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1.

Autoestima infantil

La autoestima infantil es un aspecto fundamental del desarrollo emocional y


psicológico de los niños. Se refiere a la percepción que los niños tienen de sí
mismos y de su valor personal. La autoestima puede influir en el comportamiento,
las relaciones sociales y el bienestar emocional de los niños, es importante
entender cómo se desarrolla la autoestima en la infancia, así como los factores
que pueden afectar positiva o negativamente su formación, la autoestima puede
ser considerada como un componente clave del desarrollo infantil y es
fundamental para el crecimiento saludable y la felicidad de los niños.

1.1 Definición y concepto de autoestima infantil

La autoestima es un concepto fundamental en el desarrollo de la personalidad y el


bienestar emocional de los niños, la forma en que los niños se perciben a sí
mismos tiene un impacto significativo en su capacidad para afrontar los desafíos y
lograr sus metas en la vida. Si bien la autoestima se considera una construcción
individual, también está influenciada por factores sociales y culturales que surgen
la forma en que los niños se ven a sí mismos y su lugar en el mundo

(Heinsen, 2012) Indica que está influenciada por las interacciones y las relaciones
sociales que los niños experimentan en su vida diaria. Los niños construyen su
auto concepto a través de los comentarios que reciben de las personas que los
rodean, como familiares, amigos, compañeros de clase y maestros. El ambiente
social en el que los niños crecen puede tener un impacto significativo en su
autoestima, los niños que reciben críticas constantes o experimentan rechazo
social pueden desarrollar una baja autoestima, mientras que los niños que reciben
apoyo y reconocimiento pueden desarrollar una autoestima saludable, además de
las interacciones sociales, la autoestima también es una construcción cultural. Los
valores, creencias y creencias culturales pueden influir en cómo los niños se
perciben a sí mismos y cómo se comparan con los demás. En algunas culturas, la
autoafirmación y la expresión de logros se consideran desagradables o
inapropiadas, lo que puede llevar a una menor autoestima en los niños y hay
culturas donde se valora la competencia y la individualidad, los niños pueden
desarrollar una autoestima más alta en relación con sus logros y habilidades. Es
importante tener en cuenta estas influencias culturales al evaluar y promover la
autoestima en niños de diferentes orígenes culturales.

La autoestima es una construcción compleja y multifacética que se ve afectada


tanto por factores individuales como por factores sociales y culturales. La forma en
que los niños se perciben a sí mismos y su capacidad para afrontar los desafíos
de la vida están influenciados por las interacciones y relaciones sociales que
experimentan, así como por las normas, valores y creencias culturales que se les
transmiten. Por lo tanto, para comprender y promover la autoestima saludable en
los niños, es importante considerar estas influencias sociales y culturales, así
como las características individuales de cada niño. En el siguiente apartado, se
analizarán las diferencias en la autoestima de niños de hogares funcionales y
disfuncionales en Quetzaltenango.

1.2 La autoestima como construcción social

La autoestima es un concepto psicológico clave que se refiere a la percepción que


una persona tiene de sí mismos personales ya la valoración que hace de sus
propias habilidades, logros y características. La autoestima se considera un factor
importante en el bienestar psicológico y emocional de los individuos, y se ha
demostrado que está relacionado con la salud mental, la adaptación social y la
calidad de vida. Sin embargo, la autoestima no es un rasgo fijo o innato, sino que
es una construcción social que se desarrolla a lo largo del tiempo a través de la
interacción con el entorno social y cultural.

(Casaleiz, Gómez , 2018) Explica que la autoestima como construcción social implica
que la percepción que una persona tiene de sí misma no es solo el resultado de
sus características individuales, sino que está influenciada por las interacciones y
las relaciones sociales que los niños experimentan en su vida diaria. Los niños
construyen su auto concepto a través de los comentarios que reciben de las
personas que los rodean, como familiares, amigos, compañeros de clase y
maestros. Por lo tanto, el ambiente social en el que los niños crecen puede tener
un impacto significativo en su autoestima. Por ejemplo, los niños que reciben
críticas constantes o experimentan rechazo social pueden desarrollar una baja
autoestima, mientras que los niños que reciben apoyo y reconocimiento pueden
desarrollar una autoestima saludable.

