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Los Takes Del Doblaje La Traduccion para
Los Takes Del Doblaje La Traduccion para
Anna Marzà
Universitat Jaume I
1. Los takes del doblaje
Partimos, pues, del concepto de take del capítulo anterior: un conjunto finito de
líneas de diálogo, pertenecientes a uno o más personajes del filme, que se agrupan en un
segmento textual para proceder a su grabación en la cabina del estudio. Los takes en
España no tienen límite temporal, y se pueden grabar de forma consecutiva o no, siendo
esta última la opción habitual, es decir, se suelen grabar de forma no cronológica,
aprovechando la convocatoria de cada actor al estudio, de modo que cada actor por
separado graba aquellos takes donde interviene. Los takes suelen tener cuatro campos
fijos: todos ellos van numerados, todos ellos contienen el código de tiempo de entrada
(algunos también el código de tiempo de salida), todos ellos contienen los nombres de
los personajes en una columna a la izquierda de la página, y todos ellos contienen los
diálogos de estos personajes, junto con los símbolos del doblaje, normalmente
sangrados y con un buen interlineado para su correcta locución. En este capítulo
desgranaremos las convenciones que rigen la segmentación y el formato de los takes en
los estudios encuestados.
1
Una de las encuestas fue respondida por un traductor que no se encarga de la segmentación del
texto meta y no respondió a ninguna de las preguntas de este apartado Para el análisis de las
respuestas de todo este bloque, pues, los porcentajes se han calculado sobre un total de 18 y no
de 19, si no se indica otra cifra.
Respuestas obtenidas 18
Respuestas perdidas 1
Tabla 1. Criterios de corte de take
Con estos datos queda claro que el criterio cuantitativo para la segmentación del
texto meta es de gran relevancia en la industria del doblaje en España. Ahora bien, este
no es el único criterio que se sigue. Más de la mitad de estudios (55,6 %) afirma
segmentar habitualmente el texto antes de llegar al número máximo de líneas por take o
personaje. Cuando esto ocurre, lo hacen por criterios que nada tienen que ver con el
número de líneas, puesto que no suelen cortar take con un número fijo de líneas.
Sobre el 44,4 % restante, es decir, los que afirman cortar el take normalmente con
el número máximo de líneas permitido, podríamos asumir que, en principio, no siguen
otros criterios que puedan forzar a cortar take antes de llegar al número máximo
permitido. Pero un análisis cualitativo de los datos nos lleva a descartar esta idea. Al
contrastar las respuestas de las preguntas 2 y 5 con la pregunta genérica 15, en la que
pedimos que marcaran todos los criterios que siguen a la hora de cortar take, solo se
observa un estudio cuyo único criterio parece ser el número máximo de líneas. Este dato
nos lleva buscar con más detalle cuál puede ser el motivo de esta contradicción: si no
suelen cortar antes de llegar al máximo, pero reconocen que lo hacen en cambios de
escena o pausas, puede que tengan muy en cuenta las restricciones económicas e
intenten hacer takes con el máximo de líneas posibles. En efecto, todos los estudios de
la submuestra aplican restricciones económicas, como veremos en el apartado 3.1.4,
excepto un estudio de Andalucía.
En resumen, el criterio cuantitativo se erige como criterio básico en los estudios
españoles, ya que todos los encuestados tienen un número máximo de líneas por
personaje y por take fijado. Hay pequeñas excepciones contempladas en esta norma, que
analizaremos con más detalle en el apartado correspondiente (3.1.5). No obstante, los
resultados también apuntan a la presencia de otros criterios que se aplican a la hora de
cortar un take, siempre por debajo de los límites cuantitativos ya descritos. A
continuación, desgranaremos con más detalle los criterios complementarios al número
de líneas, es decir, los criterios que llevan al ajustador a cortar take antes de llegar al
máximo permitido o bien a forzar una segmentación con el mayor número de líneas
posibles.
7. 05.28
HOMBRE-FURGO (SB)(G)
___________________________________________
8. 05.33
ORIGINAL
___________________________________________
9. 05.53
AUGUST ¡Arriba las manos! ¡Arriba las manos! ¡Vamos! ¡Arriba!
Figura 3. Ejemplo de takes de un estudio de la Comunidad Valenciana
Nos encontramos, pues, ante criterios sin una aceptación generalizada entre los
estudios españoles pero que, de nuevo, apuntan a una tendencia; en este caso, que los
takes no se suelen cortar en dos páginas (se cambia de página cuando el siguiente take
no cabe en la misma) y además suelen agrupar las intervenciones de un personaje en un
solo take, cuando nadie lo interrumpe y no excede el número máximo de líneas por
personaje. Las respuestas tienen una presencia lo suficientemente significativa como
para ser tenidas en cuenta por los profesionales del sector.
