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Escuela de Arquitectura

Escuela de Arquitectura
Centro de Investigación en Arquitectura (cia)
Universidad Anáhuac México

Compiladoras
Lucía Martín López
Carmelina Martínez de la Cruz

Comité científico
Dr. J. Gustavo Becerril Montero Instituto Nacional de Antropología e Historia
Mtro. Javier Esquillor [VIC ] Vivero de Iniciativas Ciudadanas
Dr. Pablo Gaytán Santiago Universidad Autónoma Metropolitana
Mtro. Rodrigo Langarica Universidad Anáhuac Querétaro
Dr. Sergio Martín Blas Universidad Politécnica de Madrid
Dra. Lucía Martín López Universidad Anáhuac México
Dra. Carmelina Martínez de la Cruz Universidad Anáhuac México
Dr. Mirko Marzadro CONACYT - Instituto Tecnológico Superior de Cajeme
Mtro. Luis Enrique Mendoza Universidad Anáhuac México
Mtro. Juan Pablo Paredes Universidad Anáhuac México
Mtro. Gonzalo Pérez Universidad Anáhuac México
Dra. Ivonne Plata Ortega Instituto Potosino de Investigación Científica y
Tecnológica
Dr. Jesús Rubio Universidad Anáhuac México
Dra. Almidia Patricia Ruiz Flores Universidad Anáhuac México
Mtro. Rodrigo Shiordia Universidad Anáhuac México
Dr. Edwin Israel Tovar Jiménez Universidad Autónoma Metropolitana
ARQUITECTURA Y SOCIEDAD
APROXIMACIONES TEMÁTICAS

Coordinadoras

Lucía Martín López, Carmelina Martínez de la Cruz


Arquitectura y sociedad: aproximaciones temáticas / coordinadoras Lucía Martín López,
Carmelina Martínez de la Cruz; prólogo Bernardo Gómez Pimienta.
—México: Universidad Anáhuac México, 2018

366 páginas
PDF

ISBN: 978-607-8566-14-3

1. Arquitectura y sociedad. I. Martín López, Lucía, coordinador II. Martínez de la


Cruz, Carmelina, coordinador. III. Gómez Pimienta, Bernardo, prologuista

L.C. Dewey
NA2543.S6 720.103
A76
2018

Diseño de portada: VLA. Laboratorio Visual


Diseño de interiores: Nuria Saburit Solbes

Primera edición, 2018

ISBN: 978-607-8566-14-3

La presente edición digital de la obra

Arquitectura y sociedad. Aproximaciones teóricas

le pertenece al editor mediante licencia exclusiva.


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© 2018, Investigaciones y Estudios Superiores SC
Universidad Anáhuac México
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Huixquilucan, Estado de México, C.P. 52786

Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana.


Registro núm. 3407
Contenido

PRÓLOGO
Bernardo Gómez-Pimienta. Universidad Anáhuac México 9

Introducción 11

LA RELEVANCIA DE LA ARQUITECTURA EN LA SOCIEDAD

La relevancia de la arquitectura en la sociedad


Rodrigo Shiordia. Universidad Anáhuac México 15
Pensamiento, construcción y arquitectura social
Corina Nazareth Aguilar González.
Universidad Nacional Autónoma de México 18
Arquitectura, proyecto del ámbito público
David Vélez Santamaría. Universidad Pontificia Bolivariana 26
Cultura kitsch y arquitectura popular
Alejandro Guzmán Ramírez. Universidad de Guanajuato 36
El proceso de hibridación de la vivienda rural de muy alta marginación
y su influencia en la preservación del conocimiento tradicional
constructivo en las comunidades de Zautla, Puebla
Ángel Rafael Ávalos Alvear. Universidad Nacional Autónoma de México 51

CRISIS Y UTOPÍA

Crisis y utopía: ensamble para la reflexión


Carmelina Martínez de la Cruz. Universidad Anáhuac México 67
Trazados y trazas. Utopías redefinidas
Javier Mosquera González. Universidad Politécnica de Madrid 69

‹5›
6 contenido

Imaginarios ligeros. Leonidov y Constant


Jorge Cárdenas del Moral. Universidad Politécnica de Madrid 82
Emergencia Creativa: construyamos soportes
Mara Sánchez Llorens y Fernando Rodríguez Ramírez.
Universidad Politécnica de Madrid 95

TECNOLOGÍA COMO CONTRIBUYENTE DE MEJORA SOCIAL

Tecnología como contribuyente de mejora social


Gonzalo Pérez. Universidad Anáhuac México 109
El diseño paramétrico como herramienta tecnológica
para la inclusión y el emprendimiento social
Eduardo Garduño. Universidad Anáhuac México 110
Diseño paramétrico y otras tecnologías en la formación
y práctica arquitectónica contemporánea
Ronan Bolaños Linares. Universidad Nacional Autónoma de México 121
Herramientas tecnológicas para el análisis y diagnóstico
de asentamientos humanos informales en entornos periurbanos
María José Rojo Callizo. Universidad Politécnica de Madrid 133
Cerramientos de vivienda optimizados para Piura (Perú).
Mejorar la calidad de vida desde la envolvente construida
David Resano Resano. Universidad de Piura 148

URBANISMO PROGRESIVO O CÓMO PRODUCIR CIUDAD PARA INTEGRAR

Ante la exclusión, ¡urbanismo progresivo!


Javier Esquillor. [vic ] Vivero de Iniciativas Ciudadanas 163
Diseño arquitectónico y políticas para la regeneración inclusiva
de barrios históricos chinos. El caso de estudio de Sozhou
Juan Carlos Dall’Asta y Federico De Matteis.
Xi’an Jiaotong Liverpool University in Suzhou 167
Ecosistema urbano resiliente: Estrategia de Resiliencia
para la Ciudad de México
Mónica Arzoz Canalizo. Universidad Anáhuac México 178
contenido 7

LA VIVIENDA COMO SOPORTE DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL

Breve introducción a la vivienda como soporte de transformación social


Lucía Martín López. Universidad Anáhuac México 187
Las oportunidades para la igualdad de género de la vivienda sustentable
Anahí Ramírez Ortiz. Cooperación Alemana al Desarrollo
Sustentable en México 189
30 años de la vivienda en la Ciudad de México (1985-2015).
Tipo de edificaciones en la vivienda popular, sector medio y alto
Carolina Magaña Fajardo. Universidad Anáhuac México 200
Transformaciones de los límites del espacio colectivo en la vivienda social.
Los planes habitacionales de la Junta Nacional de la Vivienda en Guayaquil
Juan Carlos Bamba Vicente y Alejandro Costa Sepúlveda.
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil 211

LA ARQUITECTURA SUSTENTABLE
Y SU IMPACTO SOCIAL EN EL ENTORNO URBANO

La arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano


Ivonne Plata Ortega. Instituto Potosino de Investigación
Científica y Tecnológica 225
Las maneras de fluir del agua visible e invisible en las ciudades.
Implicaciones de la presencia de agua en el futuro urbano
Mara Sánchez Llorens y Fernando Fernández Alonso.
Universidad Politécnica de Madrid 228
Arquitectura vernácula y patrimonio. La arquitectura sin arquitectos,
la memoria y la identidad
José Ángel Hidalgo Arellano. Xi’an Jiaotong Liverpool University in Suzhou 244
Urban Design Toolbox. Estrategias y tácticas para la construcción
colaborativa de entornos urbanos
Juan Esteban Correa Elejalde. Universidad Pontificia Bolivariana 255
El diseño urbano y la inclusión de personas con capacidades diferentes
en Pueblos Mágicos: caso Ixtapan de la Sal
Mirsha Jacqueline Jordán García y Mónica López Cruz.
Tecnológico de Estudios Superiores de Villa Guerrero 264
8 contenido

PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO-URBANO Y TURISMO

Patrimonio arquitectónico-urbano y turismo: una introducción


Mirko Marzadro. conacyt - Instituto Tecnológico Superior de Cajeme 277
Espacios imantados. Geografías del imaginario colectivo y
manifestaciones culturales en el turismo de lo cotidiano
Mara Sánchez Llorens y Miguel Guitart Vilches. Universidad
Politécnica de Madrid 278
Gentrificación y regeneración del espacio arquitectónico urbano.
¿Estrategia comercial o necesidad social?
Manuel Enrique Morales de Dios. Universidad Nacional
Autónoma de México 294
La cultura lacustre en San Andrés Mixquic
Mónica Jimena Recillas Guerrero. Universidad Nacional
Autónoma de México 308

PATRIMONIO EDIFICADO Y SOCIEDAD.


LA IMPORTANCIA DEL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO EN LA SOCIEDAD

Patrimonio edificado y sociedad. La importancia del patrimonio


arquitectónico en la sociedad
Almidia Patricia Ruiz Flores. Universidad Anáhuac México 319
Preservación de la Hacienda San Antonio Alchichica
Tania Galicia Guzmán. Universidad Nacional Autónoma de México 323
El desarrollo del patrimonio moderno en México: la construcción
del simbolismo nacional a través de sus materiales
Mauricio Díaz Valdés. Universidad Nacional Autónoma de México 332
Patrimonio arquitectónico del Centro Histórico de la ciudad de Zacatecas.
Perspectivas para su investigación, gestión y apropiación social
Irma Faviola Castillo Ruiz y Roberto Carrillo Acosta. Universidad
Autónoma de Zacatecas 342
Necesidad y pertinencia de incorporar contenidos sobre documentación,
conservación y legislación del patrimonio arquitectónico y urbano
moderno y del siglo xx en la formación del arquitecto
Fernando N. Winfield Reyes, María Mercedes Nachón García
y Daniel R. Martí Capitanachi. Universidad Anáhuac Xalapa 354
Prólogo
bernardo gómez - pimienta

En el marco del 50 aniversario de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Aná-


huac México y con el fin de promover la reflexión crítica, decidimos publicar el pre-
sente libro Arquitectura y sociedad. Aproximaciones temáticas, a partir del Foro de
Investigación en Arquitectura (fia ) organizado por nuestro Centro de Investigación
en Arquitectura (cia ).
La convocatoria del cia para la recepción de ponencias tuvo una respuesta favo-
rable con el envío de numerosas propuestas nacionales e internacionales. Un comi-
té científico se encargó de la selección de las que participaron en el foro e integran
esta publicación. La reflexión crítica manifestada en cada una de las temáticas es
un material valioso que compartimos con los lectores para motivarlos en la explora-
ción de distintas visiones
El fia constituye un engrane para el intercambio de líneas de conocimiento que
permiten la ampliación de redes para el fortalecimiento del cia en esta área.
Espero que, al finalizar la lectura, exista la convergencia o divergencia con las
expresiones manifestadas, ya que eso indicará una postura que puede ser el princi-
pio de una próxima colaboración para distintos foros, y en general revelará una po-
sición frente a nuestra realidad, no ser simplemente “mutantes”.

‹9›
Introducción

Con motivo del 50 aniversario de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Anáhuac


México, el Centro de Investigación en Arquitectura (cia ) organizó el Foro de Investi-
gación en Arquitectura (fia ) titulado Arquitectura y Sociedad. Celebrado los días 18
y 19 de octubre de 2017 en México, el Foro fue un escenario para compartir distin-
tos acercamientos en torno al tema y crear sinergias dentro del ámbito de la investi-
gación a nivel nacional e internacional.
Se considera que la disciplina de la arquitectura debe responder a los desafíos y
condiciones de cada época. Además de estar vinculada a un tiempo histórico, debe
estar ligada a un lugar como respuesta no sólo formal sino también con propuestas
materiales y tecnológicas. Al entenderla como un servicio y gracias a la interacción
de ésta con otras disciplinas, la arquitectura se convierte en una herramienta capaz
de contribuir a las soluciones que reclama la sociedad en términos políticos, eco-
nómicos, aspiracionales, de cooperación internacional, de sustentabilidad, cívicos,
tecnológicos y patrimoniales, entre otros.
En la aproximación al tema de arquitectura y sociedad, se propusieron diversos
bloques temáticos que enfocan la cuestión desde visiones complementarias, mos-
trando un panorama complejo y poliédrico, que permite al lector identificar líneas de
conexión y puntos de desencuentro entre los distintos acercamientos y argumentos.
Estos bloques exploran los siguientes temas: la relevancia de la arquitectura en
la sociedad; crisis y utopía; tecnología como contribuyente de mejora social; urba-
nismo progresivo o cómo producir ciudad para integrar; la vivienda como soporte
de transformación social; la arquitectura sustentable y su impacto social; patrimo-
nio arquitectónico-urbano y turismo, y la importancia del patrimonio arquitectóni-
co en la sociedad. De esta manera, los artículos aquí reunidos se acercan al tema de
arquitectura y sociedad desde aspectos generales hasta más específicos y con múlti-
ples variaciones de escala en los análisis propuestos.
Con base en lo anterior, se articularon ocho apartados temáticos. Cada uno de
ellos presentado por una introducción —que indica la pertinencia del tema y la re-
lación de los artículos compilados en torno a este y entre sí—, seguida por una serie

‹ 11 ›
12 introducción

de artículos que invitan a reflexionar acerca de la arquitectura y su relación con la


sociedad desde las distintas perspectivas propuestas.
Para mantener el rigor científico de la publicación, la selección de los textos que
se presentan en este libro se realizó mediante revisión por pares ciegos, con miem-
bros del comité científico internacional del fia , tras una convocatoria abierta. Cabe
destacar la numerosa participación de propuestas relacionadas con temas vincula-
dos al patrimonio arquitectónico y urbano, lo que sirve para indicar hacia dónde se
dirigen los intereses de una gran parte de los participantes que se interesaron en es-
te proyecto.
Para finalizar, se puede extraer en términos generales de los escritos compilados
una preocupación recurrente en torno a la integración de la tecnología en los distin-
tos ámbitos de estudio propuestos, un trabajo de análisis ligado a contextos locales,
en el que se valoran los recursos particulares y medios del lugar frente a lo global,
así como la memoria colectiva o el imaginario social.
LA RELEVANCIA DE LA ARQUITECTURA
EN LA SOCIEDAD
La relevancia de la arquitectura en la sociedad
rodrigo shiordia . universidad anáhuac méxico

Cuestionar el día de hoy la relevancia de la arquitectura en la sociedad es un ejer-


cicio casi necio. Es obvio que la arquitectura tiene relevancia en la sociedad. Basta
con ver por la ventana y encontrar espacios construidos para el habitar del hombre
en casi todo lo que vemos. Sin embargo, la influencia e importancia de la arquitec-
tura en la sociedad es difícil de caracterizar, y muchas veces suponemos en esta dis-
ciplina una mayor relevancia de la que realmente tiene, así como otras veces no le
damos la significación necesaria.
Tal vez una manera de entender esto es a través de los momentos en donde los
arquitectos no estamos involucrados. Cuando se planteó el tema para las interven-
ciones de esta sección, se estaba cuestionando precisamente el papel social de la
arquitectura. En esta sección se presentan trabajos que estudian las maneras en que
la sociedad hace arquitectura sin arquitectos, o al menos sin la intervención explí-
cita de ellos.
Dos de los artículos de esta sección tratan acerca de los procesos de populariza-
ción de ideales arquitectónicos en comunidades marginadas o populares. Este cho-
que cultural entre lo vernáculo y lo comercial se convierte en un molde de los muchos
ámbitos de interés para los arquitectos, pero que cuesta trabajo acotar, delimitar y
representar. Es en estos momentos en los que podemos entrever la idea de arquitec-
tura sin arquitectos, cuando ésta se reproduce a sí misma, generando códigos y mu-
tando convenciones.
Esta mesa del foro Arquitectura y Sociedad buscaba cuestionar la importancia del
papel de esta disciplina profesional en la sociedad. El argumento que se comienza a
tejer es acerca de la realidad de la profesión, que cada vez se encuentra más estan-
cada en su propia reproducibilidad y en la que lo realmente original es desechado
como banal o vulgar. Si revaluamos nuestros propios prejuicios como arquitectos,
¿qué logramos entender acerca de esta profesión?
Quizá uno de los prejuicios más prevalentes de nuestra profesión hoy en día es
nuestra misma relevancia como actores del cambio. Sin duda, alcanzar una sociedad
más justa, equitativa y sustentable son ideales válidos de perseguir, pero ¿hasta qué

‹ 15 ›
16 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

punto podemos realmente lograr esto por medio de la arquitectura? Como veremos en
los artículos de esta sección, los lugares donde la equidad social es más elusiva son
donde menos influencia tiene la profesión, aunque incluso así la arquitectura opera
en ellos como organizador espacial, no obstante sea un pastiche de ideas y una super-
posición de procesos de pobreza y marginación. Es por esto que es necesario pregun-
tarnos hoy en día si realmente la arquitectura influye en la sociedad. Me refiero a la
arquitectura como profesión, ya que ahora me doy cuenta de que hay una distinción
entre la arquitectura como profesión, la arquitectura de la planeación, los proyec-
tos y la industria, y la arquitectura de los espacios, de los momentos, de los lugares.
Esto nos hace pensar en la relevancia real de la profesión. Incluso para su propia
independencia como disciplina. La arquitectura como disciplina debe jugar un pa-
pel más importante en la sociedad.
En la actualidad, la arquitectura está siendo desarrollada en un contexto neolibe-
ral donde el desarrollador se convierte en el motor detrás del diseño. El diseño está
dejando de buscar soluciones reales a los problemas de las ciudades. Los procesos
de crecimiento de las ciudades, en donde rara vez interviene un arquitecto, son evi-
dencia del desinterés que tiene la disciplina ante las poblaciones marginadas. Vemos
estas ciudades de block de concreto como abyectas e indeseables, pero poco hace-
mos para proponer una alternativa o para intervenir en ellas. ¿A qué se debe esto?
¿Es la arquitectura un agente relevante en la sociedad? ¿Qué mecanismos tiene
la profesión a su disposición para efectuar cambios significativos en la cultura y la
sociedad?
Recientemente, el premio Pritzker fue entregado a Alejandro Aravena, poniendo
al frente de la discusión la relación entre la política, los sistemas económicos, la dis-
tribución de la riqueza y la arquitectura.
Una arquitectura obsesionada con la imagen y la vanidad, ¿realmente tiene lugar
para una conciencia social? Al mismo tiempo, existen coberturas en prensa y medios
digitales relacionadas con proyectos sociales que se abordan desde su valor estético,
poniendo en entredicho la mediatización de la pobreza desconectada del hombre.
Si la arquitectura y la política están ligadas, ¿qué independencia tiene la arquitec-
tura como posicionamiento crítico al discurso predominante? Junto con los temas de
pobreza, desigualdad y marginación, la obra pública muestra en nuestro país que es-
tá gobernada por procesos poco transparentes de asignación de proyectos. Concur-
sos y en general la relación entre el gremio y el gobierno, se percibe cada vez más
distante. ¿Qué papel juega la profesión en los posicionamientos y agendas políticas
cuando se analiza a través de la relevancia del diseño como uno de tantos agentes
de desarrollo social?
Esta mesa de reflexión busca ponencias relevantes a estas preguntas, que anali-
cen el papel “transformador” de la arquitectura. Se buscan también propuestas que
la relevancia de la arquitectura en la sociedad 17

pongan en entredicho este mismo papel porque tratamos de llegar a un posiciona-


miento crítico acerca de la dirección del discurso predominante.
En los artículos de esta sección se vuelve la mirada hacia las poblaciones margi-
nadas y hacia el papel público de la educación arquitectónica. Tal vez en estas inter-
secciones está la respuesta. Tal vez la disciplina debe mirar hacia los lugares donde
no tiene justamente influencia para tener más influencia. Tal vez los arquitectos de-
bemos ver hacia lo abyecto, lo kitsch o lo híbrido como un punto prioritario de nues-
tros esfuerzos, en donde podamos comenzar a tener impactos realmente sociales y
no económicos. Tal vez esta mirada debe empezar a dirigirse hacia estos momentos
desde la educación de la disciplina, desde la formación del arquitecto.
Pensamiento, construcción y arquitectura social
corina nazareth aguilar gonzález .
universidad nacional autónoma de méxico

Resumen
En el presente ensayo se abordarán al menos cuatro métodos de diseño participati-
vo; si bien existen casos muy específicos, la región, el clima, la época y la cultura en
que fueron realizados, son parte del proceso. Pero antes se propone explicar la ar-
quitectura como un fenómeno social. Imaginar el modo de vida en Toyama (Japón),
Ritsem (Suecia), Baures (Bolivia) o Koyuk (Alaska) puede ser poco certero o incluso
imposible desde nuestra mentalidad como mexicanos. Podemos, por otro lado, no
sólo imaginar sino también recordar y hasta narrar el modo de vida en varios pobla-
dos de nuestro país; y entre más cercanos se encuentren de nosotros, dicho enten-
dimiento será mejor. La arquitectura es entonces un constructo a partir de la cultura,
la sociedad que edifica y responde a su modo de pensar, de relacionarse, de habi-
tar (Rapoport, 1967) e incluso a la manera de generar sus propios recursos. Al edi-
ficarse un medio físico en el cual se modifica, promueve y/o se construye una men-
talidad, una postura ecológica, un medio de participación social (Montaner, 2008),
entre otros, la arquitectura adquiere relevancia. Dependiente del momento históri-
co y el momento tecnológico, la arquitectura es multifacética; podríamos concebir-
le como un proceso permanente de reinterpretación creativa, sensible y racional de
nuestro habitar (Muntañola, 1998). Se propone revisar un ejemplo de la respuesta
de la arquitectura a la manera de pensar imperante, mediante el concepto de con-
fort y su evolución desde la época medieval. La arquitectura no se encuentra en la
cúspide de las actividades del ser humano, pero sí es parte y se ve influenciada por
el tejido sociocultural, donde confluyen otras corrientes de acción-pensamiento co-
mo la tradición, la economía, la política, etc. Siendo posible analizarle mediante el
pensamiento complejo, se propone una aproximación a dicho tema. Sí, la sociedad
es un agente relevante para realizar arquitectura, la construcción ontológica va y vie-
ne, alternándose, alterándoles. Pero, ¿qué otros agentes presentes en una sociedad
son relevantes para su propia construcción? Se propone la revisión del concepto de
construcción desde la óptica de Piaget. A lo largo de la historia de la humanidad, la
figura del arquitecto fue transformándose, desde cantero, pedrero, pintor, etc. La fi-

‹ 18 ›
pensamiento, construcción y arquitectura social 19

gura del arquitecto como tal tiene apenas seis siglos. ¿Qué papel(es) juega la figura
del arquitecto en la sociedad mexicana actual? Se propone un ejemplo de aproxima-
ción con un objeto de uso cotidiano, de manufactura y construcción del ser huma-
no, para explicar el fenómeno de la arquitectura: el zapato.

Palabras clave: arquitectura, construcción, participación, sociedad, cultura, psicología

Abstract
This essay will address at least four methods of participatory design, and although very
specific cases exist, the region, climate, time and culture in which they were made are
part of the process. First, I aim to explain architecture as a social phenomenon. It may
be hard, or even impossible, for us Mexicans to imagine other ways of seeing life, for
example in Toyama (Japan), Ritsem (Sweden), Baures (Bolivia) or Koyuk (Alaska); on
the other hand, we can not only imagine but remember and describe the way of life
in several towns of our country; the closer they are to us, the better that understan-
ding will be. Thus, architecture is a construct from culture, the society that builds and
responds to its own way of thinking, of relating with others, of dwelling (Rapoport,
1967) and even to the way to produce its own resources. When we build a physical
environment where mentality, ecological posture, and social participation (Monta-
ner, 2008), among others, are modified, promoted and/or constructed, architecture
becomes relevant. For its dependence on the historical and technological moments,
architecture is multifaceted, and we could conceive it as a permanent process of crea-
tive, sensitive and rational reinterpretation of our habitat (Muntañola, 1998). I aim
to explain with an example how architecture responds to the prevailing way of thin-
king, through the concept of comfort and its evolution since medieval times. Archi-
tecture is not the peak of human activities, but is part of them, being influenced by
the socio-cultural fabric where other currents of action and thinking come together
as tradition, economy, politics, etc. An analysis based on complex thinking sets the
foundations of an approach to that subject. Indeed, society is a key player for archi-
tecture, the ontological construction comes and goes, alternating, altering it. But,
what other social agents are relevant for their own construction? I propose a review
of the construction concept from the perspective of Piaget. Throughout history, the
figure of the architect evolved from mason, craftman, painter, etc.; the role of the ar-
chitect as such was coined only six centuries ago. What roles does the architect play
in today’s Mexican society? As an example, an approach with one every-day object
manufactured by man is proposed to explain architecture as a phenomenon: shoe.

Keywords: architecture, construction, participation, society, culture, psychology


20 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

Comenzar por abordar temas pertenecientes al campo de conocimiento de la arqui-


tectura me plantea un primer problema: entender de manera inicial qué es la arqui-
tectura. Parecería entonces muy importante caracterizarla, y es que con sólo mencio-
nar la palabra arquitectura podríamos caer en la cuenta de que algo no está del todo
claro. ¿Qué es arquitectura? Quizá es un nombre que requiere de apellido, ya que
podría tratarse de la arquitectura como concepto, disciplina, constructo social, arte,
ciencia, tecnología, etc. Propongo establecer el punto de partida: entender la arqui-
tectura como un término lingüístico, expresado en un idioma y que además conlle-
va cierta temporalidad y situación socio-geográfica, esto último en razón de que lo
que un pueblo entiende por arquitectura puede variar en otros, hasta incluso llegar
a ser opuesto. ¿A qué cultura, sitio y época responde nuestro concepto actual de ar-
quitectura? La sociedad se encarga de manera sistémica de crearse para sí misma su
propio código de expresión, código que además está basado en sus características
culturales. Por ejemplo, existen pueblos inuits en los territorios del norte de Cana-
dá que tienen ocho maneras distintas para decir nieve. ¿Por qué sucede esto? El de-
sarrollo sociocultural, las características del ambiente, el momento tecnológico en
que se vive son determinantes. Fue necesario que desde el nacimiento del concepto
de arquitectura, éste se transmitiese a través del tiempo. La historia de la humanidad
es la historia de la arquitectura, lo que hoy podemos entender acerca de los concep-
tos representa de alguna manera la suma de todos los acontecimientos por los que
atravesaron. El fenómeno de la arquitectura es, entonces, un fenómeno social. Di-
cho fenómeno se manifiesta por muy variados estratos de participación social, desde
inversionistas, gestores, diseñadores, constructores, etc., hasta llegar a los habitantes;
todos ellos se van integrando al proceso de manera más o menos activa. Pero, ¿cuáles
son las estrategias para incluir a los habitantes en el proceso de diseño? Si bien exis-
ten distintos métodos de participación, a continuación se describen de manera resu-
mida algunos de ellos:

• El método de soportes y unidades separables fue desarrollado por Nicholas


John Habraken durante los años setenta en los Países Bajos. Dicho método
propone que los elementos de un proyecto sean divididos en dos grupos. Uno
para los soportes, que son todos aquellos con características determinantes y
muchas veces inamovibles; podríamos referirnos a ellos como la infraestruc-
tura del proyecto. Y dos, el grupo de las unidades separables, que engloba to-
das las características del diseño que dependen de la participación del habi-
tante para determinarlas, es decir, pueden ser cambiantes (Habraken, 1999). El
papel de los profesionales del diseño es también el de un gestor de opiniones
e ideas de los habitantes. Un caso de estudio documentado es el del conjun-
to desarrollado por el Centro Operacional de Vivienda y Poblamiento, A. C.
pensamiento, construcción y arquitectura social 21

(Copevi), entre 1975 y 1978 en la colonia Guerrero de la Ciudad de México.


En este proyecto se plantearon soportes de doble altura con posibilidad de cre-
cimiento en subdivisión (unidades separables). Este sistema industrializado de
origen holandés tuvo que ser adaptado a las condiciones culturales y socioe-
conómicas locales, resultando que las unidades separables terminaron por ser
autoproducidas por el usuario.
• El método de lenguaje de patrones fue desarrollado por Christopher Alexander
en los años setenta en Estados Unidos. El método está documentado en tres li-
bros: Urbanismo y participación: el caso de la Universidad de Oregon (1975),
El lenguaje de patrones (1977) y El modo intemporal de construir (1979), ori-
ginalmente escritos en inglés. Basado en los patrones de acontecimiento y
espacio, este método propone determinar los términos-actos (patrones) que
permiten encontrar la cualidad sin nombre del lugar, esto puede ser “un sitio
vivo, favorecedor, que está presente dentro de un espacio construido, armó-
nico gracias al mismo lugar, a las personas, a los actos, a las plantas y anima-
les” (Alexander, 1977). El papel de los profesionales del diseño es el de esta-
blecer junto con los habitantes su propio lenguaje del lugar, y de esta manera
generar las características del proyecto. Un caso documentado fue el de las
viviendas del Proyecto Experimental de Vivienda en Perú en los años setenta,
dirigido por el mismo Alexander. Para ello fue necesario un mes en conviven-
cia con familias peruanas tratando de reconocer sus patrones; una vez presen-
tado el cuadro de opciones, las familias pudieron elegir entre los diseños ge-
nerados a raíz de los patrones. La suma de dicha elección dio como resultado
una preconfiguración de la vivienda.
• El método de Livingston fue creado durante los años noventa en Cuba por Ro-
dolfo Livingston. En dicho método, el arquitecto diseña y planea la construc-
ción directamente con el habitante. En un proceso de varios pasos, los arqui-
tectos ponen al servicio del cliente su capacidad para caracterizar el proyecto
que el habitante desea. Se evalúa la factibilidad del proyecto, se produce y se
entrega (Livingston, 1990). Un caso de aplicación del método fue la remodela-
ción de un edificio de vivienda multifamiliar entre 1997 y 1998 en la provincia
de Camagüey, en Cuba. Las necesidades planteadas serían un bajo presupuesto
y la elección de materiales locales. Una vez recabada la primera información
de las familias se les presentaron distintas opciones junto con sus respectivos
estudios de factibilidad para que ellas mismas decidieran; después de la deci-
sión se elaboró el manual de instrucciones para que se autoprodujera la obra.
• El último método nombrado diseño por generación de opciones fue desarro-
llado por Hanno Weber y Michael Pyatok, y retomado por la organización no
22 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

gubernamental Copevi en un trabajo conjunto con la Universidad Nacional


Autónoma de México y la Washington University de St. Louis en los años se-
tenta. Dicho proyecto contó con la participación de profesionales provenien-
tes de México y Estados Unidos. El método cuenta con varias fases: se realiza
de manera directa entre la comunidad de habitantes y el grupo de diseña-
dores, se propone trabajar todas las variadas opciones para dar respuesta al
proyecto, se revisan los bocetos con los habitantes para descartar, modificar o
complementar con sus propias ideas y, para comenzar el trabajo de propuestas,
se realiza una investigación previa (Hernández, 2011). El caso de aplicación
de este método es el proyecto “Canal Nacional”, que fue llevado a cabo por
el Fomento Solidario de la Vivienda (Fosovi) para la Asociación Judith Reyes.
Gracias a las reuniones periódicas fue posible determinar en comunidad las
características del proyecto. Cabe mencionar que fue necesario realizar otras
actividades preliminares en participación con la comunidad, desde la adqui-
sición del terreno, el financiamiento, hasta el diseño mismo. En este método
la participación activa del profesional del diseño es determinante para encau-
zar de una mejor manera las decisiones de la comunidad.

Los casos de diseño mencionados (Romero, 2004) forman parte de los casos docu-
mentados en los que se ha aplicado alguno de los métodos, sin ser una receta para
seguir al pie de la letra.
Estos métodos pueden ser utilizados para varias escalas de proyecto, incluso es-
cala urbana. Es importante mencionar que, aunque los métodos restan protagonis-
mo al profesional del diseño, en realidad no se trata de eliminarlo del todo sino de
ubicarlo en una organización horizontal.
Pero, ¿por qué es deseable dicha participación? Es innegable que los verdaderos
expertos en sus propios hábitos son los distintos actores de la sociedad, ¿no es enton-
ces transparente la necesidad que la arquitectura tiene de la sociedad? Los arquitec-
tos necesitamos más de la sociedad, que ella de nosotros. Si comparamos los siglos
que la arquitectura lleva de existir contra la existencia de los arquitectos, entende-
ríamos que es posible la arquitectura sin arquitectos; basta recordar tan sólo las mu-
chas obras realizadas bajo este panorama, obras tan antiguas y de tan buena fábrica
que aún se mantienen en pie.
Las maneras de habitar son tantas como sociedades en el mundo. Podría men-
cionar que incluso son tantas como personas en el mundo, pero realmente vivimos
en comunidades, sólo muy pocos se atreven a llevar una vida ermitaña. El pensa-
miento ha funcionado como filtro de experiencias, las decisiones que como socie-
dad se toman responden al momento de desarrollo de la misma. Un ejemplo de ello
es la construcción del concepto de confort (Rybczynski, 1991). De raíz latina, el tér-
pensamiento, construcción y arquitectura social 23

mino conforiare significaba “consolar” o “reforzar”, después cambió de “consuelo/


apoyo”a “refuerzo suficiente, pero no lujoso”; fue hasta el siglo xviii que adquirió el
significado de “bienestar físico y disfrute”, que es como lo conocemos ahora. Dichas
transformaciones fueron motivadas desde luego por el cambio de la mentalidad y el
desarrollo social de la época pero también por el desarrollo tecnológico. Recorde-
mos que en la Europa medieval no se distribuía como hoy en día el agua potable en
ciudades, ni existía el sistema de alcantarillado; otro ejemplo del desarrollo social
es que en las casas de los pobres había una sola habitación, donde se llevaban a ca-
bo todas las actividades en distintas horas del día. Los niños mayores eran enviados
a vivir fuera de casa, por consiguiente, el concepto de familia o casa era muy distinto
al actual. Lejos de almacenar demasiadas provisiones, las familias de aquella época
eran más bien austeras, claro, desde nuestro punto de vista. Si hubiésemos vivido en
aquella época no habríamos sufrido por la falta de confort, porque tal concepto no
existía; no se puede necesitar lo que en realidad no se conoce. ¿Podríamos entender
hoy en día el concepto de arquitectura sin el concepto de confort?
Cada día se presentan nuevos paradigmas en las distintas áreas del conocimien-
to. Una manera de aproximarse hacia una epistemología arquitectónica puede ser
a través del pensamiento complejo, que busca entender la realidad desde un punto
de vista muy distinto al de la ciencia. Uno de los autores más destacados es Edgar
Morin, quien dice que los sistemas complejos permiten entender que el todo no es
la suma de sus partes, ya que justo en la unión entre ellas emergen cualidades nue-
vas y únicas que no podrían entenderse hasta que aparecen: a esto le llama tejido.
Algunos de los puntos más importantes del pensamiento complejo son las entidades
opuestas, y es que el pensamiento complejo no permite reducirlos, ni separarlos para
su entendimiento (Morin, 2006). De tal manera que cada disciplina es sólo una par-
te de la realidad.
En el caso de la arquitectura como disciplina, no podrían entenderse las dinámi-
cas sociales solamente con su estudio, sino que se requiere la transdisciplina. Tratar
de entender el fenómeno de la arquitectura desde el pensamiento complejo plan-
tearía entonces poner especial atención en las relaciones emergentes del estudio de
sus partes. Si suponemos que el material de estudio con que trabajaremos es la parte
biológica del habitante, pareciera absolutamente necesario considerar los aspectos
opuestos a ello, como podrían ser sus características mentales, espirituales, etc. Es
importante mencionar que el pensamiento complejo no busca generar conocimiento
abstraído, determinante, ni predecible, sino, por el contrario, permite entender que
de primera instancia lo impredecible rige sobre cualquier aspecto de nuestra vida.
Para Piaget, el conocimiento es una construcción continua, en donde cada indi-
viduo está creando su propio entendimiento del mundo de manera ininterrumpida.
Constantemente estamos organizando lo que conocemos a través de nuestras expe-
24 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

riencias, es decir, estamos construyendo y re-construyendo nuestra propia manera de


entender al mundo. A su vez, dicho conocimiento es una interpretación, depende de
la asimilación del sujeto (Piaget, 1991). Construir un concepto es papel del filósofo,
según Deleuze y Guattari (1994). ¿Existe en realidad el concepto de arquitectura? Y
si existe, ¿para qué sirve? Será quizá una manifestación de desesperanza. Como pa-
ra saber a dónde voy necesito entonces saber de dónde vengo, lo que el concepto de
arquitectura contiene quizá sea la vocación última del arquitecto.
Desde el Renacimiento la figura del artista ha ocupado un lugar privilegiado; pasa
del anonimato a convertirse incluso en una figura pública, y entre mayor sea la fama,
mayores son sus oportunidades. México no es la excepción, ¿será que “figura públi-
ca” es sólo otro de los muchos papeles que juega un arquitecto en nuestra sociedad?
El idioma es un reflejo de nuestra manera de pensar. Tratar de entender el fenóme-
no de la arquitectura para mí ha sido un camino difícil de recorrer. A continuación
les presentaré un ejemplo que de manera análoga me ha permitido una aproxima-
ción a este fenómeno.
Lo que me interesa es comenzar a descifrar sus distintas tramas y tejidos, por lo
que me he apoyado en un elemento ordinario de la vida diaria. Pensemos en un za-
pato. Si a un grupo de personas les pidiese que cada quien pensara en un zapato y
después lo dibujara con el mayor detalle posible, es muy probable que cada uno de
ellos sea distinto, quizá algunos guarden ciertas semejanzas importantes. ¿Por qué
no habría de pasar lo mismo con la arquitectura? Pensemos en el zapato izquierdo
que ahora usamos. Para que llegara este día y este momento en que el zapato estu-
viera en nuestro pie, tuvieron que suceder ciertos acontecimientos especiales. Al-
guien pensó en fabricarlo, puede ser que alguien más lo haya diseñado, quizá este
modelo es parte de alguna colección, mientras que otros son de línea, algunos son
un regalo, otros fueron ordenados por internet… Para entender el proceso de pro-
ducción de “el zapato”, habríamos de seguir hasta el final del camino los muchos
estadios de modificación que fueron necesarios. ¿Nos hemos preguntado por qué
adquirimos precisamente ese zapato? ¿Fue por necesidad, comodidad, lujo, estatus?
¿Nos hemos preguntado cómo evolucionó la manufactura para llegar a este momen-
to? Los avances tecnológicos son más o menos fáciles de estudiar si es que hay re-
gistro. ¿Son mejores los zapatos de hoy o distan mucho de lo que eran hace algunos
siglos? Como podemos imaginar, se puede tornar confuso estudiar este producto si
tratamos de conjuntar los elementos del abanico disciplinar que se relacionan con
él. Considero que se trata de un objeto de estudio para el pensamiento complejo. ¿Le
hace feliz su zapato, si pudiera cambiarlo lo haría? Puede parecer absurda la línea
de pensamiento por la que conduzco ahora al lector, pero es muy interesante enten-
der que el concepto de zapato no es el objeto físico mismo, sino aquello que apare-
ce en nuestra mente cuando alguien dice la palabra “zapato”. Ahora pensemos en
pensamiento, construcción y arquitectura social 25

que alguien más eligió cómo sería ese zapato. No es un gran problema, pero ¿lo se-
ría si tuviéramos que usar el mismo par lo que nos resta de vida? Y ahora planteo la
última pregunta: ¿si este zapato además nos incomodara tanto que nos hiciera mo-
dificar nuestro modo de caminar y de experimentar el mundo?
Algunas últimas reflexiones vienen a mi mente: la arquitectura como objeto de es-
tudio y como parte de nuestro mundo físico puede analizarse a través del pensamien-
to complejo; no podría haber ciencia exacta en ello porque cada caso es único e irre-
petible. Merece la pena estudiar la arquitectura porque somos parte importante del
proceso, aunque nuestra posición puede ser variada. Una nueva conciencia de parti-
cipación está despertando y es importante estar preparados para el cambio. La socie-
dad construye a la arquitectura y, al paso del hábito, la arquitectura construye a la so-
ciedad. Termino este texto con las palabras del filósofo alemán Heidegger: “Se habría
ganado bastante si habitar y construir entraran en lo que es digno de ser preguntado y
de este modo quedaran como algo que es digno de ser pensado” (Heidegger, 1951).

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Arquitectura, proyecto del ámbito público
david vélez santamaría . universidad pontificia bolivariana

Resumen
El siglo xx finalizó invadido de múltiples imágenes arquitectónicas. Luego de supe-
rar el discurso posmoderno, el arquitecto se liberó de toda limitación histórica y la
arquitectura se calificó convenientemente como una profesión más. El discurso del
arquitecto y la arquitectura como disciplina se han borrado en medio de una socie-
dad apurada por las innovaciones de la ciencia, el cambio demográfico y por los ca-
da vez más intensos ciclos de producción y consumo que la idea de progreso exige.
Desde mediados del siglo xx muchas de las escuelas de arquitectura se autodefi-
nieron como escuelas de diseño, enfocando la gran mayoría de sus esfuerzos al di-
seño de “objetos” independientes como un oficio cotidiano. No es de extrañarse en-
tonces que la arquitectura contemporánea aparezca despojada de toda sustancia
ideológica y que la reflexión sobre el proyecto se restrinja cada vez más a un asunto
de apariencia superficial, valorándose la arquitectura exclusivamente como un mar-
co escenográfico circunstancial antes que como el resultado de un proceso de re-
flexión sobre los valores de la cultura.
Pero quizá la realidad de la arquitectura como producto se puede apreciar con
mayor claridad en la ausencia de valores para el espacio público. Aunque históri-
camente la arquitectura está vinculada a la forma institucional de manera directa y
el arquitecto ha sido partícipe activo de la transformación del espacio público, hoy
en día este vínculo no es claro, la sociedad contemporánea se ha privatizado de-
masiado. El arquitecto trata de definirse como un agente de cambio social cuando
el dominio público apenas existe. ¿Cuál es entonces el futuro del arquitecto en for-
mación? ¿Qué tiene para decirnos el proyecto y la arquitectura contemporáneos
en las universidades? ¿Cuáles son los retos a los que debe enfrentarse el saber de
la arquitectura?
El devenir histórico de la arquitectura ha construido una estructura disciplinar,
definida en la tradición discursiva. Como campo de conocimiento práctico y teóri-
co, la disciplina agrupa un corpus de conceptos, categorías y definiciones de valores
propios. La arquitectura y el proyecto deben pensarse hoy simultáneamente en rela-

‹ 26 ›
arquitectura, proyecto del ámbito público 27

ción con su contexto y en relación con el estado del conocimiento contemporáneo.


Tal vez el proyecto en la arquitectura tendrá sentido cuando esté acompañado, nue-
vamente, de un programa social y cultural.
En este trabajo se revisa la contribución que la historia del arte y de la arquitec-
tura puede aportar en los programas de las escuelas de arquitectura y diseño, como
una base teórica para recuperar el componente crítico en la práctica contemporánea.

Palabras clave: espacio privado, arquitectura contemporánea, educación, valor sim-


bólico, crítica contemporánea

Abstract
The end of the twentieth century was invaded by multiple architectural images. Af-
ter getting over the post-modern discourse, the architect was freed from any histori-
cal limitations and, seemingly, architecture was conveniently regarded as yet another
profession. The architect´s discourse and architecture as a discipline have been era-
sed within a society rushed by the innovations of science, demographic change, and
the ever more intense production and consumption cycles.
Since the mid-twentieth century, many of the Architecture schools have been self-
defined as design schools, focusing many efforts on the design of independent “ob-
jects” as a daily work. It is not surprising, then, that contemporary architecture appears
stripped of all ideological substance, and any consideration on the project is increasin-
gly restricted to a superficial matter, valuing architecture exclusively as a circumstantial
framework rather than as the result of a process that entails cultural values.
Perhaps the reality of architecture as a product is seen more clearly in the absence
of values ​​for public space. Although historically architecture is directly linked to the
institutional concept and the architect has been a key player in the transformation of
public space, currently this relationship is unclear because the contemporary society
is too privatized. The architect attempts to define himself as an agent of social chan-
ge when the public domain barely exists. What then is the fate of future architects?
What do the contemporary project and architecture have to say in universities? What
are the challenges facing the knowledge of architecture?
The historical development of architecture has built a disciplinary structure de-
fined in discursive tradition. As a field of practical and theoretical knowledge, ar-
chitecture gathers a set of concepts, categories, and definitions of its own values.
Today, architecture and the project should be considered simultaneously in rela-
tion to the disciplinary context and the state of contemporary knowledge. Maybe
the project in architecture will make sense when it restores the incorporation of a
social and cultural program.
28 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

This paper reviews the contribution of the history of art and architecture to the
curriculum designed of architecture and design schools, this, as a theoretical basis to
retrieve the critical component in contemporary practice.

Keywords: private space, contemporary architecture, education, symbolic value,


contemporary criticism

“El siglo xx ha constituido el periodo más extraordinario de la historia de la humani-


dad, ya que en él se han dado, juntos, catástrofes humanas carentes de todo parale-
lismo, fundamentales progresos materiales y un incremento sin precedentes de nues-
tra capacidad para transformar, y tal vez destruir, la faz de la tierra”. Estas palabras
introductorias son parte del diagnóstico que Eric Hobsbawm escribió en el prólogo
para la publicación de su antología de textos sobre la llegada del tercer milenio hace
ya 10 años. Parto de la provocativa evaluación de Hobsbawn para hablar sobre una
situación que nos compete a todos aquí: el carácter fundamental de la arquitectura.
En la actualidad, preguntarse por una definición concreta de la arquitectura es
una ocurrencia tan válida como la cuestión de que el ser humano sigue necesitando
cobijo. Son tan múltiples sus definiciones y permanente su vinculación con la histo-
ria de la humanidad que buscar una sola respuesta sería un trabajo interminable. Pe-
ro más allá de querer definir la arquitectura en un sentido estricto de la palabra co-
mo se ha hecho históricamente, este trabajo se preocupará en entender su situación
contemporánea como profesión y disciplina.
Desde una visión crítica, la arquitectura representa lo que el filósofo alemán Ed-
mund Husserl llamó el mundo de la vida: es tanto un soporte físico-material como
un discurso cultural. Así, como campo del conocimiento universal, la arquitectura
se basa en dos ámbitos significativos, el práctico y el teórico. El ámbito práctico está
respaldado por el quehacer de la profesión, un conocimiento sobre los materiales,
los procesos constructivos, las características de los edificios y su uso. Mientras, el
ámbito teórico agrupa conceptos, categorías y definiciones que tienen un significa-
do cultural. La articulación de estas dos esferas configura la coherencia entre el sa-
ber de la arquitectura y su pertinencia como hecho en la sociedad. Pero, ¿cómo se
evidencia esta estructura hoy en día?
Siguiendo a Hobsbawn, puede decirse que la arquitectura del siglo xx induda-
blemente ha sido partícipe clave en los mencionados progresos materiales y, por su-
puesto, en el incremento de la capacidad del ser humano para transformar el mundo.
Sin embargo, la tecnología como herramienta para esta transformación y la globali-
zación acelerada han conducido a la arquitectura a una situación en la que su com-
promiso social está en constante disolución.
arquitectura, proyecto del ámbito público 29

Durante las últimas décadas, hemos sido testigos de magníficas y seductoras


creaciones (Figura 4) que socialmente le otorgan cierto estatus al arquitecto, como
si pudiese dar solución a un problema universal. Pero estos avances han implicado
también un deterioro progresivo en los fundamentos de la misma disciplina. “Nos
pueden postular como genios, pero jugamos nuestro papel asignado en el guion de
la modernización” (Koolhaas, 2014: 3). En medio de una sociedad apurada por las
exigencias del mercado y la era de la información, el arquitecto se ha consolidado
como un experto en la producción, más que como un intermediario consciente de
las necesidades.
Esta metamorfosis aparentemente silenciosa está dominada por dos realidades
vinculadas entre sí: en primer lugar, la creciente privatización de la sociedad y, en
segundo, la educación para arquitectos. Kenneth Frampton explica el asunto de la pri-
vatización de la sociedad en su Crítica a la producción contemporánea (1994): “la
práctica arquitectónica ha sido socavada lenta y subrepticiamente”, porque en medio
de una sociedad en la que el dominio público existe mínimamente, la continuidad de
los valores culturales es cada vez más inestable. Es difícil que la arquitectura sosten-
ga una legitimidad como discurso cultural vinculado a lo que se construye cuando
“la sociedad constantemente está siendo arrollada por las innovaciones de la tecno
ciencia, por el cambio demográfico y por los cada vez más intensos ciclos de pro-
ducción y consumo que la constante modernización sirve para mantener” (Frampton,
1994: 3). El arquitecto está sobrevalorado y en realidad pocos saben lo que éste hace.
¿Cuál es entonces el verdadero papel que juega el arquitecto contemporáneo
frente a esto? Esta pregunta da pie para hablar sobre el segundo impulso de la meta-
morfosis: la educación actual en arquitectura y su estancado desarrollo. Revisando
las propuestas actuales de los programas académicos de las escuelas alrededor del
mundo, puede observarse que la mayoría de las universidades imparten un modelo
de educación en arquitectura más o menos homogéneo, protagonizado por los talle-
res de diseño, que cada vez se alejan más de la relación entre la teoría y el proyec-
to. Debido al enfoque central en el diseño, en ocasiones llevado al extremo estéti-
co, no se tiene en cuenta la complejidad teórica, técnica y contextual que conlleva
el proyecto de arquitectura.
Se asume con familiaridad el hecho de que las escuelas de arquitectura sean es-
cuelas de diseño por la misma connotación del diseño arquitectónico, donde el mis-
mo concepto de diseño ha sufrido varios cambios de enfoque. Definido como un
proceso de creación de formas aplicable en múltiples campos, el diseño se difundió
en la actividad creativa y productiva de comienzos del siglo xx . Para los años sesen-
ta y setenta muchas escuelas de arquitectura cambiaron su nombre por el de escue-
las de diseño como respuesta al enfoque de formación del arquitecto moderno. De
este modo, alcanzarían a “tener el objetivo más amplio de ocuparse del diseño su-
30 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

puestamente científico del ambiente como un todo” (Frampton, 1994: 4), sin embar-
go, esta condición se adaptó con el discurso dominante.
Así se evidencia por ejemplo en la investigación Radical pedagogies: action-re-
action-interaction, liderada por Beatriz Colomina para la Universidad de Princeton.
Los experimentos de las escuelas de arquitectura se institucionalizaron, implican-
do el olvido de las preguntas importantes que trataban de investigar, como si fuese
un asunto de moda ideológica. En la actualidad “a medida que las escuelas parecen
favorecer cada vez más la profesionalización, parecen ahogarse en una auto-impo-
sición de la supervisión burocrática, sofocando cualquier posibilidad para la apari-
ción de otras prácticas” (Colomina, 2012: 79).
No es extraño entonces que la producción de la arquitectura, además de masifica-
da, esté despojada de una sustancia ideológica concreta, y aunque pareciera que el
propósito de la escuela en orientar al diseñador para que ponga el valor contextual a
su obra, en realidad está desistiendo de su labor al formar en una especificidad pro-
fesional. El papel del arquitecto se reduce cada vez más a un asunto de apariencia,
siendo la arquitectura valorada exclusivamente como un marco circunstancial antes
que como valor cultural en sí misma y frente a este panorama quizá lo más preocu-
pante ante la masificación y educación en la arquitectura es la ausencia de valores
para el espacio público.

El espacio público en la historia


Para hablar sobre el espacio público que le compete al arquitecto es necesario re-
cordar algunos asuntos sobre su papel indispensable en la sociedad. Kenneth Framp-
ton define el espacio público de acuerdo con lo que Hannah Arendt llamó el espa-
cio de aparición pública: los escenarios que por su significado histórico y su carga
simbólica propician el ejercicio del pensamiento en la colectividad (Tapias, 2005:
78). El espacio público es un elemento activo en el conjunto de la vida social, refle-
ja pulsiones económicas, míticas o literarias, pero más importante, alumbra nuevas
ideas que no existen por fuera de éste. Es un agente decisivo en la actividad comu-
nitaria; como lo afirma Frampton, no es que “no se pueda hacer vivienda social que
cuente con una sólida calidad arquitectónica […] pero la arquitectura debe garanti-
zar el ámbito público, tener ese tipo de importancia política y cultural” (Frampton,
2014, minuto 2:08).
Desde la perspectiva de Arendt, es posible describir la coherencia entre la arqui-
tectura y la sociedad a la que se refiere con el espacio de aparición pública en la
historia de la arquitectura (Figura 1). Previo al movimiento moderno, el espacio pú-
blico era una agrupación cívica, en la que los niveles urbanístico, arquitectónico e
incluso plástico se modulaban de tal manera que, aun conservando autónomamen-
arquitectura, proyecto del ámbito público 31

te su significado sociocultural, cada capa tendía a reforzarse y complementarse (Ra-


mírez, 2001: 157). La arquitectura representaba un intercambio entre la apariencia
de los lugares y su connotación cultural. Los rasgos del espacio se veían siempre co-
mo indicadores legibles, tanto desde lo que significaba socialmente como desde la
forma en que funcionaban (Zimmerman, 2012: 98) (Figura 2).
Con la llegada de la modernidad, “el espacio no se concibe como un lugar donde
la colectividad encuentra sus propios valores” (Ramírez, 2001: 166). El rechazo a la
tradición ecléctica y la síntesis plástica fueron común denominador entre casi todas
sus manifestaciones. Esto se explica desde la condición antihistoricista en la educa-
ción del arquitecto moderno, que generó una desafección hacia la noción de espa-
cio público y el plano infinito desarraigó al habitante (Figura 3).
Aun en el posmodernismo esta condición se potenció irremediablemente. Aun-
que el eclecticismo historicista resurgió como respuesta a la simplicidad moderna,
la correspondencia entre el espacio y su sentido funcional y simbólico se vio opa-
cada por la decoración gratuita y comercial. Con el recargamiento de información
y la distorsión de los significados contextuales las referencias son infinitas y por en-
de indefinibles.
En los últimos años la idea de nuevos espacios que pretenden llamarse públi-
cos ha proliferado alrededor de un discurso de recuperación y mejoramiento de
las ciudades. Sin embargo, por falta de fundamentos, y al ser absorbida por la in-
novación técnica acelerada, la práctica de la arquitectura no tiene la autonomía
para responder a la necesidad profunda de identificar valores al momento de in-
tervenir (Figura 4).

Arquitectos sin palabras


En este punto, es claro que el mayor problema del arquitecto contemporáneo no son
las nuevas tecnologías. La experiencia del siglo pasado ha demostrado que los avan-
ces tecnológicos están fuera del agotamiento (Koolhaas, 2014: 5). En realidad, la
mayor dificultad para el arquitecto es la carencia de ideales, porque no recibe ideas
claras desde su formación. Sin creencias, sin ideología, el arquitecto es un profesio-
nal experto en crear arquitecturas hipotéticas para una sociedad indefinida, espacios
que terminan siendo de nadie (Ramírez, 2001: 170).
La existencia del espacio público exige un desvelamiento de sus contenidos es-
téticos e ideológicos y eso es algo que sólo puede conseguirse con una política edu-
cativa inteligente, enfocada en el comportamiento crítico. ¿Cómo puede lograrse la
contribución social del arquitecto si no se tiene en cuenta la historia del arte y de
la arquitectura en las escuelas? La enseñanza de la arquitectura debe considerarse
como disciplina, una en la que las humanidades son esenciales para el entendimien-
32 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

to de su papel en la sociedad, y no como se califican erróneamente los cursos com-


plementarios: una simple revisión historiográfica para no cometer los mismos erro-
res o un paso más para llegar al perfil profesional y comercial.
La arquitectura tiene sentido cuando está acompañada de un programa social y
cultural. El estudiante de arquitectura debe conocer las raíces que vinculan la socie-
dad con los espacios que desarrolla. Estos valores sociales no se conservarán ni evo-
lucionarán como resultado de un azar técnico. Es responsabilidad de los arquitec-
tos, ahora más que nunca, identificar el sentido social de su labor.
“La Arquitectura es una manera de mirar el mundo y de formular interpretaciones
de su existencia y sus transformaciones. El saber no se elabora en la práctica sino en
la reflexión sobre ella, sin el componente reflexivo la arquitectura no pasa de ser un
oficio venido a más” (Saldarriaga, 1996: 125).
En síntesis, es pertinente y necesario recordar que la arquitectura y el proyecto
deben pensarse hoy simultáneamente en relación con el contexto disciplinar y con
el estado del conocimiento contemporáneo. Pero hasta que nuestras escuelas se de-
cidan realmente a articularse en torno a valores constructivos, no podemos adelan-
tar contenidos concretos susceptibles de ser tenidos en cuenta al diseñar (Ramírez,
2001: 171).
El proyecto de la arquitectura es el proyecto del ámbito público.
arquitectura, proyecto del ámbito público 33

Figura 1. Machu Picchu. Coherencia espacio-sociedad. (Autor desconocido, 1952).

Figura 2. Plaza del Campidoglio de Miguel Ángel. La arquitectura representaba un intercam-


bio entre la apariencia de los lugares y su connotación cultural. (Étienne Dupérac, 1568).
34 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

Figura 3. Congreso Nacional en Brasilia. Desafección hacia la noción de espacio público.


(Mario Roberto Durán Ortiz, 2007).

Figura 4. Plaza de las Luces o de Cisneros en Medellín (2006). Las referencias son in-
finitas y por ende indefinibles.
arquitectura, proyecto del ámbito público 35

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a l e j a n d r o g u z m á n r a m í r e z . u n i v e r s i da d d e g u a n a j u ato

Resumen
Tanto el que habita en asentamientos irregulares o en barrios económicamente bajos,
como el rico que encarga una casa extraordinaria, buscan a través de la arquitectura
expresar su identidad, gustos y aspiraciones estéticas que le permitan ubicarse digna
o espectacularmente en el entorno que le rodea.
Bajo esta perspectiva, podemos hablar de la ciudad y su arquitectura en dos cate-
gorías fundamentales: por un lado, una ciudad reconocible y ordenada, una ciudad
“planificada”, surgida sobre la base de un diseño o idea predeterminada, alimentada
por las distintas imágenes idílicas de construcciones limpias, funcionales y “bellas”;
y, por el otro, la ciudad marginada que recorremos cotidianamente, una ciudad “es-
pontánea” que se desarrolla paralela a la otra y evoluciona de manera “casual”, por
así decirlo, con una arquitectura “autoengendrada” en la que la banalidad construc-
tiva es resultado de las condiciones socioeconómicas existentes en nuestra sociedad.
Tradicionalmente, cuando se habla de una arquitectura popular se asocia este
concepto a la imagen folclórica y romántica de la arquitectura vernácula, de esa ar-
quitectura pragmática que se mimetiza con su entorno y aprovecha al máximo los
recursos constructivos y materiales de que dispone.
Fuera de esta visión, la intención de este texto es mostrar y establecer las carac-
terísticas estéticas que definen la arquitectura popular presente en el paisaje urbano
de nuestra ciudad como forma de expresión social; una arquitectura extravagante
producto del fenómeno kitsch suburbano, donde el habitante lucha simbólicamente
por embellecer su precaria casa y resaltar en su entorno.
Dichas manifestaciones representan así, un catálogo de deseos estéticos colecti-
vos de la cultura popular y del fenómeno kitsch en México: el techo “nostálgico” de
dos aguas, las ventanas con arcos o en saledizo, los balcones con balaustradas o las
rejas de aluminio color dorado se presentan como símbolo de la abundancia y el lu-
jo; tal uso decorativo neobarroco se convierte en una forma de rebelarse ante la ho-
mogeneidad y anonimato de una arquitectura estandarizada en búsqueda del “refi-
namiento” y cierta jerarquía social.

‹ 36 ›
cultura kitsch y arquitectura popular 37

En términos culturales, el fenómeno kitsch refleja el deseo de los habitantes de


ubicarse e identificarse con un ambiente específico propio que se expresa, entre otras
cosas, a través de su espacio arquitectónico.
Donde su identidad —a partir de su definición aristotélica—, alude a las cualida-
des de ser único y de diferenciarse respecto a otros, ya que el habitante busca lle-
nar su propio espacio vital con mucha energía emocional y codificarlo como refugio
contra la transitoriedad y la funcionalidad mecánica de la ciudad como contenedor
de masas.
Tal postura estética se erige así como el complemento dialéctico, irracional y, tal
vez, necesario del desarrollo de la cultura popular en nuestro paisaje urbano actual.

Palabras clave: cultura popular, fenómeno kitsch, arquitectura contemporánea, es-


tética

Abstract
Those who live in informal settlements or poor neighborhoods, as well as those who
are wealthy and enjoy a high-standard living space, seek to express their identity, tas-
te and aesthetic aspirations through architecture, to settle with dignity or spectacu-
larly in the surrounding environment.
Under this perspective, we can address the city and its architecture considering
two basic categories; on the one hand, a distinctive and neat city, a “planned” ci-
ty, built from a predetermined design or idea, based on the idyllic images of clean,
functional, and “beautiful” buildings. On the other, the marginalized city we travel
across on a daily basis, a “spontaneous” city that develops parallel to the other and
that evolves “casually”, with a self-created architecture as a result of the socioeco-
nomic conditions prevailing in our society.
When speaking of a “popular architecture” this concept is traditionally associated
with the folk and romantic image of vernacular architecture, i.e. the pragmatic archi-
tecture that blends with its surroundings and makes the most of the building resources
and materials available.
From the above, this article shows and sets the aesthetic characteristics that define
popular architecture in the urban landscape of our city as a means of social expres-
sion; an extravagant architecture that results from the suburban kitsch phen­omenon
where the inhabitant symbolically strives to beautify his precarious household and
highlight his environment.
Thus, such expressions represent a catalogue of collective aesthetic desires of “po-
pular” culture and the kitsch phenomenon in Mexico: the “nostalgic” pitched roof,
arched windows, balconies with banisters or gold-colored aluminum fences are pre-
38 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

sented as symbols of wealth and luxury. Such Baroque decorative use becomes a way
of rebelling against the uniformity and anonymity of a standardized architecture in
search of “refinement” and social hierarchy.
In cultural terms, the kitsch phenomenon mirrors the aim of the inhabitants to be
located and identified with their own specific environment that is expressed through
its architectural space where identity (from its Aristotelian definition), seeks unique-
ness and singularity versus others. The inhabitant seeks to fill his own living space
with emotional energy and encode it as a shelter against the transience and the me-
chanical functionality of the city as a reservoir for the masses. Such aesthetic posture
stands, as well as the dialectic, irrational and perhaps necessary complement to the
development of popular culture in our current urban landscape.

Keywords: popular culture, kitsch phenomenon, contemporary architecture, aesthetic

Lo kitsch, lo popular y lo naco


Según los estudios de Abraham Moles (1990), el término kitsch aparece hacia 1860
en Múnich, Alemania, proveniente de la palabra Kitschen (“hacer muebles nuevos
con viejos”) o de la expresión familiar Verkitschen, que significa “hacer pasar gato
por liebre”; se trata de una negación de lo auténtico mediante la imitación barata del
lujo de la sociedad burguesa.1
Tal imitación convencional busca el placer estético a través del amontonamiento
y de la explotación escenográfica de los objetos de consumo.
Así entendido, el kitsch aparece como un fenómeno social, universal y perma-
nente, símbolo de la alineación que surge de la manera intuitiva en la que el hom-
bre se relaciona con las cosas y define su posición social y cultural con base en las
características de los objetos que posee.2

1  Según Werner Sombart, el lujo es todo dispendio que va más allá de lo necesario; si bien éste comien-
za con la búsqueda del recreo y goce de los sentidos pronto se convierte en reflejo de la abundancia des-
medida mediante la exaltación de lo superfluo, la ostentación, el orgullo, el afán de poderío y el deseo de
anteponerse a los demás (Sombart, 1979). Thorstein Veblen, por su parte, considera que la sociedad pre-
serva la característica básica de la cultura rapaz, donde los valores, incluidos los estéticos, son simples
símbolos y medios de diferenciación económica entre clases. En la modernidad toda la cultura sería la
consecuencia del progresivo exhibicionismo del ocio y el consumo conspicuo (Veblen, 1974).
2  Para Abraham Moles el kitsch es símbolo de alineación en la medida en que el hombre, más que de-
terminante de las cosas, es determinado por ellas, y considera la posesión de objetos como único medio
para alcanzar la “felicidad” (Moles, 1990). Por otra parte, Calinescu señala que el hombre kitsch desea
llenar su tiempo libre con la máxima excitación a cambio de un mínimo esfuerzo; por esta razón lo kitsch
puede definirse como un intento sistemático de huir de la realidad cotidiana, donde lo kitsch representa
una forma, específicamente estética, de mentir (Calinescu, 1991).
cultura kitsch y arquitectura popular 39

Asimismo, el kitsch representa el conflicto entre lo original y lo vulgar en su mo-


do de utilización de lo cotidiano como una forma de llamar la atención, como un
modo de ser diferente, asociado comúnmente con aquello que es corriente y de mal
gusto. En este sentido tiene una fuerte relación con la palabra naco, utilizada en Mé-
xico, ya que dicho término se emplea como una forma de discriminación hacia lo
popular, hacia algo que no es original sino producto de la imitación y la vulgaridad.
De manera más amplia, podríamos comentar que el término naco encierra la des-
calificación de aquel personaje social que es exagerado con expresiones vulgares y
de un gusto excéntrico. Más allá del pelado descrito por Samuel Ramos y del pachu-
co analizado por Octavio Paz, el naco —término surgido a mediados del siglo xx —
define una actitud, una forma de ser que incluso rebasa la posición socioeconómica
a la que se pertenece. Según Carlos Monsiváis, “cualquiera puede ser un naco”, ya
que éste no se reconoce en esa categoría pero la adquiere queriendo ser distinto y
atrevido a través de sus expresiones cotidianas y sus preferencias estéticas. 3
Algunas de sus características serían su apego a la ornamentación exagerada y
a la combinación de objetos de distinta índole (principalmente de ornato o de cul-
to) tanto en su arreglo personal como en la decoración que hace de las distintas co-
sas que posee.
Dentro del imaginario colectivo se ha construido todo un estereotipo de actitu-
des “nacas”, entre otras: colocar un peluche sobre el tablero del automóvil, poner
como adorno un disco compacto o un rosario colgado del retrovisor del auto, lla-
mar la atención mediante foquitos de colores que parpadean al ritmo de la música,
usar todo tipo de ropa de imitación o marcas “piratas”, traer adornos en exceso o
muy notorios, etcétera.
Si bien el concepto kitsch hace referencia principalmente a la ornamentación
y el término naco a una actitud social, ambos son muestra de la cultura popular
actual.
Lo popular tiene sus orígenes ligados a la modernidad, cuando el crecimiento
acelerado de las ciudades mexicanas en la segunda mitad del siglo xx trae como
consecuencia que la forma de vida rural se mezcle con lo urbano, que actúa como el
elemento legitimador de esa nueva realidad.
Néstor García Canclini (1989) plantea que la puesta en escena de lo popular en
los discursos académicos y científicos surge en el pensamiento moderno bajo tres
enfoques principales:

3  Samuel Ramos define al pelado como aquel personaje que se ubica en el estrato socioeconómico y
cultural más bajo de la sociedad mexicana que busca ocultar, a través de la vulgaridad y la agresividad,
su complejo de inferioridad (Ramos, 1999). Octavio Paz, por su parte, identifica al pachuco con un grupo
social que a través de su forma particular de vestirse, comportarse y expresarse busca reivindicar su sin-
gularidad independiente de la cultura americana y la mexicana (Paz, 1999).
40 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

• El folclor. Como una visión melancólica de las tradiciones, en la que se desa-


rrolla la idea de la preservación (y, en consecuencia, aislamiento) de los bie-
nes culturales —objetos, leyendas, música— de grupos indígenas o rurales;
una visión en la que existe una fascinación más por los “productos” que por
los actores sociales que los engendran.
• Las industrias culturales. La inclusión de las estructuras y los bienes simbólicos
tradicionales como objeto de mercado en los circuitos masivos de comunica-
ción para alcanzar a las capas populares menos integradas a la modernidad.
Bajo esta visión, los sectores populares estarán al final del proceso de consu-
mo, como simples destinatarios y espectadores a reproducir el ciclo del capi-
tal y la ideología de los dominadores.
• El populismo. La noción de lo popular construida por los medios sigue la ló-
gica del mercado; lo popular es lo que se vende masivamente, lo que le gusta
a las multitudes.

Asimismo, lo popular no es visto más como una colección de objetos o prácticas es-
tables y estáticas, ya que éstas varían y se enriquecen con su entorno social. En este
sentido lo popular no importa como tradición que perdura; al contrario, se convier-
te en algo pasajero y fugaz, con lo cual se produce una distorsión simétricamente
opuesta a la folclórica, que da lugar a una cultura subalterna en lo que lo popular le
es dado al pueblo desde afuera.
En suma, podríamos comentar que la cultura popular se nutre continuamente de
referencias de diversos orígenes, por lo que habitualmente actúa un doble código,
una doble lectura que yuxtapone lo rural y lo urbano, lo vernáculo y lo moderno, lo
ornamental y lo práctico, lo historicista y lo futurista, lo provinciano y lo metropoli-
tano, lo tradicional y lo actual, lo artesanal y lo industrial.

La arquitectura kitsch como expresión popular


La suma de lo popular y lo kitsch arroja como resultado una arquitectura masiva, hí-
brida en la que confluye la ambivalencia de la modernidad y el progreso a través de
los materiales utilizados y las formas adoptadas. Esta cultura de la mezcla y lo masi-
vo pronto se consolidará como la expresión más dinámica, manifiesta y representa-
tiva dentro de nuestro contexto cultural.
Tomando como base de estudio la ciudad de León, Guanajuato, se podrían esta-
blecer ciertos rasgos estéticos hacia un entendimiento de la expresión arquitectóni-
ca popular, que se comentan a continuación.
cultura kitsch y arquitectura popular 41

El amontonamiento y la estética del desorden

El amontonamiento sin ninguna restricción de diversos objetos en un volumen espa-


cial donde los objetos reunidos carecen de una relación directa entre sí, ya que ésta
es producto de una combinación inconsciente, hasta cierto punto “surrealista”, don-
de los objetos son valorados más por su influencia como portadores de signos que
por su valor utilitario primario.
La azotea aparece como el espacio del amontonamiento de los “tiliches”; el em-
pleo estandarizado del tinaco Rotoplas e incluso la mascota que ha perdido su es-
pacio dentro de la casa, siendo relegada a habitar la azotea; estos aparecen como
elementos visuales dominantes del ecosistema visual de la ciudad (Figuras 1 y 2).

Lo decorativo y lo ecléctrico

Lo kitsch rara vez es producto de una intención deliberada: implica un lento desa-
rrollo, una acumulación triunfante de tentaciones en las que conviven los souvenir,
trofeos y testimonios de exotismo, los objetos de devoción personal y cultural, así
como los distintos adornos y artículos que ofrece el mercado de consumo.
El empleo exagerado de un material decorativo que ofrece el mercado constructi-
vo, demuestra la necesidad de llamar la atención, o bien mediante el uso de materia-
les falsos o de imitación, ya que rara vez éstos se presentan tal cual son (acabados de
cemento imitando madera o cantera, paneles de yeso imitando piedra o acero, etc.),
así como el vidrio reflejante como símbolo de modernidad (Figuras 3 y 4).
Asimismo, viviendas de tipo popular que utilizan los distintos estímulos visuales
extraídos del lujo y el confort de una arquitectura estereotipada: lo “histórico” repre-
sentado por las pilastras y molduras clásicas; lo “moderno” representado por el uso
de vidrio reflejante o el sistema digital de televisión (Figuras 5 y 6).
También se presentan tanto objetos que definen un estatus socioeconómico y
cultural como aquellos objetos curiosos, distintos (aparentemente) a los que poseen
los demás.

La autenticidad y la imperfección

La búsqueda de lo auténtico lleva a una reinterpretación (distorsión) de los estilos


arquitectónicos de manera inconsciente e improvisada, como una forma particu-
lar de expresión, caracterizada por los contrastes en el uso de colores y el abuso de
formas ornamentales de distinto origen y muchas veces incompatibles entre sí, que
propician un ambiente único y especial para el habitante del edificio (Figuras 7 y 8).
La imperfección (la percepción de lo mal hecho, en términos de la cultura domi-
nante) no busca necesariamente tener una calidad aceptable, sino cumplir con la
42 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

función inmediata: distraer, agradar a la vista, solucionar un problema, etc. La auten-


ticidad viene dada igualmente por la respuesta espontánea y la capacidad de impro-
visación que modifica constantemente la forma de la edificación (Figura 9).
La distorsión de las dimensiones y proporciones de los elementos tomados de
distintos estilos arquitectónicos, así como el empleo contrastante de materiales, son
elementos característicos de una arquitectura kitsch.

La imitación

En su afán de legitimación, esta arquitectura busca modelos y paradigmas con los


cuales nutrir sus formas. Es así como un determinado elemento es copiado una y
otra vez, pero en el camino es inevitable que sufra cambios, habiendo una reinter-
pretación (generalmente inconsciente) que finalmente transforma el elemento en al-
go distinto al original. Lo más común es la mezcla de fragmentos historicistas en la
que cualquier combinación estética es válida. 4
La representación escenográfica que se toma de las imágenes artísticas como sím-
bolo del “buen gusto” es otro recurso empleado en la arquitectura popular (Figura
10), aunque dichas pretensiones se asocian no sólo con las clases sociales menos fa-
vorecidas, ya que este fenómeno también se encuentra presente en cualquier con-
texto socioeconómico (Figura 11).
Dichas manifestaciones conforman así un catálogo de deseos estéticos colecti-
vos de la cultura popular y del fenómeno kitsch en México que se presentan como
símbolo de estatus y lujo; tal uso decorativo se convierte en una forma de rebelarse
ante la homogeneidad y anonimato de una arquitectura estandarizada en búsqueda
del “refinamiento” y cierta jerarquía social. 5

Discusión
El kitsch es un concepto estético y cultural que en su origen ironizaba con la rela-
ción de arte barato y consumismo. Hoy designa la inadecuación estética en general

4  Cabe mencionar que tal recombinación de motivos históricos no es algo nuevo, ya que este fenómeno
no sólo caracterizó a la arquitectura historicista a fines del siglo x i x , ni tampoco es reducible al llamado
movimiento posmoderno tan publicitado en los años setenta del siglo x x . Dicho fenómeno cuenta con
una continuidad más allá de los discursos académicos de arquitectura, y siempre ha sido un recurso uti-
lizado en los distintos sectores de la sociedad.
5  Sin olvidar que tal rebelión existe sólo como un reflejo de lo que la industria y el mercado constructi-
vo impone en los distintos sectores de la sociedad, ya que, según Baudrillard, nos encontramos dentro de
una sociedad de consumo caracterizada sobre todo por la satisfacción visual de las imágenes y los men-
sajes de la “abundancia” que se genera en torno a los objetos, a través de un mecanismo organizado de
control y encauzamiento social (Baudrillard, 1997).
cultura kitsch y arquitectura popular 43

y permite comprender en gran medida las formas de la cultura y la arquitectura po-


pular contemporánea. Mientras tanto, lo popular no puede reducirse a una visión
folklórica o de la condición moderna, ya que lo popular procede no sólo de la he-
rencia histórica de cada pueblo o de su inserción en las relaciones de producción,
sino también de otros espacios de reproducción y control social, como son la infor-
mación y el consumo.
En este sentido, el entendimiento de lo popular debe ir más allá de una cataloga-
ción reduccionista, ya que este concepto puede reunir a grupos tan diversos, cuya
común situación subalterna no se deja nombrar suficientemente por lo étnico (indio,
indígena), ni por el lugar en las relaciones de producción o estatus socioeconómico
(obrero-pobre), ni por el ámbito geográfico (cultura campesina o urbana). Lo popular
permite abarcar sintéticamente todas estas situaciones de subordinación y dar una
identidad compartida a los grupos que coinciden en ese proyecto solidario.
Pero en esa concepción reside también su debilidad; lo popular no corresponde
con precisión a un referente empírico, a sujetos o situaciones sociales nítidamente
identificables en la realidad. Es una construcción ideológica, cuya consistencia teó-
rica está aún por alcanzarse. Es más un campo de trabajo que un objeto de estudio
científicamente delimitado.
Igualmente, lo kitsch no puede asociarse únicamente al desarrollo del mercado
de consumo masivo, sujeto a la ley del mercado, de la oferta y la demanda. Va más
allá de la imitación y la falsificación. Lo que constituye la esencia de lo kitsch es su
abierta indeterminación, su vago poder alucinógeno, su espontaneidad y su mani-
festación como movimiento popular.
44 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

Figura 1. La azotea aparece co-


mo el espacio predilecto del
amontonamiento dentro de la
vivienda popular. Colonia Pile-
tas, León, Guanajuato (imagen
del autor).

Figura 2. La utilización espacial de la azotea igualmente reduce a su uso


como tendedero de ropa dentro de la vivienda popular. Colonia El Coeci-
llo, León, Guanajuato (imagen del autor).
cultura kitsch y arquitectura popular 45

Figura 3. El empleo exagerado de un material decorativo que el mercado cons-


tructivo ofrece como modo particular de expresión estética. Casa habitación.
Colonia Oriental, León, Guanajuato (imagen del autor).

Figura 4. Lo decorativo a través de la colocación de objetos de ornamentación


tomando la arquitectura como bastidor o soporte de dichos elementos. Casa
habitación. Colonia Villa Insurgentes, León, Guanajuato (imagen del autor).
46 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

Figura 5. Lo ecléctico como combinación estética de elementos de distinta


índole (historicismo y modernidad). Casa habitación. Colonia San Miguel,
León, Guanajuato (imagen del autor).

Figura 6. Lo ecléctico a través de la copia de elementos de ornamentación


clásica sin restricción ni orden. Casa habitación. Colonia Oriental, León,
Guanajuato (imagen del autor).
cultura kitsch y arquitectura popular 47

Figura 7. La autenticidad representada por la incorporación de elementos dis-


tintos a lo tradicional. Casa Habitación. Colonia Los Limones, León, Guanajua-
to (imagen del autor).

Figura 8. La autenticidad a través de la utilización excéntrica de materiales


constructivos. Casa habitación. Colonia Oriental, León, Guanajuato (ima-
gen del autor).
48 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

Figura 9. La autenticidad viene dada igualmente por la respuesta espontánea y


la capacidad de improvisación. Casa habitación. Colonia San Jerónimo, León,
Guanajuato (imagen del autor).

Figura 10. La decoración


escenográfica que se toma
de las imágenes artísticas
mediatizadas. Local de
calzado. Colonia El
Coecillo, León,
Guanajuato
(imagen del autor).
cultura kitsch y arquitectura popular 49

Figura 11. La imitación e incorporación escenográfica de referentes artísticos e históricos. Re-


sidencia. Colonia Lomas del Campestre, León, Guanajuato (imagen del autor).
50 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

Referencias
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C alinescu , M. (1991). “Kitsch”. En Cinco caras de la modernidad. Madrid: Tecnos.
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dad. México: Grijalbo.
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S ombart , W. (1979). Lujo y capitalismo. Madrid: Alianza.
V eblen , T. (1974). La clase ociosa. México: Fondo de Cultura Económica.
El proceso de hibridación de la vivienda rural de muy alta
marginación y su influencia en la preservación del conocimiento
tradicional constructivo en las comunidades de Zautla, Puebla
á n g e l r a fa e l á va l o s a lv e a r .
u n i v e r s i da d n a c i o n a l a u t ó n o m a d e m é x i c o

Resumen
En el contexto de la modernidad líquida (Bauman, 2004), las soluciones que se ge-
neran por parte de las instituciones de gobierno responsables de garantizar el acceso
a las diversas demandas sociales, entre ellas la vivienda, suelen estandarizarse en la
vivienda de interés social. Estas soluciones carecen de una verdadera planificación
por el hecho de que los cambios y las exigencias de la sociedad se manifiestan más
rápido que las soluciones, por lo que éstas se van improvisando y al aplicarlas indis-
criminadamente en otros contextos producen diversas problemáticas a los habitantes.
Dichos factores, entre otros, facilitan la expansión de los modelos y tipologías de vi-
vienda generados para medios urbanos a gran parte del territorio nacional, desde la
periferia de las grandes ciudades hasta el campo.
En el caso de la vivienda rural esta expansión promueve la reproducción acríti-
ca de un modelo de vivienda y patrones constructivos ajenos a su región, que, a di-
ferencia de ese modelo, considera métodos tradicionales que desde su concepción
responden a las características del ecosistema, los materiales disponibles, el clima,
su cultura y sociedad, entre otros aspectos de importancia, los cuales forman par-
te de su conocimiento tradicional (ct ) (Bauman, 2011), heredado de generación
en generación y que, como producto cultutral, caracteriza al objeto arquitectónico.
El caso de estudio de esta investigación son las comunidades de muy alta margina-
ción en el municipio de Zautla, localizado en la sierra norte de Puebla. Por su situación
de marginación (scdb , 2011), estas comunidades sufren grandes carencias, que las co-
locan en una situación de desventaja, ya que el hecho de no participar en la produc-
ción económica impide justificar el gasto en su protección. Si bien existen programas
de gobierno encargados de dotar de vivienda y diversos apoyos para la construcción
a quienes lo necesitan, estas comunidades no logran solucionar las carencias existen-
tes debido a que los recursos son insuficientes y representan problemas en la gestión
y aplicación de los mismos.
Algunas viviendas construidas en estas comunidades presentan una mezcla de sis-
temas constructivos y modos de ocupación urbanos y vernáculos, visible en los ca-

‹ 51 ›
52 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

sos de estudio mediante la identificación y contraposición de patrones (Alexander,


Ishikawa, Silverstein, Jacobson y Angel, 1980) constructivos y ocupacionales de ca-
da una de las tipologías, urbana y vernácula.
Las viviendas con estas características manifiestan un proceso de hibridación
(García Canclini, 1990) que se puede observar en diversos ejemplos; la superposi-
ción de patrones tipológicos vernáculos y urbanos conforma una tipología de vivien-
da nueva o hibridada.
En esta investigación se busca identificar, mediante un trabajo documental y de
campo, cuáles son los principales fenómenos históricos que han influido para el sur-
gimiento de la hibridación en dichas viviendas. Posteriormente se pretende desarro-
llar y aplicar diversos instrumentos metodológicos con el apoyo de la población de
las comunidades para poder valorar si dicho fenómeno genera un deterioro o un en-
riquecimiento de su ct ; esto con la finalidad de generar una visión prospectiva acer-
ca de cómo la hibridación de sus viviendas afectará la retransmisión del ct a las ge-
neraciones futuras.

Palabras clave: modernidad líquida, conocimiento tradicional, marginación, patro-


nes, hibridación

Abstract
Within the context of liquid modernity (Bauman, 2004), the solutions that are ge­
nerated by the government institutions responsible for ensuring access to the various
social demands, including housing, tend to be standardized as is social housing.
These lack real planning, as social changes and demands emerge at a faster rate
than solutions, so the latter are rather improvised; when applied indiscriminately in
other contexts, they lead to various problems to inhabitants. These factors, among
others, facilitate the expansion of housing models and typologies intended for ur-
ban environments to a large part of the national territory, from the periphery of lar-
ge cities to the countryside.
In the case of rural housing, this expansion promotes indiscriminate replication of
housing models and constructive patterns that are alien to their region. In contrast,
traditional models respond in their conception to the characteristics of the ecosystem,
available materials, climate, culture and society, among other important aspects that
are part of the traditional knowledge ( tk ) (Bauman, 2011) inherited from past ge­
nerations, and materialized in the architectural object as a cultural product.
The case study of this research are the highly marginalized communities in the mu-
nicipality of Zautla in Sierra Norte of Puebla., Because of their marginalization ( scdb ,
2011), these communities are at a disadvantage, since by lacking importance in eco-
el proceso de hibridación de la vivienda rural de muy alta marginación 53

nomic production, any cost in their protection is not justified. There are government
programs in place to provide housing and various types of construction support to
those in need;, however, these fail to solve the existing shortcomings, since resour-
ces are insufficient and involve management and implementation inssues in their .
Some houses built in these communities are a mixture of construction systems and
modes of urban and vernacular occupation, evidenced through the identification of
construction and occupational patterns (Alexander, Ishikawa, Silverstein, Jacobson
y Angel, 1980) of each of the typologies, urban and vernacular, to contrast one with
the other and identify the presence of both in case studies.
Households with these features are undergoing a hybridization process (García
Canclini, 1990) that can be seen in several examples. The overlap of urban and ver-
nacular typological patterns make up a new or hybridized housing typology.
The research work seeks to identify through a documentary and fieldwork the main
historical events that have influenced the emergence of the hybridization in housing,
and then develop and implement various methodological tools with the support of
the local communities to interpret whether this phenomenon leads to a deterioration
or an enrichment in their tk for attempting to produce a prospective vision of how
household hybridization affect the communication of the tk to future generations.