Además de las interacciones sociales, la autoestima también es una construcción


cultural. Los valores, creencias y creencias culturales pueden influir en cómo los
niños se perciben a sí mismos y cómo se comparan con los demás. Por otro lado,
en culturas donde se valora la competencia y la individualidad, los niños pueden
desarrollar una autoestima más alta en relación con sus logros y habilidades.

Los valores culturales también pueden influir en la forma en que los niños
construyen su autoestima en términos de género y estereotipos de género. Por
ejemplo, en algunas culturas, se espera que los niños sean fuertes, valientes y
agresivos, mientras que se espera que las niñas sean dóciles, amables y
cuidadoras. Estos estereotipos pueden llevar a los niños a compararse con los
demás en función de su género ya sentirse más o menos valiosos en función de
su capacidad para cumplir con estas expectativas culturales. Además, la
discriminación y el prejuicio basados en la identidad de género pueden socavar la
autoestima de los niños y hacer que se sientan excluidos o rechazados.

La autoestima como construcción social es un proceso complejo y multifacético


que la interacción entre las características individuales, las interacciones sociales
y las influencias culturales. Es importante tener en cuenta estas diversas
influencias al comprender cómo los niños construyen su autoestima y cómo se
puede promover una autoestima saludable en ellos.

1.3 La autoestima como evaluación subjetiva del valor propio

La autoestima es un concepto fundamental en la psicología y se refiere a la


evaluación subjetiva que una persona hace de su propio valor y habilidades. La
autoestima se forma a lo largo de la vida y puede estar influenciada por diversos
factores, como la cultura, el entorno social y las experiencias personales. Es
importante destacar que la autoestima no es una característica fija o inmutable,
sino que puede fluctuar a lo largo del tiempo y en diferentes situaciones.

(Ramírez, 2018) Indica que en este sentido, la autoestima como evaluación subjetiva
del valor propio se refiere a la capacidad de una persona para juzgar su propio
valor y competencia en diferentes ámbitos de su vida, como el académico, laboral,
social y personal. Esta evaluación subjetiva puede estar influenciada por factores
internos, como las creencias y percepciones individuales, así como por factores
externos, como las comparaciones sociales y las expectativas de los demás. Un
aspecto clave de la autoestima es que puede afectar el bienestar emocional y la
capacidad de una persona para enfrentar desafíos y superar obstáculos en la vida.

La autoestima como evaluación subjetiva del valor propio es un concepto


fundamental en la psicología y puede ser influenciada por múltiples factores
internos y externos, la capacidad de una persona para juzgar su propio valor y
competencia puede tener importantes implicaciones para su bienestar emocional y
su capacidad para enfrentar los desafíos de la vida.

1.4 El desarrollo de la autoestima en la infancia y la adolescencia

La autoestima es la valoración que una persona hace de sí mismos en términos de


su capacidad para enfrentar y superar los desafíos de la vida. Es una dimensión
fundamental del desarrollo humano que comienza a formarse desde la infancia y
continúa evolucionando durante la adolescencia y la edad adulta. La autoestima
se relaciona con la percepción que una persona tiene sobre su valor personal, su
capacidad para resolver problemas, su habilidad para establecer relaciones
interpersonales satisfactorias y su capacidad para regular sus emociones.
(Delgado, 2013) Explica que durante la infancia, la autoestima se forma a partir de
las interacciones que el niño tiene con sus padres y otros cuidadores. Si estos
adultos ofrecen al niño un ambiente seguro y afectuoso, en el que se le anima a
explorar y aprender de sus experiencias, el niño desarrollará una imagen positiva
de sí mismo. Por otro lado, si los adultos son críticos o exigentes, o si el niño se
siente rechazado o ignorado, es probable que se sienta inseguro e inadecuado. En
la adolescencia, la autoestima se ve influenciada por factores como la aceptación
social, el rendimiento académico y deportivo y la capacidad para establecer
relaciones amorosas. Es una época en la que la autoimagen y el sentido de
identidad se transforman, lo que puede ser difícil para algunos jóvenes.