2
A los 11 estudios que afirmaban cortar take ante algún tipo de cambio de escena (Tabla 1) se
ha añadido otro más en esta respuesta. Esto se debe a que, en este estudio concreto, el cambio de
escena no es un criterio fijo de corte de take, sino que se suele tener en cuenta solo en el caso de
películas destinadas a la distribución en 35 mm, como nos indica en el apartado de comentarios.
doblaje cobran por cada take dirigido. Por su parte, los estudios de doblaje son quienes
contratan tanto a traductores y ajustadores como actores y directores. Cualquier
variación en el número total de takes en los que el traductor segmente el texto final
repercute directamente en la inversión que supone cada producción. Por ello, las
empresas pueden requerir que el adaptador aplique ciertos mecanismos que mantengan
el número total de takes en el mínimo posible, siempre dentro de los límites que
permiten los máximos de línea comentados en el apartado 3.1.1.
Los resultados muestran que un 77,7 % de los estudios (14 de 18) sí tiene en
cuenta algún tipo de restricción económica a la hora de segmentar el texto meta. El
mecanismo de ahorro que se aplica de forma más generalizada (72,2 %) es intentar que
las intervenciones de un personaje estén en un solo take (Tabla 6). En cambio, son
pocos los estudios que aplican más de una restricción económica, un 33,3 % (6 de 18).
¿Los estudios con los que trabaja aceptan los takes dobles (hasta el doble
de líneas por personaje que el máximo permitido)?
Recuento
Opciones de respuesta Porcentaje de
respuestas
Sí 83,3 % 15
No 16,7 % 3
Comentarios 5
Respuestas obtenidas 18
Respuestas perdidas 1
¿Y los takes triples?
Recuento
Opciones de respuesta Porcentaje de
respuestas
Sí 33,3 % 6
No 66,7 % 12
Comentarios 3
Respuestas obtenidas 18
Respuestas perdidas 1
Tabla 7. Aceptación de takes dobles y triples
Algunos estudios puntualizan que los takes dobles se suelen evitar o que solo se
aplican cuando la segmentación del texto se hace de forma manual. El análisis por
comunidades revela que todos los estudios consultados en la Comunidad Valenciana y
Galicia permiten los takes dobles, mientras que los estudios de Baleares usan tanto
dobles como triples.
Otro tipo de transgresión también aceptado en algunos estudios es el de los takes
bis. En principio, un guion estándar presenta una serie de takes o tomas numeradas y
consecutivas en el tiempo, de modo que el TCR de una toma siempre será posterior al
TCR del take precedente. Sin embargo, el mercado del doblaje español contempla la
inserción de takes simultáneos que presenten el mismo TCR, un recurso que puede
facilitar la tarea de los actores en el caso de conversaciones paralelas, ya sean del mismo
o de diferentes personajes, o cuando coinciden un texto principal y un ambiente de
fondo que debe ser doblado. Como se muestra en la Tabla 8, el uso de este recurso no es
en absoluto generalizado, aunque se observan algunas tendencias geográficas: los
estudios catalanes suelen utilizar takes bis, mientras que los estudios andaluces y vascos
tienden a evitarlos. En el resto de comunidades su uso es particular de cada empresa.
Los takes tienen un formato que se suele repetir en la mayoría de los estudios
de doblaje de todo el mundo (Chaume, 2012). Aunque pueda parecer que existen
diferencias sustanciales entre su formato en los distintos países, encontramos una serie
de convenciones que se repiten en la gran mayoría de estudios de doblaje:
➢ Suelen ir numerados, normalmente en el extremo superior izquierdo o
derecho de la página.
➢ Suelen mostrar el código de tiempo (TCR) del primer personaje que
habla o emite un sonido en el take. Este código de tiempo suele ir o
bien junto al personaje que habla, o sangrado en la línea del número de
take, antes o después de este número.
➢ Incluyen los nombres de los personajes del texto audiovisual que
intervienen en el mismo, normalmente escritos con letras mayúsculas y
alineados a la izquierda de la página.
➢ Finalmente, incluyen los diálogos de esos personajes, normalmente
sangrados para mejorar la lectura, o bien en celdas de tablas, a la
derecha de cada personaje, y los símbolos de doblaje necesarios para la
correcta dramatización del doblaje.
Estos serían ejemplos de take en España, según su formato y ortotipografía
originales:
08.26
ROCK No hi ha refrescos ni menjar. Ei. Una pistola de
bengales. Podrem fer senyals per a que ens troben.
/(SB)Una brúixola. (OFF)A vore què més... (ON)Una
navalla multiús. Genial. I una tele portàtil. (SB)Caram, i
funciona amb energia solar.
MARCO (X)(37)(G) / Si tenim tele la cosa ja no va tan
malament.
