Está en la página 1de 484

A mí de vos no me trata ni usted ni nadie.

Sistemas e historia de las formas de tratamiento


en la lengua española en América

0-preliminares vos-1Versales.indd 1 13/5/15 17:59:14


Ediciones Especiales, 80

Instituto de Investigaciones Filológicas


Centro de Lingüística Hispánica
“Juan M. Lope Blanch”

0-preliminares vos-1Versales.indd 2 13/5/15 17:59:59


Virginia Bertolotti

A mí de vos
no me trata ni usted ni nadie
Sistemas e historia de las formas
de tratamiento en la lengua española
en América

universidad nacional
autónoma
de méxico

México, 2015

0-preliminares vos-1Versales.indd 3 14/5/15 14:57:20


Primera edición: 2015
Fecha de término de la edición: 7 de mayo de 2015

D. R. © 2015, Universidad Nacional Autónoma de México


Instituto de Investigaciones Filológicas
Ciudad Universitaria, C. P. 04510, México, D. F.
www.iifilologicas.unam.mx
ISBN: 978-607-02-6627-0

Universidad de la República
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Magallanes 1577, 11200 Montevideo
ISBN: 978-9974-0-1224-0

Impreso y hecho en México

0-preliminares vos.indd 4 12/5/15 17:42:12


Introducción

Este libro, producto de mi trabajo de los últimos años, condensa,


fundamentalmente, el contenido del curso que dicté en 2012 en el
Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional
Autónoma de México “A mí de vos no me trata ni usted ni nadie.
Historia, presente y evaluación de las formas de tratamiento en el
español americano” y el texto de mi tesis doctoral “Los cambios en
la segunda persona del singular durante el siglo xix en el español del
Uruguay”.1
La obra sintetiza los últimos estudios sobre el tratamiento en Amé-
rica y desarrolla un marco explicativo que excede la mirada nacional.
Presenta los diversos tratamientos pronominales y verbales caracteri-
zadores de manifestaciones de la lengua española hablada en Améri-
ca, en su diacronía y en su sincronía. Asimismo ofrece una interpre-
tación sobre las razones de la pervivencia del voseo en América.
El tratamiento ha sido foco de atención de dialectólogos e his-
toriadores de la lengua y, más modernamente, de sociolingüistas y
pragmáticos. Aquí se conjugan estas perspectivas en el análisis y la
explicación de esta parcela de la lengua en América.
El mismo marco de análisis y las mismas tesis se ponen en juego
en un estudio de caso. Se trata del detallado examen de las peripe-
cias del sistema alocutivo singular en un contexto temporal y cultural
acotado, el Uruguay del siglo xix, tanto desde una lingüística interna

1
Vaya mi mayor agradecimiento a mis amigos lingüistas y a los lingüistas ami-
gos que me ayudaron o apoyaron en la elaboración de la tesis defendida en 2011
en la Universidad de Rosario (Argentina). Ellos fueron Adolfo Elizaincín y Elvira
Arnoux, mis directores, y, en orden alfabético, Laura Álvarez López, Talia Bugel,
Serrana Caviglia, Magdalena Coll, Concepción Company Company, Sylvia Costa,
Marisa Malcuori e Irene Moyna. También a los colegas y alumnos que participaron
del curso dictado en la unam, que me obligaron madurar algunos contenidos, y, muy
especialmente a los evaluadores del manuscrito original, cuyas sugerencias mejora-
ron este texto. Los errores, por supuesto, son todos míos.

1-Tratamiento 1.indd 5 12/5/15 17:48:40


6 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

—en la que se identifican variables sintácticas y semánticas del cam-


bio lingüístico— como desde una lingüística externa —en la que se
consideran factores sociolingüísticos, discursivos y pragmáticos. El
análisis realizado se basa en un corpus epistolar seleccionado entre
documentos personales tomados de diversos archivos, corpus que se
complementa con fuentes literarias y de prensa.
Atraviesa esta obra la puesta en relación de los cambios en los
sistemas de tratamiento con la historia, la cultura y procesos de iden-
tidad grupal y nacional.
El texto se divide en tres partes. Una primera titulada El tratamien-
to y los sistemas de tratamiento del español en América, de carácter
didáctico, dirigida a lectores que se inician en la temática del trata-
miento y desean tener un panorama actualizado sobre los tratamien-
tos pronominales y verbales en América hispánica. Cuenta esta con
dos capítulos: uno en el que se presentan los fundamentos teóricos
y metodológicos en los estudios sobre el fenómeno del tratamien-
to, y otro en el que se describen las actuales formas de tratamiento
del español en América.
La segunda parte, Historia de los sistemas de tratamiento en el
español preamericano y americano, de carácter interpretativo, está
dirigida a hispanistas y romanistas familiarizados con la bibliografía
del tratamiento en español, que reviso críticamente. Se divide en dos
capítulos: uno que presenta y discute la bibliografía sobre la historia
de los tratamientos pronominales en España, América y el Río de la
Plata, y otro que se centra en la diacronía de las manifestaciones ver-
bales del tratamiento. En ambos se presenta la situación actual. Por
esa razón, y por estar dirigida a un lector que puede haber saltado la
parte 1, repite alguno de los contenidos presentados allí. Cierran esta
parte unas conclusiones de carácter evaluativo de posturas, enfoques
y metodologías.
La tercera parte, Diacronía de los verbos y pronombres alocuti-
vos singulares en el español en Uruguay sintetiza la tesis doctoral ya
mencionada. Está dirigida a los interesados en el español rioplatense
y a quienes deseen un análisis detallado del cambio lingüístico en la
parcela de la alocución gramatical. Mantiene algunas de las peculia-

1-Tratamiento 1.indd 6 12/5/15 17:48:40


tratamiento en américa
introducción
los sistemas de 7
ridades genéricas del texto doctoral en el que se origina. Se divide
entonces en seis capítulos. En el primero, se presenta la descripción
del corpus y de la metodología empleada. En el segundo, los textos
analizados se enmarcan cultural, histórica y socialmente. En el terce-
ro, se da cuenta de los cambios en las formas de tratamiento de acuer-
do con parámetros sociales. En el cuarto, se analiza el cambio en las
formas pronominales y verbales semántica, pragmática, sintáctica y
morfológicamente. En el quinto, se introducen y ponen en relación
con el corpus base un conjunto de fuentes secundarias de análisis.
Cierra esta parte un capítulo de conclusiones, consideraciones fina-
les y tareas pendientes. Se incluye un anexo a esta tercera parte que
contiene un corpus epistolar del siglo xix, mayoritariamente inédito,
que es la base empírica del estudio realizado, y otro con las normas
de transcripción utilizadas.

1-Tratamiento 1.indd 7 12/5/15 17:48:40


1-Tratamiento 1.indd 8 12/5/15 17:48:41
Primera parte
El tratamiento y los sistemas de tratamiento
del español en América

Esta parte cuenta con dos capítulos. El primero llamado fundamentos


del tratamiento en el que reviso algunos conceptos básicos y justifi-
co decisiones terminológicas. Los lectores ya familiarizados con los
temas de tratamiento pueden saltarlo. Luego muestro la relevancia de
los tratamientos para distintos enfoques en las ciencias del lenguaje
durante los siglos xx y xxi. Allí doy cuenta de algunas cuestiones que
permitirán leer con mayor comodidad las siguientes partes.
En el segundo capítulo se reúnen y resumen algunos estudios so-
bre el tratamiento pronominal y verbal actual en América hispanoha-
blante. Se incluyen estudios sobre el tratamiento su merced que tras-
vasa lo pronominal para incursionar en el ámbito nominal. Se decidió
la inclusión de esta forma, porque, si bien presenta menor extensión
que el voseo, es utilizada por comunidades lingüísticas no pequeñas.1
Se incluye también una descripción del sistema alocutivo actual del
Uruguay situándolo en el ámbito rioplatense y americano, que per-
mite comprender mejor algunos de los aspectos que se presentarán
luego en la parte tercera de este libro.

Fundamentos del tratamiento

Forma y significado del tratamiento

Los estudios sobre las formas de tratamiento abundan en la lingüísti-


ca hispánica y, por cierto, también fuera de ella. Esta abundancia de

1
La forma che, que al igual que su merced es utilizada por un número conside-
rable de hablantes, no se incluye en este estudio porque ningún autor la considera
pronominal. En Bertolotti (2010b) puede encontrarse una primera aproximación a la
historia y el uso de che, así como la discusión sobre su etimología y su adscripción
categorial.

1-Tratamiento 1.indd 9 12/5/15 17:48:41


10 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

estudios se debe al hecho de que se trata de signos polifacéticos. Por


un lado, estos signos que codifican varios y complejos significados,
conducen a que sean estudiados desde diversas ópticas. Por otro lado,
tienen una alta inestabilidad en la relación significante-significado.
Esto se debe a que son particularmente sensibles a las condiciones
históricas de su uso, por su condición de marcadores sociolingüísti-
cos y dialectales, y a que la cantidad de significados que deben codi-
ficar los significantes suelen “desbordarlos”.
El tratamiento incluye tanto las formas gramaticales como las for-
mas nominales, esto es, aquellas que, nucleadas por un sustantivo, no
codifican significado gramatical de número y persona. Entre ellas des-
tacan las fórmulas de tratamiento que suelen gramaticalizarse pasan-
do a integrar el paradigma pronominal. En la lengua española, tal es
el caso de vuestra merced, que, como otros honoríficos o fórmulas de
tratamiento, se construye con un posesivo más un nombre abstracto.
El tratamiento alocutivo en la lengua española se expresa grama-
ticalmente (formas pronominales —personales y posesivos— o ver-
bales) y nominalmente (nombres propios —nombres de pila, hipoco-
rísticos, apellidos—, familiares, ocupacionales, generales, cordiales y
honoríficos, los cuales son frecuentemente denominados fórmulas de
tratamiento), tal como esquematizo en el cuadro 1.

tratamiento

formas fórmulas

gramatical nominal

pronominal verbal honoríficos

personal posesivo Núcleo: nombre de persona Núcleo: nombre abstracto

Cuadro 1. Codificación categorial de las formas


y fórmulas de tratamiento en español

Como se señaló más arriba, los significados codificados por el trata-


miento son variados. Entre ellos, en español, podemos reconocer la per-
sona gramatical, la posición social, la identidad personal, la pertenencia
grupal y la relación psicológica o afectiva entre locutor y alocutario.

1-Tratamiento 1.indd 10 12/5/15 17:48:41


los sistemas de tratamiento en américa 11
Veamos un ejemplo tomado de la película mexicana Como Méxi-
co no hay dos, que trata de quien triunfa y olvida sus orígenes.
Valente Fierro, trabajador rural, jornalero, originario de un pequeño
pueblo del interior de México, emigra a la capital en donde triunfa
como artista. Lo acompañan dos compañeros de trabajo y amigos de
su pueblo de origen que lo apoyan en el desarrollo de su carrera y
participan de su crecimiento económico, como compañeros primero,
como empleados, después, sin dejar nunca de ser sus amigos. En las
primeras etapas del triunfo de Valente Fierro, durante la filmación de
una película, su director le presenta a una mujer a la que caracteriza
como “aristócrata y muy rica”, que intimida a Valente Fierro porque,
según él “es muy linda, blanca y güerita”.2
Luego de presentados, la rica, aristócrata y güerita Silvia y el re-
cién llegado a la fama Valente Fierro entablan el siguiente diálogo:3

—Tiene usted una muy bonita voz.


—Favor que usted me hace, señora.
—Llámeme Silvia. Generalmente, las estrellas de cine son gente muy
presumida. Usted, por lo que veo, es sumamente modesto.
—Soy pueblerino, señora.

En ese momento, uno de los dos amigos que vino con Valente Fie-
rro desde el pueblo, y está preparándole la comida al lado de su came-
rino, le grita.

—Ya está tu comida, Valente. ¿Te la llevo o vienes, manito?


—Señor Fierro, contesta Valente Fierro con voz y gesto de disgusto.
—¿Qué?, pregunta el amigo asombrado.
—Para usted, Señor Fierro. ¿Cuántas veces le tengo que repetir que
no sea igualado?4

2
De acuerdo con el Diccionario de mexicanismos (2010), güero se usa referido
a alguien de cabello rubio o de piel clara.
3
La escena se desarrolla en el minuto 1:08 de la película, recuperada de www.
youtube.com/watch?v=x3Lq7WJ73sQ
4
De acuerdo con el Diccionario de mexicanismos (2010), igualado se usa referi-
do a alguien que se toma confianzas indebidas en el trato con sus superiores.

1-Tratamiento 1.indd 11 12/5/15 17:48:41


12 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Silvia, en consonancia con la cortesía normada o normas de cor-


tesía adecuadas al tiempo y lugar de la escena, elige el tratamiento
formal que se expresa en el verbo y en el pronombre personal: “tiene
usted una bonita voz”. Fierro mantiene el tratamiento en el pronom-
bre y en el verbo y elije la forma de tratamiento nominal señora,
que aumenta la formalidad: “Favor que usted me hace, señora”.
Inmediatamente ella intenta un acercamiento —del cual se dará por
satisfecha cuando Valente Fierro le compre un anillo de 50,000 dóla-
res— que se manifiesta en el pedido de la sustitución del tratamiento
nominal general señora por el más cercano que es el nombre propio
Silvia.
Su amigo, como amigo de toda la vida, se dirige a Valente Fierro con
un tratamiento informal que se manifiesta en el pronombre posesivo
tu, en el nombre propio como vocativo, en el personal te y en el verbo
vienes, así como con el tratamiento cordial y de identificación grupal,
manito: “Ya está tu comida, Valente. ¿Te la llevo o vienes, manito?”
Inmediatamente, Fierro, que quiere cambiar su grupo de pertenen-
cia, toma distancia de su amigo y muestra su identidad pretendida me-
diante la selección de un nuevo tratamiento nominal. Este consiste en
un tratamiento general sumado a su apellido: Señor Fierro. El amigo
no entiende lo que está sucediendo, pregunta, y obtiene como res-
puesta una reafirmación gramatical a través de los pronombres perso-
nales usted y le, el verbo sea y el nominal Señor Fierro, además de
la expresión léxica y sintáctica de la separación: “Para usted, señor
Fierro, ¿cuántas veces le tengo que repetir que no sea igualado?”
Si bien este breve pasaje ilustra algunos de los significados de
las formas de tratamiento —distancia o cercanía social, distancia
o cercanía afectiva, autoidentificación—, los significados y las for-
mas pueden ser aún más complejos. A tal punto que una obra exhaus-
tiva como es la Nueva gramática de la lengua española (en adelante
ngle) no se atreve a agotar los significados y los deja abiertos con la
expresión “otros factores similares”:

Intervienen en la elección de las formas pronominales de tratamiento


la confianza que exista entre los interlocutores, la cercanía, la solidari-

1-Tratamiento 1.indd 12 12/5/15 17:48:41


los sistemas de tratamiento en américa 13
dad, la intimidad, el respeto, el nivel del que recibe el trato en relación
con el de quien lo otorga, la situación comunicativa y su grado de for-
malidad, además de otros factores similares (2009: 16. 15. a).

La confianza, la cercanía, la solidaridad, la intimidad, el respeto, la


relación social entre hablante y oyente, el grado de formalidad de
la situación en la que se encuentran, la presencia o ausencia de tes-
tigos del diálogo se codifican en la lengua española, como vimos,
a través de tres posibles manifestaciones: la nominal, la pronominal,
la verbal y mediante diversas combinaciones de las tres. El estudio
de este complejo entramado requiere múltiples enfoques, como ve-
remos en los próximos apartados y, especialmente, en Corrientes y
enfoques en el estudio del tratamiento.

Algunos conceptos básicos

Las formas de tratamiento pronominales son aquellas que manifiestan


los rasgos de segunda persona, esto es, que hacen deixis al oyente o
alocutario, sea este singular o plural. Como otros pronombres del es-
pañol, tienen manifestaciones pronominales y posesivas. En las varie-
dades estandarizadas de la lengua española, que mantiene como otras
lenguas romances algunas marcas de caso y de género, se encuentran
los pronombres sujeto singular tú, vos, usted y plural vosotros/as y us-
tedes, los pronombres objeto te, lo, la, le, os, los, las, les, los términos
de preposición ti, vos, (con)tigo, sí, usted, vosotros, ustedes, sí y los
reflexivos te, se, os, como podemos ver en el cuadro 2 (ver pág. sig.).
No incluimos la clásica distinción confianza vs. formalidad (Fon-
tanella de Weinberg, 1999: 1402) o la bipartición informalidad / so-
lidaridad / familiaridad / acercamiento vs. formalidad / cortesía /
poder / distanciamiento (Carricaburo, 1997: 10) porque, como va-
mos a ver en el desarrollo de este texto, estas dicotomías no refle-
jan la situación de varios estándares hispanoamericanos. Por un lado,
varios de ellos tienen sistemas triádicos. Por otro, las mismas for-
mas pueden ocupar más de una casilla, en aparentes contradicciones.
Tal es el caso, por ejemplo, de aquellas comunidades en las que los

1-Tratamiento 1.indd 13 12/5/15 17:48:41


14 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

hispanohablantes usan la forma usted tanto para la intimidad como


para la formalidad. Damos cuenta, entonces, de los inventarios para-
digmáticos actuales, aunque en diferentes variedades del español, di-
verge el comportamiento de los miembros de los diversos paradigmas.

sujeto objeto término reflexivo

tú te ti, (con)tigo te, ti

singular vos te vos te, ti

usted lo, la, le usted se, sí

vosotros/as os vosotros/as os
plural
ustedes los, las, les ustedes se, sí

Cuadro 2. Pronombres personales de tratamiento

Como es sabido, los pronombres personales y posesivos compar-


ten el rasgo de persona y el de número. Los posesivos se combinan
con el nombre, al que determinan o restringen significando el trata-
miento. En el cuadro 3, como en el 2, se muestran las manifestaciones
paradigmáticas actuales de los pronombres posesivos sin reflejar al-
gunas combinaciones cruzadas entre miembros de los paradigmas que
serán desarrollados más adelante. Ni este cuadro, ni el 2 ni el 4 refle-
jan la enorme variación dialectal existente, que se explica con mayor
detalle en el capítulo siguiente y en la segunda parte de esta obra.

sujeto posesivos átonos posesivos tónicos

tú tu(s) tuyo/a (s)

singular vos tu(s) tuyo/a (s)

usted su(s) suyo/a (s)

vosotros/as os vuestro/a(s)
plural
ustedes su(s) suyo/a (s)

Cuadro 3. Pronombres posesivos de tratamiento

1-Tratamiento 1.indd 14 12/5/15 17:48:41


los sistemas de tratamiento en américa 15
Las formas de tratamiento verbales son aquellas que, al reflejar su
relación con el sujeto, manifiestan los rasgos de segunda persona y
número singular o plural.
Como es bien conocido, la integración al paradigma pronominal
de las formas usted y ustedes a partir de la evolución de la fórmu-
la de tratamiento vuestra merced, explica que los verbos que con-
cuerdan con esos tratamientos coincidan en la conjugación con la ter-
cera persona, propia de la concordancia con un sintagma nominal.
Si bien en todos los modos y tiempos verbales se distingue la se-
gunda persona usted de otras segundas personas, no siempre se dis-
tingue la segunda persona tú de la segunda persona vos. En los tiem-
pos y modos en las que se distingue, las formas verbales de vos no
siempre tienen una única manifestación posible. Como veremos más
adelante, esto es consecuencia de un complejo entramado de causas
fónicas, sociales, pragmáticas, culturales. A modo de ejemplo, en el
cuadro 4, se presenta solo la primera conjugación del tratamiento ver-
bal en las segundas personas y en aquellos modos y tiempos en los
que se distingue el tratamiento de vos del de tú, haciendo caso omiso,
una vez más, a las posibles combinaciones cruzadas entre miembros
de distintos paradigmas.

indicativo subjuntivo imperativo


Presente Pret. Per. S. Futuro Presente
tú cantas cantaste cantarás cantes canta
cantaréis cantéis
vos cantáis cantás cantastes cantarés cantés
cantái cantates cantarís cantéi cantá
usted canta cantó cantará cante cante
vosotros cantáis cantasteis cantaráis cantéis cantad
ustedes cantan cantaron cantarán canten canten

Cuadro 4. Verbos de tratamiento

Las formas de tratamiento nominales son nombres o grupos no-


minales cuya selección codifica significados sociales, culturales
y pragmáticos. En los ejemplos vistos arriba, encontramos como

1-Tratamiento 1.indd 15 12/5/15 17:48:41


16 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

tratamientos nominales Silvia, señora, Valente, señor Fierro, manito.


Si bien estos ejemplos son todos singulares, tal como lo hace cual-
quier nombre del español, los tratamientos nominales manifiestan los
rasgos de número singular o plural.
Es necesario señalar que algunos de los mismos significados so-
ciales, culturales, pragmáticos que se codifican mediante las formas
de tratamiento pueden ser expresados también por formas referen-
ciales, o tratamientos indirectos. Hay significados sociales, afectivos
o pragmáticos que codifican también terceras personas del discurso.
En el siguiente ejemplo, podemos apreciar la expresión de estos sig-
nificados sobre un mismo referente, José, aunque el hablante no se
esté dirigiendo a José sino refiriéndose a él.

Hable con mi José.


Hable con José.
Hable con Pérez.
Hable con el Doctor.
Hable con el Dr. José Pérez.
Hable con el presidente, Dr. Pérez.

Es claro que estas frases no podrían ser pronunciadas en el mis-


mo contexto, aún si el hablante fuera siempre el mismo. El lector
contemporáneo podrá fácilmente imaginar el contexto en el que cada
una podría ser emitida y podrá observar cómo lo que se va modifi-
cando es la forma en que el hablante expresa su relación con José en
los primeros ejemplos de la escala, y la forma en que concibe el esta-
tus y rol social de José en los últimos. En el cuadro 5, propongo,
a partir de la ejemplificación de la primera columna, una posible asig-
nación de connotaciones aunque la denotación sea la misma, en la se-
gunda columna. Listo los recursos utilizados para lograrlas, en la ter-
cera.
El hecho de que las mismas expresiones puedan ser usadas como
tratamientos directos o indirectos, hace que fuera de contexto la in-
terpretación pueda ser dificultosa. En el siguiente pasaje, tomado de
una obra mexicana del siglo xix, se puede apreciar un tratamiento
que puede ser alocutivo pero que en esta ocasión está empleado refe-

1-Tratamiento 1.indd 16 12/5/15 17:48:41


los sistemas de tratamiento en américa 17

connotación recurso
Posesivo + nombre pro-
Hable con mi José Intimidad familiar o amical
pio
Hable con José Conocimiento y confianza Nombre propio
Conocimiento pero no-con-
Hable con Pérez Apellido
fianza
Reconocimiento a su estatus
Hable con el Doctor Título profesional
profesional u ocupacional
Reconocimiento al estatus Título profesional +
Hable con el Dr. José Pérez profesional u ocupacional y nombre propio + ape-
deferencia llido
Título ocupacional en
Reconocimiento al estatus
Hable con el presidente, Dr. aposición a sintagma
social y tratamiento reve-
Pérez formado por título pro-
rencial
fesional más apellido
Cuadro 5. Codificación de los significados afectivos, sociales
y pragmáticos de la referencia

rencialmente. La narradora refiere a su madre con una forma honorí-


fica, su merced, y una lectura rápida podría llevar al lector moderno
a creer que se trata de un personaje diferente al de la madre. A esto se
suma que la interpretación de los honoríficos no suele ser obvia para
los hablantes que no forman parte de la comunidad lingüística, por su
alta codificación normada.

Mi madre me echó una mirada muy seria; tomó el papel y se puso los
anteojos. Hemos de estar en que su merced conocía muy bien la letra
y firma del viejo, como que había sido su apoderado en cierto nego-
cio; mas con todo eso le cogió tan de sorpresa este papel, que lo leyó
más de cuatro veces, no queriendo creer a sus ojos (corde, Fernández
de Lizardi, c.1818).5

Aunque podría confundirse, el tratamiento referencial debe ser dis-


tinguido de aquel tratamiento propiamente dicho codificado en terce-
ra persona pero alocutivo. Entre los tratamientos alocutivos podemos
encontrar, como una estrategia de distancia, en general cortés, el uso

5
Este resaltado, y todos los subsiguientes, en los ejemplos, son míos.

1-Tratamiento 1.indd 17 12/5/15 17:48:41


18 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

de sintagmas nominales para dirigirse a alguien, como en —¿Qué se


va a servir la señora?
Las formas nominales de tratamiento por tratarse de léxico son in-
ventarios abiertos, no obstante la subcategoría a la que pertenecen
puede ser sistematizada, tal como hace Fontanella de Weinberg a par-
tir de una propuesta de Rigatuso (1994b: 21), en un cuadro 6 que
reproduzco debajo.

formas nominales
términos de tratamiento nombre personal
sociales
De amistad, Nombre de pila -
De Apellido
Generales Ocupacionales cordialidad Honoríficos hipocorístico
parentesco
y afecto
Juan
Vuestra Gabriel
papá-
gobernador Excelencia Pablo
mamá Sr. -Sra. García
ministro amigo Su María
pa-ma don-doña Gutiérrez
intendente compañero Excelencia Silvia
hijo-hija caballero Borelli
doctor querido Vuestra Laura
abuelo- joven Petersen
licenciado tesoro Señoría Juancho
abuela niña Rossi
profesor … Su Marita
tío-tía … Varela
… Reverencia Silvita

… Gabi
….

Cuadro 6. Formas nominales ejemplificadas,


Fontanella de Weinberg (1999: 1419)

La combinación de las diversas formas nominales no es aleatoria


sino que tiene una pauta determinada. A diferencia de otros aspectos
del tratamiento, esta parece ser bastante regular en el mundo hispáni-
co. Sin embargo cuántos y cuáles son obligatorios depende de las nor-
mas de cortesía de cada comunidad, por lo cual, esperablemente va-
rían sustancialmente entre el conjunto de las comunidades hablantes
de español. La pauta de combinación más extendida es la siguiente:

[profesión/ocupación [título o dignidad (honoríficos)[[nombre(s) de


pila] [apellido(s)]]]]]

1-Tratamiento 1.indd 18 12/5/15 17:48:41


los sistemas de tratamiento en américa 19
Sin embargo, en tanto que en Uruguay un alumno universitario in-
tegrante de un grupo de unos veinte alumnos utilizará como vocativo
para llamar la atención de su profesor por su nombre de pila (María),
lo hará en México por su título y su apellido (Dra. Pérez o el título
y su nombre de pila Dra. María). En México las personas suelen
usar su apellido paterno y materno, no obstante, en el Río de la Plata
solo se usa el primer apellido. Dentro del Río de la Plata las muje-
res argentinas casadas son propensas a agregar a su apellido el de su
marido con la preposición de intercalada, como en María Agostina
Trabucatti de Smith.
Otro elemento relevante para la comprensión del funcionamiento
de las formas de tratamiento y, sobre todo, para entender sus cam-
bios es que estas son categorías altamente perceptibles y evaluables6
para los hablantes, a diferencia de otras de la lengua. Como es bien
sabido, las categorías léxicas son más percibidas por los hablantes
que las categoría gramaticales. Esto explica que la evaluación y, en
consecuencia, la posible manipulación de las formas de tratamiento
se concentre, en primer lugar, en las formas nominales; en segundo
lugar, en las formas pronominales y, en tercer y último lugar, en las
formas verbales. Ejemplo de esto último son muchos hablantes chi-
lenos, quienes a pesar de utilizar morfología verbal voseante (digái,
traís), no consideran que voseen ya que no perciben la flexión verbal
como manifestación del voseo.
A diferencia de otros aspectos lingüísticos, la condición de formas
perceptibles y evaluables y su fuerte correlación social hace que sea
frecuente la voluntad de regularlas. Basten dos ejemplos, uno relati-
vamente contemporáneo y otro histórico. En el siglo xx, en Suecia
se impulsó la llamada ni reformen. Esta consistía en el impulso a la
simplificación del sistema pronominal del tratamiento con dos formas
(du y ni) en una única (ni). El pronombre du es un alocutivo singular
de cercanía y el pronombre ni es o bien un alocutivo plural o bien un
6
Utilizo “perceptible” y “evaluable” en el sentido de Caravedo. La autora plan-
tea que los hablantes hacen juicios ontológicamente subjetivos sobre las lenguas, ya
que el observador es el hablante, que se basa en evaluaciones. Estas presuponen per-
cepciones, que pueden ser analíticas (rasgos particulares) o sintéticas (modalidades
o variedades de la lengua) (2005: 19-22).

1-Tratamiento 1.indd 19 12/5/15 17:48:41


20 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

alocutivo singular cortés, de respeto o de distancia. Ahlgren (1978, ci-


tado en Norrby, 2006) da cuenta de las razones y decurso de la refor-
ma. Sintéticamente, esta impulsó que todos los hablantes utilizaran la
forma ni, para que hubiera un tratamiento igualitario. La reforma fra-
casa porque ni connotaba una etapa menos igualitaria de la sociedad
sueca y, de hecho, en la actualidad el tratamiento casi exclusivo es du.
Otro ejemplo, aunque de signo opuesto, de la perceptibilidad, eva-
luabilidad y consecuente pretensión de regulación del tratamiento es
la cantidad de normas sobre el tema en la legislación española en
siglos pasados. Entre 1600 y 1865 se pueden encontrar más de medio
centenar de premáticas, reales cédulas, reglas, etc. (ver http://www.
mcu.es/archivos/lhe).

La terminología del tratamiento

Se ha intentado aprehender las variables que regulan las formas de


segunda persona utilizando diferentes términos, en general, pares que
den cuenta de oposición: confianza vs. distancia, cercanía vs. leja-
nía, familiaridad vs. respeto, simétrico vs. asimétrico. Estos pares de
términos terminan no resultando satisfactorios porque suelen recoger
un rasgo y dejan caer otros. Además, los pares confianza vs. distan-
cia y familiaridad vs. respeto toman en cuenta la historia vital y la
relación social de los interlocutores, cercanía y lejanía, simétrico y
asimétrico apelan a lo psicológico, factores difíciles de objetivar.
Una solución a esto, es la que adopta Carricaburo (1997: 10),
quien utiliza varios simultáneamente: informalidad / solidaridad /
familiaridad / acercamiento vs. formalidad / poder / cortesía / dis-
tanciamiento. Cubre de esta manera la relación situacional entre los
interlocutores (informalidad vs. formalidad), la diferencia de poder
psicosocial (solidaridad vs. poder), la relación interpersonal (fami-
liaridad vs. cortesía), la afinidad buscada o rechazada (acercamiento
vs. distanciamiento). Esta solución que, sin dudas, da cuenta en for-
ma más refinada de los contenidos posibles de las formas de trata-
miento es poco práctica para su uso cada vez que se va a etiquetar un
pronombre, un verbo o un nombre.

1-Tratamiento 1.indd 20 12/5/15 17:48:42


los sistemas de tratamiento en américa 21
Por lo expresado en el párrafo anterior, se emplean en este texto
las expresiones formas-t y formas-v que parten de la terminología
acuñada por Brown y Gilman en un artículo clásico en la bibliografía
del tratamiento. En su preocupación por establecer la generalidad de
la cuestión y apelando a los significados originales de las formas tu
y vos latinas, Brown y Gilman utilizan los símbolos T y V, para in-
dependizar estos conceptos de las expresiones del inglés familiar y
polite.

As a convenience we propose to use the symbols T and V (from the


Latin tu and vos) as a generic for familiar and polite pronoun in any
language (Brown y Gilman, 1960: 254).

Se agregan en este texto –t o –v a los términos (forma de) trata-


miento, verbo, pronombre, etc. Forma-t es cualquier forma (pronom-
bre, verbo, nombre o sintagma nominal) que esté o se acerque a un
polo-t caracterizable prototípicamente por ser el propio de una situa-
ción de comunicación de dos hermanos gemelos del mismo sexo en
un momento de cordialidad. Forma-v es cualquier forma (pronombre,
verbo, nombre o sintagma nominal) que esté o se acerque a un polo-
v caracterizable prototípicamente por ser el propio de una situación
de comunicación de dos desconocidos con diferencia de dos genera-
ciones, el menor candidato a empleado, el mayor posible empleador,
que se encuentran por primera vez en una entrevista de trabajo. Los
neologismos tratar-t y tratamiento-t, tratar‑v y tratamiento-v, verbo-t
y verbo-v, pronombre-t y pronombre-v o el más general formas-t
o formas-v deben ser entendidas como más propias de uno u otro polo.
Otras dos nociones serán utilizadas en este texto: ámbito y poder.
Ámbito. Esta noción refiere al espacio social. Los ámbitos posibles
son el de la familia y el de la sociedad, términos que deben ser inter-
pretados en el sentido corriente de ambos sustantivos. Al parecer, el
límite entre el ámbito familiar y el ámbito social es un punto de corte
relevante y en la selección de las formas de tratamiento. Ligado a la
noción de ámbito encontramos la de grupo. Entiendo que, a los efec-
tos del tratamiento, dos personas pertenecen a un grupo si tienen un
rasgo relevante en común: ser del mismo sexo, de la misma familia,

1-Tratamiento 1.indd 21 12/5/15 17:48:42


22 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

conocerse desde la infancia, haber compartido una experiencia exten-


sa o intensa. Los rasgos definitorios de la “grupalidad” varían social,
cultural e históricamente.
Poder. Es una noción incorporada al estudio de las formas de trata-
miento por Brown y Gilman, en el artículo ya mencionado. Estos au-
tores, a través de la noción de poder y de la de solidaridad (nociones
extralingüísticas) intentan dar cuenta de la regulación del tratamien-
to en las lenguas europeas. Ellos tienen cierta pretensión universal y
proponen que todas las lenguas tienen codificadas las diferencias de
poder. Entienden este como la posibilidad de control o influencia en
el comportamiento del otro y lo definen de la siguiente manera:

One person may be said to have power over another in the degree that
he is able to control the behavior of the other. Power is a relationship
between at least two persons, and it is nonreciprocal in the sense that
both cannot have power in the same area of behavior (1960: 255).

A partir del análisis de las formas de tratamiento en un conjunto


de lenguas en su mayoría indoeuropeas, y con profundidad diacróni-
ca, Brown y Gilman concluyen que las elecciones de los hablantes
con respecto a las formas de tratamiento (pronominales, nominales o
verbales) pueden reflejar tres situaciones prototípicas que se definen
por la interacción del parámetro poder con el parámetro solidaridad.
La caracterización propuesta por los autores no resulta suficiente-
mente esclarecedora. Sostienen lo siguiente:

Now we are concerned with a new set of relations which are sym-
metrical; for example, attended the same school or have the same
parents or practice the same profession […]. Solidarity is the name
we give to the general relationship and solidarity is symmetrical.
The corresponding norms of address are symmetrical or reciprocal
with V becoming more probable as solidarity declines (1960: 258).

No resulta obvio qué aporta el parámetro solidaridad que no se


pueda decir con igualdad de poder y no he encontrado situaciones
que no puedan ser caracterizadas de esta manera y sí puedan serlo
con solidaridad.

1-Tratamiento 1.indd 22 12/5/15 17:48:42


los sistemas de tratamiento en américa 23
Insisto sobre esta cuestión. De acuerdo con Brown y Gilman,
quien tiene o es más poder (en adelante +P) tratará-t a quien tiene
o es menos poder (en adelante –P), en tanto que este le responderá
con un tratamiento-v. ¿Qué sucede cuando la situación es de igual
poder (=P)? Entiendo que es esta situación la que lleva a Brown y
Gilman a postular el parámetro solidaridad. Estos dos factores, al
superponerse parcialmente, por ejemplo, haber ido a la misma escue-
la pero estar en diferentes jerarquías en un mismo ámbito laboral,
generan tensiones, “desasosiego” (Fernández, 2003), ya que el ha-
blante debe optar al seleccionar las formas de tratamiento la primera
situación —haberse educado juntos—, o la segunda —tener papeles
jerárquicamente distintos—.
El sentido que asignan los autores al término solidaridad les hace
perder, a mi juicio, la perspectiva general o universal que pretende su
artículo, al centrarse en un momento social particular. Dicen Brown
y Gilman:

For many centuries French, English, Italian, Spanish, and German pro-
noun usage followed the rule of nonreciprocal V-T between persons of
unequal power and the rule of mutual V o T (according to social-class
membership) between person of roughly equivalent power. There
was at first no rule differentiating address among equals but, very
gradually, a distinction developed which is sometimes called the T
of intimacy and the V of formality. We name this second dimension
solidarity and here is our guess as to how it developed (1960: 257).

Los autores ven en esta extensión de los ámbitos de la solidari-


dad una situación de tensión de las dos dimensiones semánticas. En
este sentido, solidaridad se vuelve intimidad7 dentro de igual poder,
y es esa, a juicio de los autores, su puerta de entrada como segunda
dimensión en el sistema semántico de los pronombres. Desde este
lugar es que las formas-t se volverán pronombres de condescenden-
cia o intimidad y las formas-v se volverán pronombres de reverencia,

7
No siempre la intimidad es el factor determinante para la elección entre tratar-t
o tratar-v. También puede serlo la situación pública o privada, el estilo formal o
informal, la consideración de intra o extragrupalidad, entre otras, como veremos más
adelante.

1-Tratamiento 1.indd 23 12/5/15 17:48:42


24 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

deferencia o formalidad. Extendida la dimensión solidaridad a los


ámbitos no igualitarios de poder, por ejemplo, personas “más pode-
rosas” pueden recibir un tratamiento solidario, como sería el caso de
padres o hermanos mayores. Asimismo interlocutores “menos pode-
rosos” podrán recibir tanto un tratamiento solidario, como el criado
de la familia, como también podrán recibir un tratamiento no solida-
rio, como el mozo desconocido en un restaurante (Brown y Gilman,
1960: 258).
Brown y Gilman plantean tres alternativas: que haya tratamiento
recíproco mutuo de cercanía (ing., familiar), que haya tratamiento re-
cíproco con formas distantes (ing., polite) o que haya un tratamiento
asimétrico en el cual el locutor trata con una forma distante (ing., po-
lite) y recibe una forma de cercanía (ing., familiar) o viceversa. Con
estos parámetros, los autores muestran cómo las relaciones de soli-
daridad son las predominantes en la actualidad en tanto que siglos
atrás predominaban las de poder. Las dos primeras se dan cuando
predomina la solidaridad y la tercera cuando predomina el poder.
Las bases del poder, según estos autores, pueden pasar por la
fortaleza física, la riqueza, la edad, el sexo y los roles instituciona-
lizados, como los establecidos por la iglesia, el estado, el ejército
o la familia. Parece claro que las bases del poder (también las de la
solidaridad) son altamente variables sociohistóricamente. En conse-
cuencia lo que otorga poder depende fuertemente de las sociedades:
la edad (igual o distinta generación), el conocimiento adquirido, la
titulación, la pertenencia étnica, la clase social. No parece otorgarlo,
al menos lingüísticamente, el color de los ojos o el gusto por la mú-
sica clásica.
Como síntesis, y para el caso de un sistema en equilibrio, Brown
y Gilman proponen el esquema que reproduzco debajo como cua-
dro 7:

1-Tratamiento 1.indd 24 12/5/15 17:48:42


los sistemas de tratamiento en américa 25

V superiores V

iguales y solidarios iguales y no solidarios


↕ ↔ ↔
T V

T inferiores T
Cuadro 7. Las dimensiones semánticas en equilibrio
(Brown y Gilman, 1960: 259)

Las relaciones de poder establecidas socialmente son las que ex-


plican la normada (y sus violaciones), esto es, la cortesía socialmente
acordada.8 Bravo (2001), retomando los trabajo de Brown y Levinson
(1987), entiende como cortesía normada o normativa aquella codi-
ficada, ritualizada, y considera cortesía volitiva o estratégica aquella
que depende o se relaciona con la elección del hablante. Una pauta
de tratamiento que se viola presupone que hay otra establecida, como
podemos ver en los siguientes ejemplos.
En el primero, en la escena de la novela, que se desarrolla en el
Río de la Plata y Misiones en las cuatro primeras décadas del siglo
xx, la joven de 20 años le va a comunicar a su padre que quiere ca-
sarse con el escritor Horacio Quiroga, en ese entonces de 49 años.
El padre, disgustado con el anuncio, viola la cortesía normada de la
época, tratar-t a los hijos. Para mostrar su estado de ánimo con res-
pecto a la hija, elige un tratamiento-v.

Mi pobre padre no podía creer lo que oía. Se angustió considerando


que algo estaba fallando luego de la esmerada educación que me ha-
bía dado.
—¿Está loca?, es viejo y viudo. ¿En qué cabeza cabe un disparate
así?
Conservaba el hábito de “usted” cuando estaba enojado porque si
el clima era natural, nos tutéabamos.
Elena Corbellini, La vida brava, 2007, p. 45

8
En la tercera parte de este libro se considerará también otro concepto de corte-
sía, el de Leech (1983), no sinónimo del que aquí presentamos.

1-Tratamiento 1.indd 25 12/5/15 17:48:42


26 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

En este segundo caso, es uno de los interlocutores quien desea


imponer al otro la violación de la cortesía normada, no con fines
estratégicos, sino con el de acercarse a la juventud y resultar un par
para su interlocutor. En los tratamientos está establecido que quien
tiene +P es quien puede decidir el trato que recibe. En el ejemplo que
sigue se puede apreciar esto con claridad con respecto al tratamien-
to nominal. La cortesía normada indicaba en los años sesenta en
México (también ahora) que, si existe diferencia generacional, el ha-
blante de la generación menor trata-v al de generación mayor y re-
cibe tratamiento-t. Cuenta el protagonista de la novela, un periodista
joven:

Había adquirido ese contacto, como tantas otras cosas, a través de


René Arteaga, el reportero del Excélsior. Había conocido a René
Arteaga en 1969 […]
[…] Hay una cosa en la que siempre debes pensar.
—Sí, señor –le dije.
—No soy tu señor —me riñó—: soy tu compañero. Aunque tengo
más años que tú y se me hayan olvidado cosa del oficio que tú apenas
vas a aprender.
Otros dos sorbos redujeron una cuarta parte de su caobera.
—¿Sabes la definición jesuita de educación? –preguntó.
—No, señor.
—El señor te la dice entonces: educación es lo que queda una vez
que has olvidado todo. ¿Estás de acuerdo? […]
—Sí, señor.
—Ya te dije que no soy tu señor. Me llamo René, no me sigas seño-
reando.
Héctor Aguilar Camín, Morir en el golfo, 2012, p. 49

En esta interacción, además del tratamiento verbal-v, el hablan-


te elige el vocativo-v, señor. El periodista mayor quiere acercarse al
joven y busca con diferentes estrategias autorizar al periodista joven
a que incumpla la norma social que indica que lo debe tratar de se-
ñor. En un pasaje hace cuatro señalamientos al respecto. En primer
lugar dice explícitamente: “No soy tu señor […] soy tu compañero”.
En segundo lugar, y al no tener éxito, recurre a la ironía, hablando de
sí mismo en tercera persona; en tercer lugar vuelve al señalamiento

1-Tratamiento 1.indd 26 12/5/15 17:48:42


los sistemas de tratamiento en américa 27
manifiesto: “Ya te dije que no soy tu señor”. Por último, recurre a la
lexicalización: “No me sigas señoreando”.
En este texto, los conceptos de tratamiento deferencial y reveren-
cial se inscriben en la cortesía normada o en las normas sociales de
cortesía. El término deferencial refiere a un tratamiento que supone
amabilidad hacia el interlocutor pero no ponerse en una posición de
menos poder que él. El término reverencial refiere a un tratamien-
to de respeto pero que también significa que el locutor tiene menos
poder que el alocutario. Su sentido es casi literal, se trata de hacer
una “reverencia lingüística”. Las expresiones reverenciales son más
normadas todavía que las deferenciales.
Téngase en cuenta, además, los dos conceptos de cortesía con los
que se trabajará, explicados más arriba.

Corrientes y enfoques en el estudio del tratamiento

Después de Brown y Gilman (1960) no parece haber otro marco teó-


rico sobre el tratamiento que haya sido retomado en forma constante.
Se han incorporado al análisis de las formas de tratamiento, sin em-
bargo, avances teóricos y sofisticaciones descriptivas consecuencia,
sobre todo, de desarrollos funcionalistas. Asimismo, se han aplicado
y renovado metodologías, pero no parece haber, hasta el momento,
un cuerpo teórico y metodológico que agote los universales del tra-
tamiento.
Siguiendo muy de cerca el trabajo de Medina Morales paso so-
mera revista a enfoques y metodologías en la investigación sobre el
tratamiento y sobre el tratamiento en la lingüística hispánica. Ella
distingue tres grandes grupos de estudios que enmarca en tres co-
rrientes: los estudios filológicos tradicionales, los sociolingüísticos
y los sociolingüísticos + pragmáticos; resumen la metodología utili-
zada y las fuentes utilizadas predominantemente por los autores que
se inscriben en cada una de las corrientes. Medina Morales (2010:
45) propone un cuadro que presento en tres fragmentos (cuadro 8a,
b y c) con la finalidad de poder introducir algunos breves comen-
tarios.

1-Tratamiento 1.indd 27 12/5/15 17:48:42


28 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

corriente
método fuentes
lingüística
Estudios filológicos Método no definido Fuentes literarias, sobre todo,
tradicionales Descripción de los tratamien- y, secundariamente, gramáti-
tos en forma no sistemática, cas y tratados sobre la lengua;
ni en lo referente al método ni diccionarios.
a las fuentes utilizadas (“es-
pigueo”). En la mayor parte no hay una
Se reconocen los condiciona- presentación previa del cor-
mientos sociales, etarios, de pus.
sexo y estilísticos en la inter-
pretación de los usos, aunque
no hay una correlación siste-
mática de los hechos.
Cuadro 8a. Corriente, métodos y fuentes para el estudio
del tratamiento (Medina Morales, 2010: 45)

Entre los estudios filológicos tradicionales destacan por su influen-


cia en los investigadores posteriores los trabajos de Lapesa (1959,
1970), los de Plá Cárceles (1923 a y b) que revisaremos más adelante
en este libro. En el Río de la Plata es ineludible el trabajo de Tiscor-
nia (1930) y con una mirada adelantada a su época el de Weber de
Kurlat (1941). Posterior y con una mirada más moderna, encontra-
mos el trabajo de Carricaburo (1999), que revisa exhaustivamente la
presencia del voseo en la literatura argentina.

corriente
método fuentes
lingüística
Sociolingüística Ejes de poder y solidaridad: a. Estudios sincrónicos: en-
(Labov, Brown/Gil- relaciones simétricas y asi- cuestas con preferencia en
man, Romaine, Gi- métricas. núcleos urbanos (método la-
meno) Correlaciones entre variables boviano).
lingüísticas y sociales. b. Estudios diacrónicos: obras
Paradigma cuantitativo: fre- literarias, cartas, gramáticas y
cuencia de las correlaciones. tratados sobre la lengua, pro-
Resultados estadísticos. cesos judiciales, diarios de
sesiones.
Cuadro 8b. Corriente, métodos y fuentes para el estudio
del tratamiento (Medina Morales, 2010: 45)

1-Tratamiento 1.indd 28 12/5/15 17:48:42


los sistemas de tratamiento en américa 29
Andado el siglo, con el desarrollo de la sociolingüística, por un
lado, y con la aparición del trabajo de Brown y Gilman ya menciona-
do, se da una producción realmente interesante en el mundo hispáni-
co. La mirada sociolingüística se introduce en los estudios históricos
renovando la historia de la lengua española en una sociolingüística
histórica hispánica. En estas corrientes se inscriben los trabajos de
muchos autores americanos entre los cuales destaco la obra de Fonta-
nella de Weinberg y de Rigatuso, quienes seguramente hayan sido las
más prolíficas en el análisis de los tratamientos.

corriente
método fuentes
lingüística
Sociolingüística + Junto a las características so- a. Estudios sincrónicos: habla
pragmática (Brown/ ciales de los participantes (es- en situaciones reales.
Levinson), (Bravo, tatus, sexo, edad) que pautan b. Estudios diacrónicos: obras
Bentivoglio) la relación de poder o solida- literarias, cartas, documentos
ridad se consideran las acti- públicos, procesos judiciales,
tudes, creencias, la psicología diarios de sesiones.
del individuo: el estudio de las
actitudes lingüísticas permitirá
el conocimiento de las valora-
ciones psicoafectivas que con-
dicionan la selección de las
forma de tratamiento.
El contexto interaccional pasa
a tener un valor fundamental.
Paradigmas cuantitativo y cua-
litativo.
Cuadro 8c. Corriente, métodos y fuentes para el estudio del tratamiento
(Medina Morales, 2010: 45)

A medida que las ciencias del lenguaje se enriquecen con nuevos


enfoques y con refinamientos de enfoques ya existentes, se enrique-
cen también los estudios sobre los tratamientos, que en los últimos
años han incorporado los avances de la pragmática y de los estudios
sobre la cortesía. Como ya se ha visto más arriba a través del con-
cepto de cortesía normada y cortesía estratégica, la pragmática y los
estudios sobre la cortesía son herramientas fundamentales tanto para

1-Tratamiento 1.indd 29 12/5/15 17:48:42


30 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

reinterpretación de la bibliografía existente como para el análisis de


los datos. Los trabajos con textos escritos en América de Bentivo-
glio (2003), de Carrera de la Red y Álvarez (2004), Bertolotti (2004),
Bertolotti y Coll (2005), incorporaron esos enfoques.
Para finalizar y sintetizar, llamamos formas de tratamiento a un
conjunto de signos que tienen la particularidad de concentrar sig-
nificados de diversa índole: gramaticales, psicológicos, sociales y
grupales, y pragmáticos. La compleja red de variables que regulan
los significados de los tratamientos, vehiculizados muchas veces en
significantes indescomponibles, y, particularmente, la sensibilidad
social y cultural de los tratamientos los hace significantes altamente
variables e inestables. Quizás por esto sean objetos privilegiados por
los estudios diacrónicos.
Una lengua como el español, hablada en la actualidad en dece-
nas de millones de kilómetros cuadrados por varios cientos de mi-
llones de hablantes —mayoritariamente herederos de diversas con-
diciones socioculturales de la expansión del español en el continente
americano—, no puede sino manifestar una alta variación diatópica.
Esta variación diatópica, ligada luego a los límites de las recientes
naciones, ha hecho del tratamiento un tema privilegiado por institu-
ciones locales (academias, universidades).
También ha resultado de interés para los estudios de sociolingüís-
tica (variacionista). Como señalamos, la correlación entre los tra-
tamientos y factores sociales ha sido indagada en un conjunto im-
portante de trabajos, siempre en clave nacional y, en general, en los
ámbitos urbanos. La puesta en relación de factores como la estrati-
ficación social, el sexo, la edad, con el cambio lingüístico se hace
presente en los estudios de sociolingüística histórica.
Asimismo, los estudios sobre la cortesía permiten comprender me-
jor los usos y los cambios en los tratamientos. Por fin, y tratándose,
como ya señalamos, de manifestaciones lingüísticas de alta percep-
ción y evaluación, llevan a que se trabaje sobre ellas desde los es-
tudios de actitudes, es decir, del análisis de las posturas que toman
los hablantes sobre modalidades lingüísticas o sobre manifestaciones
particulares en una lengua.

1-Tratamiento 1.indd 30 12/5/15 17:48:42


los sistemas de tratamiento en américa 31
Las actuales formas de tratamiento del español en América

Algunas preguntas sobre el tratamiento gramatical en América

Los hispanohablantes americanos tienen una sola forma pronominal


para dirigirse a dos o más interlocutores, ustedes, y tienen también
una sola forma verbal: cantan, temen o parten.
En ocasión de dirigirse a un alocutario singular, algunos hablantes
americanos tienen dos formas pronominales: tú y usted o vos y usted;
otros tienen tres formas: tú, vos o usted, e incluso algunos agregan a las
anteriores su merced.9 En cuanto a las formas verbales, los hablantes
pueden seleccionar verbos etimológicamente voseantes (cantás, co-
rrerís…), verbos etimológicamente tuteantes (cantas, correrás) —que
en la mayor parte de la flexión actual no se distinguen de los etimoló-
gicamente voseantes—, o verbos originarios en vuestra merced > us-
ted y, por tanto, coincidentes con la tercera persona del singular. Las
combinaciones de pronombres de un paradigma con verbos de otro
paradigma es frecuente, aunque no general. Sin embargo, sí es gene-
ral en las modalidades voseantes la integración del paradigma de vos
con pronombres objeto y posesivos originarios del paradigma de tú.
Los hispanohablantes europeos cuentan con dos formas para el
singular (tú y usted) y dos para el plural (vosotros y ustedes) cada
una de ellas en combinación única con una única manifestación de la
flexión verbal.
Algunos hispanohablantes europeos andaluces occidentales y ca-
narios cuentan con dos formas para el singular con sus correspon-
dientes formas verbales y una única forma para el plural (ustedes),
como tienen los hablantes americanos. Sin embargo, pueden com-
binar esta única forma tanto con la paradigmática cantan, temen,
parten, como con la originaria en el paradigma de vosotros: cantáis,
teméis, partís.10
9
Como veremos más adelante, en algunas zonas de Colombia y Ecuador, por
ejemplo, las comunidades tienen un repertorio de cuatro formas: usted, vos, tú y su
merced o tú- usted-t, usted-v y su merced.
10
Para una descripción más detallada de esto, sugiero la lectura del apartado 3.4.
El sistema de tratamiento plural actual en Fernández Martín (2012).

1-Tratamiento 1.indd 31 12/5/15 17:48:42


32 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

El panorama esbozado, que será desarrollado más extensamente


en este capítulo, sugiere algunas preguntas de interés sobre el trata-
miento en el mundo hispánico.
¿Por qué los hispanohablantes europeos prescinden del pronom-
bre vos y de verbos voseantes?, ¿por qué los hispanohablantes ame-
ricanos lo conservan, pero no todos lo conservan?, ¿por qué los his-
panohablantes americanos prescinden del pronombre vosotros y de
sus conjugaciones?, ¿por qué algunos hispanohablantes europeos lo
conservan?, ¿por qué algunos hablantes de español europeos no usan
vosotros y sí usan, sin embargo, las formas verbales propias de voso-
tros?, ¿por qué algunos hablantes de español tenemos tres opciones
cuando nos dirigimos a una sola persona, pero nos conformamos con
una sola para dirigirnos a varias?, ¿por qué otros tienen dos formas
para el singular y dos para el plural?, ¿por qué otros tienen dos pro-
nombres para el singular y uno para el plural pronominal, pero, sin
embargo, pueden escoger entre dos formas verbales, recuperando así
dos opciones que podrían tener si compartieran con sus connaciona-
les el uso del pronombre vosotros?
En este texto responderé las preguntas que tienen que ver con la
historia y presente del español en América, y específicamente las que
tienen que ver con el singular. Presentaré muy brevemente los estu-
dios sobre vosotros en América. Paradójicamente, siendo este uno de
los pocos rasgos que permitiría hablar de un español americano, ya
que afecta a todas las modalidades del español habladas en Améri-
ca, no existen investigaciones que den cuenta acabada del proceso de
eliminación de vosotros. Así lo ha señalado Moreno de Alba (2011:
25-27), quien revisa los avances al respecto de la “eliminación del
pronombre vosotros” y sostiene que no hay ningún estudio o conjun-
to de estudios que dé cuenta cabalmente de este fenómeno.11 Aunque

11
A diferencia de lo que señala Moreno de Alba, en el estudio de De Jonge y
Nieuwenhuijsen no veo datos relevantes al respecto, aunque sí por cierto en muchos
otros aspectos de la diacronía de otros tratamientos. Sostienen al respecto De Jonge
y Nieuwenhuijsen (2009: 1606): “Corominas (1980-1983: s.v. vos) es el único que
apunta hacia una explicación del fenómeno cuando señala que el pronombre boso
del papiamento constituye la única huella de vosotros en América. El hecho de que
el pronombre sobreviva en el papiamento, o sea el hecho de que fuera usado por los

1-Tratamiento 1.indd 32 12/5/15 17:48:42


los sistemas de tratamiento en américa 33
no avanza en la explicación, Moreno de Alba propone una datación y
descripción del proceso de eliminación. Señala los problemas de los
datos disponibles:

Vosotros tiene vigencia, en el español americano, hasta fines del xviii,


cuando comienza a decrecer, proceso que se acelera notablemente en
el xix. Es probable, aunque por falta de documentación suficiente, no
puede comprobarse, que se empleara ya con normalidad ustedes so-
bre vosotros en los textos americanos de finales del xviii, pues de otra
manera sería difícil de explicar la proliferación de ustedes en textos
americanos desde principios del xix, ésta sí plenamente atestiguada
en la documentación del corde. Esto permite suponer, asimismo, que
ustedes venía compitiendo con vosotros, en lengua hablada, desde el
mismo siglo xviii y que, a lo largo del xix, acabara por sustituirlo por
completo en el registro oral (2011: 39).

Varios autores (entre ellos, Caravedo, 2005 y Rona, 1967) han se-
ñalado el uso de vosotros en proclamas, discursos religiosos, discur-
sos con personajes bíblicos o líderes de las independencias. Moreno
de Alba insiste también sobre esta idea:

Durante el siglo xix americano, y sobre todo en su segunda mitad,


ustedes era ya más empleado que vosotros. Sin embargo el pronombre
de 2ª persona del plural siguió usándose durante esa centuria en cier-
to tipo de textos (históricos, políticos, oratorios, religiosos, dramáti-
cos…) y de contextos (cuando se dirige la palabra a los hijos, cuando
se hace hablar a personajes bíblicos o históricos…) (2011: 39).

Con respecto a variedades del español, y a diferencia de lo que


sucede con el español en América, hay avances sustanciales sobre la
cuestión de la pérdida del pronombre vosotros en el trabajo de Fer-
nández Martín (2012). Los principios teóricos y metodológicos que
sigue la autora suponen un excelente punto de partida para el nece-
sario estudio sobre el español en América. Entre los varios aportes
de su trabajo, se destaca la distribución sociolingüística de la forma

negros, sugiere, según Corominas, que el uso de vosotros llegó a considerarse en un


momento dado como descortés, motivo por el cual fue rechazado o evitado primero
por los blancos y más tarde por toda la población”.

1-Tratamiento 1.indd 33 12/5/15 17:48:43


34 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

vosotros y la datación de la sustitución de vosotros por ustedes en la


primera mitad del siglo xviii:

Se distinguen diversas pautas en el uso de vosotros en español entre


1700 y 1931. A nivel general, los hablantes de un estatus social bajo
(rural y urbano) tenían muy limitado el uso de la 2ªPP y, por ende,
mucho más el pronominal. Fuera del trato a los hijos, entre esposos,
a los hermanos o de una amistad estrecha a los individuos del mismo
estatus, dichas formas no tenían cabida. Esta restricción de usos y su
carácter marcado revelaba una escasa aparición de la 2aPP/vosotros
(2012: 564).

También avanza en la explicación del abandono de vosotros en el


español andaluz. Dado que esta tiene que ver con cuestiones univer-
sales del tratamiento podría ser válida para las modalidades america-
nas del español.12
Algunas otras interrogantes surgen de la observación de las mo-
dalidades del español habladas en América. ¿Por qué usted amplía
sus valores incursionando en los ámbitos-t en la expresión llamada
“ustedeo” o “usted de familiaridad”? ¿Por qué su merced se conserva
en algunas zonas pero no se ha conservado en otras?
En el próximo apartado presentaré un panorama de la distribución
diatópica, diastrática y diafásica de tú y vos como formas de tratamien-
to-t en la actualidad en América. Estos datos constituyen parte de la
evidencia sobre la postura mantenida en esta obra acerca de la conser-
vación y vitalidad de diversas manifestaciones del voseo en América.

Tú y vos: tratamientos pronominales-t

América hispanohablante tiene en las formas de tratamiento uno de


los ejes para caracterizaciones dialectales. La presencia / ausencia
de los pronombre tú y vos fue considerada por primera vez por Rona

12
“el plural ustedes era más frecuente por su carácter inclusivo y heterogéneo,
frente a vosotros exclusivo. Esto quiere decir que ustedes+3ª PP era el trato apropia-
do para aludir a un grupo en el que hubiese sujetos a los que se tutease y se tratase
de usted. Vosotros exigía que a todos los miembros se los tutease independientemen-
te” (2012: 564-565).

1-Tratamiento 1.indd 34 12/5/15 17:48:43


los sistemas de tratamiento en américa 35
(1964) para la división de las variedades del español de América y en
la actualidad sigue siendo el rasgo fundamental para la zonificación
del tratamiento.
Carricaburo (1997: 12-13) divide el continente, de acuerdo con su
adscripción, a alguno de los siguientes tres paradigmas, en “América
tuteante”, “América voseante” y “América tuteante-voseante”.
Quesada Pacheco apoya su descripción del español en América
en la existencia de regiones voseantes, de regiones tuteantes, pero
agrega la presencia de regiones ustedeantes. Este autor entiende por
ustedeo “el uso americano de usted tanto en el plano de la solida-
ridad como del distanciamiento” (Quesada Pacheco, 2002: 103).
También De Jonge y Nieuwenhuijsen (2012: 257) regionalizan to-
mando como base la presencia / ausencia y combinación de tú y vos.
Fontanella de Weinberg (1999: 1401-1408) establece cuatro siste-
mas pronominales en América. De ellos, tres son propios de América:
uno integrado por tú, usted y ustedes (sistema ii); otro con dos sub-
sistemas integrados por tú, vos y usted (sistemas iiia y iiib) que tienen
diferente funcionamiento a pesar de contar con el mismo repertorio
de formas, y otro, un cuarto sistema (sistema iv), integrado por vos,
usted y ustedes. Surge de esto que el rasgo distintivo es la presencia /
ausencia de vos y tú y sus usos en las diversas normas.
Fontanella de Weinberg (1999: 1402) entiende que el sistema I es
“un sistema equilibrado, que presenta dos formas para singular, una de
confianza, tú, y otra formal, usted, y dos formas correspondientes para
plural: vosotros, de confianza, y ustedes, para relaciones más forma-
les”. Su uso se extiende a toda la península ibérica salvo en la zona
de Andalucía.
El sistema II se distingue del anterior en que solo tienen una for-
ma para el plural, ustedes, y, siempre de acuerdo con Fontanella de
Weinberg:

[T]iene una vasta extensión que comprende territorios de la Penín-


sula Ibérica, Canarias y zonas de América. En tierras peninsulares,
se extiende por la Andalucía occidental y partes de Córdoba, Jaén y
Granada. En Canarias se encuentra prácticamente generalizada, mien-
tras que en América se extiende por casi todo el territorio mexicano y

1-Tratamiento 1.indd 35 12/5/15 17:48:43


36 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

peruano, así como en las Antillas. También comprende la mayor parte


de territorio de Colombia y Venezuela y una pequeña parte del territo-
rio uruguayo (1999: 1403).

El sistema IIIa cuenta con un inventario de tres formas para el sin-


gular (tú, vos y usted). Según Fontanella de Weinberg (1999: 1405)
tú y vos alternan en forma generalizada, “sin una delimitación fun-
cional, más allá de la mayor preferencia de los hablantes más cultos
y en los estilos más cuidados por tú y, a la inversa, una mayor fre-
cuencia de vos en hablantes de menor nivel sociocultural y en estilos
más informales”. Fontanella de Weinberg señala estas alternancias en
Bolivia, sur del Perú, parte de Ecuador, gran parte de Colombia, oes-
te de Venezuela y zonas limítrofes, en Panamá, Costa Rica y el esta-
do de Chiapas. Los recientes estudios de Millán (2011) establecen la
existencia de variables que regulan la alternancia entre tú, vos y usted
en Medellín (Antioquia, Colombia) y Cali (Valle del Cauca, Colom-
bia). Esta tiene una correlación absoluta con el nivel educativo de los
hablantes, con el sexo, la edad, el lugar y el tema de interacción.
El sistema IIIb tiene también un inventario de tres formas para el
singular (tú, vos y usted), pero Fontanella de Weinberg lo distingue
porque entiende que el significado de tú y vos está regulado funcio-
nalmente. Este sistema es el empelado en Uruguay y sobre él volve-
remos en el apartado siguiente.
El sistema pronominal IV, caracterizado por la existencia de dos
formas singulares (vos y usted) es “el empleado en forma generali-
zada en el territorio argentino” (1999: 1406) y “es usado también en
Costa Rica, Nicaragua, Guatemala y Paraguay” y también ampliamen-
te en El Salvador y Honduras aunque alterna con tuteo “en los niveles
más elevados” (1999: 1406).
Si bien las divisiones mostradas tienen la virtud de la generaliza-
ción, esta se hace como suma de países. Los datos son reflejo de des-
cripciones realizadas desde ópticas nacionales. Todas ellas basadas
en elaboraciones del siglo xx, cuando estaban ya muy instalados los
estados nacionales.
Por esta razón, el cuadro 9 tiene tres columnas que presentan, con
las limitaciones de un cuadro, el uso diastrático y diafásico del voseo

1-Tratamiento 1.indd 36 12/5/15 17:48:43


los sistemas de tratamiento en américa 37
en asociación con países —o regiones de países— hispanoamerica-
nos. La presentación se limita a aquellos países que presentan algún
tipo de voseo y se señalan los usos tuteantes, cuando corresponde por
alternar con voseo, en la columna situacional. Por ello, un país como
República Dominicana, que no presenta ninguna forma de voseo, no
está presente en el cuadro. En esta columna se señala si el uso de
voseo (y por consiguiente del tuteo) tiene una distribución diafásica
y se caracteriza la situación en cuestión con un adjetivo, en caso de
conocer esa información. Cuando se indica no se quiere significar
que no se lo asocia con factores situacionales. Se marca la existencia
de tratamientos tuteantes pronominales y verbales con T-T, de tuteo
pronominal con voseo verbal con T-V y de voseo pronominal con
tuteo verbal con V-T. Con el término “cuidado” en la fila de Uruguay
busco describir el empleo de formas tuteantes en contextos formales
—como pueden ser situaciones laborales o educativas— o el uso con
alocutarios de corta edad o con los que el locutor no tiene suficiente
empatía como para tratarlos de vos.
Bajo la etiqueta regional se especifica la asociación del voseo con
una región particular dentro de un país. Si hay más de una región
donde se vosee dentro de un país y la distribución social o situacio-
nal es diferente, se las separa. En la columna con la etiqueta social
se significa la marcación diastrática con la palabra sí y la ausencia de
marcación con la palabra no. Cuando se asocia el voseo con estratos
sociales, se lo hace con los estratos considerados más bajos por la
comunidad.
El ordenamiento de los países es geográfico, de norte a sur.

1-Tratamiento 1.indd 37 12/5/15 17:48:43


38 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

lugar regional social situacional


México Chiapas1 sí íntimo
Cuba Bayamo, Manzanillo, Cama- sí íntimo
güey
Guatemala no no
El Salvador no no
Honduras no T-T esporádicos
Nicaragua no no
Costa Rica no no, T-T para extran-
jeros
Panamá provincias del centro sí no
Colombia norte de Santander, Chocó, no íntimo
costa del Pacífico, Antioquia2
Colombia Bogotá, oriente andino sí, predomina muy familiar y espo-
en hombres rádico en hablantes
cultos, sistemático en
poco cultos
Venezuela Zulia, Trujillo y Falcón no informal, íntimo
Venezuela Andes sí íntimo
Ecuador costa sí íntimo
Ecuador sierra no íntimo
Perú algunas localidades y zonas sí íntimo
de la costa norte, costa sur y
sierra
Bolivia zona camba no, informal, íntimo
identitario
Bolivia zona colla sí íntimo, coloquial, des-
pectivo
Chile central, zonas no cercanas a sí, pero tam- informal, íntimo
Perú y Bolivia bién usado
por jóvenes
cultos
Paraguay no, tuteo es- sin datos
colar
Argentina general con zonas V-T no no
Uruguay general con zonas T-T no T-V uso cuidado (de-
ferencial)
T-T uso afectado o
dialectal
Cuadro 9. Distribución regional, social y situacional del voseo
en Hispanoamérica (siglos xx y xxi) basado en Moyna (1996),
Penny (2004), Hummel, Kluge y Vázquez Laslop (2010), entre otros

1-Tratamiento 1.indd 38 12/5/15 17:48:43


México
Cuba

Honduras
Guatemala
Nicaragua
Costa Rica
Venezuela

Colombia

Ecuador

Perú

Bolivia

Paraguay
Chile

Argentina

Uruguay

Sin marcación social,


predominantemente

Con marcación social,


predominantemente

El voseo en Hispanoamérica

39

1-Tratamiento 1.indd 39 12/5/15 17:48:49


40 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Cabe realizar algunos comentarios con base en los contenidos del cua-
dro 9. México, con la excepción de Chiapas, cultural e históricamente
ligada a la actual Guatemala, República Dominicana y Puerto Rico solo
cuenta con una forma-t, tú, en el pronombre y una sola forma-t en el verbo.
América Central se presenta como una región en la que predomina
una forma-t, vos, con verbos voseantes, aunque se puede encontrar el
tuteo en algunos contextos “cuidados” en medios de comunicación
o al hablar con extranjeros. El tú, entonces, tiene cierta marca de aje-
nidad y suele considerarse poco apropiado entre hombres.
En Costa Rica, y como veremos más adelante, los usos-t también
se pueden expresar a través del pronombre usted y su flexión verbal,
en donde habría un sistema de tres elementos, uno de los cuales tiene
dos significados bien diferenciados: usted-t…vos-t…tú-t…usted-v.
Los usos en Uruguay son similares a los usos centroamericanos, aun-
que allí la presencia del tuteo pronominal es más fuerte y no solo es si-
tuacional, sino que también es geográfico, como mostraré más adelante.
El resto de América (Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú
y Chile) tiene zonas tuteantes y voseantes que se distribuyen geo-
gráfica y no situacionalmente, ya que en todas ellas el uso de vos
es íntimo o familiar, esto significa que en algunas zonas los hablan-
tes tienen la posibilidad de escoger entre dos formas-t y prefieren la
forma-t voseantes para los ámbitos de mayor cercanía o intimidad.
También en algunas zonas se cuenta con una forma-t ustedeante. Por
ejemplo, en Colombia. En su costa caribe es usado el tuteo en tanto
que en otras zonas el voseo coexiste con el ustedeo.
En el caso de Ecuador y Bolivia, la distribución entre tú o vos
se asocia con marcas étnicas, en Chile es fuertemente estigmatizado.
Recientes trabajos muestran que la estigmatización no es regular eta-
riamente ni por clase social (Bishop y Michnowicz, 2010). No tiene
estigma alguno en Argentina y Paraguay y las actitudes negativas ha-
cia el voseo vienen disminuyendo en Uruguay (Weyers, 2013).
La confección de este cuadro que supuso también la revisión de
otra bibliografía13 me permite afirmar que los estudios sobre el trata-
13
Baumel Schceffer (1995); Behares (1981); Bertolotti (2007b); Bertolotti y
Coll (2003); Blanco Botta (1982); Cartagena (2002); Carricaburo (1997); Elizaincín

1-Tratamiento 1.indd 40 12/5/15 17:48:49


los sistemas de tratamiento en américa 41
miento en América son muchos, y, paradójicamente, muy pocos. La
evaluación de los estudios existentes y de la obra de Hummel, Kluge
y Vázquez Laslop (2010), la más completa sobre tratamientos en el
mundo hispánico hasta el momento, muestra una evolución bastante
regular en las investigaciones realizadas en diferentes países y zonas.
Es así que el tratamiento, que en los años sesenta fue analizado por
ser marcador social, en la actualidad también es visto como expre-
sión de identidad personal, grupal e incluso ideológica. Sin embargo,
faltan datos actualizados en muchos países, como es el caso de Perú,
Paraguay, Ecuador, Cuba, entre otros.
Por otra parte, surge con evidencia que la aplicación de la “lógi-
ca nacional” dificulta la comprensión de los puntos comunes de las
actuales sincronías, así como también los procesos de cambio y las
razones históricas, sociales y culturales de la diacronía de los trata-
mientos.
En cuanto a la forma de enfocar los tratamientos, no parece haber
estudios sintagmáticos. Excepcionalmente se asocian en el mismo
estudio y en forma integrada la combinatoria de nombre, pronom-
bre y verbo. La categoría pronombre suele ser la privilegiada. Este
desequilibrio se comprende fácilmente si tomamos en cuenta que el
repertorio de los pronombres es limitado, en tanto que el del trata-
miento nominal forma inventarios abiertos.
Por otra parte, la mayoría de los estudios sincrónicos no se articu-
lan claramente con estudios diacrónicos, lo cual lleva a que la com-
prensión de los fenómenos bajo análisis no sea absolutamente cabal.
Si llenáramos un cuadro como el que propongo abajo, veríamos que
no hay ninguna zona, a excepción quizás de Argentina, con estudios
que permitan completar todas las casillas. Por tanto, y como ya co-
menté, hay muchos estudios, pero son muy pocos aún.

(1992b); Fernández (2003); Fontanella de Weinberg (1979, 1994b, 1999); Fontanella


y Najt (1968); García Negroni y Ramírez Gelbes (2003); Granda (1978 a y b); Has-
bún Hasbún (1997); López Morales (1971); Martorell de Laconi (1989-1990, 1991);
Montes Giraldo (1967); Morales (1972-1973); Moser (2006, 2008); Páez Urdaneta
(1981); Pinkerton (1986); Planells (1986); Quilis y Graell Stanziola (1989); Rigatuso
(1994b, 2005a); Rojas (1992); Rona (1967); Siracusa (1972); Solé (1970); Thiemer
(1989); Torrejón (1986, 1991, 2010); Valencia (2006); Villegas (1963).

1-Tratamiento 1.indd 41 12/5/15 17:48:49


42 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

formas mirada
objeto pronombres verbos
nominales sintagmática
Enfoque
Diacrónico
Dialectológico
Sociolingüístico
Pragmático
Etnográfico

Una característica generalizada de los estudios sobre el tratamiento


es la relevancia que se da al voseo, quizás, y tal como sucede con los
diccionarios, por ser una forma contrastiva con respecto a España.14
Dentro de este, se suele privilegiar el pronombre sobre el verbo y, en
general, para todos los tratamientos, los pronombres sujeto sobre los
otros personales y los posesivos.

El tratamiento verbal voseante

El tratamiento verbal singular puede tener, como el pronominal, tres


manifestaciones. Las propias del paradigma voseo y tuteo prístinos y
la propia del paradigma de usted, que por su origen nominal coincide
formalmente con la tercera del singular.
Las manifestaciones verbales que expresan concordancia con tú
o con usted no presentan irregularidades que merezcan comentarios.
Este apartado se centrará en la descripción de la variación de la con-
jugación voseante y se retomará la posibilidad americana de combi-
nar el pronombre tú con verbos voseantes y el pronombre vos con
verbos tuteantes, ya descrita al principio de este capítulo.
Como vamos a ver en el segundo capítulo de la segunda parte, La
expresión verbal del tratamiento en el español preamericano y ame-

14
La más popular de las enciclopedias define voseo por contraste y le asigna
carácter dialectal: “Se llama voseo al fenómeno lingüístico dentro de la lengua cas-
tellana en el que se hace uso del pronombre “vos” y de ciertas conjugaciones ver-
bales particulares para dirigirse al interlocutor; en contraste con otras variantes de
la lengua en que se emplea el pronombre “tú”. Se distinguen dos tipos de voseo, el
voseo reverencial (o voseo clásico) y el voseo dialectal americano. Existe en vías
de desaparición el voseo dialectal peninsular”, recuperado de http://es.wikipedia.org/
wiki/Voseo [24/5/2011].

1-Tratamiento 1.indd 42 12/5/15 17:48:49


los sistemas de tratamiento en américa 43
ricano, la evolución de las formas verbales voseantes ha tenido dos
tipos de cambios. Por un lado, hay cambios que llevan a la homo-
morfia con las formas verbales tuteantes en buena parte de la conju-
gación (solo hay distinción en imperativo, presente, futuro y pretérito
del indicativo y presente del subjuntivo). Por otro, la incorporación de
la combinación de formas verbales tuteantes con el pronombre vos,
tal como sucede también con miembros pronominales del paradigma
(como en vos no te irás a tu casa, ¿no?).
Construido con base en la misma bibliografía que el cuadro 9 del
apartado anterior, el cuadro 10 da cuenta de las posibles manifesta-
ciones morfológicas del voseo verbal en América. Refleja exclusiva-
mente la presencia de formas verbales etimológicamente voseantes
o de conjugaciones que se combinan con el pronombre vos. Da cuen-
ta, entonces, del voseo sintagmáticamente propio y del voseo sin-
tagmáticamente impropio o supletivo. Con la denominación voseo
sintagmáticamente impropio o supletivo se refiere a verbos que se
combinan con el pronombre vos ya por ser voseantes ya por no ser la
única elección posible para el hablante. Por ejemplo, si alguien dice
vos cantarás en Buenos Aires no está escogiendo un verbo tuteante,
ya que el tuteo es ajeno a los porteños, sino la única forma verbal con
la que cuenta para expresar el futuro simple, que etimológicamente
es tuteante. Se incluye el voseo mixto verbal, así llamado sobre todo
a partir de Torrejón (1986), es decir, la combinatoria de formas ver-
bales morfológicamente voseantes con el pronombre tú, como sería el
caso tú cantái característico del habla de algunos chilenos o tú cantás
característico del habla de algunos uruguayos.
En el cuadro 10 se presenta, en la primera columna, la adscripción
del voseo verbal a países estableciendo delimitaciones zonales den-
tro de los países, cuando corresponde. En las columnas siguientes se
consigna la morfología verbal para aquellas flexiones en las cuales es
posible distinguir tuteo de voseo, esto es, imperativo, presente, futuro
y pretérito del indicativo y presente del subjuntivo.15

15
Un tratamiento especial merecería el voseo verbal chileno que presenta las for-
mas etimológicas de la conjugación de vos en todos los tiempos y modos (Torrejón
2010: 416-417).

1-Tratamiento 1.indd 43 12/5/15 17:48:49


44 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

país presente futuro pretérito presente


imperativo
(región) ind. Ind. ind. sub.

México (Chiapas) comé comés comerás comistes comás


Cuba (Bayamo,
Manzanillo, Ca- comé coméi comeréi comiste comái
magüey)
comerás comistes
Guatemala comé comés comás
comerés comiste
comerás comistes
El Salvador comé comés comás
comerés comiste
comerás comistes
Honduras comé comés comás
comerés comiste
comistes
Nicaragua comé comés comerás comás
comiste
comiste(s)
Costa Rica comé comés comerás comás
comiste
come coméis comerás coma*
Panamá comiste
comé comes comeréis comáis
Colombia (n. de
Santander, Chocó, comerás
comé comés comi(s)tes comás
costa del Pacífico comerís
y Antioquia)
Venezuela (Zulia, comerás comáis
comé coméis comistes
Trujillo y Falcón) comeréis comás
coma comerás
Venezuela (Andes) comés comites comás
comé comerés
sin infor-
Ecuador (costa) comé comés comerás comiste
mación
comáis
comís comerís
Ecuador (sierra) comé comiste comás
comes comerás
comas
Perú (costa norte, comas
comé comís comerés comistes
costa sur y sierra)** comás
Bolivia (zona sin infor-
comé comés comerás comiste
camba) mación
* Por aspiración de /-s/.
** Datos no del todo confiables.

1-Tratamiento 1.indd 44 12/5/15 17:48:49


los sistemas de tratamiento en américa 45

comes comas
Bolivia comé comerás comiste
coméis comáis
(zona colla) come comerís comistes
comís comás
Chile come comís comerís comiste(s) comái
comiste
Paraguay comé comés comerás comas
comistes
comés comiste comas
Argentina comé comerás
comes comistes comás
comiste comas
Uruguay comé comés comerás
comistes comás
Cuadro 10. Presentación del voseo verbal —o en combinación
con pronombre vos— en América basado en Moyna, 1996; Penny, 2004;
y Hummel, Kluge y Vázquez Laslop, 2010, entre otros

Como surge del cuadro, la variación menor se da en el imperativo.


Es regular la acentuación aguda sin la -d final originaria. Las excep-
ciones se encuentran en Panamá, Bolivia y Chile, donde se usa come
(proveniente del tuteo) y en la Venezuela andina, donde se usa coma
(proveniente de usted).
El presente del indicativo tiene manifestaciones etimológicamente
voseantes, con las pocas excepciones (comes en lugar de comés, co-
méi, coméis, comís) que se encuentran en la norma cuidada en Pana-
má, dialectos urbanos de Bolivia en la zona colla y variedades cultas
en Ecuador.
En cuanto al Futuro, la manifestación morfológica voseante (co-
meréis, comerés, comerís) es sustancialmente menor. Solo parece ha-
ber Futuro propiamente voseante en el este de Cuba, en la zona colla
de Bolivia, en la zona de Arequipa en Perú y en Chile. En el resto de
Hispanoamérica o bien alterna con la forma etimológicamente tutean-
te (comerás), o bien es esta la única forma y se trata entonces de un
voseo supletivo. Tal es el caso, entre otros, de Argentina, Uruguay,
Paraguay, Costa Rica.
El pretérito perfecto simple presenta varias manifestaciones: co-
miste, etimológicamente tuteante, y comites, comistes y comisteis,
etimológicamente voseantes. Si bien se retoma esta cuestión más

1-Tratamiento 1.indd 45 12/5/15 17:48:49


46 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

adelante, señalo aquí la posible lectura de la forma terminada en -s


como una construcción analógica a partir de las formas de segunda
del singular del resto de la conjugación del español, y no necesa-
riamente como una conjugación etimológicamente propia de la for-
ma vos.
En el presente del subjuntivo la variedad es aún mayor. Predomi-
nan las variedades agudas, etimológicamente voseantes. Sin embar-
go, en Panamá, en la zona serrana de Ecuador, en Arequipa en Perú,
en la Bolivia colla, en Argentina, en Uruguay, en Paraguay y en Chi-
le las formas agudas (canté(i)(s), temá(i)(s), partá(i)(s)) se presentan
en alternancia con formas graves y monoptongadas, por tanto, coin-
cidentes con las tuteantes.
En síntesis, los datos presentados sobre verbos y pronombres vo-
seantes permiten afirmar:

1. La complejidad de las formas de tratamiento no es producto


solo de su complicada distribución diatópica, incluso dentro
de las actuales entidades nacionales, sino también diastrática y
diafásica, sin que estas posibilidades sean excluyentes.
2. La menor marcación social del voseo se presenta en América
Central y en el Cono Sur.
3. Las formas etimológicas (diptongadas) están casi extintas.
4. Si se dejan de lado el Cono Sur y América Central donde está
socialmente extendido, se puede afirmar que el voseo tiene
mayor difusión en los estratos sociales más bajos, que son
preferentemente no urbanos. Esto coincide con sociedades
de poca movilidad social y distribución muy desigual de la
riqueza.
5. En los lugares donde tuteo y voseo conviven, este último está
reservado para el grupo (inmediato), sea este la familia, la
provincia o la clase social. Por estar limitado a algunos reduc-
tos “no públicos”, no pasa por sistemas de estandarización, lo
cual explicaría su mayor variabilidad.

1-Tratamiento 1.indd 46 12/5/15 17:48:49


los sistemas de tratamiento en américa 47
Usted: tratamiento-v y tratamiento-t

En este apartado me ocupo de describir algunos de los rasgos más


relevantes de los usos de usted en la actualidad. Los aspectos histó-
ricos que explican la presencia de usted en el paradigma pronominal
del español americano y europeo serán tratados en el primer capítulo
de la segunda parte, Historia de los sistemas de tratamiento en el
español preamericano y americano.
El pronombre usted y su sintagmática han recibido escasa atención
sincrónica, en comparación con las formas-t (vos y tú) por tres razones:

1. La regularidad formal. Salvo la elisión de /-d/ en el pronom-


bre usted, regular en muchas modalidades lingüísticas hispa-
noamericanas, no presenta variación. La conjugación verbal,
como ya señalé, es tan regular como lo es la de la tercera per-
sona del singular.
2. El interés diacrónico. La curiosidad que ha suscitado la dia-
cronía vuestra merced > usted casi monopolizó otro tipo de
estudios sobre esta forma.
3. La consideración de la competencia entre tuteo y voseo. La
preocupación centrada en tuteo y voseo y sus ámbitos de uso
ha marginado el interés por la descripción y análisis de usted y
su sintagmática.

La disminución de ámbitos de uso de usted es un tema que ha desper-


tado algún interés y es esporádicamente recogida en la bibliografía.16 No
obstante, forma parte de la reflexión metalingüística de los hablantes,
como veremos más adelante.17 Tampoco existen demasiados estudios

16
Sugiero ver al respecto Fernández (2003); Calderón Campos y Medina Morales
(2010); Medina López (2010); Paredes (2010) para el español europeo y Fontanella
de Weinberg (1999) y Rigatuso (1992, 1994a) para la Argentina.
17
Evidencia de ello es el hecho de que sea frecuente la presencia de comen-
tarios y discusiones entre hablantes no especialistas. Solo a modo de ejemplo ci-
temos la consulta y sus respuestas en Wordreference.com —recuperado de http://
forum.wordreference.com/showthread.php?t=943036&langid=24—. También el con-
junto de reflexiones iniciadas por Lola en Bohème, el blog de Lola y seguidas con

1-Tratamiento 1.indd 47 12/5/15 17:48:49


48 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

de la diferente frecuencia del pronombre usted como sujeto explícito.


De ello me ocupo en el capítulo 4 de la tercera parte de este estudio.
Un tercer aspecto interesante, percibido y evaluado por los hablan-
tes y, además, analizado en algunos estudios, es la existencia en al-
gunas modalidades del español de un usted-t, llamado muchas veces,
usted de solidaridad o ustedeo. Con el término ustedeo a veces se
da cuenta del uso innovador de usted y a veces meramente se hace
referencia al significante. Así lo entiende Torrejón (2010: 760 nota
1), quien sostiene que “[e]l ustedeo consiste en usar el pronombre us-
ted construido el verbo en tercera persona singular”. Para sortear este
problema, se usará en adelante usted-t para el usted de familiaridad
o cercanía y usted-v para el de distancia.
A continuación realizo algunas consideraciones sobre la disminu-
ción de los ámbitos de uso de usted en el mundo hispanohablante y
luego describo los factores que condicionan la elección de usted en
Hispanoamérica, tanto del usted-t como del usted-v.

Los ámbitos de uso de usted


En América hispanohablante (también en la Europa hispanohablante)
se cumple la predicción formulada hace medio siglo por Brown y
Gilman:

Once solidarity has been established as the single dimension distin-


guishing T from V the province of T proceeds to expand. The direction
of change is increase in the number of relations defined as solidarity
enough to merit a mutual T and, in particular, to regard any sort of ca-
maraderie resulting from a common task or a common fate as grounds
for T (1960: 261).

No hay excepciones en el mundo hispánico: en situaciones en que


una o dos generaciones atrás se escogía la forma usted se opta en

entusiasmo por varios participantes en las que hacen explícitos sentimientos y opi-
niones con respecto al tuteo y cuándo corresponde usarlo —recuperado de http://bo-
heme.zruspas.org/mis-pensamientos-y-vivencias/2011/05/el-tuteo/—, o la reflexión
intercultural de un hablante bilingüe alemán-español sobre los distintos ámbitos y
regulación de las formas-t y las formas-v en su blog Diario de un alemol recupera-
do de http://www.diariodeunalemol.com/es/2011/05/24/fuer-sie-immer-noch-%E2%
80%9Edu%E2%80%9C/.

1-Tratamiento 1.indd 48 12/5/15 17:48:49


los sistemas de tratamiento en américa 49
la actualidad por formas-t. Es ilustrativo de este fenómeno el texto
“Y usted, ¿por qué me tutea?” de Roberto Cossa, dramaturgo argenti-
no, publicado en el diario Clarín de Buenos Aires,18 que reproduzco
parcialmente debajo.

Ferretti había nacido en 1907. Pertenecía a una generación educada


en los códigos del pudor. Las costumbres mandaban que a los padres se
los trataba de usted y a la mujer amada se la tuteaba recién después
del casamiento, y siempre y cuando no hubiera testigos a la vista. En
todo caso, esa generación sabía bien que el tuteo llegaba con el tiem-
po. A veces tardaba, y a veces no llegaba nunca. El tuteo marcaba un
antes y un después de toda relación. Nadie tuteaba por tutear.19 Sólo
algunos médicos tuteaban a sus pacientes, inclusive a los más viejos;
y había patronas que se pavoneaban tratando de vos a la sirvienta. En
esos casos, el tuteo era ejercido como una forma de poder. En este si-
glo, en que el mundo sobrevivió a dos guerras mundiales, empezaron
los cambios. Por los años veinte, la muchachada empezó a ponerse
confianzuda; el tuteo a los padres se convirtió en moneda corriente y
el voseo entre los amantes, en un lugar común, por lo menos después
del primer beso. Los que nacimos en la década del 30 atravesamos un
tiempo de transición. No tuvimos empacho en tutear a nuestros padres,
pero conservamos los pudores en el amor y en la amistad. En nuestra
adolescencia, era muy común iniciar el diálogo con una niña tratán-
dola de usted […]. En la década del 60 el trato confianzudo avanzó.
El tuteo llegó a los abuelos y los jóvenes rompimos los límites más
estrictos del lenguaje. Y fue bueno: se desmoronó el formalismo. La
generación de nuestros hijos avanzó más aún, como avanzan todas las
generaciones. Los amigos de mi hijo empezaron a tutearme a mí y yo
sentí que había llegado el momento de tutear a mi dentista, el doctor
Cánepa […]. Hoy por hoy cualquiera tutea a cualquiera, lo que quiere
decir que todos tutean a todos. Malos hábitos. Para hombres de nues-
tra generación, el cambio fue muy brusco. Cuesta adaptarse.
En mi caso personal, las dificultades empezaron en los bares y los
restaurantes. Un día advertí que la gente, hombres y mujeres, grandes
y chicos, tuteaban a los mozos.
Para un socialista, ese trato resultaba intolerable y me negué de
plano a seguir la costumbre […]. Siempre me pareció que los mozos
agradecían este trato respetuoso. Y eso me hacía bien. Hasta que el

18
Publicado el 17 de febrero de 1998, recuperado de http://edant.clarin.com/
diario/1998/02/17/i-01301d.htm
19
Cabe aclarar que tutear puede significar tanto tratar de tú como de vos.

1-Tratamiento 1.indd 49 12/5/15 17:48:49


50 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

mes pasado, una tardecita apacible, me instalé en un bar de la Recole-


ta. El mozo, un muchacho joven, se plantó delante de mí.
—Tráigame un Blender, por favor.
—¿Lo querés con hielo?
Desde entonces vivo encerrado. Tampoco atiendo el teléfono. Y no
sé lo que me espera en el futuro. Angustiado, le conté mis padecimien-
tos a un veterano actor, [quien] me dijo algo que me hizo estremecer.
—Eso no es nada. En un restaurante de la calle Montevideo —me
aseguró— hay un mozo que no sólo te tutea; además, te recibe con un
beso.