Keywords: liquid modernity, traditional knowledge, marginalization, patterns, hy-


bridization

El proceso de urbanización que se desarrolló en América Latina durante la segunda


mitad del siglo xx ha generado diversas consecuencias en la conformación actual
de las dinámicas y fenómenos que atañen a nuestras sociedades. Durante los años
cuarenta en México se adoptó un modelo económico de exportación, denominado
sustitución de importaciones, mismo que necesitó de un gran número de trabajado-
res para su funcionamiento. Las industrias que en su mayoría se concentraron en las
grandes ciudades atrajeron la llegada de una gran parte de la población rural para
abastecer la demanda, lo que originó a su vez el abandono del campo, provocando
el aumento de la pobreza en la población rural, ya que ésta no representaba un in-
terés primordial en el ideal de desarrollo de la época.
Actualmente, el poder económico global se encuentra concentrado en una muy
pequeña parte de la población, incentivando la división de clases y originando di-
versas problemáticas, a lo cual hace referencia Bauman: “La clase es apenas una
de las formas históricas de desigualdad […] Ahora debemos extender la cuestión
del ingreso per cápita hasta abarcar la mutua atracción fatal entre pobreza y vul-
nerabilidad social, la corrupción, la acumulación de peligros, así como la humi-
llación y la negación de la dignidad; es decir, hasta abarcar todos los factores que
54 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

configuran las actitudes y conducen e integran los grupos […], factores cuyo vo-
lumen e importancia crecen con celeridad en la era de la información globaliza-
da” (Bauman, 2011).
Enfocándonos en el segmento de la sociedad al que se denomina en condición
de pobreza o marginación y que se ubica en la parte más baja de la escala social,
misma que sufre distintas formas de discriminación como consecuencia de su ca-
tegoría social, Bauman hace alusión a este fenómeno de exclusión con la figura
de las bajas colaterales: “Las bajas se tildan de colaterales en la medida en que se
descartan porque su escasa importancia no justifica los costos que implicaría su
protección, o bien de ‘inesperados’ porque los planificadores no las consideran
dignas de inclusión entre los objetivos de reconocimiento preliminar” (Bauman,
2011). Y añade: “Los daños colaterales suponen de forma tácita una desigualdad
ya existente de derechos y oportunidades, en tanto que acepta a priori la distribu-
ción desigual de los costos que implica emprender una acción (o bien desistir de
ella)” (Bauman, 2011).
En la llamada era de la información, los cambios se generan de una manera im-
predecible; reina la incertidumbre, una de las características de la denominada
modernidad líquida. “La metáfora de la liquidez —propuesta por Bauman— inten-
ta también dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad
individualista y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil de sus re-
laciones” (Vásquez Rocca, 2008). “Los sólidos conservan su forma y persisten en
el tiempo: duran, mientras que los líquidos son informes y se transforman constan-
temente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de
los mercados” (Vásquez Rocca, 2008). “Surfeamos en las olas de una sociedad lí-
quida siempre cambiante —incierta— y cada vez más imprevisible, es la decaden-
cia del Estado del bienestar” (Vásquez Rocca, 2008). Debido a lo anterior, en este
contexto las políticas generadas para las necesidades actuales no son soluciona-
das correctamente, entre otros factores, por el hecho de que en un contexto ines-
table los cambios se generan más rápido que las soluciones, aunado a que muchas
veces éstas responden a motivaciones que ponen en segundo plano el interés por
solucionar las necesidades de la población.
La globalización abarca cada vez más territorios tanto en las principales capita-
les, las grandes ciudades, hasta las provincias rurales, expandiéndose indiscrimina-
damente sin importar la condición de clase. En México y en el mundo esto se puede
visualizar materialmente en distintos productos de la actualidad como lo es la vivien-
da; un concepto que ejemplifica este proceso es el fenómeno de la urbanalización, que
hace referencia a la presencia de soluciones arquitectónicas como consecuencia de
la expansión del estilo internacional, provocando la desterritorialización del conoci-
miento y de las soluciones locales, generando productos globales o genéricos que se
el proceso de hibridación de la vivienda rural de muy alta marginación 55

repro­ducen a lo largo del planeta y que alteran el paisaje, produciendo una imagen
universal relativamente idéntica que se puede encontrar en territorios muy diversos,
como menciona Francesc Muñoz:

El paisaje siempre ha sido entendido como el resultado de la relación que las socieda-
des humanas establecen con su medio, como la construcción cultural de su entorno. Sin
embargo, el proceso global de urbanización y la progresiva extensión de la ciudad en el
espacio hacen que encontremos cada vez más dificultad para apreciar contenidos de iden-
tidad o vernáculos propios de los lugares a través de sus paisajes, los cuales se nos mues-
tran precisamente más a partir de lo similar y genérico que de lo singular y específico […]
Los paisajes son así reproducidos independientemente del lugar porque ya no tienen nin-
guna obligación de representarlo ni significarlo, son paisajes desanclados del territorio
que van sencillamente dimitiendo de su cometido (Muñoz, 2008).

La introducción de elementos externos a la forma de vida de los distintos grupos so-


ciales requiere para su integración la modificación de la estructura social, cultural,
política, entre otras; estos elementos se pueden ver reflejados en el objeto arquitec-
tónico al formar parte de los productos indispensables para el ser humano.
A partir del movimiento moderno, el caso de la vivienda urbana se convirtió en
un producto estandarizado u homogeneizado con el fin de poderse adecuar a dis-
tintos territorios, realizando relativamente una cantidad mínima de modificaciones,
haciéndola más eficiente y redituable para quienes intervienen en el proceso. Estas
soluciones, generadas bajo la lógica del desarrollo capitalista para obtener un ma-
yor beneficio económico con una mínima inversión, prestan muy poca atención al
desarrollo de otros aspectos importantes como la calidad arquitectónica y el dise-
ño urbano de las propuestas, debido a que muchas veces no cuentan con elementos
básicos para la vida diaria o son decadentes; por ejemplo, acceso a los servicios ne-
cesarios, mano de obra de calidad, dimensiones dignas de los locales, cercanía de
la vivienda a fuentes de empleo, transporte público de calidad, entre otros aspectos,
los cuales difícilmente se pueden resolver sólo con la elaboración de una propuesta
arquitectónica, ya que responden a un contexto más amplio. En esta relación los ac-
tuales y futuros habitantes de las viviendas son los más afectados.
Este fenómeno se presenta de igual forma en el contexto rural, debido a que los
distintos apoyos creados para dar acceso a vivienda suelen presentar vicios similares
a los existentes en la producción de vivienda urbana, por ejemplo el caso en México
de las construidas con apoyos otorgados por distintas instituciones públicas, como
la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi). La limitada cantidad de recursos que se
otorgan a los beneficiarios resultan insuficientes para construir una vivienda digna,
y se opta por adquirir materiales de baja calidad o, en otros casos, prescindir de ele-
56 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

mentos básicos para el desarrollo digno de los habitantes por la falta de presupuesto.
Esto origina diversas consecuencias entre las que destacan el deterioro de la salud
debido a que la vivienda no protege, o lo hace de manera deficiente, a sus ocupantes
de las variables climáticas como lluvia, cambios de temperatura o catástrofes natu-
rales (Figura 1).
El caso de estudio de esta investigación es la vivienda de las comunidades de muy
alta marginación, ubicadas en el municipio de Zautla, en la sierra norte de Puebla.
Este municipio cuenta con una población de 19,438 habitantes, según el censo de
2010. Datos de ese mismo año indican que 95.83% de la población vivía en situa-
ción de marginación, cifra que en 2015 disminuyó a 93.87%, según datos del Con-
sejo Nacional de Población (conapo ).
Debido a las condiciones de vida de la región, no se tiene acceso a una vivien-
da digna y las que actualmente habita la población se han construido en la mayoría
de los casos con materiales de muy baja calidad, como cartón, lámina, tabiques so-
brepuestos, lonas, etc., por lo que estos materiales no logran proveer a sus habitan-
tes de un resguardo seguro que además proteja su salud. Entre las causas de esta si-
tuación encontramos que los habitantes en condición de marginación difícilmente
cuentan con un empleo estable y no tienen acceso a un crédito de vivienda, por lo
que las únicas fuentes de ingresos para la construcción son ahorros, aportaciones fa-
miliares, reciclaje de materiales o bien mediante el aprovechamiento de los diversos
apoyos otorgados por el gobierno (Figura 2).
Actualmente se presenta en México la discusión acerca del acceso a la vivienda
para los “no afiliados” a sistemas que otorgan ese beneficio, es decir, aquellos mexi-
canos que no son derechohabientes debido a las características de su trabajo o por
carecer de éste. Por ello no logran obtener un crédito de vivienda, teniendo que bus-
car otras alternativas para solucionar esa necesidad. Estas personas conforman 75%
de la población económicamente activa en nuestro país.
Zautla cuenta con un porcentaje alto de población indígena, 73.35% en 2010,
según la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas ( cdi ). Por su
condición de alta marginación, estas comunidades no tienen acceso a servicios bá-
sicos como salud, transporte público, agua potable, drenaje, energía eléctrica, ser-
vicio de recolección de basura, seguridad pública, entre otros, o si los hay son defi-
cientes, por lo que el problema del acceso a la vivienda no es más que uno de tantos
a los que se enfrentan, y por no tener una alternativa de progreso real, difícilmente
logran superar esta situación (Figura 3). Los trabajos más comunes en estas pobla-
ciones son la agricultura, en mayor número, y la manufactura.
En junio de 2016 tuve la oportunidad de participar en el desarrollo de un mo-
delo de intervención comunitaria en estas localidades, como parte del servicio so-
cial de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de Mé-
el proceso de hibridación de la vivienda rural de muy alta marginación 57

xico (unam ). Esto me permitió un acercamiento con la comunidad, sensibilizarme


acerca de la realidad en la que viven las personas en condición de alta margina-
ción, así como observar diversos fenómenos existentes que dieron origen a esta in-
vestigación.
Debido a su ubicación geográfica, entre otros factores, estas comunidades se de-
sarrollan de una manera más aislada en comparación con una localidad cercana a
una ciudad o en su periferia, por lo que en ellas se genera un tránsito y un entorno
primordialmente local, manteniendo un cierto límite ante la expansión del desarro-
llo urbano. No obstante, esta situación no resulta un impedimento para la expan-
sión de las ideas en una era globalizada, es decir, actualmente hay una mayor posi-
bilidad de acceder a la información debido al desarrollo de los medios de transporte
y comunicación.
Existe la idea de que la integración de las comunidades no urbanas a la “moder-
nidad”, entendida como la adopción de un modelo de desarrollo urbano y el acceso
a los diversos servicios e infraestructuras que esto supone, genera un “progreso” en
sus habitantes. La estructura de desarrollo actual en nuestro país promueve el mayor
crecimiento de las grandes ciudades, debido a que se prevé que en un futuro la po-
blación urbana superará a la no urbana.
En el caso de la vivienda, esta idea de progreso y modernidad se asocia a las cons-
trucciones cuya concepción y estética responden a criterios racionalistas, de volúme-
nes puros, como resultado del denominado movimiento moderno o estilo internacio-
nal. La ideología dominante promueve que una vivienda construida con materiales
industrializados como tabique, concreto, varilla, junto con los determinados servi-
cios e instalaciones que requiere para su óptimo funcionamiento es igual a una vi-
vienda duradera, resistente, segura, saludable; una vivienda que generará un cierto
progreso a sus habitantes, entendiendo que la adquisición de una vivienda es a su
vez la obtención de un patrimonio.
La idea de progreso justifica la aplicación indiscriminada de diversos elementos
que se consideran necesarios para alcanzar dicho ideal, los cuales muchas veces re-
sultan un espejismo, ya que detrás de éste suelen estar involucrados diversos intere-
ses que terminan por desvirtuar la verdadera finalidad del cambio.
Los diversos apoyos a la vivienda a los que tienen acceso algunos habitantes de
estas comunidades son utilizados generalmente para construir una vivienda estan-
darizada. Según las opiniones obtenidas de algunos habitantes y las observaciones
realizadas en la investigación, esta idea de progreso en la práctica no resulta del
todo cierta, ya que debido al contexto no urbano en que vive esta población, la ti-
pología de esta vivienda no responde a sus necesidades: la gran mayoría de éstas
no cuenta con acceso a los servicios básicos necesarios para su correcto funciona-
miento, además, los materiales antes mencionados, al no contemplar en su con-
58 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

cepción el contexto, no proporcionan una verdadera protección ante las variables


climáticas específicas del territorio.
El análisis de la información documental y de campo obtenida da origen a una
primera hipótesis con respecto a las observaciones realizadas en algunas viviendas
de estas comunidades, las cuales presentan una mezcla de rasgos tipológicos de ca-
rácter urbano (moderno) y tradicional (vernáculo) (Figuras 4 y 5). Estas característi-
cas motivan la siguiente pregunta: ¿Este intercambio cultural genera una sustitución
de conocimientos o un enriquecimiento mutuo?
García Canclini propone el concepto de hibridación para intentar comprender es-
ta superposición de elementos culturales. El autor apunta al respecto:

La cultura híbrida no designa un vacío, una grieta en el proceso de transición, sino la ma-
teria misma de una cultura, de su vitalidad y su fuerza de invención singularizada y en di-
sipación […] lo cual nos lleva a pensar en otro tipo de noción de cultura. De acuerdo con
ella la cultura no tendría la coherencia que se le ha adjudicado, ni remitiría a un cuerpo
estático de productos o elementos culturales específicos, sino a procesos de interrelación
de elementos discursivos que poseen múltiples formas, géneros o formatos y que están en
permanente transformación (García Canclini, 1990).

Esto nos hace pensar, ¿qué origina la hibridación y cuáles son los criterios que ha-
cen visible su existencia en algún determinado caso de estudio? García Canclini
menciona al respecto: “tres procesos clave para explicar la hibridación: la quiebra
y mezcla de las colecciones que organizaban los sistemas culturales, la desterrito-
rialización de los procesos simbólicos y la expansión de los géneros impuros” (Gar-
cía Canclini, 1990).
El análisis de García Canclini tenderá a destacar exactamente cómo el continuo
intercambio entre lo tradicional y lo moderno, lo popular y lo masivo, lo objetivo y
lo subjetivo, está en la base de los movimientos de reorganización cultural típicos
de la modernidad tardía y del propio sentido de modernización, los cuales estarían
marcados precisamente por la creciente ruptura de las fronteras y las demarcaciones
rígidas, ontológicamente constituidas por los fenómenos y procesos socioculturales
modernos (Moebus, 2008).
Bajo este entendimiento surge el interés de generar un reconocimiento de los ele-
mentos característicos de las dos tipologías que intervienen en los casos de estudio
(tradicional y moderno), para lo cual se utilizará el concepto de patrones (construc-
tivos), de Cristopher Alexander:

Cada patrón describe un problema que se plantea una y otra vez en nuestro entorno, y
luego explica el núcleo de la solución a ese problema de tal manera que usted pueda uti-
el proceso de hibridación de la vivienda rural de muy alta marginación 59

lizar esa solución más de un millón de veces sin necesidad de repetirla nunca exacta-
mente. Por razones de comodidad y claridad, todos los patrones tienen el mismo formato
(Alexander, Ishikawa, Silverstein, Jacobson y Angel, 1980).

Algunos habitantes de estas comunidades residen actualmente en viviendas de tipo


vernáculas; es decir, construidas con técnicas, tecnología, materiales y formas de
ocupación características de un determinado territorio y que al mismo tiempo for-
man parte importante del denominado conocimiento tradicional (Figuras 6 y 7), mis-
mo que:

se refiere al conocimiento, innovaciones y prácticas de las comunidades indígenas y lo-


cales (cil s) relacionadas con los recursos genéticos. Estos conocimientos tradicionales
se han desarrollado mediante las experiencias de las comunidades a través de los siglos,
adaptándose a las necesidades, culturas y ambientes locales y transmitidos de generación
en generación (scdb , 2011).

Sin embargo, actualmente está en grave peligro su preservación debido entre otros
factores al efecto que ha causado la introducción inevitable o desmedida de elemen-
tos tecnológicos e ideológicos externos a las culturas tradicionales.
El objetivo de la presente investigación es analizar los procesos y sucesos signifi-
cativos involucrados en el surgimiento del fenómeno de hibridación en estas vivien-
das, mediante el análisis de datos históricos, sociales, políticos, económicos, urbanos
y arquitectónicos con el fin de generar material documental que pueda ser utilizado
para el posterior estudio del tema. En segundo término, se desarrollará un trabajo de
campo para lo cual se generarán previamente diversos instrumentos metodológicos,
mismos que se aplicarán en las comunidades con ayuda de los habitantes a fin de ob-
tener información relevante que pueda dar origen a observaciones que nos permitan
identificar patrones constructivos para, posteriormente, mediante un ejercicio compa-
rativo, poder concluir cuáles se conservan en los casos de estudio y cuáles se pierden
a consecuencia de la hibridación, con el propósito de generar deducciones acerca de
cómo podría verse afectado el conocimiento tradicional desde una visión prospectiva.
Resulta necesario proponer una reflexión sobre la importancia de preservar el co-
nocimiento tradicional constructivo en nuestra época. La scdb menciona que:

Las comunidades indígenas y locales dependen de los recursos biológicos para una va-
riedad de propósitos cotidianos y se consideran a sí mismas como custodios y protec-
tores de la diversidad biológica. De esta manera, los conocimientos tradicionales han
ayudado a preservar, mantener e incluso incrementar la diversidad biológica esencial a
través de los siglos ( scdb , 2011).
60 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

Actualmente, diversos factores consecuentes de un mundo cada vez más globalizado


generan una mayor presión en estas comunidades, viéndose forzadas a abandonar
sus tradiciones y provocando la ruptura de la cadena generacional de transmisión.
Esto motiva las siguientes preguntas con las cuales me gustaría concluir. Suponien-
do que la hibridación afecta la retransmisión del conocimiento tradicional construc-
tivo a las generaciones futuras, la existencia de este proceso en otras poblaciones a
lo largo del territorio nacional, ¿qué nos dice con respecto al futuro de estos conoci-
mientos? ¿Qué relevancia tiene reflexionar en la actualidad acerca de la importan-
cia de la preservación del conocimiento tradicional constructivo de las comunida-
des indígenas? ¿En qué medida afecta a la riqueza cultural de nuestro país la pérdida
del conocimiento tradicional constructivo? ¿Podemos hacer algo los arquitectos, ur-
banistas y demás involucrados en este fenómeno para su preservación o se desbor-
da de nuestro alcance?

Figura 1. Vivienda construida en Zautla, Puebla, con el apoyo de la Conavi (imagen del
autor, 2016).
el proceso de hibridación de la vivienda rural de muy alta marginación 61

Figura 2. Construcción hecha por una familia en condición de muy alta


marginación (imagen del autor, 2016).

Figura 3. Infante en condición de marginación (imagen del autor, 2016).


62 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

Figura 4. Vivienda hibridada (imagen del autor, 2016).

Figura 5. Vivienda hibridada (imagen del autor, 2016).


el proceso de hibridación de la vivienda rural de muy alta marginación 63

Figura 6. Vivienda típica de Zautla, construida con piedra, madera y teja (imagen del autor,
2016).

Figura 7. Vivienda típica de Zautla, construida con adobe, piedra, madera y teja
(imagen del autor, 2016).
64 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

Referencias
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M oebus , A. (2008). “Hibridismo cultural: ¿clave analítica para la comprensión de la mo-
dernización latinoamericana? La perspectiva de Néstor García Canclini”. En Sociológica,
23(67): 33-49. Recuperado de: http://www.sociologicamexico.azc.uam.mx/index.php/
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bre la Diversidad Biologica. Recuperado de https://www.cbd.int/abs/infokit/revised/web/
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En Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, 19(3): 309-316. Recuperado
de https://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/.
CRISIS Y UTOPÍA
Crisis y utopía: ensamble para la reflexión
ca r m e l i n a m a r t í n e z d e l a c r u z . u n i v e r s i da d a n á h u a c m é x i c o

El momento histórico en que vivimos nos remite a reflexionar sobre la relación en-
tre crisis y utopía. Pensar en la utopía como propuesta a las crisis desencadena una
relación entre la arquitectura y la sociedad. La arquitectura con sus proyectos que
se presentan como anticipación del futuro, abarcando también el urbanismo, o co-
mo una visión idealizada.
Se han cumplido 501 años de Utopía, la obra de Tomás Moro que inspiró pro-
puestas para una crítica social o proyectos pensados urbanística y arquitectónica-
mente como solución para mejorar nuestra realidad. No puedo dejar de mencionar
como exponente de la visión utópica en momentos de crisis al arquitecto estadou-
nidense Lebbeus Woods, quien con sus proyectos connota su visión crítica de la
crisis en un reciente pasado: “arquitectura es guerra y guerra es arquitectura”. Sus
propuestas de escenarios imaginados sobre la catástrofe son una reflexión sobre las
estructuras sociales, políticas, históricas, de poder o del pensamiento colectivo de
las personas.
La idea de la utopía y las visiones futuristas de la década de los años sesenta del
siglo xx , impulsadas por la confianza en la tecnología, parecen ahora formar parte,
hasta cierto punto, de nuestra realidad; basta recordar los proyectos de Archigram o
de los Metabolistas con representaciones de ciudades verticales, conectadas en va-
rios niveles, y el empleo de la tecnología que observamos actualmente, pero no exis-
tente en aquel momento. Ya antes Paul Citroen, en su célebre fotomontaje Metropo-
lis, nos remitía en los albores del siglo pasado a la transformación de la ciudad por
medio de la infraestructura; tema, este último, que sigue vinculando algunas de las
propuestas desde donde se piensan las utopías, como se apreciará en los artículos
incluidos en esta sección.
La transformación de las ciudades en la condición contemporánea reúne una cri-
sis de las ideas establecidas de nuestra época, impactada por el movimiento moder-
no, que parece cada vez más lejana pero que sigue repitiendo patrones, como la se-
gregación del peatón y la zonificación por funciones, cuestionadas por la utopía. Los
cambios dinámicos de la sociedad impulsan en tiempo de crisis la representación de

‹ 67 ›
68 crisis y utopía

la ciudad anhelada, o de la urbe imaginaria, de las “ciudades invisibles” (Italo Cal-


vino). La condición de las ciudades modernas cuestionada por Jane Jacobs se hacía
patente en su reflexión: “¿Supone acaso alguien hoy que en la vida real las respues-
tas y soluciones a las grandes cuestiones que nos preocupan puedan venir de asenta-
mientos homogéneos?” (Jacobs, 2011), preocupación exaltada en las ideas de Cons-
tant sobre la Nueva Babilonia, caracterizada por su flexibilidad y autorregulación.
Los textos que componen este bloque temático discuten temas como los “Traza-
dos y trazas” de las ciudades y la relación con la era digital (Mosquera González),
proponen una visión crítica en “Imaginarios ligeros” (Cárdenas del Moral) y descri-
ben relaciones históricas de tipologías flexibles con casos propuestos como “sopor-
tes” en la actualidad, en el texto sobre el proyecto “Emergencia creativa” (Sánchez
Llorens y Rodríguez Ramírez).
Las colaboraciones seleccionadas para este apartado discurren entre la utopía
pensada como una propuesta para la colectividad o su desvanecimiento para cen-
trarse en la crisis del sujeto y su individualidad en la era digital, apostando por un
futuro tecnológicamente controlado, oscilando entre la ficción y la idealización del
mundo construido.

Referencia
J acobs , J. (2011). Muerte y vida de las grandes ciudades. 2a. ed. (Trad. de Ángel Abad y Ana
Useros). Navarra: Capitán Swing Libros.
Trazados y trazas. Utopías redefinidas
j av i e r m o s q u e r a g o n z á l e z . u n i v e r s i da d p o l i t é c n i ca d e m a d r i d

Resumen
Se entiende por trazar el hecho de tener un plan para realizar un fin. Tener un plan
implica voluntad de conseguir algo, de crear, de proyectar. La traza hace referencia
a huellas o vestigios de aquello que fue y que en mayor o menor medida es suscep-
tible de ser investigado o completado. El trazado, por su parte, implica el diseño de
una figura que constituirá por sí misma un objeto. Pero, ¿podemos reconsiderar la
fuente y origen de nuestros planes? La ciudad y el territorio se componen de múl-
tiples capas superpuestas, como un palimpsesto, que contienen información sobre
qué es y qué fue cada uno de ellos anteriormente. Una suma de trazados y trazas
superpuestos.
La búsqueda de la ciudad ideal se ha convertido en una constante en la historia
de la humanidad. Aparece ante nosotros el concepto de utopía, como aquello difícil
de alcanzar, que aspira a convertirse en realidad mediante un plan y que, por tanto,
aunque lejano, tiene trazas de ser verosímil. Al igual que el trazado y la traza, la uto-
pía necesita de un plan para convertirse, pese a sus dificultades, en realidad, para al-
canzar el fin para el que fue concebida.
Es necesario introducir dos términos más, distopía y entopía, empleados por Cons-
tantinos Doxiadis. A grandes rasgos, distopía es la ciudad soñada y mal construida,
la utopía es la ciudad ideal nunca realizada y la entopía es aquella ciudad deseada
que puede ser realizada. Partiendo de la base de que muchas de las ciudades en las
que habitamos pertenecen a la categoría de las distopías, debemos ser conscientes
de los mecanismos necesarios para, superando la utopía, alcanzar la entopía como
solución a la ciudad ideal del siglo xxi , es decir, una utopía redefinida.
Para ello, el texto pretende estudiar dos casos en los que el arquitecto emplea el
trazado y la traza como herramientas de proyecto: el proyecto para la ciudad de Can-
berra de Walter Burley Griffin y Marion Mahony Griffin y el proyecto para la ciudad
de Verona de Peter Eisenman. El primero de ellos puede considerarse como una uto-
pía mal ejecutada, por tanto, una distopía; mientras que el segundo es una utopía
que no llegó a ser ejecutada nunca, esto es, una no realidad.

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70 crisis y utopía

El presente escrito trata de cuestionarse la legitimidad futura de estos mecanis-


mos pasados, entendiendo la realidad actual como un ente más complejo en el que
nuevos sistemas, nuevos trazados y nuevas trazas se muestran ante los ojos del ar-
quitecto como no reflejadas en la planificación urbana. Es necesario plantearse en
qué consiste el entorno digital que nos rodea y cómo sus trazados y trazas, muchos
de ellos propuestos y otros ya construidos, han de superponerse a los existentes, de
nuevo, en busca de la entopía como modelo de “ciudad inteligente”, ciudad ideal.

Palabras clave: utopía, trazado, traza, entopía, distopía, digital, planificación

Abstract
Trace can be understood as the fact of having a plan to do something. Having a plan
implies the will to achieve something, to create, to project. Trace refers to vestiges or
imprints of that which was and which, to some extent, is susceptible of being inves-
tigated or completed. For its part, layout implies the design of a figure that will cons­
titute an object by itself. But, can we reconsider the source and origin of our plans?
The city and the territory are composed by several overlapped layers that contain in-
formation about what each of them currently is and previously was . A sum of over-
lapping layouts and traces.
The search for the ideal city has become a constant in the history of mankind. The
concept of utopia emerges as something that is difficult to achieve, which aims to be-
come a reality through a plan and, therefore, although distant, has the potential of
being plausible. Similar to layout and traces, utopia needs a plan to become reality,
in spite of its difficulties, to reach the end for which it was conceived.
Two additional concepts should be introduced, dystopia and entopia, as defined
by Constantinos Doxiadis. Broadly speaking, dystopia is an envisioned city poorly
built; utopia, an ideal city that was never built; and entopia, the envisioned city that
can be materialized. Based in the fact that many of the cities where we live belong to
the category of dystopia, we must be aware of the tools needed to, overcoming the
utopia, reach the entopia as the solution for the ideal city of the 21st century, that is,
a redifined utopia.
This text will study two cases where the architect uses layout and traces as pro­
ject, tools with Walter Burley Griffin and Marion Mahony Griffin’s project for Canbe-
rra city, and Peter Eisenman’s project for Verona city. The former can be considered
as a poorly executed utopia, which is a dystopia, whereas the latter is a never built
utopia, i.e., a non-reality.
This research attempts to question the future legitimacy of these past tools, un-
derstanding the current reality as a more complex entity in which new systems, new
trazados y trazas. utopías redefinidas 71

layouts and new traces appear to the architect as not reflected in urban planning. It
is necessary to consider the nature of today’s digital environment and how its layouts
and traces — many of them proposed and others already built —are to be overlap-
ped to the existing onesin search of entopia as a model of a “smart city”, ideal city.

Keywords: utopia, layout, trace, entopia, dystopIa, digital, planning

La ciudad ideal, soñada, imaginada, se define generalmente como una utopía inal-
canzable (Mumford, 2015), algo que obliga al arquitecto a concebir las estrategias
necesarias para convertirla en realidad. La superposición de trazados y trazas, en-
tendida como una herramienta propia del arquitecto en busca de la ciudad ideal, ha
sido utilizada una y otra vez a lo largo de la historia. La relación con el entorno na-
tural, o con recuerdos de arquitecturas pasadas, ha servido como punto de partida
para multitud de proyectos. Sin embargo, la actualidad aparece como un ente más
complejo en el que nuevos sistemas, nuevos trazados y nuevas trazas se muestran
ante los ojos del arquitecto como no reflejadas en la planificación urbana. El entorno
tecnológico digital en el que se desarrollan cada vez más ámbitos de la vida cotidiana
no encuentra una respuesta certera ni en los espacios urbanos ni en los residenciales
que se proyectan actualmente.
Además de la utopía, es necesario introducir dos términos más, distopía y ento-
pía, que servirán para definir con mayor precisión el objetivo perseguido de proyec-
tar la futura ciudad ideal. Según Constantinos Doxiadis, distopía es la ciudad soñada
mal construida, la utopía es la ciudad ideal nunca realizada y la entopía es aquella
ciudad deseada que puede ser realizada (Doxiadis, 1969). Partiendo de la base de
que muchas de las ciudades en las que habitamos pertenecen a la categoría de las
distopías, debemos ser conscientes de los mecanismos necesarios para, superando
la utopía, alcanzar la entopía como solución a la ciudad ideal del siglo xxi , es decir,
una utopía redefinida.
Se debe, pues, plantear en qué consiste este entorno digital que nos rodea y cómo
sus trazados y trazas, muchos de ellos propuestos y otros ya construidos, han de su-
perponerse a los existentes, de nuevo, en busca de la entopía como modelo de “ciu-
dad inteligente”, ciudad ideal.

El trazado como principio


¿Qué ocurre si el proyecto a realizar carece de antecedentes? ¿Y si el objetivo es co-
lonizar un territorio falto de referencia alguna, sin traza que sirva de apoyo para la
72 crisis y utopía

labor del arquitecto? ¿Cómo se comienza un proyecto en el que tan sólo podemos
tomar como guía el entorno que nos rodea? ¿La ciudad ideal puede dibujarse en es-
tas condiciones sin condicionantes?
El germen de las nuevas ciudades contemporáneas proviene de un escenógrafo
inglés llamado Ebenezer Howard, quien publicó en 1902 un manifiesto titulado Gar-
den cities of To-Morrow (Howard, 1902). Se cuestionó la situación económica, social
y de salubridad que las desigualdades en estos ámbitos estaban produciendo tanto
en los superpoblados núcleos urbanos como en las abandonadas zonas rurales (Fi-
gura 1). Así, desarrolla el concepto que servirá de base para multitud de propuestas
futuras en las que se pretende definir las áreas suburbanas que deben acoger a todos
los habitantes llegados de la periferia.
Merecen especial atención y un estudio detenido las figuras de los arquitectos
norteamericanos Walter Burley Griffin y Marion Mahony Griffin. Educados bajo los
principios filosóficos de los trascendentalistas norteamericanos como Ralph Waldo
Emerson y de su maestro Louis Sullivan, y con un inicio profesional junto a Frank
Lloyd Wright, el trabajo de esta pareja comienza a ser reconocido con motivo del
primer centenario del concurso internacional para el diseño de la capital federal de
Australia, la ciudad de Canberra, en 1913, del que resultaron vencedores.
Partiendo de las ideas aprendidas de Louis Sullivan, alcanzan un desarrollo teó-
rico y humanístico en el que abogan por una construcción propia del lugar en el
que se proyecta. Para Sullivan, el arquitecto no sólo construye, sino que además
comunica, siendo la construcción una metáfora del mensaje que debe transmitir a
la sociedad. La búsqueda de la identidad individual servirá para construir la nueva
sociedad norteamericana, una nueva identidad basada en el entorno como lugar
de experimentación y acción.
Será éste el principio sobre el que Mahony y Griffin fundamentarán la idea básica
para la nueva capital federal de Australia. Una llamada a los australianos para con-
seguir definir su propia identidad como continente, alejándose de Europa y América
y reclamando así su carácter singular. El trazado planteado en el concurso responde
a la máxima de Sullivan por la que la forma sigue a la función, no sólo desde el pun-
to de vista arquitectónico sino también social y filosófico.
En relación directa con la naturaleza, para defender una arquitectura “sin ba-
rreras, sin fronteras” (Griffin, 2008) en la que el sentido de comunidad como mo-
do de vida está presente de forma casi obsesiva. En palabras del propio Griffin: “he
diseñado una ciudad ideal, que reúne mis ideales de la ciudad del futuro” (Griffin,
2008).
El desarrollo del proyecto para la creación de su modelo de ciudad única en el
mundo llevará a esta pareja de arquitectos americanos hasta el que será su país de
adopción, Australia. Para el planeamiento de la ciudad de Canberra estudiaron con
trazados y trazas. utopías redefinidas 73

detalle las condiciones naturales del entorno, de manera que se preservasen al tiem-
po que se ponían en valor estos elementos a fin de hacer de la ciudad un ser vivo,
saludable y con posibilidad de crecimiento en el futuro.
La propuesta planteaba una ordenación simétrica axial y radial, prestando espe-
cial atención a la topografía de forma que no era necesario un excesivo rediseño del
terreno a la hora de ejecutar el proyecto (Figura 2). El trazado del viario se realizó
atendiendo a la escala del peatón, del transporte público y del vehículo privado, de
forma que existían diversas vías de desplazamiento en la ciudad que no interferían
las unas sobre las otras (Figura 3). Sin embargo, el trazado propuesto no llegó a ser
un trazado construido tal y como se planteó en el concurso de 1912. Las autorida-
des decidieron diseñar su propio proyecto a partir del diseñado por Walter Burley
Griffin y tras múltiples disputas entre éste y el equipo técnico formado por el gobier-
no local, el arquitecto americano decidió abandonar el proyecto debido a las dis-
crepancias existentes entre ambas partes. Será en 1921 cuando esto ocurra. Utopía
mal ejecutada. Distopía.

La traza sin referencia

¿Y si el proyecto que debemos realizar tiene ahora una fuerte influencia del entorno,
casi atenazadora, que nos envía infinitas referencias sobre las que apoyarnos para
comenzar a trabajar? No sólo el medio físico sino también la historia del lugar nos
ofrecen datos que pueden ser utilizados a favor del nuevo proyecto. ¿Y si, en una res-
puesta a tal cantidad de datos, el arquitecto decide incluir aún más capas, más tra-
zas sobre lo conocido?
En 1985, el arquitecto estadounidense Peter Eisenman propone en el castillo de
la ciudad de Verona la construcción de su proyecto llamado Romeo y Julieta, dentro
de la Bienal de Arquitectura de ese mismo año (Figura 4). Lo titula Moving Arrows y
es un ejercicio teórico, una declaración de intenciones sobre cómo proyectar en un
entorno como éste. Se trata de una utopía que difícilmente alcanzará la categoría de
objeto construido. Eisenman entiende la realidad como un concepto en constante
movimiento, de dónde viene, dónde se encuentra y hacia dónde va, conceptos que
se relacionan con la Ausencia (el pasado), la Presencia (la existencia presente) y la
Inmanencia (el futuro) (Eisenman, 1986).
La principal estrategia que el arquitecto propone para lograr distanciarse de la
densidad de información que en algunos casos podría suponer el bloqueo proyec-
tual es romper con la máxima histórica que asume que el hombre es la medida de
todas las cosas. Aparece entonces el scaling, una superposición de diferentes trazas,
74 crisis y utopía

construidas o no, que generan un dibujo de base sobre el que se trabaja. Investiga
las características propias del lugar y utiliza imágenes extraídas de mapas y planos
antiguos, además de sus propias lecturas geométricas del lugar. Las trazas super-
puestas pierden su significación inicial para convertirse en trazados geométricos pu-
ros, carentes de información previa y que, por tanto, pueden alterarse libremente.
La abstracción proyectual planteada por Eisenman parece favorecer la aparición de
opciones inesperadas como solución al problema presentado inicialmente. La des-
contextualización libera al arquitecto de las pesadas cargas historicistas que podrían
limitar el desarrollo del proyecto.
Para Peter Eisenman, sostener que el hombre es la medida de todas las cosas en
la realidad contemporánea es algo absurdo. El protagonista ya no es cada objeto en
sí, ahora son las relaciones entre dichos objetos las que definen un nuevo lugar. Par-
tiendo de este mecanismo, lo que aparece en el lugar, existente o superpuesto, son
trazas que hacen referencia a ausencias (recuerdos) y en múltiples ocasiones a ilu-
siones (utopías). La ciudad se entiende como un organismo vivo que debe ser trans-
formado continuamente, ya sea a través de los recuerdos, de trazas pasadas o de de-
seos futuros, pero tratados todos como elementos ajenos al emplazamiento, y que
por tanto pueden modificarse según la intención del proyecto a desarrollar.

El entorno digital
Las relaciones geométricas con el entorno, propias del proyecto de Canberra, así co-
mo la descontextualización planteada por Eisenman, parecen insuficientes hoy en
día a la hora de enfrentarse a la definición de las ciudades ideales del siglo xxi . Si el
primero de los ejemplos responde a una concepción de la ciudad propia del siglo
xix , el segundo se puede definir como un método de proyecto propio de finales del
siglo xx . Ambas estrategias siguen vigentes hoy en día y, de una forma u otra, son de
aplicación constante en el proyecto urbano.
Sin embargo, la realidad actual es más compleja y deben tenerse en cuenta
otro tipo de factores. Aparecen otros valores, propios de la sociedad en la que vi-
vimos, que se han desarrollado de la mano del avance tecnológico en el campo
de la comunicación e información digital. La clave reside en cómo hacer convi-
vir el medio urbano actual con el cada vez más creciente uso del mundo digital.
La interacción de ambos mundos resulta capital a la hora de definir los nuevos
parámetros proyectuales sobre los que comenzar la futura planificación urbana
(Echevarría, 1999).
Como ejemplo de esta nueva realidad basta mencionar la repercusión que sobre
la ciudad tienen aplicaciones móviles que se sirven del uso de la realidad aumenta-
trazados y trazas. utopías redefinidas 75

da, así como de la capacidad de las redes sociales para convocar gente de manera
organizada en un breve periodo de tiempo. Encontrar grupos de personas alrede-
dor de su teléfono móvil, reunidos en lugares aparentemente carentes de interés,
tratando de conseguir objetos que mejoren su puntuación en una aplicación mó-
vil, es cada vez más frecuente en las calles.
No es necesario el uso de una tecnología tan sofisticada como la realidad aumen-
tada. Las posibilidades que el sistema de localización por satélite ofrece son infini-
tas. Otra aplicación móvil que ha modificado la manera de desplazarse en vehículo
de forma privada en la ciudad permite reservar un vehículo público, aparcado en
las calles, con las llaves puestas y que mediante una reserva previa se convierte en
un modo de transporte alternativo al tradicional taxi o coche privado. La aplicación
muestra la red de vehículos disponibles como si de un mapa de metro se tratase.
Ejemplo de la capacidad de transformación de los sistemas de movilidad conocidos
hasta el momento (Figura 5).
Aparentemente ajenas a la formación tradicional de la urbe, estas nuevas tec-
nologías tienen, al igual que los ejemplos de Canberra y Verona, su propio orden
interno y por tanto pueden ser reconocidas y replicadas siguiendo sus propias ca-
racterísticas. Conviene destacar la rapidez con la que han sido capaces de ser acep-
tadas por el imaginario colectivo y a nadie le extraña su uso y coexistencia con ellas
a diario. Sirvan como ejemplo de la capacidad de adaptación de los mapas men-
tales de los ciudadanos a realidades cambiantes en periodos reducidos de tiempo
hasta hace unas décadas impensables debido a la falta de desarrollo precisamente
de estos entornos digitales.

Utopías redefinidas
El respeto por la naturaleza y el entorno mostrado por los Griffin a la hora de pro-
yectar Canberra contrasta de manera rotunda con la capacidad de abstracción de
Eisenman. Mientras que para los primeros el hombre ocupa una posición principal
en el proyecto y en la definición de los espacios resultantes, para el segundo se des-
plaza hasta convertirse en un elemento más de todos los disponibles sobre el tablero
al concebir la solución propuesta.
Ambas estrategias pueden parecen obsoletas en nuestros días. La primera por
atender únicamente a los trazados geométricos como definidores de una ciudad
futura, delimitando áreas de actuación cerradas, acotadas, sobre las que alguien
en una segunda instancia podrá actuar de manera aleatoria. No es suficiente con-
siderar el entorno y sus relaciones topográficas y naturales, como condicionantes
únicos en el trazado de una ciudad o proyecto. El orden preexistente definido por
76 crisis y utopía

aspectos topográficos y climáticos sirve como base para una definición posterior del
trazado proyectado.
Acerca del segundo ejemplo, pretender proyectar con tal grado de abstracción
y distancia respecto a la realidad. La actitud que nos presenta Eisenman ante el
acto de proyectar, definida como scaling, supone una liberación necesaria para
afrontar retos que pretenden encontrar caminos nuevos en la labor del arquitec-
to. Quizá el hecho de superponer un elemento extraño al lugar y al proyecto per-
mite encontrar nuevas relaciones con el entorno que de otra manera no hubieran
sido posibles. La nueva realidad generada parte de la superposición de objetos
sobre un orden establecido que se suma al primitivo definido por la propia natu-
raleza del lugar, y que por tanto deviene en un nuevo trazado compuesto por la
suma de trazas parciales.
Tanto uno como otro son proyectos que pueden considerarse como objetos con
entidad propia. Un objeto, además, estable, ordenado. Y es en este punto donde el
presente artículo se posiciona para defender la necesidad de crear objetos que por
sí solos puedan considerarse como estables, independientemente de la función que
desarrollen, así como de la escala de los mismos, entendidos como aquellos que
responden a un orden interno que convierten a la propuesta planteada en un objeto
coherente. La definición de unas reglas propias que permitan la comprensión y de-
finición del desarrollo de cualquier proyecto arquitectónico nos recuerda que tra-
zar significa tener un plan para realizar un fin. Ese plan consiste en definir un orden
preciso.
La inmediatez tanto para generar como para hacer desaparecer nuevas situacio-
nes y relaciones de los usuarios provoca en las ciudades y en la trama urbana la ne-
cesidad de que sean flexibles y adaptativas. El entorno digital favorece y alimenta lo
efímero en la sociedad, mostrando así su capacidad propositiva y su enorme poten-
cialidad. Se modifican las condiciones iniciales, pero de un modo efímero, reversi-
ble, cambiante; un nuevo orden a tener en cuenta.
Aparece ante nosotros de nuevo el concepto de palimpsesto como realidad inne-
gable del desarrollo de las ciudades en el siglo xxi (Figura 6). La referencia al nuevo
entorno digital que nos rodea y que de manera inminente condicionará el diseño de
las ciudades y sus arquitecturas futuras añade una variable más a la ecuación inicial
formada por la geometría planteada en Canberra, trazado, y a las múltiples capas su-
perpuestas generadas en Verona, trazas. Es necesario encontrar el orden propio del
entorno digital en el que vivimos.
Los nuevos desarrollos futuros, bien sea como resultado de la ampliación del te-
jido urbano existente, bien de la creación de núcleos urbanos ex novo, o bien sea de
actuaciones puntuales sobre tejidos ya consolidados, han de considerar la superpo-
sición de trazas y trazados como punto de partida para el proyecto contemporáneo.
trazados y trazas. utopías redefinidas 77

Un palimpsesto cuyo orden propio resida precisamente en la puesta en valor del con-
junto de órdenes, ya sean físicos o digitales, existentes en el conjunto de trazas y tra-
zados, previos, existentes y futuros, con una capacidad suficiente como para sugerir
modificaciones, o, mejor dicho, evoluciones, a la solución planteada.
Pueden definirse entonces grados de libertad dentro del orden establecido, ya sea
por una modificación parcial de su trazado o por la inclusión de nuevas trazas nece-
sarias para el sistema. Plantear la creación de estos nuevos sistemas como elementos
que se configuran en el tiempo, y no de manera definitiva en primera instancia, es
fundamental para advertir cuáles son las modificaciones necesarias para que los nue-
vos trazados contemporáneos no se queden desfasados por la evolución constante
del entorno digital en el que nos desenvolvemos. Es necesario definir protocolos de
actuación que delimiten los parámetros de desarrollo urbano mínimos, al tiempo que
se deja abierta la posibilidad de adaptación de los mismos a los usuarios. Así, aco-
tar espacios urbanos cambiantes según la hora del día puede ser una solución para
modificar la ciudad de forma reversible. Convertir una avenida llena de coches en
hora punta entre semana en un espacio de deporte al aire libre los fines de semana;
variar e incluso limitar el tráfico en algunas vías secundarias expandiendo los nego-
cios cercanos hacia el vial; si estas iniciativas se complementan con unas aplicaciones
móviles que informan al ciudadano de qué va a ocurrir, dónde y cuándo, el resultado
es una ciudad que dialoga con el usuario.
Imaginemos pues una urbe cambiante capaz de comunicarse a través del entor-
no digital, una “ciudad inteligente” o “smart city”, apta para gestionar sus propios
recursos y evolucionar a través de la interacción con el usuario. El entorno digital
emerge entonces como herramienta necesaria para que estas ideas se conviertan
en realidad. Sin embargo, el arquitecto no debe olvidar lo aprendido previamente
en ejemplos como el de Canberra, Verona o similares, para ser consciente de todas
las estrategias disponibles a la hora de realizar un proyecto urbano. El palimpses-
to planteado anteriormente debe añadir un estrato adicional, en este caso el mun-
do digital, para conseguir responder a las necesidades y posibilidades proyectua-
les contemporáneas.
La arquitectura ha de regalar a los ciudadanos otro tipo de cualidades intangibles
que sin embargo incrementen la calidad de los proyectos desarrollados. La anhela-
da utopía redefinida, ciudad ideal, la entopía a la que hace referencia este artículo,
debe percibirse como un objeto en el que prevalezca un orden en su conjunto que
lo muestre como estable ante el ciudadano. A su vez le permitirá una libertad de mo-
dificación mediante la aplicación de unos protocolos que faciliten la manipulación
de las trazas y trazados superpuestos, sean éstos tangibles o no.
78 crisis y utopía

Figura 1. Esquema de ciudad jardín. Ebenezer Howard, 1902.

Figura 2. Esquema ciudad de Canberra. Walter Burley Griffin y Marion


Mahony Griffin, 1912.
Fuente: National Library of Australia.
trazados y trazas. utopías redefinidas 79

Figura 3. Planta
general de Canberra.
Walter Burley Griffin y
Marion Mahony Griffin.
Concurso 1912.
Fuente: National Library
of Australia.

Figura 4. Proyecto
Romeo y Julieta para el
castillo de la ciudad de
Verona. Peter Eisenman,
1985.
Fuente: Peter Eisenman
(1986).
80 crisis y utopía

Figura 5. Plano de
localización de vehículos
disponibles. Aplicación
Car2Go, 2016.

Figura 6. El entorno
digital. Red de
satélites. Autor
desconocido.
trazados y trazas. utopías redefinidas 81

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82 crisis y utopía

Imaginarios ligeros. Leonidov y Constant


j o r g e c á r d e n a s d e l m o r a l . u n i v e r s i da d p o l i t é c n i ca d e m a d r i d

Resumen
La utopía, con su ambición por imaginar mundos deseables, es intrínseca a las revolu-
ciones modernas. Pareciera que, sin ella, el progreso de la propia arquitectura sería im-
pensable. No obstante, las ensoñaciones arquitectónicas más próximas —surgidas a lo
largo del siglo pasado— fueron verdaderamente limitadas a la representación: planos,
dibujos, modelos a escala y pinturas dan testimonio de que su realización como ma-
teria construida era prácticamente imposible. Así, involuntariamente, aseguraban una
condición ideal, inalcanzable. Sin embargo, tales representaciones eran en sí mismas
una crítica al estado actual de las cosas. Este texto se centra en las obras de dos perso-
najes fundamentales, en dos momentos vanguardistas distantes entre sí, que reaccio-
naron contra su correspondiente statu quo. El primero de ellos se sitúa con la obra de
Ivan Leonidov en el clímax del constructivismo soviético. Sus trabajos, confinados bá-
sicamente al papel, conformaron una manifestación potente que buscaba responder
a las demandas del paradigma cultural, económico y social de la revolución rusa. El
optimismo de dicha utopía habría de enfrentarse rápidamente a la incomprensión del
totalitarismo burocrático, con lo que se consolidó una estampa inmaterial y poética
de aquella arquitectura imaginaria. Por otro lado, tiempo después, el ánimo del situa-
cionismo se plasmaba formalmente en los múltiples escenarios con los que el artista
holandés Constant Nieuwenhuys describió su ambicioso antiproyecto Nueva Babilo-
nia. En esencia, la visión de la Nueva Babilonia no consistía sólo en la enunciación de
una arquitectura específica, ni respondía técnicamente a las condicionantes descri-
tas en la obra de Leonidov; sin embargo, el proyecto artístico de Constant aspiraba a
configurar otro imaginario posible para el desarrollo de una sociedad completamente
nueva. Este segundo momento forma parte de la crítica al paradigma moderno, una
antítesis que ajustaría la realidad a lo deseable: la noción de trabajo es sustituida por
la reivindicación lúdica como atributo programático, el sentido del espacio colectivo
cede terreno a la voz de la individualidad y el homo ludens reemplazaba a la figu-
ra del hombre nuevo como protagonista de la narración. Dichos referentes, a pesar
de las distancias conceptuales más superficiales, generaron propuestas visionarias
imaginarios ligeros. leonidov y constant 83

y hasta cierto punto congruentes entre sí, debido a su vigencia y radicalidad, o en


otros términos, a las cualidades espaciales que hacían ““levitar” esos imaginarios.
El texto busca producir el diálogo inteligible partiendo de un principio inherente co-
mún, es decir, de su interés por representar la modernidad. Se describen algunos
elementos conformadores y la evolución crítica de esas realidades aparentemente
inconexas.

Palabras clave: utopía, Leonidov, crítica, proyecto, constructivismo, Constant, Nue-


va Babilonia, radical, ligereza

Abstract
Utopia, as the seek to imagine desirable worlds, is intrinsic to modern revolutions. It
would seem that without it, progress in architecture would be unlikely. Neverthe­less,
during the past century architectural utopias were truly limited to graphic representa-
tion: plans, sketches, scale models and paintings attest to their impossibility as built
objects. Utopian designs ensured an ideal yet unattainable condition. However such
depictions were a critique of the current state of affairs. This paper focuses on the
work of two key characters from two different avant-garde moments, whose respec-
tive works reacted against the statu quo. The first reference is situated at the climax
of Soviet Constructivism with Ivan Leonidov. Leonidov’s designs were basically limi-
ted to paper and were a powerful expression that sought to respond to the cultural,
economic and social demands of the Russian Revolution. Such an optimistic utopia
would rapidly face the incomprehension of bureaucratic totalitarianism, thus conso-
lidating both immaterial and poetical illustrations of one imaginary architecture. A
few years later. the spirit of situationism was formally represented through multiple
scenarios created by the Dutch Constant Nieuwenhuys in his ambitious anti-project
called the New Babylon.Basically, The vision of New Babylon was not limited tothe
formulation of a specific architecture, nor did it respond technically to the conditions
described in Leonidov’s work; still, Constant’s artistic project aimed to put forward
another imaginary to develop a completely new society. The latter partially constitu-
tes a criticism to modern paradigm, an antithesis that would adjust reality to what is
desirable: the notion of labor is replaced by the vindications of recreation as a pro-
grammatic attribute, collective space gives ground to individuality, and homo ludens
replaces the New man as a main narrative character. Despite superficial and concep-
tual differences, these references produced visionary ideas, which were consistent
with each other to some extent, due to their validity and radicalism; in other words:
there is a correspondence derived from their spatial qualities that made them “levi-
tate”. This paper confronts both imaginaries in order to highlight an understandable
84 crisis y utopía

dialogue stemming from a common principle, that is, the intent to represent moder-
nity. Some key elements are described, as well as and critical evolution of these see-
mingly disconnected realities.

Keywords: utopia, Leonidov, criticism, project, constructivism, Constant, New Bab-


ylon, radical, lightness

De los límites
La amplitud en el significado de la utopía es casi infinita: tantas utopías existirán
como necesidades de representar una alternativa del estado actual de las cosas.
Así, imaginar caminos distintos a los ya conocidos es un acto inherente al ser hu-
mano. En cuanto que visión potencial y respuesta crítica de la realidad, la utopía
advierte la necesidad de complementar o transformar aquello que está pendien-
te. Durante el siglo pasado hubo un tiempo fértil para la arquitectura y el urbanis-
mo que generó interpretaciones concretas sobre cómo configurar el futuro. En ese
sentido, la utopía también tiene una relación indivisible con lo que viene: lo pa-
sado ya no es utópico.
Para ajustar el marco de acción se deben hacer algunas consideraciones, por
ejemplo: las arquitecturas de Ledoux y Boullée (Figura 1) han sido reconocidas por la
historiografía de la modernidad como antecedentes de su discurso. Pero bajo la óptica
de la crítica, esos potentes dibujos tienen realmente poco que ver con los elementos
constructivos o plásticos, incluso ideológicos, que caracterizaron a la modernidad
típica, es decir, la correspondiente con el sistema de producción hegemónico. En
esencia, la arquitectura ilustrada no niega su genética (neo)clásica, partidaria de un
gigantismo formal que aseguraba —eso sí— una condición paradójicamente necesa-
ria: la imposibilidad de realizar aquello que se limita al papel. 1 Ahora bien, aunque
los diseños de la Ilustración ofrecen una oportunidad de comprender lo que “pudo
ser”, no encarnan con propiedad lo que aquí queremos manifestar: las resonancias
espaciales de trayectorias ajenas entre sí y su significación con la noción de lo ligero.
Esta reflexión tiene dos momentos visibles, vinculados con marcos culturales en
un eje continuo: la modernidad radical y avanzada del siglo xx . El primer referente,
sincrónico con el proceso revolucionario de la Rusia soviética, se enmarca alrede-
dor de los años veinte y comienzos de los treinta. Ivan Ilich Leonidov fue un genio
que personificaría gran parte del peso —en estricto sentido— del constructivismo ar-

1  Sin embargo, Tafuri reconoce que “no hay nada de irrealizable en esa arquitectura” y que “no es acci-
dental la ausencia de utopía social” pues su propósito era reducir el “reformismo urbano” a un nivel pu-
ramente formal. Véase Tafuri, 1976: 12 (traducción del autor).
imaginarios ligeros. leonidov y constant 85

quitectónico. El otro momento, definido por la crisis posterior a la Segunda Guerra


Mundial y el situacionismo, se centra en uno de los exponentes más relevantes del
grupo CoBrA: el artista holandés Constant Nieuwenhuys. Recuperamos de ellos los
ejercicios espaciales que promovían condiciones mejores para sus “protagonistas”,
definidos como hombre nuevo (moderno) y hombre lúdico 2 (tardo-moderno). Diver-
sas limitaciones impedirían cualquier intento de realización, si bien el registro indica
que en el caso de Leonidov por desgracia e incomprensión; para Constant la distan-
cia con la inviabilidad se entiende como un acto intencional (Elliot, 2011: 127). Es-
te texto versa sobre cómo, bajo el principio de imaginar una realidad alternativa, se
llegaron a definir conexiones abstractas en momentos dispares, por ende, lo ligero,
lo flotante o lo superpuesto, con independencia de valores plásticos e ideológicos.
Reconocemos que —a diferencia de los dibujos de las arquitecturas ilustradas— la
exploración programático-formal por medio de modelos a escala cohesiona el sen-
tido visionario en esa arquitectura y espacio modernos.

De los opuestos
Las referencias a Leonidov y Constant tienen direcciones aparentemente contradic-
torias, quizá porque sus contextos artísticos y políticos son muy diferentes: el caso
ruso no se despega del movimiento posrevolucionario; mientras que Constant ya ha
experimentado con el fracaso parcial del ideal socialista. De Leonidov interesa la
etapa más característica, los años 1927 a 1934 comprenden este periodo. En el caso
de Constant observaremos una actitud menos centrada en la creatividad colectiva y
más típica del artista individual. Su antiproyecto sobre el urbanismo unitario, Nue-
va Babilonia, se desarrolló entre los años 1956 a 1974. Dicha investigación no elu-
de una esencia fragmentaria, pues no se define por medio de piezas cerradas, sino
que manifiesta preocupaciones que maduran, experimentan y rectifican los plan-
teamientos (Wigley, 1998: 51). De esta manera, la arquitectura deja de ser un fin
para adoptar abiertamente el carácter de medio. No hay un plano, modelo o pers-
pectiva que delimite la compleja narrativa, sino por el contario, la Nueva Babilonia
aborda una multiplicidad de representaciones visuales que complementan la visión
“total” del proyecto, casi como un montaje cinematográfico.
Una diferencia notable entre las trayectorias está en el objeto finito de Leonidov,
es decir, el proyecto delineado a partir de su sentido programático. Constant, por su
parte, cuestiona lo urbano dejando al margen aspectos específicos para la arquitec-

2  El “hombre que juega” es una referencia extraída del texto Homo ludens: Ensayo sobre la función so-
cial del juego de Johan Huizinga (1938). Véase Constant (2009: 10-11).
86 crisis y utopía

tura.3 Su posicionamiento es crítico del urbanismo del Congreso Internacional de


Arquitectura Moderna (ciam ), con zonificaciones que a la distancia se leen como
la asimilación y repliegue al sistema productivo. El proyecto de Leonidov simboli-
za la modernidad escrupulosa: programas que responden a condiciones determi-
nadas con el anhelo de transformación del contexto social. Esa arquitectura era un
instrumento con “inicio y final” en calidad de proceso; en aquel ambiente se pro-
yectaron estadios, bibliotecas, sedes políticas, ministerios, oficinas, etc. Pero en la
Nueva Babilonia esto resulta lo opuesto, pues las diversas exploraciones espacia-
les, intervenciones y maquetas buscan la transformación por medio de códigos in-
teresados en la percepción y la manera de habitar. Con ello se opone a la idea de la
obra de arquitectura acabada, atendiendo con mayor interés a la definición del ur-
banismo de la utopía.
La obra de Constant se enfrenta a una paradoja cuando al abanderar la libertad
del homo ludens, el ocio y la indeterminación, produce resultados espaciales por
medio de volúmenes, losas, columnas, plataformas, cables y armaduras que debi-
litan parcialmente su “no-compromiso”. Incluso se propone una unidad de orga-
nización urbana llamada “Sector” (Figura 2), que concentraría los requerimientos
infraestructurales4 necesarios para el desarrollo del hombre lúdico. Se puede clasi-
ficar de modo distinto al juego espacial de Constant, pero en última instancia dicha
materialidad requiere de lo concreto para su representación. A pesar de su presunta
libertad, la Nueva Babilonia se posiciona en una tónica similar a la de los dibujos y
visualizaciones de la arquitectura ilustrada, es decir, con la garantía de lo imposible.
Sin embargo, hay otros atributos presentes, como el antiestatismo, el movimiento o
la flexibilidad, que son evoluciones de la modernidad, en franca oposición al idea-
rio estético clásico. Para representar su antiarquitectura, Constant retoma principios
surgidos durante la primera etapa moderna: así, los valores abstractos que estructu-
raron el pensamiento progresista a comienzos del siglo xx .
El paso entre el hombre nuevo y el hombre lúdico es una consecuencia de la rup-
tura con el paradigma higiénico, ordenado e “impuesto”. Pero al mismo tiempo, el
planteamiento tardo-moderno (Constant) no puede entenderse estrictamente como
una negación de aquel. En el legado visual que sugiere el abundante registro de fo-
tos de la Nueva Babilonia se refleja el dinamismo y la espacialidad que impregnaban

3  A pesar de ello es posible encontrar alusiones explícitas sobre cuestiones técnicas tales como “ilumi-
nación, ventilación y climatización”, entre otros asuntos (Constant, 2009: 24).
4  El “Sector” es entre otras cosas: “un esqueleto con una dominante horizontal, que se extiende hasta
una superficie de diez o veinte hectáreas, a unos 15-20 metros por encima del suelo. […] En su interior,
uno o varios nudos fijos agrupan un centro técnico y un centro de provisiones (servicios), que también
funciona como centro hotelero de acogida, con habitaciones individuales. Algunos sectores están dota-
dos de equipamientos sanitarios, escolares, de almacenaje y de distribución de artículos de uso corrien-
te” (Constant, 2009: 29).
imaginarios ligeros. leonidov y constant 87

la arquitectura de Leonidov, especialmente con el modelo del Instituto Lenin (Figura


3). No podemos olvidar que las influencias estéticas y artísticas del arquitecto ruso
se basaban en el ideario producido por su propio contexto: desde el suprematismo
de Malévich, los prounen del Lissitzky hasta el símbolo de Tatlin con el Monumento
a la Tercera Internacional. En dicho universo la idea dinámica está implícita, exac-
tamente como una aspiración que confirmaba el nuevo orden. De ahí deriva que
la idea puntual de Leonidov suele ser en vertical: el proyecto para el diario Izvestia
(1926), el depósito de libros del Instituto Lenin (1927), la Sede de la Industria (1929)
o los rascacielos sobre la plataforma del Ministerio de la Industria Pesada en la Pla-
za Roja de Moscú (1934). Habrá otros caminos para explorar, como el concurso de
Magnitogorsk, pero en ese caso volvemos al asunto urbano más que arquitectóni-
co. Por su parte, la utopía de Constant al regirse por la idea del nomadismo requiere
del desplazamiento horizontal. Los “Sectores” se estructuran como unidades que se
ensamblan y conforman una red de infraestructuras, mismas que crecen y decrecen
con unos parámetros funcionales mínimos. ¿Es ésta una negación “inconsciente” del
rascacielos como símbolo del capitalismo y quizá la antítesis a las aspiraciones ver-
ticales de Leonidov?

De los encuentros
Con cierta frecuencia el contraste entre la utopía y la fantasía confunde. Por ello,
es preciso reconocer cuál es el límite: la primera opera desde la crítica a los condi-
cionantes de la realidad, mientras que la segunda es quimérica y en ella cualquier
cosa es posible. En términos de analogías, la obra de Leonidov aporta modernidad
—radical y utópica— porque no obedece al sistema económico, social y político
dominante. El ambiente experimental de los años veinte en Rusia potenciaba el sur-
gimiento de usos y programas nunca antes vistos, como fue el caso de los conden-
sadores sociales. Leonidov demostró con sus primeros proyectos que programática
y formalmente su obra no sería la excepción. Por otro lado, a pesar de la confianza
en el progreso y la tecnología, la Nueva Babilonia reacciona a la hegemonía del
capitalismo: el programa arquitectónico se libera de exactitudes y se asume que el
trabajo ya no es el motor ni sentido de la vida. El “urbanismo unitario” potenciaba
explícitamente la capacidad lúdica de los seres humanos. Y señalaba la necesidad
de pensar en infraestructuras para desarrollar el ocio y la creatividad, una vez que
el sistema económico y productivo alcanzara un estado ideal (Constant, 2009: 21).
Un encuentro de los imaginarios está en la representación de lo ligero, es decir,
coinciden con una materialidad desafiante de la propia gravedad. En 1929, El Lissitzky
dio pautas para representar la utopía del constructivismo y —en buena medida— de
88 crisis y utopía

la modernidad en su conjunto.5 En el amplio abanico de proyectos surgidos en aque-


lla época no son pocos los casos que referenciaban estructuralmente partes extraí-
das de los avances industriales, específicamente de la ingeniería, para incorporarlas
a la identidad moderna (Gozak y Leonidov, 1988: 16). Los tensores, cables de acero
o cuerpos atirantados ya aparecen en la primera insignia del constructivismo: el Pa-
lacio de los Trabajadores de los hermanos Vesnin (1923). 6 En consecuencia, Leoni-
dov fortalecería el instrumental que repitió con varios ejercicios posteriores durante
los años 1926 a 1930. Constant, por su parte, también dejó registro de esta idea al
describir “una estructura flotante, un sector en suspensión, atado a uno o varios más-
tiles” (Constant, 2009: 27) como alternativa a los sistemas portantes tradicionales.
La “ligereza” en la primera obra de Leonidov responde a un orden geométrico in-
separable del universo de los vehículos aéreos, globos aerostáticos y aviones. Para
el artista holandés los cables son más arbitrarios y apelan a lo escultural, como uni-
dades reiterativas de la composición plástica “total”. El mundo mecánico de Leoni-
dov, definido por geometrías puras que a veces son casi inmateriales, apunta a una
monumentalización de sus diseños. No deja de sorprender que la idea de volúme-
nes reconocibles en el espacio tuviese un precedente en la radicalidad con la que
recordamos también la arquitectura de Boullée. No obstante, el salto cualitativo en-
tre uno y otro evento demuestra lo que al inicio de esta reflexión se señalaba a par-
tir de las diferencias. Los distintos tipos de utopías se manifiestan de acuerdo con las
disposiciones de su tiempo, si para Boullée la materialidad era pétrea —el vacío y
la gran escala—, la aspiración de Constant y Leonidov sólo puede reconocerse en el
contexto de la revolución constructiva del acero.
Asimismo, sobre la cualidad suspendida de las estructuras es posible reconocer
la negación de la fantasía que en otros episodios de la vanguardia fue menos eviden-
te. Con estos recursos se perfilaba una alternativa a la realidad que es consciente de
las limitaciones producidas por la fuerza de gravedad: las estructuras flotantes de la
Nueva Babilonia tienen un principio indudablemente mecánico, con el que reivindi-
can el materialismo constructivo esbozado anteriormente por la corriente soviética.
Es fundamental señalar el trabajo de Antoine Pevsner o Naum Gabo como eslabones
de las exploraciones espaciales entre los objetos de estudio: los modelos a escala de

5 En The future and utopia el artista ruso reconocía que “una de nuestras ideas utópicas es el deseo de
superar las limitaciones de la infraestructura, de lo terrenal… [Esta idea] puede extenderse a la conquista
misma de la gravedad. Que demanda de estructuras flotantes, de una arquitectura físico-dinámica” (Lis-
sitzky, 1970: 63-66; traducción del autor).
6  Recordamos en la misma dirección, con cables metálicos que se incorporan a la expresión estruc-
tural activa, varios proyectos de los hermanos Vesnin: Hangar de Aviación (1924), Oficina de Telégrafos
(1926), el proyecto de Hannes Meyer para la Petersschule en Basilea (1927) o el Palacio de los Soviets de
Le Corbusier (1931).
imaginarios ligeros. leonidov y constant 89

la Nueva Babilonia tienen una herencia innegablemente constructivista. 7 Los cables


y elementos metálicos, como componentes para producir el efecto antigravitatorio,
permiten no sólo a la arquitectura sino también al urbanismo despegar de la superfi-
cie de la tierra, tal como El Lissitzky lo afirmaba en 1929. Dicha separación del sue-
lo era un apunte de la imperfección del presente y de las limitaciones del pasado.
¿Y en qué radica la fortaleza de estos imaginarios? Las maquetas aluden a un mun-
do alegórico coincidente con estructuras efímeras y atirantadas, cercano a las carpas
desmontables de los circos. La Nueva Babilonia aspiraba a la configuración de “am-
bientes temporales, emergentes y transitorios” (Wigley, 1998: 9) con lo que el vínculo
no es desatinado. Incluso en el proyecto del Sector Amarillo (1958-1961), el programa
comprende, entre otros usos, el de un circo (Wigley, 1998: 122). Aunque el universo
de Leonidov está en deuda con los avances técnicos e industriales de la época, en el
Instituto Lenin estas afirmaciones son más claras. El orden descrito por los volúmenes,
establecido en planta por la centralidad, recuerda también a la pista del circo con ca-
bles y tensores que cruzan en varias direcciones el espacio para equilibrarlo (Figura 4).

El globo y el huevo
Al describir el camino de la utopía flotante, El Lissitzky señalaba concretamente al-
gunas características definidas en el proyecto del Instituto Lenin. De la enigmática
espacialidad producida entre los cuerpos, hay una pieza que contrasta con todo lo
demás: el auditorio con forma de globo. El volumen representa la aspiración más ilu-
soria porque “juega” con el deseo de lograr que la fuerza de gravedad sea sometida
(Gozak y Leonidov, 1988: 9-10). No obstante, al colocar los cables sobre la cubierta
contraviene el principio del globo aerostático, con lo que la utopía se transforma en
alucinación: el gesto responde al temor de un despegue que nunca llegará. Constant,
por su parte, habrá de proyectar los spatiovores, unas variaciones de objetos ovoida-
les, elevados y sostenidos en postes metálicos que hacen las veces de columnas (Fi-
gura 5), equivalentes al concepto de edificio en el discurso de la Nueva Babilonia.
Sus cables, en el interior, soportan las plataformas y cuerpos horizontales. Sobre las
patas se posan los huevos de plexiglás que albergan los usos más “definidos” dentro
de la gran obra, pues hay datos sobre sus posibilidades como recintos para la “mú-
sica electrónica”.8 Esas formas autónomas podrían actualizar el motivo esférico que

7  Hablamos de los modelos con plexiglás y metal que tienen relación con la obra de los escultores cons-
tructivistas Pevsner y Gabo, con los que el artista holandés exploraría años antes del desarrollo de la Nue-
va Babilonia. Según Wigley este periodo comprende entre 1953 y 1956 (Wigley, 1998: 49).
8  Según Wigley, uno de los spatiovores se usaría para producir música electrónica. Constant ya había
experimentado con la posibilidad de dar a los cables metálicos uso como cuerdas de instrumentos musi-
cales, sólo que éstas responderían al efecto del viento (Wigley, 1998:63).
90 crisis y utopía

Boullée había anticipado con el Cenotafio a Newton (1784). A pesar del formalismo
derivado de estas superficies, la utilidad quizá recae en aquello que Tafuri denominó
en relación con la arquitectura de la Ilustración: el propósito no es llevarlas a cabo,
sino explorar las posibilidades de nuevas formas de representación. 9
Por último, de 1989 data la propuesta de oma /Rem Koolhaas para el concurso de
la Terminal Marítima de Zeebrugge en Bélgica. Un ícono arquitectónico y dispositivo
infraestructural cuyo programa recuerda tanto los ejercicios constructivistas de la dé-
cada de los veinte como los motivos espaciales propios de la Nueva Babilonia: pasa-
relas atirantadas, rampas, estructuras metálicas, plataformas a distintos niveles y una
mezcla de programas relacionados con el transporte. Como en los ejemplos referidos
anteriormente, el edificio es un híbrido que aludía tanto al globo aerostático de Leo-
nidov como al Spatiovore de Constant: un espacio coronado por una cúpula de cris-
tal (Figura 6). Es bien sabido que Koolhaas era un entendido de las obras de ambos
artistas y que buena parte de su imaginario arquitectónico bebía de las mismas fuen-
tes. El proyecto de Zeebrugge responde con la complejidad (pos)moderna 10 distintiva
del arquitecto holandés, que reinterpreta lejanamente el heroísmo de las geometrías
simples de Leonidov y las ambiguas irregularidades de los spatiovores. Sin caer en los
clichés formales o los llamados de atención historicista de la posmodernidad estética.
La lección de las superficies curvas —igual que ocurrió con sus predecesores— toda-
vía hace patente la imposibilidad de materializar el objeto. El verdadero sentido de
esas formas está en la investigación del futuro probable o de los nuevos rumbos para
imaginar la utopía. Aunque Zeebrugge fue sólo un ejercicio que permitiría fortalecer
parte del discurso teórico de Koolhaas, es él quien mejor interpreta la noción de sín-
tesis respecto a los acontecimientos previos: desligado del compromiso marxista del
contexto político de Leonidov y un poco más cercano del anarquismo implícito en la
Nueva Babilonia. La desconexión con la bandera ideológica de la izquierda le ha per-
mitido a Koolhaas llevar a la práctica otros experimentos formales, que hace más de
treinta años eran tan sólo pequeñas utopías parciales. De este modo, lo ligero ya no
aparece como una aspiración significativa ni abstracta en la propuesta de Zeebrugge,
sino como una respuesta formal más del diseño, en la búsqueda de otras pretensiones
menos idealistas y más pragmáticas. Irónicamente, esa tónica la dicta una (¿victorio-
sa?) economía capitalista a la que las generaciones previas respondían críticamente.

9  “La exaltación de la escala, la purificación geométrica, y el ostentoso primitivismo —características


constantes en estos proyectos— adquieren una importancia real cuando se leen a la luz de lo que real-
mente pretendían ser: no tanto sueños irrealizables, como modelos experimentales de un nuevo método
de creación arquitectónica” (Tafuri, 1976: 13; traducción del autor).
10  “Para convertirse en hito, este proyecto adopta una forma que resiste la clasificación fácil para aso-
ciarse libremente con estados de ánimo sucesivos —lo mecánico, lo industrial, lo utilitario, lo abstracto,
lo poético, lo surrealista. El proyecto combina arte máximo con eficiencia máxima.” (Koolhaas y Mau,
1995: 584; traducción del autor).
imaginarios ligeros. leonidov y constant 91

Figura 1. Cenotafio a Newton. Étienne-Louis Boullée, 1784.

Figura 2. Planta del Sector


Amarillo de la Nueva
Babilonia. Constant
Nieuwenhuys, 1959.
Fuente: Wigley (1998).
92 crisis y utopía

Figura 3. Detalle de la maqueta del


Instituto Lenin. Ivan Leonidov, 1927.
Fuente: Curtis (1996).

Figura 4. Alzado del Instituto


Lenin. Ivan Leonidov, 1927.
imaginarios ligeros. leonidov y constant 93

Figura 5. Spatiovore de Constant Nieuwenhuys. Victor E. Nieuwenhuys, 1959.


Fuente: Wigley (1998).

Figura 6. Proyecto para la Terminal Marítima de Zeebrugge. oma /Rem Koolhaas, 1989.
(Image courtesy of o m a . )
94 crisis y utopía

Referencias
C onstant , A. (2009). La Nueva Babilonia. Barcelona: Gustavo Gili.
Curtis , w . (1996). Modern architecture since 1900. Londres: Phaidon
E lliot , B. (2011). Benjamin for architects. Nueva York: Routledge.
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Editions.
K oolhaas , r ., y mau , B. (1995). S, M, L, XL. Nueva York: The Monacelli Press.
L issitzky , E. (1970). Russia an architecture for world revolution. Cambridge: The MIT Press.
T afuri , M. (1976). Architecture and utopia: Design and capitalist development. Cambridge:
The MIT Press.
W igley , M. (1998). Constant’s New Babylon: The hyper-architecture of desire. Róterdam: Wit-
te de With, Center for Contemporary Art / 010 Publishers.
Emergencia Creativa: construyamos soportes
mara sánchez llorens y fernando rodríguez ramírez.
u n i v e r s i da d p o l i t é c n i ca d e m a d r i d

Resumen

El proyecto de investigación Emergencia Creativa ( ec ) nace en Madrid en noviembre


de 2012, en el ámbito del vi Congreso Internacional de Creatividad e Innovación:
Creatividad y Crisis, dirigido por Mara Sánchez Llorens, Fernando Rodríguez y Fermi-
na Garrido. Su objetivo primero fue la compilación de una serie de casos de estudio
que, en condiciones que pudieran denominarse de situación extrema, estimularan la
capacidad de respuesta en el marco de una duda creciente sobre la viabilidad de la
ciudad contemporánea de atender las demandas de sus habitantes.
EC cartografió en el tiempo una reflexión sobre el papel social del arquitecto con el
fin de repensar y reciclar positivamente el verdadero valor de nuestro trabajo y, poste-
riormente, desde esta reflexión, elaborar modificadores o estrategias de diseño arqui-
tectónico y urbano. La emergencia era entendida como actitud de proyecto y la acción
como respuesta rotunda en la toma de decisiones. La acción hablaba de lo espontá-
neo, de la reflexión sobre lo acontecido y de una cierta mirada crítica sobre la intui-
ción, así como de la participación social. Se generó una red de creación, colaboración
y participación que enlazó a docentes, estudiantes, investigadores y usuarios online,
a partir del uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación e in-
ternet. ec se convirtió en una declaración de intenciones sobre nuestra posición en el
contexto de la pedagogía de la arquitectura actual en diversas disciplinas que se inte-
rrelacionan en diversos cursos. Nuestros alumnos desarrollaron desde todas las asigna-
turas un tema común, ec , y colaboraron en la revista Sociedad y Utopía bajo el título
“Conversaciones sobre el futuro. Arquitectura y sociedad”. Se visibilizaron operacio-
nes de reutilización, reordenación, redefinición o reprogramación de la realidad, bien
por un agotamiento de su condición previa —obsolescencia programática, política
o material— bien por una necesidad de cambio que trascendiera al proyecto inicial.
En este contexto de reconstrucción de lo existente tras una crisis que lo ha dejado
sin valor, miramos con especial interés las décadas de 1960 y 1970, una época que
brilló particularmente por su preocupación por restablecer los vínculos rotos por la
modernidad previa entre las personas y sus ciudades, contexto que nos permitió en-
tender mejor la situación de crisis actual.

‹ 95 ›
96 crisis y utopía

Esta comunicación desarrolla de manera parcial una de las múltiples aristas de es-
ta idea de Emergencia Creativa como instrumento de proyecto: el entendimiento de
la arquitectura contemporánea según el par: soporte + acción.

Palabras clave: Emergencia Creativa, procesos, soportes, acción urbana, flexibilidad

Abstract
Emergencia Creativa (EC-Creative Emergency) is a research project born in Madrid
in November 2012 and directed by architects and professors Mara Sánchez Llorens,
Fernando Rodríguez y Fermina Garrido, within the VI International Congress for Crea-
tivity and Innovation: Creativity and Crisis. Its first objective was to collect a series of
study cases — that may represent an extreme scenario — that would stimulate the
response potential given the growing questions about the capacity of the contempo-
rary city to address the demands of its inhabitants.
EC produced a temporal cartography on the social role of architects, in order to
redesign and achieve a positive recycling of the true value of our work, and subse-
quently elaborate urban and architectural design strategies. Emergency was then un-
derstood as a design attitude, and action as a strong response in decision-making.
Action talks on spontaneity, on thinking about past developments, on a critical view
about intuition, and on social engagement. An extensive network was implemented,
involving lecturers, students, researchers and on-line users, through an intensive use
of communication and information techniques and the Internet. EC became a mani­
festo about our position within an architectural pedagogical context. Our students
developed a shared a common topic, and collaborated in a special issue of the maga-
zine “Sociedad y Utopía” under the title “Conversaciones sobre el futuro. Arquitectu-
ra y sociedad” (Talks about the future. Architecture and society”. Many reutilization,
reorganization and redefinition actions were exposed, either due to the programma­
tic, material, or politic obsolescence of some previous architectures, or due to the in-
creasing demand of change in some projects already developed.
Hence, to better understand this post-crisis reconstruction context, we turn our
sight back to the decades of 1960 and 1970, a period characterized by its interest in
restablishing the link between citizens and cities that was disrupted by the previous
modernity.
This paper partially develops one of the diverse topics within the idea of Creati-
ve Emergency as a project tool: the understanding of contemporary architecture as
aduo: support + actions.

Keywords: Creative Emergency, processes, supports, urban action, flexibility


emergencia creativa: construyamos soportes 97

Ante una sociedad en crisis,


¿cómo debe actuar el arquitecto?
En las sesiones organizadas en 2013 por la Cátedra Pedro Poveda en Madrid y bajo
el título “Esperanzas y Desesperanzas de la Sociedad Actual”, se plantearon algu-
nos de los retos a los que se enfrenta la sociedad contemporánea, aceptando que és-
ta no sólo se halla en crisis, sino que además se encuentra en un cambio de ciclo o
de coordenadas, reconociendo soluciones actuales y explorando alternativas futu-
ras, con el objetivo de hacer surgir y llevar a la práctica valores emergentes existen-
tes hoy. Si aceptamos —como afirma Jürgen Habermas— que nos encontramos ante
lo que puede denominarse el descarrilamiento de la civilización, también podemos
admitir que es posible reutilizar la infraestructura sobre la que se está produciendo
este incidente para alumbrar nuevos paradigmas. Una mirada al pasado más recien-
te nos muestra que esta preocupación no es nueva: la búsqueda de “una ciudad nue-
va para un hombre nuevo”, que demandaran entre otros muchos Antonio Sant’Elia,
Shadrach Woods o Mendes da Rocha (Figura 1) por citar solamente a algunos cole-
gas dispersos por el siglo, es un enunciado recurrente que, desde el comienzo de la
industrialización, sintetiza la necesidad de referentes urbanos adecuados a una so-
ciedad cambiante (Rodríguez, 2016).1
Si el siglo xx ha sido el siglo de los procedimientos,2 de los procesos frente a los
objetos y las acciones frente a los trazados, el siglo xxi ha de ser el siglo de la adap-
tación y la flexibilización de los modelos arquitectónicos y urbanos. El enorme es-
fuerzo por teorizar sobre las lógicas propias de la ciudad a partir de las revoluciones
urbanas de finales de los años sesenta ha alumbrado modelos interpretativos tales
como megalópolis, postmetrópolis, datápolis…3 Todos ellos, aunque con una volun-
tad holística a niveles geográfico, económico y político, han quedado siempre des-
critos de manera insuficiente en términos arquitectónicos. La cuestión a la que nos
enfrentamos es, por tanto, cómo debe ser la arquitectura de estos nuevos modelos
urbanos y, de forma extensiva, cuál debe ser el papel del arquitecto en la construc-
ción de esta “nueva ciudad”.

1  Estas cuestiones han sido tratadas en numerosos trabajos recopilados en la bibliografía que buscan
respuesta, desde la observación de lo urbano, a esta falta de sintonía entre las estructuras que la socie-
dad habita y las prestaciones que demanda, así como a los nuevos paradigmas arquitectónicos que emer-
gen de este conflicto.
2  Werner Spies, primer director del Centro Pompidou de París, en unas sesiones organizadas entre los
meses de octubre y noviembre de 2009 en la Fundación Mapfre de Madrid. Los autores de este artículo
asistieron a este ciclo de conferencias.
3  Diversos autores han construido una teoría urbana que conecta las ciencias sociales con la arquitec-
tura a través de la geografía y el urbanismo.
98 crisis y utopía

Intuimos que la respuesta ya está dada,


solamente hay que saber mirar
La baja velocidad de conformación de la ciudad no permite experimentar en ella
con la misma intensidad que en otros ámbitos. La escala, los procedimientos y las
economías propias del espacio urbano son, por regla general, de gran magnitud. Los
cambios demandados por la ciudadanía han sido tradicionalmente implementados
en campos periféricos de la creación de la ciudad, a menudo de forma no dirigida,
espontánea y carente de las lógicas habituales del proyecto. No es hasta la eclosión
de estas revoluciones urbanas a las que nos referimos, que un numeroso grupo de
arquitectos —que fructíferamente comenzaban a incorporar un interés por lo social
en sus propuestas— (Avermaete, 2005) convergen en un interés por construir siste-
mas abiertos adaptables a estas demandas sociales (Mumford, 2002). Bajo formas y
nombres diversos, se sucede entonces un trasvase de la capacidad de reflexión sobre
la ciudad al usuario, que luego se convertiría en una cesión parcial de la capacidad
de acción sobre la misma: términos como action urbanism, urbanismo de guerrilla,
urbanismo D.I.Y. o urbanismo táctico describen estas estrategias participativas que,
a partir de una acción no reglada, individual o colectiva, ponen en valor los proce-
dimientos de uso y ocupación del entorno a partir de situaciones que podemos de-
nominar, en primera instancia, “de emergencia”. La ciudad, como soporte de la ar-
quitectura, se convierte en “el lugar donde la arquitectura sucede”, y la arquitectura
se convierte, de repente, en el soporte de la acción espontánea, de la necesidad pu-
ra, de la emergencia de uso.

