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Holocuántica del amorque todo lo cura

Un camino de palabra del poder del amor


El mito de confiar en la nada del amor

Los momentos del confiar en el amor que todo lo cura.

A continuación encontrara los momentos de la vivencia en la


confianza en el amor que todo lo cura acompañados de
preguntas, las cuales se responden en positivo o negativo
solamente. Las repuestas se anotan y después se realiza la
lectura del texto que acompaña cada momento buscando una
inspiración que posibilite comprensión más profunda, de los
conceptos propios de cada momento.

Se sugiere escribir o dibujar la inspiración, afecto o emoción


que vaya surgiendo en cada pregunta; con lo cual se posibilita
construir un mapa orientador de nuestro caminar en la confianza
del amor que todo lo cura.

0. La unidad fundamental de movimiento del universo: La


pregunta por la libertad
I. El momento de preguntar por nuestro desbalance
energético
II. El momento de preguntar por nuestro camino de
creación
III. El momento de preguntar por la confianza en el poder
del amor
IV. El momento de recordar el experimento del poder del
amor
V. El momento de reconocer el costo material, emocional,
intelectual y espiritual de liberar el poder del amor
VI. El momento de saber sobre una cura de amor

1. El momento de pre-sentir el amor que todo lo cura


2. El momento de compartir el pre-sentir del amor que todo lo
cura
3. El encuentro con la desconfianza en la nada del amor que
todo lo cura
4. El momento de disponer la vivencia de la cura del amor
5. El momento de experimentar el olvido de la confianza en el
amor que todo lo cura

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6. El momento de construir un "mi mismo"
7. El momento de vivenciar la dualidad
8. El momento de pre-sentir la necesidad de vivenciar la
dualidad del sentimiento como transito para confiar en el
amor que todo lo cura.
9. El momento de transitar la dualidad del amor como
sentimiento puro
10. El momento de crear el tiempo que espera el amor que todo
lo cura
11. El momento de confiar en el sentimiento puro
12. El momento de la frustración en la entrega del sentimiento
puro
13. El momento de negar el sentimiento puro, nacimiento del
miedo.
14. El momento de unir el goce del sexo con el sentimiento
puro
15. El momento de separar el goce del sexo del sentimiento
puro
16. El momento de la muerte del sentimiento puro un instante
de recuerdo del amor que todo lo cura
17. El momento de olvidar el sexo como escalera al amor que
todo lo cura
18. El momento de vivenciar la nada del sexo
19. El momento de disponer la vivencia del retorno en el amor
que todo lo cura
20. El momento de reconocer el miedo al amor
21. El momento de disponer el morir en la dualidad del "mi
mismo"
22. El momento de la angustia
23. El momento de la serenidad
24. El momento de crear nada un instante de inspiración
25. El momento de confiar en nada
26. El momento de estar aquí y ahora.
27. El momento de aprender a transformar tus venenos en miel.
28. El momento de Compartir tus cosas positivas
29. El momento de No ser "alguien"
30. El momento de transitar en la dualidad de las intenciones

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El camino de palabra del poder del amor
Un mapa del confiar en la nada del amor

La unidad fundamental de movimiento del universo
La pregunta por la libertad

La propiedad fundamental del universo es su infinitud de


movimiento, su esencia es libertad. Somos una partícula de él,
por ello en esencia somos movimiento, en el universo fluimos y
poseemos la posibilidad de acceder a la conciencia de la libertad
del movimiento, o seguir en su movimiento mecánicamente sin
conciencia de la libertad.

El movimiento fundamental del universo es el no-ser, vacio o


materia oscura. El vacio se mueve sobre si mismo en ser o
energía. El ser se mueve en el no ser, la energía es el
movimiento del vacío o materia oscura. El lenguaje, palabra o
información es el movimiento del ser sobre el no ser, El
lenguaje mueve el ser sobre el no ser. De esta manera la unidad
fundamental de movimiento del universo es vacio, ser y
lenguaje; o materia oscura, energía e información.

La propiedad esencial de la unidad fundamental del universo es


su infinitud de movimiento, en él fluimos con la posibilidad de
modificar para apropiar la conciencia de la libertad del
movimiento. Esta posibilidad de modificación la nombro como
ejercicio del poder.

Ejercer el poder es un camino de apropiación de la libertad del


movimiento de la unidad fundamental del universo. En este
sentido el ejercicio del poder se dirige a la unidad fundamental
del movimiento del universo para apropiar libertad.

El ejercicio del poder encuentra la libertad de acontecer


conscientemente posibilitando la creación consiente, o de
acontecer inconscientemente causando la creación inconsciente,
en la cual olvidamos que somos creadores y emerge la ilusión
de no tener ningún poder sobre el flujo de la unidad
fundamental del movimiento del universo.

La creación es un conjunto total de movimientos que


constituyen un juego de balances y desbalances energéticos.
Cuando las creaciones bloquean el fluir libre e infinito del

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campo de la energía, crean desbalances en la unidad
fundamental de movimiento del universo; a estas creaciones
las nombrare como nudos o nodos energéticos. Cuando las
creaciones desbloquean los nudos energéticos crean conciencia
o libertad.

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I.

¿Cuáles son mis nudos materiales?


¿Cuáles son mis nudos emocionales?
¿Cuáles son mis nudos intelectuales?
¿Cuáles son mis nudos espirituales?

El momento de preguntar por nuestro desbalance energético

El campo psíquico se encuentra en resonancia con la unidad


fundamental de movimiento del universo (Materia oscura,
energía y lenguaje), somos un fractal cósmico. La resonancia
con esta unidad puede ser armónica o inarmónica.

La resonancia armónica crea campos estables, la resonancia


inarmónica crea campos inestables, de tal forma que el campo
psíquico emerge como un balance de campos estables e
inestables. Para efectos didácticos el balance del movimiento
energético psíquico lo considerare sobre cuatro espacios, en
cada uno de los cuales hay una creación específica:

a) El primer espacio es el material su creación o producto


es la materia o lo material.

b) El segundo espacio es el emocional su creación o


producto son los sentimientos o emociones.

c) El tercer espacio es el mental su creación o producto


son los pensamientos, ideas, ideologías y creencias.

d) El cuarto espacio es el espiritual su creación es el


poder.

Los tres primeros espacios confluyen en el cuarto, manifiestos


en la creación del poder del amor o del amor al poder; éste
espacio se nombra como el camino del amor, el caminarlo
otorga libertad de ejercer el poder del amor o ejercer el amor al
poder.

El equilibrio de estos cuatro espacios lo otorga la confianza en


el amor que todo lo cura. Confianza que otorga libertad

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consciente. Este confiar es un caminar permanente en el vacio o
la nada, solo caminando en el vacio llegamos a confiar en el
amor, puesto que son equivalentes; la esencia del amor es ser
vacio. El camino vacio del amor otorga libertad consiente, se
crea nada, acontece el amor vacio.

El desequilibrio aparece cuando se pierde la confianza en el


poder del amor, creando el amor al poder que intenta dominar o
controlar el fluir libre de la energía en algunos de los cuatro
espacios. Al crear desequilibrio en algún espacio se generan
desbalances energéticos en los otros tres y se produce dolor,
sufrimiento o enfermedad en función del amor al poder.

En cada uno de estos cuatro espacios hemos ejercido el poder


creando consciente e inconscientemente nudos que bloquean el
fluir libre de la energía, o dicho de otra forma que bloquean el
fluir del poder del amor.

Se denominan nudos porque en ellos el amor o la energía


pierden su libertad y puede crear dolor y sufrimiento, en ellos el
poder del amor se encuentra bloqueado, se puede decir que
acontece des-empoderamiento.

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II.
¿Cuál es mi camino para crear el equilibrio en el flujo de la
felicidad?
¿Cuál es mi camino para crear equilibrio en el ejercicio del
poder?

El momento de preguntar por nuestro camino de creación

Crear un punto de equilibrio en el balance del ejercicio del


poder parte de preguntar por los desequilibrios materiales,
emocionales, intelectuales y espirituales que bloquean la
libertad del flujo energético. Esta pregunta busca ordenar el
camino para enfrentar los desequilibrios que bloquean la
manifestación de la creación consciente.

