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Nociones preliminares
Entendemos en general por hecho, cualquier acontecimiento o suceso.
Ajeno a la voluntad del hombre, agrega Briseño Sierra. Estos sucesos o
acontecimientos son denominados jurídicos cuando son susceptibles de
producir consecuencias jurídicas; y en relación a su origen, se dividen en
dos grandes grupos: uno comprensivo de los independientes de la voluntad
humana; y otro, de los dependientes de ella. Los primeros se denominan
hechos jurídicos; y los segundos, actos jurídicos.
Es decir que los hechos son denominados jurídicos, cuando interviene la
voluntad humana. Caso contrario estamos en presencia de hechos. De esa
cuenta Montero Aroca afirma que el elemento que distingue el hecho del
acto procesal es la voluntad del hombre, que falta en el primero y se halla
presente en el segundo. "Todo hecho es un hecho jurídico sólo en cuanto
una norma de derecho objetivo le atribuye determinados efectos jurídicos
(nacimiento, modificación, extinción de los derechos)" (Ugo Rocco).
En la doctrina hay consenso que cuando estos actos jurídicos producen
efectos en el proceso, estamos en presencia de actos jurídicos procesales,
denominación en la cual hay disidencia, como veremos a continuación.
Para Ángel Fermin Garrote, el acto jurídico procesal sólo adquiere este
carácter en cuanto crea, modifica o extingue relaciones jurídicas
procesales. No tiene vida propia, autónoma e independiente, sino que
provoca el nacimiento, desarrollo, modificación o extinción del proceso, al
que está ligado.
La corriente mayoritaria estima que para que un acto jurídico tenga tal
calificativo es necesario que se efectué dentro del procedimiento y tenga
efectos en él; es decir en forma directa.
No debemos olvidar que también existen hechos procesales, que son
aquellos que producen efectos en el proceso, ej. El fallecimiento de una de
las partes, que no pueden considerarse como actos procesales por no
intervenir la voluntad humana; Sin embargo, creemos que también es
aplicable a los "hechos procesales", la observación que Briseño Sierra,
formulara en relación a los hechos jurídicos; y de esa cuenta diremos que
no hay hechos procesales sino hechos que tienen incidencia en el proceso,
que no es lo mismo.
Para concluir con este punto resaltamos que se llaman actos jurídicos
procedimentales aquellos que tienen por consecuencia inmediata la
constitución, la conservación, el desenvolvimiento, la modificación o la
definición de una relación procesal (Chiovenda).
Denominación
Como sabemos, el procedimiento está integrado por una serie de actos que
realizan los que en el intervienen, vinculados de tal manera que cada uno
de ellos es una consecuencia del que le precede y un antecedente del que
le sigue.
Este tema la doctrina tradicional lo ha designado y lo sigue designando
como actos procesales, a pesar de que ya Chiovenda los designaba como
actos de procedimiento. Si el proceso, con sus etapas, se desenvuelve a
través de un procedimiento, parece claro que no cabe hablar propiamente
de actos procesales sino de actos procedimentales o de actos de
procedimiento, para mencionar a todos los que se realizan con miras a
lograr la emisión de una sentencia que resuelva el litigio. De esa cuenta
estimamos que los actos no son del proceso sino del procedimiento y que
su correcta denominación debería ser actos de procedimiento o
procedimentales.
Clasificación
El criterio de clasificación más común es el de atender al sujeto que los
produce: actos de parte y actos de los órganos jurisdiccionales.
Estimamos que dentro de los actos de los órganos jurisdiccionales debe
incluirse a los realizados por los auxiliares del tribunal, por estimar que
dichos sujetos forman parte del órgano jurisdiccional.
Los actos de procedimiento se dividen en (Couture):
Actos de las partes (tienen por fin obtener la satisfacción de las
pretensiones de éstas). Se dividen en:
1. Actos de obtención (tienden a lograr del tribunal la satisfacción de la
pretensión hecha valer en el proceso), entre los que cabe distinguir:
a. Actos de petición (tienen por objeto determinar el contenido de
una pretensión).
b. Actos de afirmación (se trata de aquellas proposiciones
formuladas a lo largo del proceso, dirigidas a deparar al tribunal el
conocimiento requerido por el petitorio.
c. Actos de prueba (se trata de la incorporación al proceso de objetos
idóneos para crear en el tribunal la persuasión de la exactitud de las
afirmaciones, y
2. Actos dispositivos (tienen por objeto crear, modificar o extinguir
situaciones procesales), se refieren al derecho material en el proceso o a
los derechos procesales particulares. Disposición del derecho existente
mediante: a. Allanamiento. b. Desistimiento y c. transacción.
Actos del tribunal (al tribunal incumbe fundamentalmente decidir el
conflicto de intereses que le es sometido) los cuáles se dividen en:
a) actos de decisión (las providencias judiciales dirigidas a resolver el
proceso, sus incidencias o a asegurar el impulso procesal).
b) actos de comunicación (son aquellos dirigidos a notificar a las partes o
a otras autoridades los actos de decisión y c) actos de documentación (los
dirigidos a representar mediante documentos escritos, los actos procesales
de las partes, del tribunal o de los terceros).
Actos de terceros. Al respecto el autor uruguayo afirma que no es
habitual en la doctrina incluir los actos de tercero entre los actos
procesales.