Así como se dice que el Vesubio enterró Pompeya para los arqueó-
logos, podría decirse que Cossa escribió este texto para los lingüistas.
En él da cuenta de la reducción de ámbitos de uso de usted en tres
generaciones de argentinos.
Los ámbitos de uso de usted de la generación nacida a principios
de siglo en Buenos Aires eran muy amplios: en el ámbito familiar
todos los de la generación mayor recibían usted, en el amor siempre
se empleaba usted en público y hasta el casamiento, con los amigos
el pasaje al tuteo era algo que se ganaba y marcaba la calidad de la
relación. Entre gente que no fuera amiga o pariente de la misma ge-
neración, el tuteo era una forma de poder y se daba desde el poder:
a los sirvientes, a los enfermos.
En la generación siguiente, usted pierde terreno en el ámbito fami-
liar; los padres dejan de recibir usted de sus hijos, y en el amor ya no
se precisa casarse ni gran privacidad, el primer beso se lleva con él al
pronombre usted.
En los años sesenta ya no se trata de usted a los abuelos ni tam-
poco a los jóvenes. La falta de conocimiento previo no era para ellos
una razón para tratar de usted a los de la misma edad, y en la siguien-
te ya no lo era siquiera para tratar de usted a los de la generación
mayor. Años después, el ámbito de las relaciones comerciales y de
servicio, que suponen diferencias de poder, tampoco impone el usted
y darlo no parecía una forma de respeto al cliente a quien sirve sino
mero anacronismo.
Como en todo proceso de cambio, encontramos hablantes que
defienden las rutinas más conservadoras. En la siguiente anécdota,

1-Tratamiento 1.indd 50 12/5/15 17:48:49


los sistemas de tratamiento en américa 51
la lectora, es uno de esos hablantes refractarios al cambio. Carmen
Posadas, escritora uruguayo-española, dos años después de Cossa,
publicó un artículo en El País Internacional,20 con el mismo nombre
“¿Y usted por qué me tutea?”

A veces la vida nos da lecciones de coherencia que son como un


“uppercut” a la mandíbula de la cara. Y una de esas lecciones la re-
cibí hace unos meses en Barcelona a través de una señora mayor que
aguardaba turno para que le firmara un libro. “¿Cómo te llamas?” Le
pregunté siguiendo la costumbre actual del tuteo y ella, muy amable-
mente respondió: “Preferiría la dedicatoria de usted. No se ofenda,
señora, pero yo soy de la generación del ‘usted’”.
No me ofendí, al contrario, de buena gana me habría dado yo mis-
ma el “uppercut” antes mencionado por traicionar una de mis costum-
bres más antiguas.

Es posible datar este proceso de ampliación de los ámbitos-t en


España. Como podemos ver en este testimonio literario de 1849, que
aparece en La Gaviota de Cecilia Böhl de Faber,21 hay dos pautas de
tratamiento en competencia que se corresponden con dos generacio-
nes. La nueva pauta es rechazada por la generación mayor y, en la
situación relatada, es defendida por la madre del niño, que la usa. La
madre acepta que su hijo la trate-t a diferencia de la generación ma-
yor (su madre y su tío) que defienden que el tratamiento padres-hijos
debe ser asimétrico: los hijos deben dar tratamiento-v y deben recibir
tratamiento-t.

Mamá, dame un bizcocho–dijo con media lengua el niño.


—¿Qué significa eso de tutear a su madre, señor renacuajo? —dijo
el general—. No se dice así; se dice: “Madre, ¿quiere usted hacerme
el favor de darme un bizcocho?”
El niño se echó a llorar, al oír la voz áspera de su tío. La madre le dio
un bizcocho a hurtadillas y sin que el general lo viese.

20
Recuperado de http://www.elpaisinternacional.com/index.phtml?idmenu=216
&idcor=214&lan=1, s. f.
21
Citado en Fernández (2003: 14), recuperado de http://autordelasemana.uchile.
cl/caballero/lagaviota.pdf, p. 206.

1-Tratamiento 1.indd 51 12/5/15 17:48:50


52 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

—Es tan chico —observó la marquesa— que todavía no sabe distin-


guir entre el tú y el usted.
—Si no lo sabe —replicó el general— se le enseña.
—Pero tío —dijo la condesa— yo quiero que mis hijos me tuteen.
—¡Cómo, sobrina! —exclamó el general—. También quieres tú en-
trar en esa moda que nos ha venido de Francia, como todas las que
corrompen las costumbres?
—Conque ¿el tuteo entre padres e hijos corrompe las costumbres?
—Sí, sobrina; como todo lo que contribuye a disminuir el respeto,
sea lo que fuere. Por esto me gustaba la antigua costumbre de los
grandes de España, que exigían el tratamiento de excelencia a sus
hijos.

La expresión del tratamiento-t se da mediante la forma nominal


mamá y del imperativo da. La reformulación de este tratamiento en
tratamiento-v se da nominalmente en madre y verbalmente en quiere
y pronominalmente en usted. Se agregan otras pautas de cortesía como
el distanciamiento a través de la perífrasis y de la inclusión de por fa-
vor: Madre, ¿quiere usted hacerme el favor de darme un bizcocho?
En la reflexión metalingüística se realiza una identificación entre
tratamiento-t de hijos a padres con disminución del respeto y con
corrupción de las costumbres. Atribuye el origen de este cambio lin-
güístico a Francia.
La generación mayor está defendiendo el espacio de usted en el
ámbito familiar, que, como sabemos, se va a abandonar, primero
tratando-t a los que pertenecen a una generación mayor y luego a
los que pertenecen incluso a dos generaciones anteriores, como los
abuelos, tíos abuelos.
Este proceso parece haber comenzado antes en España que en el
Río de la Plata, de acuerdo con los datos históricos sobre el Río de la
Plata que se presentan en la tercera parte de este libro.

Variables que condicionan el uso de usted en Hispanoamérica


La primera de las variables es el ámbito de uso de la forma de trata-
miento. Se pueden distinguir dos grandes ámbitos: la familia y la so-
ciedad. La familia es un ámbito más probable para forma-t que la
sociedad. Dentro de la sociedad se pueden distinguir la vida labo-

1-Tratamiento 1.indd 52 12/5/15 17:48:50


los sistemas de tratamiento en américa 53
ral, la vida civil, la vida personal. Dentro del ámbito social, la vida
personal es un ámbito más probable para el empleo de las formas-t
que la vida laboral y esta más que la vida civil, ya que en la vida ci-
vil suele ser una constante la ausencia de conocimiento previo. A la
variable anterior se suma como parámetro de decisión la pertenencia
generacional. La diferencia de una o más generaciones (que se mide
socialmente como “podría ser mi madre”, “podría ser mi hijo”) favo-
rece, pero no obliga, el uso de formas-v.
Otro factor de decisión (consciente o no por parte del hablante) es
el conocimiento previo del alocutario. Cuanto mayor y más temprano
sea el conocimiento más probable será la elección de formas-t. Este
factor se extiende de alguna manera a las relaciones personales amo-
rosas. La intimidad, psíquica o física, favorece el uso de formas-t.
También es un parámetro relevante la expresión pública o privada,
aunque es difícil distinguir cómo se relaciona este con otros. A puede
tener un amigo B que es a su vez su jefe. Es probable que A trate-t a B
en privado, pero lo trate-v en circunstancias públicas. En otros tiempos,
en el mundo hispano esto también afectaba las relaciones amorosas.
El concepto de poder, acuñado, como ya mencionamos, por Brown
y Gilman (1960), puede subsumir algunos de estos factores, como la
edad: mayor generación equivale a mayor poder, pero también per-
mite explicitar otros, principalmente del ámbito social. Las relacio-
nes profesor-alumno; autoridad civil-no autoridad civil, autoridad
religiosa-no autoridad religiosa, empleador-empleado, cliente-vende-
dor/proveedor de servicios, médico-paciente suelen ser relaciones en
las que el primer integrante de la díada recibe un tratamiento-v y da
un tratamiento-t.
Otro elemento de regulación es el sexo de los integrantes de la
díada. Sin embargo, no es posible establecer ninguna regularidad
omniabarcadora del mundo hispánico. Hay modalidades en las que
la díada hombre-mujer, favorece el tratamiento-v por parte del hom-
bre, otras en las que es la díada hombre-hombre la que favorece el
tratamiento-v.
Al realizar estas consideraciones es necesario distinguir tres he-
chos lingüísticos que pueden parecer similares, pero no lo son:

1-Tratamiento 1.indd 53 12/5/15 17:48:50


54 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

I. El pasaje de formas-v a formas-t (o viceversa) por cambio de


relación entre los participantes en el cual se resignifican las
identidades.
II. El cambio de formas-t a formas-v (o viceversa) en el cual se
resignifica, en general momentáneamente, la relación, conno-
tándola el locutor como más estrecha o más distante.
III. El uso de formas-v en díadas en las que sería también espera-
ble una forma-t, con valores agregados diversos.

I. En el primero de los casos, las mismas personas asumen una


nueva identidad. Para esto incluyo los cambios de tratamiento rela-
cionados con la intimidad. Tanto en el caso de la intimidad amorosa
como en el caso de la intimidad que genera el hecho de que ya nada
importe. Veamos un ejemplo de principios del siglo pasado, en el que
una joven le escribe al hombre del que está enamorada, y el trata-
miento apresurado de tú a su enamorado entraría en conflicto con su
identidad de señorita:

Mi cariño, como tú lo sabes, he llegado a un extremo indecible, im-


pulsada por este gran fluido que invade toda mi persona, he tenido el
gran atrevimiento de pedirte que me digas de “tú” ¡Perdóname!
Ha sido un momento indigno de una señorita, que ahora lo lamento.
¡Pero es tanto lo que te quiero! Ah, querido Alfredo. No se puede pin-
tar ni demostrar el amor cuando las personas se tienen tanto respeto.
¿No te parece a ti lo mismo?
Carta de Chela a Alfredo c.1919
José Pedro Barrán, Amor y transgresión en Montevideo, 2001, p. 61

Casi un siglo después, el conflicto de identidades entre la intimi-


dad amorosa y la identidad social se presenta en varios pasajes de
Los aires difíciles de la española Almudena Grandes. En esta novela,
un médico madrileño reinicia su vida en el Levante español y allí
comienza una relación con la persona que contrató para las tareas do-
mésticas de su casa. El conflicto entre la diferencia de poder que su-
pone la relación empleador-empleada, clase alta-clase baja, estudios
universitarios-estudios primarios y la igualdad de poder que supone

1-Tratamiento 1.indd 54 12/5/15 17:48:50


los sistemas de tratamiento en américa 55
una vida sexual común se pone de manifiesto en varios pasajes a tra-
vés de las dudas de Maribel sobre las formas nominales —¿doctor
Olmedo o Juan?— y pronominales —¿usted o tú?— que debe usar
para dirigirse a su patrón y amante.
Otro caso de resignificación de identidades es el que se da “cuan-
do ya nada importa”, como es la cercanía de la muerte. En un relato
novelado de las últimas horas de vida de Eva Perón, ella abandona
el tratamiento-v que le dispensaba a Cámpora y lo sustituye por un
tratamiento-t:

[…] Cámpora estimulaba los amores clandestinos del coronel con Evi-
ta, y ella, en reconocimiento decidió adoptarlo. Mi damo de compa-
ñía, lo llamaba. A mediados de 1948, Eva lo impuso como presidente
de la Cámara de Diputados. ¿No será demasiado, señora?, se inquietó
él. Usted no piense, Cámpora, obedezca. Y Cámpora, sumiso, la se-
guía a todas partes.
Años más tarde, cuando Evita se moría de cáncer, él la veló toda
una noche. Al amanecer, mientras le ponía un paño húmedo en la
frente, ella le tomó las manos con ternura. Sentáte, lo tuteó. Y por un
rato, estuvieron mirándose. “¡Yo pude ser tantas cosa en la vida, Cám-
pora! (Estaba helada. Se le iban los ojos.) Ama de casa, chacarera,
mina de vodevil… Mirá que en lo que viene a parar. ¿Vos qué decís:
dónde estaría esa Evita? ¿En la cama, muriéndose, o feliz, echando
culo con un hijo en brazos?
Tomás Eloy Martínez, La novela de Perón, 1996, p. 93

II. El segundo caso, aquel en el que el cambio de formas-t a for-


mas-v o viceversa resignifica la relación —en general momentánea-
mente— es el que se ha llamado cambio de pauta de trato (Hummel,
2010a: 126-127). El hablante recurre a una forma de mayor distancia
para resignificar momentáneamente la relación. Se trata del uso de
usted que pueden hacer los padres actualmente con sus hijos niños,
o al rezongar a un animal doméstico (sin querer, por cierto, estable-
cer identidades). Es también el uso de vos, más distante que tú, para
la época, que reserva Don Quijote para Sancho cuando este lo fasti-
dia (Bertolotti y Coll, 2005).
En un completo y complejo capítulo donde realiza una discusión
teórica y metodológica a partir del uso de las formas de tratamiento

1-Tratamiento 1.indd 55 12/5/15 17:48:50


56 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

en Santiago de Chile, Hummel incluye entre el cambio de pauta de


trato el pasaje al usted como forma de cariño y lo extiende más allá
del sector inculto y semiculto al que lo restringía Torrejón (1991:
1070 citado en Hummel, 2010a: 127). Lo caracteriza de la siguiente
manera:

El usted de cariño [se usa] con la pareja o con los niños [y] consiste
en cambiar ocasionalmente del tuteo (o voseo) usual al trato respetuo-
so con usted […]. [E]s un reflejo de un estado mental de preocupación
y cuidado […] nace naturalmente de las tradiciones asimétricas de
trato, por ejemplo del tuteo-ustedeo asimétrico entre marido y mujer
o entre padres e hijos (126-127).

El caso contrario, menos frecuente, es el pasaje de formas-v


a formas-t. Ejemplo de ello es el recordado hecho protagonizado por
un rey hispanohablante y un presidente latinoamericano en el cual
el primero mandó a callar al segundo, tutéandolo. Fue tal su imper-
tinencia social que recorrió la prensa mundial y dio lugar a incluso
ringtones para celular. Se trató de una ruptura del protocolo no sola-
mente porque el rey interrumpió un discurso ajeno atribuyéndose un
turno en forma ilegítima, sino, y sobre todo, porque cambió de pauta
de trato al usar tú sin ninguna forma nominal honorífica en lugar del
correspondiente Señor Presidente y el pronombre usted para dirigirse
a otro miembro de la cumbre en la que se encontraban ambos, reco-
gido en BBC Mundo,22 entre otros muchos medios de comunicación.
III. El tercero de los casos es el uso de formas-v en díadas en las
que sería también esperable una forma-t. A este uso de usted con va-
lor de cercanía se le llama como vimos ustedeo. Como señalé más
arriba, si bien puede estar generalizado en un país, como es el caso de
Costa Rica (Quesada Pacheco, 1996; Moser, 2010a) también puede
ser un marcador de pertenencia regional, como es el caso de Táchira,
Venezuela (Freites Barros y Zambrano Castro, 2010). A continuación
se presenta esta cuestión con mayor detalle. Cabe precisar, entonces,
que en los lugares en donde los hablantes usan usted-t no hay, como
22
Recuperado en https://www.youtube.com/watch?v=qAVOVbpw_-E, Guerra
de palabras entre Chávez y el Rey de España.

1-Tratamiento 1.indd 56 12/5/15 17:48:50


los sistemas de tratamiento en américa 57
en el resto de América, una disminución de ámbitos de uso de usted
sino una disminución de ámbitos de uso de usted-v.
En el cuadro 11 resumo los factores que favorecen el uso de usted
y de verbos concordados en cada uno de los países hispanohablan-
tes americanos. La relevancia de un parámetro está marcada con una
o más cruces.
La columna poder hace referencia al poder social, basado en gene-
ral en la posición laboral o, en sociedades muy estratificadas, como
pueden ser la mexicana o la chilena, hacen referencia a la clase so-
cial. La columna edad debe leerse como diferencia de generación ha-
cia atrás, esto es, que el locutor sea de una generación posterior en el
tiempo a la del alocutario. Si se trata de una generación se marca con
una cruz. Si se trata de dos o más generaciones con dos. La columna
conocimiento significa que la ausencia de conocimiento previo del
alocutario conlleva el tratamiento de usted. Si este conocimiento tie-
ne que ser de larga data y el pasaje a alguna forma-t es dificultoso
se marca con dos cruces. Bajo la columna sexo se marcará si el sexo
del interlocutor favorece el uso de usted. Como las situaciones son
diversas se especificará en los casos en los cuales es relevante. Este
parámetro se cruza muy fuertemente con el de conocimiento previo
(cuando este es un parámetro relevante). Sin embargo, no es posible
significarlo en el cuadro. En la columna intimidad marco aquellos
países en los que usted se utiliza en situaciones familiares o de amis-
tad y que por lo tanto tiene valor-t. Finalmente, en la columna otros
tratamientos incluí los posibles competidores de usted en el ámbito
del tratamiento pronominal. En este caso, claramente, no se trata de
una variable que condicione la elección de usted por parte del hablan-
te pero sí muestra el abanico de elecciones que este puede hacer de
acuerdo con la comunidad lingüística a la que pertenezca. El tamaño
tipográfico busca señalar, un tanto groseramente, la frecuencia.
Debe tenerse en cuenta que estos parámetros se combinan entre sí
y que unos privan sobre otros. La diferencia generacional, por ejem-
plo, priva sobre el conocimiento previo. Si los hablantes son de una
misma generación favorece la no consideración de este parámetro,
en tanto que si son de distinta generación favorece la activación del

1-Tratamiento 1.indd 57 12/5/15 17:48:50


58 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

parámetro. Sin embargo, la jerarquía interna de los parámetros no es


la misma en todas las comunidades hispanohablantes por lo tanto no
es posible reflejarla en el ordenamiento de las columnas.
Si es un parámetro debilitado, se reduce el tamaño de la cruz. Si es
un uso que parece irse reduciendo se incluye la siguiente combinato-
ria de símbolos: +>0.
En la columna intimidad se marca el uso de usted en contextos
íntimos, en general, familiares. Se trata, por lo tanto, de un usted-t.
Por tratarse el usted de cambio de pauta un procedimiento genera-
lizado en el español, no lo incluyo, ya que este tiene como objetivo
mostrar las diferencias en el uso de usted en las diferentes zonas. De-
bajo del cuadro realizo algunos comentarios aclaratorios (cuadro 11).
En México el sistema pronominal es predominantemente diádico
(tú-usted).23 De acuerdo con la información actualizada por Vázquez
Laslop y Orozco (2010) el tuteo amplía sus ámbitos sobre uso de
usted en correlación con la escolarización y la urbanidad de los ha-
blantes. Los ámbitos de uso de usted son mayores en México que,
por ejemplo, en España (68% vs. 44%). Nowikow señala como un
parámetro fundamental para la elección de usted el desconocimiento
del interlocutor (2010: 797 y ss.).
Lo reducido de los ámbitos de usos de usted en Cuba es llamativo
con respecto a otros países hispanohablantes y se relaciona directa-
mente con la Revolución Cubana que extendió el uso de tú, en la me-
dida en que esta forma no significaba diferencia de poder entre los ha-
blantes. Los usos del vos pronominal son reducidísimos y dialectales.
En el caso de República Dominicana, usted se usa en situaciones
de diferencia de poder y de falta de conocimiento previo. Casi no
existe en la intimidad. Cabe destacar que usted compite, no solamen-
te con tú, sino que lo hace con su merced y variantes. Estas formas,
al igual que usted, son gramaticalizaciones de un sintagma nominal
compuesto con merced. De ello, me ocupo en el próximo apartado.
En Puerto Rico, el uso de usted está determinado por los factores de
poder, diferencia generacional y conocimiento previo. Sin embargo,

23
En algunas zonas, como se mencionó, se registra voseo.

1-Tratamiento 1.indd 58 12/5/15 17:48:50


los sistemas de tratamiento en américa 59

lugar poder edad conocimiento sexo intimidad otros


tratamientos
México ++ + + tú
Cuba + + tú, (vos)
R. Dominicana + + +>0
tú, su merced
Puerto Rico + + ++ + tú
Belice + + + vos
Guatemala + + + + +
tú, vos
(étnico)
Honduras + +
+ tú, vos
El Salvador + + ++ + tú, vos
Nicaragua + + + +
tú, vos
Costa Rica + ++ + ++ vos (prejuicio
negativo)
Panamá + ++ + +
tú, ¿vos occiden-
tal e indígena?
Colombia + + + + + tú, vos (Antio-
quia)
tú, su merced
(Boyacá)
Venezuela + + tú (clase alta),
vos (Zulia y
Andes)
Venezuela + + + tú
Ecuador + (étni- + + vos, tú, ¿sumer-
co) cé?
Perú + + + tú, vos (algunas
zonas)
Bolivia (cam- + + + + vos
ba)
Bolivia (colla) + + + vos, tú
Chile + (cla- + + + +padres, tú (académico),
se) abuelos vos
+
Paraguay + tú
Argentina + (labo- vos, tú
ral)
Uruguay +(labo- + tú, vos
ral)
Cuadro 11. Variables que regulan el uso de usted en Hispanoamérica, basa-
do en Carricaburo (1997), Hummel, Kluge y Vázquez Laslop (2010)
y Quesada Pacheco (2013)

1-Tratamiento 1.indd 59 12/5/15 17:48:50


60 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

según Rezzi (2003, citado en Hummel, 2010b) existe un trato de us-


ted de padres a hijos como marcador de clase alta, tal como lo es tú
en Chile. Si bien no es un marcador sexual, es más frecuente entre
hombres que entre mujeres (Bishop y Michnowicz, 2010: 428).
En Belice, la selección de usted está determinada por el mayor po-
der, por la falta de conocimiento del interlocutor o por la diferencia
generacional. De no darse estos factores, la forma pronominal utili-
zada es vos.
En Guatemala, el sistema de tratamientos pronominales es com-
plejo. Moser (2010a) revisa datos de Guatemala sin modificar sus-
tancialmente lo ya dicho por Carricaburo (1997). Sostiene que los
hablantes no urbanos o no escolarizados presentan un sistema binario
(vos-usted) en tanto que los más urbanos y más escolarizados inclu-
yen un tercer pronombre (vos-tú-usted). Parece haber un sesgo étnico
y sexual en la preferencia por el usted, dirigido a blancos y entre
mujeres ladinas. Los hombres prefieren el voseo para tratarse entre
sí. Datos recientes, corroboran la existencia de la presencia del pro-
nombre tú en una ciudad receptora de turismo y entre novios-esposos
de generación joven, particularmente en mujeres (Chavarría Úbeda,
2013: 79-85). Moser (2010a: 285) señala que habría también ustedeo
en Guatemala.
En Honduras, existe un predominio de la forma usted sobre la for-
ma vos y sobre tú, casi inexistente, de acuerdo con los datos de Her-
nández Torres (2013: 199-202). De la descripción planteada, surge la
duda de si el segundo trato denominado ustedeo no se trataría de un
usted-t, como se puede ver a continuación.
Los datos más altos del ustedeo se dan en el trato de sobrino a tíos
con el 82.14% y de nietos a abuelos (79.76%), ambos con el 82.14%
(sic), seguido de hijos a padres (80.95%), lo cual refleja una relación
vertical y de respeto de abajo a arriba. No obstante, es significativo
que en el trato de padres a hijos se tienda hacia cierta horizontalidad
con el 50% del ustedeo. Por otra parte, los datos más altos del voseo
se presentan en las relaciones familiares simétricas y de solidaridad
tales como entre hermanos (78.57%) y entre primos (64.28%). Esto
plantea que la relación ustedeo-voseo está determinada por las rela-

1-Tratamiento 1.indd 60 12/5/15 17:48:50


los sistemas de tratamiento en américa 61
ciones de oposición simétrico-asimétricas (Hernández Torres, 2013:
199-202).
En cuanto a El Salvador, de acuerdo con datos recientes de Quesa-
da Pacheco y Rivera Orellana (2013: 149-154) la existencia de menor
poder, la diferencia generacional, la falta de conocimiento previo, la
no pertenencia al ámbito familiar favorecen el uso de usted por parte
de los hablantes. La alternativa al uso del pronombre usted es el pro-
nombre vos y muy excepcionalmente tú —que se enseña en la edu-
cación formal—, aunque acompañado de formas verbales voseantes.
Al igual que en Guatemala y que en Honduras, se usa el usted en
situaciones simétricas y de intimidad.
El español de Costa Rica está caracterizado por la dominancia
del empleo de usted como forma-t. En el estudio de Castillo Vene-
gas (2013: 307) se señala que “el ustedeo sigue siendo la forma de
tratamiento predominante en el español de Costa Rica, tanto en las
relaciones familiares como no familiares”. La alternativa al uso de
usted en Costa Rica es el voseo, y excepcionalísimamente el tuteo.
Moser (2010a: 286) ya lo había señalado asociándolo a los medios
de comunicación como agentes de su difusión. El ustedeo, caracteri-
zador de Costa Rica ha sido datado tempranamente (siglo xviii) por
Moser (2010b: 688), a partir de ejemplos de Quesada Pacheco (2010:
659).24
Panamá es un país con una complejidad lingüística considerable
y, en consecuencia, se distingue de los otros países centroamericanos
por sus formas de tratamiento. Señala Carricaburo (1997: 47) que
“es el más tuteante de los países centroamericanos. El vos se localiza
en la zona occidental y en áreas donde el elemento indígena es pre-
dominante”. Al respecto, recientemente, Quesada Pacheco y Tinoco
24
La datación de Moser de los preludios del ustedeo a 1724 parece dudosa, por
lo menos si depende exclusivamente de los ejemplos planteados. Ellos no tienen su-
ficiente contexto ni se presentan datos sobre el conocimiento de las relaciones entre
los interlocutores, como señala la propia autora. Su argumento a favor del ustedeo se
basa en que la temática es cotidiana y en que el diálogo podría ser informal, lo cual
habilitaría a pensar que está allí el germen del ustedeo actual. Los ejemplos son los
siguientes: (4) Bea uste esto, aviendo ido mi hija Andrea a traer uno palos de leña
la an amarrado tres hombres y la an maltratado y (5) Que mire que se lo lleva el
diablo (Moser, 2010b: 691-693).

1-Tratamiento 1.indd 61 12/5/15 17:48:50


62 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Rodríguez (2013: 350) radicalizan esta afirmación al establecer que


en el Atlas lingüístico-etnográfico de Panamá solamente se registran
dos pronombres: tú y usted, aunque recogen datos de otros autores
que señalan que tú y vos compiten en áreas rurales. Los parámetros
de distribución de tú y usted son los mismos que en el resto del mun-
do hispánico. Sin embargo, los investigadores notan que hay usos de
usted de cercanía, como se había señalado en otros países centroame-
ricanos y como veremos que también sucede en Colombia.
Dialectalmente visto el panorama panameño, cuando el tratamien-
to se da dentro del campo de la solidaridad, y es simétrico (trata-
miento entre esposos, entre hermanos, entre amigos y entre novios),
se observa una tendencia a incrementarse el uso de usted cuanto más
se aleja uno del centro del país, tomando la capital como centro irra-
diador tuteante, y cuando más se acerca uno a las fronteras naciona-
les: al occidente con Costa Rica, al oriente con Colombia (Quesada
Pacheco y Tinoco Rodríguez, 2013: 352). Particularmente en lo que
refiere al ustedeo existe un continuo con respecto a Costa Rica, por
un lado, y con respecto a Colombia, por otro (Quesada Pacheco y
Tinoco Rodríguez, 2013: 352).
En Colombia, coexisten varios sistemas de tratamiento. Uber (1985)
documenta que hay hablantes que tienen tres categorías en su trata-
miento: usted no solidario — tú — usted solidario, en tanto que hay
otros hablantes que tienen cuatro posibilidades de tratamiento prono-
minal, especialmente en la zona de Boyacá, ya que además de tú, us-
ted-t y usted-v emplean su merced. En la zona de Antioquia, también
se usa vos como forma de cercanía. El sexo es un factor en la elección
del tratamiento en Colombia, por lo menos en la zona de Bogotá, de
acuerdo con los datos de Bartens (2003: 6), quien señala que los hom-
bres ustedean a hombres de igual posición pero tutean a las mujeres.
En Venezuela (centro y zona no andina), usted es la forma mar-
cada para la cortesía y tú recubre todo el resto de los espacios del
tratamiento. En los Andes, usted es la norma como forma-v y -t; tú
se emplea menos (Álvarez Muro y Freites Barros, 2010: 327-334).
El ustedeo en el ámbito familiar es más frecuente con las personas
mayores y con personas de sexo masculino.

1-Tratamiento 1.indd 62 12/5/15 17:48:50


los sistemas de tratamiento en américa 63
En Ecuador, de acuerdo con datos de Toscano Mateus (1953), se
emplea el tratamiento de usted regulado por la existencia de diferen-
cias de poder, edad o por falta de conocimiento previo. Además de
tú y vos (con conjugación verbal variable de acuerdo con la zona),
los hablantes recurren también a la forma su merced como forma de
respeto. Existen datos más recientes de Placencia (1997) sobre una
red social de amigos y parientes en Quito que confirman el uso de
las mismas cuatro formas (tú, usted, vos y sumercé) y documentan
que las formas más extendidas son tú y usted, aunque registra usos
de sumercé deferencial y vos asimétrico (condescendiente) de madre
a hija. Asimismo, Placencia (1997) destaca el uso comparativamente
mayor de usted en interacciones con respecto a otras capitales como
Madrid. Cervone muestra un uso ético de usted al ser la forma seleccio-
nada para dirigirse a blancos por contraposición a formas de cercanía
para los indígenas (Cervone, 1999, citado en Placencia, 2010: 355).
No existen estudios profundos y recientes para Perú o para Boli-
via. Del estado de la cuestión de Hummel (2010c y 2010d, respecti-
vamente) se entiende que hay tres pronombres de tratamiento vigen-
tes: usted, tú y vos. No hay información focalizada en los ámbitos de
uso de usted. Menciona a través de un estudio de seis décadas atrás
la presencia de su merced en Perú (Sologuren, 1954, citado en Hum-
mel, 2010c).
En este país, el voseo pronominal —y en ocasiones también ver-
bal— se presenta en zonas rurales de la costa norte y sur así como en
la sierra. Hummel señala, como conclusión, que

[…] nos parece cierta la visión del Perú como país con base voseante
donde se dio, en el decurso de la historia, una fuerte expansión del
tuteo a partir de los centros coloniales y cultos, en la que las extensio-
nes diatópica y diastrática aparecen indisociablemente vinculadas, en
la medida en que el tuteo se difundió de arriba hacia abajo, con más
éxito en el centro y menos éxito en las periferias norte y sur (2010c:
386).

En el caso de Bolivia, la información se centra en la discusión del


voseo, aunque hay algún dato esporádico sobre un eventual usted-

1-Tratamiento 1.indd 63 12/5/15 17:48:51


64 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

t. En rigor, por lo menos en lo que atañe a formas de tratamiento,


es necesario distinguir la Bolivia colla y la Bolivia camba, que se
suelen relacionar, respectivamente, con el sustrato quechua–aimara
(oeste y sur del país) y con el sustrato guaraní (este). De acuerdo con
Gutiérrez Marrones (1990: 142, citado en Hummel, 2010d: 401) la
distribución de los tratamientos es la siguiente:

A diferencia de la zona camba, donde se usa usted (formal y de mu-


cho cariño) y vos (familiar y despectivo) las formas verbales de tipo
“argentino” (vos tenés), la zona colla se caracteriza por la coexisten-
cia, al lado del usted de las dos formas de tratamiento familiares tú
y vos, las dos con la formas verbales del tuteo (tú tienes, vos tienes)
formal (2010d: 401).

El uso de usted en Chile, como en el resto de los países del sur de


América presenta ámbitos acotados. En el caso del trato con desco-
nocidos, los hablantes pueden pasar con facilidad del usted al tuteo,
a diferencia, por ejemplo, de lo que sucede con hablantes de español
en México, en donde es necesaria una referencia explícita al cam-
bio de trato y un permiso del interlocutor con más poder para pasar
del usted al tú. En la comunidad hablante mexicana existen, incluso,
expresiones para describir ese paso como “romper el turrón”. Como
es común en las sociedades hispanohablantes, los ámbitos de uso de
formas de lejanía son más reducidos cuanto más urbano y capitalino
sea el espacio de comunicación. La forma pronominal de cercanía
predominante es tú. Existe un voseo verbal extendido y poco reco-
nocido por los hablantes. De acuerdo con Hummel (2010a) se pre-
sentan cambios de trato que caracterizan el español de Chile “usted
de cariño”, “usted de ira”, “tú zalamero”, “vos de enojo”. Se trata de
lo que más arriba hemos referido como cortesía estratégica y que se
engloba en lo que la ngle considera tratamiento circunstancial por
contraposición al tratamiento estable (§16.15d).
Paraguay presenta ámbitos restringidos para el uso de usted. El
conocimiento previo y, en menor medida, la diferencia de edad pare-
cen ser los parámetros que promueven el uso de usted. Steffen (2010)
confirma los datos ya presentados en Carricaburo (1997) y señala,

1-Tratamiento 1.indd 64 12/5/15 17:48:51


los sistemas de tratamiento en américa 65
a partir de los datos del Atlas Lingüístico Guaraní- Románico, cierta
presencia de tuteo en competencia con voseo.
Argentina ha sido siempre caracterizada como país voseante. De
acuerdo con lo presentado más arriba a través del texto de Cossa, “Y
usted ¿por qué me tutea?” Surge con claridad que los ámbitos del uso
de usted están casi limitados a contextos laborales. También lo usan
hablantes de generaciones nacidas con anterioridad a los años sesen-
ta y que no se conocen previamente. El tuteo pronominal se limita
a algunas zonas cada vez más reducidas. Carricaburo (2010) señala
la existencia de ustedeo intraclasal marcador de clase alta, en una
situación que podemos comparar con los usos prístinos de vuestra
merced. En el noroeste, existen usos tuteantes según la ngle en el
capítulo dedicado a los pronombres personales:

En algunas zonas de noroeste argentino alternan tú con vos en función


de criterios geográficos, en lugar de hacerlo en función de criterios
sociales, como suele ser habitual (ngle §16.15l).

No me detengo en la descripción de Uruguay porque a este país


dedico un apartado especial.

Su merced: tratamiento (pro)nominal

En el apartado anterior se puso de manifiesto que en varios países


americanos, principalmente República Dominicana, Colombia, Ecua-
dor y Perú, se utiliza su merced o alguna de sus variantes. Parece ha-
ber estado presente en Chile, aunque no se lo registra en la actualidad.
El procedimiento de formación de su merced es el mismo que el
que dio lugar a vuestra merced. Se crea formando un SN con un po-
sesivo (su) y un sustantivo abstracto (merced). Este procedimiento,
como ya vimos, es típico de los honoríficos.
Recogiendo lo propuesto clásicamente por Kany (1963: 92-94),
la Nueva gramática de la lengua española (2009: 1257) señala el
uso de su merced (y sus variantes) en el siglo xix y a principios del
siglo xx en “casi todas las áreas lingüísticas”. En un apartado de la

1-Tratamiento 1.indd 65 12/5/15 17:48:51


66 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

ngle dedicado a sustantivos y grupos nominales como formas de tra-


tamiento, se sostiene lo siguiente:

El uso de su merced (también su mercé y sumercé) en América a lo


largo del siglo xix y principios del xx. Abarca casi todas las áreas lin-
güísticas. En Caldas y otras partes de Colombia se empelaba hasta
hace poco la forma suarcé. Aún perviven en ese país sumercé o su
mercé. Se usó su merced profusamente en la España meridional a lo
largo del siglo xix. Hasta no hace mucho tiempo se utilizaba también,
como forma de trato cortés, en el este de Guatemala, así como en al-
gunas partes de Venezuela. Todavía se registran en ámbitos rurales de
República Dominicana su merced, su mercedita y su meicé, incluso en
el trato de familiaridad (§16.16b).

Otras publicaciones especializadas, como ya vimos, señalan la vi-


talidad de su merced en República Dominicana, Colombia, Ecuador
y Perú.
El empleo de su merced en República Dominicana, de acuerdo con
los trabajos de Pérez Guerra (1988, 1989), es uno de los elementos
de un sistema ternario tú — usted — su merced, ya mencionado. Es
propio de los estratos sociales medio y bajo. La autora propone en
esos estratos dos contextos de uso: a) de hablantes de menor poder
a hablantes de mayor poder; b) entre hablantes de igual poder, espe-
cíficamente entre compadres, con un valor deferencial. Por otra parte,
sostiene que también se usa entre hablantes de igual poder en situa-
ciones de intimidad (como el ustedeo) y también en las clases media
y alta. Pérez Guerra afirma que este uso aparece en combinación con
formas de tú. Por esta razón, más que integrando el sistema pronomi-
nal, debería considerárselo un vocativo. Étnicamente, aparece el uso
considerado en a) en comunidades afro.
En Colombia andina oriental, según Placencia (2010: 347), en la
zona de Bogotá, su merced se conserva con un significado respetuo-
so y se asocia esta expresión con un pasado feudal. Mestre Moreno
(2010: 1036) señala que su mercé “es empleada, más que como un
honorífico, como un término que connota afabilidad y solidaridad ha-
cia el interlocutor”. Destaca su condición de marcador identitario de
origen geográfico de Boyacá, lo cual ya habían señalado otros au-

1-Tratamiento 1.indd 66 12/5/15 17:48:51


los sistemas de tratamiento en américa 67
tores (Bartens, 2003: 8; Montes Giraldo, 2000: 148; Ruiz Morales,
1987: 769).
En Álvarez y Bertolotti (2013: 8) incluimos el siguiente artículo
periodístico que recoge las evaluaciones sociales referidas arriba:

Prohibido decir sumercé en algunas empresas de Boyaca

En el Instituto Geográfico Agustín Codazzi en Tunja está prohibido el


uso de escotes, minifaldas y decir sumercé para la atención al cliente,
medida que no fue bien recibida y ocasionó diversas reacciones. “No
estoy de acuerdo porque va en contra de la libertad de la mujer para
vestir de una manera femenina”, “ojalá todas la mujeres anden de la
forma en la que ellas prefieren lo importante es que sean personas tra-
bajadoras e inteligentes”, dicen algunas boyacenses.
Con relación al uso del sumercé, que ha caracterizado por años
a los habitantes de este departamento, algunos ciudadanos aseguran
que hace “referencia al respeto que sentimos los boyacenses por nues-
tros interlocutores, por las personas con las que tratamos”, y es que
“el uso del sumercé es una frase amable y atenta que demuestra nues-
tras raíces que deben ser protegidas como parte de nuestra identidad”,
puntualizan.
Diario Caracol, 18 de marzo de 2011

En un trabajo centrado en usted, Uber (1985: 392) aporta datos re-


levantes sobre el empleo de su merced en Colombia. De acuerdo con
esta autora, se usa la forma en la intimidad familiar urbana y recoge
opiniones sobre el uso en entornos rurales. En estos ámbitos, su uso
es reverencial:

Indeed, some speakers do use a different form for extreme intimacy,


which is sumerced. Su merced, like usted, is used with third-person
singular verb forms. Flórez (1963) states: ‘Su merced (pronunciado
sumercé) es tratamiento de respeto que dan al superior los campesi-
nos de algunos departamentos del interior de Colombia. En Bogotá
es también vocativo cariñoso entre todos los miembros de la familia’
(1985: 390).

Según Albor, también en Bogotá se usa sumercé y sus mercedes


por parte de personas de poca educación y adultos ya mayores, pero

1-Tratamiento 1.indd 67 12/5/15 17:48:51


68 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

en vías de desaparición por el carácter cosmopolita de esta ciudad


(2001: 8). El empleo de su merced en Ecuador es como tratamiento
de respeto en el ámbito familiar (Placencia, 2010: 353). Como ya
mencioné, Hummel incluye la forma su merced en Perú a partir de
datos de un trabajo de mediados del siglo pasado de Sologuren (1954,
citado en Hummel, 2010c). Este señala el empleo de su merced en
“criados negros” a sus amos. A partir de datos más contemporáneos,
Granda (2004: 451) postula el uso de su merced en Piura (norte de
Perú), con valor deferencial, entre iguales, lo cual coincidiría con
uno de los valores asignados por Pérez Guerra (1989) a su merced en
República Dominicana. No obstante, reitera los comentarios con res-
pecto a la asociación entre el uso de su merced y la población escla-
vizada, y su abandono relacionado con la abolición de la esclavitud:

Ciertamente la forma de cortesía Su Merced fue utilizada entre la po-


blación negra esclava que desarrollaba su labor en la costa central del
país y especialmente en la comarca al sur de la urbe limeña […]. Se
trata pues de un rasgo morfosintáctico general entre dicho grupo ét-
nico, que persistió, hasta la supresión de la esclavitud en el Perú, for-
mando parte del denominado por John Lipski (1994: 179-216) “len-
guaje afroperuano”. Dadas las negativas asociaciones que, sin lugar
a dudas, se dieron entre la población liberta de origen africano, tuvo
lugar en el Perú una reacción similar a la que tuvo lugar, del mismo
modo, en las áreas caribeñas hispanohablantes en las que —con ex-
cepción de la actual república Dominicana— el tratamiento Su Mer-
ced desapareció del uso común después de la abolición de la esclavi-
tud local (M. Álvarez Nazario, 1957; C. T. Alzola, 1969, citados en
Granda, 2004: 448-449).

Como dijimos en Álvarez y Bertolotti (2013: 10) algunos estudios


señalan la pérdida reciente de su merced en otras zonas americanas.
En Chile, esta forma es obsolescente, de acuerdo con la bibliogra-
fía (Oroz, 1966, citado en Granda, 2007: 167; Torrejón, 1991: 1069)
lo que confirma Alba Valencia (comunicación personal) quien señala
que se la reconoce y se la comprende si aparece en relatos. Simi-
lar parece ser la situación en Venezuela, de acuerdo con Rosenblat
(1974: 21, citado en Obediente, 2010: 95) quien sostiene que se usó
pero que ha desparecido.

1-Tratamiento 1.indd 68 12/5/15 17:48:51


los sistemas de tratamiento en américa 69
En referencia al área surandina, Granda señala que el uso de su
merced puede ser tanto una forma simétrica identitaria utilizada entre
personas “pertenecientes al estrato social más elevado”, como una
expresión de asimetría en boca de “los peones rurales para dirigir-
se a sus amos”. A su juicio, de estas últimas “derivan” los usos de-
ferenciales —de dependientes a superiores—, los afectivos —entre
esposos y entre hijos y padres— y los usos de solidaridad respetuosa
—entre compadres y comadres— (2005: 247-249).
En Álvarez y Bertolotti (2013), a través del análisis de dos corpus
—corde y el apéndice documental de The History of Afro-Hispanic
language: five centuries, five continents de Lipski (2005)— docu-
mentamos las siguientes variantes de su merced: su mé, su mecé, su
melcé, su mercé, su merced, su mesé, su messé, su miecé, sumasé,
sumecé, sumelcé, sumece, sumercé, sumesé. Como se puede ver en
los ejemplos que siguen, registramos su merced en diversas posicio-
nes sintácticas. Por otra parte, están siempre en boca de africanos
o descendientes de ellos.

Su mersé compra Dolore y Lola


Emilio Bacardí, Doña Guiomar, 1916, Cuba, citado en Lipski (2005)

Miamito, ta bien, Lola quiere su mersé


Emilio Bacardí, Doña Guiomar, 1916, Cuba, citado en Lipski (2005)

Plata toa e pa su mersé


Emilio Bacardí, Doña Guiomar, 1916, Cuba, citado en Lipski (2005)

Su mersé, no sabe hata dónde llegá maldá miamo Juan


Emilio Bacardí, Doña Guiomar, 1916, Cuba, citado en Lipski (2005)

La mitad de los 202 ejemplos encontrados en el corde tienen un


locutor afrodescendiente o africano. En los casos restantes se em-
pleaba su merced como honorífica o como tratamiento de locutores
con menor poder hacia locutores con mayor poder.
Como comentario metalingüístico, vale la pena reiterar el incluido
en Álvarez y Bertolotti (2013: 22). Es un verso que representa el len-
guaje afroperuano del siglo xix y se refiere a “su mecé” y a “mi amo”

1-Tratamiento 1.indd 69 12/5/15 17:48:51


70 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

como formas próximas a ser abandonadas por la población afro y ser


sustituidas por “señor” y “don” al volverse ciudadanos.

Ya no diremo a ninguno
ni amo, ni su mecé,
ya no somo tata pepe
somo Señó don Cosé
Manuel Atanasio, La libertad, 1840-1850,
Perú, citado en Lipski (2005)

De acuerdo con lo presentado, su merced es una fórmula de trata-


miento que se emplea en estratos poco escolarizados en situaciones
en las que el locutor tiene menor poder que el alocutario. En el ámbi-
to familiar, es una expresión de pertenencia grupal. Fuera del ámbito
familiar, entre locutores con igual poder es deferencial, ya sea en es-
tratos bajos y medios (compadrazgo) como altos (filiación grupal).
Las descripciones más frecuentes de los paradigmas de tratamiento
de la segunda persona en el español son las de Carricaburo (1997) y la de
Fontanella de Weinberg (1999). La presentación del empleo de tú, vos,
usted-t y usted-v y su merced evidencia que con los datos actuales sería
razonable revisar los sistemas propuestos. En rigor, el español no con-
taría con cuatro sistemas de tratamiento sino con seis de acuerdo con
el repertorio de formas empleadas. Además, y según los datos presen-
tados, la distinción que realiza Fontanella de Weinberg (1999) entre el
sistema 3a y 3b, que tenía que ver con la aleatoriedad de los usos de tú
y vos en 3a, debería ser suprimida. Al ajustar el número de sistemas se
debería ser cauto y la propuesta que se presenta debajo es tentativa. Por
un lado, la inclusión de su merced y variantes requeriría de estudios
más profundos que confirmaran su carácter pronominal. Por otro, los
diferentes significados atribuidos al término ustedeo harían necesaria
la confirmación de algunos datos. La idea de ampliar el esquema de
los sistemas pronominales no es nueva. Ya la propone Moser al refe-
rirse al ustedeo o usted de cercanía en Costa Rica y sostiene que en
“El Salvador (y Panamá), [se] presentan usos informales de la forma
usted, por lo cual contamos con tres ejemplos más a favor de nuestra
propuesta de un sistema pronominal V para el español latinoamerica-

1-Tratamiento 1.indd 70 12/5/15 17:48:51


los sistemas de tratamiento en américa 71
no que incluye el uso informal de la forma usted (ustedeo)” (2010a:
286-287). En el cuadro 12 se sombrean las formas usadas en cada
uno de los sistemas.

tratamientos zona
sistema tratamientos singular
plural aproximada
tú vos usted-t su usted-v vosotros ustedes

merced

I España norte y
central
II México, Perú,
Puerto Rico, Cuba,
Venezuela, Colom-
bia, España sur
III Guatemala, Hondu-
ras, El Salvador,
Nicaragua, Panamá,
Uruguay
IV Argentina, Belice,
Bolivia camba,
V Colombia (Antio-
quia), Costa Rica,
El Salvador, Gua-
temala, Honduras,
Nicaragua, Panamá,
Venezuela (Zulia y
Andes),
VI Colombia (Bo-
yoacá), Ecuador,
Perú, República
Dominicana

Cuadro 12. Sistemas pronominales en el mundo hispanohablante

Un rasgo relevante no considerado en el cuadro 12 es el de la dis-


tribución de ámbitos de uso de formas-v y formas-t. Es difícil siste-
matizarlo ya que no hay datos de frecuencias y ámbitos de uso para
todo el mundo hispanohablante. Parecería que los extremos están en
España, donde las situaciones de tratamiento de usted-v son los más
limitados, y en México, donde las situaciones son las más extendidas.

1-Tratamiento 1.indd 71 12/5/15 17:48:51


72 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

De acuerdo con los datos presentados, agrego un sistema V que


incluye el usted-t y agrego un sistema VI que se caracteriza por el
uso de su merced. Sin embargo, insisto, es necesario tomar este sis-
tema con precaución ya que buena parte de los usos que se consi-
gan son como vocativos, como se puede ver, por ejemplo, en Pérez
Guerra (1989: 193), que es quien propone un sistema ternario para
República Dominicana —su merced, usted quiere entrar; ¿Cómo está
su merced hoy?; Su merced, tú quieres un cafecito; Mi su merced,
¿cómo le va?; ¿qué hay, mi su merced?
Es interesante destacar que las únicas formas que están presentes
en todos los sistemas de tratamiento en el mundo hispánico son las
relativamente recientes usted y ustedes. En el primer capítulo de la
próxima parte, trataremos las historias de estas formas de tratamiento.

El tratamiento pronominal y verbal en el actual Uruguay25

En la actualidad se pueden escuchar en el español del Uruguay cua-


tro posibilidades para dirigirse a un alocutario: usted tiene (que abre-
vio U-U); tú tenés (que abrevio T-V); vos tenés (que abrevio V-V); tú
tienes (que abrevio T-T).
La clave de la explicación de este complejo sistema, como vere-
mos en la parte tercera de este libro, está en la confluencia de dos co-
rrientes lingüísticas: una rural y una urbana. La confluencia se acen-
túa en el último cuarto del siglo xix, cuarto de siglo que se caracteriza
por cambios económicos, demográficos e ideológicos, relacionados
causalmente con los fenómenos lingüísticos que estoy analizando.
Económicamente, la modernización del campo lleva a la migración
de los habitantes rurales a las ciudades. Demográficamente, hay una
fortísima inmigración europea, que se instalará también en la ciudad.
Ideológicamente, se impulsa la educación universal y con ella el es-
pañol como lengua nacional del Estado, como parte del esfuerzo de
construir la nación y la república. La variedad seleccionada en el ám-

25
Este apartado reproduce, con algunos ajustes de redacción y parcialmente, Ber-
tolotti (2011b), artículo titulado “La peculiaridad del sistema alocutivo singular en el
español en Uruguay”.

1-Tratamiento 1.indd 72 12/5/15 17:48:51


los sistemas de tratamiento en américa 73
bito del tratamiento es la tuteante, considerada, de hecho, como la
variedad culta.
Esto se mantiene a lo largo del siglo xx y explica que en la actualidad
se empleen en el español del Uruguay las cuatro formas mencionadas:
usted tiene (U-U); tú tenés (T-V); vos tenés (V-V) y tú tienes (T-T).
Las tres primeras (U-U; T-V; V-V) se definen de acuerdo con la re-
verencialidad o deferencia, en el sentido ya usado. La cuarta está de-
terminada por otras posibles variables, que no se excluyen entre sí: el
origen geográfico de los hablantes, la situación magisterial —–aque-
lla en la que el hablante está enseñando o adoptando la actitud de
quien enseña— o situaciones de acomodación lingüística frente a ha-
blantes extranjeros.
Entre las tres primeras, como ya señaló Fontanella de Weinberg
(1999) —y recoge también la ngle, §16.5n—, se pueden distin-
guir grados de formalidad. La primera de ellas, usted tiene, es la que ex-
presa mayor lejanía o formalidad, y la última, vos tenés, es la que
expresa menor distancia o informalidad. Tal como señala esta autora:

Las formas vos cantás, tenés, partís se emplean para los tratamientos
más íntimos: entre esposos, entre hermanos y aún en reuniones entre
amigos íntimos. En cambio, tú cantás, tenés, partís es la forma prefe-
rida cuando existe una relativa confianza, aunque no intimidad, como
entre conocidos, compañeros de trabajo, profesores y estudiantes uni-
versitarios, etc. y en el caso de que no haya un tratamiento de usted.
Hay obviamente una franja de alternancia entre ambos tratamientos,
pero no tan generalizada que impida distinguir claramente relaciones
en las que corresponde uno u otro de los tratamientos (1999: 1405).

A continuación, desarrollo con mayor detalle lo sintetizado por la


lingüista argentina.
U-U (usted tiene). Tal como sucede en otros sitios del mundo his-
pánico, los ámbitos de usted están en retroceso. Afirmaciones de ha-
blantes que solo se diferencian por una generación, escuchadas en
septiembre de 2009, evidencian la cuestión:

Cuando tengo que saludar a alguien tipo [= como] tu abuelo le digo


“—¿Qué tal?”, porque no sé usar el usted y así no se nota.
Estudiante de bachillerato, 18 años

1-Tratamiento 1.indd 73 12/5/15 17:48:51


74 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Me tutean, cosa que me desagrada, sobre todo cuando no me conocen.


Profesor universitario, 46 años

La retracción de los usos de usted, como se mostrará más adelante, se


inicia a fines del siglo xix, en el ámbito familiar y en contextos urbanos.
En cuanto a la manifestación fónica, usted no se ha modificado sus-
tancialmente desde que ese significante se fija después de varios cam-
bios a partir de vuestra merced. Como cualquier forma terminada en
/-d/, en el habla coloquial o de los hablantes menos instruidos, puede
no pronunciarse este fonema y se escucha entonces /uhté/. Sin embar-
go, esta pronunciación no es socialmente marcada. Las conjugaciones
verbales se mantienen estables y son coincidentes con la tercera perso-
na del singular, porque conservan la concordancia con el sintagma no-
minal que da origen a la forma. Por las mismas razones, el paradigma
pronominal es también coincidente con el de la tercera persona singu-
lar. Excepción a ello, es el posesivo vuestro/a(s) como una alternativa
más distante, más respetuosa que el no marcado y ambiguo su (ver
Bertolotti, 2007b).
T-V (tú tenés). El tratamiento señalado en segundo lugar, tú tenés,
se usa en situaciones en las que no cabe un tratamiento reverencial al
alocutario, que se daría a través de usted tiene ni tampoco uno de cer-
canía no deferencial como vos tenés. Esta combinación híbrida, nacida
de la confluencia de una “corriente” lingüística de origen rural, inculta,
desprestigiada, con una “corriente” lingüística urbana, preferida para la
estandarización, resulta en una forma de tratamiento extremadamente
cómoda para los hablantes. Les permite ser cercanos, a través de la for-
ma voseante y, al mismo tiempo, ser deferentes, a través del tuteo pro-
nominal, que es considerado más culto, más refinado que el vos. Pue-
den lograr esto sin ser reverenciales, lo cual sería un exceso de lejanía.
Esta combinación, que puede incluir la forma ti como término de pre-
posición, además, es uno de los pocos rasgos que permitiría distinguir “un
español del Uruguay” en el contexto rioplatense, caracterizado por V-V.
V-V (vos tenés). El tratamiento señalado en tercer lugar, vos tenés,
es el más extendido. Este se conforma con el pronombre vos y el ver-
bo con forma voseante. Por razones de la evolución histórica del para-

1-Tratamiento 1.indd 74 12/5/15 17:48:51


los sistemas de tratamiento en américa 75
digma el voseo solo tiene formas propias en cinco flexiones: presente
del indicativo, pretérito perfecto simple del indicativo, futuro del in-
dicativo, presente del subjuntivo e imperativo. En el Río de la Plata,
el presente del indicativo voseante se ha dado por la monoptongación
del diptongo original (-áis o -éis en -ás, -és, esto es, cantáis>cantás;
tenéis>tenés). El pretérito perfecto simple (tuviste~tuvistes) alterna
sin variación diastrática ni diafásica,26 aparentemente, a pesar de los
esfuerzos de la educación formal, que prefiere tuviste. El futuro de
indicativo voseante, cantaréis, cantarés o cantarís, no se usa nunca.
El presente del subjuntivo voseante (cantés, tengás, digás) se usa,
según mis impresiones —ya que no hay estudios sobre esta cuestión
para Uruguay—,27 en general en contextos negativos: No me vengás
con pavadas, excepcionalmente en hablantes cultos y se asocia con
el español de Buenos Aires. El imperativo voseante tiene la forma
acortada de las etimológicas cantad, tened, decid: cantá, tené, decí.
De acuerdo con el estudio que presento en el capítulo primero de la
segunda parte y con los de Moyna (1996), el imperativo fue el primer
contexto en el cual las flexiones voseantes comenzaron a sustituir
a las tuteantes en las capas “cultas” de la población a fines del siglo xix.
El pronombre vos presenta modificaciones en el significante solo
en su uso vocativo. En la lengua oral se usa /bó/, sin remanente algu-
no de /s/, que no está estandarizado y se grafica como <vó> y como
<bó>. En algunos usos vocativos, la forma /bó/ tiene referencia plu-
ral, por ejemplo, bó, chiquilines, ¿vamos al cine? Este uso vocativo
no ha sido estudiado hasta el momento.28

26
El único estudio realizado sobre esta alternancia data de tres décadas atrás (Eli-
zaincín y Díaz, 1981).
27
Hay estudios para Buenos Aires: Fontanella de Weinberg y Lavandera (1975);
Fontanella de Weinberg (1979) y García Negroni y Ramírez Gelbes (2003). Estomba
(2012) da una explicación gramatical al sostener que en los contextos de conjetura
o duda no suele darse la forma voseante.
28
La forma bo existe en papiamento como segunda del singular (Hummel, 2010b:
297), así como también es registrada por Henríquez Ureña (“se pronucia vo”) en
Cuba (1921: 390, citado en Hummel 2010b: 309). Blanco Botta (1982: 296) señala
que “en la ciudad de Camagüey, si bien sólo usan el ‘vo’ (bo) los más viejos, las
formas verbales de voseo pertenecen a la ‘norma popular’”. Villa Mejía (2010: 69)
consigna un uso vocativo en Antioquia, Colombia, cuando entre los interlocutores
existen unos fuertes lazos de amistad, confianza o cercanía.

1-Tratamiento 1.indd 75 12/5/15 17:48:51


76 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

En el resto del paradigma pronominal, el pronombre acusativo y


reflexivo es te, el posesivo es tu y tuyo/a(s), todos ellos tomados del
paradigma tuteante. En el término de preposición, se usa el pronom-
bre tónico vos salvo en contigo, que alterna con vos.
T-T (tú tienes). La cuarta de la formas presentadas, tú tienes, es la
de mayor estabilidad histórica en su significante en el ámbito hispáni-
co. Posee usos acotados geográficamente a la zona este del Uruguay,
en general identificada con el departamento de Rocha, y es un mar-
cador de identidad de la población de esta zona. También es usada
en toda la zona serrana (departamentos de Lavalleja y Maldonado),
especialmente en los ámbitos rurales. El origen de este reducto geo-
gráfico tuteante no ha sido estudiado, hasta donde llega mi conoci-
miento. Además del verbo y el pronombre tónico, todo el paradigma
pronominal es tuteante y se distingue claramente del voseante porque
el término de preposición es regularmente la forma ti.
En relación con la interpretación de este uso regional dentro de
Uruguay, en un texto de divulgación lingüística se afirma lo siguiente:

En general, [el uruguayo medio] cree que esa lengua “correcta”


o “verdadera” es la que se habla en la península. […]. En otros casos,
suele creerse entre nosotros que el español “correcto” es el de Cas-
tilla. Como consecuencia de todo esto, el uruguayo está convencido
de que habla mal el español. Es consciente de que su lengua difiere
del modelo peninsular —que él erróneamente cree uniforme— e in-
terpreta esa diferencia como un apartamiento del modelo correcto. De
allí su creencia de que la zona del país en la que se conservan mayo-
res similitudes con el modelo peninsular (básicamente el tuteo para
la segunda persona del singular, puesto que el tratamiento “vosotros”
ha sido sustituido en toda América por “ustedes”), esa zona que las
investigaciones últimas ven reducirse cada vez más en el este del país,
es la de habla más correcta (Pedretti, 1984: 116-117).

La propaganda reproduce también este imaginario. Un aviso de


prensa escrita que promocionó el turismo de Rocha en el marco de la
campaña Uruguay Natural muestra una playa con personas interac-
tuando que utilizan formas tuteantes pronominales y verbales: “Mira
tú”, “Alcánzame la toalla”, “Pásame un mate”. Incluye una leyenda

1-Tratamiento 1.indd 76 12/5/15 17:48:51


los sistemas de tratamiento en américa 77
que establece una relación entre la pureza del ambiente natural de
Rocha y la “pureza” del idioma, que también se expresa a través de la
modalidad tuteante: “En Rocha la pureza se nota hasta en cómo te
hablan. Aprovecha febrero y ven a pasar unos días en contacto con la
naturaleza”.
Asimismo, la forma tú tienes es la enseñada en el sistema edu-
cativo.29 Entiendo que esto lleva a una evaluación estilística en el
sentido propuesto por Caravedo (2005: 25-26), que explica que se la
use, además de en situaciones de aula, cuando se quiere ser educado,
cuando se quiere cuidar especialmente la imagen del otro o cuando
se entiende que el alocutario no forma parte de la comunidad lingüís-
tica.
Esta evaluación positiva lleva a que la combinación tú tienes sea
la defendida por “los guardianes” de la lengua. Al respecto cito algu-
nas afirmaciones realizadas por un ministro de educación, en el con-
texto de una discusión acerca del uso de malas palabras en medios de
comunicación:

Para desenfocarlo de las malas palabras [...] debemos enfocar el cui-


dado del idioma también a otros aspectos, dijo Yamandú Fau. “Hay
publicidad del Estado que utiliza slogans con frases como vos podés.
Es opinable, pero me parece que en un idioma tan rico como el nues-
tro no estaría mal enfatizar que los verbos se conjugan de cierta mane-
ra. No me pone irascible pero me parecería mejor que el Estado diga
tú puedes” (Asencio, 2005: 36).

Es posible encontrar también valoraciones explícitas del tuteo pro-


nominal y verbal como formas cultas en el ámbito de la crítica lite-
raria. La atención hacia la “norma lingüística” conduce a Amorim,

29
Oroño (2004a: 41) sostiene que en los textos incluidos en los libros destinados
a los escolares uruguayos “[l]os datos generales indican una preferencia clara para
las formas tuteantes, aunque las formas voseantes están presentes en un porcentaje
interesante”. Sin embargo, el análisis de las formas de tratamiento en las directivas
de los autores revela que “los autores de los Libros para el alumno usan el paradig-
ma tuteante exclusivamente, tanto a nivel pronominal como verbal” (2004a: 43-44).
La autora entiende que esto implica considerar el “estándar peninsular” como de ma-
yor prestigio. Oroño (2004b) realiza un análisis en los mismos términos de los libros
de texto utilizados en la enseñanza secundaria y llega a conclusiones similares.

1-Tratamiento 1.indd 77 12/5/15 17:48:52


78 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

por ejemplo, en “El Caballo y su Sombra” [1941] en Alberti et al.


(1974), a caracterizar un personaje femenino importante, “Adelita”,
en dos escenas en las que abre una profunda perspectiva psicológica
partiendo de un manejo culto del “tú”.

—Tú tienes que acordarte, Marcelo… Las muchachas del puesto que
papá protegía…Una de ellas, Malvina, fue su madre…
Marcelo oyó la insistencia de su cuñada, pero más que buscar en su
memoria frágil, se dejó llevar por la inusitada música del vocabulario
poco corriente de Adelita. Ella no hablaba como el resto de la familia.
El “tú” sonaba en sus labios con una clara armonía. Jamás la oyó
decir “vos” o “ché”. Su conversación florecía en inusitadas pala-
bras de familia de antiguo cuño.
Alberti et al., Diccionario documentado, 1971, p. 24

Incluso es posible ver cómo la literatura contemporánea continúa


reflejando la valoración de tú como una forma educada.

Esa mañana su padre estaba peor que nunca: que dónde estuviste ano-
che, que por qué llegaste tan tarde [...] —Vos llegaste después que yo
—contestó [la adolescente] mientras masticaba una tostada, aparen-
tando despreocupación pero muy consciente de estar jugando con fue-
go. Si había algo que podía descontrolar a su padre era una respues-
ta insolente pero con argumentos válidos. Y si había algo que ponía
nerviosa a su madre era que hablara con la boca llena y que dijera
“vos” en vez de “tú”.
Magdalena Helguera, Como un volcán, 2001, p. 112

Como surge de este último ejemplo, la contracara de la evaluación


positiva del tuteo es la evaluación negativa del voseo.30 Volveré so-
bre esto en el apartado siguiente cuando me refiera al peso de Buenos
Aires en la conservación en Uruguay de la forma mixta tú tenés.
Si un español, un mexicano de la Ciudad de México o de Monte-
rrey, o un peruano de Lima llegaran a Montevideo y desconocieran
la variedad del español de sus habitantes, se verían sorprendidos. Si
fueran de edad mediana, serían tratados seguramente con un pronom-
30
Hay aquí una gradación dentro de la percepción singularizadora, en el sentido
de Caravedo (2005), ya que se percibe más el pronombre que el verbo.

1-Tratamiento 1.indd 78 12/5/15 17:48:52


los sistemas de tratamiento en américa 79
bre tú y un verbo voseante o, incluso, por acomodación, con un ver-
bo tuteante. Esto, que resultará en un exceso de confianza para los
alocutarios, es, sin embargo, una expresión de deferencia por parte
de los locutores.
El voseo pronominal y verbal ha estado siempre presente en el
territorio uruguayo; sin embargo, el conflicto de normas referido (ur-
bano = tuteante vs. rural = voseante; individuos educados = tuteantes
vs. individuos sin educación = voseantes) ha estado presente desde
que estos cortes sociales se identifican como tales.
No tuvo Uruguay, a diferencia de Argentina, generaciones que
reivindicaran las hablas “regionales”, como ha mostrado Di Tullio
(2003). Atribuyo la valoración positiva del tuteo —como una forma
más culta, más educada— al hecho de ser seleccionada por la escuela
desde los primeros tiempos de la educación en el Uruguay, así como
al hecho de que el hablante medio conciba como “verdadero” espa-
ñol el que se habla en España. No obstante, no es este el único factor
que lleva a la conservación del tuteo pronominal.
Por razones históricas complejas, la identidad uruguaya se ha de-
finido, por lo menos desde fines del siglo xix, por comparación con
Buenos Aires. Tomemos un ejemplo de esa época del ámbito del ur-
banismo y de los hábitos femeninos urbanos, como testimonio de la
mirada siempre puesta en la otra margen del Río de la Plata para
construir la imagen propia.

[…] la calle 18 de Julio no tiene ni palacios ni siquiera casas que


salgan de lo común. Nada que recuerde aquella suntuosa Avenida de
Mayo que tiene insoportables a nuestros vecinos [los bonaerenses],
con sus palacetes de filigrana de azucarillo y su edificación de canon
oficial. La nuestra es una buena calle francota y democrática, muy es-
paciosa, muy limpia, y tendida con suma gracia sobre la arista de la
colina para esparcimiento de los buenos montevideanos, que parecen
estar muy contentos con ella y encontrarla muy bonita con su pen-
diente mansa y el verde alegre de sus simpáticos arbolitos […].
Por otra parte, nuestra calle 18 tiene algo de lo que no tienen nin-
guna de las calles de Buenos Aires; y es una vecindad femenina de lo
más gentil, que en las tardes lindas festonea los balcones dando una
bella nota primaveral.

1-Tratamiento 1.indd 79 12/5/15 17:48:52


80 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

En Buenos Aires el “chic” ha proscripto el balcón; nosotros feliz-


mente no hemos entrado todavía por el “chic”, a lo que parece, y gra-
cias a esto nuestras damas pueden darse el honesto placer de respirar
aire puro mirando pasar la gente, que nada de mal hace para que sea
menester enclaustrase estúpidamente huyendo de su vista.
Arturo Jiménez Pastor, Mi Montevideo,1898,
citado en Rodríguez Villamil (2006: 246)

En el plano lingüístico, contemporáneamente, podemos corroborar


el hábito de construir la identidad con el vecino platense. Entre mu-
chos ejemplos posibles, elegí uno que surge de comentarios sobre el
uso de listo y pronto en el blog CucharaResfriada (http://cucharares-
friada.blogspot.com). Participantes argentinos realizan comentarios
sobre los uruguayos. Dice Alma: “Cierto […] lo que pasa es que se
nos parecen tanto pero cuando hablan te das cuenta de dónde son y te
das cuenta que viene de un país mucho más civilizado […]”.31 Agre-
ga Lucifer Sam: “En cuanto a los uruguayos, me caen bien Forlán y
Rada, algunos de sus nombres simpáticos y esas ocurrencias como
“pronto” que intentan diferenciarse a nosotros. Creo que le[s] damos
vergüencita ajena”. Tercia un uruguayo que se manifiesta feliz por los
juicios positivos de los argentinos hacia los uruguayos y agrega: “Pero
ojo, tenemos nuestras cosas malas también por algún lado. Y en algu-
na medida, también envidiamos a nuestros vecinos [los argentinos]”.
Ese mirarse en el espejo de Buenos Aires sería el otro factor que
determina la valoración negativa del voseo, como ya ha sido señala-
do en otras ocasiones (Elizaincín, Malcuori y Bertolotti, 1997; Berto-
lotti y Coll, 2001; Bertolotti y Coll, 2003).
Los “guardianes profesionales” de la lengua hacen explícita esta
asociación. Consideremos el siguiente ejemplo de las afirmaciones
de una profesora uruguaya a cargo de una columna sobre corrección
idiomática en un diario de circulación nacional:

La Prof. Dubourg aclaró que la profusión de programas de la vecina


orilla [Buenos Aires], instalados en nuestros canales televisivos, influ-

31
En este y los siguientes ejemplos tomados del blog corrijo la ortografía sin
señalamientos explícitos de ello.

1-Tratamiento 1.indd 80 12/5/15 17:48:52


los sistemas de tratamiento en américa 81
ye en la manera actual de hablar de los uruguayos. Algunos progra-
mas venezolanos o colombianos tienen mejor lenguaje, aunque, po-
siblemente, utilicen más modismos. Añadió que jamás decíamos “vos
tenés” sino “tú tenés”. Ahora decimos “vos tenés”, lo escribimos en
las propagandas y eso es influencia argentina. Los textos escolares
argentinos ya vienen con el “vos tenés” y aquí en muchos colegios
los estudian, puntualizó.
Diario El Observador, 12/4/2003, p. 9

Este texto recoge creencias ingenuas sobre el cambio lingüístico,


entre ellas la necesidad de que alguien se haga responsable del cam-
bio, como si este fuera un delito.32
En cuanto a los textos escolares argentinos escritos con consignas
voseantes, he sido testigo de la misma actitud negativa ante el voseo
y de la atribución de su origen a Buenos Aires. En ocasión de una
reunión en la que una maestra de quinto año escolar explicaba a los
padres los libros de texto que iban a ser usados durante el año 2002
en Montevideo, esta manifestó que determinado libro era realmente
excelente, pero que tenía el problema de que estaba lleno de vos, por-
que estaba escrito en Argentina.
Estas reacciones son síntoma, por supuesto, de la existencia de varia-
ción, pero también de que el voseo está usándose en ámbitos que antes
le estaban vedados. Señalo otros hechos sintomáticos del crecimiento
de los ámbitos voseantes y de su presencia en la lengua estándar. El
primero de ellos es su uso en traducciones, por ejemplo, la siguiente:33

32
Las alteraciones en el buen hablar así como en otros campos de las conductas
sociales suelen ser atribuidas a la influencia de los argentinos. Cito un ejemplo refe-
rido al lenguaje, que surgió en 1999 en ocasión de que un escritor argentino dijera
“malas palabras” en un programa de televisión en un horario central:

varios de los miembros de la Academia Nacional de Letras que se encontraban


presentes en la reunión instaron al ministro a “combatir con las armas de la ley”
lo que juzgaron como una influencia negativa que “principalmente viene de la
Argentina y que nos está ahogando” […]. Una brisa nacionalista encendió a la
teleaudiencia, o parte de ella: no son pocos los compatriotas que entienden que el
uso corriente de términos antes reservados a los insultos, las broncas y las ofen-
sas son culpa de los porteños [los habitantes de Buenos Aires], que empezaron
antes y además los contagian vía televisión (Asencio, 2005: 34).
33
De acuerdo con mis consultas, la traducción fue realizada por un periodista del
diario La Diaria.

1-Tratamiento 1.indd 81 12/5/15 17:48:52


82 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

“Yo tuve un affaire”. Con esa frase el diario neoyorkino Daily News
titulaba ayer una entrevista exclusiva en la que el nuevo gobernador
de Nueva York, David Paterson, y su esposa, Michelle Paige, admi-
tieron que mantuvieron relaciones extramatrimoniales en el pasado.
“Como en todos los matrimonios, atravesás momentos difíciles”, ase-
guró Michelle en la entrevista.
La Diaria, 19/3/08, p. 16

Otro elemento sintomático de la extensión del uso del voseo es


su empleo en expresiones generalizadoras, cuyo uso muestro en dos
ejemplos de contextos formales y otros dos ejemplos de contextos más
espontáneos.

Si vos publicás es porque de alguna manera querés comunicarte con


otros, dirigirte a otros.
Diario La Diaria, 18/4/08

Es obligatorio caer rendido a esta altura del año, sin importar si uno
pasó los últimos meses hundido en el pluriempleo o hundido en una
hamaca paraguaya tomando tragos frutales. Caés, como cuando mi-
rás el reloj y es hora de almorzar. Por más que te hayas bajado una
docena de bizcochos, te vienen ganas de almorzar.
Diario El País, 11/10/09

La doctora que ingresó al turno, les explicó que despertaría por sí mis-
ma. “No entendés un carajo pero confiás”, decían hermanos y cuñado
de la fallecida.
Diario El País, 11/10/09

Cuando vos comprás [marihuana], no sabés que estás comprando. Si


querés, comprás a la vuelta de la esquina.
Periodista radial. Programa Asuntos pendientes, 5/5/08

En síntesis, el tratamiento personal alocutivo singular en Uruguay


tiene cuatro opciones, que constituyen una compleja red de valores.
La combinación del pronombre tú y su paradigma con el verbo con-
jugado en forma tuteante es considerada una forma más culta, lo cual
se explica en la opción que ha realizado la educación formal por el
uso tuteante a lo largo del siglo xx. Esto tiene como consecuencia
la evaluación estilística de considerarla adecuada para el aula, para

1-Tratamiento 1.indd 82 12/5/15 17:48:52


los sistemas de tratamiento en américa 83
cuidar especialmente la imagen del otro o para dirigirse a alocutarios
que no forman parte de la comunidad lingüística. Esta percepción es-
tilística se ve reforzada, probablemente, por el hecho de que la com-
binación de tuteo pronominal y verbal sea la seleccionada por las va-
riedades del español europeo. Este es percibido por el común de los
hablantes como “el verdadero”, por su condición de fuente para la
presencia de la lengua española en otras geografías del mundo. Qui-
zás por esta última razón, los hablantes nacidos en Rocha conservan
estos usos que les permiten ostentar su “buen” español.
La combinación del pronombre tú y su paradigma con el verbo
conjugado en forma voseante es considerada una forma más culta que
vos tenés, ya que hay una mayor percepción de las diferencias entre
pronombres que entre verbos. Por ser considerada más culta, se la
entiende más adecuada para la formalidad, lo que lleva a usos prag-
máticos que hacen que un mismo hablante, en una misma situación
de comunicación y con un mismo alocutario, pueda alternar ambas
formas: vos tenés o para vos vs. tú tenés o para ti. La combinación
con tú y no con vos permite además diferenciar los usos montevidea-
nos de los bonaerenses, que, como he mostrado, es una preocupación
constante en la historia cultural rioplatense. Mantener esta diferencia
podría ser una de las razones de la conservación del tú.
La flexión voseante del presente del subjuntivo cantés, digás, ven-
gás es evaluada negativamente. Así como hay mayor percepción de
los pronombres que de los verbos, dentro de los verbos no todas las
conjugaciones son evaluadas de la misma manera. El Presente del
Subjuntivo agrega a los juicios de los hablantes sobre el voseo el
juicio de ser considerado grosero o “aporteñado”,34 esto es, caracteri-
zador del habla de los nacidos en Buenos Aires.
Tal como sucede en el resto de América, el español en el Uru-
guay tiene una única forma pronominal de expresión del plural, que
es ustedes y sus formas verbales coincidentes con tercera persona del
plural.

34
Esta es una afirmación impresionística ya que esta cuestión no ha sido objeto
de estudio empírico hasta el momento.

1-Tratamiento 1.indd 83 12/5/15 17:48:52


84 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Se presentan, sin embargo, en situaciones muy formales usos de


vosotros, herederas de tradiciones discursivas del siglo xix. Un ejem-
plo de estas ocasiones solemnes es la ceremonia de Jura de la Ban-
dera, obligatoria para todos los ciudadanos y cuyo ceremonial está
establecido por un decreto de 1940 en el que se estipula que el jura-
mento será tomado luego de haber explicado el significado del con-
cepto de Patria, la simbología que la representa y la finalidad del acto
de juramento. La autoridad a cargo debe dirigirse a los presentes de
la siguiente manera:

¿Juráis honrar vuestra Patria, con la práctica constante de una vida


digna, consagrada al ejercicio del bien para vosotros y vuestros se-
mejantes; defender con sacrificio de vuestra vida, si fuere preciso, la
Constitución y las Leyes de la República, el honor y la integridad de
la Nación y sus instituciones democráticas, todo lo cual simboliza esta
Bandera?

¿Por qué en ese contexto de solemnidad y trascendencia se usa el


paradigma pronominal y verbal de vosotros/as? Seguramente porque
para los hispanohablantes rioplatenses vosotros/as no significa cerca-
nía, sino por el contrario, distancia y formalidad. Debemos cambiar
entonces la pregunta: ¿por qué se atribuye este significado a la forma
vosotros/as?
Caravedo (2005: 19-26) sostiene, inspirada en trabajos de Searle
(1995), que las lenguas son ontológicamente subjetivas porque son
“relativas al observador”. Los hablantes son los observadores y eva-
lúan las lenguas manifestando su subjetividad. Naturalmente, la eva-
luación de las lenguas que hacen los hablantes presupone la existen-
cia de algún tipo de percepción. Entiende la autora que la percepción
puede ser analítica o sintética. Habla de percepción analítica cuando
“un individuo es capaz de percibir rasgos aislados, […] y concomi-
tantemente puede (o no) interpretarlos socialmente o calificarlos en
cualquier dirección” (Caravedo, 2005: cit: 21). Para ella, uno de los
factores que orientan la percepción es lo estilístico, entendiendo por
estilístico, tal como lo hace Labov (1994), los grados de formalidad:
lo más inmediato y por lo tanto menos cuidado y menos exigente

1-Tratamiento 1.indd 84 12/5/15 17:48:52


los sistemas de tratamiento en américa 85
en términos de esfuerzo perceptivo se asocia a lo informal, en tanto
que lo menos inmediato, lo más autocontrolado se asocia a lo formal.
Ejemplifica Caravedo estos conceptos, justamente, con los valores de
vosotros/as. Considera que en América estos pronombres son perci-
bidos como formas lejanas y solemnes y explica este hecho por su
formalidad, es decir, por tratarse de un elemento lingüístico que se
conoce/se percibe en contextos formales. Caravedo expone la recate-
gorización de vosotros/as de la siguiente manera:

De hecho en Hispanoamérica —y me valgo aquí de mi propia per-


cepción de hablante originaria—-, se recibe la primera información
de la existencia de vosotros y de sus formas conexas a través de la
escuela, en los textos de gramática y de literatura, esto es a través de
los contextos de distancia. Tal información entra a formar parte del
imaginario colectivo como una forma extraída de contextos artificia-
les, y no de los naturales y espontáneos de la proximidad […]. [E]s-
tas circunstancias crean las condiciones favorables a la percepción
singularizadora del pronombre a su recategorización con un contenido
opuesto al canónico castellano (2005: 29).

Sin embargo, pese a ser evaluada positivamente la norma españo-


la central, la falta de familiaridad y el conocimiento imperfecto de
sus valores lleva a reinterpretaciones. Prueba de ello, y en relación
con el tema que nos ocupa, es la siguiente propaganda radial emitida
en Montevideo en los meses previos al alumbramiento del hijo de
Letizia Ortiz y Felipe de Borbón en el año 2005. Esta consistía en la
reproducción de un supuesto mensaje de bienvenida en el contesta-
dor automático de la pareja real. Agrego en cada lugar de sujeto no
explícito la forma [pro] para poder marcar la referencia.

Ustedi se ha comunicado con la residencia de {Felipe de Borbón,


mi esposo, el príncipe heredero}k. Élk no se encontráisk en este mo-
mento, pero si vosotrosi queréis saber cómo va mi embarazo durante
el primer mes, pues [pro]i digite 1. Si [pro]i queréis saber algo sobre
el segundo mes, [pro]i digite 2. [pro]i Digite 3, si [pro]i queréis par-
ticipar en la penca real por si es nena o varón. De lo contrario [pro]i
aguarde en línea, proi será atendido por una sirvienta real.
Propaganda Telmex

1-Tratamiento 1.indd 85 12/5/15 17:48:52


86 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Tenemos allí la alternancia de formas pronominales y verbales


propias de usted y de vosotros/as para dirigirse a un mismo alocuta-
rio, por un lado, y la flexión en -ais como manifestación de la terce-
ra persona del singular. Esta extraña conjugación (Él se encontráis)
seguramente se deba a que esa tercera persona refiere a un prínci-
pe, persona digna de la mayor de las formalidades, y por eso estaría
siendo vehiculizada a través de la desinencia -ais. Esto muestra la
percepción de la reverencialidad asociada a la terminación verbal del
paradigma de vosotros -ais.
En alguna medida —ya que hay otras razones mencionadas en
Bertolotti (2007b)— lo señalado arriba explica el uso del posesivo
vuestro/a(s) en correferencia con usted y con ustedes, como vemos
en los siguientes ejemplos.

Virginia Bertolotti
Adjuntamos su Estado de Cuenta para que pueda ver la evolución de
sus ahorros en el período Enero-Junio 2013.
(…)
Quedamos a vuestra disposición ante cualquier consulta,
Correo electrónico, 31/7/2013

Estimada Virginia:
Remitimos ejemplos prometidos de informes. A la brevedad enviare-
mos otros informes de diversas Áreas. Esperamos vuestra propuesta
a la brevedad posible.
Quedamos a las órdenes, atentos saludos
Cecilia
Correo electrónico, 15/8/2013

Este capítulo sintetizó los datos existentes sobre formas de trata-


miento pronominal y verbal en América hispanohablante actual, con
especial detenimiento en el caso del español en el Uruguay. Para
completar la comprensión de lo ya descrito, en el primer capítulo de
la parte 2 se presenta la historia de las formas alocutivas pronomina-
les y, en el segundo, se da cuenta de la diacronía de las expresiones
verbales.

1-Tratamiento 1.indd 86 12/5/15 17:48:52


Segunda parte
Historia de los sistemas de tratamiento
en el español preamericano y americano

Esta parte se divide en dos capítulos. En el primero, se realiza una


revisión crítica de la bibliografía sobre el tratamiento pronominal
en el mundo hispánico preamericano y americano. Allí se propone
una explicación histórica sobre la pervivencia del voseo en América.
Dentro de esta se hace especial énfasis en los estudios sobre el trata-
miento en el Río de la Plata. En el segundo, se presentan los estudios
sobre la diacronía del tratamiento verbal, especialmente los referidos
a la conformación de los paradigmas verbales tuteantes, voseantes y
de usted. Ambos capítulos cierran con unos comentarios finales.

La expresión pronominal del tratamiento en el español


preamericano y americano

El actual paradigma de tratamiento pronominal y verbal en América


es el resultado, como no podría ser de otra manera, de un conjunto
de cambios lingüísticos que si bien enraízan en el español medieval y
clásico tienen una factura final americana.
El sistema pronominal de tratamiento del español, de acuerdo con
De Jonge y Niewenhuijsen (2009: 1661-1665), ha sufrido, desde la
Edad Media hasta nuestros días, los siguientes cambios:

–la pérdida de la consonante inicial de vos átono,


–la creación de vosotros/as y de nosotros/as a partir de vos y de nos,
respectivamente,
–los cambios en el significado de vos,
–la pérdida de connusco y convusco,
–el surgimiento de usted y de ustedes

Quizás los autores mencionados debieron haber estudiado también


el uso y ocaso de las formas pronominales él y ella como tratamientos.

87

2-Tratamiento-2.indd 87 12/5/15 17:50:33


88 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

No lo hago tampoco yo, ya que él y ella como expresión de tra-


tamiento-v casi no tienen expresión en el español americano, salvo
esporádicos registros en cartas de inmigrantes a Indias en el siglo xvi
(ver Fernández Alcaide, 2009, carta 397, por ejemplo).
Este capítulo presenta el surgimiento de vuestra merced, su lexi-
calización1 y su gramaticalización en usted, la supervivencia del pro-
nombre vos y sus nuevos valores, la sustitución de os y vuestro por te y
tu/tuyo, respectivamente, y la extensión semántica y pragmática de la
forma tú. No se tratan, en esta revisión bibliográfica, el pasaje de vos
(objeto) a os, el surgimiento de las formas nosotros y vosotros ni la pér-
dida de connusco y convusco, ya que son cambios que concluyen en el
siglo xv, esto es, anteriores a la llegada intensa del español a América.
Las cuestiones referidas se presentan en cuatro apartados. Uno de-
dicado a la revisión de la bibliografía sobre la historia del tratamiento
alocutivo singular en España; un segundo dedicado a la revisión de
las principales posturas en torno a la historia del tratamiento alocu-
tivo singular en América; un tercero enfocado en la historia del tra-
tamiento alocutivo singular en el Río de la Plata; un cuarto dedicado
a la historia de otros trtamientos: el singular su merced y los plurales;
y un quinto dedicado a comentar estudios sobre vosotros y sobre su
desaparición en América. Los cambios en los verbos alocutivos serán
tratados en el próximo capítulo.
En el último apartado de este capítulo, se revisan algunos concep-
tos, interpretaciones y ejemplos que aparecen en la bibliografía con-
sultada, y, a partir de ello, se proponen algunos matices a las inter-
pretaciones existentes sobre los valores de tú, vos y vuestra merced >
usted en los siglos xvi y xvii.

Historia del tratamiento singular en España

Como se ha señalado, los pronombres deferenciales o reverenciales


pueden formarse a través de diversos mecanismos. Mazzon (2010:
354-355) propone los tres siguientes:
1
En el sentido de Lehmann (2002: passim) como incorporación de una nueva
forma al repertorio de piezas léxicas, en este caso pronominales.

2-Tratamiento-2.indd 88 12/5/15 17:50:33


historia de los sistemas de tratamiento 89
a. extensión al singular de un pronombre de segunda del plural
b. exaptación o “reciclado” (Lass, 1990) de una tercera persona
c. modificación o contracción de términos honoríficos de respeto
o de deferencia.

El español ha hecho uso de todos ellos, pero en este texto nos con-
centraremos, como ya se señaló, en los mecanismos a. y c.
A diferencia de lo que ocurre en otros ámbitos de la lingüística,
pocas discrepancias parecen darse a la hora de reseñar la historia de
los tratamientos en el español, y la mayor parte de los autores siguen,
a grandes rasgos, lo dicho por Lapesa (1970, 2000), quien pone en
relación los cambios en el valor de vos con la lexicalización de vues-
tra merced, aunque algunos autores, como Fontanella de Weinberg
(1989a) o Páez Urdaneta (1981), prefieren enfatizar la relación cau-
sal de determinación entre el segundo hecho y el primero.
En los trabajos sobre las segundas personas del singular, pocos
análisis se han dedicado a la forma tú y su paradigma, ya que no tuvo
cambios formales ni en lo pronominal ni en lo verbal, y los cambios
en su semántica y pragmática compiten pobremente con la estelari-
dad de los cambios en el significado de vos o con la aparición de una
forma pronominal absolutamente novedosa como usted.
Se ha señalado que vos para dirigirse a una sola persona se registra
ya en los últimos tiempos del Imperio romano, en el 375 d.C., en una
carta de Símaco a su padre (Lapesa, 1970: 144). Koch (2008: 68-72)
postula el pasaje del latín al romance por la tradición discursiva di-
plomática.
Se ha repetido múltiples veces, retomando lo sostenido por Brown
y Gilman (1960: 255), que este uso de vos de respeto tiene su origen
en el traslado al singular del hábito de dirigirse respetuosamente me-
diante vos a dos emperadores romanos. Esta afirmación seguramen-
te sea errónea. En su estudio sobre los universales de los grados de
respeto en el tratamiento pronominal basado en más de cien lenguas,
Head (1978: 151) establece, entre otras generalizaciones, que la va-
riación del número es el procedimiento más extendido para mostrar
grados de respeto o distancia social. Postula también que cuando la

2-Tratamiento-2.indd 89 12/5/15 17:50:33


90 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

variación de número se usa para vehiculizar significados sociales,


la forma no-singular indica generalmente más respeto o mayor dis-
tancia social que la forma singular. Por lo tanto, el desfasaje entre
forma y referente sería un buen procedimiento para lograr el efecto
de respeto buscado, sin que este tuviera que ligarse necesariamente
a la circunstancia histórica de un referente plural real al que aluden
Brown y Gilman para explicar que el latín haya recurrido a la forma
vos destinada a alocutarios plurales. En el trabajo de Mazzon citado
más arriba, ella señala cómo este recurso —el uso de un plural con
significado singular y con connotación reverencial o deferencial— se
usa también en circunstancias sociales no mayestáticas. La hipóte-
sis mayestática es también puesta en duda por Pountain (2003: 146).
Además de este cuestionamiento teórico, en un estudio sobre las car-
tas de Símaco al emperador, Marrón (2008) comprueba que la dis-
tribución de los pronombres tú y vos latinos en las cartas formales
de este pontífice respondía a la presencia de un destinatario singular
o de un destinatario plural, y que, por tanto, el uso de vos no se
motivaba en usos corteses o distantes para un destinatario singular
(Marrón, 2008).
Lapesa sostiene, basado en fuentes literarias, que en los siglos xii
y xiii la forma vos del español era la intercambiada en el estamento
noble: el Cid con sus pares, el Cid con Ximena, en tanto que la “gen-
te llana” se trataría entre sí y sería tratada pronominalmente de tú.
Para los siglos xiii y xiv Páez Urdaneta (1981) señala que la for-
ma vos tiene una lectura como tratamiento extragrupal de superior
a inferior y una deferencial —que ella entiende como diferencia esta-
mental—, conceptos que redefino algo más adelante:

[…] cobra fuerza como tratamiento extragrupal (especialmente de su-


perior a inferior), indicador de distanciamiento social […]. El vos del
superior no estará expresando reverencialidad alguna sino la existen-
cia de deferencia estamental (1981: 43).

Como dato complementario, para los siglos xiv y xv Lapesa detec-


ta el vos en ambientes burgueses. Sostiene este autor:

2-Tratamiento-2.indd 90 12/5/15 17:50:33


historia de los sistemas de tratamiento 91
En el siglo xiv el Libro de Buen Amor muestra la penetración de vos
en los ambientes burgueses: de vos se tratan don Melón y doña Endri-
na, la viudita y Trotaconventos, la bufona y el galán, don Pitas Pajas
y sus mujeres. Pero tú seguía vivo en la conversación con inferiores
o con iguales de gran confianza, según testimonios del Arcipreste de
Talavera un siglo más tarde (1970: 145).

De acuerdo con estos datos, entiendo que el vos singular codifica


dos cuestiones: semánticamente, codifica la referencia a un alocutario
singular con una forma plural, lo cual lleva a que, pragmáticamente,
codifique la relación con el alocutario como de valoración positiva.
Esta valoración positiva tiene a su vez dos lecturas posibles, de qué
identidad psicosocial quiere atribuir el locutor al alocutario. En un
caso se trata de una interpretación deferencial (pertenezco a un gru-
po2 que se comporta cortésmente y por lo tanto uso formas corte-
ses para mi alocutario ya que quiero ser amable con él). En otro se
trata de una interpretación reverencial (valgo menos por pertenecer
a un grupo inferior y debo ser amable con mi alocutario). Vos podía
ser tanto intragrupal —en el primer caso— como extragrupal —en el
segundo—. Si el uso de vos era intragrupal la inferencia que se des-
encadenaba era la deferencia; si el uso era extragrupal, el significado
era reverencial o deferencial. Es posible pensar, entonces, que hasta
el siglo xv el uso de la forma vos como tratamiento alocutivo singu-
lar llegó a tener simultáneamente tres significados o interpretaciones,
con todos los riesgos que supone una periodización y a sabiendas de
la existencia de diferentes grados de coexistencia de formas nuevas y
viejas en los procesos de cambio lingüístico:
1) El uso reverencial: el vos usado para dirigirse al estamento no-
ble por personas ajenas a él, o sea extragrupal de abajo hacia arriba.