La creación consiente orienta los cuatro espacios al flujo o


circulación del amor o felicidad, de tal forma que todo ejercicio
del poder se concentra en crear felicidad o el poder del amor,
por tanto es necesario comprender en la cotidianidad del existir,
como acontece la ley de la libre circulación de la energía en
cada uno de las cuatro espacios.

La libre circulación de la energía se nombra como equilibrio


energético o activación del poder del amor y el bloqueo de esta
libertad se nombra como desequilibrio o sujeción en el amor al
poder.

En el plano material existe equilibrio cuando se crea lo material


para que circule el poder del amor y sea multiplicador de él y
aparece desequilibrio cuando se acumula en función del amor al
poder y crea nudos emocionales, intelectuales o espirituales.

En el plano emocional existe equilibrio cuando se vivencian los


sentimientos y el goce sexual como un camino al amor y no se
fusionan con él; se crea desequilibrio cuando fusionamos los
sentimientos o el goce sexual con el amor y olvidamos que ellos
son un camino al amor y no el amor. Olvidamos morir en la
dualidad de ellos y llegamos a considerar el amor como
sentimiento o puro goce y la emoción de alegría como
felicidad.

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En el plano intelectual existe equilibrio cuando la mente es el
camino de palabra del corazón creando ideas donde fluye el
poder del amor; Aparece desequilibrio cuando el pensamiento
se aleja del camino del corazón, olvidando que la mente es el
camino de palabra del amor, creando una realidad atada a
creencias o ideologías que bloquean la creación de nuevas ideas
donde acontezca la libertad del amor.

En el plano espiritual existe equilibrio cuando confiamos en el


presentir del amor que todo lo cura y sustentados él se ejerce el
poder del amor; se crea desequilibrio cuando olvidamos confiar
en el presentir del amor que todo lo cura y sustentamos la
existencia en el amor al poder.

Confiar en el presentir del amor que todo lo cura otorga el poder


del amor, desconfiar de él crea amor al poder. Ambos son
caminos de libertad cada uno con consecuencias divergentes; el
poder del amor crea libertad y el amor al poder nos esclaviza en
nuestras propias creaciones; sin embargo Ambos tienen la
posibilidad de mostrar como lo fundamental es la conciencia de
la libertad.

La creación del flujo libre de la energía en estos cuatro planos


parte de crear conciencia del ejercicio del poder a lo largo de
nuestra existencia mostrando un camino para sostener un punto
de equilibrio en el momento presente.

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III.

¿Confió más en el amor al poder que en mi propio poder de


amar?
¿En mi ejercicio del poder existe desequilibrio desde la
función materna?
¿En mi ejercicio del poder existe desequilibrio desde la
función paterna?

El momento de preguntar por la confianza en el poder del


amor

Se consideran dos dimensiones en la liberación de los nudos


energéticos, la primera es temporal y se relaciona con la pre-
concepción, el embarazo, los años de creación del yo y su
fortalecimiento. La segunda es espacial relacionada con la
intersubjetividad que se construye en el encuentro con el otro
posibilitando la formación y fortalecimiento del yo.

En la dimensión temporal es fundamental recordar los


momentos en que olvidamos confiar en el poder del amor que
todo lo cura, este recordar posibilita ejercer el poder del amor y
crear felicidad en los cuatro espacios. El reconstruir la
dimensión temporal subjetiva conduce a recordar el olvido de la
confianza en el amor que todo lo cura, y desde este recordar
elegir conscientemente la creación de la felicidad.

Durante la pre-concepción, el embarazo y los tres primeros años


de la existencia el ejercicio del poder se encuentra más
permeado por el espacio espiritual, por tanto se confía en el
poder del amor, presentimos que el amor todo lo cura y
confiamos en este presentir. En este mismo periodo nos
encontramos con otros, que olvidaron confiar en el poder del
amor, y confían más en el amor al poder; se da comienzo a la
vivencia de la dualidad de ego y amor.

En medio de esta dualidad y aun con la consciencia que


pertenecemos a un movimiento infinito, que podemos modificar
experimentamos su libertad y elegimos una cura de amor, en la
cual entregamos en préstamo nuestro confiar en el amor que
todo lo cura, a aquellos que ya olvidaron confiar en él y a

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cambio recibimos de ellos su yo y su ego. Entramos así en un
momento de olvidar la confianza en el poder del amor.

Como consecuencia de esta necesaria entrega se da comienzo a


la creación del amor al poder (yo) que de sostén a aquellos que
les entregamos nuestra confianza en el amor. Se constituye el yo
y con él la esperanza que cuando ellos obtengan la confianza en
el amor desde su propio ser, nos retornen la confianza que les
prestamos. Acontece la creación y fortalecimiento del yo y
olvidamos confiar en el poder del amor comenzando a confiar
más en el amor al poder.

Creado el yo comienza su fortalecimiento y desde el plano


intelectual germinan conceptos y creencias que bloquean el
confiar en el presentir del amor que todo lo cura
conduciéndonos a confundir el amor con un sentimiento o con
deseo. Comienza la vivencia de la dualidad de ego y amor, nace
el amor al poder que intenta dominar el poder del amor.

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IV.
¿Me encuentro en disposición de recordar el poder del amor?
¿Me encuentro en desequilibrio en la dualidad del goce del sexo y la
culpa?
¿Me encuentro en desequilibro en la dualidad de los sentimientos?
¿Desconfió del vacio del sentimiento?

El momento de recordar el experimento del poder del amor

Entregamos en préstamo el poder del amor a otros, confiando en la


eternidad del amor, sabemos que siendo eterno siempre retorna a
pesar de aquellos que no eligen liberarse con la confianza que les
prestamos.

Olvidar confiar en el amor y prestar su poder a otros es un


experimento de la eternidad del amor, confiando en la eternidad del
amor y en su poder lo entregamos en préstamo a aquellos que
olvidaron confiar en él y creamos la esperanza que ellos recuerden
su poder y transiten una cura del amor.

Se crea el tiempo que espera que el otro cure con el poder del
amor. Comienza la vivencia de la dualidad de Ego y Amor; entrego
en préstamo mi confiar en la nada del amor y recibo el ego del otro.

Caminando en la vivencia de la dualidad de ego y amor encuentro


la convergencia de dos dualidades: la primera es la dualidad del
sentimiento por la cual llegamos a creer que el amor es un
sentimiento puro y la segunda es la dualidad del goce del sexo y la
culpa que genera culpa frente al goce del sexo; culpa que por
voluntad de poder intenta someter el sexo en represión, de tal
forma que nos quedamos sujetos en la dualidad de culpa y goce,
esta dualidad consume el goce en culpa y viceversa, a mas culpa
mas goce.

Es el comienzo de vivenciar la desconfianza en el vacio del


sentimiento, se entra en la dualidad de los sentimientos y en la
represión del sexo, nace la culpa frente a él. En el tránsito por este
olvido llegamos a desconfiar del amor que todo lo cura, lo
olvidamos en la dualidad del sentimiento puro y en culpa frente al
sexo. Llegamos a creer que el amor es un sentimiento puro y que el
sexo es opuesto al amor y a la espiritualidad; entramos en el juego
de la creación del yo olvidando que "el sexo es el punto de partida
de todos los viajes al amor" (Osho) y que el sentimiento puro y el
sexo son escalera para el acontecer del amor que todo lo cura.

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V.
¿Cuál es el costo material, emocional, intelectual y espiritual
de crear equilibrio en el flujo de la felicidad?
¿Tengo consciencia de mi libertad para elegir el amor al
poder o el poder del amor?

El momento de reconocer el costo material, emocional,


intelectual y espiritual de liberar el poder del amor

La mayoría de místicos coinciden en decir que el amor es más


fácil vivirlo que definirlo, es necesario vivirlo desde la
particularidad de cada subjetividad y no se detiene en
definiciones. En lo que sigue se ordena en palabras la vivencia
de la confianza en el amor que todo lo cura, es una vivencia
nombrada como una cura de amor. Cura que transita el crear la
confianza en la nada del amor.

