, principalmente pistolas, en contra de las prohibiciones
de sus padres. En cierta ocasión en que jugaban con una de estas
armas disparósele a D. Salustiano, con tan mala fortuna que,
atravesándole el cuerpo a su primo, fue la bala a incrustarse en la
puerta de una casa próxima. El herido perdió el conocimiento y
cayó en tierra arrojando sangre en abundancia del pecho.
Como el orificio hecho por el proyectil en las ropas a su entrada
coincidía en trayectoria recta con el que había hecho en las
mismas ropas al salir, todos creyeron que tenía atravesados
los pulmones. El dolor de ambas familias por tan enorme
desgracia no tenía límites y la ansiedad por salir de la espantosa
duda era indescriptible. Cuando reconocieron al herido vieron
con muy agradable sorpresa que la bala, al chocar con una
medalla de la Santísima Virgen de la Fuensanta, se desvió lo
bastante para que, resbalando por las costillas, no llegase a
penetrar dentro de la caja del pecho. Poco tiempo después,
recobrada por completo la salud, prosiguió sus estudios y
vivió muchos años, conservando una devoción muy acendrada
a la Santísima Virgen, lo mismo que su primo. Y siempre que la
Bendita Imagen de la Patrona Excelsa venía a la Ciudad, siempre
se les vio entre los primeros para acompañarla, alentando a sus
conocidos y amigos a seguir su ejemplo. Y jamás se
dispensaron, de lo que ellos creían una verdadera obligación de
gratitud, por muchos quehaceres que tuviesen y por muy duras
que fuesen las inclemencias del tiempo.
D. Francisco Camacho, conocido por el Alcalde Camacho,
29
sufrió hace bastantes años la amputación de una pierna. Tenía

su vivienda más allá de la Fuente Amuña. Una noche,
llevando dentro de su estómago más vino del que buenamente
hubiera podido digerir, encaminábase, montado en un burro,
hacia su casa. Al pasar por la ermita de la Fuensanta tropezó el
burro y lo echó por las orejas. Cuando se sintió en el suelo
maltrecho por la caída y muy embarazado para levantarse por
el exceso de vino y por la falta de la pierna, llenose de ira y lanzó
una palabrota. Cuando más apurado estaba debatiéndose con su
torpeza, en las tinieblas que le rodeaban, para conseguir levantarse
y encaramarse de nuevo sobre su jumento, oyó una voz
agradabilísima que le decía: «Levántate, que no te has hecho
nada», y al mismo tiempo se vio rodeado de un resplandor muy
vivo, en medio del cual estaba la Santísima Virgen en la misma
actitud y forma en que se halla en el camarín de la ermita. Sin
darse cuenta de cómo lo hizo se encontró subido en el asno y
caminando hacia su casa en medio de aquel resplandor, que no
le abandonó hasta que llegó a ella.
PUERTA DE ENTRADA LATERAL
30
Aquella misma luz que le había alumbrado por de fuera

pareciole que se le metió por dentro avivando su fe y atribuyendo
todo aquel prodigio a la poderosa intercesión y valimiento de la
Celestial Señora. Inscribiose en su Cofradía y no abandona su
santo escapulario, procurando inculcar en los suyos su
devoción y su agradecimiento a la Patrona Excelsa.
La señorita Cristobalina Herrera Romero llevaba

bastante tiempo enferma y sometida a muy riguroso régimen.
Hubo de trasladarse a Málaga, por consejo del señor
Facultativo, con el fin de, al cambiar de clima, ver si le volvía
la salud. No resultó el cambio según las esperanzas y deseos y
más bien se agravó su padecimiento, teniendo la
desgracia de que le equivocasen un medicamento,
administrándole otro contrario a su enfermedad y fue víctima de
un ataque tan grave que estuvo en trance de muerte. Acogiose a
la protección de la Santísima Virgen, suplicándole la sacase
con vida y no sólo la oyó la Benignísima Señora, sino que
además le hizo ver que donde podía alcanzar la salud
perdida era en su pueblo adonde se trasladó, en cuanto le fue
posible, hallándose desde entonces curada de aquella
enfermedad y tan aliviada en su estado general que puede hacer
una vida casi normal y hasta permitirse ciertos esparcimientos,
trabajos y quehaceres que antes le era imposible realizar.
El labrador del Cortijo de San José, en los temporales

y lluvias abundantísimas del año l.928, cuando el río venía
muy crecido, tuvo necesidad de vadearlo con un hijo suyo.
Sirviéronse para ello de un mulo, y, en contra del parecer y
consejos de su esposa, que se oponía a que atravesasen el río
en aquella sazón, lanzáronse al agua con tan mala fortuna que
arrastrados a los pocos pasos por la corriente comenzaron a
hundirse. La pobre mujer y madre que presenciaba esta
horrible escena desde la orilla, sin poderles prestar el más
insignificante auxilio, acudió a la protección de la Santísima
Virgen de la Fuensanta, suplicándole con gritos desgarradores
que salvase a su hijo y a su esposo. Un momento hubo en que,
31
envueltos por la corriente, desaparecieron a la vista de la

desconsolada mujer, y en un supremo esfuerzo de fe y de fervor
atrajo sobre los desventurados el auxilio de la Celestial Señora,
y vio, llena de gozo indescriptible, como el pobre animal
lograba hacer pie en un remanso y salir a flote con su carga hasta
la orilla. Es humanamente inexplicable cómo la pobre bestia
pudo vencer las enormes dificultades que el agua arrolladora le
oponía y soportar a la vez la carga muy pesada del padre y del
hijo, manteniéndose a flote en medio de la profundidad del cauce
bien repleto. Tienen gran interés en que este hecho prodigioso se
publique, para que, llegando a oídos de todos, tengan confianza y
amen con todas sus veras a la Santísima Virgen.
Las ilustres señoritas de Aguilera y Lechuga están

reconocidísimas a la Santísima Virgen de la Fuensanta, cuya
protección y patrocinio han experimentado en incontables
ocasiones, algunas de ellas de muy notable gravedad y de
enorme trascendencia.
Ramona Alcalá tenía un niño paralítico de la cintura

hacia abajo, la infeliz criatura que ansiaba tornar parte en los
juegos de los demás niños se veía obligado por su parálisis
a conformarse con verles. Para ello se arrastraba,
apoyándose en las manos, hasta el lugar donde jugaban. Con
frecuencia el nene se lamentaba en presencia de su madre de su
inutilidad, y ella le decía que le pidiese a la Virgen de la
Fuensanta que le diese el movimiento de sus piernas. A
estas exhortaciones de la madre el niño le respondió alguna vez
que le enseñara la Virgen. Le mostraron, en efecto, una
fotografía de la Santísima Virgen y él contestó que quería ver
la otra, la verdadera. Le llevaron al Santuario, viendo la
insistencia del pequeño, y cuando estuvo en presencia de la
venerada Imagen, exclamó: «Esta es la que yo quería ver». Su
madre le animó a que le pidiese el movimiento de sus piernas y
la salud de su cuerpo y uniéndose todos los presentes en
fervorosa súplica a la Bondadosísima Señora y Madre no
tardó en acudir en su auxilio, empezando a mejorar el niño
32
en aquel mismo momento hallándose al cabo de poco tiempo

casi bien; pudiendo en la actualidad jugar con los demás niños
sin dificultad y sin torpeza alguna.
Filomena de la Rosa también ha experimentado en diversas

ocasiones el favor y los beneficios de la Santísima Virgen,
sacándola con bien de algunos gravísimos apuros.
Un hijo casado, de Fulgencia Gallardo, fue victima de

un dolor agudísimo, que hacia sufrir al pobre de una
manera horrible. De nada le sirvieron los medicamentos que
el doctor le recetara: no experimentaba mejoría alguna. Atribulada
la madre y toda la familia viéndole sufrir tan horriblemente y
sin consuelo alguno al joven, estaban casi desesperados. Mas he
aquí que el día en que sale en procesión la Bendita Imagen de
Nuestra Patrona,
al pasar la
procesión por su
calle, Fulgencia, a
grandes y
fervorosos gritos,
suplicó a la
Santísima Virgen
que se apiadase de
su hijo y que le
devolviese la
salud, si le
convenía, o que
dispusiese de él,
puesto que suyo,
de la Santísima
Virgen, era.
Pasada que hubo
la procesión y
cuando ya no se
veía la Santa
Imagen, entrose
33
Fulgencia en su casa encontrándose a su hijo tranquilo, v al

cabo de un corto rato dejó de quejarse: durmiose
profundamente y no ha vuelto a sentir semejante dolor.
La niña Dolores Fuertes Ruiz amaneció un día con una
gravísima invasión diftérica. Su pobre madre imposibilitada de
34
llevarla a que el médico la viese por estar viviendo en un

35
cortijo bastante alejado del pueblo y viendo que su hija se le

ahogaba, se encomendó fervorosamente a la Santísima Virgen
de la Fuensanta y a poco comenzó a decrecer el ahogo y salió
perfectamente la enfermita. La madre de esta niña, a
consecuencia de un pinchazo en un dedo que le atrajo una
gravísima infección, estaba a punto de sufrir la amputación de él,
puesto que ya estaba invadido por la gangrena, que avanzaba con
rapidez alarmante. La pobre mujer no se resignaba a la pérdida de
su dedo y le suplicó a la Santísima Virgen que la sanase, aún
cuando le quedase algún desperfecto en él. Fue oída su plegaria y
le salvó el dedo.
Doña María del Pilar Mumbrú de Funes, obsequió con

una copa de vino a un joven a quien estaba instruyendo en la
Doctrina Cristiana. A poco el joven se sintió presa de agudísimos
dolores que le ponían en trance de muerte. Reconocido por el
facultativo apreciose que era víctima el joven de una gravísima
intoxicación. Entonces se dieron cuenta de que el líquido que doña
María del Pilar había servido al joven, no era vino, como por
error lamentabilísimo ella creyera, sino una disolución de agua
y ácido sulfúrico, para usos industriales, que
equivocadamente, por la semejanza de los envases, ella
había tomado por vino generoso. Arreciaba la gravedad del
joven y se temía un funesto desenlace, cosa que despedazaba el
alma de la atribulada señora.
Entonces, llena de fe y esperanza en la Santísima Virgen,
jamás con tal intensidad sentidas, acudió suplicante a la Santísima
Virgen María, rogándole ante una estampa de la Santísima
Virgen de la Fuensanta por la vida y la salud de aquel joven,
que por causa suya iba a morir. No se hizo sorda la Amorosísima
Señora a las lacrimosas oraciones de su hija y vino en su auxilio,
mostrándose propicia a las súplicas de doña María del Pilar y a
las de todo el vecindario, que unió sus oraciones en un fervoroso
anhelo de vida y salud para el enfermo. Y no fueron vanas
las esperanzas cifradas en el auxilio de la Santísima Virgen.
36
VISTA EXTERIOR DE LA ERMITA

No sólo desapareció el gravísimo peligro en que el joven se
encontraba de perder la vida, sino que siguió mejorando,
hallándose casi curado de las enormes quemaduras que el ácido
sulfúrico le causara.
Estos y otros muchos innumerables beneficios y
favores ha obrado la Santísima Virgen Maria con sus hijos y
protegidos de Alcaudete y estos se narran, como al principio
decimos, a fin de que sea conocido de todos el amor que la
Santísima Virgen a todos les profesa y cómo es muy acreedora a
que en este pueblo se la honre yn se la bendiga, procurando todos
los que han tenido el señalado honor de morar en él, bajo la
protección de María de la Fuensanta, que todas sus acciones y sus
obras estén presididas e inspiradas por el amor a esta Excelsa Reina
y Madre.
Con licencia eclesiástica.
37
ERMITA ANTIGUA
38
39
PLANO DE LA ERMITA ANTIGUA

DE LA
FUENSANTA
1 .- Nave.
2 .- Camarín de la Virgen.
3 .-Sacristía.
4 .- Entrada
principal.
5 .-
Cancel.
6 . – Entrada desde la casa del santero
7 .- Entrada a casa del santero.
8 .- Patio.
9.- Cuadra.
10.- Cuadra.
11 .- Casa del santero.
12.- Casa del santero.
13.- Casa del santero.
14.- Entrada de la subida del camarín.
15.- Subida al camarín.
16.- Altar de la Virgen de la Aurora.
17.- Coro.
18.- Entrada a la sacristía desde la casa del
santero.
LA ERMITA
Era mucho más pequeña que la actual. Adosada a ella
tenía la casa de los santeros.
No sabemos si esa ermita era o no la primitiva. En otro
lugar hemos dicho que el archivo de la Fuensanta fue
destruido por los franceses en la Guerra de la Independencia,
por lo que nos movemos, en muchas ocasiones, en el terreno de
las conjeturas. Es posible que en el archivo de la catedral de
40
Jaén, que últimamente está siendo convenientemente catalogado

y ordenado, aparezca algún legajo referente a esta ermita.
Lo que sí sabemos con seguridad es que en el año 1.511
ya
existía una ermita con el nombre de Fuente Santa, pues aparece en
una relación de ermitas de Alcaudete efectuada con motivo del
Sínodo Provincial celebrado ese año. Igualmente aparece en
todas las relaciones de ermitas de los siglos siguientes. Por lo
tanto como mínimo la ermita existía ya a principios del siglo
XVI, aunque es muy posible que su antigüedad sea aún mucho
mayor.
ERMITA Y CASA DE LOS SANTEROS
En la ermita había dos altares: uno el de la Virgen de la

Fuensanta, y otro el de la Virgen de la Aurora. La imagen de la
Virgen de la Aurora, con el niño Jesús en brazos, era una talla
en madera, que conjuntamente con su retablo pasó a la
41
Fuensanta después de ser vendida su ermita en los años

veinte por 7.000 pts. También pasó a la Fuensanta el cancel de
su puerta. Todo ello se quemó en el año 1.936 por personas de
otros pueblos refugiadas en el nuestro, que ignorando los
sentimientos íntimos de los alcaudetenses los pisotearon.
La imagen de la Virgen de la Fuensanta se salvó
gracias a que tres alcaudetenses (Luis Fernández Peinado,
Francisco López Rivera y Fernando Tejero Molina) con
decisión y riesgo personal la rescatasen y depositasen en la casa
de la señorita Catalina Aguilera Lechuga, señora muy querida de
todo el pueblo, que la guardó celosamente. Según datos aportados por
Manuel de la Rosa Calderón, la Virgen estuvo en esa casa
(conv en to d e la Fu ente de la Villa) hasta la muerte de
Catalina Aguilera (14 de marzo del 1.938), para pasar a una
Institución local, siendo llevada a Jaén. Todos estos gastos
(150.000 pts.) los pagaron las hermanas Aguilera.. Una vez acabada
la contienda, se trajo a la Virgen, siendo recibida por la Cofradía de
la Virgen, las autoridades locales civiles y militares (todavía había
una guarnición de soldados en Alcaudete), y todo el pueblo, en el
Portillo de Martos. Con posterioridad pasó nuevamente a su ermita.
Las hermanas Aguilera Lechuga eran muy devotas de la
Virgen. Al patronato benéfico docente fundado con el nombre de la
Virgen gracias a un legado de D. Amando Rodríguez Merino, con el
que se creó el colegio de la Fuente de la Villa, al que donaron dos
casas y el solar de la calle el Agua, esquina a la del Carmen.
NUEVA ERMITA
La actual ermita data del 12 de agosto del 1.963, fecha en la
que se terminaron de poner las puertas dándose así por finalizadas las
obras comenzadas once años antes por el entonces párroco de
Alcaudete don Vicente de la Torre, a raíz del derrumbamiento de la
antigua ermita a causa de los terremotos del 1.951 y del mal
estado, en términos
generales, en que se encontraba la edificación. La víspera de la
Trinidad de aquel año se cayó la sacristía.
El remate de oro para esta hermosa obra, que más que una
ermita parece, por sus proporciones, una iglesia, fue las bellas
42
pinturas de su camarín, pertenecientes al excelente artista

linarense Francisco Baños. Son unas de sus mejores obras
artísticas, pertenecientes a una época en la que el pintor ya había
perdido las rigideces hieráticas y los agresivos colores de su
primitiva producción. Adopta en ellas una visión serena y plácida
de las figuras y emplea en el colorido unas tonalidades suaves.
Ambos rasgos dan a la pintura una alegre y sensual espiritualidad.
Además de las pinturas de Alcaudete tiene espléndidas muestras
de su arte en las iglesias de Santa Marta de Martos, Cristo Rey
de Jaén, Santuario de la Virgen de Linarejos en su ciudad natal, etc. La
Virgen de la Fuensanta entró en su nueva morada el día catorce de
septiembre de 1.963. Además de la ermita fue construida una hermosa
casa para los santeros.
Dirigió la construcción de la nueva ermita el arquitecto
alcaudetense López-Rvera, que lo era por aquel entonces de la
Diputación Provincial de Jaén, aunque parece ser que el proyecto se
debió (según D. Pedro
Galera Andreu) al
arquitecto giennense Sr.
Pajares. Su maestro de
obras fue Juan Vallejo
Peña. Los recursos
económicos necesarios
se obtuvieron con la
aportación de todos los
alcaudetenses sin
distinción alguna. Para
los agricultores fue
seguido el sistema de
aportaciones en función
de la cosecha obtenida:
un tanto por cada kilo
de aceituna. Las valiosas
pinturas del Camarín
fueron debidas al buen
artista linarense Francisco
. FRANCISCO BAÑOS Baños.
43
PLANTA DE LA ACTUAL ERMITA
44
LA VIRGEN DE L A
FUENSANTA
EN LA
POESÍA
===
A NUESTRA SEÑORA
DE LA FUENSANTA___
Dios te salve, Madre. Dios te salve, Reina.