2
Nótese que se usa el término grupo y no clase social. Si bien aquí son coin-
cidentes, la pertenencia a un grupo y no necesariamente a una clase social es un
rasgo a tener en cuenta para la comprensión de los tratamientos. Si bien los términos
intragrupal y extragrupal pueden evocar los de goffmanianos in-group y out-group,
no coinciden con estos. Como ya señalé, refieren al hecho de tener un rasgo que
pueda hacer sentir a dos personas como pertenecientes a un mismo grupo (ser del
mismo sexo, de la misma familia, conocerse desde la infancia, haber compartido una
experiencia común).

2-Tratamiento-2.indd 91 12/5/15 17:50:34


92 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

2) El uso deferencial intragrupal: el vos usado por los miembros


de la misma clase para tratarse cortésmente entre sí, hábito que apa-
rentemente solo era propio de la clase noble como parte de un con-
junto de preocupaciones por las formas.
3) El uso deferencial extragrupal: el vos usado por las clases supe-
riores para miembros de otras clases con los que no tenían intimidad
o cercanía.
Vale insistir en que en todos los casos el significado inferido (re-
verencial o deferencial para un alocutario singular) surge de la falta
de coincidencia entre la referencia singular y la forma plural.
Como ejemplifica la cita de Lapesa de más arriba, ya en el siglo xiv
comienzan a aparecer nuevos usuarios de las formas vos deferencial.
Esos nuevos usuarios son la naciente clase burguesa, que repite los
patrones de los nobles: el vos deferencial entre iguales. Además, se
profundiza el uso extragrupal, ya existente al utilizárselo para clases
inferiores —lo que tiene que haber surgido de la aparición de una cla-
se “inferior” al estamento noble, la burguesía—. Este uso hacia abajo
se extenderá luego aún más abajo y puede haber conllevado que el
valor reverencial comenzara a ser entendido simplemente como per-
tenencia a diferentes grupos. De aquella interpretación valgo menos
por pertenecer a un grupo inferior solo permanece la interpretación
de pertenencia a otro grupo. Como es sabido, el “desteñir” semántico
(bleaching) de un término permite su aparición en nuevos contextos,
lo cual va confirmando el cambio y habilitando que la forma siga
extendiendo su uso a nuevos contextos en la medida en que es sujeta
a nuevas interpretaciones que van modificando rasgos semánticos.
Así la forma innovadora (el mismo significante con nuevo significa-
do) aparece cada vez más en mayor número de contextos. La forma
vos empezó a sumar usos, a tener más contextos, y se empezó a usar
para un espectro cada vez más amplio de alocutarios. La consolida-
ción en esos usos innovadores implicó la pérdida de la nota reveren-
cial al servicio de la cual había surgido. Esta extensión de los usos
del vos llevará a que en el uso deferencial intragrupal en el estamento
noble, clase con hábitos de preocupación por las formas, se busquen
manifestaciones sustitutas del vos.

2-Tratamiento-2.indd 92 12/5/15 17:50:34


historia de los sistemas de tratamiento 93
En cuanto al uso de vos plural, es posible afirmar que en el siglo
xvi era residual y arcaizante (Calderón Campos, 2010: 137) y que la
pluralidad ya se expresaba con la forma vosotros (sobre esta cuestión
véase García et alii, 1990).
Para poder cubrir ese espacio deferencial perdido por vos singular,
constitutivo de la identidad grupal noble, debieron buscarse nuevas
formas de alocución. Se crearon entonces los sintagmas nominales for-
mados por el posesivo de vos, vuestra, más un sustantivo abstracto, uti-
lizando el tercero de los procedimientos señalados por Mazzon (2010:
355) y recogidos al principio de este capítulo. Estas construcciones,
(artículo) + posesivo + nombre abstracto retoman el rasgo [+deferen-
cial] que vos había perdido en la expresión cotidiana. Esas personas
que recibían vuestra merced de sus pares, comienzan, en consecuen-
cia, también a recibirlo extragrupalmente con el rasgo [+reverencial].
Además del compuesto vuestra merced, que alude a la categoría
del alocutario, se crean también vuestra señoría, dirigida a obispos,
condes y marqueses, vuestra excelencia para duques, virreyes y otras
dignidades, vuestra majestad parar los reyes, vuestra alteza, para los
príncipes, vuestra paternidad y vuestra reverencia para religiosos,
vuestra santidad, para el papa (ver ngle §16.6c).
El surgimiento de estas formas es muy interesante, ya que en lugar
de utilizar la sustancia ya existente —la elección de él o ella como
alocutivos es ejemplo de ello— se crean varias formas nuevas. Tam-
bién interesa señalar que si se forman a partir del posesivo de vos,
vuestra, la forma vos no podría ser una forma desvalorizada, como
algunos autores sostienen, lo que retomamos más adelante.
Sin embargo, estos honoríficos, con unos procesos comunes en su
formación, tendrán distintos devenires históricos. Vuestra merced por
lexicalización y por gramaticalización derivará en el pronombre us-
ted. Recordemos que Lehmann (2002: passim) entiende como lexica-
lización la incorporación de una nueva forma al repertorio de piezas
léxicas, en este caso pronominales. Un aspecto de la gramaticaliza-
ción consistió en la rutinización de un proceso de inferencia metoní-
mica, la convencionalización de una implicatura, como señala Sáez
Rivera (2006: 3).

2-Tratamiento-2.indd 93 12/5/15 17:50:34


94 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Otros de estos honoríficos se perderán o se fijarán en estadios an-


teriores a la lexicalización pronominal, limitándose a discursos de es-
pecialidad. Tal es el caso de vuestra señoría, que terminará en usía
para dirigirse a personas que forman parte de la administración o del
ejército (sobre su historia, ver Sáez Rivera, 2014) o vuestra excelen-
cia que actualmente se ha especializado para militares de los grados
superiores (sobre su formación e historia, ver Sáez Rivera, 2013).
En cuanto a vuestra merced > usted, los trabajos de Sáez Rivera
(2006), y los más recientes de De Jonge y Nieuwenhuijsen (2009) y
García Godoy describen los cambios vuestra merced > usted como
un proceso de gramaticalización. Estos estudios complementan los
estudios preexistentes que comentaremos. Este último trabajo, cen-
trado en el siglo xviii, muestra la existencia de usos diferenciados de
vuesa merced y usted, con una mayor reverencialidad en el primero
que en el segundo (2012: 146).
El siguiente ejemplo, americano, confirma lo sostenido por García
Godoy. El texto es un pasaje de un juicio realizado, en 1694, a un
alcalde abusivo. En el pasaje relevado, este se dirige a un cacique
indígena oaxaqueño a quien terminará asesinando para quedarse con
su peculio. En el diálogo reproducido alternan usted y vuesa merced
claramente diferenciados en su valor meramente extragrupal, en las
primeras de las ocurrencias cuando el alcalde se dirige al indígena,
y reverencial, en la segunda de ellas, cuando el indígena se dirige al
alcalde.

{f.54v} […] Y auiendo ydo con puntualidad, / llegó a hablar a / dicho


alcalde mayor / con el sombrero debaxo /20 del braso, y le dixo dicho /
alcalde mayor al susso / dicho: “¿es usted el señor {f.55} don Sebas-
tian de Guzman?”. / A que respondio: “yo soy criado / de mi señor”. A
que dicho / alcalde mayor le reconvino, /5 diçiendole: “¿usted conoçe
quién / su alcalde mayor?”. / Dicho yndio le dixo: “sí señor, / lo es
vuesa merçed, y por / tal reconosco a mi señor” (Company Company,
1994, doc. 169: 443).

Sin embargo, es probable que los tratamientos honoríficos no se


respetaran estrictamente en América, a juzgar por la insistencia en

2-Tratamiento-2.indd 94 12/5/15 17:50:34


historia de los sistemas de tratamiento 95
legislarlos. Las Leyes de Indias, en su Título Quinze. De las prece-
dencias ceremonias y cortesías hay varios señalamientos referidos
a las fórmulas de tratamiento. Esto muestra el incumplimiento, pero
también la preocupación por las formas, al menos en algunos grupos
sociales. Cito dos leyes como ilustración, ambas referidas al uso de
señoría.

Ley LXI Que à los Virreyes se les trate de Señoría, y ellos no la den
a los Presidentes. Mandamos, Que á los Virreyes se les llame Señoría
por escrito, y de palabra al tiempo que nos sirvieren en estos cargos, y
ellos no la llamen [de señoría] á ningún Presidente de nuestras Reales
Audiencias de las Indias (Leyes de Indias, Título xv, Ley LXI, 1589).

Ley LX Que el Virrey, y Acuerdo se tratan igualmente de Señoría. Si


la Audiencia escribiere al Virrey por Acuerdo, le llame Señoría, y no
de Excelencia, y el Virrey dé al Acuerdo el mismo tratamiento (Leyes de
Indias, Título xv, Ley LX, 1616).

También los hablantes eran conscientes de las diferencias en el


trato en América. Un padre que le escribe a sus hijos en 1577 desde
Popayán, Virreinato del Perú, les señala al final de su carta:

quando mescrivierdes [en] [e]l sobrescrito a de dezi[r] / [en] la çiudad


de toro [en] la governaçion de popayan / en las yndias a vuestro padre
diego cordero ossorio / y comedios / que aca no ay vos ni magníficos
sino / illustre en siendo vno señor de vasallos (Fernández Alcaide,
2009: carta 494).

En síntesis, a partir del siglo xv la situación empieza a perfilarse


hacia un sistema con tres formas que cubrían seis posibilidades sig-
nificativas semántico-pragmáticas para el tratamiento singular. El tú
familiar con los mismos usos no reverenciales, no deferenciales, in-
tragrupales, y el tú extragrupal de las clases superiores hacia la clase
baja. El vos deferencial intragrupal para la burguesía y la nobleza,
un vos extragrupal sobre todo de inferiores a superiores y vuestra
merced (y otros honoríficos) como tratamientos deferenciales si eran
intraclase y reverenciales si eran extraclase.

2-Tratamiento-2.indd 95 12/5/15 17:50:34


96 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Si bien se volverá sobre la evolución de vuestra merced > usted


más adelante, es necesario señalar aquí que el siglo xiv se identifi-
ca como el siglo del comienzo de la instalación de vuestra merced,
y el xvi como el de su éxito (De Jonge y Nieuwenhuijsen, 2009).
Este éxito de vuestra merced como fórmula de respeto, según Lape-
sa, “contribuyó decisivamente a que vos se convirtiese en tratamiento
para iguales de mucha confianza o para inferiores en ambos casos
hubo de colidir con el uso de tú” (1970: 149).
Su extensión en el siglo xvi se ha documentado a través del texto
XXIV de las Epístola del año 1539 de Antonio de Guevara (1480-1545):

Como un caballero valeroso y generoso, aunque mal criado, le oyese


yo siempre decir á ca uno con quien hablaba, vos, vos y él, el, y que
nunca decía merced, díjele yo: Por mi vida, señor, que pienso muchas
veces entre mí, por que el o Dios ni el Rey nunca os hacen merced,
porque jamás llamas á ninguno merced. Sintió tanto esta palabra,
que dende en adelante paró el decir vos, y llamaba á todos merced
(citado en Cuervo, 1939: 127).

A partir de este testimonio de la difusión de vuestra merced, Lape-


sa considera que comienza el período de “decadencia y desaparición
del ‘vos’ en España”, en el entendido de que al existir una forma que
disputa los espacios funcionales de vos, esta necesariamente se verá
desplazada a otros ámbitos. En esos ámbitos debió competir con tú,
que, como es sabido, terminará siendo el único tratamiento de cerca-
nía singular en la norma española.
En cuanto al desplazamiento de vos, Pierris (1977) plantea, a tra-
vés del examen de cuatro textos que a su juicio son los que “mejor
expresan los elementos coloquiales del español prerrenacentista”, la
tesis de que ya existe un uso de vos en tratamientos no corteses, que
son el preludio al voseo hispanoamericano.
Otro testimonio del uso de vos en el siglo xvi puede obtenerse en
El galateo español de Gracián (1593), citado en Carrasco (2004):

Así quien llamase de vós a otro, no siendo muy más calificado, le


menosprecia y hace ultraje en nombrarle, pues con él llaman a los
peones y trabajadores (2004: 268).

2-Tratamiento-2.indd 96 12/5/15 17:50:34


historia de los sistemas de tratamiento 97
También en una gramática de español para extranjeros, el Arte
breve y compendiossa para aprender a leer, escreuir, pronunciar y
hablar la lengua española (1623), de Juan de Luna (citado en Ca-
rrasco, 2004), se describe el uso de vuestra merced, vos y tú.

Aduiertase que los españoles ordinariamente hablan de la tercera per-


sona […] Vuesa M. se da a todo genero de personas […] De segun-
da de singular, quando con un niño o con un grande amigo, a quien
dizen Tu. De segunda de plural hablando con un criado, vassallo
o hombre de baxa calidad, al qual dizen Vós (2004: 267).

Es decir, se podía usar vos siempre y cuando hubiera distancia psi-


cosocial favorable al locutor. Seguramente, en la medida en que el
vos para iguales tenía que ser necesariamente intragrupal, Juan de
Luna prefería no recomendarlo a extranjeros, a quienes se les ense-
ña, en general, una versión simplificada de la lengua. Este análisis
no es coincidente con lo que propone Lapesa, quien sostiene el des-
plazamiento de vos a ámbitos de intimidad y afectividad en el siglo
xvii. Lapesa (1970: 149) ejemplifica con la poesía de Lope de Vega
quien trata de vos tanto a su hijo muerto (“Yo para vos los pajarillos
nuevos, / diversos en el canto y las calores, / encerraba, gozoso de
alegraros”) como a su propia alma (“Vuestro esposo está en la cama
/ alma, siendo vos la enferma”). Lapesa también considera como evi-
dencia del desgaste de vos el hecho de que los galanes casados de la
corte pidieran a las damas que los trataran de vos y no de merced.
Cabría cuestionar si estos ejemplos permiten afirmar que el uso
de vos ya hubiera perdido el rasgo [+deferencial] en el siglo xvii. De
ellos solo puede deducirse con certeza que se había perdido el ras-
go [+reverencial]. Al respecto de los dos primeros (el tratamiento al
hijo muerto y a su alma) es necesario destacar que se trata en ambos
casos de entidades no presentes físicamente. Mazzon (2010: 361) ha
señalado que la ausencia física del interlocutor permite al interlocu-
tor licencias ya que no hay imagen-del-otro a preservar. En el mismo
sentido, considera que las entidades abstractas como la naturaleza,
el mundo, la luna —la patria, agrego— así como los interlocuto-
res ausentes (e incluye allí a los muertos, los locos o incluso a los

2-Tratamiento-2.indd 97 12/5/15 17:50:34


98 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

dormidos) hacen proclives a los hablantes a cambios en la pauta nor-


mal del tratamiento pronominal, como podría ser este el caso. En
cuanto al hecho de que los galanes pidieran a las damas que los trata-
ran de vos y no de merced entiendo que los galanes, como tales, de-
searían acortar distancias y no aumentarlas, y recibir, en consecuen-
cia, un tratamiento deferencial pero no reverencial.
Señala también Lapesa que había quienes abogaban por el tu-
teo —aunque un siglo después—, de donde extrae la conclusión de
que “el valor afectivo de vos parece haber sido en España más débil
o menos duradero que el de tú” (2000: 325). Se apoya para ello en los
Diálogos familiares, en los cuales se contienen los discursos, modos
de hablar, proverbios y palabras españolas más comunes, muy útiles
y provechosas para los que quieren aprender la lengua castellana,
publicados en París en 1619 por Juan de Luna.

El primero y más baxo (de los tratamientos o título) es tú, que se da


a los niños, o a las personas que queremos mostrar grande familiari-
dad o amor. Vos se dice a los criados o vasallos (Luna apud Lapesa,
2000: nota 23).

El uso de vos extragrupal, en el siglo xvii, es señalado por Correas


en 1626, también se pone allí en evidencia que el vos suponía un
cambio en la pauta de trato, o una forma de cortesía estratégica, tal
como en nuestros días cambiamos a usted cuando estamos rezongan-
do a un niño, por ejemplo. En su Arte de lengua española castellana
sostiene Correas:

De vos tratamos a los criados i mozos grandes, i a los labradores i a


personas semejantes; entre amigos adonde no ai gravedad ni cum-
plimiento se tratan de vos, i ansí en rrazonamientos delante de reyes
i dirigidos a ellos se habla de vos con devido rrespeto y uso antiguo.
De tú se trata a los muchachos i menores de la familia, i a los que
se quisieren bien; i quando nos enoxamos i reñimos con alguno, le
tratamos de él i de vos por desdén (citado en Lapesa, 1970: 149).

Por fin, Lapesa fecha hacia fines del siglo xviii “la desaparición
del vos respetuoso en el coloquio ciudadano en España” (2000: 323),

2-Tratamiento-2.indd 98 12/5/15 17:50:34


historia de los sistemas de tratamiento 99
en tanto que “en las aldeas el vos de respeto parece haber conservado
su vigencia algo más que en la ciudades” (2000: 325).
Bravo García (1990) aporta datos sobre usos andaluces del trata-
miento en el xvi. Coincidente con lo reseñado de la bibliografía más
arriba respecto a vos, esta autora señala que se usaba tú entre perso-
nas de baja condición social y hacia inferiores; entre mujeres; entre
familiares o personas con lazos afectivos o amorosos; del autor al
lector; en exhortaciones a entes irreales, ciudades o patrias y en las
exclamaciones en general.
Los trabajos, y sobre todo las citas presentadas, sugieren la exis-
tencia de un sistema cuyo uso se regula según un conjunto de pará-
metros. En primer lugar, la pertenencia o no a un grupo (extragru-
palidad-intragrupalidad). En segundo lugar, la actitud social del
hablante: reverencial o no, deferencial o no. La reverencialidad estará
fuertemente determinada por la cortesía normada, en este caso, por
la adscripción social superior del alocutario; si hay reverencialidad
positiva, también hay deferencia. Si no hay reverencialidad, puede
haber o no deferencia. La deferencia parece definirse, a su vez, por
otros parámetros como el sexo, la edad, la pertenencia grupal y la
relación amorosa. También operan para la selección del tratamiento
dentro de la intragrupalidad condiciones más objetivables como la
relación familiar, la edad relativa y la edad en la que se conocieron
los interlocutores, o el tiempo de conocimiento entre ellos. El cuadro
13 sintetiza esto.

extragrupalidad intragrupalidad

[+reverencial] [–reverencial] [–deferen-


[+deferencial]
[+deferencia] [+deferencial] [–deferencial] cial]

de abajo a arriba de arriba a abajo distinto sexo igual sexo


–edad a + edad +edad
a –edad =
edad
conocimiento mutuo
(tiempo/profundidad)
Cuadro 13. Parámetros que operan en la selección del tratamiento
en los siglos xvi y xvii

2-Tratamiento-2.indd 99 12/5/15 17:50:34


100 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

A partir de lo reseñado, cabe realizar algunas observaciones para


avanzar en la problemática estudiada. La primera de ellas es que lo
escaso, fragmentario y diverso de las fuentes quizás no haya permiti-
do a los estudiosos de la historia de la lengua española poner firme-
mente de manifiesto la alta variación del tratamiento a partir del siglo
xiv, variación que no ha concluido hasta el día de hoy. La segunda
tiene que ver con las categorías de análisis utilizadas.
En cuanto a la cuestión de la variación, en primer lugar es necesa-
rio considerar que en el período revisado había variación diatópica:
el vos había sido abandonado en los ámbitos más urbanos pero per-
manecía en otros, incluso en el siglo xviii, como lo ha señalado Lape-
sa. Seguramente, además, haya habido diferencias entre las diversas
zonas. Debe tenerse en cuenta a este respecto la filiación central de
la mayoría de los autores que son fuente para los historiadores de la
lengua.3 En segundo lugar, hay que considerar que las formas de tra-
tamiento estaban en variación diastrática: la asignación de formas va-
ría de acuerdo con la adscripción social, al punto que por esa razón
se explica el surgimiento de la forma nueva usted. En tercer lugar,
debe considerarse que las obras de referencia (El galateo español,
Arte breve y compendiosa, etc.) estaban dirigidas a un público muy
seleccionado, necesariamente alfabetizado y en general cortesano.
Esto es inequívoco, por ejemplo, en el caso de El galateo español.
Por lo tanto, de las recomendaciones y censuras que aparecen en los
textos, solo se debería inferir el uso esperado, ni siquiera el uso real,
en algunos ámbitos sociales. En cuanto a las gramáticas de español
para extranjeros, al igual que las obras mencionadas arriba, solo po-
dían estar dirigidas a un público filtrado por su capacidad de acceder
material e intelectualmente a una gramática. A esto se agrega que este
tipo de obra de corte pedagógico suele dar versiones simplificadas de
la realidad lingüística. En cuarto lugar, parece razonable pensar que
las formas de tratamiento de segunda del singular tuvieran variación
diafásica. Creo que esto no se ha tomado en consideración suficien-

3
Nótese cómo el origen geográfico de los citados autores se reconoce en el nom-
bre de sus obras (la lengua castellana, en el caso de Juan de Luna y lengua española
castellana, en el caso de Gonzalo Correas).

2-Tratamiento-2.indd 100 12/5/15 17:50:34


historia de los sistemas de tratamiento 101
temente, a pesar de estar bien señalado, por ejemplo, en el conocido
ejemplo de Gonzalo Correas: “i quando nos enoxamos i reñimos con
alguno, le tratamos de él i de vos por desdén”. En quinto lugar, es
necesario considerar que el análisis se hace tomando un siglo o más
de uno como unidad de análisis. No se toma en cuenta, entonces, que
en un siglo puede haber tres o cuatro generaciones y, por lo tanto, há-
bitos lingüísticos distintos, en especial en una zona de la lengua tan
cambiante como es el tratamiento.
Este desdibujamiento de la situación de variación en la bibliogra-
fía puede explicarse en parte por el hecho de que la mayoría de los
trabajos están hechos con la mirada puesta en el punto de llegada, en
la situación diádica presente en España y con cierta necesidad de ex-
plicar la desaparición de vos y el surgimiento de usted. Esta presión
por acompasar la historia con el presente también oscurece el hecho
de la existencia, durante más de un siglo, de un sistema triádico que
se ve en la bibliografía como una mera transición y no como un pun-
to central para entender lo que sucedió cuando el español se trasplan-
ta a América.
La segunda observación tiene que ver con las categorías de aná-
lisis utilizadas. Como se señaló al proponer los parámetros esque-
matizados en el cuadro 13, parece importante prestar atención a la
existencia de aspectos psicosociales y pragmáticos en la interpreta-
ción de este período de la historia del tratamiento en español. Se-
rán revisados algunos de los ejemplos utilizados para la construcción
de la historia del uso de las formas pronominales de tratamiento en
España y en América.
En síntesis, el español que llegó a América en el siglo xvi, pero
sobre todo el del siglo xvii, contaba con tres formas: tú, vos y vuestra
merced 4 > usted. De acuerdo con el análisis realizado, para esa épo-
ca, las formas tuteantes se ubicaban exclusivamente en el espacio de
la cercanía, de la intragrupalidad. Las formas de vuestra merced > us-
ted exclusivamente en contextos [+reverenciales] extragrupales de
abajo a arriba o [+deferenciales] intragrupales. Vos se usaba tanto en

4
Vuestra merced o alguna de las formas intermedias.

2-Tratamiento-2.indd 101 12/5/15 17:50:35


102 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

contextos intra como extragrupales, en contextos [–deferenciales]


como [+deferenciales] así como también en contextos [–reverencia-
les]. El cuadro 14 busca resumir lo dicho.

extragrupalidad intragrupalidad
[+reverencial] [–reverencial] [+deferencial] [–deferencial]
+deferencial +deferencial -deferencial estamento su- igual sexo
perior entre sí de +edad a –edad
VM>usted tú o vos
de abajo de arriba de arriba de –edad a
a arriba a abajo abajo +edad conocimiento ex-
VM>usted vos (relacionamiento distinto sexo tenso en el tiem-
cotidiano o ex- vos po o profundo
tenso) favorece
tú tú
Cuadro 14. Parámetros que operan en la selección y formas de tratamiento
en los siglos xvi y xvii

Al considerar cuáles parámetros y cuáles condiciones privan se


aprecia que vuestra merced > usted se usaba como forma de trata-
miento mutua de los interlocutores del estamento noble, y en situa-
ción de extragrupalidad por cualquiera que se dirigiera a ellos. Tam-
bién era usado en situaciones de lejanía o de extragrupalidad para
tratar a los miembros de los estratos superiores de la sociedad, pri-
mero los nobles, luego la burguesía, comenzando un proceso de ex-
pansión de contextos.
La forma vos podía usarse tanto en situaciones extra como in-
tragrupales. En el primer caso, su uso definía un alocutario social-
mente inferior, aunque en algunos oficios determinados, como el de
sirvientes con los que se convivía y se tenía una relación de “pater-
nidad”, el uso podía ser también de tú —recordemos a Don Quijote
en su normal tratamiento a Sancho—. En relaciones intragrupales, la
forma vos era usada para alocutarios de otro sexo. En esa misma con-
dición podía usarse si, siendo del mismo sexo y de la misma genera-
ción, se hubieran conocido recientemente o en una etapa avanzada de
la vida. Si el alocutario perteneciera a una generación mayor que la
del locutor recibía el tratamiento de vos, y también si era una persona

2-Tratamiento-2.indd 102 12/5/15 17:50:35


historia de los sistemas de tratamiento 103
que hubiera abandonado la niñez (y por lo tanto pasado a la etapa
juvenil o adulta para los parámetros de la época).
De todo lo anterior se deduce que los ámbitos de tú eran los más
reducidos. Para su uso debían darse las siguientes condiciones: una
relación de cercanía, de intragrupalidad de nacimiento o producida
por las relaciones de convivencia —amos a criados, por ejemplo,
como lo sugiere el propio nombre criado—.5 También se daba el tú
en una situación de comunicación en la que la expresión lingüística
de la deferencia no fuera importante para la felicidad del acto co-
municativo ni para la constitución de la identidad del alocutario. La
igualdad de sexos era un elemento favorecedor. La relación prolonga-
da en el tiempo o profunda en el conocimiento y el haber compartido
los primeros años de vida eran también un elemento determinante.
En el siglo xviii, de acuerdo con la bibliografía que se ocupa de la
evolución de tratamiento alocutivo en España, habría un sistema diá-
dico tú y usted —Girón Alconchel (2004: 864), Lapesa (2000: 324) y
Penny (1993: 139)—. Quizás todavía uno triádico (tú, vos y usted), si
se tratara de hablantes aldeanos o rurales, ya que en esos contextos la
desaparición de vos fue más tardía, aunque no hay, hasta donde llega
mi conocimiento, estudios detallados sobre la cuestión.

Historia del tratamiento singular en Hispanoamérica

Esta sección sobre el tratamiento pronominal sigue principalmente


el trabajo de Castillo (1982), que abarca el siglo xvi y la primera mi-
tad del xvii en América, complementándolo con el de Bravo García
(1990),6 que se concentra en el siglo xvi.
En su fino trabajo, Castillo parte del supuesto de que la forma vos
tenía un valor intermedio entre tú y vuestra merced, a partir de la

5
Téngase en cuenta que el significado del término criado no era exactamente el
mismo que en la actualidad. Dice Autoridades de criado: “Usado como substantivo.
El doméstico, familiar ó sirviente de una casa. Llámase assi por la educación y sus-
tento que le dá el Amo”. Esta última parte de la definción se marca como antigua en
las ediciones contemporáneas del drae.
6
Si bien refiere a fuentes americanas, estas son escasas y se limitan principal-
mente a México.

2-Tratamiento-2.indd 103 12/5/15 17:50:35


104 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

conocida cita del Diálogo de la lengua (1535) de Juan de Valdés.


Recordémosla:

Pónglo [la d] por dos respectos: el uno por henchir más el vocablo, y
el otro porque haya diferencia en el tóma, con el acento en la o, que es
para cuando hablamos con uno muy inferior, a quien digo tú; y tomad,
con el acento en la a, que es para cuando hablo con un casi igual,
a quien digo vos (citado en Castillo, 1982: 604).

A partir de esta afirmación, interpreta Castillo que hasta mediados


del siglo xvi, en Europa, el tratamiento de vos era de buen recibo:

(en América se prolongará aun más) el tratamiento de vos era todavía


de buen recibo, siempre y cuando lo usara el superior para dirigirse al
inferior, o dos personas de “casi igual” posición social, ligadas por un
conocimiento previo más o menos amplio (1982: 604).

De su análisis de la primera mitad del xvi, que se basa en Histo-


ria de Indias de fray Bartolomé de las Casas, en la Historia general
y natural de las Indias de Gonzalo Fernández de Oviedo7 y en los
Documentos inéditos para la historia de Colombia de Juan Friede,
concluye que “Vos conserva plena vigencia como tratamiento de res-
peto y vuestra merced parece reservarse, en aquella etapa inicial, a
personas que ostentan una dignidad oficial” (Castillo, 1982: 606).
Realiza el análisis de la segunda mitad del siglo xvi a través de los
textos del Inca Garcilaso de la Vega y de la Historia verdadera de la
conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo. Sin des-
cartar las conclusiones a las que llega sobre el período anterior, matiza
la independencia entre los usos de vuestra merced > usted, señalan-
do la existencia de mezclas indiscriminadas entre vos y vuestra mer-
ced. El pasaje en el cual se apoya para señalar la mezcla es el siguiente:

Señor parésceme que estos indios no quieren escuchar la teología


de este Requerimiento ni vos tenés quien se la dé a entender; mande
vuestra merced guardalle, hasta que tengamos algún indio destos en
una jaula, para que despacio lo aprenda e el señor obispo se lo dé
a entender (Historia, III: 230, citado en Castillo, 1982: 609).
7
Téngase en cuenta que se trata de españoles que vivían en América.

2-Tratamiento-2.indd 104 12/5/15 17:50:35


historia de los sistemas de tratamiento 105
No hay en este ejemplo más “mezcla” que la natural. Como ya
se señaló, el sintagma nominal vuestra merced está formado por el
posesivo de vos más un sustantivo, y, si bien hay alternancia entre
vos y vuestra merced, también la hay con señor. La diferencia radica
en que en el caso de vuestra merced la interpretación puede ser como
sujeto, esto es, integrado a la estructura argumental, aunque cercano
a lo vocativo. En todo caso, la cuestión que surge de este pasaje es
el grado de avance del desplazamiento categorial. La pregunta es si
no hay un uso de vuestra merced todavía mucho más como sintagma
nominal de tratamiento que como pronombre. La falta de percepción
por parte de Castillo del carácter aún no totalmente gramaticalizado
de vuestra merced lo lleva a interpretar su coaparición con vos en un
mismo texto como “equivalencia de ‘vos’ y de ‘vuestra merced’ ”.
El hecho de que dos formas aparezcan en un mismo contexto no las
hace necesariamente equivalentes; solo lo serían si en ese mismo
fragmento tuvieran además el mismo significado pragmático. La pre-
sencia de esta forma vuestra merced seguramente está para reponer
el valor [+reverencial] que vos ya no era capaz de dar, por haberlo
perdido al aumentar sus contextos de uso, como ya vimos en el apar-
tado anterior.
En cuanto a los usos de vos para la segunda mitad del siglo xvi,
Castillo (1982) registra tratamientos voseantes para inferiores, entre
iguales y para superiores, apelando a la idea de la existencia de clases
sociales. Por ejemplo, al señalar que había “voseo entre gente de clase
baja”, señala que en unos casos es señal de acatamiento —ubicándo-
se en el lugar del locutor— y en otros señal de respeto —poniéndose
en el lugar del alocutario—. Para finales del siglo xvi, los ejemplos
que aduce son puntuales y no permiten hacer generalizaciones.
Cabe notar que el autor sostiene en esta parte del trabajo que “[l]as
esposas, según ya lo anotamos, voseaban a los maridos”, aunque en
realidad lo que él mismo había notado era que los maridos voseaban
a las esposas. Esto último coincide con lo señalado en Bentivoglio
(2003). Una vez más nos enfrentamos al problema de pensar las re-
laciones sociales con categorías actuales. Por un lado, no necesaria-
mente las relaciones de pareja eran regularmente igualitarias, y por

2-Tratamiento-2.indd 105 12/5/15 17:50:35


106 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

otro, lo público y lo privado no tenían los mismos límites que en


la actualidad, lo cual ha sido ya señalado por Mazzon (2010: 360)
tomando como base estudios de obras dramáticas en las que los ma-
ridos traten-t a sus esposas y estas les devuelven un tratamiento-v.
También para el siglo xvi, el trabajo de Bentivoglio (2003), basado
en análisis de cartas de inmigrantes a América a sus esposas, prueba
(así como también lo hacen los de Fontanella de Weinberg [1989a,
1993, 1994b]) la vitalidad del vos epistolar, la existencia de vuestra
merced > usted y la alternancia entre ambas formas. En los casos de
alternancia, Bentivoglio detecta una preferencia por vos para las par-
tes más familiares, más íntimas, y el uso de vuestra merced para que-
jas y pedidos. Tome nota el lector de la relación entre el tipo de acto
y cierta preferencia por la forma de tratamiento de mayor distancia;
tema sobre el cual volveremos.
Es en el siglo xvii cuando, a juicio de Castillo, se da la desva-
lorización de vos en América. Señala Castillo (1982: 631) que “un
primer síntoma […] lo constituye el hecho de que, según Garcilaso
en sus Comentarios Reales, esta era la forma en que los españoles y
criollos se dirigían a los indios (II, pág. 276)”.
Cabe aquí hacer un paréntesis sobre el significado de desvaloriza-
ción. Parece surgir de la afirmación de Castillo que el hecho de que
una forma fuera usada para los indios suponía que era de escaso va-
lor. Si así fuera, estaría dando por sentado que la relación fue desde
los primeros tiempos conquistador-conquistado, descuidando la posi-
ble realidad de que aquellas primeras generaciones en América estu-
vieran negociando en un plano de igualdad —sobre todo con los seg-
mentos superiores de las sociedades americanas estratificadas— de
maneras más o menos violentas, más o menos crueles, con los indios.
Estos no serían inferiores sino, en todo caso, enemigos.
Aunque, según la interpretación de Castillo, el siguiente pasaje
prueba la “degradación del vos”, más bien parece confirmar que el
tratamiento de vos era una buena elección para tratar a “los otros”.

Pedro Ordóñez de Ceballos nos da por su parte una clara muestra


americana de degradación del vos: al llegar a Popayán se maravilló de

2-Tratamiento-2.indd 106 12/5/15 17:50:35


historia de los sistemas de tratamiento 107
encontrar al capitán Visanti, a quien había conocido antes muy pujante
en Sevilla con 40.000 ducados y dos navíos de su propiedad, cubierto
ahora con un simple capote pardo, calcetas y alpargatas, y, lo que era
más diciente todavía, “que le llamaban de vos como a un extranje-
ro” (Ordóñez, Viaje, p. 224, citado en Castillo, 1982: 631).

También usa como argumento a favor de la “degradación de vos”


la ya citada recomendación del manual de uso El galateo español,
que, a su juicio, “no deja ninguna duda sobre el particular”. Recorde-
mos, sin embargo, que esa obra era un manual de urbanidad en el que
se señala, entre otras normas, cómo tratar a los cortesanos, que es el
público al cual el manual apunta.

Quien llamase de vos a otro, no siendo muy más calificado, le menos-


precia y hace ultrage en nombralle, pues se sabe que con semejantes
palabras llaman a los peones y trabajadores (Gracián (1593), El gala-
teo español, citado en Carrasco, 2004: 268).

Otro ejemplo aportado por Castillo a favor de la desvalorización


del vos es el de un sacerdote condiscípulo y compañero de crianza
de Garcilaso. El primero trata a este último de vuestra merced y no de
vos, de lo cual entiende Castillo (1982: 631) “que [e]l vos ya no le
parecía suficientemente digno al condiscípulo de gracilazo”. Sin em-
bargo, se puede interpretar que la norma de escritura epistolar, dado
que se trata de un culto escribiéndole a otro culto, estuviera presio-
nando para esa elección, lo cual no significa que necesariamente vos
tuviera un significado de poco valor. Lo que es indudable es que para
el siglo xvii vos se encontraba más abajo que vuestra merced en la
escala del respeto y la distancia y, seguramente, vos había perdido
valor para el tratamiento reverencial o deferencial si el alocutario era
noble, cortesano, altoburgués. No parece haber evidencia para con-
cluir que vos fuera una forma irreverente en sí misma.
Por último, Castillo ofrece como testimonio de la “decadencia de
vos en América por lo menos en la zona de Lima” el del jurista Solór-
zano Pereira, quien en una censura a los obispos de las Indias señala
el menosprecio de estos “a los demás sacerdotes de suerte que los

2-Tratamiento-2.indd 107 12/5/15 17:50:35


108 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

llaman de vos, sin darles asiento y los tratan como a sus sier-
vos” (Malagón y Ots Capdequí, Solórzano, pág. 71, citado en Casti-
llo (1982: 632). El final de la cita permitiría pensar en la posibilidad
de que la forma vos no solo se usara para la distancia extragrupal
sino que también hubiera adquirido el significado de tratamiento para
inferiores. Si la frase de lectura ambigua “los tratan como a sus sier-
vos” no estuviera, no dudaría en interpretar allí una censura a la vio-
lación de la cortesía normada, codificada, que seguramente señalaba
para esta época que los sacerdotes por su condición de tales mere-
cían el trato mediante algún sintagma con vuestra, como señalaban
las Leyes de Indias, ya comentadas arriba. La condición de jurista
de Solórzano debe ser considerada ya que muchos de ellos tienden
a pensar en la lengua con una norma regulable y sancionable como
otras conductas sociales.
En cuanto a vuestra merced > usted, apoyándose principalmente
en la obra El carnero (1636), de Juan Rodríguez Freyle, nacido y
criado en Santa Fe de Bogotá,8 Castillo señala que para la primera
mitad del siglo xvii vuestra merced es el tratamiento de respeto de
un soldado a su capitán, entre un alcalde y un regidor, aun siendo
compadres. En cambio “entre gentes de clase baja vuesamerced es el
tratamiento inicial cuando las personas no se conocen, pero, al poco
rato, esas mismas personas estarán tratándose de vos” (1982: 634).
Los usos de vos, según Castillo, están muy extendidos para este pe-
ríodo en Bogotá y están documentados de padre a hija, de un oidor a
un portero, de la esposa de un oidor a un paje; entre hermanos, entre
marido y mujer y entre comadres, con verbos tuteantes (1982: 635).

8
Una parte del título original de la obra fue: El Carnero. Conquista y descubri-
miento del Nuevo Reino de Granada de las Indias Occidentales del mar Océano
y fundación de la ciudad de Santa Fe de Bogotá, primera de este Reino donde se
fundó la Real Audiencia y Cancillería, siendo su cabeza se hizo su arzobispado.
Cuéntase en ella su descubrimiento, algunas guerras civiles que había entre sus na-
turales, sus costumbres y sus gentes, y de qué procedió este nombre tan celebrado
del Dorado. […] Compuesto por Juan Rodríguez Freyle, natural de esta ciudad, y
de los Freyles de Alcalá de Henares en los Reinos de España, cuyo padre fue de los
primeros pobladores y conquistadores de este Nuevo Reino. Dirigido a la S.R.M. de
Felipe II, Rey de España, nuestro Rey y Señor natural.

2-Tratamiento-2.indd 108 12/5/15 17:50:35


historia de los sistemas de tratamiento 109
Un testimonio de interés aparece en Concolorcorvo, ya que pone
en evidencia la inseguridad lingüística todavía presente en cuanto
a la selección entre vos y vuestra merced > usted, avanzado el si-
glo xviii. Más allá del problema no resuelto sobre la (co)autoría, el
origen y la legalidad de la impresión del texto, Lazarillo de ciegos
caminantes. Desde Buenos Aires hasta Lima 1773 tiene como narra-
dor un mestizo que adopta los usos hispanos. El narrador se define
como “peje entre dos aguas” y se incluye en la categoría de los cho-
los —mestizos— a través de frases como “los cholos respetamos a
los españoles”. Desde ese lugar dirige su obra al siguiente público:

a la gente que por vulgaridad llaman de la hampa, o cáscara amarga,


ya sean de espada, carabina y pistolas, ya de bolas, guampar y lazo.
Hablo, finalmente, con los cansados, sedientos y empolvados cami-
nantes, deteniéndolos un corto espacio [… pero también] los poltro-
nes de ejercicio sedentario, y en particular con los de allende el mar,
por lo que suplico a los señores de aquende disimulen todas aquellas
especies que se podían omitir, por notorias, en el reino (Concolorcor-
vo, 1942 [1773]: 3).

En ese contexto debe leerse el siguiente comentario, que plantea el


problema de tener que dirigirse, simultáneamente, a dos públicos de
diferente origen social:

Eslo también en él que los cholos respetamos a los españoles, como


a hijos del Sol, y así no tengo valor (aunque descendiente de sangre
real, por línea tan recta como la del arco iris), a tratar a mis lectores con
la llaneza que acostumbran los más despreciables escribientes, por lo
que cuando no viene a pelo lo de señores o caballeros, pongo una V
para que cada uno se dé a sí mismo el tratamiento que le correspon-
diere o el que fuese de su fantasía (Concolorcorvo, 1942 [1773]: 4).

En cuanto a tú, Castillo lo considera “en la más baja escala” a pe-


sar del descenso de vos, usándose para los muchachos, término que
para la época significaba “niño de pecho o niño que no llega a la
edad adulta” (rae, Autoridades).
De acuerdo con lo presentado, el español en América (principal-
mente de los actuales países México, Perú y Colombia) en el siglo

2-Tratamiento-2.indd 109 12/5/15 17:50:35


110 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

xvi, pero sobre todo en el siglo xvii, contaba todavía con tres formas:
tú, vos y vuestra merced > usted. Esta(s) última(s) era(n) la(s) más
formal(es) y con destinatarios claros, en tanto que vos y tú se ubica-
ban en el espacio de “no protocolarizado”, pero con una preferencia
por el voseo pronominal para tratamientos no íntimos y una preferen-
cia por el tuteo para los relacionamientos más íntimos.
Por tanto, durante los primeros siglos del español en América este
contaba con un sistema alocutivo que constituye una adaptación del
sistema triádico español. En esta adaptación radica la explicación de
la supervivencia del voseo en América.
El contacto con las poblaciones indígenas determinó la selección
de una de las opciones del sistema triádico y le dio, de esta manera,
vitalidad. Esto no significa que las lenguas indígenas hayan influido
en el tratamiento en el sentido clásico del sustrato o a través de in-
terferencias, préstamos o cambios de código. Es posible pensar que
la situación de comunicación y que el aprendizaje del español por las
poblaciones originarias son los factores fundamentales que explican
la supervivencia de vos en América.
Si los valores atribuidos a las formas de tratamiento en el apartado
anterior son correctos, la población indígena o mestiza, esos alocu-
tarios “otros” solo podían ser tratados de vos, dado que era este el
tratamiento que correspondía a lo extragrupal.
Los españoles no podían tratarlos con un tú que, como se vio, es-
taba condicionado a relaciones de intragrupalidad y dentro de estas
debía cumplir con la condición de que los hablantes se conocieran
profundamente, hubieran crecido juntos —o, por lo menos, se cono-
cieran desde épocas tempranas—, o que fueran criados, en el sentido
medieval y clásico del término, lo cual seguramente significara no
solamente relación de superior a inferior o de servicio, sino la cerca-
nía de la cotidianeidad compartida.
Tampoco podían ser tratados de vuestra merced, ya que en rela-
ciones de lejanía o extragrupalidad solo se usaba para alocutarios su-
periores. Además, como acabamos de ver en la cita de la Historia,
vuestra merced no estaba totalmente gramaticalizado y por lo tanto
era portador todavía de su aroma cortesano original, que no podía

2-Tratamiento-2.indd 110 12/5/15 17:50:35


historia de los sistemas de tratamiento 111
caber para los indios, que, por cierto, mal podían formar parte de la
corte en el sentido europeo, aunque algunos grupos indígenas tuvie-
ran sus estamentos nobles.
Es posible pensar pues que vos en esta nueva realidad americana
fuera el instrumento ideal no para asignar “clase social” a los indios
pero sí para identificarlos como no pertenecientes al grupo de los
locutores españoles, ya originarios, ya nacidos en América. Conta-
mos con ejemplos tempranos. En textos de Perú, a través de Garatea
(2008: 653, nota 52), encontramos, por ejemplo, “cogió de los cabe-
llus a dicha endia diciendo: ‘a, perra india, que uos me abés hechi-
zado […]’ ” del año 1662 o en boca de indígenas en Guamán Poma
(1615) “En Castilla tenéys esclavos” o “con bos se descarga su con-
sencia y os tiene por buen juez”.
Un testimonio literario, aunque tardío, apoya también la idea sos-
tenida:

Un ladino se adelantó algunos pasos y gritó con voz clara:


—Nosotro, indio amigo, indio güeno; vos clistiano, dando camisa,
sombelo, tahaco…
Y más adelante:
A este respecto nos decia el cacique Huevito, indio mataco y muy la-
dino:
—Vos clistinao, ¿Queliendo aquí?”
Guillermo Aráoz, “Navegación del Río Bermejo y viajes
al Gran Chaco”, en El Orden 24/1/1885, citado en Rojas, 1985: 284

Esto lleva a una reflexión sobre la naturaleza de las relaciones


entre indígenas y españoles, sobre el papel de los primeros mesti-
zos hijos de padres españoles y madres indígenas, sobre qué lengua
transmitieron esas madres a sus hijos, sobre qué español hablaron los
indios y los mestizos, sobre quiénes —qué indios y qué mestizos—,
cómo y por qué aprendieron español.
Algunas obras sugieren que es una línea en la que hay que seguir
indagando aunque, sin dudas, excede este trabajo particular. La pri-
mera de ellas es un ensayo histórico, Del gachupín al criollo. O de
cómo los españoles de México dejaron de serlo. La autora, que se ha
ocupado de la historia colonial novohispana, muestra cómo diversos

2-Tratamiento-2.indd 111 12/5/15 17:50:36


112 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

aspectos de la cultura mexicana solo son cabalmente comprensibles


si se acepta el hecho de que la aculturación afectó fuertemente el
mundo español (Alberro, 1992: passim), y que los esfuerzos de la
Corona por evitar la adaptación al medio americano de sus servidores
fueron poco útiles (Alberro, 1992: 36). El otro texto que me interesa
mencionar aquí aunque no se ocupa centralmente de la problemática
del tratamiento es un artículo de Lara (2008) titulado “Para la histo-
ria de la expansión del español por México”. Aparece allí un análi-
sis de las condiciones demográficas y geopolíticas de la (re)pobla-
ción de las diversas zonas del México actual, poniendo particular
atención al relacionamiento cultural entre las poblaciones originarias,
con sus estructuras socioeconómicas y culturales, y las poblaciones
trasplantadas: españoles y africanos. Discute la hipótesis andalucista
y la existencia de la koiné antillana y reflexiona sobre la adopción del
español por indígenas y africanos, “nuevo” español que se constitu-
ye en instrumento de comunicación de españoles, criollos españoles,
mestizos y mulatos. Señala y extrae consecuencias lingüísticas de los
diferentes impulsos poblacionales, poniendo el énfasis en las conse-
cuencias lingüísticas del hecho de que buena parte de la conquista y
la colonización no haya sido hecha por españoles sino por poblacio-
nes criollas o mestizas y mulatas.9
Para otras zonas de América, señalo un ensayo histórico sobre la
construcción de la identidad rioplatense como un proceso de larga
duración de pautas culturales indígenas a las que los españoles deben
adecuarse como forma de lograr la supervivencia (Lezama, 2008),
y la documentación de la persistencia de la estructura precolonial del
incario aun avanzada la conquista (Lezama en proceso).
La consideración de las poblaciones autóctonas como hablantes de
español tiene como contracara centrar la mirada en las características
sociales y lingüísticas de los conquistadores. Entre estos enfoques,
y en relación directa con el uso de las formas de tratamiento, está la
hipótesis de la hidalguización. Esta ha sido sostenida por Rosenblat
(1964: 184-193), quien afirma, en respuesta a la idea de que solo mi-
9
Sobre el proceso de desplazamiento de las lenguas indígenas en el territorio del
actual Uruguay, se sugiere ver Bertolotti y Coll (2013).

2-Tratamiento-2.indd 112 12/5/15 17:50:36


historia de los sistemas de tratamiento 113
graban a América los sectores pobres de la sociedad española, que
una alta proporción de los colonizadores y conquistadores eran hi-
dalgos, así como licenciados, bachilleres y letrados, y eran pocos los
que provenían del campo o no tenían algún tipo de formación. Según
él, la fundación de una nueva sociedad a partir de la nada produjo un
proceso de igualación social “hacia arriba”, un proceso de hidalgui-
zación (1964: 209) y de adopción, como consecuencia, del habla de
los hidalgos, en la cual había usos voseantes.
En este sentido, Bravo García interpreta el ejemplo siguiente como
de afecto de los conquistadores a los tratamientos, siguiendo la idea de
Rosenblat sobre la influencia de las clases altas y sus hábitos lingüís-
ticos.

todos le hacían honra como a superior, acompañándole doquier que


iba, a pie o a caballo, y él se había con todos, así vecinos como sol-
dados, tan afablemente y tan como hermano, que ninguno se quejaba
de él. Nunca vi que nadie le besase la mano ni él la daba, aunque se
la pidiese por comedimiento. A todos quitaba la gorra llanamente y
a nadie que lo mereciese dejó de hablar de vuesa merced (Garcilaso
de la Vega, Comentarios reales, citado en Bravo García, 1990: 192).

En el ejemplo, el Inca Garcilaso de la Vega describe el comporta-


miento de Gonzalo Pizarro, y Bravo García interpreta que Gonzalo
Pizarro era muy ceremonioso. Es posible también entender la frase
final (a nadie que lo mereciese dejó de hablar de vuesa merced) en
el sentido de que trataba de vuesa merced a aquellos que a su juicio
lo merecían y no se deduce necesariamente de ello que “Vos es ofen-
sivo con inferiores de calidad y, por supuesto, entre iguales” (Bravo
García, 1990: 192).
La hipótesis de la hidalguización no parece coincidir con las des-
cripciones de los usos de vos en los siglos de la conquista, cuando la
forma “nueva”, la moda, eran vuestra merced y otros sintagmas no-
minales parecidos, pero no vos. Así como los nuevos ricos se caracte-
rizan por el consumo de bienes materiales y culturales de última ge-
neración, es más probable que aquellos “nuevos hidalgos”, si es que
existieron, hayan seguido pautas similares de consumo lingüístico

2-Tratamiento-2.indd 113 12/5/15 17:50:36


114 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

y hayan “comprado” antes una forma nueva como vuestra merced


que una antigualla como vos. No parece ser la hidalguización una
razón de la preservación del vos en América.
También Pountain la pone en duda, tomando en cuenta la eviden-
cia empírica del papiamento, el palenquero y los vernaculares de
Filipinas:

Vos also continues in Papiamentu and Palenquero bo (tu is used ex-


clusively vocatively in Papiamentu) and as vos in some of the contact
vernaculars of the Philippines, which similarly suggets immunity to
later Peninsular developments rather then any process of hidalguiza-
ción (2003: 148).

El enfoque contrapuesto al de la hidalguización sostiene que el


voseo se extiende por su valor despectivo. Esto es lo manifestado por
Cuervo originalmente y retomado, por ejemplo, en el respetado estu-
dio de Pierris. Allí la autora señala lo siguiente:

Rufino J. Cuervo, al sondear posibles causas del voseo, ha reconocido


el preludio europeo de ese cambio en el progresivo desgaste del vós,
pronombre que se mantenía débilmente, usado por los españoles para
dirigirse a sus inferiores, por lo que con esa forma pasaron a tratar
despreciativamente al conquistado (1977: 235).

Remite al primer ejemplo de este apartado, tomado de Juan de Val-


dés, lo que se señala es que las formas voseantes podían ser utilizadas
para hablar con iguales, y podría suponerse que Juan de Valdés se re-
fería a iguales a él, o sea, a personas educadas, a políticos, a gente de
la vida cortesana. Por lo tanto, creo que este fragmento está lejos
de justificar la existencia de un uso desvalorizado de vos. En todo
caso, señala que la forma vos era deferencial pero ya no era reveren-
cial, ya que para la reverencia se contaba con vuestra merced.
Otros ejemplos confirman que vos a mediados del siglo xvi estaba
lejos de volverse despectivo. Tal es el caso del siguiente, tomado del
Lazarillo de Tormes (1554), propuesto por De Jonge y Niewenhui-
jsen para mostrar que “vos y vuestra merced podían usarse en las
mismas situaciones, y casi sin distinción”. Transcribo debajo el frag-
mento seleccionado por los autores:

2-Tratamiento-2.indd 114 12/5/15 17:50:36


historia de los sistemas de tratamiento 115
Acuérdome que un día deshonré en mi tierra a un oficial y quise po-
ner en manos, porque cada vez que le topaba, me decía: “Mantenga
Dios a vuestra merced”. “Vos, don villano ruin —le dije yo—, ¿por
qué no sois bien criado? ¿Manténgaos Dios, me habéis de decir, como
si fuese quienquiera?” De allí delante, de aquí acullá, me quitaba el
bonete y hablaba como debía. ¿Y no es buena manera de saludar un
hombre a otro —dije yo— decirle que le mantenga Dios?
—¡Mira, mucho de enhoramala! —dijo él—. A los hombres de
poca arte dicen eso; mas a los más altos, como yo, no les han de ha-
blar menos de: “Beso las manos de vuestra merced”, o por lo menos:
“Bésoos, señor, las manos”, si el que me habla es caballero. Y así, de
aquél de mi tierra que me atestaba de mantenimiento, nunca más le
quise sufrir, ni sufriría ni sufriré a hombre del mundo, del rey abajo,
que: “Manténgaos Dios”, me diga (2009: 1637).

Entiendo, con ellos, que en este ejemplo la contraposición básica


es la fórmula de saludo: mantener Dios y besar las manos. La primera
es igualmente ofensiva independientemente del tratamiento elegido.
Cuando al final vuelve a decir que mantengaos Dios no se lo acepta-
ría ni a un rey, en la medida en que ya dejó sentado que era una pa-
ráfrasis de la fórmula con vuestra merced, no creo que esté aludiendo
sino a la impertinencia del uso de mantener —como insiste repetidas
veces—, y al mismo tiempo no está estableciendo censura alguna so-
bre vos, ya que el propio rey estaría habilitado para hablarle de vos.
También se interpreta una nota sobre el tratamiento de la gramá-
tica de Minsheu como una prueba de “que el grado de respeto que
expresaba la forma vos era mínimo”:

But note how the Spanyard… accounteth it a disgrace to speake to


any man in the second person singular either in the Nominative Tu, or
in other cases Ti or Te, except it be to his Neager, his Slave, his lackie,
housekeeper, or to some of base & vile account. To their servants of
the better reckoning, and to the artificers and such like persons they
speake in the seconde person plurale, as Traéd aquí, bring thither, ec.
(Minsheu, 1599: 17, citado en De Jonge y Niewenhuijsen, 2009: 1640).

Pero nótese cómo el español… considera una desgracia el hablarle


a cualquiera en 2a p. sg., sea en nominativo Tu, sea en otros casos
Ti o Te, salvo que sea a su Negro, su Esclavo, su lacayo, amo (de
llaves) o a los de origen bajo y malvado. A los sirvientes de mayor

2-Tratamiento-2.indd 115 12/5/15 17:50:36


116 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

estatus, y a los maestros de arte y gente por el estilo les hablan en 2a


p. pl., como Traéd aquí, etc. (traducción de De Jonge y Niewenhuij-
sen 2009: 1640).

También es posible entender que el uso de vos es signo de que el


alocutario no pertenece al grupo de los hablantes cortesanos que solo
deberían recibir vuestra merced,10 y se señala la forma vos como cla-
ramente distinta de tú por tener mayor deferencia y ser distinta de
vuestra merced por carecer de reverencialidad. De Jonge y Niewen-
huijsen concluyen en que “vos perdió su estatus inicial de forma de
reverencia, lo que hizo posible la introducción de una nueva forma
de cortesía, vuestra merced” (2009: 1638).
Es interesante cómo el análisis de algunos de los Pleasent and
Delightfull Dialogues del propio Minsheu pone en evidencia que el
mismo autor no sigue la regla que propone,11 usando formas del pa-
radigma de vos con su criado (que no parece ser un sirviente de es-
tatus), por ejemplo en el Diálogo primero, para levantarse por la
mañana y las cosas a ello pertenecientes entre un hidalgo llamado
Don Pedro y su criado Alonso.12

Don Pedro.— Dame de vestir, que me quiero levantar.


Alonso.— ¿A qué, tan de mañana?
Don Pedro.— A negociar, que tengo mucho que hacer hoy.
Alonso.— Aún no estará nadie en pie.
Don Pedro.— Tú adevinas a tu provecho.
Alonso.— ¿Qué vestido se quiere poner vuestra merced?
Don Pedro.— El de velarte, que dicen que es honra y provecho.
Alonso.— ¿Qué jubón?
Don Pedro.— El de raso pespuntado.
Alonso.— Hele aquí.
Don Pedro.— ¡Majadero!, pues el jubón me tra-/es [p. 2] antes que la
camisa, ¿quiéresme motejar de azotado?
10
En otra nota agrega Minsheu: “To all others they use the third person, as Qui-
ere v.m. andár,…, etc.” (“A todos los otros se les trata en 3a p., como Quiere v.m.
andar,…, etc.”).
11
La distancia entre lo que dicen y lo que hacen los gramáticos ya ha sido notada
por Girón Alconchel (usos prescriptos, usos descriptos y usos escritos) citado en
Sáez Rivera (2006: 2, nota 6).
12
‹http://cvc.cervantes.es/obref/dialogos_minsheu/edicion/edicion01.htm›.

2-Tratamiento-2.indd 116 12/5/15 17:50:36


historia de los sistemas de tratamiento 117
Alonso.— Aún no ha traído las camizas la lavandera.
Don Pedro.— Pues, hideputa, ¡id por ellas!
Alonso.— Al ruin de Roma, cuando le nombran, luego asoma; aquí
viene ya la lavandera.
Don Pedro.— ¿Está enxuta?
Alonso.— Como un cuerno.
Don Pedro.— ¿No os he dicho que no me traigáis esas comparaciones?

Una generación después aparece la afirmación tan conocida de


Gonzalo Correas en su Arte de la lengua castellana (1626):

De vos tratamos à los criados i mozos grandes, i à los labradores, i à


personas semexantes; i entre amigos adonde no ai gravedad, ni cunpli-
miento se tratan de vos (citado en Lapesa, 1970: 149).

Ambos datos se hacen más compatibles si nos ponemos en el lugar


del locutor. Cuando Gonzalo Correas dice “tratamos”, seguramente
se refiera a sus pares, los humanistas, los cultos, la elite letrada de la
época, o a yo más “tú lector” y no a todos los habitantes del territorio
español.13 En realidad estaría haciendo referencia a un uso de vos
como marcador de distancia, pero no de distancia reverencial sino de
distancia extragrupal. Se trata de vos a todos los que no pertenecen
al grupo del hablante y no merecen reverencia. El propio Gonzalo
Correas señala cómo tratar a quienes merecen reverencia:

De Merced usamos llamar a las personas a quienes respetamos o que-


remos dar honra, como son jueces, caballeros, eclesiásticos, damas y
gentes de capa negra (citado en Lapesa, 1970: 149).

Esta interpretación sería consistente con la hecha más arriba al


analizar —desde una óptica distinta a la de Castillo— los Comen-
tarios reales del Inca Gracilaso de la Vega. El tratamiento de vos

13
Es pertinente recordar respecto de esto lo señalado por Lüdtke (1998: 22): “La
hipótesis implícita es que la historia de una lengua es la historia de un solo sistema
o bien de una ‘lengua funcional’ como ‘técnica’ considerada en un solo punto del
espacio, en un solo ‘nivel de lengua’ y en un solo ‘estilo de lengua’ (Coseriu 1966:
33) […]. Sin embargo, en una lengua coexisten varios que están en contacto con la
lengua estándar, entre sí y con otras lenguas”.

2-Tratamiento-2.indd 117 12/5/15 17:50:36


118 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

a los indios no era despectivo sino que era la forma de distancia que
se manejaba en la época para los ajenos al grupo del hablante.
Es necesario distinguir el significado de una forma de la interpre-
tación que el uso de esa forma pueda desencadenar en un acto co-
municativo. Se ha entendido que el vos es insultante por estar en un
contexto imperativo o de enojo, cuando en realidad no es la forma
en sí misma la que puede ser insultante, sino el hecho de violar la
selección esperada. A partir de que un padre enojado trate a su hijo
de usted, no interpretamos que usted sea una forma especializada
o caracterizada por ser insultante. Interpretamos que algunos rasgos
en la composición del significado la hacen de usted una buena candi-
data a significar distancia entre locutor y alocutario.
Al tratar el español en América, se encuentra el mismo tipo de
deslizamiento en interpretaciones de Fontanella de Weinberg, quien
sostiene que en los siglos xvi y xvii el uso de vos era insultante.
Transcribo la interpretación y los ejemplos de Fontanella de Wein-
berg (1989c: 115), tomados todos ellos de Toribio de Medina y pro-
cedentes de Chile, los cuatro primeros del siglo xvi (años 1570 y
1571), y el quinto del siglo xviii.
En el ámbito hispanoamericano también existe abundante docu-
mentación de este valor despectivo de vos, tal como puede observar-
se en los siguientes ejemplos procedentes de Chile:

llamándome de vos con ira (1570, Medina, 1959, I: 277)

comenzó con airadas palabras e injurias a llamarme de vos (1570, id.,


I: 309)

lo comenzó a tratar mal diciéndoles de vos tantas veces (1570, id., I:


340)

riñó con el presidente públicamente en el Audiencia … e le dijo de


vos, que se quitase la gorra e que no era para ser oficial del rey (1571,
id., I: 341)

hablando dicho obispo a este declarante y a dicho señor comisario de


vos y de tu como si hablara con sus negros (Medina, 1952).

2-Tratamiento-2.indd 118 12/5/15 17:50:36


historia de los sistemas de tratamiento 119
Estos ejemplos prueban que los alocutarios tratados de vos debían
ser tratados, de acuerdo con las pautas sociales, de otra manera, se-
guramente de vuestra merced > usted o de señoría, pero no prueban
de manera alguna que vos fuera una manera insultante, aunque usarla
impropiamente podía formar parte de una actitud insultante.
Refuerza esta idea el hecho de que en otras situaciones, familiares,
por ejemplo, se usara. Veamos, en el siguiente ejemplo, también de
1571, en el que el uso de vos no puede interpretarse como despectivo
de manera alguna. Se trata de un padre que vosea consistentemente
a su hijo, con el cual, por cierto, no está enojado sino que, muy por el
contrario, desea mucho verlo, luego de veinte años de separación. En
la carta que se transcribe debajo, incita a su hijo a venir a América,
a la Nueva España, con su familia.

{f.1} Hijo. / Vuestra muger mescrivjo una carta qu[e] estavades


henojado; / que me escrevis y no respondo. Yo escrevi con / Andres
Obexero, e yo e bivio en Mexico syno es / de dos años a esta parte. Sy
escrivjeredes, vengan /5 las cartas con las de Diego García o de Pero
González. An de venjr / encamjnadas a cas (sic) de el friscal del rey.
Enbia / vuestra muger a pidir dinero. Yo al presente estoy / nesces-
ytado porque e mercado una estançia. Mj / sobrino, fray Andres del
Arroyo, mescrivjo que [e]stavades /10 muy determjnado para venjros
con él. No vengays sy no fuere que traygays / vuestros hijos y mu-
ger. Y trayendolos, os venj (sic) lo más / presto que pudieredes. Y
syn ellos no vengays. Porque / sy venjs de otra manera, ay prematica
que /15 ombre casado, njnguno que sin su muger esté en / Castilla, no
biva en esta tierra, sino que le enbien / con prisiones a hazer vida con
su muger. Si determjnares / de venjros, vended lo que tubieredes, y
venjos / con vuestros hijos y muger. Aveys os de aconsexar /20 con
Andres Obexero el matalotaje que aveys de traer. / Agua es lo que
más á menester en el navio. / Por amor de vuestros hijos, si Dios fue-
re servido que vengays / a esta tierra, pregunta en San Juan de / Lua
quién es alcayde mayor del puerto. Si es /25 uno que se llama Grabiel
de Castro, éste os encamjnará {f.1v} y os dara lo que uvieredes me-
nester, porques deudo de mj / muger. Y si no estuviere, aveyss (sic) os
de venjr a un / pueblo que se llama Xalapa. No pareys en San Juan
/ de Lua nj en la Vera Cruz. Y en estando en Xalapa escrevi / con el
harriero cómo quedays ay, que yo yré / por vos. […] No tengo /10 más
que escrevjr. Hecha oy martes, a primero / de mayo, año de mjll e

2-Tratamiento-2.indd 119 12/5/15 17:50:36


120 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

qujnientos y setenta y un años. / V. padre que desea más veros que no


escreviros. / Luis Martjn (Company Company, 1994, doc. 38: 167).

Historia del tratamiento singular en el Río de la Plata

Sin lugar a dudas, el aporte fundamental al conocimiento de la evo-


lución de las formas de tratamiento pronominales y verbales en el
Río de la Plata ha sido realizado por Beatriz Fontanella de Weinberg,
aunque existen antecedentes muy valiosos como Amado Alonso
(1930), Frida Weber (1941), Ángel Rosenblat (1961), así como tam-
bién los de Tiscornia (1930) o Carricaburo (1999), desde la literatura.
También se destacan los aportes de Elizabeth Rigatuso aunque sus
trabajos se han centrado preferentemente en el tratamiento nominal
(entre ellos 1986, 1994a, 1994b).14
Durante la década de los setenta, Fontanella de Weinberg (1970,
1971, 1976, 1977) documentó la existencia ininterrumpida del voseo,
preocupación central de la autora por ser uno de los rasgos caracteri-
zadores de la variedad bonaerense. En El voseo bonaerense (1989a)
da una visión abarcadora de los usos de la forma vos, la primera para
regiones americanas, poniéndolo en relación con una revisión gene-
ral de los usos peninsulares en los siglos xv y xvi y de las primeras
etapas de vida americana. Se ocupa de los usos rioplatenses hasta
fines del siglo xix.
De acuerdo con sus trabajos, habría habido en los siglos xvi y xvii
dos pautas de uso de las formas voseantes. Documenta una pauta
conservadora, en la cual se atribuye a vos un valor de respeto y es la
que aparece, por ejemplo, en designaciones de cabildantes de Buenos
Aires (1989a: 20-21), uso en el cual vos se combina con su paradig-
ma prístino y se corresponde con una tradición discursiva medieval.
Es el vos de valor reverencial que luego sería sustituido por vuestra
merced. Atestigua también una pauta de uso innovador en el que vos
tiene un significado de cercanía (el uso que se conoce como voseo) y,

14
También proveen información interesante, por tratarse de situaciones lingüís-
ticas cercanas geográficamente pero más distantes culturalmente, los trabajos de
Rojas (1985) y Fernández Lávaque (2005).

2-Tratamiento-2.indd 120 12/5/15 17:50:36


historia de los sistemas de tratamiento 121
en esa medida, alterna con tú, en muchos casos, con lo que ella llama
fusión de paradigmas (para este último concepto véase especialmente
Fontanella de Weinberg, 1992c).
Si bien lo detecta en relaciones que considera simétricas, lo se-
ñala como uso secundario en estas desde el punto de vista de la fre-
cuencia de uso, ya que el mayoritario es vuestra merced > usted para
este tipo de relaciones (entre hermanos y entre primos, por ejemplo).
Solo aparece como uso primario numéricamente —68%— de esposo
a esposa (Fontanella de Weinberg, 1993). Creo que aquí la autora
atribuye intimidad al vos, sin tomar en cuenta el hecho de que se
trataba de cartas públicas, que servirían como prueba para que esas
mujeres inmigraran a América.15 Como ha señalado Rigatuso (1993),
es frecuente en las relaciones amorosas un uso diferente de los pro-
nombres de tratamiento de acuerdo con el ámbito público o privado.
Fontanella de Weinberg documenta el avance del uso innovador
en el siglo xvii e hipotetiza sobre la posibilidad de que para ese si-
glo el uso conservador de vos estuviera reducido al “estilo cortés”
(Mc Intosh, 1986, citado en Fontanella de Weinberg, 1993). Pone
en relación esto último con la expansión de vuestra merced > usted,
forma que considera que “es ya prácticamente el tratamiento formal
por excelencia” en tanto que “tú~vos, con amplia mezcla de formas
pronominales y verbales en su paradigma, queda como uso para tra-
tamiento íntimo en el eje de solidaridad y para el trato con inferiores
en el eje del poder” (1992c: 30).
Planteada en otros términos, ya que las situaciones de interacción
con las cuales trabaja Fontanella de Weinberg son las propias de su
corpus, cartas de españoles establecidos en América, y que su marco
de análisis es el propuesto por Brown y Gilman (1960), la situación
lingüística descrita por esta investigadora se diferencia de la que ya
15
Según Bravo García (1998: 126): “aunque las cartas privadas se escribían con
una proyección íntima, no se mantuvieron estrictamente en ese ámbito ya que a veces
por expreso deseo del remitente estas misivas eran leídas a otros familiares o utiliza-
das en realidad como prueba administrativa: el control que la corona ejercía sobre el
paso de los individuos, especialmente de los casados, las hizo indispensable[s] para
conseguir la autorización que permitiera a un familiar marchar a Indias”. Téngase en
cuenta que según datos de esta autora, en Otte, hay 126 cartas dirigidas a esposas y
ninguna dirigida a un esposo.

2-Tratamiento-2.indd 121 12/5/15 17:50:36


122 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

presenté para España en los siglos xvi y comienzos del xvii en los
cuadros 13 y 14, en algunos aspectos que se señalan en los párrafos
siguientes.
La autora enfatiza un uso de vos para la cercanía, intercambiable
con tú. Revisado el mismo corpus en una nueva edición (Fernández
Alcaide, 2009) no es posible corroborar tal afirmación. Si bien es
cierto que en las cartas de esposo a esposa se documenta el trata-
miento de vos, así como en las de hermanos a hermanas o a herma-
nos, también es cierto que en esas mismas díadas se documenta el
uso de vuestra merced > usted o la presencia de formas de vuestra
merced > usted en alternancia con formas del paradigma de vos.
Si de la ocurrencia de vos en cartas de esposo a esposa o entre her-
manos dedujéramos que se trata de una codificación de la intimidad,
entonces deberíamos también deducir que vuestra merced > usted es
un tratamiento íntimo.
En cuanto a la presencia de tuteo, hay un solo caso en que un ma-
rido tutea a su esposa, en alternancia con voseo. Se trata de la carta
92 (Fernández Alcaide, 2009) en que Gaspar Viera se dirige a su mu-
jer, Cecilia Rodríguez Verdugo, vecina de Sevilla, para pedirle que
venga a América, a fines del siglo xvii (1695). En comparación con
otras cartas con similar relación entre los interlocutores tiene un tono
muy íntimo, para cuya apreciación incluyo algunos pasajes a conti-
nuación:

{f.3} hija de my alma las buestras resçeui que binyeron [en]camina-


das / por bia del señor secretario billabicençio las quales fueron / para
my de tanta gloria que no se como poderlo encareçer / porque como
en esta uida no tengo mas bien ny mas / gloria que saber nuebas de
bos my regalo y doy mill graçias / a dios que os aya dado salud pues
con ella podre / gozar del thessoro de my alma pues dios me lo dio el
/ dia que por my buena suerte os me dio por my esposa e conpañera
{f.4} avnque la suerte me a sido enemiga en castigarme / con solo
estar ausente de buestro regalo la qual / ausençia me a sido diciplina
para poder [en]mendar las mosedades / que en essa tierra tenya […]
es buestro todo lo que yo tengo y mi persona reconosca y se / recoja
con la conpanya que mi dios me dio con bos y pues / esta fee no se a
perdido en my suplicote bien myo vista esta / procures en la primera

2-Tratamiento-2.indd 122 12/5/15 17:50:37


historia de los sistemas de tratamiento 123
ocacion te bengas a tu cassa que no / es justo se pierda mas tienpo ny
dios lo permita y para / que bengas como es razon digo que procureis
[…].

Los únicos otros contextos en que se registra tuteo es en cartas de


padre a hijo o de padre a hija.16 Hay un único caso de tuteo de madre
a hijo.17 Se presentan dos casos de tuteo y voseo alternando. Se tra-
ta de cartas de un tío a un sobrino, que fue criado como un hijo, de
acuerdo con lo que surge del contenido de los textos.18
Esto confirma el tuteo como una forma reservada a la mayor in-
timidad y a relaciones en las que el locutor tiene mayor poder que
el alocutario, el tratamiento de vos como una forma para el ámbito
familiar en relaciones asimétricas. La carta a la esposa considerada
no necesariamente es una excepción a esta afirmación, ya que la re-
lación esposo-esposa podía ser perfectamente asimétrica en la épo-
ca. De hecho, como seguramente el lector habrá notado, en la carta
transcrita arriba, el esposo usa como vocativo para dirigirse a su es-
posa: “hija de my alma”.
A fines del siglo xviii, según Fontanella de Weinberg, la extensión
de las confusiones entre el paradigma del tuteo y el del voseo era
tal que pueden documentarse incluso en la lengua literaria. Cita el
ejemplo de una alabanza al virrey y a la Audiencia en forma de poe-
ma en la que aparecen confusiones de los paradigmas de tú y vos. El
poema en cuestión recibe críticas por la mezcla entre tú y vos, lo cual
evidencia que el cambio estaba en pleno desarrollo. A las críticas res-
ponde el autor en cuestión, que tal distribución “no tiene regla que la
fije” (1989a: 25).
En cuanto a los estudios realizados para el siglo xviii en la Banda
Oriental, nombre con el que se designó a la circunscripción territorial
y administrativa coincidente a grandes rasgos con el actual Uruguay,
se documentan básicamente formas del paradigma de tú y del de us-
ted (Elizaincín, Malcuori y Bertolotti, 1997).
16
Cartas 286, 287, 288, 289, 293, 294, 295, 304, 307, 308, 314, 315, 317, 319,
321, en Fernández Alcaide (2009).
17
Carta 639, en Fernández Alcaide (2009).
18
Cartas 392 y 393, en Fernández Alcaide (2009).

2-Tratamiento-2.indd 123 12/5/15 17:50:37


124 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

En ese trabajo no se registraron ejemplos de mezcla de paradigmas


y las ocurrencias del paradigma de vos son escasas. El análisis fue
realizado sobre cuarenta y ocho documentos de extensión variada,
en su mayoría escritos en Montevideo aunque algunos de ellos están
fechados en otros puntos del actual territorio uruguayo. Mayoritaria-
mente de carácter formal (partes militares, documentos judiciales y
religiosos), incluían sin embargo una serie de cartas familiares de fac-
tura menos formal, y de características similares a las analizadas por
Fontanella de Weinberg, es decir, cartas de inmigrantes a América que
se comunican con su familia, en general con sus esposas, que se han
quedado en España, aunque dos siglos después. Los autores son crio-
llos en una tercera parte y en dos terceras partes de origen español.
Pertenecientes todos a la minoría alfabetizada de la época, presen-
tan diferentes grados de conocimiento y manejo de la lengua escrita.
Hay solo dos casos de uso de vos en el corpus descrito. El primero
de ellos es un vos plural, o sea que no debe ser considerado voseo,
en el sentido que le estamos dando de tratamiento para un alocutario
singular. Se trata de un documento titulado Maldiciones del vicario
Joseph Nicolas Barrales. Este texto, de 1763, está dirigido “A todos
los Fieles Christianos Vezinos y moradores / estantes y avitantes en
esta dha Ciudad, y / Jurisdicion, de qualquier estado, Calidad, y con-
dicion que sean” a los que pone en conocimiento de un robo y de la
solicitud del perjudicado de anatemizar a el o a los ladrones. La amo-
nestación dice lo siguiente:

Ypor / que el encubrir vienes en fraude, y daño de / los acrehdores


legitimos esta prohivido por la / de Dios nuestro Señor: Os amonesto,
y mando / en Virtud de Santa obediencia, y, sopena de Ex- / comunion
Mayor Trina Canonica Monitione / pure premisa, que dentro de seis
dias de / como esta Carta fuere leida, y publicada en qualquiera delas
Iglesias de esta Ciud ó como de / ella supieredes en qualquiera mane-
ra, los que / encubris, ó guardais la plata conthenida en la / referida
Peticion ó saveis quien tenga, y encubra / el todo, ó parte de ella,
oculta, y maliciosam.te lo / tengais diciendo precisamente ante nos
para / [fol. 2v] que deste modo la parte pueda haver y e[??] / lo que
legitimamte se le deve; y Vos las dhas per / sonas salgais del pecado
mortal en que estais = (Bertolotti, Coll, Polakof, 2010, doc. 37: 3).

2-Tratamiento-2.indd 124 12/5/15 17:50:37


historia de los sistemas de tratamiento 125
Como se puede observar se trata de un documento formal en el
que los usos pronominales y verbales de vos tienen valor plural.
El segundo caso de vos encontrado en el corpus, único vosean-
te en rigor, y que en la obra referida juzgábamos como “medieval”,
sin tener en cuenta la pervivencia de estas formas diptongadas hasta
nuestros días en algunas zonas de América, se encuentra en la repro-
ducción de un diálogo que aparece en una causa criminal de 1742.
En ella se instruye contra Joseph Suárez por haber herido a Antonio
Xenes. Cito el fragmento en cuestión:

entonses llamo a Dho antonío xenes: le oyese una palabra para lo qual
Monto en su cavallo Dho Jenes Y le haconpaño asta trecho de dos
o tres quadras poco mas o menos Y lo que se víeron en Dho paraje los
dos solos hecho mano A la espada Joseph Suares dísíendo Pícaro Con
q.e vos soís quíen Andaís espíandome Y uiendo me mis pasos
(Elizaincín, Malcuori y Bertolotti, 1997: 62).

La conclusión expresada en aquella obra (Elizaincín, Malcuori y


Bertolotti, 1997: 62) parece, a la vista de nuestros conocimientos ac-
tuales, un poco arriesgada: “Este único testimonio corrobora nuestra
afirmación de que para el uso familiar, de cercanía, sólo tú era la
forma vigente en la época”. No obstante, lo concluido era consistente
con el corpus con base en el cual se había trabajado. Efectivamente,
las cartas con las que se trabajó solo presentan formas tuteantes o de
usted y esto nos llevó a suponer que el proceso de instalación del vo-
seo aún no se presentaba en la Banda Oriental —aproximadamente el
actual Uruguay— en el siglo xviii, aunque ya estaba bien documenta-
do para la vecina Buenos Aires en los siglos anteriores.
Para el siglo xix, Fontanella de Weinberg analiza los usos de los
bonaerenses urbanos y rurales. Reconstruye el español urbano por
medio de epistolarios familiares y el español rural por medio de la
literatura gauchesca, considerando esta como única vía de acceso vá-
lida, ya que esta población rural, por ser predominantemente analfa-
beta, no dejó testimonios escritos de clase alguna. A principios del si-
glo xix (1800 a 1830), en contextos urbanos, Fontanella de Weinberg
describe un sistema “claramente estructurado” en el cual en el sujeto

2-Tratamiento-2.indd 125 12/5/15 17:50:37


126 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

hay alternancia tú/vos, con predominio de vos sobre tú (de treinta for-
mas, diecinueve son de vos y once de tú). En cuanto al objeto, solo
encuentra te; el posesivo es siempre tu, y el término de complemento
es casi siempre vos. Es decir, a excepción del sujeto, el resto del pa-
radigma no se distingue del actual paradigma pronominal bonaeren-
se. Descarta la posibilidad de que las apariciones de tú se deban a
una presión discursiva del género epistolar o como presión culta.

Podría pensarse que las apariciones de tú en esta función se deben


a una mezcla propia del género epistolar en que vos es la forma pro-
pia de la lengua oral bonaerense y alternara con tú, la forma carac-
terística de la lengua peninsular, por presión culta. Sin embargo, el
hecho de que en la función de término de complemento aparezca con
regularidad vos en 25 casos, con la única excepción de una forma ti,
parece indicar que no se trata de una voluntad de evitar la forma vos,
en la función de sujeto, sino que aún se daba una coexistencia genera-
lizada en esta posición (Fontanella de Weinberg, 1989a: 40).

Como veremos más adelante, al analizar los datos obtenidos pa-


ra el siglo xix uruguayo, se señalará que esa presión culta existió y
que el lugar del sujeto, por ser especialmente prominente, es más sus-
ceptible de control que el lugar de término de preposición o de com-
paración. Esta última interpretación se complementa con la clásica
explicación de la presencia de tuteo como producto de la irradiación
cultural de España a través de las capitales americanas, abundante-
mente recogida de Lapesa en adelante. De hecho, se puede interpretar
que una capital cultural como Lima haya pesado en Santiago del Es-
tero, donde la norma todavía es V-T, como lo fue en Salta de acuerdo
con lo señalado en Fernández Lávaque (2005).
No obstante, es interesante el acotamiento de Pountain, quien se-
ñala que hay que ser cuidadoso con esa hipótesis de contacto estrecho
ya que explicaría la presencia de tú, pero no podría dar cuenta de la
simultánea ausencia de vosotros: “[W]e also be wary, since the force
of the supposed contact appears not to have been enough to impose
vosostros as a plural” (2003: 149).
Las hablas rurales no habrían pasado, según Fontanella de Wein-
berg (1989a: 56), por una etapa de presencia de la pauta tuteante que

2-Tratamiento-2.indd 126 12/5/15 17:50:37


historia de los sistemas de tratamiento 127
se manifestó en la mezcla entre voseo pronominal y tuteo verbal:
“a partir de 1850 se llega directamente al sistema bonaerense actual,
sin que hayamos encontrado en el habla rural testimonios del uso in-
termedio de un sistema de tipo V-T”. Quizás sea más correcto decir
que está consolidada la pauta V-V en ámbitos rurales, lo que no suce-
derá en Buenos Aires hasta décadas después. Si esto fuera así, enton-
ces no habría que pensar necesariamente a Buenos Aires como centro
lingüístico innovador desde el comienzo de la sociedad rioplatense,
lo cual no significa, por cierto, que no haya sido central en la difusión
del voseo en etapas posteriores.19 Todo parecería indicar que el voseo
siguió su desarrollo en el campo, en tanto que sufrió una “desviación”
(presencia del tuteo) en Buenos Aires, como capital receptora de pobla-
ción española del siglo xviii que tenía un sistema diádico de tú y usted.
Un trabajo realizado sobre el voseo en Chile en el siglo xix a partir
del análisis estadístico de variables sociolingüísticas de un corpus li-
terario arroja resultados similares a los destacados arriba: una mayor
extensión del voseo en contextos rurales. A partir de estos resultados
el autor justifica el peso de la postura de Bello como factor que hizo
retroceder el voseo en Chile (Newall, 2007).
El apartado anterior focalizó los estudios sobre el tratamiento pro-
nominal en los siglos de la llegada del español a América. En este,
se revisaron los estudios para el Río de la Plata entre los siglos xvi y
xix, sobre todo en lo pronominal.
Para finalizar, se presentan los parámetros que gobernaban el tra-
tamiento pronominal en la región bonaerense a fines del siglo xviii
y durante el siglo xix, de acuerdo con los estudios de Fontanella de
Weinberg y con la interpretación realizada de alguno de sus ejem-
plos.20
19
El desplazamiento de este sistema a mediados del siglo xix del habla bonae-
rense (junto con su perduración hasta la actualidad en otras regiones —aunque con
limitaciones socioestilísticas—) hace pensar que Buenos Aires tuvo un carácter de
centro lingüístico innovador al imponerse allí el nuevo sistema V-V, que luego ha
ido ganando terreno lentamente en el interior, donde actualmente compite con el tipo
V-T, ya muy reducido en su extensión social. La provincia de Santiago del Estero ha
sido la más resistente a este nuevo uso, por lo que al sistema V-T se lo ha considera-
do típico de esta (Fontanella de Weinberg, 1989a: 56-57).
20
Lo aquí sostenido es compatible con Páez Urdaneta (1981: 50-55).

2-Tratamiento-2.indd 127 12/5/15 17:50:37


128 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

En el cuadro 15, se suma a los parámetros ya utilizados anterior-


mente, el parámetro [+rural], con la salvedad de que “grupo” era aso-
ciable a “clase social” en el contexto medieval o moderno pero no en
el contexto histórico de la colonia en la zona rioplatense, como ve-
remos más adelante. En cuanto al rasgo +fem, señalo que Manuelita
Rosas les escribe a sus amigas de tú, en tanto que en la misma época
(1863-1874) trata a su padre con igual intimidad de vos (Fontanella
de Weinberg, 1989a: nota 7). No es esta la interpretación de Fonta-
nella, que atribuye el tuteo solo a la presión del género epistolar. En
cuanto al rasgo +rural señalo que Rosas se dirige a un peón de campo
con formas voseantes (Fontanella de Weinberg, 1989b: nota 6).

extragrupalidad intragrupalidad
[+reverencial] [–reverencial] [+deferencial] [–deferencial]
de abajo de arriba abajo usted igual sexo
a arriba usted tú [muy conocidas] [+fem]
usted +rural +masc distinto sexo vos [muy conocidos]
vos vos usted [+masc] [+rural]
usted [no muy conocidos]
de –edad a +edad de +edad a –edad
usted [a los que se conoce mucho
o desde muy pequeños]
tú [+fem] ~ vos [+masc]
[+rural]

[jóvenes y adultos conoci-


dos como tales y no ínti-
mamente] usted
Cuadro 15. La selección de formas de tratamiento
para los siglos xviii y xix para la región bonaerense

El cuadro 15 refleja que las formas de usted tenían un uso reve-


rencial (seguramente acompañado de tratamientos nominales que
reforzaran este valor) en relaciones en las cuales el locutor tiene me-
nos poder social que el alocutario. El uso de usted era deferencial en
relaciones intragrupales de igual poder social (=P). Esta deferencia
podía tener que ver con razones psicosociales, como el hecho de que

2-Tratamiento-2.indd 128 12/5/15 17:50:37


historia de los sistemas de tratamiento 129
los interlocutores fueran de distinto sexo o de diferentes edades (de
generaciones menores a generaciones mayores). También se corre-
laciona el uso de usted con la falta de conocimiento previo de los
hablantes cuando estos no son de las generaciones menores.
La elección voseante cuando se da en contextos de extragrupalidad
es de superior a inferior. En contextos intragrupales, el voseo se correla-
ciona con relaciones de mayor edad a menor edad, predominantemente
en ambientes rurales y a alocutarios masculinos o de mujeres a hombres.
La elección tuteante cuando se da en contextos de extragrupalidad
es siempre no deferencial. Se da de superior a inferior. En contextos
de intragrupalidad tampoco tiene valor deferencial: se da entre perso-
nas con profundo o temprano conocimiento mutuo, sobre todo entre
mujeres y en ambiente urbano.
Como habrá notado el lector, si bien los valores en el sistema se
han modificado, se trata de un sistema triádico en el cual, en ciertos
contextos, las formas voseantes ocupan un lugar intermedio entre us-
ted y tú, conservando el lugar intermedio entre vuestra merced y tú
en el que lo ubicó el surgimiento de la primera de las formas.

Historia de otros tratamientos: el singular su merced y los plurales

Su merced
La discusión sobre la constitución de los sistemas pronominales alo-
cutivos americanos no ha incluido el caso de su merced, seguramente
por ser exclusiva de algunas regiones y por su dudoso estatus pro-
nominal. No obstante, al haberlo incluido en la descripción de los
sistemas alocutivos actuales, resulta pertinente sintetizar los datos
existentes sobre su diacronía.
Como ya hemos señalado, el origen de su merced ha sido poco
estudiado en el español preamericano e incluso la bibliografía más
reciente retoma lo planteado por Keniston y Lapesa.
Keniston (1937: 4437) considera que el uso frecuente de su mer-
ced como un equivalente del pronombre de tercera persona hace fácil
su movimiento hacia la segunda persona. Lapesa (2000: 321) señala
que su merced se origina como una forma referencial que luego se

2-Tratamiento-2.indd 129 12/5/15 17:50:37


130 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

usará para dirigirse a un interlocutor, lo cual documenta en los siglos


xvi y xvii. Postula una especialización de su merced en el trato de in-
feriores a superiores y relaciona este hecho con la generalización de
usted y con la consecuente pérdida de sus valores reverenciales. Sin
embargo, no aporta datos diacrónicos del español de América.
En panoramas generales de la diacronía del tratamiento en español,
como el realizado por De Jonge y Nieuwenhuijsen (2009), no se con-
sidera esta expresión. En su estudio sobre la formación del paradig-
ma pronominal del tratamiento, Koch (2008) no hace alusión alguna
a su merced aunque explica el uso del sustantivo merced, enmarcán-
dolo en el pasaje de tradiciones discursivas latinas al romance. Pérez
Guerra (1989: 194) señala como posible explicación diacrónica de
su merced la sustitución de vuestra por su, pero no aporta evidencia
empírica de ello.
Un estudio focalizado sobre su merced en el español europeo es
el de García Godoy (2008), que se centra en el uso decimonónico de
su merced con especial atención a la modalidad andaluza. La autora
concluye que su merced es una forma de trato asimétrico en el siglo
xix, más deferencial que usted. Sociolingüísticamente, adscribe el
uso a la “clase menestral andaluza”.
La creación de su merced sigue la misma pauta que la de vuestra
merced, esto es un posesivo y un sustantivo abstracto. En el caso de
vuestra merced se creó sobre la segunda persona vos. En el caso
de su merced, sería interesante indagar si hay alguna relación en su
formación con los desparecidos tratamientos él y ella.
En cuanto al español en América, Carrera de la Red y Álvarez
(2004) documentan y comentan usos de su merced que aparecen en
su corpus de la actual Mérida en Venezuela durante los siglos xvi y
xvii, y refieren a su diacronía sin dar cuenta exhaustiva de ella. Estos
son algunos de sus ejemplos:

eldhofrançisco quintero truxovnyndio ladino que dixo llamarse gaspa-


rico y vnayndia llamada juanica a los quales su merced del dho se-
ñor alcalde pregunto de adonde hera e dijeron ser vayladores (4ORE-
LLANA, en Carrera de la Red y Álvarez, 2004: 235).

2-Tratamiento-2.indd 130 12/5/15 17:50:37


historia de los sistemas de tratamiento 131
eldho gobernador francisco de cazeres para la dhaynformacion pre-
sento por testigo a juan paezvezinodestaçiudad del qualsu merced
del dho alcalde tomo e Rezibio juramento sobre vna señal de cruz
(3CIUDADES, en Carrera de la Red y Álvarez, 2004: 235).