Una cura de amor no entra en definiciones tampoco en debates


intelectuales, solo invita a crear la confianza en la nada del
amor, transita rutas conceptuales que posibilitan liberar nudos
energéticos emocionales, intelectuales, espirituales y materiales;
abre un camino practico liberador de los nudos energéticos
orientado al acontecer del poder del amor o también conocido
como el poder de la nada.

Un punto de partida en el ejercicio del poder del amor es


reconocer el costo material, emocional, intelectual y espiritual
de liberar los nudos en cada uno de los cuatro planos, este
reconocimiento es punto de inicio para transitar desde el
ejercicio del amor al poder al poder del amor; este transitar
otorga conciencia de los nudos en cada uno de los cuatro
planos y del camino para liberarlos.

Este transitar nos muestra que la ley de "acción y


consecuencia" deja la libertad para asumir el equilibrio de los
diversos nudos y crear la conciencia de su libertad o entrar en el
juego mecánico del ejercicio del amor al poder, en este sentido
el camino de ejercer el poder del amor o caminar en su curación
se elige en libertad, nos encontramos en libertad de ejercer el
poder del amor o ejercer el amor al poder y seguir alienados en
nuestras propias creaciones.

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VI.
¿Me encuentro dispuesto a transitar una cura de amor?
¿Me encuentro en resonancia con el momento de olvidar la
confianza en el poder del amor?
¿Me encuentro en resonancia con el momento de recordar la
confianza en el poder del amor?
¿Me encuentro en resonancia con el momento de crear la
nada del amor?

El momento de saber sobre una cura de amor

Una cura de amor es un experimento del confiar en el presentir


el amor que todo lo cura también conocido como la nada del
amor. Confiando en el presentir del poder del amor (en su nada)
predispongo una vivencia de su cura que camina en siete
momentos:

A. Momento de presentir el amor que todo lo cura, confiar


en su nada y compartirla.

B. Momento del encuentro con la desconfianza en la


nada del amor que todo lo cura.

C. Momento de la dualidad de sentimiento

D. Momento de la dualidad del goce del sexo y la culpa

E. Momento de recordar el olvido de confiar en la nada


del amor.

F. El momento de crear o inspirar la nada del amor.

G. El momento de confiar en la inspiración de la nada del


amor

En el primer momento se pre-siente el amor que todo lo cura, se


confía en este presentir y se comparte la nada del amor.

En el segundo momento se encuentra la desconfianza de


aquellos que olvidaron el poder del amor pero desean que los
amen.

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En el tercer y cuarto momento entrego en préstamo mi
confianza en el poder del amor a aquellos que ya olvidaron
confiar y espero en el tiempo que ellos retornen en el poder de
su amor, elijo transitar la dualidad del sentimiento y la dualidad
del goce del sexo y la culpa

En el quinto recuerdo o retorno en su confiar, es un recordar


que otorga la conciencia de la libertad que se posee para crear la
nada del amor.

En el sexto encuentro la magia del silencio, un silencio que


habla, crea nada, se inspira.

En el séptimo confío en la inspiración que otorga la nada del


amor

Se da comienzo a caminar en una cura de amor hasta confiar en


la inspiración que otorga su nada. Nos alejamos de la eternidad
del amor que todo lo cura, conservando instantes donde se
demuestra que siempre nos ha acompañado, desde siempre
hemos pre-sentido que el amor lo cura todo y es eterno; sin
embargo efecto de nuestros condicionamientos culturales y
religiosos aprendimos a desconfiar de su ser universal y eterno.

Vivimos cotidianamente sobre el desconfiar de este presentir,


pre-sentimos el amor pero no confiamos en él, existimos sobre
la desconfianza del amor, olvidamos confiar en el amor que
todo lo cura a pesar de pre-sentirlo.

Hemos olvidado la causa del alejamiento en la confianza en el


amor, olvidamos los momentos donde comenzó el alejamiento
de ese confiar. Desconfiamos del amor y también olvidamos el
camino que nos condujo en ese desconfiar, hemos olvidado que
somos un experimento del amor y que estamos experimentando
un recorrido por la experiencia de su olvido. Solamente
recordando su olvido volveremos a experimentar la confianza
en el amor que todo lo cura.

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1.
¿Aun pre-siento la nada del Amor?
¿Aun pre-siento que el amor lo cura todo?
¿Aun reconozco la posibilidad del amor que todo lo cura en
mi existencia?
A. 1
El momento de presentir el amor que todo lo cura

El amor que todo lo cura es un afecto universal y eterno, se


inscribe en nuestra psiquis como un saber aun no manifiesto en
palabra o emoción. Este afecto es un saber que pre-siente y no
corresponde con una emoción o sentimiento, carece de palabras
y sentimiento, sin embargo acontece en un instante como un
saber que pre-siente. En un instante sabemos del amor que todo
lo cura.

Pre-sentir el amor que todo lo cura, es el momento cero para


caminar la confianza en él. Pre-sentir significa reconocer la
posibilidad de confiar en la eternidad del amor.

Todos de alguna forma u otra sabemos del amor que todo lo


cura. Este presentir se puede describir en palabras así:

"El estado de amor más elevado no es, en absoluto, el de la


Relación afectiva. Es simplemente un estado que pertenece a tu
Ser. De la misma forma que los árboles son verdes, el que
siente Amor, ama. No son verdes para unas personas
determinadas; No es que cuando tú llegues ellos se vuelvan
verdes. La flor continúa difundiendo su fragancia tanto si
alguien se Le acerca como si no, tanto si alguien la aprecia
como si no. La flor no empieza a liberar su fragancia cuando se
da cuenta De que un gran poeta se le acerca –“Este hombre si
sabrá Apreciarme, este hombre sí será capaz de ver quién soy”-.
Y no cierra sus puertas cuando un estúpido, un imbécil –
insensible, letárgico, un político o algo así- pasa junto a ella. No
se cierra –“¿Para qué? ¿Por qué lanzar perlas a los cerdos?”-;
no. La flor continúa extendiendo su fragancia. Es un estado, no
una relación".

El amor es un afecto manifiesto como un presentir, es un estado


y no un sentimiento.

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2.
¿Aun comparto mi vivencia en la nada del amor?
¿Aun confío en el amor que todo lo cura?
A. 2
El momento de compartir el pre-sentir del amor que todo lo
cura

Confiando en el Pre-sentir del amor que todo lo cura lo


compartimos; compartimos la nada del amor, por un instante
acontece la nada y el amor fluye, puesto que el amor solo fluye
en alguien que es nadie, el amor mora solo en la nada.

Es un momento del compartir total, donde entregamos la nada


del amor que todo lo cura, se comparte en un instante de
ausencia del ego:

"Es imposible que el amor y el ego estén juntos. Así que, sé la


nada. El "no ser" es la fuente de todo, el "no ser" es la fuente
del infinito... "no ser" es Dios. Ser "la nada" significa nirvana.
Sé "la nada" y al serlo, habrás alcanzado el Todo. Siendo "algo"
te perderás; al ser "la nada", llegarás a casa".

Es el momento de compartir el ser nada:

"El amor puede nacer de esa vaciedad. Un vacío puede fundirse


con otro vacío. Un cero puede unirse con otro cero, en forma
total. Dos individuos no pueden encontrarse, pero dos vacíos si
pueden, pues ahora ya no hay barrera. Todo tiene muros, pero el
vacío no los tiene." (Osho, pág. 13)

Confiando en la nada del amor comparto el presentir para que


otros curen con amor y puedan vivir su vacio. Comparto el
presentir del amor, vacio de sentimiento, deseo y palabra,
confió en que el amor puede nacer en el otro si confía en ese
vacío.

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3.
¿Desconfió en la nada del amor que todo lo cura?
¿Estoy dispuesto a confiar en la nada del amor?
B. 1
El encuentro con la desconfianza en la nada del amor que todo
lo cura

Al pre-sentir la nada del amor la comparto con otro y encuentro que


no confía en ella. Comparto la nada del amor y encuentro que hay
desconfianza en ella, confían más en su ego que en nada del amor.
Confían más en el poder que en el poder de amar.

