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CINE EUROPEO

A diferencia del cine de Hollywood, ordenado por el sistema de los estudios y los
géneros, el europeo se caracteriza por la fragmentación convergente propia de la
cultura europea en la que son –o deben ser: la globalización puede diluirlas en
la papilla global- tan importantes los elementos compartidos o de convergencia
como los elementos constitutivos y diferenciadores de cada cultura nacional
(referida no a los estados nación, sino a las comunidades culturales; eje: existe
la cultura italiana siglos antes de la unificación de Italia en el siglo XIX), lo que
permite hablar tanto genéricamente de CINE EUROPEO en su conjunto como
de CINE FRANCÉS, CINE ITALIANO, CINE ALEMÁN, ETC., cada uno dotado
de sus propias características definidas por su entronque no excluyente con las
respectivas culturas.
Sus marcas más reconocibles permiten definirlo en su conjunto como
REALISMO NACIONAL AUTORIAL. Realismo: fuerte compromiso con la
interpretación de la realidad política, social, cultural o subjetiva. Nacional: el
antes aludido entronque con culturas particulares. Autorial: el control del
director sobre la película.
Desde los años 80 el otoño de la era del cine de autor y la globalización plantean
serios problemas a esta rica diferenciación convergente.
Junto al realismo nacional autorial se dan importantes fenómenos de cine
comercial de género cuyos máximos exponentes pueden ser la serie Bond, las
comedias de la Ealing o el terror de la Hammer (Inglaterra), el péplum, el giallo
o el espagueti western (Italia).

NUESTRO REFERENTE DEL CINE EUROPEO: JEAN RENOIR


Influyente durante cuatro décadas, Renoir es uno de los símbolos mayores del
cine europeo, compañero de viaje de las más importantes tendencias que lo han
enriquecido, maestro del realismo y considerado padre de dos de los más
importantes movimientos de renovación del cine europeo: el realismo italiano a
partir de 1945 y la nueva ola francesa desde 1959.
Obras de referencia por décadas:
Años 20:
Nana
Años 30:
La golfa
Toni
Una partida de campo
La gran ilusión
La regla del juego
Años 40:
Esta tierra es mía
Años 50:
El río
French Can-Can
El testamento del Dr. Cordelier
La comida sobre la hierba
Años 60:
La carroza de oro
Sugerencias sobre Renoir en las YouTube:
Jean Renoir Interviews
Jean Renoir parle de son art 1961,
Conversation entre Jean Renoir & Michel Simon 1966

Utilizando la obra de Renoir como bastidor propongo el siguiente recorrido por


el cine europeo:

1/ ALEMANIA. Expresionismo y Kammerspiel.


El expresionismo se da primero en el arte, el teatro y la literatura para pasar
tardíamente al cine. Más importante que las películas puramente
expresionistas, es la influencia de la utilización de la luz y los decorados que
influirá todo el cine alemán posterior hasta 1933 y, con el éxito de estas películas
y la huida del nazismo de directores y operadores que se establecerán en
Hollywood, al cine americano y al mundial. Se considera que, interpretando los
signos de su tiempo, las pesadillas expresionistas intuyeron el horror nazi
(estudios de referencia: LA PANTALLA DEMONÍACA de Lotte H. Heisner y DE
CALIGARI A HITLER: UNA HISTORIA PSICOLÓGICA DEL CINE ALEMÁN de
S. Kracauer).
El KAMMERSPIELFILM es contemporáneo del expresionismo. Inspirado por
las representaciones teatrales intimistas de Max Reinhardt que prescindían de
lo superfluo para concentrarse en las interpretaciones y tenían un fuerte sesgo
realista. Reinhardt fue maestro e inspirador de Murnau.

Directores y obras más representativos:


Wiene: El gabinete del Dr. Caligari (1919)
Vegener: El Golem (1920)
Murnau: Nosferatu (1922), El último (1922), Fausto (1926), Amanecer (1927,
en Hollywood).
Pabst: Bajo la máscara del placer (1925), Misterios de un alma (1926), La caja
de Pandora (1929), La ópera de cuatro cuartos (1931).
Lang: Las arañas (1919), La muerte cansada (1921), El Dr. Mabuse (1922), Los
Nibelungos (1924), Metrópolis (1927), M el vampiro de Dusseldorf (1931), El
testamento del Dr. Mabuse (1933). [Tras huir del nazismo, pese a que se le
ofreció la dirección del cine alemán, trabajó en Hollywood –logrando ser fiel a sí
mismo en distintos géneros- en grandes obras como: Furia (1936), La venganza
de Frank James (1940), La mujer del cuadro (1944), Perversidad (1945), Los
sobornados (1953), Los contrabandistas de Moonfleet (1955). Volvió a Alemania
en 1958 para rodar El tigre de Snapur y La tumba india, magníficos remakes de
dos películas alemanas mudas]

2/ RUSIA Y ALEMANIA Totalitarismo y cine: Leni Riefenstahl y la


Vanguardia soviética.
Los grandes aparatos totalitarios ponen el cine a su servicio.