Preciosa doncella. Sol de Nazaret.
Sobre ti, su gracia nimbó el Infinito
y el Verbo hecho carne contigo un día fue.
Bendita tú eres, rosa perfumada,

entre las mujeres, por don singular;
dulzura y encanto de nuestros pesares,
esperanza y vida en nuestro luchar.
A ti, con anhelo, pedimos clemencia

en este destierro de muerte y dolor,
los hijos de Eva que tristes lloramos
la dicha perdida, deshecho el amor.
Ea pues Señora, sé nuestra abogada,

y vuelve a nosotros, tu angelical faz,
que hallen nuestras almas, después de la muerte
cerca de tu Hijo, por ti, dulce paz.
¡Patrona divina del noble Alcaudete!.

Fuente en cuyas aguas queremos beber
45
los pobres sedientos de gracia y pureza

la esencia divina de todo tu Ser.
Miguel Eroles Ruiz y Adolfo Eroles Ruiz. Año 1915
SALVE
¡Salve, Sagrada Virgen de la Fuensanta!
Que de Dios el castigo no nos inquiete;
te lo piden gimiendo los pecadores
que tienes por devotos en Alcaudete.
Tú eres Reina y Madre, vida y dulzura,
observa que de hinojos aquí postrados
te pedimos, Señora, la misericordia,
pues sólo en ti esperamos los desterrados.
A ti, Virgen, clamamos los hijos de Eva,

suspirando contritos y harto afligidos
y al cruzar nuestro triste valle de llanto,
clemencia te pedimos arrepentidos.
No te enojen las culpas, Virgen querida,
sé nuestra interceptora, nuestra abogada
y vuelve hacia nosotros esos tus ojos
que haya misericordia en tu mirada.
Muéstranos a tu Hijo, fruto bendito

de tu vientre sagrado. ¡Oh, dulce!. ¡Oh, pía!.
Y para hacernos dignos de Jesucristo,
ruégale por nosotros, Virgen María.
Dr. Corral y Maira.

Periódico “La Mañana” Septiembre de 1.934.
A LA VIRGEN DE LA FUENSANTA
Salve, Madre adorada, que vierte sus consuelos
46
sobre el que triste llora su amarga soledad,

emporio de los siglos, antorcha de los cielos;
que ponen en tu solio poder y majestad.
VISTA DEL SANTUARIO

A ti clama en sus penas la Humanidad doliente,
esclava en su destierro, del llanto y del temor.
A ti, luz de los mundos, estrella refulgente,
suspira, confiada, la musa del dolor.
Es vida y es dulzura tu acento soberano

más tierno que el gemido del célido laúd.
Te eleva en sus altares el alma del cristiano,
se rinde a tu belleza la ardiente juventud.
Tu nombre es esperanza, y es bálsamo y aroma,

la nota más excelsa del coro universal.
Tu nombre es alegría y arrullo de paloma,
más dulce y más sabroso que nítido panal.
47
Sé, pues, Madre querida, eterno baluarte

Del pueblo que te adora, rendido de emoción.....
¡Virgen de la Fuensanta....!Dichoso por honrarte,
te ofrezco como un lauro mi pobre corazón.
Ramón Luque. Periódico “La Mañana”. Septiembre del 1.935.
PATRONA DE ALCAUDETE
Virgen bendita de la Fuensanta,

Patrona de Alcaudete que te ama con fervor,
al que siempre proteges como madre amorosa
derramando entre sus hijos tu auxilio protector.
Eres de nuestras vidas

secreto confidente.
A ti venimos todos
las penas a contar,
y siempre nos acoges
bondadosa y clemente,
cambiando nuestras cuitas
en dulce bienestar.
Quiero ante tus plantas
mis penas ofrecer,
con ellas alma y vida
deposito a tus pies.
¡No me abandones nunca, Patrona mía!.

Defiéndeme amorosa, mis pasos guía.
Virgen de la Fuensanta, mi bien amado,
vivir y morir quiero siempre a tu lado.
Es mi esperanza, mi dulce anhelo,
estar, Madre, contigo allá en el Cielo.
Carlota Sarmiento. Año 1.965.

48
ROBO A LA VIRGEN
(ROMANCE POPULAR)
Anónimo.
En la provincia de Jaén,
en el pueblo de Alcaudete,
hay una ermita en el campo,
hay una ermita en el campo,
que al pueblo le pertenece.
Cuando la santera entró

a las seis de la mañana
vio a la Virgen muy triste,
vio a la Virgen muy triste
y de todo despojada.
Entonces dijo:
Virgen de la Fuensanta,
¿Cómo has tenido valor,
que con el poder que tienes,
que con el poder que tienes,
te haya robado un ladrón?.
El pueblo se despobló
para ir a ver a la Virgen.
Hasta las piedras lloraban,
hasta las piedras lloraban
de ver un caso tan triste.
El niño se lo quitaron,
lo pusieron en el suelo.
La Virgen está muy triste,
la Virgen está muy triste,
con nada tiene consuelo.
No muy lejos de la ermita
49
se encontraron la corona,
estaba hecha pedazos,
estaba hecha pedazos
por aquella mala persona.
¡Anda, villano insolente,

que le has quitado a la Virgen
la corona de su frente!
¡Anda, villano malvado,
que le has quitado a la Virgen
los anillos de sus manos!.
No se puede llamar
hijo de esta Madre bendita,
tiene que proceder,
tiene que proceder,
de una raza maldita.
Le compraron la corona
y los anillos también,
los hijos de Alcaudete,
los hijos de Alcaudete
que le tienen mucha fe.
50
PARQUE DE NTRA. SRA. DE LA FUENSANTA. PASEO CENTRAL .
ROBOS A LA IMAGEN DE LA
VIRGEN
DE LA
FUENSANTA
El tesoro en joyas que siempre ha lucido la Virgen de la
Fuensanta, resultado de la devoción y amor filial de los
alcaudetenses de muchas generaciones, ha despertado, en varias
ocasiones, la codicia de algunos desalmados en el transcurso de los
siglos. Estos, sin tener en cuenta el simbolismo que encierran
esas ofrendas de gentes de todas las condiciones, no han
dudado en expoliarlo repetidamente, sabiendo que muchas de
aquellas joyas habían sido ofrecidas a la Patrona como
agradecimiento de favores de ella recibidos: enfermedades curadas,
peligros salvados, hijos vueltos sanos de guerras pasadas,
nacimientos felices, y un largo etcétera. En todas las situaciones
de angustia, dolor, alegría o felicidad, los devotos hijos
alcaudeteños ponen sus anhelos en la Santísima Virgen de la
Fuensanta.
El primer robo del que tenemos noticias es el de
principios del siglo XIX. Durante la Guerra de la
Independencia las tropas francesas, que ocupaban nuestro
pueblo, seguramente resentidos por la feroz resistencia que
les opusieron los alcaudeteños, no tuvieron otra manera de
tomar represalias que despojar a la Virgen de sus joyas y quemar
su archivo.
Con posterioridad a este hecho ha habido más robos,
independientemente del último ocurrido en 1.980. Con motivo
de uno de ellos circulaba por Alcaudete una especie de romance
51
popular que es el expuesto más arriba. Esta composición está

llena del candor y espontaneidad propia del pueblo que es en
realidad su verdadero creador.
ÚLTIMO ROBO
Por ser más próximo en el tiempo, de este robo

poseemos completa información, de primera mano o a
través de las abundantes informaciones periodísticas a las que dio
lugar. El robo se cometió durante la noche del 27 al 28, día de los
Santos Inocentes, de diciembre del 1.980. Aquella noche había
soplado el viento con gran fuerza en Alcaudete.
La casi totalidad de las joyas de la Virgen fueron robadas
de su camarín de la ermita por unos hábiles ladrones que se
introdujeron en ella forzando los barrotes de la ventana de la
sacristía.
Los ladrones, que debían ser unos consumados
especialistas, guardaron un completo respeto hacia la imagen de
la Virgen de la Fuensanta que no sufrió daño alguno, ni
tampoco su manto, pese a que la mayoría de las joyas estaban
prendidas en el mismo por hilos u otros sistemas. Sólo quedó
de todo lo que tenía una corona y varios collares de poco valor.
La santera de la ermita fue quien descubrió aquella
mañana el robo de todas las ofrendas, donación todas ellas de
alcaudetenses de todas clases sociales de varias generaciones.
El vecindario de Alcaudete, enterado del suceso, no
quiso, en un primer momento, creer que hubiese sucedido,
achacándolo, dada la fecha en la que ocurrió, a una inocentada de
mal gusto. Cuando fue confirmado este desgraciado suceso, todos
los alcaudetenses, sin excepción, se sintieron indignados por
el robo, que en un primer momento fue valorado en un millón de
pesetas de aquella época.
Una peculiar circunstancia llamó la atención de todos:
los ladrones, después del sacrílego robo, colocaron un anillo de
oro en uno de los dedos del Niño Jesús que la Virgen tenía en
brazos.
Pronto, muchas personas del pueblo iniciaron de
52
nuevo donaciones con las que suplir, en parte, lo expoliado. La

primera de ellas fue efectuada por una señorita, Maruja Senise
Colmenero, que acompañaba al reportero de T.V. que
vino a Alcaudete a filmar el suceso.
La Hermandad de la Virgen convocó a los fieles a
una misa de desagravio para el día cuatro de enero en la
ermita, a la que asistieron más de mil personas que llenaban
por completo el templo y sus alrededores. La misa, seguida
por todos con gran emoción y devoción, fue oficiada por el
párroco de Santa María, D. Francisco Gil Morote, por el de
San Pedro, D. Cristóbal Alcalá, y por el Padre José Fernando
Jiménez García, hijo del pueblo, y por entonces de misión en
Puerto Rico. Asistieron también a la ceremonia el alcalde,
Juan Vallejo, miembros de la Corporación Municipal, y la
Directiva de la Cofradía de la Patrona.
En la plática, el Padre José F. se refirió al amor que los
alcaudetenses sienten hacia su Madre, del que nadie puede
despojarla. Muchos eran los que lloraron ante tan emotivas
palabras. Al final fue cantada la Salve y el Himno a la Patrona.
53
FUENTE DE LA FUENSANTA
HIMNO A LA PATRONA LA
VIRGEN
DE LA FUENSANTA
La Virgen de la Fuensanta tiene un himno que se canta
en las celebraciones solemnes. Los autores del mismo fueron unos
misioneros redentoristas que vinieron a Alcaudete en el año 1.927,
según me han informado.
En mi opinión particular ni su letra, ni su música tienen
la belleza y armonía que nuestra Patrona se merece. Por ello fue
una iniciativa muy loable la adoptada por D. Ramón Sirvent y D.
Ramón Ortega, autores de la letra y música de un himno lleno de
belleza y armonía digno de nuestra Patrona, que insertamos al
54
final.
HI MNO
Viva la Virgen de la Fuensanta

que en Alcaudete tiene su altar,
y reina siempre, triunfante Cristo,
en este pueblo, noble y leal.
Siempre seremos tus fieles hijos,

nuestra abogada siempre serás,
y con tu ayuda perpetua
derrotaremos a Satanás.
Viva la Virgen de la Fuensanta,

que en Alcaudete tiene su altar,
y reina siempre, triunfante Cristo,
en este pueblo noble y leal.
De las escasas composiciones dedicadas a nuestra Patrona

inserto esta debida a mi amigo Pepe Moreno gran amante de
Alcaudete y de su Virgen de la Fuensanta.
BLANCA PALOMA
(CANTO A LA VIRGEN DE LA FUENSANTA)
Letra y melodía musical de José Moreno Martínez y arreglo
musical de Manuel Pancorbo Zafra.
===____
Tiene Alcaudete una Virgen que es su Patrona,
Ídem.
De la Fuensanta le dicen y aquí la adoran
Ídem.
Tiene su ermita en el Parque;
casita blanca, blanca paloma.
Alcaudete viene a verte
por lo mucho que te quiere,
por lo mucho que te añora.
55
(estribillo)
La Virgen de la Fuensanta,
la más bonita, nuestra Patrona;
los hijos de Alcaudete
por ti suspiran, a ti te adoran.
La Virgen de la Fuensanta,
La más bonita, nuestra Patrona,
por eso tus hijos al verte
56
lo mismo rezan, lo mismo lloran.
Los ausentes de tu pueblo

nunca se olvidan de su Patrona,
la Virgen, de la que hacen su luz y guía.
Cuando vuelven a su tierra
suben al parque a visitarla
para pedirles alegres
que les permita de nuevo
volver a verla tan guapa.
(estribillo)
La Virgen de la Fuensanta,etc.
PROCESIÓN POR EL BARRIO BAJO
NOVENAS A LA
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VIRGEN
DE LA
FUENSANTA
=
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PINTURAS DEL CAMARÍN
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SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LA FUENSANTA
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de perder la gracia, especialmente rehuyendo la

murmuración
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JUEGOSFLORALES EN
HONOR
DE LA
VIRGEN DE LA FUENSANTA
El día dos de febrero, festividad de la Purificación de
Nuestra Señora la Virgen María, del año 1.916, la Asociación
de Caridad celebró en Alcaudete los Juegos Florales (los
99
únicos que han tenido lugar en nuestro pueblo). Actuó como

mantenedor de los mismos don Alfredo Cazabán, Cronista
Oficial de la Provincia y preclaro escritor. El discurso que
pronunció fue entregado a la imprenta de La Regeneración de
Jaén, para su publicación. Nosotros ponemos a continuación
una copia facsímil del mismo.
Los Juegos se celebraron en la iglesia del Carmen, ya que
en el teatro no cabía el numeroso público que asistió a sus
sesiones. Los actos comenzaron con el traslado de la Virgen de la
Fuensanta, en cuyo honor se celebraron, desde su ermita al referido
templo. Las niñas del colegio local de Santa Teresa (anterior
patrona de Alcaudete) formaron la corte de honor, a saber:
Patricia Romero Romero, Casilda Torres Romero, Remedios
Romero Romero, Matilde Ordóñez Povedano, Ángeles

Romero Romero, Francisca Funes Ortega, Estannislaa Burgos
Morales, Victoria Povedano Sánchez, Manuela Torres
Romero, Capilla Martí Torres, Pilar Ladrón de Guevara,
Carlos Rodríguez Rivera, Teresa Torres Romero, Estanislaa Burgos
Manella, y Miguel Rivera la Rosa.
La Presidencia de Honor estaba formada por el alcalde
interino don Francisco
Luque, acompañado entre otros por el notable facultativo don Luis
Rodríguez Martínez
(padre del también médico don Luis Rodríguez Rivera) que
era el Presidente de la Asociación, conocido por su meritoria
labor, dos años después, durante la terrible epidemia de gripe
que tantos muertos ocasionó en nuestro municipio. El Presidente
de los Juegos fue el presbítero don José Pancorbo, que escribió en
la Revista “Don Lope de Sosa” dos leyendas sobre el convento de
Santa Clara.
La Virgen de la Fuensanta fue proclamada en acto
solemne Reina de la Fiesta. La niña Estanislaa Burgos Morales
leyó en esta ocasión una sentida poesía alusiva a este hecho.
En otro acto se entregaron los premios a los poetas
galardonados en el certamen poético convocado al efecto. El jurado
encargado para ello estaba formado por don Luis Orozco,
100
Secretario del Ayuntamiento y padre de una larga prole entre

la que se encontraba mi buen amigo y compañero don Miguel
Orozco Jiménez. De este jurado formaba parte también don
Miguel Rivera la Rosa, farmacéutico, y algunos otros
miembros.
El primer premio recayó en el médico don Manuel
Corral y Mairá de Linares. Participaron algunos poetas locales,
entre ellos dos hermanos maestros, Ruiz Eroles, cuyas poesías
hemos consignado con anterioridad.
Con posterioridad, siendo Presidente de la Asociación
don José Pancorbo y Secretaria doña Elena del Castillo (mujer de
gran actividad religiosa y cultural) se envió el discurso a la
Imprenta la Regeneración de Jaén para su publicación.
Alfredo Cazabán.- El futuro Cronista Oficial de la

provincia de Jaén nace en Úbeda en 1.870 y muere en Jaén en
1.931. Estudia Magisterio y en 1.888 se establece en Jaén donde
ingresa como funcionario en Hacienda y después en la
Diputación Provincial, llegando a ser secretario de la Presidencia.
Muy pronto comienza su actividad literaria en el
periodismo colaborando en numerosos periódicos y revistas
provinciales y nacionales: Blanco y Negro, La Vanguardia,
la Regeneración, A. B. C., Patria, etc. Escribe varios libros:
“Cosas de antaño”, “Apuntes para la Historia de Úbeda”, “El reino
de Jaén y San Fernando”, “Jaén como base de la reconquista de
Granada”, etc.
Su gran obra fue la edición durante 18 años de la revista
provincial “Don Lope de Sosa”, en donde escribe 1.651
artículos sobre los más diversos temas relacionados con la
mayoría de los pueblos de Jaén: Arte, Historia, Música,
Arquitectura, Pintura, etc., etc.
Publicó varios artículos relacionados con Alcaudete: “La
verja de la capilla de don Martín”, “De los condes y señores
de Alcaudete”, “Nuestros músicos. Garrido Martínez.” “Juegos
florales de Alcaudete”. “ Fuentes histórica de Alcaudete. Fray
Jerónimo de los Reyes.”, “De Alcaudete un homenaje. Sobre don
José Torres Ortega”,
101
“Nuestros fueros. Alcaudete......”. Apuntes de las antiguas

asociaciones religiosas en
Andújar, Jaén, Alcaudete, etc.”.
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HIMNO A LA VIRGEN
DE LA
FUENSANTA
Letra:Ramón Sirvent Sánchez.