La gente ya olvido compartir la nada del amor y solo entrega


desconfianza en el amor, aprendió a existir sobre la desconfianza
en el amor, sin embargo desean el amor. Es el encuentro con el
deseo de amor de los otros que olvidaron amar, es el encuentro con
el deseo del amor que no ama. Acontece el nacimiento del
desconfiar en la nada del amor:

"Cuando no tienes amor, le pides al otro que te lo dé. Eres un


mendigo. Y el otro te está pidiendo que se lo des a él o a ella.
Ahora bien, dos mendigos extendiendo sus manos uno al otro y
ambos con la esperanza de que el otro lo tenga [...] Naturalmente
ambos se sienten derrotados y ambos se sienten engañados.

Esta es la paradoja: aquellos que se enamoran no tienen amor, por


eso se enamoran. Y porque no tienen amor, no pueden darlo. Y
algo más: una persona inmadura sólo se enamora de otra persona
inmadura, porque sólo ellas pueden comprender el lenguaje de la
otra. Una persona madura ama a una persona madura. Una
persona inmadura ama a una persona inmadura.

El problema básico del amor es madurar primero, entonces


encontrarás una pareja madura; entonces la gente inmadura no te
atraerá para nada. Es sencillamente así."

"... Cuando dos personas maduras están enamoradas, ocurre una de


las más grandes paradojas de la vida, uno de los fenómenos más
bellos: están juntos y sin embargo tremendamente solos; están tan
unidos que casi son uno. Pero su unión no destruye su
individualidad, de hecho, la realza: se vuelven más individuos. Dos
personas maduras enamoradas se ayudan mutuamente a ser más
libres."

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4.
¿Me encuentro dispuesto a vivenciar la cura del amor?
¿Olvide la causa de mi desconfiar en la nada del amor?

B. 2
El momento de disponer la vivencia de la cura del amor

En el encuentro con el desconfiar en la nada del amor acontece el


recuerdo de su eternidad, en un instante recuerdo que es eterno y
que puedo confiar en que siempre retorna; de esta forma confiando
en su eternidad pre-dispongo la vivencia de su cura.

Predispongo la vivencia de una cura de amor. Esta vivencia es un


experimento del confiar en el presentir el amor que todo lo cura
también conocido como la nada del amor. Confiando en el presentir
del poder del amor, y en su eternidad nos alejamos de él lo
olvidamos, siendo consientes que siempre retorna.

En el cotidiano existir acontecen instantes que demuestran que la


nada del amor siempre nos ha acompañado, a pesar de haberla
olvidado, desde siempre hemos pre-sentido que el amor lo cura
todo y que es eterno, sin embargo efecto de nuestros
condicionamientos culturales y religiosos aprendimos a desconfiar
de su ser universal y eterno.

Vivimos cotidianamente sobre el desconfiar de este presentir, pre-


sentimos el amor pero no confiamos en él, existimos sobre la
desconfianza del amor, olvidamos confiar en el amor que todo lo
cura a pesar de pre-sentirlo.

Olvidamos la causa del alejamiento en la confianza en el amor,


olvidamos los momentos donde comenzó el alejamiento de ese
confiar. Desconfiamos del amor y también olvidamos el camino
que nos condujo en ese desconfiar.

Hemos olvidado que somos un experimento del amor y que


estamos experimentando un recorrido por la experiencia de su
olvido. Solamente recordando su olvido volveremos a
experimentar la confianza en el amor que todo lo cura.

Se da comienzo a caminar en una cura de amor hasta confiar en la


inspiración que otorga su nada.

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5.
¿Me encuentro en la vivencia del olvido de la confianza en el
amor que todo lo cura?
¿He olvidado que soy un experimento del amor?
¿Olvide que entregue la nada del amor en préstamo para la
cura de otros?

B. 3
El momento de experimentar el olvido de la confianza en el
amor que todo lo cura

El momento de olvidar la confianza en el poder del amor es un


experimento de la eternidad de él, confiando en su eternidad lo
entregamos en préstamo a aquellos que olvidaron confiar en él.
Nace la esperanza que ellos aprendan a transitar los momentos de
la cura del amor; se crea el tiempo que espera que el otro se cure,
con la confianza que le prestamos. Comienzo la vivencia de la
dualidad de Ego y Amor; entrego en préstamo mi confiar en la nada
del amor y recibo el ego del otro.

Caminando en la vivencia de la dualidad de ego y amor encuentro


la convergencia de dos dualidades:

a. la primera es la dualidad del sentimiento por la cual


llegamos a creer que el amor es un sentimiento puro y

b. la segunda es la dualidad del goce del sexo y la culpa en


esta dualidad se genera culpa frente al goce del sexo;
culpa que por voluntad de poder intenta someter el sexo
en represión, de tal forma que nos quedamos sujetos en la
dualidad de culpa y goce, esta dualidad consume el goce
en culpa y viceversa, a mas culpa mas goce.

Es el comienzo de vivenciar la desconfianza en el vacio del amor,


se entra en la dualidad del sentimiento y en la represión del sexo,
nace la culpa frente a él. En el tránsito por el olvido llegamos a
desconfiar del amor que todo lo cura, lo olvidamos en la dualidad
del sentimiento puro y en culpa frente al sexo.

Llegamos a creer que el amor es un sentimiento puro y que el sexo


es opuesto al amor y a la espiritualidad; entramos en el juego de la
creación del yo olvidando que " el sexo es el punto de partida de
todos los viajes al amor" (Osho) y que el sentimiento puro y el sexo
son escalera para el acontecer del amor que todo lo cura.
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6.
¿Confió más en el amor al poder, que en mi propio poder de
amar?
¿Me encuentro sujeto en el ego de otros?

B.4

El momento de construir un "mi mismo"

Es el momento de olvidar confiar en la nada del amor, la


olvidamos en el deseo del Otro. Olvidamos que somos un
experimento del amor y lo entregamos en préstamo para la cura
del otro y a cambio recibimos su deseo.

Es el momento de recibir el ego, dolor, culpa, "felicidad" del


otro y convertimos en su deseo, su dolor, su "felicidad" o su
culpa; somos abocados a cargar con el deseo, dolor y la
felicidad de los otros. Hemos olvidado la nada del amor en
deseo.

Es el momento de construir un "mi mismo" que se oponga o sea


igual al deseo del otro. Comienzo a ser un yo para el otro. Soy
su deseo, comienzo a ser un "mi mismo" para otros.

Este momento olvida la confianza en el amor y se sujeta en el


deseo, es el encuentro con el deseo de amor de los otros que
olvidaron confiar en la nada del amor, es el encuentro con el
deseo de amor que no ama. Es el encuentro con el olvido de la
nada del amor.

Entramos en el juego de la manifestación del yo y nos


encontramos con un otro que desea el poder del amor pero no
ama, un otro que demanda que le entregue mi amor, desea que
lo ame, para seguir alimentando el olvido de su propio amor.

Encuentro un otro que tiene más amor al poder que a su propio


poder de amar. Por tanto me demanda llegar a ser alguien para
él porque él ya es alguien y "Una vez que comienzas a pensar
que eres alguien, te estancas. Cuando estás lleno de ego, el
amor desaparece, Entonces el amor no fluye. El amor y el ego
no pueden converger."

21
7.
¿Me encuentro en la vivencia de la dualidad?
C.1
El momento de vivenciar la dualidad

El encuentro con la desconfianza en la nada del amor nos conduce


a la vivencia de la dualidad de ego y amor donde converge la
dualidad del sentimiento y la dualidad del goce del sexo y la culpa;
encontramos que cotidianamente caminamos sobre el hábito de
estas dualidades, alimentando el "mi mismo" y desconfiando de la
nada del amor:

"Es este viejo hábito de la dualidad. El “centro y el


ciclón” es un nuevo lenguaje, pero este hábito es muy
antiguo, la gestalt es muy vieja. Siempre se trata de que
donde quiera que estés, tú no estás en lo correcto, tú
deberías estar en algún otro lugar.

“Todo mi énfasis está en que sea lo que sea, es correcto.