En la Unión Soviética, hasta la imposición de la doctrina del realismo


socialista por Stalin (I Congreso de Escritores Soviéticos en 1934 y Decreto
Zhánov en 1948), que prohibieron las vanguardias acusándolas de cosmopolitas,
decadentes y burguesas, el cine soviético vivió una edad de oro en los años 20 en
la que se consideraban hermanas la revolución política y la artística. A este
período pertenecen las obras de:
Directores y obras más representativos:
Eisenstein: La huelga (1924), El acorazado Potemkin (1925), Octubre (1928),
La línea general (1929). Censurado y acosado, volvió a brillar –porque la guerra
obligó a crear mitos nacionales- con Alejandro Nevski (1938), Iván el Terrible
(1943) y su continuación La conjura de los boyardos (1948) que dejó inconclusa.
Vertov: el más experimental: noticiarios Kinodelia (1918-1919), La batalla de
Tsaritsyn (1920), documentales Kino-Pravda (1922-1925), El hombre de la
cámara (1929), Tres cantos a Lenin (1934).
Pudovkin: La madre (1926), El fin de San Petersburgo (1927), Tempestad
sobre Asia (1928).

Bajo el nazismo alemán casi todos los grandes del industrialmente pujante y
creativamente brillante huyeron. El único talento fue el de la propagandista de
Hitler Leni Riefenstahl, autora de dos repugnantes y geniales documentales a
mayor gloria del nazismo: El triunfo de la voluntad (1935) y Olimpia (1938).

3/ FRANCIA. Realismo y realismo poético.


El realismo poético francés se dio desde finales de los 20 a los años 40. En una
rara mezcla unía influencias del naturalismo literario y las vanguardias
artísticas.
Privilegia los personajes y ambientes populares urbanos, los antihéroes
malditos, la fatalidad trágica, el amor acosado por circunstancias adversas, los
decorados a la vez realistas y estilizados construidos en estudio (importancia del
escenógrafo Alexander Trauner), la utilización antinaturalista de la iluminación
tomada del cine alemán y un creativo uso de la música que funde lo popular con
lo vanguardista (Maurice Jaubert, Joseph Kosma, Georges Van Parys). Tendrá
gran influencia sobre el cine negro de Hollywood. Paralelamente se desarrolla
una potente corriente realista que tendrá mucha influencia sobre el
neorrealismo italiano.

Realizadores y obras más destacados:


Jean Vigo: A propos de Nice (1930), Zero de conduite (1933), L’ Atalante
(1934, su última obra y único largometraje, desgraciadamente murió a los 29
años).
René Clair: Un sombreo de paja de Italia (1928), Bajo los techos de París
(1930), Viva la libertad (1931), El millón (1931), 14 de julio (1933), El último
millonario (1935).
Jean Renoir: (ver filmografía esencial antes indicada).
Marcel Carné: El muelle de las brumas (1938), Hotel du Nord (1938), Le jour
se leve (1939), Les enfants du paradis (1945), Les portes de la nuit (1946).
Marcel L´Herbier: El Dorado (1921), L’ Inhumaine (1924), Le vertige (1926),
Le diable au coeur (1927), Le bonheur (1934).
Jean Epstein: L’ Auberge rouge (1923), El espejo de las tres caras (1927), La
caída de la casa Usher (1928),

4/ SUECIA Y DINAMARCA. El esencialismo nórdico.


En todos los casos el cine europeo se caracteriza por su arraigo en las culturas
particulares. Los cines nórdicos dominantes de proyección internacional, el
sueco y el danés, están marcados por el estricto puritanismo protestante
(asumiendo su doctrina o reaccionando contra él) y el pesimismo existencialista
que impregna también una parte significativa de su literatura y su arte. A lo que
se añade una dimensión crítica y reflexiva –esto caracteriza todo el cine de autor
europeo- y un pionero carácter explícito de lo sexual.

El cine sueco se convirtió en uno de los más influyentes de Europa y el mundo


en los años 20. Su éxito le privó de sus dos directores más importantes –
Sjöstrom y Stiller- y de su estrella Greta Garbo, que serían contratados por
Hollywood. En los años 30 y 40 decaería hasta desaparecer del panorama
internacional, recuperando parte de su antiguo esplendor a finales de esa
década y en los años 50 gracias a los directores Sjöberg, Ekman, Mattson y,
sobre todo, Ingmar Bergman.