Música: Ramón Ortega Pérez.
===
Tiene Alcaudete una Madre
que un día bajó del Cielo.
¡Bendita sea la hora
en que brotó de su seno
la Fuente Santa, Señora!
¡Vida y esperanza, salve!.
Alegría de este pueblo
que no cesa de invocarte.
¡Viva la Reina y Señora

a la que Alcaudete aclama
como su Madre y Patrona¡.
La Virgen de la Fuensanta
que al pie de la Sierra Ahíllos
vela por todos sus hijos
y acoge en la ermita blanca
a quien acude a sus plantas.
Eres la llena de gracia,

eres consuelo y aliento,
refugio de los cristianos,
con los dos brazos abiertos
y el perdón en la mano.
127
Luz que hasta Cristo guía

para llegar a su encuentro
en la Casa de la Vida.

a quien acude a sus plantas.
Eres Madre de la Iglesia

Y Jesucristo, Cabeza,
que con nosotros, sus miembros,
ha formado un nuevo Cuerpo.
Compromiso, Buena Nueva,
y centro, la Eucaristía.
El Amor es nuestro emblema,
el Reino de Dios, la cita.

a quien acude a sus plantas
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ESTATUTOS
DE LA
COFRADÍA
DE
NUESTRA SEÑORA
DE LA
FUENSANTA
============
======
==
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138
P RIMER
REGLAMENTO
DE LA COFRADÍA
AÑO 1857
===
El que subscribe animado de los deseos del amor y la
beneración que tiene hacia Ntra. Sra. de la Fuen Santa y haviendo
recivido de sus hermanos la honrosa misión de emitir aquellas ideas
de Reglamento y buena armonía que debe haber entre unos
individuos hermanos bajo tan glorioso título, se atrebe a proponer los
siguientes artículos para que discutidos y aprobados por esta
Comisaría, sirba de base a la marcha ascendente que se desea para
tan religiosa asociación.
=======
Artº. 1º.- La Imagen de Ntra. Sra. De la Fuen Santa recibe el
culto de esta Comisaría en la Hermita que lleba su nombre
extramuros de esta población la que estará alumbrada y decorada por
cuenta de esta Asociación.
Artº. 2º.- Ingresarán en la misma tantos individuos cuantos lo
soliciten cumpliendo con los requisitos que imanan en el artículo
siguiente:
Artº 3º.- Reconocida la buena fe y sentimientos religiosos y
deseos de prestar un verdadero culto a Ntra. Sra. de la Fuen Santa en
los solicitantes a esta Comisaria a juicio de la Junta Directiva, se
considerarán desde luego en la obligación de acudir y retribuir en la
misma proporción que se estipule para los demás hermanos.
Artº. 4º.- No serán admitidos hermanos de esta asociación
aquellos que al solicitarlo fuesen de menor edad y no acompañen la
139
licencia espresa de sus padres ó superiores.

Artº. 5º.- Las solicitudes para el ingreso en esta Comisaria se
harán por escrito a la Junta Directiva ó bien de palabra siempre que
al solicitante le conozcan y abonen sus buenos sentimientos, vida y
costumbres y por lo menos dos de los hermanos de esta asociación-
Artº. 6º.- Todos los individuos que deseen separarse de esta
Comisaria lo harán presente al Srio. el que dará cuenta a la Junta
Directiva y se anotará en el libro de salidas.
Artº. 7º.- El individuo que en el término preciso de un año no
halla satisfecho las cuotas señaladas á cada uno de los hermanos se
considerará y será separado de esta asociación desde el mismo día
en que cumpla el año de su falta de pago.
Artº. 8º.-También serán excluidos de los libros de esta
Comisaria todos aquellos hermanos que nombrados por turno
riguroso para algún servicio de la misma y sin justo motivo para ello
faltaren por tres veces seguidas al cumplimiento de la palabra y fe
con que se obligan al servicio de Ntra. Sra. En el solo hecho de
reconocer y susbcribir a su ingreso en esta asociación los presentes
artículos reglamentarios.
Artº. 9º.- para mayor unidad y mejor acuerdo tanto en la parte
religiosa cuanto en la administración de esta Comisaria habrá una
Junta Directiva compuesta por un Presidente, un Vicepresidente, un
Secretario, un tesorero y cinco vocales elegidos en Junta General.
Artº. 10º.- Estaran en las facultades de la Junta Directiva
1º.la admisión o expulsión de hermanos, teniendo presente para lo
primero lo dispuesto en el Artº 3º , y para lo segundo el
convencimiento de que cualquier hermano halla proferido palabras o
cometido desacatos en ofensa o desprecio de Ntra. Sra.
2º.- entender y firmar las actas y demás acuerdos.
3º.- recaudar y distribuir los fondos
4º.- acordar e intervenir en todos los actos religiosos administrativos
de esta asociación representándola de oficio en todos los casos que
deba unirse a otras hermandades y acudir a acuerdos en que sea
llamada á necesaria intervención.
Artº 11.- Se proveerá a la Junta Directiva de cuatro libros que
deberán llevarse del modo siguiente: Uno para las actas y acuerdos
que deberá estampar el Secretario. Otro de entradas y salidas de
140
hermanos con las notas oportunas. Otro destinado exclusivamente a

anotar con la debida expresión y claridad los beneficios notables que
esta Sra. ha dispensado y dispense a este vecindario siempre que á su
protección se ha acudido á juicio de la Junta Directiva de acuerdo
con los Srs. Curas Parrocos y además de personas fidedignas que
comprueben los protentos recividos gral. ó particularmente, estos
tres ecsistiran en poder del Secretario. Y otro en que consten los
ingresos y gastos de las cuotas y demás que perciba esta asociación,
así como tambien las cuentas anuales que aprobadas y firmadas por
la directiva deberan presentarse a la general en el primer domingo
de Septiembre- Este libro ecsistira en poder del tesorero y todos
cuatro se facilitarán al
Presidente cuando lo
exija y precisamente se
llevarán a todas las
Juntas Directivas ó
generales que se
berifiquen. Estos libros
se costearán de los
fondos de esta
Comisaria.
Artº 12.- Los
cargos de la Junta
Directiva durarán sólo
por tres años y su
nombramiento se hará en
el día de la presentación
de cuentas a la gral. Al menos que por dicha Junta sean reelegidos.
Artº. 13.- Se entenderá por Junta gral. La reunión de los
individuos que concurriran, previa citación de todos los hermanos y
lo que se resuelba se entenderá aprobado por todos.
Artº. 14.- La Junta Directiva nombrará un agente ó agentes
recaudadores que requieran y cobren los fondos de esta Comisaria de
que harán entrega acto continuo al Tesorero. Este encargo podrá
retribuirse de la manera que la Directiva estime justo.
Artº. 15.- Todo pago se hará en virtud del libramiento del
Presidente de dicha Junta recogiendo el competente recibo de la
141
persona ó personas que lo perciban quedando en poder del Tesorero

para que le sirba de justificante en sus cuentas.
Artº. 16.- Todo individuo que ingrese en esta religiosa
asociación pagará en el mes de Febrero por cuota anual cuatro reales,
a no ser que por cualquier ebento sean precisos mas fondos , en cuyo
caso queda facultada la Junta Directiva para acordar de que modo ha
de cubrirse el déficit que resulte dando cuenta a la gral. en la primera
reunión que se berifique.
Artº. 17.- El primer dia de Febrero de cada anualidad el
Secretario pasará una nota circunstanciada al Tesorero de todos los
individuos que consten en los libros de esta Comisaria la que deberá
llevar la conformidad del Sr. Presidente para que en su vista proceda
desde luego a la extensión de los recibos que serán entregados a los
interesados como prueba de tener satisfechas sus cuotas-
Artº. 18.- Tan luego como el Sr. Tesorero haya practicado la
operación que marca el articulo anterior, pasará dichos recibos
firmados al Sr. Presidente con nota expresiva de la cantidad a que
asciende, este los firmará tambien devolviéndoselos para que haga
entrega de ellos al agente recaudador.
Artº. 19.- En los últimos días del mes de Marzo se reunirá la
Junta Directiba para que el Sr. Tesorero de cuenta de los ingresos
que halla havido en esta Comisaria en los meses anteriores para que
en su vista se acuerde lo que sea conveniente.
Artº. 20.- La Comisaria de Ntra. Sra. De la Fuen Santa
celebrará dos funciones anuales a esta Sagrada Imagen en la hermita
que lleba su nombre: la primera y pral. tendrá efecto el último
domingo de Abril y la segunda el 15 de Agosto.
Artº. 21.- Si hubiera algunas personas que por debocion ó
promesa quisiere costear por lo menos la fiesta pral. que se celebra
el ultimo domingo de Abril según se haya establecido será
nombrado hermano mayor si lo creyese oportuno la Junta gral. que
sera conbocada al efecto, y si fuese mujer nombrará esta un
representante.
Artº. 22.- Si dos o mas personas se ofrecieren a costear dicha
fiesta será preferida la que lo haga de ambas funciones y en igualdad
de circunstancias la que obtenga mayoría devotos.
Artº. 23.- El individuo que costea la fiesta gral. seguirá en el
142
orden de preferencia al Presidente de esta Comisaria en el año desu

cargo ocupando el 2º. lugar en todos los actos públicos
quesecelebren, y el que solamente costeare lafiesta menor del 15 de
Agosto terminará en ella su representación.
Artº. 24.- Si no hubiese persona que costeasen ninguna de las
festividades que marcan los articulos 21 y 22 se celebrarán por
cuenta de esta Comisaria con todo el lujo y pompa que posible fuere.
Artº. 25.- Siempre que ocurra la traslación de Ntra. Sra. a esta
población es obligatoria la asistencia de todos los hermanos con
luces los que iran en procesión correlativa e inmediata a la Virgen
como también el costearle una función de los fondos de esta
Comisaria procurando sea la primera.
Artº. 26.- Todos los individuos que bajo el nombre de
hermanos de Ntra. Sra. de la Fuen Santa existan en los libros de esta
Comisaria y se hallen en los casos de defunción ó administración de
los Sacramentos, tienen derecho a la asistencia de doce hachas
llebadas por otros tantos de sus cohermanos que por turno riguroso
estarán siempre nombrados de antemano por la Junta Directiva la
cual dispondrá su rapida presentaron al primer abiso que deberá dar
la familia del causante al Secretario teniendo presente que, para uno
y otro, sea a una hora comoda, esto es en inbierno desde las ocho de
la mañana a igual hora de la noche y en verano desde las seis de la
mañana hasta las diez de la noche advirtiendo que para gozar de este
beneficio han de tener corrientes su anualidad pues de los contrario
no tendrán derecho alguno, al menos que en el acto se satisfagan
todos sus atrasos.
Arttº.27.- Se establece por sufragio de las almas de todos los
hermanos de esta Comisaria un anibersario de doce que tendrá
efecto el primer día que se rece de semidoble después del primer
domingo de Setiembre en la Iglesia Mayor Parroquial de Sta. Maria,
con oración fúnebre, catafalco luces y demas h ornamento
correspondientes.
Alcaudete 20 de Septiembre de 1.857.
Firma: Eduardo Díaz.
===================
Juntas generales se celebraran en la Hermita del Sto. Cristo
de la Vera Cruz sita en la Plaza de la Constitución deesta Villa.
143
Las disposiciones que se acuerda por Junta Directiva ó por

gral. de esta Comisaria son obligatorias a todos sus individuos,
quienes ya en corporación ya separadamente deben coadyubar
cuanto puedan a la observancia de aquellas.
Al final aparece los nombres de Ignacio Hernandez-
Magdalena, D. Juna Mateo Ortega- Jesús, y D. Felipe Ruiz.
____________
Nota: Se ha respetado la ortografía del original
============_______
144
SEGUNDO
REGLAMENTO
(INCOMPLETO)
AÑO 1891
=====
Artº. 16.- Al empezar sus sesiones la Junta Directiva invocará

el auxilio de Dios para que sus acuerdos estén conformes con la
caridad cristiana y las terminará con una Salve, á lo menos en acción
de gracias y honor a la Santísima Virgen de la Fuen Santa.
Cargos y atribuciones de la
Junta directiva
====
Artº. 17.- El Presidente, o en su defecto el Vicepresidente,
convocará las Juntas, las presidirá y propondrá en ellas cuanto
juzgue conducente a la conservacion, propagacion y mayór
esplendór de la Corporación. Será también de su incumbencia visitar
y consolar, por sí o por el consocio que designe a los cofrades
enfermos, interesandose especialmente en que se le administre, á
tiempo oportuno, los Santos Sacramentos y se les auxilie en sus
últimos instantes. Asimismo atenderá a los verdaderamente
necesitados con los recursos, si hay, que la Junta ponga a su
disposicion.
Artº. 18.- El Secretario tendrá dos libros, en uno de los cuales
escribirá los nombres de los hermanos, con expresion de las fechas
de su ingreso y salida; y en el otro consignará las actas de las
145
sesiones y acuerdos de la Junta.

Artº. 19.- El Tesorero guardará en su podér los fondos de la
congregacion: tendrá un libro de cargo y dáta en el que hará constár
las cantidades que se le entréguen y las que se inviertan por
disposición de la Junta Directiva. Como Depositario conservará con
escrupulosidad la cera, gallardete, bandera, bandas y cuantos objetos
correspondan a la Congregacion, llevando en predicho libro
anotacion detallada de todo lo que le esté depositado-
Artº. 20.- Corresponde al Tesorero Depositario dar los
recibos oportunos de las cuotas anuales que entreguen los cofrádes, ó
de las limosnas pecuniarias que se hiciesen a la Asociacion si el
donante lo pide.
Artº. 21.- Cuando los fondos de la Asociacion lo permitan
determinará la Junta Directiva la clase de sufragios que hayan de
hacerse por el eterno descanso de los cofrades difuntos.
De las funciones religiosas
Artº. 22.- Todos los años en el último Domingo del mes de

Abril, y si no pudiese ser en este día en aquel que determine la Junta
Directiva, se celebrará una fiesta con la solemnidad mayór posible,
en honor de la Santisima Virgen de la Fuen Santa, sacando
procesionalmente su Imagen.
De la Junta General
Artº. 23.- Habrá anualmente una Junta General presidida por

el Sr. Cura Párroco de la de Santa Maria de esta Ciudad, o por el
Sacerdote en quien delégue, en la cual se hará la dación de cuentas
del precedente año para su exámen y aprobación.
Artº. 24.- La Junta General predicha se verificará el Domingo
inmediato y posterior al de la fiesta principal, sin que sea necesario
convocacion de los cofrádes, a no ser que por justas causas se difiera
su celebración.
Artº. 25.- Las cuentas que ante la Junta Generál prsente la
Directiva, serán justificádas y la aprobacion de ellas será á lo menos
por la mayoria de los votos de los cofrádes asistentes.
146
Artº. 26.- De los acuerdos de la Junta Generál se levantará

acta por el Secretario con la firma del Párroco que la presida y la de
los concurrentes al acto que quieran y puedan hacerlo.
CAPÍTULO 3º
Adicional
Artº. 27.- Es debér imprescindible de la Junta Directiva velár
con todo esmero para que los cofrades en los actos públicos de la
Cofradía se exhiban por su compostura gravedad y piedad como
verdaderos hijos y devotos de la Santísima Virgen, así como
procurár que en el día de la fiesta principal reciban todos los Santos
Sacramentos de Penitencia y Comunion.
Artº. 28.- La Junta Directiva marcará el plazo prudente que
ha de concederse á los morosos para abonar su cuota anual antes de
separarlos de la Asociación.
Artº. 29.- En la Junta General todos los cofrádes tienen voz y
voto.
Artº. 30.- El Sr. Cura Párroco de la de Santa María de esta
Ciudad, designará el local en donde hayan de verificarse las Juntas
Generales.
Todo lo cual deberá observarse exacta y religiosamente por

los asociados y Juntas para mayor honra y gloria de Dios, honor y
culto de la Santísima Virgen María, bajo el título de la Fuen-Santa, y
bienestar espiritual de los hijos de esta piadosa y Católica Ciudad.
Alcaudete 1º de Julio de 1.891
El Presidente: P.O. Cristóbal Hidalgo