No hay otra corrección. No hay otro lugar dónde ir. Ésta
es la única vida que hay, la única danza que hay. Sólo
entonces, puedes ser espontáneo, realmente espontáneo"
(Osho, Tao: The Pathless Path, Vol. 2, charla #6)

Transitar o caminar las dualidades significa poder estar presente


tanto en el centro como en el ciclón de ellas, y asistir a su muerte
que muestra la nada que sobrevive a toda dualidad. Es el
momento de presentir que caminando sobre la dualidad conozco
su muerte y encuentro la eternidad de la nada del amor.

"La vida existe a través de la dualidad. El proceso mismo de la


vida depende de los polos opuestos. La vida es como un río: para
que exista el río son necesarias dos orillas. El río no puede existir
sin dos orillas que lo sostengan, tal como el pájaro no puede volar
sin dos alas y tú no puedes caminar sin dos piernas. La vida
necesita de la dualidad. La encontrarás en todos lados....hasta que
llegue lo último. Lo último, lo absoluto...o llámalo Dios,
trasciende la dualidad entonces la vida desaparece y te vuelves
invisible. Entonces no tienes forma ni nombre, entonces has ido
más allá. Eso es nirvana." Osho, Unión Mística.

22
8.
¿Aun pre-siento que necesito vivenciar el amor como
sentimiento puro para transitar la confianza en el amor que
todo lo cura?

C. 2

El momento de pre-sentir la necesidad de vivenciar la


dualidad del sentimiento como transito para confiar en el
amor que todo lo cura.

Al entregar la nada del amor encuentro que me retorna


desconfianza en ella y descubro que el amor se confunde con
un sentimiento, el otro considera el amor como un sentimiento.
Encuentro que el amor se confunde con la vivencia de la
dualidad del sentimiento.

En el encuentro con la confusión del amor con el sentimiento


pre-siento la necesidad de vivir esta dualidad para transitar a la
confianza del amor que todo lo cura. Comienzo la vivencia de
la dualidad del sentimiento, pre-sintiendo que en ella se
encuentra la posibilidad de vincularse al amor que todo lo cura.

Confiando en la eternidad del amor lo olvido en la dualidad del


sentimiento puro, pre-sintiendo que en la eternidad retorna.

23
9.
¿Aun considero el amor como un sentimiento puro?
¿Me encuentro dispuesto a enamorarme y deshacer el
enamoramiento en la nada del amor?

C. 3
El momento de transitar la dualidad del amor como
sentimiento puro

Elijo vivir el tránsito por la dualidad del sentimiento puro, para


encontrar la eternidad del amor; confundo amor con sentimiento
puro y me enamoro de este sentir olvidando su dualidad.

Comienza la espera del retorno, hemos creado la ilusión que el


amor puede retornar en el tiempo y olvidamos su eternidad, es
el momento de vivir el amor como un sentimiento.
Comenzamos a confiar en el sentimiento y no en el amor. En
este instante hemos olvidado que la dualidad del sentimiento es
la escalera para retornar en el amor que todo lo cura, asumimos
que el amor es sentimiento.

Comienzo a transitar por la dualidad del sentimiento puro hasta


que se demuestre la posibilidad de enamorarse y deshacer el
enamoramiento en la nada del amor, se asiste a una experiencia
que muestra la belleza del sentimiento puro y al tiempo su
imposibilidad de ser eterno y por tanto en no correspondencia
con el amor que todo lo cura.

En el tránsito por esta dualidad hemos de estar presentes en la


vivencia del enamoramiento y en su morir, de tal forma que
aceptemos la inducción en el amor eterno que sobrevive a esta
dualidad.

24
10.
¿Aun espero el retorno del amor que todo lo cura en el
tiempo?
¿He olvidado que el sentimiento puro es escalera para
confiar en el amor que todo lo cura?

C. 4
El momento de crear el tiempo que espera el amor que todo lo
cura.

Comenzamos la vivencia de la dualidad del sentimiento como


un acontecimiento necesario para transitar la confianza en el
amor que todo lo cura, sabemos que en la dualidad del
sentimiento se encuentra la posibilidad de vincularse al amor
que todo lo cura.

Es el momento de olvidar el amor que todo lo cura en el


sentimiento y dar comienzo a la espera de su retorno.

Comienza la espera del retorno, hemos creado la ilusión que el


amor puede retornar en el tiempo y olvidamos su eternidad, es
el momento de vivir el amor como un sentimiento.
Comenzamos a confiar en el sentimiento y no en el poder del
amor.

Al acontecer el olvido del poder del amor que todo lo cura


quedamos inmersos en la vivencia de la dualidad del
sentimiento, el olvido crea la ilusión del amor como sentimiento
y su posibilidad de acontecer en el tiempo; de esta manera se
crea la ilusión de esperar su retorno en el tiempo.

Se ha creado la ilusión que el amor que todo lo cura retorna en


el tiempo y hemos olvidado que el retorno acontece en la
eternidad que se encuentra fuera del tiempo.

En este instante hemos olvidado que la dualidad del sentimiento


es la escalera para retornar en el amor que todo lo cura,
asumimos que el amor es sentimiento.

Hemos creado el tiempo que espera el amor.

25
11.
¿Aun vivo la esperanza que al entregar sentimiento puro
también lo pueda recibir?

C. 5
El momento de confiar en el sentimiento puro

Comparto el sentimiento puro, con la esperanza de encontrar el


retorno del amor en él. Hemos comenzado la vivencia del
olvido del amor en el sentimiento, nace la confianza en el sentir
puro.

Pre-sentimos que si confiamos en el sentimiento puro


encontraremos un camino de retorno en el amor que todo lo
cura. Esperamos que retorne como un sentimiento puro,
tenemos la ilusión que el amor es un sentimiento puro. Tenemos
la esperanza que el amor retorna en el sentimiento puro.

Con esa esperanza comienzo a entregar mis sentimientos más


puros esperando recibir lo mismo. Este compartir consiste en
entregar lo positivo, compartir la vida, compartir todo lo que se
tiene. Todo lo bello; se Comparte la sabiduría, se comparte la
oración, el amor, la felicidad, el gozo.

Este compartir se orienta por el axioma fundamental del amor:

"Y ¿qué es amar? Es no hacer a los demás aquello que no te


gustaría que te hicieran a ti. Éste es el criterio del amor: hacer a
los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti. Todo lo que
quieras para ti, quiérelo también para los demás. Todo lo que
no quieras para ti, no lo quieras para los demás. Piensa en ti
como en el centro mismo de la existencia; en realidad no
piensas en el otro como alguien diferente de ti: sólo tú
eres. Y en el otro también se encuentra la misma vida, la
misma canción esperando ser cantada, la misma urgencia
por elevarse hasta Dios, la misma búsqueda, la misma
indagación, el mismo corazón vibrante, la misma agonía, el
mismo éxtasis".

Nace la esperanza que al entregar sentimiento puro también lo


recibo.

26
12.
¿He vivenciado la frustración de entregar mi sentimiento
puro?

C. 6
El momento de la frustración en la entrega del sentimiento
puro

Cuando entrego mi sentimiento puro encuentro que el otro solo


camparte el olvido del amor comúnmente comparte sus
negatividades, su dolor, no comparte sus experiencias positivas.

"La Humanidad es simplemente estúpida. Cuando están


contentos no comparten, son avaros. Cuando se sienten
infelices, son muy pródigos. Entonces están mucho más
dispuestos a compartir. Cuando la gente sonríe, sonríe muy
moderadamente, sin llegar muy lejos, pero cuando están
furiosos, lo están totalmente"

Entrego mi sentimiento puro y me llega el deseo del otro que


me demanda ser alguien para él, el ser su felicidad, su vida, su
amargura etc. No me retorna el sentimiento puro solo el deseo
del otro.

Al entregar mi sentimiento puro, entrego lo más bello de mi


sentir y me retorna el deseo de amor del otro, el otro me
demuestra que desea amor, encuentro que carece de amor y que
me exige llenar su carencia con mi sentimiento puro y comienzo
a ser alguien para un otro. Nace el miedo al dolor, elijo no
entregar lo más bello de mi sentir para no sufrir.

27
13.
¿Tengo miedo a vivenciar el sentimiento puro?