En ambos casos, se puede observar que se trata de formas referen-


ciales y no alocutivas, aunque por su carácter honorífico suponga un
tratamiento.
Obediente (2009, 2010) aporta evidencia de usos de su merced en
el siglo xviii. En todos los casos documentados se trata de cartas que
Obediente atribuye a esclavos y en las que destaca la relación de di-
ferencia de poder entre los interlocutores:

Vemos que la situación descrita para esos países [uso de inferior a su-
perior, uso de esclavos a amos y uso reverencial en España, “amplias
zonas americanas, Puerto Rico, Cuba, Perú y Argentina], se practicó
igualmente en la Provincia de Mérida, pues, como ya observamos, su
merced aparece sólo en las cartas escritas por esclavos a funcionarios
civiles o eclesiásticos (Obediente, 2010: 92).

El siguiente es uno de sus ejemplos:

Ilustrísimo Señor Vicario [...] Ago presente a su merced todos mis


trabajos [...] Su mas umilde esclavo
Carta 32, de un esclavo a un funcionario eclesiástico,
en Obediente, 2010: 92

De Granda (2007: 166-167) postula dos etapas. En la primera, su


merced es expresión de una dimensión vertical, en tanto que en la
siguiente etapa, que habría comenzado en la segunda mitad del xvii,
el tratamiento expresa tanto una dimensión vertical, asimétrica, como
una horizontal, simétrica, siendo la segunda derivada de la primera,
a la que asocia con situaciones de esclavitud. Sostiene que “se dio,
cuando menos, entre los esclavos de Puerto Rico (Álvarez Nazario,
1974), Cuba (Alzola, 1969), Perú (De Granda, 2004) y Argentina
(Rigatuso, 2003), para dirigirse a sus amos, hasta la supresión de la
institución esclavista” (De Granda, 2007: 167). Tal como su maestro

2-Tratamiento-2.indd 131 12/5/15 17:50:37


132 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Lapesa, De Granda explica la extensión de su merced horizontal


como consecuencia de la desaparición del vuestra merced intragrupal
de deferencia.

Ahora bien, la forma Usted no poseía en los comienzos de su implan-


tación definitiva, como muy bien lo hace notar Rafael Lapesa (1970:
147-148), prestigio social ya que, del mismo modo que Voarced,
Voacé, Vucé, Vuested, Vosted y Vusted, era apreciada comunitariamen-
te como modalidad elocutiva propia de estamentos sociales inferiores.
Esto dio lugar, como se comprueba en el texto de la Nouvelle Gram-
maire Espagnole del Abbé De Vayrac, publicada a principios del siglo
xviii, a que Su Merced sustituyera en las capas altas de la sociedad
española a Usted en situaciones elocutivas consideradas prestigiosas
(De Granda, 2007: 167-168).

En otro estudio ya mencionado, Álvarez y Bertolotti (2013), se


concluye que en América en el siglo xix, esta fórmula de tratamiento
se utilizaba preferentemente en situaciones en las que el locutor era
un hablante africano, o descendiente de africano, situaciones comu-
nicativas formalizadas, civiles o religiosas en la que la forma estaba
especializada en el tratamiento honorífico. Marginalmente, su merced
se utiliza en relaciones familiares.
En cuanto al español rioplatense, contamos con los trabajos de
Rigatuso (2005b: 85; 2009: 387-388), quien ha documentado su mer-
ced en la correspondencia epistolar de la Argentina en el siglo xix
como honorífico social y tratamiento asimétrico familiar, así como
también su uso coloquial en representaciones literarias de habla ru-
ral. En la década del cuarenta, Weber de Kurlat (1941: 134) consigna
su merced como una fórmula de respeto caída en desuso.

La historia del vosotros y ustedes

El fundamental estudio de García, De Jonge, Niewenhuijsen y Lech-


ner (1990) documenta y explica el surgimiento de la forma vosotros
en el español. Sostienen que en el siglo xiii comienza el proceso de
alternancia entre vos plural y vos con formas varias pospuestas en-
tre las cuales termina predominando vosotros. Concluyen los autores

2-Tratamiento-2.indd 132 12/5/15 17:50:37


historia de los sistemas de tratamiento 133
que la gramaticalización del compuesto vos + otros se da a fines del
siglo xv.
En De Jonge y Niewenhuijsen (2009: 1607 y ss.) se realiza el análi-
sis del surgimiento de las formas compuestas nosotros y vosotros con
el corpus propio de la obra en la que se incluye el artículo, esto es la
Sintaxis histórica de la lengua española (Company Company, 2009).
Allí explican por qué vosotros “lideró” el cambio más que nosotros.
El hecho de que vos tuviera dos lecturas (singular y plural) es la ra-
zón por la cual los contextos contrastivos (vos+ otros) fueron más fre-
cuentes en la segunda persona que en la primera. Nos solo tiene una
lectura plural, aunque haya lecturas inclusivas y exlcusivas posibles.
En este mismo texto se señala que ustedes fue “originada como
forma plural de tratamiento cortés análogamente a usted” (De Jon-
ge y Niewenhuijsen, 2009: 1651). Lamentablemente, no realizan una
diacronía de ustedes. Sí se ocupan, sin embargo, de la “intrigante”
ausencia de vosotros en América. Con respecto a esto realizan tres
señalamientos fundamentales:

a) Vosotros estaba en pleno uso como tratamiento y estaba inte-


grado al sistema pronominal en el siglo xvi
b) La ausencia de vosotros no es atribuible al andaluz, ya que la
desparición de esta forma en esa variedad no parece ser anterior
al siglo xvii ya que ni usted ni ustedes se establecen definitiva-
mente antes del siglo xvii.
c) El pronombre nosotros se usa en América, y, siendo posterior a
vosotros su uso alentaría a suponer el uso de vosotros.

Frago Gracia (2011) y Caravedo (2005) señalan la presencia de


vosotros, de vuestro y del verbo en segunda persona del plural to-
davía en la época de las independencias (primeras décadas del siglo
xix), aunque mayoritariamente en la lengua escrita y en discursos,
proclamas, himnos, catecismos en América.
Sin embargo, como señala Moreno de Alba (2011: 27) desconoce-
mos la cronología de la desaparición de vosotros en América. Su tra-
bajo propone que ustedes como plural analógico de usted —no como
gramaticalización de vuestras mercedes— tiene su primer registro en

2-Tratamiento-2.indd 133 12/5/15 17:50:38


134 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

1624. Vosotros se mantiene en el español americano hasta fines del


siglo xviii. A partir de allí se acelera el proceso de desaparición hasta
quedar relegado a algunos usos estilísticos, los señalados por Frago
y Caravedo, que “patentiza las pretensiones del escritor de marcar un
tipo de habla que no corresponde al usual y corriente en los hispano-
hablantes americanos de esta época” (Moreno de Alba, 2011: 39).
El trabajo de Moreno de Alba pone de manifiesto el problema de
la falta de documentación:

Es probable, aunque por falta de documentación suficiente no puede


comprobarse, que se empleara ya con normalidad ustedes sobre voso-
tros en los textos americanos de finales del xviii, pues de otra manera
sería difícil de explicar la proliferación de ustedes en textos ameri-
canos desde principios del xix, ésta sí plenamente atestiguada en la
documentación de corde (2011: 39).

El trabajo de Fernández Martín (2012) aporta datos fundamentales,


que, si bien referidos al español andaluz entre 1700 y 1931, sientan las
bases para un necesario estudio de características similares para
las diversas modalidades de español americano. Establece la datación
de los primeros y últimos plurales del español andaluz (Fernández
Martín (2012: 568) en los diversos corpus utilizados (diálogos didác-
ticos, teatro, cartas, tratados gramaticales).
Sostiene la autora que el tratamiento en el andaluz occidental, distinto
del resto del resto de las modalidades del español europeo, se configura
en el período estudiado (1731-1900) y supone los siguientes cambios:

a) La forma ustedes sustituye a vosotros en la primera mitad del


siglo xviii.
b) Hay un uso de miembros del paradigma de vosotros en combi-
nación con ustedes para la expresión de la cercanía (Fernández
Martín, 2012: 574).

Enmarca teóricamente algunas de sus reflexiones en el trabajo de


Nowikow sobre la referencialidad de los pronombres de segunda.
Este autor distingue la pluralidad homogénea (todos los integrantes
de la clase son iguales, esto es, vosotros es la suma de tú + tú +

2-Tratamiento-2.indd 134 12/5/15 17:50:38


historia de los sistemas de tratamiento 135
tú…) de la pluralidad heterogénea (los integrantes de la clase no son
todos iguales, esto es, vosotros es tú + él + ella + ellos…) (1994:
285). Fernández Martín entiende que la heterogeneidad de la referen-
cia plural puede ser una de las razones lingüísticas para que ustedes
haya terminado por ocupar casi todos los ámbitos de vosotros en An-
dalucía occidental. Creo que también sería una de las razones para la
desaparición de vosotros en América, ya que por su mayor flexibili-
dad referencial, ustedes habría tenido mejores posibilidades adaptati-
vas. En tanto que vosotros captura [tú + tú…] o [tú + no tú (él, ella,
ellos, ellas, vosotros)], ustedes captura [usted + usted…] o [usted +
no usted (tú, él, ella, ellos, ellas, vosotros, ustedes)]. Nos interesan
especialmente los casos de heterogeneidad. En tanto que vosotros
solo acepta en su heterogeneidad las referencias a segundas personas
como tú o como vosotros, esto es, dentro de su mismo espectro de la
cercanía, ustedes acepta no solo a los de la distancia usted o ustedes
sino también a los de cercanía (tú y vosotros). Desde otro punto de
vista, basta que haya un usted o un ustedes en la situación de alocu-
ción para que vosotros quede excluido como plural, en tanto que la
presencia de uno o varios tú no excluye el uso de ustedes. Este pro-
nombre es, entonces, no marcado referencialmente.
Siguiendo este razonamiento, en el español americano la posibili-
dad de uso estaría aun más restringida. Vosotros no podría usarse en
la medida en que hubiera un vuestra merced > usted, pero tampoco
si hubiera un vos, que en los primeros siglos no era una forma de cer-
canía sino deferencial extragrupal.
Sin embargo, insisto, la curiosa historia de los alocutivos plurales
en el español americano está aún por escribirse.

Comentarios finales

Algunos de estos comentarios finales tienen que ver con los trata-
mientos reseñados. No obstante otros se relacionan con las fuentes y
los enfoques sobre el tratamiento en la lingüística hispánica.
En cuanto a los tratamientos, los puntos que me interesa revisar se
relacionan mayoritaria, aunque no exclusivamente, con interpretacio-

2-Tratamiento-2.indd 135 12/5/15 17:50:38


136 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

nes en torno al voseo, tema que ha atraído especialmente a los hispa-


nistas.
Hasta fines de los ochenta, fueron de recibo en la bibliografía hi-
pótesis que correlacionaban las formas del voseo con los niveles so-
cioeducacionales de los hablantes. La primera de ellas, formulada en
Menéndez Pidal (1962), sostenía que el voseo diptongado no se mez-
cló con formas de tuteo, y asociaba ese tipo de voseo con hablantes
cultos. La segunda, sostenida por De Granda (1978b), afirma que el
voseo monoptongado y las confusiones con tuteo se asocian con re-
giones de menor nivel socioeducacional, en donde sobreviven hasta la
actualidad.
Fontanella de Weinberg (1989b) y luego Hummel (2010c) aportan
datos documentales que echan por tierra ambas hipótesis al mostrar
que hay formas “mixtas” con voseo diptongado y que zonas que tu-
vieron formas monoptongadas y “confusiones” de paradigmas son
actualmente tuteantes, sin haber registrado, sin embargo, formas
“mixtas” de tuteo pronominal con voseo diptongado.
En cuanto a las circunstancias históricas, se ha manejado la hipó-
tesis de la hidalguización de los conquistadores. Esta ha sido sosteni-
da, como ya se señaló, por Rosenblat (1964: 184-193), quien sostie-
ne que las nuevas circunstancias sociales permitieron un proceso de
igualación social “hacia arriba” y de adopción, como consecuencia,
del habla de los hidalgos, en la cual había usos voseantes. Como ya
señalé, la forma innovadora e identificadora de las clases superiores,
era, en todo caso el vuestra merced > usted.
Con respecto a la cantidad de voseo, los datos del corde procesa-
dos por De Jonge y Niewenhuijsen (2009: cuadro 12) muestran que
lo afirmado por Cuervo en cuanto a la debilidad del voseo no parece
coincidir con la realidad del siglo xvi en América: las formas vos
(263 en números absolutos) casi doblan a las formas tú (135), y si
se excluyen de este cómputo un texto de un español radicado tardía-
mente en México y uno de un criollo de Chile que escribe un poema
épico, los casos de tú se vuelven casi nulos. La interpretación de De
Jonge y Niewenhuijsen es que el uso de vos era mucho más frecuente
e incluso muy general.

2-Tratamiento-2.indd 136 12/5/15 17:50:38


historia de los sistemas de tratamiento 137
En cuanto a la forma en que se interpretaba el voseo en la época
de la llegada del español a América, dado que las formas voseantes
han sido y son consideradas vulgares en muchos lugares de Hispano-
américa y que coinciden con zonas que en su momento fueron margi-
nales en el contexto colonial, ha habido una tendencia a buscar desde
los inicios significados despectivos en ellas, viendo en esos usos tem-
pranos un preludio del uso o de la valoración actual.
A esto se suma el hecho de que entender las formas actuales sincré-
ticas como fusión de paradigmas presupone que las formas tuteantes y
voseantes tuvieran significados en competencia. Para ello vos necesi-
taba haberse desplazado hacia la zona significativa de tú. Creo que esta
necesidad, quizás más deductiva que empírica, sumada a los factores
anteriores, ha llevado a la interpretación errónea de algunos ejemplos.
Esto se relaciona con una reflexión más general. En el estudio his-
tórico de las formas de tratamiento no se ha hecho suficiente caso
a Labov cuando en su artículo “On the use of the present to explain
the past” (1972: 829) sugiere que las variables que explican hechos
sincrónicos, las fuerzas que operan sobre los hechos sincrónicos deben
ser tenidas en cuenta para comprender hechos lingüísticos pasados. En
este sentido, creo que se reconocen la variedad sociolingüística, la cor-
tesía y otras cuestiones pragmáticas como reguladoras actuales en el
uso de las formas de tratamiento pronominales y verbales, pero no se
las ha considerado lo suficiente al estudiar el pasado, y de esta forma se
interpretan afirmaciones hechas sobre el español como lengua histórica
como si fueran afirmaciones sobre el español como lengua funcional.
Si se piensan las formas de tratamiento en términos de regulado-
res de identidad, lexicalizaciones o gramaticalizaciones de la corte-
sía normada o estratégica el análisis se enriquece. Como se sabe, el
parámetro respeto o distancia es válido en la actualidad a la hora de
seleccionar la forma del tratamiento para un igual, y no hay razón
para pensar que no haya podido serlo en el pasado. Hasta donde lle-
ga mi conocimiento, no hay bibliografía que plantee el tratamiento
deferencial entre pares como un hecho de la modernidad, sino, en
todo caso, la pérdida de este parámetro en algunas situaciones como
caracterizador de las sociedades urbanas occidentales (ver Brown y

2-Tratamiento-2.indd 137 12/5/15 17:50:38


138 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Gilman, 1960). De hecho, para muchos hablantes uruguayos actua-


les, el tratamiento pronominal tuteante (con verbo voseante) marca
deferencia hacia el interlocutor, que no marca el tratamiento prono-
minal voseante (con verbo voseante).
La polivalencia de las formas de tratamiento y los delicados me-
canismos que las regulan explican la multiplicidad de significados
y matices que puede haber tenido vos, como también los tienen las
otras formas de tratamiento. No es este, por cierto, un fenómeno ex-
clusivo del español, ni limitado a una época.
En cuanto a las fuentes, es necesario considerar que gramáticas,
diccionarios, manuales, suelen reflejar el comportamiento lingüístico
de algunos hablantes de una comunidad lingüística, en general, el de
los hablantes educados o pertenecientes a un grupo social determina-
do. Pensemos en cómo se interpretaría el uso de usted en el Río de
la Plata si se contara como única fuente este manual que recoge los
comportamientos de una especie de aristocracia trasnochada de Uru-
guay con el servicio doméstico.

Le dicen “mucama”. Hay pocos terrenos donde importen tanto la


amabilidad y el decoro como en el relacionamiento con el servicio
doméstico […].
Las tratan siempre de “usted”, independientemente de su edad, y
consideran de pésima educación no dirigirse a ellas con corrección
y amabilidad o pedirles tareas imposibles. En secreto, o no tanto, pien-
san que quienes tratan mal a la empleada son unos “guisos”. Creen
importante siempre hablarles en un tono de “petición”, nunca de “or-
den” porque como se puede leer en el libro The lady´s book of man-
ners: How to become a perfect lady: “or you will create, among well
bred people, the suspicion that you were sometime a servant youself,
and are putting on airs”.
Tessa García, Manual ilustrado de la gente bien,
Montevideo, 2012, pp. 67-68

En cuanto a los enfoques sobre el tratamiento, es necesario desta-


car el peso que el resultado final del proceso de reestructuración del
sistema de tratamiento tuvo en una parte del español europeo.
Revisemos rápidamente lo planteado hasta ahora. En primer lugar,
es necesario considerar que la semántica y la pragmática de esas for-

2-Tratamiento-2.indd 138 12/5/15 17:50:38


historia de los sistemas de tratamiento 139
mas de tratamiento que llegaron a América en los primeros tiempos
debieron ser aproximadamente las mismas que tenían en España, ya
que no hay razones para pensar en un cambio radical en el trayecto
oceánico. Sin embargo, este sistema de tratamientos llegó a una nueva
realidad con nuevas relaciones sociales. Al juzgar el peso de esas rela-
ciones sociales se ha trasladado el esquema social español a América
—por ejemplo, la hipótesis de la hidalguización— y se ha interpretado
la realidad americana por sus resultados: las poblaciones indígenas fue-
ron sojuzgadas y apartadas desde el primer momento de un núcleo es-
pañol. Como veremos, no fue esta la situación en el contexto rioplaten-
se, y es probable —al menos eso sugieren los trabajos de Lara (2008) y
de Alberro (1992)— que tampoco lo haya sido en el resto de América.
En segundo lugar, y ligado con lo anterior, es necesario repensar
para el contexto americano el concepto de clase social. Este ha per-
durado excesivamente en la bibliografía. Afirmaciones como la de
Lapesa (1970) cuando refiere a las formas de tratamiento en el Cid
(“Vos era la forma utilizada entre personas de igual condición y ele-
vado nivel social, o por individuos de nivel inferior para dirigirse a
alguien superior”), sin duda relevantes para una sociedad como la
medieval, ya no debían serlo, seguramente, en el momento de la lle-
gada del español a América. La mirada en términos de clases se re-
fuerza quizás por la impronta del trabajo de Brown y Gilman (1960)
en el campo de estudio de las formas de tratamiento. Es probable que
el concepto de grupo social como entorno de identificación propia y
ajena, y que puede definirse por diferentes rasgos (edad, sexo, ocupa-
ción), no necesariamente el de clase social o estamento, sea un mejor
instrumento para la comprensión del funcionamiento de las formas
de tratamiento (para la relación entre grupos y su expresión lingüísti-
ca véase Kozai, 2002).
En tercer lugar, es necesario considerar que en los siglos xvi y xvii
el sistema de tratamiento se complejiza sustituyendo un sistema diá-
dico por un sistema triádico que en muchos lugares de habla hispana
se mantiene hasta el día de hoy. Creo que salvo escasas excepciones21
21
Señalo dos: Moreno (2002), que estudia el sistema de tratamiento en el Siglo de
Oro, y Navarro Gala (2004), quien analiza las formas de cortesía en la Segunda Celestina.

2-Tratamiento-2.indd 139 12/5/15 17:50:38


140 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

no se ha prestado suficiente atención a la naturaleza triádica del sis-


tema que llega a América. Parece dominar la idea de que un sistema
con más de dos formas es un estadio que en algún momento será
abandonado. Este espíritu se refleja en afirmaciones como las de
Carrasco22 o Elizaincín, Malcuori y Bertolotti.23
Es probable que parte de la presión hacia una interpretación diádica
tenga que ver con el hecho de que el origen románico fue diádico y el
español peninsular continúa siéndolo tanto en el singular como en el
plural. Sin embargo, la mirada a otras lenguas rápidamente muestra la
falta de generalidad de esta situación dentro y fuera del ámbito romance.
En japonés, las segundas personas pronominales, que son tres,
tienen fuertes restricciones; su uso se limita a alocutarios de menos
o igual edad que el locutor, y el tratamiento extrageneracional ha-
cia arriba debe hacerse mediante sintagmas nominales. Existen: a)
un pronombre gramaticalizado a partir del significado ‘emperador’
de uso informal, b) otra forma que supone la posibilidad del ejercicio
de la autoridad por parte del locutor, y c) un tercero que se relaciona
con la posiblidad de dar consejos por su significado etimológico en
relación con la dirección. Es decir, hay una primera selección que
se realiza de acuerdo con el parámetro edad, y luego dentro de una
de ellas —igual o menor edad— tres posibilidades que se definen
a su ver por el tipo de acto ilocutivo (Nishimura, 2003). En algunas
lenguas la codificación gramatical de la deixis social es sumamente
compleja. Las formas honoríficas del japonés son un ejemplo prototí-
pico de esta complejidad, pues combinan al menos tres ejes: el de la

22
“En el paso de la sociedad medieval a la renacentista, vemos que este sistema
binario comienza a complicarse con la introducción progresiva de otras fórmulas
elocutivas; efectivamente, en la primera mitad del siglo xvi el español dispone ya de
un sistema elocutivo organizado sobre tres claves: la clave de tú, la de vós y la de
vuestra merced, que van, respectivamente, de la familiaridad a la más fina cortesía.
Naturalmente, un tal sistema es, por definición, precario; el término intermedio
queda en equilibrio inestable entre los dos extremos, ya que disponemos de tres
paradigmas para un continuum que marca la trayectoria entre dos nociones
opuestas (2004: 262).
23
El pronombre vos, al parecer, hace su aparición apenas en el siglo xix y, desde
entonces, se encuentra en competencia con el antiguo tú, aun en un mismo usuario,
lo cual demuestra un evidente desequilibrio del sistema que, como dijimos más arri-
ba, aún hoy no ha sido solucionado (1997: 63).

2-Tratamiento-2.indd 140 12/5/15 17:50:38


historia de los sistemas de tratamiento 141
formalidad, el de lo público frente a lo privado y el de la antigüedad
de las relaciones sociales entre los interlocutores. Ello da lugar a una
miríada de expresiones pronominales y nominales, difíciles de tradu-
cir a sistemas menos complejos.
El ruso si bien tiene un sistema pronominal diádico tiene un siste-
ma nominal triádico bien establecido. Los hablantes deben elegir si
tratar a su alocutario por su nombre, por su apellido o por su patroní-
mico. La selección de estas formas depende del grado de formalidad
de la situación y de la edad: a menor formalidad y menor edad co-
rresponde el nombre, en tanto que a mayor formalidad o mayor edad
el patronímico. El uso del apellido está regulado por la falta de cono-
cimiento o un conocimiento no cercano como puede ser una relación
médico-paciente o profesor-alumno. Los factores relevantes para el
ruso son el tiempo de conocimiento previo, el grado de formalidad
de la relación entre las personas y la situación (pública, laboral, etc.)
en la que se encuentren (Anokhina, 2003: 1-5).
El italiano tiene tres formas para dirigirse a su alocutario en singu-
lar: a) una forma seleccionada por el tipo de relación entre los inter-
locutores, pero sobre todo por la edad de estos, y casi no hay relacio-
nes que la excluyan si los usuarios son (o se sienten) jóvenes, b) otra
forma que cubre el tratamiento para personas de más edad y menos
conocidas (que también puede ser usada para alocutarios plurales), y
c) una tercera forma que tiene un significado reverencial además de
deferencial. La selección de estas dos últimas formas varía, además,
diatópicamente (Brunet, 2003: 1-3).
Para el vasco la selección de los pronombres de tratamiento de-
pende del sexo así como también de la presencia de testigos. La per-
tenencia o no al grupo es definitoria, ya que si bien el tratamieno de
hombre a mujer suele ser un tratamiento-v, si se trata de hermanas
de la misma generación que los hermanos se puede dar el tratamien-
to-t. Por ejemplo, en la traducción al vasco de La casa de Bernar-
da Alba las hermanas se tratan‑t entre sí cuando están solas pero se
tratan-v en presencia de la madre (Bottineau y Roulland, 2003).
En síntesis, sostengo que el español que llega a América en los
siglos xvi y xvii tiene un sistema integrado por tres paradigmas de

2-Tratamiento-2.indd 141 12/5/15 17:50:38


142 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

tratamiento. Uno de ellos, el de vos (en su forma “pura” o “mixta”),


parecería el mejor candidato a ser elegido para establecer relaciones
con la población autóctona por su carácter extragrupal, y por lo tanto,
no mercedora de un tratamiento íntimo (para el que se escogerían
formas del paradigma de tú) ni de un tratamiento reverencial (para el
que se escogerían formas del paradigma de vuestra merced > usted).
También parece un buen candidato a ser elegido para el tratamiento
entre sí de algunos colonizadores, de no pertenecer estos a estratos
altos o en el caso de no tener tiempo o profundidad de conocimien-
to. El voseo, destinado a desaparecer en España, encuentra en estas
condiciones su posibilidad de supervivencia en América. De esta ma-
nera, es más comprensible la extensión del voseo en Hispanoamérica
y su asociación, en muchas zonas, con la población rural o mestiza
e indígena.
Lo histórico-pragmático (en el sentido de Pountain, 2003) deter-
mina cuántas formas son necesarias y cuáles son las fronteras entre
ellas. La sustancia con la que se rellenan las casillas necesarias no
está determinada por expectativas culturales y/o económicas, sino
por las posibilidades materiales de la lengua. Como vimos, a veces
se recicla lo existente y a veces se crea algo nuevo. En ambos ca-
sos, la nueva forma (es nueva ya que se creó o se atribuyó un nuevo
significado a un viejo significante) puede ser exitosa o puede ser un
fracaso, y esto no necesariamente tiene que ver con el propio signo.
Un ejemplo claro es vosotros que encontró en América su tumba en
tanto que vos encontró las condiciones para su supervivencia.

2-Tratamiento-2.indd 142 12/5/15 17:50:38


historia de los sistemas de tratamiento 143
La expresión verbal del tratamiento
en el español preamericano y americano

Principales cambios en las formas verbales

En este capítulo se presentan tres cambios en el sistema alocutivo


verbal singular del español. En forma breve, se comenta la adop-
ción de la morfología de tercera persona como consecuencia de la
inserción en el sistema de tratamiento de la forma vuestra merced >
usted para el tratamiento al alocutario, luego, se presenta la adecua-
ción morfofonológica de la segunda persona del plural cuando vos
se resemantiza y, finalmente, se describe y analiza la combinación
de los paradigmas verbales y pronominales sujeto de tú con los de
vos, incluyendo clíticos y posesivos. Por claridad en la exposición, se
presentan primero los aspectos diacrónicos y luego los aspectos sin-
crónicos.
Como se mostró en el capítulo anterior, el honorífico vuestra mer-
ced, que devendrá usted, se formó sobre el paradigma de vos. Por esta
razón es que en las primeras épocas de vuestra merced la concordan-
cia fue variable. Es posible encontrar tanto la concordancia etimoló-
gica con segunda persona como la concordancia con tercera, propia
de un sintagma nominal. A medida que el proceso de lexicalización y
gramaticalización de vuestra merced avanza, la concordancia con la
tercera persona se hace obligatoria.
Se ha hipotetizado la relación entre la morfología del voseo con los
niveles socioeducacionales de los hablantes (Menéndez Pidal, 1962 y
De Granda, 1978b). Fontanella de Weinberg (1989b) y Hummel (2010c)
aportan evidencia empírica contraria a esa hipótesis. Documentan la
existencia de formas “mixtas”, esto es T-V con voseo diptongado y
documentan formas monoptongadas y “confusiones” de paradigmas
en zonas que son actualmente tuteantes, sin haber registrado, sin em-
bargo, formas “mixtas” de tuteo pronominal con voseo diptongado.
La conjugación tuteante no ha tenido alteraciones morfológicas ni
fónicas, y no presenta peculiaridades en su distribución geográfica
o social, salvo algunas excepciones que oportunamente señalaré.

2-Tratamiento-2.indd 143 12/5/15 17:50:38


144 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Como es sabido, en el siglo xiii las formas verbales de vos termi-


naban en -des, a excepción del perfecto simple y del imperativo. A
estas excepciones se sumaron, a principios del siglo xvi, los presentes
de indicativo y de subjuntivo y el futuro de indicativo que pasaron de
-ades, -edes, -ides a -áis/ás, -éis/és, -ís, respectivamente. Todavía se
mantuvieron con las terminaciones en -ades, -edes, -ides en los tiem-
pos esdrújulos: imperfecto del indicativo, el condicional, e imperfec-
to y futuro del subjuntivo, como puede verse en el cuadro 16:

i conjugación ii conjugación iii conjugación


cantáis/cantás teméis/temés partís
cantasteis/cantastes temisteis/temistes partisteis/partistes
cantaréis/cantarés temeréis/temerés partiréis/partirés
cantéis/cantés temáis/temás partáis/partás
cantábades temíades partíades
cantaríades temeríades partiríades
cantássedes temiéssedes partiéssedes
cantárades temiérades partiérades
cantáredes temiéredes partiéredes
Cuadro 16. Conjugación verbal de vos en el siglo xvi

Las formas agudas actuaron como vanguardia para la posterior


pérdida de -d- de las esdrújulas, lo que llevará a que las formas verba-
les propias de vos devengan en cantabas, temías, partías, cantarías,
temerías, partirías, cantases, temieses, partieses, cantaras, temieras,
partieras, cantares, temieres, partieres. Estas manifestaciones coinci-
dían con las tuteantes; por lo tanto solo se distinguían formas verba-
les de vos y tuteantes en presente, pasado simple y futuro de indica-
tivo, en presente de subjuntivo, y en imperativo: cantá(i)s, temé(i)s,
partís vs. cantas, temes, partes; cantaste(i)s, temiste(i)s, partiste(i)s
vs. cantaste, temiste, partiste; cantaré(i)s, temeré(i)s, partiré(i)s vs.
cantarás, temerás, partirás; canté(i)s, temá(i)s, partá(i)s vs. cantes,
temas, partas y cantá(d), temé(d), partí(d) vs. canta, teme, parte.
Como se puede observar, las formas de tú y de vos se distinguen ya
por tener alguna diferencia fonemática, ya por tener alguna diferen-
cia acentual, ya por ambas cuestiones.

2-Tratamiento-2.indd 144 12/5/15 17:50:39


historia de los sistemas de tratamiento 145
En cuanto a las diversas manifestaciones del voseo verbal, es muy
interesante el siguiente señalamiento de Lapesa:

[el] ‘voseo’ más vigoroso y representativo suele estar ligado a la con-


servación de segundas personas de plural monoptongadas tomás, te-
nés, sos, que en España apenas sobrevivieron al segundo tercio del
siglo xvi, y de los imperativos sin -d- cantá, tené, vení, que en el uso
peninsular duraron hasta el siglo xvi (1996: 254).

Para la descripción más detallada de esta evolución puede consul-


tarse Cuervo (1893), y para su discusión Lapesa (1996) y Rini (1996),
en especial en este último la distinción entre los cambios fónicos y
los cambios morfológicos implicados en este complejo proceso.
Lapesa (1996) pone en relación el diverso desarrollo de las for-
mas verbales de tratamiento con dos tendencias contrapuestas pa-
ra los llamados por él “tratamientos de confianza”. La primera se da en
los ambientes en que las formas en cuestión, tuteantes y voseantes,
“no llegaron nunca a completa equivalencia social”, en los que operó
una fuerza que podríamos llamar distinguidora. Esta tendencia, que
va a terminar en Europa en la eliminación del paradigma voseante,
se caracteriza por no promover construcciones V-T (sujeto voseante
y verbo tuteante), prefiriendo el uso de voseo diptongado, los im-
perativos terminados en -d, retención de la -d- de érades, veníades,
tuviérades, todo lo cual hace las formas no atribuibles a tú. La otra
tendencia, a juicio de Lapesa, funcionó en los ambientes en los que
las formas en cuestión llegaron a la equivalencia social, caracteriza-
dos por el “abandono de distingos sociales y de normas lingüísticas
que se nos presenta como de indiferencia ante el vulgarismo”.
Esta última tendencia, que podríamos llamar fusionista, se carac-
teriza por la presencia de formas V-T, es decir, de sujeto voseante y
verbo tuteante, por el uso de formas verbales sincréticas para vos
y para tú (das, estás, ves, da, está, eras, tenías, quisieras), por la con-
servación y extensión de las formas monoptongadas (cantás, temés,
partís, etc.) y los imperativos sin -d (cantá, temé, partí). Dice Lapesa:

Ante dilemas provocados por factores lingüísticos internos —evolu-


ción fonética y homomorfia— las decisiones divergentes adoptadas en

2-Tratamiento-2.indd 145 12/5/15 17:50:39


146 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

cada caso dependieron de actitudes colectivas impulsadas por móviles


de orden histórico y cultural (1996: 267).

En el Río de la Plata, la tendencia triunfante resultaría ser la fu-


sionista. Tempranamente,24 Pedro Henríquez Ureña se ocupó de las
características del paradigma de vos en el Río de la Plata, marcando
el carácter mixto de la conjugación. Dice el autor dominicano:

A veces se dice que en las regiones donde se emplea el vos, las formas
verbales de la segunda persona del plural han desterrado a las del sin-
gular; pero no hay tal: conviven con ellas, repartiéndose el dominio de
los diversos tiempos de la conjugación.
A) En la Argentina y en el Uruguay se emplean, con el sujeto vos, tres
tipos de formas verbales:
1) Las del singular.
2) Las del plural, coincidiendo unas veces con las normales del
castellano de hoy (reís, vivís), y otras con las arcaicas en que faltaba
la i de los modernos diptongos de la última sílaba (pensás, querés)
o la de final (mirá, poné, decí).
3) Formas ambiguas, que pueden considerarse, bien como formas
simplificadas del plural (estabas = estabais), bien como formas del
singular, porque lo son en la lengua culta (estabas, estarías, estuvie-
ras) o en la lengua popular de regiones que no usan el vos: mirastes,
estuvistes.
Así, en el lenguaje popular rioplatense, el presente de indicativo
emplea las formas arcaicas del plural en los verbos terminados en -ar,
-er: vos tomás, vos tenés, vos sos; las formas normales modernas del
plural en los verbos terminados en -ir: vos reís; en unos cuantos ver-
bos, las formas son ambiguas: vos das, vas, estás, ves, y en el verbo
haber la forma es la del singular: vos has. El pretérito perfecto emplea
formas ambiguas: tomastes, vivistes, o pasa francamente a las formas
del singular: tomaste, viviste; es posible que existan además las formas
tomates, vivites, conocidas en gran parte de América, pero no hallo
ejemplos de ellas. Son ambiguas las formas del pretérito imperfecto:
tomabas, tenías, vivías, y las del condicional: tomarías. El futuro de
indicativo, por influencia natural del presente de haber, usa las formas
del singular: vos tomarás, tendrás, vivirás. El presente del subjuntivo
24
En cuanto a las formas verbales en América, merecen especial consideración
los datos e interpretaciones históricos incluidos en el conocido estudio de Rona
(1967) así como las precisiones y correcciones hechas a este por Fontanella de
Weinberg (1976).

2-Tratamiento-2.indd 146 12/5/15 17:50:39


historia de los sistemas de tratamiento 147
usa generalmente las formas arcaicas plural: tomés, tengás, vivás; las
usa ambiguas en dar y estar: des, estés, y a veces pasa al singular:
rías, seas, veas. El imperfecto de subjuntivo emplea formas ambiguas:
tomaras, tuvieras, vivieras. No hallo ejemplos de las otras dos termi-
naciones del subjuntivo (-ses; -res); es de suponer que si existen y no
han sido enteramente suplantadas por la de -ras, emplearán las formas
ambiguas. El imperativo usa las formas simplificadas del plural: tomá,
tené, viví; en unos cuantos verbos, las formas ambiguas: da, está, sé,
ve (de ver) (1976 [1921]: 380-381).

Resumo en el cuadro 17 esta información, que refiere al voseo rio-


platense tal como lo presenta Henríquez Ureña en la segunda década
del siglo xx y tal como se mantiene hasta nuestros días:

plural –normales plural –arcaico


singular ambiguas3
del castellano2 al que faltaba la i-

Presente reís, vivís pensás, querés das, estás, ves,


Indicativo (verbos de IIIC) (verbos de I y IIC) has
Pretérito tomaste, tomastes,
simple viviste vivistes
indicativo

tomabas,
Imperfecto
tenías, vivías
Condicional tomarías
tomarás,
Futuro tendrás,
vivirás
rías,
Presente seas, tomés, tengás, vivás des, estés
subjuntivo

veas
tomaras,
Imperfecto tuvieras,
vivieras
Imperativo mirá, poné, decí
Cuadro 17. Formas voseantes en Uruguay y Argentina
según Henríquez Ureña [1921]

Es de destacar que, de acuerdo con la bibliografía ya revisada,


las formas monoptongadas no son necesariamente una modificación
o evolución de las diptongadas. De esto se concluye que las formas

2-Tratamiento-2.indd 147 12/5/15 17:50:39


148 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

monoptongadas y de imperativo sin -d, que caracterizan al voseo rio-


platense, no pueden haber llegado a la zona con los españoles que la
pueblan en el siglo xviii, sino que necesariamente tienen que provenir
de población criolla que se hubiera hecho del voseo tiempo atrás,
aprendiéndolo de generaciones anteriores al siglo xviii.
Se documentan para América otras formas de voseo verbal ade-
más de las que consigna Henríquez Ureña para el Río de la Plata. El
análisis de la situación actual echa luz sobre el proceso sufrido por el
voseo en tierras americanas. En el próximo apartado se revisa la mor-
fología y la distribución del voseo verbal actual en Hispanoamérica.

El tratamiento verbal actual en Hispanoamérica

La variación en las manifestaciones morfológicas del voseo verbal


es muy alta y ya fue presentada en el apartado El tratamiento verbal
voseante (pág. 42 de la primera parte) del capítulo Las actuales for-
mas de tratamiento del español en América. El cuadro 18, reitera el
cuadro 10 y, como se recordará, refleja la presencia de formas verba-
les etimológicamente voseantes o de conjugaciones que se combinan
con el pronombre vos. Da cuenta, entonces, del voseo puro o com-
pleto y del voseo verbal o voseo mixto verbal.
La dificultad en la comprensión de las formas de tratamiento no es
producto solo de su compleja distribución diatópica, incluso dentro
de las actuales entidades nacionales, sino también diastrática y dia-
fásica, sin que estas posibilidades sean excluyentes. El cuadro 19,
reiteración del cuadro 9, describe el uso diastrático y diafásico del
voseo en asociación con países o zonas de países hispanoamerica-
nos. Se destacan allí los usos voseantes y se marcan usos tuteantes en
caso de que estos se presenten en alternancia con usos voseantes.
Recordemos que si no hay especificación en la columna con la eti-
queta regional, no se asocia el voseo con una región particular dentro
de un país. Si se asocia con una región dentro de un país, se separan
las regiones en distintas filas y se las nombra. Si hay más de una re-
gión donde se vosee dentro de un país y la distribución social o situa-
cional es diferente, se las separa. En la columna con la etiqueta social

2-Tratamiento-2.indd 148 12/5/15 17:50:39


historia de los sistemas de tratamiento 149

país presente futuro pretérito presente


imperativo
(región) ind. ind. ind. sub.
México comé comés comerás comistes comás
(Chiapas)
Cuba comé coméi comeréi comiste comái
(Bayamo,
Manzanillo,
Camagüey)
Guatemala comé comés comerás comistes comás
comerés comiste
El Salvador comé comés comerás comiste comás
comerés comistes
Honduras comé comés comerás comistes comás
comerés comiste
Costa Rica comé comés comerás comiste(s) comás
comiste
Nicaragua comé comés comerás comistes comás
comiste
Panamá come coméis comerás comiste coma
comé comes comeréis comáis
Colombia comé comés/co- comerás comi(s)tes comás
(costa del mís comerís
Pacífico y
Antioquia)
Venezuela comé coméis comerás comistes comáis
(Zulia, comeréis comás
Trujillo y
Falcón)
Venezuela coma comés comerás comites comás
(Andes) comé comerés
Ecuador comé comés comerás comiste sin infor-
(costa) mación
Ecuador comé comís comerís comiste comáis
(sierra) comes comerás comás
comas
Perú (costa comé comís comerés comistes comas
norte, comás
costa sur y
sierra)
Bolivia comé comés comerás comiste sin infor-
(zona mación
camba)

2-Tratamiento-2.indd 149 12/5/15 17:50:39


150 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Bolivia comé comes comerás comiste comas


(zona come coméis comerís comistes comáis
colla) comís comás
Argentina comé comés comerás comiste comas
comes comistes comás
Uruguay comé comés comerás comiste comás
comistes comas
Paraguay comé comés comerás comiste comas
comistes
Chile come comís comerís comiste(s) comái
comí
Cuadro 18. Presentación del voseo verbal —o en combinación
con pronombre vos— en América (siglos xx y xxi, basado en Moyna, 1996;
Penny, 2004; Hummel, Kluge y Vázquez Laslop, 2010)

se significa la marcación diastrática con sí y la ausencia de marca-


ción con no. Cuando se asocia el voseo con estratos sociales, se lo
asocia con los estratos considerados más bajos por la comunidad.
En la columna situacional se busca marcar si el uso de voseo (y
por consiguiente del tuteo) tiene una distribución diafásica y se des-
cribe la situación en cuestión con un adjetivo, en caso de conocer
esa información. Cuando se señala no se quiere significar que no se
lo asocia con factores situacionales. Se marca la existencia de trata-
mientos tuteantes pronominales y verbales con T-T, de tuteo prono-
minal con voseo verbal con T-V y de voseo pronominal con tuteo
verbal con V-T.
Comento brevemente el contenido de este cuadro, recordando y
ampliando algunas consideraciones contenidas en él. 25

a. La menor marcación social del voseo se presenta en América


Central y en el Cono Sur.
b. La mayor concentración de formas etimológicas (diptongadas)
está en América Central.
c. Si se dejan de lado el Cono Sur y América Central, se puede afir-
mar que el voseo tiene mayor difusión en los estratos sociales
25
Para un mayor desarrollo, ver los comentarios que siguen al cuadro 9 (pág. 34)
en el apartado Tú y vos: tratamientos pronominales-t.

2-Tratamiento-2.indd 150 12/5/15 17:50:39


historia de los sistemas de tratamiento 151

lugar regional social situacional


México Chiapas sí íntimo
Cuba Bayamo, Manzanillo, sí íntimo
Camagüey
Guatemala no no
El Salvador no no
Honduras no T-T esporádicos
Nicaragua no no
Costa Rica no no, T-T para extranjeros
Panamá provincias del centro sí no
Colombia norte de Santander, Cho- no íntimo
có, costa del Pacífico,
Antioquia
Colombia Bogotá, oriente andino sí, predomina muy familiar y esporá-
en hombres dico en hablantes cultos,
sistemático en poco
cultos
Venezuela Zulia, Trujillo y Falcón no informal, íntimo
Venezuela Andes sí íntimo
Ecuador costa sí íntimo
Ecuador sierra no íntimo
Perú algunas localidades y sí íntimo
zonas de la costa norte,
costa sur y sierra
Bolivia zona camba no, identitario informal, íntimo
Bolivia zona colla sí íntimo, coloquial, des-
pectivo
Chile central, zonas no cerca- sí, pero tam- informal, íntimo
nas a Perú y Bolivia bién usado
por jóvenes
cultos
Paraguay no, tuteo sin datos
escolar
Argentina general con zonas V-T no no
Uruguay general con zonas T-T no T-V uso cuidado (defe-
rencial)
T-T uso afectado o
dialectal
Cuadro 19. Distribución regional, social y situacional del voseo en Hispa-
noamérica (siglos xx y xxi) basado en Moyna, 1996; Penny, 2004; Hum-
mel, Kluge y Vázquez Laslop, 2010, entre otros

2-Tratamiento-2.indd 151 12/5/15 17:50:39


152 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

más bajos, que son preferentemente no urbanos. Esto coinci-


de con sociedades de poca movilidad social y distribución muy
desigual de la riqueza.
d. En los lugares donde tuteo y voseo conviven, este último está
reservado para el grupo (inmediato), sea este la familia, la pro-
vincia o la clase social. Por estar limitado a algunos reductos
“no públicos”, no pasa por sistemas de estandarización, lo cual
explicaría su mayor variabilidad.

Explicaciones estructurales

La revisión realizada en los apartados anteriores sugiere un comple-


jo panorama en los siglos de llegada del español a América, en el
cual convivían para el tratamiento alocutivo formas “puras” y formas
“mezcladas”, así como manifestaciones verbales del paradigma de
vos conservadoras e innovadoras.
Las formas “puras” para cada una de las tres personas pueden
apreciarse en las filas 1, 2 y 3 del cuadro 20. Las formas consideradas
“mezcladas” se caracterizan por combinar elementos de las filas 1 y
2 o 1 y 3, tal como lo presento en las filas 4 y 5, respectivamente.

sujeto objeto término posesivo verbo


1. vos os vos vuestro/a(s) voseante (diptongado o
monoptongado, con o sin
desinencia con –d)
2. tú te ti tu/tuyo/a(s) tuteante
3. usted < lo/la/le usted < su/suyo/a(s) en tercera persona morfo-
vuestra vuestra lógica
merced merced
4. vos te vos/ti tu/tuyo/a(s) verbo voseante o tuteante
5. usted os usted vuestro/a(s) verbo voseante o en tercera
persona morfológica

Cuadro 20. Formas pronominales y verbales “puras” y “mezcladas”


organizadas según su paradigma

2-Tratamiento-2.indd 152 12/5/15 17:50:40


historia de los sistemas de tratamiento 153
La mezcla de formas de las líneas 1 y 2, que se presenta en 4, ha
sido interpretada a partir de los estudios de Fontanella de Weinberg
como producto de una fusión de paradigmas. La autora entiende por
fusión la “pérdida de contraste” entre dos formas (1992c: 185). En
este caso se trataría de la pérdida de contraste entre las del paradig-
ma de vos y las del paradigma de tú. La propuesta de Fontanella de
Weinberg, aceptada en la academia, se apoya en el supuesto de que la
confluencia en el uso de vos y tú debilitó la conciencia de los hablan-
tes de las diferencias entre los paradigmas originales y desencadenó
la actuación de los factores estructurales que llevan a la creación del
nuevo paradigma pronominal constituido por vos, te, tu, y que lle-
van a combinaciones de pronombres voseantes con verbos tuteantes
(V-T) y viceversa (T-V). A juicio de Fontanella de Weinberg, la fal-
ta de conciencia de las diferencias se produce por el hecho de que
ambas formas sirvieran para el tratamiento de confianza a partir del
siglo xvi: “Por otra parte, la coexistencia de tú y vos como tratamien-
tos de confianza en el español del siglo xvi tuvo como resultado la
combinación de formas verbales etimológicamente voseantes con
otras tuteantes” (Fontanella, 1977: 227).
De acuerdo con lo visto en el capítulo anterior, no habría datos
firmes para suponer que ambos, tú y vos, fueran tratamientos de con-
fianza en el español del siglo xvi. Por lo tanto, no puede haber sido la
pérdida de conciencia de los hablantes de las diferencias entre tuteo
y voseo lo que haya llevado a la mezcla de paradigmas, ya que el sis-
tema que llega a América es un sistema triádico y no un sistema con
dos casilleros, uno de los cuales tiene dos formas posibles.
La idea de fusión de paradigmas presupone la igualdad entre tuteo
y voseo y, en consecuencia, más bien la confusión que la fusión de
paradigmas. Esto habría comenzado con el cambio en la semántica
de vos ejercida por el creciente uso y gramaticalización del reveren-
cial vuestra merced en el siglo xvi. Aun aceptando que esto haya sido
exactamente así, ¿cómo explicar entonces los casos de mezcla de pa-
radigmas registrados a partir del Cid por Lapesa (1996: 255-257) y
por Menéndez Pidal (1944-1945, I §§132-133 citado en De Jonge y
Niewenhuijsen, 2009: 1636).

2-Tratamiento-2.indd 153 12/5/15 17:50:40


154 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Se esgrimirán aquí dos explicaciones sobre la coincidencia formal


de los posesivos y clíticos de los paradigmas de vos y tú. Como el
lector recordará, se estableció que el vos tenía una semántica deferen-
cial y una semántica reverencial. Parece plausible que los hablantes
hayan recurrido a formas pronominales o verbales del paradigma tu-
teante para evitar una lectura reverencial. El recurso al plural para un
alocutario singular es una de las formas de gramaticalizar la cortesía
(en general, reverencial). Si vos no es ya reverencial y solo significa
singular, es natural que las otras expresiones de su paradigma bus-
quen acompasar su forma al significado singular tanto en lo pronomi-
nal como en lo verbal. Es sabido que aquellos lugares de la lengua en
los que forma y significado combinan en forma menos perfecta son los
mejores locus del cambio lingüístico.
Otra explicación posible sobre la formación de este nuevo para-
digma “mezclado” —sin apelar a la coincidencia de los significados
pragmáticos entre tú y vos— es sistémica. La incorporación al siste-
ma alocutivo del plural vosotros, que si bien se registra desde fines
de la Edad Media, no termina su acción parricida sobre vos plural
hasta siglos después. El hecho de compartir la conjugación con vos
—recordemos que se construye a partir de vos (vos+otros)—, suma-
do al hecho de la no obligatoriedad de la expresión de los sujetos del
español, producía seguramente expresiones ambiguas.
En el ámbito de la posesión esta ambigüedad podría haber resulta-
do especialmente incómoda. La coincidencia formal de vuestro/a(s)
como posesivo de alocutario singular y plural podría no resultar de-
seable para los hablantes, ya que algo que es “mío” también puede
pasar a ser “nuestro”, si a través de la lectura plural, otro poseedor se
inmiscuye en mis posesiones.
Por otra parte, la coexistencia de vos y vosotros funcionando como
alomorfos puede haber presionado para distinguir en los respectivos
paradigmas cuándo se trataba de uno y cuándo de otro. Tal coexisten-
cia, bien tardía, puede apreciarse en el documento siguiente escrito
en 1813 “delante de Montevideo”, en un contexto formal pero no
formulaico.

2-Tratamiento-2.indd 154 12/5/15 17:50:40


historia de los sistemas de tratamiento 155
Ciudadadanos electores, vosotros no lo ignorais; sin embargo mi au-
toridad está desconocida […] No es bastante p.a vra negatiba la falta
de expres n en vros. Poderes sobre el particular, p.r q.e una vez hecho
de tanta trascenda el asunto y conbencidos de la complicacion de las
circunstancias qe aparecen, si quereis responder á la confianza que
han depositado en vos vtros Pueblos, debíais estar á su Espiritu […]
(Archivo Artigas, tomo XI, Doc. n.º 212, p. 233).

Este uso de vos con alocutarios plurales, que se puede registrar en


muchos otros documentos, significa que la lectura plural de vos toda-
vía era posible y que por lo tanto seguramente valía la pena buscar
medios para distinguir cuándo el vos se usaba con significado plural
y cuándo con significado singular.
En este sentido, y volviendo al ámbito verbal, es significativo que
no se encuentren en la documentación del español de América usos de
vos con sentido plural y con conjugación singular o monoptongada.
En síntesis, el rasgo común de las formas voseantes monopton-
gadas y de las formas tuteantes es la lectura singular. Coexistieron,
pues, dos soluciones para marcar la no pluralidad: a) echar mano
a las formas del ámbito del singular más cercanas por significado, un
procedimiento metonímico frecuente en los cambios lingüísticos; y
b) usar formas de voseo (monoptongado, sin -s final, sin -d final) que
garantizaran la posibilidad de contrastar con el plural vehiculizado
por las formas etimológicas y terminadas en -d.
No se trataría, pues, del recurso a las formas tuteantes por no ha-
ber ya diferencia entre tú y vos, sino de dos soluciones alternativas
para asegurar la distinción entre singular y plural: en uno de los ca-
sos termina en un producto sincrético al agregar un nuevo significado
a una forma (te, tu, tuyo) y en otro se modifica una forma ya existen-
te (cantás, podés, etc.).
El primer registro de combinación de pronombre voseante con ver-
bo tuteante (V‑T) en América aparece en el juicio realizado a Sebas-
tián Gaboto en 1530. En la respuesta a la pregunta 32 del interrogato-
rio al “maestre Pedro, cerujano” responde de la siguiente manera:

que todos los que vinieron por la barranca tras de la barca, que los
tomaron, é que si no tomaron al dicho Gaspar de Rivas, alférez, en la

2-Tratamiento-2.indd 155 12/5/15 17:50:40


156 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

pregunta contenido, fue á su culpa, que se quedó atrás é no vino en


lugar en donde lo pudieran tomar; é questo sabe é no más, é que oyó
decir á uno de los que recogieron en la barca quel dicho alférez se
había quedado atrás y le había dicho: ‘Anda, vos, que yo no puedo ir
más adelante’; é questa es la verdad.
José Toribio de Medina, Documentos, doc. 13826

Medio siglo más tarde y en el español de México, se encuentran


los ejemplos recogidos en los Documentos lingüísticos de la Nueva
España, citados por De Jonge y Niewenhuijsen (2009: 1656), que
se reproducen debajo. En el primero se encuentran nuevamente pro-
nombres voseantes (os) con verbos tuteantes (ayas y vengas), y en
el segundo el pronombre tuteante (te) se combina tanto con verbo
voseante (temáis), como con verbo tuteante (puedas).

Y éste os mandará dar luego parte dellos para enpeçar abiaros, y lo


demás dara quando lo ayas menester, para matalotaxe para beniros,
porqueste dinero os lo enbia un amigo mio sólo para que bengas
[dlne, 1574, 44.177]

Y no temais en el trabajo, porque todo es dos o tres meses. Y tanbien


mi cuñado te ayudará que puedas benir [dlne, 1577, 64.213]

Estos datos tempranos constituyen, como ya se señaló, un con-


traargumento a la idea de fusión de paradigmas. Fontanella de Wein-
berg, en esa línea de interpretación, dio un paso más y postuló que
las formas mezcladas fueron una solución de compromiso entre tu-
teo y voseo en el español bonaerense. Para ello debe recurrir al peso
peninsular en la sociedad porteña, que tiene lugar recién a fines del
xviii:

Dado que a fines del siglo xviii se ve ya perfilado ese sistema pro-
nominal junto a formas de voseo diptongado en los hablantes crio-

26
“Real Cédula á los Oficiales de la Casa de la Contratación para que averigüen
é den informes de un indio é india que trajo Sebastián Caboto de la isla de Santa
Catalina, que se habían vuelto cristianos, gocen de la libertad, si es que estaban es-
clavos, y porque sabiendo nuestra lengua puedan utilizarse como intérpretes. —20
de Marzo de 1532” (Archivo General de Indias, 148-2-2- legajo 2) citado en José
Toribio de Medina, 1908.

2-Tratamiento-2.indd 156 12/5/15 17:50:40


historia de los sistemas de tratamiento 157
llos cultos, durante la primera mitad del siglo xix puede interpretarse
como una solución de compromiso entre ambos sistemas. Teniendo
en cuenta el peso decisivo de los peninsulares en la sociedad porteña
de fines del siglo xviii, quienes ocupaban las más altas jerarquías en
la administración virreinal y desempeñaban un decisivo papel en la
actividad económica —ya que, según hemos visto, el 85% de los co-
merciantes eran nativos de España—, es posible que la importancia
de este grupo haya incidido fuertemente en el avance del tuteo verbal
que les era característico, en tanto que perduró el voseo pronominal
fuertemente arraigado, dando lugar a un paradigma mixto utilizado en
la primera mitad del siglo xix (1989b: 68).

No obstante, si consideramos que la mezcla del paradigma tutean-


te con el voseante se viene dando desde antes de lo propuesto por
Fontanella de Weinberg, la situación de conflicto de normas descrita
por ella puede haber reforzado una situación existente, pero no la
puede haber causado. La propia autora advierte sobre la necesidad de
otros estudios para poder confirmar o no su explicación.27
Otra evidencia que sustenta mi interpretación es de carácter inter-
lingüístico. En el portugués de Brasil, según Lopes y Ramos (2008),
la forma você (tratamiento alocutivo de cercanía) construye su pa-
radigma tomando formas del paradigma de tu y dejando de lado las
formas etimológicas de vos o las de tercera persona (recuerde el lec-
tor que voçê es la gramaticalización de vossa mercê).
De todas formas, Fontanella de Weinberg proporciona convincen-
tes razones estructurales para las elecciones tomadas dentro de los
paradigmas, que deben considerarse como complementarias a las se-
ñaladas más arriba.
Esta autora ha sostenido —y otros han retomado su análisis— que
en la pugna de formas de segunda de cercanía para el objeto, el pro-
nombre te era un mejor candidato por su forma:

27
De alguna manera, este trabajo está guiado por una sugerencia que ella misma
plantea: “La compleja evolución que acabamos de exponer pone de manifiesto la
necesidad de estudios documentales en otras zonas del territorio americano, que per-
mitan obtener una visión de conjunto del avance y retroceso de las distintas formas
de segunda persona singular en las diferentes regiones hispanoamericanas” (1989b:
68).

2-Tratamiento-2.indd 157 12/5/15 17:50:40


158 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Es indudable que las formas me, se, le ejercieron presión a favor de


la forma te, con la que compartían la representación C[onsonante]e;
y aún las formas lo/la, si bien en menos grado, actuarían a favor de
te, por su conformación C[onsonante]V[ocal]. Frente a esto, la forma
quedaba completamente aislada entre los restantes pronombres objeto
de singular y su única relación formal con nos resultaba contrapro-
ducente, pues la ligaba a una forma con la que no compartía ningún
rasgo semántico dentro de la serie, ya que nos es primera persona y
plural, mientras que os, era en este caso, segunda persona singular
(1977: 235).

En cuanto al término de complemento, ha hecho notar que de los


nueve pronombres usados como términos de complemento (mí, ti,
vos, él, usted, nosotros, vosotros, ustedes, ellos) solo dos (mí y ti)
difieren en su forma con respecto al sujeto. Atribuye a una presión
regularizadora la imposición de la forma vos y no ti como término
(1977: 236).
En estas condiciones, sin duda, en las zonas en que vos triunfó en
la función de sujeto su presencia habrá ejercido fuerte presión para
que como término de complemento se impusiera también vos y no ti
(1977: 235).
En cuanto al pronombre posesivo, Fontanella de Weinberg tam-
bién da argumentos sistémicos:

[L]as formas pertenecientes originariamente al paradigma de tú están


mucho mejor integradas en su serie que las correspondientes a vos.
De tal modo se constituye una serie átona mi, tu, su, junto con la tóni-
ca mío, tuyo, suyo. Las formas átonas están fuertemente relacionadas
entre sí por su carácter monosilábico, su representación C[onsonante]
V[ocal] y su falta de variación para género y número del objeto poseí-
do. La relación es aún mayor con los posesivos de segunda persona
formal y de tercera persona, por la conformación común CV. En cuan-
to a la forma tuyo, presenta asimismo los caracteres generales de la se-
rie tónica, ya que es bisílaba y flexiona para género y número, al igual
que mío y suyo […]. En cuanto a la posible forma alternativa vuestro,
la falta de integración a la serie es fácilmente perceptible, pues carece
de alternancia entre posición átona y tónica y su representación no
guarda ninguna relación formal con los otros posesivos de singular, en
tanto que es posible que su semejanza con vuestro haya resultado un

2-Tratamiento-2.indd 158 12/5/15 17:50:40


historia de los sistemas de tratamiento 159
factor negativo, pues —tal como señalamos para os y nos— no com-
parten rasgos semánticos comunes dentro de la serie (1977: 237-238).

Como ya señalé, estas razones de índole fónica y morfológica ex-


plican parcialmente la constitución del nuevo paradigma del voseo. A
ellas debe sumarse otra también de orden intralingüístico.

Comentarios finales

En este capítulo, se revisó cuáles fueron las formas de la expresión ver-


bal en el español preamericano y americano. Se ensayó una explicación
sobre el origen de las nuevas formas pronominales átonas y sobre las
formas verbales etimológicamente no voseantes que se combinan con
el pronombre vos. No hay, sin embargo, explicaciones formales para
la adopción de vos y no de tú en los comienzos del español en Amé-
rica. Como se mostró en el capítulo anterior las explicaciones para la
pervivencia del vos son históricopragmáticas, aunque las acomodacio-
nes de su paradigma prístino sean fundamentalmente intralingüísticas.
La mirada sobre el sistema de tratamiento como un sistema de dos
lugares parece haber forzado la interpretación de una supuesta coin-
cidencia de significados de tuteo y voseo. Esa identificación llevó a
su vez a postular la idea de mezcla de paradigmas por similitud de
significados, cuando en realidad, el hecho de que vos perdiera su sig-
nificado reverencial —que solo podía obtener del resabio de su lectu-
ra plural— fue lo que llevó a la elección de formas del singular (del
paradigma tuteante) o del propio voseo, pero en versiones modifica-
das del voseo prístino que permitieran la distinción con la del voseo
plural. Sería esta entonces la razón de la adopción de te para el lugar
de os, y de tu para el lugar de vuestro. Esto reforzado, por cierto, por
las razones internas oportunamente mencionadas. La distinción del
plural sería también una buena razón para entender que casi ninguna
de las zonas actualmente voseantes haya conservado la flexión verbal
etimológica. En ambos casos, pronominal y verbal, la lectura plural
de las formas etimológicas debía verse reforzada por la presencia del
paradigma vosotros, aun vital.

2-Tratamiento-2.indd 159 12/5/15 17:50:40


2-Tratamiento-2.indd 160 12/5/15 17:50:40
Tercera parte. Diacronía de los verbos
y pronombres alocutivos singulares
en EL español en Uruguay

Cambio lingüístico de pronombres y verbos alocutivos


en el Uruguay del siglo xix

Esta parte sintetiza el contenido de la tesis doctoral aquí referida


como Bertolotti (2011a) y se estructura en cinco capítulos. El prime-
ro de ellos presenta los corpus constituidos y utilizados para el estu-
dio —un corpus primario epistolar y un corpus de fuentes secunda-
rias— literatura, prensa, traducciones y libros de texto escolares. El
segundo reseña someramente el contexto histórico, social y cultural
del siglo xix en la región estudiada. En el tercer apartado se analizan
las formas de tratamiento empleadas de acuerdo con dos parámetros:
la relación de poder entre los interlocutores y el ámbito —familiar
o social— en el cual estos interactuaban. En el cuarto apartado se es-
tudian las formas de tratamiento gramaticales relevadas en el corpus
epistolar desde el punto de vista semántico, pragmático, sintáctico y
morfológico. El quinto apartado complementa el primero, pero pre-
supone la presentación de los tres anteriores; allí se toman en consi-
deración otros parámetros sociales para la descripción y explicación
de las formas encontradas, además del poder y el ámbito, a través del
análisis de las fuentes secundarias. Cierra un apartado de Conclusio-
nes y consideraciones finales.
El objetivo de este estudio fue dar cuenta de cómo y por qué se
modificaron las formas de tratamiento de segunda persona del sin-
gular a lo largo del siglo xix, para ellos se construyeron dos tipos de
corpus que se describen a continuación.

Los corpus de análisis

A diferencia de una abundante y prolífica tradición en el estudio de


la historia de la lengua española que se valió de textos literarios, la
161

3-Tratamiento-3.indd 161 12/5/15 17:52:31


162 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

base del análisis de este trabajo fueron textos producidos por hablan-
tes comunes, ordinarios, específicamente cartas personales, recurso
que han utilizado, entre muchos otros, Fontanella de Weinberg y
Rigatuso, para el Río de la Plata. Por una parte, las cartas son uno de
los pocos tipos textuales escritos cotidianos que pueden llegar a ser
conservados; por otra parte, por su carácter dialógico, son textos es-
pecialmente interesantes para el estudio de manifestaciones lingüís-
ticas alocutivas. Como accedo a ellos a través de sus cartas, llamo
escritores o bien hablantes, con este último término entrecomillado.
Complementariamente, se analiza un conjunto de textos literarios
o periodísticos producidos contemporáneamente a las cartas, ya que
estos muestran una parte de la arquitectura de la lengua (Coseriu,
1969: 265). A diferencia de otros estudios basados en fuentes litera-
rias, como los de Carricaburo (1999), Moyna (1996) o Wainerman
(1976), los textos complementarios no constituyen datos primarios
sino fuentes sobre aspectos sociales o pragmáticos a los que el cor-
pus epistolar no permite acceder. Por otra parte, estos otros tipos tex-
tuales permiten compensar el peso que puede haber tenido la tradi-
ción discursiva epistolar en la manufactura de las cartas y acceder
a la percepción sobre el habla de la época que tenían los autores en
tanto hablantes contemporáneos. Como veremos, el uso escrito de tú
no es determinante para afirmar que quienes lo usaban no utilizaran
también vos en la lengua oral.
Partiendo de la distinción que hace el historiador Le Goff (1991:
227-239) entre “documento-verdad” y “documento-monumento”, con-
sidero el corpus epistolar como “documentos-verdad” o fuentes pri-
marias, y llamo fuentes secundarias, o “documentos-monumento”
a textos que por diferentes circunstancias (estéticas, políticas, filo-
sóficas) tienen una voluntad de trascendencia temporal que no tiene
la misiva urgida entre particulares. Entre estos textos “escritos para
trascender”, que, sin embargo, ofrecen interesante información si se
los interpreta en tanto tales, incluyo a la literatura y a la prensa, pri-
vilegiando en estas la reproducción del discurso oral que se da en los
diálogos. Fue revisado también un tercer tipo de fuentes. Se trata de
los libros de enseñanza escolar y las traducciones, que aportan datos

3-Tratamiento-3.indd 162 12/5/15 17:52:31


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 163
sobre qué se consideraba la norma en la época y sobre las actitudes
implícitas.

El corpus epistolar

El género textual privilegiado como fuente primaria en este estudio


es el epistolar. Si bien bajo el nombre de cartas se inscriben diferen-
tes tipos de texto, las elegidas para este trabajo se inscriben en lo que
hemos llamado cartas personales y privadas. Las cartas personales
reflejan “la relación personal (familiar, amical, amorosa) y no pesa en
la selección lingüística del locutor el carácter público o el rol social
extrafamiliar de su alocutario” (Bertolotti, Coll y Polakof, 2012: 15).
Las cartas privadas son aquellas cuyo origen “no tiene que ver con la
relación interpersonal entre escritor y destinatario del texto sino que
tienen que ver con el rol social de uno o de ambos (comprador-ven-
dedor, parroquiano-autoridad religiosa” (Bertolotti, Coll y Polakof,
2012: 13). Se destaca que el texto no está concebido para la circula-
ción pública, a pesar de que alguno de los interlocutores pueda tener
un rol público. “En general, el tema es de interés privado aunque no
pueda considerarse que las relaciones entre los individuos será perso-
nal o íntima” (Bertolotti, Coll y Polakof, 2012: 13).
Se entiende aquí por género un “modelo [textual] intersubjetiva-
mente válido que corresponde a una situación determinada” (Stoll,
1998: 143). Los géneros se inscriben, es sabido, en tradiciones dis-
cursivas, entendiendo por tales el conjunto de técnicas para expresar-
se en textos o el saber expresivo por oposición al saber idiomático
(Wesch, 1998: 187-188).
En este sentido, no podríamos encontrar textos que escapen a las
constricciones de la escritura y su discursividad, pero sí podemos
buscar aquellos productos que por pertenecer a la escritura cotidiana
nos permiten captar usos que se acerquen, al menos momentánea-
mente, a las tradiciones discursivas más cercanas a un polo oral.
El peso y las características de las tradiciones y los géneros discur-
sivos como parámetros determinantes de los menores fenómenos lin-
güísticos han sido tenidos en cuenta centralmente en el campo de la

3-Tratamiento-3.indd 163 12/5/15 17:52:31


164 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

historia de la lengua y de la Lingüística Histórica desde hace apenas


dos décadas. Tradicionalmente, las reconstrucciones de estadios ante-
riores del español tomaron como fuente la lengua escrita fundamen-
talmente en su expresión literaria, administrativa, así como también
su réplica y formato: las gramáticas y los diccionarios. Uno de los
desafíos de la Lingüística Histórica actual es dar cuenta del funcio-
namiento de las lenguas en la totalidad de sus modalidades de expre-
sión, y por tanto también en la comunicación oral, lo cual debería ha-
cerse por medio de textos orales. Como señala Eberenz (1998: 244),
para lograr acercarse a la lengua oral se pueden tomar dos caminos:
“analizar textos de concepción escrita, pero redactados por personas
que dominaban de modo insuficiente las normas de este tipo de co-
municación”, o utilizar “fragmentos textuales que parecen caracteri-
zados inequívocamente como reproducciones de enunciados orales”.
En cierto tipo de cartas1 confluyen ambos caminos, y esto hace de su
análisis la “menos mala”2 de las posibles opciones metodológicas en
lo que a fuentes se refiere.
Las cartas se encuentran entre los más orales de los productos es-
critos, en el entendido de que todo texto surge en un espacio comuni-
cativo que es un continuo que se estructura por condiciones comuni-
cativas que van de un polo de la inmediatez comunicativa (oralidad
concepcional) a otro de la distancia comunicativa (escrituralidad
concepcional) Oesterreicher (1998: 38). Señala Renwick:

Los productos lingüísticos originados en una situación de distancia


comunicativa son, por lo general en los casos más extremos, unidades
compactas y fuertemente cohesionadas, en las que es posible observar
un mayor aprovechamiento de las posibilidades que brinda el sistema,
de ahí que se caractericen por su gran volumen de información lin-
güística y por su alto grado de complejidad y planificación. Elaborar
un texto bajo una situación de distancia comunicativa supone, enton-

1
Esta solución ya ha sido analizada para el estudio del español por varios inves-
tigadores: Company Company (1994 y 2011), Elizaincín y Groppi (1992) y Fontane-
lla de Weinberg (1993).
2
“If the limitations of the sources are borne in mind, we can make the most of
bad data, which is, after all, the fate of the historical linguist in most cases” (Labov
1994: 11).

3-Tratamiento-3.indd 164 12/5/15 17:52:32


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 165
ces, la realización de complicadas tareas de formulación y la puesta en
juego de sofisticadas estrategias de verbalización, así como de articu-
lación y disposición de los elementos discursivos. Por el contrario, los
productos lingüísticos oralmente concebidos, es decir, originados bajo
condiciones de inmediatez comunicativa se caracterizan por su escaso
volumen de información estrictamente lingüística, su poca compacti-
bilidad y su bajo grado de complejidad (1998: 275).

Independientemente de las características de los interlocutores y


de la relación entre estos, las cartas presentan dos características que
las instalan en el polo de la oralidad concepcional y que las hacen
texto preferente para el estudio de las fórmulas de tratamiento: (la re-
cuperación de) la ausencia del otro y la presencia inevitable del otro.
Las cartas no son, por cierto, los únicos textos de impronta oral, pero
sí son los únicos en los que se le habla a otro, directamente, porque
el otro no está. La presencia del alocutario es inevitable: hay un diá-
logo (ficticio) con él: “La epistolaridad está condenada a la escritura
a la vez que a remedar las relaciones cara a cara, a ser ‘diálogo’ (pre-
sencia) en ausencia” (Bouvet, 2006: 27).
Si bien es cierto que todo lo que se dice puede ser escrito, pocas de
las cosas que se escriben son tan parecidas a lo que se dice como las
cartas, que son necesariamente intercambio escriturario, aunque solo
uno de los interlocutores produzca sustancia gráfica. Su propio for-
mato lingüístico supone dos partes necesariamente,3 lo que lo acerca
al diálogo, la forma más cercana a la comunicación cara a cara. La
dramaturgia, el diálogo inserto en una narración, el diálogo poético,
son maneras lingüísticas en las que se hace que se dice y los lectores/
espectadores somos testigos de ese decir, en tanto que en el género
epistolar se dice para que se “escuche” y en ese caso el receptor es
el alocutario y no el testigo de la alocución.
Como todo texto, las cartas se insertan en una tradición discursiva
lo que significa asumir alguna forma, ya que la inscripción discursi-
va viene de la mano de algún molde. El apego a las formas propias

3
Tanto es así que los amantes contrariados le escriben cartas a su amado/a como
una forma de mantener la comunicación, aun cuando este o esta no quiera participar
de tal intercambio.

3-Tratamiento-3.indd 165 12/5/15 17:52:32


166 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

de cualquier tradición discursiva escrita crece en forma directamente


proporcional a la cultura letrada de los escritores y a la distancia so-
cial entre los interlocutores, en tanto que decrece cuanto mayor es el
grado de cercanía entre ellos (escritor y destinatario de la carta).
Sin embargo, así como el intercambio epistolar no está ajeno
a la existencia de tradiciones discursivas, tampoco deja de estar su-
jeto a las dimensiones de variación lingüística (Oesterreicher, 1998:
38-39), ya que las cartas, como es obvio, están escritas por sujetos
insertos socialmente, cuya capacidad o voluntad de “encubrir indi-
cios” diatópicos o diastráticos se relacionan directamente, una vez
más, con su conocimiento de las tradiciones discursivas y con su po-
sesión de técnicas para ejecutarlas.
Todas estas cuestiones, así como las que se tratan a continuación,
fueron tomadas en cuenta para la selección de cada una de las cartas
elegidas en el archivo.
Diez parámetros fueron tomados en cuenta para la constitución del
corpus epistolar, seis externos al acto de comunicación y cuatro in-
ternos al acto de comunicación. Entre las primeras se encuentran a)
el origen geográfico de los escritores, b) el período cronológico en
el que fue escrita la carta, c) el sexo del emisor, d) el nivel cultural
del emisor, e) el ámbito de relacionamiento y f) la relación de poder
entre los “hablantes”, en el sentido de poder ya explicado. Entre las
condiciones internas, se tomó en cuenta: g) el hecho de que fuera una
comunicación personal particular, h) el tópico y el tono, i) la materia
escriptoria del texto, y j) la distancia interpersonal, deducida a partir
del propio texto. El valor privilegiado en cada uno de estos paráme-
tros se relaciona directamente con el conjunto de fenómenos lingüís-
ticos analizados, y contrarresta, o al menos toma en cuenta, el peso
que tienen los géneros discursivos en el modelado de la expresión
lingüística.

El origen geográfico de los escritores. Desde el punto de vista geo-


gráfico, se buscó que los documentos fueran escritos por originarios
de la zona. No es este el caso, sin embargo, de algunos de los fir-
mantes de las cartas más tempranas del corpus, a quienes se los sabe

3-Tratamiento-3.indd 166 12/5/15 17:52:32


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 167
originarios de diversos lugares de España, aunque habitantes de la
zona del actual Uruguay.4 Esta inclusión es inevitable y no hace sino
reflejar la realidad. Como se verá, a fines del siglo xviii y principios
del xix la población alfabetizada era escasísima y buena parte de ese
escaso número no era criolla. En cuanto a la distribución interna de
los textos en el territorio del actual Uruguay, solo en el corpus perte-
neciente al fin del siglo xix busqué equilibrar la presencia de escri-
tores de origen rural y de escritores de origen urbano. En el período
inicial del siglo xix resultaría anacrónico establecer una dicotomía
marcada rural vs. urbano.

El período en el que fue escrita la carta. Desde el punto de vista


cronológico distingo dos períodos. Esta periodización, como cual-
quier otra que intente aprehender procesos y no hechos puntuales,
tiene su cuota de arbitrariedad, pero a grandes rasgos tiene reconoci-
da pertinencia histórica. Los períodos establecidos son: 1) Siglo xix1
(1793-1830): un período que puede considerarse colonial, ya que
abarca los últimos años de la colonia y los conflictos acuciantes de
la infancia nacional. 2) Siglo xix2 (1872-1905): un período que se
enmarca en la llamada modernización por la historiografía nacional.
Llamo al primer conjunto de documentos corpus xix1 y al segundo
conjunto de documentos corpus xix2.
La existencia de un intervalo de más de cuarenta años entre los
textos más tardíos del corpus xix1 y los más tempranos del corpus
xix2 garantiza que se está saltando seguramente una generación y en
algunos casos más de una. Frasca del Pino, por ejemplo, a quien co-
nocemos en el corpus xix1 a través de una carta a su hermano José
María en 1808 (doc. 183), fue la tía bisabuela de Amanda Brito del
Pino Berro a quien encontraremos escribiendo, todavía niña, en 1888
(doc. 278).
Una maternidad más temprana y una expectativa de vida menor
que las actuales llevan a pensar que, a grandes rasgos, los corpus
constituidos pueden identificarse con la segunda o tercera generación

4
Véase Apéndice 2, en Bertolotti (2011a).

3-Tratamiento-3.indd 167 12/5/15 17:52:32


168 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

habitante “oficial” de la zona en el caso del siglo xix1 y con la quinta


o sexta en el siglo xix2. Este salto generacional debería permitirnos
evidenciar el cambio lingüístico. Si la vida se prolongaba raramente
medio siglo, es poco probable que un “hablante” del corpus xix2 haya
conformado su español en el período colonial —pensando como pro-
ceso de maduración de la lengua los primeros quince años de vida.

El sexo del emisor. Para la constitución del corpus también se tomó


en cuenta la inclusión del mayor número posible de textos escritos
por mujeres. El lector podrá cuestionar la sobrerrepresentación fe-
menina en las cartas con respecto a la población que escribía. De las
cien cartas, veintinueve (o sea el 29%) están escritas por mujeres. Si
bien no hay datos para ninguno de los dos períodos estudiados sobre
la alfabetización femenina, es fácil suponer que el porcentaje de mu-
jeres alfabetizadas era notoriamente más bajo que el de hombres, que
ya era, por cierto, escaso. Sin embargo, ante dos textos con similares
características preferimos privilegiar la presencia femenina, porque
las mujeres, escribientes o no, son, es bien sabido, agentes funda-
mentales de transmisión de conocimientos lingüísticos, pero sobre
todo porque de esa manera aseguraba la existencia de textos escritos
por mujeres en diversas relaciones de poder.

El nivel cultural de los escritores. En la selección se privilegiaron


los textos producidos por semicultos,5 en el sentido que da a este tér-
mino Oesterreicher. Este califica así a los autores que:

escriben o dictan un texto sin conocer suficientemente ni la variedad


lingüística exigida por el género respectivo ni las reglas discursivas
válidas para la estructuración del texto, y que, muchas veces, no saben
aprovechar las posibilidades de la comunicación escrita (1998: 324-
325).

Como ya se señaló, la selección de algunos textos de semicultos


se guió por la búsqueda de cercanía con la oralidad como expresión
menos moldeada por la tradición discursiva que enmarca el género
5
Este concepto se puede complementar en cuanto a la materialidad de la escritu-
ra con el de maõs inábeis de Marquilhas (1998: 763), sobre el cual volvemos.

3-Tratamiento-3.indd 168 12/5/15 17:52:32


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 169
epistolar. Sin embargo, tampoco pareció atinado descartar totalmente
a los cultos. Si el corpus estuviera armado solo con semicultos rura-
les, por ejemplo, estaría anulando la posibilidad de poner en relación
la norma seleccionada como culta y propia de la tradición genérica
epistolar con el devenir de algunos cambios. Por ejemplo, y como
veremos más adelante, si el corpus solo contuviera personas que se
expresaban como Francisco Saravia (doc. 255), no podría explicar
cómo hasta el día de hoy el voseo no ha culminado su proceso de
difusión en algunas situaciones y registros.
Por otra parte, una distribución sociocultural más amplia permite
hacer inferencias sobre las valoraciones de los locutores. Si una for-
ma X aparece en un texto de un culto, podemos inferir que es una
forma no estigmatizada, si no hay nada en el texto que indique que
el escritor está asumiendo la voz de otro, usuario “natural” de la ex-
presión X. En tanto que si la misma forma aparece solamente en los
semicultos se podría inferir que es una forma estigmatizada, por lo
menos para el género, y que seguramente no fuera considerada ade-
cuada por los cultos.6
En síntesis, buena parte de los escritores se alejan de una eventual
norma culta de la época, aunque no todos lo hacen en la misma me-
dida. Ante la necesidad de medir esa distancia, se tomó como pará-
metro de comparación textos producidos por cultos de la época. Para
el primer período se tomó al “primer escritor” nacional, José Manuel
Pérez Castellano, sacerdote, criollo, hijo de criollos, que vivió en la
zona a fines del siglo xviii y principios del siglo xix (1743-1815) (Ci-
calese, 1987). En el Prólogo a sus Observaciones sobre la agricultu-
ra se encuentra la siguiente carta escrita por él y dirigida al gobierno
provisional de Guadalupe en 1813:7

Ahora con la insinuación de Ud. procuraré apuntar, y aun participar


al gobierno económico de esta provincia lo que me ocurra puede ser
útil al interesante ramo, que a todos nos mantiene. – Y porque ésta mi

6
En el Apéndice 2 en Bertolotti (2011a) establezco cuáles autores fueron consi-
derados como cultos y cuáles como semicultos.
7
Observaciones sobre la agricultura. Copia de la página 8 de la edición facsimi-
lar de la publicación hecha en Montevideo en 1848.

3-Tratamiento-3.indd 169 12/5/15 17:52:32


170 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

contestación al oficio de Ud. de 3 del corriente, que acabo de recibir,


no sea puramente de urbanidad, la concluyo rogando y suplicando al
gobierno económico ponga mucho empeño en que cesen los males,
con que en la actualidad son gravados y perseguidos los que se dedi-
can al noble y necesario trabajo de la agricultura. – Dios guarde a Ud.
muchos años. Junio 5 de 1813. – José Manuel Pérez. – Señor Doctor
don Bruno Méndez.

Para el segundo período, se tomó como referencia a José Enrique


Rodó (1871-1917), escritor, periodista y político quien escribía cartas
como la siguiente:

Mi distinguido amigo: Las reconvenciones de su carta entrañan una


gran injusticia. “Próspero” no ha nacido para sugestionador de mu-
chedumbres; y desterrado en su propio país, no sabría hablarles el len-
guaje que ellas entienden. Próspero vive idealmente entre los atenien-
ses del siglo de Perícles, o entre los romanos de la era de Augusto,
o entre los florentinos del tiempo de Lorenzo de Médicis. No conoce
la psicología del bárbaro de nuestras campañas, ni sabe el secreto de
aplacar sus iras feroces, ni de penetrar en las profundidades selváticas
de su corazón y de sus mentes. Los que tienen obligación moral de
lanzar a los cuatro ámbitos de la república, la palabra de concordia y
de paz, son los que conocen a esas semisalvajes multitudes; especial-
mente aquellos que han tenido larga residencia en campaña, con arrai-
gos y vinculaciones sospechosas en puntos estratégicos del territorio
nacional: allí mismo donde se dio la cruenta batalla de Tres Árboles y
no lejos de donde fue la infausta rota del Quebracho.8

El ámbito de relacionamiento y la relación de poder entre los “ha-


blantes”. Una vez realizada una primera selección de cartas particu-
lares tomando en cuenta autor, lugar y tiempo de la fecha y sexo del
emisor, para dar homogeneidad interna a cada uno de los dos corpus
se consideraron otros parámetros. El primero fue el tipo de relación
entre interlocutores. Se distingue los emisores cuya relación es fami-
liar (por consanguinidad o familiar político en un grado) de aquellos
cuya relación es extrafamiliar, a la que llamo relación social. Esta

8
Publicada por Rodríguez Monegal en Marcha. El original es c. 1902.

3-Tratamiento-3.indd 170 12/5/15 17:52:32


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 171
distinción se justifica en el evidente peso que tiene ese factor para la
selección de las formas de tratamiento.
En el entendido de que parte de la semántica de los pronombres
radica en la interpretación de una covariación entre el pronombre
usado y la relación objetiva entre el locutor y el alocutario, se consi-
deró el parámetro poder en el sentido ya señalado en el capítulo Fun-
damentos del tratamiento de la primera parte. No se consideró el
parámetro solidaridad por las razones expresadas en ese mismo capí-
tulo. La semántica de la solidaridad tiene que ver fundamentalmente
con la calidad (tiempo, origen, intensidad) del conocimiento de los
interlocutores o con formas de identificación de los interlocutores
con otros miembros de la sociedad. El acceso a este conocimiento es
posible en la literatura, pero difícil en textos epistolares tomados de
archivos personales.9 A diferencia de las relaciones de solidaridad,
las relaciones de poder son fácilmente deducibles del léxico y de las
expresiones contenidas en las propias cartas.
Para el ordenamiento interno del corpus se establecieron tres cate-
gorías de la dimensión poder: más poder (+P), menos (–P) e igual po-
der (=P), y se cruzaron estas tres dimensiones con los dos ámbitos de
relacionamiento social: familia y sociedad, como puede observarse en
el cuadro 21. Este cruzamiento dará como resultado seis tipos de situa-
ciones comunicativas en las cuales enmarcar las cartas seleccionadas.

familia (f) sociedad (s)


más poder F+P S+P
menos poder F–P S–P
igual poder F=P S=P
Cuadro 21. Correlaciones posibles entre ámbitos sociales y poder

La definición de mayor, menor o igual poder se realizó de acuerdo


con el emisor de la carta. En los cuadros 22, 23 y 24 listo los tipos

9
Por otra parte, la recuperación de la relación entre hablantes supondría poder
realizar una biografía exhaustiva de cada uno de los escritores del corpus. Esta tarea
quizás fuera imposible, incluso para un historiador, ya que, como el lector recordará,
los escritores son, en muchos casos, habitantes de la zona “comunes y corrientes”
sobre los cuales la historia no ha tomado nota alguna.

3-Tratamiento-3.indd 171 12/5/15 17:52:32


172 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

de emisores más frecuentes para los ámbitos sociales y para los tres
grados del parámetro poder.

familia sociedad
F+P S+P
padres, abuelos, tíos, suegros,
padrinos cercanos, madrinas cer- jefes, empleadores, autoridad civil
++ poder canas… o real, propietarios…
Cuadro 22. Algunos tipos de escritores con +poder.

familia sociedad
F–P S–P
hijos, hijastros, nietos, sobrinos, empleados, subordinados, peones…
– – poder nueras, yernos, ahijados cerca-
nos…
Cuadro 23. Algunos tipos de escritores con –poder

familia sociedad
F=P S=P
hermanos, hermanas, esposos, pri- amigos, compadres, camaradas de
= poder mos… armas, vendedor-comprador…
Cuadro 24. Algunos tipos de escritores con = poder

De estas seis categorías (F+P, F–P, F=P, S+P, S–P y S=P) solo cin-
co han podido ser bien documentadas, entendiendo por “bien docu-
mentado” un número considerable de textos entre los cuales poder
seleccionar los que mejor cumplieran con las condiciones intra y ex-
tratextuales requeridas.
Las características de la categoría S+P y el contexto sociohistórico
explican las dificultades para su documentación dentro de los textos
que sobreviven y que los archivos escogen conservar. En las cartas
de la categoría S+P un locutor con más poder se dirige a un alocuta-
rio con menos poder, no siendo estos miembros de la misma familia.
Tal es el caso de cartas de jefes, empleadores, autoridades civiles,
reales, eclesiásticas, propietarios de comercios, estancias, etc., dirigi-
das a empleados, subordinados, peones, estibadores, etc.

3-Tratamiento-3.indd 172 12/5/15 17:52:32


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 173
Una de las razones por las cuales es difícil documentar esta cate-
goría tiene que ver con qué guardan los archivos. En el rubro perso-
nal, los repositorios públicos y privados suelen conservar la docu-
mentación relacionada con alguien que realizó algún aporte relevante
a juicio de los historiadores y archivólogos del país. Puede enten-
derse que la correspondencia dirigida a quienes fueron empleados,
subordinados, peones, changadores, incluso esclavos, no haya sido
objeto de deseo de los archivos nacionales.
Otra de las razones por tener en cuenta es que quien conserva la
documentación epistolar suele ser quien la recibe. Muerta la persona,
sus familiares deciden continuar guardándola o no, atendiendo a una
constelación de razones. En los ámbitos populares no hubo —segura-
mente no hay hasta el día de hoy— la cultura archivística que sí sue-
le darse en aquellas clases que se saben protagonistas de la historia
del país o en aquellas familias que reconocen la excepcionalidad de
la peripecia vital de alguno de sus integrantes.
Además, hay que considerar también que el tipo de contenido de
la comunicación de un +P (amo, patrón, empleador…) con un –P
(esclavo, sirviente, empleador…) en contexto laboral determinaría
preferentemente una comunicación oral más que una comunicación
escrita. A esto se agrega que, como ya vimos, en el primer período
estudiado la mayor parte de la población era analfabeta. Si bien la
alfabetización es mucho mayor en el segundo período estudiado, no
comenzó afectando, por cierto, a la totalidad de los miembros adultos
de las clases más pobres, que eran quienes tenían mayores probabi-
lidades de encontrarse en el lugar de los –P. Podemos preguntarnos
entonces: ¿por qué razón iba un +P a escribir si podía hablarle? Si
no podía hablarle, ¿por qué un +P escribiría a un –P si este no sabía
leer? Si la situación de comunicación ameritaba la escritura a un –P
que sabía leer, ¿por qué razón un –P, receptor de la carta o nota, iba
a guardarla? Si –P hubiera tenido razones para guardarla, ¿por qué
su familia decidiría conservarla? Si la familia la hubiera conservado,
¿cómo y por qué llegaría años después a un archivo?
Lo más cercano que pude encontrar a cartas de tipo S–P, que no
fueran textos oficiales pertenecientes a la administración, fueron

3-Tratamiento-3.indd 173 12/5/15 17:52:32


174 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

textos del tipo del que presento a continuación, que si bien cumple
con las condiciones categoriales, evidencia un grado de “artificiali-
dad”, de modelación genérica tal, que pareció pertinente descartarlos.
En general, los textos S–P encontrados eran documentaciones de pa-
gos o deudas, con la forma de cartas, y no cumplían, por tanto, los
parámetros que veremos más adelante. Haberlos incluido para poder
mantener la categoría habría distorsionado los datos. Para que el lec-
tor se haga una idea del tipo de textos S–P que se pueden hallar en
archivos, se incluye uno de ellos, en el que Consolación Herrera de
Obes manda pagar a su modisto:10

S.or de Payande:
tenga vd. la bonda de
covrarme los quarenta y cinco ps del
bestido y recibir nuevos agradecim.tos
de su mui att.a Serv.a q. B. S.M
M.a Consol.on Obes de Herrera

En el ámbito de la administración pública es muy frecuente encon-


trar cartas +P; sin embargo, su carácter formulaico las vuelve malas
candidatas para nuestro estudio. Las formas de tratamiento están pre-
establecidas de acuerdo con el lugar institucional de los interlocuto-
res y en esta medida no se acercan al trato “real” de un +P a un –P,
sino el trato institucional, una forma más fuerte de lo que venimos
llamando cortesía normada o codificada, tal como sucede en nues-
tros días.