El Secretario: Manuel Abalos.
Nota: Se ha respetado la ortografía original.
147
TERCEROS
ESTATUTOS
ESTATUTOS POR LOS QUE HA DE REGIRSE LA

COFRADÍA DE LA SANTISIMA VIRGEN DE LA
FUENSANTA, PATRONA DE ALCAUDETE, PROVINCIA
DE JAÉN, QUE SE VENERA EN SU ERMITA,
EXTARMUROS DE LA POBLACIÓN.
CAPÍTULO I
De la Sociedad y Junta de Gobierno
Artº. 1º.- Esta Sociedad, fundada en el año de mil

ochocientos ochenta y uno, tiene por objeto promover el culto y la
devoción a Nuestra Señora de la Fuensanta, Patrona de esta Ciudad.
Artº. 2º.- En ella serán admitidos como socios, todas las
148
personas que lo soliciten que sean católicos, no sectarios, que no

hayan incurrido en censura notoria y que no sea pecador público ni
de malos antecedentes.
Artº. 3º.- Estará regida por una Junta Directiva, formada por
un Presidente, un Vice-Presidente, un Tesorero, un Vice-Tesorero,
un Secretario y un Vice-Secretario y además ocho vocales. Será
Presidente nato de la misma, el Sr. Cura Párroco de esta Ciudad.
Artº. 4º.- Todos los individuos de la Junta, serán renovados o
reelegidos cada dos años por votación en Junta General, que se
celebrará el primer domingo de Junio del año, a no ser que por
circunstancias imprevistas fuera preciso hacerlo antes, dando cuenta
a la Junta.
Artº. 5º.- Será obligación del Presidente convocar a la Junta
Directiva, presidir los actos de la misma y los de la Asamblea, para
acordar todo lo que concierna a la Sociedad, o se refiera a algunos de
sus socios, para celebrar la general cuando proceda o se pida.
Artº. 6º.- El Presidente, por ausencia, enfermedad u otra
causa de imposibilidad, será sustituido por el Vice-Presidente, el cual
estará investido de las mismas facultades y obligaciones que aquél.
Artº. 7º.- También tendrá obligación, en nombre de la
Directiva y Comunidad, de representar a la Cofradía en todos los
actos públicos y privados, oficiales o no oficiales o de cualquier
orden que sea, siempre que no afecten a la organización o intereses
de aquella; firmar escritos o peticiones, recibos y actas y ejecutar los
acuerdos.
Artº. 8º.- A tenor de lo establecido en el artículo 5º, la
Directiva tendrá obligación de citar a Junta General para el primer
domingo de Junio de cada año, al objeto de ajustar y rendir las
cuentas a todos los socios y al público en general, por medio de
anuncios puestos en uno o dos lugares de los más públicos de esta
Ciudad. Dichas Juntas se celebrarán en casa del Presidente de la
misma, al toque de corneta y la contraseña de la Cofradía,
igualmente todas las Juntas Generales que la Directiva estime
convenientes se celebrarán en las mismas condiciones y lugar de las
antes mencionadas.
Artº. 9º.- Tendrá a su cargo el Tesorero la recaudación de
las cuotas de los Hermanos, conservación de los fondos de la
149
asociación, así como el pago de cualquier cantidad, siempre que el

recibo esté firmado, o sea autorizado con las firmas de los Srs.
Presidente y Secretario, igualmente ha de conservar todas las
prendas e insignias que pertenezcan a la misma, estimulándose por
su conservación. De las referidas prendas quedan exceptuadas la
Bandera y Gallardete, de cuya custodia estará encargado el Sr.
Presidente. Siempre que la Junta Directiva lo estime oportuno podrá
hacer un reconocimiento en tales prendas y fondos si los hubiere, y
en caso de notar desperfectos en las prendas y falta alguna en los
fondos, unas y otros serán trasladados, en el mismo acto, a casa del
Vice-Tesorero, o a la del Presidente, y si la Junta lo cree conveniente
dejará en suspensión el cargo al Tesorero incumplidor de sus
deberes.
Artº. 10º.- El cargo de Secretario llevará consigo la
obligación de asistir a todas las Sesiones o Juntas, levantar actas de
ellas, conservar los documentos que pertenezcan a la Cofradía,
extender los recibos y conservar uno de los ejemplares de los
Estatutos. En caso de ausencia o imposibilidad física, o moral, le
sustituirá el Vice-Secretario.
Artº. 11.- De los estatutos por los cuales ha de regirse esta
Cofradía, se harán cuatro ejemplares, de los cuales uno quedará en el
Obispado, y cada uno de los otros será custodiado por el Sr.
Presidente, Sr. Cura Párroco y Sr. Secretario respectivamente.
Artº. 12º.- Todo individuo perteneciente a la Asociación, que
tenga que exponer en beneficio de la misma algún proyecto o queja,
lo pondrá en conocimiento del Sr. Presidente quien ordenará la
reunión de la Junta General o particular, según el caso requiera; de
no acudir a ella la mitad más uno de los individuos que la componen,
se citará nuevamente y se celebrará en segunda convocatoria con los
que asistan, levantándose la correspondiente acta del acuerdo.
CAPÍTULO 2º
DEL HERMANO MAYOR, DE LOS SOCIOS Y DE
LAS FIESTAS
150
Artº. 13.- Todo individuo, sea socio o no lo sea, podrá ser

Hermano Mayor de la Cofradía por un solo año a los fines de la
celebración de las Fiestas, que dependan de esta Asociación, lo cual
solicitará del Secretario por escrito y este lo anotará en un libro
especial por riguroso orden de petición y de ello facilitará resguardo
al interesado, con expresión del día y hora de la presentación, dando
cuenta a la Junta en la primera reunión, o antes si fuera necesario.
Será de cargo de dicho Hermano Mayor:

Primero: Los gastos de una fiesta solemne con sermón, en la
iglesia de Santa Maria; los del Clero para las dos de dicha Iglesia a
gusto de aquel; costear el alumbrado eléctrico la noche del sábado al
domingo último del mes de Abril, señalado para las festividades.
Segundo: los Bordones de dicha Hermandad serán
entregados al expresado Hermano Mayor el Domingo de Ramos y
los conservará este en su casa hasta el año siguiente en que serán
trasladados a la del Hermano Mayor que le corresponda, en el mismo
Domingo de Ramos.
Artº. 14º.- En el caso que para algún año no hubiere
solicitante para Hermano Mayor, dicho cargo será sorteado entre
todos los socios de esta Cofradía, abonándose los gastos que
prudentemente sean necesarios, de los fondos de la misma,
haciéndose constar que el que haya sido favorecido por la suerte para
ser Hermano Mayor un año, no podrá entrar en sorteo hasta tanto que
todos los demás sean objeto de la misma suerte en años sucesivos.
Artº. 15º.- Todo individuo que ingrese en esta Asociación
pagará la cuota anual de CINCO PESETAS, debiendo verificar el
pago desde el Carnaval hasta el último Domingo del mes de Abril de
cada año, siendo excluidos todo aquel que para dicha fecha no la
hubiere satisfecho. Será expulsado de la Asociación el que en
cualquier acto religioso o social que celebre la misma, no se presente
con el decoro y la compostura debidos, menoscabando los prestigios
de la Comunidad; debiendo llevar consigo las insignias
correspondientes establecidas o que se establezcan.
Artº. 16º.- Todo socio tiene derecho a recibir en casa del
Tesorero un cirio para la procesión del sábado, y otro de mejor
calidad para la del Domingo, siendo requisito indispensable la
151
presentación del último recibo del pago de la cuota y de no

verificarlo así no se le entregarán los cirios. Queda obligado,
terminadas dichas procesiones, entregar el sobrante de cera al
encargado de recogerla.
A todo socio le asiste el derecho de que le sean facilitados
cincuenta cirios cuando por encontrarse gravemente enfermo tenga
que recibir el Sagrado Viático, a cuyo acto asistirán la música y la
Bandera de la Cofradía, siendo obligación de la familia devolver el
sobrante de cera, terminado dicho acto religioso.
Artº. 17º.- Será obligación de esta Cofradía celebrar en la

forma expresada en las bases 1ª y 2ª del artículo 13º, la Fiesta
Solemne anual el último Domingo de Abril de cada año, con
asistencia del Clero y Cofrades, trasladándose para ello la imagen de
Nuestra Señora de la Fuensanta, desde su Santuario a la Iglesia
152
Parroquial el sábado anterior, a la hora de costumbre, cuyo itinerario

será el siguiente: desde su ermita por los Zagales, calle Abril y León,
Juan Montilla, Alcalá Zamora, Plaza, Maestra y Parroquia. En caso
de haber fuegos artificiales por la noche se dejará la Imagen en la
iglesia del Santo Cristo. Quedando la Cofradía obligada, en la
mañana del Domingo, al traslado de la Patrona, para la celebración
de la Fiesta.
También será obligación de la Cofradía el celebrar los cultos
del mes de Mayo en honor de Nuestra Patrona, los cuales tendrán
lugar alternando un año su Ermita y otro en la Iglesia Parroquial,
dando como retribución por ellos CIENTO SETENTA Y CINCO
PESETAS cada año. En caso de que la Cofradía descendiera del
número de trescientos hermanos, la retribución de los cultos del
referido mes descenderá en un cinco por ciento de la cantidad que se
recaude, siempre que la Cofradía carezca de fondos.
El itinerario que ha de recorrer la procesión de la Patrona, al
volver a su Santuario será el siguiente: Santa María, Maestra, Plaza,
Ruiz Jiménez, Puerta del Sol, Alta, Peñuelas y Ermita.
Adición al Artº. 17.- Todos los cofrades tendrán obligación
de cumplir con el Precepto Pascual la Domínica última de Abril.
CAPÍTULO 3º
DEL CEMENTERIO DE LA ASOCIACIÓN
Artº. 18º.- Esta comunidad tiene un cementerio católico,

adosado al general de esta población por el que tiene su puerta de
entrada en virtud de una autorización concedida por este
Excelentísimo Ayuntamiento y que se conserva entre los
documentos de esta Asociación. Este Cementerio fue adquirido por
contrato de compra gozando la Hermandad de su pleno dominio y
propiedad, según escritura otorgada el 16 de Mayo de 1.900. en este
cementerio deberá recibir sepultura eclesiástica todo hermano que
falleciere dentro del seno de la Iglesia Católica.
Esta Asociación se obliga a pagar cuatro pesetas para la
construcción de cada sepultura, y si la familia del finado quisiera una
sepultura de mayor profundidad, la diferencia será de su cuenta.
153
De iguales beneficios de los que concede el presente artículo

disfrutaran la esposa y los hijos que estuvieran bajo el dominio del
asociado. A los niños menores de doce años, solo se le abonará por
gastos de enterramiento la cantidad de dos pesetas. No tendrá
derecho ningún socio a elegir sitio determinado para la sepultura del
finado.
Artº- 19.- Esta Asociación pagará la cantidad de cuatro
pesetas para sufragio por el alma del difunto, pero no disfrutará de
este beneficio nada más que el socio y su esposa, siendo requisito
indispensable para obtener este derecho llevar los pagos al corriente.
CAPÍTULO 4º
DE LOS HORQUILLEROS, ABANDERADOS Y
DEMÁS PERSONAL
Artº. 20.- Esta Asociación tiene diez hoquilleros, con

puestos, designados por orden de antigüedad entre ellos, los cuales
tienen la obligación de presentarse en casa del Tesorero, desde las
trece a las catorce del sábado ultimo del mes de Abril, con objeto de
trasladar las andas de la Imagen a su Ermita, para efectuar la
procesión de dicho día; esperar, terminada la procesión del
Domingo, a que el público ya esté fuera de la expresada Ermita para
quitar la Imagen de las andas y volverlas a casa del Tesorero.
Ninguno de ellos podrá ceder la Imagen a la entrada y salida de las
iglesias con el fin de evitar los desperfectos que pudieran
ocasionarse. Por tal servicio solo abonará cada uno de estos
horquilleros la cantidad de CUATRO PESETAS por su cuota anual,
teniendo los mismos derechos que los demás socios. Y si dejasen de
asistir a los actos antes expresados pagarán la cuota de SEIS
PESETAS CINCUENTA CENTIMOS, que será entregada al
Secretario para que, una vez en poder de este, quede una peseta en
beneficio de la Hermandad, y UNA PESETA CINCUENTA
CENTIMOS en el de sus compañeros para que la inviertan en lo que
a bien tengan.
154
Cuando un hoquillero no se presentase a la hora que se le cite

y con la debida compostura que marcan estos Estatutos, para llevar
la Imagen de la Patrona, se le recogerá en el mismo momento la
horquilla, entregándosela provisionalmente al cofrade que indique el
Sr. Presidente, hasta que se sortee de nuevo entre los que la soliciten,
no teniendo nunca derecho a obtenerla aquel a quien se le hubiere
recogido.
Si una vez citado no pudiera acudir por estar enfermo,

deberá dar conocimiento de ello al Sr. Presidente, para que éste
cubra la falta y él se pueda librar de ser condenado.
Cuando por fallecimiento o expulsión de un horquillero, haya

que hacer sorteo de la horquilla, no podrá entrar en dicho sorteo, sino
aquellos cofrades que lleven por lo menos tres años de pertenecer a
la Hermandad, pagando por dicha horquilla SIETE PESETAS
CINCUENTA CÉNTÍMOS en el momento de entregarse en ella en
el primer año, solo y exclusivo, haciéndola suya hasta tanto muera o
no la quiera, y entonces será nuevamente sorteada pagando la cuota
antes dicha puesto que solo compra el usufructo y la propiedad es de
la Asociación, ingresando dichos fondos en beneficio de la misma.
Artº. 21.- Esta Asociación tiene un abanderado, un citador y

recogedor de cera sobrante de las Procesiones y demás actos
religiosos que tengan lugar.
También existe un Gallardete que será conducido por un

socio de la misma con los beneficios, obligaciones y correcciones
siguientes:
1º.- El Abanderado pagará una cuota de cuatro pesetas; tendrá
la obligación de asistir con la bandera a todos los actos en que sea
necesaria la presentación de ésta y en caso de no hacerlo pagará la
cuota de cinco pesetas, como cualquier otro socio.
2º.- El citador y recogedor de cera obtendrá el recibo gratis
por la obligación de citar a cuantas Juntas le ordene el Presidente,
cobrar las cuotas anuales y llevar cuantas velas y recibos le mande el
Secretario.
155
156
3º.- Disfrutará de los mismos beneficios que el abanderado, el

socio que conduzca el gallardete, teniendo las mismas obligaciones
que aquél, incluso las multas mismas.
Art. FINAL.- Lo establecido en estos Estatutos, se cumplirá

bien y fielmente por todos y cada uno de los individuos de la
Asociación y las faltas que se conceptúen leves serán corregidas, la
primera con amonestación, y la segunda como las graves con la
expulsión, a cuyo fin oportunamente se facilitará a cada uno de los
socios que figuren en la misma, un ejemplar de estos estatutos.
Alcaudete a catorce de Agosto de mil

novecientos veintiséis.
El Presidente.- Ilegible.
El Vice-Presidente….Antonio Ortega
El Tesorero…. Manuel Martínez
El Vice-Tesorero…M. Úbeda Luque.
Vocales
Filiberto Burgos
Miguel Heredia.
Enrique Comp
Manuel Camacho
Juan González
Manuel Porras
Luis Díaz
Bernardo Sánchez
Vº. Bº. José Sánchez (Párroco)