C. 7
El momento de negar el sentimiento puro, nacimiento del
miedo

Al entregar el sentimiento puro, entrego lo más bello de mi


sentir y me retorna frustración y dolor, nace el miedo al dolor,
elijo no entregar lo más bello de mi sentir para no sufrir y
separo el goce del sexo del sentimiento puro.

Por miedo sufrir la frustración de entregar mi sentimiento


puro y no ser correspondido, llego a considerar el sexo como
puro deseo. Por miedo a sufrir en la entrega del sentimiento
puro, me consumo en el goce del sexo considerándolo
separado del sentimiento puro.

Separar el sentimiento puro del goce sexual crea la ilusión que


el enamoramiento es peligroso y el puro goce del sexo no.
Aparece la ilusión de considerar el sexo como puro goce por
miedo a enamorarse.

Al estar dentro del tiempo acontece la dualidad del sentimiento


puro y la dualidad del goce del sexo y la culpa:

En la vivencia de la primera dualidad considero que el


sentimiento puro es amor, por tanto no permito su muerte me
aferro a él, tengo miedo a perderlo. Hemos olvidado que el
amor esta mas allá de la dualidad del sentimiento, y que es una
escalera al amor que todo lo cura.

En la vivencia de la segunda dualidad al considerar el goce del


sexo como puro deseo olvidamos que en una relación sexual
puede acontecer el poder del amor y el hombre puede
extenderse más allá de sí mismo y trascenderse.

Aparece la negación al sentir puro por miedo a vivir la


frustración de no ser correspondido. He olvidado que el camino
al amor que todo lo cura comienza en la muerte del sentimiento
puro, la cual posibilita la vivencia del sentir nada. Es necesario
vivir el sentir puro y transitar su muerte como un sentir nada,
que encamina el recordar del amor que todo lo cura.

28
14.
¿Considero que el sentimiento puro y sexo deben ir juntos?
¿Considero que el amor y el sexo deben acontecer juntos?

C. 8
El momento de unir el goce del sexo con el sentimiento puro

En el tránsito por el sentimiento puro unimos el goce del sexo al


sentimiento puro. Al entregar el sentimiento puro, entrego lo más bello
de mi sentir y me retorna el deseo de amor del otro, el otro me muestra
que desea amor, encuentro la carencia de amor del otro, así debo llenar
con mi sentimiento puro su carencia, su falta de poder amar, su ego, su
deseo; por tanto pretendiendo no sacrificar el sentimiento puro en
deseo, se crea la ilusión del goce del sexo unido al sentimiento puro.

Debo ser alguien para el otro y por tanto llenar su deseo olvidando
como la cultura y la religión han forzado nuestro interior sobre la
consciencia del "yo soy". De esta forma unido el deseo al sentimiento
puro olvido el principio universal que " incita a la energía sexual a fluir
hacia el amor" y el ego comienza a imponerle su deseo; hemos
olvidado el sexo como escalera al amor que todo lo cura.

"La segunda cosa fundamental que deseo decirte es acerca de lo que


hasta ahora la civilización, la cultura y la religión del hombre ha
forzado en nuestro interior. Y eso es, la consciencia de "yo soy", el
Ego. El primer principio incita a la energía sexual a fluir hacia el amor,
pero la valla del "yo" le ha acordonado como un muro. El amor no
puede fluir. El "yo" es muy poderoso, tanto en el hombre bueno como
en el malo, en lo no sagrado y en lo sagrado. La gente mala impone el
"yo" de muchas formas, pero la gente buena también le hace
propaganda a su "yo". Desean ir al paraíso, desean ser liberados; han
renunciado al mundo, han construido templos, no cometen pecados,
tienen que hacer esto, desean hacer eso otro, etcétera. Pero ese "yo",
ese indicador guía, se halla omnipresente. Y cuanto más fuerte es el
ego de una persona, más difícil le resulta unirse con alguien, porque el
ego se interpone, el "yo" aparece. Es un muro. Proclama que tú eres tú
y que yo soy yo. Y es así que la experiencia más íntima no puede
acercar a las personas entre sí; los cuerpos están muy cerca, pero las
personas están separadas. Mientras haya un yo en nuestro interior, la
sensación del "otro" no puede ser evitada." (Osho, El libro del sexo,
pág. 12).

29
15.

¿Tengo miedo al sexo para evitar enamorarme?


¿Considero el sexo como puro goce para evitar enamorarme?
¿Tengo culpa por gozar de mi sexualidad sin enamorarme?
¿Separo el goce del sexo del sentimiento puro?

C.9
El momento de separar el goce del sexo del sentimiento puro

Al unir el deseo al sentimiento puro olvidamos el principio


universal que " incita a la energía sexual a fluir hacia el amor";
el ego busca imponer su deseo a la energía sexual; sin embargo
siempre encuentra un momento de falla en su intento de
dominarla completamente, no logra someterla completamente,
el goce falla.

La falla del goce muestra la imposibilidad de unir


completamente el goce del sexo con el sentimiento puro. No
siempre el goce del sexo coincide con el sentimiento puro, por
tanto enamorarse, entendido como la entrega total del
sentimiento puro, se vuelve peligroso; sin embargo el goce del
sexo sin enamorarse aparentemente no; es posible gozar sin
enamorarse. Encuentro que puedo mantener la ilusión del goce
del sexo sin el peligro de entregar el sentimiento puro y me
protejo de sufrir.

Aparece la culpa por no encontrar coincidencia entre el goce del


sexo y el sentimiento puro, para limpiarla separo el goce del
sexo del sentimiento puro, esta separación incrementa el goce
del sexo que a su vez genera más culpa, así entramos en un
ciclo de goce que se consume en culpa y una culpa que aumenta
el goce.

“La personas que tienen miedo del amor no tienen miedo del
sexo. El amor, es peligroso, el sexo no es peligroso, este
puede ser manipulado. Ahora hay muchos manuales de cómo
hacerlo. Tú puedes manipularlo; el sexo se puede convertir en
una técnica. El amor nunca se puede convertir en una técnica.
Si en el sexo, tratas de permanecer en control, luego, incluso
el sexo no te ayudará a alcanzar lo supremo. Llegará hasta un

30
cierto punto y luego retrocederás, porque en algún momento
se necesita también un abandonarse.

Por esto el orgasmo se está volviendo más y más difícil. La


eyaculación no es un orgasmo, para procrear un niño, no es
necesario un orgasmo. El orgasmo involucra todo el cuerpo:
mente, cuerpo, alma, todos juntos. Tú vibras, todo tu ser vibra,
desde los dedos a la cabeza. Tú no controlas más; la existencia
ha tomado posesión de ti, y no sabes más quién eres. Es una
especie de locura, es como un dormir, es como una
meditación, es como una muerte”. (Osho, Returning to the
Source, charla #10)

31
16.
¿Me encuentro dispuesto a morir en el sentimiento puro?

C.10
El momento de la muerte del sentimiento puro un instante de
recuerdo del amor que todo lo cura

Es necesario tomar conciencia que en la línea del tiempo que


discurre entre nacimiento y muerte se encuentra la posibilidad
de recordar el amor que todo lo cura, en ella se encuentra latente
la posibilidad de hacer conciencia que hemos creado el tiempo
para recordar el amor:

"Esos son los tres grandes acontecimientos de la vida:


vida, amor, muerte. La vida ya ha sucedido. La muerte
sucederá; eso es seguro. En cierta forma, ya ha sucedido al
nacer, ya has dado un paso hacia la tumba. El día en que
naciste, se completó medio viaje; la otra mitad no tardará
mucho… con la vida, la muerte también ha penetrado en ti.
Ahora sólo resta una cosa que puedes hacer tú, sólo una cosa
depende de ti… y eso es amar. Y debido a que depende de ti, es
muy probable que la pases por alto".

Ésa es la agonía del amor: puedes pasarlo por alto. Si no haces


nada, si no despiertas, si no vas hacia él conscientemente,
deliberadamente, puedes perdértelo. Existen las máximas
posibilidades de que no seas capaz de desarrollarlo. De ahí el
miedo, la angustia, el temblor, la ansiedad: ¿seré capaz de
conseguirlo? ¿Seré capaz de adentrarme en el amor? ¿Seré
capaz de fluir en el amor? Pero junto a esta agonía se
encuentra el éxtasis: la libertad que uno tiene.