Durante la adolescencia, es importante que los jóvenes aprendan a ser autónomos


ya confíen en sus habilidades. Esto se logra a través de la exploración y la
experimentación en diferentes áreas de la vida, como la educación, el trabajo y las
relaciones personales. Cuando los jóvenes tienen éxito en estas áreas, su
autoestima se fortalece y se siente más capaz de enfrentar los desafíos del futuro.
Por otro lado, si los jóvenes no se sienten competentes en estas áreas, pueden
experimentar una disminución en su autoestima y una sensación de
desesperación sobre su futuro. Es importante que los adultos que rodean a los
jóvenes, como padres y maestros, les brinden el apoyo y la orientación necesaria
para que desarrollen una autoestima saludable.

(Heinsen, 2012) Explica que la autoestima es una dimensión fundamental del


desarrollo humano que comienza a formarse desde la infancia y continúa
evolucionando durante la adolescencia y la edad adulta. La autoestima se
relaciona con la percepción que una persona tiene sobre su valor personal, su
capacidad para resolver problemas, su habilidad para establecer relaciones
interpersonales satisfactorias y su capacidad para regular sus emociones. Durante
la infancia, la autoestima se forma a partir de las interacciones que el niño tiene
con sus padres y otros cuidadores, mientras que en la adolescencia se ve
influenciada por factores como la aceptación social, el rendimiento académico y
deportivo y la capacidad para establecer relaciones amorosas. Es importante que
los adultos que rodean a los jóvenes, como padres y maestros, les brinden el
apoyo y la orientación necesaria para que desarrollen una autoestima saludable.
Al fomentar una autoestima saludable en la infancia y la adolescencia, podemos
ayudar a los jóvenes a desarrollar la confianza y la resiliencia necesarias para
enfrentar los desafíos de la vida de manera efectiva.

1.2 Teorías sobre la formación de la autoestima en la infancia.

(Bautista, Hernández , 2020) Explica que la autoestima es un concepto fundamental en


la psicología del desarrollo, que se refiere a la valoración que una persona tiene
sobre sí misma y su capacidad para enfrentar los desafíos de la vida. Desde el
punto de vista de la psicología, la autoestima se forma a partir de la interacción
entre factores internos, como la personalidad y las habilidades y factores externos,
como la interacción social y las experiencias de vida. En este sentido, a lo largo de
la historia, se han propuesto varias teorías sobre cómo se forma la autoestima en
la infancia, algunas de estas teorías enfatizan la importancia de la interacción
social y la retroalimentación positiva de los padres y cuidadores, mientras que
otras ponen el énfasis en la percepción que los niños tienen de su propia
competencia y habilidades.

 Teoría del aprendizaje social de Bandura

La Teoría del Aprendizaje Social de Bandura es una teoría psicológica que se


enfoca en la importancia del aprendizaje a través de la observación y la imitación
de modelos en el desarrollo de la personalidad. Según Bandura, el
comportamiento humano no es determinado únicamente por factores internos
como las necesidades, motivaciones y rasgos de personalidad, sino que también
se ve influenciado por factores externos como el ambiente y los modelos de
comportamiento.
(Philip, 1997) Menciona que el desarrollo de la Teoría del Aprendizaje Social de
Bandura: La teoría de Bandura se enfoca en la observación y la imitación de
modelos de comportamiento como un proceso clave en el aprendizaje humano.
Según esta teoría, las personas pueden aprender nuevos comportamientos y
habilidades observando a otros y siguiendo sus ejemplos. Bandura también
enfatizó la importancia de la autoeficacia, es decir, la creencia de que una persona
puede desempeñar una tarea o un comportamiento exitoso. Según Bandura, la
autoeficacia se puede mejorar a través de la observación de modelos exitosos y el
refuerzo positivo.