Enunciamos, pues, la siguiente hipótesis


Ante la demanda creciente de nuevas maneras de entender una ciudad que se mues-
tra en crisis desde hace décadas, cuyo agotamiento ha sido y es objeto de muchos
análisis y enconadas discusiones, sostenemos que es responsabilidad del arquitecto
cambiar su manera de construir ciudad, y que esa nueva forma de proyectar que de-
be darse sucede ya en situaciones diversas aparentemente inconexas entre sí. Aten-
diendo al contexto de cambio en el que se producen, podemos identificar en estos
ejemplos múltiples herramientas de apropiación, de transformación de una ciudad
que ya no es útil a sus habitantes, e incluirlas dentro de una categoría intuitiva que
denominamos Emergencia Creativa (ec ), que implica el trabajo sobre lo existente y
su transformación desde la periferia de la práctica disciplinar. 4

4  Emergencia Creativa es el nombre de un proyecto de investigación presentado en Madrid en noviem-


bre de 2012 en el VI Congreso Internacional de Creatividad e Innovación: Creatividad y Crisis, por Mara
Sánchez Llorens, Fernando Rodríguez y Fermina Garrido.
emergencia creativa: construyamos soportes 99

Lo cartográfico como metodología de aproximación


La acumulación de casos de estudio que, de manera primaria, presentan estas carac-
terísticas propias de la Emergencia Creativa, se acompaña de una metodología de
clasificación lo suficientemente abierta para permitir deducir relaciones y patrones
no evidentes a priori. Casi como coleccionistas, disponemos el material encontra-
do sobre una mesa y lo ordenamos según variables básicas de contigüidad geográ-
fica y cronológica, generando un mapa primero (Figura 2) que nos permita navegar
por el ideario ec .5
La cartografía se emplea entonces como instrumento para ordenar una colección
de casos de estudio que, de manera intuitiva, parecen ofrecer soluciones diversas a
problemas distintos, todos ellos relacionados con esta hipótesis tan amplia. Poco a
poco, todos los casos dispuestos sobre el mapa desvelan instrumentos compartidos,
agrupándose según patrones que permiten identificar una serie de tácticas propias,
para de esta manera de entender el proyecto arquitectónico.

Seleccionamos un determinado patrón:


soporte más acción específica
La selección de un determinado patrón permite poner a prueba la metodología em-
pleada, inicialmente de acumulación, y demostrar su capacidad instrumental. Ca-
da patrón debe poder ser intelectualizado y recompuesto a modo de estrategia pro-
yectual que alumbre, a su vez, otra serie de casos de estudio ya no encontrados sino
producidos, bien mediante proyecto, bien mediante teoría aplicada.
El patrón seleccionado para el desarrollo de esta comunicación es el entendi-
miento de la arquitectura contemporánea según el par soporte + acción. A partir de
la identificación de una serie de ejemplos claros, se desvela la validez en el tiempo
de esta dualidad como estrategia de adaptación de arquitecturas existentes a situa-
ciones que las sobrepasan: el Palacio de Diocleciano en Split (es bien conocido el ar-
tículo de Bakema en Forum reconociendo en él una gran utilidad proyectual, 1962),
el sesc Pompeia en São Paulo (que Lina Bo Bardi manipula levemente para dejar que
los usuarios se apropien de él, 1982), o el caso de Warwick Triangle en Durban (Figu-
ra 3), expuesto en la última Bienal de Venecia (2016) y muestra de la intelectualiza-
ción de situaciones no controladas y su conversión en herramientas de proyecto, son

5  Acerca de la metodología de trabajo sobre la generación de esta nueva categoría denominada Emergen-
cia Creativa, la exposición at l a s ¿Cómo llevar el mundo a cuestas?, del Museo Nacional Centro de Arte
Reina Sofía en Madrid, muestra documentos de trabajo de artistas del siglo x x , invitando a una reflexión
acerca de la naturaleza de las obras producidas a partir de estos objetos. Colecciones de imágenes, obje-
tos, datos… todos ellos ordenados según los criterios –o la falta voluntaria de ellos– de cada autor en el
momento de su colección, cuya posterior intelectualización desvelaría relaciones inesperadas pero reales.
100 crisis y utopía

ejemplos separados en el tiempo y en el espacio, dispersos por esta cartografía, que


ilustran bien este tema. Todos ellos son casos de apropiación de estructuras existen-
tes que, mediante acciones concretas, estrategias participativas, reprogramaciones,
reapropiaciones o reciclajes, se convierten en paradigmas de nuevos tipos arquitec-
tónicos que dan respuesta a los cambios en marcha (Sánchez, 2015). 6
El entendimiento de esta dualidad es muy claro cuando el sistema-soporte se
identifica directamente con la arquitectura existente. Tal es el caso de los tres ejem-
plos nombrados, en los que el soporte pertenece a un momento y orden diferentes
de aquel en el que se desarrolla la acción, y manifiesta una cierta obsolescencia. Las
diferentes operaciones de intervención y transformación del soporte existente, en es-
tos casos, mantienen siempre el carácter original de la arquitectura ocupada, llena
de significado, y favorecen mediante oposición la identificación de los dos elemen-
tos de este par (Figura 4).
Sin embargo, si bien los ejemplos de ocupación de soportes existentes son muy
numerosos y permiten deducir un patrón claro, merece la pena preguntarse si esta
estrategia proyectual está limitada por la existencia de una arquitectura obsoleta o,
por el contrario, puede utilizarse como método de proyecto de una arquitectura de
nueva planta. Debemos preguntarnos, por tanto, si el papel asignado al arquitecto
en este patrón de construcción de nueva ciudad se limita a la mera organización de
los procesos de apropiación o si, por el contrario, el arquitecto puede adelantarse a
ellos y diseñar algo más que acciones específicas: ¿puede el arquitecto diseñar so-
portes? ¿Pueden los soportes ser proyectados o solamente pueden ser encontrados
y ocupados?
Conocemos la respuesta a la primera pregunta. Desde hace ya unas décadas la
arquitectura ha estado interesada, al menos en parte, en el diseño de soportes que
enunciara de forma clara John Habraken (Habraken, 1976). Sin embargo, parece ne-
cesaria una reformulación de esta teoría que sea capaz de trascender de forma amplia
y contemporánea la mirada estructuralista que acabamos de citar, reivindicando el
soporte como instrumento de proyecto contemporáneo. Nuestra respuesta como in-
vestigadores, como profesores, como arquitectos proyectistas es clara: proponemos
una arquitectura que, como resultado de la observación de estos procesos que pue-
den darse en situaciones diversas de emergencia, refuerce la idea del proyecto de ar-
quitectura como un esquema dual. La construcción de soportes neutros, puramente
infraestructurales, puede ser una respuesta a la problemática urbana contemporánea.

6  El texto de Lina Bo Bardi, Objetos y acciones colectivas, analiza la capacidad de las acciones no an-
ticipadas en la arquitectura, y su especial incidencia en la recualificación de ciertos soportes arquitectó-
nicos encontrados (Sánchez, 2015).
emergencia creativa: construyamos soportes 101

Construyamos soportes
Este esquema puede nombrarse de varias maneras distintas, y así ha sido en distintos
momentos de la historia, pero siempre responde a la suma —o a la oposición— de
un soporte físico rotundo y pregnante y una secuencia de acciones diversas no pro-
gramadas. Así, esta estrategia responde a pares tales como topos vs. tipos, infraes-
tructura vs. programa, hardware vs. software, soporte vs. infill…
La realidad ofrece innumerables ejemplos de situaciones hibridas, de estructuras
básicas que soportan acciones imprevistas y cambiantes en el tiempo. La incorpora-
ción de las dialécticas sociales a las propuestas que exploran nuevos niveles de fle-
xibilidad, cambio y crecimiento refuerza este incipiente “carácter infraestructural”
de la arquitectura: el arquitecto debe abandonar la práctica convencional, aquella
que da forma a programas determinados, y concentrarse en la generación de “siste-
mas-soporte” capaces de albergar todo aquello que, en un corto plazo de tiempo, la
sociedad demande y sea capaz de ejecutar (Rodríguez, 2016). 7
Estos soportes no son sino estructuras neutras, capaces de replicar las cualidades
de las grandes arquitecturas obsoletas que de manera tradicional sirven de sustrato
para este entendimiento de la arquitectura dual. Así, la réplica de las condiciones
de campo propias de las grandes estructuras industriales, la pregnancia estructural
de las grandes infraestructuras, que no son más que lugar, la repetición desnuda de
planos horizontales de los grandes artefactos urbanos que son reprogramados una y
otra vez… todas ellas son cualidades que debe reproducir una arquitectura soporte
como la que proponemos aquí. Una arquitectura neutra, sin programa, tecnificada
levemente para albergar usos diversos, capaz de sobrevivir al tiempo tan rápido de
la ciudad contemporánea, que se manifieste solamente en esencia —como las gran-
des infraestructuras— y que necesite del usuario para ponerse en carga, para expre-
sarse, de mil y una maneras.
Desde un punto de vista pedagógico, académico, la construcción de soportes —
entendidos como estructuras neutras, posibilistas, de ocupación flexible— es igual-
mente pertinente. A la pregunta acerca de cómo actuar sobre el rígido tejido de
nuestras ciudades en crisis con la flexibilidad que nos exige la contemporaneidad,
buscamos una respuesta que retoma utopías pasadas, que se propaga por todos los
niveles dentro de la estructura de nuestra academia, y que se expresa —si dejamos
que lo haga— con enorme potencia en las interpretaciones más especulativas en tor-
no a la forma arquitectónica como expresión física de un determinado programa. Lo
programático —hace tiempo que los programas no son sino excusas para poder ha-
blar de los sistemas que los hacen posibles— se convierte así en el punto de partida

7  Esta idea de arquitectura neutra habla de una arquitectura de naturaleza sencilla, directa, que apele a
la condición neutra de la misma en términos topológicos, de orden, sistema y organización.
102 crisis y utopía

de una serie de acciones que tienen como objetivo describir la realidad —comple-
ja— para entender las reglas con las que podamos actuar sobre ella. Como un jardi-
nero que estudia la tierra para saber qué plantar en ella, escudriñamos el contexto
a través de miradas múltiples y no estrictamente físicas —hace ya tiempo que lo so-
cial, lo económico o lo perceptivo es tan arquitectónico o más que lo normativo, lo
plástico o lo estructural— para disponer aquellos puntos en los que se pueda actuar
ampliando su condición de soporte.
El proyecto arquitectónico abandona por tanto su condición de objeto posado
sobre el lugar para convertirse en una extensión tridimensional, tecnificada y so-
fisticada de ese lugar, que se pliega, se dobla y se eleva, se cubre o se retrae para
acoger toda la actividad no programada, espontánea y cambiante que caracteriza
a nuestras ciudades. Palabras como sistema, estructura, topología, atmósfera o tec-
nificación sustituyen a viejos conocidos de la práctica, como tipo, composición,
orden o estilo para conformar el proyecto desde el entendimiento de un conjunto
de reglas que permiten ir hacia adelante y hacia atrás en el tiempo sin miedo a la
permanencia de lo ejecutado, no tanto porque confiemos en su desmantelamiento
—poco probable— sino porque pertenecerá a un sistema complejo que lo trascien-
de y lo hace propio.
Esta mirada desprejuiciada que tratamos de reflejar en esta comunicación nos
muestra que la vida útil de los objetos o de los lugares no se agota, sino que mu-
ta hacia otras formas igualmente útiles a la sociedad siempre que ésta sea invitada
a darles forma. En los procesos de Emergencia Creativa el arquitecto se convierte,
por tanto, en descubridor primero y formalizador después de una arquitectura que
ya sucede en la realidad de lo cotidiano y que requiere solamente de un entendi-
miento claro y de unas acciones precisas. La emergencia como actitud de proyec-
to genera, al fin, un escenario posibilista donde solamente cabe actuar con libertad
bien sea interviniendo en lo existente, bien sea construyendo una nueva realidad
fácilmente intervenible. La construcción de soportes para la vida del hombre nue-
vo, como Shadrach Woods denominaba al habitante que ya no se sentía cómodo
en las costuras de la ciudad del siglo xx, nos permite intervenir no tanto en los usos
como en la extensión de nuestro suelo, de nuestras ciudades, con apenas un gra-
do de tecnificación por encima del topos tradicional, sin las restricciones, pesadas
y extemporáneas, de lo conocido, de lo cerrado, de lo determinado. Así lo mues-
tra la historia reciente y las diferentes propuestas arquitectónicas que ilustran este
texto. Construyamos, pues, soportes, construyamos infraestructura, para poder se-
guir haciendo ciudad.
emergencia creativa: construyamos soportes 103

Figura 1. Proyecto de Paulo Mendes da Rocha y m m b b . Leonardo Finotti, 1986. Poupatempo


Itaquera en São Paulo como paradigma de un nuevo modelo de equipamiento público.

Figura 2. Emergencia Creativa. Mara Sánchez Llorens, Fernando Rodríguez y Fermina Garri-
do, 2011. Publicación con motivo de la “Semana de la Ciencia” del año 2012, Universidad
Pontificia de Salamanca de Madrid.
Fuente: emergenciacreativa.wordpress.com. Portada de la revista Circo, número 184. Fuente:
mansilla-tunon.com/circo/epoca8/pdf/2013_184

Figura 3. Palacio de Diocleciano (Split), s e s c Pompeia (São Paulo), Warwick Triangle (Durban)
(imágenes de los autores). Tres casos de estudio de estructuras encontradas —soportes— ca-
racterizados por acciones encuadradas dentro del paradigma de Emergencia Creativa.
104 la relevancia de la arquitectura en la sociedad

Figura 4. Trabajos realizados durante el curso 2013-2014 con motivo del concurso Architec-
ture Otherwhere en Warwick Triangle (Durban) (imágenes de los autores).
Fuente: architectureotherwhere.blogspot.com.es

Ejercicio 1. Estratos bajo el puente de Herb Market, Durban, Sudáfrica. “El programa cons-
ta de alojamiento temporal, baños con lavandería y biblioteca guardería apilados bajo la in-
fraestructura del Herb Market, que se descongestiona en el pasadizo interior”. p f c y Proyec-
tos IV Ana Martín.

Ejercicio 2. Muthi Market. “Cada año entre 200 y 600 barcos por todo el mundo son desecha-
dos, navíos viejos o dañados que nunca volverán al mar y cuya utilidad es únicamente reci-
clar su acero”. Proyectos IV Javier Alonso Piñeiro, tutora Mara Sánchez Llorens. Universidad
Pontificia de Salamanca en Madrid.
emergencia creativa: construyamos soportes 105

Figura 5. People Mountain, People Sea. A celebration of everyday life de Liu Jiakun; Juárez
204, Edificio de Usos Multiples en Toluca, México, de f r p o Rodríguez & Oriol; Museo del
Siglo x x , Berlín, Alemania, de f r p o Rodríguez & Oriol + b g a a Burgos & Garrido Arquitectos
Asociados. 2016 (imágenes de los autores).
Proyecto de soportes pendientes de programación para activarse plenamente.

Figura 6. Pabellón San Lucas, Soporte Neutro en Madrid, España de f r p o Rodríguez y Oriol.
f r p o , Miguel de Guzmán, 2014.
El Pabellón supone el primer ejemplo construido de una serie de proyectos desarrollados
por la oficina f r p o en España y México que persiguen implementar la construcción de so-
portes como herramienta de proyecto contemporáneo con escalas y localizaciones diversas.
106 crisis y utopía

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TECNOLOGÍA COMO CONTRIBUYENTE
DE MEJORA SOCIAL
Tecnología como contribuyente de mejora social
g o n z a l o p é r e z . u n i v e r s i da d a n á h u a c m é x i c o

Uno de los objetivos principales de la tecnología es resolver problemáticas para un


bienestar social y económico; no obstante, esto trae consigo efectos positivos y ne-
gativos. Dentro de los efectos positivos, aparece como un agente transformador en
la solución de problemas y como factor de mejora en el bienestar familiar y el me-
dio ambiente; sin embargo, los efectos negativos son más rigurosos, el rezago tecno-
lógico aparece como un agente que provoca desigualdad y marginación, así como
exclusión social. El acceso a este conocimiento no es equitativo. Ante esta realidad
la tecnología se presenta como un factor clave para el desarrollo y una potente alter-
nativa de contribución a la mejora social.
Las ponencias presentadas en esta sección ponen de manifiesto la intervención de
la tecnología para el mejoramiento de sistemas constructivos ancestrales, mejoran-
do el tejido productivo, la calidad de vida y la aceptación social. Asimismo, vemos
la aplicación de la misma para el análisis de asentamientos humanos informales, el
diseño paramétrico aplicado en la arquitectura contemporánea y la aplicación de la
fabricación digital para el emprendimiento social.
El papel de la tecnología en la actualidad es fundamental: un agente de cambio
y un transformador de vida de la sociedad.

‹ 109 ›
110 tecnología como contribuyente de mejora social

El diseño paramétrico como herramienta tecnológica


para la inclusión y el emprendimiento social
e d u a r d o g a r d u ñ o . u n i v e r s i da d a n á h u a c m é x i c o

Resumen
En este trabajo se describe la metodología y el desarrollo llevado a cabo que permi-
ten, a partir de un diseño simple a mano alzada o con una imagen fotográfica, gene-
rar un diseño innovador y realizarlo mediante fabricación digital. Esto facilitará que
un individuo con conocimientos limitados o con alguna deficiencia física pueda ma-
terializar sus ideas creativas con el uso de tecnología digital, lo que potenciará la in-
clusión y favorecerá el emprendimiento social.
Las herramientas del modelado y diseño paramétrico permitieron utilizar elemen-
tos básicos en el diseño, tales como el uso del dibujo a mano alzada, técnicas de fo-
tografía, escaneo en 2D y 3D, así como el uso de potentes computadoras con siste-
mas cad - cam - cae para el procesamiento de los diseños.
Para fines prácticos se muestra el desarrollo de dos casos de estudio: diseño tra-
dicional a mano alzada y técnicas de reconocimiento de escala de grises con medios
fotográficos, que permitieron observar que con un simple bosquejo o una fotografía
de un elemento fue posible dotarlo de volumen y de atributos tales como texturas,
colores, formas. Esto permite que tanto una persona con escasos recursos como una
con estudios especializados en áreas como arquitectura, ingeniería, etc., pueda, me-
diante su inventiva y virtudes simples de diseño creativo, realizar diseños comple-
jos e ir más allá de la conceptualización a la fabricación de ese diseño simple o am-
bigüo. Y finalmente poder materializar el producto diseñado vía fabricación digital
mediante una máquina de corte láser, una impresora 3D, una máquina de corte cnc ,
logrando así transformar el diseño en productos novedosos que puedan destinarse a
diferentes aplicaciones, como moldes con diferentes usos comerciales, piezas de jo-
yería, adornos ornamentales, etcétera.

Palabras clave: diseño paramétrico, sistemas cad - cam - cae , fabricación digital, con-
trol numérico computarizado, inclusión, emprendimiento social

‹ 110 ›
el diseño paramétrico como herramienta tecnológica 111

Abstract
This work describes the methodology and development that enables to produce an
innovative digital design based on a simple drawing or a photographic image.
This will allow a person with limited knowledge or a physical disability to lay out
his/her creative ideas assisted by digital technology, which will foster inclusion and
support social entrepreneurship.
Parametric modeling and design tools allowed the use of basic elements in design,
such as the use of freehand drawing, photography techniques, 2D and 3D scanning,
as well as the use of powerful computers with cad - cam - cae systems for the proces-
sing of designs.
For practical purposes, two case studies are described: traditional freehand de-
sign and grayscale recognition techniques using photographic media, which showed
that a simple sketch or photograph of an element is provided with volume and attri-
butes such as texture, color, shape, etc.
Using these tools, a person with limited resources or specialized studies in areas
such as architecture, engineering, etc. would be able to develop his/her inventive and
simple creative design potential to carry complex designs and go beyond conceptua-
lization to the manufacture of a simple or ambiguous design.
Finally the designed product can be materialized through digital manufacturing
with a laser cutting machine, a 3D printer, a cnc cutting machine, thereby being able
to transform the design into novel products intended for various applications, such
as molds with different commercial uses, jewelry, ornaments, etc.
Keywords: Parametric design, cad cam cae systems, digital fabrication. Computer
numerical control, Inclusion, Social entrepreneurship

Introducción
Los avances tecnológicos en la actualidad han permitido la fabricación de elementos
complejos con una gran diversidad de medios de fabricación digital. También han
surgido nuevas ideas y conceptos para la solución de problemas en cuanto a diseño
y fabricación como los laboratorios de fabricación digital (FabLabs). 1
Los FabLabs “son una red global de Laboratorios de Fabricación Digital locales
que favorecen la creatividad, proporcionando a los individuos herramientas de fa-

1  Los Laboratorios de Fabricación Digital (FabLab) son un concepto nuevo que aparece en los inicios del
siglo x x i y representan, por un lado, un cambio total en las estrategias empresariales para dar respuesta
a las problemáticas sociales en el contexto de las comunidades en donde se desarrollan y, por otro, un
nuevo modelo de inventiva, producción e innovación tecnológica en la fabricación personalizada, desa-
rrollada en los FabLabs mundiales como medio alternativo de desarrollo social en comunidades econó-
micamente vulnerables (Pérez de Lama, Gutiérrez de Rueda, Sánchez-Laulhé y Olmo Bordallo, 2012).
112 tecnología como contribuyente de mejora social

bricación digital” (fab Foundation, 2009). “Son máquinas de fabricación digital que
producen máquinas controladas por computadoras, por medio del internet, desde
lugares muy lejanos” (Gershenfeld, 2012).
La herramienta que acompaña al diseño paramétrico 2 y que facilita la inclusión y
el emprendimiento es el tipo de software a utilizar, y las herramientas que permite es-
tos desarrollos complejos a partir de simples bosquejos son los sistemas cad - cam - cae .
En este sentido, para llevar a cabo los dos casos que se mencionan en este estu-
dio, se eligió, en el primer caso, dentro de la gama de software de diseño paramé-
trico para la conceptualización de las ideas y dibujos a mano alzada, el software de
cad , que posibilita la modelación en 3D, utilizando posteriormente la técnica de im-
presión en 3D para su fabricación.
En el segundo caso de estudio se utilizó software de sistemas cad - cam como he-
rramienta de diseño y manufactura asistida por computadora para la generación de
archivos de diseño a trayectorias de maquinado, utilizadas para la fabricación digi-
tal y el uso de máquinas de control numérico computarizado ( cnc ) para su manu-
factura. La ventaja de estos programas radica en que no se necesita experiencia en
programación, lo cual facilita la creación de diseños paramétricos con una conside-
rable optimización de tiempo.
Gracias a estos atributos, el diseño paramétrico hará posible que una persona con
conocimientos limitados o con alguna deficiencia física pueda realizar diseños com-
plejos a partir de un simple bosquejo a mano alzada o con una fotografía, ya que a
esos elementos se les puede otorgar atributos relevantes como son volumen, colo-
res, texturas, y al final se les puede materializar vía fabricación digital con una má-
quina de corte láser, una impresora 3D, corte cnc , etcétera.
Mediante la aplicación de estas técnicas y con la metodología propuesta se tie-
ne la posibilidad de realizar la fabricación digital de los diseños, transformándolos
así en productos novedosos destinados a diferentes aplicaciones, como moldes para
vaciado con diferentes usos comerciales, piezas de joyería, adornos ornamentales,
murales al alto relieve, etc. Esto permitirá y promoverá el emprendimiento social gra-
cias a la gran diversidad de aplicaciones que es posible obtener con la metodología
propuesta en este trabajo: el diseño paramétrico.

2  Es el empleo de algoritmos y medios computacionales avanzados no para dibujar formas, sino para
crear posibilidades formales. No es producir una solución, sino una familia de posibles soluciones. El di-
seño paramétrico es considerado como propio de utilidades operativas para el desarrollo creativo (Wood­
bury, 2010).
el diseño paramétrico como herramienta tecnológica 113

Metodología y materiales
En este trabajo se utilizó la metodología de diseño propuesta por George Dieter a fin
de realizar con ella las etapas del proceso de diseño de los casos de estudio (Dieter,
2012). El proceso de diseño que propone Dieter consiste en los pasos que se enun-
cian a continuación:

• Reconocimiento de la necesidad.
• Definición de un problema.
• Recopilación de información.
• Conceptualización.
• Evaluación.
• Comunicación del diseño.

Caso I

En esta etapa del proceso de diseño, la necesidad surge de poder realizar un diseño
simple que facilite la generación de un producto de utilidad y que permita la inclu-
sión social. Para ello se realizó un dibujo mediante el uso de la fórmula matemática
(Sqrt[Cos[x]] Cos[400 x] + Sqrt[Abs[x]] - 0.8)*(4 - x*x)^0.1 en una herramienta de
software matemático.
Teniendo el dibujo definido, ahora el problema es llevarlo a un formato digital.
Para el caso del dibujo a mano alzada, éste puede ser escaneado y así obtener una
imagen en 2D en formato de bits o, para el caso de la fórmula matemática, ésta se
obtiene mediante su entorno de gráficos del software y se puede copiar como ima-
gen de bits, tal como se observa en la Figura 1.
Recopilación de información. Una vez obtenida la imagen digital, ésta se toma
como plantilla para generar las trayectorias del bosquejo, utilizando las herramien-
tas básicas del software de diseño paramétrico del sistema cad . En esta etapa se uti-
liza la herramienta de poli línea para generar las trayectorias paramétricas que serán
la base para la transformación de la pieza en un producto final, tal como se obser-
va en la Figura 2.
Conceptualización. En esta etapa se le aplican las siguientes condiciones para-
métricas al modelo para conceptualizarlo en su aplicación final. Se le dan las carac-
terísticas al modelo con base en su uso final, ya sea como un molde para el vaciado
de algún producto o como pieza ornamental. En este momento se vislumbra clara-
mente el potencial del diseño paramétrico y, a partir de estos alcances, es posible
potenciar la inclusión y el emprendimiento social.
Las características importantes que son necesarias para llevar el diseño a un pro-
ducto final son:
114 tecnología como contribuyente de mejora social

• Dar restricciones paramétricas al modelo (paralelismo, perpendicularidad,


concentricidad, etcétera).
• Establecer las cotas correspondientes al modelo.
• Escalar el modelo.
• Aplicar operaciones de transformación paramétrica al modelo (revolución, ex-
tracción, barrido, etcétera).
• Características y atributos al modelo (colores, texturas).
• Convertir el modelo final en un sólido o superficie paramétrica con extensio-
nes de archivo permisibles en el proceso de fabricación digital.

Evaluación. En esta etapa se evalúa el diseño para ver que cumpla con las especifica-
ciones y poderlo procesar mediante fabricación digital, además de seleccionar ade-
cuadamente el proceso o los procesos por los que deberá pasar para la obtención del
producto final. Se selecciona también el tipo de máquina, materiales, herramientas
y los parámetros de proceso para su generación, tal como corte cnc , corte láser, im-
presión 3D, etc. En esta etapa se realizó el proceso de corte por láser para la obten-
ción del producto final, tal como se muestra en la Figura 3.
Comunicación del diseño. Aquí se presenta el diseño y el producto final, habien-
do cumplido con las especificaciones y demostrando las cualidades del diseño pa-
ramétrico.

Caso II

Para poder realizar un diseño simple que facilite la generación de un producto de


utilidad y que permita la inclusión social se realizó la toma de una imagen con una
cámara fotográfica, tal como se observa en la Figura 4. La imagen fue procesada con
el propósito de obtener un archivo en formato digital.
Recopilación de información. Una vez obtenida la imagen digital, se toma co-
mo plantilla para generar las trayectorias del bosquejo, utilizando las herramientas
básicas del software de diseño paramétrico de un sistema cad - cam . En esta etapa se
utiliza la herramienta de inversión de color para tener la imagen en escala de grises
(técnica de grayscale) a fin de generar mediante estos atributos las trayectorias para-
métricas que serán la base para la transformación de la pieza en un producto final,
tal como se observa en la Figura 5 (a y b).
Conceptualización. En esta etapa se le aplican las condiciones paramétricas al
modelo fotográfico con las características en grayscale para conceptualizarlo en
su aplicación final. Se le dan las características al modelo con base en su uso final,
el diseño paramétrico como herramienta tecnológica 115

ya sea como una pieza en bajo o alto relieve para la conformación de moldes o co-
mo pieza ornamental al alto relieve. En esta etapa se vislumbra claramente, con la
técnica fotográfica, el potencial del diseño paramétrico y a partir de estos alcances
se tiene la posibilidad de potenciar la inclusión y el emprendimiento social de una
forma sencilla y a gran escala en cuanto al tipo de diseños y productos a realizar. La
Figura 6 muestra las herramientas y trayectorias utilizadas en los sistemas cad-cam
para la generación de la pieza modelada, así como los parámetros de corte.
Evaluación. En esta etapa se evalúa el diseño para ver que cumpla con las especi-
ficaciones y poderlo procesar mediante fabricación digital, seleccionando adecua-
damente el proceso o los procesos por los que deba pasar para la obtención del pro-
ducto final. Asimismo, se selecciona el tipo de máquina, materiales, herramientas y
los parámetros de proceso para su generación, tal como corte cnc , corte láser, im-
presión 3D, etc. En esta etapa se realizó el proceso de corte cnc para la obtención
del producto final, tal como se muestra en la Figura 7, donde se aprecia cómo se rea-
liza la generación de trayectorias de maquinado.
Comunicación del diseño. En esta etapa se presenta el diseño y el producto final
habiendo cumplido con las especificaciones y validando la obtención del código de
control numérico y su fabricación final mediante el proceso cnc .

Resultados
Con relación al Caso I se aprecia claramente que mediante un dibujo a mano alzada
es posible obtener el diseño de un producto. Esto gracias a los atributos, herramien-
tas y características del diseño paramétrico.
A través de las diferentes etapas del ciclo de diseño, se observa cómo fue posi-
ble la generación del producto final, así como el potencial que brinda el diseño pa-
ramétrico para facilitar la inclusión y el emprendimiento social, ilustrado en las di-
ferentes figuras de este caso.
En el Caso II se muestra cómo, a través de una fotografía, fue posible la obtención
de un producto final mediante fabricación digital.
También fue posible obtener las trayectorias de maquinado, tomando como refe-
rencia el tamaño que se requiera del diseño y con ello seleccionar las herramientas
y parámetros de corte con base en los materiales a procesar por medio de los siste-
mas cad-cam y las herramientas cnc.
Una revisión general de los resultados obtenidos permitió corroborar los atribu-
tos y bondades del uso de los sistemas cad-cam con el diseño paramétrico para po-
der llevar a cabo el ciclo completo de producción, tal como se muestra en el desa-
rrollo del producto, que se ilustra mediante las figuras correspondientes a través de
las etapas del diseño en los dos casos de estudio realizados.
116 tecnología como contribuyente de mejora social

Resulta adecuado señalar la conveniencia de ampliar esta aplicación y caracte-


rización en futuros trabajos, incrementando la complejidad de los diseños para per-
mitir mejores desarrollos y utilizando diversos procesos.
Uno de los resultados obtenidos en este trabajo al utilizar el diseño paramétrico
es la simbiosis entre disciplinas, lo cual se observa con los casos desarrollados. Es-
to permite concluir contundentemente que es posible integrar criterios para el de-
sarrollo de diseños, obteniendo un producto con diferente finalidad y aplicación,
utilizando fabricación digital. Con esto será posible integrar propuestas de diseño y
unificar criterios en el campo de diferentes disciplinas y, sobre todo, permitirá la in-
clusión y el emprendimiento social.

Discusión
De acuerdo con los datos de este trabajo, el diseño paramétrico es una alternati-
va tecnológica que, mediante sus atributos y características, hace posible las mo-
dificaciones y transformaciones de un diseño simple en un diseño 3D con un alto
grado de alternativas de modificación en cualquier etapa. Esto permite la concep-
tualización de un mejor diseño minimizando tiempos de edición y adecuación de
geometrías, con la ventaja de realizar ajustes y mejoras en el diseño hasta la etapa
de la fabricación del producto en cortos intervalos de tiempo. Con base en los atri-
butos y bondades del diseño paramétrico aplicadas en los casos de estudio de este
trabajo se vislumbra claramente que potencian y facilitan la inclusión y el empren-
dimiento social.

Conclusiones
Los modelos realizados mediante diseño paramétrico y generados por tecnologías
de fabricación digital, mostraron, bajo las condiciones desarrolladas, una metodo-
logía que permea y facilita la inclusión y el emprendimiento social gracias a los atri-
butos del diseño paramétrico.
A medida que se aumenta la versatilidad de los diseños, se aprecia claramente que
el diseño paramétrico, en conjunto con los sistemas cad-cam, tienen el potencial para
simplificar la generación del producto diseñado.
En términos generales, el diseño paramétrico constituye una muy buena alternativa
para implementar estrategias que conduzcan a obtener aplicaciones que faciliten la in-
clusión y el emprendimiento social.
el diseño paramétrico como herramienta tecnológica 117

Figura 1. Diseño simple mediante fórmula matemática como ba-


se para generación de un producto. Adaptación Wolfram, 2017.

Figura 2. Transformación del diseño de un modelo de 2D a


3D en sistema ca d . Adaptación Siemens, 2017.

Figura 3. Generación del diseño en un producto final mediante


corte por láser (imagen del autor, 2017).
118 tecnología como contribuyente de mejora social

Figura 4. Diseño mediante imagen con cámara fotográfica


para la generación de un producto (imagen del autor, 2008).

Figura 5. (a) Transformación del diseño mediante técnica grayscale. (b) Diseño en el software
de ca d - ca m . Adaptado de Autodesk, 2016.

Figura 6. Herramientas y trayectorias utilizadas en los sistemas ca d - ca m para


la generación del producto. Adaptado de Autodesk, 2016.
el diseño paramétrico como herramienta tecnológica 119

Figura 7. Maquinado c n c del diseño


mediante sistemas ca d - ca m (imagen del
autor, 2017).

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Diseño paramétrico y otras tecnologías en la formación
y práctica arquitectónica contemporánea1
ronan bolaños linares.
u n i v e r s i da d n a c i o n a l a u t ó n o m a d e m é x i c o

Resumen
El diseño constructivo siempre ha utilizado parámetros para su desarrollo y compren-
sión. Hasta mediados del siglo xix , la arquitectura siguió reglas muy precisas de pro-
porción, ajustando diferentes dimensiones bajo parámetros básicos en función de los
diferentes tratados disponibles. En la búsqueda de una arquitectura más comprensi-
va y cercana a la naturaleza en cuanto a forma y función, más confortable, original
y atractiva, se han desarrollado propuestas que buscan acoger mayor complejidad,
superando la simplificación inherente al movimiento moderno; asimismo, la búsque-
da por un trabajo eficiente que permita la obtención de los resultados esperados ha
ido acompañada de la preocupación de hacer cambios en el proyecto con el menor
esfuerzo posible, de modo que se puedan concentrar los esfuerzos en el contenido.
Cada vez que se establece un parámetro con un rango de elementos necesarios
o posibles, ayuda al diseñador y al constructor a hacer más fácil su trabajo. Había si-
do recurrente en la historia de la arquitectura hasta hace poco que estos parámetros
fueran abordados como un pequeño conjunto de números, con un rango a la vez y
con un abordaje de complejidad limitada, debido a la capacidad matemática en las
herramientas y mentes de casi cada época.
El diseño paramétrico permite romper con las limitantes preexistentes para ampliar
el rango de valores a considerar, reducir los periodos de análisis, mejorar los ciclos para-
lelos de pruebas y aumentar cada vez más las capacidades de abordar la complejidad.
No todos los arquitectos o diseñadores de edificios han aprendido los requisitos
técnicos para acompañar el diseño con un enfoque paramétrico, aun cuando los
diferentes diseñadores estén de acuerdo o no en utilizar las herramientas más re-
cientes disponibles, al contrario de lo que casi todos los maestros de las artes han
hecho a lo largo de la historia. Probablemente la mayor parte de la culpa de no ofre-
cer tales herramientas avanzadas en la práctica profesional puede ser causada por
algunos criterios conservadores en la formación arquitectónica contemporánea.

1  Investigación realizada gracias al Programa u n a m - pa p i i t ta 400216.

‹ 121 ›
122 tecnología como contribuyente de mejora social

El diseño paramétrico abre campos de exploración en la optimización de materia-


les tanto por un cálculo más preciso sobre lo que es necesario, como por la inciden-
cia en sistemas de fabricación con menor desperdicio; permite actuar conforme a
procesos en la naturaleza que contribuyen al desarrollo formal y funcional de arqui-
tecturas en demanda, así como a mejorar las condiciones de vida, mientras que con-
tribuyen con geometrías complejas que puedan inspirar el espíritu humano y contri-
buir al desarrollo económico y social.
Probablemente la mayor penetración en la formación arquitectónica con base en
tecnología en nuestros días se ha hecho con el Building Information Modeling (Mo-
delado de Información Constructiva), ya que ha probado ser una excelente herra-
mienta para readaptar proyectos rápidamente de acuerdo a cambios espontáneos,
significando ahorro en recursos, redundando en la posibilidad de reducir los costos
del desarrollo de vivienda.
Y puesto que hay más herramientas, más dinámicas y más oportunidades de di-
seño basadas en tecnología, la formación arquitectónica debe desarrollar criterios
para seleccionar, integrar y proponer un conjunto más amplio de metodologías que
puedan contribuir al mundo de la arquitectura, la ingeniería y la construcción en ge-
neral, como son: internet de las cosas, inteligencia artificial, realidad virtual-realidad
aumentada, fabricación digital entre otras.

Palabras clave: diseño paramétrico, tecnología, arquitectura, educación, diseño, bim

Abstract
Building Design has always used parameters for its development and understanding.
Up to the mid-nineteenth century, architecture followed strict rules of proportion,
setting various dimensions under basic parameters according to the architecture
guidelines available at the time. In the quest for a more comprehensive and nature-
rooted architecture, with a more comfortable, original and attractive approach, seve-
ral proposals have been developed seeking a greater complexity, overcoming the in-
herent simplification of the modern movement. The search for a more efficient practi-
ce allowing to achieve the expected results has been accompanied by the concern to
make changes in the project with the least possible effort so to focus on the content.
Setting parameters with elements that are either necessary or possible help the
designer and the constructor to facilitate its job, by delimiting the scope of options.
Until recently, a recurrent phenomenon in architecture history was that these parame-
ters were tackled in a small set of numbers, one range at a time, and with limited com-
plexity, due to the mathematical capabilities of the tools or minds of virtually every
epoch.
diseño paramétrico y otras tecnologías 123

Parametric design allows to surpass the previous barriers to broaden the range of
values considered, reduces the time required for analysis, improves parallel testing
cycles and leads to increased capacity to undertake complexity.
Worth noting, not every architect or building designer meets the technical requi-
rements to incorporate a parametric approach into a design, even if different desig-
ners may not agree in using the most recent tools available, contrary to what almost
every master in arts has done throughout history. Probably the cause of not offering
such advanced tools in professional practice may be rooted in conservative criteria
that still prevail in contemporary architectural training.
Parametric design opens up exploration fields in the optimization of materials,
both through a more precise calculation of requirements and through manufactu-
ring systems that produce less waste. It allows to act according to natural processes
that contribute to the formal and functional development of architecture options on
demand, as well as to improving the living conditions while contributing complex
geometries that can still inspire the human spirit and contribute to economic and so-
cial development.
Most likely, the greatest attempt to incorporate technology into architectural trai­
ning has been conducted with Building Information Modeling, as it has proven to
be an excellent tool for rapid project readjustment according to spontaneous chan-
ges, translating into resource savings and the possibility of reducing housing develo-
pment costs.
Since a growing number of tools, dynamics and opportunities for technology-ba-
sed design are becoming available, architectural training should develop criteria for
selecting, integrating and proposing a broader set of methodologies that may assist
architecture engineering and construction, such as the Internet of Things, Artificial
Intelligence, Virtual Reality - Augmented Reality, Digital Manufacturing and others.

Keywords: parametric design, technology, architecture, education, design, BIM

Introducción
De modo general, la tecnología puede concebirse como una serie de elementos que
contribuyen a extender las capacidades del ser humano permitiéndole incidir en las
actividades que desarrolla con mayor fuerza, mayor precisión y mayor velocidad.
Permite contribuir con mejoras a las capacidades preexistentes, al añadir capacida-
des nuevas, o aportar capacidades comunes o, mejor, capacidades disminuidas, sea
de forma individual o colectiva.
La procuración de tecnología a lo largo de la evolución del ser humano le ha
significado de forma recurrente el éxito de su propia supervivencia, al permitir la
124 tecnología como contribuyente de mejora social

provisión de comida, la defensa ante depredadores, la protección contra condicio-


nes climáticas extremas, entre otras condiciones básicas de necesidad.
El desarrollo de la tecnología en la arquitectura ha provisto herramientas que ade-
más han permitido el desarrollo de obras importantes con una carga simbólica única,
pertenecientes a diversas culturas y épocas, le ha conferido la capacidad de gestar
condensaciones culturales del ser y el sentir común entre miembros de una comuni-
dad en un periodo de tiempo específico y de modo significativo.
Así, la configuración de mayores y mejores objetos arquitectónicos puede ligar-
se directamente al acceso que la actividad del desarrollo del hábitat ha ido teniendo
en función con la tecnología disponible en cada época.
Es necesario observar que aún en nuestros días, dentro de la arquitectura, la in-
vestigación y el desarrollo producto de ésta suelen mantener un ritmo cauto, esto es
en virtud de la cantidad tan vasta de recursos económicos y humanos requeridos pa-
ra la materialización de cualquier edificio, además de los largos periodos de tiempo
que requiere su integración, ya que las demandas son superiores a las que regular-
mente requiere cualquier otra manifestación artística. Asimismo, la innovación, li-
gada a la libertad propositiva de un universo creativo específico, encuentra fronteras
y límites impuestos a causa de las implicaciones regulatorias, condiciones políticas,
recursos económicos y de los requerimientos funcionales exigibles a un espacio útil
contenido dentro del objeto arquitectónico. De igual manera, existen otras variables
a considerar en su letargo, tal como la búsqueda autolimitativa que algunos autores
sostienen en favor de hacer arquitectura conforme a una corriente ideológica parti-
cular, aun si ésta pertenece al pasado. Todas estas características inciden en la reduc-
ción de los alcances y la ralentización de las dinámicas evolutivas de la arquitectura.
Por otro lado, también es cierto que la arquitectura suele nutrirse de avances en
el desarrollo de otras disciplinas, sean éstos teóricos o prácticos; la extrapolación
producto de esta dinámica interdisciplinaria sirve como catalizador acelerante en
el propio desarrollo disciplinar. Aun así, el balance del desarrollo puede conside-
rarse más lento que el de otras actividades creativas próximas como el diseño gráfi-
co e industrial.
Al considerar que cada avance en la arquitectura se ha ejercido alimentado por
los conocimientos y la tecnología disponible de su tiempo, podemos afirmar que no
tendría por qué ser diferente en la actualidad, y más sabiendo que la incorporación
de avances en la materialización de un edificio puede tardar. Si bien es indisoluble
la relación entre la tecnología constructiva y la arquitectura, hoy en día tenemos la
tarea de articular nuevamente la tecnología disponible, que se ha desarrollado am-
pliamente en favor del desarrollo proyectual. Es necesario entonces sacar provecho
y, aun más, desarrollar propuestas que al aprovechar los recursos contemporáneos
mantengan la capacidad de conmover al espíritu humano.
diseño paramétrico y otras tecnologías 125

Paradójicamente, la complejidad de integrar recursos externos a la disciplina hoy


en día, en un momento en el que la información florece ubicuamente, estriba en la
dificultad de reconocer todo cuanto hay a disposición y seleccionar conforme a un
criterio asertivo. En el caso de la tecnología digital, cada vez parece más complejo
conocer el propósito y los métodos que emplea cada herramienta emergente, y ma-
yor aún podría ser el reto de cómo integrar el conocimiento y la tecnología en pro-
cesos disciplinares que redunden en la mejora del entorno y más en particular en la
mejora de las necesidades sociales prioritarias de nuestros días.

Diseño paramétrico
El análisis y la prospección constructiva han utilizado tradicionalmente parámetros
para su desarrollo y comprensión, incluso Los diez libros de arquitectura de Vitru-
vio, el texto de teoría de la arquitectura más antiguo que ha llegado a nuestros días,
detalla el uso de reglas de proporción a fin de definir la concepción de los órdenes
clásicos de la construcción. Las dimensiones podían modificarse, pero las propor-
ciones tendrían que permanecer para mantener un estándar plástico vinculado a un
orden específico en la arquitectura, tal como aquel de los órdenes dórico o jónico.
La referencia de proporción en esta era se estableció con parámetros muy simples,
al considerar como base el diámetro de una columna con respecto a la altura de és-
ta, o la altura de la cabeza de una persona en el caso que tuviera que ver con las di-
mensiones del cuerpo humano. Si se cambiaba el diámetro de la columna, entonces
todo el sistema geométrico tendría que modificar cada dimensión para poder ajus-
tarse a las reglas establecidas de proporción.
El diseño constructivo continuó, hasta el siglo xix , siguiendo reglas muy precisas
de proporción, ajustando diferentes dimensiones con base en parámetros básicos al
dar un seguimiento preciso al trabajo de tratadistas como Alberti, Serlio y Vignola. La
aplicación de parámetros y reglas de proporción permitían ajustar los elementos arqui-
tectónicos a una diversidad de escalas con mayor facilidad al seguir las reglas de pro-
porción, tal proceder aún hacía necesario transformar dimensiones, reescalar dibujos
y plantillas cuando se cambiaban las dimensiones, o bien cuando se agregaban unida-
des o niveles a los proyectos arquitectónicos. La búsqueda por hacer cambios con un
menor esfuerzo atrajo a la arquitectura la idea de concentrarse con más empeño so-
bre qué se propone y menos sobre cómo pueden comunicarse efectivamente las ideas.
Le Corbusier propuso en 1949 un sistema de proporciones nuevamente ligado
al cuerpo humano, diferente a las propuestas anteriores que consideraban una pro-
funda carga simbólica. Este nuevo sistema consideraba además la sección áurea,
series de Fibonacci y postulaba una altura de seis pies o 1.83 m para una persona
promedio, de modo que la aproximación al diseño de espacios desde la perspectiva
126 tecnología como contribuyente de mejora social

de este arquitecto ahora podría estar más ligada a una visión ergonómica en busca
de incidir en la procuración de un mayor confort al usuario. El espacio además de ex-
presar proporciones antropocéntricas ahora estaría estrictamente dimensionado en
función de las medidas del cuerpo humano ideal propuesto. Así el Modulor,2 como
se llamaba esta propuesta, se acercaba al proceso de diseño desde una visión indus-
trial donde con talla única regía el arreglo dimensional del espacio habitable (Figura
1). No obstante, aún quedaría pendiente superar esta talla única, al entender que los
espacios se habitan por más de una sola persona y que de persona en persona sue-
len cambiar las dimensiones antropométricas, por tanto sería más deseable trabajar
con rangos de dimensiones y no con valores cerrados.
En la arquitectura, cada vez que se establece un parámetro, o un rango para ele-
mentos probables o deseables sea éste modular o una regla de proporción, ayuda al
diseñador y al constructor a hacer más fácil su trabajo, ya que se reducen las opcio-
nes y se simplifican las labores, el orden simplificado asistido por la repetición de
tareas redundaría así en un trabajo ágil, limitando el margen de error. Si bien hasta
hace poco había sido recurrente en la historia de la arquitectura que estos paráme-
tros fueran abordados como un pequeño conjunto de números, con un rango a la
vez y con una aproximación de complejidad limitada, esta capacidad estaba ligada
a la disposición y capacidad matemática costeable que se pudiera incluir en el desa-
rrollo de un proyecto arquitectónico, en virtud de las ventajas y limitaciones de las
herramientas de cada época.
Algunas inquietudes provenientes del cuestionamiento de las capacidades y de las
propuestas expuestas condujeron al desarrollo del diseño arquitectónico con enfoque
paramétrico. Éste se fundamenta en las opciones que han surgido a partir de un acce-
so más fluido a herramientas gráficas y de programación disponibles, se materializa
con base en los desarrollos tecnológicos de la industria, desde que la programación
se ha embebido en la maquinaria a través de control numérico computarizado ( cnc )
que permite entre otras cosas la personalización en masa, se sustenta en ideas que no
sólo exploran los confines de las posibilidades ahora abiertas, sino que además exi-
gen acercarse al mayor y mejor uso de las herramientas para desdoblar el potencial
hasta la superación incluso de sus propias posibilidades.
Este enfoque también ha sido llamado generativo, avanzado o digital, dependien-
do de la ubicación geográfica donde se evalúa y desarrolla y de los matices con los
que se aproxima, y una de sus mayores aportaciones hasta ahora ha sido la apertura
de un mayor universo creativo.

2 El Modulor se publica en 1954 y aparece una segunda versión en 1958 con la corrección de 6 milí-
metros en el trazo. Originalmente se habría previsto un hombre de 1.75 m de altura, que correspondería
a la media francesa, aunque fue cambiado por la medida de un hombre de 6 pies, ya que en las novelas
inglesas esta era la medida recurrente para un hombre galante.
diseño paramétrico y otras tecnologías 127

Es posible señalar como primera obra emblemática producto del diseño paramé-
trico a la Terminal Marítima de Yokohama3 de la Foreign Office Architects (foa ), que
conduce el diseño del edificio de tres niveles con base en la necesidad de flujos pea-
tonales y vehiculares a lo largo de los 48 000 m 2 construidos. El edificio se estruc-
tura con secciones de acero continuamente diferenciadas a lo largo de su totalidad,
éstas dan lugar a la organización intrincada de esta obra concluida en 2002 (Figura
2). Es necesario considerar que existen trabajos previos de varios autores como Greg
Lynn y Marcos Novak que contribuyeron al desarrollo de este enfoque.
El diseño paramétrico hoy en día democratizado, 4 es decir, fácilmente accesible
a todo aquel que acude a su empleo, permite romper con las barreras para ampliar
el rango numérico de variables, reducir los periodos necesarios para análisis, mejo-
rar y acelerar los ciclos de pruebas y simulaciones, así como aumentar cada vez más
las capacidades para abordar la complejidad en el diseño y la producción. El desa-
rrollo de un proyecto con base en diseño paramétrico permite superar el paradigma
conceptual prefigurativo que considera la previsualización mental, con el cual aho-
ra se puede exceder la capacidad del pensamiento abstracto y abordar el diseño a
partir de la salida de datos producto de algoritmos cada vez más complejos. Es de-
cir, ahora es posible integrar variables en un sistema que responda ágilmente con el
desarrollo de una geometría al crear formas que jamás se hubieran podido pensar si-
no hasta verlas como producto de un procesamiento artificial.
Si bien es cierto que no todos los arquitectos o diseñadores del entorno habita-
ble cuentan con las habilidades técnicas y teóricas para acompañar el diseño con
un enfoque paramétrico, la falta de la disposición extensiva de herramientas avan-
zadas en la práctica profesional puede ser causada entre otras cosas por algunos cri-
terios conservadores en la formación arquitectónica contemporánea. La carencia ya
no puede ser producto de la dificultad de la obtención de herramientas, ya que mu-
chas de éstas no sólo son más baratas que antes sino que son gratuitas y están a dis-
posición a través de una conexión de internet.
Podríamos suponer que las principales causas de la falta de diseminación de he-
rramientas y criterios paramétricos entre los profesionales egresados de México son
la desestimación y/o el desconocimiento del panorama creativo y la productividad
que ofrecen, ya que éstas no han sido parte de su formación.

3  No sólo es la primera obra con gran solvencia paramétrica sino tal vez el edificio más contunden-
te en adoptar este enfoque. Otros edificios importantes que adoptan este enfoque son el Centro Pom-
pidou de Metz, Francia, de Shigeru Ban, 2010; la Ópera de Guangzhou, China, de Zaha Hadid, 2010;
la Ópera Harbin, China, de Mad Architects, 2015, y la Ópera Metropolitana de Taichung, Taiwán, de
Toyo Ito, 2016.
4  En la publicación del blog de ShapeDiver es notoria la accesibilidad de interfaces paramétricas pa-
ra todo público.
128 tecnología como contribuyente de mejora social

Impacto económico y social del diseño paramétrico


El diseño paramétrico es capaz de ofrecer beneficios sociales y económicos directos
e indirectos en favor del desarrollo humano de un país al considerar que:

• Incide en la objetividad del diseño en tanto que permite desarrollar propues-


tas informadas a partir del registro de valores de las condiciones implicadas, al
considerar valores medioambientales, tales como temperatura, humedad relati-
va, concentraciones de co , co 2, o 3, no 2, etc.; valores obtenidos en pruebas de
laboratorio, sean del terreno, de los materiales disponibles o de las herramien-
tas empleadas, como capacidades de carga, índices de dilatación, rangos de
operación por temperatura, etc.; permite concebir un mejor aprovechamiento
de los materiales, reduciendo residuos, gastos e impactos ambientales, abrien-
do también un panorama de mayor eficiencia y optimización en la arquitectura.
El carácter subjetivo del diseño puede entonces encontrar nuevo curso en otra
perspectiva de toma de decisiones, al determinar el carácter de los valores de-
seables configurados en un algoritmo con un rango de datos tal como el que se
había deseado en la mejora del Modulor, o bien, recurriendo a un juicio esté-
tico que determine su viabilidad.
• Permite el desarrollo de geometrías similares a aquellas, producto de procesos
naturales, geometrías complejas vinculadas a una estética orgánica y a una ló-
gica evolutiva, aunque es necesario considerar que este enfoque también pue-
de ser empleado para arquitecturas ortogonales de planos lisos. Procesos que
pueden tomar ventaja de los materiales disponibles en formato de panel, que,
por ejemplo, rápidamente pueden integrarse en una solución de vivienda emer-
gente, producto de algoritmos genéticos, con un diseño con el cual se ha itera-
do previamente con diversas soluciones a través de mecanismos de heurística
que han permitido alcanzar una solución más eficiente, más resistente y más
confortable para este tipo de habitáculo en menor tiempo.
• Opera multiplicidades basadas en la integración y operación de variables de-
finidas por el arquitecto, que pueden contribuir a dotar de identidad a grandes
conjuntos de vivienda, incidiendo en el desarrollo del sentido de pertenencia
de cada individuo y de la comunidad a la que pertenece, ya que cada sector,
manzana o vivienda puede tener determinadas características individuales y
únicas incorporadas de forma ágil.
• Admite la creación y reuso de metodologías desarrolladas para casos muy es-
pecíficos que habitualmente no son objeto del desarrollo en herramientas co-
merciales o de tratamiento general, permitiendo incidir positivamente en el de-
sarrollo evolutivo de especializaciones y subespecializaciones derivadas del
diseño del entorno. Y esto se da en virtud de que cada vez se ha vuelto más fácil
desarrollar scripts o plugins que se ajusten a cierto tipo de proyectos, gracias a
diseño paramétrico y otras tecnologías 129

una interfaz cada vez más amable, al incremento en la disponibilidad del nú-
mero de librerías de código o bien a la mayor facilidad de uso de los lenguajes
de programación. Además de derivar en una práctica más eficiente, permite el
desarrollo de tipologías más específicas y menos genéricas.
• Facilita el desarrollo de geometría con base en la diferenciación continua,
incorporando topografías en un interacción suavizada y paulatina con el pai-
saje; las formas alabeadas y desvanecidas creadas permiten articular nuevas
configuraciones plásticas basadas en procesos morfogenerativos inspirados en
la naturaleza que, cuando sorprenden y maravillan, atraen y se enraízan con
un sentido colectivo de lugar y de realización, con incidencia en un sentir co-
mún de orgullo y confianza de una obra singular y paradigmática acogida en
la trama urbana una comunidad (Figura 3).
• Considera al objeto arquitectónico como un todo, con el cual es posible analizar
elementos parte del conjunto en presencia de otros elementos, sea en una revi-
sión de las instalaciones con respecto a la estructura, al uso de la carpintería con
los flujos de personas u otra relación deseable a contrastar. De modo que se re-
ducen los márgenes de error y es posible abaratar procedimientos constructivos.

Conclusiones
Es importante señalar el incremento en capacidades que este enfoque puede con-
tribuir y del cual cada vez puede considerarse menos experimental su aproxima-
ción, en virtud del número de proyectos desarrollados y obras ejecutadas a partir
de aproximaciones a los conceptos y a las herramientas existentes. En México se
puede destacar el desarrollo del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de
México como un proyecto que aprovecha el uso de las herramientas y conceptos
vinculados al diseño paramétrico. 5
Es requisito fundamental acelerar la evolución y adaptación de los programas aca-
démicos, incidir en la apertura tecnológica al punto de ser capaces de desarrollar
nuestras propias herramientas y entonces medir nuestra competitividad internacio-
nal para luego procurar transferencias de conocimiento y tecnología, en beneficio
de un acercamiento al desarrollo y aplicación del estado del arte de las herramien-
tas de nuestro propio contexto histórico y económico (Figura 4).
Es posible que hasta ahora en México el mayor avance que ha penetrado en la for-
mación arquitectónica en relación con la tecnología se haya hecho con el Building
Information Modeling o bim (Modelado de Información Constructiva), ya que ha de-

5  Es posible observar el empleo de Grasshopper, un lenguaje de programación con interfaz gráfica ba-
sado en el ca d Rhinoceros de McNeel (en el video, en los segundos 38 y 39) para el desarrollo de la cu-
bierta (s c t , 2017). Esto además de integrar conceptos de flujos y diferenciación, continua en el diseño.
130 tecnología como contribuyente de mejora social

mostrado ser una metodología con base paramétrica, que permite readaptar proyec-
tos rápidamente de acuerdo a cambios espontáneos. Por lo tanto, y en virtud que su
capacidad más fuerte ha sido expuesta y bien recibida, el uso del bim se ha conver-
tido en una tendencia dominante en la práctica profesional, una obligación con al-
gunos requerimientos legales e incluso se ha convertido en un valioso apoyo en la
formación de arquitectos.
Y puesto que hay más herramientas, más dinámicas y más oportunidades de di-
seño basadas en tecnología, la formación arquitectónica debe desarrollar criterios
para seleccionar, integrar y proponer un conjunto más amplio de metodologías que
puedan contribuir al mundo de la arquitectura, la ingeniería y la construcción en ge-
neral, como son internet de las cosas, inteligencia artificial, realidad virtual-realidad
aumentada, fabricación digital, entre otras (Figura 5).

Figura 1. Modulor de Le Corbusier


en billete de 10 francos suizos.

Figura 2. Terminal portuaria de Yoko-


hama, Japón, de Foreign Office Archi-
tects, 2002. Guilhem Vellut, 2013.
diseño paramétrico y otras tecnologías 131

Figura 3. Centre Pompidou en Metz, Shigeru Ban, 2010 (imagen del autor).

Figura 4. Proyecto de Calavera paramétrica. Laboratorio de Arquitectura + Diseño y Tecnolo-


gía Experimental fa u n a m (imagen cortesía l at e ).
132 tecnología como contribuyente de mejora social

Figura 5. Fablab Berlín, Science Hack Day Berlín, 2015. Iwan Gabovitch CC BY 2.0.

Referencias
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on architecture. Nueva York: Cambridge University Press.
Herramientas tecnológicas para el análisis y diagnóstico de
asentamientos humanos informales en entornos periurbanos
m a r í a j o s é r o j o ca l l i z o . u n i v e r s i da d p o l i t é c n i ca d e m a d r i d

Resumen
Nunca antes había sido tan accesible realizar análisis y visualización de datos en en-
tornos urbanos. Esto es posible gracias a la proliferación de portales públicos de open
data y a la facilidad de uso de herramientas sig (sistemas de información geográfica).
¿Cómo imaginar nuevas fórmulas para utilizar las capacidades de la tecnología
de análisis de datos que existen hoy en día para ponerlas al servicio de las comunida-
des que habitan los asentamientos humanos informales ( ahi ), con el fin de lograr el
abaratamiento, la aceleración y la optimización en la identificación de debilidades y
potencialidades de dichos asentamientos?
El crecimiento demográfico y el proceso de urbanización que ha experimentado
el planeta en el último siglo se ha traducido en la generación de tugurios y en el au-
mento de la población viviendo en condiciones de habitabilidad precaria fruto de la
urbanización informal. Situación que, según las estimaciones de las Naciones Uni-
das, continuará teniendo lugar en las próximas décadas en Latinoamérica. Éste es el
problema específico a tratar en el presente artículo.
Los ahi generados en la periferia de las ciudades constituyen la única opción de
sus pobladores y hay que evitar destruirlos, a menos que se ubiquen en lugares vulne-
rables. Se considera que estos asentamientos son susceptibles de desarrollarse cum-
pliendo unos determinados atributos de sostenibilidad mediante la consecución de
unas directrices básicas que no contravienen el patrón tradicional de poblamiento.
El objetivo principal de mi tesis doctoral realizada en la Escuela de Arquitectura
de Madrid (etsam ) consiste en crear una metodología que permita analizar los asen-
tamientos humanos informales en entornos periurbanos y generar un diagnóstico que
sirva para orientar la toma de decisiones respecto a la manera en que podrían desa-
rrollarse dichos asentamientos, con el fin de que evolucionen hacia tejidos urbanos
con unos determinados atributos de sostenibilidad y con condiciones de habitabili-
dad básica para sus pobladores.
La metodología consta de tres bloques de análisis: social, ambiental y físico-terri-
torial. La obtención de información a partir del trabajo de campo y su sistematización

‹ 133 ›
134 tecnología como contribuyente de mejora social

son una parte clave de la metodología. Además, se busca aprovechar las potencia-
lidades de los sig y las fuentes de información accesible (ortofotomapas, imágenes
satelitales, MDE…) para analizar los ahi y su entorno natural.
Como resultado del análisis socioespacial, se obtiene el grado de consolidación
del asentamiento. Por otro lado, como resultado del análisis ambiental, se obtiene la
capacidad de carga ambiental del territorio, que induce a un crecimiento por zonas
fuera de riesgo, permitiendo a su vez la preservación de los valores naturales. Adicio-
nalmente, se desarrolla un modelo de simulación de crecimiento del poblado para
calcular la cantidad de suelo prevista en futuros escenarios.
Entre los índices utilizados se encuentran los obtenidos a partir del análisis de mde
(pendientes, exposición, ndvi …) y de otras herramientas de procesamiento inteligen-
te de imágenes. La plataforma tecnológica resultante es un sistema abierto (creado
en software libre qgis ) que permite la obtención de directrices generales y medidas
puntuales encaminadas a lograr un desarrollo sostenible de los ahi .

Palabras clave: asentamientos humanos informales, habitabilidad básica, capacidad


de carga ambiental, indicadores sociales, sistemas de información geográfica, instru-
mentos de planificación territorial

Abstract
Never before has it been so accessible to perform data analysis and visualization in
urban environments. This is possible thanks to the proliferation of public open-data
websites and the ease of use of gis (Geographic Information Systems) tools.
How can we imagine new formulas to use the current capabilities of the t data-
analysis technology to benefit communities that inhabit Informal Human Settlements
(ihs ) to reduce costs, while accelerating and optimizing the identification of weak-
nesses and potentialities of these settlements?
Demographic growth coupled with the urbanization process experienced at a
global scale in the past century has resulted in the proliferation of slums and the in-
creased population living in the precarious habitability conditions as a result of in-
formal urbanization. According to United Nations estimates, this phenomenon will
continue in the coming decades in Latin America. This is the specific issue to be
addressed in this paper.
IHS emerging in the periphery of cities are the only option of its inhabitants and
they should not be destroyed, unless they are located in vulnerable places. It is con-
sidered that these settlements are susceptible of being developed, thereby fulfilling
certain sustainability attributes by following basic guidelines that do not contravene
the traditional urbanization pattern.
herramientas tecnológicas para el análisis y diagnóstico de asentamientos humanos 135

The main objective of my doctoral thesis realized at the School of Architecture of


Madrid (etsam ), is to create a Methodology that allows to analyze the Informal Hu-
man Settlements in periurban environments; and generate a diagnosis that serves to
guide the decision making regarding the way in which these settlements could be de-
veloped, in order to evolve towards urban fabrics with certain attributes of sustaina-
bility and with Basic Habitability conditions for its inhabitants.
The methodology consists of three analytical approaches: social, environmental
and physical-territorial. Obtaining field work information and its systematization we-
rekey parts of the methodology. In addition, it sought to take advantage of gis and
accesible information sources (orthophotomaps, satellite images, mde …) to analyze
IHS and their natural surroundings.
The socio-spatial analysis resulted in the “Degree of Consolidation” of the sett-
lement. On the other hand, the environmental analysis yielded the “Environmental
Load Capacity” of the territory, which facilitates growth by areas out of risk, hen-
ce allowing the preservation of natural values. In addition, a “simulation model” of
town growth was developed to calculate the estimated areaof land predicted in fu-
ture scenarios.
Among the indexes used are those obtained from the mde analysis (slopes, expo-
sure, ndvi …), and other intelligent image-processing tools. The resulting technolo-
gical platform is an open system (created in QGIS free software) that allows arriving
at general guidelines and specific measures aimed at achieving a sustainable deve-
lopment of ihs .

Keywords: informal human settlements, basic habitability, environmental load ca-


pacity, social indicators, geographic information systems, territorial planning instru-
ments.

Introducción
El proceso de urbanización que ha experimentado el planeta en las últimas décadas
se traduce en un aumento de la población que vive en asentamientos humanos in-
formales en las ciudades de los países en vías de desarrollo. Actualmente, el número
de personas que vive en estas condiciones alcanza los 2890 millones, que represen-
tan 39.31% de la población mundial,1 y, además, según todas las previsiones, está
situación seguirá incrementándose en las próximas décadas.

1  Según un informe ratificado por las 37 instituciones que participaron en el congreso Hábitat III (oc-
tubre de 2016).
136 tecnología como contribuyente de mejora social

Se considera asentamiento humano informal (en adelante ahi ) aquella urbaniza-


ción producida por sus habitantes, al “resolver sus necesidades habitacionales de
manera espontánea e informalmente, es decir, fuera de los mecanismos formales de
producción de suelo y vivienda, por tanto, de los planes, programas, y normas ofi-
ciales”. (Padilla, 2009: p. 28).
También son llamados tugurios, asentamientos humanos irregulares, precarios,
aunque cada término tiene sus matices. Existen ahi tanto urbanos como rurales. En
este trabajo se abordará la problemática de los ahi urbanos.
Esta realidad en la que viven millones de personas en el planeta provoca impor-
tantes desafíos a distintos niveles. Desde una perspectiva social, es urgente buscar
soluciones que posibiliten el desarrollo humano de los habitantes de los ahi , ya que
en muchos casos estos asentamientos representan la única opción que tienen sus
habitantes, y en la que han invertido todos sus esfuerzos. Al mismo tiempo, el cre-
cimiento incontrolado de este tipo de tejidos hace que la mancha urbana se ex-
tienda ocupando áreas ecológicamente sensibles, a las cuales degrada y pone en
riesgo. Por tanto, es urgente al mismo tiempo proteger las áreas naturales de dicha
expansión incesante.
Esta encrucijada es el problema específico que he querido atender en la tesis doc-
toral desarrollada.2 A la vista de esta situación, se formula la siguiente pregunta: ¿có-
mo discernir cuáles son las prioridades a atender en la compleja realidad de los ahi
con el fin de que éstos evolucionen hacia tejidos urbanos sostenibles? Se parte de la
premisa de que es posible articular las tendencias de crecimiento de los asentamien-
tos humanos informales con atributos de sostenibilidad.
La investigación reciente que se ha realizado, se centra en la búsqueda de una
metodología que permita analizar los ahi preexistentes en entornos periurbanos, y
generar un diagnóstico que sirva para orientar la toma de decisiones sobre la mane-
ra en que podrían desarrollarse dichos asentamientos.
Tal metodología pretende servirse de las capacidades de la tecnología de análisis
de datos que existen hoy en día para ponerlas al servicio de las comunidades que ha-
bitan los ahi con el fin de lograr el abaratamiento, la aceleración y la optimización en
el proceso de análisis y diagnóstico de dichos asentamientos. En el presente artículo se
revisan las principales capacidades tecnológicas empleadas en este proceso.

2  La tesis doctoral se titula “Habitabilidad básica y desarrollo sostenible para asentamientos humanos
informales en entornos periurbanos”, realizada en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.
Está dirigida por Francisco Javier Neila González y Ester Higueras García.
herramientas tecnológicas para el análisis y diagnóstico de asentamientos humanos 137

Metodología
La metodología para el análisis y diagnóstico de ahi está dividida en tres grandes apar-
tados: recopilación y análisis de información, evaluación y conclusiones (Figura 1).
El apartado de recopilación y análisis de información consta de dos etapas: inves-
tigación documental y trabajo de campo. En la primera de ellas, se recopila todo ti-
po de información accesible acerca del caso de estudio. La información se agrupa de
acuerdo a los siguientes bloques: general, sociocultural, socioespacial y ambiental.
La segunda etapa consiste en la realización de trabajo de campo en la zona de es-
tudio. Esta actividad se estructura alrededor de tres ejes: talleres de planificación par-
ticipativa, reconocimiento físico-territorial y entrevistas, y la información recopilada
en esta etapa se agrupa de acuerdo a los mismos bloques que la anterior (Figura 1).
En el segundo apartado, evaluación, se procesan los datos recopilados en el apar-
tado anterior para realizar un diagnóstico sobre la situación concreta en la que se
encuentran los ahi estudiados. La primera fase de esta apartado es la creación de
un modelo en sistemas de información geográfica ( sig) con toda la información re-
cuperada.
Posteriormente se procede a realizar las evaluaciones desde el punto de vista
socioespacial, ambiental y territorial (Figura 1); relacionando las tres últimas se lle-
ga a la fase de evaluación integral.
En el último apartado se recogen las conclusiones particulares de los casos de
estudio y se exponen herramientas para extraer directrices a partir de los diagnósti-
cos realizados, de manera que el desarrollo de los ahi pueda tener lugar con crite-
rios de sostenibilidad.
La metodología es flexible para permitir la incorporación de nuevos hallazgos
procedentes de otras metodologías, con el fin de que los resultados de los estudios
vayan progresivamente mejorando, a la vez que se adaptan a las necesidades espe-
cíficas de los nuevos asentamientos humanos a analizar.
Los principios rectores de la metodología son los siguientes:

• Multidimensionalidad.3
• Enfoque en el trabajo de campo.
• Agilidad.
• Optimización de recursos.
• Estructura clara.
• Flexibilidad.

3  Dado que los a h i son un fenómeno multicausal complejo, para la construcción de la metodología
se utilizan herramientas analíticas que son propias de otras disciplinas de las ciencias sociales, como la
geografía y la antropología.
138 tecnología como contribuyente de mejora social

• Orientación hacia la toma de decisiones.


• Investigación cuantitativa e investigación cualitativa.

Casos de estudio
Para ilustrar el funcionamiento de las herramientas en el presente artículo, se hará
referencia a uno de los casos de estudio analizados en la tesis doctoral: el caso de
San Pablo Oztotepec en la delegación Milpa Alta, Ciudad de México. Este ejemplo
es significativo ya que cumple con todas las condiciones fijadas en la tesis para la
selección de casos de estudio.4
La delegación Milpa Alta está ubicada al sur de la Ciudad de México, en el límite
de la mancha urbana. Es la entidad de la Ciudad de México con la calificación más
alta en cuanto a niveles de pobreza de la población y el grado más bajo en cuanto al
nivel de desarrollo humano. Asimismo, es la entidad que tiene la tasa de crecimien-
to más alta de las 16 delegaciones de esta ciudad.
Todo el territorio de Milpa Alta está clasificado como suelo de conservación
ecológico. 5 Es un territorio con especial valor ecológico, y no se permite el cre-
cimiento fuera de los límites de los pueblos, una regla que no se cumple, pues
contraviene el patrón tradicional de poblamiento. De hecho, el mayor crecimien-
to de viviendas está ocurriendo fuera de los límites de los poblados rurales, y la
tendencia futura está marcada por un proceso de poblamiento extensivo de baja
densidad y en condiciones de precariedad sobre el suelo de conservación.6 En el
presente trabajo se estudian los ahi que crecen alrededor de uno de estos pobla-
dos: San Pablo Oztotepec.

Sistema SADAHI
Con el fin de poder replicar la metodología desarrollada en otros contextos en los
que exista una problemática semejante, se diseñó una plataforma tecnológica deno-
minada sadahi (Sistema de Análisis y Diagnóstico de Asentamientos Humanos Infor-
males), que pudiera alojar dicha metodología.

4  Criterios de selección del caso de estudio:


• Se ubicará en una metrópoli del contexto latinoamericano.
• Se escogerá un entorno periurbano, en el límite entre la “mancha urbana” y un entorno natural eco-
lógicamente sensible.
• Se seleccionará un tejido urbano con índices elevados de pobreza.
• Se seleccionará un área con alta tasa de crecimiento.
• Se seleccionarán aquellos a h i a los que se tenga acceso.
5  Según el Programa de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal.
6  Programa Delegacional de Desarrollo Urbano de Milpa Alta, 2011, p. 12.
herramientas tecnológicas para el análisis y diagnóstico de asentamientos humanos 139

Nos encontramos en un momento sin precedentes, en el que realizar el análisis


y la visualización de datos espaciales del territorio es más fácil que nunca, gracias
al acceso a datos abiertos, a la democratización y facilidad de uso de algunas herra-
mientas sig y a la creación de nuevas herramientas que abren un mundo nuevo de
posibilidades. En el tema de estudio que nos ocupa, parece especialmente interesan-
te investigar las posibilidades que ofrecen estas herramientas.
La plataforma consta de varios módulos con funciones bien diferenciadas. Cada
módulo se corresponde con una etapa diferente de la metodología (Figura 2):

• Módulo de Almacenamiento de Información ( mai ).


• Módulo Portal Web Colaborativo (mpw ).
• Módulo de Análisis Matricial (mam ).
• Módulo de Sistema de Información Geográfica ( msig ).

Módulo de Almacenamiento de Información (MAI)

La riqueza de los análisis depende fundamentalmente de la información ingresada en el


sistema. Por ello, la cantidad y calidad de la información recolectada es determinante.
En el sistema sadahi , toda la información recolectada se almacena en el Módulo
de Almacenamiento de Información (Figura 2). Este módulo lo constituye un conjun-
to de herramientas especializadas en el almacenamiento de información en función
de cuál sea la naturaleza de la misma: alfanumérica, documental, gráfica, geográfi-
ca, etc. En él se han creado instancias de las bases de datos Access y MySql, que cu-
bren todas las necesidades del proyecto.7
El módulo mai se alimenta de información a través del Módulo de Portal Web Co-
laborativo.

Módulo de Portal Web Colaborativo (MPW)

Este módulo tiene dos funciones básicas bien diferenciadas. Por un lado, propor-
ciona un interfaz común a los usuarios que se relacionen con la plataforma según
roles, para facilitarles el acceso a las distintas herramientas informáticas que con-
forman la plataforma sadahi .
Por otro lado, el mpw cuenta con herramientas de interconexión externa, encar-
gadas de recuperar información para nutrir el Módulo de Almacenamiento de In-
formación, la app sadahi y el Alimentador de Datos en Servidores Web (Figura 2).

7  Si fuera necesario cabría la posibilidad de implementar una instancia de la base de datos Oracle, mu-
cho más robusta y potente.
140 tecnología como contribuyente de mejora social

La aplicación app sadahi está diseñada para la adquisición de información pro-


cedente de las entrevistas realizadas a pie de asentamiento, con el fin de trasladar
automáticamente los datos recogidos in situ, incluyendo grabaciones de voz e imá-
genes debidamente georreferenciadas a las bases de datos. En el caso de estudio de
referencia, el trabajo de campo se realizó de la mano del grupo de investigación ath
de la Universidad Nacional Autónoma de México ( unam ).8
La segunda herramienta de interconexión es el Alimentador de Datos en Servi-
dores Web, responsable de conectar la plataforma sadahi con otras plataformas ac-
cesibles. Algunas fuentes empleadas en el caso de estudio fueron las del inegi 9 o la
página de Landsat.10
En la plataforma sadahi , la información fluye internamente desde el módulo mai
hacia los módulos msig y mam .

Módulo de Sistema de Información Geográfica (MSIG)

Los sig permiten la relación de la información geográfica con una o varias bases de
datos, permitiendo que dichos datos queden referenciados en la base cartográfica.
Para un estudio de esta índole, es de gran importancia contar con un sig adecuado
para sustentar de forma dinámica el análisis espacial realizado.
A la hora elegir la aplicación sig con la que consumir y explotar los datos espacia-
les, se optó por un conjunto de software libre qgis ,11 de manera que las herramien-
tas desarrolladas pudieran estar disponibles de manera fácil y gratuita para aquellas
personas interesadas.
El módulo Sistema de Información Geográfica ( msig ) se construye mediante la
instalación del núcleo del software libre qgis , quedando encapsulado en el Portal
Web Colaborativo (pw ).
Los mapas generados en el sig se retroalimentan de la información generada en
el Módulo de Análisis Matricial (mam ).

8  Grupo de Investigación Análisis, Teoría e Historia ( at h ) de la u n a m . El responsable de la investiga-

ción fue el arquitecto Alejandro Suárez Pareyón.


9  La página web del Instituto Nacional de Estadística y Geografía ( i n e g i ) de México es http://www.

inegi.org.mx/. En el estudio se emplearon ortofotos, encuesta ampliada del censo de 2010 y mapas de
diversa índole.
10  Página web de Landsat: https://landsat.gsfc.nasa.gov/. Se recuperaron imágenes satelitales y mode-
los digitales de la zona de estudio.
11  De entre las opciones disponibles, se optó por crear un proyecto dentro del software q g i s , en su ver-
sión 2.12, porque, además del software libre existente, es el que tiene actualmente un mayor grado de
desarrollo.
herramientas tecnológicas para el análisis y diagnóstico de asentamientos humanos 141

Módulo de Análisis Matricial (MAM)


El análisis de los datos se efectúa mediante consultas puntuales de la información
previamente sistematizada. El proceso de análisis convierte los datos en información
útil para conocer un problema determinado.
En el sistema sadahi , las evaluaciones son llevadas a cabo a través de las Ma-
trices de Evaluación. En ellas se implementaron los algoritmos, criterios, paráme-
tros y coeficientes de análisis, para realizar consultas puntuales, siguiendo la me-
todología.
En la primera versión de la plataforma sadahi se utilizó Excel como herramien-
ta informática para construir las matrices que a su vez extraen información del mai .
No obstante, dado que la vocación de la plataforma es abordar el análisis de si-
tuaciones cada vez más complejas, se tiene previsto incorporar un cubo bi Desktop.12
Ésta es una herramienta informática de última generación que permite realizar estu-
dios más complejos de los asentamientos, incrementando considerablemente la po-
tencia de la plataforma.
A continuación se describen sucintamente las consultas realizadas en dichas
matrices.

Matriz de Evaluación Socio-Espacial: obtención del grado de consolidación

La consulta puntual que realiza esta matriz es la siguiente: ¿qué nivel de consolida-
ción tiene cada uno de los asentamientos humanos informales en torno al poblado
objeto de estudio?
Para responder a esta pregunta se construye un índice multidimensional, que es
denominado grado de consolidación. Este índice tiene en cuenta diversos aspectos
relacionados con los niveles de habitabilidad alcanzados en los asentamientos estu-
diados. Para ello se estudian aspectos relacionados con:

• La vivienda.
• El acceso a servicios e infraestructura.
• Aspectos sociales y productivos.

12  Power b i Desktop permite crear consultas y conexiones de datos procedentes de multitud de fuentes
de información, como tablas, documentos, web, base de datos, etc., para crear matrices que pueden ser
compartidas fácilmente con otros usuarios. El cubo b i se inserta entre las matrices de evaluación y las ba-
ses de datos, y es ahí donde se implementan los algoritmos, criterios, parámetros y coeficientes de aná-
lisis, permitiendo construir tanto el sistema de matrices de evaluación como la salida de resultados en el
sistema de matrices conclusivas.
142 tecnología como contribuyente de mejora social

La construcción de este índice se hizo tomando como base la metodología em-


pleada por el Grupo de Investigación ath , transformándola y ampliándola. En la
Figura 3 se muestra un fragmento del método de construcción del índice grado de
construcción, en el que se hallan distancias relativas a la infraestructura existen-
te (Figura 3).
El Mapa Diagnóstico Evaluación Socio-Espacial (Figura 4) muestra el statu quo de
los ahi en San Pablo Oztotepec, en función de su grado de consolidación.

Matriz de Evaluación Ambiental: obtención de la capacidad


de carga ambiental del territorio

La consulta que se realizó a través de esta matriz fue: ¿qué lugares del territorio pre-
sentan mejores aptitudes para alojar los asentamientos humanos informales, desde
el punto de vista de sus características ambientales?
Para responder a esta consulta se elaboró el índice multidimensional capacidad
de carga ambiental del territorio. Este índice valora aspectos relacionados con los
riesgos para la vida de origen natural, los valores naturales a proteger y los obstácu-
los fisiográficos del terreno.
El Mapa Diagnóstico Evaluación Ambiental (Figura 5) muestra los resultados de
este índice para el poblado del estudio.

Matriz de Evaluación Territorial:


obtención de la reserva territorial

La tercera consulta que se realizó en el sistema fue: ¿qué cantidad de espacio es pre-
ciso reservar para alojar el crecimiento esperado en un lapso de tiempo determina-
do según las tendencias?
En este caso se realizaron dos matrices, atendiendo a dos supuestos de densidad
diferentes: escenario tendencial y escenario orientado. El índice empleado en este
apartado fue el de reserva territorial.
Los resultados de la evaluación ambiental se muestran en el Mapa Diagnóstico
Territoriales (Figura 6).

Matrices conclusivas: Matriz de Directrices

Los resultados de las Matrices de Evaluación se obtienen de forma automática y se


combinan en otro conjunto de matrices que han sido denominadas conclusivas. 
Una de las principales aportaciones de la tesis es la Matriz de Directrices (Figu-
ra 7), una herramienta de evaluación útil para orientar la toma de decisiones en los
herramientas tecnológicas para el análisis y diagnóstico de asentamientos humanos 143

asentamientos humanos informales. La importancia de esta aportación radica en que


en ella se recogen los resultados del análisis socioespacial (grado de consolidación),
análisis ambiental (capacidad de carga) y análisis físico-territorial (reserva territo-
rial), y, por ello, todas las directrices que en ella se plantean contemplan los resulta-
dos obtenidos en el estudio. Por ende, la Matriz de Directrices se convierte en una
hoja maestra que aglutina los diagnósticos realizados del objeto de estudio y a par-
tir de la cual se establecen recomendaciones y directrices, todas ella encaminadas a
garantizar un desarrollo sostenible de los asentamientos.
Las directrices y orientaciones para promover un desarrollo sostenible en los asen-
tamientos humanos informales responden a criterios ampliamente concertados des-
de directrices como las de un Habitat en el desarrollo de propuestas para un futuro
urbano socialmente sostenible.
En el Módulo de Información Geográfica, la Matriz de Directrices se traduce
en el Mapa de Escenarios Deseables (Figura 8), un mapa que recoge todas las di-
rectrices y medidas recomendadas para los distintos asentamientos en función de
su análisis.

Conclusiones del Sistema SADAHI


La metodología es un paso más en las propuestas de desarrollo estratégico con-
temporáneas, especialmente en lo que atañe a procesos de trabajo participativos
y colaborativos. En el sistema sadahi , la independencia funcional entre módulos y
el hecho de que todos ellos se encuentren alojados en un mismo portal web con-
fieren a la plataforma una gran flexibilidad y facilidad de uso, ya que una vez que
los investigadores se registren en la misma dispondrán de un interfaz muy senci-
llo de manejar que les dará acceso a una colección de potentes herramientas in-
formáticas, con el único requisito de tener un ordenador conectado a internet y un
navegador estándar.
El hecho de integrar los resultados y herramientas en una plataforma tecnológica
implica una intención de trabajo en red para la comunidad científica, que permita
explorar resultados y dinámicas de intercambio habituales en el desarrollo de pro-
puestas de planificación e intervención sobre asentamientos informales en múltiples
escenarios internacionales, tanto institucionales como independientes.
144 tecnología como contribuyente de mejora social

Figura 1.
Esquema
metodológico
(imagen de la
autora, 2017).

Figura 2. Esquema
sistema s a da h i
(imagen de la
autora, 2017).

Figura 3. Fragmento de proceso de construcción de Matriz Socioespacial (imagen de la au-


tora, 2017).
herramientas tecnológicas para el análisis y diagnóstico de asentamientos humanos 145

Figura 4. Mapa Diagnóstico Evaluación Socio-Espacial en San Pablo Oztotepec (imagen de


la autora, 2017).

Figura 5. Mapa Diagnóstico Evaluación Ambiental San Pablo Oztote-


pec (imagen de la autora, 2017).
146 tecnología como contribuyente de mejora social

Figura 6. Mapa Diagnóstico Evaluación Territorial en San Pablo Oztotepec (imagen de la


autora, 2017).

Figura 7. Matriz de Directrices (imagen de la autora, 2017).


herramientas tecnológicas para el análisis y diagnóstico de asentamientos humanos 147

Figura 8. Escenarios deseables en San Pablo Oztotepec (imagen de la autora, 2017).