Comunicación personal particular. Todas las cartas incluidas en el


corpus se pueden calificar de particulares o privadas, como ya se
mencionó arriba. Casi la totalidad está escrita por sus autores. Ante
la disyuntiva entre lograr un corpus totalmente constituido por cartas
autógrafas y la variedad de autores,11 se optó por la variedad de auto-

10
Archivo General de la Nación, Particulares, caja 18, carpeta 10, documento 12,
1 f.
11
Hay dos casos en que hay más de tres cartas de un mismo autor: José Arti-
gas, ya que no todas las cartas firmadas por él son de su autoría, y Juan José Brito
del Pino, porque se incluyen cartas de él siendo niño y siendo adulto. Por esta mis-

3-Tratamiento-3.indd 174 12/5/15 17:52:33


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 175
res; la opción por la originalidad caligráfica habría llevado a la reite-
ración o sobrerrepresentación de una situación comunicativa. Como
resultará obvio a esta altura, se dejó de lado aquellos textos que bajo
la forma de carta personal se dirigen implícitamente a alocutarios que
no son los explícitamente referidos en esas, como podrían ser las mo-
dalidades de cartas de lectores en los diarios o de cartas abiertas.

El tópico y el tono. Si bien es cierto que incluso lo más cotidiano


estará filtrado por lo formal cuando se trata de materiales escritos por
cultos (Barbosa, 2005: 27) es posible hallar materiales que nos acer-
quen a la cotidianeidad menos formalizada.
El carácter del diálogo epistolar puede tener diversos tonos, de los
cuales interesa aquí el más básico. Dice Cicerón (citado en Bouvet,
2006: 54) que entre las muchas realidades de las cartas la más cierta
es la de tono fundante, “por cuyo respeto se inventó el escribir”. Se
trata de las cartas que se escriben para hacer saber a los ausentes lo
que a nosotros nos importa que ellos sepan, acercándonos así a un
uso ancilar12 de la escritura más concentrado en la interacción y en
lo nuevo a transmitir. Se constata en las cartas escogidas la existencia
de una tendencia a la correlación positiva entre la cotidianeidad del
tópico y el tono informal del texto. Es seguro que hubo textos aún
más informales que los relevados —la notita que el novio pasa a la
novia con disimulo estableciendo dónde encontrarse, la cartita bur-
lándose de la maestra de dos niños en la escuela—, pero ese material
no llega a los archivos, lamentablemente.

La materia escriptoria del texto. Desde el punto de vista físico, de


su materia escriptoria, las cartas incluidas se caracterizan mayorita-
riamente por estar escritas en folios dobles abiertos o folios pequeños
de tamaño carta, a diferencia, por ejemplo, del tamaño oficio pro-
pio de la documentación oficial. En ningún caso se encuentran sellos,

ma razón es que estos autores tienen doble clasificación: como cultos y como semi-
cultos.
12
Para ver las distinciones entre uso ancilar vs. uso autónomo, véase Jungbluth
(1998: 341 y ss.).

3-Tratamiento-3.indd 175 12/5/15 17:52:33


176 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

aunque se constata la aparición frecuente de hojas con bandas fúne-


bres y excepcionalmente de hojas membretadas —a fines del siglo y
en escritores de clase alta—. Se privilegiaron los textos escritos con
caligrafía no profesional, ya que las epístolas con estas característi-
cas, por su probable condición de carta personal, se revelan como ex-
celentes candidatas a contener información interesante para nuestro
estudio.
Entre los textos preseleccionados por su caligrafía no profesional,
se hizo un nuevo filtrado: se eligieron algunos por haber sido escritos
claramente por manos inhábiles. Marquilhas (1998: 763) describe los
textos producidos por esas maõs inábeis13 como aquellos que se ca-
racterizan por: la transcripción fonográfica como evidencia del desco-
nocimiento de las convenciones ortográficas, la hipercorrección en el
caso de un conocimiento parcial de estas, la baja sofisticación gráfica
—trazado inadecuado, incapacidad de alinear las letras sobre un ren-
glón, empleo de letras mayúsculas en el interior de la palabra, casi au-
sencia de abreviaturas—.14 A estas características, es necesario agre-
gar las segmentaciones no coincidentes con los límites de la palabra.
Si bien se privilegió la inclusión de textos de manos inhábiles en
el corpus, hay también cartas escritas por manos hábiles, en el ya ex-
presado entendido de que también quienes se afilian a una tradición
aportan datos relevantes sobre el uso y las actitudes que pueden ha-
ber favorecido o retrasado la difusión de un cambio lingüístico como
el que se realiza en este estudio.

La distancia interpersonal. Tres indicadores permiten objetivar el


grado de distancia interpersonal (cercanía o lejanía) cuando la única
vía de acceso que tenemos a este parámetro son los textos epistola-
res. Estos son: el grado de coloquialidad de la carta, el contenido y
la cortesía.

13
La autora se inspira en la idea de scripteurs maladroits formulada por Claire
Blanche Benveniste para referir a quienes están en proceso de adquisición de la es-
critura.
14
Esto último debe ser modalizado ya que algunas de estas se aprenden fácilmen-
te (Marquilhas, 1998: 764).

3-Tratamiento-3.indd 176 12/5/15 17:52:33


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 177
El grado de coloquialidad está dado por la constelación de varios
factores. Un texto se consideró coloquial si presentaba algunos de los
rasgos siguientes:
• sintaxis laxa o de baja recursividad
• expresiones coloquiales
• exclamaciones
• expresiones de afecto
• evidencia de baja planificación
• alta tensión dialógica

El segundo indicador de distancia interpersonal es el contenido. Se


constata la existencia de una relación entre el contenido de la carta y
la distancia interpersonal. Las cartas más íntimas dentro de las cartas
personales particulares, es decir, las que revelan una mínima distan-
cia interpersonal, son aquellas que se caracterizan por un contenido
que revela:
• la existencia de presupuestos e implícitos no inferibles por el
lector
• la presencia de tópicos cotidianos, intrascendentes para otras
personas

El tercer indicador de distancia interpersonal es la presencia o au-


sencia de cortesía, entendida esta como el uso de formas lingüísticas
más o menos convencionalizadas para equilibrar las relaciones con
el alocutario cuando lo que se está diciendo o haciendo (lingüística-
mente) le puede resultar descortés.
Se entiende aquí cortesía en el sentido de Leech,15 como reparación
en función del tipo de acto realizado y no como estrategia lingüística
de puesta en relación de imágenes de otro y de sí mismo, como pro-
ponen Brown y Levinson (1987). Ambas propuestas coinciden en al-
gunos puntos, aunque los principios de clasificación sean diferentes.
15
“La cortesía es precisamente el principio regulador de la distancia social y
su equilibrio: gracias a ella, mantenemos o disminuimos la distancia social. Debe
interpretarse y valorarse como necesario punto de referencia que nos permite medir
la adecuación entre el enunciado y el grado de distancia social que media entre los
interlocutores” (1983: 80).

3-Tratamiento-3.indd 177 12/5/15 17:52:33


178 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Leech plantea la existencia de una cortesía que se pone en relación


con el tipo de acto ilocutivo; esta cortesía relativa puede ser a su vez
positiva o negativa. La cortesía positiva maximiza la cortesía de los
actos corteses y la cortesía negativa minimiza la descortesía de las
ilocuciones descorteses (1983: 84).
Por su parte, las acciones lingüísticas pueden separarse en cuatro
grupos:
1. Acciones que apoyan la cortesía: agradecer, felicitar, saludar,
ofrecer, invitar. Estas pueden desencadenar cortesía positiva.
2. Acciones prácticamente indiferentes a la cortesía: afirmar, in-
formar, anunciar. Estas se asocian con cortesía positiva.
3. Acciones que entran en conflicto con la cortesía: preguntar,
pedir, ordenar. A diferencia de las anteriores, estas acciones
pueden desencadenar cortesía negativa.
4. Acciones dirigidas frontalmente contra el mantenimiento de las
relaciones entre los interlocutores: amenazar, acusar, malde-
cir. No se asocian con cortesía relativa, porque no tiene senti-
do cuando el propio acto supone distanciar las relaciones.
De la definición dada por Leech —y de la puesta en relación de
tipos de acciones lingüísticas con tipos de cortesía— no debe dedu-
cirse que a mayor cortesía menor distancia social. La escasa distan-
cia entre los interlocutores también bloquea la cortesía. Pensemos,
por ejemplo, en las familias muy corteses que son consideradas como
“frías”, es decir, familias cuyos miembros establecen relaciones leja-
nas entre sí, cuyos miembros “no se dicen las cosas directamente”.
Esto es, también es posible no apelar a estrategias de cortesía, justa-
mente, al no haber conflicto: la relación está a salvo, y si está a salvo
es porque está consolidada como relación cercana.
Trasladada esta reflexión a la selección de los textos del corpus,
se entendió que los textos extremadamente corteses no evidenciaban
cercanía interpersonal. La presencia de una cortesía superavitaria
(tanto negativa como positiva, pero sobre todo negativa) era conside-
rada, por el contrario, síntoma de distancia interpersonal. La ausencia
de cortesía negativa, que minimiza los costos para el alocutario, está
al servicio del cuidado de la relación y las relaciones firmes, que por

3-Tratamiento-3.indd 178 12/5/15 17:52:33


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 179
estar bien establecidas no precisan cuidarse tanto. El rasgo de corte-
sía positiva es indiferente a la cercanía ya que no la define sino que,
en todo caso, le da un plus de amabilidad a la cercanía ya existente.
De ello no debe inferirse que se haya interpretado en forma abso-
luta la ausencia de cortesía como baja distancia interpersonal, ya que
también se tomó en cuenta que la cortesía, como todo conocimien-
to pragmático, se aprende (y no se adquiere, como, por ejemplo, sí
se adquiere la gramática de la lengua). Como consecuencia, también
puede haber ausencia de cortesía por desconocimiento de la existen-
cia de ese uso social, es decir, la ausencia de cortesía también puede
explicarse porque un individuo está muy “lejano a la corte” y desco-
noce sus usos preferidos.
Es probable que haya cercanía entre interlocutores si en una carta
se presenta alta coloquialidad, mayor intimidad y ausencia de corte-
sía negativa. Especularmente, infiero que hay lejanía si la expresión
de estos indicios es baja coloquialidad, ausencia de intimidad y pre-
sencia de cortesía negativa y positiva. El análisis de cada una de las
cartas de acuerdo con estos tres indicios que coadyuvan a establecer
la relación “psicológica” entre los interlocutores se presenta en la co-
lumna Distancia interpersonal del Apéndice 3 en Bertolotti (2011a).
En síntesis, se entiende aquí que la coloquialidad, el contenido
y la cortesía son los indicios que permiten establecer la cercanía
o la distancia de las relaciones entre los interlocutores. Esto se agrega
a la dimensión socialmente objetivable y considerada en las catego-
rías familia, sociedad y —más, menos o igual— poder.
Si bien no se trata de un parámetro, es relevante destacar el con-
trol del equilibrio cuantitativo. Todos los parámetros anteriormente
mencionados fueron tomados en cuenta para la selección de las car-
tas del corpus con la finalidad de que el análisis se basara en datos
controlados. Sin embargo, y a los efectos cuantitativos de la constitu-
ción del corpus, se privilegiaron el parámetro temporal, el ámbito de
relacionamiento y la relación de poder entre los interlocutores.
El corpus epistolar está constituido por un conjunto de cien cartas:
cincuenta para el primer período (siglo xix1) y cincuenta para el se-
gundo (siglo xix2). La constitución interna de cada uno de los corpus

3-Tratamiento-3.indd 179 12/5/15 17:52:33


180 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

es igual desde el punto de vista de la relación social y de poder en la


que el intercambio escriturario se produce. Como el lector recordará,
se descartó la categoría S–P y restan pues cinco categorías, cada una
de las cuales está representada por diez cartas, como se sintetiza en
la tabla 1 debajo.

siglo xix1 siglo xix2

Familia Sociedad Familia Sociedad


+P 10 0 10 0
–P 10 10 10 10
=P 10 10 10 10

Tabla 1. Número de cartas según la clase de intercambio

Del repositorio al corpus. Las cartas fueron elegidas entre las exis-
tentes en diversos repositorios: el Archivo General de la Nación de
Montevideo, en el cual se realizó la búsqueda en las Secciones Par-
ticulares, Judiciales y en el fondo del Ex Archivo Administrativo; el
Archivo General de la Nación de Buenos Aires; el Archivo Saravia
del Centro de Estudios Históricos del Comando General del Ejérci-
to; el Archivo de Indias; el Archivo Artigas16 y la Revista Histórica
(publicación del Archivo General de la Nación en la que además de
diversos estudios de carácter histórico se incluyen transcripciones
o facsimilares de documentos). La mayor parte de los documentos
que constituyen el corpus sale del archivo por primera vez y todos
ellos se presentan transcritos de acuerdo con las Normas de transcrip-
ción de los documentos (Anexo 1). Los documentos están editados
paleográficamente, como ya dije, transcritos de acuerdo con las nor-
mas referidas, titulados, ubicados temporalmente y con señalamiento
del repositorio del cual provienen, como se puede ver en el ejemplo
debajo.

16
Este es la compilación y publicación de documentos históricos relacionados di-
recta o indirectamente con la vida pública o privada de José Gervasio Artigas, héroe
patrio. Creado por ley promulgada en el año 1944, hasta el día de hoy se han publi-
cado 37 tomos, cada uno de los cuales contiene en promedio cuatrocientas páginas
de documentos en transcripción cuasipaleográfica.

3-Tratamiento-3.indd 180 12/5/15 17:52:33


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 181
18. Carta de Pablo Hilarión Rivera a su hijo Fructuoso Rivera

Siglo: xix Año: anterior a 1825


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares, caja
6, carpeta 3, doc. 54, 2 fs.

Pablo Hilarión Rivera informa a su hijo acerca del estado de las ha-
ciendas.

Como puede observarse en el encabezado transcrito, la edición


de los documentos tiene una síntesis de su contenido que no inclu-
ye el contexto del documento, aun cuando este sea conocido, por no
tratarse de una edición crítica. En ella tampoco se hace referencia
a las fórmulas de inicio y cierre (o también la dirección, la fórmula
de despedida y la fórmula de sometimiento, ver Heredia, 1985: 149-
150), ni a los comentarios iniciales y/o finales sobre la salud de los
locutores y alocutarios y sus allegados por tratarse de algo común y
generalizado en todas las cartas. La preocupación por la enfermedad
y la supervivencia del otro era una motivación central de las cartas,
preocupación entendible si pensamos en las condiciones sanitarias de
la época, tan distintas de las actuales cuando la muerte temprana y
las enfermedades incurables son la excepción y no la regla.
El corpus de cien cartas se presenta ordenado en dos partes (siglo
xix1 y siglo xix2) y de acuerdo con el número de documento en forma
ascendente en cada una de ellas.17 Ambas partes del corpus cuentan con

17
Apéndice 1 en Bertolotti (2011a). Los datos de cada una de las cartas están
presentados en forma conjunta para tener una visión panorámica de las caracterís-
ticas del corpus en el Apéndice 3 en Bertolotti (2011a). Allí se podrán encontrar
los siguientes campos: Número, Origen, Nombre del documento, Año, Relación (de
poder entre los interlocutores) y Distancia (interpersonal). Bajo el campo Número
se ubica el número asignado al documento en cuestión en el Corpus para la Historia
del Español o en el Corpus para la Historia del Portugués en el Uruguay. En el
campo Origen figura el lugar puesto en la fecha de la carta. Se puso Uruguay en
el caso en que no hubiera un lugar especificado o que el lugar especificado fuera
indefinido, como por ejemplo Cuartel Andante. Se podrá observar que hay docu-
mentos fechados fuera de Uruguay, sin embargo estos fueron incluidos en el corpus
porque el conocimiento de la biografía de quien escribe nos da certeza sobre su con-
dición de originario de la zona. En el siguiente campo, Nombre del documento, se
encuentra el título. Usualmente en la titulación del documento se incluye el nombre
de ambos interlocutores, comenzando por el emisor y agregando la especificación de

3-Tratamiento-3.indd 181 12/5/15 17:52:33


182 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

una cantidad textual similar: 17.998 palabras y 79.515 caracteres para


el siglo xix1 y 17.062 palabras y 89.476 caracteres para el siglo xix2.18

El procesamiento del corpus: vaciado y cuantificación. Una vez


establecido el corpus, se realizó el trabajo de vaciado, es decir, el
relevamiento de los datos pertinentes a los objetivos del estudio. El
análisis de cada ocurrencia, fichada, clasificada y analizada dio ori-
gen al análisis que sintetizo más adelante en dos categorías: pronom-
bre y verbo. Cada una de estas fichas (1,821) puede consultarse en el
Apéndice 4 de Bertolotti (2011a) y las decisiones tomadas aparecen
detalladas en Bertolotti (2011a: 145).
Se realizan algunos conteos absolutos y porcentuales de las ocu-
rrencias de los fenómenos analizados. Estos porcentajes no aspiran
a ser estadísticamente representativos, ya que no tienen correspon-
dencia con la población auténtica de la época, y ni siquiera, segu-
ramente, con la población alfabetizada de la época, por las razones
ya explicadas. Dado el número de ocurrencias y las clasificaciones
adoptadas, tampoco tienen valor estadístico absoluto, como también
expliqué.
La cuantificación solo busca objetivar los procesos de cambio
ocurridos, en el entendido de que el estudio de la frecuencia de uso
en correlación con datos contextuales controlados puede ser indica-
dora de la institucionalización de nuevas rutinas lingüísticas (García,
2004). Es decir, si un fenómeno (pensemos, por ejemplo, en la pre-
sencia o ausencia de usted como sujeto) presenta diferentes frecuen-

su relación con el alocutario (primo, amiga, cuñado, etc.). En el campo Año, figura
el año de emisión del documento; si este aparece en letra cursiva es porque se trata
de un documento sin datación explícita al que se le ha atribuido un año aproximado
inferido por la circunstancia histórica que se menciona o por conocimiento de datos
biográficos del individuo. El campo Relación señala el ámbito de relacionamiento
social entre los interlocutores (S de sociedad o F de familia) y la relación de poder
entre ambos (+P: mayor poder del locutor, –P: menor poder del locutor, e =P: igual
poder del locutor). En el campo Distancia interpersonal, no sintetizable en un único
rasgo, solo aparece el resultado de haber tomado en cuenta los tres indicadores y sus
componentes respectivos para el análisis y posterior clasificación del las cartas en
(relación de) cercanía o (relación de) lejanía.
18
El término palabra no deber ser tomado literalmente ya que en la transcripción
se respetan las segmentaciones del original.

3-Tratamiento-3.indd 182 12/5/15 17:52:33


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 183
cias a lo largo del tiempo en un mismo contexto de uso, esta diferen-
cia nos puede estar indicando un cambio lingüístico cuya explicación
debemos poner en relación con los parámetros escogidos para la se-
lección del corpus o con alguno de índole intralingüística quizás no
advertido inicialmente.

El corpus literario y periodístico

Como el lector recordará, más arriba se distinguió entre fuentes prima-


rias y secundarias, asociándolas con su condición de “documento-ver-
dad” o “documento-monumento”, caracterizando estos últimos princi-
palmente por su condición de escritos-para-trascender. La dramaturgia
y también el diálogo inserto en una narración o en una poesía son ma-
neras lingüísticas en las que se hace que se dice y los lectores/espec-
tadores somos testigos de ese decir. Sin embargo, parte del éxito de la
obra literaria es que ese decir parezca verosímil al lector. Por lo tanto,
si bien la literatura no necesariamente transmite cómo se dice cara a
cara sino cómo se cree que se dice o debiera decirse cara a cara, la
ficcionalización no debe dejarse de lado como acceso al habla de una
época, pero debe tomarse con el cuidado necesario de los posibles ex-
cesos creativos o estereotipos, ya que los escritores, es bien sabido, no
son, ni les interesa ser, sociolingüistas o etnógrafos de la comunicación.
Sin embargo, la literatura refleja un saber lingüístico distinto del
de las fuentes primarias. Refleja un saber lingüístico elaborado. En
muchos aspectos, quienes hacen literatura no dejan de tener una con-
ciencia lingüística igual a la del hablante medio. Gauger entiende que
“la conciencia lingüística del hablante medio, la del hablante ideal o
idealizada [es la] no deformada por conocimientos específicos”. En
cuanto a la conciencia lingüística del autor literario sostiene:

Es una forma específica de conciencia lingüística normal. La concien-


cia del hablante medio a la que se dirige el autor literario tiene en
común la ingenuidad: no se caracteriza por la distanciación específica
que lleva consigo el interés no interesado —objetivo— de la reflexión
científica (2004: 681).

3-Tratamiento-3.indd 183 12/5/15 17:52:33


184 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Por otra parte, la literatura ofrece un acceso al espacio variacional,


que en diacronía es dificultoso de aprehender. Las fuentes secunda-
rias pueden ayudar a superar estas dificultades. Los textos literarios,
siempre y cuando tengamos en cuenta su lugar en la arquitectura de
las lenguas, proveen ricos datos que lo epistolar no nos permite ver.
Nos aportan datos sociales y psicológicos de la díada locutor-alocu-
tario, nos ofrecen apuntes situacionales, nos dibujan estereotipos que
en la medida en que sean calibrados como tales aportan a un mejor
conocimiento del fenómeno analizado.
Además, la literatura puede expresar la conciencia lingüística ex-
terna, es decir, aquella cuyo objeto no es la lengua sino “algo que
acompaña la lengua, que no tiene una relevancia inmediata para su
funcionamiento […] Se suele investigar bajo el título de actitud, ‘at-
titude’, ‘language attitudes’ ” (Gauger, 2004: 682).
Como ya fue mencionado, el corpus de fuentes secundarias consti-
tuido está compuesto por textos literarios en los que aparecen secuen-
cias dialogales (poesía, narrativa y teatro) y por textos aparecidos en
la prensa en los cuales se crean o reproducen diálogos, por lo cual,
si bien están tomados de publicaciones periódicas, nada los distingue
de los textos literarios propiamente dichos.
Tal como con el corpus epistolar, los materiales se inscriben en los
dos períodos identificados; sin embargo, el corpus de fuentes secun-
darias del siglo xix2 no es la réplica exacta del corpus epistolar del
siglo xix1, ya que el desarrollo literario y de la prensa no son replica-
bles en ambos períodos. Recuerde el lector que en el primer período,
por ejemplo, casi no había parque impresor en Uruguay y que las
manifestaciones artísticas eran escasas. Por esta razón, la posibili-
dad de elección es baja. El hecho de que la constitución de ambos
corpus de fuentes secundarias no sea replicada, como en el caso de
las fuentes primarias, no debe cuestionar la validez de las primeras,
ya que el papel que juega cada una de ellas en esta investigación es
distinto.
El corpus de fuentes secundarias del siglo xix1 está constituido por
la primera obra de teatro escrita y estrenada en el territorio urugua-
yo, La lealtad más acendrada y Buenos Aires vengada (1808), del

3-Tratamiento-3.indd 184 12/5/15 17:52:34


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 185
presbítero montevideano Juan Francisco Martínez, dos obras dra-
máticas, algunos poemas seleccionados del conjunto de la obra de
Bartolomé Hidalgo (1788-1822) y textos poéticos tomados del Par-
naso oriental, de Luciano Lira, que, como es bien conocido, reco-
ge textos producidos en territorio uruguayo o por uruguayos a fines
del siglo xviii y en las tres primeras décadas del siglo xix. La prensa
de este primer período no resultó ser buena fuente para la búsque-
da de diálogos o reproducciones de conversaciones, sin embargo se
han encontrado algunos datos sobre tratamiento en los ejemplares de
prensa relevados. El corpus de fuentes secundarias del siglo xix2 es
más abundante. Se seleccionaron obras literarias costumbristas para
complementar los análisis ya realizados por Moyna (1996) sobre la
producción dramática de Florencio Sánchez, quien reproduce en sus
obras ambientes rurales y urbanos y los hábitos de diversos grupos
sociales, entre ellos los hábitos lingüísticos. Entre los textos narrati-
vos se consideran tanto cuentos cortos como novelas, producidos en
el período llamado siglo xix2. Entre ellos, se encuentran los Cuen-
tos del arrabal de Santiago Dellegri, la obra de ambiente rural, pero
también la de ambiente urbano de Javier de Viana y cuentos escritos
por Pedro Figari.
El análisis de la prensa apuntó a sopesar los datos obtenidos de
la literatura y del análisis del corpus epistolar. La mayor abundancia
de producciones escritas en el segundo período permite apelar a otro
tipo de fuentes, como textos escolares y traducciones.
En síntesis, los datos del estudio tienen dos orígenes: cartas per-
sonales particulares tomadas de archivos, y textos escritos para ser
publicados, ya como obras literarias, ya en la prensa. Estos últimos
son usados para complementar cuestiones ligadas a la variación y la
situación de comunicación no necesariamente presentes en el corpus
epistolar, así como también para analizar cuestiones ligadas a la ela-
boración del saber lingüístico, las cuales pueden asociarse con actitu-
des. Para complementar la información sobre actitudes se analizaron
textos escolares y traducciones.
No obstante esta complementación de fuentes que ha resultado
fructífera, los datos fundamentales están extraídos del corpus epistolar.

3-Tratamiento-3.indd 185 12/5/15 17:52:34


186 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Su conformación estuvo guiada por criterios bastante exigentes y


replicados en los dos períodos, lo que permitió la comparación de
ambos corpus y por lo tanto la descripción clara de los cambios lin-
güísticos experimentados en el objeto de estudio. La caracterización
explícita de los textos y de quienes los produjeron permite, además de
constatar los cambios, realizar señalamientos sobre sus correlaciones
sociales y culturales. Para ello, es necesario dar un contexto histórico
y sociocultural mínimo antes de presentar el análisis de los datos.

El entorno histórico, social y cultural

En este apartado se pasa revista a algunos aspectos de la historia de


la región poniendo el énfasis en su historia sociocultural, ya que po-
dría pensarse que estudiar los cambios en el tratamiento es, en buena
medida, estudiar los cambios culturales de una comunidad de habla.
Esta revisión se centra en los dos períodos axiales para el estudio y
retomo solo aquellos aspectos de la historia del país y de la región
que se relacionarán en forma más o menos evidente, más o menos
directa, con las cuestiones lingüísticas que objeto del análisis.
Al momento de la llegada de los europeos, el actual territorio del
Uruguay estaba ocupado por grupos indígenas ágrafos que sin des-
conocer la práctica de la agricultura, dependían esencialmente de la
pesca, de la recolección y de la caza para su subsistencia. Con estos
recursos como base económica el desarrollo demográfico era escaso
y puede estimarse en unos pocos miles de personas. Estas habrían
constituido grupos dispersos pero no aislados entre sí, que se contac-
taban para satisfacer sus necesidades de intercambio en función de
periódicas u ocasionales concentraciones de recursos. Dependientes
de la pesca como fuente principal y ligada fuertemente a la navega-
ción, contaban con un dinámico sistema de comunicaciones entre los
diferentes grupos. Desconocían la escritura.
El poblamiento del territorio que luego será llamado Banda Orien-
tal fue tardío (alrededor de doce mil años de antigüedad). Se consi-
dera que sus pobladores estaban en el Paleolítico inferior. Eran ca-

3-Tratamiento-3.indd 186 12/5/15 17:52:34


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 187
zadores, recolectores y agricultores primitivos. Sus manifestaciones
materiales conservadas se limitan a diversos tipos de productos líti-
cos (boleadoras, morteros y rompecabezas), a productos en hueso, en
madera y en cerámica de factura elemental (Consens, 1997).
Según Vidart (2000: 10), en el siglo xvi la población de la zona se
dividía entre los pertenecientes a una macroetnia charrúa de caracte-
rísticas más bien pámpidas o patagónicas, los pertenecientes a etnias
surgidas del contacto de pámpidos con láguidos, los más marcada-
mente láguidos y los guaraníes amazónicos o brasílidos. El conjunto
poblacional en la época de la llegada europea no superaba las cinco
mil personas. Poco se conoce sobre la identificación lingüística de
estos grupos más allá de la denominación de sus lenguas o sus varie-
dades coincidentes con el nombre de sus supuestas etnias, “naciones”
o “parcialidades” (Bertolotti y Coll, 2013).
Este panorama cambia en el siglo xviii con el establecimiento guaraní
en las misiones jesuíticas (treinta mil indígenas) y su posterior disper-
sión por este y otros territorios del sur del Brasil (Vidart, 2000: passim).
El hoy territorio uruguayo, al situarse a la entrada de la cuenca del
Río de la Plata, participará desde el inicio en el proceso de hispaniza-
ción de la región. Es allí que recalan los descubridores —realizando
los primeros intercambios—; es allí que se establecen los primeros
campamentos que sirven de base a la colonización de la cuenca y
donde sobrevivirán, viviendo entre los indígenas, miembros de estas
expediciones. Los intentos de población de la región se suceden hasta
la segunda y definitiva fundación de Buenos Aires (1580). Este pro-
ceso va a estar caracterizado por el fracaso militar de las expedicio-
nes conquistadoras, por la debilidad demográfica del elemento hispa-
nohablante que precariamente se va estableciendo y por la casi total
ausencia de mujeres europeas. La supervivencia de los europeos se
deberá a su alianza, resuelta en una verdadera integración, con la re-
gionalmente mayoritaria población de base guaraní (Lezama, 2008).
Como es sabido, la primera fundación de Buenos Aires (1536) no
prosperó, pero dado que la corona española precisaba una salida pro-
tegida hacia el océano Atlántico, necesitaba insistir en el estableci-
miento de una población en la salida del Río de la Plata. Esta tarea se

3-Tratamiento-3.indd 187 12/5/15 17:52:34


188 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

le encomienda a Juan de Garay que salió de Asunción comandando


una expedición de cien hombres y en junio de 1580 fundó la Ciudad
de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre.
Será durante aproximadamente el medio siglo comprendido entre la
expedición de Sebastián Gaboto (1527) —la primera que se propone
establecer una presencia castellana permanente en la cuenca del Pla-
ta— y la refundación de Buenos Aires que se producen los primeros
contactos que llevan a la implantación del español en la región.
Según Bracco, en el siglo xvi la zona rioplatense fue un espacio de
interacción:

El espacio de frontera que se generó en el Plata fue un vasto territorio


sin grandes obstáculos naturales, y sobre el que nadie tuvo poder para
controlar a los otros actores. Allí interactuaron cultivadores, cazado-
res, castellanos, mestizos guaraní-castellanos, portugueses, mestizos
tupí-portugueses, y en menos medida, individuos de otras proceden-
cias […].
Nada indica el arribo de mujeres a la región, por lo cual, los recién
llegados debieron procurarlas compitiendo con los indígenas. Ello, aun-
que al parecer en muy pequeña escala durante del siglo xvi, tuvo ob-
vias consecuencias en cuanto al mestizaje (2004: 40).

La conquista de esta zona que corresponde al territorio del actual


Uruguay se realizó con contingentes ya americanos19 aunque también
con expedicionarios que provenían de diversas regiones de la penín-
sula ibérica. El origen geográfico y social de estos “conquistadores”,
tan distinto, por ejemplo, de los de México o Perú, no podrá ser indi-
ferente a las características lingüísticas de la región. Una koiné his-
pana debe de haber oficiado de lengua común entre ellos y como va-
riedad de comunicación, por lo menos, con una parte de la población
local. Dejando de lado la zona misionera, la tradición lingüística de
origen hispano se impondrá en la región. Una primera explicación

19
Distinta es la situación de otras zonas y distintas serán sus características lin-
güísticas. La conquista y el establecimiento de europeos en otros lugares del actual
territorio argentino tienen también factura americana, pero son realizados desde el
Alto Perú; tal es el caso de Santiago del Estero (1553), Tucumán (1565), Córdoba
(1573), Salta (1582), Catamarca (1583), La Rioja (1591) y Jujuy (1593); o desde
Chile, como es el caso de Mendoza (1561), San Juan (1562) y San Luis (1594).

3-Tratamiento-3.indd 188 12/5/15 17:52:34


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 189
del porqué de la adopción del castellano por las poblaciones puede
encontrarse en Bertolotti y Coll (2013).
La nueva etapa que comienza con la refundación de Buenos Aires
en 1580 por parte básicamente de nuevos “españoles” del Paraguay, en
realidad criollos, mestizos e indios, finaliza en 1776-1777 con la si-
multánea creación del Virreinato del Río de la Plata y con la expul-
sión de los portugueses de Colonia del Sacramento. Estos siglos se
caracterizarán por la ruptura del aislamiento en que se encontraba la
región y su inserción en el circuito del comercio de plata que conecta
a los yacimientos mineros andinos con la costa del Brasil (Lezama,
2008).
En el siglo xvii se consolidan dos nuevos aportes a nivel lingüísti-
co. Por un lado, el del castellano andino, el de los dueños de las mi-
nas y de los participantes —más o menos indígenas— en su explota-
ción y circulación, pero también el de la burocracia judicial con sede
en Charcas y, más lejanamente, en Lima. Este aporte, aparentemente,
solo ha influido en esta región en el léxico. Por otro, el de los “portu-
gueses”, incluyendo entre ellos a los originarios del Brasil —también
criollos, mestizos e indios lusohablantes.
El primero de estos aportes no influirá en el tema que nos ocupa,
pero permite comprender las diferencias con otras zonas de los actua-
les territorios argentinos (Salta, Tucumán o Santiago del Estero). El
segundo, el aporte portugués, si bien es fundamental para compren-
der muchos aspectos del español uruguayo —tema este del mayor
interés—, puede haber influido en algunas manifestaciones fronteri-
zas pero tampoco es de fundamental peso para la comprensión de las
formas de tratamiento, en la época y región estudiadas.
La fundación del Virreinato del Río de la Plata, junto con otras
medidas enmarcadas en las reformas borbónicas, supone un cambio
en la dinámica poblacional de la zona con consecuencias lingüísticas.
Si bien esta nueva realidad no modifica dramáticamente las caracte-
rísticas sociales de la región —siguen siendo pocos europeos integra-
dos e incluso absorbidos cultural y genéticamente por la población
indígena—, sí dinamiza y diversifica la economía generando nuevos
espacios de actividad y nuevos puntos de referencia cultural. Esta

3-Tratamiento-3.indd 189 12/5/15 17:52:34


190 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

“especie de reconquista de América” (Bentancur, 1992) promueve el


interés de actores peninsulares: generalmente como funcionarios del
gobierno o de la Iglesia, que hasta aquí se trasladan buscando posi-
bilidades de enriquecimiento. Bentancur sintetiza las características
de esta población española en el último cuarto del siglo xviii en la
expresión “la primera burocracia montevideana”. El autor la describe
de la siguiente forma:

El siglo xviii asistió de ese modo al gran impulso colonizador hispá-


nico en la región. Con las reformas creció aceleradamente el polo de
desarrollo en que se convertiría Montevideo. Acumuló sucesivamente
diversas características: asiento de una importante guarnición militar,
cabeza de la gobernación del mismo nombre, ciudad-puerto, y centro
administrativo-judicial. Su funcionamiento demandó la presencia de
personal con tantas especialidades como direcciones tuvo la burocra-
cia española (1992: 18).

Este establecimiento de una nueva población promueve una socie-


dad algo más compleja en la que comienza a percibirse en un con-
tinuo de difícil segmentación un polo europeo, identificable con los
asentamientos estables promovidos por la corona, entre los cuales se
destaca Montevideo, y un polo americano en lo que hoy llamaríamos
el campo, pero presente en las primitivas poblaciones, formado por
esos primeros contactos e integraciones que en su aporte europeo tuvo
como protagonistas a hablantes del español de los siglos xvi y xvii.
En cuanto al tema que nos ocupa, recordemos que el español que
llega a América a fines del siglo xvii y principios del siglo xviii, con
colonizadores que se asientan en contextos “urbanos” presentaba el
sistema alocutivo singular diádico actual (tú-usted).
Establecido el virreinato en 1776 —como aspiración de controlar
el contrabando y los intereses en este territorio de Portugal e Inglate-
rra—, este se subdividirá en tres gobernaciones: del Río de la Plata,
del Tucumán y de Cuyo. La Gobernación del Río de la Plata manten-
drá sus características sociohistóricas anteriores y en todo caso estas
se reforzarán con la nueva adscripción institucional. En las gestas de
la independencia de los años 10 al 16 caerá, junto con el virreina-
to, la institución de la Gobernación del Río de la Plata, que se frag-

3-Tratamiento-3.indd 190 12/5/15 17:52:34


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 191
menta en unidades que se unen y separan, con identidades locales
que la historiografía se ha esforzado en ligar a las actuales.
En cuanto a la Banda Oriental, aproximadamente el actual Uru-
guay, su primera generación sustantiva de hablantes de castellano
debe de haber sido la de la primera población que permaneció in-
tegrada al sistema colonial, Santo Domingo de Soriano, fundada en
1624. Se trató de una “reducción a pueblo” en la cual el paulatino
abandono del idioma chaná fue una opción de los propios indios
a partir del buen relacionamiento de los caciques locales con las au-
toridades de Buenos Aires.20 El segundo centro poblado fue de ori-
gen portugués (Colonia del Sacramento en 1680). De todas formas,
no existió nunca una línea divisoria entre las poblaciones que habita-
ban la región. A propósito de esto, considérese el fragmento tomado
de la documentación oficial, nada excepcional, por cierto, en el que
se documenta el contacto entre hispanos, indígenas y lusos, haciendo
énfasis en la mestización. Se trata de un documento producido por el
corregidor de Soriano en el que los dos candidatos entre los que po-
día elegir para alférez real, en 1771, eran o bien Joseph Villasanti de
cincuenta años, indio chaná, natural de Soriano, o Francisco Maga-
llanes, de cincuenta y cuatro años, portugués, natural de Río Grande.
Recomienda a Magallanes “por su hombría de bien y haber obteni-
do varias veces los empleos honoríficos de este Pueblo, como por
ser de los más límpidos en sanguinidad (digo, de menos mezclas)”
(Lockhart, 1967: 18).
Como se señaló arriba, es en la segunda fase del proceso de colo-
nización que el escenario del ahora territorio uruguayo se integrará
20
No se trataba de una reducción jesuita, por lo cual los religiosos no necesaria-
mente hablaban la lengua de los indios. De acuerdo con lo que testimonia Dámaso
Antonio Larrañaga a principios del siglo xix, para esa época quedan pocos hablantes
de chaná. Se desprende de sus afirmaciones que los hablantes de chaná se fueron
pasando al español, probablemente luego de una etapa de bilingüismo: “Me ha sido
muy sensible haber perdido toda mi solicitud en averiguar su antiguo modo de versi-
ficar. Los Individuos, de q.nes me he servido en esta obra, jamas oyeron a sus padres,
ni abuelos cantar otros versos, q.e Castellanos, aun q.do el trato habitual de ellos era
en la lengua Patria” (1923: 166). El análisis de la correspondencia que sus regidores
mantuvieron con Buenos Aires sería la forma más próxima de documentar la expre-
sión lingüística de la segunda generación de hispanohablantes en Uruguay, pero ello
deberá ser motivo de otro trabajo.

3-Tratamiento-3.indd 191 12/5/15 17:52:34


192 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

plenamente al proceso colonizador. La generación correspondiente


a la fundación de Montevideo (1724-1726) está constituida por una
treintena de familias provenientes de Buenos Aires —recordemos que
esta a su vez había sido fundada por colonos asunceños—, por algunos
cientos de indios reducidos (indígenas convertidos al cristianismo por
los jesuitas) y por poco más de cien soldados. De allende el océano
llegaron unas veinticinco familias canarias en 1726 y un segundo con-
tingente, principalmente canario, azoriano y gallego, llegó en 1729.
Las fundaciones de Colonia del Sacramento (1680) y de Monte-
video corresponden directamente a las circunstancias por las que va
pasando el comercio de la plata y multiplican, en el hoy territorio
uruguayo, las nuevas actividades —como la ganadería— que resul-
tan de circuitos económicos más activos. Esto explica la fundación
de nuevos pequeños pueblos a lo largo del siglo xviii —que satisfa-
cen las necesidades crecientes de servicios—, como Víboras, Rosa-
rio, Canelones, Maldonado, San Carlos, etc., lo cual va de la mano
con un mayor afianzamiento de la presencia del Estado colonial. La
instalación del Estado colonial hace evidente la existencia de grupos
e individuos solo lateralmente integrados a este sistema, que la tradi-
ción cultural recogerá más adelante con el nombre de gauchos.21
Una tercera etapa se caracteriza, como se dijo en el apartado ante-
rior al reseñar el establecimiento de los europeos en el Plata, por una
paulatina instalación de audiencias, por la creación de la Gobernación
de Montevideo, la dispersión indígena consecuencia de la expulsión
de los jesuitas, la instalación del Apostadero Naval, la creación del
Cuerpo de Blandengues, la incorporación de funcionarios especiali-
zados y la instalación de los consulados de comercio. Para la com-
prensión de las características sociolingüísticas de esta etapa se debe
considerar no solamente la inmigración de españoles hablantes de un
español del siglo xviii que se mencionó más arriba, sino también la
paulatina sedentarización e incorporación de las poblaciones que has-
21
El gaucho es un tipo humano de genética mixta surgida de la confluencia del
mundo hispano, el mundo luso y el mundo indígena. A este nuevo tipo de hacer y de
ser le corresponderá esta nueva forma de decir. En Bertolotti (2007a) puede encon-
trarse una parte de la abundantísima bibliografía existente sobre el surgimiento del
gaucho en el Río de la Plata.

3-Tratamiento-3.indd 192 12/5/15 17:52:34


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 193
ta entonces circulaban por el territorio: portugueses (brasileños), in-
dios infieles e indios misioneros, como también los propios gauchos
que participan del (lento) proceso de sedentarización de la ganadería.
Es de suponer que estos primeros tiempos se caracterizaron por la
confluencia de diversas tradiciones lingüísticas: la de los indígenas
que mantenían sus lenguas; la de los indígenas con diversos grados
de dominio del español; la de los nacidos en América, hijos de las
primeras generaciones de españoles, seguramente la mayoría de ellos
de madres indígenas; la de los españoles hablantes de las variedades
lingüísticas de donde eran originarios, la de los lusohablantes euro-
peos, la de los lusohablantes americanos. De esta confluencia de tra-
diciones surgen los productos lingüísticos principales que hoy carac-
terizan el español del Uruguay.
El mayor desarrollo de actividades burocráticas, camperas y co-
merciales aumentará las necesidades escriturales, lo cual va a requerir
una sociedad cada vez más letrada. Esta tarea, sin embargo, recaerá en
unos pocos, ya que dado su origen militar, su carácter de fortificación,
los pobladores que recibe San Felipe y Santiago de Montevi-deo en
los primeros tiempos de la colonia tienen poca o ninguna instrucción.
Como ya señalamos, la población del primer Montevideo era ma-
yoritariamente analfabeta:

[R]esulta ilustrativo el hecho de que Bruno Mauricio de Zabala, fun-


dador de Montevideo, haya tenido que eximir a los primeros cabil-
dantes de la condición de saber leer y escribir, condición estipulada
por las Leyes de Indias. Esta excepción establecida por Zabala por un
plazo de 8 años se mantendrá en vigencia por más de 20 (Elizaincín,
Malcuori y Bertolotti, 1997: 13).

En el ámbito rural esta situación se prolonga por lo menos hasta


principios del siglo xix. Valgan como prueba los términos de la re-
nuncia del alcalde de segundo voto de Soriano en 1802, quien había
ocupado desde 1797 diversos cargos:

Señor Muy Poderoso: […] Tengo la desgracia de no saber siquiera


las letras del abecedario, de modo que siendo preciso firmar para au-
torizar las cosas de oficio, me he visto en la necesidad de aprender

3-Tratamiento-3.indd 193 12/5/15 17:52:34


194 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

con mucho trabajo la formación de ciertas rayas que me aseguran ser


letras y componer así mi nombres y apellido, estando expuesto a que
me hagan firmar cosas opuestas a mi destino y a la Justicia (Lockhart,
1967: 87).

La limitada instrucción existente alcanzaba en el siglo xviii a una


porción ínfima de la población y estaba confinada a la instrucción
primaria. Recién en 1787 se abre una cátedra de Filosofía a instan-
cias del Cabildo, la que estuvo a cargo de fray Mariano Chambo. En
1793 fue creada la cátedra de Teología. La creación de la Universi-
dad de la República data de 1849.
En cuanto al acceso de los habitantes a la cultura letrada, debe te-
nerse en cuenta la inexistencia de imprentas hasta la primera década
del siglo xix y la casi sistemática ausencia de libros o de “recados
de escribir” que he podido constatar en la lectura de inventarios de
testamentos. Es posible pensar, pues, que los usuarios directos de la
lengua escrita a fines del siglo xviii y principios del siglo xix fueran
unos pocos cientos. Esto no significa que se tratara de una sociedad
absolutamente ajena a la cultura letrada, por lo menos en los ámbitos
urbanos en los que se desarrollaba la administración, la enseñanza y
la religión, en los que es imprescindible la lengua escrita.
El movimiento independentista coincide con el comienzo de la
imprenta,22 con el surgimiento de mayores necesidades escriturales
y con la diversificación de géneros comunicativos: la difusión de las
nuevas ideas, el llevar adelante campañas político-publicitarias, la
creencia sincera en el valor de la ilustración como instrumento de
liberación y justicia harán que la sociedad se vuelva en pocos años
mucho más letrada, aunque haya que esperar siete décadas más para
que comiencen a instrumentarse procesos de alfabetización masivos
para la población (Traversoni y Kampf, 1976).
En este contexto político independentista surgen las bibliotecas
públicas como legitimación de los movimientos revolucionarios. La

22
La primera imprenta es traída por los ingleses cuando invaden Montevideo
(1807), la segunda, que permanecerá por décadas, tuvo claros fines políticos. Fue
obsequiada por la infanta Carlota Joaquina, borbona en Brasil, madre del Príncipe
Regente Pedro. De esa imprenta surgirá La Gazeta de Montevideo (Praderio, 1962).

3-Tratamiento-3.indd 194 12/5/15 17:52:34


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 195
Biblioteca Pública se funda en 1816. Como documenta Rocca (2003:
20-21), existían algunas pocas excepciones en el ámbito privado.
Se llega así, grosso modo en la segunda década del siglo xix, a una
nueva fase en la que empieza a identificarse una realidad propiamen-
te uruguaya desde el punto de vista político y que culminará con la
Jura de la Constitución el 18 de julio de 1830. A este período de los
últimos años de orden colonial y sus estertores es al que se llamará
siglo xix1.
La sociedad de ese período no refleja de manera alguna la estruc-
tura de la sociedad española de la época. Hay comerciantes y funcio-
narios enriquecidos pero no existe un “patriciado” oriental (Real de
Azúa, 1961: 14).
Como ya vimos, el análisis se concentra en el principio y el fin
del siglo xix. Si bien los cuarenta años que separan la primera de
la segunda etapa tienen una explicación metodológica —la búsqueda
de extremos en la comparación que hagan más evidente el cambio
lingüístico—, también tienen pertinencia histórica, que desarrollo en
Bertolotti (2011a: 103-105).
En el período al que llamo siglo xix2, que se prolonga desde 1875
hasta 1904, fin de la última guerra civil, el Estado ya políticamen-
te definido busca en forma consciente su modernización económica,
financiera, en las comunicaciones y en la educación. Es el período
de la consolidación de la realidad uruguaya como escenario inde-
pendiente, con su economía, su política, su administración, etc. En
ella se atenúa la movilidad regional al tiempo que se establecen me-
dios más rápidos y seguros de transporte, los negocios se vuelven
más estables, se instalan y ponen en marcha las nuevas tecnologías
de la comunicación —el telégrafo, el teléfono—, comienzan a apa-
recer algunas editoriales nacionales,23 se busca el mejoramiento de
la calidad de la carne y de la lana de los ganados mediante siste-
mas de explotación más racionales —se alambran los campos—, los
que insumirán menos mano de obra, y se potenciarán las actividades
portuarias. Este conjunto de novedades lleva a una mejoría de las

23
Ver Rocca (2005: 90).

3-Tratamiento-3.indd 195 12/5/15 17:52:34


196 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

oportunidades económicas que va a aumentar la ya existente corriente


inmigratoria,24 ahora desde otros puntos de Europa, produciendo una
vez más la confluencia lingüística que seguirá modelando la realidad
lingüística del español en el Uruguay. La consolidación del Estado
uruguayo pasa también por la profesionalización de los militares y de
la policía, la sofisticación de los órganos de justicia, la inversión en
enseñanza pública —primaria, secundaria y terciaria—, la existencia
de prensa independiente, etc. Todos estos organismos colaboran en
la construcción de un marco ideológico autoidentitario (confluyen y
se instalan en él algunas ideas básicas: la existencia de un héroe fun-
dador, la voluntad de civismo, el mito del buen clima y de la opor-
tunidad geográfica por ser una penillanura suavemente ondulada, etc.)
(Barrán y Nahum, 1968; Traversoni y Feo, 1975; Zum Felde, 1972).
Los períodos que aquí se denominan siglo xix1 y siglo xix2 son de-
nominados y descritos por Barrán (1989: passim) como de una sen-
sibilidad bárbara y una sensibilidad civilizada, respectivamente.25
En síntesis, el siglo xix oriental-uruguayo comienza con una socie-
dad rural con algunos espacios más urbanos, realidades ambas en las
que las clases sociales se desdibujan; el dominio de la escritura es la
excepción, y la identidad nacional apenas si empieza a sospecharse.
El ámbito rural tiene entre sus pobladores a indios puros, indios mi-
sioneros, mestizos, gauchos y algunos escasos campesinos asentados.
El ámbito urbano concentra las fuerzas militares, los comerciantes y
la administración. El siglo xix uruguayo termina con una sociedad
con varios desarrollos urbanos claramente distinguibles de lo rural,
aunque alimentados por población expulsada del campo y también
de Europa (principalmente italiana y española), esta última instalada
sobre todo en Montevideo. Es una sociedad considerablemente le-
trada, con nuevas tecnologías para el transporte y la comunicación,
que distingue clases y grupos humanos dentro de las clases, y que se
reconoce nación.

24
La oleada con mayor impacto se dará entre 1881 y 1890, y un 60% de esta
proviene de la actual Italia (Rodríguez Villamil, 2006: 42).
25
Para más detalles, sugiero ver Bertolotti (2011a: 105-109).

3-Tratamiento-3.indd 196 12/5/15 17:52:34


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 197
Ámbitos de empleo de las formas-t y de las formas-v

Como ya señalamos en Fundamentos del tratamiento, es sabido, la


semántica de los pronombres puede leerse en clave de poder, como
recorte de la propuesta de Brown y Gilman (1960). El corpus tiene
representación de cinco situaciones de relación entre interlocutores,
producto de combinar tres dimensiones del parámetro poder con dos
ámbitos sociales definidos: familia y sociedad. No tiene represen-
tación, por las razones ya explicadas, textos del tipo S–P (social y
menos poder), es decir, textos producidos en una situación social en
la cual el alocutario tiene menos poder que el locutor. Este criterio
de estructuración se utilizó tanto para la selección de las cincuenta
cartas del corpus xix1 como para la selección de las del corpus xix2,
como podemos recordar a través del cuadro 21 que reitero debajo
como cuadro 25.

familia (f) sociedad (s)


más poder F+P S+P
menos poder F–P S–P
igual poder F=P S=P

Cuadro 25. Correlaciones posibles entre ámbitos sociales y poder

Se analizan a continuación las manifestaciones alocutivas en cada


una de las situaciones definidas y en cada uno de los períodos. De
su comparación extraigo conclusiones sobre los cambios sucedidos y
las razones de estos.

Las formas de tratamiento en el siglo xix1

Familia. Los datos obtenidos para el xix1 muestran que en situaciones


familiares en las que el locutor tiene menos poder que el alocutario la
selección es consistentemente de formas-v; esto es, cualquier forma
(pronombre, verbo, nombre o sintagma nominal) que esté o se acerque
a un polo‑v caracterizable prototípicamente por ser el propio de una

3-Tratamiento-3.indd 197 12/5/15 17:52:34


198 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

situación de comunicación en la que hay distancia social o psicológi-


ca. Las denominadas formas-t (pronombre, verbo, nombre o sintagma
nominal) son aquellas que se inscriben en el otro extremo del conti-
nuo, significando cercanía social o psicológica entre los interlocutores.
Se ejemplifica con un hijo que se dirige a su padre, un yerno que
se dirige a su suegra y un sobrino que se dirige a un tío, respectiva-
mente. Culto este último, semicultos los dos primeros. Se destacan
en negritas no solamente las formas pronominales y verbales, objeto
de mi análisis, sino también las nominales, para destacar el carácter
sintagmático del tratamiento:

[*fol. 1r]
1. Montevideo Nob.e = 24 de 1793
Padre y mui S.or mio el dia 23 del pasado
secirvio Dios darle una nieta mas aquien manda,
la q.e nacio entermino detres minutos Sele puso
p.r Nombre María del Carmen clemencia
[…]
Padre estimare q.e uste
10. este conmí Primo Andres Sanches de taivo y q.e
vea sipuede mandar mí suvrino p.a aca q.e loneci
sito yno perdera nada pues yo deseo servir.
27. Carta de Juan García a su padre
[*fol. 1]
1. Mi mas venerada señora: […] Siento en el alma el estado de
mi querida
Rafaela. Venda Vd. cuanto tenga para asistirla que es lo primero,
y atender á mi querido José María que para eso he trabajado. –
230. Carta de José Artigas a su suegra Francisca de Villagrán

[*fol. 2r]
Se me olvidó al salir de esa prevenir à
Vm q.e me hiciese componer el catre q.e dexé
5. en la sala de arriba: sirvase vm verificarlo
con oportunidad para q.e me sirva en el Colegio
y siendo quanto ocurre ruego a Ntro Sr gue.
su vida ms as
Soy su mas recono.do sobrino Q.S.M.B.
Juan Man.l{RUB}
228. Carta de Juan Manuel Agüero a su tío Diego Agüero

3-Tratamiento-3.indd 198 12/5/15 17:52:35


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 199
Cuando se trata de locutores con más poder en el ámbito familiar
que se dirigen a alocutarios con menos poder, la selección es siempre
de formas-t (tuteantes o voseantes), como puede verse en los ejem-
plos subsiguientes, en los que una suegra se dirige a su nuera, una
madre a su hijo y un padre a su hijo, respectivamente.

[*fol. 1r]
Mi amadissima hija Mariquita:
hè recivido tu apreciable de 18 del pasa
do con el mayor gusto por verte ya
unida à mi querido Pepe à quiensi
10. fuera posible se huviéra aumentado
mi cariño, por aber elejido una com
pañera de tu juiciosidád
132. Carta de María Josefa del Pino a su nuera María Farías

[*fol. 1]
P quanto eestima do ela cuerdo
10. que as teni do, ennosequio, del dia de
tuer ma nito, alo que te estoi, reco
nosida, ýresibe el corto cariñio, que en
su tier na edad, puedetri butarte,
delas criadas tantos acuerdos
224. Carta de Josefa Alfonsín a su hijo Andrés Lamas

[*fol. 2r]
1. [¿]u Padre quien teestima y tede
cea toda felicidad
Paublo Rivera {RUB}
5. Podt- la jente q.e vos mandaste
anestado travajando enel mismo
rrincon y no an dejado y una
cola de va ca como telo ynfor
mara el dho morales
18. Carta de Pablo Hilarión Rivera a su hijo Fructuoso Rivera

Cuando, en el siglo xix1, ambos alocutarios ejercen igual de poder


dentro del ámbito familiar, es decir, son hermanos, primos, esposos,
la distribución deja de ser absoluta: nueve locutores eligen formas-t y
uno elige formas-v.

3-Tratamiento-3.indd 199 12/5/15 17:52:35


200 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Tomo como ejemplo de uno de los nueve que eligen formas-t una
carta de una hermana a un hermano.

[*fol. 1]
en el falucho te rremito la
10. cama bien liada, tu mira
la bien algunas fallitas tiene
con motibo de los liajes. por cau
sa de los ingleses,
[…]
25. cama los entregaras al sarjento:
celebro en mi corazon
que mi querida Mercedes, este tan aliviada,
dale mis cariños as espresiones, como a Marcelina, y
cree, que te ama de corazon tu
30. afectisima hermana
Frasquita
183. Carta de Frasca del Pino a su hermano José María del Pino

La única selección de formas-v para el tratamiento de un igual se


encuentra en una carta de una prima a un primo adulto. Transcribo en
un fragmento extenso para que se aprecie el tono del texto.

[*fol. 1r]
5. Mi apreciable y querido Primo con el
mayor gusto he recibido haier la apreciable de
vm de 9 de mayo en la q.e veo q.e vm esta
bueno ilo mismo Juan Pedrito lo q.e ce le bra
mos mucho
10. La eficacia con q.e vm tomo mi empeño
meallenado de agradesimiento ino se como dar-le
avm las gracias por su finesa la q.e estara grab
ada para siempre en mi corason.
[*fol. 1v]
Madre da avm las grasias tanbien por
10. suenpeño entero enserbirnos. Padre dice q.e el
no ase mas q.e pedir adios le de avm felicidad
i el gusto de bernos quanto antes reunidos
A Juan Pedrito mil cariñosos abrasos
y vm mi querido y amado Primo cuente
15. sienpre con el agradecido afecto de su amante

3-Tratamiento-3.indd 200 12/5/15 17:52:35


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 201
prima q.e desea con su corason ber avm y abra
sarlo quanto antes
182. Carta de una prima a Cristóbal Salvañach

Es interesante señalar que uno de los nueve autores que escoge


formas-t recurre, estilísticamente, a formas-v. Lo incluyo, sin embar-
go, en la categoría de las formas-t porque la alternancia no refleja du-
da en el locutor. En el texto en el cual aparecen ambos tratamientos,
el autor se dirige a su hermano sistemáticamente mediante formas-t,
pero en un pasaje opta por moverse hacia el campo de las formas
-v. En una carta inmediatamente anterior, Félix Garzón, el locutor,
presiona a su hermano Eugenio, el receptor del mensaje, para que se
manifieste públicamente a favor de un caudillo (Fructuoso Rivera,
quien ganaría la presidencia más adelante ese mismo año). En esta
carta, Félix Garzón vuelve a insistirle sobre la necesidad de que tome
partido por Rivera. En un pasaje en el que hace una declaración de
principios sobre la necesidad de la unión, en un tono magistral, más
propio de un discurso público que de un discurso íntimo, se dirige
a su hermano como un maestro que le recuerda un conocimiento a un
alumno, como un padre que repite una reflexión de vida una vez más,
de la siguiente manera: “Sôr D.n Eug-o; estar unidos pero baxo de un
plan / de desencia,- U. save bien, q.e estado desunidoEsdisolvido”.
Luego de ese uso de formas nominales, pronominales y verbales -v,
vuelve al uso de formas-t que caracteriza lingüísticamente la relación
de estos hermanos.
Esta alteración en el empleo ya instalado puede enmarcarse en lo
que Rigatuso (1992: 22) ha nombrado como “expresión lingüística
de exaltación emocional o jocosidad a partir de la interrupción mo-
mentánea de la pauta de uso vigente en una determinada relación”.
Una de las materializaciones posibles de este tipo de “interrupción
momentánea de la pauta de uso vigente” es mediante el cambio de
nombre + tú~vos a don + nombre + usted, que describe de la si-
guiente forma:

Similar empleo marcado de los tratamientos [manifestación de enojo]


se da en instancias comunicativas de carácter jocoso, en las cuales

3-Tratamiento-3.indd 201 12/5/15 17:52:35


202 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

la cordialidad y simpatía imperantes se manifiestan en lo inusual de la


fórmula prodigada al destinatario, que adquiere tono hilarante por lo
formal (Rigatuso, 1992: 23).

En este caso, el cambio en la pauta de tratamiento no apunta a la


hilaridad pero sí, por cierto, a distender la solemnidad de la situación
que está presentando y a abrir, una vez más, la puerta a su hermano
para que se defina claramente por el bando político de Félix Garzón.
Hay una violación voluntaria de la cortesía normada al servicio de la
cortesía estratégica. Como han señalado Boretti y Rigatuso y en el
mismo sentido ya planteado por Bravo (2001), en la cortesía norma-
tiva (normada):

los tratamientos tienen su anclaje, por un lado, en el sistema gra-


matical de la lengua, a partir de las categorías que lo integran […]
por otro, se adscriben al fenómeno de deixis social […] y pautan los
vínculos de los hablantes en términos de la simetría y asimetría de las
relaciones expresadas en la covariación nominal, pronominal, verbal y
de los contextos situacionales […] de la comunidad (Boretti y Rigatu-
so, 2004: 146).

En cuanto a la cortesía estratégica, estas autoras entienden que:

el uso de los tratamientos al servicio de “la producción de actos de


mitigación y ponderación” (Carricaburo 1997); contribuyen a la trans-
misión de significados expresivos a través del interjuego de presencia
y ausencia de fórmulas en el hilo del discurso; de procesos de cam-
bio de código nominal y/o pronominal que interrumpen momentánea-
mente la pauta de uso habitual en una relación (Solé 1970, Rigatuso
1999 b y c), de su intensificación discursiva, que marca el pasaje de
manifestación de respeto a servilismo, como elementos nucleares en
procesos interaccionales de captatio benevolentiae (Rigatuso 1992) y,
en el campo de la descortesía como vocativos lesivos de imagen (Kaul
1995) (2004: 147).

Sociedad. Al igual que en el ámbito de la familia, los locutores de


menor poder dan formas-v a los de mayor poder. Todos los “hablan-
tes” eligieron estas formas a la hora de dirigirse a alocutarios social-
mente más poderosos que ellos.

3-Tratamiento-3.indd 202 12/5/15 17:52:35


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 203
Se ejemplifica con tres cartas. En el primer caso, un desconocido
solicita que el jefe del ejército interceda en su favor; en el segundo,
un coronel informa a un general sobre cuestiones relativas al ejército;
y en la tercera carta un oficial pide auxilio económico a un conocido.

[fol. 64r]
1. Montevideo Marzo 8 de1811
S.r D.n JosepArtig.s muy S.r mío, no extrañe Vd. el
que yo pase á yncomodár á vd. p.a q.e vd. tenga la bondád
de ynterceder pr mi a hese govierno; y vd. puede
5. hacerlo, y no otro v. puede ynformarle detodo lo q.e á
ocurrido… que yo estoy pronto á ponerme á las ordenes
de la junta: y hacer lo q.e híso su compañero Sierra, y p
este fín expreciso que v. me habice antícipadam.te sacandome
v. un seguro de ese gobierno, p.a mi resguardo:
237. Carta anónima a José Artigas

[*fol. 1r]
1. Sr. D. Fructuoso Rivera.
Montevideo, Mayo 20 de 1829
5.
Mi querido general y amigo: despues de mucho tiempo he te-
nido el gusto de recibir su carta del 15 del actual, escrita desde
el Durazno, que me entregó el capitan Diana. Ella ha sido para
mi una muy buena novedad por que me ha conducido la impor-
tante nueva de que Ud. está mejorado y que pronto estará /
10. restablecido. Tanto es lo que me intereso en su salud y conval-
cencia.
Con Iglesias escrbi a Ud. largamente, Ud. me promete hacer lo
mismo el 16.
Eugenio Grazon
239. Carta de Eugenio Garzón a Fructuoso Rivera

[*fol. 1r]
1. Sor Dn Andrés Lamas
Mi respectable Sor y amigo
5. esta se dirije despues de saludar á V.
para qe me haga la gracia de emprestarme
media docena de pesos pues V. no debe [??]
hignorar como habremos venido de ca[*mpa]
ña pues V. ya sabra como viene cuando

3-Tratamiento-3.indd 203 12/5/15 17:52:35


204 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

10. yega de campaña, y hoy espero de su


bondad de V. este servicio. S. S. S.
Bernabe Rivera {RUB}
243. Carta de Bernabé Rivera a Andrés Lamas

Tal como sucede con la relaciones de igual poder en el ámbito


familiar, en el ámbito social la distribución de las formas-t y de las
formas-v deja de ser absoluta. En la situación comunicativa S=P se
presenta un caso en el que un locutor con igual poder que el alocuta-
rio elige formas-t; en el resto de los casos se escogen formas-v.
Veamos dos ejemplos de la situación mayoritaria. En el primer
caso se trata de una carta entre camaradas de armas; en el segundo se
trata de una relación comercial establecida en el tiempo.

[fol. 1r]
1. […]
esta tansolo sedi[ri]ge a participarle a Vtd. de las ordenes de
[…]
10. enemigo y contrario al exercito. de la libertad y así nosolamente
a Vsted conpadre sinos atodos los que Vsted pueda dar parte
de que ciga este mismo orden es todo quanto se me ofrese darle
parte pues lo allo muy combiniente para Vsted y toda su familia
y estimare a Usted me aga el favor de entregarle
[fol. 1v]
esta esquela {GL q.e sera a Felipe Gari} y ber lo que responde
a ella pues me resta dies pesos y meallo bien necesitado y rese-
bira de parte desu comadre D.a Ana Maria
234. Carta de Manuel Vega a José Oserbante

[fol. 1]
5. Mui Señor mio: Reciví su apreciable fhã el 29 del pp.o feb.o

quedo impuesta de q.to se sirbe comunicarme y en contestación
digo a V. q.e es en mi poder el mazo de tavaco de oja q.e se sir-
vió remitirme cuyo principal costo es el de nueve reales en lo
q.e estoy conforme.
[…]
No dexe V. de abisar la resolución de este cavallero sobre el
particular, como asi mismo me ha vuscado lacaxa de rapé q.e
15. hencomendé me la vusque V. la entregue en casa, para que el

3-Tratamiento-3.indd 204 12/5/15 17:52:35


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 205
conductor de esta me la trahiga.
[…]
Reciva V. expreciones de Marcelina la q. ignora aun el modo
como se las ha dedar, pues no es facil adivinar como las recive
V. Mil afetos de todos y en
25. particular de su invariable servidora
q. B.S.M.
A. Collis
236. Carta de Andrea Collis a Juan Ponce

A juicio de Brown y Gilman (1960), como se recordará, es en las


situaciones de igual poder en las cuales entra en juego el paráme-
tro solidaridad. En su trabajo los autores mostraban que en casos de
igual poder la opción por formas-t o por formas-v se relacionaba ori-
ginalmente con la clase social, y luego con el mayor o menor grado
de intimidad. Sin embargo, como ya se explicó, el parámetro solida-
ridad no se consideró para la constitución del corpus epistolar, por
entenderse que algunos de sus componentes podían ser aprehendidos
por una categoría =P, y otros son de difícil objetivación a partir de
fuentes como las que utilizo en este trabajo. En el análisis del corpus
corroboro lo inadecuado del parámetro solidaridad a partir del aná-
lisis detallado de la única carta S=P con formas-t, así como la perti-
nencia de factor público-privado para la época, lo cual puede verse
en Bertolotti (2011a: 161-164 y 165-166, respectivamente).

Síntesis siglo xix1. Una mirada al conjunto de los datos del siglo
xix1 nos dice que los locutores de esta época no dudaban entre el
uso de formas-t y formas-v, no hay alternancia dentro de un mismo
texto entre estas formas, salvo en el caso ya consignado de corte-
sía estratégica que buscaba la “transmisión de significados expre-
sivos”.
Las pautas en situaciones de mayor o menor poder, tanto dentro
como fuera de la familia, son absolutas: los que tienen menos po-
der solo pueden dar formas-v, esté su “poderoso” alocutario dentro
o fuera de un vínculo familiar. Los que tienen más poder darán for-
mas-t a sus familiares y formas-v a los que no lo son.

3-Tratamiento-3.indd 205 12/5/15 17:52:35


206 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Como ya fue señalado por Brown y Gilman, los desequilibrios


empiezan por las zonas de igual poder. Allí tenemos marcas claras
de un sistema en proceso de cambio. La regla que parece subya-
cer a nuestros datos es que locutores de igual poder intercambia-
rían formas-t en el ámbito familiar y formas-v en el ámbito social.
En el corpus, hay dos excepciones a esta regla. De no existir da-
tos biográficos que los justificaran —diferencia generacional en un
caso y amistad profunda en el otro— el caso de tratamiento-v en
una pauta predominantemente de cercanía sería evidencia de un
comportamiento lingüístico más conservador en tanto que el trata-
miento-t en situaciones en que la pauta es -v sería una cuña inno-
vadora.
Mirado desde el punto de vista del ámbito de uso, lo analizado se
puede resumir en que en el xix1 la familia y la gran intimidad eran
el ámbito casi exclusivo del uso de formas-t, aunque incluso den-
tro de la familia, entre adultos de diferente sexo se encuentran for-
mas-v. En ámbitos sociales las formas-t podían considerarse casi
excluidas.
La información tratada en este apartado se resume en la tabla 2:

formas-t formas-v t/v


–P 0 10 0
=P 9 1 0
F
+P 10 0 0
–P 0 10 0
S
=P 1 9 0
Tabla 2. Selección de formas de tratamiento de acuerdo
con la cantidad de poder y el ámbito de la relación en el siglo xix1

Las formas de tratamiento en el siglo xix2

Familia. En el siglo xix2, los alocutarios con menos poder dentro del
ámbito familiar escogen tanto formas-t (3/10 casos) como formas-v
(5/10). Interesantemente, y a diferencia de lo que sucedía en el perío-
do anterior, dudan, es decir, manifiestan dos normas en competencia.

3-Tratamiento-3.indd 206 12/5/15 17:52:35


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 207
Los locutores que alternan formas-t con formas-v no lo hacen por
una estrategia estilística (2/10). El interés de estos casos es que docu-
mentan el momento del pasaje del tratamiento-v al tratamiento-t para
los adultos en el ámbito familiar.
Veamos un ejemplo de cada tipo. Como ejemplo de carta-v, repro-
ducimos la de un hijo de alrededor de treinta años a su madre en la
cual le cuenta sobre el próximo nacimiento de su propio hijo, en un
tono cercano y distendido.26

[*fol. 1r]
1. Bs. Ayres Febr.o 26/872.
Querida Mamita:
5. Anteayer recibi una car-
ta suya pa Juan José.

[*fol. 4r]
5. Dígale al general que se
vaya aprontando para el
bautismo de su nieto. De esta
vez tiene que hacer viaje.
Isabel, que ya se preo-
10. cupa del negocio, quiere
que el general sea el padri-
no. Probablemente adivi-
nó mi gusto y mi resolucion.
161. Carta de Darío Brito Farías a su madre María

Unos seis años antes, este “hablante”, Darío Brito, se había ido
a vivir a Buenos Aires con dos de sus hermanos. Uno de ellos, Fe-
derico, escribe a la madre (doc. 144) contándole las novedades de su
vida en Buenos Aires y sus relaciones con diferentes parientes. Al re-
ferirse a uno de ellos —un hermano o tío de la madre—, dice: “Don
Juan del Pino es una gran cosa. Tiene tus pagaros [pájaros] pero eso
no lo desacredita. Empezó por prohirbirnos que lo trataramos de
U. No quiere mas que tu- y tu ya lo tiene. Nos hemos hecho muy

26
Otra vez aparece la distancia, en un contexto de cercanía, como estrategia esti-
lística que desencadena efectos de simpatía. Nótese que en las líneas 5 del folio 4r y
en la línea 11 del folio 4r refiere a su propio padre como el general.

3-Tratamiento-3.indd 207 12/5/15 17:52:35


208 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

amigos”. Esto pone en evidencia que la forma-t para un pariente ma-


yor no se daba por sentada sino que dependía de la inciativa de quien
ejercía mayor poder. Ya para la siguiente generación la norma era
mucho menos clara, como veremos.
Para ejemplificar la situación F–P en la que la expresión del tra-
tamiento se da mediante formas-t, veamos una carta de un hijo, un
niño a su padre, en aquellos pasajes en que la escritura pertenece in-
dudablemente al niño. Esto es bien evidente por el trazado que con-
trasta con el de algún adulto, seguramente la madre, que lo “ayuda”
a través de intercalaciones oportunamente señaladas en la transcrip-
ción que puede leerse en el corpus xix2 a través de las cursivas (ver
Normas de transcripción, en Anexo 1).

[*fol. 1r]
1. Santa Lucia Enero 7 de 1891
querido papa aqui´ te mando
estaespocoas liñas y tedoi muchas
grcias por elos 10 sentesi
5. mos que mandaste y no te t
olbides de traer tu cuchillo pr
porque no hay nada mas que
justos pura para la mesa
[…]
posdata mandane un lapiz
numer 4
267. Carta de Juan José Brito del Pino Berro a su padre Federico

El tercer tipo de texto encontrado para la relación F–P son cartas-


v/t, es decir, cartas en las que quien escribe no tiene un uso consis-
tente de las formas. Se transcriben parcialmente los dos textos en que
esto se da. El primero de ellos es una carta a su abuela de una niña
cuya edad podemos estimar entre ocho y diez años —ya que escribe
con un trazado cómodo— pero que todavía va a la escuela:

[*fol. 1r]
1. Montevideo 19 de Octubre 1888
Querida mama Praxedes
5. te extraño mucho y estoy deseando

3-Tratamiento-3.indd 208 12/5/15 17:52:35


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 209
que venga yo voy á ir al
Rosario Oriental con á la Estan=
cia del S=nor Paullier con
Joaquina la hermana de papa
10. y Adela la hija de Eduardo.
Dolores Botana me habia
dicho si quería ir ahí ir pero
mamá y papa ya le habian
dicho à Paullier asi es que si
15. no yo hubiera hido con mucho
gusto […]
[*fol. 2r]
1. Ahora no voy al colegio
porque se me murio la
maestra el 5 de Septiembre
la pobre era una francesa
5. muy amiga de las de Algorta
y enseñaba muy bien el
frances haci es que mama
sintio mucho que se serrara
el colegio
10. Adios mi querida abuelita
Su nieta que la quiere
Amandita
278. Carta de Amanda Brito del Pino Berro a su abuela Práxedes

En el segundo caso se trata de un niño, el mismo que en 1891 casi


con palotes escribía a su padre, ya más ducho en los avatares de la
caligrafía y de la composición textual, en 1893 le escribe a su tío
para recordarle una promesa que este le ha hecho y no ha cumplido.

[*fol. 1r]
1. Montevideo Setiembre 16 de 1893
Querido Tío: La pre-
5. sente tiene por objeto saludar
á Ud y demás familia y
recordarle la promesa que me
hizo de mandarme el petiso.
El petiso yo desearía que estuvie-
10. se aquí, en el mes de Noviembre, y
si no lo puede mandar Ud en

3-Tratamiento-3.indd 209 12/5/15 17:52:35


210 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

esa época me lo hace traer Ud


cuando le sea posible.
Por acá estamos todos buenos y
15. papá está bastante mejorado.
Pedro está muy mejor y ha ido á
almorzar unas cuantas veces
con Cárlos y ha ido al estudio a
visitar á papá
[*fol. 1v]
1. Cuando vengas por aquí y nos
quieras visitar ya no estamos
en la calle 18 de Julio nos hallamos
en la calle rincon Nº 213 casa
5. de altos entre Juncal y Ciudadela.
Sirvase27 darle muchos
recuerdos á Teodoro y demás
de la casa.
Sin otra cosa que decir
10. te se despide tu querido sobrino
que le28 desea mucha salud y
felicidades:
Juan J. Brito del Pino {RUB}
270. Carta de Juan José Brito Berro a su tío Bernardo Berro

Estos dos últimos textos muestran o bien que los niños y jóvenes
ya tuteaban a sus mayores y que el género textual les imponía el uso
de usted, o bien que el uso estaba en pleno proceso de cambio y la
alternancia también se daba en la lengua oral. Tratándose de una si-
tuación en la que los roles sociales son de definición tan clara, me
inclino por la primera interpretación.
En cuanto a los locutores con más poder dentro del ámbito fami-
liar, estos escogen formas-t, tal como sucedía en el siglo xix1. El uso
de formas-v solo se da como recurso estilístico —cortesía estratégi-
ca— en contextos de selección de formas-t. Veamos dos ejemplos de
selección de formas-t y uno en el que el locutor alterna formas-t y
formas-v, estilísticamente. En el primer ejemplo un padre le escribe
una carta de pésame (ya le había escrito otra anteriormente) a su hijo
27
Corrección de sirvale.
28
Corrección de te.

3-Tratamiento-3.indd 210 12/5/15 17:52:36


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 211
ante la muerte de uno de los nietos del primero. El segundo ejem-
plo de tratamiento-t es la forma escogida por una madre que increpa
a su hija por decisiones que esta tomó y que también le realiza seña-
lamientos sobre cuestiones domésticas.

[*fol. 1r]
1. Montevideo Marzo 26 de 1887
Mi querido hijo
Tengo en mi poder tus dos cartas de
22 y 24 que hemos leido con mi com-
5. pañera volviendo a llorar juntos; y
escrita la primera, en medio de una [??]
de amargura y de profunda aflicción
nos hacia participar de esta, como de
la resignación cristiana que revela tu
10. carta. Vuelve pues a recordarme
mi compañera, que te presente a ti
a mi hija, a mis nietos un pesame
mui cordial.
[fol. 1v]
1. […]
Las demostraciones de esa distinguida so
ciedad no sólo merecen tu gratitud sino
que te ligan mas a ese país en
el que estás mas vinculado ahora
15. desde que en su suelo se han depositado
la [??] de tu idolatrado hijo.
[fol. 2r]
[…]
Me recuerda Margarita que hoy es
el aniversario de nuestro angeli
cal Celenio, cumple 7 años y
10. lo festejamos con lagrimas: dale un
[??] de cariño, en nombre de Papa
y Mama tutores.
Recuerdos a todos y para todos, hijos
y nietos mi bendicion.
15. tu tata
J Requena {RUB}
127. Carta de Joaquín Requena a su hijo

3-Tratamiento-3.indd 211 12/5/15 17:52:36


212 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

[*fol. 1r]
1. Marzo 3 1882

Mi queridicima Amanda;
recibi tu carta yciento la pena
5. ho disgusto que tedi con mi carta
pero refleciona con calma y podras ver
cuanta razon me asiste para quejar-
me de la poca sinceridad que usaron
con migo, […]
20. yo estare aquí debe venir Elenita
porque suPadre meladio para tener
la con migo y que me acompañace
y tu sabes que yo por este pacecimi
ento que padesco nececito una hi-
25. ja, a milado, que me compañe y
mecuide en mis ultimos años
[…]
[*fol. 2r]
1. pagale y amaria la labandera
yo le pague todo antes de benir
y algo adelantado Petrona es laque
sabe preguntale aesta, despues de
5. pagar estas cuentas del sobrante to-
ma tu para los gastos de la mudan-
za de mis cosas, las plantas hedicho
amariano ci el quiere traer al
gunas que las trayga y las demas
10. te las regalo todas a ti, los mu-
ebles ho cosas mias estoi conforme
con que las mandes a la quinta.
ho donde tu quieras quiciera
que Mariano, me trajiese el Ro-
15. pero por la falta que tengo para gu
ardar mis cosas todo lo que esta
en mi ropero melomandas
275. Carta de Práxedes B. de Berro a su hija Amanda

El tercer ejemplo de tratamiento-t se presenta en un texto en el


que un padre que está en la ciudad se dirige a su hijo, aún niño, que
está con su madre de vacaciones en el campo. El padre responde al

3-Tratamiento-3.indd 212 12/5/15 17:52:36


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 213
niño, quien reclama que no le ha sido enviado un caballo que le fue
prometido y le comunica que lo irá a ver. Al dar cuenta de lo que él
supone sea la razón de la demora (los paisanos son “diablos, pere-
zosos y amigos de dejar las cosas para más tarde”), pone al niño en
su bando, en un “nosotros sabemos que las cosas son así”, y, para
poder formar grupo con el niño, lo “hace mayor” a través del uso
de formas-v, para que llegue a la edad del locutor. Mantiene estas
formas acompañándolas de giros para adscribir al niño a su gru-
po, formas de hablar propias “de grandes” como por ejemplo hasta
otro ver (fol. *2r, l.4), y formas nominales como amigo Don Juan
José (*fol. 1v, l.17).

[*fol. 1r]
1. Enero 25/ 891

Querido Juan José


Recibí tu últi-
5. ma carta, quedando muy
desagradado al saber que no
te han llevado todavia el
petiso.
El señor Botana,
10. à quien yo le mostré tu
carta, me dijo que estrañaba
que no te hubieren llevado
el petiso para tí, y otro para
Luisito que habia ordenado
15. se mandase. Tenga pa-
ciencia amigo, Ud sabe
que estos paisanos son un
poco diablos, perezosos y
amigos de dejar las cosas para
20. otros dias. Puede ser que
[*fol. 1v]
1. cuandoUd reciba esta
carta ya esté su petizo
ahí. Y cuidado de las pa-
tadas de ese y demas brutos
5. que hay ahí.
El ocho, el domingo

3-Tratamiento-3.indd 213 12/5/15 17:52:36


214 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

de Carnaval, le daré á Ud
un abrazo. En ese dia me
subo en el tren y me baj[*o]
10. en lo de Reboledo. Ud
le dirá á Toto que le deje
un lugar en la jardi-
nera que le encargo alquilar
para que me vaya á buscar.
15. Y nada de pelea por ir
en el pescante.
Amigo Don Juan José
que Ud lo pace bien de
salud y de genio.
20. Memorias al joven
[*fol. 2r]
1. Fermin, un buen amigo y
paisano, y al ex ministro
Don Luis Berro y Seriedad-
Hasta otro ver amigo
5. Su padre
FedBdel Pino {RUB}
268. Carta de Federico Brito del Pino a su hijo Juan José

En lo referente a las relaciones F=P, es posible afirmar que en el


siglo xix2 los integrantes de una misma familia que ejercen la misma
cantidad de poder solo eligen formas-t.
El primer caso que se toma como ejemplo es una carta entre her-
manos adultos con responsabilidades en la conducción de sendas par-
tes de un mismo ejército durante una guerra civil.

[*fol. 1r]
1. Coronel Aparicio
Estoy esperandote en campos
nuevos en el mismo pue_
5. blo desime algo
apurate lo mas posible
tu hermano felicidad
te desea
G Sarabia {RUB}
10. Mayo 12 de 1894
92. Carta de Gumersindo Saravia a su hermano Aparicio

3-Tratamiento-3.indd 214 12/5/15 17:52:36


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 215
El segundo ejemplo de carta F=P con tratamiento-t es de un primo a
otro. El primero, enterado de que un amigo suyo va a ser echado de su
trabajo para darle a él el cargo desocupado, intenta detener el proceso.

[*fol. 1r]
1. Minas Ocbre. 12 de 1880
[…]
Te aseguro que este amigo no quizo
10. pertenecer á la Comision dela reunion delos
nacionalistas que tuvo lugar en este pueblo
como yó hize lo mismo.
Tio Ignacio me ha dicho que
me hiban á nombrar á mí, cosa que siento
15. mucho, y que si su destitucion es por mí no
acepto, y á mas no quiero que crea Pereira
que yó halla influido con voz ó con tio Ignacio
para que lo destituyan y lo remplasen con
migo.
20. Pereira es un amigo mio que me
ha dado prueba de amistad en mi desgracia
y creo voz no me tomaras á mal que yo me
esplique en este sentido con tigo.
[*fol. 1v]
1. […]
Deseo de corazon hagas todo
empeño con el Presidente y demas minis-
tros para que no se le saque el empleo
5. á Horacio.
Si me quieres faborecer hasme
dar otro empleo, en cualquier otra reparti-
cion, que con los empleados que estan ocupado
no me liga que con Pereira.
10. Como sabes las conversaciones que
traira esta destitucion y nombramiento
mio, desearia me contestases, haber, si te he
pedido este ú otro empleo, para que Pereira
no crea que fuesen trabajos mios, con voz;
15. para obtener dicho empleo.
No dejes de contestarme á
esta que para mí sera un descargo por lo
que crea este amigo.
125. Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena

3-Tratamiento-3.indd 215 12/5/15 17:52:36


216 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Como tercer ejemplo, se reproduce una carta de una esposa a su


esposo en la que discurre sobre cuestiones domésticas y familiares.

[*fol. 1r]
1. Snor General Aparicio Sarabia
Mayo 12 d 1897
Querido Esposo estimare que alresibir
esta te encuentre gozando salu encon=
5. panha de nuestro queridos hijos que la
mi y de ^mas ^ hiyos esbuena grasias al ^criador^
te dire que fi felis enmi biage lo cu
al bera[??] que [??] bistes trastorno no y
bistes lo que medigistes todo te asalido
10. al contrari hay que tener pasiencia
yo siento aberme benido que podiá estar
mas unos dias junto contigo Aparicio
Se que el capitan rengo que tu man
daste el pastor naranjo por el para
15. pivahi lo trayo para elpueblo por
que enpivahi estan robando todos
[*fol. 2r]
1. los caballos si tu quieres yo ablo
con torc^u^ato y mando para ya
el naranyo y lageuguita de
Maurito
163. Carta de Cándida Díaz a su esposo Aparicio Saravia

Sociedad. Fuera del ámbito familiar, en relaciones de menor poder


los locutores solo escogen formas-v, a excepción de un caso en el
que hay una consciente trasgresión de la norma, lo cual no hace sino
confirmarla. Si la elección de una forma de acuerdo con la cortesía
normada supone la aceptación por el locutor de su rol social, la vio-
lación de la cortesía normada puede tener diversos efectos, como ya
vimos. Entre ellos, podemos encontrar el de poner en tela de juicio
bien la identidad social del locutor, bien la identidad social del alo-
cutario. Si bien podría aparecer en la tabla contabilizada como t/v,
ya que de hecho sí hay una alternancia entre formas-t y formas‑v,
tal como el caso en el que el padre trataba-v a su hijo, no pareció
adecuado considerarlo una alternancia, ya que esta presentación en-

3-Tratamiento-3.indd 216 12/5/15 17:52:36


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 217
mascararía el hecho de que se trata de una elección del locutor, así
como lo era la del padre de tratar-v momentáneamente a su hijo. No
se trata ni en aquel ni en este caso de dudas con respecto a qué forma
se debe elegir sino de una elección voluntaria que solo puede presu-
poner el conocimiento firme de la norma.
El texto en el que se dan alternancias está escrito por un supuesto
amante de la esposa de Máximo Santos, militar y político que go-
bernó como presidente entre los años 1882 y 1886. En la carta, el
escritor informa a Santos de la relación que tuvo con la esposa de
este último, lo amenaza con hacer pública esta relación y reclama
a su hijo y un dinero que dice haberle dejado en custodia a la esposa
de Santos antes de partir en un viaje que ya ha finalizado.
En ella, las formas-t son numéricamente predominantes, aunque
la carta como un todo es clasificada como de forma-v, ya que es la
forma que el locutor sabía que debía elegir, aunque efectivamente
haya optado por otras con la clara voluntad de violar la norma para
poner al otro en el lugar que el escritor supone le corresponde, el de
inferior. Totalmente consciente de su injuria, un “delito discursivo”
(Calsamiglia y Tusón, 2002: 208), el escritor dice explícitamente:
dispese cornudo, que le diga de vos a us[??]te (*fol. 2r l.12-12-14).
Parece claro que el locutor quiere transmitir que lo que confiere po-
der no radica en ser un general del ejército o presidente de la Repú-
blica (no se sabe exactamente en qué momento de su vida Santos
recibe esta carta), sino en la posesión sexual de una mujer. Aunque
extensa, reproduzco esta carta en su totalidad.

[*fol. 1r]
1. Señor
Maximo Santos
Es llegar à esta emencuentor que
la que asido mienbra es hoi tu
5 muger desde ya te digo que sos
un cornudo que no solo has
cargado con la enbra sino sino
con la cría tanbien como teas
puesto asenbrar porotos cuando
10. yo los abía senbrado primero

3-Tratamiento-3.indd 217 12/5/15 17:52:36


218 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

que, vos parese inposible que


carneros como vos los aigan
en este siglo. que cargen cuernos
desde la primera noche. asta
15. mientras sigas asiendo vida
con ella, que seras toda la vida
un cornudo y los cargaras
cuantas beses llo quiera y tengo
derecho en cuanto llo esido
20. pirmero que vos) cornudo
siquieres saber quien soí llo
preguntale à tu puta de tumuger
que ella sabe bien quí soi yo
y estoi seguro que sease la
25. olvidada. dile sí seacuerda
cuando á las 2 de la mañana
cuando la madre, estaba
durmiendo measía entrar á
su cuarto y dor mia con ella
30. toda la noche.
[*fol. 1v]
1. y las sítas que teniamos en la =
quinta de Basañes y aquel dia que
fuimos al paso del molíno
Con estos recuerdos no podra
5. negarse de desirte quien soi yo.
estoi pronto aprovarte perso=
nalmente a unque, tutearas el
sonso por que no puedes to=
mar ladefensiba por una
10. muger que asido enbra mi=
a, como te lo pruebo cuantas=
beses tu quieras y sino pregunta=
le, al dependiente de mata
a unque tu te abras [??]
15. desengañado pedaso de
cornudo cuando cerias de en=
contrarla birgensita y de
contrale el bírgito pero en
canbio la encontrastes barigonsita
20. y asido tan carnero que
abiendola encontrado en el

3-Tratamiento-3.indd 218 12/5/15 17:52:36


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 219
estado que yo la dege
preñada de 4 meses, el muchacho
mandamelo al otel orintal que
25. pienso llevarlo por Buenos Ayeres y
dile que memande los tresientos pesos
que le di para que melos àguardara
asta miregreso que fue el día de la
ída para el paso del molino y me
30. pidio que biníeramos pronto por que
tu ibas abisitarla y le eche un polvo
a tusalu.
[*fol. 2r]
1. y espero que no sera el ultímo.
lo que era de miparte nunca
epensado casarme con una
obega desta Clase espero la
5. contestasion lo mas pronto posible
en el otel oriental a las 8
de la noche
esta sera la ultima =
cartata asta norecibir los tresientos
10. pesos que yo le di para que los
guardara ya ora los quiero lomas
pronto posible dispese cornudo,
que le diga de vos a us[??]
te,
15. son 300 $
Cornudo si no los tengo
antes de dos dia voi aponer
carteles por las Calles de Montevideo
como ya evisto ya varios.
20. que bastante sientos de pesos
mecuestan tu puta de muger
toda la union saben bien
tu muger lo que asìa con migo
terepito que le dias que memande
25. los tresientos peso que son miyos
sino van aser 300 cuernos que vas a cargar mas
70. Anónimo injurioso a Máximo Santos

Como ejemplos de elección de formas-v se presentan dos casos ex-


tremos, un texto que podría calificarse de hiperculto y otro producido

3-Tratamiento-3.indd 219 12/5/15 17:52:36


220 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

por un semiculto, en el sentido ya definido. En el primero de los ca-


sos, se trata de una carta breve de tono marcadamente reverencial,
que presenta un obsequio a un caudillo político y militar en el au-
ge de su prestigio. Está firmada por “Niñas de Rivera”,29 aunque no hay
ni en el trazado de la nota ni en las firmas rasgos que se puedan consi-
derar propiamente infantiles, mucho menos en el contenido del texto.
La segunda carta elegida está escrita por una persona que tiene un
escaso dominio de la caligrafía, un inseguro conocimiento de la or-
tografía, una verdadera mano inhábil, y casi ningún contacto con la
lengua escrita, lo que puede observarse en la transcripción casi foné-
tica de muchas de las palabras que usa. Además desconoce estrategias
elementales de la escritura tales como la planificación de las frases y
del texto, aunque revela algún conocimiento del género epistolar.
Veamos la primera carta en su totalidad y fragmentos de la segunda.