.
Secretario.
157
ULTIMOS
ESTATUTOS
AÑO 1.995
INTRODUCCIÓN
Esta Cofradía data de tiempo inmemorial, y pocos son los
datos documentales que existen para determinar cuando fue fundada
puesto que el archivo de la Fuensanta, según dicen las tradiciones, le
destruyeron los franceses en la Guerra de la Independencia y cuentan
que en el año 1511 ya existía la Ermita con el nombre de la
Fuensanta. Por lo tanto, la primera ermita ya existía a principios del
siglo XVI, aunque es posible que su antigüedad sea mucho mayor, y
también la de su Cofradía.
En esta primera ermita, que tenía adosada la casa de los
santeros, había dos altares, uno de la Virgen de la Fuensanta, y otro
de la Virgen de la Aurora que pasó a la Fuensanta, junto con su
retablo y cancel de la puerta el ser cerrada su ermita, cuya imagen,
retablo y cancel fueron quemados en el año 1936 por personas de
otros pueblos refugiados en Alcaudete, que ignorando los
sentimientos de los alcaudetenses los pisotearon, destruyendo
igualmente el archivo. La imagen de la Virgen de la Fuensanta se
salvó porque personas de Alcaudete la rescataron y la ocultaron en
un domicilio particular donde permaneció unos días, trasladándola a
Jaén donde fue depositada en una institución y allí estuvo hasta que
terminó aquella infeliz guerra y regresó a Alcaudete.
Al reorganizarse la Cofradía, se formalizaron los Estatutos,
existentes, de Julio de 1948, aprobados el 11 de Febrero de 1959 y
en su artículo lº. dice que la Cofradía fue fundada en el año 1881. de
158
cuya fecha dataría, probablemente, el anterior Estatuto que,

seguramente, se destruiría con el archivo en 1936, desconociéndose,
por tanto, la fecha inicial de su fundación, de tiempo inmemorial.
La Cofradía sufrió le adversidad de la destrucción de la
ermita anterior por los terremotos de Marzo y Abril de 1951,
construyendo el nuevo Santuario con la exclusiva colaboración
económica de los hijos de Alcaudete, tanto los que estaban en el
pueblo, como los que se encontraban en otros lugares de España, e
incluso del extranjero, todos sin distinción, y aquellos que su
situación económica no les permitía hacer aportaciones dinerarias, lo
hicieron dando jornadas de trabajo gratuitamente. Desde Abril de
1951 hasta Agosto de 1963, 12 años que duró la obra, la Virgen
estuvo en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, filial de la
Parroquia de Santa Maria la Mayor.
El 5 de Marzo de 1.982 la Virgen de la Fuensanta “Patrona de
Alcaudete” fue nombrada Alcaldesa Mayor por unanimidad del
pleno del Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad.
El proceso de esta Cofradía. y su trayectoria, ha sido siempre
ascendente, a pesar que para su desenvolvimiento económico, sólo
ha dispuesto de las cuotas de sus cofrades muy pequeñas siempre, e
incluso en la actua1idad, siendo reforzadas por la ayuda de los
lampadarios y cepillos en los que los devotos, voluntariamente,
hacen sus donativos, y ello hace que la Cofradía pueda sostenerse,
así como los gastos de mantenimiento del Santuario, sin necesidad
de petición alguna.
Vida religiosa de la Cofradía: En el Santuario se celebra la

Santa Misa todos los sábados y vísperas de festivos de todo el año.
Retiros. Actos de convivencia. Catequesis. Novena y Santa Misa
durante los días 6 al 14 de Agosto de cada año, con rezo del Santo
Rosario y Canto de la Salve, y Misa de Alba el día 15 de Agosto,
como la oían los hortelanos, en la explanada, según la tradición, al
clarear el día, después de haber paseado a la Virgen por la noche en
las huertas alumbrados por antorchas. Esta Misa cada día resulta más
hermosa por la gran asistencia y recogimiento. También se celebran
los cultos del mes de Mayo, Flores a María, normalmente en la
Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen, donde permanece la Virgen hasta
159
VIRGEN DE LA FUENSANTA. ALCALDESA DE ALCAUDETE
160
primeros de Junio que regresa a su Santuario. Todos estos actos los

coordina la Cofradía con la Parroquia de Santa María la Mayor, de la
que depende.
Origen, devoción y culto: Existe la tradición, según revistas

y otras publicaciones locales, como Escaparate de Alcaudete y
comarca, y Arte y Religión en Alcaudete, de Antonio Rivas Morales,
cronista oficial de Alcaudete, que el comienzo de esta devoción a la
Santísima Virgen de la Fuensanta, se originó en las proximidades de
una fuente, de donde le viene el nombre de Fuensanta, contracción
de Fuente Santa, y que cerca de ella se levantó la primera ermita. La
situación de la fuente corresponde precisamente al camarín donde se
encuentra, y se encontraba, la Virgen. Finalmente el clamor popular
de los hijos de Alcaudete hizo que fuera nombrada Patrona de
Alcaudete.
CAPITULO I
TÍTULO, NATURALEZA Y FINES DE LA COFRADÍA.
(Cn. 304).
Art. 1.-TÍTULO DE LA COFRADÍA

El titulo de esta Cofradía es el de Cofradía de Nuestra Señora
la Santísima Virgen de la Fuensanta “Patrona de Alcaudete”.
Art. 2.- CONSTITUCIÓN DE LA COFRADÍA:

Esta Cofradía se constituye corno asociación pública de la
Iglesia, en virtud del propio decreto de erección canónica del Obispo
Diocesano.
Art 3.- NATURALEZA DE LA COFRADÍA:

Nuestra Cofradía está formada por un grupo de cristianos
procedentes de diferentes Parroquias de esta Ciudad, que dentro de la
comunidad parroquial de Santa María la Mayor, se unen a impulsos
de una particular devoción hacia la Santísima Virgen, bajo la
161
advocación de la Fuensanta, para fomentar especialmente su culto y

para vivir y dar testimonio de la fe y fraternidad cristiana.
Art. 4.- FINES DE LA COFRADÍA:

Esta Cofradía, en estrecha unión con la comunidad de fe y
culto que es la Parroquia en que radica, y consciente de que la
confraternidad y solidaridad entre los miembros y de éstos hacia
todos los demás deben marcar su vida durante todo el año, se
propone. como fines principales:
Formar humanamente y cristianamente a sus cofrades por
medio de ejercidos de piedad espirituales y corporales, de la
instrucción, de la plegaria y las obras de penitencia y misericordia”
(Const. Lit. n. 105); tratar de que la espiritualidad, como estilo de
vida, presida todas las actividades; y manifestar públicamente su fe,
de acuerdo con las normas de la Iglesia Diocesana.
Art. 5.- SEDE O DOMICILIO SOCIAL

La Cofradía tiene su sede, o domicilio social, en el que
realiza sus actividades, en la Parroquia de Santa María la Mayor.
CAPÍTULO II
MIEMBROS DE LA COFRADÍA
Art. 6.- MIEMBROS DE PLENO DERECHO:

Para ser miembro de pleno derecho, gozando de voz y voto,
dentro de la Cofradía, se requiere:
a).- Tener la mayoría de edad canónica, es decir, dieciocho
años cumplidos.
b).- Haber solicitado la inscripción con un año de antelación,
durante el cual será considerado aspirante.
c).- Haber sido recibido corno nuevo cofrade durante, el acto
comunitario que tendrá lugar en el Santuario, el día 7 de Agosto, con
motivo de la celebraci6n del segundo día de novena y Santa Misa.
d).- Estar inscrito en el Libro de Registro de Cofrades.
162
e) No estar incurso en ninguno de los casos previstos en el

canon 316 del Código de Derecho Canónico, y en las situaciones
irregulares consignadas en la “Familiaris Consortio” (números 79-
84).
Art. 7.- DEBERES GENERALES DEL COFRADE:

Todo cofrade, por el hecbo de serlo, se compromete a vivir
cristianamente en su vida privada y pública, aceptando expresamente
las leyes y normas de la Iglesia, así como las exigencias de asistencia
y participación en los actos generales de la Cofradía, colaborando
con la misma, cumpliendo los acuerdos y desempeñando en ella los
cargos de responsabilidad que se les pueda confiar.
Art. 8.- DERECHOS GENERALES DEI. COFRADE:

Todo cofrade de pleno derecho podrá asistir a las reuniones
generales con voz y voto, usar el distintivo y hábito propio en los
actos determinados en estos Estatutos, ser elector y elegible para
desempeñar cargos directivos, y en general, disfrutar de aquellos
otros derechos que dimanen del articulado de estos Estatutos,
siempre que, en cada caso, reúna los requisitos exigidos.
Art. 9.- SANCIONES DEL COFRADE:

Cuando un cofrade incumpla gravemente, con hechos
probados, alguno de los deberes generales o los específicos del cargo
en su caso, después de ser oído y amonestado por el Presidente,
podrá ser expulsado, temporal o definitivamente, a juicio de la
Junta Directiva.
Quienes estando legítimamente adscritos a la Cofradía,
cayeran en el caso del Can.316,1, deben ser expulsados de la
Cofradía, según el contenido del párrafo 2º. de este canon.
También deben ser expulsados quienes caigan en las
situaciones irregulares señaladas en la “Familiaris Consortio”
(número 79- 84).
Art. 10.- MIEMBROS ELECTORES Y ELEGIBLES:

Es elector todo cofrade de pleno derecho, siendo, a la vez,
elegible para cualquier cargo directivo con tal que tenga una
163
antigüedad de, al menos, tres años, no ocupe cargo político alguno.

Esté libre de cualquier cláusula prohibitiva, especialmente de las
señaladas en el párrafo segundo del canon 316, así como de
cualquier situación matrimonial o familiar irregular, y
preferentemente si tiene su domicilio en esta población o trabaje en
ella habitualmente.
Art.11.- INCOMPATIVILIDADES Y DURACIÓN DE LOS

CARGOS DIRECTIVOS:
El desempeño de un cargo directivo en esta Cofradía es
incompatible con otro en cualquier otra Cofradía.
La duración de cualquier cargo Directivo será de tres años,
pudiendo ser reelegido para igual período de tiempo por una sola
vez. En todo caso, este período de seis años nunca será rebasado,
salvo en algún caso extraordinario, por expresa autorización escrita
del Obispo Diocesano.
CAPITULO III
ESTRUCTURA JURÍDICA DE LA COFRADÍA.
A. ÓRGANOS COLEGIALES.
Art. 12.- ÓRGANOS COLEGIALES DE QUE CONSTA:

Esta Cofradía consta de Asamblea General y Junta
Directiva.
Art. 13.- ASAMBLEA GENERAL. CONSTITUCIÓN:

La Asamblea General, máximo órgano de gobierno de la
Cofradía, se considera constituida como tal, si cuenta con la
asistencia del 10% de cofrades de pleno derecho.
Art. 14.- FUNCIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL

Son funciones de la Asamblea General:
a).- Conocer los planes de actuación de la Cofradía, a
propuesta de la Junta Directiva y hacer propuestas sobre ellos.
164
b).- Elegir, de entre las propuestas por la Junta Directiva, la

candidatura que se ha de presentar al Obispo para la confirmación
del Presidente
c).- Designar, a propuesta de la Junta Directiva, el Consejo o
dos consejeros, al menos, de asuntos económicos.
d).- Conocer y aprobar el estado de cuentas que presente la
Junta Directiva.
e).- Aprobar y modificar los Estatutos, a propuesta de la
Junta Directiva, según las normas del Derecho Canónico.
f).- Proponer tanto la aprobación, como la revisión o cambio
de los Estatutos al Obispo Diocesano.
Art. 15.- PERIODICIDAD DE LAS REUNIONES:

La Asamblea General se reunirá con carácter ordinario, al
menos, una vez al año. Y con carácter extraordinario:
a).- Cuando lo estime conveniente el Obispo.
b).- A propuesta de la Junta Directiva.
c).- A petición, por escrito, del 25% de los cofrades. En este
caso, se requerirá un “quórum” del 80% de los firmantes.
d).-En el supuesto de modificación de Estatutos, según
Derecho Canónico (cn. 312).
Art. 16.- ACUERDOS DE LA ASAMBLEA GENERAL:

Supuesta la asistencia exigida en el artículo 13, podrán
tomarse acuerdos con el voto favorable de la mayoría absoluta de los
presentes. Si después de dos escrutinios persistiera la igualdad de
votos, el Presidente puede resolver el empate con su voto.
En el supuesto de modificación de Estatutos, será necesario

el voto favorable de los dos tercios.
Art. 17- JUNTA DIRECTIVA. COMPOSICIÓN Y

CONSTITUCIÓN:
La Junta Directiva de la Cofradía la componen, el Capellán,
el Presidente, el Vice-Presidente, el Secretario, el Administrador y
los Vocales. Todos con voz y voto, excepto el Capellán que no tiene
165
voto. Se considerará válidamente constituida, cuando esté presente la

mitad más uno de los miembros con derecho a voto.
Art. 18- FUNCIONES DE LA JUNTA DIRECTIVA:

Son funciones de la Junta Directiva:
a).-Concretar los planes aprobados por la Asamblea General
y programar las actividades de la Cofradía.
b).-Proponer a la Asamblea General de una a tres
candidaturas completas.
c).-Proponer a la Asamblea General los miembros del
consejo económico o dos consejeros, al menos. (cn. 1280).
d).- Presentar para su aprobación por la Asamblea General el
estado de cuentas de la Cofradía.
e).-Presentar los Presupuestos, ordinario y extraordinario, al
Secretariado Diocesano de Cofradías para su aprobación. (cns. 319 y
1276).
f).- Disponer de los fondos necesarios para la ejecución de
los presupuestos, ordinario y extraordinario, aprobados por el
Secretariado Diocesano de Cofradías.
g).- Proponer a la Asamblea General la posible modificación
de Estatutos.
Art. 19.- PERIODICIDAD DE LAS REUNIONES:

La Junta Directiva se reunirá, al menos, dos veces al año,
con carácter ordinario. Podrán convocar a reunión extraordinaria de
la misma, el Capellán, el Presidente o a propuesta de dos tercios de
sus componentes.
Art. 20.- ACUERDOS DE LA JUNTA DIRECTIVA:

Para la validez de sus acuerdos, será necesaria la mayoría
absoluta de los votos de los presentes validamente convocados, con
tal de que haya “quórum”. (cn.119, 2º).
B.-ÓRGANOS PERSONALES.
Art. 21.- EL CAPELLÁN

166
El Capellán de la Cofradía, maestro, sacerdote y pastor, tiene

la misión de alimentar la vida espiritual y el espíritu apostólico de
los cofrades, promoviendo la unidad entre ellos y de la Cofradía con
la Iglesia. Debe sentirse cercano, orientar y colaborar en la buena
marcha de la Cofradía, a cuyos actos tiene derecho a asistir siempre.
Igualmente debe velar para que se cumpla la normativa

contenida en el “Catolicismo Popular”: Nuevas consideraciones
pastorales (pág. 22), que hace referencia a “favorecer el desarrollo
normal y prioritario de las celebraciones litúrgicas”.
Art. 22.- NOMBRAMIENTO DEL CAPELLÁN:

El nombramiento del Capellán corresponde al Obispo
Diocesano, conforme a las normas del derecho. Pero, si no provee de
otro modo, desempeñará las funciones de Capellán el Párroco de
Santa María la Mayor.
Art. 23.- EL PRES1DENTE:

El Presidente de nuestra Cofradía deberá ser reconocido
únicamente por su espíritu cristiano y sentido de la Iglesia, no
167
contando nunca para su elección el criterio económico ni la

influencia social.
Art. 24.- ELECCION DEL PRESIDENTE:

Para elegir al Presidente de la Cofradía se procederá así:
a) La Junta Directiva propondrá a la Asamblea General de
una a tres candidaturas completas, integrada cada una por un
Presidente, un Vice-Presidente y un Administrador, escogidos de
entre los cofrades elegibles.
La Asamblea General puede también presentar candidaturas
completas, si van éstas respaldadas por la firma de un mínimo del
10% de electores.
b) La elección, que se hará con voto secreto, será válida, si,
cumplido el artículo 13, sale aprobada una candidatura por mayoría
absoluta de los presentes.
c) Saldrá elegida la candidatura que obtenga la mayoría

absoluta de los votos válidos emitidos.
Si ninguna candidatura logra dicha mayoría, se efectuará una

nueva elección a los quince días, concurriendo a la misma sólo las
dos candidaturas que obtuvieron más votos. Y si hubo empate, son
elegibles sólo las dos candidaturas cuyos Presidentes sean de más
edad. Si, después de la votación, persiste el empate, queda elegida la
de más edad.
Art. 25.- CONFIRMACIÓN Y TOMA DE POSESIÓN:

El Presidente ha de ser confirmado por el Obispo Diocesano
mediante documento escrito.
Antes de esta confirmación no debe hacerse pública su
elección.
Desde el momento de la confirmación y después de jurar
ante el Párroco, estará al frente de la Cofradía con todas sus
atribuciones.
168
El Obispo Diocesano en circunstancias especiales, cuando lo

exijan graves razones, puede designar un Comisario, que en su
nombre dirija temporalmente la Cofradía.
También puede, el Obispo Diocesano, remover de su cargo

al Presidente, oyendo antes a dicho presidente y a los oficiales
mayores de acuerdo con las normas de los Estatutos (Can.318, 2).
Art. 26.- DEBERES ESPECIALES DEL PRESIDENTE:

El Presidente de esta Cofradía se preocupará especialmente
de la formación integral, humana y cristiana (cn. 329; cfr.217) de los
cofrades; de la correcta administración de los bienes de la Cofradía
(cn. 1.279), y de la coordinación de la Cofradía con la Parroquia, con
las demás cofradías y con el Secretariado Diocesano de Cofradías.
Art. 27.- FUNCIONES DEL PRESIDENTE:

Las funciones del Presidente son:
a).- Convocar, moderar y presidir las reuniones de la Asamblea
General y de la Junta Directiva.
b).- Representar a la Cofradía oficialmente.
c).- Cumplir y hacer cumplir los Estatutos de la Cofradía.
d).- Elegir al Secretario General de la Cofradía.
e).-Separar de los cargos, previa notificación a la Junta
Directiva, a miembro o miembros que por su actitud negativa,
considere oportuno.
f).- Cuidar debidamente de los bienes de la Cofradía.
g).-Autorizar con su firma la disposición de fondos estimada
conveniente por la Junta Directiva para la ejecución de los
presupuestos, ordinario y extraordinario, aprobados por el
Secretariado Diocesano de Cofradías.
h).-Velar por el cumplimiento de todo tipo de acuerdos
tomados.
i).- Colaborar con el Capellán para el cumplimiento de las
tareas del mismo.
j).- Presidir a la Cofradía en los actos de culto y en las
procesiones.
169
k).- Rendir cuentas todos los años a la autoridad eclesiástica

y dar cuenta exacta de las limosnas recibidas.
l).- Pedir licencia a dicha autoridad para realizar gastos
extraordinarios.
m).- Solicitar de la autoridad eclesiástica la licencia para la
enajenación de bienes a tenor de los cánones 1291-1294.
Art. 28.- DELEGACIÓN DE FUNCIONES Y SUSTITUCIONES:

El Presidente podrá delegar determinadas funciones propias o
designar sustitutos para los demás cargos en casos de enfermedad,
necesidad o ausencia, consignándolo siempre por escrito.
Art. 29.- ELECCIÓN DE LOS DEMÁS MIEMBROS:

El Presidente entrante elige al Secretario siempre de entre los
elegibles. El resto de los cargos que queden pendientes los elige la
nueva candidatura.
Art. 30.- VICE-PRESIDENTE. FUNCIONES:

Las funciones del Vice-Presidente son:
a).- Sustituir al Presidente en los casos de enfermedad,
necesidad o ausencia.
b).- Ayudar al Presidente en el desempeño de sus funciones
ordinarias.
c).-Coordinar la labor de las Vocalías y Secciones.
Art. 31.- HERMANO MAYOR HONORARIO:

Cuando algún cofrade haya prestado una dedicación y servicio
especiales a la Cofradía, podrá ser propuesto para ostentar el título
de Hermano Mayor Honorario por la Junta Directiva, al Secretariado
Diocesano de Cofradías, el cual, si lo estima pertinente, recabará la
correspondiente confirmación del Obispo Diocesano. La Cofradía no
podrá conferir ningún otro título.
Art. 32.- SECRETARIO DE LA COFRADÍA. FUNCIONES:

Las funciones del Secretario de la Cofradía son:
170
a).- Levantar las Actas de las reuniones y hacer las

comunicaciones pertinentes.
h).- Comunicar al Secretariado Diocesano de Cofradías el
nombre del Presidente elegido, para la confirmación en el cargo por
el Obispo de la Diócesis.
e).- Todo lo relacionado con la correspondencia, citaciones y
documentación de la Cofradía.
d).- Llevar al día el Registro de Cofrades, en el que constará
la fecha de altas y bajas.
e).- Realizar las funciones que le encarguen o deleguen el
Presidente y el Capellán.
Art. 33.- ADMINISTRADOR DE LA COFRADÍA. FUNCIONES:

Las funciones del Administrador son:
a).- Llevar al día la contabilidad.
b).- Ejecutar el cobro diligente y oportuno de las cuotas.
c).- Preparar el estado de cuentas que la Junta Directiva ha de
presentar a la Asamblea General.
d).- Elaborar los Presupuestos que la Junta Directiva ha de
presentar al Secretariado Diocesano de Cofradías.
e).-Disponer, ordenar y archivar diligentemente cuantos
documentos económicos afecten a la Cofradía.
f).-Disponer, junto con el Presidente, de los fondos necesarios
para la ejecución de los acuerdos.
g).-Realizar y mantener actualizado el inventario de cuantos
bienes posea la Cofradía, y presentarlos al Obispo con la
periodicidad que se establezca.
Art. 34.- CONSEJEROS DE ASUNTOS ECONÓMICOS.

FUNCIONES:
Serán dos, al menos, según dispone el Código de Derecho
Canónico ( cn. 1280) y tendrán las siguientes funciones:
a).-Asesorar al Administrador en la confección de los
presupuestos, ordinario y extraordinario, que la Junta Directiva ha de
presentar para su aprobación al Secretariado Diocesano de Cofradías.
b).-Revisar el estado de cuentas que la Junta Directiva ha de
presentar a la Asamblea General para su aprobación.
171
172
c).- Y, en general, prestar su ayuda y consejo a la Cofradía y al

Presidente, en concreto, en todo lo concerniente a la economía de la
cofradía.
Art. 35.- VOCALES O RESPONSABLES DE SECCIÓN:

En nuestra Cofradía habrá cuatro Secciones, al frente de cada
una de las cuales estará el respectivo Vocal o encargado, responsable
de la actividad de la misma ante el Presidente y bajo la coordinación
del Vice-Presidente.
Dichas Vocalías son la de Formación, Caridad y
Convivencia, Culto y Espiritualidad y Manifestaciones Públicas.
CAPÍTULO IV
VIDA DE LA COFRADÍA.
Art. 36.- VIDA Y ACTIVIDADES:

Nuestra Cofradía aspira a ser durante todo el año un lugar de
educación en la fe, de celebración de la misma, de caridad y
comunicación de bienes y de testimonio de Jesucristo en el mundo.
Con este fin programará cada año sus actividades.
Art. 37.- FORMACIÓN DE LOS COFRADES:

Para conseguir la formación cristiana integral de los
miembros, la Vocalía de Formación establecerá y ejecutará, de
acuerdo con el Capellán, un Plan de Formación Anual, dirigido
especialmente a los aspirantes.
Promoverá igualmente iniciativas encaminadas a conseguir
la madurez de la persona humana de los cofrades y a que, al mismo
tiempo, conozcan, vivan y anuncien el misterio de la Salvación, sin
excluir la colaboración de la Cofradía con las tareas de formación de
otros cristianos dentro de nuestra Parroquia.
Art. 38.- CARIDAD Y CONVIVENCIA:

Es misión de esta Vocalía fomentar la vida social, cultual y
humana de los cofrades y mantener vivo el espíritu de fraternidad y
solidaridad con los necesitados, cofrades o no. Para ello organizará
173
actos de convivencia para conocerse mejor, estudiar problemas

comunes y fomentar la participación, sobre todo con motivo del día
del Horquillero, día de las Cofradías y el día del emigrante. Todos
estos actos y la Santa Misa se celebran en el Santuario.
Se elaborará un orden del día en cada caso.
La Cofradía destinará el 10% de los ingresos fijos para

ayudar a los necesitados en total coordinación con Cáritas
Parroquial.
Art. 39.- CULTO Y ESPIRITUALIDAD:
A fin de promover el culto público, esta Vocalía cuidará por

todos los medios de que la Palabra de Dios, la oración y los
Sacramentos alimenten la vida espiritual de los cofrades. Para ello,
siempre de acuerdo con el Párroco, los actos de culto litúrgico y
devocionales siguientes:
.- Misas durante todos los sábados y vísperas de festivos del
año.
.- Novena del 6 al 14 de Agosto con Misa y canto de la Salve.
Misa de Alba el 15 de Agosto.
Bajada de la Imagen a la Parroquia de Santa María la Mayor
el último Sábado de Abril. Fiesta Religiosa y Procesión por el pueblo
174
al día siguiente, permaneciendo en esta Parroquia durante todo el

mes de Mayo donde se celebran las Flores a María.
Subida a su Santuario el Primer Sábado del mes de Junio
Art. 40.- MANIFESTACIONES PÚBLICAS:

Esta Vocalía se responsabilizará de que las manifestaciones
públicas de la Cofradía y concretamente las procesiones se
desarrollen siempre según las normas litúrgicas, las disposiciones del
Código de Derecho Canónico y las que puede dictar el Obispo
Diocesano.
Cuidará singularmente de que la procesión, presidida por el
Párroco, parta siempre del templo, tras la celebración litúrgica de la
fiesta correspondiente.
El horario, recorrido y duración deberá responder a la
naturaleza de manifestación religiosa, evitando todo tipo de
ostentación tanto en las imágenes como en los acompañantes.
Las autoridades, si asisten por propia iniciativa, serán
atendidas por el Presidente, que cuidará ocupen el lugar a ellas
reservado, presidiendo su correspondiente corporación
Art. 41.- COORDINACIÓN CON LAS ESTRUCTURAS

ECLESIALES:
La Cofradía, a través sobre todo del Presidente, coordinará
todas sus actividades y compromisos con la Parroquia, colaborando
con ella en sus actividades, con las demás Cofradías, integrándose en
la Agrupación Arciprestal de Cofradías, y con el Secretariado
Diocesano de Cofradías, aceptando sus orientaciones y disposiciones
y aportando la colaboración económica necesaria establecida por
éste.
Art. 42.- HERMANO MAYOR ANUAL DE FIESTA:

Todos los Cofrades de pleno derecho podrán solicitar por
escrito ante la Junta Directiva el ser Hermano Mayor anual de fiesta,
siendo su única misión asistir a las celebraciones religiosas y.
procesionales acompañando a la Junta Directiva.
175
CAPÍTULO V
ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES DE LA
COFRADÍA.
Art. 43.- DOMINIO DE LOS BIENES:

A la Cofradía de Ntra. Sra. la Santísima Virgen de la
Fuensanta corresponde el uso y dominio de sus bienes legítimamente
adquiridos, los cuales, al ser bienes eclesiásticos, se rigen por las
normas de Código de Derecho Canónico y las de estos Estatutos,
bajo la responsabilidad última del Presidente.
Art. 44.- LEGALIZACIÓN CIVIL DE TÍTULOS:

Los títulos de propiedad de los bienes, inmuebles, de la
Cofradía serán legalizados e inscritos en el Registro de la Propiedad.
Art. 45.- FUENTES DE INGRESOS:
Las fuentes ordinarias de ingresos de la Cofradía son las

cuotas de los cofrades y toda limosna o donación espontánea
recibida en el Santuario.
Son fuentes extraordinarias de ingresos todos los demás
ingresos recibidos por otros medios, que siempre serán conformes
con la naturaleza y fines de la Cofradía.
Para solicitar subvenciones de organismos civiles, se pedirá
autorización al Secretariado Diocesano de Cofradías, acompañando
el correspondiente presupuesto que lo justifique.
Cualquier ofrenda hecha a la cofradía deberá destinarse a
sus fines estatutarios, siempre a través del correspondiente
Presupuesto. Para rechazarla o aceptarla, si está gravada por alguna
carga o condición, deberá solicitarse autorización del Obispo
Diocesano.
Art. 46.- CONFECCIÓN DE PRESUPUESTOS:

La Cofradía confeccionará anualmente su Presupuesto de
gastos ordinarios, adaptado a los necesarios para la limpieza,
cuidado, mantenimiento y reposición de bienes, así como la
176
adquisición de otros considerados de uso corriente y cuyo importe se

cubra con recursos ordinarios.
Cuando haya que hacer gastos extraordinarios que supongan

enajenación, perdida o disminución de bienes patrimoniales, o se
trate de contratos a pagar con futuras limosnas o créditos personales,
o bien tengan por objeto cosas consideradas preciosas, por razón de
su arte, antigüedad o cuantía excepcional, la Cofradía presentará el
correspondiente presupuesto extraordinario al Secretariado
Diocesano de Cofradías para su expresa aprobación por el Obispo de
la Diócesis.
Art. 47.- GASTOS Y DISPOSICIÓN DE FONDOS:

El Presidente, como responsable último de la administración
de los bienes de la Cofradía, no podrá autorizar gasto alguno que no
esté previsto en el Presupuesto, sea ordinario o extraordinario.
Para disponer de fondos de la Cofradía, que estarán
depositados a nombre de la misma y nunca a título personal de
ningún miembro, se reconocerá la firma de tres miembros con cargos
directivos, precisando, para ordenar el movimiento de fondos, al
menos la firma de dos, uno los cuales será el Presidente.
Art. 48.- RENDICIÓN DE CUENTAS:

A efectos de rendición de cuentas, esta cofradía enviará cada
año al Secretariado Diocesano de Cofradías los Balances
correspondientes a los Presupuestos, ordinario y extraordinario,
durante el mes de Diciembre, para su revisión.
El Presidente ordenará igualmente dar a las cuentas suficiente
publicidad para conocimiento de todos.
Art. 49.- INVENTARIO, ADQUIS1ÓN Y REPARACIÓN DE

IMÁGENES:
El Administrador de la Cofradía, al tomar posesión de su
cargo, confeccionará un inventario exacto y detallado de cuantos
bienes, muebles, inmuebles y preciosos, posea la cofradía. El
Presidente lo firmará y ordenará enviar una copia al Secretariado
Diocesano de Cofradías.
177
Los bienes inventariados se conservarán siempre en el

Santuario de la Fuensanta, con las suficientes medidas de seguridad,
excepto los preciosos, que serán depositados en una entidad
bancaria.
En el caso de una futura adquisición o reparación de alguna
imagen, la Cofradía solicitará licencia escrita del Obispo Diocesano.
Art 50.- EXTINCIÓN Y SUPRESIÓN; DESTINO DE LOS

BIENES DE LA COFRADÍA:
La Cofradía, persona jurídica perpetua por su naturaleza, se
extinguirá si su actividad cesa por espacio de cien años.
El Obispo Diocesano por causas graves puede suprimir la

Cofradía oyendo antes al Presidente y a los demás oficiales mayores.
C.320.
Suprimida la Cofradía, el destino de los bienes y derechos

patrimoniales, así como el de sus cargas, se rige por el derecho y por
los propios Estatutos.
En caso de disolución o supresión, sus bienes quedarán a la

libre disposición del Obispo de la Diócesis.
Al
caudete, 14 de Marzo del 1995
178
P r e g ón
A la
Virgen de la
Fuensanta
Año 2.009
POR ANTONIO RIVAS MORALES
179
180
PREGÓN DE LA VIRGEN
DE LA
FUENSANTA
Virgen, Madre de Alcaudete,
Madre de todas las madres,
María Santísima de la Fuensanta,
Fuente de belleza soberana
Fuente de preciosas aguas
Fuente de perenne esplendor
De donde fluye el amor
A donde acude el pecador
Por ello fuiste nacida
Y entre todas escogida
Madre del Redentor.
Hoy vengo a ti con un pregón

Escrito con toda el alma
A rendirte homenaje.
¡Fuente de Misericordia y Esperanza!
Hoy mi corazón te llama

Para poder mirarte
Y me inspires confianza
Porque en la hermosura de tu cara
Hay un pregón de gloria y calma
Bendice pues, Fuente celestial,

Esta noche, mis palabras,
Para expresar con ellas
Lo que siente el alma,
Fuente de aguas cristalinas,
Vida, dulzura y esperanza nuestra,
181
Madre de todos los alcaudetenses,
Madre mía de la Fuensanta.
GRACIAS AL PRESENTADOR
Antes que nada, y no solo por cortesía pregonera, quiero
agradecer a Eduardo Arjona sus amables palabras. Mi amistad con él
viene desde muy antiguo, Siempre he profesado tanto a Eduardo
como a su hermano Carlos aprecio especial nacido del conocimiento
que tengo de la grandeza de su espíritu, y de la sencillez de su
persona en los años que le di clase y después como compañero,
Aprecio que conozco, es recíproco de su parte, sabiendo por ello que
sus palabras sobre mi persona son producto de esa mutua amistad.
Amistad que hago extensiva a sus padres, Julia y Adolfo,
quintaesencia de las antiguas figuras de los santeros de las ermitas,
de los que tantos ejemplos tuvimos en nuestro pueblo en el pasado, y
que han ido desapareciendo con el lamentable fin de la mayor parte
de estas construcciones religiosas-populares. Desde aquí, como
demostración del reconocimiento que todos los alcaudeteños
tenemos a tan señaladas personas, entregadas en cuerpo y alma al
servicio a Nuestra Patrona, cuidando con amor y esmero de Ella y de
su ermita, y facilitándonos, con amabilidad y espíritu cristiano, la
visita a los que aquí subimos, pido un merecido aplauso para Adolfo
y Julia.
SALUDO
Distinguidas autoridades civiles y religiosas: Sr. Alcalde-
Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Alcaudete,
Ilustrisimo Sr. Delegado Provincial de la Consejería de Innovación,
Ciencia y Empresa, Presidente de la Agrupación de Cofradías,
Reverendos curas-párrocos de la Iglesia Mayor de Santa María y de
San Pedro, Presidente de la Real Cofradía de la Santísima Virgen de
la Fuensanta.
Estoy sinceramente muy reconocido a la cofradía de Nuestra
Patrona por la atención que conmigo ha tenido al nombrarme
182
pregonero, y ello tanto más, cuanto que no nací en este pueblo, como
sabéis: pero siempre me he sentido miembro de su comunidad y por
ello agradecí inmensamente la atención que el Ayuntamiento de
Alcaudete tuvo de nombrarme “hijo adoptivo del mismo”, el mayor
título al que yo podía aspirar. Por ello cuando me preguntan de
donde soy, yo siempre digo que, sin menospreciar al pueblo en el
que nací, me siento alcaudetense en todos los sentidos. Siempre está

en mi pensamiento, y raros son los días en los que no le dedico
recuerdos para mí muy queridos, muchos de ellos relacionados con
amigos del alma ya desaparecidos, y algunas horas de mi trabajo.
Virgen de la Fuensanta
Todo Alcaudete cabe
En el esplendor de tu cara
En la dulzura de tus ojos
En la belleza de tu estampa
Nuestra vida cabe en ti,
caben nuestras mañanas
Fuente de la que todos bebemos
183
Cuando la vida nos falla,