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U n - habitat (2016). Housing at the Centre of the New Urban Agenda. Quito.
U n - habitat (2016). New Urban Agenda. Quito.
Cerramientos de vivienda optimizados para Piura (Perú).
Mejorar la calidad de vida desde la envolvente construida
dav i d r e s a n o r e s a n o . u n i v e r s i da d d e p i u r a

Resumen
“Sin la técnica el hombre no existiría ni hubiera existido nunca.” Con estas palabras
inicia Ortega y Gasset su libro Meditación de la técnica. El texto del filósofo español
no es el objetivo de esta ponencia, pero sirve para encuadrar el tema que se propone
explicar: un proyecto desarrollado en la Universidad de Piura ( udep ) para mejorar la
calidad de vida de los ciudadanos con los cerramientos de sus viviendas.
En efecto, la técnica es una dimensión sustancial del ser humano, es la herramien-
ta para transformar el mundo y adecuarlo a nuestras necesidades y aspiraciones. Des-
de encender un fuego a ensamblar una nave espacial, pasando por la construcción
de nuestras viviendas. Sin embargo, a veces la técnica pierde su sentido y, resolvien-
do un problema, genera otros.
Piura es una ciudad peruana ubicada en el extremo norte del desierto de Sechu-
ra. Su clima es desértico, con altas temperaturas durante todo el año que oscilan en-
tre los 25 y los 35°C y altos niveles de radiación solar. Además, cíclicamente recibe
las lluvias torrenciales por el fenómeno de El Niño. Sin embargo, los cerramientos
(fachadas y cubiertas) de la casi totalidad de sus viviendas son de ladrillo y hormi-
gón, materiales que acumulan la radiación solar sin ser impermeables al agua. Ade-
más, por su inercia térmica, ceden el calor al interior con un desfase aproximado de
6 horas, razón por la que en las noches el interior de las viviendas es más cálido que
el exterior, generando malestar.
Un grupo interdisciplinar de profesores de la udep hemos realizado un proyecto de
investigación para mitigar la deficiencia técnica de estos cerramientos. La mejora de
la envolvente constructiva de las viviendas no sólo repercute en un clima interior más
cercano a la zona de confort, objetivo importante en sí mismo, sino que además tie-
ne un alto impacto social. El proyecto apuesta por recuperar y mejorar técnicas cons-
tructivas tradicionales locales, como la quincha (entramado de madera y barro) y el
adobe; así como productos tecnológicamente más avanzados, con diseño optimiza-
do de ladrillos o sistemas multicapa. Con la modernización de las técnicas constructi-
vas ancestrales se potencia la economía local, generando sistemas mejorados suscep-

‹ 148 ›
cerramientos de vivienda optimizados para piura (perú) 149

tibles de ser producidos localmente con materiales orgánicos propios de la región,


generando un sistema productivo más sostenible.
Un aspecto importante del proyecto es la asimilación social de las soluciones pro-
puestas. En Piura la técnica constructiva del cerramiento se asocia con determinadas
clases sociales. Así, tenemos que los más desfavorecidos usan adobe, tapial o quin-
cha, mientras que la aspiración de los estratos sociales más altos es construir con
hormigón y ladrillo. El proyecto trata de subvertir esta asociación de nivel social a la
técnica constructiva, mejorando los sistemas ancestrales de construcción local, que
han demostrado ser mucho más eficientes y adaptados al clima local que los usados
actualmente.
En la ponencia explicaremos las relaciones que establecen las soluciones técni-
cas de nuestro proyecto de investigación en cerramientos con la historia, el clima, el
tejido productivo, la calidad de vida y la aceptación social.

Palabras clave: cerramientos de vivienda, confort interior, alta radiación solar, fenó-
meno de El Niño, fachada, cubierta, sistemas constructivos tradicionales, quincha

Abstract
“Without technique, man would neither exist nor have ever existed.” These are the
opening remarks of Ortega y Gasset in his book entitled “Observations on Techni-
que”. The text of the Spanish philosopher is not the aim of this paper, but frames the
target subject: a research project undertaken at the University of Piura ( udep ) aimed
at improving the quality of life of citizens regarding the walls and roofs of their hou-
seholds.
Indeed, the technique is a substantial dimension of the human being, being the
tool to transform the world and adapt it to our needs and aspirations. From lighting
a fire to assembling a spaceship, through the construction of our households. Howe-
ver, sometimes technique loses its meaning and solving one issue leads to others.
Piura is a Peruvian city located at the northern end of the Sechura desert. Its cli-
mate is arid, with high temperatures throughout the year ranging from 25 ° C to 35 °
C and high solar radiation levels. In addition, this city regularly receives the torrential
rains of El Niño. However, the walls and roofs of virtually all households are made of
brick and concrete — materials that absorb solar radiation without being impermea-
ble to water. In addition, due to their thermal inertia, heat is transferred to the interior
with a lag of approximately 6 hours, leading to higher temperatures inside the hou-
sehold vs outdoors in the evenings, hence causing discomfort.
An interdisciplinary group of udep professors have carried out a research project to
mitigate the technical deficiencies involved in theseconstructions. The improvement
150 tecnología como contribuyente de mejora social

of these housing features provides not only an indoor climate closer to the comfort
zone — an important objective in itself —, but also has a high social impact. The pro-
ject aims to recover and improve traditional local construction techniques, such as
quincha (wood and clay) and adobe, as well as more technologically advanced pro-
ducts, with optimized brick design or multilayer systems. With the modernization of
ancestral construction techniques, we expect to strengthen the local economy and
produce local building systems.
A key aspect of the project is the social assimilation of the proposed solutions. In
Piura, the deficient household construction technique is associated with certain social
classes. Thus, the most disadvantaged families use adobe, tapial or quincha, while the
aspiration of the highest social strata is to build with concrete and brick. The project
seeks to overcome this social segregation of the construction techniques by impro­
ving local ancestral construction systems, which have proved to be far more efficient
and well adapted to the local climate than those currently used.
In the presentation we will explain the relationships between the technical solu-
tions derived from our research project in building techniques and history, climate,
production, quality of life and social acceptance.

Keywords: housing construction techniques, inner comfort, high solar radiation, El


Niño Phenomenon, facade, roof, traditional construction systems, quincha.

Piura (5°S 80°O) es una ciudad del norte de Perú, situada en la zona septentrional
del desierto de Sechura, con un área metropolitana donde viven aproximadamente
400 000 personas. Sus condiciones climáticas son extremas, propias de climas de-
sérticos, con altas temperaturas durante todo el año y bajos niveles de precipitación,
que se alteran cuando se hace presente el fenómeno de El Niño ( fen ). Por tanto, Piu-
ra se ubica en un entorno con condiciones climáticas fuera de lo convencional. No
en vano es conocida como “La Ciudad del Eterno Calor”.
Sin embargo, la casi totalidad de las viviendas que se realizan en Piura se cons-
truyen con cerramientos convencionales. Así, prácticamente todas las fachadas del
parque de viviendas piurano son de una sola hoja de ladrillo, generalmente maci-
zo, revestida en algunos casos con un revoco. Una solución sencilla, económica y
de fácil construcción, pero sin ninguna reflexión ni criterio arquitectónico respecto
al clima del lugar donde se ubican. Como veremos más adelante, la inercia térmica
del ladrillo favorece que acumule radiación solar durante el día y ceda esta energía
al interior en forma de calor. Ello provoca que en ciertas horas del día la temperatu-
ra dentro de las casas sea superior a la de la calle, generando problemas de confort
cerramientos de vivienda optimizados para piura (perú) 151

y obligando en ciertos casos al empleo de sistemas mecánicos de refrigeración que


consumen altas cantidades de energía eléctrica.
Las cubiertas (o techos exteriores) adolecen del mismo problema. En su composi-
ción constructiva no se valora el alto impacto que la radiación solar tiene sobre ellas
y sus consiguientes problemas para el confort interior. En los cerramientos superiores
la cuestión es crítica dada su exposición a la radiación. Además, han de garantizar
la impermeabilidad en fuertes avenidas de agua puntuales, como el caso del fen . Es-
to hace que sea necesario tener en cuenta ciertos criterios básicos a la hora de pen-
sar sus soluciones constructivas.
Por tanto, existe un problema concreto de carácter técnico: la deficiencia cons-
tructiva en los cerramientos de las viviendas de Piura (Figura 1). Creemos que
resolverlo aumentará la calidad de vida de sus habitantes, no sólo aportando mayor
bienestar, sino también dinamizando la economía de la construcción local con pro-
ductos y sistemas constructivos mejorados e innovadores. Para resolver este problema
hemos formado un equipo de trabajo en la Universidad de Piura, integrado por los si-
guientes profesores: David Resano Resano (coordinador), Ana Lavilla Iribarren, Car-
los Pastor Santa María (arquitectura), Rodolfo Rodríguez Arismendiz, Jorge Yaksetig
Castillo, César Fernández Casanova (ingeniería), Javier Arroyo Pascual (sociología).
Además, trabajamos con alumnos de cada una de estas carreras: María Teresa No-
voa, Miguel Ramos, Ana Lucía Cárdenas (arquitectura), Ana María Menacho, Rubén
Aquiles Portales, Óscar Guillén (ingeniería). Nuestro objetivo es mejorar los sistemas
de cerramiento (fachadas y cubiertas) de edificios de vivienda en el contexto específi-
co del área metropolitana de Piura.
La metodología de trabajo propuesta empieza por comprender el problema a re-
solver, y para ello hemos analizado los cerramientos actuales de Piura desde cuatro
dimensiones fundamentales: sociedad, ciudad, clima y tejido productivo industrial.
En función de estas condiciones de partida hemos elaborado un marco conceptual
para el diseño de sistemas de cerramientos innovadores y eficientes en el contexto
piurano. Siguiendo este mapa de ideas, actualmente estamos trabajando en la cons-
trucción de prototipos de cerramiento en varias líneas de trabajo: optimizar las téc-
nicas constructivas y procesos de producción de los materiales locales, mejorar los
sistemas de puesta en obra y diseñar nuevos sistemas constructivos. En última ins-
tancia, queremos difundir los resultados obtenidos para concienciar a la sociedad y
revertir una dinámica constructiva que empobrece la calidad de las viviendas y por
ende de sus habitantes.
A continuación explicamos el desarrollo de cada una de estas fases y el trabajo
que estamos realizando actualmente. Centraremos la cuestión en mostrar las rela-
ciones de la técnica constructiva con la sociedad, aplicado al caso concreto de los
cerramientos de vivienda en Piura. Profundizaremos en la raíz del problema de los
152 tecnología como contribuyente de mejora social

cerramientos y explicaremos las soluciones posibles desde el contexto sociocultu-


ral y productivo local. Buscamos que la población adopte estos sistemas optimiza-
dos de cerramiento para sus viviendas y creemos que con ello mejorará su calidad
de vida, ya que la técnica “es el medio para satisfacer las necesidades humanas […]
que sólo se convierten en necesidades para quien necesita el bienestar […] Hombre,
técnica y bienestar son, en última instancia, sinónimos” (Ortega y Gasset, 1965: 28).
La causa principal de la deficiente construcción actual de las viviendas en Piura
tiene razones de tipo sociocultural. Según datos del Ministerio de Vivienda de Perú,
72% de las viviendas del país se realizan sin la asistencia técnica de un ingeniero o
arquitecto. La mayor parte de la población autoconstruye sus viviendas. La Asocia-
ción Peruana de Empresas de Investigación y Mercado ( apeim ) establece cinco nive-
les socioeconómicos (nse ) dentro de la población peruana en función de su grado
de formación académica, patrimonio e ingresos mensuales. apeim señala que, en el
año 2016, sólo 9% de la población de Piura pertenece a los estratos sociales más al-
tos (nse - a - b ). El 91% restante corresponde con los niveles socioeconómicos más ba-
jos: 24% nse - c , 34% nse - d y 33% nse - e con rentas mensuales de S./3000, S./1500
y S./750 respectivamente ($915, $475 y $260) ( apeim , 2016: 16). Por tanto, la ma-
yor parte de la población tiene poca formación y escasos recursos económicos. Es-
tos factores explican el alto porcentaje de autoconstrucción de viviendas, con esca-
sa calidad técnica y pocos recursos materiales.
Además, cada uno de estos estratos sociales diferenciados se asocia con un tipo
específico de materiales de construcción predominantes en los cerramientos de sus
viviendas. Así, en el caso de Piura tenemos que la mayoría de las viviendas urbanas
son de ladrillo, predominando el adobe entre las clases más bajas. Mientras que, si
hablamos de cubierta, la solución imperante en las clases más altas es la de forjado
de vigueta de hormigón armado y bovedilla cerámica y la población con menos re-
cursos emplea la calamina (plancha ondulada plástica o metálica). Los estratos D y
E recurren muy poco a los sistemas constructivos de tradición local, usando la quin-
cha (caña + barro) en fachada solamente 2% del nse - d y 4% del nse - e . En el caso de
las cubiertas, un 7% del nse - e y un 6% del nse - d emplean caña o estera con barro,
un 3% del nse - e y un 1% del nse - d solamente estera, mientras que un 1% del nse - e
utiliza hoja de palmera seca (apeim , 2016: 42).
Con independencia del estrato social, las estadísticas muestran que la mayor parte
de las viviendas tienen cierres cerámicos, como el ladrillo y la bovedilla. En el idea-
rio de la población estos materiales se identifican con el estatus social más alto y se
asocian a la mayor calidad y durabilidad de las construcciones, sobre todo en caso
de sismo. Piura se encuentra en la costa pacífica, en el extremo de la placa tectóni-
ca de Nazca, donde la intensidad y la probabilidad de movimientos de tierra es al-
ta. Es por ello que los cerramientos de ladrillo se construyen con columnas interca-
cerramientos de vivienda optimizados para piura (perú) 153

ladas de hormigón armado cada 2-3 m, que contribuyen a dar más estabilidad a las
fachadas frente a las cargas horizontales producidas por un terremoto. Este sistema
de pared de ladrillo reforzado con columnas de hormigón se llama muro confinado,
y es la técnica constructiva que impera en las fachadas de la ciudad. Si bien el hor-
migón armado mejora la estabilidad y resistencia de los muros en caso de sismo, es-
te sistema constructivo no responde a la situación climática local, ni a los materia-
les y técnicas constructivas tradicionales de la zona, como veremos más adelante.
El desarrollo urbano de la mayor parte de Piura se ha realizado con viviendas
adosadas formando manzanas, propiciando la proliferación de muros medianeros
construidos con el sistema de muro confinado. Una mirada al plano de la ciudad
nos muestra tres tipos fundamentales de tejido urbano: el casco antiguo colonial, los
condominios y las agrupaciones de viviendas adosadas (Figura 2). El primer tipo se
encuentra en el centro, y está formado por grandes manzanas cuadradas de la épo-
ca colonial. El segundo tipo se compone por viviendas unifamiliares aisladas dentro
de una parcela privada formando condominios. El tercer tipo es el más numeroso de
la ciudad, y está formado por la yuxtaposición de viviendas entre muros medianeros
(Figura 3). Dado que los muros medianeros permanecen sin revestir, la ciudad ad-
quiere una peculiar imagen con paredes de ladrillo entre columnas y vigas de hor-
migón visto. Más allá de una cuestión relativa a la apariencia, esta disposición urba-
na (con frentes entre 7 y 10 m abiertos a la calle y paredes laterales ciegas de fondo
20 m) deriva en problemas de confort por falta de ventilación y acumulación de ca-
lor en los materiales cerámicos de fachada y cubierta durante los meses de verano.
En efecto, el norte de Perú es una de las regiones con mayor incidencia de la ra-
diación solar del planeta. Ello provoca que en verano y durante el medio día, los ma-
teriales se calienten hasta 10º C por encima de la temperatura del aire, que registra
máximas en torno a los 35° C. Por su alta inercia térmica, esta energía se acumula en
los materiales cerámicos de cerramiento. Dado el espesor de las fachadas en torno
al medio pie de ladrillo, esta energía se cede al espacio interior con un desfase tem-
poral aproximado de 6 h y sin apenas tiempo para que el cambio de temperatura en
el exterior amortigüe este flujo. Ello provoca que el calor acumulado en los cierres
durante las horas de radiación solar máxima del medio día se ceda al espacio inte-
rior durante el atardecer, momento en el que la temperatura dentro de las casas es
superior a la de la calle.
Además, dada la condición desértica de Piura, el régimen de lluvias es general-
mente escaso durante todo el año. Solamente llueve durante cuatro meses, de enero
a abril, con precipitaciones que no superan los 30 mm de máxima en marzo. Sin em-
bargo, cíclicamente ocurre el Fenómeno del Niño ( fen ), y eso provoca que se pue-
dan registrar precipitaciones acumuladas durante un mes de 800 mm. Los sistemas
constructivos empleados en las viviendas no son impermeables ni se diseñan para
154 tecnología como contribuyente de mejora social

recoger y dirigir el agua de lluvia al exterior. Ello provoca que en periodos de fen las
viviendas se deterioren, ocasionando problemas de habitabilidad al interior y llegan-
do incluso a destruirse en el peor de los casos.
Así pues, aunque el sistema constructivo imperante de muro confinado y techo de
losa aligerada funciona frente al sismo y es duradero en condiciones secas o de poca
lluvia, su comportamiento es malo en lugares de alta radiación solar y con lluvias to-
rrenciales ocasionales, como ocurre en el caso de Piura. La implementación de estos
sistemas en la ciudad es muy alta y la población siente afinidad por ellos. Pero cree-
mos que existen alternativas que pueden mejorar las prestaciones del cerramiento pa-
ra que funcionen no sólo frente al sismo, sino también en las condiciones climáticas
locales y con las técnicas y materiales constructivos tradicionales de la zona.
Para diseñar los sistemas optimizados de cerramiento hemos configurado un ma-
pa conceptual que recoge las condiciones de partida; establece estrategias frente al
calor extremo y las lluvias torrenciales, y orienta las soluciones tipológicas al con-
texto específico de Piura (Figura 4). A continuación explicamos los conceptos y cri-
terios desde los que estamos planteando los prototipos de cerramiento que podrían
resolver este problema.
Partiendo de la situación urbana de los inmuebles hay dos posibles casos de es-
tudio: viviendas entre medianeras (las más numerosas) o aisladas. Caben dos tipos
de actuación sobre estas viviendas: obras de mejora de cerramientos existentes o
nuevas construcciones. Nuestro proyecto se ciñe a los cerramientos de fachadas y
cubiertas fundamentalmente; incluimos también los suelos de planta baja en con-
tacto con el terreno.
Desde esta posición de los cerramientos en la ciudad y en el edificio, el clima de
Piura es un factor decisivo para plantear estrategias de diseño frente al calor y la llu-
via. El climograma (Figura 5) muestra una temperatura media casi constante de 28° C
a lo largo de todo el año, con máximas medias en torno a los 35° C y mínimas medias
en torno a los 20° C. La radiación solar incidente tiene valores máximos medios de
1200 w/m2 y puede aumentar hasta 10° C la temperatura de los materiales cerámicos.
Las grandes cantidades de lluvia en periodos del fen , de 800 mm son un factor deter-
minante en el diseño de las cubiertas.
Para plantear las estrategias de diseño frente al calor hemos recogido los paráme-
tros del clima en un diagrama (Olgyay, 2013), donde se cruzan los datos de tempera-
tura máxima diaria del aire junto con la humedad relativa ( hr ) mínima y los puntos de
temperatura mínimas diarias con humedad relativa máxima (Figura 6). Apreciamos
que las máximas se sitúan por encima de la zona de confort, con humedades relati-
vas de valores aceptables. La estrategia lógica frente al calor sería evitar la inciden-
cia de la radiación solar, pero el carácter de muro de medianero de la mayoría de los
cerramientos de Piura imposibilita la colocación de elementos de protección solar.
cerramientos de vivienda optimizados para piura (perú) 155

Es por ello que el proyecto se orienta de manera prioritaria a explorar soluciones re-
lacionadas con la composición material de los cierres, estudiando sus propiedades
de aislamiento, inercia, disipación térmica del calor mediante ventilación o conve
cción. Las soluciones de cerramiento actuales basadas en materiales cerámicos po-
drían funcionar, pero diseñadas con un espesor adecuado para regular el desfase en
la cesión de energía hacia las horas de la media noche, en la que las bajas tempera-
turas ayudarían a amortiguar esta energía y a cederla al exterior, llegando incluso a
enfriarse para refrescar el ambiente interior al día siguiente. El aislamiento térmico
ayudaría a regular la velocidad de este intercambio energético.
Las estrategias de diseño frente a la lluvia pasan por aceptar que durante la mayor
parte del tiempo van a ser insignificantes, y prácticamente asumidas por casi cual-
quier sistema constructivo de cerramiento. Sin embargo, en épocas del fen se pue-
den alcanzar los 800 mm en un mes, por lo que es necesario que los cerramientos
sean capaces de garantizar su durabilidad en estas condiciones. Como indicábamos
anteriormente, la impermeabilización y la formación correcta de pendientes pare-
cen las estrategias más deseables.
Para que la población local pueda implementar esos sistemas, su costo ha de
entrar en el rango económico de sus posibilidades de inversión. Para ello es fun-
damental trabajar con los materiales locales y optimizar las técnicas constructivas
tradicionales. En este sentido, la fabricación de piezas especiales de cerámica o la
mejora de los cerramientos de quincha, adobe, guayaquil y estera son los caminos
fundamentales que estamos explorando actualmente en la fabricación de los pro-
totipos. La forma de los productos de construcción derivados de estos materiales y
los sistemas mejorados de puesta en obra, tanto de revestimientos como de capas
añadidas a los cierres existentes, son las líneas de trabajo por las que apostamos. En
este sentido, trabajamos en colaboración con los industriales y asociaciones de ar-
tesanos locales para desarrollar e implementar posteriormente los prototipos mejo-
rados de cerramiento y sus sistemas de puesta en obra.
Hemos construido dos módulos en el campus de la Universidad de Piura ( udep )
para ensayar los prototipos en los que estamos trabajando actualmente: uno para los
nuevos sistemas constructivos de cerramiento y otro para los que mejoran los ya exis-
tentes (Figura 7). En ambos casos registraremos los valores de T° del aire y radiante
media, hr y velocidad del aire, para poder cuantificar el grado de adecuación del
clima a la zona de confort mediante los nuevos sistemas de fachada y cubierta. Tam-
bién realizaremos pruebas para garantizar la impermeabilidad al agua de dichos sis-
temas, tanto en fachada como en cubierta.
Este proyecto apuesta por la capacidad arquitectónica del cerramiento como ve-
hículo para la solución de problemas que tienen que ver no sólo con la imagen de la
ciudad, sino fundamentalmente con la respuesta al clima, el tejido productivo y la
156 tecnología como contribuyente de mejora social

cultura local. Consideramos que esta metodología de trabajo en el análisis de cerra-


mientos optimizados para lugares con bajo desarrollo tecnológico y escasos recursos
económicos puede ser de gran valor. Por un lado, puede replicarse en otras zonas del
país, con diferente clima, pero con condiciones sociales similares. También podría
aplicarse en otras regiones de Latinoamérica que se enfrentan a problemas similares
de orden climático, consiguiendo viviendas más confortables y resilientes frente a las
condiciones extremas del clima. Las soluciones constructivas desarrolladas en el pro-
yecto pueden contribuir a la mejora económica de la región, produciendo sistemas
constructivos basados en los recursos y conocimientos técnicos locales, susceptibles
de ser implementados por los propios habitantes de la zona. Este trasvase de conoci-
miento técnico de la universidad a la población se hará mediante talleres, publica-
ciones y campañas de difusión. Con ello esperamos dotar de recursos a los nse más
bajos para mejorar la calidad técnica del inevitable proceso de autoconstrucción de
viviendas y tratar de subvertirlo mediante sistemas constructivos de bajo costo más
asequibles. En última instancia se trata favorecer la calidad de vida de la sociedad
mejorando la calidad técnica de los cerramientos de sus viviendas.

Figura 1. Imágenes de la agrupación de viviendas típicas de Piura


(imagen del autor).
cerramientos de vivienda optimizados para piura (perú) 157

Figura 2. Mapa de la
ciudad de Piura según
tejidos urbanos (imagen
del autor).

Figura 3. Tejido urbano tipo en las urbanizaciones predominante en Piura (imagen


del autor).
158 tecnología como contribuyente de mejora social

Figura 4. Mapa de conceptos para las soluciones de diseño (imagen del autor).

Figura 5. Climograma de Piura


(imagen del autor).
cerramientos de vivienda optimizados para piura (perú) 159

Figura 6. Climograma de Olgyay con temperaturas máximas diarias y humedad relativa mí-
nima, más temperatura mínima diaria con humedad relativa máxima, para cada mes del año
(imagen del autor).
160 tecnología como contribuyente de mejora social

Figura 7. Planos para los módulos de ensayo y construcción de los primeros prototipos
(imagen del autor).

Referencias
A sociación peruana de empresas de investigación de mercados , APEIM (2016). Ni-
veles socioeconómicos 2016. Lima: APEIM.
O lgyay , V. (2013). Arquitectura y clima: manual de diseño bioclimático para arquitectos y
urbanistas. (Trad. de J. Frontado). Barcelona: Gustavo Gili.
O rtega y gasset , J. (1965). “Prólogos a la ‘Biblioteca de ideas del siglo xx ’”. En Medita-
ción de la técnica: Vicisitudes en las ciencias. Bronca en la física. Madrid: Espasa-Calpe.
URBANISMO PROGRESIVO
O CÓMO PRODUCIR CIUDAD PARA INTEGRAR
Ante la exclusión, ¡urbanismo progresivo!
j av i e r e s q u i l l o r . [vic] v i v e r o d e i n i c i at i va s c i u da da n a s

Una ciudad con una traza urbana creada de manera orgánica, en respuesta a las necesi-
dades de la población y el crecimiento de esta, probablemente tenga mayor capacidad de
adaptarse ante un cambio radical que una ciudad que se desarrolló como consecuencia
de un plan maestro guiado únicamente por la visión de un pequeño grupo de personas.

Este párrafo rescatado de la contribución “Ecosistema urbano resiliente: estrategia de


resiliencia para la Ciudad de México”, suscitará, por sí solo, un buen número de con-
troversias, según el lector. Una de ellas es que asume que la forma en que se dispone
la ciudad sobre el territorio, su traza y la manera en que evoluciona, viene dictamina-
da por las necesidades de la población y su crecimiento. Al margen de esto, la hipóte-
sis central que Mónica Arzoz formula en este artículo es que, liberar el control sobre
la planificación urbana y abrir el proceso, posiblemente permitan responder mejor a
los cambios radicales. Se sustenta en el trabajo que viene desarrollando la Agencia
Resiliencia Urbana en la Ciudad de México desde hace cuatro años.
En “Architectural design and policies for the inclusive regeneration of Chinese his-
toric neighbourhoods. A case study from Suzhou”, Juan Carlos Dall’Asta y Federico
De Matteis parten de la realidad de China, donde se da por sentado que la planifica-
ción no se hace con base en las necesidades de la población, para lanzar una pro-
puesta que adopta la misma hipótesis a fin de fundamentar una estrategia concreta
de desarrollo urbano inclusivo para el centro histórico de la ciudad de Suzhou, capi-
tal de la provincia de Jiangsu, limítrofe al este con la ciudad-provincia de Shanghai.
Como un paso más en el particular proceso en que está inmersa China para gestionar
su desarrollo urbano desde la apertura de sus relaciones internacionales con Occi-
dente, los autores proponen flexibilizar la planificación, articulándola con la inter-
vención urbana, en un proceso participativo y progresivo. El objetivo de esta fusión
de la “planificación tradicional, que puede ser complementada con otras herramien-
tas modernas de gobernanza, sería no tanto llegar a establecer la forma del resultado
(urbano arquitectónico) esperado, sino la naturaleza y organización del proceso que
se ha de desplegar para alcanzar y abrir resultados más flexibles”.
Si bien la toma de decisiones sobre el desarrollo urbano está en el centro de am-
bas reflexiones, parecería que la forma específica de administración política no es

‹ 163 ›
164 urbanismo progresivo o cómo producir ciudad para integrar

una variable diferencial para llegar a unas propuestas que están basadas en la mis-
ma hipótesis en dos escenarios aparentemente dispares.
Ambos artículos refuerzan esta tesis al confrontarlos y leer que: “No sólo la Ciu-
dad de México continúa generando infraestructuras y desarrollos enfocados a la mo-
vilidad del automóvil, esto sigue pasando en varias ciudades del mundo. Tampoco
es propio de la Ciudad de México la continua incógnita de cómo atender la falta de
vivienda social sin caer en la creación de comunidades cerradas, alejadas del cen-
tro de la ciudad, que fomentan la inequidad social, el racismo y la pobreza”, o que,
con su manera de enfocar hoy las políticas urbanas en las ciudades chinas, los orga-
nismos competentes “desafortunamente pierden la oportunidad de activar procesos
que verdaderamente mejoren la calidad de la regeneración urbana” en general, y en
particular de sus centros históricos.
Dejando de lado pues la variable política, podemos lanzarnos con más claridad
a identificar los retos que afrontamos las personas que nos preocupamos por hacer
y gestionar ciudad hoy, bien para ver si ya hay maneras de responderlos, o al menos
para construir opciones viables.
En este sentido, Arzoz señala que: “Sabemos que las ciudades cambian constan-
temente, ya sea de forma lenta y gradual o repentinamente como respuesta a fuer-
zas externas. Sin embargo, lo que creemos saber y que, a pesar de la multiplicidad
de teorías e ideologías que existen, no hemos logrado entender, es cómo intervenir y
dar respuesta a estos cambios desde el punto de vista urbanístico y arquitectónico”.
Dall’Asta y De Matteis están justamente apuntando a una manera práctica de em-
pezar a resolverlo, soportada por referencias de casos aislados en algunas ciudades,
pero sin llegar a especificar una metodología o protocolos concretos contrastados.
Con todo lo que sabemos y la información, progresivamente creciente, de que
disponemos, nos faltan conocimientos para hacer y gestionar nuestras ciudades. O,
desde la academia, no sabemos hacia dónde mirar.
El logos occidental ha conceptualizado y estructurado la sociedad desde una ló-
gica de oposición que promueve muros. El resultado, como expone Bruno Latour en
su Politics of nature (Latour, 2004), es un sistema reticente a las dinámicas de cam-
bio naturales, que excluye por defecto lo inasible por el intelecto y que es ineficien-
te en la tarea de lograr una existencia con ciertas garantías.
Más allá de los círculos académicos, algunos actores como [ vic - sic ]1 venimos
construyendo a través de la práctica una propuesta de urbanismo progresivo que
aborda la exclusión replanteando los procesos formales relevantes desde una lógica

1  Vivero de Iniciativas Ciudadanas-Estudio s i c [v i c - s i c ] (2017). Transferencias de la innovación ciuda-

dana al espacio público. Recuperado de http://viveroiniciativasciudadanas.net/ y http://www.estudiosic.


es/ (Consulta: 31 de julio, 2017).
ante la exclusión, ¡urbanismo progresivo! 165

de congruencia e integridad basada en el prototipado. El prototipo, como señalan


Dall’Asta y De Matteis, va generando evidencias y aprendizajes para tomar decisio-
nes progresivas y documentar los procesos en construcción. En nuestra experiencia,
observar, proponer y compartir lo que hacemos es perentorio para abrir efectivamen-
te los procesos a la colaboración, formulando las preguntas adecuadas, lo cual fun-
damenta una ciudad congruentemente inclusiva, que muta al integrar lo excluido o
desconocido. Articular personas y temas con base en los afectos, las experticias si-
tuadas y técnicas, es la clave para un producto integral.
Las experiencias que trae este capítulo apuntan varios pendientes, entre los que
destaca uno: es preciso mirar allá, hacia donde todavía no hemos explorado, para
dejar de sentirnos restringidos.
Quienes precisamos que nos muestren cómo superar la lógica de muros ante los
cuestionamientos que dejan al descubierto sus contradicciones inherentes, tene-
mos cada vez más experiencias que, ahí afuera, están dando respuestas a las pre-
guntas que nos asaltan: ¿Cómo revertir las dinámicas territoriales que promueven
la urbanización horizontal infinita? ¿Cómo construir con calidad sin desbordar
las infraestructuras ni expulsar? ¿Cómo reconectar ciudad y naturaleza a través
del territorio? ¿Cómo sustituir los muros entre colonias en Cancún por dinámicas
recursivas? ¿Cómo superar las deficiencias de los procesos formales de participa-
ción? ¿Qué información es crítica para tomar decisiones y cómo incorporarla? ¿Có-
mo enriquecer a la academia en la producción de conocimiento actualizable? ¿Cómo
volver a conectar economía y ciudad para que nuestro sistema recupere la capacidad
de generar recursos?…
En ciudades como Madrid, en España, y Guadalajara, en México, están ahora
mismo aconteciendo experiencias que forjan un paradigma diferente de desarro-
llo urbano.
mares Madrid2 arrancó en enero de 2017 como un proyecto de transformación
urbana a través de la economía social mediante una estrategia de coproducción en-
tre iniciativa ciudadana y administración. En su fase piloto (2017-2020, siete millo-
nes de euros) plantea generar un nuevo modelo de ciudad en el marco del programa
europeo Urban Innovation Actions. Articula la transformación urbana con iniciati-
vas de economía social y solidaria, la creación de empleo de cercanía y de calidad,
y una visión multiescalar que parte de los distritos. Interviene en cuatro de ellos cen-
trándose en cinco sectores nodales: movilidad en Vallecas, alimentación en Villa-
verde, reciclaje en Vicálvaro y energía en Centro. El quinto, que atraviesa todos los
distritos, es el de los cuidados que, al igual que la economía social y solidaria, pone
en el centro la renovabilidad y recursividad para la resiliencia.

2  aa.vv. (2017). m a r e s Madrid. Recuperado de http://maresmadrid.es/ (Consulta: 31 de julio, 2017).


166 urbanismo progresivo o cómo producir ciudad para integrar

Mientras, en Guadalajara3 se ha desplegado un laboratorio temporal de innova-


ción urbana y ciudadana para vincular, desarrollar, prototipar y articular lo aún no
relacionado y materializar lo aún no imaginado. El laboratorio, instalado en el en-
torno del Parque Morelos entre agosto y septiembre de 2017, consta de una infraes-
tructura ciudadana (hardware) que acompañado de la metodología VIC (software)
lanza un proyecto piloto para reiniciar, coproducir e instalar un sistema operativo
urbano inclusivo y abierto, con partes inéditas de hardware y software para interre-
lacionar las inquietudes ciudadanas con la rehabilitación urbana progresiva y una
ciudad creativa y digital desde esta ciudad.
Ambas, son muestras concretas de un urbanismo diferente, progresivo, que lan-
za hipótesis, testea, documenta, verifica, aprende, comparte el conocimiento que
genera, y avanza.
Apenas volteando la cabeza y mirando, nos damos cuenta de que, en ese cambio
constante de las ciudades, la forma de dar respuestas también cambia. El más allá
llegó, y ya está más acá. La cuestión entonces quizá sea si nos estamos perdiendo al-
go. ¿Nos estaremos autoexcluyendo?

Referencia
L atour , B. (2004). Politics of nature: How to bring the sciences into democracy. Cambridge:
Harvard University Press.

3  Vivero de iniciativas ciudadanas [VIC]. (2017). CCDLab. [VIC] Vivero de iniciativas ciudadanas. Re-
cuperado de http://viveroiniciativasciudadanas.net/2017/08/01/sistema-operativo-urbano-y-ciudadano/
(Consulta: 2 de agosto, 2017).
Diseño arquitectónico y políticas para la regeneración inclusiva
de barrios históricos chinos. El caso de estudio de Suzhou
j u a n ca r l o s da l l ’ a s ta y f e d e r i c o d e m at t e i s . x i ’ a n j i a oto n g
liverpool university in suzhou

Resumen
La rápida transformación urbana en los centros históricos de China en las últimas
dos décadas ha modificado radicalmente la gran mayoría de los tejidos urbanos
existentes. Principalmente, los procesos basados ​​en la sustitución de los barrios
tradicionales con los nuevos desarrollos han producido cambios sustanciales en
el uso de las áreas, transformándolas en distritos comerciales monofuncionales.
En otros casos, los proyectos de conservación para preservar las cualidades físicas
de los sectores urbanos existentes han fracasado en mantener comunidades acti-
vas y vivas, dando lugar a procesos de gentrificación fuertes y una pérdida de au-
tenticidad.
Las razones detrás de estos problemas se pueden establecer claramente en las es-
trategias de planificación a gran escala que son promovidas por las administraciones
locales y las oficinas de planificación en la mayor parte de las ciudades chinas. Pla-
nes de regeneración suelen definir las intervenciones homogéneas en grandes fran-
jas de tejido urbano, a veces sin reconocer la presencia de características más gra-
nulares presentes en los sitios. Estos pueden estar relacionados con la presencia de
formas de vida de la comunidad que podrían ser aprovechados para lograr proce-
sos de transformación más inclusivos. Hoy en día, el modelo del gobierno para la re-
generación urbana está marcadamente caracterizado por un enfoque que va desde
arriba hacia abajo, pensado para garantizar la eficiencia de todo el proceso. Sin em-
bargo, no parece ser suficiente para responder a las dificultosas necesidades de las
comunidades locales.
Los planes de regeneración de los barrios históricos de China se basan hoy en día
en análisis precisos de los tejidos urbanos existentes. Datos de buen nivel y las infor-
maciones de las áreas son por lo general utilizables. Esto garantiza, entre otras cosas,
la protección de los edificios más significativos de patrimonio que, sin embargo, se
arriesgan a quedar aislados en los amplios procesos de transformación que cambian
radicalmente su entorno. Entre la gran escala de todo el distrito y la pequeña escala
de la construcción por puntos no suele aparecer la escala “intermedia”.

‹ 167 ›
168 urbanismo progresivo o cómo producir ciudad para integrar

Para tomar en cuenta esta escala intermedia, y al mismo tiempo proporcionar


indicaciones relacionadas con cuestiones cualitativas que generalmente los planes
de escala urbana son incapaces de resolver, más instrumentos para la gestión ur-
bana eficaz pueden ser experimentados. Entre ellos se encuentran los códigos de
diseño como guía que puede adoptar una administración local a nivel de distrito o
ciudad con el fin de obtener una visión específica para un área en proceso de trans-
formación, y principalmente más allá de las indicaciones solamente cuantitativa y
funcionales.
En este marco, la ciudad de Suzhou representa un caso único para China. Su gran
centro histórico, siendo relativamente protegido de los procesos de actualización
agresivos, se somete a un preciso y mayor control sobre las actividades de construc-
ción. La administración local está interesada en la definición de estrategias a largo
plazo, a través de la regeneración sostenible, capaz de equilibrar los aspectos eco-
nómicos de la conservación de su patrimonio urbano.
En este sentido, los autores estudian la oportunidad de desarrollar y aplicar un
conjunto de herramientas “inteligentes” de orientación del proyecto, inspirado en
marcos de gobernabilidad más ágil, que podrían ser capaces de promover una rege-
neración urbana más equilibrada e inclusiva en el contexto de Suzhou.

Palabras clave: regeneración urbana, patrimonio urbano, códigos de diseño, dise-


ño arquitectónico en contextos históricos, ciudades históricas chinas, Suzhou China

Abstract
Rapid urban transformation in Chinese historic centres over the past two deca-
des has radically modified the majority of existing urban fabrics. Processes mainly
based on the replacement of traditional neighbourhoods with new developments
have purported substantial changes in the use of areas, transforming them into
mono-functional commercial districts. In other cases, conservation plans designed
to preserve the physical qualities of existing urban sectors have failed to maintain
active and lively communities, leading to strong gentrification processes and a loss
of authenticity.
The reasons behind these criticalities can be pinpointed in the large-scale planning
strategies that are promoted by local administrations and planning bureaus in most
Chinese cities. Regeneration plans usually define homogeneous interventions for lar-
ge swaths of urban fabric, at times failing to acknowledge the presence of more gra-
nular features present in the sites. These can be related to existing forms of commu-
nity life that could be leveraged to achieve more inclusive transformation processes.
Today, the governance model for urban regeneration is characterized by a markedly
diseño arquitectónico y políticas para la regeneración 169

top-down approach, designed to ensure the efficiency of the entire process. Never-
theless, it does not seem entirely capable of responding to the complex demands set
forth by the local communities.
Regeneration plans for Chinese historic districts today are based on accurate sur-
veys and mappings of existing urban fabrics. Good-level data and information on the
areas is thus usually available. This guarantees, among other things, protection for sa-
lient heritage objects, which however risk being isolated by extensive transformation
processes radically changing their surroundings. Between the large scale of the who-
le district, and the small scale of the individual building, there seems to be a missing
“intermediate” dimension.
To cater to this intermediate scale, and at once provide indications related to qua-
litative questions that urban-scale plans are usually unable to address, further ins-
truments for governance can prove effective. Among these are codes for design gui-
dance that a local administration may adopt at the district or city level, to pursue a
specific vision for an area undergoing transformation, going beyond merely quanti-
tative and functional indications.
In this framework, the city of Suzhou represents a unique case for China. Its lar-
ge historic center, still comparatively spared from aggressive renovation processes, is
subjected to an accurate control over building activity. The local administration is in-
terested in defining strategies for a long-term, sustainable regeneration capable of ba-
lancing economic aspects with the preservation of its diffused urban heritage.
In this light, the authors intend to study the possibility of developing and applying a
set of “smart” project guidance tools, inspired by more agile governance frameworks,
that could promote a balanced and inclusive urban regeneration in the context of
Suzhou.
Keywords: Urban regeneration, urban heritage, design codes, architectural design
in historic contexts, chinese historic cities, Suzhou China.

Introducción
Para las ciudades chinas, el siglo xxi ha representado hasta el momento un periodo
de revolución urbana profunda. Debido a las reformas económicas establecidas en
los últimos años del siglo pasado, el constante incremento en los niveles de indus-
trialización y de desarrollo ha transformado completamente el aspecto, la morfolo-
gía y la estructura social de la mayoría de los centros urbanos. Este proceso ha te-
nido efectos de dos maneras distintas: por un lado, ha mejorado significativamente
las condiciones de vida de millones de habitantes urbanos, mientras que, por otro
lado, ha impulsado lo que es quizá el mayor proceso de gentrificación que se haya
visto a nivel global.
170 urbanismo progresivo o cómo producir ciudad para integrar

Si algún viajero volviera hoy a Beijing, Shanghai, Wuhan o Shenzhen después de


tres décadas de ausencia, difícilmente podría reconocer el panorama urbano. Los
distritos de negocios a lo largo del país exhiben algunos de los rascacielos más altos
del planeta, mientras que las áreas comerciales se han vuelto más amigables para los
peatones y han sido desarrolladas ampliamente para satisfacer los deseos de la po-
blación urbana por un estilo de vida occidental. Pero esta transformación ha tenido
un precio elevado debido al costo de haber desintegrado casi en su totalidad la tra-
ma urbana tradicional que constituía a las ciudades chinas aún hasta principios de
este siglo (Song & Zhu, 2010).
Desde una perspectiva occidental, basada en valores de autenticidad y de pre-
servación del patrimonio tanto físico como el intangible, esto significa obviamente
una pérdida. Sin embargo, se debe considerar que las condiciones de vida en estas
áreas urbanas eran de estándares mínimos, careciendo a veces de niveles básicos de
higiene y funcionalidad. Claramente, esta situación no era aceptable en el contexto
de crecimiento económico sostenido y generalizado, y la mayoría de los habitantes
locales ha recibido de buena manera su reubicación a las áreas de la periferia urba-
na con nuevos y modernos asentamientos habitacionales, que representan una dra-
mática mejoría en sus condiciones de vida.
Las áreas desocupadas finalmente sufrieron dos formas distintas de transforma-
ción urbana. Muchas fueron demolidas en su totalidad y reemplazadas por comple-
jos habitacionales de alta densidad, constituidos en su mayoría por torres residencia-
les. Otras fueron transformadas en distritos comerciales, conservando parcialmente
el ambiente urbano original, pero con una sustitución radical de las actividades y de
la población, lo que conlleva a un marcado proceso de gentrificación y consecuen-
te pérdida de autenticidad (Figura 1) (Chen, 2011).
Hoy en día, las actividades de planeación relacionadas a los centros urbanos chi-
nos se han caracterizado por un enfoque marcadamente jerárquico. Los gobiernos
locales ejercen un estricto control sobre las políticas de uso de suelo, mientras que
los planes de regeneración urbana usualmente definen intervenciones homogéneas
para grandes áreas de las ciudades, usualmente ignorando la presencia de estructuras
comunitarias más granulares localizadas originalmente en esas áreas (Wu, 2016). La
reurbanización trae a su vez ingeniería social; en algunos casos, ciertas comunida-
des locales vibrantes y bien organizadas son completamente rebasadas por los nue-
vos desarrollos que están diseñados con la finalidad de alcanzar niveles intensos de
actividad económica y vitalidad urbana.
diseño arquitectónico y políticas para la regeneración 171

La llegada de la transformación urbana china


En años recientes, China ha sido testigo de una mengua en su tasa de crecimiento
económico y en la subsecuente reducción en la urgencia por urbanizar. En algu-
nos casos donde la trama urbana tradicional aún está presente, ha surgido una sen-
sibilidad por la necesidad de tener un balance entre la reurbanización y la preser-
vación, aunada a la perspectiva de una creciente industria turística china. A pesar
de que la gentrificación es principalmente percibida como un fenómeno positivo,
provocando una mejoría sustantiva en las condiciones de vida de los ciudadanos
y la calidad urbana en general, hay un creciente conocimiento del hecho que las
transformaciones radicales pueden producir un impacto excesivo en las áreas his-
tóricas existentes (Figura 2).
Los gobiernos locales competentes están desarrollando bases de datos que con-
tienen inventarios precisos de las áreas históricas, lo que es en sí un hecho inno-
vador en un contexto que por mucho tiempo ha sido marcado por la carencia de
información confiable. Esta base de conocimiento puede garantizar el respeto de
objetos destacados dentro de la mancha urbana, como lo son artefactos históricos,
edificios con valor especial, como templos y jardines, etc. Sin embargo, aún hay
una falta de atención hacia las cualidades difusas de estos sectores urbanos, repre-
sentadas en la pequeña escala de la trama residencial, el carácter de las calles y
callejones, y el estilo de vida que éstos han acogido tradicionalmente.
La planeación jerárquica convencional y los procesos de transformación no
son, en cierto sentido, las herramientas más adecuadas para alcanzar resultados
balanceados. En el Occidente y más específicamente en las áreas urbanas eu-
ropeas, se han logrado los mejores resultados a través de una colaboración ex-
tensiva de las múltiples partes interesadas, tanto públicas como privadas, y por
medio de un proceso de transformación comparativamente “lento”, que es ca-
paz de adaptarse a las diferentes necesidades y expectativas de los sectores ur-
banos a través del tiempo. En cambio, la cultura de transformación urbana en
China ha sido caracterizada principalmente por intervenciones rápidas, enfoca-
das en alcanzar la máxima eficiencia y tener resultados tangibles y medibles de
manera inmediata. Sin embargo, parecería que los gobiernos locales están ad-
quiriendo la madurez cultural necesaria para iniciar procesos más a largo plazo
y más finamente adaptados.
Especialmente en el caso de los sectores históricos urbanos existentes, la pla-
neación tradicional puede ser complementada o totalmente sustituida por otras
herramientas de gobierno modernas, que establezcan no tanto una “forma” actual
esperada como resultado, sino la naturaleza y la organización del proceso que se de-
be desenvolver para poder alcanzar resultados más abiertos y flexibles (De Matteis,
2012). Este tipo de herramientas han sido usadas sucesivamente en varias ciudades
172 urbanismo progresivo o cómo producir ciudad para integrar

europeas de Inglaterra, Francia y Alemania, y han probado ser capaces de promover


resultados de alta calidad tanto en el caso de la reurbanización como en la creación
de nuevos desarrollos (De Matteis, 2010). Este tipo de herramientas como guía de di-
seño no han sido aplicadas en China, pero podría argumentarse que las condiciones
de algunos casos específicos son las adecuadas para establecer un proceso maduro
de gobernanza, donde las partes interesadas pueden trabajar juntas desde el inicio
para poder así establecer un manual de prácticas con la finalidad de orientar el pro-
ceso de transformación a lo largo de sus distintas fases.

Suzhou: un centro histórico piloto


De todas las ciudades más importantes de China, Suzhou, en la provincia de Jiang-
su, podría servir como un laboratorio de gran interés para la experimentación de tal
guía de diseño como herramienta. Actualmente, Suzhou es una ciudad en expansión
acelerada, con vibrantes sectores industriales, culturales y económicos. Sin embar-
go, a diferencia de otras grandes ciudades, aún acoge un área histórica de la ciudad
que no ha sufrido las profundas transformaciones que han afectado radicalmente a
la mayoría de otros centros urbanos (Figura 3).
La parte histórica de Suzhou tiene un origen muy antiguo y su ubicación en
el Gran Canal la transformó en un centro industrial, económico y cultural de los
más importantes de la China en la era premoderna. Durante la dinastía Sung (si-
glos x - xiii ), Suzhou experimentó un proceso de transformación urbana, con la re-
gulación de los sistemas hidráulicos y los canales que recorrían su área amuralla-
da (Johnston, 1983). En la actualidad, a pesar de la entubación de muchos de sus
antiguos canales, la estructura urbana todavía se caracteriza marcadamente por
la presencia de vías navegables y por una relación distintiva entre esa red fluvial
y la trama urbana.
En tiempos modernos, el profundo legado cultural de Suzhou la ha distinguido
del resto de las ciudades chinas. Movimientos de intelectuales conectados con la
tradición de la ciudad han apelado por la protección de su amplio patrimonio histó-
rico, por lo que el núcleo urbano tradicional ha sido salvado de los procesos de re-
novación a gran escala (Wang et al., 2015). Aun cuando muchos de los vecindarios
tradicionales fueron demolidos para dar paso a nuevos desarrollos, grandes áreas
de la trama urbana histórica aún existen en la actualidad y proveen un espacio pa-
ra los estilos de vida urbana que en cierta manera son “fósiles vivientes” de la épo-
ca premoderna de las ciudades chinas. Áreas como Changmen, en el borde oeste de
la parte histórica, o Pingjiang, en el borde este, son casos especialmente únicos de
una vida tradicional existente que no ha sufrido grandes transformaciones urbanas
durante el siglo xx .
diseño arquitectónico y políticas para la regeneración 173

Hoy en día, la previamente amurallada ciudad de Suzhou está protegida por le-
yes específicas y el buró local de Planeación está encargado de regular y autorizar
de manera estricta las actividades de construcción. Debido al vigoroso crecimiento
económico de la ciudad, la presión por urbanizar la zona histórica es muy eviden-
te y ciertos desarrollos recientes amenazan con perturbar el ambiente tradicional de
algunas áreas urbanas. Por esta razón, se puede argumentar que el centro histórico
de Suzhou, más que cualquier otra área urbana en China, puede servir como un la-
boratorio extraordinario para estudiar, desarrollar e implementar estrategias innova-
doras de reurbanización, que respondan a los intereses del gobierno local y logren
un balance entre el deseo de desarrollo y la atención hacia el patrimonio histórico
relevante, tanto en términos de trama urbana a pequeña escala como para los mo-
numentos y sitios individuales protegidos.

Estrategias de diseño
Las estrategias recientes de regeneración urbana en China, elaboradas por burós pú-
blicos de planeación, han estado enérgicamente orientadas hacia la protección y
mejoramiento de los centros históricos. A pesar de que la intención general puede
considerarse razonable, parecería que las políticas actuales en China, especialmente
aquellas relacionadas a los centros históricos, se enfocan sólo en dos aspectos prin-
cipales. Esto, desafortunadamente, deja pasar la oportunidad de activar de manera
real los procesos que mejorarían la calidad de vida durante la reurbanización. Estos
enfoques están principalmente dirigidos a:
1) Los problemas relacionados al transporte y la interconexión entre el cen-
tro histórico y el resto de la ciudad. Obviamente, esto es un punto importante
que puede generar una verdadera mejoría en los centros históricos, si se consi-
dera una manera correcta de replantear el sistema de accesibilidad. El proble-
ma es, sin embargo, la manera en la que las estrategias de planeación atacan
el problema, sin considerar un balance real del contorno urbano, y sólo ven al
centro histórico como un componente independiente que debe estar conecta-
do de mejor manera a las otras partes del sistema urbano. Sería necesario com-
prender la estructura del centro histórico como un sistema en sí, identificando
sus cualidades y diferencias, viéndolas como áreas de oportunidad para así ini-
ciar correctamente los procesos de transformación que realmente consideran la
estructura del centro histórico. Desgraciadamente, el resultado de un entendi-
miento incompleto de este fenómeno quizá lleve a la demolición de los bordes
entre los distintos sectores urbanos, o a la introducción de nuevos sistemas de
conexión que sólo resuelven parcialmente los problemas cruciales de accesibi-
lidad y conectividad.
174 urbanismo progresivo o cómo producir ciudad para integrar

2) Los encargados de la planeación invierten muchos recursos en la identifi-


cación de edificios como patrimonio histórico y en establecer las limitaciones
correctas para su protección. Evidentemente esto es necesario y representa un
enfoque positivo que permitirá que las políticas actuales de reurbanización en
China protejan de manera adecuada su patrimonio sin destruirlo, como sucedió
en la mayoría de las ciudades. Otro punto positivo en China, con gran relevancia
para el caso específico de Suzhou, es la introducción gradual del concepto de
protección de la trama urbana: un paso en la dirección correcta, si se conside-
ran los casos previos de destrucción de centros históricos. Nuevamente, el pro-
blema no es el objetivo, que parece razonable, sino la manera en la que se lleva
a cabo: algunos edificios son protegidos individualmente, pero se va dejando es-
pacio flexible entre ellos para oportunidades futuras de transformación. Lo que
falta con frecuencia es una escala intermedia, ya que la trama urbana no se con-
sidera generalmente como algo sujeta a ser protegida por sí misma. La oportuni-
dad real de una regeneración urbana con calidad podría comenzar al considerar
las partes individuales, pero sólo para explorar las oportunidades de una trans-
formación real a una escala urbana intermedia. Esto se puede lograr, por ejem-
plo, mediante la creación de conexiones a nivel de distrito, áreas peatonales o
espacios públicos.

Codificando por diseño


Las herramientas de guía para proyectos inteligentes son sistemas sofisticados que
pueden lograr resultados de alta calidad a lo largo de un largo periodo de tiempo, lo
cual es necesario para que los procesos complejos de transformación urbana pue-
dan llevarse a cabo. Particularmente, estas herramientas pueden proveer cierta orien-
tación para los espacios urbanos como un todo, no sólo como edificios individua-
les diseñados por diferentes arquitectos. Esto es de gran importancia cuando la tarea
consiste en revitalizar o renovar distritos históricos, donde la calidad del espacio es-
tá definida de manera equitativa por el patrimonio arquitectónico, los espacios pú-
blicos donde se encuentra y los estilos de vida urbana contenidos en ellos. La posi-
bilidad de alcanzar una relación balanceada entre los vértices de este triángulo ideal
yace en la dimensión de un proceso participativo que no puede descender jerárqui-
camente sólo de un buró de planeación.
Durante el proceso, los diseñadores frecuentemente juegan un papel central,
trabajando lado a lado con los gobiernos locales, los desarrolladores privados
y las comunidades locales. Poco a poco, las prácticas de participación se han
arraigado en los contextos urbanos en China y requieren una presencia activa de
diseño arquitectónico y políticas para la regeneración 175

los diseñadores, que en la mayoría de los casos son los únicos capaces de coor-
dinar los diferentes aspectos del proceso. Los diseños arquitectónicos por sí so-
los pueden representar momentos importantes para la discusión compartida de
los procesos de transformación: de hecho, los proyectos piloto pueden servir co-
mo oportunidades para recabar las opiniones y los puntos de vista de todas las
partes interesadas.
En este sentido, la creación de códigos de diseño también puede convertirse en
un ejercicio de inducción: al extrapolar las indicaciones generales de un proyec-
to piloto, es posible establecer los aspectos en los cuales orientarse y lo que pue-
de ser considerado como prácticas apropiadas para un sector urbano específico,
con base en sus peculiaridades sociales y de espacio. Las características de un di-
seño experimental, que deben haber sido discutidas y elaboradas de manera parti-
cipativa, pueden convertirse entonces en la base de las herramientas compartidas
creadas con el objetivo de regular la transformación urbana con una perspectiva
de mediano a largo plazo.

Figura 1. Calle Jinghan, Wuhan. La renovación urbana ha consistido en la restauración de los


edificios históricos, con una sustitución significativa de las actividades previas.
176 urbanismo progresivo o cómo producir ciudad para integrar

Figura 2. Calle sur Zhong Shan, Hangzhou. La conversión de la calle a ser exclusivamente
peatonal ha transformado el vecindario a uno mayormente comercial; no obstante, se preser-
va la trama urbana existente.

Figura 3. Callejón en Changmen, Suzhou. Una trama urbana tradicional casi en estado origi-
nal, que no ha sido sujeta a ninguna intervención mayor.
diseño arquitectónico y políticas para la regeneración 177

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ban China. Urban Affairs Review, 52(5).
Ecosistema urbano resiliente:
Estrategia de Resiliencia para la Ciudad de México
m ó n i ca a r z o z ca n a l i z o . u n i v e r s i da d a n á h u a c m é x i c o

Resumen
La resiliencia se refiere a la capacidad de las personas, comunidades, empresas y sis-
temas que se encuentran dentro de una ciudad para sobrevivir, adaptarse y crecer,
independientemente de los tipos de tensiones crónicas e impactos agudos que ex-
perimenten.1
En 2013, la Ciudad de México (cdmx ) fue elegida para formar parte de la Iniciati-
va 100 Ciudades Resilientes (100rc , por sus siglas en inglés), promovida por la Fun-
dación Rockefeller, la cual busca que dichas ciudades estén preparadas para la cons-
trucción de resiliencia urbana en torno a los desafíos sociales, económicos y físicos
del siglo xxi .
La elaboración de la estrategia de resiliencia sigue una metodología consistente
en la red de ciudades de 100rc , conformada por tres fases de trabajo que iniciaron
en marzo de 2015. El desarrollo de la estrategia se dio a través de un proceso partici-
pativo, mediante el acercamiento y la consulta a actores del sector público, privado,
organizaciones no gubernamentales (ong ) y la comunidad científica para asegurar
la inclusión de diversas perspectivas, prioridades y fuentes de información.
Como parte de la Fase I, se realizó una revisión de documentos de gobierno y li-
teratura, entrevistas semiestructuradas, encuestas, talleres y reuniones con expertos
para identificar y entender las principales tensiones, impactos y activos de la ciudad.
Como resultado de los trabajos desarrollados, se identificaron seis áreas focales o ejes
de acción, en los cuales se profundizó en la Fase II. Para ello se establecieron grupos
de trabajo conformados por expertos de diversos sectores a fin de desarrollar las pro-
blemáticas y áreas de oportunidades específicas de cada temática.
Mediante la integración de los resultados, y un análisis de éstos a partir del crf
(Marco conceptual de resiliencia urbana, herramienta brindada por 100 Resilient Ci-
tites), se identificaron las debilidades, áreas de oportunidad y relación entre los im-
pactos y tensiones, así como las acciones que deben ser impulsadas para atender los

1  Ciudad de Mexico. (2016). Estrategia de Resiliencia para la Ciudad de México. Ciudad de México: n a .

‹ 178 ›
estrategia de resiliencia para la ciudad de méxico 179

principales retos de resiliencia a los que se enfrenta la cdmx . La Estrategia de Resi-


liencia para la Ciudad de México tiene como objetivos identificar las oportunidades
y definir las prioridades para la construcción de resiliencia urbana. Para el desarrollo
de cada eje se establecieron metas, acciones específicas y actividades que buscan
impulsar la resiliencia en la Ciudad de México. A partir de este proceso se determi-
nó trabajar sobre cinco ejes:

• Fomentar la coordinación regional.


• Impulsar la resiliencia hídrica como nuevo paradigma para el manejo de agua
en la cuenca de México.
• Planear para la resiliencia urbana y territorial.
• Mejorar la movilidad a través de un sistema integrado, seguro y sustentable.
• Desarrollar la innovación y capacidad adaptativa.

El desarrollo de la Estrategia de Resiliencia para la Ciudad de México fue el resultado


de un trabajo en equipo multidisciplinario entre la Ciudad de México y el equipo de
100 Resilient Cities en la Ciudad de México, de la mano de aecom y a911.

Palabras clave: resiliencia, ecosistemas urbanos, Ciudad de México, estrategia de re-


siliencia, 100 Resilient Cities, vulnerabilidades

Abstract
Resilience refers to the capacity of individuals, communities, enterprises, and sys-
tems within a city, to survive, adapt, and grow, notwithstanding the chronic stresses
and acute impacts experienced.
In 2013, Mexico City was selected to be part of the initiative called 100 Resilient
Cities (100rc ) of The Rockefeller Foundation, which is an opportunity for cities to
expand their urban resilience efforts and capabilities in view of the social, economic
and physical challenges of the 21th century. The cdmx Resilience Strategy is being
developed as part of this initiative to address the challenges facing the city through
five pillars or guiding principles.2
The preparation of a Resilience Strategy within the 100rc framework follows a con-
sistent methodology through three development phases that started in March 2015. To
ensure the inclusion of the diverse stakeholders, priorities and sources of information,

2  Ciudad de Mexico. (2016). Estrategia de Resiliencia para la Ciudad de México. Ciudad de México: n a .
180 urbanismo progresivo o cómo producir ciudad para integrar

the development of the Resilience Strategy has taken place thorugh a participatory pro-
cess that involved public and private institutions, as well as the civil society.
As part of Phase I, the team led a thorough review and analysis of existing go-
vernment documents and literature, conducted semi-structured interviews, surveys,
workshops, and meetings with subject experts to identify and understand the main
stresses, impacts and assets of the city. This identified areas of opportunity specific to
the six focal areas which where addressed in detail during Phase II.
The combined results of Phases I and II allowed the identification of weaknesses,
areas of opportunities, the relationship between impacts and stresses, and actions
that should be fostered to address the main resilience challenges faced by cdmx . This
process identified five pillars to support further work:

• Foster regional coordination


• Promote water resilience as a new paradigm to manage water in the Mexico
basin
• Plan for urban resilience and regional resilience
• Improve mobilty through an integrated, safe and sustainable system
• Develop innovation and adaptative capacity

The Resilience Strategy for Mexico City was developed by a multidisciplinary team
involving the Mexico City government and the Mexico City 100 Resilient Team, with
the support of aecom and a911.
Keywords: resilience, urban ecosystems, Mexico City, strategy. impacts, stresses,
100 Resilient Cities

Se estima que más de la mitad de la población mundial habita en las ciudades y se


espera que para el año 2025, cerca de un 90% de la población viva en ellas ( ocde ,
2013). Habitamos en un planeta cada vez más urbanizado, donde los desafíos y ten-
siones que plantean la degradación ambiental, el cambio climático y la desigualdad
social ponen de manifiesto la vulnerabilidad de las ciudades. No cabe duda de que
la existencia de las ciudades ha transformado la forma en que los seres humanos ha-
bitamos, nos desarrollamos y coexistimos con el entorno. Sin embargo, en ocasio-
nes nos olvidamos del impacto de éstas sobre las zonas no urbanizadas del planeta
y todos los otros seres vivos que en ellas habitan.
Diversos autores argumentan que para comprender el impacto generado por las
ciudades en el resto de los sistemas, es necesario entender el funcionamiento de és-
tas desde un enfoque ecológico. La idea de considerar a la ciudad como un sistema
estrategia de resiliencia para la ciudad de méxico 181

vivo o ecosistema no es nueva, ya que tienen un funcionamiento análogo. Las ciuda-


des son ecosistemas abiertos y dinámicos que consumen, transforman y liberan ma-
teriales y energía. Se desarrollan, adaptan, están determinados por el ser humano, y
a su vez interactúan. Así como un ecosistema natural se puede describir por sus flu-
jos y autosuficiencia, los ecosistemas urbanos se caracterizan por la intervención to-
tal del hombre y se pueden descifrar a través del entendimiento de éstos como parte
de una red de sistemas codependientes.
Al pensar en las ciudades como ecosistemas urbanos dependientes de una red se
puede decir que las ciudades son el reflejo del funcionamiento y fluidez de la misma
y que, por lo tanto, lo que pase o deje de pasar en alguno de éstos tiene implicacio-
nes directamente, en cierta medida, sobre toda la red de ecosistemas.
A aquellos sistemas que mejor han resistido o han sabido adaptarse a nuevos es-
cenarios se les conoce como ecosistemas resilientes. La palabra resiliencia tiene su
origen en el término latín resilio que significa “volver atrás, volver de un salto o re-
botar”. Es una propiedad de los ecosistemas y también es la capacidad que tienen
éstos de anticiparse ante efectos que afectarán su estructura y dinámica.
El concepto de resiliencia asociado a los ecosistemas naturales y sociales fue
primeramente introducido por C. S. Holling, quien en 1973 publicó Resilience and
stability of ecological systems (Holling, 1973), donde distingue las propiedades
fundamentales para comprender el fenómeno de resiliencia. La primera es la “esta-
bilidad de los sistemas” y su habilidad para retornar a su estado de equilibrio des-
pués de cierto evento. La segunda es la habilidad de los ecosistemas para absorber
cambios y disturbios generados por eventos aleatorios, así como la capacidad de
mantener una relación de equilibrio entre población (seres vivos) y otras variables
(Pelling, 2003).
En los ecosistemas urbanos, la resiliencia se entiende como la capacidad de las
urbes o comunidades para responder y adaptarse a una posible alteración de su en-
torno. Ésta depende directamente de la vulnerabilidad y sus sistemas y redes, pero
también influye la manera en que éstos, desde sus inicios y a lo largo del tiempo, se
han ido desarrollando e interconectando a distintas escalas.
Caracterizadas por generar sus propias condiciones independientemente del en-
torno, las ciudades son ecosistemas que resultan altamente vulnerables. Como un
ecosistema artificial, compuesto por una comunidad de organismos vivos (seres hu-
manos, animales y plantas, entre otros) y no vivos (la forma urbana, construcciones,
calles, etc.), las dinámicas, protocolos y distintas maneras de coexistir y compartir
un mismo ecosistema, dictamina el grado de vulnerabilidad de una ciudad. En otras
palabras, la forma y materialidad urbana de una ciudad, de la mano de sus habitan-
tes, sus costumbres y comportamientos, tienen o no la capacidad de mitigar o poten-
cializar los impactos a los que ésta se enfrenta.
182 urbanismo progresivo o cómo producir ciudad para integrar

Dicho esto, se podría argumentar que una traza urbana que se desarrolló de ma-
nera natural, a través del tiempo, como respuesta a las necesidades sociales, econó-
micas y políticas de los seres vivos que en él habitan, probablemente tenga mayor
capacidad de adaptarse a nuevas condiciones que una traza urbana que se desarro-
lló como consecuencia de un plan maestro guiado únicamente por la visión de un
pequeño grupo de personas. Una ciudad con un largo proceso de desarrollo o cons-
trucción en su historia, probablemente ya se ha tenido que reinventar y readaptar en
varias ocasiones, ha ido adquiriendo el conocimiento y las herramientas para hacer-
lo. En cambio, una ciudad construida arbitrariamente en medio de la nada, no se sa-
be cómo va a responder y si va a ser capaz de hacerlo de manera resiliente.
Sin embargo, los efectos producidos por el aumento de población y la expansión
urbana, además de los conflictos sociales, políticos y estabilidad financiera, han de-
bilitado y en ocasiones fragmentado los sistemas de los ecosistemas urbanos indepen-
dientemente de la manera en que éstos se desarrollaron. La necesidad de conservar y
mantener las funciones y servicios necesarios para el bienestar urbano han llevado a
distintos asentamientos urbanos a autodesarrollar la capacidad de cambiar, adaptar-
se y transformar sus sistemas en respuesta a diferentes situaciones de crisis en busca
de un punto de equilibrio, no siempre de una manera exitosa.
No existe una regla o método universal que haga a un asentamiento urbano me-
nos vulnerable y más resiliente. Un pensamiento y entendimiento integral de los
sistemas que componen a una ciudad puede abrir la discusión hacia el camino
adecuado. Un ecosistema urbano resiliente debe estar compuesto por “sistemas
adaptativos complejos”, capaces de autoorganizarse ante shocks, generar cambios
internos para “aguantar” y conservar la calidad de vida, pero cambiando su estruc-
tura (Arzoz, 2015). Ser resiliente significa no sólo resistir ante un cambio, sino tam-
bién adaptarse al nuevo escenario, lograr un nuevo equilibrio que mantenga las
funcionalidades del sistema y calidad de vida de sus habitantes. Por ejemplo, una
ciudad ubicada en un puerto debe tener la infraestructura necesaria que le permi-
ta la capacidad de afrontar tsunamis, inundaciones o grandes tormentas de manera
resiliente, sin alterar el funcionamiento de sus sistemas. El caso de la ciudad de Nue-
va York en 2012 evidencia esto, pues la ciudad no tuvo la capacidad de responder
de manera inmediata ante el huracán Sandy. Hoy en día, tras desarrollar la Estrate-
gia de Resiliencia, de la mano de 100 Resilient Cities Rockefeller Foundation, 3 la
ciudad está en proceso de implementar una serie de medidas y proyectos que, de
ser exitosos, impulsarían la resiliencia de la ciudad.
En el caso de la Ciudad de México, conocida globalmente por su complejidad
urbana, social y económica, es evidente que la desconexión y sobreimposición del

3  Véase http://www.100resilientcities.org/
estrategia de resiliencia para la ciudad de méxico 183

ecosistema natural y el ecosistema urbano se interponen continuamente en la cali-


dad de vida y experiencia urbana de sus residentes. La Ciudad de México ha logra-
do desarrollar la capacidad de sobrevivir y adaptarse, a pesar de crecer de manera
descontrolada, estar construida sobre un suelo lacustre y haber presenciado conflic-
tos sociales a través de su historia. Sin embargo, sigue siendo altamente vulnerable a
distintas problemáticas, como por ejemplo el terremoto de 1985 y las múltiples cri-
sis económicas.
Hoy en día, la inequidad social, el crecimiento descontrolado de la mancha ur-
bana y la ironía de una ciudad que se hunde, se inunda y a su vez no es capaz de
satisfacer servicios básicos como el agua, no tiene la capacidad para afrontar sus
problemáticas. Si el objetivo es fortalecer la capacidad de afrontar y resistir a las pro-
blemáticas y fuerzas externas, se necesita abrir el diálogo entre la forma urbana, el
entorno natural y los seres vivos que en ella habitan. No se debe seguir pensando en
construir ciudad sin tomar en cuenta la gran problemática que implica el estar so-
bre lo que fuera un lago. Al igual que se debe pensar en maneras de frenar el espar-
cimiento de la mancha urbana que hace de esta ciudad un ecosistema cada vez me-
nos sustentable en todas sus aristas, desde la gran problemática de movilidad, hasta
el reto político que representa una ciudad dividida socialmente. La ciudad, aunque
sobrevive, aún sigue en busca de un punto de equilibrio.
Sabemos que las ciudades cambian constantemente, ya sea de forma lenta y gra-
dual o repentinamente como respuesta a fuerzas externas. Sin embargo, lo que cree-
mos saber y que, a pesar de la multiplicidad de teorías e ideologías que existen no
hemos logrado entender, es cómo intervenir y dar respuesta a estos cambios desde
el punto de vista urbanístico y arquitectónico. No sólo la Ciudad de México continua
generando infraestructuras y desarrollos enfocados a la movilidad del automóvil, es-
to sigue pasando en varias ciudades del mundo. Tampoco es propio de la Ciudad de
México la continua incógnita de cómo atender la falta de vivienda social sin caer en
la creación de comunidades cerradas, alejadas del centro de la ciudad, que fomen-
tan la inequidad social, el racismo y la pobreza.
Como acertadamente afirma Aldo Rossi, “Las ciudades son objetos creados por
el hombre” (Rossi, 1982) y, como tales, su desarrollo físico y social se desenvuelve
como consecuencia de decisiones y deseos de la sociedad que en ellas habita. Por
ende, la morfología y estética de una ciudad está dictada por el imaginario colecti-
vo de lo que se concibe como estéticamente bello y no por su funcionalidad y flui-
dez urbana, económica y social.
Recientes eventos geopolíticos a nivel global han impactado la manera en que
nos relacionamos e interactuamos, representando una amenaza global al intercam-
bio social, comercial, cultural e intelectual entre naciones, ciudades e individuos. La
resiliencia urbana que comenzaba a deslumbrarse como asequible en distintas ciu-
184 urbanismo progresivo o cómo producir ciudad para integrar

dades del mundo se enfrenta a una nueva realidad. Una era en la que las fronteras
políticas han reconquistado su lugar en la historia, han revivido fenómenos sociales
como el racismo y la tolerancia, que únicamente suman a las problemáticas y com-
plejidades urbanas ya existentes. Sistemas, redes y dinámicas urbanas, que ya tenían
un lugar en los procesos globales, se ven de regreso a la escala local. Si nuestro obje-
tivo como arquitectos es hacer ciudad de una manera resiliente, debemos pensar más
allá de la frontera política de ésta y tomar a los territorios de los que ésta subsiste, en
recursos tanto sociales como materiales, como parte de un sistema interconectado.
La resiliencia de una ciudad se debe manifestar en la calidad de vida de los seres
vivos que en ella habitan y en la relación del ecosistema con su entorno. Un ecosis-
tema urbano es complejo por naturaleza, mientras más interacciones hay en un sis-
tema determinado, más complejo resulta. Una ciudad es asimilable a un texto que
todos escribimos a diario, la resiliencia es un proceso que se debe reinventar y crear
a diario. Construir un ecosistema urbano resiliente implica tomar como base lo exis-
tente, entender la complejidad de sus sistemas, transformarlos a favor de una concep-
ción más dinámica, flexible y fluida, sin interrumpir su funcionalidad. Abrirnos a los
cambios, alteraciones y modificaciones de la actualidad para adaptarnos al mañana.

Referencias
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LA VIVIENDA COMO SOPORTE
DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL
Breve introducción a la vivienda
como soporte de transformación social
l u c í a m a r t í n l ó p e z . u n i v e r s i da d a n á h u a c m é x i c o

“Ningún elemento básico de la arquitectura de los edificios se transforma indepen-


dientemente de los hábitos y deseos de los que los habitan”, indica Xavier Monteys
en su artículo “¿Cómo se ha modificado la idea de habitar?” (Monteys, 2014), mien-
tras que Amman y Roig en “Modos de vida” señalan que: “La cotidianidad supera la
arquitectura […] En la mayoría de los casos, unas cuantas instalaciones se han su-
perpuesto a los esquemas espaciales vigentes desde el Movimiento Moderno, pero
todo sigue obedeciendo a los mismos patrones” (Amann y Roig, 2009).
Partiendo de estas premisas contrapuestas sobre la adaptación de la vivienda en el
tiempo a las modificaciones de los habitantes, numerosas preguntas surgen a la hora
de elaborar este bloque temático en torno a la vivienda y su relación con el binomio
arquitectura y sociedad: ¿Cuál es el impacto que tienen las transformaciones socia-
les sobre los habitantes? ¿Es posible que por ende éstas afecten a la vivienda? ¿Pue-
den las políticas afectar de manera directa el espacio residencial? ¿Influye la tecno-
logía y los medios de comunicación en los modos de habitar, transformándolos? ¿La
mutación de nuestras formas de socialización y de individualización transforman no
sólo los espacios públicos si no también la esfera de la vivienda? Lo que lleva a pen-
sar, ¿dónde se encuentra actualmente el límite de la vivienda? ¿Es éste únicamente
un límite físico o se puede ampliar virtualmente? ¿Es posible que las dinámicas pro-
ducidas por crisis globales puntuales o crisis locales endémicas hayan modificado
nuestros hábitos? Y si es así, ¿de qué manera? ¿Se ha llegado a alterar la organización
del hogar debido a las transformaciones de las unidades de convivencia? Es decir,
mediante la evolución de la familia de estructura nuclear y patriarcal a la compleja
y diversa familia postmoderna (Montaner, 2014), donde se ha modificado la gober-
nanza hacia estructuras menos jerárquicas y han evolucionado los roles de género.
Todas estas preguntas y planteamientos desembocan en una inquietud fundamen-
tal a la cual tratan de responder desde distintos enfoques los artículos recopilados en
este bloque temático. ¿Está preparada la casa para albergar en el transcurso del tiempo
éstos y otros cambios socioeconómicos a diferentes escalas? Es decir, si la manera en
la que la vivienda responde a estos cambios es como un soporte que alberga una “es-

‹ 187 ›
188 la vivienda como soporte de transformación social

cenografía” creada en realidad por sus habitantes y esta última es la que realmente se
adapta a estas variaciones. O si, por otro lado, los proyectistas, constructores y auto-
constructores de la vivienda contemporánea han sido capaces de integrar las dinámi-
cas mencionadas en el párrafo anterior aportando nuevos paradigmas habitacionales
traducidos en sistemas de gestión alternativos, formas de diseño incluyente o exclu-
yente o tipologías residenciales capaces de transfigurarse en sí mismas.
Evidentemente, este bloque temático no puede responder a todas estas pregun-
tas, por lo que el acercamiento al tema es parcial, restringiendo además el ámbito
de estudio temporalmente en torno a la vivienda social desarrollada desde la dé-
cada de los sesenta hasta la actualidad y haciendo especial hincapié en casos la-
tinoamericanos.
La rehabilitación de la vivienda definida a través de procesos de participación
centrados en la sustentabilidad y la inclusión que permiten empoderar a ciertos gru-
pos sociales (de Anahí Ramírez Ortiz); confrontada con un tipo de agrupación de vi-
vienda que se blinda aislándose al resto de la sociedad y creando un mundo artificial
dentro de ella, transformándose en una herramienta de exclusión premeditada hacia
ciertos sectores de la población (de Carolina Magaña Fajardo); o, por el contrario,
la redefinición de los límites del espacio privado, colectivo y público en la vivienda
(de Juan Carlos Bamba Vicente y Alejandro Costa Sepúlveda), entendidos como pro-
ducto de la hibridación que se da al insertar “tácticas” de la ciudad informal (cons-
truida por los habitantes) en los conjuntos de vivienda formal (diseñados estratégi-
camente por un técnico) son algunas de las aproximaciones a este tema que abren
un abanico de múltiples posibilidades en el entendimiento de la vivienda como un
ente que es adaptado en respuesta a unas necesidades sociales muy concretas y que
en todos los casos mostrados responde a las problemáticas y circunstancias locales.

Referencias
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Recuperado de http://habitar.upc.edu/2014/06/17/modificado-idea-habitar/ (Consulta: 31
de julio, 2017).
Las oportunidades para la igualdad de género
de la vivienda sustentable
anahí ramírez ortiz. cooperación alemana
a l d e s a r r o l l o s u s t e n ta b l e e n m é x i c o

Resumen
Las posibilidades de disminuir la desigualdad de género en la vivienda deben con-
siderar no sólo acciones que promuevan mitigar los problemas de violencia y haci-
namiento sino también establecer acciones afirmativas que apoyen a que los grupos
vulnerables tengan acceso a información y a programas de fomento a la vivienda aun
cuando éstos no son personas sujetas a créditos. Entre los años 2014 y 2016 se reali-
zó un proyecto piloto para promover la rehabilitación energética a través de la nama
de vivienda existente entre el gobierno mexicano y la Cooperación Alemana al De-
sarrollo Sustentable en México (giz ). Este ejercicio sirvió para proponer acercamien-
tos puntuales con ciertos grupos de la población, promoviendo la eficiencia energé-
tica como un medio para mejorar las condiciones de las familias mexicanas y dejó de
manifiesto los cobeneficios que se pueden obtener al dar seguimiento a actividades
de sensibilización y comunicación sobre el cambio climático y el ahorro de energía
y agua. A partir de esta experiencia se han desarrollado conceptos, herramientas y
proyectos que servirán para ayudar a las iniciativas del país a mejorar las condicio-
nes de los hogares mexicanos.

Palabras clave: vivienda sustentable, género, desigualdad, cambio climático, aho-


rro, impacto social

Abstract
Between 2014 and 2016, a pilot project was carried out to promote energy reha-
bilitation through the nama housing retrofit; the Project was executed between
the Mexican government and the German Cooperation for Sustainable Develop-
ment in Mexico ( giz ). This exercise served to propose specific approaches to cer-
tain groups of society aimed at promoting energy efficiency as a means to impro-
ve the living standards of Mexican families, and underline the benefits that can be

‹ 189 ›
190 la vivienda como soporte de transformación social

obtained by following up social awareness and communication activities on clima-


te change and how to save energy and water. The outcome of this pilot exercise
has served to confirm that it is possible to reduce the gender inequality in housing
areas by proposing affirmative actions that support vulnerable groups, and giving
access to information and technical assistance for the improvement of their homes
through energy efficiency.

Keywords: sustainable housing, gender, inequality, climate change, savings, social


impact

Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social


(Coneval), la reconfiguración de los hogares mexicanos y el papel de las mujeres re-
fleja cambios graduales de ciertos estereotipos, por ejemplo, en el año 2012 por ca-
da 100 hogares cuyos jefes de familia eran hombres, 30 eran dirigidos por una mu-
jer, situación que va en aumento y que es relevante, ya que se relaciona de manera
directa con la participación femenina con el mercado laboral y las dificultades a las
que se enfrentan para poder proveer a los hogares de recursos materiales y huma-
nos que garanticen la subsistencia de las familias. Las características de dichos ho-
gares son más vulnerables, cuentan con un mayor número de integrantes, mayores
necesidades, mayor número de miembros dependientes y mayores condiciones de
pobreza (Coneval, 2012).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo ( enoe ), 20.8 mi-
llones de mujeres entre 15 y más años formaban parte de la población económica-
mente activa en el año 2016. De las mujeres ocupadas, 23.3% son autoempleadas,
2.3% son empleadoras, 7.5% no recibe remuneración por su trabajo y 33.8% no
cuenta con prestaciones laborales (Coneval, 2012). En el caso de la vivienda, 25%
de los hogares mexicanos son liderados por mujeres, éstas perciben un salario has-
ta 30% menor que los hombres y no son dueñas de las escrituras de sus hogares, só-
lo 42% son propietarias; además, debido a las condiciones de acceso a actividades
económicas y prestaciones laborales más de 50% de las casas son obtenidas con re-
cursos propios, autoconstruidas y sin títulos legales (Conapo, 2016). Cabe mencio-
nar que de los 31.6 millones de hogares del país, 8.9 millones se encuentran en re-
zago habitacional (Conavi, 2016); estos hogares carecen de condiciones adecuadas
y los recursos necesarios para abastecerlos, como la energía y el agua, son más di-
fíciles de obtener. Actualmente, el sector residencial es responsable de 16.2% del
consumo de energía del país y de la producción de 4.9% de todas las emisiones de
co 2 (Fundación idea , 2013).
las oportunidades para la igualdad de género de la vivienda sustentable 191

La Ley de Vivienda establece en el artículo 3:

La provisión de la Ley debe ser aplicada bajo los principios de equidad, inclusión social,
de manera que cualquier persona, sin importar su origen étnico, edad, género, discapaci-
dad o condición económica y social, condición física, de religión, opinión o preferencias
pueda practicar su derecho constitucional de adquirir una vivienda.

Es obligación del Estado proveer a la población de un lugar asequible y digno don-


de pueda realizar sus actividades del día a día (Ley de Vivienda, 2015). Además, el
Plan Nacional de Desarrollo 2012-2018 establece como eje transversal la perspec-
tiva de género, por lo que todos los programas e instituciones del gobierno deberán
promover la igualdad entre hombres y mujeres (Inmujeres, 2013).
Para cumplir con este mandato se han realizado acciones relacionadas con la de-
sigualdad de género, por ejemplo, al dar acceso a créditos para la construcción o am-
pliación de áreas habitacionales, con la finalidad de disminuir la violencia, como es
el programa “Un cuarto más”, cuyos objetivos son ofrecer espacios libres de violen-
cia a niñas y adolescentes, reducir las brechas urbanas al mejorar la calidad de vida
al interior de las ciudades y contribuir al abatimiento de la carencia por acceso a ca-
lidad y espacio de las viviendas (sedatu , 2016); empero las políticas no sólo deben
promover la disminución del hacinamiento, sino también considerar acciones trans-
versales que fomenten la posibilidad de que las mujeres (particularmente las jefas de
familia) puedan tomar decisiones respecto a la condición de sus viviendas y que las
personas que no son sujetos disponibles a crédito puedan acceder a programas pa-
ra la compra y mejoramiento de sus casas, de manera que no sólo cuenten con es-
pacios, sino que además éstos sean confortables y les permitan ahorrar dinero para
otras actividades, y así disminuir sus condiciones de pobreza.
En el año 2014 y hasta 2016, la Cooperación Alemana al Desarrollo Sostenible
en México ( giz ) apoyó a la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) a desarrollar
la nama de vivienda existente y a ejecutar un proyecto piloto en la ciudad de Méri-
da, Yucatán. Las nama son las Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación por
sus siglas en inglés y son actividades voluntarias cuyo fin es reducir las emisiones
de gases efecto invernadero ( gei ) en países en desarrollo. México es el primer país
en realizar una acción como ésta y la nama es la más desarrollada en el mundo.
Los objetivos de la nama son promover estándares de eficiencia energética esca-
lables, apoyar a que el gobierno cree programas para la población a fin de fomen-
tar el desarrollo económico, social y de cuidado al medio ambiente a través de la
vivienda social (Conavi, giz , 2014) y promover la rehabilitación energética del par-
que habitacional existente.
192 la vivienda como soporte de transformación social

Los objetivos generales de este proyecto piloto fueron:

• Plantear medidas costo-eficientes para la rehabilitación de vivienda, incluyen-


do a la eficiencia energética.
• Conocer los retos al lidiar con hogares habitados.
• Plantear procesos de comunicación con los usuarios finales.
• Evaluar la relación del costo y el beneficio de las medidas propuestas.
• Aportar información práctica al gobierno mexicano orientada a la creación de
programas de rehabilitación energética para la vivienda existente.