[*fol. 1r]
General
Cuando supimos que este pueblo iba á ser honra-
do con vuestra presencia nos propusimos presentáros un
recuerdo de este día y de nuestro cariño de niñas, ya lleno de
10. entusiasmos, por la causa que os ha entregado su bandera.
No tuvimos aquella satisfacción; pero hoy nos
lo permite la digna señora Lina Rodríguez de Mar
quez, que os presentará el recuerdo de aquel día y de los
sentimientos ya expresados.
15. Dignáos, Señor General, aceptar los votos que
hacemos por vuestro bienestar y por el engrandecimiento
del Partido Nacional. [siguen nombres]
263. Carta de niñas de Rivera a Aparicio Saravia

[*fol.1r]
1. Montevideo hutubre 21 de 1900
Sr General: Aparicio Saravia
la presentes liña es para saludarlo y á
5. tentamente y la demas famia –ute en
resibir esta cuatro letra ce alle gosando

29
Jurisdicción administrativa y política, que debe su nombre a Fructuoso Rivera,
uno de los escribientes del período anterior.

3-Tratamiento-3.indd 220 12/5/15 17:52:36


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 221
de una perfeta salu en compaña de-
su familia que para mi son los ma-
llores deseo.
10. Mi general llo estoy en Monlebia y de-
siaria estar con hute por ˇqueˇ llo nuncas
me puedo holvidar de ute y mallor
mente cuando llega la premabera
por que llega el tiempo de tropiar
15. asi espero que si me presisa yo estoy
sinpre asu sorden sinpre.

jeneral le mando desir que


Tengo un guen clarin de llabe para
20. dibertilo cuando balla asu lado
Tambien ute me diculpara en llo
Tomarme la mallor liberta en esque
bile ute me diculpa ˇenˇ la letra
[*fol.1v]
[…]
llo es pero me conteste esta carta si
es que huste me presisa
Y Tan bien le mando desir quien
10. soy llo llo soy el clarin que los
a acompañado la 2 beses en la
gerra en el brasil.
recuerdo para todos lo mucha
chos su señora y ute
15. Sin ma resiba un fuerte abrazo
de este su subalterno que berlo
desea ma que escribirle
eslero me conteste loma pro
to posible
Natalio Barreyra {RUB}
260. Carta de Natalio Barreyra a Aparicio Saravia

En cuanto a las situaciones en las cuales el locutor y alocutario


tienen el mismo monto de poder, se constata que los locutores es-
cogen tanto formas-t como formas-v, aunque predomina la elección
de las formas-v (3/10 y 7/10, respectivamente). La carta elegida para
ejemplificar las formas-t está escrita por una joven que le cuenta
a su amiga sobre la enfermedad de la madre, sobre sus lecturas, sobre

3-Tratamiento-3.indd 221 12/5/15 17:52:36


222 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

sus fantasías amorosas y sobre otras cuestiones cotidianas, de la cual


reproduzco aquí un fragmento.

[*fol. 1r]
1. Minas, Julio 22 de 1875.
Mi querida Amanda.
Tube un gran placer cuando rrec
5. ibí, una cariñosa carta tuya; en
ella me dises que me estrañas mu
cho y yo que te dire? yo que tengo
mas motivo para estrañarte á ti,
que tu ami? por que yo al dejarte,
10. al alejarme30 de tu lado, he dejado
de ver un Angel, por que tu querida
Amanda, sos uno de esos Anjeles!
que Dios, ha enviado á la tierra,
para aser la felisidad de todas
15. las personas que tien la dicha
de tratarte […]
274. Carta de una amiga a Amanda Berro

La carta siguiente, que ejemplifica el uso de formas-v, también es


correspondencia entre amigas, pero ya de más edad; se trata de una
señora que le reprocha a su comadre no haberle advertido sobre la
infidelidad de su marido.

[*fol. 33r]
Apresiada Comadre
5. deseo esta la alle buena en compa
ñia de toda su apresiable fami
lia es mi maior deseo
Yo y toda mi familia buenas a
sus hordenes como siempre
10. Querida Comadre siento tanto
tener que desirle que siendo Ud
una comadre tan querida no
me alla partisipado lo que
pasa con mi esposo en ese pueblo y que

30
Corrección de alegarme.

3-Tratamiento-3.indd 222 12/5/15 17:52:36


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 223
15. Yo alla sabido primero por otras
personas y no por Ud siendo que
Yo lo se de buena fuente que Ud
lo sabe perfectamente como lo saben
los demas que se an dignado desir
20. me pues Ud debe comprender coma
dre que hay siertas cosas en la vida
que unos no debemos inorar que
vale mas saberlas mil beses que
[*fol. 33v]
1. vivir inorante
Comadre me an dicho y me an
asegurado que Manuel tiene u*na
mujer por la Plaza de la Tabla*da
5. serca de lo de Don Santiago Canaba
rro y tambien me an dicho que se
da con Ud esto no lo he podido
Creer por que siendo comadre y
amiga de mi maior apresio
10. fuera tan falsa asi
asi comadre no crellendo que Ud
sea infiel á mi amistad le pido me
escriba y me cuente se es sierto y cua*n
tas beses llega Manuel a se pueblo
15. Cuenteme todo lo que Ud sepa
ese respeto no tenga miedo que
[??] lo sabra *Ma
nuel jamas
[…]
[*fol. 34r]
1. […]
Comadre cuando me escriba digame
el numero y la Calle donde debo diri
gir las cartas para Ud cuando me
*conteste ponga Luisa Silba que el Cartero me trai a casa las
cartas
10. comadre no pierdo las esperanzas de hir a ese pueblo
Mil Cariños y besos a
Querido haijado que tanto dese
os tengo de berlo y recuerdos de mámá
y demas familia y el Cariño de su Comadre y
15. amiga Luisa C de Silba

3-Tratamiento-3.indd 223 12/5/15 17:52:37


224 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Salto
Setiembre 29 de 1890
171. Carta de Luisa C. de Silba a Teresa Polo

Síntesis siglo xix2. En el siglo xix2 las formas-t se presentan en re-


laciones familiares en las que el locutor ejerce mayor poder e, inci-
pientemente, por locutores con menos poder. A diferencia de lo que
sucedía en el período anterior, también se usan formas-t en los ámbi-
tos sociales cuando hay relación de igual poder entre los interlocuto-
res. Esto, que aparecía como excepcional a principio del siglo, se ha
triplicado: se trata en todos los casos de cartas entre amigos, en dos
casos entre hombres y en uno entre mujeres jóvenes.
El espacio F–P se presenta como el menos estable, ya que además
de tener formas-v y formas-t tiene alternancias no estratégicas entre
ambas en un mismo locutor, síntoma evidente de la variación, esto
es, de la existencia de normas en competencia. Recordemos que los
dos casos de variación son en cartas de niños, hijos de familias cul-
tas: un niño que se dirige a su tío y una niña que se dirige a su abue-
la. Repárese en que la generación anterior a esta, los padres de estos
niños, no trataban-t a sus mayores, ni siquiera a su madre (ver cartas
144 y 161 del corpus xix2 en el anexo 2). El niño Juan José Brito del
Pino duda acerca de cómo tratar a su tío, pero trata-t a su padre (ver
carta 267 del corpus xix2 en el anexo 2) y también, ya adulto, trata-t
a su madre (ver carta 273 del corpus xix2 en el anexo 2).
Por otra parte, el análisis del corpus y de otra documentación con-
sultada permite constatar que niños/jóvenes de la misma generación
que Juan José Brito del Pino, pero criados en el campo, tratan con for-
mas-v a su madre. Tal es el caso de Ramón Saravia (ver carta 262 del
corpus xix2) y de sus hermanos (en cartas no incluidas en este corpus).
Puede afirmarse que los nacidos antes de 1860 en ambiente urbano
culto tratan-v a sus mayores, pero sus hijos empiezan a hacer el cam-
bio. Esto no sucede en los ámbitos rurales donde las generaciones
nacidas en las dos últimas décadas del siglo xix todavía mantienen
las formas-v para sus mayores, aun para aquellos con los que tienen
relaciones estrechas.

3-Tratamiento-3.indd 224 12/5/15 17:52:37


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 225
Algo similar parece suceder entre amigas. Tanto Clara Silba, la
comadre ofendida, como las amigas de Cándida Díaz, nacidas me-
diado el siglo xix en ambientes rurales, escriben cartas en las que
usan formas-v (ver cartas 197 y 198 del corpus xix2). Sin embargo, la
amiga de Amanda Berro, quien en 1875 está seguramente en su pri-
mera juventud, proviene de un medio urbano y es culta para su época
—está leyendo las “novelas de D’Artagnan”—, la trata-t.
En síntesis, en ámbitos familiares las formas-t tienen escasas zonas
de exclusión. Los escritores con mayor o igual poder que sus alocu-
tarios usan formas-t. Los escritores con menor poder usan formas-t o
formas-v. Puede afirmarse que es en este segundo período estudiado
cuando comienza a darse el cambio, ya que los que usan formas-t son
los “hablantes” más jóvenes. Es posible relacionar el uso de formas-t
con otras dos variables: la cultura y el ambiente urbano.
En ámbitos sociales, sigue dominando el uso de tratamiento-v en
todas las situaciones en las que el locutor tiene menos poder y en la
mayor parte de aquellas en las que tiene igual poder. Los usos de
formas-t en situaciones de igual poder se ligan a la condición de ur-
banidad o de relación cercana de mucha familiaridad. Por la razón ya
aducida, no sabemos qué sucedía en los ámbitos sociales en los que
el locutor tenía más poder que su alocutario. El conjunto de las elec-
ciones de los escritores de las cartas seleccionadas para este período
se resumen en la tabla 3.

formas-t formas-v t/v

–P 3 5 2

F =P 10 0 0

+P 10 0 0

–P 0 10 0
S
=P 3 7 0

Tabla 3. Selección de formas de acuerdo con la cantidad de poder


y con el ámbito de la relación en el siglo xix2

3-Tratamiento-3.indd 225 12/5/15 17:52:37


226 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Comentarios finales

La comparación de las formas usadas en el siglo xix1 y en el siglo


xix2 nos muestra el ya referido crecimiento de las formas-t y la conse-
cuente disminución de las formas-v, que resalto con un signo +, como
se puede observar en la tabla 4. En las columnas correspondientes al
siglo xix2, señalo con un superíndice (+, – o =) si las formas en cues-
tión han crecido, disminuido o permanecido estables en la situación
de comunicación simbolizada en las filas correspondientes.
El análisis de los datos junto con las características de los escrito-
res de las cartas nos permite afirmar que el proceso de expansión de
las formas-t, terminado en nuestros días, comienza a darse en el seno
de las familias, en contextos urbanos y en hablantes cultos.

t/v
formas-t formas-v
en competencia

s. xix1 s. xix2 s. xix1 s. xix2 s. xix1 s. xix2

F–P 0 3+ 10 5– 2+
+ –
F=P 9 10 1 0
=
F+P 10 10 0 0=
S–P 0 0= 10 10 =
+
S=P 1 3 9 7–

Tabla 4. Comparación de las formas -t o -v usadas


en las cartas de acuerdo con el período

Planteado en forma esquemática, la distribución de las formas-t y


las formas-v pasó de la forma a) a la forma b).

a)
formas-t formas-v

Siglo XIX1

b)
formas-t formas-v

Siglo XIX2

3-Tratamiento-3.indd 226 12/5/15 17:52:37


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 227
Más allá de esta constatación, es necesario considerar las conse-
cuencias que la expansión de los ámbitos de cercanía tendrá para
otros rasgos que caracterizan el español en el Uruguay en la actua-
lidad, que, como ya señalamos, ofrece más de una opción para el
tratamiento-t (V-V, V-T, T-T). En este sentido, destaco la importancia
de este período ya que la expansión de los usos y por lo tanto el ma-
yor número de instancias en las que los hablantes tenían que elegir
entre las posibles formas-t podría tener una relación directa con la
“decisión” acerca de cuáles formas-t usar. No sería posible asegurar
que el corpus del siglo xix2 refleje la distinta valoración de t-t y t-v,
sin embargo, la constatación de una de las opciones en hablantes pre-
ferentemente semicultos y rurales, la está prefigurando.

Pragmática, semántica, sintaxis y morfología


de las formas alocutivas

En los capítulos anteriores se describieron por separado las historias


y comportamientos pronominales y verbales, sin embargo, en este
apartado se describen conjuntamente y en orden inverso al ya pre-
sentado, a partir de haber descubierto un fenómeno interesante. La
densidad verbal y pronominal en las cartas analizadas es diferente
tanto en cuanto a la cantidad de verbos alocutivos —dependiendo de
que se trate de verbos-v o verbos-t— como en cuanto a la presencia
o de sujetos explícitos —dependiendo de que se trate de pronombres
-v o de pronombres -t.
En este capítulo, luego de algunas aclaraciones metodológicas, se
analiza la relación entre la cantidad de verbos -t y -v y pronombres su-
jeto -t y -v por carta así como la proporción de cartas -t o -v por período.
A partir de ello, se analiza la semántica y la pragmática de la presencia
(o ausencia) de los pronombres sujeto en función del tipo de tratamien-
to, su codificación sintáctica y la expresión morfológica de los verbos,
también en relación con la cuestión de la presencia de los sujetos.
Metodológicamente es necesario tener presente que el análisis de
algunas de las formas alocutivas es problemático por ciertas cues-
tiones históricas que fueron presentadas en el primer capítulo de la

3-Tratamiento-3.indd 227 12/5/15 17:52:37


228 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

segunda parte. Recordemos que la morfología verbal empleada cuan-


do se trata a otro de usted proviene, desde que vuestra merced > us-
ted ocupa un lugar argumental, de la tercera persona del singular. La
morfología de la segunda persona varía en algunas flexiones depen-
diendo de si se trata de un tratamiento-t tuteante o de un tratamiento-
t voseante, pero en muchos otros casos es ambigua. Un primer tipo
de ambigüedad tiene que ver con el hecho de que la flexión de los
verbos voseantes pase de formas diptongadas a formas monopton-
gadas (por ejemplo cantáis > cantás; cantaréis > cantarés) y pierde
las -d finales (por ejemplo cantad > cantá). Esto lleva a que algunos
lexemas verbales como por ejemplo estar o dar manifiesten la misma
forma en la flexión voseante y la tuteante tanto en el presente como
en el imperativo (Vos/Tú estás solo; Vos/Tú estate seguro de lo que
digo; Vos/Tú dales órdenes precisas).
Un segundo tipo de ambigüedad se explica en las formas que per-
dieron la -d- intervocálica y monoptongaron la desinencia quedan
con manifestaciones idénticas a las de tú: cantábades > cantabas,
temíades > temías, partíades > partías, etc. Esta ambigüedad afecta
también al condicional.
La tercera ambigüedad tiene que ver con la combinación de for-
mas del paradigma de tú con el pronombre sujeto vos. Tal es el caso
de pasado compuesto (vos has cantado y no vos habéis cantado), del
futuro (vos cantarás, temerás, partirás y no vos cantarés/éis, teme-
rés/éis, partirés/éis), del pasado simple (vos cantaste, temiste, partis-
te y no vos cantastes, temistes, partistes).
Por lo tanto, solo en el presente, pasado simple y futuro del indi-
cativo, en el presente del subjuntivo y en el imperativo, ya por tener
alguna diferencia fonemática, ya por tener alguna diferencia acen-
tual (o ambas), se mantendrá la distinción entre las formas verbales
del singular propias de vos y formas verbales del singular propias
de tú. Como se puede ver en el cuadro 26, la segunda persona ver-
bal voseante solo ha “mantenido/generado” un paradigma distinto
del tuteante en nueve conjugaciones (marcadas en mayúscula): cinco
simples y cuatro compuestas. Se ejemplifica con una de las posibles
variantes como representantes del paradigma voseante.

3-Tratamiento-3.indd 228 12/5/15 17:52:37


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 229

modo tiempo tuteante voseante tuteante voseante


Presente/Pasado VIENES VENÍS has venido
compuesto
Pasado simple/ VINISTE VINISTES HUBISTE HUBISTES
Pasado anterior venido venido
Imperfecto/ venías habías venido
Pluscuamper-
indicativo

fecto
Futuro/Futuro CANTARÁS CANTARÉS HABRÁS HABRÉS
compuesto (u otras venido venido
variantes) (u otras
variantes)
Condicional/ vendrías habrías venido
Condicional
compuesto
Presente/Pasado VENGAS VENGÁS HAYAS HAYÁS
compuesto (u otras venido venido
variantes) (u otras
subjuntivo

variantes)
Imperfecto / vinieras/vinieses hubieses venido
Pluscuamper-
fecto
Futuro/Futuro vinieres hubieres venido
compuesto
imperativo VEN VENÍ

Cuadro 26. Conjugaciones tuteantes y voseantes

Estas coincidencias en la forma llevan a que en el momento de


realizar el vaciado de los verbos del corpus epistolar haya que tomar
una primera decisión referida a si asumir que los verbos etimológi-
camente tuteantes solo pueden ser manifestaciones de una “intención
tuteante” del locutor, o también pueden ser manifestaciones de una
“intención voseante”.
Si bien ambas opciones son posibles desde el punto de vista lógi-
co, solo a veces son identificables en los textos en forma segura. Aun-
que se pueda afirmar que el pronombre sujeto, cuando está expreso,
“da el tono” tuteante o voseante al texto, en el período estudiado hay

3-Tratamiento-3.indd 229 12/5/15 17:52:37


230 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

registros de combinaciones de formas pronominales voseantes con


formas verbales etimológicamente tuteantes (vos tienes). Por ello,
cuando el análisis consiste en la comparación de tuteo con voseo, solo
se tomaron en cuenta los verbos que por su morfología se pueden con-
siderar inequívocamente tuteantes o inequívocamente voseantes, esto
es, solo los verbos en presente, pasado simple y futuro del indicativo
—y los escasos compuestos formados a partir de los dos últimos—.
Se tomaron en cuenta también los verbos en presente del subjuntivo
y los verbos en imperativo, dejando de lado las formas ambiguas
como las de los verbos estar, dar, ir, ver para el presente de indicativo,
da o está en imperativo o des o estés para el presente del subjuntivo.
Una segunda decisión tiene que ver con la cuestión ortográfica. En
la mayoría de los verbos conjugados en presente del indicativo, en
presente del subjuntivo y en imperativo en la primera y segunda con-
jugaciones solo la acentuación permite distinguir entre tuteo y voseo,
distinción que en la lengua escrita se vehiculiza a través de los tildes.
Los escritores del corpus, ya lo hemos visto, no tienen en la mayo-
ría de los casos un dominio de la ortografía tal que nos permita certe-
zas en este punto. Sin embargo, el estudio de los textos seleccionados
permite afirmar que en algunos casos la presencia de tildes no es to-
talmente aleatoria, como parecería serlo para los textos de principios
del siglo xviii escritos por semicultos. Se contabilizan los casos de
uso de tilde como voseantes advirtiendo al lector de tal hecho.

Densidad de verbos y pronombres sujeto alocutivos

El análisis de los textos del corpus revela una densidad verbal y pro-
nominal que se pone en relación con el hecho de que se trate de for-
mas-v o de formas-t.
De la comparación de cartas-t y cartas-v con formas-t y formas-
v verbales surge una evidente discordancia entre la cantidad de for-
mas verbales y el tipo de carta. En el apartado anterior, vimos que
en el siglo xix1 solo el 40% de las cartas evidenciaba una elección
del tratamiento-t. Sin embargo, las formas verbales con tratamiento-t
ascienden a un 60%. Inversamente, hay un 60% de cartas-v pero solo

3-Tratamiento-3.indd 230 12/5/15 17:52:37


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 231
hay un 40% de verbos-v. En el período siglo xix2 las cartas-t son el
52% y las formas verbales-t son el 67.5% (y las cartas-t son el 48%
y las formas verbales-t 32.5%). Con diferencias, ambos períodos
arrojan una mayor concentración de formas-t que de formas-v. Esto
es, en una carta en la que se vosea o se tutea se usan más formas ver-
bales que en una carta en la que se trata de usted, y esta correlación
es más acentuada en el primer período que en el segundo.
Quedan por establecer las razones de esta diferente densidad ver-
bal. La respuesta seguramente pase por un análisis de las diversas se-
cuencias textuales, en el cual sería esperable que el resultado fuera la
existencia de una correlación positiva entre la cantidad de secuencias
dialógicas y la cantidad de formas de segunda persona, entendiendo se-
cuencia en el sentido de Adam (1992). Como se mostró más arriba en
El corpus epistolar, la selección de las cartas fue realizada consideran-
do, entre otros elementos, su grado de coloquialidad. Si bien se buscó
que todas las cartas incluidas tuvieran un alto grado de coloquialidad,
el análisis más sustanciado muestra que las cartas-t se distinguen por
este, por una mayor tensión dialógica, que se establece, entre otras he-
rramientas, mediante un uso mayor de marcas directas del alocutario.
También se consideró la densidad pronominal, tomando en cuenta
la condición -t o -v del sujeto explícito. Los resultados son radical-
mente diferentes. Al comparar las ocurrencias de los pronombres-t
o -v con los tipos de cartas-t o -v tenemos, nuevamente, correlacio-
nes peculiares. En el siglo xix1 tenemos un 40% de cartas escritas en
formas-t pero solo un 22% de pronombres tú o vos explícitos, en tan-
to que tenemos un 60% de cartas con tratamiento-v pero un 77% de
formas usted explícitas. Es decir que el uso de los pronombres sujeto
es mayor en el caso de usted que en el caso de tú o de vos.
Estos datos muestran que lo que sucede con los pronombres va en
dirección inversa a lo que sucedía con los verbos, que presentaban
una mayor densidad verbal en el caso de los verbos-t que de los ver-
bos-v. Aun habiendo una menor densidad verbal-v, la densidad pro-
nominal-v es mayor. En el caso de las formas de cercanía, a pesar de
haber una mayor densidad verbal-t hay una menor densidad prono-
minal. Dado que en ambos casos se trata de pronombres alocutivos,

3-Tratamiento-3.indd 231 12/5/15 17:52:37


232 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

sería esperable que su comportamiento fuera más uniforme. Sin em-


bargo no lo es, lo cual señala diferencias dentro del paradigma de
las formas de tratamiento de segunda persona singular. Se sintetizan
estos datos en la tabla 5.31

siglo xix1 siglo xix2

-t -v -t -v
cartas 40% 60% 52% 48%
verbos 60% 40% 67.5% 32.5%
pronombres
22.1% 77.9% 51.4% 48.6%
sujeto

Tabla 5. Porcentaje de pronombres sujeto y verbos


en relación a cartas -t o -v

Estos datos muestran que la presencia verbal es proporcionalmen-


te más baja en las cartas-v, pero que esos verbos tienen muchos más
sujetos explícitos, dicho en otras palabras, por qué habiendo más
verbos-t que verbos-v hay, relativamente, muchos más sujetos vos
o tú que sujetos usted. Responderlo requiere un análisis semántico,
sintáctico y pragmático de los pronombres sujeto, que se presenta
a continuación.

Semántica, pragmática, sintaxis y morfología de la alocución

Este análisis fue realizado en Bertolotti (2010b) en lo que hace a


lo semántico y lo pragmático. Allí se sostiene que la presencia de
los pronombres alocutivos sujeto tiene una explicación semánti-
ca y pragmática y regularidades sintácticas y morfológicas. La ex-
plicación semántica tiene que ver bien con la identificación, bien
con el énfasis, lo que explica casi todas las ocurrencias de su-
jetos-t y de sujetos-v explícitos. Veamos un ejemplo de identifi-
cación:

31
Para considerar los números absolutos y más detalles cuantitativos sobre este
análisis, sugiero ver Bertolotti (2011a: 219 y ss.).

3-Tratamiento-3.indd 232 12/5/15 17:52:37


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 233
me pondras alos
pies de ermano y tu reciviras los=
afectos de todas. particularmte de
20. tu ermana q.e te ama
[1825] Carmen Fragoso {RUB}
245. Carta de Carmen Fragoso a su hermana Bernardina

Otro significado compartido por formas-t y formas-v es el que se


ha llamado contexto de complicidad (Bertolotti, 2010b: 157), esto es,
a través de la presencia explícita del pronombre alocutivo combina-
do con verbos de conocimiento —preferente, pero no exclusivamente
con saber— se desencadena el efecto de verdad sobre la proposición
subordinada y se establece así un mundo compartido entre locutor y
alocutario. Como se puede ver en el ejemplo siguiente, Eugenio Gar-
zón impone a Rivera el asumir que él (Garzón) es franco:

[*fol. 1r]
17. la carta que ledririjo con su Ayte. Iglesias, le aseguraría esta
verdad; en ella verá V. que le hablo con la franqueza que V. ya
conoce enmí, en el bien entendido que mi tendencia es el Pais,
nada más
239. Carta de Eugenio Garzón a Fructuoso Rivera

Otra explicación semántica, pero que solo es pertinente para los


verbos de usted, tiene que ver con las ambigüedades interpretativas
que se pueden dar por el hecho de que la expresión verbal de usted
coincida con la tercera persona. Sin embargo, no todos los casos se
pueden explicar de esta manera. Por esa razón, se indagó en la razón
de la presencia “injustificada” de usted explícito en posición sujeto.
Si aceptamos que la frecuencia relativa de las opciones en con-
textos determinados es motivada y no aleatoria (García, 1999: 457),
los datos sugieren que el uso explícito de usted en posición sujeto es
icónico —en uno de los dos sentidos explorados por Haiman (1980),
el de motivación—. A mi juicio, esta iconicidad se relaciona, regular,
aunque no exclusivamente, con estrategias de cortesía. Sería intere-
sante ahondar esta idea corroborando si aumentan también la presen-
cia de formas nominales.

3-Tratamiento-3.indd 233 12/5/15 17:52:37


234 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

La consideración de los ámbitos sociales de los textos evidencia


que la mayor parte de las ocurrencias de usted explícito (67.1%), se
dan en situaciones S–P o F–P. Esto significa que más de dos tercios
de los usted explícitos (67.1%) se dan en situaciones en las que el lo-
cutor tiene menos poder que el alocutario. De esto puede entenderse
que la presencia explícita de usted es expresión de cortesía y, dentro
de esta, tiene un uso reverencial, en el sentido que he dado a este
término en esta obra, en el apartado Algunos conceptos básicos. La
explicitación del sujeto iría más allá de la cortesía normada que se
limita a obligar a la selección de la forma-v.
Veamos algunos ejemplos de usted explícito, en primer lugar, en
dos ejemplos en ámbitos de comunicación F–P.

[*fol. 1v]
1. Siento en el alma el estado de mi querida Rafaela. Venda Vd.
cuanto tenga para asistirla que es lo primero, y atender á mi
querido José María que para eso he trabajado
230. Carta de José Artigas a su suegra Francisca de Villagrán

[*fol. 1v]
sipuede mandar mí suvrino p.a aca q.e loneci
sito yno perdera nada pues yo deseo servir.
àlos míos y q.e salgan de povres pues junto àsuma-
dre no gana el pan y me mandara larepuesta
15. silomanda ono. rrecivira Vmd. memorias de.
Maria laquese álla mui alentada y dicetiene
Ganas deasèr otro hijo
27. Carta de Juan García a su padre

El primer usted explícito es un sujeto de un verbo en imperativo,


precisamente la flexión verbal que puede prescindir de sujeto explíci-
to, en la medida en que solo se puede usar frente al alocutario. En el
segundo caso, se trata del sujeto de un futuro de mandato en un con-
texto no ambiguo, ya que no hay otro participante de tercera persona
en el contexto. Se podría interpretar que en ambos casos la cantidad
expresada por usted habilita una interpretación “más suave” del im-
perativo o del futuro de mandato. Además, este uso suele aparecer en

3-Tratamiento-3.indd 234 12/5/15 17:52:38


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 235
contextos de actos directivos (Searle, 1979: 29), como se explica en
Bertolotti (2011a: 251 y ss.).32
En los ejemplos siguientes es posible observar un uso de usted del
mismo tipo que el anterior, pero dentro de los ámbitos de comunica-
ción S–P.

[*fol. 1r]
17. la carta que ledririjo con su Ayte. Iglesias, le aseguraría esta
verdad; en ella verá V. que le hablo con la franqueza que V. ya
conoce en mí, en el bien entendido que mi tendencia es el Pais,
nada más
239. Carta de Eugenio Garzón a Fructuoso Rivera

[fol. 64v]
13. amigo la letra bá desfigurada:
vd. mande á este su amigo q.e vd. ya sabe quienes
237. Carta anónima a José Artigas

En síntesis, los usos de usted son marcados con respecto a su au-


sencia. El análisis del corpus indica que los escritores que “eligen”
usar usted lo hacen en tres contextos, que se presentan de menor
a mayor frecuencia:
a) en contextos de identificación, en los que hay otros referentes
de tercera del singular cercanos, cuya correferencia con el sujeto el
“hablante” quiere descartar o en las que el locutor quiere poner de
relieve al alocutario frente a sí mismo o frente a otros participantes;
b) contextos de complicidad;
c) contextos de cortesía: ya por deferencia o reverencialidad, ya
por ser corteses en contextos de órdenes, mandatos o reproches.
Este mismo análisis realizado en el corpus xix2 pone en eviden-
cia que las razones de aparición del sujeto explícito usted en este
período son las mismas que en el anterior, pero en una proporción

32
Esto explica el uso de usted explícito en las situaciones en que no hay diferen-
cia de poder. De las 19 formas usted sujeto explícito en contexto S=P, 17 se encuen-
tran en contexto acto directivo, más específicamente de mandato más o menos real:
11 están expresados en imperativo y 6 en subjuntivo con significado de mandato
o con perífrasis con sentido obligativo.

3-Tratamiento-3.indd 235 12/5/15 17:52:38


236 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

marcadamente distinta. Aparece mayoritariamente con un sentido de


identificador, ya para establecer contraste con otros participantes, ya
para hacer énfasis en el alocutario, o simplemente para desambiguar.
El uso cortés continúa estando presente, pero en contextos de repro-
che y no en actos directivos como en el período anterior. El uso de
usted sujeto fuera de contextos directivos o de reproche, el uso de-
ferencial, aparece solamente en escritores cultos, que aparentemente
son capaces de rutinas lingüísticas más conservadoras porque cono-
cen mejor las tradiciones discursivas. Recordemos que esto contrasta
fuertemente con lo que sucedía en el siglo xix1, período en el cual el
uso deferencial era fuertemente mayoritario en las situaciones S–P y
también estaba presente en las situaciones S=P y F–P.
En Bertolotti (2010b) se encuadra este análisis teóricamente en
la corriente de gramaticalización. Allí se sugiere que en el siglo xix
usted avanza en el proceso de gramaticalización no concluido, ya
que, siendo un pronombre de segunda persona no se comporta abso-
lutamente como tal, es decir, no ha adquirido todavía los comporta-
mientos de la categoría a la cual se integra.
La posición de los pronombres tiene relación con alguno de los
efectos de sentido vistos. En español, estos pueden estar antepuestos
o pospuestos al verbo conjugado. En el caso de las formas no perso-
nales, los pronombres explícitos aparecen solo en posición pospues-
ta, mayoritariamente en la lengua escrita.
En el siglo xix1, 17 de los 19 pronombres-t sujeto se presentan
antepuestos. Hay un caso de verbo elíptico y un caso de pronombre
pospuesto (ve vos si habrá ganado en los campos). En el siglo xix2,
32 de los 34 pronombres-t aparecen antepuestos al verbo. Los casos
de posposición son dos: uno tras una pregunta retórica (Qué dirás
tú si yo te digo que también yo he soñado con ustedes) en la que la
anteposición de tú está limitada por la presencia del interrogativo
qué, y otro en un acto directivo (Toma tú para tus gastos). En este
caso es la única posición posible ya que de estar antepuesto ten-
dría una interpretación contrastiva, y no hay en el entorno entidad
humana con la cual contrastar, como se puede ver en el ejemplo si-
guiente:

3-Tratamiento-3.indd 236 12/5/15 17:52:38


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 237
[*fol. 2r]
1. amaria la labandera
yo le pague todo antes de benir
y algo adelantado Petrona es laque
sabe preguntale aesta, despues de
5. pagar estar cuentas del sobrante to-
ma tu para los gastos de la mudan-
za de mis cosas
275. Carta de Práxedes B. de Berro a su hija Amanda

La presencia del pronombre tú está al servicio de la identificación


(individuación: énfasis y contraste) y solo aparece pospuesto con
el imperativo: en ese contexto el pronombre tú o vos desencadena
efectos de sentido (contraste) al anteponerse y no los desencadena al
posponerse. En todo caso la posposición podría interpretarse como
una forma de atenuación de un acto directivo, es decir, con una sig-
nificación más bien pragmática, que se esbozó como categoría c) en
el apartado anterior.
El análisis de las posiciones de la forma usted sujeto explícito
muestra resultados bien diferentes. Los antepuestos no presentan pe-
culiaridades con respecto a las otras formas alocutivas: o bien son
enfáticos, o bien son contrastivos, o bien son de complicidad.
En cuanto a los pronombres interpuestos, en tres de los cinco ca-
sos del siglo xix1 ya hay un deíctico antes (creo q.e ya la abra vm
recibido, doc. 182, folio 1v, línea 5; dixe a usted se tomase la inco-
modidad de cobrarlos p.r si haun no los tiene usted recividos, doc.
244, folio 1r, líneas 7 y 8; etomado anegas de carbon acuenta de de
alquileres del Alamsen. como melo tiene uste prevenido, doc. 251,
folio 1, líneas 1-4). Anteponer el sujeto a la frase verbal desencade-
naría efectos contrastivos que, al no haber nadie con quien contrastar,
desencadenaría una presuposición de existencia de otro participan-
te que complicaría la interpretación del texto. Los otros dos casos
de pronombres usted interpuestos son usos de los que se calificaron
como corteses. Es de notar, aunque pueda resultar redundante, que no
hay formas-t interpuestas.
Los pronombres usted sujeto pospuestos se concentran en actos di-
rectivos expresados mayoritariamente mediante futuros e imperativos

3-Tratamiento-3.indd 237 12/5/15 17:52:38


238 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

en siglo xix1, y de subjuntivos presentes en el siglo xix2. A diferen-


cia de lo que sucedía en el siglo xix1, los usos corteses se combinan
con el presente y en un caso con el futuro, pero escasamente con el
imperativo. Los pronombres usted pospuestos están todos al servicio
de la cortesía, a excepción de una forma no personal, el sujeto de un
verbo inacusativo y de un identificador. Recordemos que el descenso
de las formas usted sujeto explícito es muy marcado (pasa de 51%
en el siglo xix1 a 38% en el siglo xix2) y que los usos de usted sujeto
explícito deferenciales disminuyen en términos absolutos y relativos
a lo largo del siglo. Esto prueba que usted se ha ido desgastando en
su significado, lo que hace que vaya perdiendo contextos, como qui-
zás haya podido suceder en otras regiones de habla española. Los
hablantes del siglo xix2 deberán buscar otras formas para la cortesía y
probablemente la hayan encontrado abandonando formas más “fuer-
tes” como el imperativo y el futuro de mandato que atenuaban con el
uso de usted y recurriendo a otras flexiones menos directivas, pero
no es este el tema de este trabajo.
En términos generales, entonces, el pronombre usted pospuesto
aparece en actos directivos como pedidos, solicitudes y mandatos,
como se puede apreciar en el ejemplo siguiente:

[*fol. 1r]
25. El primero del pasado mes
escribí á Vd dandole cuenta
de nuestro viage; me hará Vd
el servicio de avisarle a Da Cris=
131. Carta de Juan Luis Blanes a su tío Mauricio

Es posible afirmar, entonces, que un pronombre-t aparecerá prefe-


rentemente antepuesto y para hacer contraste o énfasis. El único caso
de posposición (ve vos si habrá ganado en los campos, doc. 18 folio
2, líneas 12-13) es casi obligatorio ya que la anteposición llevaría a
una lectura de contraste y en este caso hay un solo participante que es
el interlocutor. Por ejemplo, Vos, ve si hay ganado en los campos y tu
hermano, que revise la majada. Un pronombre-v puede aparecer tanto
pospuesto como antepuesto. La anteposición, como en el caso de los

3-Tratamiento-3.indd 238 12/5/15 17:52:38


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 239
pronombres-t, se liga a la identificación. La posposición se liga a la
cortesía.
El análisis de la correlación existente entre morfología verbal y la
presencia (o ausencia) de sujeto alocutivo explícito confirma las in-
terpretaciones realizadas.33 La mayor parte de las formas pospuestas
corteses está en combinación con el futuro del indicativo y con el im-
perativo. En combinación con presente del subjuntivo, solamente tie-
nen interpretación cortés. Es decir, hay una asociación casi necesaria
entre la posición del sujeto explícito, la flexión verbal y la cortesía.
En otros términos los sujetos explícitos con significado pragmático
suelen presentarse pospuestos al verbo y la flexión de ese verbo será
imperativo, presente del subjuntivo o futuro de indicativo. Esto es
mucho más marcado en el siglo xix1, ya que en el siglo xix2, si bien
la regularidad se mantiene, el número de futuros descenderá y se “re-
distribuye” entre los otros dos tiempos y, muy incipientemente, en el
presente de indicativo. También la recurrencia a usted como atenua-
dor o equilibrador del acto directivo disminuirá. Esta estrategia será
sustituida o por elementos léxicos (hace el favor darme aviso vs. me
dará usted aviso) o por el uso de formas perifrásticas modales con
poder (puede mandarme vs. me manda usted), como se puede ver en
los siguientes ejemplos, respectivamente.

[*fol. 1r]
25. Tambien le escribi respeto auna c/.
que cobra Dn F. Tamareo (hijo) á D. Antonio
Alvarez vea esto y sino recibió la carta
mia me hace el favor darme abiso #
164. Carta de José R. Rodríguez a Manuel Menéndez

[*fol.1r]
1. Señora Doña Clara Dias de
Saravia
respetable señora
5. disculpe el incomodo que si
33
Un análisis detallado de la morfología verbal, de las frecuencias relativas de
las flexiones y de las relaciones con la cortesía puede leerse en Bertolotti (2011a:
Capítulo 5).

3-Tratamiento-3.indd 239 12/5/15 17:52:38


240 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

puede mandarme algun socorro


de alguna cosa que estoy enferma
265. Carta de Inocencia Risoto a Cándida Díaz

Pronombres alocutivos términos de comparación o de preposición

En el caso de los pronombres alocutivos términos, ya sea de compa-


ración o de preposición, no hay datos pragmáticos, semánticos o sin-
tácticos relevantes. Es interesante destacar, sin embargo, que su aná-
lisis muestra un crecimiento de la presencia de las formas voseantes
(de 2 a 10 ocurrencias) y un decrecimiento de las formas tutean-
tes (de 15 a 13) entre el primer y el segundo período estudiados.
Todas las formas relevadas son regularmente argumentales, como
es esperable, ya que las entidades [+humanas], que son las referidas
por los pronombres de segunda persona, son malas candidatas a des-
empeñar los papeles semánticos propios de los adjuntos. Se excluye-
ron del análisis aquellos términos de preposición que también pueden
ser considerados en el ámbito de la ‘posesión’, y serán revisados in-
mediatamente después de este apartado.
A título ilustrativo pongo un ejemplo con cada una de las formas
de tratamiento: ti, vos y usted.

[*fol. 1v]
Vivo en el mundo con la vida
de la planta parásita; necesito de
ti como ella del olmo que la sos-
tiene, porque tú eres mi abrigo
25. contra la tempestad de las pasiones,
necesito de ti, para que me des
ánimos para olvidar mis dolores,
confianza para esperar aun en el
porvenir.
30. Y cuento contigo.
Tuyo, como sabes bien
PYRiva{RUB}
162. Carta de Riva a su amigo Eduardo Brito Farías

[*fol. 1r]
Tio Ignacio me ha dicho que

3-Tratamiento-3.indd 240 12/5/15 17:52:38


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 241
me hiban á nombrar á mí, cosa que siento
15. mucho, y que si su destitucion es por mí no
acepto, y á mas no quiero que crea Pereira
que yó halla influido con voz ó con tio Ignacio
para que lo destituyan y lo remplasen con
migo.
125. Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena

[*fol. 1r]
ahora le vuelvo á es-
cribir para saber de uste y fami=
lia, que desde que vine de esa
10. ciudad no he sabido nada, á ver
si por esta puedo conseguir algo
aunque mas no sea saber como
estan.
259. Carta de Aníbal Chiappara a su padrino Aparicio Saravia

En el caso de las formas voseantes aparece —muy significativa-


mente— la forma vos como término de comparación. En cuatro de
los diez casos de vos se trata de términos en la coda de una compara-
ción, o en una pseudocomparación (Sáez del Álamo, 1999: § 17.2.2),
como en no tengo más consuelo que vos, que tiene una lectura res-
trictiva: solo vos sos mi amparo.

[*fol. 1r]
Maximo tu sabes que yo no tengo
mas amparo que vos que soy una
pobre viuda y faltandome tu
20. que va hacer de mí
69. Carta de María B. de Santos a su hijo Máximo

Parecería, si se lo mide en proporción con las formas pronomi-


nales-t, que el lugar del término de comparación es el que muestra
índices de frecuencia más altos en el siglo xix2. Como es sabido, la
única otra manifestación pronominal en la que se distingue tuteo de
voseo es el sujeto. La proporción de sujetos explícitos, según el pe-
ríodo, oscilaba entre el 10 y el 20%. En el caso de los términos de
preposición o de comparación, el 43% de las formas-t es vos. Esto

3-Tratamiento-3.indd 241 12/5/15 17:52:38


242 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

está indicando su preeminencia sobre el sujeto como lugar sintáctico


de la expansión de vos, esto es el contexto de expansión del voseo en
los registros de lengua escrita examinados, lo cual podría explicarse
por ser un lugar marginal de la sintaxis y por el hecho de que no hay
posibilidad de elisión como sí la hay para la posición sujeto.34

Pronombres alocutivos objeto

El análisis del corpus evidencia que la expresión del alocutario como


objeto directo, es decir, como argumento adyacente directamente al
verbo, tiene tres manifestaciones: a través de un clítico, a través de
una preposición más su término pronominal o a través de los dos
últimos recursos simultáneamente (el uso del clítico y de pronombre
tónico en la misma oración), casos llamados de duplicación propia-
mente dicha (Fernández Soriano, 1999: 1248). Excepcionalmente, el
objeto directo puede no expresarse.
En cuanto a sus funciones semánticas, “el tipo de participación en
el evento de los objetos directos varía notoriamente según el verbo
del que se trate, y a lo sumo puede constatarse una correlación ne-
gativa con el papel agente o causa, que difícilmente puede asociarse
con un objeto directo” (Laca, 2006: 424).
En el primer período estudiado, la expresión del objeto directo en
contextos-t se da mayoritariamente mediante el clítico te (29 casos) y
minoritariamente (2 casos) sin marca material. No hay casos de obje-
to directo preposicional ni duplicación de clíticos con frase preposi-
cional. Pongo un ejemplo de expresión de objeto directo mediante el
clítico y uno de ausencia de marca:

[*fol. 2r]
turresibiras el
20. fino cariño de tu fiel espos q.e tes
tima y berte desea,
30. Carta de José de Mesa a su esposa

34
Un análisis más detallado puede leerse en Bertolotti (2011a: Capítulo 6, apar-
tado 5).

3-Tratamiento-3.indd 242 12/5/15 17:52:38


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 243
[*fol. 1]
enmis sir cunstansias
measido mui grata tumemoria, ý deconsiguien
te, espero resibiras elcarinio detumama
10. que teama, ý berødesea,
Josefa Alfonsin {RUB}
223. Carta de Josefa Alfonsín a su hijo Andrés Lamas

El uso de los “hablantes” para la expresión de las formas-v en el


siglo xix1 es radicalmente distinto. En 7 de los 17 casos encontrados
de la expresión-v del objeto directo, esta se realiza mediante un clí-
tico, en tanto 6 se expresan por medio de la forma “preposición +
usted”. En dos casos los “hablantes” usan ambas estrategias de ex-
presión en forma simultánea, o sea, duplican el objeto directo, y en
ningún caso eliden la marcación material de la función objeto directo.
De acuerdo con la descripción gramatical actual (véase, por ejem-
plo, Fernández Soriano, 1999 § 19.4.41), la duplicación es obligatoria
cuando el objeto canónico es un pronombre (Me ha visto a mí, Nos
llamó a nosotros), excepto en el caso de usted, en el que es posible
no doblar el objeto. Sin embargo, la no-duplicación ocurre seis veces
en el corpus; a continuación se esboza una explicación. En el caso
que aparece en el ejemplo debajo la sintaxis obliga a la aparición de
usted porque la elisión de verbo sería imposible sin el anclaje que
permite esta forma; por otra parte, hay un nombre en aposición (com-
padre) (folio 1r, línea 10) que permite ligar la frase con otra nueva,
también con el verbo reconocer elidido.

[fol. 1r]
toda la persona en la lista de esta nose presiente a esta reunion Gral
serreconosera por enemigo y contrario al exercito. de la libertad y así
nosolamente a Vsted conpadre sinos atodos los que Vsted pueda dar
parte de que ciga este mismo orden es todo quanto se me ofrese darle
parte
234. Carta de Manuel Vega a José Oserbante

El resto de los usos de objeto directo preposicional con usted pue-


den interpretarse como guiados por la necesidad semántica de ase-
gurar la interpretación humana del objeto directo. Como ha señalado

3-Tratamiento-3.indd 243 12/5/15 17:52:38


244 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Aissen (2000) citado en Laca (2006: 436), dos escalas pueden carac-
terizar los objetos directos: la de la animación (humano > animado >
inanimado) y la de la definitud (pronombre > nombre propio > defi-
nido > indefinido > indefinido específico > no específico). El clítico,
por cierto, puede expresar cualquiera de los rasgos de las escalas,
ocupe el lugar que ocupe en ellas, aunque un alocutario se ubicará
siempre en el punto primero. Es posible entender que puede haber
una relación entre la necesidad de los “hablantes” de poner de ma-
nifiesto el carácter humano del alocutario y la amplitud de cobertu-
ra del clítico: el clítico no relevaría suficientemente la condición de
humano del alocutario y por lo tanto se recurre a la forma tónica,
exclusiva de la función alocutiva y por lo tanto de la condición de
humano. Dicho de otra manera, el alocutario es humano y por lo tan-
to ocupa el primero de los lugares en la escala de animación. Si se lo
expresa por el clítico lo se está usando una forma que ocupa el tercer
lugar en la escala de definitud.35 Con el uso de usted se empareja un
significado de primer lugar en la escala de animación con una forma
del primer lugar en la escala de definitud.
En el ejemplo que sigue —dejando de lado lo formulaico de la ex-
presión—, el uso con lo sin expresión que refuerce su característica
de humano podría permitir la interpretación del verbo guardar como
“conservar algo dentro de otra cosa” (Dios lo guarde y lo mantenga
guardado muchos años) y no como “cuidar a alguien”.

[*fol. 1v]
1. A Vmd. reconsido y Con esto
D.s g.e á Vmd m.s años para que
Mande a su mas atento Serbidor
q.e sus Manos B.a en Casupa
5 A 27 de Julio de 1793
queda de Vmd Spre
Josef Antonio Artigas
Sor D.n Juan Fran.co Garsia {RUB}
240. Carta de José Antonio Artigas a Juan Francisco
García de Zúñiga

35
En el entendido de que pronombre es un pronombre sujeto.

3-Tratamiento-3.indd 244 12/5/15 17:52:38


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 245
Desde el punto de vista semántico, como es posible observar en el
corpus, en algunos casos las expresiones con usted tienen en común
no tener el papel semántico de paciente que es el que prototípica-
mente tiene el objeto directo: romper [algo]tema. Se trata de entidades
animadas, que son, malefactarios o cercanos a un beneficiario, como
podemos ver en el primer y segundo ejemplos, respectivamente:

[fol. 1v]
es todo quanto se me ofrese dar parte y enfadar a Vmd. quien
de todo corason
10. desea cerbir
234. Carta de Manuel Vega a José Oserbante

[fol. 64r]
1. Montevideo Marzo 8 de1811
S.r D.n JosepArtig.s muy S.r mío, no extrañe Vd. el
que yo pase á yncomodár á vd.
237. Carta anónima a José Artigas

[*fol. 1r]
1. Sor Dn Andrés Lamas

Mi respectable Sor y amigo

5. esta se dirije despues de saludar á V.


para qe me haga la gracia de emprestarme
media docena de pesos pues V. no debe [??]
hignorar como habremos venido de ca[*mpa]
243. Carta de Bernabé Rivera a Andrés Lamas

A esto se suma que algunos de estos usos se dan en contextos de


necesidad de expresión cortés. Tal como hemos analizado para el
caso de la presencia explícita del sujeto usted, si hubiera una inten-
ción cortés por parte del locutor, esta estaría mucho mejor expresada
mediante la forma tónica usted que mediante el clítico lo o la.
En síntesis, la expresión alocutiva del objeto directo solo presenta
rasgos peculiares con respecto a la actual sincronía en el caso de la
forma usted. La mayor explicitud se relaciona con una estrategia de
evidenciar el carácter humano del alocutario o al menos de no opacar
este carácter humano usando el clítico, que codifica objetos con otras

3-Tratamiento-3.indd 245 12/5/15 17:52:38


246 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

características semánticas. Esta explicitud se refuerza, además, en


contextos de necesaria o deseada cortesía, probable y parcialmente
por rutinización de expresiones corteses.
El objeto indirecto, por su parte, presenta un comportamiento más
complejo que el directo. Company Company (2006: 483) propone la
existencia de un continuum categorial con cinco focos que reproduz-
co después de la cita. Sostiene Company Company:

Funcionalmente, en cuanto a la relación que contrae con el verbo el


OI en cualquiera de las etapas del español puede mostrar diferentes
grados de vinculación y dependencia con el significado del verbo,
lo cual ha llevado a una distinción sintáctica y terminológica tradi-
cional entre OI y dativos, llamados también dativos argumentales y
no argumentales, respectivamente, o dativos objetivos y no objetivos.
Los primeros miembros de estos pares de términos: los OI, o dativos
objetivos o dativos argumentales, corresponden a aquellas entidades
dativo que se vinculan estrechamente con el significado del verbo;
los segundos miembros, los dativos no objetivos, llamados también
dativos superfluos (Bello 1847/1878 §951) o simplemente dativos,
indican que su presencia en una oración no está requerida o motiva-
da por el significado del verbo, sino por factores pragmáticos diver-
sos, tales como las valoraciones del conceptualizador sobre el evento
(2006: 482).

De acuerdo con lo dicho, solo los dos primeros focos del continuo
corresponderían a la categoría OI propiamente.

Esquema
Continuum categoría de la datividad en español

argumental central superfluo intensificador pragmático

(Company Company, 2006: 483)

Estas dos formas son las únicas que se registran en el corpus.


Ejemplo de ellas son construcciones con verbos como pedir [(x1, x2,
x3)] cuyo objeto indirecto (x3) es argumental, o con verbos como la-
var [(x1, x2) y3] cuyo y3 es central, con un comportamiento similar
a x3 pero sin estar necesariamente requerido por el verbo.

3-Tratamiento-3.indd 246 12/5/15 17:52:38


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 247
El análisis realizado muestra que ni la cantidad ni la calidad de
las formas-t presentan rasgos por destacar. Si bien la cantidad crece,
también crecen las cartas cuyos autores seleccionan esta forma de
tratamiento. En el caso de las formas-v la situación es radicalmente
distinta en ambos períodos. En el siglo xix1 hay 81 contextos en los
que aparecen objetos indirectos (46 mediante clíticos y 35 mediante
formas con pronombre tónico). De esas 81 ocurrencias, 21 (aproxi-
madamente la cuarta parte) presentan OI con a usted o para usted sin
duplicación clítica, o sea, exclusivamente con pronombre tónico. En
el período siguiente este número se reduce a una, es decir, hay una
sola forma con pronombre tónico sin duplicación de clítico. Del pri-
mero al segundo período se pasa entonces de un 22.4% de expresio-
nes de objeto indirecto exclusivamente mediante preposición + usted
a 1.5%.
A continuación se describen las condiciones en la cuales los “ha-
blantes” escogen la opción con pronombre tónico en lugar de escoger
la opción pronominal (o ambas) para poder ensayar una explicación
acerca de por qué se dio el cambio.
El análisis de las frases con objeto indirecto con pronombre explí-
cito revela, a grandes rasgos, dos situaciones. En la primera de ellas,
el objeto indirecto es correferencial con el sujeto de la subordinada
introducida por el verbo en cuya estructura argumental está.

[*fol. 2r]
Se me olvidó al salir de esa prevenir à
Vm ~ q.e me hiciese componer el catre q.e dexé
~ verificarlo
5. en la sala de arriba: sirvase vm
con oportunidad para q.e me sirva en el Colegio
y siendo quanto ocurre ruego a Ntro Sr gue.
su vida ms as
Soy su mas recono.do sobrino Q.S.M.B.
10.
Juan Man.l{RUB}
228. Carta de Juan Manuel Agüero a su tío Diego Agüero

Se podría parafrasear como Se me olvidó al salir de esa prevenir


a usted i que usted i me hiciese componer… La opción del “hablante”

3-Tratamiento-3.indd 247 12/5/15 17:52:38


248 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

por la forma a usted y no por la forma le quizás se deba a la percep-


ción del “hablante” de que la forma le no es lo suficientemente hu-
mana o animada como para volverse luego anclaje del sujeto elidido.
Podría haber optado, sin embargo, por explicitar el sujeto en el verbo
de la subordinada. Sin embargo, esta estrategia desencadenaría como
interpretación más probable la no correferencialidad del clítico, como
se puede observar en Se me olvidó al salir de esa prevenirlei/j que us-
tedj me hiciese componer.
En la segunda situación el objeto indirecto es un experimentante
del saber o conocimiento expresado por el verbo y sus argumentos:
sería un sapiente, como se ve en el siguiente ejemplo:

[fol. 1]
1. S. D. Juan Ponze
Montevideo
Carreta quemada 7 de Mzo. 1816
5. Mui Señor mio: Reciví su apreciable fha el 29 del pp.o feb.o
quedo impuesta de q.to se sirbe comunicarme y en contestación digo a
V. q.e es en mi poder el mazo de tavaco de oja q.e se sirvió remitirme
cuyo principal costo es el de nueve reales en lo q.e estoy conforme.
236. Carta de Andrea Collis a Juan Ponce

Company Company (2006: 481) propone como categorías semán-


ticas para el objeto indirecto, entre otras y en función del verbo con el
que se construya, la de receptor de la entidad objeto directo, poseedor
del objeto directo, experimentante, meta o destino, beneficiario o ma-
leficiario. En el ejemplo presentado, el producto del decir de Andrea
Collis queda “en posesión” del referido por el objeto indirecto a usted
que refiere a Juan Ponce: En contestación digo a usted (y por lo tanto
usted lo sabe ahora) que es en mi poder el mazo de hoja de tabaco.
Como es claro, solo los humanos pueden ser manipuladores
o poseedores de sus saberes, lo cual explica la necesidad de que los ob-
jetos indirectos altamente afectados o involucrados, como son los que
tienen un papel semántico de experimentante o poseedor, se presen-
ten bajo la forma más icónica para una persona, como puede ser us-
ted, y no bajo una forma menos icónica como puede ser le.

3-Tratamiento-3.indd 248 12/5/15 17:52:39


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 249
En el corpus analizado, hay dos casos que no se enmarcan en nin-
guna de estas dos condiciones: los dativos no son ni correferenciales
con el sujeto ni con experimentantes o poseedores de un conocimien-
to expresado. En ambos casos el primer argumento y sujeto del verbo
son terceras personas. Tienen en común que alocutario y locutor no
están expresados como argumentos del mismo verbo, y eso lleva qui-
zás a una mayor posibilidad de que si el escritor hubiera elegido le y
no a usted la interpretación no sería correferencial con el alocutario,
como podrá ver el lector en los dos ejemplos que se transcriben:

[*fol. 1v]
Mi herm.o justo no escribe avd.
p.r q.e haciendolo yo lo ve escusado.
10. Sirbase manifestar esta al Exmõ
Sõr Brigadier Marquez p.r q.e asi me lo en-
carga Justo
247. Carta de Juan María Turreyro a Nicolás Herrera

[*fol. 1v]
Madre da avm las grasias tanbien por
10. suenpeño entero enserbirnos. Padre dice q.e el
no ase mas q.e pedir adios le de avm felicidad
i el gusto de bernos quanto antes reunidos
182. Carta de una prima a Cristóbal Salvañach

El verbo dar aparece no solo en el caso analizado sino también


en la línea 11 (Padre dice que él no hace más que pedir a Dios le
de a usted felicidad). De alguna manera las construcciones con dar
cuyo objeto directo es un sustantivo abstracto tienen objetos indirec-
tos experimentantes y los “hablantes” sienten quizás que el grado de
animación de le es menos evidente que el de usted.
En el siglo xix2 el cambio es muy marcado. De veinte marcaciones
de dativo con el pronombre usted se pasa a una, y de un 30% de du-
plicaciones se pasa a un 6.5%. Esto hace evidente que la preferencia
por a usted como expresión del objeto indirecto baja sensiblemente,
como se había mostrado que sucedía para usted sujeto explícito y, en
menor medida, ya que su uso es mucho más esporádico, con a usted
como expresión del objeto directo.

3-Tratamiento-3.indd 249 12/5/15 17:52:39


250 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

El único caso en el que hay una forma objeto indirecto con pro-
nombre tónico es con el verbo escribir, es decir, nuevamente un caso
en el que el objeto indirecto tiene un papel semántico de experimen-
tante o poseedor de un saber. Como se puede ver en el ejemplo si-
guiente, Juan Luis Blanes afirma que Mauricio Blanes, su tío, debe
tener en su haber sapiencial el viaje de sus sobrinos.

[*fol. 1r]
25. El primero del pasado mes
escribí á Vd dandole cuenta
de nuestro viage; me hará Vd
el servicio de avisarle a Da Cris=
=tina y a las muchachas [??]amas
30. que tambien á ellas les he escrito
131. Carta de Juan Luis Blanes a su tío Mauricio

Los casos de dativo con usted duplicado en el siglo xix2 pueden


tener la misma explicación que la vista para los del xix1. Dos de los
casos son con el verbo dar en la perífrasis léxica dar un abrazo (doc.
268, folio 1v, línea 8, y doc. 269, folio 1r, línea 19) y con el verbo es-
cribir en el que el dativo es correferencial con el sujeto de una subor-
dinada (Hara como 15, ó 20 dias, le escribi á V. pidiendole que me
hiziese el favor de colocar mas ---- cinco mil y dos cientas naranjas,
doc. 165, folio 1, líneas 13 a 15).
Mención especial merece el ejemplo restante del siglo xix2. En él,
el uso de a usted con el verbo decir es diferente de los ya analizados.
El verbo decir en este caso se usa metalingüísticamente en la acep-
ción de “nombrar”, más específicamente de “tratar”. El fragmento en
cuestión aparece en un texto referido anteriormente en el que un su-
puesto amante se dirige a un esposo, encumbrado militar y político,
para informarlo sobre su condición de engañado y realizarle algu-
nos reclamos. Luego de varios detalles sobre la relación del locutor
con la esposa del alocutario y de algunos reclamos, el escritor repara
en la necesidad de referir a lo inadecuado de la selección de formas
de tratamiento-t para una persona que por su condición social debería
recibir formas-v. En ese momento es que decide aparentar reparar la
ofensa diciendo disculpe, cornudo, que le diga de vos a usted, usando

3-Tratamiento-3.indd 250 12/5/15 17:52:39


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 251
esa reparación como pretexto para remarcar que está por encima de
su alocutario. Con esta frase deja en claro la inversión de roles y que
lo que debiera ser una relación de –P es en realidad una relación +P,
por el poder que le da al amante la posesión de la mujer de Santos.
En síntesis, las formas-t de objeto indirecto no presentan peculia-
ridades que merezcan destaque en ninguno de los dos períodos estu-
diados. La forma-v, en el caso de usted explícito presenta un compor-
tamiento similar a lo visto para el sujeto y el objeto directo. Decrece
a medida que avanza el siglo y sus usos se relacionan sobre todo con
la necesidad de relevar el carácter humano del alocutario, lo que en
algunas ocasiones se puede ligar a la cortesía.
En lo que hace en general a los casos de objeto no hay ninguna
ocurrencia de una forma-t que sea manifestación del paradigma vo-
seante, por lo tanto, si alguna vez coexistió el trato-t vehiculizado
mediante formas voseantes objetivas, eso sucedió, como establece la
bibliografía, antes del período estudiado.36

El tratamiento voseante en su contexto social

Este apartado complementa el llamado Ámbitos de empleo de las


formas-t y de las formas-v. Se realiza aquí el análisis global de los
textos, enfocado exclusivamente en los textos voseantes, es decir,
los textos en los que aparece por lo menos una manifestación vo-
seante, y se los correlaciona con las características de quienes los
escribieron. En segundo lugar, se sintetiza el análisis realizado en
textos literarios y de prensa con el objetivo de recuperar las condicio-
nes sociales que rodean los usos de las formas de tratamiento vosean-
tes. Finalmente, se resumen el resultado obtenido de la consulta a
otras fuentes, textos escolares y traducciones, que permiten inferir ac-
titudes con respecto a las formas de tratamiento en la época estudiada.
Revisemos brevemente parte de lo que ya sabemos sobre las for-
mas alocutivas voseantes en el siglo xix:

36
El análisis de los pronombres posesivos puede consultarse en Bertolotti (2011a,
Capítulo 8).

3-Tratamiento-3.indd 251 12/5/15 17:52:39


252 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

a. Existían formas-t con manifestaciones tuteantes y voseantes, y


formas-v con manifestación de usted. A lo largo del siglo el nú-
mero de formas-t crece por la extensión de sus ámbitos de uso
a expensas de las formas-v, y las formas voseantes van aumen-
tando su frecuencia.
b. El sujeto vos se presenta esporádicamente y en combinación
tanto con flexiones verbales ambiguas como con verbos tutean-
tes y con verbos voseantes. Las formas de sujeto vos crecen
tanto en ocurrencias como proporcionalmente con respecto a tú
en el segundo período estudiado.
c. El verbo voseante se presenta solamente en imperativo en el
primer período y en imperativo y en presente y pasado simple
del indicativo en el segundo.
d. Hay voseo en los términos de preposición y de comparación
en ambos períodos. Es en esta posición sintáctica en la cual se
presenta un mayor crecimiento del voseo. El crecimiento de los
pronombres término supera proporcionalmente al del verbo, el
que, a su vez, supera al del sujeto.
e. No hay voseo ni en el caso de los pronombres objeto ni en los
posesivos. Se expresan por formas etimológicamente tuteantes.
f. El voseo en cualquiera de sus manifestaciones se registra prefe-
rentemente en los “hablantes” semicultos y/o de contexto rural.
g. Los escritores que recurren al voseo se manifiestan como más
conservadores en cuanto al tratamiento en general, por ejemplo
tratan-v a familiares de una generación anterior.

Los textos y sus escritores

Se llama aquí texto voseante a aquel que presente por lo menos una
manifestación de voseo, como señalé. Sintetizo esta información en
el cuadro 27, en el se separan las cartas según la categoría en la que
se presenta el voseo. Si se presenta en más de una categoría, el nú-
mero de carta aparecerá repetido. Se señala con signo de interroga-
ción a aquellos cuya única identificación sea un acento gráfico o una
terminación en -stes, por las razones oportunamente explicadas. Una

3-Tratamiento-3.indd 252 12/5/15 17:52:39


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 253
información relevante, que no surge del cuadro, es que ninguno de
los textos es absolutamente voseante.

siglo xix1 siglo xix2

sujeto 195, 111 125, 163, 279


total 2 3

70, 92, 93, 124, 163, 171,


verbo 252, 253, 284, 180?, 226
173, 174, 261, 274, 279,
total 5 11

término 111 69, 70, 125, 255, 256, 279


total 1 6
Cuadro 27. Apariciones de voseo en las cartas de acuerdo
con la categoría

Este cuadro deja en evidencia que el número de textos voseantes


crece considerablemente entre el primero y el segundo de los perío-
dos estudiados. A modo de ejemplo, se señalan formas tuteantes y
voseantes en dos textos para dar una idea más clara al lector de la
manera en que se trataron los textos. El primer ejemplo es un texto
del siglo xix1, el segundo, uno del siglo xix2.

[*fol. 1]
1. /MiCaro amigo entriega las ajuntas a Sus titulos. la carta para
la cuñada del canonigo Vidal que sea en propia mano i con toda
la reserba pocible. Si ella te dice que contestara me la remiti-
ras asu tiempo a Gregorio Salado con el en Cargo que no corra
riesgo que vaya a caer en manos de mi S.a otro tanto aras con la
carta p.a la Ramonita
5. reserbandote de Agustin aci como deSu madre y Ermana p.a no
conprometerla: las de mas etriegalas Si estan patodos por que
nada dicen.
Aotra cosa amigo Carajo en las cha[n]sas de Tu paisano el pre-
cidente dela republica argentina Con que me queria goder el tal
[…] vaya ala perra que lo pario que espero en dios que no le ede
dar el gusto de que me Sacrifique asus miras inicuas
10. yo te escribire mas largamente mis cartas vendran amanos de

3-Tratamiento-3.indd 253 12/5/15 17:52:39


254 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

mitia Leonor con el Sovre para ella y su marido. da ami nombre


miles de gracias por Sus osequios a D.a Candelaria y toda la
familia luego que este mas deso Cupado les escivire atodos.
15. Escribele ami S.a y remitile Sus encargos as por conprarle
unos Sarcillos ocosa vonitas para ella
[*fol. 2]
1. as por verte con D Lucas yen tregarle la carta para el y Si el
cre conbiniene el presentar a el publico un manifiesto que se en
cargarge de aserlo y darlo ala pre[n]sa p.a esto podran Servir las
notas Guiogafricas que tienes en tupoder ; contesta detodo en
primera ocacion para esto yo te mandare una persona de con-
fiansa a lo de mitia Lionor
5. que alli avlases con el ime escribes. Se me adicho que el Gov.o
a puesto editales llamandome a que me presente p.a responder en
publico a cargos de alta traicion ; apicaros carajo si fuera como
ellos. Alta traicion fue lo que iso Alviar en el año 20 conplotar-
se con el Gen.l portug.s recibir del, dinero armas ymunicion.s y
trair la Guerra de desolacion y espanto sobre Su misma patria
Sovre esta patria dina de mejor Suerte
10. le avia echo figurar Sin mereserlo yle avia avrigado en su seno
; ultimam.te amigo carajo en los honbres Son mas malos que to-
dos los diablos pues Sin contra mi Se declaran deste modo que
Sera contra otros que les puedan por Sus luses y que los cono-
sen deserca aser mas tiros. Pero con migo que
[*fol. 3]
1. malam.te Se mandar Soldados, que mi o(c)jeto no Se a(es)ten-
dido aotra cosa que aser la Guerra alos enemigos Generales del
pais Si el que fuese esclavo delos portug.s aci como por las per-
vecidades de estos mismos honbres es un delito i sacar partido
delas mismas Sircunstancias (en) que nos vimos p.a asutienpo
restaurarle al pais Su Livertad
5. como en parte aSu sedido, caranba amigo es crimen de alta trai-
cion esto lo es tanbien el tener opinion en el pais que me vio na-
ser estan bien el mirarme oi Sin fortuna y trair sovre mi credito
que avaluado con lo q.e poseo no alcansa acuvrisrse : es crimen
tan bien el que una parte de la fuerza armada dela vanda oriental
y cidigo toda ella i asta las q.e forman el Ex.to Nacional me acla-
men para q.e les dirija en la presente Guerra p.r
10. que me creen con Su ficientes conocimientos p.a llevarla con
vuen Su Seso ; vayan aC[ar]ajo nada quiero de ellos mas vien
ire avibir en la oscuridad yno pasar por la degradacion de aler-
nar con honbres que solo llevan por norte sus fines particulares.

3-Tratamiento-3.indd 254 12/5/15 17:52:39


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 255
No olvides Saludar a el Dean Funes yen cargarlo de istruir aSu-
cre detodo pone una
15. carta ami nonbre del modo que acostunbras y as que Sedirijan
ami
[*fol. 4]
1. as por decirle a Jose Augusto que pida el dinero que quiera y
precise a Mariano Escalada donde tendra letra avierta y que no
se aflija yo estoi livre y ara por el cuanto pueda la Carta p.a
Mariano que te ajunto contiene un documento afavor del p.a que
tome todo loque guste ypase recibo.
5. 2 oras antes de ser preso Augusto me avia ablado como un ijo
puede
hablar aun padre aciendome Saber que deseava ligarse atu So-
vrina paulita de quien tenia Su consentimiento yo le aprove Su
determinacion y me encarge de ablarte ati y ala S.a y darles una
información delas vella Cualidades de este joven pero como tu
saves lo que
10. Su Sedio yo lo dejava p.a el dia Siguiente. Te lo aviso para tu
govierono yp.a Cunplir con los encarg.s del aquien reputo como
un ijo ymejor amigo. Si el llegase aser Suelto aslo ir adonde yo
me alle aste cargo lo que me ara falta i mas que todo Su conpa-
ñia amable para casarse ai tiempo.
15. A D.s amigo Cuenta ciempre con la eterna amistad de tu vuen
conpañero
F. Rivera
284. Carta de Fructuoso Rivera a su amigo
Julián Gregorio de Espinosa

[*fol. 1r]
1. Minas Ocbre. 12 de 1880
Por nuestro tio Ignacio, he sabido que
sacan ^del empleo^ a nuestro amigo Horacio Pereira; joven
merecedor de todo respecto, y Gefe sin tacha dela
5. oficina que esta á su cargo, hace una porcion
de años, y que creo que el Gobierno no tendra
queja de su comportacion en su cometido
del Recaudador dela Contribucion.
Te aseguro que este amigo no quizo
10. pertenecer á la Comision dela reunion delos
nacionalistas que tuvo lugar en este pueblo
como yó hize lo mismo.
Tio Ignacio me ha dicho que

3-Tratamiento-3.indd 255 12/5/15 17:52:39


256 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

me hiban á nombrar á mí, cosa que siento


15. mucho, y que si su destitucion es por mí no
acepto, y á mas no quiero que crea Pereira
que yó halla influido con voz ó con tio Ignacio
para que lo destituyan y lo remplasen con
migo.
20. Pereira es un amigo mio que me
ha dado prueba de amistad en mi desgracia
y creo voz no me tomaras á mal que yo me
esplique en este sentido con tigo.
Así es que aunque mi posesion
25. en este destino es tan tirante, que me veo y
me deseo para darles de comer á mis hijos
pero prefiero estar en esta circunstancias
antes que por mí á un amigo como este se
[*fol. 1v]
1. le saque el empleo.
Deseo de corazon hagas todo
empeño con el Presidente y demas minis-
tros para que no se le saque el empleo
5. á Horacio.
Si me quieres faborecer hasme
dar otro empleo, en cualquier otra reparti-
cion, que con los empleados que estan ocupado
no me liga que con Pereira.
10. Como sabes las conversaciones que
traira esta destitucion y nombramiento
mio, desearia me contestases, haber, si te he
pedido este ú otro empleo, para que Pereira
no crea que fuesen trabajos mios, con voz;
15. para obtener dicho empleo.
No dejes de contestarme á
esta que para mí sera un descargo por lo
que crea este amigo.
A: tio Ignacio cuando me ha
20. conversado de darme empleo, y cual me
convenia mas; le he contestado que sí salia
el viejo Castro, me gustaria la secretaria
ela yunta, ^por^ que con este Señor no me liga loque
con Horacio ,: Así es que deseo de corazon
25. ni lo deges remover del empleo á Horacio
que sera una satisfacción para mí, porque

3-Tratamiento-3.indd 256 12/5/15 17:52:39


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 257
no se cual sera el motivo de su destitucion.
Como no quiero que mi tio Ignacio
llegase a saber que te habia escrito en este
30. sentido, deseo este quede entre los dos, porque
sino tomaria por un desaire por el empe-
[*fol. 2r]
1. ño que toma por mí, pero voz comprendes
que hay cosas en la vida que aunque sea
con gran perjuicio de uno, tiene que mostrarse
el hombre con altura de corazon y hoy me en-
cuentro con Horacio en este caso.
5. Querido Joaquín: deseo me atiendas
a lo que te pido en esta, sera un servicio delos
muchos que he recibido de voz.
Ana la tuve bastante enferma
algo grave, pero ahora gracias á dios sigue mejor.
10. Le envia á Angelita un abrazo y
á las niñas unos vesso, y tu recibe el cariño
de ^tu^ primo hermano que te desea salud.
Lucas Requena Garcia {RUB}
125. Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena

En cuanto a los autores de las cartas en las que aparecen formas


voseantes, es posible afirmar que se trata en todos los casos de crio-
llos y que en la mayor parte de los casos pertenecen al ambiente ru-
ral. Esto se puede comprobar por el fechado y el contenido, además
de, por cierto, los datos biográficos que lo corroboran, se exceptúan
la carta 180?, la 69, la 279 y la 274 (cuyos autores se consignó como
urbanos). En oportunidad de las conclusiones se comentarían con
más detalle las tres cartas consideradas urbanas.

El contexto a través de las fuentes secundarias

Al comienzo de este capítulo, se planteó que se iba a trabajar con un


corpus epistolar como una fuente que aporta evidencia lo más directa
posible de la realidad lingüística. Se señaló asimismo que se com-
plementaría el análisis con fuentes secundarias que aportan una evi-
dencia que, aun mediada por una pretensión estética o ideológica de
los autores, consciente o inconsciente, provee datos sobre el contexto

3-Tratamiento-3.indd 257 12/5/15 17:52:39


258 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

comunicativo inmediato y sobre el contexto social no siempre recupe-


rables a través de las cartas. En otras palabras, en los cinco apartados
anteriores se analizó el corpus epistolar, es decir, aquellas escrituras
cercanas a textos-documento, en tanto que en este apartado el análisis
se concentra en textos-monumento, es decir, textos que por diferentes
circunstancias tienen una voluntad de trascendencia temporal.
Como ya mencioné, el tipo de datos que se toman de las fuentes
secundarias tiene sobre todo que ver con la distribución social, cultu-
ral y regional del fenómeno analizado.

La literatura del siglo xix1. Como ya se ha comentado, el primer pe-


ríodo analizado se inscribe en una época de frugalidad cultural. Entre
las escasas manifestaciones artísticas, se destaca la dramaturgia. De
corte básicamente neoclásico, se hace difícil considerarla directamen-
te como fuente de análisis de usos lingüísticos, como se hará con los
textos seleccionados para el segundo período, en el que el realismo
y el costumbrismo se imponen. Por esta razón se limitan el corpus
a dos obras dramáticas y algunos poemas seleccionados del conjunto
de la obra de Bartolomé Hidalgo (1788-1822) en los que aparecen
diálogos que permiten cierta indagación sobre el tema de esta obra.
Sin embargo, la primera manifestación voseante registrada en la
literatura se encuentra en un poema llamado Crítica jocosa, escrito
por José Prego de Oliver (1750-1814) en 1798, tres años después de
llegar a estos territorios como administrador y tesorero de la Real
Aduana. Este poemita es especialmente interesante ya que en su re-
producción facsimilar es posible ver cómo Prego de Oliver señala
en bastardillas aquellos términos del habla regional que le resultan
jocosos, inusuales. Esto nos data la existencia de algunos fenómenos
y la peculiaridad de estos para el oído de un español culto, como era
el caso del autor. En el ejemplo de debajo reproduzco el pasaje en
donde aparecen dos formas verbales voseantes en una frase marcadas
en el original con el recurso tipográfico mencionado.

El Sabio Rey D. Alfonso


Con tan rara exclamación
Se echó a entonar un responso

3-Tratamiento-3.indd 258 12/5/15 17:52:39


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 259
Mas le dijo Faraón
Calláte que sos un sonso.
José Prego de Oliver, “Crítica jocosa”, en Luciano Lira,
El parnaso oriental, tomo II, 1981, p. 268

En cuanto al teatro, la primera obra nacional estrenada fue La


lealtad más acendrada y Buenos Aires vengada (1808) del presbíte-
ro montevideano Juan Francisco Martínez. En ella se encuentran va-
rios personajes alegóricos que dialogan sobre la invasión de Buenos
Aires por parte de Inglaterra. Los personajes pueden dividirse según
adscripción en el conflicto bélico. Tenemos a Neptuno representando
a Inglaterra, a Marte representando a España, una Ninfa que repre-
senta a Buenos Aires, una Ninfa que representa a Montevideo. Inter-
vienen también en la obra un Oficial, un Gobernador, el Comercio,
los Hacendados y el Cabildo montevideanos. En esta obra, las formas
del paradigma de vos se presentan como una forma-v y es la forma
seleccionada para los diálogos entre el Oficial y el Gobernador con la
Ninfa Montevideo, con un vos antiguo. Este último destinatario es el
del siguiente ejemplo.

[…] Que a dos causas atendiendo,


Salvemos a Buenos Aires
Y a vos, Ninfa, os resguardemos; […]
Juan Francisco Martínez, La lealtad más acendrada
y Buenos Aires vengada, 1938 [1808], Capítulo 1, p. 15, línea 16

Los dioses, Marte y Neptuno son tuteantes recíprocos y tutean tam-


bién a la Ninfa Montevideo, como se puede ver en el ejemplo siguiente:

Y tú, Neptuno fatuo, dios de conchas,


Que a Júpiter ultrajas, y atrevido
Mi sagrado respeto profanando,
En esta selva te has introducido
A insultar a esta Ninfa, que es en ella
El objeto e imán de mis cariños:
Agradece no clave ahora en tu pecho
Esta lanza […]
Juan Francisco Martínez, La lealtad más acendrada
y Buenos Aires vengada, 1938 [1808], Capítulo 2, p. 31, líneas 19-26

3-Tratamiento-3.indd 259 12/5/15 17:52:39


260 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Es posible establecer como generalización que en el mundo divino


predomina el tratamiento tuteante y en el mundo humano en el que
no hay intimidad (se trata de instituciones que se relacionan entre sí
y con los dioses) predomina el tratamiento-v. La forma escogida para
el tratamiento-v es vos y su paradigma pronominal y verbal, lo cual
se explica en que este autor, dada su formación cultural debía estar
familiarizado con los usos de vos reverencial además de una proba-
ble voluntad estética atada al neoclasicismo. Esta elección del autor
de vos‑v podría ser sintomática de que los espectadores de su obra,
los cultos del momento, no estarían tan familiarizados con las formas
de vos de cercanía como para que su empleo hiciera que la obra se
volviera inconsistente dramáticamente o inverosímil.37
La segunda obra estrenada en Montevideo fue Sentimientos de un
patriota. Se trata de un unipersonal de Bartolomé Hidalgo. El monó-
logo está a cargo de un oficial y hay escasas instancias de tratamiento
singular. Cuando hay usos alocutivos singulares es para dirigirse a la
Patria con formas tuteantes, como se puede ver en el siguiente ejemplo:

¡Oh Patria! ¡oh Patria! ¿A tu sagrado nombre


Quién resistir podrá? ¿Quién indolente
Verá que los tiranos hoy tu seno
Rasgan atroces, manchan insolentes?
Bartolomé Hidalgo, Sentimientos de un patriota, 1938 [1816], p. 28

Cabe preguntarse qué opciones tenía Hidalgo. Podría haber optado


por tratar de usted a la Patria, pero esto quizás le resultara demasia-
do humano, cuando la Patria parece acercase a una entidad religiosa.
Hidalgo, que a diferencia de Martínez era de origen social humilde,
puede haber sentido que vos también podía interpretarse como vos-t.
El vos-t, identificado con lo rural y poco culto, no parece ser el caso
para el tratamiento a una entidad abstracta y cuyo significado había
sido recientemente importado como es el caso de la idea de Patria.38
Si hubiera elegido el vos-v como el presbítero Martínez, quizás esta-
37
Las excepciones a estas afirmaciones generales se discuten en Bertolotti
(2011a, apartado 9.2.1).
38
Ver Vallejos (1986: 14 y ss.).

3-Tratamiento-3.indd 260 12/5/15 17:52:39


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 261
ría apelando a una tradición discursiva propia de otros moldes. Podría
pensarse que el tratamiento tuteante elegido iguala a la Patria a otras
entidades invocadas en ausencia a través de tratamiento, como Dios
o personas cercanas ya fallecidas, lo que efectivamente he constatado
en la dramaturgia de la época.
Otra fuente literaria importante para el período es el Parnaso
oriental de Luciano Lira. Las obras allí incluidas se inscriben o bien
en la tradición más clásica de La lealtad más acendrada, o bien en
la que acabo de referir. Excepción a esto son los Diálogos patrióticos
del mismo Bartolomé Hidalgo.
En uno de ellos, el “Diálogo patriótico interesante, entre Jacinto
Chano, capataz de una estancia en las islas del Tordillo; y el gaucho
de la guardia del monte” anterior a 1821 (Lira, 1981 [1835-1837]:
225-238), ambos interlocutores se tratan de usted; sin embargo Cha-
no refiere en discurso directo unas órdenes que dio a un tal “Salva-
dor” a quien vosea, como se puede leer en el ejemplo siguiente:

CONTRERAS
Con que amigo! ¿Diaonde diablos
Sale? Meta el redomón
Desensille, votoalante…
Ah pingo que da calor!
CHANO
De las islas del Tordillo
Salí con este mancarrón;
Pero si es trabuco, Cristo!
¿Cómo está señó Ramon?
CONTRERAS
Lindamente, á su servicio…
¿Y se vino del tirón?
CHANO
Si, mi amigo; estaba de valde,
Y le dije á Salvador:
Andá, traéme el azulejo,
Apretamelé el chinchón
Porque voy a platicar
Con el paisano Ramón.
Bartolomé Hidalgo, Diálogo…, en Lira,
1981 [1835-1837], pp. 225-226

3-Tratamiento-3.indd 261 12/5/15 17:52:40


262 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

En el “Nuevo diálogo patriótico” (c. 1821 de acuerdo con Falção


Espalter, 1929: 138-141) se repite la misma situación. Chano y Con-
treras se tratan recíprocamente de usted pero cuando Chano da ór-
denes a un tercero, seguramente un peón o un hijo, cambia al voseo,
como se puede ver en el ejemplo siguiente:
CHANO
¿Qué dice, amigo Ramón?
¿Qué andan haciendo por mi Pago
en el zaino parejero?
CONTRERAS
Amigo, lo ando variando,
Porque tiene que correr
Con el zebruno de Hilario.
CHANO
¡Qué me cuenta! Si es ansí,
Voy a poner ocho a cuatro
A favor de este bagual;
Mire, amigo, que es caballo
Que en la rompida no más
Ya se recostó al contrario
CONTRERAS
¿Y cómo jué desde el día
que estuvimos platicando?
CHANO
Con salú, pero sin yerba:
Desensille su caballo,
Tienda el apero y descanse.
Tomá este pingo, Mariano,
Y con el vayo amarillo
Caminá, y acollarálo.
¡Mire que de aquí a la Guardia
Hay un tirón temerario!
Bartolomé Hidalgo, “Nuevo diálogo…”, en Mario Falção Espalter,
El poeta uruguayo…, 1929 [c. 1821], p. 138

La literatura en el siglo xix2. En este período las fuentes literarias


son mucho más abundantes, por lo cual lo que presento es una selec-
ción en la que se privilegiaron autores cuyo transcurso vital haya co-
incidido a grandes rasgos con el período siglo xix2 y textos que per-
mitieran establecer comparaciones razonables con el período anterior.

3-Tratamiento-3.indd 262 12/5/15 17:52:40


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 263
Uno de estos autores de fines de siglo es Santiago Dellegri, cos-
tumbrista, quien recoge su producción de la primera década del siglo
xx en Cuentos del arrabal, publicado por la casa editora La Semana
en Montevideo en 1910. En uno de esos cuentos, “Kaleidoscopio”,
tres personajes (por lo menos uno de ellos un canillita, es decir, un
joven o niño vendedor de diarios) interrumpen por un momento su
actividad para jugar. La esgrima verbal que se da durante ese descan-
so en la actividad es la reproducida por el autor. Todos los interlocu-
tores usan formas voseantes. Cito aquí un breve fragmento:

—¿Ché, “Begiguita”!… “Ranaa!” … a los cobres…


—Juego.
—¡Cómo te va!…
—Bueno, rápido, largá el cajón.
—¡Urtimo!
—¡Penúrtimo!…
—Vamos aquí en la “pasiva”, que puedo mirar los diarios.
—Donde quieras…salí “Piojito” que te vi’a casar…
—Me parece que te olvidaste la trampa.
—Ayer me fenduquiaste feo, pero hoy te afano.
—Si podés…yevame a la gahucha.
—Guardá los quintos, que te vas a ligar …“la grande”.
—Salió en “La Razón” esta tarde.
—Tené cuidado, ché; porque “Begiga” tiene ganas…
—De largar el vento.
—De dejarte la staca más limpia que zapato e charol lustrao.
No tiene…“Nubian”, pa pasarle al taco…mayá, pegadit’al muro como
escupida en el suelo… voy a la “cara”…
—Que la tenés sucia.
—Me vas a prestar tu jabón…marca julepe.
—Una “cruz”.
—Pal entierro e tu viyuya…dos “caras” …m’están mirando.
—¡Claro!…porque sos simpático.
—Por lo pronto empezaron a darme corte.
—Ojo con el esquinazo.
—Cierto, que a lo mejor te largan vendiendo boletines.
—O como cuete en día de fiesta patria.
—No se aflijan que siempre fui muy buena piedra pal filo…tirá
“Rana”… buenos, ahora vos, “Piojito” …ayá voy yo…¿no te dije?
Contra la paré.

3-Tratamiento-3.indd 263 12/5/15 17:52:40


264 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

—Largá…¿a qué vas?


—Esta vez contra la “cara”…¡vaa!…fijate; tres “cruces..pa un padre-
nuestro.
—Habías tenido más suerte que “estrato” de “lotería”.
—Mirá qu’el angurriento suele morir cursiento.
—Raite vos d’esas cosa y dejame dir embuchando.
—Que vas a’cabar lanzando…tirá más alto, que sos muy liendre.
—“Cruz”!… diablo, que voy pa misa.
—¡Otra vez sos ganador!
—Andá sacando la …filiación.
—Qué tenés muy buena fisonomía.
—Si querés te doy la fotografía por un atao de cigarriyos.
—¿Farriolo?
—Algo mejor, che…de a rial, como fuman los manates.
—¡Había sido fino el periodista!
—De veras, como guant’e cabritilla…¡nada menos que de a rial!…
Santiago Dellegri, “Kaleidoscopio” [1910],
en Antonio Ferrán, Crónicas de La mala vida en el 900, 2007, p. 34

Es interesante comparar el texto anterior con este otro, Chamamé,


de Javier de Viana, en el que también hay jugadores que dialogan en-
tre sí39 en una circunstancia de juego no tan casual como parece ser
la anterior. Los interlocutores parecen ser adultos y se tratan de usted
entre sí. Uno de ellos, sin embargo, que apela a lo que le solía decir
su padre, lo refiere en manifestaciones voseantes.

Patricio mezcló las cartas con arte, puso sobre la mesa el mazo y dijo
con áspera, imperativa voz:
—¡Corten, caballeros! …¡Hay cien pesos de banca!…
Lo dijo con tal energía, que osciló la luz de la vela, afanada en espar-
cir humildes claridades sobre el tapete verde.
Cortaron. El tallador volcó un tres y un rey.
—¡Copo al tres! —gritó uno de los jugadores; y con sus dedos negros,
temblorosos de emoción, movió la carta elegida, haciéndola formar un
ángulo recto con la que dejaba al banquero. —Este esperó un instante,
la mano sobre el naipe, la mirada sobre la mano.
Su contrincante, impaciente, temiendo quizá que la demora fuese cal-

39
Javier de Viana (1868-1926) fue escritor, político y periodista. Este texto ve la
luz en Caras y caretas durante el exilio del autor en Buenos Aires. La mayor parte
de su narrativa es de ambiente rural (Campo (1896), Gaucha (1899) y Gurí (1901)).

3-Tratamiento-3.indd 264 12/5/15 17:52:40


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 265
culada, para distraer su atención, y armar el pastel a gusto”, tornó a
decir— ¡Copo!…¡y dése güelta”…
El tallador sonreía.
—Me han dejado el ancho, —murmuró—. El finao mi padre, —que
Dios lo tenga en su santa gloria—, me solía decir: “Si querés conser-
var la salú, tomá solamente agua e manantial; si querés vivir tranqui-
lo, sin quebraderos de cabeza, no tengás nunca ni mujer ni caballo
propio, y si querés ganar al monte, apuntale siempre al rey, ¡qu’es el
que tiene más panza, y la panza es gobierno!…¿Me doy güelta?
—¡Dése güelta?
—Allá va.
Javier de Viana [1913] “Chamamé”, en Antonio Ferrán,
Crónicas de La mala vida en el 900, 2007, p. 56

Un tercer autor, perteneciente a la misma generación que el an-


terior, o sea a la misma que los “hablantes” del siglo xix2, es Pedro
Figari (1861-1938), abogado, pintor, escritor. En uno de sus cuentos,
“En capilla”, Figari relata las horas previas a la muerte de tres reos
condenados por haber asesinado a un pulpero, a su familia y a un
empleado de la pulpería. El análisis de las formas de tratamiento pro-
nominales y verbales usadas en este cuento nos muestran el uso de
usted entre el juez y los reos, como forma de dirigirse por uno de los
reos a su madre y como expresión genérica —mire usted no se dirige
a nadie en particular y contrasta con el mirá, che, de unas líneas más
abajo dirigido directamente al alocutario.

Cuando se leyó la sentencia, se miraron, y el más osado y ladino, Can-


delario Quinedo, se puso de pie, y exclamó con su vozarrón másculo:
—¡Esto es una injusticia!
—Explíquese, —dijo el magistrado, hombre de edad y grave, que,
al castigar duro, creía cumplir su función de saneamiento social con
indiscutible eficacia.
—Claro, —repuso Candelario, — si a nosotros se nos aplica la pena
de muerte: ¿qué pena van a aplicarle a Martín Adérez, que es el que
nos convidó, y el que jugó más con la faca? ¿Más claro quiere?
¡Échele agua!
El magistrado, en tono severo, dijo:
—Por ahora se trata de la pena que les corresponde a Uds.; y oportu-
namente se resolverá respecto al otro, el cual no ha sido juzgado aún.
Pedro Figari, “En capilla” [c. 1927], Cuentos, 1965, p. 22

3-Tratamiento-3.indd 265 12/5/15 17:52:40


266 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Se abrió la puerta y entró una viejecita; miró a los sentenciados, y


abriendo los brazos se dirigió a Bañizas, exclamando:
—¡Hijo mío!
—Ud. es mi madre, mama! —contestó Bañizas dejando el acordeón
para abrazar a la viejecita.
Quedaron un momento abrazados en silencio, y Bañizas, desprendién-
dose, dijo:
—No se aflija, mama; ya no hay remedio. ¡Qué se le va a hacer!
La viejecita, reprimiendo un sollozo, dijo:
—¡Cómo has podido, hijo, cometer una acción tan mala!
—Qué quiere, mi vieja —contestó Bañizas—, me convidaron…
—¡Y no fuiste capaz de resistir, hijo!
—Deje nomás, mama —repuso Bañizas —yo pagaré; y moriré como
valiente.
—Eso está bien, —balbuceó la viejecita—. Ya que tuviste la debili-
dad de faltar, tené la fuerza de hacer frente al castigo, con honor.
—No hay cuidado, repuso Bañizas.