La Teoría del Aprendizaje Social de Bandura ha tenido muchas aplicaciones en la


psicología y la educación el cual se ha utilizado para desarrollar técnicas de
modificación de comportamiento en terapia, así como para mejorar los métodos de
enseñanza en el aula. La teoría también ha sido utilizada para explicar cómo las
personas adquieren actitudes y valores, así como para comprender la influencia
de los medios de comunicación en el comportamiento humano. La Teoría del
Aprendizaje Social de Bandura ha sido una contribución importante a la
comprensión del comportamiento humano y ha tenido un impacto significativo en
una variedad de campos.

(Philip, 1997) Indica que la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura ha sido una
contribución importante a la comprensión del comportamiento humano. La teoría
se enfoca en la observación y la imitación de comportamiento como un proceso
clave en el aprendizaje humano, y enfatiza la importancia de la autoeficacia en la
adquisición de nuevas habilidades y comportamientos. Además, la teoría ha tenido
una amplia variedad de aplicaciones prácticas en la psicología y la educación,
incluida la modificación del comportamiento en terapia y el desarrollo de métodos
de enseñanza efectivos en el aula. La Teoría del Aprendizaje Social de Bandura
ha sido una contribución importante a la comprensión del comportamiento humano
y ha tenido un impacto significativo en una variedad de campos.

La Teoría de la Identidad de Erikson es una teoría del desarrollo psicosocial que


se centra en la formación de la identidad personal y social a lo largo de la vida.
Esta teoría se complementa con la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura, ya
que ambas teorías enfatizan la importancia del ambiente social y de los modelos
de comportamiento en el desarrollo de la personalidad. A diferencia de la Teoría
del Aprendizaje Social, que se centra en el aprendizaje de habilidades y
comportamientos específicos, la Teoría de la Identidad de Erikson se enfoca en la
formación de una identidad coherente y estable que permite a las personas
comprender quiénes son y cómo se relacionan con el mundo que las rodea.

 Teoría de la identidad de Erikson

Erik Erikson fue un psicólogo y psicoanalista que desarrolló una de las teorías más
destacadas sobre el desarrollo psicosocial. Su teoría se enfoca en la importancia
de la interacción entre la persona y el entorno social para la formación de la
identidad a lo largo de la vida. En su teoría, Erikson describe ocho etapas del
desarrollo psicosocial que se dan desde el nacimiento hasta la vejez.

(Erikson, 2004) Menciona que una de las principales contribuciones de la teoría de


Erikson es su enfoque en la formación de la identidad a través de las diferentes
etapas del desarrollo. Según su teoría, la identidad se forma a partir de la
integración de las experiencias individuales con los valores y expectativas
sociales. Erikson enfatiza la importancia de la identidad para el bienestar
emocional y social de la persona, y sugiere que la falta de una identidad clara
puede llevar a la confusión y la inseguridad.

La Teoría de la Identidad de Erikson es una de las más destacadas en el campo


del desarrollo psicosocial. Su enfoque en la formación de la identidad a través de
las etapas del desarrollo y la integración de las experiencias individuales con los
valores sociales ha sido de gran importancia para comprender el papel de la
identidad en el bienestar emocional y social de las personas.

La Teoría de la Comparación Social de Festinger se enfoca en cómo las personas


utilizan la comparación social para evaluar sus propias habilidades, actitudes y
opiniones. Esta teoría sostiene que las personas buscan sobre sí mismas y sus
habilidades comparándose con los demás, y que esta comparación puede tener
un impacto significativo en su autoestima y en cómo se perciben a sí mismas. En
este sentido, la Teoría de la Comparación Social de Festinger se relaciona con la
autoestima y cómo ésta puede ser influenciada por la comparación con otros.

 Teoría de la comparación social de Festinger

La Teoría de la Comparación Social de Festinger es una de las teorías más


importantes en el estudio de la psicología social. Esta teoría sostiene que las
personas tienen una necesidad innata de evaluar su propia habilidad y valoración
personal, y que lo hacen a través de la comparación con los demás, la
comparación social es un proceso mediante el cual las personas evalúan su propia
conducta, habilidades y opiniones en relación con las de los demás. En este
sentido, la Teoría de la Comparación Social de Festinger ha tenido una gran
influencia en la comprensión de la autoevaluación y la autoestima.