Directores y títulos esenciales:


Sjöström: Había una vez un hombre (1917), Los proscritos (1918), La carreta
fantasma (1921), El que recibe el bofetón (1924, en Hollywood), El viento (1928,
en Hollywood).
Stiller: La saga de Gunnar Hede (1923), La leyenda de Gösta Berling (1924), La
calle del pecado (1928).
Bergman: Fresas salvajes (1957), El séptimo sello (1957), El manantial de la
doncella (1960), Como en un espejo (1961), Persona (1966), Gritos y susurros
(1971), Fanny y Alexander (1982).
Sjöberg: La señorita Julia (1951).

El cine danés, al igual que el sueco, conoció su edad de oro en las décadas de
los 10 y los 20 con la poderosa compañía Nordisk de Ole Olsen. El melodrama
erótico con planteamientos escandalosos para la época consagró a directores
como Urban Gad que con El abismo (1910) convirtió a Asta Nielsen en la
primera gran estrella de Europa. Benjamin Christensen triunfó con el cine de
género: espionaje (El misterioso X, 1914) o policíaco (La noche de la venganza,
1916). Pero la figura mayor del cine danés será C. T. Dreyer, uno de los
directores más creativos e influyentes de la historia del cine. Al igual que el cine
sueco, el danés caería en una larga postración –productos de consumo interno-
no recuperando influencia hasta los años 80 con los éxitos de El festín de
Babette (Axel, 1987) y Pelle el conquistador (August, 1987). Con Lars Von Trier
y el movimiento Dogma
lograría a partir de los 90 su mayor influencia internacional, con marcas en las
que no es imposible, pero sí difícil, reconocer aquel esencialismo de Dreyer.

Directores y títulos esenciales:


C. T. Dreyer: Páginas del libro de Satán (1921), La pasión de Juana de Arco
(1928), Vampyr (1932), Dies irae (1943), Ordet (1955), Gertrud (1964).
Lars Von Trier: El elemento del crimen (1984), Rompiendo las olas (1996),
Bailar en la oscuridad (2000), Dogville (2003), Melancolía (2011).

5/ ITALIA: Las tres estaciones del realismo.


Ningún movimiento renovador cinematográfico ha tenido la influencia mundial
del neorrealismo italiano. Todos los nuevos cines europeos de los años 50 y 60,
y no pocas cinematografías emergentes del Tercer Mundo, son deudores de él.
Tiene como antecedente el neorrealismo literario que se dio en la Italia de los 30
y los 40 como reacción contra el fascismo (escritores: Alberto Moravia, Ignazio
Silone, Vasco Pratolini, Carlo Levi, Cesare Pavese o Elio Vittorini). El
neorrealismo estuvo agitado por una gran polémica: ¿realismo es un impulso
ético de indagación sobre la realidad social o personal representable a través de
cualquier estilo o implica también –por influencia de la doctrina del realismo
socialista, en Italia impulsado por el influyente PCI- un estilo? Las distintas
respuestas de distintos realizadores, o la evolución de los primeros maestros
realistas, abandonando el realismo formal y el rígido código neorrealista dieron
lugar a grandes debates. Siguiendo esta evolución el realismo italiano se puede
ordenar en tres etapas representadas por cambios en las filmografías de los
maestros fundadores o por la aparición de nuevos directores. El gran momento
de crisis y cambio fue la presentación de “Senso” de Visconti y “La strada” de
Fellini en el festival de Venecia de 1954.
Estas tres etapas, con sus realizadores esenciales, son:
a) Los años 40: Rossellini, Visconti, De Sica. Con el antecedente de
“Ossessione” de Visconti en 1943, estalla en 1945. Sed de verdad y
realidad tras el cine falso del fascismo. Cine directo, de denuncia del
horror pasado y las penalidades de la posguerra. Búsqueda de la
objetividad y la cotidianidad a través de la simplificación estilística,
prescindiendo en lo posible de artificios o recursos (en parte, en los
primeros años, debido también a la precariedad de los medios).
Búsqueda de escenarios naturales. Reducción de los efectos de luz,
realismo fotográfico. Inspiración en el cine documental (escena de la
muerte de Ana Magnani en “Roma città aperta”) buscando la verdad de la
imperfección (en este caso creada) frente a la perfección y trasparencia
del cine clásico. Montaje que privilegia la duración de las tomas en vez de
la fragmentación. Naturalidad en las interpretaciones, recurriendo a
actores no profesionales tomados de la calle para aumentar la verdad en
la representación de las clases populares. Utilización de la rica variedad
dialectal del italiano que el fascismo quiso erradicar. Influencia ética de
los principios comunistas y cristianos.