Y ante ti nos arrodillamos
Virgen Santa
Que llevas en la cara
El amor y el anhelo
Que respira tu alma.
INICIO.
Con profunda emoción inicio este pregón de la Santísima
Virgen de la Fuensanta, cerca de su ermita de tan gratos recuerdos
para mi familia, pues en ella me casé, hace ya más de cuarenta años,
con Josefina, perteneciente, como camarera, a su cofradía muchos
años. Y en la mesita de noche del dormitorio en donde murió mi
madre ocupaba un lugar preferente la representación gráfica de la
Virgen de la Fuensanta, a la que tenía una especial devoción.
Desde mi primer año de estancia en Alcaudete, comencé a
amar a la Virgen, y a participar en todas sus ceremonias religiosas
acompañando a Josefina, mi mujer. Desde un principio vi,
maravillado, el amor filial de todos los alcaudetenses, sin distinción
social, ni de edad, de ninguna clase, hacia su Patrona. El cómo
acompañaban a la Virgen en su traslado desde la ermita a la iglesia
de Santa María, y cómo, tras el mes de mayo, la llevaban a su ermita
todo el pueblo, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, incluidos los
muchísimos alcaudeteños que por entonces vivían en el campo, los
cortijeros, que se desplazaban al pueblo en esas fechas. Cómo existía
una sana competición entre las calles de los diferentes barrios,
especialmente en los más modestos, del recorrido procesional para
adornar los balcones con sus mejores galas, cubrir sus pavimentos
con flores y plantas olorosas, levantar arcos para que pasara debajo
Nuestra Excelsa Madre, pero sobre todo, cómo sentían el orgullo y
emoción de recibir en sus casas y calles a tan insigne visitante, su
Venerada Patrona, la Santísima Virgen de la Fuensanta. Veía los
rostros, iluminados de piedad filial, dirigir sus miradas, llenas de
amor y devoción, al bellísimo rostro de nuestra Virgen Soberana, y
sus labios se movían en una sentida oración, y, en muchos casos, en
una humilde petición a su amantísima Madre con la confianza de que
en nuestras necesidades y tribulaciones nos oye amorosamente como
madre tiernísima nuestra que es, convencidos de su segura
184
intercesión ante su Hijo, nuestro Redentor. Como buena madre que

es todo lo da sin pedir a cambio nada. Y cómo tras estas
demostraciones de veneración a nuestra Patrona en las largas horas
de procesión gloriosa, la Virgen era depositada en la iglesia del
Carmen, para allí recibir de los alcaudetenses las visitas, cánticos y
oraciones durante todo el mes de las flores, antes de volver de nuevo
a su casa y santuario.
Santuario en el que hallamos una de la más bellas visiones
que el arte nos puede dar de nuestra Patrona: aquella que nos
proporciona su magnífico camarín, en el que la Virgen se halla entre
celestiales ángeles que parecen ayudarle en su subida a los cielos en
donde tiene su excelsa morada, ante Dios Padre, en comunicación
con Dios, su Hijo, que en la persona de Espíritu Santo es compendio
de amor, de ese mismo amor que ella siente por todos los hijos de
este pueblo, de quienes es amantísima Madre.
Así lo quiso expresar el excelente pintor linarense
Francisco Baños, que supo conjugar la posición de la imagen de la
Virgen, en el centro de su camarín, con los numerosos y bellísimos
ángeles que, a un lado y otro de las paredes, se hallan en oración y
acompañamiento a Nuestra Señora de la Fuensanta a lo más alto, en
su camino hacia el centro del amor divino, que es el Espíritu Santo.
En este camarín, pues, se hallan patentes los dos grandes amores
celestiales: el de Dios y el de la Virgen, su Madre.
Noche y alba,
Corazón desnudo
Que en Alcaudete se derrama,
Mecida por los ángeles
Al despuntar la mañana.
A la Virgen de la Fuensanta,
Patrona de Alcaudete,
La noche le pone un traje
De luceros y esmeraldas.
Y en su camarín brilla
En medio de ángeles
185
Que corren, ríen y cantan.
Virgen de las alturas

Bendícenos con tu mirada
Y que volando vaya el arcángel
Hasta tu fuente santa
Para inundar Alcaudete
Con el fulgor de tus aguas.
Francisco Baños consiguió en esta obra suya una de sus

mejores producciones artísticas. En ella perdió la rigidez hierática de
sus primitivas pinturas murales, como son las de la iglesia de Cristo
Rey de Jaén. Así mismo sus colores carecen de los tonos agresivos
que tan característicos les eran en sus primeras producciones
pictóricas. En este mural adopta una visión plácida y serena de las
figuras, en las que emplea unas tonalidades suaves, que proporcionan
al conjunto una armonía y belleza insuperables. Este insigne artista
que murió no hace muchos años es digno de que su memoria reciba
de nosotros un homenaje.
VELADA
De las dos fiestas que celebramos en honor de la Virgen, la
actual, la que llamamos la Velada, tiene otras connotaciones
religiosas distintas a las de Abril y Mayo. En ella predomina el
sentido festivo, lleno de alegría que se desborda ese día en el que la
Iglesia celebra con gozo la Asunción. En esos días de novena, y
sobre todo la noche del 14 al 15, celebramos con regocijo, junto a
nuestra Virgen de la Fuensanta, su subida en cuerpo y alma a los
cielos, como Madre de Dios que es. La tradición de la Iglesia
establece que la Virgen María, en presencia de los Apóstoles, subió
al Cielo plena y completa. Y aunque no ha sido dogma de fe hasta
mediados del siglo XX, el sentir cristiano daba como verdad la
glorificación celeste del cuerpo y del alma de María al término de su
vida terrenal, celebrándose el 15 de Agosto la fiesta litúrgica de la
Asunción desde los primeros siglos del cristianismo. Al pueblo
cristiano y a los teólogos les inspiraba repugnancia aceptar que la
suerte de María pudiese ser la corrupción del sepulcro, como la de
186
todos los hijos de Adán. Por ello, desde siempre, se creyó, en

especial el pueblo, que la Madre de Dios no podía tener el mismo fin
que el resto de los mortales. Por su parte los teólogos establecían que
al igual que María había participado en los misterios de Cristo de su
Encarnación, Pasión y Muerte, así mismo estaba situada junto al
misterio glorificador de la Resurrección y Ascensión de su hijo.
Siendo pues la Asunción el reflejo de la Resurrección de Cristo en su
propia Madre, en la que rodeada de ángeles subía al Cielo. Así veo
yo en su Santuario a la Virgen de la Fuensanta.
Subes al cielo
Junto a tu Hijo Amado,
Como corredentora
De nuestras faltas
Eres sendero divino

Que al Redentor nos lleva,
Madre del Salvador,
Patrona nuestra.
Pídele por nosotros

Que ponga remedio a nuestras desgracias,
Que dejemos correr los rencores
En lo eterno de tus aguas,
Y que las amarguras y los dolores
Desaparezcan en la nada.
Que a nuestros corazones llegas
Y nunca de ellos pasas.
Luz en la aurora de nuestras almas,
Viento fino de Sierra Ahíllos.
Caricia de nuestra sierra alta.
Fuente de escondida agua.
187
Latir de alegría sana.

Canción que nunca acaba.
Que subiste a los cielos
En cuerpo y alma
Aparte elucubraciones teológicas, fuera del alcance del

pueblo llano, para éste era motivo de satisfacción el que su madre
amantísima hubiese sido glorificada subiendo al cielo en cuerpo y
alma. Por ello, a imitación de los Apóstoles que, según la referida
tradición cristiana, estuvieron velando, llenos de gozo, recitando y
cantando salmos e himnos hasta que María subió al Reino de su
querido Hijo, Jesucristo. Así los que, dentro del Santuario, o en sus
inmediaciones, la noche del 14 al 15, se hayan visitando a Nuestra
Señora de la Fuensanta, rezando, o platicando alegremente con
familiares y amigos, están acompañando a la Virgen. Así era
celebrada hasta no hace mucho tiempo la velada. Después fueron
apareciendo carrozas y carretas, que ya se habían iniciado en años
anteriores, hecho
que ha sido
acertada y
ampliamente
potenciado en los
últimos tiempos y
que ya constituye
una tradición local.
En ellas, y junto a
ellas, ascienden en
multitudinaria
procesión al
Santuario, entre
palmas y cánticos,
los jóvenes y
menos jóvenes. Es esta una noche de alegría y diversión, que
también así se puede glorificar a María cuando con espíritu sano se
hace, que se inicia a las nueve de la noche con el traslado en las
carrozas y continúa largas horas, para muchos toda la noche,
bailando y cantando hasta la madrugada en la que todo el mundo
188
recoge su espíritu para oír la misa del alba, y de nuevo dar a la

Virgen de la Fuensanta gracias.
Yo sé que nuestra Patrona

Un trono tiene en Alcaudete
En cada hogar, en cada casa,
En cada uno de los creyentes.
Yo se que nuestra Virgen de la Fuensanta

Dentro o fuera del Santuario, su casa,
Convierte el 15 de Agosto
En una fiesta que no se acaba
Virgen mía, belleza soberana,

Sé que eres muy grande,
Que das sin pedir nada.
Aquí recibes devociones,
Aquí te llegan las plegarias
De tus hijos de Alcaudete
Que te quieren con toda el alma.
Que te llevan en los ojos
Hasta que el tiempo se les acaba.
Y así es porque la principal señal de identidad de este pueblo

es su amor y devoción a la Virgen de la Fuensanta. Esto con
sencillez; pero con la profundidad que solo da los mejores
sentimientos, lo supo sencillamente expresar Julia la Santera cuando,
para poner fin a la entrevista que le efectuó Fuensanta Rey Ortega,
dijo textualmente: “Mientras haya fe en la Virgen de la Fuensanta
Alcaudete será Alcaudete”
HISTORIA
Ello ha sido así desde tiempos inmemoriales, ya que la
devoción a la Virgen de la Fuensanta en nuestro pueblo se pierde en
la nebulosa de los siglos. Aunque sabemos que es muy antigua, no
existe, hasta este momento, documento alguno que determine con
189
precisión el comienzo de la estrecha vinculación entre Alcaudete y

esta advocación, aunque sí de la devoción a María.
En efecto la primera iglesia que en Alcaudete se levanta,
primero dentro de su castillo y fuera después, tras su definitiva
conquista cristiana de 1.312, es la consagrada a Santa María que por
ello se titula la Mayor. La advocación más antigua en Alcaudete de
la que tenemos noticias, a través del gran hombre de letras,
historiador, y polígrafo, Alfredo Cazaban, Cronista Provincial y uno
de los más altos valores que ha dado la Provincia de Jaén, es la de
Nuestra Señora de la Antigua que sitúa en el siglo XIV, de la que en
palabras de Cazaban “pronto los hijos de Alcaudete formaron la
venerable cofradía de la Virgen de la Antigua, santa reliquia,
adornada de todo el espíritu guerrero cristiano medieval, creada y
sostenida al amparo de la que aquí vino en el arzón de la silla de
montar de un hidalgo para reinar más cerca de los corazones, la
“gloriosa”. Con el nombre de “Gloriosa” se refería D. Alfredo a la
imagen que los conquistadores cristianos llevaban siempre consigo y
que entronizaban en los lugares que conquistaban. La imagen de la
Antigua siempre ocupó un lugar importante en la Iglesia Mayor del
Pueblo, en la capilla que existe al final del lateral izquierdo de la
misma.
Esto lo dijo este cronista provincial en el año 1.916 cuando
vino a Alcaudete a pronunciar el discurso como mantenedor de los
Juegos Florales dedicados a la Virgen de la Fuensanta organizados
por la Asociación de la Caridad de este pueblo, que efectuaba una
meritoria labor, especialmente con la infancia. Este discurso fue en
realidad el primer pregón que se dio a Nuestra Virgen, amantísima
Patrona.
Señora de la Fuensanta,
Fuente de todo consuelo,
Destino de nuestro fervor,
De nuestras penas remedio,
De nuestros campos protectora,
De nuestros mayores aliento,
De nuestros hijos promesa
De alcanzar sus sueños.
190
En las orillas de tu manto,

Más arriba del firmamento,
Cuida de nuestros seres queridos
Allá en el Cielo
Madre hermosa, acuérdate

De tus hijos de de Alcaudete
Que tuvieron que irse
Lejos de su pueblo.
Que en el
ocaso de sus
vidas
En ti ponen sus
recuerdos y
anhelos,
Y que a hijos y
nietos
Transmiten su
devoción,
Reina del
Universo.
En cuanto a la
Virgen de la
Fuensanta la
primera noticia
escrita que de
ella tenemos
corresponde al
año 1.511 en el que con motivo del Sínodo Provincial se hace una
relación de las ermitas existentes en nuestro pueblo, citándose a la de
la Fuen Santa entre las siete que entonces aquí se levantaban: San
Cristóbal, Santa Catalina (después cementerio), San Sebastián, San
Antón, San Roque y la Santa Cruz.
Como vemos varias de ellas dedicadas a santos protectores
(San Roque y San Sebastián) contra las epidemias, por entonces
191
bastantes frecuentes, que asolaban nuestro pueblo. De la Virgen de la

Fuensanta dice a este respecto fray Jerónimo de los Reyes en su libro
sobre Nuestro Padre Jesús de 1.661 “ en una ermita vive una imagen
que apellidan Virgen de la Fuen-Santa, de quien esta villa se ha
valido en necesidades de agua y aprietos de peste”. En efecto, se

efectuaba rogativas y procesiones ante situaciones de extrema
necesidad como eran las epidemias de peste bubónica que dejaban
miles de muertos, o las pertinaces sequías que agotaban nuestros
campos. Muestra de la devoción a la Virgen de nuestros antepasados
la tenemos en que, según el autor antes citado, cito textualmente “en
el año 1608, fatigaba grandemente el hambre por la carestía del pan,
ocasionada por la falta del agua. Los vecinos desta villa de
Alcaudete por asegurar su remedio, llenos de fe llevaron en
procesión la imagen de Jesús Nazareno con la cruz a cuestas” y fue
la procesión hasta la Ermita de la Fuensanta que dista medio cuarto
de legua del pueblo. No dice si llovió o no a raíz de estas peticiones.
Pero lo que sí nos dice este pasaje del libro que las dos advocaciones
religiosas a las que se dirigían con mayor devoción los alcaudetenses
de aquella época, y posteriores, eran la especialmente milagrosa de
Nuestro Padre Jesús y la de la Virgen de la Fuensanta, a través de
cuya mediación tantos favores han alcanzado los alcaudetenses de fe
en su Santa Madre. Porque los cristianos tenemos, junto a la figura
del Dios Padre, la acogedora de una Madre, fuente de todo consuelo
192
para el pobre pecador, bajo cuya protección nos ponemos seguros de

su intercesión ante Jesús bendito.
Hay rumores de sorpresa

En las margaritas blancas
Cuando de tu ermita sales,
Virgen de la Fuensanta.
Todos los nardos suspiran

Por perfumar tu arrogancia,
Y las amapolas del campo
Visten sus mejores galas.
Eres la luna
Que iluminas nuestras plegarias.
La voz de los cantos
Que da forma a las palabras.
Cuando ante ti nos arrodillamos
Ennobleces nuestras almas.
Siempre pensamos en ti,

Luz que nos iluminas
En nuestros éxitos y fracasos,
Virtudes y faltas
Ante tal realeza,