(Paéz et.al. , 1992)Comenta que desde la perspectiva de la Teoría de la Comparación


Social de Festinger, las personas buscan compararse con individuos que sean
similares a ellos en algún aspecto, ya sea en edad, género, nivel educativo, y
sostiene que las personas prefieren compararse con individuos que considerando
iguales o similares a ellos, ya que esto les permite obtener una evaluación más
precisa de su propia habilidad y valoración personal. Festinger señala que las
personas también buscan compararse con individuos que perciben como
superiores a ellos, ya que esto les proporciona un incentivo para mejorar y lograr
metas mayores.

La Teoría de la Comparación Social de Festinger también sostiene que las


personas pueden experimentar diferentes emociones en función del resultado de
la comparación social. Si una persona se compara con alguien que percibe como
superior y obtiene un resultado desfavorable, puede experimentar emociones
negativas como la envidia o la frustración. Por otro lado, si la persona se compara
con alguien que se percibe como inferior y obtiene un resultado favorable, puede
experimentar emociones positivas como la satisfacción o el orgullo. En cualquier
caso, la comparación social juega un papel fundamental en la forma en que las
personas perciben y evalúan su propio valor y habilidades.
La Teoría de la Comparación Social de Festinger nos muestra que los seres
humanos tienen una necesidad innata de evaluarse y compararse con los demás
para poder determinar su propio valor y habilidades. A través de estas
comparaciones, las personas pueden experimentar una amplia gama de
emociones que pueden afectar su autoestima y bienestar emocional, es
importante tener en cuenta que, aunque la comparación social puede ser una
herramienta útil para evaluar nuestras habilidades, también puede ser una fuente
de estrés y ansiedad si no se maneja adecuadamente. Al fomentar la conciencia y
la comprensión de la comparación social, podemos ayudar a las personas a
desarrollar estrategias más efectivas para manejar las emociones negativas que
pueden surgir de la comparación social, al tiempo que fomentamos una evaluación
más realista y saludable de nosotros mismos. Al hacerlo, podemos trabajar hacia
una sociedad más saludable y emocionalmente equilibrada.

1.3 Indicadores de la autoestima infantil

La autoestima es un aspecto fundamental del desarrollo psicológico y emocional


de los niños. Una autoestima saludable se asocia con un mejor bienestar mental,
una mayor capacidad para enfrentar situaciones difíciles y una mayor resiliencia.
Por lo tanto, es importante para los padres, educadores y profesionales de la salud
mental entender los indicadores de la autoestima infantil. Estos indicadores
pueden proporcionar información valiosa sobre la autoimagen del niño y pueden
ser útiles para identificar problemas de autoestima y tomar medidas para
abordarlos. En este contexto, se presenta una revisión de los principales
indicadores de la autoestima infantil.

(Madrid, Pascual,, 2022) Explica que los indicadores de la autoestima infantil pueden
manifestarse de diversas maneras. Uno de los indicadores más evidentes es el
comportamiento del niño. Los niños con una autoestima saludable suelen ser más
seguros de sí mismos, se sienten cómodos en situaciones sociales y son capaces
de expresar sus sentimientos y necesidades, los niños con baja autoestima
pueden parecer más tímidos, retraídos y evitar situaciones sociales o pueden
mostrarse agresivos como forma de compensación.
Otro indicador importante es la percepción de que el niño tiene de sí mismo. Los
niños con una autoestima saludable suelen tener una visión positiva de sí mismos
y de sus habilidades. Por el contrario, los niños con baja autoestima pueden tener
una percepción negativa de sí mismos y sentir que no son lo suficientemente
buenos en determinadas áreas. Estas percepciones pueden influir en su
autoimagen y en su capacidad para enfrentar situaciones difíciles.

En la investigación sobre la autoestima infantil, se ha encontrado que la


autoevaluación de la competencia académica y social es un factor importante que
puede influir en la construcción de la autoestima. Esta autoevaluación se refiere a
la percepción que el niño tiene de sus habilidades en el ámbito académico y en las
relaciones sociales con sus pares. La teoría de la comparación social de Festinger
también puede jugar un papel importante en este proceso, ya que los niños
pueden comparar sus habilidades con las de sus compañeros y esto puede afectar
su autoevaluación y, por lo tanto, su autoestima.