Realizadores y obras esenciales:


Rossellini: Roma città aperta (1945), Paisà (1946), Germania anno zero
(1948), Stromboli terra di Dio (1950), Francesco guillare di Dio (1950),
Europa’ 51 (1952), Viaggio in Italia (1954), Il generale della Rovere
(1959).
Visconti: Ossessione (1943), La terra trema (1948), Bellisima (1951),
Senso (1954), Rocco e i suoi fratelli (1960), Il Gattopardo (1963), Morte a
Venezia (1971), Ludwig (1973).
De Sica: Sciuscià (1946), Ladri di biciclette (1948), Miracolo a Milano
(1951), Umberto D (1952), L’ oro di Napoli (1954), La ciciociara (1960).

b) Los años 50: Antonioni, Fellini.


Las irrupciones de Antonioni con Cronaca di un amore en 1950 y I vinti
en 1953 y la de Fellini con Lo sceicco bianco en 1952 e I vitelloni en 1953,
el giro de los maestros de la primera generación en 1954 –Rossellini con
Viaggio in Italia y Visconti con Senso- abren el paso a la segunda etapa
realista que estará marcada por las personalidades opuestas del severo,
existencialista y analítico Antonioni y el barroco, sensual y vital Fellini. El
proyecto cinematográfico de Fellini, uno de los diez creadores mayores de
la historia del cine, pretende convertir sensaciones, conceptos,
sentimientos… toda la carga significativa de la película, en puras
imágenes que sean las portadoras absolutas del significado de sus films.
Conforme su filmografía avance se encerrará en Cineccità para reinventar
por completo la realidad recreándola en estudio.

Realizadores y obras esenciales:


Antonioni: Le amiche (1955), Il grido (1957), L’ Avventura (1960), La
notte (1961), L’ eclisse (1962), Deserto rosso (1964), Blow Up (1966).
Fellini: I vitelloni 1953), La strada (1954), Il bidone 1955), Le notti di
Cabiria (1957), La dolce vita (1960), Fellini 8 ½ (1963), Giulietta degli
spiriti (1965), Toby Dammit (1968, episodio de Tre passi nel delirio),
Satyricon 1969), I clowns (1969), Roma (1970), Amarcord (1973),
Casanova (1976), Prova d´orchestra (1979), E la nave va (1983), Ginger e
Fred (1986).

c) Los años 60: Pasolini, Bertolucci.


Por influencia de las dos décadas anteriores de cine italiano estallan los
nuevos cines de los 60 –Nueva Ola, Free Cinema, Nuevo Cine Alemán,
primaveras de las cinematografías del Este- y se afirma una nueva
generación cuyo valor mayor será Pier Paolo Pasolini, poeta, ensayista,
novelista, articulista, polemista y cineasta que se inventó a sí mismo
como director de cine desarrollando un estilo radicalmente personal y
estética e intelectualmente apasionante. Regresando al neorrealismo
puro –actores casi siempre no profesionales, escenarios naturales, temas
del subproletariado- crea un discurso que lo trasciende vinculándolo a las
vanguardias de los 60, de las que es un adelantado. Apadrinó el
nacimiento al cine de Bernardo Bertolucci, interesante e irregular
director que será uno de los símbolos del cine italiano de los 70.

Realizadores y obras esenciales:


Pasolini: Accatone (1961), Mamma Roma (1962), Il Vangelo secondo
Mateo (1964), Edipo Re (1967), Teorema (1968), Medea (1969), Il
Decameron (1970), I racconti di Canterbury (1972), Il fiore delle mille e
una notte (1974), Salò o le 120 gionate di Sodoma (1975).
Bertolucci: Prima della revoluzione (1964), La strategia del ragno
(1970), Il conformista (1970), Ultimo tango a Parigi (1974), Novecento
(1976), The Last Emperor (1986).

6/FRANCIA. Nueva Ola.