Durante la planeación del proyecto piloto, las instituciones involucradas en és-


te, Conavi, giz , Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores
(Infonavit) y Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica ( fide ), decidieron eje-
cutarlo en el Polígono 108 en Mérida, Yucatán, por ser un fraccionamiento de vi-
vienda social formal y porque existía una estrecha relación entre el Infonavit local
y la población.
Se decidió realizar dos talleres con los habitantes del Polígono para dar a cono-
cer información básica sobre el cambio climático, la vulnerabilidad de la población
a sus efectos; qué es la eficiencia energética; el tipo de acciones a corto, mediano
y largo plazos para reducir el consumo de electricidad, gas y agua en el hogar; los
programas de fomento a la vivienda promovidos por el gobierno federal, y las acti-
vidades del proyecto piloto, así como la manera de elegir las viviendas a intervenir.
No existió un planteamiento inicial de cómo abordar a la población ni cómo
lograr la participación de las familias en los talleres y en el proyecto piloto, sólo
se sabía que el contacto con la gente y el uso de un lenguaje sencillo y claro eran
fundamentales para transmitir los intereses de las instituciones relacionadas y lo-
grar los objetivos del proyecto.
Conforme se fueron visitando las casas del fraccionamiento y preparando los
talleres, se evidenció la relevancia del apoyo por parte de los líderes del Polígono
para poder establecer contacto con sus moradores. En esta colonia son mujeres las
líderes barriales y a través de ellas se logró la vinculación con la comunidad veci-
nal. Una vez que se conformó el equipo de trabajo (integrado, sin haberse planeado
así, casi exclusivamente por mujeres, hecho que posiblemente influyó a mejorar las
relaciones, ya que las amas de casa se sintieron en confianza y se entabló un lazo par-
ticular entre todos los habitantes del proyecto), se realizó una serie de actividades
paralelas a los talleres de sensibilización, con levantamientos y encuestas para ele-
gir las viviendas a intervenir. Dentro de los parámetros de elección se consideró que
las viviendas tuvieran un alto consumo energético, que no tuvieran modificaciones
las oportunidades para la igualdad de género de la vivienda sustentable 193

importantes a la arquitectura original, con un número alto de habitantes y que con-


taran con las escrituras de propiedad.
Una vez establecido el contacto con la gente de la colonia, el equipo de trabajo
reformuló el rol de las mujeres para fomentar que participaran de manera activa en
todas las fases del proyecto; ellas atendieron la mayor parte de las juntas, enviaron
la información sobre sus hogares, conocían las condiciones de éstos, su consumo
de electricidad, gas y agua, transmitieron la información sobre el proyecto piloto a
los demás miembros de la familia e iniciaron a modificar sus hábitos en el hogar de
manera que pudieran ahorrar agua y energía.
Este contacto fue clave para conocer cómo se relaciona la población del Polígo-
no 108 y para considerar los roles de los hombres y las mujeres en su planeación.
Los horarios de los talleres y visitas de trabajo se adecuaron al clima y a las activida-
des de la familia, la información se elaboró considerando el nivel socioeconómico
de los asistentes y especialmente se tomó en cuenta que las mujeres no tuvieran una
carga de trabajo extra a la que ya tenían, enfatizando su papel en el hogar y las po-
sibilidades de obtener beneficios no sólo económicos sino también en su día a día
al participar en el proyecto.
Durante los talleres se dotó a la población de información básica sobre los riesgos
ante los efectos naturales, las causas que los ocasionan, la consecuencia de nuestra
forma de consumir y se explicó cómo modificar los hábitos para consumir menos re-
cursos, así como las acciones que podían realizar para mejorar las condiciones de
sus hogares.
Un año después de la realización de los talleres, se hicieron visitas al Polígono y
las familias participantes comentaron los beneficios económicos y de confort al inte-
rior del hogar después de realizar las acciones aprendidas; algunos comentaron que
sus recibos de luz disminuyeron hasta un 50% durante el verano.
Se eligieron nueve viviendas debido al costo que implicaba realizar acciones de re-
habilitación energética, se les solicitó a las familias que guardaran los recibos de luz,
agua y gas de manera que sirvieran de referencia para conocer el comportamiento de
sus viviendas. Hubo un seguimiento puntual con cada familia participante durante el
proceso de rehabilitación de las casas y se pudieron constatar ahorros inmediatos con
acciones simples en el hogar y a partir de la transformación de sus hogares.
Se propusieron seis paquetes de mejora para los distintos tipos de vivienda. Debi-
do al tiempo y al presupuesto, se decidió probar dos de éstos. Las medidas incluían
el cambio de ventanas, el sombreamiento, instalación de equipos ahorradores de
agua, cambio de iluminación, elementos de ventilación en muros y techos, aisla-
miento térmico y la colocación de pintura reflectiva.
La rehabilitación de las viviendas tuvo una duración de casi seis meses y fue ne-
cesario el acompañamiento de gente de la giz a los grupos de trabajo locales con
194 la vivienda como soporte de transformación social

cada familia beneficiaria, esto para evitar malentendidos entre los albañiles y los
usuarios, para dar confianza al momento de intervenir los hogares, explicar el pro-
ceso constructivo y atender cualquier preocupación de algún miembro durante la
construcción.
A pesar de que el proyecto piloto no consideró tener equipos especializados pa-
ra el monitoreo de los impactos del proyecto, la población realizó de manera inde-
pendiente mediciones en el interior de sus viviendas y mandó información al equipo
de trabajo de la giz . Entre los cambios significativos se puede mencionar que la tem-
peratura al interior en las temporadas más calurosas rondaron en los 8-12 grados, lo
que provocó disminución en el uso de aire acondicionado (cuando lo tenían) y en
poder cambiar los destinos del dinero ahorrado por esta acción.
Una vez concluida la obra de mejora, el equipo de giz dio una nueva capacita-
ción a las familias acerca del uso y mantenimiento de los hogares, de manera que
las intervenciones tuvieran una duración más prolongada.
Además del acompañamiento, el proyecto piloto sirvió para ejemplificar cómo
la capacitación y acompañamiento a las familias ayudaron a transformar la forma de
interacción de éstas, los miembros cambiaron sus hábitos de consumo y se creó con-
ciencia en su entorno acerca del cambio climático y el impacto de éste en su vida
diaria. A pesar de que el liderazgo de las familias era distinto entre cada una, la parti-
cipación de las mujeres aumentó durante el proyecto piloto. Se sintieron más seguras
al dar su opinión a los demás miembros de la familia, al pedir consejos al equipo de
trabajo acerca del tipo de intervenciones que podían hacer en sus hogares y en có-
mo guiar a los demás para ahorrar energía; por ejemplo, enseñaron a sus esposos, hi-
jos y nietos sobre el ahorro de energía y el cuidado del medio ambiente y cambiaron
los destinos de sus ahorros, poniendo la eficiencia energética como una prioridad.
La mayoría de la población beneficiaria es autoempleada, y una vez que conocie-
ron los beneficios del piloto preguntaron qué otras acciones eran factibles para sus
hogares y para aumentar sus ahorros; algunos de quienes ahorraron dinero ampliaron
sus hogares e incluso transmitieron con sus familiares lo aprendido durante el pro-
yecto piloto. Estos hechos son importantes ya que ayudaron a que el equipo de giz
entendiera las distintas dinámicas dentro de los hogares mexicanos y se dieran cuen-
ta de los impactos positivos de dar información y así modificar la interacción social.
Otro beneficio fue que las mujeres también transmitieron el conocimiento a otros
miembros de la comunidad que no participaron en el proyecto piloto, no sólo de la
colonia sino de la misma región, explicando su experiencia y las prácticas aprendi-
das, promoviendo en un mayor número de personas la búsqueda de acciones para
el mejoramiento integral de las viviendas.
La experiencia de este proyecto piloto ha sido clave para elaborar información
técnica y testimonial a fin de diseñar propuestas de capacitación y comunicación pa-
las oportunidades para la igualdad de género de la vivienda sustentable 195

ra el gobierno mexicano y para la creación de nuevos proyectos de cooperación in-


ternacional de manera que incluyan la perspectiva de género como eje transversal de
los programas de acceso y rehabilitación a la vivienda en México. En cuanto al finan-
ciamiento internacional, el proyecto sirvió para transformar la visión actual y así plan-
tear desde el inicio de los nuevos proyectos el interés por promover el empoderamien-
to de los grupos vulnerables no sólo a partir de la disminución del hacinamiento y de
la violencia sino también a través de la educación y la capacitación de la población.
Asimismo, se aprovecharon las actividades del proyecto a fin de desarrollar mate-
rial de sensibilización para el gobierno mexicano, que se puede conocer en el portal
www.micasaesmimundo.com. También se desarrolló una estrategia para la sensibiliza-
ción en rehabilitación energética de la vivienda con perspectiva de género. Cabe aña-
dir que la giz realizará un nuevo proyecto para la vivienda existente en el año 2018.
Este ejercicio, cuya finalidad inicial incluyó sólo la eficiencia energética, sirvió
para dejar de manifiesto que el desarrollo sostenible es un medio de transformación
social, ya que influye de manera positiva no sólo al crecimiento económico y pro-
tección al medio ambiente, sino también para eliminar la desigualdad social. Las ac-
ciones del gobierno requieren de una participación constante de la población con la
finalidad de ser exitosos y perdurar con el tiempo. Se pueden reducir muchos proble-
mas urbanos si se apoya a la población para que modifique sus hábitos y promueva
la colaboración entre sus miembros, con el apoyo de instituciones u organismos que
otorgan asistencia técnica. El papel de los hogares mexicanos es clave para transfor-
mar al país y detonar los cambios sociales y económicos necesarios que permitan
lograr un país más igualitario e incluyente.
196 la vivienda como soporte de transformación social

Figura 1. Equipo de trabajo


que inició las actividades
del proyecto piloto de la
n a m a de vivienda existente
(imagen de la autora).

Figura 2. Rehabilitación
paso a paso hacia el
óptimo desempeño
energético y ambiental,
resumen general de
ejemplos calculados para
el Diseño Técnico de la
nama ve. giz.

Plan maestro fruto de consultoría

Paso 3*
Pasos 1 y 2 + según clima: aislamiento térmico en muros,
hermeticidad ventilación controlada.
Paso 2
+ aislamiento térmico en techo, colector solar, ven-
tanas nuevas de alta calidad térmica (según clima),
sombreamientos, mejoradas.
Paso 1
Electrodomésticos altamente eficientes.
Línea base
Sólo medidas de mantenimiento urgentes, sin medidas
de eficiencia energética.

Figura 3. Primer taller


de sensibilización a
colonos del Polígono
108 (imagen de la
autora)
las oportunidades para la igualdad de género de la vivienda sustentable 197

Figura 4.
Segundo taller de
sensibilización
a colonos del
Polígono 108
(imagen de la
autora).

PAQUETE PAQUETE PAQUETE PAQUETE PAQUETE LOS PAQUETES DE


MEDIDA
1 2 3 4 5 MEJORAMIENTO NAMA
Cambio de Con apoyo de expertos, la c o n av i ,
electrodomésticos el i n f o n av i t y la g i z desarrollaron
cinco paquetes de mejora con base
Cambio de
ventanas en la rehabilitación paso a paso del
diseño técnico de la n a m a .
Colocación de
aislamiento
térmico en losas
y muros de mayor
asoleamiento

Colocación de
películas aislantes
en ventanas

Pintura reflectiva
en la envolvente

Cambio de
instalación
hidrosanitaria

Ampliación
horizontal o
vertical

Ventilación

Elementos
de diseño
bioclimático para
sombreamiento y Figura 5. Medidas propuestas
ventilación natural
para la eficiencia energética
del proyecto piloto. g i z .
198 la vivienda como soporte de transformación social

Figura 6. Proceso de
rehabilitación energética
de vivienda, Polígono 108,
Mérida, Yucatán (imagen
de la autora).

Figura 7. Construcción de
“Dientes de sierra” para
promover la ventilación
natural e instalación de
aislamiento de techo en
muros (imagen de la autora).

Figura 8. Vivienda
rehabilitada, Polígono
108, Proyecto Piloto
n a m a Vivienda Existente.
Marco Casado.
las oportunidades para la igualdad de género de la vivienda sustentable 199

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room.unfccc.int/es/noticias/final-cop21/
30 años de la vivienda en la Ciudad de México (1985-2015).
Tipo de edificaciones en la vivienda popular, sector medio y alto
ca r o l i n a m ag a ñ a fa j a r d o . u n i v e r s i da d a n á h u a c m é x i c o

Resumen
Para entender los cambios dentro de la vivienda en la Ciudad de México, hay que
comprender las circunstancias políticas, económicas, sociales y urbanas que se vi-
vieron a raíz del terremoto de 1985 hasta 2015. Con esto se plantea un tipo de edi-
ficación que se ha adaptado a los cambios e innovaciones en materia de tecnología,
de los instrumentos jurídicos, financieros y de promoción habitacional.
Se realizó una investigación cualitativa que se fundamentó en el uso de los méto-
dos teóricos: histórico-lógicos mediante el estudio de material bibliográfico y heme-
rográfico; el método de análisis-síntesis y el método inductivo-deductivo. También
se basó en la historiografía por momento histórico e historiografía por morfología ar-
quitectónica (San Martín, 2012).
Gracias a ello, se planteó que la vivienda ha sido el reflejo de la sociedad con mar-
cadas diferencias que evidencian la imperante desigualdad tanto en sus espacios co-
mo en las condiciones sociales y económicas. Esto se debe en parte a varios factores
que han influido en los cambios de habitar. A la par, la vivienda se clasificó en un ti-
po de edificación que englobó procesos de construcción, diferencias físicas y socioe-
conómicas que existen entre ellas (Bazant, 2003). Con base en ello, en los sectores
marginados surgió la vivienda de autoconstrucción y autoproducción situada en la
periferia de la ciudad y en las llamadas colonias populares o ciudades perdidas. En
el nivel medio se construyeron conjuntos habitacionales horizontales cerrados y con-
juntos mixtos. Y en los sectores altos surgieron las cerradas en altura que se enfoca-
ron en poner un límite más estricto a la relación entre el espacio íntimo y el público,
con el propósito de acentuar las claras diferencias sociales.
Como conclusión podemos decir que esta forma de habitar, cada vez más marca-
da, ha logrado que la población perciba los diferentes niveles sociales en un mundo
globalizado con demandas definidas de separación del espacio público del privado,
proyectando con ello adquirir una mejor calidad de vida.

Palabras clave: vivienda, Ciudad de México, sectores altos, formas de habitar, tipo
de edificaciones habitacionales

‹ 200 ›
30 años de la vivienda en la ciudad de méxico (1985-2015) 201

Abstrac
Understanding the evolution of housing in Mexico City requires to understand the
political, economic, social and urban structures experienced from the 1985 ear-
thquake to 2015. As a consequence, a type of building was proposed which was the
result of technological changes and innovations, as well as legal, financial and hou-
sing-promotion instruments.
A qualitative research was carried out based on the use of theoretical methods: a
historical-logical method, through the study of bibliographic and hemerographic ma-
terial; an analysis-synthesis method; and the inductive-deductive method. The inves-
tigation was also based on historiography according to historical moments and archi-
tectural morphology (San Martin, 2012).
The working hypothesis was that housing has been a reflection of society, which
shows marked differences that evidence the prevailing inequality in spatial, social and
economic terms. This is partly due to several factors that have driven the evolution
of housing. At the same time, housing was classified according to types of building
considering construction processes, and the physical and socio-economic differen-
ces between them (Bazant, 2003). Therefore, the self-built and self-production hou-
seholds located to the periphery of the city and in the so-called popular colonies or
neighborhoods emerged in marginalized sectors. On the other hand, closed horizon-
tal housing complexes and mixed buildings were constructed for mid-class sectors.
Moreover, in high social sectors, the closed household complexes were built focu-
sing on a strict control of the relationship between private and public spaces, there-
by emphasizing the clear social differences.
To conclude, we can state that this modalities of housing development, which ha-
ve been increasing steadily, have led to an increased perception of society on the di-
fferent social levels within a globalized world with specific demands for the separa-
tion of public from private spaces, seeking to achieve a better quality of life.

Keywords: housing, Mexico City, housing modalities, housing building type

Introducción
Los sismos ocurridos en 1985 constituyen un parteaguas en la historia del país, ya
que esa experiencia hizo concientizar a la sociedad acerca de todas las deficiencias
que existían en cuestiones reglamentarias de construcción, que generaron grandes
pérdidas humanas y económicas. Como consecuencia, se han diseñado de forma
correlacional y al unísono nuevas políticas públicas que han favorecido la creación de
programas gubernamentales y, a su vez, generado la creación de empresas inmo-
202 la vivienda como soporte de transformación social

biliarias y de diseño, cambiando por completo la estructura urbana y arquitectóni-


ca de la forma de habitar en la Ciudad de México durante los últimos treinta años.
El objetivo principal de la presente investigación es exponer los cambios funda-
mentales que dieron pie a la manera de concebir la arquitectura habitacional a raíz
del terremoto de 1985 de la Ciudad de México e identificar el tipo de edificación ha-
bitacional que engloba los procesos constructivos, con sus diferencias físicas y so-
cioeconómicas. Con base en ello, se pretende demostrar que el tipo de edificación
de la vivienda de los sectores altos es el que generó mayores innovaciones en el pla-
no arquitectónico, apoyado por la tecnología y la nueva forma de concebir el espa-
cio urbano y social. Para llevar a cabo esta investigación, se realizó un estudio co-
rrelacional entre el análisis histórico, social y arquitectónico a fin de colaborar en la
historiografía habitacional.

Desarrollo
Como se mencionó en un inicio, fueron varios los factores que detonaron los tipos
de edificación que existen en la actualidad en la Ciudad de México. Sin duda, uno
de ellos ha sido el crecimiento demográfico y físico que ha respondido a las deman-
das de vivienda y servicios urbanos por parte de los habitantes. Por ejemplo, entre
las décadas de 1960 y 1970 la ciudad pasó de ser una metrópoli para convertirse
en una megalópolis, al expandirse y rebasar los términos territoriales de lo que fue
el Distrito Federal (hoy cdmx ) al contiguo Estado de México, en direcciones nor-
poniente, norte y oriente.1 Sin embargo, a partir de 1985 el Estado replanteó sus
zonas de alto riesgo sísmico, lo que generó una reestructuración urbana; esto con-
llevó que los habitantes se alejaran de la zona central de la Ciudad de México y se
fueran a la periferia.
Como respuesta a ello, el expresidente Miguel de la Madrid (1982-1988) incor-
poró un programa habitacional a la política social y pública del Estado mexicano
en donde se adoptaron medidas de carácter legal para ayudar a todos aquellos que
deseaban una vivienda digna con ayuda de créditos hipotecarios. A partir de enton-
ces, los siguientes jefes de gobierno establecieron como prioridad los programas en-
focados a la producción de vivienda con base en la Ley de Participación Ciudadana
(1998), la Ley del Desarrollo Social del Distrito Federal (2000) y la Ley de Vivienda
del Distrito Federal (2000), que tienen como objetivo promover, proteger y garanti-

1  El proceso conurbado de los poblados existentes inició sobre las rutas hacia Puebla, ciudad Nezahual-
cóyotl, Agrícola Oriental, entre otras. Hacia Pachuca al rebasar la serranía de la Villa e integrar Xalostoc,
Santa Clara y Ecatepec. Hacia Querétaro la construcción de Ciudad Satélite, Tlalnepantla hacia el norte,
Toluca con extensión a Lomas de Chapultepec, Huixquilucan y Cuajimalpa en dirección a Cuernavaca,
rebasando Tlalpan por la supercarretera a Topilejo.
30 años de la vivienda en la ciudad de méxico (1985-2015) 203

zar el cumplimiento de los derechos sociales universales de sus habitantes, particu-


larmente en materia de alimentación, salud, educación, vivienda, trabajo e infraes-
tructura social (Ziccardi, 2008).
Para el año 2000, el entonces jefe de gobierno Andrés Manuel López Obrador
(2000-2005) instauró el programa Bando Dos, que modificó la normatividad urbana
para permitir la redensificación de las delegaciones políticas geográficamente cen-
trales, lo que ha permitido hasta la fecha la construcción de edificios de vivienda so-
cial a fin de repoblar esas zonas que estaban perdiendo habitantes. En este sentido,
ese programa fue la política pública directriz con la que se instrumentaron progra-
mas delegacionales y parciales de desarrollo urbano, licencias y manifestaciones de
construcción, así como la factibilidad del uso de suelo e infraestructura.
A la par de lo anterior, el financiamiento de vivienda también tuvo cambios impor-
tantes. Durante las décadas de los cuarenta a los ochenta, el gobierno, los bancos y
algunas empresas privadas trabajaron juntos con el propósito de dar financiamiento
para la vivienda a los trabajadores con los prototipos arquitectónicos diseñados por
cada institución gubernamental o inmobiliaria que financiara la construcción, como
el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Es-
tado (issste ), el Fondo de la Vivienda del issste o el Instituto del Fondo Nacional de
la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), 2 entre otros. Fue a partir de los ochen-
ta que las hipotecarias fueron absorbidas por los bancos comerciales y en inversio-
nes de cartera, en un intento por ofrecer una “banca universal” ( softec , 2008). Ba-
jo la misma línea, las empresas inmobiliarias particulares 3 se fueron consolidando
y en gran medida han sido ellas las que han construido y financiado la vivienda ha-
bitacional de interés social medio y alto, por lo que este esquema se ha convertido
en un negocio redituable.
Ahora bien, en el terreno del diseño arquitectónico y estructural se realizaron mo-
dificaciones en las normativas en el reglamento de construcciones (Terán, 1997). En
el nuevo reglamento de 1987—el mismo que se maneja actualmente— se estipularon
los nuevos coeficientes sísmicos, se clasificó la estructura, se hicieron recomenda-
ciones en el diseño arquitectónico, se tomó atención en las cargas vivas y se designó

2  La aportación del gobierno federal debe ser una cantidad equivalente a 5% de los salarios de los tra-
bajadores. El monto máximo de crédito se determina con base en los ingresos, y el precio máximo de la
vivienda será de 300 veces el salario mínimo mensual vigente. El plazo de amortización del crédito no
será mayor de 30 años de pagos efectivos, la tasa de interés será determinada anualmente por el i s s s t e y
se ajustará también a las modificaciones que sufra el salario mínimo. Los descuentos serán quincenales
y no excederán 30% del salario base del trabajador.
3  Tales como Grupo h i r (1980), Casas g e o (1973), s a r e (1967), a r a (1977), Su Casita (1994), entre otras
inmobiliarias. Este dato es importante, ya que históricamente los desarrolladores han aportado entre 20 y
64% del total de las unidades construidas en el país, lo que equivale a 70% del crecimiento de vivienda.
204 la vivienda como soporte de transformación social

a un responsable de obra.4 Esto aseguró sin duda el mejoramiento de las condicio-


nes de seguridad en las edificaciones al igual que legados institucionales que tienen
el objetivo de supervisar y seguir investigando sobre el tema de la construcción y del
comportamiento del suelo en el Valle de México.
Pues bien, como ya se mencionó, la conjunción de diferentes factores hizo que
se fuera generando un tipo de edificación que correspondiera y englobara a la vi-
vienda construida en este periodo en la Ciudad de México. Para poder identificar-
la es importante marcar las diferencias físicas, constructivas y socioeconómicas que
existen entre ellas (Bazant, 2003). Y esto se logró a través de la red de relaciones ti-
pológicas que dieron como resultado una determinada organización volumétrica y
una relación con el entorno, analizando los códigos lingüísticos, sus características
volumétricas y la zona en donde se encuentran los edificios (Caniggia, 1995;Wais-
man, 1993).
Con base en esto comenzaron a manifestarse diferentes formas de habitar y dife-
rentes tipos de producción de vivienda que dependen de los niveles socioeconómi-
cos de la población, como la autoproducción, producción por encargo, producción
promocional privada y producción promocional del Estado.

Tipo de edificación habitacional

A. Tipo de edificación de la vivienda popular

La pobreza5 es una situación o forma de vida que ocurre ante la imposibilidad de ad-
quisición de recursos para satisfacer las necesidades humanas básicas. Lamentable-
mente, debido a la falta de recursos económicos, las familias son proclives a com-
partir su vivienda y a ubicarse en asentamientos irregulares, agrícola y forestal (a raíz
del terremoto, la gente que vivía en el centro de la Ciudad se mudó a la periferia ya
sea como paracaidista o en zonas de reserva ecológica).

4  Ante la desgracia se modificaron los coeficientes sísmicos en las zonas I y II (zonas de transición y del
lago) donde se tuvo el 100% de los daños. Se clasificó la estructura por grupos: grupo A, los hospitales,
terminal de bomberos, de teléfonos, policía y museos; grupo B en función de la altura de las construc-
ciones. Se hicieron recomendaciones para que las estructuras fueran de forma regular. Se tomó especial
atención en la acumulación de objetos de almacenaje y se modificaron al 100% para tratar de adecuar-
se a su realidad. Y, por último, se definió la figura de director responsable de obra y la del corresponsa-
ble en seguridad estructural, quienes deberán hacer un seguimiento en todo el proceso de construcción.
5  Según la tabla, los hogares que menos perciben en el 2012 son los del decil I con un ingreso prome-
dio de 2,332 pesos al mes, equiparable con el nivel E, de pobreza extrema. El siguiente rubro pertenece
al D, que comprende los deciles II y III, cuyo ingreso varía entre 3,931 y 5,244 pesos al mes, ubicado en
pobreza. El siguiente se compone de los deciles del IV al VI, cuyos ingresos varían entre 6,504 y 7,971
pesos al mes, que corresponde al nivel D+, o clase media baja.
30 años de la vivienda en la ciudad de méxico (1985-2015) 205

Con base en este fenómeno, Jan Bazant (2003) llegó a la siguiente clasificación
que estipula que existen cinco tipos de vivienda progresiva dentro de la vivienda po-
pular, en donde prevalece el tipo de producción por autoproducción y algunos por
el Estado (Infonavit, issste ) y los ingresos económicos por familia varían desde los
dos hasta los siete salarios mínimos vigentes.

• Tipo 1a. Ciudades con vivienda precaria. Éstas abarcan la vivienda que gene-
ralmente se construye con materiales de desecho o productos de demolición,
tiene tenencia de tierra irregular, carece de servicios entubados, básicamente
forma un cuarto redondo.
• Tipo 2a. Asentamientos iniciales. Constituido desde un inicio con materiales
permanentes, usualmente sobre un lote de tenencia irregular en la periferia,
sin servicios entubados, con familias nucleares jóvenes (padre, madre, hijos),
de cuatro a seis miembros en promedio (SAT, 2014).
• Tipo 3a. Vivienda progresiva en etapa de expansión. Construcción progresiva
con materiales permanentes sobre lotes ejidales o comunales de tenencia no
regularizada, ubicados en las periferias urbanas, sin contar con infraestructura
de servicios; consta de tres o cuatro cuartos.
• Tipo 4a. Vivienda progresiva en etapa de consolidación. Las ampliaciones pro-
gresivas continúan con materiales permanentes con varios cuartos, también sobre
lotes de tenencia irregular, algunas con servicios o tomas comunales y las menos
con tomas domiciliarias de redes, constituidas por varias familias o plurifamiliar.
• Tipo 5a. Vivienda progresiva en etapa de acabados. El énfasis de las familias es
el mejoramiento en sus acabados; la mayoría es de bloc de cemento aparente
que finalmente son pintados. Varias familias cohabitan la vivienda (de 8 a 14
miembros) (Bazant, 2003) (Figura 1).

Estos cinco tipos están distribuidos y generalizados a lo largo de la Ciudad de México


en zonas o colonias proletarias, como Ciudad Netzahualcóyotl, principalmente en la
delegación Tlalpan hacia el Ajusco; en Cuajimalpa de Morelos y en algunas zonas de
las delegaciones Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac y Magdalena Contreras (Vite, 2010).

B. Tipo de edificación de la vivienda media

En lo que respecta a la vivienda de nivel medio,6 su distinción socioeconómica es vi-


sible de acuerdo con las colonias en donde se encuentran, además de los espacios,

6  Podemos mencionar que según el Instituto Mexicano de Auditores Internos ( imai ), los hogares que
pertenecen a esta categoría se encuentran entre el decil IV y VI, cuyo ingreso varía entre los 6,504 y
los 7,971 pesos al mes y se asemeja al nivel D+ de clase media baja y al nivel C en donde los ingresos
206 la vivienda como soporte de transformación social

diseños de interiores y acabados de cada vivienda. La mayoría de los conjuntos ha-


bitacionales se localizan en municipios periféricos, algunos con bajas densidades
de población; generalmente son espacios habitacionales planificados con una mez-
cla de prototipos de vivienda financiada por la banca e instituciones como Fondo de
Operación y Financiamiento Bancario a la Vivienda (Fovi), Infonavit, Fondo de la Vi-
vienda del issste (Fovissste) y las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofo-
les), sin embargo, las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez, Venustiano Carran-
za y Gustavo A. Madero reúnen 47% del total de los departamentos de la ciudad.
De acuerdo con las investigadoras Judith Villavicencio y María Teresa Esquivel,
(Villavicencio, 2006), los conjuntos habitacionales se clasifican según su tamaño en:

• Tipo1b. Conjuntos pequeños. Son las que tienen entre 40 y 150 viviendas. Tam-
bién se caracterizan por disponer de pocas áreas de uso colectivo y, si las hay,
son andadores, jardines o estacionamientos. Asimismo, existen áreas que son
utilizadas para actividades privadas de las familias.
• Tipo 2b. Conjuntos medianos. Cuentan con alrededor de 151 a 600 viviendas. En
desarrollos de este tipo habitan 62 000 personas. A diferencia de los pequeños,
estos conjuntos tienen áreas de jardín, estacionamientos, juegos infantiles con
cierta dotación de mobiliario urbano y, en algunos casos, caseta de vigilancia.
• Tipo 3b. Conjuntos grandes. Tienen entre 601 y 1300 viviendas. Además de las
características citadas anteriormente, cuentan con espacios deportivos, viali-
dades interiores, explanadas y algunos servicios como guarderías, comercios,
equipamiento de salud, centro social y oficinas, entre otros.
• Tipo 4b. Unidad habitacional. De los conjuntos que concentran la vivienda
unifamiliar en departamentos éstos son los más grandes. Están orientados a los
sectores medios de la población y más de tres mil habitantes ocupan este ti-
po de viviendas.

C. Tipo de edificación de la vivienda de los sectores altos

En lo que respecta a la vivienda de los sectores altos, 7 este segmento se carac-


teriza porque sus habitantes pueden y quieren mejorar y transformar su entorno

por hogar varían entre 9,620 y 11,856 pesos al mes, cuyos deciles pertenecen a los niveles VI y VII; es
decir, en el presente apartado nos dedicaremos a los hogares que perciben mensualmente entre 6,504 y
11,856 pesos. Visto de otra manera, como comenta el Conavi, la vivienda también se puede clasificar se-
gún el precio, por la forma de construcción (autoconstrucción, por encargo a un profesionista o median-
te asociaciones de grupos) y por número de viviendas por lote (unifamiliar y plurifamiliar) (López, 2009).
7 Algunas características de los habitantes del hogar rigen el criterio para establecer el nivel socioeco-
nómico en México. Según la tabla, la clase alta es el menor porcentaje dentro de nuestro país, su ingre-
30 años de la vivienda en la ciudad de méxico (1985-2015) 207

en una urbanización cerrada, en donde reclaman estatus, distinción, prestigio e


identidad.
Esta toma de decisiones y requerimientos se ve sustentada directamente en ma-
nifestaciones propias del neoliberalismo, en donde sólo se encuentran los privile-
giados que pueden pagar los servicios urbanos (recolección de basura, el abasto de
agua potable, el tratamiento de las aguas residuales, seguridad personal y el traspor-
te público), que quieren mejorar el deterioro ambiental, que abogan por la desapa-
rición del comercio ambulante y que protestan por la creciente inseguridad pública
(Contreras, 2002). Esto, en su conjunto, ha generado un tipo de edificación cerra-
da al espacio público que es el resultado de protegerse contra la pobreza, la delin-
cuencia y la violencia.
Por lo regular, los desarrollos residenciales son espacios habitacionales planifi-
cados con un tipo de producción por encargo y de promoción privada, apoyada y fi-
nanciada por empresas inmobiliarias ubicadas en, por lo general, la zona comercial
de Santa Fe, Lomas de Chapultepec, Lomas del Pedregal, por mencionar algunas.
A continuación se describirá el tipo de edificación: colonias y fraccionamientos
cerrados, edificios cerrados en altura y las City Towers.

• Tipo 1c. Fraccionamientos cerrados. Este tipo de fraccionamientos empezaron


a ser más frecuentes desde hace más de dos décadas, en donde se propiciaba
el cierre de colonias y fraccionamientos urbanos a la libre circulación de ve-
hículos y personas ajenos a éstos: se pide identificación al entrar, se resguarda
la seguridad con policías o vigilantes las 24 horas (Ayala, 2010b), se colocan
plumas y rejas para delimitar la colonia, se utilizan los muros como mecanis-
mos de protección frente a la delincuencia, al deterioro ambiental y al grafiti
(Figura 2).
• Tipo 2c. Cerradas en altura. Las cerradas en altura son una proyección del
mismo concepto que los fraccionamientos o colonias cerradas, pero en edi-
ficios de gran altura y en colonias exclusivas. Aluden al tipo de edificación
propia de la globalización, aislado de la ciudad que busca el “anonimato y
la negación a la realidad social y urbana” (Ayala, 2010a). Este tipo de edifi-
cios habitacionales son todavía más demandantes en cuanto a servicios de
lujo (domótica, spa, gimnasio, alberca) y además muestran su ideología e
identidad de élite.

so mínimo es de 44,334 pesos mensuales y se cataloga en el nivel A/B. El perfil de las personas que per-
tenecen al nivel alto indica que suelen habitar casas o departamentos propios de lujo, que en su mayoría
cuentan con seis habitaciones o más, dos o tres baños completos y el piso de los cuartos es de materiales
especializados distintos al cemento. Cuentan al menos con un automóvil propio, tienen seguro de gastos
médicos mayores, suelen asistir a clubes privados, tener una casa de campo o tiempo compartido y van
de vacaciones cuando menos una vez por año.
208 la vivienda como soporte de transformación social

• Tipo 3c. City Towers. Es un subtipo de las cerradas en altura, son conjuntos de
departamentos con más de 2000 m² de áreas verdes; tienen alberca, gimna-
sio, spa, salón de eventos, kids center, salón de juegos, bussiness center y sky
lounge. En los últimos pisos tienen espacios con terrazas y jacuzzis panorámi-
cos, incluyen pistas de jogging y paddle tennis. Dichos servicios fomentan que
la vida cotidiana se realice dentro del propio desarrollo, sin necesidad de salir
e interactuar con el resto de la ciudad; de hecho, se vende la idea de tener la
vivienda dentro de un club deportivo y recreativo (Figura 3).

Conclusiones

Partiendo de los sismos de 1985, podemos vislumbrar los múltiples cambios que se
suscitaron a partir de un acelerado crecimiento urbano hacia la periferia y zonas de
reserva ecológica dentro de la ciudad. Con el apoyo de las nuevas políticas públi-
cas, del financiamiento para la vivienda y de las modificaciones en el reglamento de
construcciones, las diferentes formas de habitar fueron cambiando y adaptándose a
las necesidades de la sociedad.
Por ejemplo, en los sectores marginados o de estrato social bajo surgió la vivien-
da de autoconstrucción y autoproducción y en algunos casos de producción por el
Estado (issste , Infonavit), muchas de ellas situadas en la periferia de la ciudad. En el
nivel medio se construyeron conjuntos habitacionales horizontales cerrados y con-
juntos mixtos, cuyo tipo de producción ha sido por encargo, promocional privada
y/o promocional del Estado. En los sectores altos surgieron las cerradas en altura en
ciertas colonias de la élite de la ciudad que se enfocaron en poner un límite más es-
tricto en cuestión de la relación entre la intimidad y lo social.
Y, por último, si bien la variación del tipo de edificación habitacional de acuer-
do a las clases sociales es un hecho que ha estado presente en la historia de nues-
tro país, el tipo de edificación de los sectores altos es el que ha tenido mayores
innovaciones en cuestión espacial, tecnológica y urbana ya que aluden a ser pro-
ducto de la globalización. Éste se aísla de la ciudad estando dentro de ella, los ser-
vicios cotidianos están incluidos en sus conjuntos residenciales, evitando así inte-
ractuar con la sociedad.
30 años de la vivienda en la ciudad de méxico (1985-2015) 209

Figura 1. Vivienda popular


progresiva, colonia popular
Santa Teresa, delegación Tlalpan
(imagen de la autora).

Figura 2. Fraccionamiento
cerrado, delegación Tlalpan
(imagen de la autora).

Figura 3. City Towers, Be Grand,


Pedregal, delegación Tlalpan
(imagen de la autora, 2017).
210 la vivienda como soporte de transformación social

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(Consulta: 31 de julio, 2017)
Transformaciones de los límites del espacio colectivo
en la vivienda social. Los planes habitacionales
de la Junta Nacional de la Vivienda en Guayaquil
j u a n ca r l o s ba m ba v i c e n t e , a l e j a n d r o c o s ta s e p ú lv e da . u n i v e r s i da d
cat ó l i ca d e s a n t i ag o d e g u aya q u i l

Resumen
La modernización urbana en América Latina llevó a un importante desarrollo econó-
mico y éste a un crecimiento demográfico que desencadenaron procesos de urbani-
zación acelerados en las periferias de las grandes ciudades. Los planes nacionales de
vivienda planteados por el Estado afrontaron el problema de la vivienda en cada país
a través de diferentes organismos como el Instituto de Crédito Nacional en Colombia
(1939), la Corporación Nacional de Vivienda en Perú (1946), la Comisión Asesora de
la Vivienda Popular en Argentina (1943), el Taller de Arquitectura del Banco Obrero
(1951) o la Corporación de la Vivienda en Chile (1953). La Junta Nacional de la Vi-
vienda en Ecuador, desde 1964 hasta su desaparición en 1992, construyó planes ha-
bitacionales que tuvieron repercusión cuantitativa en el territorio y cualitativa en la
sociedad. Fue el organismo del Estado que afrontó el problema de la habitación en
Guayaquil como ejecutor de la política pública que se encargaba de todo el proce-
so de producción de la vivienda, es decir, desde el diseño hasta el financiamiento,
construcción y supervisión de los conjuntos habitacionales.
En este periodo la ciudad creció de forma acelerada hacia el norte y sur de la zona
urbana mediante dos modelos de ciudad: la construcción de grandes planes habita-
cionales promovidos y ejecutados por la Junta Nacional de la Vivienda y la ocupación
ilegal de terrenos de propietarios territoriales y del municipio. De forma simultánea
se producía la “ciudad formal” de los conjuntos habitacionales que se implantaban
en terrenos sin apenas infraestructuras y servicios, y la “ciudad informal” de las vio-
lentas invasiones de tierras. La convivencia de estas dos formas de hacer ciudad en el
mismo territorio produjo transformaciones de los conjuntos habitacionales por par-
te de los usuarios e incluso invasiones en los propios edificios multifamiliares. Estos
procesos de transformación continúan manifestándose, con mayor intensidad si ca-
be, en la actualidad, y se producen sobre todo en el espacio colectivo que articula la
esfera pública y la privada. Se trata de formas híbridas en las que conviven la visión
racionalista del Movimiento Moderno y la lógica ineludible de la ciudad informal. La
estructura espacial planteada por el arquitecto en el proyecto original es transforma-

‹ 211 ›
212 la vivienda como soporte de transformación social

da por diversos procesos urbanos y por los modos de habitar de los usuarios; estos
procesos modifican los límites físicos y sociales —incluso legales— de los espacios
colectivos alterando además la morfología y funcionamiento del espacio urbano. Este
fenómeno, que se identifica en la arquitectura de vivienda social en Guayaquil, y po-
siblemente en otras ciudades latinoamericanas, pone en crisis la distinción categorial
entre ciudad formal e informal y constituye el objeto de estudio del presente trabajo.

Palabras clave: transformaciones, límites, espacio colectivo, vivienda social, Junta


Nacional de la Vivienda, Guayaquil

Abstract
Urban modernization in Latin America led to an important economic development,
and this in turn to a population growth that triggered accelerated urbanization pro-
cesses in the periphery of big cities. The national housing plans proposed by the Sta-
te addressed the housing problem in each country through different agencies such as
the Crédito Nacional in Colombia (1939), the Corporación Nacional de Vivienda in
Perú (1946), the Comisión Asesora de la Vivienda Popular in Argentina (1943), the
Taller de Arquitectura del Banco Obrero (1951), or the Corporación de la Vivienda
in Chile (1953). The Junta Nacional de la Vivienda, from 1964 until its disintegration
in 1992, built housing complexes in Ecuador that had both quantitative implications
in the territory and a qualitative impact in society. It was the government agency that
addressed the housing issue in Guayaquil, as organism responsible for the execution
of public policies and in charge of the whole housing development process, that is,
from the design, to financial and constructionaspects, as well as the supervision of
the housing blocks.
During this period the city experienced a vigorous growth towards the north and
south under two different urban models: on the one hand, the construction of large
housing complexes designed and executed by the National Housing Board; on the
other, the illegal occupation of land owned by either private owners or the Munici-
pality. Both the “formal city” of housing complexes (in land with a notorious lack of
infrastructure and services) and the “informal city” characterized by the violent inva-
sions of land, started to settle on those areas. The coexistence of these two urban mo-
dels within the same territory led to a process whereby users of housing complexes
made their own adaptations to those spaces, and even occupied multifamily buildings
illegally. These transformation processes continue occurring all over those areas, even
more frequently today, mainly in collective spaces that articulate the public and pri-
vate spheres. These are hybrid forms where the rationalist vision of the Modern Move-
ment and the inescapable logic of the informal city coexist. The spatial structure pro-
los planes habitacionales de la junta nacional de la vivienda en guayaquil 213

posed by architects in the original project has been transformed by urban processes
and according to the modes of living of the local inhabitants. These processes modi-
fy the physical and social - even legal - limits of collective spaces, also disrupting the
morphology and functioning of the urban space. This phenomenon, which has been
identified in the architecture of social housing in Guayaquil and possibly also occu-
rring in other Latin American cities, jeopardizes the categorical distinction between
formal and informal city, and is the object of study of this work.

Keywords: transformations, boundaries, collective space, social housing, Junta Na-


cional de la Vivienda, Guayaquil

Los planes habitacionales de la Junta Nacional


de la Vivienda en Guayaquil
En la década de 1940, tras el fin del periodo de exportación internacional del cacao,
Guayaquil experimenta un crecimiento demográfico acelerado debido a la econo-
mía bananera que demanda mano de obra rural y urbana. 1 A partir de los años cin-
cuenta se inicia el proceso de “industrialización y urbanización” 2 de la ciudad por
parte del Estado que, entre otras acciones, promueve la producción de vivienda so-
cial. Esta producción habitacional se inicia en el año 1942 con el Seguro Social que
facilitaba el acceso a la vivienda para los afiliados. La oferta de vivienda subsidiada
no respondía pues a los requerimientos económicos y culturales de la población de
bajos ingresos proveniente del campo, y los beneficiarios finalmente fueron las cla-
ses medias. La insuficiente oferta de suelo y vivienda social provocó que, ya desde
la década de 1950, la forma predominante de crecimiento urbano se produjera por
vías informales mediante diversos mecanismos de ocupación de suelo ilegal e irre-
gular (Sánchez, 2015).
La década de los setenta trae consigo un cambio en el modelo económico debi-
do al “boom petrolero”. Se produce un auge en el sector de la construcción, sobre
todo de viviendas, debido al déficit habitacional existente, que es asumido por el
Estado a través de la Junta Nacional de la Vivienda ( jnv ). El proceso de “renovación

1  Guayaquil creció entre 1950 y 1962 en un 97.4%, a una tasa de crecimiento anual de la población
del 7.3%. Esta tasa supera la de las principales ciudades latinoamericanas en ese mismo periodo según el
Cuadro 2.3 (p. 49) del libro La ciudad latinoamericana de Alan Gilbert (1997).
2  Según Almandoz (2013), las grandes ciudades latinoamericanas “se esforzaban por exhibir una ima-
gen modernista que, dado el desbalance entre industrialización y urbanización, resultaba incompleta y
distorsionada” y que “el modernismo arquitectónico fue una vitrina para desplegar la súbita moderniza-
ción buscada por el desarrollismo económico”.
214 la vivienda como soporte de transformación social

urbana” que se emprende en este periodo en Guayaquil significa la producción ma-


siva de viviendas3 y la expansión incontrolada de la planta urbana. Frente al mode-
lo de crecimiento del periodo anterior en el que se consolidaba la estructura urbana
de una ciudad compacta, el nuevo modelo de desarrollo conlleva la dispersión de la
ciudad y la gentrificación del centro. En este periodo no sólo se incrementa la pro-
ducción de viviendas en comparación con el anterior, sino que también se aumenta
el tamaño de los conjuntos: se produce el paso del proyecto de vivienda al plan ha-
bitacional. La producción de habitación de la jnv , desde 1964 hasta su desaparición
en 1992, tuvo una repercusión cuantitativa en el territorio y en la sociedad. En este
periodo, la responsabilidad de resolver el problema de la vivienda en Guayaquil era
del Estado como “ejecutor de la política pública” y se encargaba de todo el proce-
so de producción de la vivienda, es decir, desde el diseño hasta el financiamiento,
construcción y supervisión de los conjuntos habitacionales (Acosta, 2009). La for-
ma de acceso a estos programas exigía una valoración económica de los postulantes
que dependía del salario, lo que dejaba fuera, nuevamente, a la población de bajos
ingresos o con empleos informales.
La ciudad creció de forma acelerada entre los años sesenta y ochenta, hacia el nor-
te y sur de la zona urbana, mediante dos formas de producir ciudad: la construcción
de grandes planes habitacionales promovidos y ejecutados por la jnv y la ocupación
ilegal de terrenos de propietarios territoriales o del municipio. De forma simultánea
se producía la ciudad formal de los conjuntos habitacionales que se implantaban en
terrenos sin apenas infraestructuras y servicios, y la ciudad informal de las violentas
invasiones de tierras. La convivencia de estas dos formas de ciudad en el mismo espa-
cio físico produjo transformaciones de los conjuntos habitacionales por parte de los
usuarios que continúan manifestándose, con mayor intensidad si cabe, en la actuali-
dad. Estos procesos de transformación se producen sobre todo en los límites del espa-
cio colectivo4 que articula la esfera pública y la privada. Se trata de “formas híbridas”
(McGuirk, 2015) en las que conviven la visión racionalista del Movimiento Moderno
y la lógica ineludible de la ciudad informal. La estructura espacial planteada por el
arquitecto (producción primaria) en el proyecto original es transformada por diversos
procesos urbanos y por los modos de habitar de los usuarios (producción secundaria);

3  La Junta Nacional de la Vivienda construyó 35 766 unidades habitacionales en sus 26 años de existen-
cia (1375 viviendas por año) frente a las 6033 unidades habitacionales del Seguro Social en sus 38 años
de producción (159 viviendas por año).
4  El espacio colectivo al que se refiere esta investigación es el producido por el proyecto de vivienda y
tiene sus límites legales bien definidos, mientras que sus límites físicos tienden a confundirse tanto por los
usuarios de las viviendas como por los propios arquitectos proyectistas. La definición legal del espacio
colectivo es: conjunto de bienes —en este caso espacios— de dominio común o copropiedad que están
bajo el régimen de propiedad horizontal, distinguiéndolo así del espacio privado —dominio privado— o
del espacio público —dominio público.
los planes habitacionales de la junta nacional de la vivienda en guayaquil 215

estos procesos modifican los límites físicos y sociales —incluso legales— de los espa-
cios colectivos, alterando además la morfología y funcionamiento del espacio urbano.
Los conjuntos habitacionales de la jnv se construyen en “supermanzanas” que
mezclan agrupaciones tipo “cluster” de vivienda unifamiliar de baja altura (en algu-
nos casos planteada para su crecimiento progresivo) y la vivienda multifamiliar de
mayor altura (planta baja más cuatro niveles para evitar el ascensor y reducir costes).
La tipología de vivienda colectiva que se repite hasta la saciedad es el bloque en “H”,
y las insignificantes variaciones se producen en la forma de agrupar estas unidades
en torno a grandes espacios libres de propiedad colectiva. Estos planes habitaciona-
les en Guayaquil no suponen ninguna investigación en las formas de agrupación, ni
aportan diversidad en los tipos y programas de vivienda que se repiten indiscrimi-
nadamente, pero significaron un importante aporte cuantitativo de espacios libres
que planteaban una liberación del suelo colmatado y congestionado del centro his-
tórico. Los dos ejemplos fundamentales para comprender la producción de la jnv
en este periodo son Las Acacias I (1974-75) y Sauces IV (1985-86), que construyen
unidades de vivienda para una población de 11 784 y 16 000 habitantes respectiva-
mente.5 (Figura 1). El primero, Las Acacias, es pionero porque supone el primer gran
conjunto habitacional construido al sur de la ciudad; el segundo, Sauces, represen-
ta un cambio de modelo de crecimiento hacia el norte con tipologías de vivienda y
estándares dimensionales radicalmente diferentes.

Transformaciones de los límites del espacio


colectivo: producción secundaria

Las transformaciones que conciernen a esta investigación son las realizadas por los
usuarios que habitan las viviendas de forma directa: “producción secundaria”. Estas
transformaciones son directas, mientras que las producidas por agentes externos, indi-
rectas, quedarían pendientes para futuras investigaciones sobre el tema. Los usuarios
transforman el espacio colectivo de los conjuntos habitacionales que, al encontrarse
en una situación intermedia entre el ámbito público y el privado, genera confusión so-
bre la propiedad de dicho espacio y fomenta la modificación de los límites físicos: se
produce una alteración en el gradiente entre lo público y lo privado (Figuras 2 y 3). Estas
acciones transformadoras pueden clasificarse en apropiaciones, delimitaciones y ne-
gociaciones según la naturaleza de la misma y sus consecuencias en el espacio físico. 6
Las apropiaciones son las acciones que más modifican el espacio físico porque
los usuarios privatizan con elementos de cierre un espacio colectivo que transfor-

5  Datos extraídos de Felipe Huertas (2013).


6  Para comprender la clasificación de las transformaciones, véase Bamba y Costa (2016: 20-29).
216 la vivienda como soporte de transformación social

man en espacio doméstico; los corredores y galerías de acceso a las viviendas se cie-
rran para formar parte de la unidad de vivienda y solucionar algunas necesidades no
cubiertas como el almacenamiento o el tendedero. Las delimitaciones son barreras
que no diferencian categorías —público, colectivo y privado— sino que fragmentan
el espacio colectivo que en un principio se planteaba continuo incorporando nue-
vos límites; la materialización más común de esta acción son las sucesivas puertas
que permiten el acceso sólo a los usuarios que poseen las respectivas llaves, lo que
refleja un sentimiento de inseguridad y necesidad de control. Las negociaciones son
acciones con menos presencia física porque se identifican con objetos o elementos
que incorporados en el espacio colectivo por diferentes usuarios generan un senti-
do de comunidad que varía en el tiempo más rápidamente; espacios libres entre los
edificios y zonas de circulación son utilizados por los habitantes de forma compar-
tida para realizar actividades que sólo precisan de la incorporación de mobiliario
y elementos efímeros que suplen la ausencia de servicios comunes en el edificio.
Se trata, en definitiva, de abordar el papel que tienen los individuos como “pro-
ductores secundarios” dentro de entornos urbanos predeterminados, concepto de-
sarrollado por Michel de Certeau ya en el año 1979 (De Certeau, 1999). Para De
Certeau los individuos son consumidores de cultura capaces de fabricar en su día a
día. Es importante la distinción entre representaciones, comportamientos y fabrica-
ción, entendiendo este último concepto como los “modos de hacer” de un indivi-
duo o colectivo en su día a día. En esta investigación, las representaciones serían los
conjuntos habitacionales estudiados, los comportamientos se asocian a las prácticas
adquiridas por sus habitantes en el tiempo y la fabricación a las transformaciones
que éstos han producido en el espacio doméstico, urbano o colectivo.
La lógica de las prácticas en De Certeau vendría a distinguir entre las tácticas
(acciones transformadoras del usuario) y las estrategias (estructuras físicas impues-
tas por el proyecto). Para De Certeau el entorno que habitamos es un sistema con-
trolado que lleva implícitas una serie de operaciones (impuesta sobre un campo rí-
gido, ortogonal y funcional) que condicionan nuestros modos de habitar, y alude a
la capacidad de salir de ellas a través del ingenio para componer su propia cultu-
ra desde lo más profundo de sus prácticas cotidianas. A través de estas “tácticas” el
usuario de las viviendas inicia un movimiento que permite ir estructurando los ele-
mentos que edifican la cultura popular, elementos únicos realizados por debajo de
la norma, esquivando el orden efectivo: las “estrategias impuestas”. Estos movimien-
tos son entendidos como “trayectorias indeterminadas” en el espacio preestablecido,
aparentemente insensatas porque no son coherentes respecto al espacio construido
y prefabricado en el que se desplazan.
Estas reflexiones planteadas por De Certeau apoyan algunas de las hipótesis que
propone esta investigación sobre la respuesta o reacción de los usuarios a las condi-
los planes habitacionales de la junta nacional de la vivienda en guayaquil 217

ciones iniciales de los conjuntos habitacionales y el espacio urbano: reducido espa-


cio doméstico (privado), indefinición y/o falta de caracterización de los límites entre
espacio público, colectivo y privado, cambios en los modos de habitar de los habi-
tantes, cambio de los usuarios originales por nuevos individuos o familias, falta de
gestión y mantenimiento por parte de las administraciones del inmueble o de la co-
munidad, y dinámicas de segregación e inseguridad incrementales. Pero, ¿cuál es la
relación entre los fenómenos físicos —producción primaria y secundaria— y las di-
námicas sociales de la comunidad o el barrio?

Superposiciones entre fenómenos físicos


y dinámicas sociales: formas híbridas
Los conjuntos habitacionales (Las Acacias y Sauces) se insertaron, en su momento,
en áreas de crecimiento sin infraestructura, netamente residenciales, y en la perife-
ria de la ciudad, lo que dificultaba el acceso a insumos básicos para las personas que
residían en la zona (Figura 4). Además, en ambos casos se estaban produciendo “in-
vasiones” de tierras en los terrenos que rodeaban los conjuntos, lo que fomentaba
la fragmentación del tejido urbano sin ninguna planificación y procesos de segrega-
ción en los que “los residentes reaccionan frente a los estigmas territoriales que re-
caen sobre ellos y los tratan de redefinir en función de estrategias individuales o co-
lectivas de progreso” (Sabatini, Wormal y Rasse, 2013). No es extraño, por tanto, que
la superposición entre procesos formales e informales produjera contagios y conse-
cuencias irreversibles tanto en la configuración de límites entre espacio privado, co-
lectivo y público, como en las dinámicas sociales de estas comunidades segregadas.
Pero existen diferencias remarcables entre el estado actual de ambos casos que
conducen a plantear algunas hipótesis sobre la influencia de la calidad de la arqui-
tectura de vivienda social y su transformación en el tiempo. En Las Acacias, la es-
tructura urbana jerarquizada con una agrupación de los bloques que trata de generar
“microcomunidades” y la caracterización clara de los límites entre espacios de dife-
rentes escalas lleva a una apropiación controlada del espacio por parte de los usua-
rios que mantiene la idea inicial de espacio libre continuo entre bloques. En cambio,
en Sauces, la reducción excesiva de las dimensiones de la unidad de vivienda junto
a la indeterminación del gradiente entre lo público y privado, generado por la ausen-
cia total de diseño de los espacios residuales entre bloques, tiene como consecuen-
cia una transformación radical del proyecto original que se vuelve irreconocible.
Estas “formas híbridas” en las que conviven la visión racionalista del proyecto
arquitectónico (lo formal) y la lógicas espontáneas de los “autoconstructores autó-
nomos” (Turner, 1977) (lo informal) se han producido en ambos casos sin haberse
planteado como premisa en el proyecto original con consecuencias radicalmente di-
218 la vivienda como soporte de transformación social

ferentes: la hipótesis de Habraken en su “teoría de los soportes” (Habraken, 2000) de


la participación libre del habitante en las viviendas se produce aquí como un experi-
mento improvisado producido por los procesos urbanos acelerados. Es decir, ¿cómo
permiten o impiden los proyectos las transformaciones de los usuarios con el paso
del tiempo? ¿Se puede aprender de estos experimentos urbanos para entender mejor
la relación entre los fenómenos físicos y las dinámicas sociales y sus consecuencias?

La arquitectura de vivienda social en la ciudad


contemporánea: demolición o regeneración
Aunque separados en el tiempo y localizados en diferentes zonas de la ciudad, los
casos de vivienda social descritos comparten estrategias de ocupación de manza-
na y formas de agrupación de viviendas que alteraron las densidades de población,
liberaron gran cantidad de suelo y cuestionaron la manzana cerrada planteando el
debate sobre la forma urbana con un amplio catálogo de espacios colectivos de di-
ferentes escalas que reinterpretaban el tejido urbano histórico. En la actualidad, los
conjuntos continúan siendo el escenario de transformaciones deliberadas que ponen
en crisis la distinción categorial entre “formal” e “informal”, y la definición de los lí-
mites entre lo que es público, colectivo y privado. Estos procesos acelerados vienen
motivados por dinámicas sociales y urbanas asociadas, en general, a una creciente
“violencia material y simbólica” (Castilla, 2015). Pero la clara diferencia entre có-
mo estas transformaciones han permitido o impedido un caso y otro nos habla de la
importancia de la configuración del espacio colectivo como articulador entre la vi-
da social y la experiencia individual o familiar.
El valor, por un lado, de la gran cantidad de espacio libre generado por estos con-
juntos a escala metropolitana y el estado de deterioro, por otro, abren el ya “viejo”
debate sobre los conjuntos de vivienda social en la ciudad contemporánea: demo-
lición o regeneración. Parece que el reciclaje de esta gran cantidad de estructuras
existentes, “soporte” de una riqueza de dinámicas sociales reflejadas en el catálogo
de acciones transformadoras del objeto arquitectónico original, debería anunciar un
cambio de modelo de desarrollo urbano radicalmente distinto al de las “ciudadelas”
cerradas de vivienda unifamiliar (ya sea de promoción pública o privada) que asedia
la periferia de la ciudad de Guayaquil (Figura 5). El ideal urbano de los conjuntos ha
sido distorsionado por la realidad social colmada de inseguridad que se materializa
en el endurecimiento de los límites entre lo público y lo privado. La segregación de
la vivienda social que aquí se presenta necesita de nuevas miradas que aborden el
problema en toda su complejidad, es decir, sin hacer “diferencias categoriales” sim-
plistas entre ciudad formal e informal.
los planes habitacionales de la junta nacional de la vivienda en guayaquil 219

Figura 1. Encuadres
de los conjuntos
habitacionales de la
j n v : arriba Las Acacias
I (1974-1975) y abajo
Sauces IV (1985-86)
(imagen del autor,
2017).

Figura 2. Conjunto
habitacional Las
Acacias (1975-1976)
(Jhonatan Andrade,
2017).

Figura 3. Conjunto habitacional Sauces IV (1985-1986) (Jhonatan Andrade, 2017).


220 la vivienda como soporte de transformación social

Figura 4. Vista aérea del


conjunto habitacional Las
Acacias de la j n v recién
construido; alrededor
las invasiones de tierras
conocidas como el
“suburbio”. El Universo,
8 de octubre de 1974.

Figura 5. Plano actual de la ciudad de Guayaquil con la ubicación de


Las Acacias I (1974-1975) y Sauces IV (1985-86) (Daniel Alcívar, 2017).
los planes habitacionales de la junta nacional de la vivienda en guayaquil 221

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LA ARQUITECTURA SUSTENTABLE
Y SU IMPACTO SOCIAL EN EL ENTORNO URBANO
La arquitectura sustentable y su impacto
social en el entorno urbano
i vo n n e p l ata o r t e g a . i n s t i t u to p oto s i n o
d e i n v e s t i g a c i ó n c i e n t í f i ca y t e c n o l ó g i ca

Las crónicas del desarrollo de la humanidad se relatan a partir de los hechos histó-
ricos que van desde la antigüedad hasta el tiempo presente. Muchos de estos suce-
sos se encuentran plasmados en la arquitectura, que es un retrato tangible de la so-
ciedad que la habita.
Los edificios y sus formas hablan de la organización de los grupos y sus principa-
les preocupaciones, de esta manera los egipcios enmarcaron con pirámides el pa-
so de la vida a la muerte, los griegos expresaron el arte en sus foros y miles de mon-
jes se refugiaron en monasterios de anchos muros. La ansiedad por la supervivencia
de la comunidad podía expresarse en la arquitectura bélica con estrechas ventanas
equipadas con cañones, o la construcción de aljibes y acueductos para garantizar el
acceso del agua que compromete la existencia humana.
A través del tiempo la arquitectura evoluciona y nos muestra un reflejo tangible
del contexto histórico en el que fue construida, donde el quehacer del usuario da
forma a edificios y viviendas que se expresan por sí solas, según las ideas de Hidal-
go Arellano en su texto “Arquitectura vernácula y patrimonio”.
Así también los sistemas constructivos y las estructuras nos hablan de la abun-
dancia o carencia de materiales, la resistencia y topografía del terreno, los cambios
climáticos y el abastecimiento o falta de agua. De esta manera, en el pasado las for-
mas de los edificios buscaban proteger la vida de los seres que los habitaban, mis-
ma fórmula que usamos en el presente y muy probablemente la que será usada en
generaciones futuras. Por esta razón los nuevos elementos de diseño se enfocan en
la producción alterna de energía y el aprovechamiento de estrategias bioclimáticas
para el ahorro de la misma, ya que es bien sabido que en la actualidad vivimos una
crisis energética que nace a partir de la sobreexplotación de los hidrocarburos, que
no son suficientes para abastecer las demandas que aumentan a una velocidad ma-
yor que la producción.
El concepto de arquitectura sustentable se genera con la búsqueda de materiales y
sistemas constructivos que minimicen los daños al medio ambiente, debido a que el
equilibrio de los ecosistemas es lo que garantiza la supervivencia de la raza humana.

‹ 225 ›
226 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

Desde este punto de vista, la responsabilidad social del arquitecto se encuentra


relacionada con el impacto producido por los edificios tanto en su entorno como en
el bienestar de sus habitantes.
No se puede hablar de arquitectura sustentable cuando no se tiene una concien-
cia del origen de los recursos, su transformación en los inmuebles y su destino final,
tales son las reflexiones de Sánchez Llorens y Fernández Alonso en el escrito “Las
maneras de fluir del agua visible e invisible en las ciudades”, donde se analiza cómo
el ser humano se asienta alrededor de los recursos hídricos, los utiliza para procesos
sociales e industriales, contaminándolos y, finalmente, sin encontrar la forma de re-
vertir el daño, los oculta de quienes le rodean, alterando ecosistemas y poniendo en
riesgo la vida de su propia especie.
El agua tan necesaria para conservar la vida regresa a sus lugares de origen y tras
la falta de planeación, causa inundaciones y desastres en poblaciones que no están
preparadas para controlar su flujo desbocado.
Lo anterior es sólo un ejemplo de los problemas urbanos a los que se enfrenta la
humanidad, ya que los mismos avances tecnológicos que nos facilitan la vida dan
pie a nuevos retos por resolver. Las ciudades del futuro exigen profesionales con una
conciencia más clara y un mayor respeto al medio ambiente, evitando el deterio-
ro y agotamiento de los recursos. Esto exige la creación de soluciones prácticas tras
planteamientos y análisis de problemas reales, dejando expuestas la mayor cantidad
de ideas para encontrar remedio a los desafíos de las futuras poblaciones; concep-
tos plasmados en el texto “Urban Desing Toolbox”, donde Correa Elejalde propone
la recopilación de elementos de solución como una estrategia de un diseño urbano
mejor planeado.
Así también como el ser humano impulsa el desarrollo de edificios con caracte-
rísticas específicas, al pasar de los años no sólo los cambios sociales influyen en la
arquitectura, sino que también la arquitectura es capaz de influir en los cambios so-
ciales y en el contexto histórico.
De esta manera se entiende que la arquitectura y la sociedad están relacionados
de una manera tan estrecha que existe la preocupación por acercar los edificios an-
tiguos a la funcionalidad del momento presente.
Es aquí que, al visitar cualquier ex convento de América Latina convertido en
museo, seguramente encontrará que está habilitado con cómodos cuartos sanitarios
que incluyen instalaciones que no existían cuando se planteó el proyecto en la épo-
ca que le vio nacer.
Del mismo modo, haciendas antiguas que emigraron su uso de finca agrícola a ho-
tel de gran turismo y que hoy están adaptadas para recibir decenas de huéspedes, no
sólo hacen gala de las nuevas y modernas instalaciones para dar confort al usuario,
sino también de jardines que florecen donde alguna vez se ubicaron caballerizas y
la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano 227

espacios de almacén, lo cual nos hace pensar que aun los edificios que se construyen
en la actualidad sufrirán modificaciones y se irán adaptando a las situaciones futuras.
Bajo el contexto de evolución y transformación del urbanismo y la arquitectura
antigua hacia el tiempo presente se da espacio a una sociedad incluyente de aque-
llos con capacidades diferentes y que tienen tanto la obligación como el derecho de
incitarnos a la creación de espacios forjados en el respeto del usuario; conceptos ex-
presados por Jordán García y López Cruz en su análisis de “El diseño urbano y la in-
clusión de personas con capacidades diferentes en Pueblos Mágicos”.
La recopilación de esta serie de artículos es la invitación a una reflexión acerca
de la evolución de la arquitectura, que en ningún contexto deja de cobijar al ser hu-
mano para que sea capaz de preservar su especie.
Los individuos se agrupan en sociedades que dependen estrechamente de su en-
torno urbano, el cual debe estar preparado para las exigencias de los retos futuros,
ya sean propios de la convivencia, de la adaptación a los cambios climáticos o el
aprovechamiento de los recursos tan indispensables para la continuidad de la vida.
Las maneras de fluir del agua visible e invisible en las ciudades.
Implicaciones de la presencia de agua en el futuro urbano
mara sánchez llorens y fernando fernández alonso.
u n i v e r s i da d p o l i t é c n i ca d e m a d r i d

Resumen
La perspectiva ecológica en las ciencias urbanas, el impacto del cambio climático y
el calentamiento global están transformando la manera en que consideramos las for-
mas del agua y su presencia, histórica, actual y de futuro, en nuestro entorno físico
y político.
La planificación de los recursos hídricos y el diseño de las infraestructuras rela-
cionadas con el agua han estado siempre presentes en nuestras ciudades, ya que
el abastecimiento fue uno de los primeros problemas a resolver. Atravesar el espa-
cio ocupado por el agua y retener sus movimientos inciertos también han moldeado
nuestros paisajes urbanos.
Por un lado, podemos encontrar ciudades narradas como una alianza entre el
agua, la sociedad y el paisaje: el agua visible forma el tejido urbano y tiene su mejor
formalización técnica y artística en la construcción de embalses, acueductos, cana-
les, puentes, infraestructuras energéticas…
Por otro lado, podemos encontrar viejas ciudades vistas a través de la contradic-
ción de las manifestaciones del agua, como una batalla simbólica ganada del hom-
bre contra la naturaleza. El agua se vuelve invisible, a pesar de sus valores ecológi-
cos y estructurales.
Con la creciente importancia de las políticas urbanas de cambio climático, la ges-
tión del riesgo (inundaciones ocasionales, aumento permanente del nivel del mar, se-
quías) y el uso del agua “invisible” en el diseño ambiental cambiarán nuestras ciuda-
des. Las variables de entorno como la humedad y temperatura y la energía necesaria
para su transformación están cambiando los sistemas de planificación.
Una vez que las ciudades de los países emergentes tienen la meta y la capacidad
de invertir en proyectos de reurbanización urbana a gran escala, los distritos vulne-
rables que han ocupado las riberas se convierten en los lugares más atractivos para
las estrategias de la ciudad. Lo invisible es ahora un paisaje visible y emblemático.
La simultaneidad de ejemplos puede descubrir, deductivamente, una visión glo-
bal de la importancia del agua en la historia urbana de las ciudades donde el creci-
miento urbano está vinculado a las infraestructuras de agua.

‹ 228 ›
las maneras de fluir del agua visible e invisible en las ciudades 229

Deseamos comparar ejemplos opuestos. ¿El agua ha estructurado las ciudades


y las ha ligado al territorio?, ¿el agua ha diseñado ciudades?, ¿en qué momentos se
muestra la presencia de agua en las ciudades y por qué?, ¿hay ciudades de agua in-
visibles bajo ciudades visibles?, o ¿cuándo la presencia de agua se muestra en las
ciudades y por qué? Esta ponencia explicará el interés de la presencia de agua en
ciudades a través de cinco genealogías entrelazadas: topografía, transporte, infraes-
tructuras de abastecimiento de agua, energía y control del clima.

Palabras clave: agua, transporte, infraestructuras de suministro de agua, energía,


paisaje

Abstrac
The ecological perspective on urban sciences, along with the impact of climate chan-
ge and global warming, are transforming our vision about the forms of water, and
their historical, current and future presence in our physical and political environment.
The planning of water resources and the design of water-related infrastructure ha-
ve always been present in our cities, since supply was one of the key issues to ad-
dress. Traveling across water bodies and controlling water flows have also shaped ur-
ban landscapes.
On the one hand, we can find cities conceived as an alliance between water, so-
ciety, and landscape: visible water shapes the urban fabric and has its best technical
and artistic expression in the construction of reservoirs, aqueducts, canals, bridges,
energy infrastructures…
On the other hand, we find old cities viewed through the contradiction of the pre-
sence of water in the urbanfabric, as a symbolic battle won by man against nature.
Water becomes invisible despite its ecological and structural values.
Given the growing importance of policies related to climate change, risk manage-
ment (occasional floods, steady rise in sea level, droughts) and the incorporation of
“invisible” water into an environmental design will change our cities. Environmental
variables such as humidity and temperature, and the energy required for their trans-
formation, are leading to changes in the planning systems.
Once cities in emerging countries have set goal and capability to invest in large-
scale urban redevelopment projects, the vulnerable districts along riverbanks beco-
me the most attractive sites for urban strategies. That which was previously invisible
is now a visible and emblematic landscape.
The simultaneity of examples may deductively unveil a global vision of the im-
portance of water in the history of cities where urban growth is linked to water in-
frastructures.
230 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

We intend to compare contrasting examples. Has water structured cities and


linked them to the territory? Has water driven the design of cities? Are there invisible
water cities underneath visible cities? Or, when water is evident in cities and why?
This paper explains the interest on ethe presence of water in cities through five inter-
laced genealogies: Topography, Transportation, Water Supply Infrastructure, Energy,
and Climate Control.

Keywords: water, transportation, infrastructure for water supply, energy, landscape

Érase una vez un lugar de encuentros en torno a un río, el Ganges. Un lugar en el


que la luz y el agua, elementos eternos que simbolizan la vida, estructuraban la ciu-
dad que se extendía desde una de las orillas tierra adentro. Este ardid visible del pai-
saje organizaba los usos mundanos y los rituales de sus moradores. La acumulación
de dichos usos, acotados por los ocupantes necesitaba de una condición formal que
los ordenara, los cobijara y los pusiera en relación. 1 En el siglo xviii se construyeron
unas escalinatas de piedra conocidas como ghats que descienden hasta el Ganges.
Progresivamente, la ciudad se fue haciendo cada vez más grande. La generosidad de
los espacios resultantes en estas gradas permitía que todas aquellas liturgias colec-
tivas tuvieran cabida en un solo espacio. Esta suerte de plaza ribereña es un agluti-
nador social amplio y visible donde se hace referencia a una parte espiritual del ser
humano en el que se entremezclan distintas realidades. Pronto los ghats se convir-
tieron en una fina línea, casi invisible, que sobrevivió a todas las ampliaciones de la
ciudad y que, como una señal del tiempo, se plasmó en todos los lugares que la ro-
deaban. Era la imagen de la memoria colectiva que nadie estaba dispuesto a perder
a pesar del grado de contaminación de las aguas. El crecimiento urbano de Varanasi
continúa vinculado a esta infraestructura de agua en la que materia, forma y uso son
lo mismo (Sánchez y Guitart, 2015).
En septiembre del año 2016 se inauguró la 32 edición de la Bienal de São Pau-
lo, “Incerteza Viva”. El agua —como sucede en otros muchos espacios de reflexión
contemporáneos—2 fue protagonista de dicho evento. Uno de los marcos teóricos
de la misma comenzaba con la narración de una catástrofe ecológica de grandes di-
mensiones que ocurrió en 2015 en Mariana, Minas Gerais (Brasil), donde una presa

1  Benarés —hoy Varanasi— es una de las siete ciudades sagradas del hinduismo. Ofrendas, crematorios,
residencias de peregrinos que acuden a morir a esta ciudad y una orilla opuesta vacía donde peregrinan
las almas, conviven en torno al río Ganges.
2  Un ejemplo es la reciente exposición Água Paisagem Alterada —comisariada por la arquitecta Maria
Alice Milliet— celebrada en São Paulo (12 de marzo-30 de abril de 2016). Los artistas muestran de qué ma-
nera su obra piensa sobre nuestras condiciones de supervivencia como seres vivos dependientes del agua.
las maneras de fluir del agua visible e invisible en las ciudades 231

de materiales contaminantes de una mina de hierro reventó y derramó 60 millones de


metros cúbicos de barro contaminado a la cuenca del río Doce, que desemboca en
el Atlántico.3 Esta catástrofe dejó esta cuenca fluvial —antes un auténtico paraíso—
completamente inservible para la vida en sí.
Alertar sobre consecuencias recientes —importantes, absurdas y evitables— que
no encabezan las noticias diarias del mundo favoreciendo una actuación política,
social y ecológica desarrollada por una contemporaneidad que prioriza la rentabili-
dad inmediata sobre las consecuencias catastróficas irreversibles, es un gran punto
de partida. Utilizamos el agua en los procesos mineros e industriales, la contamina-
mos y retenemos, pero como no puede desaparecer, vuelve el agua y el desecho a
nuestro territorio, a veces de forma muy accidentada (Figura 1).
La perspectiva ecológica en las ciencias urbanas, la realidad del cambio climático
y el calentamiento global han elevado la importancia del agua en el futuro de nuestras
ciudades —es decir, la forma en que entendemos la presencia actual e histórica de
los cursos de agua y los recursos hídricos en nuestro entorno físico, político y urbano.
Históricamente, el agua ha ordenado de muy distintas formas la posición de las
ciudades, así como la forma de sus trazados y edificios. Muchas de ellas, tras un
acertado enclave, transmutaron al concentrarse la población y las actividades eco-
nómico-agrarias y se realizaron los sistemas hidrológicos artificiales consecuentes,
a favor de la ciudad (Pellicer y Ollero, 2004). En el origen de aquellas ciudades ha-
bía una alianza entre el hombre y el agua, y ésta era visible. Posteriormente, en mu-
chos casos, el hombre fue en contra de la naturaleza y el agua se hizo invisible. Así,
esa agua presente en la ciudad trató de ocultarse y evacuarse y como consecuencia
el ecosistema hídrico se alteró.4 Esa realidad afecta a muchas ciudades del planeta,
que, por exceso de agua no controlada o escasez de la misma, ven su futuro com-
pletamente dependiente de su planeamiento hídrico.

De los edificios-esponja al territorio-esponjado


La arquitectura, como la ciudad, puede fabricarse a partir de pequeños encuentros
con la realidad cotidiana a través de una experiencia vital. Es fascinante construir his-
torias a partir del encuentro con cosas triviales sin aparente importancia, en las que
parece no pasar nunca nada, pero a las que en realidad les suceden muchas cosas,
porque, en el fondo, una historia de encuentros está llena de vida y de micro acon-
tecimientos por descubrir (Weber, 2012).

3  Texto de la comisaria Julia Rebouzas.


4  En el contexto de este foro el caso de México-Tenochtitlan es un ejemplo esclarecedor para enten-
der esta idea.
232 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

Si realizáramos una “ruta urbana del agua”, menos visible que el caso de Vara-
nasi, podríamos comenzar por espacios “tradicionales” que por su cultura árida han
sido más cuidadosos con los recursos hídricos. En ciudades de traza romana, ade-
más de la propia estructura urbana —siempre resolutiva de la red compleja de abas-
tecimiento de agua (Barahona, 2014)— encontramos ciertos edificios como las cis-
ternas de Estambul, de una hectárea de superficie, o la mezquita de Córdoba, de
22 000 metros cuadrados, que tomaron el impluvio romano y lo desarrollaron de
manera sofisticada para convertirlo en una forma de “edificios-esponja”, captadores
y acumuladores de agua (González, 2013). Al final del hilo de la infraestructura hi-
dráulica, la escala urbana del abastecimiento se funde con la escala de la arquitec-
tura, donde se la protege y fracciona.
En 2009 se intervino en el acceso al parque natural de Sierra Nevada, junto al
río Lanjarón —Granada, España— en una acequia de riego que bordea unas anti-
guas construcciones utilizadas como matadero municipal, que dados los escasos
medios disponibles se recicló y reutilizó. 5 Al ubicar allí un museo la intención fue
preservar el entorno natural de la especulación urbanística mediante la creación
de un itinerario que relacionaba la nueva actividad con las infraestructuras de agua
y algunas arquitecturas próximas al río como molinos y antiguo lavadero público
(Santos, 2013). Tras recorrer durante mucho tiempo el sitio y entender sus pausas,
se utilizó un sistema de asentamientos humanos y productivos con riguroso respe-
to a la topografía de la región. 6
El museo se estructuró en torno a estos trazados históricos a los que se vincularon
tres nuevas láminas de agua conectadas entre sí y abastecidas por un sistema hídri-
co de acequias. El llenado de estos estanques se produce según los criterios de aper-
tura y cierre del sistema de riego de los campos agrícolas próximos, a través de dos
derivaciones realizadas sobre el canal que vierte sus aguas en un pabellón de ma-
dera y una plaza arbolada con naranjos. En el interior, una de las naves recuperadas
se inunda con agua sobrante del exterior. El circuito natural del agua se cierra en la
plaza de naranjos donde se reconduce hasta el río Lanjarón para continuar su cami-
no hacia el mar. La arquitectura propuesta capta el agua y controla la escorrentía del
recorrido natural del agua (Figura 2).
Esto podría formar parte de una narración ideal de nuestro planeta. Sin embargo,
las inundaciones son los desastres naturales más frecuentes a nivel global, que sólo

5  El municipio de Lanjarón, Granada (España), es conocido por su artesanía, por la producción de miel y
la calidad de sus aguas medicinales, contando con uno de los balnearios más reconocidos de España. El ar-
quitecto español Juan Domingo Santos es el responsable de este proyecto de Museo del Agua en Lanjarón.
6  Como sucede en muchas ciudades iberoamericanas, por ejemplo, en la ciudad de Mendoza, Argenti-
na, cuenta con un sistema hídrico de su área metropolitana similar al propuesto por Santos en Lanjarón.
El caso argentino se remonta al tiempo prehispánico.
las maneras de fluir del agua visible e invisible en las ciudades 233

en 2012 desplazó a más de 32 millones de personas (American Society of Landsca-


pe Architects, 2017).
Nuestra planificación del paisaje puede ayudar a las comunidades a vivir con es-
tas catástrofes constantes y periódicas desde una nueva forma de vida. Como la ar-
quitectura se aprende de la arquitectura misma y de la vida cotidiana, fijémonos en
ejemplos de territorios-esponjados como el Bishan Park de Singapur, el Corktown
Common de Toronto o la Plaza de Agua de Róterdam, en los que la metamorfosis va
más allá de realizar un único proyecto: un sistema de proyectos corrige las formas
anteriores de dominar el agua. Frente a la canalización o el ocultamiento, estos par-
ques rehabilitan los ecosistemas existentes para que éstos actúen como canales na-
turales y amortiguadores; espacios abiertos que dejan que las aguas fluyan de forma
segura, o almacenan el exceso de agua para su uso posterior; redes de transporte que
limpian y absorben el agua de la inundación, permitiendo a las comunidades vivir
con eficacia y con más agua. Espacios que, en un proceso de calentamiento de las
ciudades, traerán frescor al espacio público.
En los ejemplos previos nadie pone en duda la necesidad de actuar desde la cau-
tela en el ámbito de la naturaleza líquida como referencia; sin embargo ¿qué sucede
cuando la presencia del agua no es tan evidente? Parece necesario hacer aflorar algo
esencial en su estructura urbana que el tiempo la hizo invisible.

Intuimos que la respuesta ya está dada,


solamente hay que saber mirar…
La fantasía es necesaria para lograr cosas reales y en esa realidad nos fijamos. A
15 000 kilómetros del río Ganges con el que comenzábamos, se encuentra São
Paulo. Su condición geográfica es interesante y muy bonita. El río que la abastece
nace a 20 kilómetros del océano y se dirige hacia el interior; cada 250 metros São
Paulo esconde un río subterráneo, la gente no advierte que, con los arroyos cu-
biertos y canalizados, el agua termina pasando de un arroyo a otro, y a otro, y así
sucesivamente. Se trata de una suerte de Mesopotamia; una vega que, sin embargo,
resulta insuficiente. 7
Los barrios industriales que dieron servicio a esta ciudad en el pasado siglo xx sur-
gieron entre los barrios residenciales y los dos ríos visibles que articulan esta ciudad:

7  La Gran São Paulo tiene una población de 21 091 791 habitantes y un área de 7943.8 km² (2015). La
cuenca del río que la abastece es de 6000 km2 y coincide prácticamente con su superficie metropolitana.
Según la o n u , se necesitan 110 litros de agua al día para atender las necesidades básicas de una persona.
El XIV Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento de España 2016 recomienda 139
litros de agua por habitante y día, reduciéndose a 107 litros en las grandes ciudades. La cantidad de agua
consumida en São Paulo por habitante es de media de 200 litros; si esta ciudad no reduce su consumo de
agua, tendrá que traerlo de otros lugares, como ya sucede en Singapur ( r w l Water, 2012).
234 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

Tietê y Pinheiros. Particularmente, los bordes de la Vila Pompeia participaron de este


carácter predominantemente industrial hasta los años setenta. La vivienda se situa-
ba así alejada de los ríos, dejando sus márgenes para las infraestructuras y la indus-
tria, ocultando mediante la urbanización las redes de arroyos y vaguadas afluentes.
Tras el abandono de una de las fábricas los vecinos la ocuparon de una manera
despreocupada. El proyecto del Sesc transformó aquella fábrica Pompéia situada en
un área de inundación de la planicie del río Tietê al recuperar la hidrografía invisible
del lugar, canalizando el riachuelo situado al sur y cubriéndolo con un pavimento
permeable que generaba un espacio público de uso libre para el disfrute. 8 La zona
no volvió a inundarse (Figura 3).
En 2007 el grupo de investigación Metrópole Fluvial incorporó el Sesc Pompeia
y su área hídrica a un ambicioso plan territorial para São Paulo. Este proyecto a gran
escala tenía dos objetivos: controlar el estrés hídrico estructural de la metrópoli y fa-
cilitar la movilidad en la misma9 (Figura 4).
El proyecto propuesto se llamó Hidroanel (anillo hídrico) Metropolitano de São
Paulo y consistía en una red de vías navegables compuesta por los ríos Tietê y Pin-
heiros, las represas Billings y Taiaçupeba, y un canal artificial que conectaba los cua-
tro flujos de agua urbana para obtener 170 kilómetros de hidrovía que rodearían la
metrópoli de manera envolvente.10 Se trata de un modelo de cuencas fortalecido de
manera creativa.
La llegada del periodo de lluvias durante los meses del verano en la Gran São Pau-
lo siempre trae a la superficie el temor de las ya tradicionales inundaciones en diver-
sas regiones de la capital y de algunos municipios metropolitanos; naturalmente, el
mayor temor es de los habitantes de las zonas inundables, que coinciden en gene-
ral con las clases sociales más pobres. Uno de los puntos favorables del Hidroanel

8  Este proyecto fue realizado por la arquitecta italo-brasileña Lina Bo Bardi. El espacio sobre el río se

llamó rúa Pompéia y en las márgenes de esta rúa-río se construyó el polideportivo en altura. Véase Sán-
chez Llorens, M., y Rodríguez, F. “Emergencia Creativa”, c i r c o , 2013,184, Madrid.
9  Gestionar el agua es complejo. Este modelo de cuencas propuesto, llamado oficialmente de Hidroa-

nel Metropolitano de São Paulo, fue desarrollado por el equipo Grupo Metrópole Fluvial de la u s p (Uni-
versidad de São Paulo). Está coordinada por Alexandre Delijaicov, André Takiya y Milton Braga (interlo-
cutor de esta comunicación). Paulo Mendes da Rocha forma parte de su Consejo. Puede consultarse la
web: metropolefluvial.fau.usp.br/entulho.php. La investigación fue contratada por el gobierno del Esta-
do para estudiar la viabilidad de hacer que los ríos que cortan no sólo la capital, sino además 22 de los
39 municipios del Estado, sean navegables. Según la propuesta, una red de vías navegables formada por
los ríos de más de 170 km de hidrovías urbanas reestructurará la ciudad, con al menos tres canales (uno
central de navegación y drenaje y otros dos, a orillas, con túneles para el alcantarillado). Datos básicos:
20 esclusas, tres subsistemas, tres tri-puertos, 14 trans-puertos, 60 eco-puertos, 36 draga-puertos, 4 lodo-
puertos y 24 puertos de pasajeros.
10  Apoyándose en la Política Nacional de Recursos Hídricos de Brasil, el proyecto se basó en el concepto
de uso múltiple de las aguas, que considera las aguas un bien público y un recurso natural limitado, cuyo
uso debe ser racionalizado y diversificado de manera que permita el acceso a todos.
las maneras de fluir del agua visible e invisible en las ciudades 235

es justamente controlar el caudal de los ríos que cortan la ciudad —como sucede, a
otra escala, en Lanjarón.11
Al transformar los principales ríos en hidrovías, y considerando también sus már-
genes como espacio público principal de la metrópoli, el carácter público de las
aguas de São Paulo sería reforzado. De esta forma, los ríos urbanos servirían como
vías para el transporte de cargas y pasajeros, turismo y ocio, además de contribuir a
la regularización del macrodrenaje urbano.
Por otro lado, al urbanizar algunos asentamientos precarios como algunas favelas
de São Paulo —Antonico en Paraisópolis o Cantinho do Céu (Alex, 2008)— se está
procurando su integración a la ciudad “oficial” y al Hidroanel descrito, manteniendo
sin embargo gran parte de su patrón urbano informal. El primer urbanismo de estos lu-
gares, de emergencia y emergentes, está estrechamente relacionado con el agua: su-
primir la edificación de las zonas con riesgo de inundación, aprovisionar de infraes-
tructura de saneamiento ambiental, mejorar la calidad del abastecimiento del agua y,
como hermosa novedad, conducir e integrar a cielo abierto las avenidas de agua en
el espacio público (Figura 5).
Una vez que las ciudades tienen la meta y la capacidad de invertir en proyectos
de urbanización urbana a una escala mayor, las orillas ocupadas por tierras abando-
nadas y distritos vulnerables pueden convertirse en lugares más seguros para sus ha-
bitantes y más atractivos para la ciudad. Se da así la vuelta al fluir de la vida en las
riberas urbanas, pasando de la marginalidad a la centralidad. Estas estrategias pla-
nificadoras en las que el agua está implicada serán un soplo de aire fresco para las
ciudades (Figuras 6 y 7).