________________________________________________
08.49
LOCUTOR (OFF) Refrescant. Única. Prove la nova beguda
refrescant “Cola Pop”. També en envàs de 5 litres.
Amb Cola Pop s’ha acabat la set.
Figura 5. Ejemplo de takes en la C. Valenciana
1.3. Conclusiones
Tras este análisis, observamos que la segmentación del texto meta en el mercado
español del doblaje es un complejo proceso de toma de decisiones condicionado por tres
tipos de criterios: por una parte, los universales, que convendremos en llamar normas
(Toury, 1995); por otra, los generalizados, que denominaremos recurrencias; y,
finalmente, criterios más particulares de cada empresa. Su distribución cuantitativa no
es en absoluto homogénea, ya que los criterios particulares superan en número tanto a
las normas como a las recurrencias.
Más concretamente, cuatro son las normas compartidas por los estudios españoles
por lo que respecta a la segmentación del texto meta: limitar los takes a un máximo de
líneas que se encuentra entre 8 y 10, fijar un máximo de 5 líneas por personaje, indicar
las pausas largas en el texto y aceptar los takes dobles. Con estos datos, queda clara la
preferencia por aquellas convenciones con una base cuantitativa y criterios numéricos
de fácil delimitación, ya sean estos líneas o segundos. Por otra parte, la aplicación de
algún tipo de restricción económica y evitar los takes triples conforman las recurrencias
encontradas, quizás acompañadas por el respeto a los cambios de escena, criterio que se
encontraría a caballo entre las recurrencias y los criterios más particulares, aunque del
estudio se desprende que es un criterio coherente y aconsejable. El resto de
convenciones analizadas en este apartado pertenece al ámbito particular de cada
empresa, como el uso de takes bis, la duración de las pausas largas, el número exacto de
líneas con el que cortar el take o procurar que ningún take ocupe dos páginas distintas,
entre otras.
El análisis de los resultados también ha demostrado que la segmentación del texto
sigue una clara jerarquía según la cual solo existen dos criterios inamovibles: el máximo
de líneas por take y personaje que haya fijado cada empresa. El resto de criterios, ya
sean fílmicos o interpretativos, se aplicarán siempre dentro de los límites acordados. No
obstante, en esta relación jerárquica puede entrar en juego un tercer criterio: el
económico. En aquellos estudios que sí aplican dicho criterio, este pasa a ocupar el
segundo lugar en la jerarquía, e incluso una norma como el corte de take ante pausas
largas puede quedar supeditada al ahorro (es decir, no cortar el take aunque exista un
silencio largo). En efecto, como actividad industrial que es el doblaje, el dinero parece
estar en la base de las convenciones que se han convertido en norma. Esto explica que
los únicos criterios fijos sean precisamente los que afectan directamente al sueldo de
actores y directores o que las restricciones económicas sean tan relevantes en este mapa
de convenciones del doblaje. En cambio, los criterios que pueden facilitar la tarea de los
varios agentes implicados pasan a un segundo plano.
Como ya se ha avanzado, este estudio pretende diseñar el mapa de convenciones
de la traducción para el doblaje en España, un mapa que se presenta poco marcado
geográficamente. De hecho, el máximo de líneas por take es el único criterio para el que
hemos encontrado una delimitación por comunidades autónomas más o menos
establecida, y solamente hemos constatado ciertas tendencias geográficas en el uso de
takes dobles, triples y bis, que tendrían que ser validadas con estudios cualitativos más
detallados.
Por último, la elevada presencia de convenciones particulares en este mapa
requiere una atención especial. En un estudio estadístico de representatividad, unos
valores cercanos al 50 % quedarían descartados de los resultados. No obstante, las
convenciones cuyo uso es aceptado por la mitad de los estudios analizados deben ser
igualmente consideradas como parte integrante del mapa del sector de la traducción para
el doblaje. En efecto, un traductor y adaptador profesional trabaja para varias empresas
a la vez, para lo cual deberá conocer y dominar el uso tanto de las convenciones
generalizadas como de las más particulares, aunque solo las aplique de forma puntual.
De igual modo, la formación de traductores en la especialidad audiovisual debe
proporcionar los recursos necesarios para facilitar la versatilidad de los futuros
profesionales, que deberán manejar un amplio abanico de convenciones y conocer su
alcance. Así pues, desde el punto de vista de la formación y la especialización laboral,
las convenciones descritas en este apartado pueden formar parte del currículo de las
asignaturas de doblaje y del bagaje de cualquier profesional, clasificadas según los tres
niveles descritos: como normas que es recomendable aplicar, como recurrencias cuyo
uso es predecible o como particularidades que los profesionales conocen y son capaces
de determinar en qué momento utilizar o descartar.