Movimiento no homogéneo, la Nueva Ola se dio a conocer como el salto a la
dirección de jóvenes críticos de la revista Cahiers du Cinéma creada en 1951
por el influyente teórico y crítico André Bazin. Son herederos del realismo de
Renoir y Rossellini y adoptaron el lema del teórico y director Alexandre Astruc:
la cámara tiene que ser como una pluma con la que los directores creen con la
misma libertad y control con que los escritores escriben. Fueron también muy
influidos por Welles, cuyo Ciudadano Kane no se estrenó en Francia hasta
después de la guerra, en 1946. Para su paso a la dirección fueron decisivas las
ayudas a jóvenes realizadores del recién creado Ministerio de Cultura (1958) con
André Malraux al frente. El movimiento arranca en 1959 con Los 400 golpes de
Truffaut, premiada en el festival de Cannes. Movimiento paralelo –por algunos
llamado Rive Gauche- fue el de los cineastas vinculados a otra revista, Positif, de
planteamientos críticos divergentes y mayor tendencia vanguardista. También
en 1959 se dieron a conocer con Hiroshima mon amour de Resnais. La Nueva
Ola se caracteriza por el carácter cinéfilo y teórico de sus directores, por
extender la categoría de autor a directores americanos tenidos por artesanos de
los géneros –Hitchcock, Hawks, Ford, Wyler-, reinventar el lenguaje
cinematográfico a partir de un profundo conocimiento de los clásicos, prescindir
(al principio) del gran aparato del cine gracias a las nuevas fuentes de
iluminación y las cámaras más ligeras, inspirarse en el estilo libre del
documental, realizar tomas largas dejando margen de improvisación,
innovaciones en el uso de la luz (poca artificial, fundamentalmente natural). En
pocos años el movimiento se disgregó y cada autor siguió su propia inspiración.
El vacío entre el cine de los 30/50 y la Nueva Ola no fue tal: fueron las décadas
de grandes directores como Franju, Clouzot, Becker, Melville y sobre todo
Bresson, uno de los grandes maestros –como Dreyer u Ozu- de lo que Paul
Schrader llamó EL ESTILO TRASCENDENTAL.

Realizadores y obras esenciales:


Bresson: Los ángeles del pecado (1943), Las damas del bosque de Bolonia
(1945), Diario de un cura rural (1950), Un condenado a muerte se ha escapado
(1956), Pickpocket (1959), Al azar de Baltasar (1966).
Clouzot: El salario del miedo (1953), Las diabólicas (1954).
Franju: Los ojos sin rostro (1959).
Becker: Antoine et Antoinette (1947), París bajos fondos (1952), No toquéis la
pasta (1953).
Rohmer: El signo del león (1959), La coleccionista (1967), Mi noche con Maud
(1969), La marquesa de O (1976), La buena boda (1982), Cuento de primavera
(1990), La inglesa y el duque (2000).
Melville: El silencio de un hombre (1967), El ejército de las sombras (1969),
Círculo rojo (1970).
Truffaut: Los 400 golpes (1959), Jules et Jim (1962), Besos robados (1968), El
pequeño salvaje (1969), Las dos inglesas y el amor (1971), La noche americana
(1973), Adela H (1975), La habitación verde (1978), El último metro (1980), La
mujer de al lado (1981).
Godard: Al final de la escapada (1960), El desprecio (1963), Banda aparte
(1964), Alphaville (1965), Pierrot el loco (1965), La chinoise (1967), Pasión
(1982), Premon: Carmen (1983).
Malle: Ascensor para el cadalso (1958), El fuego fatuo (1963), El soplo al
corazón (1971), Lacombe Lucien (1974), Atlantic City (1980), Adiós muchachos
(1987).
Demy: Lola (1960), La bahía de los ángeles (1962), Los paraguas de Cherburgo
(1964), Las señoritas de Rochefort (1967).

7/ INGLATERRA. Free Cinema.


Nace en febrero de 1956, a partir del Manifiesto de los Jóvenes Airados que se
refiere sobre todo a la literatura y el teatro (John Osborne, Alan Sillitoe, Harold
Pinter). Sigue las pautas del moderno cine europeo realista inspirado por la
revolución neorrealista con temática cotidiana de contenido social. Es anterior a
la Nueva Ola, aunque coincidente con ella cuando encuentra reconocimiento
internacional. Sus directores, sin perder del todo su personalidad, se integrarán
en las corrientes del cine comercial al que revitalizarán, casos de Karel Reisz,
John Schlesinger y Tony Richardson. Compañeros de camino son los directores
americanos afincados en Londres Richard Lester y Joseph Losey. Sus
predecesores, contra los que de alguna manera se alzaron, fueron los maestros
del clasicismo inglés David Lean y Carol Reed.

Realizadores y obras esenciales:


Reed: Larga es la noche (1949), El ídolo caído (1948), El tercer hombre (1949).
Lean: Breve encuentro (1945), Cadenas rotas (1946), Oliver Twist (1948), El
puente sobre el río Kwai (1957), Lawrence de Arabia (1962), Doctor Zhivago
(1965).
Clayton: Un lugar en la cumbre (1959), Los inocentes (1961).
Reisz: Sábado noche, domingo mañana (1960), Night Must Fall (1964), La
mujer del teniente francés (1981).
Richardson: Mirando hacia atrás con itra (1958), Un sabor a miel (1961), La
soledad del corredor de fondo (1962), Tom Jones (1963), La última carga
(1968).
Schlesinger: Billy Liar (1963), Darling (1965), Lejos del mundanal ruido
(1967), Midnight Cowboy (1969), Domingo, maldito domingo (1971), Marathon
Man (1976).
Loach: Kes (1969), Family Life (1971), Agenda oculta (1990), Riff Raff (1990),
Lloviendo piedras (1993), Mi nombre es Joe (1998), Yo, Daniel Blake (2016).
Lester: ¡Qué noche la de aquel día! (1964), Help! (1965), The Knack (1965),
Golfus de Roma (1966), Petulia (1968), Robin y Marian (1976).
Losey: El criminal (1960), Eva (1962), El sirviente (1963), Accidente (1967) La
mujer maldita (1968), El mensajero (1971).