Notas finales. Implicaciones de la presencia


de agua en el futuro de nuestras ciudades
De cara al futuro, el planeta tiene en la captación y la gestión eficiente de las reser-
vas de agua uno de los enormes retos en el desarrollo sostenible de sus grandes ur-
bes. Las relaciones urbanas desencadenarán el programa y si realizamos una profun-
da lectura geográfica del territorio, se garantizará el ciclo urbano del agua. En este
reto deberían participar muchos profesionales y disciplinas (Figura 8).

11  Hidroanel es una alternativa creíble a las polémicas piscinas (piscinões o pìletones) que tratan de des-
viar las riadas paulistas ante el aumento de las zonas pavimentadas sin absorción posible y el incremen-
to de las lluvias São Paulo. Este método —que se utiliza en otros países como Japón y Estados Unidos—
canaliza el agua de lluvia que cae a las alcantarillas directamente a los embalses, y de ahí es bombeada
lentamente a la red de alcantarillado. Esto retrasa que el agua vaya directamente a los ríos, lo que reduce
el riesgo de inundación. Hoy San Pablo tiene 20 “piscinões” plenamente operativos, capaces de conte-
ner hasta un total combinado de cinco millones de metros cúbicos de agua, lo suficiente para llenar 2000
piscinas olímpicas de natación.
236 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

El presente texto ha tratado de realizar una exploración crítica sobre la trascen-


dencia del agua en la ciudad desde una escala arquitectónica hasta la territorial.
Quizá al sobrevolar en el futuro algunas ciudades que hoy demandan un rescate
podamos relatar —por ejemplo— que existe un lugar de encuentros en torno a una
bella maraña de aguas navegables compuesta por los ríos Tietê y Pinheiros, una hi-
drografía mágica. Un lugar en el que la luz y el agua estructuran la ciudad que se
extiende desde el interior de este anillo líquido y transparente, tierras adentro, tie-
rras afuera. Un ardid visible del paisaje que estructura los espacios de disfrute de sus
moradores, recuperando para ellos la ribera ocupada por veloces coches. Podemos
imaginar que en el siglo xxi los eco-puertos se comunicarán y recorrerán la enorme
ciudad, y la generosidad de los espacios resultantes permitirá que todas las escenas
de lo cotidiano dispersas tengan cabida en un solo espacio. Entonces ese anillo-pla-
za-hídrico que rodeará la metrópoli será un aglutinador necesario, social, amplio y
visible en el que sacudir las costumbres. Puede que ese anillo de agua se convierta
en una fina línea, casi invisible, superviviente a todas las ampliaciones de un espa-
cio de convivencia en una ciudad que antes estaba muerta. Así podemos soñar São
Paulo. Las utopías sirven para resolver lo real, la magia es algo palpable, el verdade-
ro misterio del mundo se halla en lo visible.
La transformación urbana de nuestras ciudades continuará vinculada a sus in-
fraestructuras de agua, pulsantes y elásticas. El agua es la estrategia clave, como opor-
tunidad y como defensa simultáneamente, es el elixir de la vida y un sinónimo virtual
de ésta. El agua seguirá manifestándose en diversas formas. Si intentamos confinar
sus movimientos serpenteantes, tenderá a romper las barreras.
El lector puede concluir ahora si las implicaciones de la presencia del agua en el
futuro de nuestras ciudades y que hemos tratado de argumentar en esta comunica-
ción, son posibles como deseo colectivo. Nuestra respuesta es “Sí”, es posible y es
deseable. Seamos optimistas, por algo somos arquitectos y servimos para imaginar
mejores futuros y hacer que los lugares funcionen mejor.
las maneras de fluir del agua visible e invisible en las ciudades 237

Figura 1. Menos que letales. Carolina Caycedo, 2013. Carolina Caycedo reflexiona de mane-
ra crítica sobre las presas de gran escala que tienen el propósito de controlar y retener el flujo
de agua de los ríos, con fines hidroeléctricos e industriales y/o como reservas de aguas para
centros urbanos. Fotomontajes y collages impresos sobre papel seda, papel de fibra y cristal.
238 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

Figura 2. Ciclo del agua para el Museo del Agua en Lanjarón, Sierra Nevada, Granada. 2009.

Figura 3. Sesc Pompeia. Río de inundación cubierto. El principio de discurrir del agua en to-
das sus posibilidades y velocidades organiza los volúmenes y la planta de las naves asocian-
do a estas cualidades del agua las de los espacios arquitectónicos con los que se relaciona. El
ritmo disminuye bajo riachuelo cubierto, ahora solárium. Las aguas de este río invisible ali-
mentan la piscina que queda enterrada (como aguas subterráneas). La antigua chimenea de
la fábrica se reconstruye como depósito para almacenar el agua sobrante y es convertido en
el hito del barrio.
las maneras de fluir del agua visible e invisible en las ciudades 239

Figura 4. Propuesta de Hidroanel Metropolitano (Anillo hídrico) sobre el mapa hidrográfico


de São Paulo. Los objetivos de Hidroanel son restablecer los ríos urbanos como principales
ejes estructuradores de las ciudades, con parques, plazas y bulevares fluviales a sus márge-
nes; consolidación de un territorio con calidad ambiental urbana en las orillas fluviales, que
comporte infraestructura, equipamientos públicos y vivienda social; navegación fluvial urba-
na: puertos de origen y destino insertados en el área urbana; la navegación fluvial en canales
estrechos y rasos en aguas restringidas (confinadas entre barreras artificiales); transporte flu-
vial urbano de cargas públicas; logística inversa: reinserción en el mercado de los residuos
sólidos transformados en materia prima. Vila Pompeia está situada entre los tramos 1C y 3A.
240 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

Figura 5. Urbanización del Conjunto Cantinho do Céu de Boldarini Arquitetura e Urbanis-


mo. Las favelas son espacios con identidad, son barrios que, aun frente a la precariedad de
las condiciones ambientales y sociales en que viven sus habitantes, presentan una conviven-
cia social caracterizada por la existencia de fuertes relaciones de solidaridad. Requieren ac-
ciones públicas para transformar la precariedad urbana en que se encuentran y, consecuente-
mente, la tarea que se impone a la actuación de la disciplina urbanística es, a partir de planes
y proyectos, proponer, además de la implementación de infraestructura básica, la cualifica-
ción de los espacios públicos, urbanizándolos y definiendo centralidades que sean valoriza-
das por la colectividad.
las maneras de fluir del agua visible e invisible en las ciudades 241

Figura 6. Favela de
Antonico en Paraisópolis.

Figura 7. Proyecto urbano corrientes


de Antonico. El trabajo resulta de la ar-
ticulación entre dos esferas de inves-
tigación proyectual: la infraestructura
urbana y la construcción de formas de
imaginario popular actuantes sobre el
uso del espacio. Técnicamente busca
alternativas de reconciliación de la fa-
vela con las aguas. La estrategia es dis-
tinguir flujos. En la superficie (visible),
el canal base, más los caudales de lle-
no, controlados y compatibles con la
densidad del tejido urbano. Bajo la su-
perficie (invisible) el flujo de las gran-
des lluvias que abastecen a la red local.
Este proyecto del canal queda al descu-
bierto, abierto a innumerables posibili-
dades de resignificación por parte de
la población.
242 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

Figura 8. Watering Plaza de España. Trabajo realizado durante el curso 2014-15 para la “rege-
neración de la Plaza de España de Madrid” con el agua como protagonista del proyecto. Este
ejercicio propuso un playground captador y acumulador de agua ambiental. Este parque de
lluvia sostenible se sitúa en las zonas con mayor humedad y sombra del espacio público, con
el objetivo de cerrar el ciclo del agua mediante su captación y reutilización del vapor genera-
do. Proyectos IV María Berenguel del Cerro, tutora Mara Sánchez Llorens. Universidad Pon-
tificia de Salamanca en Madrid.

Nota
Esta comunicación surge a raíz de una serie de conversaciones mantenidas entre
los autores de la misma en los pasados meses y Milton Liebentritt de Almeida Bra-
ga, Milton arquitecto y profesor de la Universidad de São Paulo, quien ha colabora-
do en la Propuesta de Hidroanel Metropolitano de São Paulo y en el Proyecto urba-
no corrientes de Antonico.
Se ha realizado el trabajo de acumular casos de estudio en los que las implicacio-
nes de la presencia del agua afectan a su futuro urbano. Casi como coleccionistas,
disponemos el material encontrado sobre una mesa y lo ordenamos según variables
básicas de contigüidad geográfica y cronológica, como respuesta a tres estrategias:
ciudades-agua, edificios-esponja, territorios-esponjados; y cinco genealogías enun-
ciadas y entrelazadas: Antropología (Varanasi), Topografía ( sesc Pompeia y Favelas),
Transporte (Hidroanel Metropolitano de São Paulo), Infraestructuras de Abasteci-
miento de Agua (Córdoba, Estambul, Lanjarón, Antonico), Energía y Control del Cli-
ma (Cantinho do Céu, Watering Plaza de España).
las maneras de fluir del agua visible e invisible en las ciudades 243

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Arquitectura vernácula y patrimonio.
La arquitectura sin arquitectos, la memoria y la identidad
j o s é á n g e l h i da l g o a r e l l a n o . x i ’ a n j i a oto n g
liverpool university in suzhou

Resumen
La arquitectura vernácula se presenta a sí misma sin intermediarios. No hay arquitec-
tos detrás. La obra se presenta sola, habla libremente, expresándose sin las razones o
las explicaciones del autor. Nosotros sólo tenemos su presencia. Comprendemos su
esencia sólo a través del contacto directo con ella. Cuando visitamos asentamientos
populares nos sentimos a menudo subyugados por la calidad (y cantidad) de la ar-
quitectura. Nos quedamos, incluso, incapaces de expresarlo. Realizada sin arquitec-
tos, siempre ha incluido todo detalle. Nunca ha renunciado a la mínima parte de in-
formación. La arquitectura vernácula ha dado respuesta a todos los requerimientos,
produciendo una solución coherente, original y sintética.
El presente artículo se propone reflexionar sobre algunas obras de arquitectura
popular, intentando desvelar las razones más profundas que generaron las formas
de la arquitectura vernácula tal y como ahora las vemos, descubriendo, de esta ma-
nera, en ellas la historia y el pasado contenidos en su forma. A través de las imáge-
nes estudiadas podemos comprender que la arquitectura no explicita su pasado, si-
no que lo contiene.
Podemos observar en la arquitectura popular un largo número de estrategias pro-
yectuales, como la economía formal, la adaptación a la topografía, el desarrollo de
la sección… sólo con prestar atención y dejando que la obra se manifieste libremen-
te. Mientras vamos descubriendo las respuestas que la arquitectura ha dado al en-
torno, encontramos unas leyes poderosas que parecen estar inscritas en la lógica ar-
quitectónica.
Más allá del patrimonio arquitectónico “de estilo o histórico”, la arquitectura ver-
nácula forma un coherente corpus arquitectónico que constituye un interesante do-
cumento con importantísima información sobre la intrahistoria y es al mismo tiempo
una fuente inagotable de diálogo para la arquitectura contemporánea.

Palabras clave: arquitectura vernácula, arquitectura popular, patrimonio, lógica ar-


quitectónica, lógica formal, arquifanía

‹ 244 ›
arquitectura vernácula y patrimonio 245

Abstract
Vernacular architecture introduces itself without intermediaries. There are no archi-
tects. The work is self-introduced, speaking freely, without any explanations or rea-
sons on the author. We only have its presence and acknowledge its essence through
direct contact. When we visit traditional villages we feel overwhelmed by the nature
and abundance of the architecture. We stand staring, even unable to express it.. Exe-
cuted with no architects, it has always included every detail and denied no data. In
its own environment, vernacular architecture has always responded to any require-
ment, producing an original, coherent and synthetic solution.
The present article is a reflection on some works of vernacular architecture, at-
tempting to unveil the deepest reasons that produced the forms of vernacular archi-
tecture as we see them today. The images analyzed allowed us to discover that archi-
tecture, rather than explaining its own past, contains its past.
Vernacular architecture allow us to discover a large number of design strategies
such as formal economy, adaptation to topography, section development… just by
paying attention and allowing the work to express itself. As we discover how vernacu-
lar architecture addresses the environment, we also unveil some powerful rules that
seem to be engraved in the architectural logic.
Beyond the architectural “stylish or historical” heritage, vernacular architecture
represents an unvaluable architectonical corpus, that represents an interesting do-
cument including invaluable information on intra-history and, at the same time, is an
inexhaustible source of dialogue for contemporary architecture.

Keywords: vernacular architecture, popular architecture, heritage, architectonic lo-


gics, formal logics, archiphany

En el marco del Foro de Investigación en Arquitectura “Arquitectura y Sociedad”, el


presente artículo presta atención a la arquitectura vernácula como depositaria de la
memoria y la identidad. Centrándose en el análisis y la contemplación de algunas
imágenes de la tradición arquitectónica popular española, se descubren, por una
parte, las leyes perennes del diseño arquitectónico inscritas en una arquitectura sin
arquitectos (y se explican aquí como nacidas del tiempo y el habitar) y, por otra par-
te, la aportación de ésta al patrimonio social, antropológico e histórico, formando
parte de manera insoslayable de la memoria colectiva y quedando listas para el diá-
logo con la arquitectura contemporánea.
246 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

En su maravillosa Arquitectura popular española,1 Carlos Flores va mostrando pa-


cientemente las múltiples caras de una arquitectura sin arquitecto. Ha ido recorrien-
do pueblo a pueblo. Y cuando uno se adentra a través de los cinco volúmenes que
conforman la obra, se siente sobrepasado por la cantidad de arquitectura que hay en
sus páginas. Y ni un nombre propio. Se adueña de nosotros una admiración que in-
tentamos racionalizar. Vamos rescatando valores concretos, puntuales, de aquí y de
allá. Y emerge la visión del mundo que subyace en las imágenes e inmediatamente
la sensación de ausencia. Un sentimiento de pérdida irremediable parece surgir de
las imágenes —¿qué quedará de estas fotografías de hace cuarenta años?— y se intu-
ye también una tarea inscrita en las dudas que la obra plantea: ¿Qué puedo rescatar?
El clima, la tradición constructiva, la función, la escala humana, la naturaleza del
material y la economía de medios van imponiendo sus reglas. Por encima de todas
ellas, inscrita en todas ellas, aletea una belleza incontenible. Una belleza profunda,
de cierta aspereza, poco complaciente por lo general. Pero belleza. “La arquitectura
popular raramente introduce innovaciones gratuitas. Cuando admite una novedad lo
hace apoyándose en razones lógicas muy poderosas” (Flores, 1978: (1) 18). Señala
Carlos Flores el origen de la arquitectura popular en “razones lógicas muy podero-
sas”. Es cierto. Parece incontestable. Y a medida que experimentamos la belleza de
las obras expuestas descubrimos que hay algo inefable, que parece responder a una
razón que contiene en su seno lo bueno y lo bello. Que nos descubre que el hom-
bre —el arquitecto popular, que diría Carlos Flores— habita de un modo complejo
sobre la tierra, experimenta la belleza y la recrea en su hábitat.
Toda construcción que atiende al hombre en su totalidad, en sus dimensiones clá-
sicas, se convierte en una arquitectura profundamente racional. Porque la razón es
inclusiva. Y entonces sí, tenemos que estar de acuerdo con las “razones lógicas muy
poderosas” a las que alude Carlos Flores. La arquitectura popular no ha negado nin-
gún dato del problema. Dentro del ambiente en el que se ha desarrollado, ha respon-
dido a todas las necesidades que se le presentaban dando una respuesta coherente y
sintética. Ha respondido a toda su realidad. Ha respondido a la razón.

El tiempo y las leyes de la composición


Decía José Luis Fernández del Amo (1995) que “el arquitecto tiene que estarse ha-
ciendo siempre”. Y esto es totalmente cierto para la arquitectura popular. El arqui-
tecto popular es la suma de muchos arquitectos populares. Es el hombre que cons-

1 Hablamos de los cinco volúmenes publicados entre 1973 y 1977. Aquí hemos usado una edición de
1978 (Flores, 1978). Durante años, Carlos Flores recorrió pacientemente la vasta geografía española do-
cumentando con unas fotografías excelentes todo el patrimonio arquitectónico popular.
arquitectura vernácula y patrimonio 247

truye una casa, pero es, al mismo tiempo, la suma de todos los que han construido
una casa. Es poseedor de un saber acrisolado por muchas generaciones que le ha si-
do legado. La actitud de observación propuesta aquí se ha conseguido gracias a la
suma de certezas, impresiones y perplejidades que, con el tiempo, se han incorpo-
rado al saber popular.
Dice Carlos Flores: “El arquitecto popular es una mano y una inteligencia sobre
la que gravita todo el peso de unas vivencias acumuladas al correr del tiempo. Sus
conocimientos personales, tal vez no amplios, tienen sin embargo tras ellos una ex-
periencia latente acumulada y decantada generación tras generación. Experiencia
de la que por otra parte él no se encuentra dispuesto a renegar y sí, por el contrario,
a utilizar hasta sus últimas consecuencias” (Flores, 1978: (1) 88). La capacidad de
llevar las cosas al límite, hasta el agotamiento de la razón, convierte al arquitecto
popular en un personaje al servicio de uno de los principales principios de creación
artística: la coherencia y la fidelidad a una idea. Que en su caso es la cristalización
de la “experiencia latente acumulada”.
En este momento no nos interesa tanto estudiar cómo se ha generado la arqui-
tectura popular sino cómo la podemos leer en su manifestación (en su arquifanía). Y
hay aquí un lugar especial para el tiempo. Leer la arquitectura popular es percibir la
revelación del tiempo, de la historia inscrita en sus muros. Descubrir, por una parte,
la tradición que se ha ido decantando en un sistema constructivo o en la definición
de un tipo. Por otra parte, la acción del tiempo en una obra específica. Porque como
dice Italo Calvino (inspirado en las teorías de Aldo Rossi): la ciudad “no dice su pa-
sado, lo contiene como las líneas de una mano, escrito en los ángulos de las calles,
en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los
pararrayos, en las astas de las banderas, surcado a su vez cada segmento por raspa-
duras, muescas, incisiones, cañonazos” (Calvino 2001 [1972]). Nos interesa aproxi-
marnos a la obra concreta, a cualquiera. Descubrir en cada una el pálpito del tiem-
po acumulado. Y percibir su manifestación (Figura 1).
En la casa de Arenas de San Pedro, en Ávila, encontramos una fachada pertene-
ciente probablemente a dos viviendas. Configuran el fondo de una pequeña pla-
ceta. La sombra de la tarde empieza a caer sobre el pavimento empedrado y muy
pronto alcanzará a las fachadas. Dos puertas generosas marcan los accesos. Son
puertas graves, bien labradas. La puerta de la izquierda tiene un escudo de piedra
en el dintel. La de la derecha un dintel imponente de piedra, que se apoya en dos
generosas jambas. Rastreando elementos patrimoniales quizá descubramos que el
escudo tiene alguna fecha que nos aporta datos históricos. O que, bajo el arco de
descarga, perdura alguna inscripción. La pared conserva una fábrica de piedra que,
a medida que nos desplazamos hacia la izquierda, desaparece bajo el encalado. La
presencia gris del granito deja paso al blanco deslumbrante de la cal, por encima del
248 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

zócalo. Sobre la estereotomía del muro se levantan en voladizo unos miradores tec-
tónicos, ligeros, de madera. No son regulares. En la vivienda de la izquierda ocupan
dos plantas, en la de la derecha sólo una. Todos tienen altura distinta. Cada uno dis-
tribuye a su manera sus zonas opacas, las barandillas y los tirantes. La cubierta tie-
ne una altura diferente en cada casa, pero la línea de cornisa se ha deformado para
poder unir ambas.
En todos estos datos intuimos un orden temporal en la creación de estas viviendas.
Una vivienda primera de piedra con un cuerpo lateral más bajo encalado, quizá con
una puerta auxiliar. Sobre la casa se construye un mirador. Más tarde se añaden tam-
bién miradores a la casa anexa. No podemos estar seguros de esa explicación, pero
no hay duda de que una historia se cuenta a través de las paredes. La historia de la
casa. También retazos de los que la habitaron y la habitan ahora. De sus ocasiones de
medrar, de sus cambios de uso, de su adaptación a nuevas costumbres, etc. “La ciu-
dad es por sí misma depositaria de historia […] del tiempo tiene las huellas aunque
sea de modo discontinuo” (Rossi 2004 [1996]: 222), afirma Aldo Rossi. Y eso que se
puede decir de la ciudad en su globalidad, también se puede decir de cada arquitec-
tura que la conforma. La manifestación de esta historia, de este tiempo contenido en
la forma, es también la manifestación de la arquitectura.

La expresión del habitar


Si la arquitectura popular llega a su forma definitiva a través del tiempo, debemos ha-
blar también de la importancia del habitar. Como hemos visto, tiempo y habitar no
van separados. El hombre habita en el tiempo. Nos interesa enfatizar aquí las cuali-
dades ambientales que la arquitectura popular genera gracias a la forma de vivir que
tiene el arquitecto popular (Figura 2).
Observemos dos viviendas de Villanueva del Conde, en Salamanca. La imagen
nos las muestra de manera unitaria, como si fueran una sola. Ambas viviendas tienen
tres alturas. Entendemos que la planta baja se destina al trabajo y las dos plantas su-
periores a la familia. El trabajo está a ras del suelo. El acceso al taller o a las cuadras
es directo, por una portada de madera. Al taller de la izquierda se accede por un pe-
queño recinto marcado por la escalera de la vivienda, que crea un porche y un muro
lateral. La puerta tiene recortada una gatera. La portada de la derecha está construi-
da con fragmentos abatibles y permite aperturas parciales a distinta altura. Ambas
pueden abrirse a la calle generando un espacio público. Ambas están un poco ente-
rradas dando una ligera impresión de acceso a un espacio de cueva.
A la vivienda de la izquierda se accede por una escalera. Es una escalera de pie-
dra. Cada escalón es una losa grande, labrada de forma tosca pero clara. La altura de
los escalones permite sentarse en ellos. Al final de la escalera espera un rellano de
arquitectura vernácula y patrimonio 249

madera. Está anclado a la pared y colgado por tronco que hace de tirante. Este espacio
marca la entrada a la vivienda. A la vivienda de la derecha se sube por cuatro escalo-
nes desparramados a lado y lado de la puerta. Con su irregularidad generan un mun-
do de posibilidades: subir y bajar, sentarse, recostarse, charlar en grupo, colocar una
maceta. Se ha pintado un zócalo que corona esta escalera primitiva y marca el acceso.
La imagen nos muestra cuatro formas distintas de entrar. En todas ellas se reconoce
el umbral. Detrás de cada una podemos imaginar un espacio distinto: el taller diáfa-
no, el pequeño taller con el artesano junto a la puerta entreabierta, la sala de estar o
un pequeño acceso con escalera que conduce a la planta alta. En las cuatro puertas
se marca una ceremonia de entrada, unos ritos que implican distancia o cercanía de
lo público, dignidad, distinción. Acercarse, subir y bajar, llamar, esperar y franquear
son acciones que se indican claramente en el acceso a las dos viviendas. Hay una li-
turgia, una cierta sacralidad inscrita en la más pura domesticidad.
Las plantas más altas pertenecen únicamente al ámbito de lo doméstico. Parecen
aisladas de la calle con su terraza continua y la sombra de la cornisa. Desde allí el
hombre está separado del mundo. Pero no ha perdido su contacto. Nos imaginamos
todo el paisaje cercano de tejados y el paisaje lejano de campos. Estas terrazas en lo
alto marcan una relación de dominio. Mientras que en las puertas de los talleres la gen-
te entra y sale libremente, las de las viviendas exigen un acercamiento. Desde los mi-
radores sólo existe una relación de dentro hacia afuera. Por algo se llaman miradores.
Escribe José Luis Fernández del Amo, que tan bien entendió esta arquitectura: “Se
me llenaban los ojos con eso que el hombre hace para sí, con la sabiduría de su ne-
cesidad amparada por la tradición del lugar. De sorpresa adiviné la medida y la fun-
ción de los espacios que edificó para cobijar su vida y su trabajo y cómo presentía
con respeto los entornos para la convivencia. Así nacían, así se hicieron los pueblos
que yo admiraba y de los que aprendí la ley oculta de su ordenación espontánea”
(Fernández del Amo, 1974).
El “cobijo de su vida y su trabajo” y la creación de “entornos para la conviven-
cia”. Así se nos manifiesta esta arquitectura. Y su forma está inscrita en “la medida y
la función”, en la “necesidad amparada por la tradición del lugar”. Todo esto marca
lo que Fernández del Amo llama una “ley oculta”. Es, en realidad, la razón vista en
su totalidad, que no desprecia ningún dato de la realidad y que contiene en sí mis-
ma el misterio. La razón que atiende al uso y la economía, pero también al ornato
y al decoro, a la relación con los demás y a todo lo que constituye la vida del hom-
bre, que comenta con tanta agudeza Sáenz de Oíza: “La arquitectura popular ponía
las flores y los pájaros para los vecinos, como muchos vestían para los demás; había
una cesión de los unos para los otros”.2

2  “Conversación con Vicente Patón y Pierluigi Cattermole” (Sáenz de Oíza, 2006).


250 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

“Los más esenciales valores de la arquitectura popular nacen precisamente del fir-
me arraigo y conexión de su autor respecto al medio en que se desarrolla, de la aten-
ción y esmero con que la obra se va realizando, del carácter de cosa definitiva que las
circunstancias en que se produce y la mentalidad de sus creadores hacen inevitable
que posea” (Flores, 1978: (1) 92-93). El arraigo del que habla Carlos Flores es lo que
se respira en estas imágenes. Un arraigo hecho de “atención y esmero”. Frente a la
evidente pobreza que las imágenes escenifican hay un carácter de “cosa definitiva”.
Un carácter de espacio donde la vida es posible, donde se produce la arquitectura.
“El arquitecto popular abre un hueco allí donde resulta más conveniente o cie-
rra —según sus necesidades— total o parcialmente una galería exterior sin dete-
nerse a considerar de antemano, por lo general, el efecto plástico que se derivará
de su acción. Tal actitud dará lugar a soluciones inesperadas que pueden resultar
sorprendentes y nuevas desde un punto de vista estético” (Flores, 1978: (1) 26). Es-
tas soluciones sorprendentes, esta nueva estética será leída desde el inicio por la
Modernidad.

La arquitectura vernácula como patrimonio


y la arquitectura moderna
Decía María Zambrano que la cultura española se nutre de toda la realidad, desde
“la cultura analfabeta del pueblo y las más altas, las más misteriosas obras de nues-
tra literatura” (Zambrano, 2003: 20). Hay un nexo que alimenta misteriosamente lo
más culto con lo popular. Por eso Juan Calatrava puede escribir sobre La Casa de Ber-
narda Alba, de Lorca: “La arquitectura popular anónima, cristalizada por una tradi-
ción secular y una sabiduría constructiva paciente, ligada a los materiales del lugar,
que nada sabe de modas pasajeras, deviene ahora metáfora de un pueblo cuya alma
esencial quiere aprehender el poeta” (Calatrava y Nerdinger, 2010: 287-288). El poe-
ta parece encontrar el alma del pueblo a través de su arquitectura. En cierta manera,
no es otra cosa que leer en las obras la historia y el habitar que contienen. Y ese espí-
ritu parece alimentar a muchos intelectuales en el primer tercio del siglo xx , cuando
entre los arquitectos empieza a surgir el interés por la arquitectura popular (Figura 3).
En Ibiza pondrán precisamente los ojos los miembros del gatepac cuando en 1936
dediquen el número 21 de la Revista ac a la arquitectura popular de la isla. El año
anterior habían dedicado el número 18 a la arquitectura popular mediterránea. Son
números con unos reportajes fotográficos cuidados, que describen con detalle las
construcciones más sencillas del litoral mediterráneo de la Península. Podemos pen-
sar que estos reportajes están llamados a tener una influencia crucial en la arquitec-
tura posterior. Sin duda. Pero también es verdad que los arquitectos descubren estas
obras porque ahora tienen los ojos para verlas. El arquitecto de los años treinta está
arquitectura vernácula y patrimonio 251

preocupado por el problema de la vivienda, la construcción barata, un lenguaje abs-


tracto y todos esos temas los encuentra en la arquitectura popular.
“Presentan en sus construcciones populares tipos semejantes, cimentados sobre
bases estrictamente racionales”.3 “Si alguno de sus detalles pudiese interpretarse co-
mo decorativo, éste es casi siempre derivado de la construcción, con alguna base ra-
cional que lo refuerza”. (G.A.T.P.A.C, 1935: 15). Llama la atención la insistencia en
lo racional. Después de un siglo de lenguajes antiguos recuperados, ahora los arqui-
tectos buscan fundamentar su arquitectura en presupuestos lógicos.
No es casualidad que vayan en busca de la arquitectura blanca y, en especial, de
las construcciones de cubierta plana de Ibiza. También se valoran factores ambienta-
les como los patios y los miradores. Y se respiran los coletazos de cierto higienismo.
Hay una investigación interesante de los sistemas compositivos y se intentan extraer
unas pautas de algunas construcciones generadas sin un plan preconcebido. Así se
señalan leyes compositivas de líneas fuertes en una vivienda rural y un esquema re-
petitivo de arcos en los pórticos de la iglesia de Santa Eulalia. “Cada una de estas dos
composiciones sin plan preconcebido obedece a una ley armónica. (Repetición de
elementos de una misma familia)” (G.A.T.P.A.C., 1936: 36) (Figura 4).
Aunque es una excepción en el tono general de la revista, se toman en conside-
ración elementos ajenos al purismo oficial predominante. Y es tranquilizador ver có-
mo en las obras de José Luis Sert, por ejemplo, se tomará buena nota de lo que esta
arquitectura aporta. Las rejas de San Fernando y de Tarifa nos llevan directamente al
trabajo de recuperación que años más tarde realizará Alejandro de la Sota, en Esqui-
vel. Allí no recuperará solamente el lenguaje de esta arquitectura sino también su
calidad espacial, y se considerarán, ya en aquel momento, depositarias de la memo-
ria identitaria contenida en su imagen.

3  Ídem.
252 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

Figura 1. Arenas de San Pedro, Ávila.


Fuente: Flores (1978: (3) 205).

Figura 2. Villanueva del Conde, Salamanca.


Fuente: Flores (1978: (3) 278).
arquitectura vernácula y patrimonio 253

Figura 3. Imagen de portada de


la Revista AC,número 21. Ibi-
za, Baleares.
Fuente: G.A.T.P.A.C. (1936).

Figura 4. Esquemas compositivos en la arquitectura ibicenca.


Fuente: G.A.T.P.A.C. (1936: 36).
254 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

Referencias
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tectura, 192. Madrid.
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G.A.T.P.A.C. (1936). “Arquitectura popular de Ibiza”. En Revista AC, 21 Año V. 1° trimestre.
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S áenz de oíza , F.J. (2006). Escritos y conversaciones. Barcelona: Fundación Caja de Arqui-
tectos.
Z ambrano , M. (2003). La razón en la sombra. Antología crítica. Madrid: Siruela.
Urban Design Toolbox. Estrategias y tácticas
para la construcción colaborativa de entornos urbanos
j u a n e s t e ba n c o r r e a e l e j a l d e . u n i v e r s i da d p o n t i f i c i a b o l i va r i a n a

Resumen
En un mundo súper urbanizado —más de 50%, acercándonos a 70% en los próxi-
mos 10 años, de la población mundial vive en asentamientos urbanos— se ha pro-
bado que la planificación está en crisis, sin poder responder la rápida urbanización y
lo que esto conlleva: un modelo económico salvaje, deterioro y agotamiento de los
recursos y degradación ambiental. Tanto su lenta capacidad de respuesta como sus
ambiciones metodológicas que intentan abarcar más de lo realizable, están dentro
de sus principales limitaciones. Es, por lo tanto, crítico desarrollar nuevas aproxima-
ciones a los problemas urbanos contemporáneos. Más que recurrir a modelos o teo-
rías integrales, una aproximación basada en estrategias y tácticas podría llegar a ser
más adecuado para el futuro urbano, específicamente en el sur global, donde está
ocurriendo el principal fenómeno de crecimiento.
En la Facultad de Arquitectura de la Universidad Pontificia Bolivariana (Colom-
bia) hay dos cursos específicos que buscan desarrollar una aproximación conceptual
a la creación de un toolbox —caja de herramientas— de soluciones a los retos urba-
nos contemporáneos: el Laboratorio de Diseño Urbano, taller de diseño de último
año del programa de formación profesional como arquitecto, y un curso de forma-
ción en investigación llamado específicamente Urban Toolbox, ambos enfocados en
lugares y problemas reales para construir conocimiento sobre cómo diseñar solucio-
nes para la ciudad del futuro. Nos hemos orientado principalmente a la relación cen-
tro/periferia como escenario con inmensas posibilidades para construir una ciudad
más incluyente y equitativa, con nuevas oportunidades para el desarrollo económi-
co de sus comunidades, mejor adaptada a su geografía, más sostenible y resiliente.
Reconocer las variables internas y externas que constituyen la definición de un
problema y lugar de intervención e identificar las posibilidades más amplias y me-
nos convencionales que afectan el ámbito urbano es parte de la metodología del Lab
y el Toolbox. Ambos cursos se han enfocado en la investigación de fuentes secun-
darias, casos y experiencias para construir sistemas de relaciones que puedan, po-
tencialmente, soportar nuevas formas de coexistencia y producir ambientes ideales

‹ 255 ›
256 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

para vivir, trabajar y recrearse. Exploramos nuevas aproximaciones al diseño urbano,


la gestión, nuevos modelos que abren nuevas salidas hacia la construcción de comu-
nidades más justas y equitativas, fuertemente orientadas hacia la reducción de las di-
visiones y diferencias sociales y posiblemente al crecimiento continuo. A diferencia
de otras experiencias que exploran principalmente la estética o producen urbanismos
tímidos, el Toolbox, como integrador de los cursos, desarrolla soluciones espaciales
que dignifiquen, cualifiquen, mejoren y propongan estrategias, tácticas y escenarios
concretos para alcanzar ambientes urbanos concretos de alta calidad que nos per-
mitan soñar con obtener una mejor sociedad y una ciudad globalmente más compe-
titiva, capaz de posicionarnos en torno a un futuro más demandante y prometedor.
Ambos, el taller y el curso de investigación se enfocan en problemas y lugares reales
de interés para la administración y siempre con atención directa a la comunidad, an-
te quienes, al final, nos hacemos responsables.

Palabras clave: comunidad, estrategias, tácticas, retos, soluciones, investigación

Abstract
On a super-urbanized world – with over 50%, and approaching 70% in the next
10 years, of the world`s population now living on urban settlements —, it has
been demonstrated that planning is undergoing a crisis, unable to respond to the
rapid urbanization and its implications, namely a fierce economic model, resour-
ce depletion and environmental degradation. Both its slow response time and its
methodological ambitions that seek to encompass more than what can be realis-
tically done, are its biggest limitations. It is therefore critical to develop new ap-
proaches to contemporary urban issues:, more than turning to comprehensive
models or theories, an approach based on strategies and tactics may be more suita-
ble for the urban future, specifically on the global south, where the fastest growth
rate is taking place.
At the Faculty of Architecture at Universidad Pontificia Bolivariana there are two
specific courses that seek to develop a conceptual approach to the creation of a Tool-
box of solutions to address contemporary urban challenges: The Urban Design La-
boratory, a final-year design course of the 5-year academic program in Architectu-
re, and a three-semester research-oriented course named Urban Toolbox, both focus
on real-life places and issues to build knowledge on how to design solutions for the
city of the future. We have focused mainly on the center-periphery relationship as a
scenario with immense possibilities to build a more inclusive and equitable city, with
new opportunities for the economic development of its communities, which would
be better adapted to its geography, more sustainable and resilient.
estrategias y tácticas para la construcción colaborativa de entornos urbanos 257

Recognizing the internal and external variables in the definition of a problem and
place of intervention, and identifying the broadest and unconventional possibilities
that affect the urban realm, are part of the methodology in the Lab and Toolbox cour-
ses. Both have focused on searching the literature, cases and experiences to build
systems of relationships that may potentially sustain new forms of coexistence, and
produce ideal environments to live, work and enjoy. We explore new approximations
to Urban Design, management, new models that open new new approaches towards
the construction of more, equitable and fair communities, strongly oriented towards
the reduction of social segregation and differences, and to a possibility of continuous
growth. Unlike other experiences that explore mainly aesthetics or produce modest
urbanisms, the Toolbox develops spatial solutions that dignify, qualify, improve and
propose specific strategies, tactics and scenarios to achieve high-quality urban envi-
ronments aimed at obtaining a better society and a more competitive city at a global
level that positions itself facing a more demanding and promising future. Both cour-
ses — practical and research — focus on actual sitesand problems of interest from an
urban management standpoint, and always involving a direct interest for the commu-
nity to whom we are ultimately accountable.

Keywords: urban, community, strategies, tactics, challenges, solutions, tool, research

Urban Toolbox es la sumatoria de intenciones personales informadas que reúnen


preocupaciones por cómo participar en la transformación de los contextos urbanos
desde las disciplinas de la arquitectura y el diseño urbano, de manera que esta ac-
ción repercuta en resultados más allá de lo meramente físico-espacial, convirtién-
dose en aportes para la construcción de una mejor sociedad, un paisaje urbano más
complejo y que propongan transformaciones sensibles que puedan, no por oposi-
ción pura necesariamente sino más bien táctica, ser alternativas al statu quo que la
planificación y el proyecto urbano han propuesto hasta ahora en los contextos de
más rápida urbanización del planeta, aquellos donde se presenta la mayoría de las
posibles combinaciones de los fenómenos más apremiantes de los entornos urba-
nos, el comúnmente llamado sur global. Para esto consideramos dos premisas: que
no es posible producir cambios significativos positivos en contextos urbanos con la
visión de una sola persona y que la mayor creatividad profesional, hablando más en
términos de convergencia y por lo tanto de innovación, está en quienes navegan en
el borde más que en el centro. Los cursos que engloban esta visión se definen más
como escenarios de cocreación sobre los cuales construir conocimiento en torno a
maneras más flexibles y posiblemente más contundentes de transformar las realida-
des de nuestras ciudades.
258 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

En este caso me parece relevante presentar las experiencias de los cursos Urban
Design Lab y Urban Toolbox que he diseñado en la Facultad de Arquitectura de la
Universidad Pontificia Bolivariana (Colombia) y en los que he tenido la fortuna de
compartir conocimientos y experiencias con otros colegas. Estos cursos nos han per-
mitido extraer herramientas para la construcción colaborativa, flexible y opuesta al
business as usual de territorios con necesidades apremiantes y bajo presión, produc-
to del modelo mismo de planificación. Inicialmente mencionaré las metodologías y
algunos ejemplos de resultados y procesos de nuestro estudio del Corregimiento de
San Cristóbal, como contexto general, y de la Vereda La Loma en particular, ambos
localizados en Medellín, Colombia. El modelo de planificación, aplicado en nuestra
ciudad desde finales del siglo xx , es hijo de modelos concretos de transformación del
territorio importados que, aunque muy interesantes y positivos en sus contextos, han
demostrado que planificar y diseñar la transformación de una manera generalizan-
te y homogenizadora no permite dar respuesta a estos contextos tan complejos de la
ciudad contemporánea latinoamericana y del sur global, en particular, con sus velo-
cidades de inmigración, deterioro de los recursos ambientales, consumo de territorio
productivo por la expansión urbana, empobrecimiento de la población, deterioro de
la salud de sus habitantes, entre muchos otros fenómenos contemporáneos.

Definiendo lugares1
Comenzamos, como es costumbre, aproximándonos al lugar como observadores
externos. Llegamos con preguntas y mandatos generales más que con programas ya
definidos, diseñados. Buscamos desvelar las claves del lugar que no están a simple vis-
ta, reconocemos la mayor cantidad de variables posibles en una búsqueda profunda
que nos lleve, incluso, a encontrar socios estratégicos o clientes internos con quienes
codiseñar y para quienes elaborar productos más allá del origen de la preocupación,
entendiendo, por ejemplo, que las comunidades tienen en su interior las claves, el que-
hacer y el poder para transformar de manera más profunda sus territorios.
Nos interesa entender, como lo plantea la profesora Kahn en su texto, que pa-
ra definir el lugar y decidir con qué y dónde intervenir la mirada no es única, desde
un mismo punto de vista y no produce un único límite al final. En nuestros procesos
proyectuales y de investigación hemos podido incluso obtener definiciones de lugar
urbano, rigurosas y, sin embargo, disímiles del mismo territorio. Es cierto que en una
aproximación inicial, para acceder a un territorio desconocido, estudiamos las in-
formaciones secundarias preexistentes (planos protocolizados por la administración

1  Burns y Kahn (2005: 281-296) plantean en su texto “Defining urban sites” una manera bastante clara
y contundente para estudiar y definir los lugares de intervención.
estrategias y tácticas para la construcción colaborativa de entornos urbanos 259

pública, planes de ordenamiento y los insumos de éstos, planes y proyectos de múl-


tiples escalas en las que el territorio está inmerso), pero de inmediato y sin precon-
cepciones, emprendimos una inmersión en el contexto con no menos de dos inquie-
tudes iniciales: reconocer físicamente los rincones del lugar y las características que
no es posible reconocer en las informaciones básicas mencionadas anteriormente
y, de la misma manera, buscar la forma de entrar en conocimiento íntimo de las co-
munidades que lo habitan para poder conocer las realidades, pero también los de-
seos, aspiraciones y retos más coyunturales que los habitantes, materia primordial
de nuestra disciplina, guardan en su interior.
Con estas búsquedas iniciales se comienza un proceso de mapping2 con la fina-
lidad de producir una información gráfica y de datos que permita dar cuenta de un
nuevo lugar que se revela ante los ojos nuestros, pero también ante los de nuestros
interlocutores diversos (administración pública, organizaciones de base, academia
y público en general), cuyos resultados deben poseer una identidad propia, es de-
cir, un lenguaje gráfico particular susceptible de adaptación a diferentes contextos
de interlocución. Dichos resultados no se consideran productos terminados nunca,
son, de hecho, siempre susceptibles de adaptación y cambio, y en sí mismos son re-
sultado del ir y venir sobre los diferentes aspectos relevantes del lugar, el tema, los
actores y los problemas revisados. Sin embargo, sí representan una apuesta meto-
dológica del equipo de trabajo para hacer evidente no sólo cómo se ve el territorio
desde diferentes perspectivas, sino también hacia dónde se direccionarán las pre-
guntas que apunten a sugerir posibilidades futuras para estos lugares donde se plan-
tearán las transformaciones.
Así pues, en dos aproximaciones que tuvimos del Laboratorio acerca del Corre-
gimiento de San Cristóbal como entrada al análisis periferia-centro se producen dos
resultados de lectura de lugar completamente diferentes, ambas ricas en temáticas,
acertadas en posibilidades, gráficamente propositivas y, en definitiva, propositivas en
cuanto a los cuestionamientos que abren para el futuro de un territorio en profunda
transformación: San Cristóbal, al centro-occidente de la ciudad de Medellín. El tema
del Laboratorio combinó la continuidad a un diálogo que comenzó en 2014_01 en-
tre nuestro Lab y el Studio final de la Maestría en Diseño Urbano de Columbia Uni-
versity de Nueva York. Fue en ese primer diálogo donde descubrimos, entre otras co-
sas, un desequilibrio en las relaciones económicas para los sistemas productivos del

2  Corner (1999) expone de manera magistral cómo el proceso de representación del lugar no es un re-
sultado estático sino dinámico y necesariamente apela a la combinatoria de insumos e incluso de actitu-
des que de manera relacional den cuenta del individuo o grupo que lo representa. Asimismo, realizamos
un workshop con la profesora Arq. Petra Kempf, PhD, de Columbia University, quien durante una semana
estuvo inmersa con los estudiantes y sus docentes en la construcción de las bases conceptuales y prác-
ticas del mapping para producir estas lecturas específicas, más integrales, más sensibles y, por lo tanto,
más acertadas del territorio.
260 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

corregimiento, una pérdida relativa de las tradiciones y los oficios de los habitantes,
una segmentación del territorio por la inserción de infraestructuras y nuevos comple-
jos de vivienda con un esquema, hoy reconocido como inadecuado y que aún sigue
sin mostrar correctivos, ni por las autoridades ni por los desarrolladores o arquitec-
tos, aumentando la presión del desarrollo inmobiliario de la ciudad. El tema que nos
reunió la segunda vez en 2014_02 buscaba enfocarnos en posibilidades y alternati-
vas de cocreación de un futuro para San Cristóbal que le permita a su gente mantener
una identidad, que, aunque en crisis, es potente y tiene inmensas posibilidades, de la
misma forma que permita gestionar el crecimiento y sacar partido de los fenómenos
que lo aquejan, así como proyectarlo a un futuro resiliente en todo sentido, sosteni-
ble y económicamente viable para todos sus habitantes.

Del ¿qué tal si…? a la iteración3


Una vez terminada la identificación del lugar, su definición y creación, como ya lo
vimos, no se termina con un producto estático o un resultado que no es cuestionable;
se entiende el proceso diagnóstico como un momento que da pie a preguntas concre-
tas en lo temático, pero suficientemente abiertas en cuanto a que no persiguen una
verdad absoluta o dependen de la aplicación de un método específico. Así pues, nos
preguntamos en la transición, ante cada hallazgo significativo, pero también sobre
la globalidad, ¿qué tal si… una u otra condición o escenario se produjeran? La in-
tención de este proceso es enriquecernos, a partir de experiencias relacionadas con
nuestras disciplinas o ajenas a éstas, de un pool de opciones redactadas e ilustradas
en positivo sobre el futuro de los lugares en cuestión. Esto permite, entonces, imagi-
nar y proyectar sobre múltiples posibilidades realizables desde lo que hoy tenemos
o incluso dependientes de que otras condiciones no existentes se presenten, para la
generación de escenarios futuros que proyecten espacios, herramientas y sistemas a
fin de que las comunidades encuentren sus propios caminos y así obtener un entor-
no más incluyente, justo y próspero.
Esos ¿qué tal si…? deberán ser puestos a prueba, prototipando desde el origen
hasta las características espaciales, de asociación, los actores, los procesos y las
transformaciones del lugar para escoger las más potentes en cuanto a los deseos
de los codiseñadores del proyecto —comunidad en general, organizaciones de ba-

3  Los procesos de investigación nos han llevado desde lo proyectual a la búsqueda de información diag-
nóstica o a la búsqueda de teorías que engloben conceptualmente las aproximaciones posteriores al diag-
nóstico. La apuesta docente es a profundizar en otros métodos como el Human Centered Design (Design
Kit, 2017) de Ideo.org, entre otros, que invitan a diagnosticar con preguntas finales, más que con afirma-
ciones unívocas, que a su vez inviten a tomar caminos poco conocidos en lo disciplinar a la vez que pro-
ponen prototipar sobre preguntas atrevidas, que, ancladas en la convergencia, promuevan nuevas ideas
que innoven en la forma de creación, gestión y resultados para el contexto de estudio.
estrategias y tácticas para la construcción colaborativa de entornos urbanos 261

se, grupos de interés y hasta la administración—, que considerasen conveniente


para el futuro del mismo. Una vez escogido el deseo de las líneas de profundiza-
ción o los lugares de aplicación de pilotos, se comienza con un proceso de itera-
ción constante que busca poner a prueba las ideas para evaluar las posibilidades.
En medio de poder convertir estos ejercicios, tanto del taller de proyectos, con una
aproximación de taller investigativo/proyectual, como del curso de investigación
de manera específica con los resultados de las etapas de iteración, se llevan a ca-
bo también sesiones colectivas que, tanto a modo de pechakucha como a modo
de reviews parciales, buscan obtener retroalimentación de expertos, de comuni-
dades, de otros docentes y colegas para poder ir ecualizando sobre la marcha las
soluciones a fin de dejar en manos de las comunidades documentos válidos pa-
ra ser usados en sus búsquedas colectivas de soluciones para la transformación de
los territorios, de tal forma que dejen de ser comunidades pasivas, que en nuestra
ciudad tienen o la condición de ser olvidadas por el Estado o expectantes de solu-
ciones mágicas que nunca llegan.
Desde el Urban Toolbox hemos construido un diálogo con las comunidades en-
marcado en la famosa frase de una canción popular: “si… te caen limones, apren-
de a hacer limonada”. En medio de estas iteraciones concretas, hubo al principio
un lugar del territorio que se leía en los mapas como si fuera un dragón o monstruo
de aquellos que los mapas medievales dibujaban para las áreas del territorio de
las cuales no se sabía nada o no se tenía deseos de conocer, por ignorancia o desi-
dia. Nuestro dragón fue siempre un lugar llamado Vereda La Loma, dentro del Co-
rregimiento. Un lugar que, como casualidad, no tenía la misma identidad agrícola
que el resto del conocimiento y que, aunque tenía una larga tradición de varios si-
glos de asentamiento, no aparecía en el radar del Estado sino hasta 2012, cuando
un acontecimiento trágico lo puso en las noticias y en el lado negativo del imagi-
nario colectivo como un lugar violento. Sin embargo, la inconformidad y curiosi-
dad, componentes esenciales del adn del diseñador-investigador, llevó a realizar
una inmersión, la cual tuvimos la fortuna de realizar en conjunto con alumnos de
intercambio de la Universidad Nacional de Rosario ( unr ), Argentina, dirigidos por
los profesores Alejandro Beltramone y Pablo Medinacelli de Zurdos Team. Deci-
dimos, en el marco de nuestra colaboración, sumergirnos a riesgo en el territorio
de ese dragón, y lo que encontramos fue un territorio mágico lleno de innovación
y cultura.
Desde entonces, los esfuerzos de un año académico más, que sobrevivió el Lab
y el enfoque del curso de investigación Urban Toolbox, estuvieron enfocados a de-
construir, re-presentar, re-conectar y re-diseñar La Loma como nuestro lugar primor-
dial de interés. De nuestra colaboración con la unr surgieron resultados interesantes
a modo de workshop de propuestas de espacio público como abrebocas a procesos
262 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

de Diseño Urbano colaborativo apropiado por la comunidad y compartido abierta-


mente en múltiples escenarios.4

De la torre de marfil y los anaqueles a la comunidad


Finalmente, lo que nos reúne en este foro y esta publicación es tal vez lo más rele-
vante y lo que más nos estimuló a mí, a mis últimos dos colegas de colaboración en
estas iniciativas —Arq. Patricia Schnitter Castellanos, PhD, y Arq. Mg. Carlos Pulido
Cárdenas—, a nuestros estudiantes desde 2014 hasta hoy, es precisamente la relación
arquitectura y sociedad. Fue siempre el direccionador del diseño de ambos cursos
en los que trabajamos sobre lugares reales, con gente real y problemas reales para
construir conocimiento esencial a fin de diseñar la ciudad del futuro, comprometi-
dos con la generación de una nueva clase de profesionales preparados para enfren-
tar los retos del planeta del siglo xxi , dentro de los cuales la acelerada urbanización
de la población, el empobrecimiento de ésta, la escasez de recursos y el deterioro
del medio ambiente, entre otros, son los componentes esenciales de la receta urba-
na que nos tocará enfrentar en nuestra vida profesional.
Han sido, precisamente, las características del método que he propuesto las que
han permitido entrar en contacto con organizaciones y grupos en general, pero so-
bre todo con personas en particular, que mueven aún hoy en día los hilos de las cua-
tro líneas de acción de mi perfil profesional: el diseño, la docencia, la investigación
y la colaboración comunitaria. Son múltiples las ideas comunicadas y los métodos
para dichas comunicaciones. Hemos podido llegar a escenarios públicos decisivos,
comunitarios esenciales, académicos interesantes, pero nada nos llena tanto de ilu-
sión como la posibilidad de terminar impactando también en el hacer reflexivo, y es
allí donde apuntamos a continuar nuestra experiencia. Este año 2017 estamos lide-
rando dos cursos del Urban Toolbox enfocados, uno, en la prototipación de ideas de
espacio público a ser codiseñadas con colectivos de La Loma y, dos, en investigar a
profundidad sobre la resiliencia con miras a integrar aplicaciones concretas al final
que también sean prototipables con la comunidad. Finalmente estamos en el camino

4  Los resultados de nuestros trabajos académicos los hemos podido compartir en diferentes momentos:
en el World Urban Forum de 2014 en Medellín, como invitado en el panel de expertos. En plenarias del
Consejo de Medellín en dos oportunidades, en torno a la construcción del último Plan de Ordenamiento
Territorial, como una iniciativa de uno de sus miembros para incluir nuestra metodología y algunos pro-
yectos en la nueva carta de navegación del ordenamiento territorial de la ciudad y en torno a la reflexión
de la población campesina en dicho documento y en el futuro de la ciudad. Asimismo, en asambleas y
reuniones comunitarias de la mesa de trabajo de La Loma y en el teatro del Parque Biblioteca Fernan-
do Botero del Corregimiento San Cristóbal. E incluso los estudiantes de la versión del Urban Design Lab
2015_01_Laboratorio Social_Sistemas de Intervenciones Colectivas, por iniciativa propia, colaboraron
con la iniciativa del MoMA de Nueva York, Uneven Growth, compartiendo una de sus aproximaciones.
estrategias y tácticas para la construcción colaborativa de entornos urbanos 263

de tomar a cargo un proceso que la comunidad ha podido llevar a buen final pues la
administración municipal no pudo o no fue capaz de materializar los sueños de La
Loma con un Centro de Integración Comunitario en torno al respeto de la vida y los
derechos humanos. Para este proyecto, La Loma se ganó en una jornada de presu-
puesto participativo recursos importantes que han estado dormidos más de tres años
y me han pedido liderar el proceso para integrar actores, construir la metodología de
talleres que concluyan en el codiseño del programa y del espacio y en la integración
de otras agencias no gubernamentales que nos permitan no sólo realizar el sueño de
materializar el centro, sino también de gestionarlo y hacerlo sostenible en el tiempo,
sumando herramientas para fortalecer la resiliencia de esta comunidad tan especial.

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El diseño urbano y la inclusión de personas con capacidades
diferentes en Pueblos Mágicos: caso Ixtapan de la Sal
m i r s h a j a c q u e l i n e j o r d á n g a r c í a y m ó n i ca l ó p e z c r u z .
tecnológico de estudios superiores de villa guerrero

Resumen
La sociedad juega un papel muy importante en la toma de decisiones relacionada
con la infraestructura de cada ciudad pues cada espacio está diseñado de acuerdo
a las necesidades de los usuarios y considerando las actividades laborales y recreati-
vas que se desempeñan en el lugar. El objetivo de este proyecto es realizar un diseño
de señalamiento para personas con discapacidad visual en el municipio de Ixtapan
de la Sal, Estado de México, denominado Pueblo Mágico, cuya actividad principal
es el turismo.
Es importante realizar una investigación sobre las necesidades de las personas con
capacidades diferentes (discapacidad visual) al enfrentar algunos obstáculos en los
espacios urbanos ya establecidos en la ciudad, sin considerar dentro de los sistemas
de comunicación algunos señalamientos específicos para dichas personas dentro de
espacios públicos, cuya finalidad es incluir al público en general. Asimismo, la labor
del diseñador urbano es buscar integrar a la sociedad, que es el caso del señalamien-
to como sistema de comunicación vial. Dentro de estos espacios públicos, este siste-
ma funge como intermediario entre las personas con características especiales y un
medio físico para desenvolverse con mayor seguridad.
Por lo anterior, en este trabajo de investigación se realizó una revisión teórica-
metodológica a fin de identificar el método más adecuado para el diseño y la reali-
zación del señalamiento con sistema braille y cumplir con el objetivo general de la
investigación.

Palabras claves: diseño urbano, inclusión, capacidades diferentes y pueblos mágicos

Abstract
Society plays a key role in decision-making regarding the infrastructure of each city,
as each space is designed according to the needs of users, considering the produc-
tive and recreational activities performed locally. The objective of this project is to

‹ 264 ›
el diseño urbano y la inclusión de personas con capacidades diferentes en pueblos mágicos 265

design a signaling system for persons with visual impairment in the municipality of
Ixtapan de la Sal, State of Mexico, considered as a magical town whose primary ac-
tivity is tourism.
It is important to conduct an investigation on the needs of disabled persons (vi-
sual impairment) when coming across an obstacle in urban spaces, without consi-
dering specific indications for such persons in the communication systems installed
in public spaces intended for the general public. The work of the urban designer is
also to integrate society:, signaling, as a road communication system in these public
spaces, serves as an intermediary for disabled persons, as well as a physical means
for them to move around safely.
Therefore, this research involved a theoretical-methodological review to identify
the most appropriate method for the design of braille signaling and achieve the ge-
neral objective of the research.

Keywords: urban design, inclusion, different capacities and magic villages

Introducción
En muchas partes del mundo el turismo es uno de los sectores más productivos o
bien de los que dejan más dividendos a un país. En 2015, México ocupó el sitio 22
en el Índice de Competitividad de Viajes y Turismo, elaborado por el Foro Económi-
co Mundial (wef , por sus siglas en inglés), entre 136 países, de acuerdo con el perió-
dico El Economista, publicado en abril de 2017.
Una declaración del Presidente Enrique Peña Nieto indica que se busca ampliar
localidades inscritas al programa turístico de Pueblos Mágicos, la marca comercial
de fomento a pueblos tradicionales, culturales y naturales que son de los principa-
les atractivos para el turismo nacional e internacional. Esta búsqueda hace hincapié
en atender la realidad, los retos y los presupuestos que exige el contar con este epí-
teto en los municipios.
El Estado de México cuenta con 125 municipios, seis de ellos son considerados
Pueblos Mágicos: Valle de Bravo, Malinalco, Tepotzotlán, Teotihuacán, Aculco e Ix-
tapan de la Sal, este último ubicado al sur de la entidad. La actividad principal de
este municipio es el turismo, sin embargo, en este destino turístico las personas con
capacidades diferentes se ven excluidas al no contar con infraestructura adecuada
para sus necesidades de ocio y recreación (Machorro, 2014).
En este sentido, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía ( inegi , 2010) men-
ciona que la ceguera o debilidad visual afecta a 467 000 personas en México, sien-
do ésta la segunda discapacidad más inhabilitante en el país.
266 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

Si bien la sociedad juega un papel importante en la toma de decisiones en la in-


fraestructura de cada ciudad donde cada espacio está diseñado de acuerdo a las ne-
cesidades de los usuarios, considerando la actividad laboral y recreativa que se des-
empeña en el lugar, la presente investigación se realiza particularmente sobre las
necesidades de las personas con capacidades diferentes (discapacidad visual), que
enfrentan obstáculos en los espacios urbanos ya establecidos en la ciudad, así como
sobre los sistemas de comunicación con señalamientos específicos en los espacios
públicos a fin de incluir al público en general en esta problemática.
La labor del diseñador urbano busca integrar diferentes factores como la comuni-
cación y las necesidades sociales para proponer soluciones y/o alternativas que logren
la inclusión de personas con capacidades diferentes, a partir del análisis del entorno y
de las posibilidades de materialización. Por su parte, el señalamiento, como sistema de
comunicación vial dentro de estos espacios públicos, funge como intermediario entre
las personas con características especiales y un medio físico para que puedan desen-
volverse con mayor seguridad en sus actividades cotidianas y recreativas.
En este trabajo de investigación se realizó una revisión teórica-metodológica para
identificar el método más adecuado para el diseño y la realización del señalamiento
con sistema braille y cumplir con el objetivo general de la investigación.

Fundamentos teóricos
El diseño urbano puede ser definido desde varios ángulos dada la naturaleza com-
pleja del término, “complejidad que deriva, no sólo del hecho de ser una definición
compuesta, sino que adicionalmente se asocian a él una gama amplia de acciones,
definiciones que privilegian, ya sea la disciplina del diseño en sus aspectos morfo-
lógicos o compositivos a diversas escalas, o actividades y técnicas aplicables, o al-
guna de las variables culturales, políticas o económicas constitutivas del fenómeno
urbano” (Forero y Flores, 2005).
Teniendo como punto de partida el diseño, y más específicamente la composi-
ción, entendida ésta como el proceso de análisis lógico y de ordenamiento, Roble-
do y Eichmann proponen un diseño urbano “que crea espacios colectivos y edificios
ajustados a un programa urbanístico de necesidades y que tiene como objetivo final
la expresión morfológica” (Robledo y Eichmann, 2009). La idea fundamental sobre
la cual se sustenta el proceso de diseño propuesto en la investigación es entender la
arquitectura como conformadora del lugar en el que se desarrolla la actividad del
hombre. Este lugar no es más que la ciudad, definida física y espacialmente por los
objetos arquitectónicos y sus interrelaciones.
Esta idea general, sustentada sobre un largo proceso de observación del hecho ur-
bano, se manifiesta en la afirmación de los arquitectos españoles Carlos Martínez y
el diseño urbano y la inclusión de personas con capacidades diferentes en pueblos mágicos 267

Juan Luis De las Rivas en su libro Arquitectura urbana: “no se entiende la arquitectu-
ra como disciplina, sin la presencia de la ciudad. Igualmente, sólo podemos enten-
der la ciudad cuando ha sido materializada, concretada en espacios y formas, por
la arquitectura. De ello se deduce que hablar de arquitectura es hablar de ciudad”
(Martínez y De las Rivas, 1990: 11).
De ahí que Martínez y De las Rivas (1990) retoman que la necesidad de ir de un
lugar a otro produce una cierta ubicación y orientación en los espacios abiertos. Es
por esto que surge la señalización, que intenta cubrir esta urgencia de guiarnos en
los lugares habitados. Estos escenarios con el paso del tiempo fueron saturados no
sólo por personas, sino también por distintos comercios, entidades públicas y priva-
das, que de alguna forma ofrecen productos o servicios.
La señalización se inició con el acto de referenciar lugares o cosas para orien-
tarse en un espacio determinado. Así surgieron las primeras señales, que consistían
en la ubicación de rocas apiladas, luego se fue progresando a la creación de seña-
les como miliares, bornes, cruces y finalmente se llegó a la creación de placas para
señalizar los nombres de ciudades, distancias y especificaciones útiles para orien-
tarse (Costa, 1989).
De acuerdo con Costa, “la misión de la Señalética no es dejar huellas en la me-
moria de los usuarios, por el contrario, busca ser discreta. Hay que recalcar que
no pretende seducir, dominar, convencer o inducir las decisiones de los usuarios,
pretende servir para que estos individuos se orienten en el espacio que los rodea,
según sus necesidades” (Costa, 1989). Y una vez cumplida su misión, se debe borrar
inmediatamente de la mente del usuario.
Las estructuras arquitectónicas presentan distintos dilemas por la complejidad
de sus instalaciones y la accesibilidad que éstas ofrecen al individuo. Además de
la adecuación al espacio, existe otro requisito que afecta a los proyectos señaléti-
cos: el estilo ambiental, que se refiere a las características de los distintos lugares
arquitectónicos. Todas estas cualidades deberán ser tratadas en el diseño señalé-
tico para lograr un orden entre la estructura arquitectónica y las señales (Rodrí-
guez, 2013).
Ahora bien, los Pueblos Mágicos son un programa de política turística que actúa
directamente sobre las localidades como una marca distintiva del turismo de Mé-
xico. La Secretaría de Turismo (Sectur) busca mantener este programa en un nivel
de respeto y de cumplimiento de sus reglas de operación para lograr los objetivos
de desarrollo y hacer del turismo en estas localidades una actividad que contribu-
ya a elevar los niveles de bienestar, mantener y acrecentar el empleo, fomentar y
hacer rentable la inversión, así como conservar, valorar y defender la herencia his-
tórica, cultural y natural, tangible e intangible, de estas comunidades. “Un Pueblo
Mágico es una localidad que tiene atributos únicos, simbólicos, historias auténti-
268 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

cas, hechos trascendentes, cotidianidad, que significa una gran oportunidad para
el aprovechamiento turístico atendiendo a las motivaciones y necesidades de los
viajeros” (Sectur, 2014).
Con respecto a la inclusión, Silver (1994) y Cabrera (2005) mencionan en sus tra-
bajos que Lenoir (1974) fue el primero en utilizar este concepto para referirse a los
temas relacionados con la marginalidad social que se vivía en Francia, aunque no
exclusivamente relacionado con la pobreza material y económica. Progresivamen-
te, este concepto ha ido desplazando a los de pobreza y marginación para incluir-
se al término de integración social, este último surgido en la década de los noventa.
La Organización de las Naciones Unidas (onu , 2000), en el documento Imple-
mentación y Seguimiento de los Acuerdos de la Cumbre Social - Post Ginebra 2000,
destaca en el punto número 7, titulado Programa de Acció–Integración Social, el pa-
pel de los gobiernos en la promoción de una “sociedad inclusiva” para asegurar que
las instituciones públicas respondan a las necesidades de toda la población y que
sean accesibles para todos, fomentando la plena participación de la sociedad a par-
tir de crear un marco jurídico y una estructura de apoyo para promover y hacer po-
sible su participación en la formulación, implementación y evaluación de políticas,
programas y proyectos (onu , 2000; Velasco, Govela y González , 2015).

Legislación
El 21 de diciembre de 2001, la Resolución Adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas establece el Código Ético Mundial para el Turismo. En su artículo
2, este instrumento menciona que las actividades turísticas respetarán la igualdad de
hombres y mujeres. Asimismo, está orientado a promover los derechos humanos y,
en particular, los derechos específicos de los grupos de población más vulnerables,
especialmente los niños, las personas mayores y con discapacidad, las minorías ét-
nicas y los pueblos autóctonos (omt , 1999).
Por lo que se refiere a la Ley General para la Inclusión de las Personas con Dis-
capacidad (2011), ésta precisa en distintos incisos de su artículo 2, los conceptos
siguientes: I. Accesibilidad, se refiere a las medidas pertinentes para asegurar el
acceso de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las de-
más, al entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones, inclui-
dos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, y a otros
servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, tanto en zonas urba-
nas como rurales; II. Ajustes razonables, se entenderán las modificaciones y adap-
taciones necesarias y adecuadas que no impongan una carga desproporcionada o
indebida, cuando se requieran en un caso particular, para garantizar a las personas
con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones con las demás,
el diseño urbano y la inclusión de personas con capacidades diferentes en pueblos mágicos 269

de todos los derechos humanos y libertades fundamentales; V. Comunicación, se


entenderá el lenguaje escrito, oral y la lengua de señas mexicana, la visualización
de textos, sistema braille, la comunicación táctil, los macrotipos, los dispositivos
multimedia escritos o auditivos de fácil acceso, el lenguaje sencillo, los medios de
voz digitalizada y otros modos, medios, sistemas y formatos aumentativos o alter-
nativos de comunicación, incluida la tecnología de la información y las comuni-
caciones de fácil acceso.
Además, en el capítulo IV, de la accesibilidad y vivienda, menciona en su ar-
tículo 16 que las personas con discapacidad tienen derecho a la accesibilidad
universal y a la vivienda, por lo que se deberán emitir normas, lineamientos y re-
glamentos que garanticen la accesibilidad obligatoria en instalaciones públicas o
privadas, que les permita el libre desplazamiento en condiciones dignas y segu-
ras. El capítulo V, relativo al transporte público y las comunicaciones, en su artícu-
lo 19, especifica que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes promoverá el
derecho de las personas con discapacidad, sin discriminación de ningún tipo, al ac-
ceso al transporte, los sistemas y las tecnologías de la información y las comunica-
ciones, particularmente aquellas que contribuyan a su independencia y desarrollo
integral. Para estos efectos, realizará las siguientes acciones: establecer mecanismos
de coordinación con autoridades competentes y empresas privadas a fin de elabo-
rar normas y programas que garanticen a las personas con discapacidad la accesibi-
lidad, seguridad, comodidad, calidad y funcionalidad en los medios de transporte
público aéreo, terrestre y marítimo.
En el capítulo VIII, relativa al deporte, recreación, cultura y turismo, el artículo 27
señala que la Secretaría de Turismo promoverá el derecho de las personas con dis-
capacidad para acceder a los servicios turísticos, recreativos o de esparcimiento. Pa-
ra tales efectos, realizará las siguientes acciones: I. Establecer programas y normas
a fin de que la infraestructura destinada a brindar servicios turísticos en el territorio
nacional cuente con facilidades de accesibilidad universal; II. Establecer programas
para la promoción turística de las personas con discapacidad, y III. Las demás que
dispongan otros ordenamientos.
Por otra parte, la Secretaría de Gobernación, a través del Comité Consultivo Na-
cional de Normalización sobre Protección Civil y Prevención de Desastres, reunió a
los sectores interesados para participar en la revisión quinquenal de la Norma Ofi-
cial Mexicana nom -003-segob /2002, Señales y avisos para protección civil. Colores,
formas y símbolos a utilizar, a fin de ratificar los criterios para normalizar su diseño
y elaboración, con el propósito de eliminar prácticas discrecionales en su aplica-
ción y para facilitar su comprensión. Esto pemitió la generación de la Norma Oficial
Mexicana nom -003-segob -2011 (nom , 2011).
270 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

Metodología
Para la investigación se retoma el método experimental-descriptivo, cuya función
principal es crear las condiciones necesarias que permitan revelar sus caracterís-
ticas fundamentales en la implementación de materiales para el señalamiento y la
descripción del estudio de caso. A continuación se desglosa de manera detallada
las dos etapas:

• La primera etapa consistió en el trabajo de gabinete. Radicó en una revisión de


literatura que involucra los siguientes aspectos: selección, recopilación, clasi-
ficación, ordenamiento y análisis del material bibliográfico. Además, se inclu-
ye la parte del diseño de señalamiento con sistema braille.
• La segunda etapa comprendió el trabajo de campo. Se recopiló información
por medio de la observación directa en el primer cuadro de la cabecera muni-
cipal de Ixtapan de la Sal para la distribución de los señalamientos. Además,
se realizaron entrevistas a las autoridades encargadas y se aplicación cuestio-
narios a la población.

Resultados preliminares
A lo largo del desarrollo de la primera etapa de la investigación, así como después
de la ardua búsqueda de información para obtener el estado de arte del tema prin-
cipal del trabajo, se retomó la parte del método experimental cuyo finalidad era la
realización de diversos experimentos con distintos materiales (reciclaje) para fabri-
cación y realización del diseño de señalamiento; se eligieron tres materiales: plásti-
co pet , unicel y yeso. Posteriormente se realizaron tres propuestas diferentes, de las
cuales la tercera fue la más viable para el diseño de los señalamientos; si bien no re-
sultó exactamente lo que se buscaba, fue el mejor resultado (aunque se deberá se-
guir trabajando para obtener un resultado más favorable). Al mismo tiempo, fue po-
sible pasar a la segunda etapa de la metodología (Figuras 1, 2 y 3).

Conclusiones preliminares
Desde el comienzo del programa de Pueblos Mágicos, durante la gestión del expre-
sidente Vicente Fox, se observó una constante integración de estados y municipios
para lograr que México sea un destino eminentemente turístico. Los programas exi-
gen una serie de criterios para que los pueblos puedan pertenecer programa esta ca-
tegoría. Es importante mencionar que estos criterios no consideran en sus objetivos
la modificación de espacios en la infraestructura urbana de manera que promuevan
la inclusión para las personas con capacidades diferentes.
el diseño urbano y la inclusión de personas con capacidades diferentes en pueblos mágicos 271

Cabe añadir que, a pesar del mantenimiento de los espacios urbanos como parte
de las políticas establecidas para Pueblos Mágicos y cuya finalidad es favorecer la ca-
lidad de vida de los lugareños y mejorar la experiencia de los viajeros, no se ha con-
siderado la segregación que afecta a la población con discapacidad. En este sentido,
los gobiernos locales, junto con los demás niveles de gobierno, deberán replantear
la manera como se lleva a cabo este programa a fin de modificar la infraestructura
urbana y así ofrecer una mejor inclusión a personas con características especiales.

Figura 1. Ixtapan de la Sal. Propuesta uno con materiales pet, unicel y yeso (imagen de la
autora, 2016).
272 la arquitectura sustentable y su impacto social en el entorno urbano

Figura 2. Ixtapan de la
Sal. Propuesta dos con
materiales PET (imagen
de la autora, 2016).

Figura 3.Ixtapan de la
Sal. Propuesta tres con
materiales PET y yeso
(imagen de la autora,
2016).
el diseño urbano y la inclusión de personas con capacidades diferentes en pueblos mágicos 273

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PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO-URBANO Y TURISMO
Patrimonio arquitectónico-urbano
y turismo: una introducción
m i r ko m a r z a d r o . c o n a c y t – i n s t i t u to
t e c n o l ó g i c o s u p e r i o r d e ca j e m e

A continuación, el lector encontrará los textos de las ponencias de la mesa “Patrimo-


nio arquitectónico-urbano y turismo”, en la cual se propuso a los autores trabajar so-
bre los siguientes temas: gestión de territorios turísticos; políticas (públicas) locales
para el turismo y el patrimonio; (re)diseño de ciudades para el turismo; conservación
de sitios patrimoniales; actores y conflictos en territorios turísticos.
Los textos seleccionados fueron tres. En el primero, los arquitectos y doctores Ma-
ra Sánchez Llorens y Miguel Guitart Vilches nos sacan del contexto local mexicano
para conducirnos por diferentes ciudades del mundo (Estocolmo, París, São Paulo,
Nueva York), en una reflexión sobre las transformaciones de los espacios urbanos.
Su texto “Espacios imantados. Geografías del imaginario colectivo y manifestaciones
culturales en el turismo de lo cotidiano” analiza casos de espacios públicos creados
o recreados, en los cuales lo público es en gran parte el resultado del público (del
uso colectivo), por así decirlo.
El segundo texto, “Gentrificación y regeneración del espacio arquitectónico ur-
bano. ¿Estrategia inmobiliaria o necesidad social?”, es el avance de la investigación
de tesis de maestría en Arquitectura de la unam del Arq. Manuel Enrique Morales de
Dios. El autor introduce el concepto de gentrificación y presenta el caso de estudio
que está analizando, la calle Regina en el Centro Histórico de la Ciudad de México
y sus transformaciones.
Para finalizar, “La cultura lacustre en San Andrés Mixquic”, de la Arq. Mónica Ji-
mena Recillas Guerrero, ofrece al lector un panorama sintético pero general de las
transformaciones antrópicas que en el transcurso de los siglos han modificado radi-
calmente el paisaje lacustre de la Cuenca de México. Profundizando en el caso de
San Andrés Mixquic en Milpa Alta, señala los radicales cambios que dicha zona ha
sufrido a partir de la segunda mitad del siglo xx y su probable devenir.

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Espacios imantados. Geografías del imaginario colectivo
y manifestaciones culturales en el turismo de lo cotidiano
m a r a s á n c h e z l l o r e n s y m i g u e l g u i ta r t v i l c h e s .
u n i v e r s i da d p o l i t é c n i ca d e m a d r i d

Resumen
En 2011, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid alojó la exposición
Lygia Pape: Espacios Imantados, muestra a través de la cual se sintetizaba el porqué
de ciertas obras de la creadora que se entrecruzaban en el espacio con el especta-
dor, irradiantes y cambiantes, según la disposición del asistente colectivo, producien-
do en él un fuerte impacto.
Una de las claves creativas de éxito de las ciudades contemporáneas es esta for-
ma de cultura que conecta las políticas urbanas con ciertos aspectos del planeamien-
to. Tomamos prestado este concepto de Espacio Imantado para tratar de revelar las
claves de ciertos vacíos urbanos en los que la arquitectura, la ciudad y el arte se han
entretejido provocando una intensa participación de los usuarios.
Otra clave es el turismo de lo cotidiano, en el que el viajero quiere consumir de
manera urgente el día a día de las urbes visitadas, y en ocasiones con cierta banali-
dad. Los propios turistas reniegan de su condición y se diluyen en la ciudad en los
espacios de representación de eventos cotidianos.
La siguiente comunicación propone analizar cuatro espacios públicos donde se
sitúan ciertas manifestaciones culturales y reflexionar sobre la memoria colectiva alo-
jada en ellos, su transformación con el tiempo y las formas de turismo propiciado por
los visitantes que quieren participar de la cotidianeidad allí alojada para, finalmen-
te, preguntarnos sobre la trascendencia de este misterioso modelo de turismo en la
ciudad. La revisión comparativa de casos propone explorar la viabilidad social e in-
telectual de ciertos lugares dispersos en la geografía y el tiempo que se convierten en
mecanismos de representación visual de la ciudad y su sociedad. Son lo que hemos
querido denominar Geografías del Imaginario Colectivo.
Los espacios imantados escogidos apoyarán la tesis de que su permanencia en
el tiempo como espacio colectivo se debe a la eficiente colaboración entre un vacío
urbano con características físicas concretas y la memoria colectiva que permite un
víncu­lo entre el pasado, el presente y el futuro.

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espacios imantados. geografías del imaginario colectivo 279

Los cuatro casos revisados son: el Museo de Arte de São Paulo, MASP —y su rela-
ción con la avenida Paulista en la que se sitúa— diseñado por Lina Bo Bardi (1968);
el Kulturhuset en Estocolmo, por Peter Celsing (1975); el Centro Pompidou de París,
por Renzo Piano y Richard Rogers (1977), y la intervención en High Line en Nueva
York, de Diller & Scofidio & Renfro con Field Operations (2009).

Palabras clave: participación, vacío urbano, libertad, turismo, espacios imantados,


cotidianeidad, memoria colectiva, viaje

Abstract
In 2011, the National Museum Centro de Arte Reina Sofía in Madrid hosted the exhi-
bition “Lygia Pape: Magnetizated Spaces”. This displayed some works of this Brazilian
creator and the way in which these intersected with the spectator in space, radiating
and ever-changing, according to the arrangement of the collectiveattendant, produ-
cing a strong impact in him/her that we call Magnetized Spaces.
One of the creative keys to successful contemporary cities is this type of culture
that connects urban politics with certain aspects of planning. So, we borrowed this
concept of Magnetized Spaces in an attempt to unveil certain urban voids where ar-
chitecture, city and art have been interwoven, stimulating an intense participation
of users.
Daily tourism is another key for contemporary cities. the traveler seeks a prompt
appreciation of the everyday life of the city visited, sometimes trivially . These tourists
give up their own condition as tourists and intermingle in the urban spaces where daily
events take place.This paper analyzes four public spaces that are home to certain
cultural manifestations , and reflect on the collective memory in them, their evolu-
tion through time and the types of tourism favored by visitors who want to parti­
cipate in daily life. Then we will explore the importance of this mysterious model of
urban tourism.
The comparative case studies explore the social and intellectual factibility of cer-
tain sites that are disperse in space and time.These become mechanisms of visual
representation of the city and its society, and we have called them Geographies of
the Collective Imagination.These selected Magnetized Spaces will support the the-
sis that their permanence in time as a collective space is due to the efficient colla-
boration between an urban void — with specific physical characteristics — and its
collective memory that sets a link between past, present and future.The four cases
reviewed are: the São Paulo Museum of Art ( masp) — and its relationship with Aveni-
da Paulista where it is located — designed by Lina Bo Bardi (1968); The Kulturhuset
in Stockholm, by Peter Celsing (1975); The Pompidou Center in Paris, Renzo Piano
280 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

and Richard Rogers (1977); and the intervention by Diller & Scofidio & Renfro with
Field Operations in the High Line in New York (2009).

Keywords: participation, urban void, freedom, tourism, magnetizated spaces, every


day nature, collective memory, travel

Introducción
Einstein (1930) afirmó: “La lógica te llevará de la A a la Z. La imaginación te lleva-
rá a todas partes”.
El diseño de las ciudades ha participado muchas veces de esa lógica lineal a la que
se refería el físico alemán. Si ansiamos el éxito de la ciudad global en el siglo xxi, debe-
mos aceptar que la ciudad de hoy y la forma en la que intervenimos en ella son diferen-
tes. En cambio, si a la lógica sumamos la creatividad estaremos mejor capacitados para
reformular la ciudad y la suma será una herramienta de planificación más adecuada. 1
En la década de los setenta del pasado siglo la participación de los usuarios fue
una herramienta creativa para artistas de todas las latitudes. La cultura fue clave pa-
ra reinterpretar ciertas ciudades. Así, por ejemplo, el éxito de la transformación de
ciertas zonas industriales de algunas ciudades estuvo ligado al arte urbano que las
despojó de la imagen con la que el ciudadano las asociaba, la dulcificó y la huma-
nizó. Esto, unido a los nuevos programas propuestos en estos lugares, los convirtió
en lugar de disfrute y cultura (Miles, 1997). 2 En la actualidad, cultura y turismo pa-
recen darse la mano más que nunca. La idea de turismo sitúa la cultura en el cora-
zón de las políticas urbanas presentándolas como espacios palpitantes. Los espacios
frecuentados por los habitantes temporales demuestran que no sólo la calidad de la
oferta cultural es importante, sino también el carácter mismo de los vacíos de la ciu-
dad que atraen a la gente a visitarlos y vivirlos.