 Autoevaluación de la competencia académica y social

La autoevaluación de la competencia académica y social se refiere a la capacidad


de los niños para valorar sus propias habilidades y destrezas en el ámbito escolar
y social. La evaluación de la competencia académica se enfoca en las habilidades
de lectura, escritura y matemáticas, así como también en el rendimiento
académico en general. Por otro lado, la evaluación de la competencia social se
enfoca en las habilidades sociales, la capacidad para establecer relaciones
interpersonales satisfactorias y la resolución de conflictos de manera efectiva. Es
importante destacar que la autoevaluación de la competencia académica y social
puede influir en la autoestima infantil, ya que los niños pueden sentirse más
seguros y satisfechos con ellos mismos si se perciben a sí mismos como
competentes en estas áreas.
(Caballero, 2022) Menciona que en cuanto a la autoevaluación de la competencia
académica, se ha encontrado que los niños que se perciben a sí mismos como
más competentes en esta área tienen una autoestima más alta en comparación
con aquellos que se perciben como menos competentes. La autoevaluación de la
competencia académica también puede afectar la motivación y el rendimiento
académico, ya que los niños que se perciben a sí mismos como competentes
tienden a tener más confianza en su capacidad para enfrentar desafíos y resolver
problemas.

En cuanto a la autoevaluación de la competencia social, se ha encontrado que los


niños que se perciben a sí mismos como más competentes en esta área también
tienen una autoestima más alta y una mejor calidad de relaciones interpersonales.
Además, la autoevaluación de la competencia social puede influir en la capacidad
de los niños para resolver conflictos de manera efectiva y para establecer
relaciones saludables con sus pares y adultos.

La autoevaluación de la apariencia física es otro aspecto relevante en el desarrollo


de la autoestima infantil. La forma en que los niños perciben su propia apariencia
puede tener un impacto significativo en su autoestima y en su capacidad para
relacionarse con los demás. En este sentido, la teoría de la comparación social de
Festinger también puede ser aplicable, ya que los niños pueden compararse con
sus compañeros y amigos en términos de apariencia física y sentirse mejor o peor
consigo mismos en función de esta comparación.

 Autoevaluación de la apariencia física

La autoevaluación de la apariencia física es un componente importante de la


autoestima en niños y adolescentes. Desde temprana edad, los niños comienzan a
comparar su aspecto físico con el de otros, lo que puede tener un impacto
significativo en su autoestima y bienestar emocional. Además, la apariencia física
es una de las principales preocupaciones de los adolescentes, y puede afectar su
percepción de sí mismos, sus relaciones interpersonales y su rendimiento
académico.
(UNESCO, 2020) Indica que la autoevaluación de la apariencia física se refiere a la
forma en que los niños y adolescentes evalúan su aspecto físico en relación con
los estándares culturales y sociales. Estos estándares suelen ser influenciados por
los medios de comunicación, la publicidad y las redes sociales, que presentan
imágenes idealizadas de la belleza y el atractivo físico. Como resultado, muchos
niños y adolescentes pueden sentir que no cumplen con estos estándares, lo que
puede afectar negativamente su autoestima.

La autoevaluación de la apariencia física también puede verse influenciada por


factores como la raza, la etnia, la edad y el género. Por ejemplo, algunos estudios
han encontrado que las niñas tienen más probabilidades que los niños de sentirse
insatisfechas con su apariencia física. Además, los niños y adolescentes de
grupos étnicos minoritarios pueden enfrentar presiones adicionales relacionadas
con su apariencia física, como la discriminación racial o el acoso escolar. Como
resultado, es importante considerar estos factores al evaluar la autoestima de los
niños y adolescentes en relación con su apariencia física.