A no haber sido por el penado Ciriaco Péñula, que tomó a lo trágico


su situación y trataba de ponerse bien con el capellán, se habría dicho
que aquella era una reunión de amigos, dado que se tocaba la guitarra
y el acordeón, y se decían chistes. Péñula, no obstante tales sugestio-
nes de los camaradas en fiesta, se hallaba sumamente emocionado, y
a cada rato exclamaba:
—Para qué me habré metido! ¡Mire Ud. adónde viene uno a parar!
—A la misma cafúa— dijo Andrés Bañizas, —que tocaba el acordeón,
y de aquí junto al gringo Capoana: ¡mirá, che, cómo te va a recibir!
El gringo Capoana era el pulpero a quien dieron muerte en primer
término.
Pedro Figari, “En capilla” [c. 1927], Cuentos, 1965, p. 25

Para el tratamiento-t las formas que se presentan son voseantes.


Las únicas expresiones tuteantes se registran en boca del sacristán
cuando este dialoga con uno de los presos, un uso claramente ocupa-
cional y que se compadece, seguramente, con el origen no-criollo de
la mayor parte de los religiosos de la época. A continuación transcri-
bo uno de los fragmentos en los que reo y sacristán dialogan:

—Padre, — decía Péñula, hecho un zanguango—, ¿ud cree que nos


vamos a enfrentar de verdad con el italiano [el hombre asesinado]?

3-Tratamiento-3.indd 266 12/5/15 17:52:40


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 267
—Ora, hijo; — contestó el capellán—, arrepiéntete, y Dios te per-
donará.
—¿Ud. cree, padre, que me perdonará?
—Si limpias tu conciencia, sí.
—¡Y cómo se limpia, diga, padre!
Pedro Figari, “En capilla” [c. 1927], Cuentos, 1965, p. 24

En el tratamiento entre sí los reos alternan entre ustedeo y voseo.


El tuteo, evidentemente, no era cosa de duros, y solo cabía entre
hombres en relaciones filiales o pedagógicas, como se acaba de se-
ñalar y como se mostrará al analizar los libros de texto escolares de
la época.
Bañizas, el que está dispuesto a asumir la pena por su crimen, le
dice a Péñula cuando está hablando con el cura:

—¡No sea maula! —dijo Bañizas—. Aguante el corcovo, ya que se


ha metido a jinete. ¡Sea hombre, pues!
Pedro Figari, “En capilla” [c. 1927], Cuentos, 1965, p. 24

Quizás el empleo de usted de Bañizas se deba también a la necesi-


dad de tomar distancia de la actitud de Péñula, a su juicio poco viril.
Los casos de aparición de voseo se dan, como se vio arriba, cuan-
do Bañizas habla con su madre y en el diálogo entre Péñula, el que
teme su muerte, y Candelario, el de la voz máscula, cuando van ca-
mino a ser ejecutados:

—Rece por mí, padre, —dijo Péñula—, yo no sé rezar… ni leer… ni


escribir…
—No te aflijás, —interrumpió Candelario—, ya te va a enseñar todo
eso a un tiempo el gringo Capoano [el asesinado]. Poco después agre-
gó: —¡Qué habías sido flojo, ni parecés criollo! ¡Si hasta da ver-
güenza verte así!…
—¡Rece, rece! —inisitía Péñula, al ver que se aproximaba el momen-
to de la ejecución.
—Pucha que sos porfiado, —exclamó Candelario, despectivamente—,
si es al ñudo que le saqués40 el cuerpo a la jeringa; ya verás vos!
Pedro Figari, “En capilla” [c. 1927], Cuentos, 1965, p. 24

40
Note el lector esta forma tónica, no encontrada en el corpus epistolar.

3-Tratamiento-3.indd 267 12/5/15 17:52:40


268 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

En cuanto a la dramaturgia de la época, se sigue aquí básicamente


el análisis hecho por Moyna (1996), que utilizó como corpus obras
teatrales y letras de canciones. Me limité a revisar cinco obras de
Florencio Sánchez por el hecho de coincidir en su trayecto vital con
el período que he denominado siglo xix2 y haber vivido en este terri-
torio, aunque haya terminado sus días fuera de él.41 Las conclusio-
nes que surgen de mi análisis, de índole cualitativa, confirman las de
Moyna, que presenta además un análisis cuantitativo y usa variables
sociales más sutiles que las que he venido presentando en este traba-
jo. Sigo, de todas formas, su trabajo, por ser anterior al mío.
Moyna, quien se concentra principalmente en la alternancia entre
tuteo y voseo verbal, estima que su corpus le permite avanzar datos
sobre cuatro grupos sociales, a saber: la población rural, las clases
baja y media urbana, la clase alta urbana y los inmigrantes.
Ella encontró que el dialecto rural era bastante consistente con
patrones voseantes, con mayor preferencia en locutores masculinos.
Lo mismo concluye en cuanto a las clases baja y media urbanas. En
ambos casos los índices de frecuencias de flexiones verbales coinci-
den, básicamente, con los encontrados por mí, así como la llamativa
ausencia de -s final en el pretérito perfecto simple. Esto indica, in-
teresantemente, que en el estereotipo que supone la recreación lite-
raria de un grupo humano Sánchez no identificaba este rasgo como
parte del voseo.
En cuanto a la clase alta urbana, Moyna encuentra datos más con-
flictivos, que atribuye a la manipulación dramática de asociar las
formas voseantes a los personajes moral o socialmente decadentes
y de asociar a los “verdaderamente” de clase alta con formas tutean-
tes. Considera que de todas maneras se puede deducir de las obras
analizadas que el voseo estaba ingresando a esa clase social y que
ese ingreso venía de la mano de la generación más joven, en tanto
que la generación mayor retenía la forma tuteante más prestigiosa.

41
Canillita (1902), M’hijo el dotor (1903), La gringa (1904), Barranca abajo
(1905), En familia (1905).

3-Tratamiento-3.indd 268 12/5/15 17:52:40


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 269
El cuarto grupo que ella identifica, los inmigrantes,42 presenta
usos mezclados en la primera generación y se vuelca al voseo en la
segunda. Según Moyna, la primera generación se enfrenta a un siste-
ma de tratamientos extremadamente complejo. El proceso de simpli-
ficación lleva a que la siguiente generación repita la elección por el
voseo que fue la hecha por sus padres, ya que fue la variante con la
que tuvieron más contacto en el ambiente en el que se movían.
En síntesis, el análisis de fuentes literarias nos permite afirmar
que:

a. El voseo moderno en su forma y significado tiene una exten-


sión considerable como para que llame la atención a un recién
llegado a fines del siglo xviii.
b. El vos se decodifica como una forma-v en contextos solemnes
y en una estética neoclásica, y no parece usarse ya en la liter-
atura en el segundo período.
c. El voseo se presenta en cualquiera de los dos períodos entre
pares (=P) o como tratamiento de un superior a un inferior
(+P).
d. El voseo es usado por personajes rurales o urbanos de baja ex-
tracción social, en cualquiera de los dos períodos, a excepción
de lo expresado en b) y de los hablantes de clase alta más
jóvenes, de acuerdo con Moyna (1996).
e. El tuteo aparece reservado a situaciones ocupacionales magis-
teriales, como tratamiento-t preferido en la clase alta y como
forma de dirigirse a entidades abstractas.
f. El tratamiento de usted domina en las relaciones sociales de
menor o igual poder (S–P, S=P) tanto en el ámbito rural como
urbano y en las relaciones familiares de menos poder (F–P) en
el ámbito rural.

42
[…] by 1884 foreigners constituted 43% of the population of Montevideo, and
in 1889 they were 46% (Nahum 1993). The two main immigrant contingents came
from Italy (20% of the total population of Montevideo in 1884 and 22% in 1889)
and from Spain (13% and 15% of the total, for the two years considered, according
to Rodríguez Villamil and Sapriza 1982) (Moyna, 1996: 76).

3-Tratamiento-3.indd 269 12/5/15 17:52:40


270 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Como el lector habrá notado, este análisis es absolutamente con-


sistente con el realizado sobre el corpus epistolar, lo robustece y lo
enriquece. Por un lado, porque confirma las informaciones extraídas
del corpus, que se apoyaron en datos escasos. Por otro lado, porque
aporta datos sobre usos del voseo no presentes en el género epistolar,
como por ejemplo datos situacionales y datos sociales presentados en
el análisis de la narrativa, de la poesía y de la dramaturgia.
Esquematizando, quizás excesivamente, la realidad podríamos pen-
sar en la existencia de un sistema ideal vos–usted para el ámbito rural
y un sistema tú–usted para el ámbito urbano. Documenta el carácter
del voseo como versión rural del tuteo, un pasaje de Gaucha (1899)
de Javier de Viana. En el siguiente pasaje de declaración de amor, uno
de los personajes se cambia del tratamiento de usted al voseo en la ins-
tancia del primer piropo, pero el narrador, culto y urbano, retoma esto
como tuteo, aludiendo incluso al uso de un tú que nunca tuvo lugar.

Presa ella también de infinita languidez, de imperiosa necesidad de


afección, le alargó la rama cuyas pequeñísimas hojas temblaban todas
con el temblor de la mano que la sostenía.
—¿La quiere? —dijo.
Su voz temblaba como su brazo, y en el azul profundo, misterioso y
fascinante de sus ojos, había como un deseo de concluir de una vez,
de arrancar la confesión esperada y temida […]
El mozo había tomado la rama febrilmente, la sangre había afluido
a su faz, y la voz se había anudado en su garganta. Sólo después de
varios segundos pudo decir con voz trémula:
—Gracias.
[…]
—¿Es linda? —preguntó.
—Es linda, sí, muy linda; pero no tan linda como vos.
¡Pero no tan linda como vos! Era la primera galantería, y la prime-
ra vez que Lucio se atrevía a tutearla. Juana sintió que la sangre le
quemaba las mejillas, que el corazón le saltaba dentro del pecho, y
sin responder palabra, dio la espalda y siguió andando. Aquel tú, que
por primera vez volvía a resonar en sus oídos como el acorde de una
melodía ya casi olvidada, fue una punzada en su alma, toda inocencia
y toda ingenuidad, y su alma se estremeció como el pájaro que oye el
resonar de un tiro en el interior de la selva.
Javier de Viana, Gaucha, 1956, p. 91

3-Tratamiento-3.indd 270 12/5/15 17:52:40


diacronía de verbos y pronombres alocutivos en uruguay 271
La prensa, traducciones y textos escolares. El empleo de estas
fuentes, resultó, como el de las fuentes literarias, fructífero. Por razo-
nes de pertinencia y de espacio se realizan algunos señalamientos y
remito al lector interesado a Bertolotti (2011a, apartados 9.2. y 9.3).
La prensa del siglo xix1 presenta un sistema en el que el ámbito de
tratamiento-t está vehiculizado por el paradigma de tú y el ámbito
de tratamiento-v está vehiculizado por el paradigma de usted y por el
paradigma etimológico de vos con clara marca diafásica.
La prensa del siglo xix2 confirmó la existencia de la tríada vos-tú-
usted. No se registraron usos-v del paradigma de vos. Las manifesta-
ciones tuteantes aparecen en poesías y en textos de carácter magis-
terial. Las manifestaciones voseantes aparecen en reproducciones de
diálogos en medio de cuentos, del tipo de las ya vistas al analizar la
literatura. Las formas de usted y su paradigma se presentan en cuen-
tos y en cartas de los lectores en las que el molde genérico impone la
selección del tratamiento.
De acuerdo con este somero estudio de la prensa de la época, es
posible afirmar que en las relaciones familiares predominan las for-
mas-t en tanto que en las relaciones sociales de igualdad y de me-
nor poder (S=P y S–P) predominan la formas-v. Estas se vehiculizan
a través de usted y su paradigma. En las relaciones de mayor poder
(S+P) se puede encontrar que el locutor trata a su alocutario –P con
las tres formas: tú, vos y usted. En la selección de usted predomina el
sexo sobre la ocupación, y los locutores femeninos seleccionan usted
para sus alocutarios masculinos independientemente de su rol social,
a excepción de sirvientes más jóvenes que la locutora. La aparición
de la forma vos se ve favorecida por la menor edad del alocutario,
por menor estatus social y por el origen geográfico rural del locutor,
así como en situaciones de agresión al interlocutor, aunque estas cir-
cunstancias (condición social o geográfica y situaciones de agresión)
suelen aparecer unidas cuando se da una forma voseante.
En cuanto a las otras fuentes consultadas, traducciones y textos
escolares, es necesario tener en cuenta que recién a fines del siglo
xix es posible pensar en la existencia de un proceso de estandariza-
ción. Este fue consecuencia indirecta, seguramente, de los esfuerzos

3-Tratamiento-3.indd 271 12/5/15 17:52:40


272 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

de implementación de la educación básica, lo cual supuso, entre otras


cosas, la selección de una norma para la literatura escolar y de una
norma para la producción editorial nacional. El conjunto de datos
presentados nos permite afirmar que la norma estándar prefería el tu-
teo sobre el voseo.
Este apartado confirma el análisis previamente realizado, enrique-
ciéndolo en cuanto a aspectos sociales y de actitudes conscientes o
inconscientes. Permite proponer, esquematizando un poco, la exis-
tencia de dos tendencias:
a) un sistema vos–usted para el ámbito rural,
b) un sistema tú–usted, para el ámbito urbano.
Este último devendrá triádico por la fusión entre ambos ámbitos,
esto es, por la llegada de lo rural a la ciudad como consecuencia de
la migración a la ciudad de los expulsados por la modernización del
campo a fines de siglo, explicada en el apartado El entorno histórico,
social y cultural, más arriba. En lo rural, la presencia de tú se debe
asociar a la presencia de hablantes urbanos, y a fines de siglo se di-
fundirá con la expansión de la educación.
Es posible confirmar entonces que la actual gradación vos–tú–
usted, en la cual vos ocupa el lugar de la menor consideración social
y familiar, comenzaba a instalarse.

3-Tratamiento-3.indd 272 12/5/15 17:52:40


conclusiones
Y consideraciones finales

Cierro esta parte poniendo en relación el estudio presentado con los


capítulos anteriores. Este estudio describe los cambios en el sistema
alocutivo singular durante el siglo xix, relacionándolos con factores
lingüísticos internos como con factores externos de índole histórica,
cultural y social. La dilucidación de estos últimos prueba que la his-
toria del español en el Uruguay comienza antes del establecimiento
formal de los europeos en la región y que no puede ser pensada sino
en clave regional y multiétnica, a diferencia de lo señalado hasta el
momento.
El supuesto de que una parte sustancial de la población ya es ame-
ricana —por su origen autóctono o por tener un padre o, preferen-
temente, una madre indígena— permite comprender que los hábi-
tos lingüísticos sean el resultado del contacto del español adoptado
o adaptado localmente, hablado por las poblaciones ya existentes en
la zona con las variedades del español provenientes de España en el
siglo xviii.
Esta manera de analizar la llegada del español a la zona, se com-
plementa, al analizar los factores lingüísticos internos, con el punto
en el que se encontraba el sistema alocutivo en los siglos xvi y xvii
(un sistema triádico en el que vos ocupaba un lugar intermedio entre
tú y usted). Este sistema y las características sociales del contacto
permiten entender el grado de extensión del voseo en América, su
distribución social y regional así como el alto grado de variación.
El hecho de que su primera expansión se haya dado con poblacio-
nes que luego quedarán marginadas social y geográficamente permite
comprender que sea esta su distribución social y geográfica actual.
La identificación del voseo con estas poblaciones explica su frecuen-
te estigmatización, aun en zonas donde, como en Uruguay, forma
parte de la norma de los hablantes cultos.

273

4-Conclusiones.indd 273 12/5/15 17:58:40


274 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Tanto el estudio sobre Uruguay como los estudios sobre otros paí-
ses americanos reafirman el hecho ya conocido de que a medida que
la urbanización y la modernización avanzan, los contextos de uso de
formas-t crecen en detrimento de los contextos de uso de las formas-v.
En el período bajo estudio el crecimiento de las formas tuteantes
se da en la clase alta urbana y el crecimiento del voseo se registra
sobre todo en textos de semicultos y de “hablantes” de origen rural.
Por otra parte, la misma generación en similares situaciones (S o F)
a la hora de la selección de formas-t o de formas-v se muestra como
más conservadora en contextos rurales.
La no aparición de formas voseantes en urbanos cultos no signifi-
ca, necesariamente, que no las usaran. Como ya hemos comentado,
la tradición discursiva epistolar impone las formas tuteantes por so-
bre las voseantes. La distinción de Koch (1997, citado en Kabatek,
2008) entre norma de la lengua como adquirida y norma discursiva
como aprendida permite entender por qué los semicultos (los que no
han aprendido que la tradición epistolar es tuteante) son los que evi-
dencian con más frecuencia formas voseantes.
El estudio presentado en esta tercera parte permite comprender la
presencia del voseo en el sistema actual y el lugar que ocupa en el
actual sistema alocutivo triádico. Permite entender que los procesos
de estandarización recién comenzaron a fines del siglo xix, con pos-
terioridad a la llegada de hablantes “modernos”, esto es, hispanoha-
blantes con un sistema alocutivo diádico: tú y usted. Esto explica que
el vos y sus usos asociados no hayan sido considerados en estos pro-
cesos de estandarización, sino, en todo caso, excluidos. Su alta varia-
bilidad en otras zonas hispanohablantes americanas podría explicarse
también por esas mismas razones.
El voseo, sin embargo, se extiende socialmente, a diferencia de
lo que sucede en otras zonas dialectales americanas. En este estudio
vemos los comienzos de este proceso de difusión a otros estratos so-
ciales. Como he señalado en Bertolotti (2011a), los contingentes mi-
gratorios de fines del siglo xix tomarán contacto con las poblaciones
rurales y de los estratos más bajos, usuarios del voseo. La ascensión
social y la incorporación de los inmigrantes a los estratos altos de la

4-Conclusiones.indd 274 12/5/15 17:58:40


conclusiones y consideraciones finales 275
sociedad en la región rioplatense fue rápida, dado que se trata de una
sociedad poco estamental, como era no estamental la población au-
tóctona originaria. El ingreso del voseo a la lengua estándar se expli-
ca en la incorporación de estas formas al habla de las clases medias
y superiores, que se constituyen, por lo menos en Montevideo, a par-
tir del ascenso social de esas poblaciones originalmente inmigrantes.
Estas toman contacto a fines del siglo xix con las poblaciones rurales
migradas también a la ciudad como consecuencia de la moderniza-
ción de las estancias, que supuso menor cantidad de mano de obra y
expulsó la población rural a la ciudad. En el panorama esbozado para
América, algunas de las otras zonas que presentan un voseo extendi-
do y estándar tienen una historia social en muchos puntos coinciden-
te, como Costa Rica o la zona antioqueña en Colombia.
En términos labovianos, se puede afirmar que la difusión del vo-
seo fue un cambio de abajo arriba y de prestigio encubierto (Labov,
1968; 1983: 229-233). Por otra parte, en este trabajo se comprueba
que, a diferencia de lo sostenido hasta la fecha, las formas voseantes
estuvieron siempre presentes en el territorio oriental con una consi-
derable extensión, tal como lo estuvieron en la ahora Argentina.
Fontanella de Weinberg (1989a) data el voseo “generalizado” en
Buenos Aires en el siglo xix. Esto es más tardío en Uruguay; el pro-
ceso más lento de avance seguramente se explique en la escasa den-
sidad poblacional, que, como es sabido, disminuye el número de con-
tactos entre individuos y por lo tanto la rapidez de la posible difusión
de un cambio (Bloomfield, 1933). Si aceptamos que casi todos los
cambios se difunden mediante la conversación cara a cara entre indi-
viduos (Penny, 2004: 73), la menor cantidad de individuos, y por tan-
to, la menor cantidad de interacciones, hará los cambios más lentos.
En el siglo xx, otro elemento que seguramente haya enlentecido
la difusión del voseo en los estratos más educados es la cuestión de la
identidad que se define con respecto a Buenos Aires, aceptándolo
como centro difusor de novedades pero rechazando la posibilidad
de una identificación total que llevaría a los uruguayos a perder una
identidad propia (Bertolotti, 2011a; Bertolotti y Coll, 2006; Bertolotti
y Coll, 2003; Elizaincín, Malcuori y Bertolotti, 1997).

4-Conclusiones.indd 275 12/5/15 17:58:40


276 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

En cuanto a la ruta intralingüística de expansión del voseo, a dife-


rencia de lo sostenido por Fontanella de Weinberg (1977: 236) para el
español de Buenos Aires, los datos sugieren que los primeros contex-
tos permeables al voseo pronominal son los de término (de preposi-
ción o de comparación) y no de sujeto. Estos datos deberían ser confir-
mados en corpus mayores que permitieran un tratamiento estadístico;
no obstante, la idea de que una forma estigmatizada ingrese por los
contextos menos visibles y no por los más visibles, como puede ser
el sujeto, es atractiva. Esta misma idea permitirá también expli-
car el mayor crecimiento de los verbos voseantes que el de pronom-
bres sujeto voseantes entre el primero y el segundo de los períodos
estudiados.
En cuanto a lo morfológico, las formas verbales con expresión
voseante no presentan evolución y muestran que en el período estu-
diado ya estaba configurada la situación actual con voseo exclusiva-
mente en el presente y el imperativo, y en forma menos clara en el
pretérito perfecto simple del indicativo. Esta flexión solo aparece con
terminación en -stes en el segundo período, sin evidencia de ser un
uso excluyentemente voseante.
En el ámbito pronominal de clíticos y posesivos es posible afirmar
que si alguna vez hubo trato-t vehiculizado a través de formas vo-
seantes objetivas, eso sucedió antes del período estudiado.
Las formas tuteantes no presentan peculiaridades en sus manifes-
taciones, más allá de sus ámbitos de uso.
El paradigma de usted, sin embargo, muestra diferencias en sus
diversas posiciones sintácticas durante el siglo estudiado. Esto se in-
terpreta como signos de mayor incorporación al sistema pronominal
a medida que avanza el siglo, en última instancia, como un avance en
el proceso de gramaticalización, idea que se desarrolla con mayor de-
talle en Bertolotti (2010b). El pasaje de vuestra merced a usted, una
etapa de ese proceso, es anterior al siglo xix.
La combinación de fuentes realizada en este trabajo arroja resul-
tados no desdeñables. El trabajo con textos epistolares proporciona
una cantidad de datos suficiente como para realizar algunas induc-
ciones controladas por los parámetros utilizados en la constitución

4-Conclusiones.indd 276 12/5/15 17:58:40


conclusiones y consideraciones finales 277
del corpus, lo cual no hubiera sido posible con fuentes exclusivamen-
te literarias. Permite, por otra parte, garantizar un uso “ingenuo” de
la lengua en la mayoría de los “hablantes”. Las fuentes secundarias
confirman los resultados que arrojan los datos del corpus y agregan
información no extraíble de las cartas, por ejemplo, con respecto a la
vitalidad y uso de las formas en cuestión en otras tradiciones discur-
sivas, o respecto a lo que sucede en situaciones S+P, no documenta-
ble a través de cartas. Las fuentes secundarias proporcionan, además,
aun en una exploración incipiente como la hecha en este estudio, da-
tos sobre actitudes y sobre procesos de estandarización, difícilmente
obtenibles a partir de los documentos epistolares de archivo.
Como todo estudio, este responde algunas preguntas, pero al mis-
mo tiempo genera otras nuevas, al tiempo que pone en evidencia la
necesidad de completar aspectos dejados de lado por los necesarios
recortes. Enumero alguna de las tareas pendientes.
En primer término, en el ámbito pronominal es necesario estudiar
el proceso de gramaticalización de vuestra merced en otros contextos
temporales, sociales y geográficos en comparación con las formas ya
integradas al paradigma (tú o vos) para confirmar la generalidad de
los datos aquí obtenidos, en primera instancia. Una vez firmes estas
ideas, se debería progresar en el estudio del comportamiento de otras
evoluciones romances, para pasar luego a otras personas del para-
digma pronominal. Es necesario también profundizar en las relacio-
nes entre voseo y tradiciones discursivas, especialmente, en algunas
expresiones regionales como la literatura rural y la literatura gau-
chesca.
En segundo término, y en el ámbito verbal, sería importante ana-
lizar si la correlación positiva entre la frecuencia de uso y la posi-
bilidad de distinción entre tuteo y voseo verbal se presenta con la
misma regularidad en otros corpus. Si así fuera, se deberían explorar
dos hipótesis: a) se recurre a formas distinguidoras en los contex-
tos más frecuentes, con lo cual, además, se estarían reproduciendo
las posibilidades de adopción de esas formas en progresión geomé-
trica; b) la marca de voseo se da preferentemente en presente de in-
dicativo y en imperativo porque la expansión se dio a través de la

4-Conclusiones.indd 277 12/5/15 17:58:40


278 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

conversación cotidiana y de intercambios sobre cuestiones inmedia-


tas y más urgentes.
Otro punto pendiente de profundización es la coocurrencia de las
formas de sujeto explícito con verbos del tipo semántico de saber
(conocer, comprender, etc.), que en un uso no pleno desencadena la
presuposición de verdad del contenido de la completiva. Sería intere-
sante considerarlo como un proceso de subjetivización.
En tercer término, es necesario poner en relación los datos obte-
nidos con las formas nominales de sus contextos, con la finalidad
de aportar información sobre la evolución de las formas nominales y
enriquecer el análisis de las pronominales por la obvia relación sin-
tagmática entre todas ellas.

Conclusiones finales

Este estudio presenta la variación histórica y dialectal de las formas


de tratamiento pronominal y verbal en el español americano y la ne-
cesidad de acudir a diversas disciplinas de la lingüística para su com-
prensión cabal. Explica el juego de complejas variantes históricas,
sociales y culturales, así como también de lingüística interna, que
condicionaron y condicionan la distribución de los variados paradig-
mas gramaticales alocutivos en la historia y el presente del español
en América.
La revisión crítica de la bibliografía presentada en la segunda parte
y el análisis realizado en la tercera parte de esta obra evidencian que
el cambio en el significado de la forma vos es de factura americana.
Probado que en la época de la llegada del español a América vos no
tenía un valor de cercanía, confianza, intimidad como el actual, la
acuñación de este significado tiene que ser americana.
En cuanto a las formas efectivamente usadas, se propuso aquí que
los hablantes que llegaban a América en los siglos xvi y xvii reservan
vuestra merced > usted para un sector social específico, y tú para la
intimidad familiar o para relaciones no familiares de gran cercanía
(preferentemente entre personas que se conocieran desde la infancia).

4-Conclusiones.indd 278 12/5/15 17:58:41


conclusiones y consideraciones finales 279
De ser así, el vos habría estado reservado para situaciones de poca
cercanía, de comunicación entre hablantes de estratos medios y ba-
jos. Quienes oyeron el español por primera vez escasamente podrían
haber escuchado tú o haber sido tratados de vuestra merced > usted.
Esta interpretación da un lugar destacado a los pobladores autóctonos
de América que adoptan el español como medio de comunicación.
El entender la presencia del voseo como un desarrollo americano
al que se superpone el tuteo lleva a preguntarnos si el haber conser-
vado el voseo es un rasgo innovador o un rasgo conservador, lo cual
lleva al tópico del español de América como conservador o innova-
dor. En sentido estricto, todos los cambios son por definición innova-
ciones en la medida en que identifican un estado de lengua distinto
del anterior. En este entendido, solo podríamos ver en el español de
América rasgos conservadores si no hubiera habido cambios en algún
aspecto o fenómeno lingüístico. El mero hecho de la existencia de un
valor diferente de vos del que tuvo en estados anteriores del español
solo puede leerse como un fenómeno nuevo.
El valor del tuteo en el siglo xviii también era distinto al del que
tenía en los siglos xvi y xvii, ya que había expandido sus ámbitos de
uso. La competencia que se da en los siglos xviii y xix en América no
es entre una forma conservadora y una forma innovadora, sino entre
dos formas innovadoras, cada una de ellas preferentemente asociada a
grupos sociales que, exagerando las diferencias, podemos polarizar en:

voseo tuteo

Indios/criollos americanos Europeos


Rurales Urbanos
Semicultos Cultos

Cuadro 28. Variables histórico-sociales de voseo y tuteo

Por otra parte, esta interpretación reafirma la pertinencia de la


consideración de la historia del español americano en clave regional
y no nacional, por lo menos hasta entrado el siglo xix. Para el tema
que nos ocupa, resulta bastante obvio cómo el sistema uruguayo se

4-Conclusiones.indd 279 12/5/15 17:58:41


280 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

integra mejor con la zona de Buenos Aires, con la que comparte una
historia política, económica y cultural común, que con un sistema
irradiado desde Perú, en el que se integran de diversas maneras Boli-
via, Salta o Tucumán.
Los análisis realizados muestran también la relevancia metodoló-
gica y teórica de la complementación de diversos tipos de fuentes
de datos. Así como el uso casi exclusivo de fuentes literarias y de
cronistas llevó a interpretaciones, a mi juicio, erradas, también el uso
exclusivo de fuentes de archivo puede dar un recorte excesivo de la
realidad, por lo menos para fenómenos regulados por variables tan
complejas como los estudiados en este libro. De aquí que valga el es-
fuerzo de complementación de diversas tradiciones discursivas para
obtener conclusiones más robustas.
Por fin, deseo señalar que quizás se encuentre en miradas como
la que aquí se ofrece, que incluye a las poblaciones autóctonas no
solo como hablantes de sus lenguas originarias sino también como
hablantes de español, una de las claves para comprender la confor-
mación del español americano.
Este trabajo hace evidente, una vez más, la urgente necesidad de
reconstruir la historia de las formas alocutivas gramaticales plurales
en América, en especial, la historia de vosotros, que echará luz, indi-
rectamente, sobre le historia del voseo.
Espero que aliente a otros investigadores a contraponer lo expues-
to aquí con la evidencia de otras variedades del español, sobre todo
en América, que nos permita avanzar en el camino de la historia lin-
güística comparada y en la historia y presente del español.

4-Conclusiones.indd 280 12/5/15 17:58:41


México
Cuba

Honduras
Guatemala
Nicaragua
Costa Rica
Venezuela

Colombia

Ecuador

Perú

Bolivia

Paraguay
Chile

Argentina

Uruguay

Sin marcación social,


predominantemente

Con marcación social,


predominantemente

El voseo en Hispanoamérica

281

4-Conclusiones.indd 281 12/5/15 17:58:49


4-Conclusiones.indd 282 12/5/15 17:58:49
BIBLIOGRAFÍA

Obras referidas

Academia Mexicana de la Lengua (2010), Diccionario de mexicanismos,


México, Siglo XXI Editores.
Adam, Jean Michel (1992), Les textes: types et prototypes, París, Nathan
Éditions.
Albor, Hugo R. (2001), “Su merced is growing old”, Hesperia. Anuario de
Filología Hispánica, 4, pp. 5-14.
Alonso, Amado (1930), “Las abreviaciones de señor, señora en fórmulas
de tratamiento”, en Aurelio Espinosa (ed.), Estudios sobre el español
de Nuevo México, tomo I, Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires,
pp. 415-430.
Álvarez, Laura y Virginia Bertolotti (2013), “Usos americanos de su mer-
ced en el siglo xix”, Lexis, 37 (1), pp. 5-32.
Álvarez Muro, Alexandra y Francisco Freites Barros (2010), “Los estu-
dios sobre pronombres de segunda en Venezuela”, en Martin Hummel,
Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas y fór-
mulas de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz, El Colegio
de México, Karl Franzens Universität, pp. 325-340.
Anokhina, Olga (2003), “L’utilisation des pronoms de 2e personne et
d’adresse en langues slaves confrontée aux langues romanes”, en Co-
loquio de París, recuperado de http://cvc.cervantes.es/obref/coloquio_
paris/
Asencio, Pilar (2005), “Malas palabras en televisión: defensa del idioma
e identidad nacional”, en Papeles de trabajo. Temas de sociolingüísti-
ca: representaciones y norma lingüística en Uruguay, Montevideo, Uni-
versidad de la República, pp. 25-57.
Barbosa, Afranio (2005), “Tratamento dos Corpora de sincronias passadas
da língua portuguesa no Brasil: recortes grafológicos e lingüísticos”,
en Célia Regina dos Santos Lopes (org.), A norma brasileira em cons-
trução. Fatos lingüísticos em cartas pessoais do século 19, Río de Ja-
neiro, FAPERJ/UFRJ.
Bartens, Ángela (2003), “Notas sobre el uso de las formas de tratamiento
en el español colombiano actual”, recuperado de http://cvc.cervantes.
es/lengua/coloquio_paris/ponencias/pdf/cvc_bartens.pdf

283

5-Bibliografía.indd 283 12/5/15 17:59:32


284 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Baumel Schreffler, Sandra L. (1995), “The Voseo: Second Person Singu-


lar Pronouns in Guatemalan Speech”, Language Quarterly, 33 (1-2),
pp. 33-44.
Behares, Luis E. (1981), “Estudios sociodialectológicos de las formas ver-
bales de segunda persona en el español de Montevideo”, en Adolfo Eli-
zaincín (comp.), Estudios sobre el español del Uruguay, Montevideo,
Universidad de la República, pp. 29-43.
Bentivoglio, Paola (2003), “Spanish forms of address in the xvi century:
A pragmatic analysis of vos and vuestra merced”, en Irma Taavitsainen
y Andreas H. Jucker (eds.), Diachronic Perspectives on Address Term
Systems, Ámsterdam, Filadelfia, John Benjamins, pp. 177-191.
Bertolotti, Virginia (2004), “Tuteo y voseo en el Uruguay durante el siglo
xix”, Annais do III Congresso Brasileiro de Hispanistas, Universidade
Federal de Santa Catarina, Florianópolis (12 al 15 de octubre de 2004),
recuperado de http://www.lle.cce.ufsc.br/ congreso/ trabalhos_lingua/Vir-
ginia%20Bertolotti.doc
— (2007a), “De los orígenes de gaucho: un vagabundo en fronteras incier-
tas”, Revista de la Academia Nacional de Letras, Año 2, 2, pp. 167-203.
— (2007b), “La cuestión de vuestro/a(s): vitalidad medieval y clásica en el
español del Uruguay”, en Virginia Bertolotti et al. (comps.), Estudios de
lingüística hispánica, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad
de Cádiz, pp. 17-42.
— (2010a), “Notas sobre el che”, Lexis, 34 (1), pp. 57-93.
— (2010b), “La gramaticalización de usted: un cambio lingüístico en proce-
so. Evidencias en el Uruguay del siglo xix”, Filología e Lingüística Por-
tuguesa, 12 (1), pp. 149-177.
— (2011a), Los cambios en la segunda persona del singular durante el
siglo xix en el español del Uruguay, Tesis de doctorado, Universidad
Nacional de Rosario, recuperado de http://www.historiadelaslenguase-
nuruguay.edu.uy/wp-content/uploads/2013/11/Bertolotti-2011.pdf
— (2011b), “La peculiaridad del sistema alocutivo singular en el español
en Uruguay”, en Ángela Di Tullio y Rolf Kailuweit (eds.), El español
rioplatense: lengua, literaturas, expresiones culturales, Fráncfort del
Meno, Madrid, Iberoamericana Vervuert, pp. 23-47.
— y Magdalena Coll (2001), “Los cambios de las formas de tratamiento
en la ruptura del orden colonial: un aporte a la historia de la lengua es-
pañola en el Uruguay”, en Ana Frega y Ariadna Islas (comps.), Nuevas
miradas y debates actuales en torno al Artiguismo, Montevideo, Uni-
versidad de la República, pp. 211-234.
— (2003), “A Synchronical and Historical View of the TÚ/VOS option in
the Spanish of Montevideo”, en Silvina Montrul y Francisco Ordóñez
(eds.), Linguistic Theory and Language Development in Hispanic Lan-

5-Bibliografía.indd 284 12/5/15 17:59:32


bibliografía 285
guages. Papers from the 5th Hispanic Linguistic Symposium and the
4th Conference on The Acquisition of Spanish and Portuguese, Somer-
ville, MA, Cascadilla Press, pp. 1-12.
Bertolotti, Virginia y Magdalena Coll, (2005), “¿Pensáis, villano ruin,
(…) que todo ha de ser errar vos y perdonaros yo?: el tratamiento vosean-
te de Don Quijote a Sancho Panza”, Ámbitos, 13, pp. 35-41.
— (2006) “Apuntes sobre el español en el Uruguay: historia y rasgos ca-
racterizadores”, Ámbitos, 16, pp. 31-40.
— y Ana Clara Polakof (2012), Documentos para la historia del español
en el Uruguay. Vol. II. Cartas personales y documentos oficiales y pri-
vados del siglo xix, Montevideo, Universidad de la República.
Bertolotti, Virginia y Magdalena Coll (2013), “Contacto y pérdida: el
español y las lenguas indígenas en el Río de la Plata entre los siglos xvi
y xix”, Boletín de Filología, 48 (2), pp. 11-30.
Bishop, Kelley y Jim Michnowicz (2010), “Forms of Adress in Chilean Spa-
nish”, Hispania, 93.3, pp. 413-429.
Blanco Botta, Ivonne (1982), “El voseo en Cuba: estudio socio-lingüístico
de una zona de la isla”, Beiträge zur Romanischen Philologie, 21 (2),
pp. 291-304.
Bloomfield, Leonard (1933), Language, Nueva York, Henry Holt.
Boretti, Susana y Elizabeth Rigatuso (2004), “La investigación de la cor-
tesía en el español de la Argentina. Estado de la cuestión”, en Diana
Bravo y Antonio Briz (eds.), Pragmática sociocultural: estudios sobre
el discurso de la cortesía en español, Barcelona, Ariel.
Bottineau, Didier y Daniel Roulland (2003), “La grammaticalisation de
l’adresse en basque: tutoiement et allocutivité”, en Coloquio de París,
recuperado de http://cvc.cervantes.es/obref/coloquio_paris/
Bouvet, Nora Esperanza (2006), La escritura epistolar, Buenos Aires, Eudeba.
Bravo, Diana (2001), “Sobre la cortesía lingüística, estratégica y conversa-
ción en español”, Oralia, 4, pp. 299-314.
Bravo García, Eva (1990), “Fórmulas de tratamiento americanas y andalu-
zas en el siglo xvi”, Philologia Hispalensis, 5 (1), pp. 173-193.
— (1998), “Indicadores sociolingüísticos en la documentación indiana
(cartas e informes de particulares)”, en Wulf Oesterreicher, Eva Stoll y
Andreas Wesch (eds.), Competencia escrita, tradiciones discursivas y
variedades lingüísticas. Aspectos del español europeo y americano en
los siglos xvi y xvii, Tubinga, Günter Narr, pp. 125-142.
Brown, Roger y Albert Gilman (1960), “The Pronouns of Power and So-
lidarity”, en T. A. Sebeok (ed.), Style in Language, Cambridge, MIT
Press, pp. 253-276.
Brown, Penelope y Stephen Levinson (1987), Some Universals in Language
Usage, Cambridge, Cambridge University Press.

5-Bibliografía.indd 285 12/5/15 17:59:32


286 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Brunet, Jacqueline (2003), “La troisième personne de politesse en italien:


fait de langue, fait de culture”, en Coloquio de París, recuperado de
http://cvc.cervantes.es/obref/coloquio_paris/
Calderón Campos, Miguel (2010), “Variantes formales y valores semánti-
cos de (v)os(otros) en la diacronía del español”, en Rosa María Casta-
ñer Martín y Vicente Lagüéns Gracia (coords.), De moneda nunca usa-
da. Estudios dedicados a José Mª Enguita Utrilla, Zaragoza, Insituto
Fernando El Católico, CSIC, pp. 135-147.
— y Francisca Medina Morales (2010), “Historia y situación actual de
los pronombres de tratamiento en el español peninsular”, en Martin
Hummel, Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.), For-
mas y fórmulas de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz,
El Colegio de México, Karl Franzens Universität, pp. 195-221.
Calsamiglia Blancafort, Helena y Amparo Tusón Valls (2002), Las cosas
del decir. Manual de análisis del discurso, Barcelona, Ariel.
Caravedo, Rocío (2005), “La realidad subjetiva en el estudio del español
de América”, en Volker Noll, Klaus Zimmermann e Ingrid Neumann-
Holzschuh (eds.), El español en América. Aspectos teóricos, particula-
ridades, contactos, Fráncfort del Meno, Madrid, Iberoamericana Ver-
vuert, pp.17-31.
Carrasco, Félix (2004), “El paradigma del voseo y la correlación familiari-
dad/cortesía: perspectiva diacrónica”, Lexis, 28 (1-2), pp. 261-272.
Carrera de la Red, Micaela y Alexandra Álvarez (2004), “Tratamientos
y cortesía en la elaboración de fuentes documentales en la etapa funda-
cional de la provincia de Mérida (Venezuela)”, en Diana Bravo y Anto-
nio Briz (eds.), Pragmática sociocultural: estudios sobre el discurso de
la cortesía en español, Barcelona, Ariel, pp. 229-243.
Carricaburo, Norma (1997), Las fórmulas de tratamiento en el español ac-
tual, Madrid, Arco Libros.
— (1999), El voseo en la literatura argentina, Madrid, Arco Libros.
— (2010), “El ustedeo, un fenómeno que avanza en la Argentina”, Martin
Hummel, Bettina Kluge y Ma. Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas
y fórmulas de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz, El Co-
legio de México, Karl Franzens Universität, pp. 887-900.
Cartagena, Nelson (2002), Apuntes para la historia del español en Chile,
Cuadernos de la Academia Chilena de la Lengua, Serie Estudios Idio-
máticos, Chile.
Castillo Mathieu, Nicolás del (1982), “Testimonios del uso de ‘vuestra
merced’, ‘vos’ y ‘tú’ en América (1500-1650)”, Thesaurus, 37, pp. 602-
644.
Castillo Venegas, María de los Ángeles (2013), “El español de Costa
Rica: nivel morfosintáctico”, en Miguel Ángel Quesada Pacheco (ed.),

5-Bibliografía.indd 286 12/5/15 17:59:32


bibliografía 287
El español hablado en América Central: nivel morfosintáctico, Fránc-
fort del Meno, Madrid, Vervuert Iberoamericana, pp. 297-339.
Chavarría Úbeda, Carmen (2013), “El español de Guatemala en el nivel
morfosintáctico”, en Miguel Ángel Quesada Pacheco (ed.), El espa-
ñol hablado en América Central: nivel morfosintáctico, Fráncfort del
Meno, Madrid, Vervuert Iberoamericana, pp. 65-140.
Company Company, Concepción (1994), Documentos lingüísticos de la Nue-
va España. Altiplano central, México, Universidad Nacional Autónoma
de México.
— (2006), “El objeto indirecto”, en Concepción Company Company (dir.)
Sintaxis histórica de la lengua española. Primera parte: La frase ver-
bal. Volumen 1, México, Fondo de Cultura Económica, Universidad
Nacional Autónoma de México, pp. 479-574.
— (2011), “Para una historia del español americano. La edición crítica
de documentos coloniales de interés lingüístico”, en L. Funes y J. L.
Moure (eds.), Studia in honorem Germán Orduna, Alcalá de Henares,
Universidad de Alcalá, pp. 207-224.
Coseriu, Eugenio (1969), Lecciones de lingüística general, Madrid, Gredos.
Cuervo, Rufino (1893), “Las segundas personas del plural en la conjuga-
ción castellana”, Romania, 22 (85), pp. 71-86.
— (1939), Disquisiciones filológicas, Bogotá, Centro.
De Jonge, Bob y Dorien Nieuwenhuijsen (2009), “Formación del paradig-
ma pronominal de las formas de tratamiento”, en Concepción Company
Company (dir.), Sintaxis histórica de la lengua española. Segunda par-
te: La frase nominal. Volumen 2. México, Fondo de Cultura Económica
y Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 1593-1671.
— (2012), “Forms of Address”, en José Ignacio Hualde, Antxon Olarrea y
Erin O´Rourke (eds.), The Handbook of Hispanic Lingustics, Oxford,
Blackwell, pp. 247-262.
Di Tullio, Ángela (2003), Políticas lingüísticas e inmigración. El caso ar-
gentino, Buenos Aires, Eudeba.
Eberenz, Rolf (1998), “La reproducción del discurso oral en las actas de
la Inquisición (siglo xv y xvi)”, en Wulf Oesterreicher, Eva Stoll y An-
dreas Wesch (eds.), Competencia escrita, tradiciones discursivas y va-
riedades lingüísticas. Aspectos del español europeo y americano en los
siglos xvi y xvii, Tubinga, Günter Narr, pp. 243-268.
Elizaincín, Adolfo (1992a), “Historia del español en el Uruguay”, en César
Hernández Alonso (comp.), Historia y presente del español en Améri-
ca, Madrid, Junta de Castilla y León, Pabecal, pp. 743-758.
— (1992b), “El español actual en el Uruguay”, en César Hernández Alon-
so (comp.), Historia y presente del español en América, Madrid, Junta
de Castilla y León, Pabecal, pp. 759-774.

5-Bibliografía.indd 287 12/5/15 17:59:32


288 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Elizaincín, Adolfo y Olga Díaz (1981), “Sobre tuteo-voseo en el español


montevideano”, en Adolfo Elizaincín (comp.), Estudios sobre el espa-
ñol del Uruguay, Montevideo, Universidad de la República, pp. 83-86.
Elizaincín, Adolfo y Mirta Groppi (1992), “La correspondencia familiar
como documento para la lingüística histórica”, en Scripta Filologica in
Honorem Juan M. Lope Blanch, México, Universidad Nacional Autó-
noma de México, pp. 271-284.
Elizaincín, Adolfo, Marisa Malcuori y Virginia Bertolotti (1997), El es-
pañol en la Banda Oriental del siglo xviii, Montevideo, Universidad de
la República.
Estomba, Diego (2012), “Presente del subjuntivo voseante y modalidad en
el español de la Argentina”, en Ángela Di Tullio (ed.), Aproximaciones
al estudio del español de la Argentina, Neuquén, Universidad Nacional
del Comahue, pp. 25-33.
Falção Espalter, Mario (1929), El poeta uruguayo Bartolomé Hidalgo: su
vidas y sus obras, Madrid, Gráficas reunidas.
Fernández, Mauro (2003), “Constitución del orden social y desasosiego:
pronombres de segunda persona y fórmulas de tratamiento en español”,
en Coloquio de París, recuperado de http://cvc.cervantes.es/obref/colo-
quio_paris/
Fernández Alcaide, Marta (2009), Cartas de particulares en Indias del si-
glo xvi. Edición y estudio discursivo, Fráncfort del Meno, Madrid, Ibe-
roamericana Vervuert.
Fernández Lávaque, Ana María (2005), Estudio sociohistórico de un pro-
ceso de cambio lingüístico. El sistema alocutivo en el Noroeste argen-
tino (siglos xix-xx), Salta, Universidad de Salta, Universidad de Buenos
Aires.
Fernández Martín, Elizabeth (2012), La oposición ‘vosotros/ustedes’ en la
historia del español peninsular (1700-1931), Tesis de doctorado, Gra-
nada, Universidad de Granada, recuperado de: https://upload.ugr.es/f/
AgrQ0NQlxZrmaFKC/TESIS%20final%20enviada.pdf
Fernández Soriano, Olga (1999), “El pronombre personal. Formas y distri-
buciones. Pronombres átonos y tónicos”, en Ignacio Bosque y Violeta
Demonte (dirs.), Gramática descriptiva de la lengua española. Entre la
oración y el discurso, 1, Madrid, Real Academia Española, Espasa, pp.
1209-1273.
Fontanella de Weinberg, María Beatriz (1970), “La evolución de los pronom-
bres de tratamiento en el español bonaerense”, Thesaurus, 25, pp. 12-22.
— (1971), “El voseo en Buenos Aires en las dos primeras décadas del si-
glo xix”, Thesaurus, 26, pp. 495-514.
— (1976), “Analogía y confluencia paradigmática en formas verbales de
voseo”, Thesaurus, 31 (2), pp. 249-272.

5-Bibliografía.indd 288 12/5/15 17:59:33


bibliografía 289
Fontanella de Weinberg, María Beatriz (1977), “La constitución del para-
digma pronominal del voseo”, Thesaurus, 32, pp. 227-241.
— (1979), “La oposición ‘cantes/cantés’ en el español de Buenos Aires”,
Thesaurus, 33, pp. 72-82.
— (1989a), El voseo bonaerense. Visión diacrónica, Bahía Blanca, Uni-
versidad Nacional del Sur.
— (1989b), “Avances y rectificaciones en el estudio del voseo americano”,
Thesaurus, 54 (3), pp. 521-533.
— (1989c), “Los usos de la segunda persona singular en el período colo-
nial”, Anuario de Lingüística Hispánica, 5, pp. 109-124.
— (1992a), “Variedades conservadoras e innovadoras del español en Amé-
rica durante el período colonial”, Revista de Filología Española, Tomo
LXXII, Fascículos 3.º y 4.º El español de América, Madrid, Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filología, pp. 361-
378.
— (1992b), “Una variedad lingüística en busca de su propia identidad. El
español bonaerense a lo largo del siglo xx”, en María Beatriz Fontane-
lla de Weinberg et al. (eds.), Estudios sobre el español de la Argentina
I, Bahía Blanca, Departamento de Humanidades, Universidad Nacional
del Sur, pp. 63-81.
— (1992c), “Fusión de paradigmas, variación y cambio lingüístico. El
caso del voseo”, en María Vaquero y Amparo Morales (eds.), Homenaje
a Humberto López Morales, Madrid, Arco Libros, pp. 185-195.
— (1993), “De ‘Ilustre Señora’ a ‘Mi querida viejita’. La evolución de las
fórmulas de tratamiento (siglos xvi a xix), en Estudios sobre el español
de la Argentina II, Bahía Blanca, Universidad Nacional del Sur, pp. 7-28.
— (1994a), “La incorporación del voseo en la lengua escrita boanaerense”,
en Carlos Hipogrosso y Alma Pedretti (comps.), La escritura del espa-
ñol, Montevideo, Universidad de la República, pp. 5-18.
— (1994b), “Fórmulas de tratamiento en el español americano (siglos xvi
y xvii)”, en María Beatriz Fontanella de Weinberg (comp.), El español
en el nuevo mundo: estudios sobre historia lingüística hispanoamerica-
na, Washington D. C., Colección Interamericana, 30, pp. 7-31.
— (1999), “Sistemas pronominales de tratamiento usados en el mundo
hispánico”, en Ignacio Bosque y Violeta Demonte (dirs.), Gramática
descriptiva de la lengua española, Madrid, Real Academia Española,
Espasa, pp. 1401-1425.
— y Myriam Najt (1968), “Los pronombres de tratamiento en el español
de Bahía Blanca”, en Héctor E. Ciocchini y Josefa Zamudio de Predán
(coords.), Actas de la Quinta Asamblea Interuniversitaria de Filología
y Literaturas Hispánicas, Bahía Blanca, Universidad Nacional del Sur,
pp. 142-151.

5-Bibliografía.indd 289 12/5/15 17:59:33


290 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Fontanella de Weinberg, María Beatriz y Beatriz Lavandera (1975), “Va-


riant or morpheme? Negative Commands in Buenos Aires Spanish”, en
NWAVE, Georgetown University, ms.
Frago Gracia, Juan Antonio (2011), “El español de América en la Inde-
pendencia. Adiciones gramaticales”, Boletín de Filología, 46 (1), pp.
47-74.
Freites Barros, Francisco y Wilmer Zambrano Castro (2010), “De la pre-
ferencia de usted sobre tú en el habla andina venezolana”, en Martin
Hummel, Bettina Kluge y Ma. Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas
y fórmulas de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz, El
Colegio de México, Karl Franzens Universität, pp. 901-922.
Garatea, Carlos (2008), “Variedades en competencia o el registro del es-
pañol andino”, en Elisabeth Stark, Roland Schmidt-Riese y Eva Stoll
(eds.), Romanische Syntax im Wandel, Tubinga, Gunter Narr Verlag, pp.
643-659.
García, Erica C. (1999), “Asimetría distribucional como reflejo de con-
gruencia (con)textual”, Neuphilologische Mitelungen, 100, pp. 455-470.
— (2004), “Con el Rey o con el conde?: ser vs. estar en las Crónicas de
Pero López de Ayala”, Neuphilologische Mitteilungen, CV, pp. 453-482.
— Robert De Jonge, Dorien Nieuwenhuijsen y Carlos Lechner (1990),
“(V)os-(otros): ¿dos y el mismo cambio?”, Nueva Revista de Filología
Hispánica, 38, pp. 63-132.
García Godoy, María Teresa (2008), “La suerte de su merced en el español
de Andalucía (s. xix)”, en Concepción Company Company y José G.
Moreno de Alba (eds.), Actas del VII Congreso Internacional de Histo-
ria de la Lengua Española. II, Madrid, Arco Libros, pp. 1795-1810.
— (2012), “El tratamiento de merced en el español del siglo xviii”, en
María Teresa García Godoy (ed.), El español del siglo xviii. Cambios
diacrónicos en el primer español moderno, Berlín, Oxford, Wien, Peter
Lang, pp. 111-152.
García Negroni, María Marta y Silvia Ramírez Gelbes (2003), “Cortesía
y alternancia vos/tú en el español del Río de la Plata. El caso del sub-
juntivo”, en Coloquio de París, recuperado de http://cvc.cervantes.es/
obref/coloquio_paris/
Gauger, Hans-Martin (2004), “La conciencia lingüística en la Edad de
Oro”, en Rafael Cano Aguilar (coord.), Historia de la lengua española,
Barcelona, Ariel, pp. 681-699.
Girón Alconchel, José Luis (2004), “Cambios gramaticales en los Siglos de
Oro”, en Rafael Cano Aguilar (coord.), Historia de la lengua española,
Barcelona, Ariel, pp. 859-893.
Granda, Germán de (1978a), “Observaciones sobre el voseo en el español
del Paraguay”, Anuario de Letras, xvi, pp. 265-273.

5-Bibliografía.indd 290 12/5/15 17:59:33


bibliografía 291
Granda, Germán de (1978b), “Las formas verbales diptongadas en el voseo
hispanoamericano. Una interpretación sociohistórica de datos dialecta-
les”, Nueva Revista de Filología Hispánica, 27, pp. 80-92.
— (2004), “Una forma deferencia en el español peruano: su merced”,
Lexis, 28 (1-2), pp. 447-459.
— (2005), “La forma de tratamiento su merced en el área lingüística su-
randina”, Lexis, 31 (1-2), pp. 165-175.
— (2007), “Hacia la diacronía de una forma de tratamiento en el español:
su merced”, Lexis, 29 (2), pp. 247-257.
Haiman, John (1980), “The iconicity of grammar”, Language, 56, pp. 515-
540.
Hasbún Hasbún, Leyla (1997), “Análisis de los usos asimétricos de las for-
mas de tratamiento pronominal en una comunidad costarricense”, Filo-
logía y Lingüística, 23 (2), pp. 139-152.
Head, Brian (1978), “Respect Degrees in Pronominal Reference”, en
Joseph Greenberg, Charles Ferguson y Edith Moravcsik (eds.), Univer-
sal of human language III. Word structure, Stanford, Stanford Universi-
ty Press, pp. 151-211.
Henríquez Ureña, Pedro (1976), Observaciones sobre el español en Amé-
rica y otros estudios filológicos, Compilación y prólogo de Juan Carlos
Ghiano, Buenos Aires, Academia Argentina de Letras, pp. 379-399.
Heredia Heredia, Antonia (1985), “La carta vehículo de comunicación en-
tre la península y las Indias”, en Recoplilación de estudios de diplo-
mática indiana, Sevilla, Publicaciones de la Diputación Provincial de
Sevilla, pp.127-137.
Hernández Torres, Ramón (2013), “El español de Honduras: nivel morfo-
sintáctico”, en Miguel Ángel Quesada Pacheco (ed.), El español ha-
blado en América Central: nivel morfosintáctico, Fráncfort del Meno,
Madrid, Vervuert Iberoamericana, pp.191-224.
Hummel, Martin (2010a), “Reflexiones metodológicas y teóricas sobre el
estudio de las formas de tratamiento en el mudo hispanohablante, a par-
tir de una investigación en Santiago de Chile”, en Martin Hummel, Be-
ttina Kluge y Ma. Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas y fórmulas
de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz, El Colegio de
México, Karl Franzens Universität, pp.101-162.
— (2010b), “El estudio de las formas de tratamiento en las Antillas his-
panohablantes”, en Martin Hummel, Bettina Kluge y María Eugenia
Vázquez Laslop (eds.), Formas y fórmulas de tratamiento en el mundo
hispánico, México, Graz, El Colegio de México, Karl Franzens Univer-
sität, pp. 293-323.
— (2010c), “El estudio de las formas de tratamiento en Perú”,en Martin
Hummel, Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.), For-

5-Bibliografía.indd 291 12/5/15 17:59:33


292 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

mas y fórmulas de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz,


El Colegio de México, Karl Franzens Universität, pp. 377-398.
Hummel, Martin (2010d), “Las formas y fórmulas de tratamiento en Boli-
via”, en Martin Hummel, Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Las-
lop (eds.), Formas y fórmulas de tratamiento en el mundo hispánico,
México, Graz, El Colegio de México, Karl Franzens Universität, pp.
399-312.
— Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.) (2010), For-
mas y fórmulas de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz,
El Colegio de México, Karl Franzens Universität.
Jungbluth, Konstanze (1998), “El carácter de los texto semi-orales y el
junctor que”, en Wulf Oesterreicher, Eva Stoll y Andreas Wesch (eds.),
Competencia escrita, tradiciones discursivas y variedades lingüísticas.
Aspectos del español europeo y americano en los siglos xvi y xvii, Tu-
binga, Günter Narr, pp. 339-359.
Kabatek, Johannes (2008), “Introducción”, en Sintaxis histórica del espa-
ñol y cambio lingüístico: nuevas perspectivas desde las Tradiciones
Discursivas, Fráncfort del Meno, Madrid, Vervuert-Iberoamericana.
Kany, Charles (1963), American-Spanish Syntax, Chicago, The University
of Chicago Press.
Keniston, Hayward (1937), The syntax of the Castilian prose, Chicago, The
University of Chicago.
Koch, Peter (2008), “Tradiciones discursivas y cambio lingüístico: el ejem-
plo del tratamiento vuestra merced en español”, en Johannes Kabatek
(ed.), Sintaxis histórica del español y cambio lingüístico: Nuevas pers-
pectivas desde las Tradiciones Discursivas, Fráncfort del Meno, Ma-
drid, Vervuert Iberoamericana, pp. 53-88.
Kozai, Soichi (2002), “Viewpoint and in/out-group membership in Japa-
nese”, en Anna Duszak (ed.), Us and others: social identities across
languages, discourse and cultures, Ámsterdam, Filadelfia, John Benja-
mins, pp. 69-86.
Labov, Willam et al. (1968), “Empirical foundations for a theory of langua-
ge change”, en W. Lehmann y Y. Malkiel (eds.), Directions for Histori-
cal Linguistics, Austin, University of Texas Press.
— (1972), “On the use of the present to explain the past”, en Luigi Heil-
mann (ed.), Proceedings of the 11th International Congress of Linguis-
tics Bologna, Florence, Bolonia, Il Mulino, pp. 226-261.
— (1983), Modelos sociolingüísticos, Madrid, Cátedra.
— (1994), Principles of Linguistic Change: Volume 1, Internal Factors,
Oxford, Blackwell.
Laca, Brenda (2006), “El objeto directo. La marcación preposicional”, en
Concepción Company Company (dir.), Sintaxis histórica de la lengua

5-Bibliografía.indd 292 12/5/15 17:59:33


bibliografía 293
española. Primera parte: La frase verbal. Volumen 1, México, Fondo
de Cultura Económica, Universidad Nacional Autónoma de México,
pp. 423-478.
Lapesa, Rafael (1959), Historia de la lengua española, 5ª ed., Madrid,
Escelicer [1942].
— (1970), “Personas gramaticales y tratamientos en español”, Revista de
la Universidad de Madrid, 19 (74), pp. 141-167.
— (1996), “Las formas verbales de segunda persona y los orígenes del
‘voseo’ ”, en El español moderno y contemporáneo. Estudios críticos,
Barcelona, Crítica, pp. 253-267.
— (2000), “Personas gramaticales y tratamientos en español”, en Rafael
Cano Aguilar y M.ª Teresa Echenique (eds.), Estudios de morfosintaxis
histórica del español, Madrid, Gredos, pp. 253-267.
Lara, Luis Fernando (2008), “Para la historia de la expansión del español
por México”, Nueva Revista de Filología Hispánica, 56 (2), pp. 297-362.
Lass, Roger (1990), “How to do things with junk: exaptation in language
evaluation”, Journal of Linguistics, 26, pp. 79-107.
Leech, Geoffrey (1983), Principles of pragmatics, Londres, Longman.
Lehmann, Christian (2002), “New reflections on grammaticalization and lexi-
calization”, en Ilse Wischer y Gabriela Diewald (eds.), New reflections on
grammaticalization, Ámsterdam, Filadelfia, John Benjamins, pp. 1-18.
Lipski, John (2004), “El español afroperuano: eslabón entre África y Améri-
ca”, Anuario de Lingüística Hispánica, 10, pp. 179-216.
— (2005), Appendix to a History of Afro-Hispanic Language. Five centu-
ries, five countries, recuperado de http://www.ibero-americana.net/files/
infos/rili-stylesheet.pdf
Lopes, Célia y Jania Ramos (2008), “Voceamento e voseamento: discutindo
o paralelismo do tratamiento no Brasil e na Argentina”, Actas del XV
Congreso de la ALFAL, Montevideo, Universidad de la República.
López Morales, Humberto (1971), “Nuevos datos sobre el voseo en Cuba”,
en Estudios sobre el español de Cuba, Nueva York, Las Américas, pp.
136-142.
Lüdtke, Jens (1998), “Español colonial y español peninsular. El problema
de su historia común en los siglos xvi y xvii”, en Wulf Oesterreicher,
Eva Stoll y Andreas Wesch (eds.), Competencia escrita, tradiciones
discursivas y variedades lingüísticas. Aspectos del español europeo y
americano en los siglos xvi y xvii, Tubinga, Günter Narr, pp. 13-36.
Marquilhas, Rita (1998), “Maõs inábeis nos arquivos da Inquisiçaõ.
Fontes para o estudo fonológico do português do século xviii”, en D.
Kremer (ed), Homenaxe a Ramon Lorenzo, Vigo, Galaxia, pp. 761-767.
Martorell de Laconi, Susana (1989-1990), “Sobre formas verbales de vo-
seo con diptongación en la raíz en Salta”, Letras, 21-22, pp. 43-52.

5-Bibliografía.indd 293 12/5/15 17:59:33


294 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Martorell de Laconi, Susana (1991), “El uso de subjuntivo en el ‘voseo’


de Salta”, en El Español de América. Actas del II Congreso Interna-
cional El Español de América, Valladolid, Junta de Castilla y León,
pp. 527-536.
Marrón, Gabriela (2008), “¿Cuándo tutear al emperador? Pronombres
T/V en las cartas de Símaco”, Actas del I Congreso Internacional de
Sociolingüística y Lingüística Histórica, Bahía Blanca, Universidad
Nacional del Sur.
Mazzon, Gabriella (2010), “Terms of address”, en Andreas H. Jucker
e Irma Taavitsainen (eds.), Handbook of pragmatics, Berlín, De Gruy-
ter Mouton, pp. 351-376.
Medina López, Javier (2010), “Panorama sobre el estudio de las for-
mas de tratamiento en el español de Canarias”, en Martin Hummel,
Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas y fór-
mulas de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz, El Cole-
gio de México, Karl Franzens Universität, pp. 223-246.
Medina Morales, Francisca (2010), “La metodología en los estudios so-
bre formas y fórmulas de tratamiento en español”, en Martin Hummel,
Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas y fór-
mulas de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz, El Cole-
gio de México, Karl Franzens Universität, pp. 21-56.
Menéndez Pidal, Ramón (1962), Manual de gramática histórica española,
Madrid, Espasa Calpe.
Mestre Moreno, Pilar (2010), “Alternancia de formas de tratamien-
to como estrategia discursiva en conversaciones colombianas”, en Mar-
tin Hummel, Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.),
Formas y fórmulas de tratamiento en el mundo hispánico, México,
Graz, El Colegio de México, Karl Franzens Universität, pp. 1013-1032.
Millán, Mónica (2011), Pronouns of address in informal contexts: a com-
parison of two dialects of Colombian Spanish, Tesis de doctorado,
Urbana Champaing, University of Illinois.
Montes Giraldo, José Joaquín (1967), “Sobre el voseo en Colombia”, The-
saurus, 22, pp. 21-44.
— (2000), Otros estudios del español de Colombia, Bogotá, Instituto Caro
y Cuervo.
Morales, Félix (1972-1973), “El voseo en Chile”, Boletín de Filología,
23-24, pp. 261-274.
Moreno, María Cristobalina (2002), “La cortesía verbal en el Siglo de
Oro: los actos de habla directivos. Un estudio de pragmática histórica”,
en María Teresa Echenique Elizondo et al. (eds.), Actas del V Congre-
so Internacional de Historia de la Lengua Española, Valencia, 31 de
enero – 4 de febrero de 2000, Madrid, Gredos, 1, pp. 1347-1359.

5-Bibliografía.indd 294 12/5/15 17:59:33


bibliografía 295
Moreno de Alba, José (2011), “Sobre la eliminación del pronombre voso-
tros en el español americano”, Cuadernos de la alfal, 2, pp. 25-39.
Moser, Karolin (2006), “La variación entre formas ustedeantes y voseantes
a nivel del discurso familiar en la clase media y alta de San José-Costa
Rica: ¿una estrategia de cortesía?”, en Martina Schrader-Kniffki (ed.),
La cortesía en el mundo hispánico. Nuevos contextos, nuevos enfoques
metodológicos, Fráncfort del Meno, Madrid, Vervuert Iberoamericana,
pp. 97-116.
— (2008), “Tres hipótesis acerca de la (des)cortesía en el tratamiento diá-
dico informal-familiar de San José, Costa Rica”, Revista Internacional
de Lingüística Iberoamericana, VI, 1 (11), pp. 129-145.
— (2010a), “Las formas de tratamiento verbales-pronominales en Guate-
mala, El Salvador, Panamá (y Costa rica): hacia una nueva sistemati-
zación en la periferia centroamericana”, en Martin Hummel, Bettina
Kluge y Ma. Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas y fórmulas de
tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz, El Colegio de Méxi-
co, Karl Franzens Universität, pp. 271-291.
— (2010b), “San José (Costa Rica): desde los significados pragmáticos del
ustedeo en el registro coloquial actual hacia sus primeras manifestacio-
nes en el valle central (siglo xviii)”, en Martin Hummel, Bettina Kluge
y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas y fórmulas de trata-
miento en el mundo hispánico, México, Graz, El Colegio de México,
Karl Franzens Universität, pp. 671-713.
Moyna, Irene (1996), The Evolution of Verbal Voseo in Río de la Plata Spa-
nish: Evidence from Plays and Popular Songs Between 1880 and 1930,
Tesis de Maestría, University of Florida.
Navarro Gala, Rosario (2004), “Formas de cortesía en la Segunda Celesti-
na”, en Diana Bravo y Antonio Briz (eds.), Pragmática sociocultural:
estudios sobre el discurso de cortesía en español, Barcelona, Ariel, pp.
213-224.
Newall, Gregory (2007), “The Loss of the ‘voseo’ in Chilean Spanish:
Evidence in Literature”, University of Pennsylvania Working Papers in
Linguistics. Selected Papers from NWAV 35, 13 (2), pp. 165-178.
Nishimura, Takuya (2003), “Formes d’adresse des langues européennes
vues d’Asie”, en Coloquio de París, recuperado de http://cvc.cervantes.
es/obref/coloquio_paris/
Norrby, Catrin (2006), “Variation in swedish address practices”, Austra-
lian Review of Applied Linguistics, 29 (2), pp. 1-15.
Nowikow, Wiaczeslaw (1994), “Sobre la pluralización de personas grama-
ticales en las lenguas románicas: nos, nos/vos alteros, vos alteros”,
Anuario de Lingüística Hispánica, 10, pp. 283-300.
— (2010), “Sobre los motivos del empleo de tú y usted de estudiantes

5-Bibliografía.indd 295 12/5/15 17:59:33


296 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

universitarios en Guadalajara (Jalisco, México) desde la perspectiva


de los enfoques socio y etológico-lingüísticos”, en Martin Hummel,
Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas y fór-
mulas de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz, El Cole-
gio de México, Karl Franzens Universität, pp. 795-808.
Obediente Sosa, Enrique (2009), “Formas de tratamiento en Mérida (Vene-
zuela) durante el siglo xviii”, Boletín de Lingüística, 21 (31), pp. 86-107.
— (2010), “Visión diacrónica y dialectal de las formas de tratamiento
en los Andes venezolanos”, en Claudia Borgonovo, Manuel Español-
Echevarría y Philippe Prévost (comps.), Selected Proceedings of the
12th Hispanic Linguistics Symposium, Somerville, MA, Cascadilla
Proceedings Project, pp. 87-96.
Oesterreicher, Wulf (1998), “Bloqueos epistémicos en la lexicología his-
tórica o el miedo a la variación. Considerando el español en América
(siglo xvi)”, en Wulf Oesterreicher, Eva Stoll y Andreas Wesch (eds.),
Competencia escrita, tradiciones discursivas y variedades lingüísti-
cas. Aspectos del español europeo y americano en los siglos xvi y xvii,
Tubinga, Günter Narr, pp. 37-81.
Oroño, Mariela (2004a), “La lengua estándar en programas y textos de
Enseñanza Primaria”, en Colección estudiantes, 12, Montevideo, Uni-
versidad de la República.
— (2004b), “La lengua estándar en programas y textos de Enseñanza Se-
cundaria”, Colección estudiantes, 13, Montevideo, Universidad de la
República.
Páez Urdaneta, Iraset (1981), Historia y geografía hispanoamericana del
voseo, Caracas, La Casa de Bello.
Paredes, Florentino (2010), “¿Es factible un cuestionario estándar para
el estudio del tratamiento? La experiencia del proyecto preseea en
Madrid y Alcalá de Henares”, en Martin Hummel, Bettina Kluge
y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas y fórmulas de trata-
miento en el mundo hispánico, México, Graz, El Colegio de México,
Karl Franzens Universität, pp. 163-191.
Pedretti, Alma (1984), El idioma de los uruguayos, Montevideo, Banda
Oriental.
Penny, Ralph (1993), Gramática histórica del español, Barcelona, Ariel.
— (2004), Variación y cambio en español, Madrid, Gredos.
Pérez Guerra, Irene (1988), “La forma alocutiva su merced en la Repúbli-
ca Dominicana. Uso y funciones”, Anuario de Lingüística Hispánica,
4, pp. 241-248.
— (1989), “El sistema alocutivo en el español dominicano. Nuevos ma-
teriales y precisiones”, Anuario de Lingüística Hispánica, 5, pp. 143-
204.

5-Bibliografía.indd 296 12/5/15 17:59:33


bibliografía 297
Pierris, Marta de (1977), “El preludio del voseo en el español medieval”,
Romance Philology, 31 (2), pp. 235-243.
Pinkerton, Anne (1986), “Observations on the tú/vos Option in Guatemalan
Ladino Spanish”, Hispania, 69 (3), pp. 690-698.
Plá Cárceles, José (1923a), “La evolución del tratamiento vuestra-merced”,
Revista de Filología Española, 10 (1), pp. 245-280.
— (1923b), “Vuestra merced > usted”, Revista de Filología Española, 10
(2), pp. 402-403.
Placencia, María Elena (1997), “Terms of adress in Ecuadorian Spanish”,
Hispanic Linguistics, 9, pp. 165-202.
— (2010), “El estudio de las formas de tratamiento en Colombia y Ecuador”,
en Martin Hummel, Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Laslop
(eds.), Formas y fórmulas de tratamiento en el mundo hispánico, Méxi-
co, Graz, El Colegio de México, Karl Franzens Universität, pp. 341-374.
Planells, Antonio (1986), “Consideraciones sobre el voseo bonaerense”,
Boletín de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, 6-7,
pp. 45-52.
Pountain, Cristopher J. (2003), “Pragmatic and Structural Refllections on
the Expression of the Second Person Notion in Romance, with special
reference to Spanish and Portuguese”, Bulletin of Spanish Studies, 2,
pp. 145-160.
Quesada Pacheco, Miguel Ángel (1996), “El español de América Central”,
en Manuel Alvar (ed.), Manual de dialectología hispánica. El español
de América, Barcelona, Ariel, pp. 10-115.
— (2002), El español de América, Cartago, Editorial tecnológica de Costa
Rica.
— (2010), “Formas de tratamiento en Costa Rica y su evolución (1561-
2000)”, en Martin Hummel, Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez
Laslop (eds.), Formas y fórmulas de tratamiento en el mundo hispá-
nico, México, Graz, El Colegio de México, Karl Franzens Universität,
pp. 649-669.
— (ed.) (2013), El español hablado en América Central: nivel morfosin-
táctico, Fráncfort del Meno, Madrid, Vervuert Iberoamericana.
— y Erick Rivera Orellana (2013), “Morfosintaxis del español de El
Salvador”, en Miguel Ángel Quesada Pacheco (ed.), El español ha-
blado en América Central: nivel morfosintáctico, Fráncfort del Meno,
Madrid, Vervuert Iberoamericana, pp. 141-190.
Quesada Pacheco, Miguel Ángel y Tarahy S. Tinoco Rodríguez (2013),
“Aspectos morfosintácticos del español de Panamá”, en Miguel Ángel
Quesada Pacheco (ed.), El español hablado en América Central: nivel
morfosintáctico, Fráncfort del Meno, Madrid, Vervuert Iberoamericana,
pp. 341-378.

5-Bibliografía.indd 297 12/5/15 17:59:33


298 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Quilis, Antonio y Matilde Graell Stanziola (1989), “El voseo en Panamá”,


Revista de Filología Española, 69, pp. 173-178.
Renwick Campos, Ricardo (1998), “Recursos de integración sintáctica en la
Relación de Pedro de Monguía”, en Wulf Oesterreicher, Eva Stoll y An-
dreas Wesch (eds.), Competencia escrita, tradiciones discursivas y va-
riedades lingüísticas. Aspectos del español europeo y americano en los
siglos xvi y xvii, Tubinga, Günter Narr, pp. 269-292.
Rigatuso, Elizabeth (1986), “Fórmulas de tratamiento en el español bonae-
rense de mediados del siglo xix”, en María Beatriz Fontanella de Wein-
berg et al. (dirs.), Aspectos de la historia del español en la Argentina II,
Bahía Blanca, Universidad Nacional del Sur.
— (1992), Lengua, historia y sociedad. Evolución de las fórmulas de trata-
miento en el español bonaerense (1830-1930), Bahía Blanca, Universi-
dad Nacional del Sur.
— (1993), “Las fórmulas de tratamiento en la relación amorosa del español
bonaerense: una visión diacrónica (1830-1930)”, Anuario de Lingüística
Hispánica, IL, pp. 257-287.
— (1994a), “Familia y tratamientos. Aspectos de la evolución de las fór-
mulas de tratamiento en el español bonaerense (1800-1930)”, en María
Beatriz Fontanella de Weinberg (comp.), El español en el nuevo mundo:
estudios sobre historia lingüística hispanoamericana, 30, Washington D.
C., pp. 73-97.
— (1994b), Fórmulas de tratamiento y familia en el español bonaerense ac-
tual, Bahía Blanca, Universidad Nacional del Sur.
— (2005a), “Las fórmulas de tratamiento en España y en Argentina: tradición,
innovación y reelaboración”, en Edith Marta Villarino et al. (orgs.), La
cultura hispánica y occidente. Actas del IV Congreso Argentino de Hispa-
nistas, Mar del Plata, Universidad Nacional de Mar del Plata, pp. 493-500.
— (2005b), “Las fórmulas de tratamiento del español bonaerense desde
la perspectiva de la sociolingüística histórica: factores y procesos en la di-
námica del cambio (1800-1880)”, Analecta Malacitana, 28, pp. 77-100.
— (2009), “Discurso de incorporación a la Academia Argentina de Letras”,
Boletín de la Academia Argentina de Letras, 73, pp. 349-412.
Rini, Joel (1996), “The Vocalic Formation of the Spanish Verbal Suffixes
-áis/-ás, -éis/-és, -ís, -ois/-os. A Case of Phonological or Morphological
Change”, Iberrromania, 44, pp. 1-16.
Rojas, Elena (1985), Evolución histórica del español de Tucumán entre
los siglos xvi y xix, Tucumán, Universidad Nacional de Tucumán.
— (1992), “El voseo en el español de América”, en César Hernández Alonso
(comp.), Historia y presente del español en América, Madrid, Junta de
Castilla y León, Pabecal, pp. 143-165.
Rona, José Pedro (1964), “El problema de la división del español americano

5-Bibliografía.indd 298 12/5/15 17:59:34


bibliografía 299
en zonas dialectales”, en Presente y futuro de la lengua española, vol.
I, Actas del I Congreso de Instituciones Hispánicas, Madrid, Ediciones
Cultura Hispánica, pp. 215-226.
Rona, José Pedro (1967), Geografía y morfología del voseo, Porto Alegre,
Pontificia Universidade Católica de Rio Grande do Sul.
Rosenblat, Ángel (1961), Las generaciones argentinas del siglo xix ante el
problema de la lengua, Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires.
— (1964), “La hispanización de América. El castellano y las lenguas indí-
genas desde 1492”, en Presente y futuro de la lengua española, vol. II,
Actas del I Congreso de Instituciones hispánicas, Madrid, Ediciones Cul-
tura Hispánica, pp. 189-216.
Ruiz Morales, Hildebrando (1987), “Desplazamiento semántico en las for-
mas de tratamiento del español de Colombia”, en Humberto López Mo-
rales y María Vaquero (eds.), Actas del I Congreso Internacional sobre el
Español de América, San Juan, Academia Puertorriqueña de la Lengua
Española, pp. 765-775.
Sáez del Álamo, Luis (1999), “Los cuantificadores: las construcciones com-
parativas y superlativas”, en Ignacio Bosque y Violeta Demonte (dirs.),
Gramática descriptiva de la lengua española (capítulo 17, volumen 1),
Madrid, Espasa Calpe, pp. 1129-1188.
Sáez Rivera, Daniel M. (2006), “Vuestra merced > usted: nuevos datos y
perspectivas”, en Concepción Company Company y José G. Moreno de
Alba (eds.), Actas del VII Congreso Internacional de Historia de la Len-
gua Española, II, Madrid, Arco Libros, pp. 1795-1810.
— (2013), “Formación e historia de vuecencia en español como proceso de
rutinización lingüística”, Ibero, 77, pp. 108-129.
— (2014), “Procesos de lexicalización/gramaticalización en la formación e
historia de usía en español”, en José Luis Girón Alconchel y Daniel Sáez
Rivera (eds.), Procesos de gramaticalización en la historia del español,
Fráncfort del Meno, Madrid, Iberoamericana Vervuert.
Searle, John (1979), Expression and meaning: Studies in the theory of speech
acts, Cambridge, Cambridge University.
Siracusa, María Isabel (1972), “Morfología verbal del voseo en el habla cul-
ta de Buenos Aires”, Filología, 16, pp. 201-213.
Solé, Yolanda (1970), “Correlaciones socioculturales del uso de tú/vos y us-
ted en la Argentina, Perú y Puerto Rico”, Thesaurus, 25, pp. 161-195.
Steffen, Martina (2010), “El tratamiento en Paraguay”, en Martin Hum-
mel, Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas
y fórmulas de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz, El
Colegio de México, Karl Franzens Universität, pp. 429-448.
Stoll, Eva (1998), “Géneros en la historiografía indiana: modelos y trans-
formaciones”, en Wulf Oesterreicher, Eva Stoll y Andreas Wesch (eds.),

5-Bibliografía.indd 299 12/5/15 17:59:34


300 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Competencia escrita, tradiciones discursivas y variedades lingüísti-


cas. Aspectos del español europeo y americano en los siglos xvi y xvii,
Tubinga, Günter Narr, pp. 143-168.
Thiemer, Eberhard (1989), “El voseo ante la polémica y la práctica. A pro-
pósito de algunos datos recogidos en Nicaragua”, en Homenaje a A.
Zamora Vicente II, Madrid, Castalia, pp. 299-306.
Tiscornia, Eleuterio (1930), La lengua de “Martín Fierro”, Buenos Aires,
Universidad de Buenos Aires.
Torrejón, Alfredo (1986), “Acerca del Voseo Culto en Chile”, Hispania, 69
(3), pp. 677-683.
— (1991), “Fórmulas de tratamiento de segunda persona singular en el es-
pañol de Chile”, Hispania, 74 (4), pp. 1068-1076.
— (2010), “El voseo en Chile: una aproximación diacrónica”, en Martin
Hummel, Bettina Kluge y María Eugenia Vázquez Laslop (eds.), For-
mas y fórmulas de tratamiento en el mundo hispánico, México, Graz,
El Colegio de México, Karl Franzens Universität, pp. 413-428.
Toscano Mateus, Humberto (1953), “El español de Ecuador”, Revista de
filología Española, Anejo, 41.
Uber, Diane R. (1985), “The Dual Function of usted: forms of Address on
Bogotá: Colombia”, Hispania, 68 (2), pp. 388-392.
Valencia, Alba (2006), “Formas pronominales de tratamiento en San-
tiago de Chile”, en Mercedes Sedano, Adriana Bolívar y Marta Shiro
(comps.), Haciendo lingüística. Homenaje a Paola Bentivoglio, Cara-
cas, Universidad Central de Venezuela, pp. 569-582.
Vallejos, Patricia (1986), “El léxico iluminista en La Lira Argentina”, en
María Beatriz Fontanella de Weinberg (dir.), Aspecto de la historia del
español de la Argentina, Bahía Blanca, Universidad Nacional del Sur.
Vázquez Laslop, María Eugenia y Leonor Orozco (2010), “Formas de tra-
tamiento del español en México”, en Martin Hummel, Bettina Kluge y
Ma. Eugenia Vázquez Laslop (eds.), Formas y fórmulas de tratamien-
to en el mundo hispánico, México, Graz, El Colegio de México, Karl
Franzens Universität, pp. 247-270.
Villa Mejía, Víctor (2010), “La solidaridad y el poder del vos antioqueño”,
Lingüística y Literatura, 58, pp. 69-85.
Villegas, Francisco (1963), “The Voseo in Costa Rican Spanish”, Hispa-
nia, 46 (3), pp. 612-615.
Wainerman, Catalina (1976), Sociolingüística de la forma pronominal,
México, Trillas.
Weber de Kurlat, Frida (1941), “Fórmulas de tratamiento en la lengua de
Buenos Aires”, Revista de Filología Hispánica, 3, pp. 105-139.
Wesch, Andreas (1998), “Hacia una tipología lingüística de los textos
administrativos y jurídicos españoles (siglos xv-xvii)”, en Wulf Oeste-

5-Bibliografía.indd 300 12/5/15 17:59:34


bibliografía 301
rreicher, Eva Stoll y Andreas Wesch (eds.), Competencia escrita, tra-
diciones discursivas y variedades lingüísticas. Aspectos del español
europeo y americano en los siglos xvi y xvii, Tubinga, Günter Narr, pp.
187-218.
Weyers, Joseph R. (2013), “Linguistic attitudes toward the tuteo and voseo
in Montevideo, Uruguay”, Spanish in Context, 10 (2), pp. 175-198.

Cuestiones históricas, sociológicas, demográficas consultadas

Acree, William (2007), “De las guerras a las escuelas: orígenes de la re-
lación entre el poder y lo impreso en el Río de la Plata”, Páginas de
guarda, 3, pp. 99-118.
Alberro, Solange (1992), Del gachupín al criollo. O de cómo los españo-
les de México dejaron de serlo, México, El Colegio de México.
Araújo, Orestes (1900), Diccionario geográfico del Uruguay, Montevideo,
Imprenta Artística de Dornaleche y Reyes.
Azara, Félix de (1896), Descripción e historia del Paraguay y del Río de la
Plata. Tomo I, Asunción, A. de Uribe y Cía.
Barrán, José Pedro (1979), El Uruguay del novecientos, Montevideo, Ban-
da Oriental.
— (1989), Historia de la sensibilidad en el Uruguay. Tomo 1. La cultura
bárbara (1800-1860), Montevideo, Banda Oriental.
— (1990), Historia de la sensibilidad en el Uruguay. Tomo 2. El discipli-
namiento (1860-1920), Montevideo, Banda Oriental, Facultad de Hu-
manidades y Ciencias.
— y Benjamín Nahum (1968), Historia rural del Uruguay moderno, Mon-
tevideo, Banda Oriental.
Barrán, José Pedro, Gerardo Caetano y Teresa Porzecanski (1996), His-
torias de la vida privada en el Uruguay. Entre la honra y el desorden
1780-1870, Montevideo, Santillana.
— (1996), Historia de la vida privada en el Uruguay. El nacimiento de la
intimidad 1870-1920, Montevideo, Santillana.
Bentancur, Arturo (1992), “La primera burocracia montevideana (1724-
1814)”, en América Latina y España: de la colonia a la constitución de
los estados nacionales. Ediciones del Quinto Centenario, Montevideo,
Universidad de la República, pp. 15-67.
Bracco, Diego (2004), Charrúas, guenoas y guaraníes. Interacción y des-
trucción: indígenas en el Río de la Plata, Montevideo, Linardi y Risso.
— y José María López Mazz (2006), Charrúas, pampas y serranos, cha-
náes y guaraníes. La insurrección del año 1686, Montevideo, Linardi y
Risso.

5-Bibliografía.indd 301 12/5/15 17:59:34


302 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Bonilla, Carolina et al (2004), “Substancial Native American Females


Contribution to the Population of Tacuarembó, Uruguay, Reveals Past
Episodes of Sex-Biased Gene Flow”, American Journal of Human
Biology, 16, pp. 289-297.
Consens, Mario (1997), Prehistoria del Uruguay, Montevideo, CIARU.
Gascue, Cecilia et al. (2005), “Frequencies of the Four Major Amerindian
mtDNA Haplogroups in Population of Montevideo, Uruguay”, Human
Biology, 77 (6), pp. 873-878.
Goldaracena, Ricardo (1976), El libro de los linajes. Familias históricas
uruguayas del siglo xix, Montevideo, Arca.
— (1978), El libro de los linajes, segundo tomo, Montevideo, Arca.
— (1981), El libro de los linajes, tercer tomo, Montevideo, Arca.
Introini, Juan y Victoria Herrera (2008), La ninfa en la selva. Literatu-
ra uruguaya y tradición clásica, Montevideo, Universidad de la Repú-
blica.
Larrañaga, Dámaso Antonio (1923), “Compendio del idioma de la nación
chaná”, en Escritos de D. Dámaso Antonio Larrañaga, tomo III, Mon-
tevideo, Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, Imprenta Nacio-
nal, pp. 163-174.
Le Goff, Jacques (1991), El orden de la memoria. El tiempo como imagina-
rio, Barcelona, Paidós.
Lezama, Antonio (2008), La historia que nos parió. Ensayo sobre la idio-
sincrasia nacional, Montevideo, Linardi y Risso.
— (en proceso), Larga duración y conquista en el mundo andino.
López Mazz, José M. y Diego Bracco (2010), Minuanos. Apuntes y notas
para la historia y la arqueología del territorio charrúa-minúan, Monte-
video, Linardi y Risso.
Lussich, Antonio (1972), Los tres gauchos orientales. Con Introducción de
Ángel Rama y Prólogo y notas de Juan Carlos Guarnieri, Montevideo,
Biblioteca de Marcha.
Maggi, Carlos (1968), La historia de la literatura uruguaya. La Colonia
y la Patria Vieja: actores y testigos (Capítulo 4), Montevideo, Centro
Editor de América Latina.
Martínez Moreno, Carlos (1968), La historia de la literatura uruguaya.
El aura del novecientos (Capítulo 11), Montevideo, Centro Editor de
América Latina.
Moreno, José Luis (2004), Historia de la familia en el Río de la Plata, Bue-
nos Aires, Sudamericana.
Oddone, Juan (1966), La emigración europea al Río de la Plata, Montevi-
deo, Banda Oriental.
— (1966), La formación del Uruguay moderno. La inmigración y el desa-
rrollo económico-social, Buenos Aires, Eudeba.

5-Bibliografía.indd 302 12/5/15 17:59:34


bibliografía 303
Porzecanski, Teresa y Beatriz Santos (2006), “Angélica: ‘Desfolklorizar la
colectividad negra’”, en Historias de Exclusión: afrodescendientes en
el Uruguay, Montevideo, Linardi y Risso, pp. 119-126.
Praderio, Antonio (1962), Índice cronológico de la prensa periódica del
Uruguay, 1807-1852, Montevideo, Universidad de la República.
Real de Azúa, Carlos (1961), El patriciado uruguayo, Montevideo, Asir.
— (1968a), La historia de la literatura uruguaya. De los orígenes al no-
vecientos (Capítulo Oriental 1), Montevideo, Centro Editor de América
Latina.
— (1968b), La historia de la literatura uruguaya. Pensamiento y Litera-
tura en el siglo xix: las ideas y los debates (Capítulo 8), Montevideo,
Centro Editor de América Latina.
Rocca, Pablo (2003), Poesía y política en el siglo xix. Un problema de fron-
teras, Montevideo, Banda Oriental.
— (2005), “Las ediciones populares de Claudio García (un proyecto cul-
tural y su época)”, Anuario del Centro de Estudios Gallegos, Montevi-
deo, FHCE, CEGAL, pp. 87-108.
Rodríguez Villamil, Silvia (1968), Las mentalidades dominantes en Mon-
tevideo, Montevideo, Banda Oriental.
— (2006), Escenas de la vida cotidiana. La antesala del siglo xx (1890-
1910), Montevideo, Banda Oriental.
Sans, Mónica et al. (1997), “Historical Genetics in Uruguay: Estimates of
Biological Origins and Their Problems”, Human Biology, 69 (2), pp.
161-170.
Sansone, Envida (1968), La historia de la literatura uruguaya. La poesía
gauchesca, de Hidalgo al Viejo Pancho (Capítulo 10) (Revisión de
Carlos Real de Azúa), Montevideo, Centro Editor de América Latina.
Solari, Aldo (1964), Estudios sobre la sociedad uruguaya, tomo I, Monte-
video, Arca.
Torrendel Larravide, Beatriz (2007), Los que escriben la historia. Cuatro
familias uruguayas del siglo xix, Montevideo, Torre del Vigía Ediciones.
Torres, María Inés de (2008), La guerra de las palabras: escritura y políti-
ca en el Río de la Plata, Montevideo, Banda Oriental.
Traversoni, Alfredo (1975), La gran inestabilidad, Montevideo, Kapelusz.
— y Elena Bagi (1975), El Uruguay a mediados del siglo xix, Montevi-
deo, Kapelusz.
Traversoni, Alfredo y Herminia Feo (1975), La organización del Estado,
Montevideo, Kapelusz.
Traversoni, Alfredo e Hilda Molina (1975), El Uruguay a fines del siglo
xix, Montevideo, Kapelusz.
Traversoni, Alfredo y Magali Anllelini (1975), La Guerra Grande, Mon-
tevideo, Kapelusz.