32
17.
¿Considero el amor como deseo?
¿He olvidado que el sexo es punto de partida para el amor que
todo lo cura?
D.1
El momento de olvidar el sexo como escalera al amor que todo
lo cura

Lo primero que olvidamos es que el "El amor es algo inherente


al hombre" y eterno, y lo segundo es que los obstáculos para su
fluir libre son los condicionamientos culturales que han
constituido nuestra subjetividad:

"El amor es algo inherente al hombre. Si los obstáculos son


eliminados con discernimiento, el amor podrá fluir. El amor
podrá elevarse hasta alcanzar a Dios, al Sublime Supremo."
(Osho, El libro del sexo, pág. 6)

El primer condicionamiento cultural ha sido oponer el sexo a la


pasión, creando la dualidad del goce del sexo y la culpa, esta
dualidad genera culpa frente al goce del sexo la cual intenta
someter el sexo en represión, de tal forma que nos quedamos
sujetos en la dualidad de culpa y goce, esta dualidad consume el
goce en culpa y viceversa, a mas culpa mas goce.

"En primer lugar, la obstrucción más obvia ha sido la oposición


respecto al sexo, el oprobio de la pasión. Esta prohibición ha
destruido la posibilidad de que el amor nazca en el hombre. Y la
simple verdad es que el sexo es el punto de partida del amor. El
sexo es el inicio del viaje en pos del amor. El origen, el
Gangotri del Ganges del amor es el sexo, la pasión, y todo el
mundo se comporta como si éste fuese el enemigo. Todas las
culturas, todas las religiones, todos los gurus, todos los profetas
y videntes han atacado a este Gangotri, a esta fuente, y el río se
ha quedado detenido allá arriba. El vocerío público siempre
ha dicho que el sexo es un pecado, es irreligioso: el sexo es
veneno. Nunca nos damos cuenta de que, en último término, es
la misma energía sexual la que viaja y llega al océano del amor.
El amor es la transformación de la energía sexual. El amor
florece de la semilla del sexo." (Osho, El libro del sexo, pág. 6)

33
18.

¿Desconozco la dimensión religiosa del sexo?


¿Me encuentro dispuesto a vivenciar la nada del sexo?

D.2

El momento de vivenciar la nada del sexo

La dualidad del sentimiento y la dualidad del goce del sexo y la


culpa ocultan que:

"En la experiencia sexual existe un sentido más sutil que la


mera rutina física: un sentido que es, en esencia, religioso.
Debiéramos concentramos en comprender esta experiencia.
Si no logramos comprender el significado de esta experiencia,
viviremos, creceremos y moriremos sólo en el sexo." (Osho, El
libro del sexo, pág. 25)

"En realidad, básicamente lo que sentimos como atracción


sexual no es la atracción del sexo, pues después de cada
orgasmo el hombre se siente drenado, deprimido; se siente
dolido, acongojado, amargado, y se propone evitar este proceso
en el futuro. ¿De dónde proviene este estado de ánimo? Esto
se debe a que el deseo apunta a otra cosa, y no únicamente a la
gratificación física... Comúnmente el hombre no hace contacto
con lo más profundo de su ser en el grado en que lo logra en la
consumación de un acto sexual. En el curso cotidiano de la vida,
en la rutina diaria, el hombre experimenta una variedad de
experiencias: compra, hace negocios, se gana la vida; pero una
relación sexual le revela la más profunda de las experiencias. Y
este suceso incluye una dimensión religiosa profunda. El
hombre se extiende más allá de sí mismo, se trasciende a sí
mismo. Dos "cosas" le ocurren allí.

En primer lugar, el ego se esfuma durante la cópula: se crea la


ausencia del ego. Por un instante, no hay un "yo", por un
instante uno no se recuerda a sí mismo. ¿Sabes acaso que el
"yo" se disuelve totalmente en la experiencia religiosa? ¿Que el
ego se transforma en la nada? En forma similar, durante la
experiencia sexual el orgullo se disuelve; es un momento en que
te vuelves humilde.

34
El segundo elemento en la experiencia del sexo es que, por un
instante, el tiempo se desvanece; aparece el no-tiempo. Acerca
del samadhi (éxtasis), Jesucristo dijo: "El tiempo ya no
existirá". La sensación del tiempo es no-existencial; no hay
pasado, no hay futuro, sólo el momento presente. El presente no
forma parte del tiempo, es la eternidad. Este es el segundo
motivo y factor por el cual el hombre se halla loco por el sexo.
El anhelo no es el de un hombre por el cuerpo de una mujer o
viceversa. La pasión apunta a otra cosa: a la ausencia de ego, al
no-tiempo.

Este clímax perdura durante sólo un instante; pero para


obtenerlo, el hombre pierde una cantidad considerable de
energía vital. Y después, también lamenta su pérdida [.....]
(Osho, El libro del sexo, pág. 24)

"El rayo brilla en las noches oscuras, pero la oscuridad de la


noche no es el rayo. La única relación entre los dos, la base, es
que el rayo brilla sólo en la noche, sólo en la oscuridad. Y lo
mismo resulta cierto respecto a la experiencia sexual. La
realización, la efervescencia, brilla en el sexo, pero ese
fenómeno no es el sexo (o la lujuria) en sí. Aun cuando se halla
asociado con él, esta asociación no es exclusiva del sexo. El
rayo que brilla en el momento del orgasmo trasciende al sexo,
proviene del más allá. Si podemos captar esta experiencia del
más allá, podremos elevarnos por encima del sexo; si no, no lo
lograremos. (Osho, El libro del sexo, pág. 25)

35
19.
¿Me encuentro dispuesto a retornar en la confianza del amor
que todo lo cura?
¿Me encuentro dispuesto a vivenciar el poder del amor?
¿Me encuentro dispuesto a ejercer el amor al poder?

E.1
El momento de disponer la vivencia del retorno en el amor
que todo lo cura

Recordar el olvido de la confianza en el amor que todo lo cura


en nuestra vida, nos otorga confianza en él. La Vivencia de este
recordar nos posibilita encontrar que existimos sobre el olvido
de la confianza en el amor y que tenemos la posibilidad de dar
el salto a descubrir en ese olvido un sendero que recuerde la
cura del amor.

Recordar el olvido del amor tiene un punto de apoyo en el


sostenerse en el presentir el amor que todo lo cura para que
transite a la confianza total en él; sostenidos en este presentir
hemos de transitar todos los momentos que condujeron el
desconfiar del amor. Este presentir posibilita recordar los
momentos donde olvidamos confiar y quedamos sujetos en el
amor al poder

Buscar la memoria de los momentos más fundamentales de este


pre-sentir en nuestra existencia nos muestra dos posibilidades:
la primera vivir en el recuerdo del olvido del amor que todo lo
cura, confiar en la cura del amor; y la segunda seguir
existiendo en la desconfianza de la cura del amor, en el olvido
del amor, sujetos en el amor al poder.

36
20.
¿Me encuentro dispuesto a reconocer el miedo a la libertad
del amor?
¿Qué me cura la muerte?
¿Me encuentro orientado hacia la muerte?
¿Qué me cura el amor?
¿Me encuentro orientado hacia el amor?

E.2
El momento de reconocer el miedo al amor

Nos encontramos en libertad para confiar en el amor que todo lo


cura o seguir existiendo en su olvido

"Es debido a esa libertad que existe el miedo. Si el amor fuera


algo predestinado como lo son la vida y la muerte,
entonces no habría miedo. Pero entonces tampoco habría
éxtasis, porque el éxtasis es posible solamente cuando logras
algo, cuando conscientemente eliges algo, cuando
deliberadamente llegas a alguna parte, cuando es tu viaje y no
estás siendo arrastrado. Ésa es la belleza del amor y también su
peligro.