8/ RUSIA, CHECOESLOVAQUIA, POLONIA, HUNGRÍA. Las


primaveras del Este.

RUSIA: El 14 de febrero de 1956 el XX Congreso del Partido puso fin a la era


estalinista. Proseguía la represión en todos los ámbitos, también en el cultural,
pese a que Jrushchov permitió una muy limitada apertura que sacó al cine
soviético de la postración creativa en que el estalinismo lo había sumido tras las
brillantes décadas de los 20 y los 30. En la era Jrushchov se dieron a la vez
gestos de acercamiento (visita de Jrushchov a Estados Unidos en 1959) y picos
de tensión en la Guerra Fría (crisis de los misiles en octubre de 1962), aunque
genéricamente se llamó a esta época la de “deshielo de Jrushchov”. Por primera
vez en dos décadas salen películas soviéticas al extranjero que muestran el
renacimiento del cine ruso y son premiadas en festivales internacionales, con
obras como la extraordinaria Cuando pasan las cigüeñas (1957, Palma de Oro
en Cannes) o La balada del soldado (1959, Bafta a la mejor película, nominada
al Oscar y a la Palma de Oro) de Chukhrai. Surge después la gigantesca figura de
Tarkovski, considerado uno de los más grandes directores de la historia del cine
y la más importante aportación rusa desde los años de oro de Eisenstein o
Vertov. En la actualidad Sókurov, considerado por Tarkovsky como su único
discípulo, es uno de los directores más creativos del actual cine europeo (El
arca rusa resuelta en un plano secuencia real).

Realizadores y obras esenciales:


Kalatazov: Cuando pasan las cigüeñas (1957), La carta que nunca fue enviada
(1960), Soy Cuba (1964).
Chukhrai: La balada del soldado (1959).
Kósintzev: Don Quijote (1957), Hamlet (1964).
Bondarchuk: Guerra y paz (1967), Waterloo (1970).
Tarkovsky: La infancia de Iván (1962), Andrei Rubliov (1967), Solaris (1972),
El espejo (1975), Stalker (1979).
Sókurov: La voz solitaria del hombre (1987), Días de eclipse (1988), El
segundo círculo (1990), Moloch (1999), El arca rusa (2002), Padre e hijo
(2003), Fausto (2011).

Polonia: Tras la muerte de Stalin y el “deshielo” de Jrushchov los países


satélites intentaron independizarse de la Unión Soviética. Son las primaveras de
los países del Este que, si bien conquistaron pequeños márgenes de libertad que
favorecieron la creación cinematográfica, fueron duramente reprimidos. Desde
1955 empezó a brillar la llamada Escuela Polaca de Cine (importancia del centro
de formación que fue la Escuela de Lodz) que, al igual que las obras de los rusos
Kalatazov o Chuhkrai, tuvieron gran influencia en los modernos cines europeos
anticipando muchas de sus innovaciones formales. Fueron algunos de sus
nombres más destacados Wajda, Polanski (pronto exiliado), Kieslowski y
Zulawski. En los últimos años brilla Pawlinowski con Ida y Cold War (2013 y
2018).

MARTIN SCORSESE PRESENTANDO UN CICLO DE CINE POLACO:


“En 2011 tuve la oportunidad de visitar la Escuela de Cine de Łódź de Polonia,
invitado por el gran director Andrzej Wajda. Llevaba años pensando en hacer
ese viaje porque me fascinaba el cine polaco, ya cuando estudiaba en la
Universidad de Nueva York. Allí aprendí no sólo cómo hacer las películas, sino
también para qué. La universidad me inculcó la fe en la libertad de expresión
artística, a través del neorrealismo italiano, la Nueva Ola francesa y el cine
polaco. Películas extraordinarias, profundas, humanas e íntimas que formaban
parte integral de lo que, desde la perspectiva de hoy, parece cada vez más el
Siglo de Oro del cine mundial. Por eso, es un gran honor y una alegría poder
presentar a los espectadores las obras maestras del cine polaco. Es una serie de
21 películas, de directores como Andrzej Wajda, Krzysztof Zanussi, Jerzy
Kawalerowicz, Wojciech Jerzy Has, Krzysztof Kieślowski y otros. Películas que
presentan una visión personal del director, comprometidas socialmente, con
una responsabilidad poética. Cine del que podemos aprender todos y que
establece un estándar muy alto, que pretendo alcanzar en mi trabajo. Cada
película de esta serie tan especial encarna lo que Wajda ha llamado “la
descarada libertad creativa en el cine”. Son películas con gran fuerza visual y
emocional, películas serias, cuya complejidad hace que las descubramos una y
otra vez. Las historias de estas películas conmueven al espectador y me
afectaron profundamente a mí. Cuando vi CENIZAS Y DIAMANTES por
primera vez, en 1959 o 1960, me impactó enormemente la precisión del director,
la fuerza de las imágenes y la sobrenatural interpretación del actor Zbigniew
Cybulski, conocido en Estados Unidos como el “James Dean polaco”. Una
actuación electrizante… Hay muchas verdaderas revelaciones en este ciclo de
obras maestras de la cinematografía polaca”.