Ante ese porte de madre amada,
No hay quien no quiera
Beber de tus aguas,
Madre adorada.
En cuanto al origen de la devoción a nuestra Virgen hemos de

estar a lo que nos marca la tradición que tampoco es muy
determinante al respecto. Todas las versiones coinciden en que la
193
Virgen se apareció a un alcaudetense. En cuanto al lugar no hay

duda, todos están de acuerdo que en las proximidades de una fuente,
de donde le vino su nombre y la erección de la ermita, su casa. De la
existencia de la fuente y de su situación tampoco existe duda.
Quedaron plenamente confirmadas durante la construcción de la
actual ermita. En efecto, en los trabajos de cimentación del actual
edificio pudo ser observado que a pesar de los siglos transcurridos y
de los múltiples pozos y perforaciones efectuadas en los parajes
cercanos, en las proximidades al lugar que ocupaba la antigua ermita
surgió un manantial de agua cristalina que hubo que encauzar hacia
un pozo al que posteriormente se tuvo que abrir una vía por la
abundancia de sus aguas. Aguas que seguramente se corresponden
con la primitiva fuente de la aparición, y a las que algunos vecinos
del pueblo atribuyen cualidades milagrosas.
En relación con la condición de la persona a la que se le
presentó, lo que me trasmitió a mí, en su día, Antonio Zamora
Olmedo, sacristán e hijo de sacristanes, cuya fiabilidad he
comprobado en otros muchos asuntos y datos dados por él, es que,
según la tradición por él escuchada en múltiples ocasiones, fue un
soldado cristiano herido en lucha contra los árabes enemigos. A
partir de aquí hay dos versiones: una que estando tomando agua de
aquella fuente para mitigar la sed que la pérdida de sangre de sus
mortales heridas le producía, invocó a la Virgen, que se le presentó,
sanando milagrosamente de ellas; la otra versión varía en que el
soldado murió besando un relicario de la Virgen que después paso a
la primera imagen de la misma. También he leído (programa de la
velada del 2.008) que fue un carbonero y que la devoción a la Virgen
viene desde el siglo XVI, sin especificar fecha.
194
195
En cuanto a la condición personal no se puede entrar en

discusión, aunque me incline mucho más por la primera opción, ya
que la condición más significativa de un guerrero cristiano de la
Reconquista, en lucha contra los infieles enemigos de nuestra fe
cristiana, despertaría mucho mayor eco religioso en el pueblo que la
persona de la segunda opción.,
Lo que ya me parece menos probable, es lo referente al
comienzo de la devoción. Resulta casi imposible creer que en los
diez primeros años del siglo XVI (puesto que en el año 1.511 está
documentada la existencia de la ermita de la Fuensanta como ya he
dicho con anterioridad) se produjese: la aparición de la Virgen, el
nacimiento y la extensión popular de su devoción, el reconocimiento
y la autorización eclesiástica para el culto a la Virgen con la
advocación de la Fuensanta, la consecución de medios económicos
para la construcción de la ermita, y la autorización del obispado para
el culto en su primitivo Santuario. Para cumplir todas estas
condiciones se requiere muchísimos más años.
Por todo ello mi opinión es que tuvo que ocurrir en el periodo
comprendido entre 1312 año de la conquista definitiva de Alcaudete
por el infante D. Pedro, hermano del rey Fernando IV, y 1492 fecha
final de la Reconquista. Y reduciendo más ese amplio periodo de
tiempo, excluimos el resto del siglo XIV, pues la frontera entre
Castilla y el reino moro de Granada era muy fluida y las
expediciones militares árabes a territorio cristiano frecuentes, lo que
hacía imposible la construcción de la ermita, ya que en alguna de
ellas la hubiesen destruido al encontrarse fuera del recinto
amurallado de la villa, y por lo tanto de imposible defensa.
Ya dentro del siglo XV se producen dos hechos que tuvieron
Alcaudete como protagonista. El primero fue el infructuoso cerco
que el rey moro Muhammad VII puso a esta villa en 1.408 en el que
el ejército granadino se aposentó en el Real Alto de nuestro pueblo,
en conmemoración de lo cual se levantó la Cruz del Humilladero.
Fracasado el intento, y tras levantar el ejército árabe su campamento,
se produjeron escaramuzas, posiblemente allí mismo, contra la
retaguardia de la formación enemiga. Luchas estas en las que pudo
ser herido el soldado del que habla la tradición, y buscar mitigar la
196
sed, que la pérdida de sangre le ocasionara, en aquella próxima

fuente.
Otro hecho ocurrió también en las proximidades del lugar de
la ubicación de la ermita. Corría el año 1.457 cuando un grupo de 50
jinetes moros procedentes de Montefrío hizo una incursión con
aviesas intenciones sobre los campos de Alcaudete. Enterados de
ello los de nuestro pueblo, organizaron un destacamento de soldados
con el que tendieron una celada a aquellos intrusos en un cerro
próximo a la actual ermita, allí se formó una refriega en la que
morirían, o caerían heridos, soldados de uno y otro bando. Huyeron
los jinetes árabes y perseguidos por los alcaudetenses murieron todos
ellos cerca ya de Alcalá. Al cerro en el que se efectuó la emboscada
desde entonces se le denomina de la Celada. Pues bien en esas
primeras luchas que se desarrollaron tan próximas a este lugar pudo
ser herido el soldado que buscó saciar su sed en la Fuente donde se
le apareció la Virgen.
La Virgen de la Fuensanta llega en Agosto
Adivinando el alba.
La emoción le acompaña.
El firmamento, rendido a su hermosura,

Se resiste a amanecer.
Y en la noche clara
quiere ser su palio
De luceros y estrellas grandes
Ese amor sencillo; pero profundo, se expresa de

múltiples maneras y situaciones, como ocurrió el 28 de Diciembre
del 1980, día en el que la Virgen fue despojada de sus joyas por unos
malnacidos que aprovechando unas circunstancias meteorológicas
muy difíciles la despojaron de ellas. Este hecho golpeó al pueblo
entero, produciendo en todos un gran impacto emocional, más que si
a cada uno de sus habitantes le hubiese sucedido. Aún me acuerdo,
pues testigo de ello fui acompañando a la Televisión que aquí se
desplazó para dar cuenta. Vi cómo subían aquella mañana por el
camino del parque a la ermita, cientos, miles de alcaudetenses, a
enterarse del suceso, y a rezar a su agraviada Patrona.
197
Vi cómo en aquel momento algunas prometían o, allí

mismo, se desprendían de sus alhajas, la mayoría muy sencillas, pero
no por ello menos gratas a Nuestra Señora, empezando por una
señorita, la primera de todas, que acompañaba al cámara de la
televisión, Mari Senise Colmenero, que entregó la mejor de las
sortijas que aquel día portaba. Pude, así mismo, comprobar el amor
del pueblo a nuestra Santísima Virgen de la Fuensanta, cuando la
iglesia se quedó chica para albergar a todos aquellos que asistir
quisieron a la fiesta de desagravio, y honor suyo, días después
celebrada.
En efecto, el tesoro que siempre ha lucido la Virgen
de la Fuensanta, resultado de la devoción y amor filial de los
alcaudetenses de muchas generaciones, ha despertado en varias
ocasiones la codicia de algunos desalmados en el transcurso de los
siglos. Estos, sin tener en cuenta el simbolismo que encierran estas
ofrendas de gentes de todas las clases y condiciones, no han dudado
en expoliar a nuestra Virgen.
198
El primer robo del que tenemos noticias es el de

principios del siglo XIX. Durante la Guerra de la Independencia, las
tropas francesas destrozaron y robaron gran parte del patrimonio
nacional en multitud de villas y ciudades de nuestro país, entre ellos
Alcaudete. Seguramente resentidos por la feroz resistencia que le
había ofrecido nuestro pueblo no tuvieron otro modo de tomar
represalias que despojando a la Virgen de sus joyas, y quemando su
archivo. Aparte del referido al principio sé de otro, sin que conozca
su fecha, por un largo romance popular que con ese motivo se
compuso y que en unas de sus partes, referidas al robo, dice, con la
ingenuidad propia de estas composiciones:
¡ Anda, villano insolente,

Que le has quitado a la Virgen
La corona de su frente!.
¡Anda, villano malvado
Que le has quitado a la Virgen
Los anillos de sus manos!.
No se puede llamar
Hijo de esta madre bendita,
Tiene que proceder
De una raza maldita.
Le compraron la corona
Y los anillos también
Los hijos de Alcaudete
Que le tiene mucha fe.
Etc. Etc.
Ese amor filial y esa fe popular a prueba de toda

adversidad, fue demostrada cuando a raíz de los terremotos de 1949
la vieja ermita quedó muy deteriorada, e interrumpido el culto en la
misma, a causa de su ruina en 1.951. Durante todo este tiempo la
Virgen tuvo por casa la iglesia conventual del Carmen.
Dado el estado en el que se encontraba la ermita se
pensó en derribarla completamente y construir en su solar una nueva.
199
Este pueblo, Virgen bendita, quiso construir de nuevo tu

casa, acogedora mansión, para que pudieras tener a tu Hijo en brazos
todo el año, para que reines aquí arriba, en la parte alta de nuestro
pueblo, para que recibas en tus puertas a los que, desde tierras
próximas, o lejanas, vuelven a tu pueblo, a Alcaudete, y llenos de
amor y añoranza se postran a tus pies. Y para los que en el pueblo
ponen en ti su Norte y guía, siendo de ellos compañera segura y
valedora eficaz.
A ello se aplicaron la Cofradía con esfuerzo y denuedo,

iniciándose las obras, que dada la magnitud de su proyecto
arquitectónico, avanzaban lentamente, por lo que de común acuerdo
se estableció que por cada kilo de aceituna se aportara cinco
céntimos para la construcción y ornato de este bello edificio, al que
aún llamamos santuario y ermita; pero que por sus dimensiones y
magnificencia puede parangonarse con los más vetustos templos. No
se merecía menos nuestra Patrona. A raíz de esta medida las obras,
bajo la dirección técnica del arquitecto local, Francisco de Paula
López García Infante, y la supervisión del maestro de obras Juan
Vallejo, pudieron ser acabadas en el año 1.963, inaugurándose el
edificio por el entonces obispo de Jaén, Romero Mengíbar, en
Agosto de ese año.
PREGONERO EL PUEBLO
Por ello, agradeciendo a la Cofradía de la Virgen de la
Fuensanta mi designación como pregonero, quiero manifestar que el
verdadero pregonero de la Virgen es el pueblo de Alcaudete,
vosotros amantes hijos de nuestra Patrona, devotos alcaudetenses,
200
que escribís todos los días del año el pregón más auténtico, aquel que
no necesita de palabras, ni de retórica, ni de adornos lingüísticos y
literarios, aquel que escriben las gentes sencillas con su devoción y
amor.
Pregón que se hace, desde nuestras casas, o ante la
Virgen subiendo a su ermita, cuando postrados ante su imagen le
contamos con fervor, en conversación íntima, nuestras cuitas,
angustias y esperanzas, seguros de que en nuestras tribulaciones nos
oirá amorosamente como madre tiernísima que es. Cuando le
referimos nuestros éxitos y fracasos, pidiendo, a nuestra Santa
Abogada, favores por nosotros y nuestros seres queridos, en la
confianza de que por su intermediación nos los concederá su Divino
Hijo. Cuando, llenos de gozo, como hijos agradecidos, les damos las
gracias por los dones recibidos, a ella que, como buena madre,
siempre está dispuesta a donarlo todo.
Porque pregoneros de la Virgen son todos aquellos
que, en silencio, sin alardes ni estridencias, en oración cotidiana,
llevan impreso en su corazón el amor a la Virgen de la Fuensanta.
He querido, pues, con este pregón expresar lo que el
alma siente y los labios callan, lo que los ojos de esas personas
sencillas pregonan cuando los dirigen a su Virgen Santísima de la
Fuensanta.
FINAL
Por encima de todas las consideraciones que puedan ser
expuestas, un hecho incuestionable es que en Alcaudete nació hace
muchos siglos una gran devoción a la Santísima Virgen, Madre de
Dios, bajo la advocación de la Fuensanta, a la que todos los
alcaudetenses, de generación en generación, estamos unidos por
lazos sagrados de amor, que al pronunciar reverente su nombre
nuestro corazón siente todo el fervor de las creencias, y todos los
afectos puros, nobles y generosos del espíritu que cree en Dios.
Por ello te decimos:
201
Dios te salve
Plena de amor
Y de gracia
Patrona nuestra
Dios te salve
En ti confiamos los pecadores
Pues nuestra corredentora tu eres
A ti llamamos,
raudal de agua fresca,
para limpiarnos de pecados
estrella refulgente.
Ea pues, Señora,
Mediadora nuestra,
Pide por nosotros
A Jesús, tu hijo,
Consuelo y amparo de Alcaudete.
¡Oh, amantísima!.
¡Oh, dulcísima!.
De la Fuensanta, Virgen María.
Cuida de nosotros,
Fuente de amor purísima,
Para poder
A tu lado estar
Al final de nuestras vidas.
He terminado. Gracias
202
ÍNDICE
VIRGEN DE LA FUENSANTA
La Virgen de la FuensantaTradiciónReligiosa .................... 4
Cofradías de la Virgen de la Fuensanta .................................. 7
Favores de la Virgen de la Fuensanta .................................... 15
Ermita antigua ......................................................................... 34
La Virgen de la Fuensanta en la Poesía. .................................. 41
Robos a la Virgen de la Fuensanta............................................ 47
Novenas a la Virgen de la Fuensanta........................................ 53
Novena del 1.856………………………………………………. 54
Novena del 1.947……………………………………………… .72
Juegos Florales en honor de la V. de la Fuensanta........ ……. . 97
Discurso de A. Cazabán Laguna………..…………………… .100
Himno a la Virgen de la Fuensanta........................................... 126
Estatutos de la Cofradía
Primeros estatutos……………………………………….. 139
Segundos estaturos………………………………………. 145
Terceros estatutos………………………………………. 148
Últimos estatutos…………………………………………158
Pregón del 2.009………………………………………………. 179

203

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VIRGEN DE LA FUENSANTA DE ALCAUDETE

ANTONIO RIVAS MORALES

EDITA: ANTONIO RIVAS MORALES

DEPÓSITO LEGAL: GR/ 3.000- 2.010

A partir de aquí hay dos versiones: una dice que el

moros en nuestra comarca, hacía poco factible el levantar una

lo había sido Santa Teresa de Jesús.

En otros tiempos todo el paraje próximo a la ermita de

sucedido, que acabase con sus escasos ingresos. Muchos de

mientras derramaban abundantes lágrimas.

El santero volvió a las andadas:

cofradía. Durante algunos años coexistieron ambas cofradías y se

“Es un altísimo honor para todos los alcaudetenses

de buenos alcaudetenses, para llamarse hermanos en esta parte

ERMITA DE LA VIRGEN DE LA FUENSANTA

sus desvelos, actividades y voluntad.

NIÑO JESUS DE LA VIRGEN

Alcaudete y la Stma. Virgen de la

esta hoja escrito encuentres a anhelos de milagrería, ni que le

Jaén y noviembre de 1929.

parálisis. Toda mi familia admiraron la rapidez de mi

ARCOS Y JUNCIA EN LA PROCESIÓN

Estaba mi hijo bastante grave en la cama con un

Hallábase la familia del Dr. Casana, de Córdoba, en

El mismo señor, don Luis Merino, en cierta ocasión, al

fue enorme al ver destrozado el dedo de su hijo. Encomendose a

El primer año que fue la procesión de Nuestra Patrona

de la tormenta. Y como le dijese su madre que aquella no era una

en sus brazos». Todos los presentes embargados por la

María Antonia, mujer de Eduardo Vázquez, la Santera

Un soldado de este pueblo, que cumplía sus deberes

en la que le enviaban una fotografía de la Santísima Virgen de

Manuela Garrido Jiménez, la Sabia, cayó enferma y tan

sanase, si le convenía. Pasado un rato en ora- ción se la oyó

Elisa Moya González está muy reconocida a la Santísima

Los soldados de Alcaudete que se hallaban en la guerra de

puesto en aquellos días.

D. Antonio Ortega y toda su familia son devotísimos de la

Presentación Baltanás, padecía tuberculosis y

Ana Montilla de la Rosa ofreció mandar celebrar una

Antonio Herrador y su mujer aseguran que son

apuros y consiguieron ir colocando a los hijos y a las hijas

Unos catorce años tendrían D. Salustiano Torres García y su

D. Francisco Camacho, conocido por el Alcalde Camacho,

sufrió hace bastantes años la amputación de una pierna. Tenía

PUERTA DE ENTRADA LATERAL

Aquella misma luz que le había alumbrado por de fuera

La señorita Cristobalina Herrera Romero llevaba

El labrador del Cortijo de San José, en los temporales

envueltos por la corriente, desaparecieron a la vista de la

Las ilustres señoritas de Aguilera y Lechuga están

Ramona Alcalá tenía un niño paralítico de la cintura

en aquel mismo momento hallándose al cabo de poco tiempo

Filomena de la Rosa también ha experimentado en diversas

Un hijo casado, de Fulgencia Gallardo, fue victima de

Fulgencia en su casa encontrándose a su hijo tranquilo, v al

llevarla a que el médico la viese por estar viviendo en un

cortijo bastante alejado del pueblo y viendo que su hija se le

Doña María del Pilar Mumbrú de Funes, obsequió con

VISTA EXTERIOR DE LA ERMITA

Con licencia eclesiástica.

PLANO DE LA ERMITA ANTIGUA

Jaén, que últimamente está siendo convenientemente catalogado