1  En el año 1968, la artista brasileña Lygia Pape convocó a más de doscientas personas para que partici-
paran en una acción artística realizada en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, llamada Divisor,
en la que se acotaba el espacio gracias a una enorme tela de algodón blanco de veinte por veinte metros,
elevada del suelo por los cuerpos de los participantes que asomaban sus cabezas rebasando este plano
colectivo. Dichos colaboradores formaban parte de una obra que se apropiaba del espacio urbano, trans-
formándolo: la ciudad se convertía en un soporte artístico y viceversa.
2  Ejemplos de esta transformación son, entre otros, la costanera de la ciudad argentina de Rosario, an-
tes zona industrial y hoy zona de museos; la instalación Outrem, que mediante un recorrido temporal ilu-
minó ciertas zonas de São Paulo durante el 50 aniversario de la Bienal de esta ciudad para evidenciar el
extenso territorio fabril y ferroviario de la metrópoli, o el festival de murales (grafitis) en esta misma capi-
tal. El objetivo es construir puentes entre, por un lado, las prácticas contemporáneas de arte y el diseño
de espacios públicos urbanos y, por otro, las críticas de la ciudad generadas en disciplinas como la socio-
logía urbana y la geografía, fundamentadas en teorías críticas de la sociedad y la cultura (Miles, 1997).
espacios imantados. geografías del imaginario colectivo 281

Hoy nos encontramos con un turismo urbano que busca participar de la cultura
que ofrece la ciudad desde otra dimensión (Harris, 2004).3 Dicho turismo desea vivir
la ciudad como un acto cotidiano con el deseo de sentirse parte del lugar, participan-
do de su vibración cultural pensada inicialmente para el ciudadano habitual. El viaje-
ro de hoy quiere consumir de manera urgente el día a día de las ciudades. Esos turistas
reniegan de su propia condición y se diluyen en los espacios de representación coti-
dianos, donde encuentran un nuevo equilibrio entre las manifestaciones colectivas y
los espacios urbanos que las albergan. En esos lugares la ciudad y la memoria colec-
tiva se convierten en un todo único y provocan la contribución del usuario, generan-
do los espacios imantados.
Esta comunicación propone analizar cuatro espacios imantados explorando los
espacios públicos que albergan manifestaciones culturales y que desencadenan una
regeneración urbana en la que participa el ciudadano. Reflexionaremos sobre la me-
moria colectiva alojada en dichos vacíos urbanos, su transformación con el tiempo
y las formas de turismo propiciadas por los visitantes que participan de la cotidia-
neidad allí alojada para, finalmente, preguntarnos sobre la trascendencia de este
desconocido modelo de turismo en la ciudad. Si esa vibración cultural y la ciudad
palpitante como destino turístico van de la mano, podríamos pensar que garanti-
zando la una se avala la otra. Los estudios de caso incluyen el Kulturhuset en Esto-
colmo, diseñado por Peter Celsing en 1974; el Centro Pompidou de Renzo Piano y
Richard Rogers, 1977; el MASP en São Paulo de la arquitecta Lina Bo Bardi, 1968,
y la intervención en el High Line de Nueva York, resuelta a partir de 2009 por Diller
& Scofidio + Renfro / Field Operations 4 (Figura 1).

El vacío como espacio imantado


Si consideramos que cualquier intervención urbano-arquitectónica nunca se termina
y que el proceso permanece abierto para que los usuarios intervengan como agen-
tes modificadores, podríamos asumir que cualquier espacio colectivo con éxito pre-
senta una estructura esencial invariable e independiente de las sucesivas transforma-
ciones que pueden ocurrir a lo largo del tiempo. Esta característica permite albergar

3  La palabra cultura —para Marvin Harris— se emplea para dos conceptos diferentes: la excelencia en
el gusto por las bellas artes y las humanidades, también conocida como alta cultura, y los conjuntos de
saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan
sus miembros para comunicarse entre sí y resolver necesidades de todo tipo. El primer significado es pre-
dominante dentro de nuestro uso actual del término cultura, pero el segundo juega todavía un impor-
tante rol en lo que creemos debería lograr la cultura, como la expresión plena del ser único y auténtico.
4  El presente texto toma como referencia el artículo de 2014 de Mara Sánchez Llorens “Espacios iman-
tados”. Este texto desencadenó la investigación compartida con Miguel Guitart con quien ha redactado
artículos como “El gran acontecimiento de la cultura en el espacio colectivo de la ciudad” (2015).
282 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

nuevas actividades y usos colectivos que pueden coincidir en el tiempo e incluso


reemplazar a los antiguos.5 Dado lo cambiante de las posibilidades, las estrategias
que se desarrollan en espacios públicos llevan a menudo a resultados intencional-
mente inconclusos y, por tanto, presentan un potencial permanente de evolución y
cambio. No es que sucesivas transformaciones hagan desaparecer la estructura del
espacio colectivo, sino que la estructura existente se adapta en el tiempo y sustenta
otras estructuras internas, produciéndose así nuevos paisajes urbanos y sociales que
llamaremos espacios imantados.
Es en la creación de estos paisajes sucesivos donde el usuario define cómo utilizar
el espacio colectivo a través de la acumulación inconsciente de intervenciones. A lo
largo del tiempo el colectivo implementará nuevas funciones en el espacio. Se pro-
ducen entonces contaminaciones cruzadas en continuidad con la ciudad y el tiem-
po. El espacio colectivo está por tanto en construcción permanente bajo el proceso
de proyecto y construcción de la ciudad en el tiempo. Tales espacios imantados es-
tán concebidos para permitir que el encuentro público suceda y permanezca acti-
vo a través del tiempo mediante la existencia de un vacío urbano y la consolidación
de una memoria colectiva como los dos elementos indisolubles de su estructura. Un
vacío urbano en conjunción con la memoria colectiva ofrece una permanencia en
el tiempo que garantiza el éxito del espacio público. 6
La continuidad temporal tiene que ver con una cierta sensibilidad que atiende a lo
que ya existe y a lo que trasciende en lo social, lo urbano y lo simbólico. Este ejerci-
cio de sensibilidad permite un reencuentro permanente entre el usuario ciudadano y
la ciudad existente a través de una estrategia que se basa en la idea de proyectar hacia
el futuro. Existe una clara necesidad de identificar los espacios públicos mencionados
como lugares de representación y encuentro que se caractericen por un valor espacial
e histórico reconocible.
La expresión colectiva requiere de un espacio vacío en la ciudad con una escala
espacial tal como para enmarcar dicha expresión. Como consecuencia, podríamos
argumentar que el vacío y la expresión colectiva están en última instancia unidos en-
tre sí para concluir que el espacio colectivo ocurre como un vacío expresivo.

5  De manera análoga, en la disciplina de la Semiótica, Umberto Eco propone la idea de la obra abierta.
En su libro Ópera aperta el autor también incluye el concepto de trabajo en movimiento como una refe-
rencia a las obras abiertas antes mencionadas, donde el lector entiende el mensaje último de la construc-
ción lingüística como una respuesta activa al texto (Eco, 1962).
6  Vacío (urbano): Concepto que históricamente se ha opuesto al de espacio construido. En la ciudad con-
temporánea, nos referimos a un espacio libre, público o no, pero de uso público, que no siempre ha esta-
do destinado a los peatones y que, muchas veces, gracias a sus dimensiones y flexibilidad permite que en
él se desarrolle la vida social que tradicionalmente se desarrollaba en plazas, pasajes, galería y parques.
De ahí que se les denomine “espacios imantados”.
espacios imantados. geografías del imaginario colectivo 283

La memoria colectiva y el turismo de lo cotidiano


La memoria colectiva participa de la cultura intangible y supone una producción me-
tacultural que se ha convertido en objeto de descubrimiento de ciertos turistas que,
despojándose de su propia condición de visitantes, aspiran a descubrirla diluyéndose
en la ciudad cotidiana (Kirshenblatt-Gimblett, 2000). 7 En este sentido, habríamos de
entender la idea de lo cotidiano como el lugar para pensar la sociedad entre lo que
perdura y lo que cambia como algo característico de la vida ciudadana. El mundo
del turismo representa un ámbito privilegiado para la construcción de nuevos con-
sensos sociales donde la relación con la alteridad escapa más fácilmente del deber
ser que en otros ámbitos de la cotidianeidad (Hiernaux, 2006). 8
El turismo actual también consiste en una disolución con la vida cotidiana. La vi-
da cotidiana posmoderna más que comprenderse por una atmósfera simbólica arrai-
gada al suelo debe entenderse por la transitoriedad y la fugacidad de lo que está en
permanente situación de cambio y movimiento. Sólo las simultaneidades de lo es-
pacial y lo cotidiano nos permiten arrojar cierta luz sobre la idea misteriosa del tu-
rismo de lo cotidiano. Es aquí donde cultura, políticas urbanas, espacios imantados
y turismo de lo cotidiano se interrelacionan.
La conjunción de la memoria colectiva dentro del vacío desarrolla la permanen-
cia activa en el tiempo, lo que garantiza el éxito del espacio colectivo. A través de
las formas de espacio público descubrimos las manifestaciones culturales puestas en
práctica en ellas. Su transformación con el tiempo ha propiciado nuevas formas de
turismo que acuden a estos espacios imantados a participar de la actividad allí alo-
jada. Enseguida los cuatro ejemplos mencionados líneas arriba.

7 La u n e s c oestablece diversas categorías sobre el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, entendido


como producción metacultural. En 2001 se establece la categoría de Memoria colectiva bajo la descrip-
ción de “Procesos de comunidades vivas con un sentido de continuidad con las generaciones anteriores
e importante para la identidad cultural, así como para salvaguardar la diversidad cultural y la creatividad
de la humanidad. Junto con los conocimientos informan y son desarrollados por ellos. Los productos que
crean y los recursos, espacios y otros aspectos del contexto social y natural necesarios para su sostenibi-
lidad”. En la definición establecida con ocasión de la reunión de Turín de marzo de 2001 se especificaba
asimismo que: “los procesos asimilados por los pueblos, junto con los conocimientos, las competencias
y la creatividad que los nutren y que ellos desarrollan, los productos que crean y los recursos, espacios y
demás aspectos del contexto social y natural necesarios para que perduren; además de dar a las comuni-
dades vivas una sensación de continuidad con respecto a las generaciones anteriores, esos procesos son
importantes para la identidad cultural, así como para la salvaguardia de la diversidad cultural y la creati-
vidad de la humanidad”. (u n e s c o , 2004).
8  Algunos autores, como Daniel Hiernaux (2006), abordan la vida cotidiana desde un particular ámbi-
to, el turismo, entendiéndolo como un espacio privilegiado para entender lo social.
284 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

Kulturhuset, Estocolmo
“Estoy construyendo para un nuevo ser humano que ha de venir”.
(Celsing, 1970) (Figura 2).

Desde la estación central del metro de Estocolmo se eleva una enorme fachada de
vidrio que se desarrolla en diferentes niveles y que delimita la plaza Sergels. Se trata
del Kulturhuset o Casa de la Cultura de Estocolmo. Dicha plaza había sido el espacio
público más importante de la zona desde el siglo xviii y donde toda manifestación so-
ciocultural se celebraba. En 1966 se inició un concurso para crear un espacio públi-
co cercano a todas estas expresiones culturales. El concurso fue ganado en 1974 por
el arquitecto Peter Celsing y su proyecto consistió en un gran muro de hormigón pa-
ralelo a la plaza del que se desplegaba una fachada acristalada diseñada por Pontus
Hultén donde se exponían a la par personas y obras de arte. El Kulturhuset disuelve
los límites entre el museo, la ciudad y el público. Los transeúntes redescubren la ciu-
dad al pasear por el programa abierto. Las salas de exposición se abren a la plaza y
ésta conecta el espacio cultural con el sistema de transporte subterráneo, facilitando
así el acceso desde el interior durante los fríos meses de invierno. El ciudadano y el
turista pueden decidir libremente el uso del espacio público dentro del vacío urbano
parcialmente cubierto que está delimitado por el edificio donde coexisten progra-
mas comerciales, culturales e infraestructurales. La intervención se articula median-
te la manipulación simultánea del vacío y la memoria conjunta a través de una serie
de estrategias físicas y visuales entre interior y exterior, y entre el edificio y la plaza.

Pompidou, París
El Centro Pompidou se inauguró en París en 1977 de la mano de Renzo Piano y Ri-
chard Rogers. Nueve años antes de que las autoridades parisinas decidieran renovar
el barrio de Les Halles se convocó un concurso para reestructurar el área notable-
mente degradada. Con el deseo de que la cultura de las calles de París contagiara la
nueva propuesta en su proceso de regeneración urbana, el Centro Pompidou pue-
de entenderse como la superposición espacial de cinco bulevares de arte que se co-
nectan a través de las características escaleras que vuelan hacia la plaza (Figura 3).
El Pompidou de Piano y Rogers fue proyectado como un motor de regeneración
para el barrio. El icónico edificio hizo posible que el nuevo espacio cultural se con-
virtiera en un activador social por medio de operaciones relacionadas con el vacío
urbano y la memoria colectiva que lo rodeaba. La recuperación del vacío como es-
pacio público fue la estrategia principal en el Centro Pompidou. Piano y Rogers pro-
gramaron una gran plaza que contribuiría con actividades al aire libre, funcionando
como un inmenso vestíbulo, y ofreciendo un espacio simbólico impregnado por la
espacios imantados. geografías del imaginario colectivo 285

ciudad. La continuidad espacial entre el acceso público y el contenedor del museo


materializa un paisaje urbano de marcado carácter social, incorporando el exterior
como parte del interior y viceversa, resultando en una integración eficiente entre
vacío y memoria.

MASP, São Paulo


En 1951 se celebró la primera Bienal de Arte de São Paulo en el belvedere Trianon
en una estrategia de redefinición urbana a través de la cultura. Esta idea fue recupe-
rada por la arquitecta ítalo-brasileña Lina Bo Bardi para diseñar el Museo de Arte de
São Paulo, masp , en la avenida Paulista en 1968. El belvedere estaba ubicado en una
explanada sobre una dramática caída de la topografía, orientada hacia una singular
vista de la ciudad. El nuevo museo aspiraba a vincular la sala de exposiciones con la
avenida mediante un enorme vacío de uso público generado bajo el edificio. 9 La idea
de dicho vacío no es ni gratuita ni original en el trabajo de Bo Bardi. Los anteriores
propietarios del mirador exigieron que el nuevo masp mantuviera el espacio abier-
to del mirador para ceder dicho espacio a la ciudad. La propuesta de Bo Bardi fue la
única que reforzó explícitamente la infraestructura existente manteniendo el vacío.
El éxito del masp como lugar colectivo no habría sido el mismo si el vacío no se
hubiese consolidado en el tejido urbano de la avenida Paulista. El emplazamiento
tenía una relevancia social y urbana anterior a la propuesta de Bo Bardi, que reforzó
lo que ya estaba allí mediante un espacio colectivo donde promover las actividades
cívicas y mejorar la percepción de la comunidad. El vacío generado bajo el museo
propició que la cultura conquistara la calle, ofreciendo a los ciudadanos un espacio
para la expresión de la sociedad.
La propuesta municipal “Paulista aberta pelas pessoas” formaba parte de un gran
plan de mejora en la movilidad de São Paulo.10 La peatonalización parcial del eje más
importante de la ciudad fue una iniciativa que se experimentó durante más de dos
años.11 La aprobación definitiva se produjo en enero de 2016, creándose entonces

9  Assis Chateaubriand instituyó el Museo de Arte de São Paulo en 1947. Chateaubriand era el dueño

de los Periódicos Asociados de Brasil –los medios más importantes de Brasil en ese momento– y ordenó
a Pietro María Bardi la fundación de ese museo, que es conocido como el m a s p . El marchante italiano
y Lina Bo Bardi vincularon su trabajo como museógrafo, sociólogo, pedagogo y arquitecto para crear la
primera cultura museística en São Paulo. Primero abrieron el museo, cuatro años más tarde fundaron el
Instituto de Arte Contemporáneo para enseñar arte al público y entrenar a profesores, y ambas institucio-
nes organizaron exposiciones muy relevantes dedicadas a Le Corbusier, Tarsila do Amaral o Alexander
Calder, entre otros. La respuesta del espectador fue mayor de lo que esperaban. Hoy en día la oferta del
m a s p incluye exposiciones de arte, danza, cine, moda, fotografía, biblioteca, música, teatro y vestuario.
10  Para los colectivos Sampa Pé y Minha Sampa, las calles habían de servir a todos (Sadik-Khan, 2015)
11 Ana Carolina Nunes, del colectivo SampaPé, había convivido con esta iniciativa en la avenida Refor-
ma de Ciudad de México, lanzada en 2010. Esta experiencia se disemina por el mundo.
286 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

el comité Rúas Abertas.12 En 2017 se dio un paso atrás con la puesta en marcha del
programa Acelera São Paulo.
Esta peatonalización dominical de la avenida Paulista se extendió bajo el masp ,
conjugando la avenida y el vacío. Las actividades sociales cotidianas pasaron a for-
mar parte de una oferta cultural más propia de un programa municipal pero que
surgía de manera inesperada y cambiante. El turista de lo cotidiano identifica estos
hechos compartidos con la ciudad en sí, procurando ser un ciudadano más que se
mezcla con los ciudadanos permanentes mediante iniciativas como “Paulista aber-
ta pelas pessoas”. La ciudad de São Paulo incrementaba su oferta cultural con acti-
vidades compartidas entre paulistas y turistas en la avenida, formando parte de las
acciones y manifestaciones que allí se desarrollan.

High Line, Nueva York


La rica y cohesiva estructura social de Manhattan había quedado fragmentada en-
tre la ciudad y los muelles por la barrera que se construyó como estructura de trans-
porte. La línea elevada del High Line fue abandonada en 1980 después de años de
decadencia. Se pensó entonces que la estructura industrial olvidada podía ser de-
molida o reintegrada dentro del paisaje de la ciudad. Años más tarde la infraestruc-
tura fue utilizada por diversos artistas como soporte de sus instalaciones y fueron es-
tos creadores los primeros en sugerir la recuperación del High Line para la ciudad.
La asociación Friends of the High Line decidió en 1987 proponer su conversión en
un parque urbano. El potencial de la vieja infraestructura resultaba singular y pare-
cía un error no preservar y mejorar esta nueva condición. El debate popular y el acti-
vismo ciudadano que se organizó en torno al High Line impulsaron la rehabilitación
del antiguo soporte del ferrocarril como un nuevo parque lineal integrador de la ciu-
dad. Una vez que la estructura obsoleta fue redescubierta como un vacío colectivo
significativo capaz de representar la memoria y el futuro, los espacios proyectados
en la calle elevada pasaron a ser utilizados por los ciudadanos. La antigua barrera se
disolvió como consecuencia del trabajo realizado por asociaciones vecinales, arqui-
tectos paisajistas y administración central, transformando el High Line en un parque
lineal que sería disfrutado por más de dos millones de visitantes cada año. La anti-
gua estructura que solía interrumpir la relación del usuario con la ciudad sería aho-
ra el elemento de conexión que causaría una relación más fuerte. 13

12  Folha de São Paulo publicó “Polêmico fechamento da Paulista para carros conquista apoio de mora-
dores”, el 21 de febrero de 2016.
13  Como escribe Sadik-Khan: “La organización de la ciudad cambió y los ciudadanos pudieron redes-
cubrir su propia metrópolis que estaba al servicio de sus habitantes” (Sadik-Khan, 2015). Esta idea de uti-
lizar el espacio sobre la infraestructura urbana existente para generar un parque no era nueva. Ya en 1950
espacios imantados. geografías del imaginario colectivo 287

El equipo formado en 2003 por Diller Scofidio + Renfro / Field Operations, junto
a otros autores como Piet Oudolf y Olafur Eliasson, incorporó cuestiones presentes
en el lugar, ofreciendo un vacío urbano lineal para manifestaciones socioculturales,
lo que generó un espacio imantado. La estrategia urbana fue en este caso simultánea
a la ejecución, lo que llevó a un proceso menos abierto y tal vez planificado en ex-
ceso. Sin embargo, al igual que sucedió en la avenida Paulista, la mencionada parti-
cipación de los usuarios resultó fundamental para la revitalización de un vecindario
en gran medida ignorado, demostrando el impacto de un buen diseño urbano y las
asociaciones público-privadas.
En los cuatro casos encontramos un mismo proceso urbano reversible: la trans-
formación de la condición social previa por medio de una estrategia contemporánea
que combina el vacío y la memoria colectiva, convirtiéndose en una extensión de la
propia calle y generando los llamados espacios imantados. La recuperación de estos
vacíos activos como lugares colectivos permitió que sus ciudades presentaran en úl-
tima instancia lo mejor que podían ofrecer: sus propios tesoros vivos.

Notas finales: la ciudad como soporte


de la experiencia turístico-cultural
Para cerrar el círculo con el que comenzamos este artículo, recordemos que nos he-
mos fijado en ciertas estrategias de regeneración urbana ligadas al vacío, la memoria
y la cultura. De la mano de la cultura, el turismo de lo cotidiano quiere ser testigo de
ciertos procesos de cambio, desencadenando en estos espacios un desafío socioló-
gico que ocupa descartes urbanos. El misterio del turismo de lo cotidiano se desvela
al entender esta superposición de niveles discursivos que conforman una estructu-
ra compleja de composición narrativa que es la realidad misma. La ciudad parecie-
ra haber dejado de ser un espacio físico para convertirse en un espacio intelectual.
En este contexto de lo cotidiano hay al menos tres razones distintas para el éxito
de las operaciones reseñadas:
La primera de ellas obedece a que los eventos artístico-participativos descritos co-
nectaron la cultura con la ciudad a través de estrategias de recuperación de una plaza,
un barrio, una avenida o una infraestructura. Los vecinos se convirtieron en cocrea-
dores de la acción colectiva, alojada en los vacíos urbanos y en la memoria colectiva.
La segunda razón es que los lugares señalados han devuelto un fragmento de la
ciudad a los ciudadanos. El vacío y la memoria imantan dichos espacios y provocan

Nueva York había construido el emblemático Brooklyn Heights Promenade, un paseo peatonal bordeado
de árboles sobre una autopista, y en la década de 1990 París inauguró el Promenade Plantée en 1993 que
potenció la conexión entre el peatón y la ciudad.
288 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

la intervención del usuario. La ciudad trata de humanizarse a través de una regene-


ración que implica también dejarse poseer por la ciudad existente. Esta suerte de re-
interpretación contemporánea del espacio público, materializado a través de pla-
nos colectivos y manipulables por los ciudadanos, produce los espacios imantados.
La tercera razón radica en que diversos agentes (público-privado, individual-co-
lectivo) trabajaron juntos para convertir esta red de vacíos urbanos en plazas y par-
ques del siglo xxi de los que participar activamente.
La ciudad actúa como un constante soporte de la cultura cambiante y de su tiem-
po. Estos espacios imantados han garantizado el éxito de los cuatro casos al conec-
tar aspectos del planeamiento con las políticas urbanas y la memoria colectiva. A ve-
ces ciertos rasgos de este éxito apuntado no son racionales sino misteriosos. Podría
incluso decirse que parte de su éxito radica en la imperfección. La idea de espacio
imantado y de turismo de lo cotidiano son un misterio. La creatividad llevó a estos
espacios imantados a ser el sueño de sus usuarios. Sólo cabe esperar que la lógica
no los lleve a partir de ahora de la A a la Z, como afirmaba Albert Einstein, y que el
turismo de lo cotidiano alojado en la memoria colectiva presente en algunos vacíos
urbanos pueda seguir siendo un misterio.
espacios imantados. geografías del imaginario colectivo 289

Figura 1. Línea de tiempo de los espacios imantados estudiados (imagen de la autora, 2017).
290 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

Figura 2. Dibujos de Peter Celsing de la Kulturhuset y el Banco Nacional de Sue-


cia, Estocolmo, 1974-1975. Wang, 1996.

Figura 3. Centro Pompidou, vista aérea, París; acceso por escaleras mecánicas (vestíbulo ver-
tical); vista de la plaza frente al Centro Pompidou (imágenes de la autora, 2010).

Figura 4. m a s p por
Lina Bo Bardi fuera
del espacio de
exposición.
espacios imantados. geografías del imaginario colectivo 291

Figura 5. Mercado de los domingos bajo el m a s p , 26 de junio de 2017


(imagen de la autora, 2017).

Figura 6. Exposición “Playgrounds” de Nelson Leiner en el vano


libre del m a s p , 1969.

Figura 7. High Line, evolución del proceso.


292 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

Figura 8. High Line, vista nocturna. Jon Shireman, 2012.

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Gentrificación y regeneración del espacio arquitectónico urbano.
¿Estrategia comercial o necesidad social?
manuel enrique morales de dios.
u n i v e r s i da d n a c i o n a l a u t ó n o m a d e m é x i c o

Resumen
La realidad actual de las grandes metrópolis, tal como la Ciudad de México, entre
otras, conlleva procesos de cambio socioespacial en el tejido urbano por el cual es-
tán conformadas. Dichos cambios traen consigo la implementación de procesos de
reestructuración y la aparición de nuevas formas de articulación e integración del
espacio urbano.
Una de las reestructuraciones urbanas predominantes con mayor impacto en las
grandes metrópolis actuales es el fenómeno de la gentrificación. Cabe mencionar que
existe una distinción teórica entre gentrificación y renovación. La renovación implica
la construcción de nuevas viviendas en áreas previamente desarrolladas y no la reha-
bilitación de viejas estructuras. La gentrificación involucra la recuperación y rehabi-
litación de zonas tradicionales, las cuales, debido a su valor cultural e histórico, y a
que cuentan con una buena infraestructura, disponibilidad de equipamiento y loca-
lización, son revaloradas como espacios idóneos para el desarrollo de nuevos polos
centrales que reconfiguran la realidad de la ciudad.
Es importante resaltar que una vez que este proceso de gentrificación empieza
en un barrio o colonia, se mueve rápidamente hasta que todos o la gran mayoría de
los habitantes originales de la clase obrera de un sector específico son desplazados,
cambiando totalmente el carácter social del barrio. Esta práctica urbana tiende a agu-
dizar los patrones de exclusión social, los cuales confluyen en problemáticas colec-
tivas que se caracterizan por la aparición de desigualdades cada vez más profundas.
Frente a esta problemática urbana, el presente trabajo busca, mediante la reflexión
teórica, estudiar el comportamiento del impacto urbano y social emergente de las
nuevas formas de ocupación del espacio en la ciudad, con el fin de identificar los
rasgos característicos en torno a los actores y conflictos en territorios turísticos y su
relación en la conservación de sitios patrimoniales (el caso de estudio será la calle
Regina en el Centro Histórico de la Ciudad de México).
El análisis pretenderá ofrecer posibles respuestas a las siguientes interrogantes:
¿es la gentrificación una necesidad o una estrategia de mercado? ¿Son las políticas

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gentrificación y regeneración del espacio arquitectónico urbano 295

del Estado o las inmobiliarias responsables de este proceso? ¿Existe una forma de
mediar el impacto urbano y social que trae consigo? ¿Es el turismo una causa o una
consecuencia de este desarrollo? Estos, entre otros cuestionamientos, son los que
se discutirán y a los cuales se tratará de dar respuesta mediante el desarrollo de esta
investigación, teniendo como punto de referencia el mencionado caso de estudio.

Palabras clave: gentrificación, regeneración, renovación, conservación, urbano,


arquitectónico, social

Abstract
The current reality of the big Metropolis, such as Mexico City, involves processes of
socio-spatial change in their urban fabric. These changes bring forth the implemen-
tation of restructuring processes and the emergence of new forms of articulation and
integration of the urban space.
One of the predominant urban restructuring forms with the greatest impact on
today’s big metropolis is gentrification. To note, there is a theoretical distinction bet-
ween gentrification and renovation, where renovation implies the construction of
new households in previously developed areas rather than the rehabilitation of old
structures.
This process involves the recovery and rehabilitation of traditional areas, which,
given their cultural and historical value, and for having proper infrastructure, availa-
bility of equipment and location, are revalued as suitable spaces for the development
of new core poles that reconfigure the reality of the city.
Once the gentrification process begins in a neighborhood or suburb, it proceeds
steadily until all or the vast majority of the original working-class inhabitants are dis-
placed, hence dramatically changing the social character of the neighborhood. This
urban practice tends to aggravate the social exclusion patterns, leading to collective
issues characterized by the emergence of increasingly deep inequalities.
Faced with this urban problem, this work intends, through a theoretical approach,
to explore the behavior of urban and social impacts emerging from the new forms
of space occupation in the city, in order to identify the characteristic features su-
rrounding the actors and conflicts in tourist areas and their relationship in the con-
servation of heritage sites (the case study will Regina Street in the historic center
of Mexico City).
This analysis will provide possible answers to the following questions: is gen-
trification a necessity or a market-driven strategy? Are State policies or real esta-
te agents responsible for this process? Is there a way to mediate the urban and so-
cial impacts brought about by gentrification? Is tourism a cause or a consequence
296 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

of this development? These, among other questions, are discussed and addressed
through this research, with the study case as a reference point for comparison to ad-
dress these questions.

Keywords: gentrification, regeneration, renovation, conservation, urban, architec-


tural, social

Acerca del fenómeno de gentrificación


Este término fue acuñado por la socióloga inglesa Ruth Glass en 1964. 1 Dicho fe-
nómeno se presenta en distritos centrales o con buena localización dentro de las
ciudades. Estos sitios fueron abandonados por sus habitantes originales y posterior-
mente fueron ocupados como vivienda por la clase obrera. Generalmente las zonas
donde se encuentran estas edificaciones carecen de mantenimiento y servicios pú-
blicos básicos.
Cuando comienza el proceso de gentrificación, aparece la inversión privada y, jun-
to con ella, la demanda de vivienda por parte de la clase media, regenerando la ima-
gen urbana e implementando normas como la protección del patrimonio histórico.

La gentrificación como necesidad


o estrategia de mercado
La gentrificación, tema de relevancia actual, forma parte de la restructuración metro-
politana contemporánea. Es el paradigma generador de plusvalía, producto del neo-
liberalismo, y está directamente ligado al mercado inmobiliario. 2
En la actualidad, algunos críticos la refieren como una “elitización” o recoloni-
zación del espacio, en la que el aspecto económico tiene un papel importante por
la llegada de nuevos burgueses a diferentes zonas desplazando a los habitantes ori-
ginales. “El capitalismo es creativo, pero a su vez destruye”, así lo establece Joseph
Schumperter.3

1  Ruth Glass emplea este término por primera vez para referirse a los cambios ocurridos en determina-
dos barrios londinenses en creciente deterioro ante la llegada de nuevos residentes de poder adquisitivo
medio-alto: the gentry.
2  Fragmento tomado de Academia, XXll (14), 99. La Dra. María Guadalupe Valiñas hace una crítica del
desarrollo del proceso de gentrificación, categorizándolo en buena parte como “destrucción creativa”.
3  Joseph Alois Schumpeter, destacado economista austro-estadounidense y profesor de la Universidad
de Harvard, en la década de 1930 popularizó el concepto de destrucción creativa, como forma de des-
cribir el proceso de transformación que acompaña a las innovaciones.
gentrificación y regeneración del espacio arquitectónico urbano 297

La gente que vive cerca del centro de diversas centralidades tiene acceso a ser-
vicios, empleo, movilidad y espacios de entretenimiento, es decir, a una mejor cali-
dad de vida. En esta representación el capital económico y el capital cultural, que,
aunque opuestos, ambos pueden ser generadores del proceso.

Actores responsables del proceso


En muchos casos un poder local público aparece como activador de la gentrifica-
ción, interesándose en la regeneración de un área en específico, desarrollando cier-
tas estrategias de planeación urbana tendentes a modificar determinados espacios,
y buscando inversores privados para la zona.
Si atendemos a la tesis de Neil Smith,4 el detonante para que un territorio pase de
gentrificable a gentrificado es la generación del rent gap o “diferencia potencial de
renta”. Ésta conlleva la oportunidad de que los propietarios de esa zona residencial
o quienes operan como agentes inmobiliarios en la misma obtengan beneficios en
una serie de operaciones especulativas.
Se observa que, habitualmente, propietarios, empresas y entidades financieras
son los activadores de la gentrificación, a través de toda una serie de mecanismos
basados en estrategias de compra y venta del solar urbano.

Impacto urbano y social


La reflexión que aquí se propone tiene como objetivo analizar algunos aspectos del pro-
ceso de gentrificación y concientizar sobre algunos errores frecuentes en su conceptua-
lización, para así evitar iniciativas o decisiones que puedan volverse controversiales.
Por lo general, se tiende a una separación artificiosa entre bandos buenos y ma-
los. Los buenos están dentro (del barrio) defendiéndose, mientras que los malos es-
tán fuera, sitiándolo. Sin embargo, se detectan varias incongruencias en este hecho.
Ante todo, “la ciudad es el lugar del intercambio, de la mezcla continua, de la yux-
taposición de clases, razas, culturas, etc.”. 5 ¿Hasta qué punto tiene sentido ensalzar
lo autóctono y lo inamovible? Y, si se hace, ¿hasta qué generación es preciso remon-
tarse para dar con los auténticos depositarios del derecho al espacio? En la ciudad,
autóctono sería, en todo caso, aquello que consiga quedarse lo suficiente como pa-
ra dejar un legado, a veces a costa de otro anterior.

4  Neil Robert Smith, geógrafo y académico escocés, en su libro La nueva frontera urbana. Ciudad revan-
chista y gentrificación, nos habla acerca de los detonantes de gentrificación en las ciudades.
5  Fragmento escrito por el doctor en urbanismo Emanuele Pierobon, en el cual se hace una introspecti-
va de los elementos sociales actuantes en la integración de la ciudad.
298 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

Se quiere ahora poner especial atención en algunas de las contradicciones que a


menudo atañen a quienes son portavoces de las narrativas de la gentrificación que se
han criticado. Para empezar, es necesario reconocer que la mayor parte de las per-
sonas que acuden a seminarios y debates sobre este tema son, muy a su pesar, gen-
trificadores en potencia.
Su condición de gentrificadores potenciales no se debe en este caso a un afán es-
peculativo/inmobiliario, sino al hecho de pertenecer a un sector de población con
un nivel de educación medio-alto, y por tanto con potencial de ascenso. Este he-
cho no pasa inadvertido a los ojos del mercado, que ve a este sector como posibles
clientes a futuro.

¿Es el turismo una causa


o consecuencia de este desarrollo?
La masificación turística conlleva un proceso que supone la desaparición de los an-
tiguos habitantes de los centros de las ciudades, debido al aumento del precio de la
vivienda, el cambio en el modelo de comercio de proximidad y la economía de ser-
vicios que pasan a estar dedicados prácticamente en exclusivo a los visitantes. Los
centros urbanos afectados se convierten en una especie de decorado cinematográfi-
co, por el cual desfilan multitudes de turistas.
En los últimos años, la aparición de las compañías de aviación de bajo coste, los
portales de internet y las aplicaciones para alquilar alojamiento han favorecido la
búsqueda de nuevos destinos secundarios para pequeñas escapadas de fin de sema-
na o puentes vacacionales, provocando una nueva oleada de gentrificación turísti-
ca en diversas ciudades.
Otra influencia notoria estaría representada por la revolución en la forma de via-
jar que ha supuesto internet a nivel de la contratación de servicios, y que permite
que negocios a escala más pequeña se beneficien a su vez del turismo. Portales in-
termediarios, como Booking o Airbnb, sirven para encontrar alojamiento a la medi-
da de cada visitante. Este turismo más independiente no siempre se aloja en grandes
hoteles y se dispersa por la ciudad en diferentes tipos de transporte y alojamiento.
Es posible que, a través de ciertas medidas de organizaciones, se consiga un mo-
delo de coexistencia entre el turismo y los habitantes locales, pero la gentrificación
de los centros de algunos destinos turísticos parece ser ya un fenómeno presente y
acrecentado.
gentrificación y regeneración del espacio arquitectónico urbano 299

Caso de estudio: calle Regina, Centro Histórico

1. Marco histórico contextual

La calle de Regina está ubicada al sur del Centro Histórico y forma parte del sector
Vizcaínas. Su historia se remonta a la época colonial, cuando estaba incorporada al
barrio de San Juan Moyotlán o Moyotla, nomenclatura que se utilizó en la división
de la ciudad de Tenochtitlan.
Según García (2006), se fortaleció como barrio cuando la congregación de Arán-
zazu estableció en el baldío de un tianguis el Real Colegio de las Vizcaínas. De la
misma época colonial destacan la iglesia y el convento de Regina Coelli, que le da
nombre a la calle. En 1573 la administración virreinal cedió amplios terrenos a las
religiosas concepcionistas en el calpulli6 prehispánico de Moyotlán (más tarde ba-
rrio de San Juan) para que establecieran su convento. El templo se reformó posterior-
mente y abrió sus puertas el 13 de septiembre de 1731.
El Hospital Concepción Béistegui, que ahora funciona como asilo de ancianos, es
producto de la filantropía de la etapa porfiriana. La señorita María Concepción Máxi-
ma Béistegui y García a su muerte cedió sus bienes para la fundación de un hospital
en lo que fuera el convento de Regina. En 1967, las autoridades del Departamento
del Distrito Federal eligieron la plaza de Regina como una de las primeras en la res-
tauración de los centros cívicos capitalinos.
Primero como calpulli indígena, luego como barrio de españoles, después como
lugar para la clase media, para convertirse en barrio popular, que acogió a la bohe-
mia de los años cincuenta.7 La zona fue de las más afectadas en el sismo del 85, de
ahí que haya formado parte de una de las tres áreas de actuación en el Centro His-
tórico, a partir de la cual los habitantes beneficiarios se convirtieron en propietarios
de sus viviendas, factor que le da una especificidad al proceso de revalorización en
la calle de Regina.
A pesar de la reconstrucción habitacional, el desastre derivado del sismo propició
una fractura en las relaciones comunitarias, en parte porque con el programa llega-
ron nuevos habitantes y, paralelamente, hubo un cambio en la espacialidad de la vi-

6  Se denomina calpulli, “casa de gran tamaño” en lengua náhuatl, al territorio que correspondía a un
grupo familiar o clan, integrado por descendientes de un antepasado en común, correspondientes a las
tribus de aztecas o mexicas, antes de la conquista española. Cada calpulli era una unidad política, reli-
giosa y militar, dentro de las ciudades, que se reunía en torno a un patriarca o jefe y disponía de tierras de
cultivo. Eran autosuficientes, y el trabajo, de tipo comunitario.
7  García (2006: 63) en su investigación hace mención de varias personalidades que habitaron el barrio:
en Echeveste vivieron Carlos Alcalde, caricaturista de El Cómico y El imparcial, y Carlos Pavón, boxeador
campeón nacional de peso ligero. En el Callejón de Jiménez habitaba una amiga de Agustín Lara, llama-
da Rufina. En el mismo callejón vivieron una francesa nombrada Nené y su esposo Pancho, allá iba don
Adolfo Ruiz Cortines, sin guaruras.
300 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

vienda, de cuartos de vecindad con una amplia vida colectiva a departamentos uni-
familiares con mayor privacidad.
En la actualidad, el sector mantiene un uso de suelo mixto: comercios y servi-
cios8 en planta baja y vivienda en planta alta. De acuerdo al Censo de Población y
Vivienda del 2010, la población se caracteriza por ser de ingresos medios bajos con
una escolaridad de bachillerato en promedio. Después de la parte Norte del Centro,
esta zona sur poniente concentra la mayor densidad poblacional del perímetro A.

2. Corredor cultural

A partir del 23 de octubre del 2008, se inauguró el corredor cultural peatonal, im-
pulsado por Carlos Slim vía la Fundación Centro Histórico, como parte del llamado
“rescate” del Centro.9 Se sitúa dentro del área delimitada por Mesones al norte, Ave-
nida 20 de Noviembre al oriente, San Jerónimo al sur y el Eje Central Lázaro Cárde-
nas al poniente.
En esta zona, la inmobiliaria Centro Histórico realizó una inversión significativa.
Entre los inmuebles adquiridos destacan el Hotel Virreyes y el Hotel Señorial. Am-
bos fueron restaurados con la finalidad de ofrecerlos como residencias a un público
joven con un perfil específico: estudiantes y/o artistas de diferentes disciplinas. Am-
bos lugares son importantes, puesto que era una forma masiva de atraer turistas que
ayudaran a “limpiar la zona”.10
Tanto el programa de Desarrollo Social como el de Desarrollo Comunitario de la
Fundación Centro Histórico tienen su sede en la calle de Mesones. En el callejón de
Mesones esquina Regina, se creó el Centro Cultural Casa Vecina (Figura 1), que es
la plataforma de la fundación para gestionar proyectos artísticos dentro de las inme-
diaciones del Centro Histórico.
En el aspecto habitacional, la inmobiliaria Centro Histórico 11 ha comprado di-
versos edificios de departamentos. Resalta el caso del inmueble Regina 49-51, que

8  Dependiendo de la calle, hay comercios y servicios especializados; por ejemplo, en El Salvador y

Mesones se encuentran las tiendas de venta y reparación de artículos musicales y de sonido. Todavía en
Regina se encuentran imprentas, servicios de serigrafía y talleres de compostura de máquinas de coser.
9  El concepto de rescate está vinculado con el imaginario de miedo e inseguridad que se fue constru-

yendo a partir del deterioro del Centro; bajo esta lógica resulta imperativo el rescate del lugar.
10  Antonio Calera (entrevista personal, noviembre 2012) nos habla acerca de la incorporación de perso-
nas dedicadas al arte y al ambiente académico en el nuevo andador peatonal Regina, con el fin de dar un
nuevo giro a las actividades de la zona, detonando la interacción social para generar seguridad en el barrio.
11  Las inversiones de la inmobiliaria en compra de inmuebles se concentran en el poniente del Cen-
tro Histórico. En el sector Vizcaínas se encuentran: 1 en la calle de Izazaga; 1 en Isabel la Católica: en
Regina 4; San Jerónimo 1; Vizcaínas 2; en Mesones 1; así como en los Callejones Mesones 1, y otro
en La Esperanza.
gentrificación y regeneración del espacio arquitectónico urbano 301

al ser restaurado por la inmobiliaria (en el año 2004) estableció la pauta para la re-
modelación de la zona y la llegada de nuevos residentes. 12
Asimismo, marcó una fuerte diferencia entre las viejas vecindades y sus habitan-
tes. En una encuesta realizada en 2007 por la autoridad del Centro Histórico sobre los
espacios públicos del Centro Histórico, la calle Regina apareció como una de las más
inseguras y desagradables para vivir. Como consecuencia y con el afán de acompañar
y asegurar la inversión privada en la zona, el Gobierno del Distrito Federal propone
y empieza la peatonalización de la calle Regina y Echeveste (Figura 2).

3. Proyecto y ejecución del Corredor Peatonal Regina

A partir del reconocimiento de plazas públicas e inmuebles circundantes de alto va-


lor patrimonial, se han planteado una serie de intervenciones urbanas con la finali-
dad de rehabilitar el área y crear corredores culturales y comerciales que se articu-
len entre sí.
Tal es el caso del corredor cultural Regina, en el que se busca potenciar la zona,
cuya riqueza patrimonial edilicia es considerable. 13 El proyecto permite integrar estas
edificaciones y zonas mediante recorridos y actividades culturales. Entre los lugares
más significativos destacan el Colegio de las Vizcaínas, el teatro y plaza Vizcaínas, la
iglesia y plaza Regina Coelli (Figura 3), el hospital Concepción Béistegui (Figura 4) y
la plaza y templo de San Jerónimo.
En la presentación del proyecto, el director de la Coordinación Urbana de la Se-
cretaría de Obras y Servicios explicó que se trataba de un corredor cultural para me-
jorar las condiciones de vida de los pobladores, pues no se buscaba desalojarlos en
ningún momento, sino lograr equidad, diversidad social y cultural, y reactivar eco-
nómicamente la zona al concretar un eje articulador entre las avenidas Eje Central
y 20 de Noviembre.
Fue así que en noviembre de 2007 se hizo pública la inversión de 97 millones de
pesos a lo largo de 1 250 metros lineales, desde el Eje Central Lázaro Cárdenas hasta
la Avenida 20 de Noviembre. La puesta en marcha de los trabajos de intervención
y la falta de comunicación entre las autoridades y los vecinos ocasionaron una se-
rie de rumores, entre ellos, el de una posible expropiación; ante tal incertidumbre
los viejos habitantes actuaron mediante guardias con el objetivo de controlar el ac-
ceso a las viviendas.

12  Los nuevos residentes se caracterizan por ser de clase media alta con una constante movilidad resi-
dencial. Ellos, junto con los residentes de los Hostales, se convirtieron a la vez en promotores del proyec-
to de la fundación entre sus redes sociales.
13  Se tienen catalogados 18 inmuebles ubicados en Echeveste y en las tres cuadras peatonales de Regi-
na. Fuente: Secretaría de Obras y Servicios (2012).
302 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

En entrevista con el encargado de Participación Ciudadana del Fideicomiso del


Centro Histórico en el 2008, indicó que se empezaron a realizar juntas y asambleas
con vecinos de Regina, a fin de que conocieran mejor el proyecto. No obstante, la
larga duración de los trabajos siguió ocasionando el descontento de la comunidad.
Del año 2007 al 2008, el proyecto de peatonalización de Regina consideró tres
acciones de intervención llevadas a cabo simultáneamente:

• Del Eje Central a la calle Bolívar. Mejoramiento del espacio público en la pla-
za de las Vizcaínas y remodelación del teatro del mismo nombre, así como de
las calles Aldaco, el Callejón de la Esperanza y Echeveste, donde hay acceso
vehicular controlado (Secretaría de Obras y Servicios).
• De la calle Bolívar a Isabel la Católica. Se colocó un piso a un solo nivel y se
remozó la calle Regina Coelli, que funge como “eje vertebrador” del corre-
dor. Este tipo de mejoras han sido vistas como un beneficio de la intervención
urbana.
• De Isabel la Católica a Avenida 20 de Noviembre. Se desarrolló este espacio
peatonal a fin de conectarlo con uno de los corredores principales dentro de
las intervenciones del Centro Histórico. Se busca potenciar los usos culturales
y mejorar la vivienda, así como promover servicios complementarios en las
plantas bajas de los edificios, tales como cafés (Figura 5), librerías y restauran-
tes (Secretaria de Obras y Servicios).

4. Equipamiento urbano

En cuanto a equipamiento urbano, destaca la creación de un jardín con juegos infan-


tiles y una cancha de básquet-futbol en lo que antes era un estacionamiento privado.
Es preciso señalar que este parque se construyó después de haber sido inaugurada la
peatonal y el resguardo del mismo está a cargo de los propios vecinos.
La cuadra con mayor inversión de capital privado, representado por grandes co-
mercios y negocios, es la que va de Isabel la Católica a 5 de Febrero: en la esquina
sur poniente hay una tienda de conveniencia Waldos; en la esquina norponiente es-
ta un edificio con departamentos y locales en la planta baja (Figura 6); en la esqui-
na nororiente, en un edificio colonial, se encuentra el Hostal Regina (Figura 7), que
comparte el inmueble con una sucursal de laboratorios El Chopo y un restaurant-bar,
el cual responde al tipo de establecimiento proyectado para el corredor, al igual que
una mezcalería ubicada en las accesorias de uno de los edificios de rhp ; y en la es-
quina suroriental hay una tienda de conveniencia oxxo .
También hay comercios tradicionales como abarrotes, una pollería, reparadora
de calzado, talleres de compostura de máquinas de coser, loncherías y nuevos lu-
gentrificación y regeneración del espacio arquitectónico urbano 303

gares con venta de alimentos y cervezas. A mitad de la cuadra norte se encuentra el


primer callejón de Mesones, que conecta a la calle del mismo nombre, sobre la cual
están la Casa Vecina y una escuela del inba .

Reflexión final
Si se analiza la vialidad en su totalidad, se muestra que Regina es una calle de con-
trastes; la que pertenece al corredor cultural, donde se llevan a cabo restauraciones
y programas de salvaguarda del patrimonio tangible e intangible; y la del lado orien-
te, donde se demuelen edificios para hacer plazas comerciales que cubran la de-
manda de los vendedores ambulantes reubicados. Con la peatonalización de unas
cuadras de la calle Regina, se enfatizó la diferencia entre el poniente y el oriente de
ésta: después de las 18:00 h, Regina oriental (cruzando Avenida 20 de Noviembre
hacia el oriente) queda vacía, los comercios cierran sus puertas y la calle va quedan-
do con poco tránsito de personas, mientras que el corredor peatonal mantiene una
dinámica activa gracias al tipo de actividades que allí se realizan.
De esa manera, la calle Regina es un ejemplo claro y explicativo de lo que es el
proceso de revalorización socioespacial selectiva dentro del Centro Histórico de la
Ciudad de México; algunos sectores están presentando una gradual gentrificación, y
otros están en vías de remozamiento, aunque algo que los une es el barrio, la gente
que hace su día a día en el transitar entre estos dos centros.
Hoy en día la peatonalización de la calle Regina representa un modelo a replicar
en otras partes del Centro y, como tal, es objeto de proyectos piloto que coadyuven
a la asimilación y la participación de la población involucrada.
304 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

Figura 1. Imagen del autor, 2017.

Figura 2. Imagen del autor, 2017.


gentrificación y regeneración del espacio arquitectónico urbano 305

Figura 3. Imagen del autor, 2017.

Figura 4. Imagen del autor, 2017.


306 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

Figura 6. Imagen
del autor, 2017.

Figura 7. Imagen
del autor, 2017.

Figura 8.Autor: Manuel


Enrique Morales (Ed.), 2017.
gentrificación y regeneración del espacio arquitectónico urbano 307

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La cultura lacustre en San Andrés Mixquic
m ó n i ca j i m e n a r e c i l l a s g u e r r e r o .
u n i v e r s i da d n a c i o n a l a u t ó n o m a d e m é x i c o

Resumen
Durante la época prehispánica, en la Cuenca de México se asentaron más de cien
pueblos originarios, en islotes y a las orillas del gran lago que se formaba en su cen-
tro. Alrededor del agua estos pueblos construyeron una cultura lacustre; aprendie-
ron a convivir con el líquido, convirtiéndolo en un elemento esencial para su super-
vivencia. La riqueza del medio favoreció el crecimiento de los pueblos y, con ello, la
necesidad de expandir sus territorios, dando origen a las chinampas, porciones rec-
tangulares de tierra construidas para ganarle espacio al lago.
La conquista española trajo una nueva visión de ciudad, en la cual la superficie
lacustre era incompatible con el modo de edificación y uso de la tierra. El poco en-
tendimiento de la cultura lacustre dio inicio a 400 años de obras hidráulicas para
desaguar la Cuenca, modelo vigente actualmente.
La Cuenca de México ha vivido un proceso de transformación que ha dañado se-
veramente su medio ambiente. El crecimiento acelerado de la mancha urbana y la
sobreexplotación del acuífero han acabado con áreas naturales, aumentando la su-
perficie cubierta por materiales impermeables y edificaciones, y provocando inunda-
ciones y hundimientos. Esta nueva visión rompió con los ciclos naturales que alguna
vez hubo, dejando la Cuenca en una situación paradójica: una parte del año sufre
por el exceso de agua y otra, por su escasez.
El paisaje lacustre ha sufrido los estragos de estas transformaciones, deteriorando
el sistema chinampero, sistema ancestral de gran valor ecológico, histórico y cultu-
ral, y además altamente productivo.
Actualmente aún sobreviven pueblos originarios chinamperos, como lo es San
Andrés Mixquic, que ha conservado su sistema lacustre. Sin embargo, en los últimos
años Mixquic ha sufrido los estragos provocados por el desecamiento de los cuerpos
de agua y la sobreexplotación del acuífero, y su paisaje se ha transformado paulati-
namente de lacustre a urbano.
Mixquic se encuentra actualmente en el punto de inflexión entre generar un cam-
bio en el diálogo urbano-natural o dejar que la urbanización de la ciudad siga avan-
zando sobre sus zonas chinampera, lacustre y ejidal.

‹ 308 ›
la cultura lacustre en san andrés mixquic 309

Este trabajo analiza la cultura lacustre de Mixquic, que conforma la identidad del
pueblo, y su transformación a partir del deterioro ambiental, para entender la pro-
blemática a que se enfrenta y plantear estrategias para el rescate del sistema lacustre.

Palabras clave: cultura lacustre, chinampas, sistema lacustre, paisaje lacustre, pue-
blos originarios

Abstract
During the pre-Hispanic era in the Valley of Mexico, over 100 local villages were
settled in islets and along the shore of the huge lake. With the lake at its core, local
villages established a lacustrine culture; they learned how to coexist with the liquid,
making of it an essential element for their survival. The environmental richness fue-
led the growth of these villages and the need for additional territory, giving rise to
the Chinampas — square-shaped parcels built in water at the expense of lake space.
The Spanish conquest brought with it a new urban perspective, where the lacus-
trine surface was unsuitable for the construction methods and land use. The poor un-
derstanding about the lacustrine culture by the Spanish people triggered 400 years of
hydraulic works to drain the basin; this model is still in operation today.
The Valley of Mexico’s basin has undergone a transformation process that has seve-
rely damaged its natural environment. The accelerated expansion of the metropolitan
area and the overexploitation of the aquifer have destroyed natural areas, increasing
the surface area covered with impermeable materials and buildings, resulting in floods
and the general sinking of the city. This new approach disrupted the previous natural
cycles, leaving the basin in a paradox situation where the city suffers the effects of ex-
cess water in the rainy season, followed water scarcity in the dry season.
The lacustrine landscape has suffered the devastating effects of these transforma-
tions, through the deterioration of the chinampa system — an ancient and highly pro-
ductive agricultural system of huge value in ecology, history and culture.
Native chinampero villages still survive today, such as San Andres Mixquic, which
has preserved its lacustrine system. However, over the past few years Mixquic has
suffered the disastrous consequences of the desiccation of water bodies and aquifer
overexploitation, which have gradually turned the lacustrine landscape into an urban
space, similar to the rest of the basin.
Mixquic is currently in a turning point between fostering a shift in the urban-envi-
ronmental discussion, or allowing the metropolitan expansion to move forward over
chinampa, lacustrine and ejidos zones.
This paper ultimate objective is to analyze the Mixquic lacustrine culture that lies
at the heart of the village identity and that it has been transformed as a result of the
310 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

deterioration of the natural environment. Several strategies for the recovery of the
lacustrine system are proposed.

Keywords: lacustrine culture, chinampas, lacustrine system, lacustrine landscape,


local villages.

A lo largo de los últimos cuatrocientos años la Cuenca de México ha vivido un pro-


ceso de transformación que ha dañado severamente su paisaje lacustre. Éste ha sido
el resultado del choque de dos culturas, la prehispánica y la española, que trajera
consigo la implementación de un sistema hidráulico que desde el siglo xvi ha bus-
cado desalojar las aguas pluviales y residuales que se generan en la Cuenca (Lego-
rreta, 2006: 15).
Actualmente la cultura lacustre construida durante la época prehispánica se en-
cuentra en peligro de extinción, hecho que se ha visto agravado con el crecimiento
acelerado de la mancha urbana y la sobreexplotación del acuífero.

La cultura lacustre en la Cuenca de México


Las condiciones naturales de la Cuenca de México, una cuenca endorreica, dieron
origen a un sistema de cinco lagos, que durante el periodo de lluvias formaban un
gran lago (Garza y Aguilar, 2000: 31). Durante la época prehispánica, en islotes y
a las orillas del lago, se fundaron más de cien pueblos originarios (Gómez, 2011),
los cuales construyeron una cultura lacustre, convirtiendo el agua en un elemento
esencial para el desarrollo de actividades económicas, alimenticias, de transpor-
te, además de configurar la estructura urbana. Bajo estas premisas solucionaron los
problemas que conllevaba el existir en dicho sistema (inundaciones, separación de
las aguas dulces y saladas, etcétera).
La estrecha relación con el agua dio origen a las chinampas, porciones rectan-
gulares de tierra construidas para ganarle espacio al lago (González, 2016). Las
chinampas fueron usadas para la construcción de suelo urbano, como en Teno-
chtitlan y Tlatelolco, o para la producción agrícola, como en el sur de la Cuenca
(González, 2005).
La conquista española trajo una nueva visión de ciudad, en la cual la superficie
lacustre era incompatible con el modo de edificación y uso de la tierra. El poco en-
tendimiento del sistema lacustre dio inicio a las obras hidráulicas para desaguar la
Cuenca (Legorreta, 2006), modelo aún vigente que desde su origen ha provocado
estragos, desecando poco a poco el paisaje lacustre.
la cultura lacustre en san andrés mixquic 311

Actualmente el sistema chinampero se encuentra en peligro de extinción. Este


sistema ancestral tiene un gran valor no sólo histórico y cultural, sino también eco-
lógico y económico: favorece la recarga de los mantos freáticos, la regulación de los
flujos hídricos y la conservación de la biodiversidad, y es un sistema altamente pro-
ductivo para fines alimentarios, medicinales, ornamentales y forrajeros (González,
2013). Por todas estas características, la onu lo reconoce como “sistemas agrícolas
patrimoniales” y fue declarado por la unesco como Patrimonio Cultural de la Hu-
manidad en 1987 (González, 2013).
A diferencia del resto de la Cuenca, la subcuenca Chalco-Xochimilco (Xochimil-
co, Tláhuac y Chalco) ha vivido un proceso de transformación diferente. Sus con-
diciones morfológicas y su pasado arraigado han permitido la supervivencia de la
cultura lacustre.
Desde la época prehispánica, esta zona ha sido gran productora agrícola por medio
de chinampas, siendo la fuente alimentaria del imperio mexica (Martínez, 2010). A
pesar de las adversidades vividas durante la Colonia, la producción chinampera siguió
surtiendo de alimentos a la ciudad virreinal. Al encontrarse lejos de la creciente ciudad
central, ésta se quedó al margen del crecimiento; los constantes esfuerzos por drenar
la Cuenca hasta el siglo XIX no causaron estrago en los niveles de los lagos Chalco-
Xochimilco. Fue hasta el porfiriato que las obras otorgadas a los hermanos Noriega
para canalizar el lago de Chalco (Flores, 2016) dieron inicio a una serie de obras que
han desecado los cuerpos de agua del sur.
En la década de 1990 el crecimiento metropolitano llegó a esta zona, haciendo
presión sobre las áreas de conservación del sur de la Cuenca (Iztapalapa, Tláhuac,
Xochimilco, Tlalpan, Milpa Alta y Magdalena Contreras) (Comisión Ambiental Me-
tropolitana, 2010) y poniéndolas en riesgo de ser invadidas y degradadas por la man-
cha urbana.
Si bien la cultura lacustre se encuentra en peligro de desaparecer, actualmente si-
gue latente en los cinco pueblos originarios que conservan su sistema chinampero:
Xochimilco, San Gregorio Atlapulco, San Luis Tlaxialtemalco, San Pedro Tláhuac y
San Andrés (González, 2016).

El paisaje lacustre de San Andrés Mixquic


San Andrés Mixquic es uno de los pueblos originarios chinamperos de la subcuenca
Chalco-Xochimilco. A pesar del deterioro y daño ambiental que vive la zona, Mix-
quic ha sido uno de los pueblos que han conservado su paisaje lacustre.
En un islote en el lago de Chalco, al pie de la ribera de la sierra Ajusco-Chi-
chinautzin (Flores, 2016) los mezquica se asentaron y edificaron su centro cere-
monial (Suárez, 1975), dedicándose a la producción agrícola. La intensificación
312 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

de esta actividad trajo consigo un aumento de la población, fomentando el creci-


miento del pueblo.
A partir del entendimiento del medio lacustre, los habitantes de Mixquic aprove-
charon los recursos naturales del sitio para expandir su territorio, ganándole espacio
al lago mediante la construcción de chinampas, paisaje antrópico que conformó la
estructura urbana del pueblo.
Los nuevos islotes fueron construidos de forma concéntrica a la isla (Suárez,
1975), aumentando el espacio dedicado a la producción agrícola, al igual que el
suelo urbano (Flores, 2016). Estas chinampas forman parte del sistema chinampe-
ro de Mixquic y de la zona sur, conformando una red de canales navegables. Cada
chinampa estaba separada por estrechos canales llamados apantles, que se conecta-
ban a los canales principales o acalotes, por los cuales se transportaban los produc-
tos cosechados, permitiendo su distribución en la zona y en el resto de la Cuenca.
De igual manera, estos permitieron la comunicación de las chinampas con el centro
del pueblo, donde se congregaban las entidades religiosas y políticas, mientras que
los peatones transitaban por las orillas, cruzando por medio de puentes que existían
entre las chinampas (Suárez, 1975).
El agua del lago de Chalco se volvió fundamental para la vida de los mezquica. Ade-
más de la conformación del sistema chinampero, que permitió aumentar la produc-
ción agrícola, obtenían recursos de la pesca y la caza para la subsistencia del pueblo,
mientras que los desechos producidos eran reutilizados como abono para las chinam-
pas. La cultura lacustre establecida en Mixquic fue un sistema sustentable y autosufi-
ciente. De igual manera, el líquido formó parte de la vida diaria y de las costumbres
de sus habitantes; los canales y lagunas se volvieron áreas de esparcimiento en las que
se organizaban carreras de canoas y se nadaba en las aguas cristalinas (Flores, 2016).
Con la conquista española, Mixquic vivió un proceso de adaptación. La nueva
cultura superpuso sus necesidades a la traza urbana prehispánica. A finales del si-
glo xvi , los agustinos empezaron la construcción del convento y la iglesia dedicada
a San Andrés Apóstol patrono de Mixquic (Suárez, 1975), ocupando el espacio en
el que se ubicaba el centro ceremonial prehispánico. Actualmente estos edificios si-
guen en pie y desde la época colonial son el punto de reunión de los habitantes del
pueblo, sobre todo durante las fiestas patronales.
La época colonial significó el inicio de la lucha por la conservación del territo-
rio de los mezquica. La tierra les fue arrebatada a los habitantes pasando a manos de
los españoles. Sin embargo, las obras para desecar los lagos del norte de la Cuenca
no causaron estragos en el sistema lacustre de la zona y Mixquic siguió extendien-
do su territorio, ganándole espacio al lago por medio de las chinampas. Se preservó
así la importancia de la producción chinampera, que continuó abasteciendo de ali-
mentos a la ciudad central.
la cultura lacustre en san andrés mixquic 313

Hasta la mitad del siglo xix , los cambios en Mixquic fueron sólo administrativos,
pero su sistema lacustre no se había visto alterado hasta entonces. Al igual que el res-
to de los pueblos originarios del sur de la Cuenca, éste se vio afectado por las obras
realizadas durante el porfiriato (Flores, 2016). Con el fin de desviar las aguas del río
Amecameca al lago de Texcoco, por “causas de utilidad pública”, los hermanos No-
riega expropiaron las tierras al norte del río, quitándoles parte de sus tierras agríco-
las a los pobladores de Mixquic, Tetelco, Ixtayopan, Ayotzingo y Huitzilzingo (Bor-
ja, 2016). Estas obras hidráulicas fueron las primeras en causar estragos al sistema
lacustre de Mixquic, provocando inundaciones en el pueblo y dañando los sembra-
díos. A pesar de que la mayor parte del lago de Chalco se había desecado, el sistema
chinampero del pueblo persistió (Flores, 2016), gracias a los manantiales que abas-
tecían la red canalera, permaneciendo intactos por algunos años más.
Las obras hidraulicas realizadas en la zona sur de la Cuenca fueron modifican-
do el paisaje lacustre construido durante la epoca prehispanica; la falta del agua fue
desecando el sistema chinampero. Hasta la primera mitad del siglo xx se siguieron
construyendo chinampas en Mixquic (Flores, 2016). Los problemas de escasez de
agua y la industrialización hicieron que se fuera olvidando el proceso constructivo
de las chinampas, perdiendo la capacidad de comprender el sentido y significado
del sistema chinampero.
La creciente demanda de agua potable de la Ciudad de México traería consigo
la construcción de una serie de obras para el abasto, lo que repercutió en el nivel de
los canales de Mixquic, bajando el agua de modo alarmante. Las chinampas, casi
secas, rendían cosechas miserables. Se desencadenó una lucha por el agua, crean-
do conflictos con los pueblos vecinos (Flores, 2016), que vivían situaciones simila-
res por la falta del líquido.
Con el fin de reabastecer los canales, los mezquica buscaron nuevas fuentes de
agua. Esta era necesaria tanto para las labores domésticas como para la agricultura.
El agua es primodial para el sistema chinampero, le da vida y sentido. La constante
búsqueda dio sus frutos en los años cincuenta al encontrar un ojo de agua para abas-
tecer la red canalera (Suárez, 1975).
Si bien las nuevas fuentes de agua revitalizaron el sistema lacustre de Mixquic,
éste poco a poco se fue desecando, dejando atrás todo lo que conllevaba habitar el
paisaje lacustre. Las chinampas fueron transformándose, sus dimensiones se vieron
reducidas, al igual que la densidad de ahuejotes. El agua cristalina se tornó gris, se
dejó de pescar y nadar en ella, siendo usada sólo para transportar las cosechas. Los
canales más cercanos al centro se quedaron sin agua, desecando las chinampas y
dejando espacios libres que paulatinamente fueron urbanizados. Los canales fueron
rellenados con piedras y tierra, convirtiéndolos en calles. Las chinampas se volvie-
ron sólo del interes de quien las trabaja, dejando atrás la cultura lacustre.
314 patrimonio arquitectónico - urbano y turismo

Siguiendo el modelo de abasto de agua en la zmvm ,1 se construyó el sistema de po-


zos Mixquic-Santa Catarina para la extracción de agua del subsuelo (Montes, 1982),
obra que a largo plazo ocasionará hundimientos diferenciales en el pueblo, causan-
do daños en el centro del pueblo y en la red canalera por el estancamiento del agua.
Al mismo tiempo, en 1980 se hicieron las obras para dotar de agua tratada al pueblo
para reabastecer la red canalera (uso agrícola) proveniente de la planta potabiliza-
dora del Cerro de la Estrella, reactivando la vida agrícola de Mixquic (Borja, 2016).
Hoy en día el sistema lacustre depende del agua abastecida por la planta y de las
precipitaciones que mantienen irrigado el sistema chinampero.
La falta de agua en los canales no es el único enemigo del sistema chinampero.
Los procesos de crecimiento de finales del siglo xx y principios del siglo xxi en Mix-
quic han empezado a urbanizar la zona chinampera, degradándola y creando nue-
vas necesidades (servicios), cambiando la vocación agrícola de la tierra. Los nuevos
asentamientos humanos van creciendo demandando más y más espacio, explotan
las características naturales del sitio, ocasionando daños en el entorno.Estos nuevos
asentamientos no cuentan con la infraestructura urbana necesaria, lo que lleva a traer
agua por medio de mangueras, y a verter las aguas negras a los canales, creando el
peligro de focos de infección para la población y la producción agrícola.
A pesar del deterioro del sistema lacustre, actualmente Mixquic es el principal
productor de hortalizas de la Ciudad de México. La importancia del sector prima-
rio en su economía y el sistema chinampero y ejidal aún existentes permiten la sub-
sistencia de esta actividad (Flores, 2016). El pueblo conserva 43.77 km (González,
2016) de red canalera; 404 ha de chinampas, que comprenden 288 parcelas activas
y 970 que pueden ser reactivadas fácilmente (González, 2016), y 232 ha (González,
2016) de ejidos activos, todos propensos a ser urbanizados y desecados.

El devenir de San Andrés Mixquic


Las transformaciones históricas que ha vivido Mixquic han ido disolviendo la cultura
lacustre del pueblo e integrándolo a las dinámicas urbanas. A pesar de esto, la agri-
cultura chinampera sigue vigente, adaptándose a los cambios por la escasez de agua,
y es todavía una de las fuentes más importante de abasto alimentario de la zmvm , al
igual que de empleo para sus habitantes.
Actualmente Mixquic se encuentra en un punto de inflexión, ya sea para gene-
rar un diálogo urbano-natural que potencie el paisaje lacustre, de gran valor cultu-
ral y productivo, o para seguir con el modelo de crecimiento actual, dejando atrás
su cultura lacustre.

1  zmvm: Zona Metropolitana del Valle de México.


la cultura lacustre en san andrés mixquic 315

Si bien estas estrategias deben ser aplicadas a nivel regional para el rescate del
paisaje lacustre de la Cuenca, la magnitud y la intervención de diferentes actores
puede complicar su desarrollo. Por ello, Mixquic debe generar estrategias a nivel lo-
cal que permitan el rescate de su sistema lacustre y que se incorporen al rescate de
toda la zona.
Para ello es necesario generar una serie de acciones para el manejo de los recur-
sos hídricos, que reactiven el sistema lacustre. Debe plantearse el aprovechamien-
to de los escurrimientos y las aguas residuales a través de su tratamiento, para la re-
hidratación del sistema lacustre. Esto permitiría restablecer la red canalera, reavivar
las áreas de producción agrícola, y delimitar a través de ellas el crecimiento tanto de
la urbe como del pueblo.
Pero para reavivar la cultura lacustre del pueblo, además de la rehidratación de
los canales, es importante que sus habitantes se vuelvan a apropiar de la zona lacus-
tre, dándole un nuevo sentido en el que la chinampa no sólo sea vista como una zo-
na de producción agricola, sino también como un área para el esparcimiento. Para
esto es necesario pensar el rescate de chinampas como espacio público y turístico.
Todas estas acciones son legítimas y buscan la reactivación de la cultura lacustre,
pero primeramente es necesario volver a entender los valores de esta cultura, para
poder plantear el rescate del sistema.

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PATRIMONIO EDIFICADO Y SOCIEDAD. LA
IMPORTANCIA DEL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
EN LA SOCIEDAD
Patrimonio edificado y sociedad.
La importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad
a l m i d i a pat r i c i a r u i z f l o r e s . u n i v e r s i da d a n á h u a c m é x i c o

La palabra patrimonio es relativamente reciente y ha ido evolucionando debido al


reconocimiento gradual de la diversidad de sus manifestaciones. El nacimiento de
este concepto se dio como lo entendemos actualmente, en el siglo xx , pero fue ges-
tado en las revoluciones y movimientos del siglo xix , basados en el devenir históri-
co del siglo xviii (Querol, 2010).
De acuerdo con Prats, este concepto parte de una raíz común, que ha adquiri-
do (Prats, 1998) un carácter polisémico. Se refiere a todo aquello que socialmente
se considera digno de conservación, independientemente de su interés utilitario, y
abarca también el patrimonio natural.
La unesco (1972) considera como patrimonio el cultural y el natural. El cultural,
que es el que nos interesa en esta ocasión, lo define como todos los monumentos,
los conjuntos y los lugares que tengan un valor universal excepcional desde el pun-
to de vista de la historia, del arte o de la ciencia.
Esta consideración incluye primordialmente el patrimonio tangible, por lo que en
2003 este mismo organismo aprobó un complemento para salvaguardar el patrimo-
nio cultural inmaterial (unesco , 2003).
Dentro del concepto de patrimonio cultural material o tangible hay diversas for-
mas de subdividirlo o incluir en el concepto diversos objetivos, como por ejemplo
el patrimonio arquitectónico, arqueológico, etnológico, industrial, científico y téc-
nico, artístico, documental, museográfico, etc. (Querol, 2010). Dentro de los monu-
mentos, la unesco incluye “obras arquitectónicas, de escultura o de pintura monu-
mentales, elementos o estructuras de carácter arqueológico, inscripciones, cavernas
y grupos de elementos…”. (unesco , 1972).
El patrimonio arquitectónico puede definirse a grandes rasgos como el conjunto de
bienes edificados a los que cada sociedad atribuye un valor. Se dice que la primera ca-
racterística del término patrimonio fue el objeto o construcción estéticamente bella,
considerada como arte, pero posteriormente se le añaden dos valores importantes: el
primero, “objeto- testimonio” de una época, y el segundo, un “bien histórico” como
“objeto de estudio”. Estas dos características tienen la finalidad de comprender las so-
ciedades del pasado y, por lo tanto, las del presente (Casanelles, 2002).

‹ 319 ›
320 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

Actualmente, el concepto de patrimonio sigue ampliándose, hasta el punto de re-


coger todas las voces de las generaciones que nos precedieron, ya que el patrimonio y
específicamente el edificado es uno de los primeros y más fundamentales instrumen-
tos del conocimiento y la experiencia histórica, que aspira a representar a la globali-
dad de las sociedades humanas (Azkarete, Ruiz de Ael y Santana, 2003).
Finalmente, la Carta de Venecia (icomos , 1964) nos indica que “la noción de mo-
numento histórico comprende la creación arquitectónica aislada, así como el con-
junto urbano o rural que da testimonio de una civilización particular, de una evolu-
ción significativa, o de un acontecimiento histórico. Se refiere no sólo a las grandes
creaciones, sino también a las obras modestas que han adquirido con el tiempo una
significación cultural”. Es por esto que, en el marco del Foro de Investigación en Ar-
quitectura, “Arquitectura y Sociedad”, y específicamente para la mesa de “Patrimo-
nio Edificado y Sociedad”, se seleccionaron cuatro ponencias por su relevancia y
aportación al tema del patrimonio edificado de nuestro país y su relación directa con
la sociedad, tanto del pasado en su integridad histórica, como del presente, ya que
puede llegar a ser un vehículo de integración social, como legado del pasado en el
que una comunidad se reconoce y con el que se identifica.
En el país tenemos innumerables ejemplos significativos de edificios y espacios
públicos que actualmente son considerados patrimonio edificado, que aportaron
imagen e identidad a las sociedades donde se desarrollaron, siendo así también tes-
tigo y reflejo de dicha época y sociedad del pasado.
Ésta es la visión que nos enseña Tania Galicia con la propuesta “Preservación de
la Hacienda San Antonio Alchichica”, donde además de presentarnos una descrip-
ción histórica y arquitectónica como elemento de valoración de un conjunto, que
cumple con los criterios para considerarse patrimonio edificado, nos habla de la con-
servación de dicho conjunto ubicado al oriente del estado de Puebla y que data de
1561, a partir de su posible dedicación a una función útil a la sociedad donde “el
mercantilismo se convierte en una estrategia de preservación y genera una mayor vi-
da del inmueble patrimonial”.
Sobre un enfoque muy similar, pero muy distante en su cronología, el Mtro. Díaz
nos demuestra con su propuesta “El desarrollo del patrimonio moderno en México:
la construcción del simbolismo nacional a través de sus materiales”, uno de los va-
lores adicionales a la estética que considera el icomos en sus principios para el aná-
lisis, conservación y restauración de las estructuras del patrimonio arquitectónico,
“que es la integridad de todos sus componentes como producto genuino de la tecno-
logía constructiva propia de su época”.1 (icomos , 2003). En este caso presenta a par-
tir de una serie de ejemplos significativos como la Torre Latino, un análisis de como

1  Principio 1.3.
patrimonio edificado y sociedad 321

los “nuevos materiales de la época, como concreto, acero y vidrio se encargaron de


dar forma a las nuevas expresiones del patrimonio moderno de México”.
Los dos últimos planteamientos surgen a partir de las conclusiones generales emi-
tidas por la Conferencia de Atenas (unesco , 1931) en su apartado VII inciso B, con
respecto a la conservación de monumentos con la colaboración internacional y es-
pecíficamente el papel de la educación y de los educadores “para que tengan a su
cargo habituar a la infancia y a la juventud a abstenerse de todo acto que pueda de-
gradar los monumentos y les induzca a entender el significado y a interesarse por la
protección de los testimonios de cada civilización”.
En este marco, la Dra. Castillo y el Dr. Carrillo, integrantes del grupo de investi-
gación “Historia e interpretación del patrimonio”, en su propuesta “Patrimonio ar-
quitectónico del Centro Histórico de la Ciudad de Zacatecas. Perspectivas para su
investigación, gestión y apropiación social” abordan la problemática de la conser-
vación del patrimonio cultural de Zacatecas. En primera instancia, nos hablan del
patrimonio arquitectónico del periodo virreinal desde la conformación de la ciudad,
la traza de caminos y el sistema de hospedería en un centro importante de desarro-
llo sobre el Camino Real de Tierra Adentro.
Posteriormente, analizan la importancia de la arquitectura vernácula en los barrios
tradicionales. Este concepto que propuso el icomos (1999) benefició a la Ciudad de
Zacatecas en cuestiones de conservación y protección de su centro histórico, además
de que gracias al concepto, diseñaron un programa educativo con un enfoque histó-
rico, para que los habitantes de estos barrios comprendan mejor el valor histórico y
cultural de su entorno y puedan gestionarlo para el mejor provecho de su sociedad.
Por su parte, los doctores Winfield y Martin así como la Mtra. Nachón nos presentan
“Necesidad y pertinencia de incorporar contenidos sobre documentación, conserva-
ción y legislación del patrimonio arquitectónico y urbano moderno y del siglo xx en
la formación del arquitecto”, propuesta que muestra en primera instancia la situación
actual con respecto a la formación de los egresados de la carrera de arquitectura en
torno al conocimiento, circunstancia actual, problemas y retos del patrimonio ar-
quitectónico y urbano del Movimiento Moderno en el país. Además de la proble-
mática con respecto a las implicaciones normativas para proteger el patrimonio del
Movimiento Moderno en México. Por esta razón es que nos comparten la respuesta
que dieron al problema, creando una Maestría sobre Historia, Teoría y Crítica de la
Arquitectura y el Urbanismo del Movimiento Moderno en México, todo esto para gene-
rar una conciencia de rescate, respeto por el patrimonio arquitectónico de esta etapa.
Como vemos en esta ocasión, los esfuerzos de valoración, conservación, preser-
vación, rescate e intervención del patrimonio edificado del país se están dando des-
de varios ámbitos de la sociedad y a varias escalas, teniendo propuestas para valorar
y rescatar algún inmueble en particular, hasta propuestas académicas con referen-
322 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

cia a la conservación de centros históricos y/o tendencias arquitectónicas desprote-


gidas por la normatividad nacional como en el caso de toda la obra arquitectónica
del Movimiento Moderno mexicano.
Aunque Prats (Prats, 1998) nos dice que “los repertorios patrimoniales también
pueden ser activados finalmente desde la sociedad civil, por agentes sociales diversos
aunque para salir adelante, siempre deberán contar con el soporte o cuando menos
el beneplácito del poder”, en nuestra conclusión podríamos decir que la sociedad
civil en conjunto con la sociedad académica está tomando cada vez más el control
del tema del patrimonio edificado con diversas manifestaciones y esfuerzos como el
caso de ProCholula (Muñiz-Montero, 2012), que vela por la forma en que su comu-
nidad se apropia de los espacios y de su patrimonio, y la forma en que esos espacios
son vividos, para no afectar la vida cotidiana y la producción cultural de un lugar.

Referencias
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Preservación de la Hacienda San Antonio Alchichica
ta n i a g a l i c i a g u z m á n . u n i v e r s i da d n a c i o n a l a u t ó n o m a d e m é x i c o

Resumen
La exhacienda San Antonio Alchichica se ubica en el pueblo de San Antonio Alchichi-
ca, en el municipio de Tepeyahualco, Veracruz, a espaldas de la Laguna Alchichica.
Lleva 157 años en propiedad de la familia Limón, la cual ha conservado el casco de la
hacienda en su totalidad, en la medida de lo posible; sin embargo, en las últimas dé-
cadas se ha ido degradando por diversos factores que atentan contra su preservación.
Además, el casco de la hacienda está siendo disfuncional e improductivo, puesto que
ya no responde a las necesidades de los actuales propietarios, ni ofrece ningún bene-
ficio el mantenerlo en pie, pero el apego sentimental al inmueble es lo que ha logra-
do mantener su existencia hasta ahora, pues se ha convertido en un icono cultural de
los dos poblados cercanos, San Miguel Itzoteno y San Antonio Alchichica. Es por ello
que este trabajo de investigación tiene el objetivo principal de plantear y desarrollar
un proyecto de refuncionalización dentro de la hacienda San Antonio Alchichica, que
permita enaltecer su valor histórico regional y conservar sus valores arquitectónicos
dentro de un marco de explotación productiva. Se trata de lograr el aprovechamiento
del inmueble a través de su función y disposición de espacio arquitectónico, las cua-
les son parte fundamental que habrá que resolver dentro de la hacienda, pues existe
la posibilidad de que a través de una refuncionalización se pueda brindar un servicio
que proporcione ganancias económicas para el mantenimiento del lugar y garanti-
zar así la permanencia del inmueble. Como parte de la refuncionalización de sus es-
pacios y la probabilidad de abrir sus puertas al público, se busca generar un sentido
de apropiación y arraigo hacia el inmueble a nivel regional; su preservación, además,
cobrará mayor sentido si se fomenta una relación directa con los usuarios, para que
el inmueble no sólo sea protegido, conservado y valorizado por los propietarios,
sino también por los visitantes.
Ahora bien, los trabajos de refuncionalización de un objeto arquitectónico
tienen mayor probabilidad de ser exitosos si se adapta un proyecto integral que no
base su principal función en el turismo. Es por ello que el enfoque mercantilista brin-
da a este trabajo un campo de oportunidad para la refuncionalización de la ahora

‹ 323 ›
324 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

exhacienda, pues el mercantilismo dentro de la arquitectura “corresponde a un mo-


delo exhibicionista […] de los criterios artísticos, históricos […] y la utilización re-
creativa del patrimonio con el fin de incrementar su rendimiento económico”, es
decir, un inmueble histórico tiene mayor valor si corresponde a una actividad que
genere una ganancia monetaria siempre y cuando se centre en la diversión o entre-
tenimiento al visitante, pues el valor simbólico de un inmueble histórico se ve incre-
mentado con el valor económico y los atractivos culturales que ofrezca.

Palabras clave: preservación, conservación, mantenimiento, patrimonio, aprovecha-


miento, refuncionalización, turismo, mercantilismo

Abstract
The ex-Hacienda San Antonio Alchichica,a former hacienda adjacent to Alchichica
lagoon located in San Antonio Alchichica municipality of Tepeyahualco, Veracruz,
has been owned by the Limón family for 157 years. However, in recent decades it
has undergone deterioration due to various factors that threaten its preservation. In
addition, the building construction is becoming dysfunctional and unproductive, as
it no longer responds to the needs of the current owners, nor does it offer any bene-
fit to preserve it.However, the sentimental attachment to the building has been key
to its preservation until now, and has become a cultural icon of the two nearby villa-
ges, San Miguel Itzoteno and San Antonio Alchichica.
This research work aims at proposing and developing a refunctionalization
project of ex-Hacienda San Antonio Alchichica to enhance its regional historical value
and preserve its architectural values within a framework of productive exploitation.
The ultimate goal is to optimize the use of the premises through its operation and
layout of the architectural space, which are key aspects to address in the hacienda.
Through refunctionalization, the Hacienda will be suitable to provide tourism ser-
vices that yield economic profits that could be allocated to the maintenance of the
building and hence guarantee the permanence of the property. This refunctionalization
of its spaces, which will bring up the possibility of opening its doors to the public,
will contribute to generate a sense of property ownership at a regional level, and its
preservation will also become more meaningful if it fosters a direct relationship with
users. In this way, the property will be protected, conserved and valued not only by
the owners, but also by visitors.
However, the refunctionalization of an architectural object is more likely to be
successful if an integral approach is adopted that does not base its main opera-
tion on tourism; that is why the mercantilist approach provides the opportunity
for the refunctionalization of the ex-Hacienda, since mercantilism in architecture
preservación de la hacienda san antonio alchichica 325

“corresponds to an exhibitionist model […] of artistic and historical criteria and re-
creational use of heritage in order to increase its economic performance”. In other
words, a historic building has a greater value if it involves activities that generate a
profit, provided they focus on leisure or recreation for the visitor, as the symbolic
value of a historic building is increased according to its economic value and cultu-
ral attractiveness.

Keywords: preservation, conservation, maintenance, heritage, exploitation, re-


functionalization, tourism, mercantilism

Introducción
El término preservación utilizado en el título de este trabajo se refiere al “conjunto
de medidas cuyo objetivo es prevenir del deterioro a los inmuebles… procurando
que, con estas actividades, las alteraciones se retarden lo más posible, e implica el
realizar operaciones continuas que buscan mantener al monumento en buenas con-
diciones” (Terán, 2004: 6). El objetivo es conservar aquellos testimonios históricos
arquitectónicos representativos de una época y que forman parte de un patrimonio
cultural, puesto que es “un caudal de recursos que se heredan del pasado, se crean
en el presente y se transmiten a las generaciones futuras para su beneficio” ( unesco ,
1972). Dentro de la preservación de un inmueble en conservación, la refuncionali-
zación juega un papel importante, sobre todo cuando se trata de la conservación del
patrimonio arquitectónico, puesto que es la actividad que permite “la asignación de
un nuevo uso que no interfiera en su forma, función y estructura básica, prolongan-
do su ciclo vital” (Soria, 2016: 3) y revalorándolo.
El aprovechamiento de la arquitectura edificada, antigua o no, es uno de los prin-
cipales enfoques del quehacer arquitectónico. Cuando no se encuentra en función,
inmediatamente se buscan los efectos viables que puedan hacer de un inmueble algo
aprovechable, apto para las actividades a desarrollar según la demanda. En cuanto
al patrimonio arquitectónico, resulta importante considerar tres cuestiones: el apro-
vechamiento, la función y la utilización del inmueble, las cuales son parte funda-
mental que habrá que resolver dentro de la hacienda, pues existe la posibilidad de
que a través de una refuncionalización se pueda brindar un servicio que proporcio-
ne ganancias económicas para el mantenimiento del lugar y para garantizar así la
permanencia del inmueble. Con el sentido mercantilista, aplicado a la hacienda San
José Alchichica, además de reconocer su importancia histórica, se propicia una va-
loración, tomando en cuentas aquellos factores que permitan que su preservación
sea por un tiempo prolongado, pues la rehabilitación de una hacienda implica una
326 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

constante atención. Se podría decir entonces que existe la “necesidad de que el mo-
numento se gane la vida” (Lorenzo, 2007: 17).
El mercantilismo dentro de la arquitectura “corresponde a un modelo exhibi-
cionista […] los criterios artísticos, históricos […] y la utilización recreativa del
patrimonio con el fin de incrementar su rendimiento económico” (Florescano,
1997: 66-70), es decir, un inmueble histórico tiene mayor valor si corresponde a
una actividad que genere una ganancia monetaria, siempre y cuando se centren
en ofrecer diversión o entretenimiento al visitante, pues el valor simbólico de un in-
mueble histórico se ve incrementado con el valor económico y los atractivos cultura-
les que ofrezca. El mercantilismo se convierte entonces en una estrategia que genera
una mayor vida del inmueble patrimonial, evitando un resultado contrario en el que
no se logre garantizar el mantenimiento del inmueble, pues en ocasiones edificios
que se han restaurado y no consiguen recursos para su conservación llegan a ser una
carga para sus propietarios; así, esta opción resulta ser una herramienta factible pa-
ra la preservación de la hacienda.
Las acciones para conservar el inmueble histórico cobran sentido si se hace par-
tícipe del proyecto a la población cercana. Además de ser una aproximación a la ar-
quitectura porfiriana regional del siglo xix , debe ser un sitio accesible y generar un
acto colectivo para que la refuncionalización tenga impacto y beneficie a los dife-
rentes grupos interesados e implicados, es decir, a los propietarios, los pobladores y
los usuarios. En la hacienda San José Alchichica existe la necesidad de crear condi-
ciones materiales y simbólicas para que todas las clases sociales puedan compartir-
lo y encontrarlo significativo. Dentro del enfoque mercantilista se encuentra el turis-
mo, “pues es la única actividad que logra que se reciba un pago a cambio de recibir
un distractor cultural, pues el turismo permite la apertura al público, logra captar
los aspectos económicos del patrimonio y aprovecharlos para su conservación ge-
nerando fondos […] Es un factor esencial para muchas economías nacionales y re-
gionales y puede ser un importante factor de desarrollo cuando se gestiona adecua-
damente” (icomos , 1999).