Realizadores y obras esenciales:


Wajda: Cenizas y diamantes (1958), La tierra prometida (1974), El hombre de
mármol (1977), El hombre de hierro (1981), Danton (1983), Katyn (2007).
Polanski: El cuchillo en el agua (1962), [a partir de aquí en el exilio] Repulsión
(1965), La semilla del diablo (1968), Chinatown (1974), El quimérico inquilino
(1976), Tess (1979), El pianista (2002), El oficial y el espía (2019).
Kieslowski: Decálogo (1988), Azul (1993), Blanco (1994), Rojo (1994).
Pawlinowski: Isa (2013), Cold War (2018).

Checoeslovaquia: La Nueva Ola Checoslovaca forma parte de las primaveras


cinematográficas del Este tras la muerte de Stalin y el “deshielo” que permitió
moderadas libertades. La Primavera de Praga, insurrección antisoviética
brutalmente aplastada, fue el duro despertar. Oponiéndose al realismo socialista
los jóvenes cineastas salidos de la Academia de Cine (FAMU) protagonizarían
una pequeña edad de oro del cine checo en los años 60. La ironía, la sátira y un
toque incluso surreal fueron sus armas para a la vez desafiar y burlar la censura.
Tras el fracaso de la insurrección de 1968 muchos se exiliaron.

Realizadores y obras esenciales:


Jan Kadar y Elmar Klos: La tienda en la calle mayor (1965).
Jiri Menzel: Trenes rigurosamente vigilados (1967).
Jan Sverak: Kolja (1996).
Milos Forman: Los amores de una rubia (1965), Alguien voló sobre el nido del
cuco (1975), Amadeus (1984).

Hungría: La Revolución húngara de 1956 para independizarse de la URRSS fue


aplastada con un trágico resultado para el país. También para el cine. Los
directores que pudieron se exiliaron, los otros padecieron una censura que
malogró un cine que había brillado desde el mudo. Solo a partir de los años 60
fue recuperándose con la aparición de directores como Peter Bacsó, Zoltan
Fabri, Karoly Makk, Miklós Jancsó, István Szabó y más recientemente Bela
Tarr.

Realizadores y obras esenciales:


Miklós Jancsó: Los desesperados (1966), Salmo rojo (1972), Vicios privados,
públicas virtudes (1976), Allegro bárbaro (1979)
István Szabó: Padre (1966), Mephisto (1981), Coronel Redl (1984),
Bela Tarr: Almanaque de otoño (1984), La condena (1988), Sátántangó (1994),
El hombre de Londres (2007).

9/ ALEMANIA: Nuevo Cine.


“Somos una generación con abuelos pero sin padres” dijo uno de los directores
del Nuevo Cine Alemán, movimiento de renovación paralelo, aunque más
tardío, a la Nueva Ola y el Free Cinema. Se refería al vacío creativo del cine
alemán en la posguerra y los años 50: tenían abuelos (los Lang, Murnau o Pabst)
pero no padres. La nueva generación se cohesiona en torno al Manifiesto de
Oberhausen (1962) en el que plantean un nuevo futuro para el cine alemán. Con
ellos volvió a tener presencia internacional después de 30 años, tras el exilio en
1933 de sus mejores creadores.