Pero nada puede impedir la muerte. Tus esfuerzos simplemente


destruyen la oportunidad de haber sido una gran experiencia, de
haber podido florecer en el amor. Sólo hay dos clases de
personas en el mundo: los orientados hacia la muerte y los
orientados hacia el amor. La vida ya ha surgido; nada se puede
hacer al respecto, a nadie le preocupa el nacimiento; ya ha
sucedido

Y ese oscuro intervalo es el amor, donde vida y muerte se


encuentran, donde vida y muerte se abrazan una a la otra, donde
vida y muerte se enamoran, donde vida y muerte alcanzan el
orgasmo. Por eso el amor es tremendamente atrayente:
porque es vida y también miedo, porque también es muerte.
Cuando haces el amor a una mujer, o a un hombre, nunca
te implicas totalmente. Te lanzas a ello –porque es vida- pero
entonces empiezas a dudar y no vas más allá porque la muerte
está también presente. Es la pausa entre dos notas y está
oscuro el oscuro intervalo entre las dos."

37
21.

¿Estoy dispuesto a transitar la muerte de la dualidad?

E.3
El momento de disponer el morir en la dualidad del "mi
mismo"

Un camino para entrar en el instante de la nada del amor


consiste en morir en la dualidad del "mi mismo", esta técnica
transita en cuatro momentos:

El momento de sentir: un instante de angustia: es el instante


de captar los diversos sentimientos, instintos y pensamientos
permitiéndoles estar sin ninguna represión, nos sostenemos en
ellos sin juzgar. Es el momento de estar en la angustia del odio,
la rabia, el miedo, la felicidad el enamoramiento, etc.

En la técnica del hooponopono este momento corresponde con


la acción de sentir: "Lo siento mucho".

El momento de morir: un instante de serenidad: Sostenidos


en la angustia de presenciar instintos, sentimientos y
pensamientos encontramos que en un instante desaparecen,
llegamos a sentir nada, encontramos que la verdad de todos
ellos es nula, llevamos a cero el sentimiento, el instinto y el
pensamiento.

Descubrimos que en la travesía por la presencia de la angustia


nos asiste “una calma muy particular” nombrada como
serenidad; ella es más que un simple sentimiento de
tranquilidad, sostiene el acontecer de la angustia y posibilita la
vivencia serena de su nulidad.

Al acontecer la vivencia de la “serena nulidad” entramos en


resonancia con la materia oscura y se crea la gravedad de un
pequeño agujero negro en el centro del chakra corazón.

En el hooponopono este momento corresponde con la acción de


perdonar o limpiar el sentimiento: "perdóname".

38
El momento de crear luz: un instante de inspiración: la
vivencia de la serena nulidad del agujero negro creado en la
muerte del sentimiento otorga la fuerza de gravedad que atrae
la luz azul del amor. Es el momento de aceptar el poder del
amor imaginando su luz azul en el corazón.

En el hooponopono este momento corresponde con la acción de


irradiar el amor del corazón: "te amo".

El momento de liberar las creaciones: un instante de confiar


en la inspiración: es el momento de liberar conscientemente
nuestras creaciones y no seguir en la esclavitud de ellas. Se
entrega al universo lo creado: el dolor, la enfermedad, los
instintos, sentimientos, pensamientos, etc. Se agradece la
conciencia recibida en el morir y nace el anhelo de
incrementarla.

Es un momento para agradecer y pedir circunstancias que


posibiliten confiar en la nada del amor. En el hooponopono es el
momento de agradecer: "gracias".

39
22.
¿Me encuentro dispuesto a transitar la angustia de la agonía
del sentimiento puro?
¿Me encuentro dispuesto a transitar la imposibilidad de la
relación sexual?
¿Estoy en disposición de vivenciar el vacío de la angustia?

E.4
El momento de la angustia

Nos encontramos en libertad de confiar en el amor que todo lo


cura o seguir existiendo en el amor al poder. Esta libertad
aparece transitando dos imposibilidades:

1. La imposibilidad del amor en el sentimiento puro


2. La imposibilidad de completar el deseo en el puro goce
del sexo.

En este transitar encuentro la angustia de la muerte del


sentimiento puro y la imposibilidad de la relación sexual; que
nos enfrenta con la libertad del amor al poder y el poder del
amor; es un momento de ver la camplementariedad de los dos y
sostenerse en el vacio del poder que otorga el poder del amor o
sostenerse en el poder que otorga el amor al poder.

La vivencia de la imposibilidad nos pone frente a la angustia:

"La angustia nos deja sin palabra. Puesto que lo ente en su


totalidad se escapa y precisamente ésa es la manera como nos
acosa la nada, en su presencia enmudece toda pretensión
de decir que algo «es». Que sumidos en medio de la
extrañeza de la angustia tratemos a menudo de romper esa
calma vacía mediante una charla insustancial no hace sino
demostrar la presencia de la nada. Que la angustia desvela la
nada es algo que confirma el hombre mismo en cuanto
desaparece la angustia."

40
23.
¿Me encuentro dispuesto a confiar en la indeterminación de
la angustia?
F.1

El momento de la serenidad

La vivencia de angustia "la atraviesa una calma muy


particular", esta calma se nombra como serenidad; ella no se
reduce a un sentimiento de tranquilidad, es el instante donde
se sostiene el acontecer de la angustia, por ello la serenidad no
niega la angustia, es una vivencia de la energía liberada en
ella.

En la serenidad acontece la apropiación de la angustia. La


serenidad vivencia calmadamente la indeterminación de ella,
confía; y en este confiar no busca ninguna "tranquilidad" por
fuera de ella. La serenidad confía en la indeterminación de la
angustia, por ello es el operador liberador de la angustia en
tanto soporta su indeterminación.

La angustia vivencia el límite de la palabra la lleva cero, anula


la palabra y la serenidad escucha el silencio que acontece en la
angustia. La vivencia de esta complementariedad otorga el
nacimiento de la inspiración.

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24.
¿Estoy dispuesto a vivenciar el vacio de poder?
¿Me dispongo a escuchar el silencio que habla?
¿Conozco el lenguaje vacio?

F.2
El momento de crear nada un instante de inspiración

La inspiración que acontece en la complementariedad de


angustia y serenidad es imposible decirla, dado que en
angustia acontecen los límites de la palabra, por ello no lo
puede decir, es una experiencia de lo sin palabras; sin
embargo aun desde ese sin palabras habla; se inspira desde la
serenidad que soporta ese silencio. La inspiración acontece
como el silencio que habla.

La inspiración nace en el vacío de la angustia y retorna en él


por la serenidad que lo soporta, Ella es un vacio y crea más
vacio es una experiencia que demuestra la constitución del
vacío por sí mismo.

En la inspiración la angustia nos pone por fuera del lenguaje,


y al instante nos muestra que es por él que se puede acceder a
su experiencia vacía. Así que la inspiración demuestra que el
lenguaje puede destruir al lenguaje, siempre y cuando lo
vivenciemos como vacio.

El lenguaje vacio nace en la inspiración, él acontece vacío,


crea vacio y demuestra el vacío de poder de la inspiración,
demuestra la imposibilidad de crearlo por fuerza de voluntad,
muestra la imposibilidad de ser creado por fuera de su propio
vacio. El lenguaje vacio crea nada desde sí mismo.

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25.

¿Confió en el lenguaje vacio?


¿Estoy dispuesto a confiar en el vacio de poder?
¿Estoy dispuesto a hablar desde lo sin palabra?
¿Me encuentro dispuesto a confiar en la magia del silencio?
¿Confió en la inspiración?
G

El momento de confiar en nada

En la creación de nada solo confiamos en la inspiración del


lenguaje vacio, confiamos en el fluir vacío que crea nada; es
un fluir que hace nada dentro de la nada, confía en ella.

La inspiración se contrae sobre sí misma encuentra confianza


fluyendo sobre nada, de tal forma que confiando en la
inspiración se fluye en su nada.

El confiar demuestra el poder de la nada desde el silencio de su


inspiración, hablamos del poder del silencio que a pesar de ser
silencio habla. Es el acontecer de la magia del silencio que
posee el poder de crear silencio.

En la inspiración nace el leguaje vacio, y se crea nada;


caminando en la palabra vacia confiamos en su silencio, que
habla.

La confianza en el silencio que habla inspira nada. Crear nada


acontece como la complementariedad de inspiración y
confianza.

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