De la hacienda San José Alchichica


La hacienda San José Alchichica se ubica al oriente del estado de Puebla, a espaldas
de la Laguna Alchichica, en el municipio de Tepeyehualco, Puebla (Figura 1).
El territorio que actualmente ocupa la exhacienda de San Antonio Alchichica da-
ta del año 1561. Estas tierras carecían de asentamientos indígenas, por lo cual se ad-
judicaron a la Corona Española, y así nació la extensión territorial perteneciente a la
cofradía. Además de tener derecho sobre aguas, que correspondían a la actual Lagu-
na de Alchichica, la Corona se daba a la tarea de delimitarla y buscar trabajadores
preservación de la hacienda san antonio alchichica 327

españoles o indios dispuestos a velar por sus intereses, de manera que tenían la en-
comienda de explotar las tierras y el ganando que la Corona dispusiera, además de
pagar una multa al inicio de año proporcional al territorio que les era prestado. Al
encomendero Gonzalo Martin (el apellido y origen se desconocen hasta la fecha)
se le concedieron las tierras pertenecientes a la Cofradía del Santísimo Sacramento,
como parte de la asociación religiosa para crianza de ganado menor (cabras y bo-
rregos). La encomienda nace como un sistema feudal y fue la primera organización
tributaria indígena, en donde el encomendado tenía derecho a recibir pagos en es-
pecie y servicios por parte de los indígenas a modo de cambio por la evangelización
y protección de los encomenderos; así nace la “Cofradía”, nombre con el cual la
llaman, hasta el día de hoy, los pobladores cercanos. A la muerte de Gonzalo Mar-
tin, se cedió a su hijo, el señor Antonio Limón, la administración de la cofradía, bajo
las condiciones iniciales con que se habían concebido la encomienda, y se mantu-
vo así hasta finales de siglo xviii . A pesar del debilitamiento de dicho sistema, como
consecuencia de ver en él un atentado de autoridad contra la Corona española y los
abusos de los encomenderos, pudo extender su existencia pasando por un estado de
estancamiento y transición en el que logró conservar el orden laboral y de jerarquías.
En el año de 1856, como parte de las Leyes de Reforma, que disponen la naciona-
lización de los bienes del clero, se remata en su totalidad el territorio perteneciente
a la Cofradía del Santísimo Sacramento. Territorio, ganado y trabajadores pasaron a
ser propiedad del señor Pascual Limón, y con esto empieza a verse la primera pro-
piedad privada de la región, lo que daría paso al sistema hacendario de San Antonio
Alchichica. La cofradía, por ser ya una potencia, logró que no se modificara su sis-
tema administrativo y pudo mantenerse en existencia e importancia; después de este
suceso se le dio a conocer con el nombre de la Hacienda San Antonio Alchichica,
con lo cual se fortaleció el sistema jerárquico.
En 1907 se consolidó íntegramente como una hacienda pulquera, de gran impor-
tancia monetaria a nivel regional. Con el régimen porfirista la hacienda alcanza su
apogeo económico, pues con las nuevas vías de comunicación se logró llevar a zo-
nas cercanas barriles de pulque, lo que aumentó su capacidad como fuente de tra-
bajo y producción de riqueza. Además, servía de paso a los viajes hacia Veracruz del
entonces presidente Porfirio Díaz, lo cual la convertiría en potencia a nivel regional,
pues era parte de un recorrido comercial formado por tres haciendas, que se unen
por medio de un sendero, teniendo comunicación directa entre ellas.
La primera de ellas, la Hacienda de Micuautla, la cual conserva sus elementos in-
tegradores en buen estado, no está abierta al público y es propiedad privada; la se-
gunda, la Hacienda de San Roque, se ha renovado y actualmente se encuentra abierta
al público como propiedad del estado de Puebla; la última corresponde a la hacien-
da a la que se dedica este trabajo de investigación. Con la modernización de los sis-
328 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

temas de transporte y vías de comunicación pudo abastecerse de muebles de otras


partes del mundo, como España y Francia, donde contaban con familiares que les
enviaban objetos de elegancia como utensilios de cocina, de enseñanza, medica-
mentos, revistas, entre otros que hasta el día de hoy forman parte del museo familiar.
El declive de la Hacienda se dio igual que en las demás regiones del país. A raíz
de la revolución mexicana y el reparto de los latifundios se debilitó el sistema ha-
cendario y empezó el declive, y después de la Constitución de 1917 desaparecen
la haciendas como principales fuentes de trabajo. Lo que hay que reconocer de es-
ta etapa es que se conservara en propiedad de la familia Limón la edificación y hec-
táreas de tierra.

Condiciones arquitectónicas actuales


Hasta el día de hoy, la Hacienda de San Antonio Alchichica cuenta con una cons-
trucción apta para su estudio. Por ejemplo, podemos observar en ella los siguientes
componentes espaciales:

• Casa Grande: Mejor conocida como la “Casa del Hacendado”; es de un nivel,


todas las columnas son ahogadas en muro, aunque se puede apreciar su ubi-
cación, con paredes de piedra, terminado de pintura a la cal, techos y vigas de
madera con grabados ornamentales. El desarrollo de la Casa Grande se da por
medio de un patio central en forma de cuadrado viso en planta, donde se ubica
un baño con el año “1910” grabado, una fuente circular y una casa de muñecas.
• Capilla: Cuenta con santos articulados de exportación, el techo es el único ele-
mento que no conserva su antigüedad.
• Tinacal.
• Cuarterías.
• Trojes para maíz.
• Establo.
• Tienda de raya.
• Cárcel.
• Fragua y fuelle.
• Talleres de carpintería.

Contaba con servicios y administración, tales como:

• Vías de comunicación: carreteras que conectan directamente con el pueblo


vecino y con la carretera Veracruz-Puebla.
preservación de la hacienda san antonio alchichica 329

• Delimitación de la hacienda.
• Pozo.
• Espacios de producción del maguey.
• Administración y vigilancia (fortín).

Actualmente la hacienda se encuentra en uso, es productora de alfalfa, trigo, maíz,


cebada y productos lácteos. Los talleres se siguen usando para la reparación de mo-
tores de los vehículos de trabajo, tractores y camiones de carga. Las tierras de siem-
bra y la hacienda han sido divididas, aproximadamente 20% de la extensión de la
hacienda se ha destinado a vivienda; sin embargo, en las últimas décadas se ha ido
degradando como consecuencia de la antigüedad de la construcción y los factores
ambientales propios de la región, además del poco mantenimiento que se le ha da-
do; aunado a esto, el casco de la hacienda ha sufrido modificaciones estructurales
que repercuten en el reparto espacial original del inmueble, así como intervencio-
nes constructivas con métodos contemporáneos, perdiendo rasgos decorativos im-
portantes propios de su temporalidad.
Como parte del trabajo de refuncionalización de sus espacios y la probabilidad
de abrir sus puertas al público, se busca generar un sentido de apropiación y arraigo
hacia el inmueble a nivel regional, para asegurar que el inmueble no solo será pro-
tegido, conservado y valorizado por los propietarios, sino también por los poblado-
res cercanos (Figura 2).

Conclusión
La hacienda San Antonio Alchichica lleva 157 años en propiedad de la familia Limón,
la cual ha conservado el casco de la hacienda dentro de sus posibilidades económicas
y de funcionamiento; sin embargo, las modificaciones que ha sufrido atentan contra
la conservación de los vestigios históricos que son de gran relevancia para la historia
regional del estado y del municipio.
Con estos elementos se puede concluir que el casco de la hacienda está siendo
disfuncional e improductivo, puesto que ya no responde a las necesidades de los ac-
tuales propietarios, ni ofrece ningún beneficio el mantenerlo en pie.
Ahora bien, ¿cuál sería la importancia de mantener el inmueble en pie? Inicial-
mente porque forma parte de la historia estatal, pero también porque los pobladores
y propietarios la encuentran significativa, forma parte de sus raíces, de sus iconos de
pertenencia al lugar. Después de todo, el apego sentimental al inmueble es lo que ha
mantenido su existencia hasta hoy en día. Resulta urgente plantear y desarrollar un
proyecto de refuncionalización dentro de la hacienda San Antonio Alchichica que
330 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

permita enaltecer su valor histórico regional y conservar sus valores arquitectónicos


dentro de un marco de explotación económica, a fin de lograr su preservación dig-
na y productiva por un tiempo prolongado.

Figura 1. Fachada principal de la Hacienda San José Alchichica (imagen de la autora, 2017).

Figura 2. Propietario, Fernando Limón


(imagen de la autora, 2017).
preservación de la hacienda san antonio alchichica 331

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332 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

El desarrollo del patrimonio moderno en México:


la construcción del simbolismo nacional a través de sus materiales
m a u r i c i o d í a z va l d é s . u n i v e r s i da d n a c i o n a l a u t ó n o m a d e m é x i c o

Resumen
Las ciudades modernas construyen su identidad a través de simbolizar el uso y la
aplicación de los materiales innovadores, entre los que se han destacado el concre-
to, el acero y el vidrio en el siglo xx , jugando un papel decisivo en la difusión del pa-
trimonio arquitectónico moderno en México y el mundo. El progreso de los países
puede observarse a través de la utilización de los nuevos materiales, técnicas y dise-
ños de las obras arquitectónicas que provenían de la producción nacional o de di-
ferentes países.
En 1851, en Londres, Josep Paxton creó la primera estructura que utilizaba el ace-
ro y el vidrio, mostrando su potencial tecnológico y estético. Más adelante, en 1889
en París, Gustavo Eiffel diseñó una torre de 300 metros de altura, que en su momento
fue el edificio más alto del mundo. En su época la calificaron como ejemplo de feal-
dad de un material, que rompía con el perfil de París; hoy es considerada como patri-
monio y símbolo europeo. La revolución industrial innovó y empleó nuevas técnicas
y materiales, potenciando el cambio en el desarrollo de la arquitectura mundial. En
Francia, la Villa Savoye mostró las posibilidades del concreto, el edificio de la Bauhaus
y el Seagrams Building las del acero y el cristal, mientras que el Centro Pompidou en
París y la Ópera de Sídney mostraron los alcances y los límites de nuevos materiales.
Comentaba Frank Lloyd Wright: “cada nuevo material implica una nueva forma, si
se usa de acuerdo con su naturaleza”.
En México la arquitectura moderna también se encargó de crear nuevas formas
e incorporar materiales innovadores, revolucionando la nueva arquitectura mexica-
na. En las primeras décadas del siglo xx se construyeron grandes obras que hoy son
consideradas patrimonio moderno; el edifico de Seguros La Nacional y la Torre Lati-
noamericana, la torre de Rectoría y el antiguo Hotel de México (hoy wtc ). En estas
obras podemos destacar que la forma iba relacionada con la experimentación e in-
tegración de nuevos materiales y tecnologías innovadoras.
La difusión que tuvieron estas obras en periódicos, revistas y en el cine perseguía
alcanzar un papel simbólico dentro del panorama nacional; cada obra reflejaba el
el desarrollo del patrimonio moderno en méxico 333

progreso de la tecnología y una estabilidad económica y política. Frente a aquellas


nuevas formas, técnicas y materiales impulsados por el discurso político del desa-
rrollismo de mediados de siglo, cabría preguntarnos lo siguiente: ¿Cuáles fueron los
motivos que influenciaron la arquitectura de acero y vidrio en México? ¿Cuál ha sido
el papel simbólico de los materiales dentro de los medios de difusión? ¿En qué po-
dría beneficiar al diseñador actual el conocimiento profundo de los materiales? De-
bemos recordar que cada época conlleva nuevas necesidades espaciales, así como
cambios en los diseños y el uso de los materiales, por lo que la tecnología tiene un
papel transformador en la arquitectura, con cambios perceptibles al contrastar la ma-
nera de construir de los siglos pasados y épocas recientes, en donde los nuevos ma-
teriales serán la clave para definir el rumbo futuro de la arquitectura.

Palabras clave: Movimiento Moderno, materiales, tecnología, diseño, innovación,


patrimonio

Abstract
Modern cities build their identity by symbolizing the use and application of innovati-
ve materials -- concrete, steel and glass in the twentieth century --, playing a key role
in the diffusion of modern architectural heritage In Mexico and worldwide. The pro-
gress of countries can be perceived through the use of new materials, techniques and
designs of architectural works, sourced either in the country or from abroad.
In 1851 in London, Josep Paxton created the first structure that used steel and glass,
showing the technological and aesthetic potential of these materials. Later, in 1889
in Paris, Gustave Eiffel designed a tower 300 meters high, being the tallest building
in the world at the time.This construction broke with the character of Paris and was
described as an example of the ugliness of a material , but is considered as an Euro-
pean heritage and symbol nowadays. The Industrial Revolution introduced innova-
tions and used new techniques and materials, boosting change in the development
of global architecture. In France, Villa Savoye illustrated the potential of concrete; the
Bauhaus and Seagrams Buildings, the possibilities of steel and glass; and the Pompi-
dou Center in Paris and the Sydney Opera House, the scope and limitations of new
materials. Frank Lloyd Wright stated “every new material implies a new form, if used
according to its nature.”
In Mexico, modern architecture led to the creation of new forms and incorpora-
ted innovative materials, hence revolutionizing a novel Mexican architecture. In the
first decades of the twentieth century, great constructions were built that are consi-
dered modern heritage today: Seguros La Nacional building and the Latin American
Tower, the Rectory Tower of the National University and the Hotel de México (now
334 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

wtc ). These works highlight that form was related to experimentation and integration
of new materials and innovative technologies.
The exposure of these works in newspapers, magazines and films sought to play
a symbolic role within the national panorama, with each work attesting technologi-
cal progress and economic and political stability. Faced with those new forms, tech-
niques and materials driven by the 1950s political discourse of development, one
might ask the following; What were the reasons that influenced the architecture of
steel and glass in Mexico? What has been the symbolic role of materials within the
media? What benefits could the current designer gain from a deep understanding of
building materials? We should bear in mind that each era brings with it new spatial
needs, as well as changes in the designs and use of materials; consequently, techno-
logy plays a transforming role in architecture, with evident changes when the way of
building in past centuries is contrasted with recent times; new materials will be the
key to defining the future direction of architecture.

Keywords: Modern Movement, materials, technology, design, innovation, heritage

El simbolismo nacional y el patrimonio


moderno arquitectónico
Se entiende como patrimonio arquitectónico la obra edificada que tiene un valor di-
ferente de la inicial edificada, al mostrar una herencia cultural, histórica y social en
una región en específico. El patrimonio obtiene su significado a través de la socie-
dad y el lugar donde se construye, encargándose de reflejar la ideología, técnicas,
conocimientos, historia y cultura. Conforme van pasando los años, este patrimonio
va obteniendo mayor o menor significado. Su importancia radica en dar a conocer a
futuras generaciones cómo el pasado se encargó de formar su sociedad.
Si analizamos las obras que conforman al patrimonio arquitectónico podemos
observar dos características principales: su significado para la sociedad y el uso de
nuevas técnicas y tecnologías. Se puede observar el desarrollo social, económico,
político y cultural de una sociedad a través de su arquitectura; como diría Octavio
Paz (1989), “la arquitectura es el testigo insobornable de la historia, porque no se
puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él el testigo de una época, su so-
ciedad y sus intenciones”. Por lo anterior, el patrimonio arquitectónico nos refleja
la historia de una localidad y sociedad, sus valores estéticos, históricos y culturales.
La arquitectura moderna surgió a finales del siglo xix con la visión de crear nue-
vas formas y diseños que rompían con todo lo anterior construido. La tecnología y
la técnica fueron fundamentales para el surgimiento de la arquitectura moderna. Los
el desarrollo del patrimonio moderno en méxico 335

avances que se dieron en la revolución industrial se encargaron de crear nuevos ma-


teriales que le darían al diseñador una nueva visión para construir; se crearon nue-
vas formas y diseños a partir de nuevos materiales y técnicas que anteriormente era
imposible imaginar.
Se entiende por simbolismo nacional todos los símbolos que significan o repre-
sentan una región o un país. Estos símbolos se caracterizan por los valores históri-
cos y culturales que reflejan a una sociedad, que solamente significan dentro de una
locación en específico; por ejemplo, el Kremlin de Moscú 1 es un conjunto de edifi-
cios que se iniciaron desde el siglo xv , formando parte del patrimonio arquitectóni-
co y constituyendo un símbolo nacional de la política de Rusia. Pero el Kremlin no
tendría el mismo significado en otra ubicación geográfica, por ejemplo, en la India
o Singapur. El patrimonio arquitectónico tiene su reflejo dentro de una sociedad y
una región en específico.
De esta forma, el simbolismo nacional representa a una sociedad y país dentro
de una época específica. Pero ¿cómo se integra el patrimonio arquitectónico al sim-
bolismo nacional?; cada época busca una nueva forma de construir y reflejar la his-
toria de una sociedad o país, el patrimonio arquitectónico va obteniendo los valo-
res históricos de la sociedad y muchas veces puede llegar a obtener el simbolismo
nacional, como el Kremlin de Moscú, la Casa Blanca en Estados Unidos de Améri-
ca, El Capitolio de La Habana,2 El Palacio de Westminster3 en Londres, por mencio-
nar algunos. Los ejemplos anteriores se encargan de representar a una sociedad y su
ideología, formando parte del simbolismo nacional. El simbolismo y el patrimonio
arquitectónico están muy ligados; ambos son parte del reflejo de la sociedad, y se
encargan de enaltecer los valores que significan a una sociedad.

Las nuevas posibilidades de la arquitectura


moderna: concreto, acero y vidrio
Las formas y diseños que forman el patrimonio arquitectónico moderno se pudie-
ron crear y construir gracias a nuevos materiales, tecnologías y técnicas. Gracias al
concreto, el acero y el vidrio, las obras del siglo xx se vieron beneficiadas para po-

1  El Kremlin de Moscú, a las orillas del río Moscova, es obra y patrimonio arquitectónico que alberga
edificios civiles y religiosos. Destacan en el conjunto la Plaza Roja y el jardín de Alejandro, delimitado
por la muralla y las torres. En la antigüedad la palabra kreml era utilizada para denominar la parte amu-
rallada dentro del centro de las ciudades rusas, construida con el fin de proteger el interior de la ciudad
2  Obra y patrimonio arquitectónico construido en 1929 en La Habana, Cuba. Este edificio tendría la
función de albergar las cámaras del congreso y cuerpo legislativo de Cuba. Es una de las obras más re-
presentativas de Cuba.
3  Obra y patrimonio arquitectónico que se construyó en 1840; alberga las dos cámaras del parlamento
de Reino Unido, y en 1987 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la u n e s c o .
336 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

der dar una mayor espacialidad y forma de construir. A través de la difusión de es-
tas obras en las revistas, los periódicos y el cine, el mundo pudo conocer los nue-
vos potenciales que tenían estos materiales producto de los avances tecnológicos de
la revolución industrial. Estos materiales se encargaron de dar forma y contribuir a
la arquitectura moderna, a través de procesos que no tenían ninguna afinidad con la
arquitectura, basándose en prueba y error, y poniendo a prueba la creatividad e in-
genio de los diseñadores.
El concreto comenzó a utilizarse desde el 6000 a. C. Persas, egipcios, babilonios
y sumerios fueron los primeros en utilizar este material, obtenido a través de la mezcla
de diferentes morteros y piedras calizas, para levantar muros y casas. Los romanos de-
sarrollarón nuevas técnicas y estudios para poder dar un nuevo uso al cemento; com-
binando diversos elementos volcánicos (piedra caliza y rocas), obtenían una mezcla
que podía trabajar a la tensión, mucho más resistente, y le dieron el nombre de opus
caementicium.4 Para obtener su resistencia y mayor durabilidad los materiales eran
mezclados con el agua; de esta forma, y gracias a las nuevas técnicas que habían de-
sarrollado los romanos, se aligeraba el peso de las estructuras. En 1849, Joseph Louis
Lambot se encarga de diseñar y presentar un barco de concreto armado en la Expo-
sición Industrial de París, obra que sería la primera invención del concreto arma-
do. Macetas, tinas y diferentes elementos que adornan un jardín fueron los primeros
experimentos con este material, el cual fue patentado, pero sin ningún resultado be-
néfico. Actualmente este material se puede observar en casi todas las obras contem-
poráneas. En la Villa Savoye, de Le Corbusier, se puede observar concreto, aluminio
y vidrio, reflejando el estilo y la técnica del patrimonio arquitectónico moderno.
El vidrio tiene una antigüedad aproximada de 2500 años y es uno de los mate-
riales que más cambios ha tenido. Uno de sus orígenes, según Plinio el Viejo, 5 ha-
bla acerca del descubrimiento casual por los navegantes fenicios, quienes al hacer
las fogatas cerca de las orillas de las playas, encontraban que formaban residuos ví-
treos. Los primeros usos de este material se dieron a través del natrón, 6 un mineral
que los mercaderes vendían a las orillas del rio Nilo, ya que no había piedras para
colocar sus utensilios para sostener sus ollas, así que utilizaban algunas piezas de
natrón. Ponían a calentar sus alimentos y dejaban las piedras de natrón en el fuego

4  Material que fue un éxito para la arquitectura romana gracias a la velocidad de ejecución y la resis-
tencia que se obtenía una vez terminada. Entre los grandes ejemplos de este material se cuentan el Pan-
teón de Roma y el Coliseo Romano.
5  Plinio el Viejo (23-79 a. C.), escritor romano, militar, investigador y naturalista, se encargó de realizar
investigaciones de fenómenos naturales y geográficos; su obra más importante es Naturalis historia, obra
que mostraba todo el conocimiento que en ese momento se tenía, y que contenían temas como la astro-
nomía, geografía, zoología de animales marinos, y botánica, entre otros.
6  Esta palabra proviene del término n t r del Antiguo Egipto, que significa “divino” o “puro”, que evolu-
cionó a la palabra compuesta “sal divina”.
el desarrollo del patrimonio moderno en méxico 337

durante toda la noche. Al amanecer y gracias a la combustión que se había lleva-


do a cabo, se producía un material duro y brillante, y estos fueron los inicios del vi-
drio. Un ejemplo importante del uso de este material en la arquitectura moderna es
la Casa de Cristal, diseñada por el arquitecto Philip Johnson, argumentando su dise-
ño por la frase de Mies van der Rohe, “menos es más”, e imitando la casa Farnswor-
th. La casa busca la transparencia y demostrar la modernidad a través de su diseño y
los materiales utilizados. El vidrio ha sido aprovechado de diferentes maneras en la
arquitectura moderna; anteriormente, los vidrios de las ventanas se hacían de mane-
ra artesanal, así que pensar en grandes dimensiones era imposible; pero los avances
en la industria del vidrio, a través de la tecnología y la técnica, han hecho posible la
fabricación de láminas de cristal con diferentes espesores.
El hierro no es un material nuevo, los primeros usos se dieron hace más de 3000
años. Antes de ser acero, es hierro; sus primeros usos se dieron para armas y utensilios
de guerra. Uno de los grandes usos de la técnica y el hierro surgió en 1777, cuando se
construyó el primer puente de hierro, el puente de Coalbrookdale en Inglaterra, con
una longitud de 60 metros. La técnica se puede ver reflejada en esta obra, los nuevos
materiales dieron origen a la nueva producción de nuevas obras en la arquitectura.
En 1889 se construyó para la exposición de París la torre de hierro más alta, la To-
rre Eiffel, que cautivó a los espectadores alrededor del mundo. Durante la revolución
industrial, la técnica se encargó de crear nuevos materiales, producir nuevas ideas
y proyectos, y nuevas maneras de manufacturar. En cuanto al acero, en 1855 Henry
Bessemer, a través de la innovación de la técnica y la tecnología, patentó una idea
simple pero que tendría un avance muy revolucionario en la industria de la construc-
ción y la siderúrgica, un proceso para la purificación de los bloques de hierro fundi-
do. Pero ¿qué significa esto? Antes el acero se producía en menores cantidades y se
usaba para producir cosas en serie, como cuchillos y navajas, pero con esta nueva
invención el acero podía producirse de manera industrial, en mayores cantidades,
formas y medidas, y esto le dio al diseñador una nueva posibilidad e ideas al momen-
to de crear alguna obra. La Torre Eiffel, con sus 300 metros de altura, era la más alta
construida hasta entonces y vino a romper con los paradigmas que existían acerca
de los materiales, dando entrada a las nuevas ideas y concepciones de la arquitectu-
ra moderna, mismas que darían forma al nuevo patrimonio arquitectónico moderno.

Patrimonio moderno en México


La arquitectura moderna llegó a México durante el porfiriato a través del conocimien-
to de Francia. La exposición de 1889 y la construcción de la Torre Eiffel significaron
para México el ingreso a la nueva ideología de la arquitectura, y como consecuencia
de esta exposición se buscó la adopción de la nueva tecnología y diseño de la arqui-
338 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

tectura que en ese momento estaba vigente en Europa, con las nuevas construcciones
de concreto, hierro y vidrio. Del año 1889 a 1909, coincidiendo con la presidencia
ininterrumpida de Porfirio Díaz en México, fue la época cuando se llevaron a cabo
las mayores expresiones de la arquitectura de concreto, hierro y vidrio.
Una de las cuestiones que toma mayor protagonismo en la arquitectura a partir
de la década de 1940 es el de la búsqueda de una mayor expresividad, búsqueda
que adopta objetivos diversos.
En el año de 1956 se inaugura la Torre Latinoamericana, en ese momento la obra
más alta de México y de Latinoamérica, basada en el Empire State. 7 Diseñada por los
ingenieros Adolfo y Leonardo Zeevaert y el arquitecto Augusto H. Álvarez, esta obra
constituye uno de los grandes avances tecnológicos y arquitectónicos de esa épo-
ca. La modernidad se podía ver reflejada en esta obra, y a través de revistas y perió-
dicos se invitaba al turista, al habitante capitalino y foráneo a conocer la “grandeza
mexicana”, el nuevo símbolo de desarrollo y progreso que buscaba mostrar México
al mundo. Actualmente, aparte de formar parte del patrimonio arquitectónico mo-
derno de México, la Torre Latinoamericana es una muestra del progreso obtenido en
una época, mostrando el triunfo de la creatividad, ingenio y técnica de los materiales.
La Torre de Rectoría, construida en el año de 1952 por los arquitectos Mario Pani
y Enrique del Moral, se encuentra ubicada en la explanada de Ciudad Universitaria,
frente al Estadio Olímpico Universitario. El edificio es un prisma rectangular for-
mado por una serie de ventanas en toda la fachada. En los primeros niveles, a la
altura del salón del Consejo Universitario, el prisma se rompe con un volumen de
concreto armado, el cual sirve de base al mural de David Alfaro Siqueiros “El pue-
blo a la Universidad y la Universidad al pueblo”. Con una altura de 59 metros y
un total de 16 pisos, la Torre de Rectoría, al igual que la Biblioteca Central, es uno
de los símbolos más importantes de México, donde diferentes artistas, arquitectos
y muralistas se encargaron de reflejar los símbolos nacionales más importantes de
nuestro país.
El Hotel de México (actualmente wtc ) es un rascacielos que se encuentra ubica-
do en la Ciudad de México. Se inició su construcción en el año de 1966 y se con-
cluyó en 1972, con una altura total de 207 m y un total de 50 niveles. El proyecto
actual es muy diferente al que se diseñó al principio como el Hotel de México, que
sería formado por un complejo de edificios que incluiría esta torre, tendría un total
de 80 niveles y sería el hotel más grande del mundo con una altura total de 300 m.
Pero jamás se logró concluir esta obra.

7  Ubicado en Nueva York, con una altura total de 381 metros y un total de 102 pisos. Construido en
1930, actualmente es considerado un icono de Estados de Unidos de América y patrimonio arquitectó-
nico moderno.
el desarrollo del patrimonio moderno en méxico 339

Lo que conocemos actualmente como wtc se remodeló en el año 1992, proyec-


to financiado por el gobierno de la ciudad buscando la nueva transformación de la
Ciudad de México. En1995 se concluyeron las obras de remodelación para ser uno
de los edificios de oficinas más modernos de Latinoamérica.
Para José Ortega y Gasset la técnica define al hombre, y así lo podemos ver en la
arquitectura. Para poder crear nuevas aportaciones en la arquitectura, el acero, el
concreto y el vidrio no tuvieron la misma importancia que tienen actualmente, pero
fue gracias a todos los avances que existieron en procesos, tecnología y necesidades,
que se llegó a utilizar estos materiales y dieron origen a nuevos procesos de cons-
trucción donde la técnica beneficiaría un nuevo proceso en la arquitectura moderna.
La búsqueda de un nuevo estilo para la época y de nuevos códigos estéticos fue
una constante en el debate teórico y, en especial, en los discursos acerca de la ar-
quitectura de concreto, acero y vidrio.
El ámbito de trabajo del arquitecto es responder a las necesidades del diseño ar-
quitectónico, así como a las necesidades sociales, con diseños competitivos, crea-
tivos, funcionales y económicos. El arquitecto debe conocer los beneficios de estos
materiales, ya que aparte de ser materiales estéticos e innovadores, son elementos ar-
quitectónicos que se pueden reciclar. La arquitectura debe saber aprovechar todas las
tecnologías, los materiales y las aplicaciones actuales.
Al hablar acerca del patrimonio arquitectónico moderno en México, no solamen-
te hablamos de una obra; debemos entender que existe un antecedente histórico que
tiene aproximadamente 500 años, que forma parte de la identidad de nuestro país,
con un valor que habla acerca de lo que fuimos y de lo que posiblemente podremos
ser. El patrimonio arquitectónico busca ser el reflejo de una cultura y de un país. Sin
ningún referente del patrimonio es imposible entender de dónde venimos y cómo
era antes la sociedad. Al darnos un reflejo del simbolismo nacional, el patrimonio
nos da identidad, nos define como pueblo y sociedad. En el caso de los materiales,
concreto, acero y vidrio se encargaron de dar forma a las nuevas expresiones del pa-
trimonio moderno de México, dando una visión más amplia al diseñador para poder
entender y conocer las premisas de la arquitectura moderna.
En una visión historiográfica, se debe entender al patrimonio desde las ideas que
lo construyeron, ya que cuando se conocen y se entienden las ideas y técnicas del
pasado se podrá entender un poco más el futuro. Debemos juzgar al patrimonio ar-
quitectónico no sólo por su ubicación, forma e historia, se le debe comprender como
un significado para la sociedad que marcó una idea y conocimientos del diseñador. El
patrimonio es, por lo tanto, el medio de entendimiento de una sociedad que significa
y transmite un mensaje a la sociedad y se encarga de crear el simbolismo nacional.
La arquitectura, al no ser una ciencia, no es exacta; es una disciplina que requie-
re de ciertos conocimientos, aprendizaje e ideas, no todo es evidente. El significado
340 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

que tiene el patrimonio arquitectónico moderno no es algo que no estuviese argumen-


tado y sustentado por la visión del arquitecto; busca la integración de su obra para re-
saltar la importancia de una región. A comienzos del siglo xx las transformaciones del
patrimonio arquitectónico se basaban en el progreso y la modernización. Bajo la pre-
misa del progreso como fin, se imprimió una nueva imagen al patrimonio moderno.
Los materiales tienen gran influencia dentro del diseño y la arquitectura. El
concreto, el acero y el vidrio son materiales que representan el progreso dentro de
la arquitectura moderna; anteriormente no tenían la importancia que tienen ac-
tualmente, los materiales representan así el futuro de la arquitectura. A través de la
tecnología, los conocimientos y la técnica, los nuevos materiales dan nuevas po-
sibilidades al diseñador.
El patrimonio contiene valores que marcan a una sociedad, está impregnado de
la ideología de un lugar, da identidad a una cultura. Para entender el futuro debemos
analizar el patrimonio, ese es el valor que tiene para la sociedad: nos da una visión
a futuro, denota la identidad y herencia de una sociedad. El patrimonio muestra a
la sociedad y la ideología que existían en el pasado; toda sociedad crea su entorno
a través de costumbres, ideas y conocimientos, dando una visión general de lo que
significa su pasado. La importancia de los materiales en el patrimonio es denotar el
progreso y la modernidad, mostrar de lo que es capaz una sociedad, y a través de la
tecnología, técnica y conocimientos, muestra el desarrollo que tiene un país. Con-
creto, acero y vidrio fueron los materiales de la modernidad, incluirlos era denotar
el progreso que tenía un país. La arquitectura es una autobiografía del progreso de
una sociedad, pues nuestra forma de ver la arquitectura es un reflejo de nuestra ca-
pacidad como sociedad. A través del diseño, el simbolismo nacional se plasma en
el patrimonio y éste refleja nuestra historia, valores e ideología. El patrimonio se en-
carga de contar la historia de una sociedad.
Este documento tiene la finalidad de dar a conocer cómo los materiales pueden
ser una útil herramienta para el diseñador, pues cada material tiene un uso ilimita-
do si se conoce su naturaleza. En la arquitectura moderna los materiales fueron pri-
mordiales, se les dio nuevo usos que nunca se hubiera pensado que tendrían; los
materiales buscan reflejar la modernidad e innovación en su aplicación a la arqui-
tectura. Hace 300 años era imposible creer que el hierro iba ser utilizado dentro de
una edificio; los griegos y los romanos preferían el cobre, ya que su resistencia a
la corrosión era mayor a la del hierro, que sufre de oxidación por su exposición a la
intemperie; el vidrio era un material que era utilizado únicamente por la aristocra-
cia, y las iglesias y basílicas eran los únicos lugares donde se podía encontrar este
material, en vitrales y ventanales; el concreto fue el material por excelencia de los
romanos, como ejemplos tenemos el Coliseo Romano y el Panteón de Agripa, por
mencionar algunos. Gracias a las innovaciones tecnológicas estos materiales fueron
el desarrollo del patrimonio moderno en méxico 341

indispensables en la arquitectura moderna; actualmente gracias a todos los avances


podemos observar cómo nuevos materiales benefician a la arquitectura.

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342 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

Patrimonio arquitectónico del Centro Histórico de la ciudad


de Zacatecas. Perspectivas para su investigación, gestión
y apropiación social
i r m a fav i o l a ca s t i l l o r u i z y r o b e r to ca r r i l l o a c o s ta .
u n i v e r s i da d a u t ó n o m a d e z a cat e ca s

Resumen
El Centro Histórico de la ciudad de Zacatecas, México, fue declarado por la unesco
como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1993. A partir de entonces ha sido
objeto de modificaciones urbanas, estéticas, sociales, económicas, etc., las cuales
originaron una serie de cambios y problemáticas, siendo la principal la gentrifica-
ción de su espacio urbano, sobre todo como consecuencia de la implementación de
políticas de conservación del patrimonio orientadas, básicamente, a la promoción
del turismo, desplazando el sentido de la habitabilidad tradicional de la ciudad y la
apropiación social del patrimonio.
En ese contexto de transformaciones y problemáticas, es que consideramos que la
universidad pública, dada su misión de generar conocimiento que favorezca el desa-
rrollo y bienestar de la sociedad, pues incluso es una declaración de su misión institu-
cional, debe impulsar líneas de investigación sobre la conservación del patrimonio
cultural y natural de forma integral, y así colaborar con las instituciones estatales
responsables de la conservación patrimonial. Para responder a esta situación, los
integrantes del Grupo de Investigación “Historia e Interpretación del Patrimonio”
(hipat ), adscrito al programa de Licenciatura en Historia, de la Universidad Autóno-
ma de Zacatecas, hemos emprendido el proyecto colectivo de investigación “La iden-
tidad y el patrimonio cultural en el estado de Zacatecas: del periodo prehispánico a
la época actual”, buscando que los proyectos individuales, así como el proyecto co-
lectivo, incidan en el fomento de los valores sociales y culturales que fortalezcan las
estructuras de nuestra sociedad. Esto es de gran relevancia, dada la importancia social
del patrimonio arquitectónico que, en su conjunción con el inmaterial, debe funcio-
nar como una alternativa de sustentabilidad en el marco de la ‘crisis civilizatoria’ en
la que nos encontramos, de tal manera que los investigadores podamos contribuir al
desarrollo de la sociedad que posee y mantiene con vida al patrimonio.
En este caso, abordamos el patrimonio arquitectónico del Centro Histórico de
la ciudad de Zacatecas bajo dos perspectivas, las cuales nos han llevado al trabajo
colegiado: el periodo virreinal (siglos xvi - xviii ) es desarrollado por Roberto Carrillo
patrimonio arquitectónico del centro histórico de la ciudad de zacatecas 343

Acosta, quien expone el enfoque histórico de la urbanización de la ciudad, la traza


de caminos y el sistema de hospedería que permitió que Zacatecas fuera un centro
importante de desarrollo territorial sobre el trayecto del Camino Real de Tierra Aden-
tro. Irma Faviola Castillo Ruiz analiza la importancia de la arquitectura vernácula en
los barrios tradicionales demarcados en el Centro Histórico de la ciudad, como un
caso de estudio que permite entender la evolución, importancia y gestión del patri-
monio arquitectónico entre los siglos xx y xxi .

Palabras clave: patrimonio arquitectónico, centro histórico, Zacatecas, urbaniza-


ción, arquitectura vernácula, gentrificación, gestión, identidad, apropiación social

Abstract
The Historic Center of the City of Zacatecas, Mexico, was declared a World Herita-
ge Site by unesco in 1993. Since then, it has undergone urban, aesthetic, social and
economic modifications. These led to a series of changes andissues, mostly dealing
with the gentrification of its urban space, derived from the implementation of heritage
conservation policies oriented to the promotion of tourism at the expense of the sense
of the city’s traditional habitability and the social appropriation of the local heritage.
Within this context of transformations and issues, we consider that the public uni-
versity, given its mission to produce knowledge that supports social development
and well-being, as stated in its Institutional Mission, should promote research lines
focused on the integrated conservation of the cultural and natural heritage, and colla
borate with public institutions involved in heritage conservation. To address this situa-
tion, members of the research group named “History and Interpretation of Heritage”
(hipat ), linked to the postgraduate Degree in History of the Autonomous University
of Zacatecas, have undertaken the collective research project entitled “Identity and
Cultural Heritage in the State of Zacatecas: from the pre-Hispanic period to the pre-
sent time”, seeking that both individual projects and the collective project focus on
promoting social and cultural values ​​that strengthen the structures of our society. This
is especially relevant given the social importance of architectural heritage which, to-
gether with the intangible value, must operate as a sustainability alternative within
the framework of the current ‘civilization crisis’, so that researchers can contribute to
the development of a society that owns and preserves heritage.
In this case, we address the architectural heritage of the Historic Center of the city
of Zacatecas from two perspectives, which has supported collegiate work: the colonial
period (16th-18th centuries), developed by Roberto Carrillo Acosta, who illustrates the
historical approach to the urbanization of the city, the road layout and the accomo-
dation resources that allowed Zacatecas to become an important territorial develo-
344 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

pment center on route of Camino Real de Tierra Adentro. Irma Faviola Castillo Ruiz
analyzes the importance of vernacular architecture in the traditional neighborhoods
demarcated in the Historic Center of the city, as a case study that allows to unders-
tand the evolution, importance and management of architectural heritage between
the 20th and 21st centuries.

Keywords: architectural heritage; historical center; Zacatecas; urbanization; ver-


nacular architecture; gentrification; management; identity; social appropriation

Introducción
En 1993, la unesco declaró al Centro Histórico de la ciudad de Zacatecas como Pa-
trimonio Cultural de la Humanidad. A partir de entonces, la ciudad tuvo una doble
demarcación: como “Zona típica”, según la Ley de Protección y Conservación de
Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zacatecas (1987), y como “Centro his-
tórico”, de acuerdo con la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial,
Cultural y Natural, emitida por la unesco en 1972. En torno a esto, las políticas de
protección al patrimonio y de desarrollo turístico provocaron desajustes en las re-
laciones sociales que antaño sostenían la vida cotidiana del tejido social “nativo”
de la ciudad.
El objetivo de este trabajo es exponer las propuestas de estudio histórico que los
integrantes del Grupo de Investigación “Historia e Interpretación del Patrimonio”
(hipat ), adscrito al Programa de Licenciatura en Historia de la uaz , hemos planteado
sobre el patrimonio arquitectónico del Centro Histórico de la ciudad de Zacatecas,
específicamente sobre dos temas: primero, la conformación de la ciudad y la impor-
tancia de los mesones y los caminos durante el periodo virreinal, teniendo en cuenta
que son parte del patrimonio urbano y arquitectónico; segundo, considerar el enfo-
que conceptual e histórico de la llamada arquitectura vernácula, que fue un concep-
to articulador de la legislación para la protección del patrimonio, pero después fue
desplazado por lo “monumental”, de ahí que en los barrios tradicionales es en don-
de podemos resignificar el concepto y concebirlo como un recurso de identidad que
coadyuve a la apropiación social actual del patrimonio. Los resultados muestran cuál
ha sido el desarrollo del patrimonio cultural en Zacatecas y las problemáticas a que
se enfrenta, de ahí que nos permite hacer aportaciones para revalorar el patrimonio
arquitectónico zacatecano y su importancia social.
patrimonio arquitectónico del centro histórico de la ciudad de zacatecas 345

Origen de una ciudad “colonial”


A partir de la fundación de la ciudad de Zacatecas en 1546 1 (Del Hoyo, 2004; Enci-
so, 2004), la fama de la riqueza de sus vetas se extendió y atrajo a más pobladores,
además de la población temporal por motivos del comercio. La ciudad creció con
la construcción de las haciendas de beneficio, y se organizó la construcción de las
casas habitación y de los edificios civiles y religiosos a las orillas del arroyo de La
Plata, el cual atravesaba la cañada con la corriente de norte a sur, determinando la
conformación geográfica de la ciudad desde el siglo xvi , hasta alcanzar una comple-
jidad urbana en las postrimerías del siglo xix y comienzos del xx .
Lo que se pensó como un asentamiento provisional se apuntaló para la perma-
nencia definitiva, constituyendo un enclave fronterizo de la Nueva España, de don-
de, después de 1556, partieron expediciones que fundaron otros reales de minas y
forjaron la ruta del Camino Real de la Plata, hasta integrar el reino de Nuevo Méxi-
co, en 1598. Este territorio abrió las rutas del que después se conoció como el Cami-
no Real de Tierra Adentro (crta ), conectando desde la ciudad de México hasta Santa
Fe, en Nuevo México (Román, 1998).
Para efectos de la organización espacial y social, en 1587 se decidió que la pobla-
ción india mexica, tarasca, tlaxcalteca y texcocana fuera ubicada en los pueblos de
indios, lo que implícitamente propició que las castas y los negros esclavos habitaran
solamente en los barrios emplazados en las zonas periféricas. Se establecieron cuatro
pueblos de indios: Santa María de la Concepción Tlacuitlapan (al norte); San Diego
Tonalá o Chepinque (al sur-poniente, cerca del arroyo llamado de Chepinque); San
José (hacia el oriente); y el pueblo del Dulce Nombre de Jesús o El Niño (al sur y cerca
del arroyo de Montalvo). Los barrios, por otra parte, comenzaron a ocupar las laderas
de los cerros de La Bufa, El Grillo, La Compañía y Las Peñitas; los barrios principales
fueron el del Gusano, Pedregoso, Pancitas, San Rafael, de los Remedios, Nuevo o de
las Fuentecillas, y el de Mina del Agua o llamado también del Viejo (Castillo, 2014).
Durante los siglos xvii y xviii continuó el crecimiento territorial, y Zacatecas se
convirtió en un eje regional social y mercantil. Ante la necesidad de ampliar la co-
municación entre los centros regionales demográficos y económicos, se trazaron las
primeras rutas y caminos del territorio zacatecano (Figura 1).
En el último tercio del siglo xviii , con las reformas borbónicas, en 1786 se erigió
la Intendencia de Zacatecas, y la ciudad de Zacatecas fue declarada como su capi-
tal. Para tener mejor control sobre los espacios, la traza urbana se dividió en cuatro
cuarteles principales y estos, a su vez, en dos cuarteles menores. Tal división creó, o

1  Los conquistadores fueron Juan de Tolosa, Diego de Ibarra, Cristóbal de Oñate y Baltasar Temiño de
Bañuelos. Sobre el tema del origen del primer nombre de la ciudad y de las minas que se descubrieron se
han expuesto varias versiones históricas.
346 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

reafirmó, otro tipo de contornos: las ‘fronteras’ sociales o imaginarias. El control po-
lítico apuntó directamente sobre la distribución de los espacios con fines de recau-
dación fiscal y, en segundo término, para atender los problemas de los barrios y los
pueblos de indios (que eran a los que consideraban más problemáticos), a partir de
un sistema radial cuyo punto de origen era la Plaza Mayor (Castillo, 2014).

Los mesones y la ciudad


La hospedería se fue construyendo inicialmente por el trayecto de los caminos, tras el
descubrimiento de minas y la formación de rutas comerciales, así como con el ritmo
de la evangelización; dichos albergues recibieron el nombre de ventas. Otros fueron
los mesones, los cuales se fueron estableciendo en el interior de los poblados. Los
dueños tenían en el mismo lugar mesón y su hogar con todas las comodidades nece-
sarias, contrario a las ventas que, por lo regular, eran casas con espacios dedicados
exclusivamente para la asistencia de los caminantes. Recibían todo tipo de personas
para hospedarse; pero algunos únicamente servían para descansar (Ramiro,1998). El
viajero también tenía la opción de alojarse en las casas de los ayuntamientos o co-
munales, y algunos más solicitaban abrigo en los conventos. 2
En los estudios sobre el tema, encontramos datos que hacen referencia a ventas
y mesones con otras denominaciones, como las de hostería, albergue, parador, tam-
bo, casa de huéspedes, hotel, famitel, condotel, apartamento, suite, apartohoteles,
econohoteles, casa rodada, fonda, taberna o casa pública y, finalmente, el paraje
(Romero, 1977).
Los sitios de hospedaje se fueron situando estratégicamente en los caminos y ve-
redas de mayor relevancia; tal fue el caso de los espacios que se ubicaron en la ruta
del crta , pero no en todo su tendido se instalaron establecimientos especializados
en la asistencia; en el caso del norte de la Nueva España, esta función fue retomada
por misiones, haciendas y, sobre todo, presidios.
La ciudad de Zacatecas no fue la excepción, y sus principales mesones se ubica-
ron en dicha ruta y en las calles principales. La ciudad estaba en construcción y su
población también se consolidaba con la fundación de minas. En este contexto se
estableció un mesón llamado Marquesote, que venía operando desde principios del
siglo xvii .3 Estaba ubicado al final de la calle de Abajo de Santo Domingo (ahora de

2 Para ampliar la información sobre este tema véase Recopilación de leyes de los reynos de las Indias,
1681 (1987).
3  Archivo Histórico del Estado de Zacatecas, en lo sucesivo a h e z , F. Poder Judicial, S. Criminal; Soli-
citud de Juan Pulgarín para que Gaspar de Sosa no haga tienda en el mesón que tiene en la calle de San-
to Domingo por los peligros y daños que causa este comercio a esta ciudad por tener barriles de pólvo-
ra, 18 de febrero de 1637.
patrimonio arquitectónico del centro histórico de la ciudad de zacatecas 347

Víctor Rosales), y hacía esquina con la calle que desembocaba al Camino Real (aho-
ra llamada Justo Sierra), lo que le daba una excelente ubicación, pues estaba en la
entrada de la ciudad. Era de grandes dimensiones, como la mayoría, pues alberga-
ba bastantes habitaciones repartidas en dos niveles; contaba con almacén, tienda y
estanco de pólvora. Fue administrado por extranjeros, un portugués y su esposa de
procedencia china, llamada Isabel Calderón.
El mesón del Marquesote tuvo una función importante en la ciudad, permitien-
do el arribo de personas y mercancías, ofreciendo todo aquello que se ocupaba para
quien quería establecerse en la ciudad, y así mantener en funcionamiento las activi-
dades económicas. La construcción del mesón tuvo que adaptarse a la geografía de
la ciudad, cuyo emplazamiento la hizo distinta a muchas otras ciudades de la época,
en donde las planicies dominaban el territorio, pero en ambos casos el seguimiento
de los caminos novohispanos fue determinante para su crecimiento (Bonet, 1995).
Otros mesones se crearon a principios del siglo xviii , muchos de ellos administra-
dos por mujeres, como fue el caso de doña María Cecilia Rodríguez de la Rosa, quien
solicitó licencia al Cabildo para edificar un mesón en la plazuela de Santo Domin-
go. María Cecilia, al carecer de posibilidades económicas, solicitó apoyo financie-
ro, por lo que presentó al acaudalado comerciante y minero don Domingo de Tagle
y Bracho, como su fiador.4
Para estas fechas la ciudad seguía en crecimiento. En este contexto, surgió otro
mesón: el de Tacuba, el cual empezó a funcionar a mediados del siglo xviii ; su nom-
bre corresponde al mismo de la calle en la que se asentó. Antes de ser hospedería,
sus cuartos correspondían a meras casas de renta que tenían en propiedad Luis Zúñi-
ga y su hijo, del mismo nombre, así que su función hospitalaria ya tenía anteceden-
tes (Basurto, 1994). El mesón se estableció en un gran momento económico y go-
zaba de una buena atracción comercial. Arrieros y todo tipo de viajeros arribaban a
la ciudad para descansar del viaje, para continuar luego hacia el norte o al sur, por
ello tuvo amplios espacios, habitaciones y patios; además, pronto se impuso como
uno de los más importantes en la ciudad debido a la oferta de servicios que conven-
cía al viajero de volver.
Los mesones contribuyeron a fortalecer la llegada de mineros, comerciantes, arrie-
ros, oficiales, personalidades y todo tipo de mercancías. Sin embargo, eran pocos
los mesones en la ciudad, pues sólo figuraban el Marquesote, Santo Domingo, San
Agustín y el de Tacuba. Pero el que tenía mayor presencia era este último, al estar
ubicado en la calle principal del comercio, y mantenerse en funcionamiento por mu-
chos años. Podemos decir que el mesón de Tacuba fue nexo entre los primeros me-
sones de la ciudad y los del siglo xix ; es decir, la historia del hospedaje en la ciudad

4  AHEZ, F: Ayuntamiento de Zacatecas, S: Cabildo, SS: Acuerdos y despachos, 1736, 10 fojas.


348 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

de Zacatecas se observa en dos partes: la de llegada y establecimiento en los siglos


xvi , xvii y xviii , y el reflorecimiento del hospedaje entre los siglos xix y xx , en donde
el mesón de Tacuba se impuso por su continuidad, pues dejó de funcionar hasta el
final del siglo xx , además de que en los documentos históricos se puede interpretar
que la sociedad, tanto nativa como extranjera, lo llamaba recurrentemente “el me-
són de la ciudad”.

Conceptualización del Centro Histórico


y la arquitectura vernácula
Durante el siglo xix , luego de la Independencia de México, el gobierno de Zacate-
cas implementó las primeras políticas para la protección del patrimonio edificado.
No obstante, con la Reforma Liberal de 1857, la desamortización de bienes ecle-
siásticos en 1862, y la toma de la ciudad de Zacatecas en 1914, en el contexto de la
Revolución Mexicana, la ciudad perdió parte de sus bienes culturales. A través de la
legislación estatal de protección al patrimonio, se puede analizar el proceso de con-
ceptualización del patrimonio, pero el que en este caso interesa es el concepto de
arquitectura vernácula.
En 1946 se decretó la Ley Reglamentaria de la Construcción Urbana del Estado
de Zacatecas, que fue el antecedente de la legislación que regularía la conserva-
ción del patrimonio cultural durante el siglo xx (Gobierno del Estado de Zacatecas,
1946). En 1953 se publicó la Ley de Protección y Conservación de Monumentos y
Edificios (Gobierno del Estado de Zacatecas, 1953), la cual fue seguida por la Ley
de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zaca-
tecas, publicada el 31 de julio de 1965 (Gobierno del Estado de Zacatecas, 1965).
En 1987 se realizó otra reforma legislativa, en la cual apareció por primera vez el
concepto de patrimonio cultural. En este contexto jurídico, la conservación del pa-
trimonio y su difusión se fortalecieron con las legislaciones emitidas entre 1953 y
1965, pues en ese proceso la rehabilitación de la ciudad se trasladó a la construc-
ción del concepto de centro histórico, que fue clave en el proceso de las décadas
siguientes.
En la legislación de 1965 se sustituyó el concepto edificios por el de zonas típicas,
y se conservó la noción fundamental de monumentos. Al adoptar esta nueva con-
ceptualización se retomó una noción que estaba presente en la legislación nacional
de principios del siglo xx , como fue la Ley de Protección y Conservación de Monu-
mentos Arqueológicos e Históricos, Poblaciones Típicas y Lugares de Belleza Natu-
ral, que decretó Lázaro Cárdenas en 1934. El significado que se le dio a la noción de
típico en el ámbito nacional se utilizó para caracterizar la arquitectura “peculiar” y
“pintoresca” que daba un carácter ‘propio’ de identidad a las ciudades, mientras que
patrimonio arquitectónico del centro histórico de la ciudad de zacatecas 349

en el ámbito de los estados de la República se tomó de forma análoga, pero también


para designar la arquitectura de “provincia”, pues de alguna forma la diferenció de
la arquitectura de las grandes ciudades como la capital del país. Lo “típico” se rela-
cionó con el medio natural, pero con carácter de “belleza”, o el “entorno estético
tradicional” de los monumentos, que luego serían llevados a la conceptualización
del paisaje cultural. Esta enunciación quedó en estrecho vínculo con el problema
del “entorno” o el “ambiente monumental”, y con la construcción de la noción de
la ciudad histórica, que también analizó la Carta de Venecia.5
En el transcurso del siglo xx se estableció una relación de significado con con-
ceptos como popular, vernácula o tradicional. De ahí que los especialistas en arqui-
tectura y patrimonio creyeron que era una “arquitectura exiliada” del concepto de
patrimonio, y que por eso era necesario discutir el tema y definir el tipo de arquitec-
tura a que hacía referencia. En 1999, La Carta de Cuba optó por definir a esa arqui-
tectura como vernácula, y a pesar de que no hace referencia a su antecedente direc-
to que fue la noción de típico, señala que se define como:

un producto espontáneo que simboliza y cristaliza la idea que posee del mundo el gru-
po que la produjo. Los elementos que la definen son precisamente su manufactura –sin
la intervención de profesionales–, y el que las estructuras, formas y materiales que em-
plea estén determinados por el clima, la geografía, la geología, la economía y la cultura
locales, así como el que presente gran integración con el contexto y con el paisaje que
la rodea, manteniendo plenamente su identidad. La arquitectura vernácula se encuentra
aislada o bien forma conjuntos en los centros históricos y en los poblados urbanos y ru-
rales (Hernández, 2003: 232).

La utilización de esta noción durante la segunda mitad del siglo xx respondió a la


intención de proteger la arquitectura tradicional frente a la destrucción que implicó
la modernización de las ciudades, y que producía una arquitectura ajena al contex-
to histórico, cultural y natural de cada sociedad. De ahí que en la Carta de Cuba se
reconoció la pertinencia de realizar estudios “en torno a los sistemas constructivos,
sus relaciones espaciales y la armónica vinculación de su arquitectura con el medio
ambiente” (Hernández, 2003: 232). Como lo señala Elodia Hernández León, el uso
de conceptos es importante, pues, por ejemplo, en la citada Carta se evitó utilizar el
término popular, lo cual es ventajoso para los fines de patrimonialización, pues ge-
neralmente se le ha vinculado “con las producciones más humildes, aquellas que
no emanan de las elites, expresando esta unión una visión jerárquica y dual del pa-

5  Sobre el tema del entorno, ambiente monumental y otros conceptos relacionados con los monumen-
tos y las políticas de conservación de los conjuntos urbanos, véase Castillo (1997).
350 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

trimonio construido” (Hernández, 2003: 234). En cambio, al elegir el término ver-


nácula, “se hace mayor hincapié en la relación de la arquitectura con el hábitat, con
el lugar vivido por las distintas poblaciones”; mientras que la utilización del térmi-
no tradicional, “abre un sinfín de sugerencias sobre el patrimonio seleccionado por
los distintos colectivos como referentes de continuidad social y cultural, siempre y
cuando se entienda lo tradicional en sentido amplio sin reducirlo a una dimensión
temporal” (Hernández, 2003: 234). Así, Hernández León (2003) confirma que la am-
plitud de los dos términos queda implícita en la Carta de Cuba a través del protago-
nismo de otro concepto: el de identidad; además, considera que el carácter de es-
ta arquitectura insiste en la relación entre comunidad y patrimonio: “lo social y lo
cultural se tornan protagonistas”. En esta misma temática conceptual, la legislación
zacatecana expuso otras nociones para la conservación, tales como aspecto y am-
biente peculiares, zonas históricas y lugares de belleza natural.
Para entender la relación, a veces contradictoria en la ciudad de Zacatecas, en-
tre la noción de centro histórico y arquitectura vernácula, pues esta última pasó a
un segundo plano debido a que la protección se centra en la arquitectura monu-
mental, entre las décadas de 1980 y 1990 la urbanización vinculada con el desa-
rrollo económico influyó en la rehabilitación de la ciudad, pues como lo advierte
Guadalupe González (2009), fueron tres las condiciones que intervinieron en ese
proceso, entre ellos: “una política de revitalización del Centro Histórico de la ciu-
dad de Zacatecas (chz ) llevado a cabo por el Estado y alentado por el capital local
y nacional, desplazando las actividades no centrales (comercio al por mayor, ac-
tividades artesanales y manufactureras) y a pobladores de bajos ingresos hacia la
periferia mediante mecanismos formales (dotación de vivienda de interés social) y
no formales (invasión de terrenos)”. La consecuencia fue una segregación socioes-
pacial que sólo benefició a las clases con mayor poder económico y político, e in-
centivó la actividad turística que modificó las percepciones sobre el uso y fines del
centro urbano de la ciudad (González, 2009).

Conclusiones
La valoración y selección de lo que debe y puede ser protegido en calidad de patri-
monio cultural tiene un punto de encuentro con el problema de cómo ha “operado”
el concepto de patrimonio; es necesario resignificar las cualidades del valor “artísti-
co”, “histórico” y de la “tradición” de los monumentos. Este entramado de nociones
que califican y condicionan al patrimonio arquitectónico de la ciudad de Zacatecas
es muy importante, pues alude a la condición de “típico” y “tradicional” como valo-
res relacionados con lo “provinciano” y lo “vernáculo”, pero no sólo del monumen-
to, sino que debe ampliarse también a la noción de ciudad.
patrimonio arquitectónico del centro histórico de la ciudad de zacatecas 351

El análisis bidimensional entre la historia de la ciudad y la construcción concep-


tual del patrimonio permite establecer una jerarquía en la valoración de los bienes
culturales que no son de la “alta cultura”, pero que son “característicos” de una re-
gión. Debido a su importancia temática y conceptual, el estudio de la arquitectura
patrimonial vernácula y su importancia social, de la que creemos que debería ser
dotada, como por ejemplo, el caso de los mesones y viviendas familiares de los ba-
rrios de la ciudad de Zacatecas, debe fortalecerse mediante la socialización más
amplia entre la población de los barrios de la ciudad y sus visitantes, del plantea-
miento del “regionalismo arquitectónico”, movimiento que surgió hacia la déca-
da de los ochenta del siglo xx . Las propuestas del regionalismo privilegiaron tanto
a los materiales locales y la adecuación al clima, como a las costumbres y posibi-
lidades económicas de los usuarios (Noelle, L. 2003). 6 Es oportuno hacer la ob-
servación sobre la significación que tuvieron las nociones referidas, pues al ser in-
cluidas en la legislación zacatecana le concedieron carácter particular y regional
a la conceptualización del patrimonio cultural. No obstante, después de 1993 la
ciudad perdió la esencia de su tejido social; un porcentaje muy amplio de la po-
blación fue expulsada a otras zonas habitacionales, provocando la gentrificación
y el abandono de muchas de las viviendas tradicionales de los barrios, con lo cual
se disipó la vida cotidiana de “provincia” que la hacía “típica” y “tradicional”, una
esencia que iba más allá de su arquitectura. La ciudad fue conceptualizada y verti-
da en una infraestructura para el turismo y el ocio de los visitantes.
Para atender tales problemáticas, en el Grupo de Investigación estamos diseñando
programas educativos piloto que, con un enfoque histórico, coadyuven para que los
habitantes de los barrios antiguos de la ciudad de Zacatecas comprendan mejor el
valor histórico y cultural de su entorno y puedan gestionarlo para su mejor provecho.

6  El pionero en desarrollar este tipo de estudios en México fue Luis Barragán, quien escribió los Prin-
cipios del regionalismo en México, hacia los años ochenta; tomó los antecedentes del “Manifiesto de ar-
quitectura emocional”, de Mathias Goeritz, publicado en Cuadernos de Arquitectura, número 1, Gua-
dalajara, Jalisco, en marzo de 1954, y posteriormente en O. Zúñiga y Mathias Goeritz (1963). México:
Intercontinental. Véase Noelle (2003).
352 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

Figura 1. Descripción de la muy Noble y Leal ciudad de Zacatecas, Bernardo de Portugal


(Alcalde de la Real Aduana de Zacatecas), 1795. En la cartela: Descripción de la muy noble y
leal ciudad de Zacatecas Capital de su Provincia en la Nueva Galicia. Obispado de Guadala-
jara de donde dista sesenta y cinco leguas y de México ciento y treinta. El signo que le domi-
na es Sagitario, su Planeta es Júpiter con participación de Saturno y Marte. Su temperamento
es frío y seco, y el número de su Vecindario asciende a veinte y cinco mil Personas según el
Padrón Eclesiástico del año de 1795.
Fuente: ag n , Ramo: Intendencias, Vol. 65, f. 13.
patrimonio arquitectónico del centro histórico de la ciudad de zacatecas 353

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354 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

Necesidad y pertinencia de incorporar contenidos sobre


documentación, conservación y legislación del patrimonio
arquitectónico y urbano moderno y del siglo xx en la formación
del arquitecto
fernando n. winfield reyes , maría mercedes nachón garcía
y da n i e l r . m a r t í ca p i ta n a c h i . u n i v e r s i da d a n á h u a c d e x a l a pa

Resumen
No obstante que en nuestro país existe una legislación que protege el patrimonio ar-
quitectónico, urbanístico y monumental hasta el año 1900 por parte del inah , varios
aspectos contribuyen a considerar la necesidad y pertinencia de incorporar conteni-
dos teóricos y prácticos a favor de la documentación, conservación, legislación y res-
cate en particular del patrimonio moderno y de la producción del siglo xx .
Entre otras condiciones para lograrlo, deben advertirse varias circunstancias que
hacen especialmente importante esta propuesta:
La reducida conciencia social y administrativa en las distintas instancias de gobierno
y del gremio de profesionales de la construcción (no se puede buscar conservar aque-
llo que no se conoce o no se aprecia) sobre las posibilidades de conservar y reutili-
zar: la identidad como constructo social que reflejan ciertas edificaciones, conjuntos y
espacios urbanos; el valor patrimonial para la cultura moderna y en general del siglo xx
en México; así como las posibilidades de reutilizar o refuncionalizar edificios a partir
de criterios de sustentabilidad social, económica y ambiental-energética.
La creciente destrucción del patrimonio arquitectónico y urbano de la moderni-
dad, así como de la producción del siglo xx , como resultado de estrategias de comer-
cialización, desvalorización o especulación inmobiliaria en las que paradójicamen-
te participan, acaso por ignorancia u omisión, con mayor énfasis arquitectos y otros
profesionales de disciplinas afines.
La reciente creación de la Secretaría de Cultura dentro de la estructura del go-
bierno federal 2012-2018, que puede significar un impulso importante a estrategias
de consolidación progresiva de una normativa que, sin necesariamente imitar ca-
sos exitosos de otros contextos culturales o geográficos, puede tener en el inba y en
Docomomo-México dos referentes fundamentales para transformar la condición y
conciencia de la teoría y práctica del diseño en las escuelas y facultades de arqui-
tectura, transitando a una coyuntura que sirva como una fuente de creciente interés
cultural y económico, y como un medio de incentivar nuevas variantes del proyec-
contenidos sobre documentación, conservación y legislación del patrimonio arquitectónico 355

to arquitectónico y urbano, elementos clave para la formación de los profesionales


del diseño del futuro.
La por lo común escasa formación por parte de los propios arquitectos en este
ámbito debe dejar de ser una limitante para convertirse en un potencial a explorar
con una formación más amplia para entender y reconocer la importancia de la salva-
guarda de un patrimonio que, contrario a lo que algunos sectores puedan argumen-
tar, va más allá de la propiedad o los intereses privados y constituye un bien común
e insustituible memoria histórica construida.

Palabras clave: Patrimonio, arquitectura, urbanismo, modernidad, siglo xx , teoría,


práctica, proyecto

Abstract
Although in Mexico there is broad legislation to protect architectural, urbanistic and
monumental heritage until year 1900, in charge of the National Institute of Anthro-
pology and History (inah , for its acronym in Spanish), certain aspects suggest the ne-
ed and convenience to incorporate theoretical and operative contents to strenghten
the documentation, conservation, legislation and rescue of modern heritage and, in
general, twentieth century architecture, which face current threats and challenges.
To this end, the aspects to consider and that support the relevance of this propo-
sal, include the following:
The poor social and administrative awareness on the government and construction
stakeholders, about the preservation and recycling potential of Modern architectu-
ral works (and in general, buildings constructed in the twentieth century). This is key
when, as evidenced, it is hard to preserve something not identified or acknowlwd-
ged as heritage. The potential positive outcomes include fostering social identity as-
sociated to the core character of buildings, urban complexes and collective spaces
as social constructions; their value as legacy in terms of modern and twentieth cen-
tury Mexican culture; and their management through design for reuse or refunctio-
nalization, taking into consideration social, economic and environmental-energetic
sustainability criteria.
The growing destruction of modern (20th century) architectural and urban patri-
mony in Mexico is a social concern, resulting from current trends regarding over-com-
mercialisation, lack of valorisation or property development speculation, where, pa-
radoxically, architects and “professionals” currently participate .
The recent creation of the Secretariat of Culture in Mexico will likely facilitate
some strategies aiming at the progressive consolidation of regulations on this sub-
ject that without replicating seemingly successful foreign models,empower two
356 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

organisationsthat have been pivotal in this process at national and local scales in re-
cent decades. On the one hand, the National Institute of Fine Arts ( inba , for its acron-
ym in Spanish) has cataloged many buildings throughout the country and pushed
forward the legal framework for declaring some of them as “artistic patrimony”; on
the other, the Docomomo (the international committee for documentation and con-
servation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement), Chapter
Mexico, has achieved a relevant critical commitment of academia in research, disse-
mination and collaborative projects and statements with different projects and inia-
tiatives. Working together, and with the incorporation of a new trend in the design of
academic courses across Architecture schools and faculties nationwide, this cobined
approach challenges the current awareness regarding the positive outcomes of theory
and practice in transforming design. The current momentum can also foster the role
of architecture and urban design as key cultural and economic elements for develo-
pment, and to improve the profile of the future of design professionals, As proposed
and briefly explained, the poor architectural culture and practice in Mexico should
not pose a limitation but a growth opportunity. A broader training in understanding
and awareness on the Modern and twentieth century heritage for architects could be
a useful and powerful asset (contrary to the assertions of some private stakeholders),
and it goes far beyond property, as architectural heritage is a public asset and an irre-
placeable testimony of built historical memory.

Keywords: heritage, architecture, urbanism, Modern Movement, twentieth century,


theory, practice, project

Situación
Escasa es en general la formación de los egresados de escuelas y facultades de arqui-
tectura de nuestro país en torno al conocimiento, circunstancia actual, problemas
y retos del patrimonio arquitectónico y urbano derivado del Movimiento Moderno.
Esto posiblemente puede explicarse en varias vertientes:

• Planes y programas de estudios que, aunque incorporan contenidos de índo-


le humanística e histórica para una formación analítica y más integral del fu-
turo profesional de la arquitectura, no profundizan en la valoración del patri-
monio moderno.
• Desconocimiento de la normativa jurídica aplicable en materia de aspectos
patrimoniales y culturales que tienen que ver con la arquitectura, el urbanis-
mo y el paisaje.
contenidos sobre documentación, conservación y legislación del patrimonio arquitectónico 357

• Desinterés por las formas y aportaciones del Movimiento Moderno, y su con-


secuente intensiva destrucción o sustitución por soluciones de diseño y cons-
trucción de arquitectura contemporánea que atienden escasamente a una
apropiada contextualización.
• Falta de visión sobre las posibilidades de conservar y recuperar edificios y con-
juntos urbanos provenientes del Movimiento Moderno, con base en criterios no
sólo relacionados con la relevancia social, económica y ambiental de dichas
obras, sino de su valor identitario y su papel como icono para la construcción
de la memoria patrimonial y la pertinencia de los imaginarios representados
por una determinada modernidad construida.

Refiere Louise Noelle (Noelle, 2004) que la conciencia del patrimonio se hace relevan-
te en la medida en que propios y extraños deciden su salvaguarda y conservación. De
ahí la importancia que en las últimas décadas han venido cobrando diversas iniciativas,
como la fundación de Docomomo (Documentación y Conservación del Movimiento
Moderno) en 1988, organismo internacional a partir del cual se han sentado bases pa-
ra la debida protección en distintas escalas del patrimonio construido moderno, para
el que, de manera primordial, se recomienda el emprendimiento de “estudios que fa-
vorezcan la conservación”. Tales estudios implican no sólo la documentación para la
conservación, sino la investigación (Krieger, 2013), en especial aplicada, que posibili-
te el desarrollo de ámbitos de formación profesional en donde de manera específica y
oportuna puedan intervenir los profesionales con las soluciones requeridas.
Si bien a la fecha existe un avance importante en la catalogación de edificios, mo-
numentos y conjuntos del Movimiento Moderno a nivel global y nacional, los cuatro
puntos con los que inicia este trabajo pueden servir de referencia para incrementar
nuestros niveles de conocimiento y efectividad en la práctica cotidiana que tiene que
ver con la naturaleza de este patrimonio.

Adecuación, oportunidad y complemento de planes


y programas de estudio
Debe advertirse que, a pesar de los esfuerzos institucionales por generar conocimien-
to de vanguardia en ámbitos del patrimonio tangible, en donde se incluyen instancias
gubernamentales, instituciones de educación superior públicas y privadas, y organi-
zaciones como Docomomo y sus capítulos nacionales, el recuento del patrimonio
perdido o amenazado apunta a la necesidad de crear nichos de formación con alcan-
ces más puntuales y oportunos.
Entonces, ¿qué contenidos habría que incorporar a la formación académica? Sin
duda, reconocer que el patrimonio edificado es referente imprescindible en la cons-
358 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

trucción identitaria nacional y, en particular, que el caso mexicano en el siglo xx re-


presenta un hito en la historia de la arquitectura y el urbanismo occidental, es una
tarea indispensable. Además de inculcar el conocimiento del hacer arquitectónico lo-
cal propio del Movimiento Moderno, es necesario promover su justa valoración como
medio para aproximar de manera oportuna y eficaz los bienes y servicios urbanos que
las ciudades y la sociedad mexicana reclamaban como su derecho después de con-
cluida la gesta revolucionaria. Bajo el principio de eficacia por economía, la arquitec-
tura moderna mexicana se convirtió en austera pero oportuna multiplicadora de las
metas diseñadas por el proyecto social institucional, siendo medio de construcción
de la identidad nacional. Arquitectos como Carlos Obregón Santacilia, José Villagrán
García, Juan O´Gorman y más tarde Mario Pani, Abraham Zabludovsky, Teodoro Gon-
zález de León y Pedro Ramírez Vázquez, por sólo citar algunos nombres, hicieron de
la arquitectura no sólo un espacio habitable, sino que construyeron las bases icónicas
del nacionalismo del México moderno, el que se construyó autónomo, orgulloso, po-
tente, lejos de la influencia dominante de otras culturas y, paradójicamente, distante
del uniforme Movimiento Internacional de la Arquitectura, en tanto sus expresiones e
interpretaciones locales (Winfield et al., 2011).
En su momento, la arquitectura habitacional e industrial, la educativa y la de sa-
lud, así como las nuevas urbanizaciones, creadas todas bajo los principios de la mo-
dernidad, se convirtieron en una herramienta de política social, de construcción de la
mexicanidad y de exaltación del progreso. Justo es que se le valore académicamente
y se pugne por su apropiación social a través de la figura del patrimonio edificado, y
se enseñe el camino para ponerla, cuando sea procedente, nuevamente en vigencia.
¿Cuál pudiera ser la naturaleza de un programa de posgrado con una vinculación
directa a la historia, teoría y práctica de la arquitectura y el urbanismo Modernos y
en general del siglo xxi ? En el campus de la Universidad Anáhuac de Xalapa se ha
pensado en la creación de una Maestría sobre Historia, Teoría y Crítica de la Arqui-
tectura y el Urbanismo, que se genere por agregación de módulos o diplomados, co-
mo ya se ha hecho de manera exitosa en otras temáticas. En este caso, un primer di-
plomado podría tener como finalidad permitir a los profesionistas del ramo conocer
y valorar la producción arquitectónica y urbana del Movimiento Moderno en Méxi-
co y la región, a fin de generar una conciencia de rescate, respeto y puesta en vigen-
cia de lo que ahora ya se puede considerar como patrimonio tangible del siglo xx .
Un breve esquema curricular contendría en forma irreductible:

• Ubicación del Movimiento Moderno en la historia de la arquitectura.


• El Movimiento Moderno en América. Principios y valores. Plástica y signifi-
cado.
contenidos sobre documentación, conservación y legislación del patrimonio arquitectónico 359

• El Movimiento Moderno en México. Principales representantes y obras más


significativas.
• El Movimiento Moderno en la región del Golfo de México. Expresiones e inter-
pretaciones locales. Identidad patrimonial.
• Criterios de valoración y puesta en vigencia.

Implicaciones normativas
A pesar de la existencia de una legislación que protege el patrimonio arquitectónico,
urbanístico y monumental hasta el año 1900 por parte del Instituto Nacional de An-
tropología e Historia (inah ), varias circunstancias contribuyen a la necesidad y per-
tinencia de incorporar contenidos teóricos y prácticos a favor de la documentación,
conservación y rescate del patrimonio del Movimiento Moderno, y en general de la
producción del siglo xx , “ya que resulta prácticamente imposible defender gran par-
te de este patrimonio con la actual Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueo-
lógicos, Artísticos e Históricos, de 1972” (Noelle, 2004).
La falta de vigilancia y protección de la producción arquitectónica y urbana pos-
revolucionaria ha generado, tratándose sobre todo de arquitectura no emblemática,
de la llamada doméstica, pero no por ello menos valiosa, una destrucción masiva
y constante, en aras de una mayor ocupación del suelo, argumentando los grandes
desperdicios territoriales asociados a los proyectos surgidos durante esta fase del si-
glo xx. Además, toda esa misma arquitectura que responde a una estética distinta,
en muchas ocasiones carente de ornamento o de trabajo artesanal, parecería que su
desaparición no es lamentada por la población en general y pasa desapercibida al
cuidado de la autoridad. De ahí que modificar las bases legales y crear las institu-
ciones que permitan su conservación son tarea ineludible. La Ley General de Asen-
tamientos Humanos, Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial recientemente
promulgada (2016) representa ya un avance al reconocer el derecho del ciudadano
al disfrute patrimonial, y aunque lo restringe sólo a lo edificado, permite rebasar el
estrecho contenido de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Ar-
tísticos e Históricos, al no circunscribir el concepto patrimonial a algún periodo en
lo particular, sino a las características propias de los inmuebles y los sitios, y sobre
todo, a la valoración dada por el individuo y la sociedad.
¿Qué cambios y adiciones podrían esperarse para dar respuesta al patrimonio
del siglo xx ? Sería necesario, como en el caso de los inmuebles catalogados como
históricos y artísticos, documentar el patrimonio del siglo xx bajo criterios propios
de la vanguardia o movimiento que les dio origen, a fin de separar los emblemáti-
cos y los domésticos, y determinar los criterios para su conservación o intervención
y puesta en vigencia. Así, más que una ley general, lo que habría de promover es el
360 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

levantamiento de censos locales de inmuebles patrimoniales para, desde el mismo


sitio, impulsar su conservación y cuidado como medio de construcción de los rasgos
arquitectónicos de lo local, estableciendo las declaratorias respectivas.

La destrucción del patrimonio moderno


vs. oportunidades desde una lógica contemporánea respetuosa
Si desde la academia se aprende a conocer, a valorar y a intervenir con criterios de
respeto, economía y eficacia a los inmuebles y actuaciones urbanísticas del siglo xx ,
y si, por otro lado, se sientan las bases legales e institucionales para hacer operativa
su conservación y puesta en vigencia, entonces de manera cierta la tarea de defen-
der el patrimonio contra una acción destructiva ciudadana sería mucho menos ar-
dua, toda vez que es justo la ignorancia y la falta de aprecio la que motiva la falta de
orgullo por su presencia y continuidad.
A diferencia de los inmuebles de épocas previas en los que la normativa im-
plica grandes restricciones para su intervención dados los complicados sistemas
constructivos o intrincados ornamentos que les acompañan, en el caso del patri-
monio del Moderno, justo por su sencillez edificatoria y la similitud de su plástica
con la idea de lo contemporáneo —al menos en algunas vanguardias estéticas—,
la intervención podría ser mucho más arriesgada y conseguir, con éxito, recupe-
rar y poner en vigencia un patrimonio icónico de la historia nacional. ¿Qué sería
de la imagen de Acapulco sin sus grandes hoteles, algunos de los primeros rascacie-
los del Movimiento Moderno mexicano, o de Veracruz sin el edificio insignia de
Carlos Lazo en diálogo permanente con el monumento a Venustiano Carranza, si
a esos edificios no se les permitieran intervenciones que, sin sacrificar su esencia,
permitan colocarlos en uso con valor presente? ¿Qué pasaría si no hubiera regu-
laciones para conservar o intervenir conjuntos habitacionales como el Nonoalco-
Tlatelolco o el John F. Kennedy, por mencionar algunos al azar en la cdmx , aunque
no por ello menos significativos, y que en un sentido amplio del bien común ya
no son sólo propiedad de quienes los habitan sino de todos los mexicanos? ¿Aca-
so tendríamos que esperar, como en Ciudad Universitaria, a que se les declarara
Patrimonio de la Humanidad, porque aquí mismo, en nuestro país, las leyes y las
instituciones son imperfectas?
En suma, la transformación debe venir de la sociedad educada y respetuosa, or-
gullosa de su pasado y conocedora de su historia. (San Martín, 2008). (San Martín y
Winfield, 2015).
contenidos sobre documentación, conservación y legislación del patrimonio arquitectónico 361

Construyendo sustentabilidad desde la conservación,


recuperación y rehabilitación de la arquitectura y el
urbanismo del siglo xx : un acercamiento desde algunos ejemplos
Los conceptos antes planteados pueden nutrirse con algunos ejemplos para el estudio
y documentación, a manera de complementar una propuesta teórica con ejercicios
a profundidad en la práctica que puedan desencadenar condiciones distintas y más
favorables para el patrimonio arquitectónico y urbano. Se sugieren los siguientes:

• Un buen ejemplo de documentación, como la Ciudad Universitaria en cdmx ,


a fin de determinar los aspectos clave para una exitosa declaratoria (Figura 1).
• Un ejemplo regular de recuperación o rehabilitación, como el Estadio Xala-
peño (Figura 2).
• Un ejemplo de género o tipología de edificio que en su conjunto resultaría be-
neficiado por una normativa nueva, como la Zona del Barrio de las Estaciones
en Córdoba (Figura 3).

Breve conclusión con fondo de oportunidad


La hasta ahora escasa formación de los arquitectos en materia del patrimonio del
siglo xx puede dejar de ser una limitante para convertirse en un potencial para un
cambio que resulte en un acercamiento más positivo. Al entender y reconocer la re-
levancia del patrimonio arquitectónico y urbano construido, se pueden generar los
instrumentos legales, técnicos, teóricos, metodológicos y prácticos que conduzcan
a una progresiva salvaguarda y a un nicho de oportunidad laboral.
Se propone que desde la formación universitaria se siembre en el saber arquitec-
tónico la idea de que la conservación de la arquitectura y el urbanismo patrimoniales
es un campo de actividad atractivo en lo profesional y rentable en lo económico, toda
vez que la puesta en valor de inmuebles que generalmente manifiestan privilegiadas
ubicaciones urbanas, contribuye a la creación de escenarios sensorialmente atracti-
vos, potentes en cuanto a carga significativa y base para un fortalecido desarrollo eco-
nómico local. En los países cuya acción de conservación de la arquitectura moderna
se ha vuelto habitual, la integración al paisaje al lado de estructuras de otras fechas
ha traído como consecuencia que algunos edificios se hayan convertido en icónicos
e inclusive en marca de ciudad (por ejemplo, en el caso Barcelona), lo que ha incidi-
do favorablemente en cuestiones turísticas, por mencionar sólo algunas de las venta-
jas asociadas al cuidado de este proceso.
De igual forma, se propone que sea justo la academia la que provoque el cam-
bio legislativo. Se sabe que la formación de las leyes es tarea estatal; sin embargo,
la ley debe diseñarse ajustada a las necesidades concretas de tiempo y espacio de la
362 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

sociedad que la habrá de observar. Así, en las primeras décadas de esta centuria, se
hace necesario normar la conservación y racional aprovechamiento de las obras ar-
quitectónicas y urbanas del Movimiento Moderno, no sólo por su historicidad, sino
por la carga semántica que les corresponde como representativas de un muy demar-
cado momento tecnológico: el del apogeo de los materiales industrializados, cemen-
to, acero y cristal, principalmente. El cambio en arquitectura es más notorio cuando
cambian los materiales y las técnicas de construcción; por ello, es necesario que el
testimonio dejado por el Movimiento Moderno pueda conservar su fisonomía a tra-
vés de una actitud respetuosa respecto de su uso y posible intervención. La normati-
va jurídica aplicable habrá de considerar, entonces, las cuestiones no sólo volumé-
tricas o estilísticas, sino inclusive de materialidad y técnica constructiva cuando se
trate de la rehabilitación o restauración de esos edificios, además, por supuesto, tra-
tándose de los rasgos que posibiliten la catalogación como arquitectura patrimonial.
Finalmente, de cara a la llamada resiliencia arquitectónica, es decir, la posibili-
dad de adaptación de un inmueble a sus nuevas circunstancias después de superar
situaciones o acciones de riesgo, es menester inculcar en los estudiantes y profesio-
nales de la disciplina que la puesta en valor de la arquitectura moderna, sobre todo
la de nuestro país, la emblemática y la doméstica, la de prestigio internacional y la
de referencia local, es una actividad irrenunciable si se toma conciencia de nuestro
papel como país en el contexto de las arquitectura internacional, pues después del
testimonio monumental indígena, probablemente es sólo la arquitectura del Movi-
miento Moderno la que ha brindado identidad nacional a nuestro quehacer. Resca-
tarla, conservarla y usarla con respeto debe hacerse con la dignidad que ella merece.

Figura 1. Ciudad
Universitaria en c d m x .
Nairobi Soledad Díaz
Ordaz Montañez.
Septiembre, 2016.
contenidos sobre documentación, conservación y legislación del patrimonio arquitectónico 363

Figura 2. Estadio Xalapeño Heriberto Jara Corona (1925). Nairobi Soledad Díaz
Ordaz Montañez. Abril, 2015.

Figura 3. Antiguo edificio de la Fábrica de Tabaco de El Buen Tono en la Zona


del Barrio de las Estaciones en Córdoba.
364 patrimonio edificado y sociedad. la importancia del patrimonio arquitectónico en la sociedad

Referencias
C ámara de diputados del h . congreso de la unión (1972). Ley Federal sobre Monu-
mentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
C ámara de diputados del h . congreso de la unión (2016). Ley General de Asenta-
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