Realizadores y obras esenciales:


Alexander Kluge: Artistas en el circo: perplejos (1968), Trabajo ocasional de
una esclava (1973), El poder de los sentimientos (1983).
Volker Schlondorff: El joven Torless (1966), El honor perdido de Katharina
Blum (1975), El tambor de hojalata (1979).
Rainer Werner Fassbinder: El mercader de las cuatro estaciones (1971), Las
amargas lágrimas de Petra Von Kant (1972), Todos nos llamamos Alí (1973),
Ruleta china (1976), Desesperación (1977), El matrimonio de María Braun
(1978), La ansiedad de Veronika Voss (1981), Querelle (1982).
Werner Herzog: También los enanos empezaron pequeños (1979), Aguirre, la
cólera de Dios (1972), El enigma de Kaspar Hauser (1974), Nosferatu (1979),
Fitzcarraldo (1981).
Win Wenders: El miedo del portero ante el penalti (1971), En el curso del
tiempo (1975), El amigo americano (1977), Relámpago sobre el agua (1980), El
estado de las cosas (1982), París-Texas (1984), Cielo sobre Berlín (1987),

10/ La edad de oro del cine popular europeo: Bond, Hamer, Ealing,
espaguetti y giallo.
También existe un muy interesante y creativo cine popular o comercial europeo
que ha renovado de forma decisiva cinco géneros: el western (espagueti western
italiano), el thriller (giallo italiano), el terror (películas de la productora
británica Hammer), la comedia (ciclo británico de comedias del estudio Ealing)
y el cine de acción y aventuras (ciclo británico de los Bond).
a) Espagueti western: En las décadas de último esplendor y ocaso del
western, desde Italia se recreó el género en los años 60 y 70 gracias al
genio de Sergio Leone y a los talentos de directores como Sergio Corbucci
o Sergio Sollima. Se trata de una versión más remitificadora que
desmitificadora del gran género.
Películas recomendadas:
Leone: Trilogía del dólar (Por un puñado de dólares, La muerte tenía un
precio, El bueno, el feo y el malo, 1964-1966), Hasta que llegó su hora
(1968).
Corbucci: Django (1966), Navajo Joe (1967), El gran silencio (1968).
Sollima: El halcón y presa (1967), Corre, Cuchillo, corre (1969).

b) Giallo: Variante italiana del thriller con toques de cine de terror de gran
éxito en los 60 y 70.
Películas recomendadas:
Mario Bava: Las tres caras del miedo (1963), Seis mujeres para el
asesino (1964).
Dario Argento: El pájaro de las plumas de cristal (1970), El gato de
nueve colas (1971), 4 moscas sobre terciopelo gris (1971), Profondo Rosso
(1975), Suspiria (1977).

c) Hammer Films: Fundada en 1934, la pequeña productora británica


Hammer, tras estar casi a punto de extinguirse apostó en los años 50 por
el cine de terror, de fantasía y de suspense retomando el testigo, que
Hollywood casi había abandonado, del cine gótico de la Universal de los
años 30 adaptándose a la estética del cine popular de los 50 y los 60 y al
uso del erotismo. En esas dos décadas simbolizó el terror clásico –
Drácula, Frankenstein, la momia, el hombre lobo- en el cine mundial. Su
éxito convirtió en estrellas internacionales a Peter Cushing y Christopher
Lee.
Películas recomendadas:
Terence Fisher: La maldición de Frankenstein (1957), Drácula (1958),
El perro de los Baskerville (1959), La momia (1959), Las novias de
Drácula (1960), La maldición del hombre lobo (1962), El fantasma de la
ópera (1962), Drácula príncipe de las tinieblas (1966).
Val Guest: El experimento del Dr. Quatermass (1955), Quatermass 2
(1957).
Roy Ward Baker: ¿Qué sucedió entonces? (1967), El Dr. Jeckyll y su
hermana Hyde (1971), Kung-fu contra los 7 vampiros de oro (1974).
Freddie Francis: La maldición de la calavera (1965), Drácula vuelve de
la tumba (1968).

d) Ealing Studios: Pequeña productora creada en 1931 a partir de otras


anteriores, en la posguerra se especializó con éxito en los años 50 en
comedias que representaron mundialmente lo mejor del humor inglés.
Películas recomendadas:
Robert Hamer: Ocho sentencias de muerte (1949).
Charles Crichton: Oro en barras (1951).
Alexander MacKendrick: El hombre del traje blanco (1951), El
quinteto de la muerte (1955).

e) Bond: Los productores Saltzman y Broccoli se hicieron con los derechos


de las novelas de James Bond escritas por Ian Fleming y revolucionaron
el cine de acción y aventuras creando el subgénero de los súper agentes
que tuvo enorme éxito en los años 60 y 70 generando muchas
imitaciones. Clave en su éxito fue la modernidad de los títulos de crédito
(Maurice Binder), la música (John Barry), el diseño de producción (Ken
Adam) además del erotismo (Bond Girls), la ironía y el carisma de Sean
Connery. Siendo la serie más longeva de la historia del cine (desde 1962
hasta hoy) aquí propongo los títulos del canon inicial protagonizado por
Connery.
Películas recomendadas:
Dr. No (Terence Young, 1962)
Desde Rusia con amor (Terence Young, 1963)
Goldfinger (Guy Hamilton (1964)
Operación Trueno (Terence Young, 1965)
Solo se vive dos veces (Lewis Gilbert, 1967)

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