Es común que los niños y jóvenes participen en actividades deportivas como una
forma de diversión y desarrollo personal. A través de la práctica deportiva, los
niños pueden fortalecer su autoestima, mejorar su estado de ánimo y aprender
habilidades sociales valiosas. La autoevaluación de las habilidades deportivas se
refiere a la forma en que los niños y jóvenes perciben su rendimiento en
actividades deportivas y cómo esto afecta su autoestima. Es importante entender
la relación entre la autoevaluación de las habilidades deportivas y la autoestima,
ya que puede tener un impacto significativo en el bienestar emocional y físico de
los niños.

 Autoevaluación de las habilidades deportivas

La autoevaluación de las habilidades deportivas se refiere a la capacidad de un


individuo para evaluar su propio desempeño en actividades físicas. Esta
evaluación puede ser positiva o negativa y puede influir en la percepción de uno
mismo en cuanto a su capacidad atlética y su valor como persona. La
autoevaluación de las habilidades deportivas es un aspecto importante de la
autoestima de los niños y jóvenes, ya que el rendimiento en los deportes a
menudo se asocia con la competencia y el éxito en otras áreas de la vida.

(García-Naveira, Locatelli, 2016) Comentan que la autoevaluación de las habilidades


deportivas se puede ver influenciada por varios factores, como la percepción del
propio cuerpo, la experiencia previa en deportes y la comparación con los demás.
Los niños y jóvenes que tienen una buena autoevaluación de sus habilidades
deportivas tienden a tener una autoestima más alta y una mayor confianza en sí
mismos. Por otro lado, aquellos que tienen una baja autoevaluación pueden
experimentar sentimientos de inferioridad y evitar participar en actividades
deportivas. La autoevaluación de las habilidades deportivas puede ser influenciada
por la forma en que los adultos, como padres y entrenadores, brindan
retroalimentación sobre el desempeño deportivo del niño o joven. Es importante
que se proporcione una retroalimentación constructiva y enfocada en el esfuerzo y
la mejora en lugar del resultado final para fomentar una autoevaluación positiva de
las habilidades deportivas.

La autoevaluación de las habilidades deportivas es un aspecto importante de la


autoestima en niños. El rendimiento y la habilidad en un deporte pueden influir en
cómo los niños se ven a sí mismos y cómo son percibidos por los demás. Además,
la autoevaluación en este ámbito puede afectar su motivación para continuar
practicando el deporte y mejorar sus habilidades. Por lo tanto, es importante que
los niños reciban apoyo y orientación adecuada para mejorar sus habilidades
deportivas y desarrollar una autoevaluación positiva en este ámbito.

1.4 Factores que influyen en el nivel de autoestima de los niños

1.4.1 Influencia de los padres en la autoestima infantil

 Estilos parentales y su relación con la autoestima infantil


 La importancia de la comunicación y la aceptación emocional por
parte de los padres

 La influencia de las expectativas y la presión familiar en la autoestima


infantil

1.4.2 Influencia de los pares en la autoestima infantil

 La importancia de las relaciones interpersonales en la formación de la


autoestima

 El papel de la aceptación y el rechazo social en la autoestima infantil

 La relación entre la autoestima y la conformidad a las normas sociales

1.4.3 Influencia de los logros escolares en la autoestima infantil

 La relación entre el rendimiento académico y la autoestima

 La influencia del refuerzo positivo en la autoestima infantil

 El impacto de la comparación social en la autoestima infantil

1.4.4 Influencia de la cultura y la sociedad en la autoestima infantil

 El impacto de la cultura en la formación de la autoestima infantil

 La relación entre la autoestima y la identidad cultural

 La influencia de los medios de comunicación en la autoestima infantil

2. Hogar funcional y hogar disfuncional

2.1 Definición de hogar funcional y hogar disfuncional

 Características de un hogar funcional

 Características de un hogar disfuncional

2.2 Factores que caracterizan un hogar funcional y un hogar disfuncional

 Comunicación efectiva y afectuosa

 Coordinación y apoyo entre los miembros de la familia


 Estabilidad emocional y seguridad en el hogar

 Conflictos y tensiones familiares

 Abuso, negligencia y violencia domestica


Bibliografía

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