5-Bibliografía.indd 303 12/5/15 17:59:34


304 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Traversoni, Alfredo y María Cristina Kampf (1976), La Banda Oriental,


Montevideo, Kapelusz.
Traversoni, Alfredo y Lilián Lastra (1977), El Uruguay en las primeras
décadas del siglo xx, Montevideo, Kapelusz.
Vedia, Enrique de (1853), “Comentarios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca,
Adelantado y Gobernador del Río de la Plata”, en Biblioteca de Autores
Españoles: Historiadores Primitivos de Indias, tomo I, Madrid, Colec-
ción dirigida e ilustrada por Don Enrique de Vedia.
Vidart, Daniel (2000), La trama de la identidad nacional, tomo III, Monte-
video, Banda Oriental.
Zum Felde, Alberto (1972), Proceso histórico del Uruguay, Montevideo,
Arca.

Fuentes

Aguilar Camín, Héctor (2012), Morir en el golfo, México, Planeta.


Alberti, Eugenia B. de et al. (1971), Diccionario documentado de voces
uruguayas en Amorim, Espínola, Más de Ayala, Porta, Montevideo,
Universidad de la República.
Barrán, José Pedro (2001), Amor y transgresión en Montevideo: 1919-
1931, Montevideo, Banda Oriental.
Cicalese, Vicente O. (1987), Montevideo y su primer escritor. José Manuel
Pérez Castellano, Montevideo, Edición del autor.
Concolorcorvo (1942), Lazarillo de ciegos caminantes. Desde Buenos
Aires hasta Lima 1773, Buenos Aires, Ediciones Argentinas Solar.
Corbellini, Elena (2007), La vida brava. Los amores de Horacio Quiroga,
Montevideo, Sudamericana.
Cossa, Roberto (1998), “Y usted, ¿por qué me tutea?, Clarín 17 de febre-
ro de 1998, recuperado de http://edant.clarin.com/diario/1998/02/17/i-
01301d.htm
Dellegri, Santiago [c. 1900], “Kaleidoscopio”, en Antonio Ferrán (2007),
Crónicas de La mala vida en el 900. Selección de textos y comentarios,
Montevideo, Arca, pp. 82-84.
Figari, Pedro [c. 1927], “En capilla”, en Pedro Figari (1965), Cuentos,
Montevideo, Arca.
García, Tessa (2012), Manual ilustrado de la gente bien, Montevideo,
PalabraSanta.
Helguera, Magdalena (2001), Como un volcán, Montevideo, Trilce.
Hidalgo, Bartolomé (1929), “Nuevo diálogo patriótico”, en Mario Falçao
Espalter, El poeta uruguayo Bartolomé Hidalgo. Su vida y sus obras,
Madrid, Gráficas Unidad.

5-Bibliografía.indd 304 12/5/15 17:59:35


bibliografía 305
Hidalgo, Bartolomé (1938), Sentimientos de un patriota, Montevideo, Im-
prenta Nacional [1816].
— (1968), “Diálogo patriótico interesante, entre Jacinto Chano, capataz
de una estancia en las islas del Tordillo; y el gaucho de la guardia del
monte”, en La poesía gauchesca. Antología, Biblioteca Uruguaya Fun-
damental. Capítulo Oriental. A cargo de Eneida Sansone, Buenos Aires,
Centro Editor de América Latina [1824].
Lira, Luciano (1981), El parnaso oriental o guirnalda poética de la Repú-
blica Uruguaya, tomos I, II y III, volúmenes 159, 160 y 161, Monte-
video, Biblioteca Artigas, impresión facsimilar [1835-1837], Colección
Clásicos Uruguayos.
Lockhart, Washington (1967), La vida cotidiana en la Colonia. I. Los pue-
blos, Montevideo, Arca.
Martínez, Juan Francisco (1938), La lealtad más acendrada y Buenos
Aires vengada, Montevideo, Imprenta Nacional [1808].
Martínez, Tomás Eloy (1996), La novela de Perón, Buenos Aires, Pla-neta.
Medina, José Toribio (1908), “El veneciano Sebastián Caboto al servicio
de España y especialmente de su proyectado viaje a las Molucas por el
Estrecho de Magallanes y al reconocimiento de la costa del Continente
hasta la Gobernación de Pedrarias Dávila”. Tomo II, Documentos, San-
tiago de Chile, Imprenta y Encuadernación Universitaria.
— (1952), Historia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en Chi-
le, Santiago de Chile, Fondo Histórico y Bibliográfico.
— (1959), Colección de documentos inéditos para la Historia de Chile,
Segunda Serie 3. Tomo I.
Prego de Oliver, José (1798), “Crítica jocosa”, en Luciano Lira (1981), El
parnaso oriental o guirnalda poética de la República Uruguaya, tomo
II, volumen 160, Montevideo, Biblioteca Artigas, impresión facsimilar.
[1835-1837], Colección Clásicos Uruguayos.
Real Academia Española (1726, 1739), Diccionario de la lengua castellana
(Diccionario de Autoridades), recuperado de http://web.frl.es/DA.html.
— (en línea) corde (Corpus Diacrónico del Español), recuperado de http://
rae.es/recursos/banco-de-datos/corde.
— y Asociación de Academias de la Lengua Española (2009), Nueva gra-
mática de la lengua española, Madrid, Espasa.
Viana, Javier de [1905], “Chamamé”, en Antonio Ferrán (2007), Crónicas
de La mala vida en el 900. Selección de textos y comentarios, Montevi-
deo, Arca, pp. 87-90.
— (1956), Gaucha, Biblioteca Artigas. Colección Clásicos Uruguayos, 19,
Montevideo [1899].

5-Bibliografía.indd 305 12/5/15 17:59:35


5-Bibliografía.indd 306 12/5/15 17:59:35
Anexo 1
Normas de transcripción

Normas de transcripción de los documentos1

Foliación: cada transcripción debe tener indicación del número de


folios que la componen. Esta estará escrita aisladamente en la prime-
ra línea, a la izquierda, sin tabulación alguna y de la siguiente mane-
ra: [fol. 1r], [fol. 1v], [fol. 2r], [fol. 2v], etc., en el entendido de que
r = recto, v = verso. Si el documento carece de foliación, como sue-
le suceder en los documentos no judiciales, el transcriptor impondrá
su propia numeración de folios, precediéndola de *. En estos casos,
también se escribirá, a lápiz, en el margen superior derecho de los
originales. La carátula de los expedientes se podrá foliar como [fol.
0] y se escribirá [s/fol.] cuando alguna foja esté anexada o interpues-
ta, es decir, cuando no esté incluida en la foliación original.

Numeración de líneas: en el margen izquierdo aparecerá una nume-


ración de líneas de cinco en cinco. Luego de un espacio de tabulador
se comenzará la transcripción del texto. Se respetará la división de
líneas del documento original, es decir, en cada línea de la transcrip-
ción se escribirá únicamente lo que aparece en la correspondiente del
documento. Se numerará el original también de cinco en cinco, a lá-
piz. Si la extensión de la línea del original superara la del espacio
1
Estas normas son las que se utilizan para la transcripción de los documentos
del corpus del proyecto “Historia del español del Uruguay” y del proyecto “Historia
del portugués del Uruguay”, Instituto de Lingüística, Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación. Dichas normas se inspiran en las “Normas para transcri-
ção de documentos manuscritos”, R. Virginia Mattos e Silva (org.), Para a história
do português brasileiro: primeiros estudos, São Paulo, Humanitas/FADESP, 2001,
pp. 553-555 y Manual de transcripción para el diccionario del español antiguo, en
Mackenzie (1986) ídem, 4.ª ed. de Victoria A. Burus, trad. de Aurora Santa Olalla,
Madison,The Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1986.

307

6-Anexo 1.indd 307 12/5/15 18:00:16


308 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

de la hoja en la que se está transcribiendo, se pasará al otro renglón


señalando con una barra oblicua ( \ ) el fin de la línea. No se contará
este renglón en la numeración de línea.

Alfabeto: se respetará, con la mayor fidelidad posible, la ortografía


del manuscrito:
a. Será respetado el uso de mayúsculas y minúsculas que aparece
en el original.
b. La R mayúscula, cualquiera sea su tamaño en relación con las
otras letras y su posición en la palabra, se transcribirá R. Si en
el manuscrito se utiliza rr- en posición inicial, se respetará esa
grafía.
c. En la transcripción de b, u y v se tendrá cuidado de distinguir
entre las diferentes grafías utilizadas por el autor del documento.
Se reproducirán exactamente como aparecen en el manuscrito,
sin intentar normalización alguna basada en el uso moderno.

Puntuación: la puntuación original será rigurosamente mantenida.


No se transcribirán los puntos que sean evidente producto del apoyo
de la pluma con que se escribió el original.

Subrayados: los subrayados del original se subrayarán en el texto.

Repasados: los repasados del original se marcarán en negritas.

Tildes: será rigurosamente mantenido el uso de los tildes del original.

Abreviaturas: no serán extendidas. Se incluirá una tabla de abrevia-


turas de todos los documentos, ordenadas alfabéticamente.

Separación de palabras: la no separación de palabras —y su eventual


fragmentación interna— no se alterará siguiendo un criterio moderno.

Impresos: cuando parte del documento es un impreso, se dará cuenta


de esto transcribiéndolo en letra cursiva.

6-Anexo 1.indd 308 12/5/15 18:00:16


anexo 1 309
Rúbricas: deben registrarse las rúbricas que aparezcan en el docu-
mento. Por ejemplo, si la firma Juan Pérez tiene una rúbrica se escri-
birá: Juan Pérez {RUB}.

Glosas: cada glosa debe incluirse en una llave {GL} y no debe con-
tabilizarse en la numeración de las líneas.

Tachaduras: los pasajes tachados del original aparecerán como tales


en la transcripción, si lo tachado se lee. Si en el documento aparece
un pasaje tachado y luego se intercala uno nuevo, el texto tachado
debe ir primero y luego se escribirá la intercalación. Si la tachadura
hace ilegible lo tachado se señalará como {TACH}.

Correcciones: se considerarán correcciones las letras o pasajes so-


brescritos. De aparecer en un documento, debe transcribirse el texto
que el escribiente dejó como definitivo y se anotará a pie de página la
forma elegida en primera instancia por el escribiente.

Sellos: cuando aparece un sello, se dará cuenta de este con [SELLO].


De entenderse pertinente se podrá aclarar el contenido del sello.

Marcas: cuando aparece una marca, se dará cuenta de esta con


[MCA]. De entenderse pertinente se podrá aclarar el contenido de la
marca.

Dibujos: cuando aparece un dibujo, se dará cuenta de este con


[DBJO]. De entenderse pertinente se podrá aclarar el contenido del
dibujo.

6-Anexo 1.indd 309 12/5/15 18:00:16


310 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Lista de símbolos

^ ^ intercalación hecha por el autor del documento, por ejemplo, una


palabra agregada entre líneas.

<^ > intercalación hecha por otra persona que no es el autor del do-
cumento

[??] indica la presencia en el manuscrito de parte de una palabra que


resulta ilegible, por ejemplo, “fueron a po[??]” o para indicar que
una palabra entera es ilegible (estrellas [??]).

[???] señala la ilegibilidad de una frase. Si nada es legible en una


línea del manuscrito, esta línea debe representarse también como
tres signos de interrogación entre corchetes.
Se escribirá [???] por cada línea ilegible de un documento
a los efectos de que coincida la numeración de líneas del original
con la de la transcripción.

[* ] indica la reconstrucción por parte del transcriptor de un texto


ilegible o faltante, cuyo contenido le resulte evidente.

[ ] lo que está incluido dentro de corchetes no aparece en el original:


debe leerse como comentarios de quien hizo la transcripción del
texto.

[ ... ] indica la no transcripción de un fragmento del texto.

6-Anexo 1.indd 310 12/5/15 18:00:16


Anexo 2. CARTAS

Siglo xix1

8. Carta de Juan Manuel a su tío Diego Agüero


18. Carta de Pablo Hilarión Rivera a su hijo Fructuoso Rivera
26. Carta de Juan Bautista Eleicegui a su hermana
27. Carta de Juan García a su padre
28. Carta de Juan García a su padre
29. Carta de Gerónimo F. Olloniego a su prima
30. Carta de José de Mesa a su esposa
32. Carta de Antonio Pérez a Don Joaquín Antonio Pardiño
111. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón
112. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón
117. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas
132. Carta de María Josefa del Pino a su nuera María Farías
172. Carta de José María Fernández a su protectora María Clara de
Zabala
180. Carta de María Clara de Zabala dirigida a su nieto Luis Obre-
gón y Artur
181. Carta de Juan Francisco García de Zúñiga dirigida a su hijo
Pedro José
182. Carta de una prima a Cristóbal Salvañach
183. Carta de Frasca del Pino a su hermano José María del Pino
186. Carta de la monja Sor María Rosalía a su madre Mercedes
Sarasa
223. Carta de Josefa Alfonsín a su hijo Andrés Lamas
224. Carta de Josefa Alfonsín a su hijo Andrés Lamas
225. Carta de Fructuoso Rivera a su hermano Bernabé
226. Carta de Jerónimo Bianqui a su hermano Juan José incluida en
carta de este último a Fructuoso Rivera

311

6-Anexo 1.indd 311 12/5/15 18:00:16


312 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

227. Carta de José Clemente a su padre Diego Agüero


228. Carta de Juan Manuel Agüero a su tío Diego Agüero
229. Carta de su madre a Pedro Vidal
230. Carta de José Artigas a su suegra Francisca de Villagrán
231. Carta de José Artigas a Andrés Artigas
232. Carta de Miguel Barreiro a Fructuoso Rivera
234. Carta de Manuel Vega a José Oserbante
235. Carta de José Artigas a Antonio Pereira
236. Carta de Andrea Collis a Juan Ponce
237. Carta anónima a José Artigas
238. Carta de Paula Rivera a José Artigas
239. Carta de Eugenio Garzón a Fructuoso Rivera
240. Carta de José Antonio Artigas a Juan Francisco García de
Zúñiga
241. Carta de Raymundo Guerra a María Farías
242. Carta de José Artigas a su suegra
243. Carta de Bernabé Rivera a Andrés Lamas
244. Carta de Andrés de la Torre al Comandante José Díaz
245. Carta de Carmen Fragoso a su hermana Bernardina
246. Carta de José Artigas a Fructuso Rivera
247. Carta de Juan María Turreyro a Nicolás Herrera
248. Carta de Francisco Joanicó a Nicolás Herrera
249. Carta de Juan Antonio Lavalleja a Fructuoso Rivera
250. Carta de Carmen Guerrero(s) a Consolación Obes
251. Carta de Carmen Guerrero(s) a Consolación Obes
252. Carta de Pascuala Álvarez a su sobrina Consolación Obes
253. Carta de Pascuala Álvarez a su sobrina Consolación Obes
282. Carta de Blas Jacinto Agüero a su padre Diego Agüero
283. Carta de Marcelino Balvastro a su padre
284. Carta de Fructuoso Rivera a su amigo Julián Gregorio de Espi-
nosa

6-Anexo 1.indd 312 12/5/15 18:00:16


anexo 2 313
Siglo xix2

69. Carta de María B. de Santos a su hijo Máximo


70. Anónimo injurioso a Máximo Santos
92. Carta de Gumersindo Saravia a su hermano Aparicio
93. Carta de Cándida Díaz de Saravia a Aparicio Saravia
124. Carta de Ignacio Fernández a su sobrino Joaquín Requena
125. Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena
126. Carta de Joaquín Requena a su hijo
127. Carta de Joaquín Requena a su hijo
128. Carta de Joaquín Requena a su hijo
129. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio
130. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio
131. Carta de Juan Luis Blanes a su tío Mauricio
144. Carta de Federico Brito Farías a su madre María
161. Carta de Darío Brito Farías a su madre María
162. Carta de Riva a su amigo Eduardo Brito Farías
163. Carta de Cándida Díaz a su esposo Aparicio Saravia
164. Carta de José R. Rodríguez a Manuel Menéndez
165. Carta de José R. Rodríguez a Manuel Menéndez
169. Carta de un conocido a Antonio Lapuente
171. Carta de Luisa C. de Silba a Teresa Polo
196. Carta de Flora G. de Cáceres al Coronel Gregorio Lamas
197. Carta de Olivia a su amiga Cándida Díaz
198. Carta de Primitiva a su amiga Cándida Díaz
200. Carta de José Ares a Cándida Díaz de Saravia
201. Carta de Narcisa Barros de Sánchez a Cándida Díaz de Saravia
254. Carta de Juan Benito Clavijo a Aparicio Saravia
255. Carta de Francisco Saravia a su hermano Aparicio
256. Carta de Francisco Saravia a su hermano Aparicio
258. Carta de Aniceto Carrera a Aparicio Saravia
259. Carta de Aníbal Chiappara a su padrino Aparicio Saravia
260. Carta de Natalio Barreyra a Aparicio Saravia
261. Carta de Aparicio Saravia a su hermano Francisco
262. Carta de Ramón Saravia a su madre Cándida Díaz

6-Anexo 1.indd 313 12/5/15 18:00:16


314 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

263. Carta de niñas de Rivera a Aparicio Saravia


264. Carta de Justiniano Gauna a Aparicio Saravia
265. Carta de Inocencia Risoto a Cándida Díaz
266. Carta de Carlos María de Pena a Andrés Lamas
267. Carta de Juan José Brito del Pino Berro a su padre Federico
268. Carta de Federico Brito del Pino a su hijo Juan José
269. Carta de Federico Brito del Pino a su hijo José Luis
270. Carta de Juan José Brito Berro a su tío Bernardo Berro
271. Carta de Juan José Brito Berro a su tío Bernardo Berro
272. Carta de Juan José Brito Berro a su tío Eduardo Brito
273. Carta de Juan José Brito Berro a su madre Amanda Berro
274. Carta de una amiga a Amanda Berro
275. Carta de Práxedes B. de Berro a su hija Amanda
276. Carta de Práxedes B. de Berro a su nieta Amanda Brito del Pino
Berro
277. Carta de Práxedes B. de Berro a su hija Amanda
278. Carta de Amanda Brito del Pino Berro a su abuela Práxedes
279. Carta de José Brito del Pino a su primo Juan José Brito del
Pino
280. Carta de Martín Morales a Aparicio Saravia

6-Anexo 1.indd 314 12/5/15 18:00:16


Siglo XIX1

8. Carta de Juan Manuel a su tío Diego Agüero

Siglo: xix Año: 1800


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 1, Carpeta 9. Doc. 12, 2 fs.

Juan Manuel Agüero comunica a su tío que irá a pasar una tem­po­
rada en una estancia.

[*fol. 0]
A
D.n Diego Agüero
Buenos Ayres
[*fol. 1r]
1. S.r D.n Diego Agüero
Montev.o y Feb.o 1/
800
Mi est.do Tio y favorecedor. Esta
5. tarde salgo à pasar unos dias en la Estan-
cia de D.n Juan Fran.co Garcia acompañado
de un Religioso franciscano: está situada
en las cercanias de Sta Lucia de buenos ayres
y aguas; distante desta 17” o 18 leguas: allí
10. me ha franqueado dho S.r todas las proporcio-
nes necesarias p.a mi restablecim.to: este es
el q.e espero para regresar á esa: y no ofre-
ciendosele otra cosa ruega a N.ro S.or gue su
vida m.s a.s su recon.do sob.no Q.S.M.B.
15. Juan Man.l{RUB}

315

6-Anexo 1.indd 315 12/5/15 18:00:17


316 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

18. Carta de Pablo Hilarión Rivera a su hijo Fructuoso Rivera

Siglo: xix Año: anterior a 1825


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 6, Carpeta 3. Doc. 54, 2 fs.

Pablo Hilarión Rivera informa a su hijo acerca del estado de las


haciendas.

[*fol. 1r]
1. /Mi estimado yjo
esido ynpuesto de la honorab[??]
comu nicasion de V.yjo ene[?]
tos canpos yano ay gado ning[?]
5. m p.r lo mismo tedigo q.e com
motivo de tar todos los estan
cieros travajando todos las po[??]
a ciendas q.e andentrado anb[??]
to arretirar y ansina ciacaso
10. p^l^avise adentrar yo te avisare
encaso q.e las aciendas huel
van adentrar q.e p.r ora no ay
ninguna
esquanto devo desirte y mea
15. legrare lopases sinnovedad
[*fol. 2r]
1. [¿]u Padre quien teestima y tede
cea toda felicidad
Paublo Rivera {RUB}

5. Podt- la jente q.e vos mandaste


anestado travajando enel mismo
rrincon y no an dejado y una
cola de va ca como telo ynfor
mara el dho morales q.e ami

6-Anexo 1.indd 316 12/5/15 18:00:17


anexo 2 317
10. quien save como meyra pa
poderle mandar algun gana
dito hatumadre y ansina ve
vos y abra gado enlos can
pos es Quanto devo desirte
15. sobre el Particular
[??] {RUB}
[fol. 3v]
A
D.n Frutoso
Rivera q G.
ms as
enmonte/video

26. Carta de Juan Bautista Eleicegui a su hermana

Siglo: xviii Año: 1795


Ubicación: Archivo General de Indias. Sección V: Gobierno. Audien-
cia de Buenos Aires, legajo 569, 1f.

Juan Bautista Eleicegui solicita a su hermana que le envíe a su so-


brino para ayudarlo en tareas de comercio.

[*fol. 1r]
1. Montevideo 30 de Octubre de 1795-
Querida hermana Jpha Antonia. Celebraré que al recibo
de esta te halles con salud en compañía de tu Marido, y hijos, ‑
pues ignoro por falta de noticias buestras en estos 15 à 16 meses-
5. si estais buenos ó no. Yó gracias à Dios me hallo en esta -
sin novedad con mi tienda, y el giro que estoy haciendo para
Buenos ayres y tierra dentro, pero como estoy solo, quisiera
que siendo buestra voluntad pasase àmi Compañía el so-
brino Jph Manuel Landaberea en la primera ocasión que

6-Anexo 1.indd 317 12/5/15 18:00:17


318 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

10. se presente, con alguna decencia, para lo que y el pasage


que le puede costar hasta aquí, siempre que determineis el
embiarme, y fuese su gusto libró en la adjunta Letra atu
orn y á cargo del S.or D.n Gerónimo de Hisosa dela
Coruña 150 Duros de à 20 [??] los que procuraras cobrar
15. valiendote del favor del S.or D.n Diego De Echague
[*fol. 1v.]
1. De esa que te servira con gusto.
Estamos mui esaustos de noticias en esta De
esa mi amada Patria; por tanto te estimaré me enteres de
todo quanto ocurra en ella, y de todo lo de mas que te ofrezca.
5. Por ahora no tengo que decirte otra cosa; dale
un abrazo de mi parte à mi amado Cuñado tu esposo, y hijos;
y con expresiones à la Anore Jacinta, Xaviera, su Marido,
y mis amados compañeros vecinos Pachien Vizente su herm.o
y de mas, mandalo que gustes al que ès tu afectissimo-
10. hermano que de corazon te estima
Juan Baup.ta de Eleicegui {RUB}
Mi Queridisima herm.a Jpha Ant.a de Eleicegui

27. Carta de Juan García a su padre

Siglo: xviii Año: 1793


Ubicación: Archivo General de Indias. Sección V: Gobierno. Audien-
cia de Buenos Aires, legajo 569, 1 f.

Juan García comunica a su padre el nacimiento de una nieta y le so-


licita que realice diligencias para que un sobrino viaje a América.

[*fol. 1r]
1. Montevideo Nob.e = 24 de 1793
Padre y mui S.or mio el dia 23 del pasado
secirvio Dios darle una nieta mas aquien manda,
la q.e nacio entermino detres minutos Sele puso

6-Anexo 1.indd 318 12/5/15 18:00:17


anexo 2 319
5. p.r Nombre María del Carmen clemencia fue
su Padrino el rregidor defensor de esta Ciudad
D.n Juan ignacio Martines q es hijo de Junto
àVigo ymadrina fue la Muger del dicho,
Padre estimare q.e uste
10. este conmí Primo Andres Sanches de taivo y q.e
vea sipuede mandar mí suvrino p.a aca q.e loneci
sito yno perdera nada pues yo deseo servir.
àlos míos y q.e salgan de povres pues junto àsuma-
dre no gana el pan y me mandara larepuesta
15. silomanda ono. rrecivira Vmd. memorias de.
Maria laquese álla mui alentada y dicetiene
Ganas deasèr otro hijo, y mías las tomara àme
[*fol. 1v]
1. dida desudeseo oy rruego aDios N.ro Leguarde
suim portante bida en compañía demi abuela
Madre y ermanos Suaf.to hijo q.e
Sumano Besa Juan García {RUB}

28. Carta de Juan García a su padre

Siglo: xviii Año: 1796


Ubicación: Archivo General de Indias. Sección V: Gobierno. Audien-
cia de Buenos Aires, legajo 569, 1 f.

Juan García lamenta no haber recibido acuse de recibo de sus en-


víos y que su primo no haya viajado a América.

[*fol. 1r]
1. Montebideo Nob.e = 2 de 1796
Querido y estimado Padre p.r la dev. be^o^ gozasalud
en compañía demi S.ra Madre y mas familias-
p.r aca decuyo beneficio desfrutamos aDios gracias.

6-Anexo 1.indd 319 12/5/15 18:00:17


320 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

5. S.or Padre Con el Carpintero del Correo


el Rei; llamado Florencio Otero, remiti avstedes
unas frioleras y saviendo q.e las han recivido v.
nada me dice p.r lasuia porlo q.e me quiebra los
Animos demandar mas nada siendo así q.e no tengo
10. mayor justo q.e es el socorrer les enquanto pueda
Demi primo Andres sanchez detanbo
no leveo muchas boluntades de yn biar mi primo,
Antonio Suhixo p.a junto àmi pues yo lodeseara
yestimara berlo áca q.e esperava en Dios leavia
p.r que donde doi pan alos àgenos mejor fuera dar-
lo àlos mios pues yo yamas de quatro años que le
escribi y aun no allegado áca oy
[*fol. 1v]
1. y Vstes reciviran Memorias de estos sus Amantes
Hijos y nieta todos rendidos àsu obidencia y por
todos
Juan Garcia{RUB}

29. Carta de Gerónimo F. Olloniego a su prima

Siglo: xviii Año: 1795


Ubicación: Archivo General de Indias. Sección V: Gobierno. Audien-
cia de Buenos Aires, legajo 569, 1 f.

Gerónimo Olloniego solicita a su prima que le envíe a su sobrino a


América.

[*fol. 1r]
1. S.a D.a Teresa Albares
Vmd{RUB}
Prima y mui S.a mia celebraré q.e
sigas sin novedad en compañia de los

6-Anexo 1.indd 320 12/5/15 18:00:17


anexo 2 321
5. muchachos. Esta sirbe p.a decirte que
ahora que necesito un muchacho que me
alivie alguna cosa en mis asuntos, puedes
con el primer Barco quebenga p.a esta
embiarme a tu hijo primero llamado
10. Joaquin, y haviandole hay de la ropa
mas precisa, y sacando la correspond.te
lizencia De el Consejo, lodemas pertene
ciente al pasaje queda demiquenta.
Mira en que puede complacerte
15. mi afecto, y dispon de mis facultades
segun ellas lo permitan pues deseo
alibiarte y servirte en q.to pueda. por
ahora no soy mas largo. Esperare al
muchacho sin mas aviso, y mien
20. tras quedo rogando a Dios te
[*fol. 1v]
1. conserbe la vida muchos años.
Montivideo y setiembre 1o De 1795
tu afecto Par.te y S.or
Geronimo Frnz Olloniego{RUB}

30. Carta de José de Mesa a su esposa

Siglo: xix Año: 1803


Ubicación: Archivo General de Indias. Sección V: Gobierno Audien-
cia de Buenos Aires. Legajo 570.

José de Mesa pide a su esposa Juana de la Peña que viaje con sus
dos hijas a reunirse con él en Montevideo.

[*fol. 1r]
1. Mimas estimada y q.erida esposa de
micorazon mealegrare qe alrrecibo des

6-Anexo 1.indd 321 12/5/15 18:00:17


322 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

ta te alles conlasalu q.e yo paramidese ^o^


en conpañia de mis dos amadas sijas
5. de mi corason y de tufamilia y mia
la q.e yo defruto es buena para q.e me
mandes qe lo are comometoca de obli
gasion.
Juana esta se dirije a
10. notisiaste alestado demisalu pues ene
llanotengo nobeda ygualmente, tu
ermano y cuñada y tusobrino en
cuanto a lo q.e te edicho q.e semos besino
desta y q.e aqui lo pasaremos tranqui
15. lamente pues con el trato delamasen
de brea estopa y clabason y todolo de
mas y los dos negros y el bote y te
digo esnudamente q.e la rrespuesta
desta se^a^ tubenida ten animo como las
20. de mas q.e aquibienen todos los dias
[*fol. 1v]
1. pues lo mas q.e puedes echar son
dos meses ymira si puedes benir
conla mujre del D.n nantonio es
cudero q.e seqesta parabenir a esta
5. y notebengas sin las fe de baustimo de
las niñas y la carta de casamiento au
torisada por los escribanos q.e les corres
ponda y no ai que pensar sonoserrar
los sojos y los testigos de todo lo dicho es
10. D.n Juan de rruea y D.n mig. le de
quintas y D.n fran.co sesas y
D.n bernadino errera paratuabilita
sion ya sabes aquien tienes de ablar
y conpar todo lo nesesario y q.e ben
15. gas contoda comodida tu y tusijas,
q.es lo q.e deseo pueaimuchos saños qe

6-Anexo 1.indd 322 12/5/15 18:00:17


anexo 2 323
nonos bemos q.e asenuebe pues mi
salida fue el nobenta y cuatro emes
de otubre Dios quiera q.e los tres q.e ayas
20. rresibido esta nos biamos concumplida
[*fol. 2r]
1. salu ya la casa la tienes puesta y por
D.n manuel diaga e mandado traer
unanegra del Jeneiro parati y q.e
tesirba cuanto tomes posesion des
5. tatucasa por Dios tepido q.e tubenida
conmisija no se enfrie sino q.e sea lomas
pronto q.e sea posible es cuanto tengo
que desrite en el particular daras, me-
morias a tuermana ya conpadre fran.co
10. a mimadre y ermanos y ermana y
cuñada y a mis sobrinos y a los tuyos
y a toda tu familia de nuestra obligasion
ya los q.e preguntaren pormi y en
particular al conpadre rrasado y su
15. familia y ati te las manda conpadre
sapata y comadre fran.ca y de tuer
mano y ermana politica y q.e no tar
des entubenida y a misijas le dadaras
un beso y abarsoz turresibiras el
20. fino cariño de tu fiel espos q.e tes
tima y berte desea, es
[*fol. 2v]
1. Josef de Mesa {RUB}
q.erida esposa Juna de la peña
Montebideo a 25 de Marzo
de 1803
5. pp esta ba poruna migo
q.e ba enunbarco particu
lar nonbrado elrrosario

6-Anexo 1.indd 323 12/5/15 18:00:17


324 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

32. Carta de Antonio Pérez a Don Joaquín Antonio Pardiño

Siglo: xix Año: 1803


Ubicación: Archivo General de Indias. Sección 5: Gobierno. Audien-
cia de Buenos Aires. Legajo 568 o 569.

Antonio Pérez solicita a Joaquín Pardiño que viaje a América para


oficiar de sacerdote en una capilla que ha construido en las entonces
afueras de Montevideo.

[*fol. 1r]
1. Señor D.n Joaq.n Ant.o Pardiño.
Montevideo 15 de Junio de 1803.
Mi mas estimado paysano, Pariente y Señor; me ha sido
de mucha complacencia el ascenso de Vm. al sagrado Sacer-
5. docio, como antes de aora tengo manifestado, y en vista de
todo no puedo dejar de decir a Vm. las circunstancias q.e
en el dia me motiban a llamarle p.a mi compañia, pues
haviendo edificado una casa p.a mi vivienda a distancia
de media legua del Pueblo, y por consig.te fuera de los
10. Portones de el, hallandome en el dia con una Panaderia
de mucho caudal p.a la q.e he necesitado comprar mas
de quar.ta esclavos, con algunos capataces, q.e todos viven
en mi compañia la de mi mug.r e hijos; viendo pues q.e
todos con migo careciamos, y nos hallabamos sin los
15. socorros espirituales q.e por falta de proporcion no
podiamos disfrutar, recurrí al Illmo ordinario de
este Territorio pidiendole facultad, y permiso para la
ereccion y establecim.to de una Capilla, quien en vista de
unas causales tan justas tubo a bien, mirando ala falta
[*fol. 1v]
1. de dichos socorros permitirme edificar una Capilla en
mi casa, y hallandome en el dia con dicha capilla ha-
vilitada, y facultada en la forma regular por este Illm.o

6-Anexo 1.indd 324 12/5/15 18:00:17


anexo 2 325
ordinario, viendo la escasez de Sacerdotes q.e hay en este
5. obispado, y deseando q.e la dotacion q.e la tengo asignado
recaiga, y sea en beneficio de los mios, es mi animo y
voluntad el q.e Vm. obteniendo las licencias, y permiso q.e
sean concernientes, se pase a mi compañia p.a cuia con-
ducion abonaré todo q.to se necesite con el aviso de vm.
10. De todo esto, para el desengaño de Vm. puede informar-
se de todos los q.e han pasado a esta America, y en espe-
cial de los Comandantes de los Buques Correos de S.M.
quienes dieron un entero conocim.to hay mas de veinte años
á esta parte q.e me han tratado, y tratan en esta mi
15. casa.
Es lo q.e puedo decir a Vm. con el verdadero afecto de un
Pariente q.e desea sus aumentos. Interin queda sino de
veras su primo Q.B.S.M.
Ant.o Perez {RUB}

111. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón

Siglo: xix Año: 1830


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 37, Carpeta 18. Doc. 16, 4 fs.

Félix Garzón comunica a su hermano novedades político-militares y


lo impele a que muestre su fidelidad al General Rivera.

[*fol. 1r]
1. Durasno Abril 19 de 830
Querido Eugenio; Hoy á las 10 dela mañ.a llego á este, pun
to el Sor Grãl en el acto me hizo llamar, y me hablo de este
modo; am.o lla etomado todas las medidas, p.a maña-a
5. a las 4 dela Tarde, marchar con los Esquadrones, 2 y 3o
sobre, Montev.o aprivar males, q.e conosco, de buena fe, quie-
ren hacer, los Representantes dela Sala, p.r haverse, opu

6-Anexo 1.indd 325 12/5/15 18:00:17


326 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

esto, a la revolucoin tomada, p.r el Govierno, q.e biniera, con


parte del Batallon al Durasno, á este paso se agrega
10. la gran prevencion que hay entre la Sala, Govierno-
y Grãl Rivera.- Es indudable q.e mañ.a marchamos
â Camparnos sobre Sta- Lucia, y de halli, ba a ofici_
ar, â los Pueblos retiren los Poderes, a los R. R.tes pr_
lla pasar delos limites á que fueron, convocados
15. y haver dado un paso anarquico; en pedir explica
ciones al Executivo sobre la salida tuya - Asiendo
tambien ver, a los Pueblos q.e en las facultades
del Gov.no Prov.o esta puesta asus ord-s toda la fuer
za, p.a q. diponga de hella, en los lugares q.e tenga
20. a bien, dentro del Estado- Ba acer ver á los Pueblos
la marcha q.e a llevado la Sala q.e asido la mas
perversa, a bisando, los Proyectos yLeyes, q.e adic
tado, sin facultades, y los males, q.e cada uno-
á echo al Pais, ylleno de estas razones, quiere
25. se disuelva- Ba hacer ver á los Pueblos
[*fol. 1v]
1. del modo, como algunos R. R.tes- son introducidos á la
Sala, q.e estos nó, ansido, p.r la boluntad grãl, sino p.r
faciones, p.a sus miras ambiciosas, y p.r ultimo, ba
acer ber á los Pueblos, q.e la Sala, es un bolcan, de ma
5. les, llena bicios de facciones, y q.e con su marcha -
seba aperder el Pais- Yo p.r mi parte nada le he -
dicho al Grãl, cuando lo hevisto tan decicido- y q.e -
contempla, q.e entre la ciudad no hay Govierno, el
Sôr Rondeau, y sus ministros renuncian, q.e son-
10. la autoridad legitima, p.r haver, la Sala, renuncia
do, sus ord s y toda autoridad, que nasca, es nula-
ylos Pueblos, no la admitiran,- Ya te hedicho en-
mis anteriores, q.e la preparacion, en el Pais es-
grãl, contra la Sala, y amiver, se esperava un-
15. jenio, q.e en cavezara, p.a acer desaparecer, una-
reunion biciosa, y q.e a sus males, los hivan-

6-Anexo 1.indd 326 12/5/15 18:00:17


anexo 2 327
apadecer, todos los buenos Patriotas. Querido
Eugenio, lla es llegado el dia, q.e te havia anun
ciado- espreciso pues, tener caracter, llo le eda
20. do la mano a mi am.o yle edicho, q.e ede
participar desus males ybienes. Tu eres, pre
ciso, te resuelvas, y te hagas cargo de mis re
fleciones, el Grãl Rivera, te asostenido en el
mando del Batallon, tal vez asiendo injustici
25. as, esto es, contra el Torrente de sus amigos-
p.r ser voz, un hombre reconosido, en el Pais-
[*fol. 2r]
1. y q.e en los casos precisos, dudaban encontrarte con
resignacion, Yo estoy satisfecho, q.e el les a dicho-
q.e eres su am.o y q.e nunca lo traisionarias
á si es pues q.e haviendote dado la ord.- el Govi
5. erno, p.a marchar, soy de parecer la cumplas-
y no estes a las observac-s dela Sala, p.r ser-
un paso, sin fuerza, del q.e abre el camino delos
males, -luego Gritaran bias legales- y como pues
son los primeros q.e las rompen, y ponen en
10. conflito al Pais,- Nada mi Herm-o es preciso
te decidas, p.r el primer hombre, el primer Patrio
ta, y el primer General, y el q.e reune, la opinion
del Pais, si asi no lo ases, tu, te ases desgraci
ado, p.a siempre, y ami, me pones p.a todos los ams
15. del Grãl, en punto de desconfianza,- tu sabez que
p.a un paso de estos, no tendras nada q.e trepidar
qe el Grãl, reuna 2000 hombs­y ganara la cuesti
on sea p.r las bias legales o inlegales, y en tonces-
saldran los calculos- sobre boz, siestos- Ytendre un
20. dia de disgusto, el mas grande ^si^ nó, te resuelvas
á seguir, á quien, es tu am-o y en donde esta-
tu Herm-o tu contestacion, la recivire, en Sta-
Lucia o cerca, el ofci.l Masariego; no ba á otra
cosa. q.e a entregarte esta y tra erme la con-

6-Anexo 1.indd 327 12/5/15 18:00:17


328 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

[*fol. 2v]
1. testacion, lo mismo q.e la adjunta del Grãl-
Boy aserte otras explicac-s llo é
visto, ciertas cartas, recividas a noche, el Grãl-
delos primeros del Pueblo, y Govierno, en q.e le –
5. aseguran- q.e voz, lo estas burlando, de un modo
seguro, y cuanto hablas, y piensas todo lo saven-
pero Herm.o me hellenado de rubor, sude, me
altere, cuando, le havisan, al Grãl, q.e tu primer
intrigante, baxo, picaro, y covarde, de Gabriel
10. Velasco, es el q.e te esta vendiendo, hace mucho
tiempo, quien lo tenian al efecto atus in me
diaciones, el Grãl hoy a las 2. dela Tarde, me
amostro las Cartas y me quede lleno, de verguen
za, y tomando parte, en las desgracias de un
15. herm.o tendras presente lo q.e te he dicho-
de Zufriategui y Velasco, a tu llegada al
Pais- saviendo esto no te queda, mas que
mirar con horor, y preparte á todo malo-
con un picaro: yo por mi parte te aseguro-
20. q.e conosiendo que de ay nacen tus males
dia llegara q.e me vengue: á los malos
no hay Cuartel, no enpieces con q.e estas
tranquilo: no me digas: no esta p.r na-
[*fol. 3r]
1. dies, el caso es q.e en todas las Cartas q.e le
escriven al Grãl, esta Garzon, pero descon-
fiando del, p.r Velasco,- los, Ministros, los
dela Sala, y algunos vecinos- este el bien
5 . q.e as merecido de ese Tunante- no estes con tu
Politica, hablale claro-
Yo te hablo lo baste, p.a q.e no-
ignores tu pocecion, como a Hermános= la
Sala, no contramarcha, y el Grãl tampoco=
10. los hombres dela Ciudad, esprobavle, q.e con –

6-Anexo 1.indd 328 12/5/15 18:00:18


anexo 2 329
taran con el Batallon, pero si tu lo sacas
q.e aran, los unos, irse p.a Bs.Ays.-, los otros
al Janeyro, los otros á entregarse, se aca-
van los males, y la Sala, y que diran, el
15. Grãl Rivera, encavezo el movim.to- y no
tuvo opocicion, Yo veo tu destino de Cuida-
do- espreciso conoscas, q.e la decicion del Govi
erno- q.e salgas- p.r Rondeau, Ellauri, Perey
ra, y Laguna, es p.r q.e estan de acuerdo- y
20. saven todo tus pasos, p.r el Tal Velasco__
No hay remedio: espero me
contestes- pronto, y te dicidas, a tomar par
[*fol. 3v]
1. te en un paso q.e se ará, afianzar el
Pais- Yo le hedicho al Grãl, a Pozolo, y Ber
nave, que no nos dexaras, y en fin tu de
cicion sera el principio dela obra, mira-
5. q.e dentro dela Plaza, tienes muchos enemi
gos y afuera tus amigos- Tambien te ad
vierto, q.e puesto el Grãl p.r Sta- Lucia, ó-
Pantanoso, puede muy bien, acer algun movi
miento tu Batallon, y no lo podras evitar-
10. Todo movim.to echo en la Campaña, sale
garante, ylos Pueblos, se entregan lla, p.r q.e
el no excede, y p.r pequeña q.e sea la fuerza-
impide los viveres-
Herm.o con cluyo diciendo te-
15. q.e no hay remedio- y espreciso, des este paso
en union con el Grãl Rivera, como á de cer
es preciso, tener Caracter, y resolver hoy, noso
tros émos de tomar algun medio, y en mi-
opinion este es, p.r el q.e nos devemos sa
20. crificar; No de tengas nada á Masariego
hablame con franqueza, p.a operar con-
acierto- el Grãl no duda nada de

6-Anexo 1.indd 329 12/5/15 18:00:18


330 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

[*fol. 4r]
1. voz, y te cuenta el n-o de sus amigos-
Si todos nos unimos a dar este-
paso, nada padecera el Pais- todas estas, unio
niones, si el Grãl, pensase en otra cosa, nada
5. aria, pero como su primer lema, es la –
nulidad dela Sala, esta seguro, q.e toda
la Campaña esta lista, no te vallas a me
temer en las Vias legales- El Grãl sabe, de
Lapido Llambi [??] lo q.e an hablado en la
10. Sala, - Pero quiero medigas, con q.e elemen
tos cuentan estos hombres, p.a hablar, de
un modo, q.e no asen, sino, preparar los
animos y el 1.o al el Grãl, cedira, la Sala, pien
sa lo mejor, es una autoridad legitima-
15. y son inviolabes,- Miserables- el lugar q.e
ocupan en la Sala, es p.a de dicarse, a travajar
á la Felicidad, yno p.a hablar insolencias
y quererse desgarar como fieras, unos con-
otros- q.e es autoridad- como tal se devia de
20. manejar- q.e es legitima, lla le paso el Tiem
po- inviolables- Tengan presentes, la Sala
de Francia- de Bs. Ays- y la ultima
[*fol. 4v]
1. del Brasil, q.e dentro el Emperador con un-
palo y los con cluyo- la del E. Oriental, me
rece mucho mas,
Yo se q.e tienes de masiado, reposo, pero
5. quiero, peses mi refec-s y no te hagas des
graciado- espreciso conoscas el Caracter de
nuestros Paisanos á qui los homb-s no á
cen mas q.e uno,- Resuelvete y da, un –
paso, q.e el pais te lo agradecera-
10. No hay remedio á todos
los Dep-tos se á oficiado-

6-Anexo 1.indd 330 12/5/15 18:00:18


anexo 2 331
Habla con franqueza á tu
Herm.o {GL Ego contamos con una/ fuerza considera/ble-}
Felix {RUB}
15. Le llendole al Grãl, me mando borrar
el nombre de Velasco, p.r no com-
prometerlo, y espreciso, no compro-
meter al Grãl y sus am-s el Grãl
me aprometido q.e el Te amos trara-
20. las Cartas á picaro Velasco-

112. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón

Siglo: xix Año: 1830


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 37, Carpeta 18. Doc. 18, 2 fs.

Félix Grazón comenta el efecto de una carta anterior en su hermano


y realiza consideraciones políticas y militares.

[*fol. 1r]
1. Durasno Mayo 2. de 830
Estimado Eug.o Herecivido tu Carta del 24. Ab.l p.r
mano de Perico, la que boy acontestar-
No edejado de reirme, y mucho, de
5. mi anterior del 19. p.r aver visto q.e te apuesto, de
sorganisado, y todo te trastorno, - esto es para mi-
cosa nueva, p.r contemplarte lleno de esperiencia
y que De hella tomarias lo mejor, Si di ese paso
fue p.r que vide venir, la cosa imperdible, y que-
10. el Grãl, estava resuelto, con un circulo de homb-s
q.e balen, anular la Sala; y p.a q.e el Pais, no
padeciera en su marcha, era contar con tigo-
quie ro decirte, - te pasaras, en pocecion, q.e nose
encontranse opocicion,- amas, en el Estado q.e

6-Anexo 1.indd 331 12/5/15 18:00:18


332 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

15. esta, nuestro Pais ∧se encuentra^ espreciso unirse, los hombres
y marchar, bajo de un Plan, si todos somos hom
bres devien, no queremos partidos nada, quere
mos sino obedecer,- esprovado, q.e en esta divi
cion, aparecera, cualquiera, entromisandose, sobre
20. los hombres devien- Este es mi modo de pensar
Sôr D.n Eug-o; estar unidos pero baxo de un plan
de desencia,- U. save bien, q.e estado desunido
esdisolvido-
El Grãl esta siempre en hoirte
25. y nunca mas q.e ha ora amiver, espreciso, no
dejarlo, no ha hecho alto, dela pocecion, en
la persona del Grãl Lavalleja, sino a
[*fol. 1v]
1. la pocecion del Ministro Giro, q.e nose confor-
ma, p.r las preparac s- anteriores- llo algo me
temo, el que nose havengan, á marchar unidos
Ayer a las dos dela tarde llego Pe
5. rico, y á la misma hora despache á manos del
Grãl, la q.e benia p.a el, hoy hace, 8. dias q.e –
marcho de este punto, y andado, lla segun se
p.r el Miguelete- y á tenido la entrevista á si-
es q.e tu Carta la habra recivido, en Sta Lucia
10. ô Florida, p.r la adjunta te impondras
Hermano, llo estoy convencido-
q.e el Grãl Rivera es un Gran patriota, á esto
sigue, q.e p.r sus Serv-os se en cuentra Zeloso
ytodos, hace desconfianza, Tambien observa-
15. qe se aproxima el dia de nuestra Carta-
y travaja como todos p.a precidirla- esto-
p.a mi no es mal, - pues todo maestro q.e-
tenga materiales, deve travajar-
Nova, como aseguran aponerse, en
20. el ministerio dela Guerra, espreciso q.e obser
ves, una sola cosa, _________que es razon, in

6-Anexo 1.indd 332 12/5/15 18:00:18


anexo 2 333
constratable ______ se tambien, te ade nom-
brar, en su lugar, y en cuentro eso mal-
sino lo almites,- p.a mi es lo unico que te
25. mo, no instarlo, q.e balla; al minist-o q.e
de ningun modo sepone baxo las ord-s
de [??] [??]
[*fol. 2r]
1. Todo p.r aca esta tranquilo, no hay nove
dad, lla todo á Calmado, ha ora, espreciso
obrar, con la razon, la prudencia, y buen pul
so adirijir la Nave, si se prepara la –
5. Tormenta, es razon, sepierda = con que mi
am.o tomar Puerto,
No dejes si el Grãl se
aproxima verlo, ó escrivele á la Florida
es hombre devien, y docil, y no handa, asal
10. tas, nada, áma á su Pais, y respeta las
Leyes-
Da exprecion-s á mi Srâ Madre
yHerm-s á mi Cornelio, de mi corazon-
q.e mi Madre le de un beso y brazo á mi
15. nombre-
Soy tu
Felix {RUB}
Quedo rillendome, p.r comtenplarte, como, es
tavas, cuando, estavas leyendo la del 19-
20. q.e tormenta______ Hagua de Coco, y calma
yun buen anteojo- aun q.e el Yi, cresca
no me hede ha ogar-
Mañ.a te hablare
[*fol. 2v]
1. p.a q.e aspedido tu renuncia, o demi
ondel Batan
Tengo á qui Presos y mañ.a
marcharan, de tu Bat-n

6-Anexo 1.indd 333 12/5/15 18:00:18


334 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

5. Manuel Florencio dela 2.a Comp-a


y Corneta-
Antonio Laroza Comp.a Bolsea
dores, estos estan con uniforme de
parada- Terecomiendo al negro
10. Laroza, q.e preguntandole, p.r q.e se
habia desertado, y me contesto, p.r q.e
lo estavan engañando como amu
chacho sin pagar la, y otras mu
chas maldades en el intento, los
15. puse presos en el Zepo y mañ-a
marchan con el Cap-n Diaz, con
quien te escrivire____ No haviendo
llegado los q.e medices en tu carta
E[??] á Miro, y el [??]
20. Gomez.

117. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas

Siglo: xix Año: 1829


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Ex – Archivo y
Museo Histórico Nacional , Caja 117, Carpeta 10. Doc. s/i, 1 f.

Josefa Alfonsín señala a su hijo su condición de tal.

[*fol. 1r]
1. Monte bideo, nobienbre 2 de 829

Miestima do andrecito eresibido tua preciable


del 27 ýensu contes tacion digo que nosolo es
denececida tener asunto para ser este un mo
5. tibo para tener relacion, amas que enti
es un deber, pero aunque no fuese noporeso
debias degar detenerla, porque larelasion

6-Anexo 1.indd 334 12/5/15 18:00:18


anexo 2 335
no esta solo sifrada en interes ý por lo
tanto jamas debes deolbidar que soi tu
10. ma, ý que nada mas justo, es que unigo
tenga precente ala que fue sutodo, en
fin andrecito mucho tediria sobreelpar
ticular, pero lodego al tienpo, me alegro
[*fol. 1v]
1. detubuena salu, enel ýnter queda
tuma ýserbidora
Josefa Alfonsin
tantas cosas deLuisito que noseolbida deti
5. ýlomis mo Maria ý Fransisca

132. Carta de María Josefa del Pino a su nuera María Farías

Siglo: xix Año: 1830


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 50, Carpeta 1. Doc. 1, 1 f.

[*fol. 1r]
1. B.s A.s Junio 5 de 1830

María Josefa del Pino expresa a María Farías su alegría por tenerla
de nuera.

5.
Mi amadissima hija Mariquita:
hè recivido tu apreciable de 18 del pasa
do con el mayor gusto por verte ya
unida à mi querido Pepe à quiensi
10. fuera posible se huviéra aumentado
mi cariño, por aber elejido una com
pañera de tu juiciosidád y sentimien

6-Anexo 1.indd 335 12/5/15 18:00:18


336 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

tos, que me asen esperar la felicidad-


que tan de corazon hos deséo; y mu-
15. cho mas cuando considero la vuena
acojida que hà merecido à tus apre-
ciables Padres.
Todas tus hermanas te devuelven
los mas cariñosos afectos deseando-
20. las mandes con satísf.n como atu aman
[*fol. 1v]
1. te Madre

Maria Josefa
5. del Pino {RUB}

172. Carta de José María Fernández a su protectora María Clara


deZabala

Siglo: xix Año: 1821


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 1, Carpeta 3. Doc. 16, 2 fs.

José María Fernández informa sobre su llegada y sugiere el envío de


pertenencias a través del portador de la carta.

[*fol. 1r]
1. Sra. D.ª Maria Clara Zabala
Villa de Guadalupe y Feb.º 26 de 1821
Mi apresiada Srã y protectora. he llegado
a esta con toda felicidad a pesar de haver estado demo
5. rado en Peñarol todo el viernes y hasta el sabado
demadrugada que no pude salir acausa de haverse mar
chado el compañero con quien habia quedado acorde
para ir en su compaña. En esta meprometo he

6-Anexo 1.indd 336 12/5/15 18:00:18


anexo 2 337
de disfrutar de bastante opinion en mi facultad pr.
10. mis recomendaciones me ha protejido lo q.e yo nunca
esperava en particular el Sor D.n Joaquin Sua
res en cuya casa éstoi mereciendole un favor por
entero. a esta fha hesido solicitado de muchas par
tes y espero en adelante mefalte tpõ p.ª travajar.
15. El dador es persona de confianza aquien po
[*fol. 1v]
1. dra V entregar el baul y aquellas cosas suelta
q se hallen en su poder como el tintero y si el botica
rio ha mandado el livro de Materia Medica co
mo asi mismo el Librero de la esquina unos instru
5. mentos q.e Chapus le habra dexado p.ª mi, espe
ro melo remita.
A mi Srã D.ª Dolores Vidal q.e mi afecto
hacia ella nunca serà mudable como asimismo
ami Sra D.ª Eusebita D.ª Dolores Galan y demas fami
10. lia q.e bastante las estraño a la Sra Ylustrisima
D.ª Petronita y mi Sra D.ª Margarita q.e recivan fi
nas expresiones besos repetidos a pepe y Dolores y
ami comadre. Y V Resiva el verdadero cariño de
su eterno agradecido. Q.L.B.S.P.
15. José M.ª Ferñz
Cada dia mas fino hacia mi
Mariquita q.e breve se
concluira mi pleito.
Asi lo espero y deseo.

180. Carta de María Clara de Zabala dirigida a su nieto Luis


Obregón y Artur

Siglo: xix Año: 1827


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 1, Carpeta 3. Doc. 18, 2 fs.

6-Anexo 1.indd 337 12/5/15 18:00:18


338 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

María Clara de Zabala comunica a su nieto la identidad de los alba-


ceas de los bienes del padre del joven y le pide que se reinserte en la
vida que ella considera le corresponde.

[*fol. 1r]
1. Montevideo Marzo 1[??] [*de] 1827
S.or D.n Luis Obregon yArtur

5.
Mi querido Luisito: La infausta noticia del fa-
llecimiento detu Padre, hace que redoble mi afecto hacia
ati, heres hermano demis Nietos, ytedeves tanta feli-
cidad como àellos, hace tiempo que no sè de ti, y las vlti-
10. mas noticias que tube, mefueron bien desagradables, seme
dijo que estabas en Malaga sin empleo, quan sensible
mefuè esto, yo habia ^propendido^ aqe entrases enla honrrosa carre-
ra delas armas, conelfin dequete adelantases, ytu-
bieses una subsistencia segura, sigiendo las sendas del
15. honor, mis consejos siempre fueron aestefin, me gloriaba
deqe serias felis, pero que habradecompararse conla desa-
zon qe me causa saber qe te hallabas sin empleo, yqe hacia
mucho tiempo qe tuPadre no sabia deti, esperaba quete
acordases del aprecio, ycariño quete tenia, y qe mecomuni-
20. cases tus trabajos para emplear mi influxo por ti, y
procuràr proporcionarte alibios, pero esperaba en balde,
nada sè detù paradero, pero en qualquier parte qe te
[*fol. 1v]
1. halles, debes serte vtil, [??]n estefin te recomiendo con
estafecha alos Albaceas detuPadre el Brigadier D.n
Miguel Sierra, yel Capn deNavio D.n Vicente dela
Lama yMontes, estos srẽs confio en qe. como Amigos
5. detufinado Padre, miraràn porti, haciendo tù de tù
parte por complacerlos, un Yerro cometido, sise en-
mienda, es como sinose hubiera cometido, acuerdate
de tu clase, y no quieras vivir enel abandono yla
miseria, buelbe atener los sentimientos qe sete hán

6-Anexo 1.indd 338 12/5/15 18:00:18


anexo 2 339
10. aspirado siempre, hay muchos ramos enel estado
enqe trabajar, y serbir, teniendo un acomodo seguro,
el hombre qe sabe consu buena comportacion adquirir-
se la estimacion detodos, enqualquierparte, encuentra
acomodo, creè q.esi en mì mano estubiera, te haria felis,
15. nadiè mejor qetu puede contribuir atufelicidad, eneldia
puedes contàr conqe esos dos Srẽs seinteresaràn por tì, sìte
haces acrehedor asuproteccion, para mi serà una sa-
tisfacion saber quecorrespondes a mis deseos de tu felicidad,
a tu hermano Pepito quizàs lo beràs por allà, porque
20. pienso embiarlo, a tus hermanas no ès factible, atodos
ellos les inspiro siempre mucho cariño hacia ti, tus
[*hermanas estàn muy crecidas, Dolores enlo descolorida]
[*fol. 2r]
1. separece ati, Pepe separecé mucho atuPadre; yTeresa
asu Madre; aqui hemos padecido muchos malos ratos
despues, despues, quete fuiste, de cuias resultas està
tu Madresta padeciendo un estérico, qe eneldia latiene
5. en un estado muy penoso. Recibe finas espresìones detus
hermanos, y acuerdate deque te amo, escribeme, ydame el
placèr deqe sepa qe haces por vivir enèl honor qe corres
ponde àun Joben detu Clase; parece qe habiendo perdido
tu empleo, debes estàrmuy pobre, quanto mecontrista esta
10. idea, segun el màl, no hay otracosa qe òponerle, qe buena
conduta ydocilidad alos buenos consejos, dame elplacèr
deqe medigan Luisito es un hombre debien, seporta con
mucho juicio, y està colocado, creème hijo mio, qe esto
serà para mi un Lenitibo qe minore mi acerbo dolor en
15. laperdida detuPadre; y enla desazon deber atus hermanos
sin mas asilo queyò
Nada mas seme ofrece, aDios hijo mio, ymanda
aquien decorazon te estima
Maria clara de Zavala2{RUB}

2
No es la escribiente.

6-Anexo 1.indd 339 12/5/15 18:00:18


340 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

181. Carta de Juan Francisco García de Zúñiga dirigida a su hijo


Pedro José

Siglo: xix Año: 1808


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 1, Carpeta 8. Doc. 7, 1 f.

Juan Francisco García de Zúñiga informa a su hijo acerca de la


educación de Javier, hermano de este último, y lo pone al tanto de
novedades políticas de la zona.

[*fol. 1r]
1. Calera 21 de Diz.re de 1808

Querido hijo Pedro Josef, celebro tu buena salud


5. que me noticias en tu carta de 17 delcorr.te y veo tanbien
el motivo justo de tu demora: como hadeser, paciencia.
En cuanto al enbio detu herm.o Xauier
á Cordova he pensado con alguna reflexion su [??]
y he resuelto continue su estudio en B.s Ay.s con en cargo
10. a tu Tia D.a Juana, para que zele su conducta, recomiende
mucho su aplicas.on al q.e sea su Lector, y quando este le
diga que no cumple con sus deberes, ni q.e bastan sus amo
nestaciones, me lo mande a Montev.o donde se instruira
en cuentas y hauiendo Pazes lo mandare a España
15. por dos años a q.e en una casa de comercio se instruya
y se venga despues con alguna factura, pero esto
es preciso q.e Xauier no lo sepa ; y la ropa q.e se le haya
comprado para el Colegio, y no pueda servirle p.a de capista
se le dara al colegial mas pobre. Esta es mi final re
20. solus.on q.e te servira de Gov.no.
Yo creo q.e por venir Huidobro provisto por
la Junta Suprema de Galicia, Elio no largue el mando
que tiene interino por el Rey, y q.e dho Precidente
con su Junta no largaran el mando hasta no tener resultas
25. dela Corte ; bien que tengo noticia q.e Montev.o piensa

6-Anexo 1.indd 340 12/5/15 18:00:19


anexo 2 341
variam.te y que muchos estan asustados temiendo re
sultas malas, y otros estan asustados sin saver q.e
han de hacer arrepentidos de lo hecho, y unos p.r otros nin
guno se resuelve a lebantar el grito, q.e es la noticia q.e
[*fol. 1v]
1. corre p.rel campo.
Se dice q.e se reelixe el Cavildo pasado, y no assistiendo al
cavildo el Sindico, no se como hara, ni quien hade confir
mar dho Cavildo, pero lo hara la Junta Gubernativa y
5. las sentencias que den los Alcaldes se confirmaran o re
provaran p.r la misma Junta en caso de apelaciones. &. todo
es un sambardo, y nada entiendo de quanto han hecho y
estan haciendo siendo los principales directores Elio, el
D.r Perez, y el D.or Obes segun creo.
10. Victorio ni me ha escrito, ni mandado
la Proclama de Galicia supongo estaría mui ocupado, pero
veremos q.e resuelve essa superioridad de pronto mientras
vienen ordenes de la Suprema Junta Sentral de España
q.e no podra tardar.
15. Daras mis memorias al am.o y s.or D.or Rivarola
a Victorio, Gregoria, y Xavier y Dios q.e te guẽ m.s a.s
Tu aff.mo P.e que tu bien decea
Juan Fran.co Garcia de Zuñiga{RUB}

182. Carta de una prima a Cristóbal Salvañach

Siglo: xix Año: 1815


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 2, Carpeta 3. Doc. 59, 1 f.

La prima de Cristóbal Salvañach le agradece gestiones y le informa


sobre la familia.

[*fol. 1r]
1. Montevideo Junio 21 de 815

6-Anexo 1.indd 341 12/5/15 18:00:19


342 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

5. Mi apreciable y querido Primo con el


mayor gusto he recibido haier la apreciable de
vm de 9 de mayo en la q.e veo q.e vm esta
bueno ilo mismo Juan Pedrito lo q.e ce le bra
mos mucho
10. La eficacia con q.e vm tomo mi empeño
meallenado de agradesimiento ino se como dar-le
avm las gracias por su finesa la q.e estara grab
ada para siempre en mi corason. el Padre
de el sugeto q.e le dio ávm la carta para
15. Albear fue el q.e me saco la licencia para
benir aqui q.e es D.n Pedro Andres Garcia
luego q.e le fui hablar mecirbio con la ma
yor prontitud. q.e áun q.e esto no estaba como
nos decian ; pero al fin consegi q.e por tiera ce
20. fuera Ramon del Rio grande. despues de te
ner aqui sus trabajos mui buenos como todo
este Noble becindario; pero esto es nunca ha
cabar por q.e cada dia hay cosas mas grandes
la casa de vm estan todos buenos gracias
[*fol. 1v]
1. adios.
Luego q.e llege aqui escribi avm por la
Goleta Hinglesa la Antilope con un hingles
q.e fue el q.e nos trajo en el mismo buque
5. creo q.e ya la abra vm recibido
Nada me dice vm ci nos beremos pronto ;
pero yo tengo esperansa q.e ci dios quiere no
tardaremos en bernos hojala fuera mañana
Madre da avm las grasias tanbien por
10. suenpeño entero enserbirnos. Padre dice q.e el
no ase mas q.e pedir adios le de avm felicidad
i el gusto de bernos quanto antes reunidos
A Juan Pedrito mil cariñosos abrasos
y vm mi querido y amado Primo cuente

6-Anexo 1.indd 342 12/5/15 18:00:19


anexo 2 343
15. sienpre con el agradecido afecto de su amante
prima q.e desea con su corason ber avm y abra
sarlo quanto antes
{RUB}
[…]

183. Carta de Frasca del Pino a su hermano José María del Pino

Siglo: xix Año: 1808


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 2, Carpeta 8. Doc. 22, 1 f.

Frasca del Pino le da detalles a su hermano sobre una cama que le


envía.

[*fol. 1]
1. Colonia 26 de En.o de 1808
Mi querido Jose maria : el
correo pasado no te puede contestar
porque, estado mui ocupada con
5. el despecho de mi hijo que es lan
ce mui cruel, y me parte el corazon
berlo llorar, pero parece bensido
el pleito :
en el falucho te rremito la
10. cama bien liada, tu mira
la bien algunas fallitas tiene
con motibo de los liajes. por cau
sa de los ingleses, por cuya rra
zon, ce le rrebajaron, 20 p.s de los
15. 100, en que estaba tasada, ba una
perillita, suelta que se rrompio
y otro pedasito que le falta, a ho

6-Anexo 1.indd 343 12/5/15 18:00:19


344 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

ra no lo en cuentro, pero estoy


segura que lo tengo, y como esta
20. la casa tan rrebuelta con las bon
jas que, en desocupandome un poco
la buscare hira el Correo benide
ro:
todos los liajos en que ba la
25. cama los entregaras al sarjento:
celebro en mi corazon
que mi querida Mercedes, este tan aliviada,
dale mis cariños as espresiones, como a Marcelina, y
cree, que te ama de corazon tu
30. afectisima hermana
Frasquita

186. Carta de la monja Sor María Rosalía a su madre Mercedes


Sarasa

Siglo: xix Año: c. 1810


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 2, Carpeta 9. Doc. 53, 2 fs.

Sor María Rosalía expresa su preocupación por la salud y estado


espiritual de diversos conocidos y miembros de su familia.

[*fol. 1]
1. viva Jesus
[DBJO de una cruz]

5.
Mi muy querida M.e y estimada Hermanita la
Saludo con Lapaz de nrõ S.r la que deseo avite
de firme ensu corazon como asi lo creo yo meale
grare que se mantenga con Salud en compañía de mi
10. Padre D.n Josef M.a y des de el dia que nos abla

6-Anexo 1.indd 344 12/5/15 18:00:19


anexo 2 345
mos no ayga tenido noveda en la Salud q.e mi P.e
lo pase bien y todas mis Hermanitas le agradesido mucho
la limosna que me a echo del polvillo y los orillos
D.s se lo page tube mucho gusto de aber ablado con mi
15. Hermanito D.n Mariano ntrõ S.r selo con serve en su
S.nta gracia para su con suelo asiselo estoí pi
diendo por toda esa su S.nta familia que Nrõ
S.r celos vendiga no tiene mi Madre y Hermanita
que en cargarme de sus asuntos por que
20. los tengo muy pre sentes
en la pre sencia de D.s y en
todo quanto ago por que la amo enD.s y para D.s y
a si le deseo todo quetu en su espiritu pero por
rason de su estado es pre siso pasar por algun
25. os travajos que Son yndis pensables […] tendrá m
as que ofrecer á
D.s para la Santificacion de su alma ntrã . M.e
Abb.sa le manda muchas espreciones
que no se olvida de V.m de en comendarla a D.s y
30. pedir en comunidad ami Merceditas me le dira que no
la olvido que la tengo muy pre sente por que la amo de
corazon y le pido a ntrõ S.r le de el estado que le con
benga para salvarse el fines ntrã salvacion, a mi
Hermanito el Recoleto digale que selo tengo entregado ami
35. P.e. S.n Francisco que le estoi pidiendo le de v abraso muy
fuerte y en el lecomunique su espiritu de humildad yamor
de D.s para que sea su verda dero hijo ami Hermanita D.a
Marcelina muchas espreciones que no me olvido en mis pob
res oraciones de en comendarla à D.s y que me aga la Caridad
40. de dar me dos ojas des malte de oro que espara mi
P.e S.n Francisco que el selo adepagar, ese rosarito
es para mi Hermanito D.n Mariano que se lo prometi,
a mi Padre que tenga esta por suya que espero en ntrã
Señora de Dolores que le ade guardar a la niñita pa
45. ra su con suelo, y con esto mi M.e ya amada Herma

6-Anexo 1.indd 345 12/5/15 18:00:19


346 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

nita en el S.r seso de moles tarla, y quedo rogando à


D.s me la guẽ a V.m los ms. as. que le deseo en este de
Pobres Capp.nas su mas afeta hija Hermana y Sier
va que la ama en D.s
50.

Sor Maria Rosalia Yndigna


Capuchina

55.

el dia de finados entramos en alviento y sera


asta la Pasqua si D.s nos en priesta la vida

223. Carta de Josefa Alfonsín a su hijo Andrés Lamas

Siglo: xix Año: 1829


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Ex – Archivo y
Museo Histórico Nacional, Caja 117, Carpeta 10. Doc. s/i, 1 f.

Josefa Alfonsín le expresa a su hijo la satisfacción que le ha produci-


do una carta de este último.

[*fol. 1]
1. Montevideo, otubre,,6 de 1829

querido andresito, encontes tacion


atu apreciable de 30 del pasado, digo que
5. measido muisatisfatoria, en ver con el cari
ño, que tees presas, en demos trar, tu gratitu
Sý, mi querido, ý, enmis sir cunstansias
measido mui grata tumemoria, ý deconsiguien
te, espero resibiras elcarinio detumama
10. que teama, ý berdesea,
Josefa Alfonsin {RUB}
tantas cosas, de Luisito
tambien demaria, y francisca

6-Anexo 1.indd 346 12/5/15 18:00:19


anexo 2 347
224. Carta de Josefa Alfonsín a su hijo Andrés Lamas

Siglo: xix Año: 1829


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Ex – Archivo y
Museo Histórico Nacional, Caja 117, Carpeta 10. Doc. s/i, 1 f.

Josefa Alfonsín acusa recibo de una carta de su hijo y agradece un


regalo que este último ha enviado a su hijo Luis.

[*fol. 1]
1. Monteby deo otubre, , 18 de 829
estimado andrecito erecibido tuapreciable
del ,, 6 del corriente, ý por ella beo tubuena
salu, ý que pronto estu buelata, loque
5. eseo seacon felicidad, ´nter queda tu
mama, quetea ma ´ver desea
Josefa Alfoncin

P quanto eestima do ela cuerdo


10. que as teni do, ennosequio, del dia de
tuer ma nito, alo que te estoi , reco
nosida, ýresibe el corto cariñio , que en
su tier na edad, puedetri butarte ,
delas criadas tantos acuerdos

225. Carta de Fructuoso Rivera a su hermano Bernabé

Siglo: xix Año: c.1829


Ubicación: Revista Histórica, XXXV, Nº 103-105. 1964. Doc. s/n pp.
873-874.

Fructuoso Rivera pone al tanto a su hermano de algunas novedades,


hace consideraciones políticas y le da instrucciones sobre cuestiones
concretas.

6-Anexo 1.indd 347 12/5/15 18:00:19


348 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

[*fol. 1]
1. Mi estimado Bernabelito ya estava para marcharse Costa el y
/compadre Iglecias
cuando recibí esa carta del ministro Grazon que original te in-
/cluyo, por ella verás la
istancia por la organizacion del Rjto. denominado Nº 2 de tu
/mando y la brigada de
Artilleria. yo avía demorado el providenciarte estas resolucio-
/nes ya
5. porque creo que no era tiempo el que tu salieses de ese punto
/asta mas adelante. en fin
por hora venga pronto la compañia de Gias y tu vendras cuando
/yo vaya. amigo es
preciso abrirlos. esta familia no corre muy vien y por lo mismo
/es preciso que no todo
sea amen, amen, como ellos quieren para aser sera y pavilo del
/pais y de nosotros. es
verdad que asta ahora es preciso andar con ellos conun
10. tiento mui fino (es decir) a todos se ara pero seara a su tiempo y
/como nosotros
quedramos y no como lo dispongan nuestros crueles rivales en-
/cubieros, quienes
aprovechándose de las vias legales nos quieren hacer alguna de
/las que acostrumbran,
en fin dejarlos que se vayan poniendo pesados, seguro que si
/ellos no me matan con
veneno ó me dan un tiro yo si puedo presentarles un escollo
15. que te aseguro que an de tener que azer pedazos primero que
/vencerlos; yo travajo
mucho ermano para ir disponiendo el pais a nuestro favor, con-
/tando nosotros con
canpaña nada ai que temer de esa familia que solo saven el
/arroyo seco la quinta de las
alvacas y nada mas.
I Glecias no lleva otro ojecto que istruirte del asunto

6-Anexo 1.indd 348 12/5/15 18:00:19


anexo 2 349
/Hocar y de lo que
20. ai que aser con el dependiente de don Tomas que estara en el
/Salto. es preciso que
sobre eso tu y Carriegos trabajen con enpeño. te repito que el
/ingles es el hombre que
oi dia tiene el pais, es un amigo que sera en todas sircunstancias
/nuestro apoyo. sus
intereses y credito estaran sienpre á nuestra disposicion.
Nada me as dicho si as establecido comunicaciones con
/Olivencio,
25. Fabiano; Lara etc y todo aquella sacra familia de Miciones,
/pues yo creo que por
muchos titulos nos convendra establecer esas relaciones, por
/que abiendo sesado el
motivo que nos obligaba andar a valasos, aquellos y todos de
/ven ser nuestros amigos.
Yo no ce como Carriegos no a escrito á Castaño y demas para
/saver algo pues van ya
corridos 6 meses que salimos de allí y nada savemos.
30. Al marchar el Rgto. de Jose Augusto se desertó el sar-
/gento Cordova y 7
soldados. 6 de estos me costa se presentaron al sargento Cordo-
/va que anda por el río
Negro con otro multo de nombre monte en monte. esos solda-
/dos an pasado revista de
comisario. e ordenado al Gefe del cuerpo para que no los de
/asta mi aviso por
desertores contando con que tu llames á esos hombres nueva-
/metne, le ayas entender
35. que quedan por esta ves esonerados del castigo a que se icieron
/acredores por el
crimen de desercion, el robo de una tropilla de caballos mios
/que valian no poca plata
entre ellos el vayo parejero de Dn Gregorio Mas, y diciendoles
/que aperceviran el

6-Anexo 1.indd 349 12/5/15 18:00:19


350 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

sueldo integro luego que se presenten á su cuerpo. de lo contra-


/rio es preciso
aprenderlos y remitirlos á este punto donde serán jusgados y
/tendran castigo ejemplar.
40. mucho te recomiendo estos ombres que ya an cido revistados
/en la Comisaria pues si
ellos no vienen se corre compromiso-
Cuidado con nuestras cavalladas de reserva esa es nues-
/ra arma favorita, en
teniendo vuenos cavallos y vuenos soldados con ellos se sacan
/recursos.
A ds.ermano recibe mi afeto i se cierto de mi amistad
45. Fructuoso Rivera

226. Carta de Jerónimo Bianqui a su hermano Juan José incluida


en carta de este último a Fructuoso Rivera

Siglo: xix Año: 1816


Ubicación: Revista Histórica, XXXV, Nº 103-105. 1964. Doc. 69. p.
410-411.

Juan José Bianqui escribe a Rivera con la finalidad principal de


transcribirle una carta de Jerónimo Bianqui, hermano del primero.

[*fol. 1r]
1. Mald.o y sepbre.8/ 1816,,
Sor. D.n Frut.o Ribero.
Mi estimado paisano : despues de escrita la adjunta: acabo de
/recibir otra de mi Erm.o
Geron. en contestaciona à la mia q. ledirijí p.r Chasque p.a sa-
o e

/ber las
s e e
5. ocurr. q. nos dieron las primeras noticias ; en la q. me dice lo
/q.e sigue.
“Aora q.e son las Ocho de la noche recibi su apreciable fha. de

6-Anexo 1.indd 350 12/5/15 18:00:19


anexo 2 351
[ayer 6,, en cuya
contestacion debo decirte q.e con esta misma fha, y p.r el correo
[de hoy te escribi
acièndote una susinta relacion delo ocurrído en las noches del
[2,, asta el 3,, del Corr.te
con lo q.e habras salido de dudas. La cosa presentó al principío
[mal
10. aspecto,pero todo se concluyo felism.te con las primitivas provi-
[dencias calmantes del
cabildo, y las posteriores, vivas,y energicas del Sor. Deleg.o
[*fol. 1v]
1. luego q.e estubo en disposición de operar. Es cierto q.e hubo su
[tiroteo à la madrugada
o
del 3,, p. fué una equibocacion padecida en unas mismas
[tropas,pero no hubo mas
desg.a según me han dicho q.e un Erido q.e no ha dejado de ser-
[nos de bastante sentim.to
En seguída se prendieron los motores, y coadjugantes de tal
5. atentado : unos han salidos ya, y otros existen presos : de esto
[ultimos q.e aun no se
ciertam. quantos son, estan Juan María Pérez: D.n José Trapani
te

[Jues de fiestas:
Murguiondo Padre é hijo, y no se quantos mas; pero creo q.e la
[generosidad del Sor.
o
Deleg. se contentará con exatriarlos á Reynos Extrangeros se
[gún lo ha prometido :
[…]
[*fol. 2r]
[…]
1. Aun no he podido comprhender ni saber ligitimam.te qual [fue
[la causa q.e tubieron p.a
esta comocion, ni qual de ella era el fin q.e se proponian estos
[malditos hombres ;
principalm.te en circunstancias tan Criticas de tenr al Enem.o
[dentro de nuestro

6-Anexo 1.indd 351 12/5/15 18:00:19


352 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

territorio q.e no es poco el daño q.e han hecho en entorpecer la


5. rapida marcha q.e debian hacer todas las tropas à engrosar la
[divicion de D.n Frutos. En
fin ya todo se concluyo, yo tambien quisiera ya concluir y no
[hablar mas sobre una
e te
matería tanodíosa, y q. solam. se pensase enacabar con ese
[Enem.o Lucitano, y luego
ponernos todos en orden y retirarme á un ultimo rincon y con
[cluir mis dias con un
Libro y un rosario. Dios nos de juicio, tanto a
10. los locos como a los sensatos. Adios y mandá a tu Erm.o = Ge-
[ronimo”
[…]

227. Carta de José Clemente a su padre Diego Agüero

Siglo: xviii Año: 1798


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 1, Carpeta 9. Doc. 27, 2 fs.

José Clemente Agüero reporta a su padre su llegada a Montevideo y


señala una eventual demora en su partida.

[*fol. 1r]
1. Monto _____1798
José Clem.te Agüero
[*fol. 2 r]
1. Puerto de Montev: 20,, de Julio de 1798,,
Mi Padre y señor: por el correo ordinario escribi à Vm ~
~
noticiandole à Vm, mi arrivo à esta, y el alojamiento qe to-
mé, en donde me mantengo con los demas Señores, sin nobe-
5. dad, gracias a Dios
Hoy me ha entregado d. Zacarias Pereira una de Vm. ~ y

asi que la recivi entregué la q.e inclusa venia p.a el señor

6-Anexo 1.indd 352 12/5/15 18:00:19


anexo 2 353
Capitan, quien me ha dho esta corriente su contenido
Los pronosticos qe nos hacen en cuanto a la demora que
10. ha de padecer el aviso, no son muy agradables: en fin
Dios quiera q.e venga la õrn en el correo q.e debera sa-
lir de esa mañana.
No hay nobedad por ahora ni ocurre nada mas
á este su obediente hijo
15. Josef Clemente

228. Carta de Juan Manuel Agüero a su tío Diego Agüero

Siglo: xviii Año: 1800


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 1, Carpeta 9. Doc. 34, 2 fs.

Juan Manuel Agüero explica a su tío las razones de su vuelta a Mon-


tevideo, discurre sobre su salud y comenta sobre la posible llegada
de barcos así como sobre cuestiones domésticas.

[*fol. 1r]
1. S.or D.n Diego Aguero
Montevideo y Febrero 19
800

5.
Mi est.do Tio y favorecedor. Antes de ayer
regresé del campo: en los pocos dias que estuve
alla logré algunas ventajas en mi salud: hubie-
ra continuado hasta fines de esta Semana si la
10. inquietud q.e me causó la noticia de la llegada
del Aviso, no me hubiera movido. Por otra parte
no dudé q.e con el agetreo del caballo se habria
puesto mi cuerpo en un tono q.e aquel desierto en
q.e le faltaba la sociedad tan apetecible
15. Asi es q.e me considero en una dispo.on que

6-Anexo 1.indd 353 12/5/15 18:00:20


354 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

con un mes mas de estacion en esta logra


[*fol. 1v]
1. ria mucha mejoria ó un entero restablecim.to; pe
ro como se atraviesa el tpõ de Cuaresma, poco apto
para el efecto, solo extiendo mis miras hasta la
primera semana de ella: bien siento tener
5. q.e repechar con el pescado q.e por experien
cia me es algo nocivo en esa, mas es preciso echar
de una vez à la espalda el año que me resta
de estudio
El prãl motivo q.e me trajo del campo
10. fue saber de Miguel y Josef Clemente de
cuyas cartas venidas por el Aviso esperaba resul-
tas de esa en el correo de esta semana: pero la
desgracia quiso, según supe, q.e Vms ~ no las

hubiesen recibido aun el sabado ultimo: bienq.e


15. este Aviso parece q.e solo trae la correspond.a
hasta octubre, y la mas fresca hasta Dizre
se espera de un dia para otro en la fragata
correo la Princesa q.e al salir con el otro
de la Coruña se enridó enun calabrote
20. q.e la hizo demorarse. Dios quiera que no
haya caido en las uñas del Corsario Ingles
[*fol. 2r]
1. q.e por dos dias dio caza envano al nombrado
el [??] q.e llegó.
Se me olvidó al salir de esa prevenir à
~ e
Vm q. me hiciese componer el catre q.e dexé
~
5. en la sala de arriba: sirvase vm verificarlo
e
con oportunidad para q. me sirva en el Colegio
y siendo quanto ocurre ruego a Ntro Sr gue.
su vida ms as
Soy su mas recono.do sobrino Q.S.M.B.
10.
Juan Man.l{RUB}

6-Anexo 1.indd 354 12/5/15 18:00:20


anexo 2 355
PD El S.or D.n Juan Fran.co
dice q.e solo le ocurre repertirse a
su disp.on y desearle la mejor salud.

229. Carta de su madre a Pedro Vidal

Siglo: xix Año: 1811


Ubicación: Archivo Artigas, Tomo IV, Doc. 3. pp. 38-39.

La madre de Pedro Vidal le refiere a este novedades políticas, econó-


micas y familiares.

[fol. 61r]
1. Mono y Marzo 8 de1811„

Mi apreciablehijo; Sin embargo dehaverte excrito


anteriormente; paso acomunicarte las nobedad.s q.e ocurren
5. en esta; Elio cadabes esta mas endemoniado; pues ha
echo pasar p.r las armas, á dos soldados, dela corbeta
diamante, dandoles 24 horas de termino p.a q.e se dispucieran,
y luego q.e sehizo lajusticia enel mismo buque se
henbarcó, yebando consigo 200. hombres, con dirección
10. alaColonia; y según dicen; bá atacar alas tropas q.esehallan
enla capilla nueva:
Te yncluyo esa Carta p.a q.e selades á Artigas y
juntamente lediras á Artig.s, q.e mande la contestacion;
pues nosotros ygnoramos el destino del; p.r q.e unos dicen
15. q.e está enlaCapilla nueva y otros q.e sehalla enlas ynmedia-
cions
o dela colonia,
Aquí nos hanpuesto unos dros. barbaros, sin
de persona tenemos q.e pagárp.a sostenérlas tropas
puestas, q.e tiene Elio: haciendelaCantidad q.e tenemos

6-Anexo 1.indd 355 12/5/15 18:00:20


356 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

20. q.e dar enlas caxas, detodo el becindario áSetenta


mil pesos: esto es mensualmente:
Aqui tratan deSacrificár atodos los pobres,
mantenér atanto picaro como ay aquí.
[fol. 61v]
1. todas nosotras estamos buenas: darás exprecion.s atodos
demi parte; notescribo mas largo, p.r q.e no ay tiempo:
aun la yerba está todavía á bordo; y hoy tenemos q.e
transportár aotro buque, p.r q.e nose puede trair atierra
[…]
[fol. 63v]
1. Al D.r Dn Pedro Vidal

230. Carta de José Artigas a su suegra Francisca de Villagrán

Siglo: xix Año: 1809


Ubicación: Archivo Artigas, Tomo III, Doc. 93. p. 312.

Artigas solicita a su suegra que disponga de los bienes necesarios


para la asistencia de su esposa y de su hijo.

[*fol. 1]
1. Mi mas venerada señora: Aquí estamos pasando trabajos, siem-
/pre á caballo para
garantir á los vecinos de los malevos. Siento en el alma el esta-
/do de mi querida
Rafaela. Venda Vd. cuanto tenga para asistirla que es lo prime-
/ro, y atender á mi
querido José María que para eso he trabajado. -. Paso de Polan-
/cos,16 de Agosto de
1809. José Artigas.

6-Anexo 1.indd 356 12/5/15 18:00:20


anexo 2 357
231. Carta de José Artigas a Andrés Artigas

Siglo: xix Año: 1815


Ubicación: Archivo Artigas, Tomo XXIX, Doc. 2. pp. 2-3.

José Artigas comunica a Andrés Artigas noticias de Montevideo, le


realiza recomendaciones y le recuerda órdenes ya dadas.

[fol. 1r]
1. Acabo de recibir notic.s de Montev° q.e los Españoles se acer-
/can, y q.e habían entrado
ya en el Puerto del Janeiro un Navio, y dos Fragatas de Guerra
/el 12 del proximo
Mayo. Acaso con este animo los Portug.s han retirado sus Dra
/gones dela Frontera, y
toda su Cavallada. Debemos estar muy alerta contra estos Veci-
/nos. Por lo mismo ya
5. dixe a V. en mi ultima comunic. desde el Parana, q.e reuniese
on

/toda la gente, q.e


pudiese, y se cituase enlaCruz, y Sto. Tome. PongaV. en planta
/esa medida, y haga V.
entender á todos los Naturales de esos Pueblos la necesidad de
/hacer una defensa
a e
vigorosa contra los enemigos p. q. todos tomen las armas, y no
/los pillen
descuidados.
[fol. 1v]
1. Me hallo en este punto, y mi Quart.l Grãl voy á mu-
/darlo en la costa de Uruguay
paso de S.n Jose frente al Salto. Ya dixe a V. q.e podía occurrir á
/este punto, ó al
1 r as
Quart. Grãl p. algunas municiones, y alg. Lanzas mas delas
/q.e le fueron, pr q.e aquí
tenemos proporcion de hacer algunas mas.

6-Anexo 1.indd 357 12/5/15 18:00:20


358 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

5. Armas de fuego no tengo ahora como mandar algunas. Las qeV.


/llevó tanto buenas
como descompuestas procure ponerlas listas. Lo demas q.e se
/arme de lanceria, q.e es
la mejor arma.
No me permitaV. Europeo alguno en esos Pueblos, ni sus
/immediac.es Desp.s de mi
õrn grãl si aun ha quedado algo procureV. reunirlos todos y /
ponerlos en alg.n punto del
10. interior.
[fol. 2r]
1. Por fin es preciso tomar todas las medidas, como q.e los enemi-
/gos se acercan, y es
preciso defender nrõs Terrenos contra esos nuevos Invasores.
/Es qtõ tengo, q.e

comunicar a V. deseoso del mas puntual cumplim.to
Saludo á V. con todo mi afecto. Quart.1 de Paysandu
/1º„ Junio 1815„
5.
Jose Artigas

232. Carta de Miguel Barreiro a Fructuoso Rivera

Siglo: xix Año: 1816


Ubicación: Revista Histórica, XXXV, Nº 103-105. 1964. Doc. 66.
pp. 405-408.

Miguel Barreiro responde a Fructuoso Rivera una solicitud de este


último de aumento de asignaciones de su tropa.

[fol. 1r]
1. Mi querido Frutos — Mis ocupaciones me han obligado á
/aguardar al correo p.a
contextar á tu apreciadisima sobre la asignacion de la tropa.

6-Anexo 1.indd 358 12/5/15 18:00:20


anexo 2 359
/Partiendo de principios
consiguientes a nuestro patriotismo, te hablaré con la franqueza
/q.e siempre — Quando
yo vine á la plaza hallé q.e alimentando á la guarnicion p.r
5. asentistas –costaba al estado– siete pesos y medio cada soldado
/Nuestras urgencias
eran muchas, y la tropa no estaba bien servida- En esta
/virtud,convinimos en q.e
cediese á cada hombre –cinco pesos al mes- no p.r vía de suel
/do, sino p.aq.e él mismo
se proporcionase con ellos su sustento, y vicios. Por consequen
/cia, no se consultaba q.e
le sobrase dinero al fin del mes— Tu mismo sabes q.e al princi
/pio no se creyó q.e les
a
10. alcanzase p. comer —Sin embargo, la experiencia nos enseñó
/q.e constantem.te les ha
sobrado mas de la mitad—
([…])
De ello ha resultado q.e no les ha faltado un par de pesos en el
/bolsillo despues de
haber comido, fumado y tomado mate en todo el mes; pero esto
/fué un efecto
15. detu prudente economía, y de la de tus oficiales ; p.r q.e como
/he dicho, aquella
e
asignacion fué solo con el fin de q. comiesen, y contando con
/q.e no les sobraría ni un
quartillo; p.r cuya razon, me había yo reservado el haserles (dar)
/de quando en quando
un socorro pecuniario = como se haze en el exercito. — Ahora
/pues — Nuestro erario
— se alimentaba del comercio — Las sumas q.e este produxo,
20. han sido constantemen.te destinadas á compras de armam.to =
/municiones –gastos de
tropa, y otras mil cosas q.e tu no ignoras—Ahora —todo ha pa-
/rado— ni entra un cuero

6-Anexo 1.indd 359 12/5/15 18:00:20


360 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

p.r el porton, ni se presentabuque alguno á la descarga. — […]


/Tu miras solo tu tropa;
pero mira el todo, y te convenzerás de q.e estamos en el estado
/de volver á hazer uso
de ntras virtudes, paladeando el soldado,y comiendo
25. conél un churrasco lleno de ceniza. — Yo convengo contigo q.e
/el sueldo del soldado
e
en campaña debe ser mayor q. en poblado; pero enlas circuns-
/tancias nuestras todas
esas reflexiones deben callar,quando sabemos q.e no hay fon-
/dos, y si es cierto q.e la
tropa en campaña, no hay (dinero) q.e baste á sastisfacer sus
[grandes, travajos ,
e
tambien lo es, q. quando no hay recursos, es preciso afrontar
30. todas las calamidades, y sufrir todas las miserias.—
—Yo sé bien q.e la asignacion es la menos q.e puede ser; pe
[fol. 1v]
1. ro yo te repito q.e no es sueldo — Yo he partido de este princi-
/pio. Suponte q.e salías á
la campaña sin tener donde recivir un real p.a sostener tu gente
/-q.e harias? — Mandar
carnear donde huviese ganado p.a q.e comiesen—Pues bien—
/Yo te mando dar —
doscientos cinquenta pesos, p. cada cien hombres q.e
r

5. sirvan bajo tus ordenes, y no hay otro objeto en esta asignación


/q.e el q.e pagues las
reses q.e coman estos hombres —hoy copras un rollo detabaco
/mañana un tercio de
yerva mate,y asi te vas manejando, mientras la tesoreria no me
/jóre. —Si se dijese q.e
e
la patria esta en peligro —q. solo podía salvarse p.r los esfuer-
/zos de todos sus hijos
e
en maza; pero q. no habia absolutam.te como
10. sostenerlos, se dejaría la empresa? Yo estoi seguro q.e tu mismo
/correrias á

6-Anexo 1.indd 360 12/5/15 18:00:20


anexo 2 361
entusiasmarlos á todos, y q.e sacarias recursos de la imposibili-
/dad misma p.a
mantenerlos— Pues bien, mi querido amigo, — suponte q.e ese
/caso ha llegado –q.e el
conflicto de la patria no se limita solo á la invasión […] Es á tí
/cubrirte de gloria
enesta ocasion llenando ambos objetos.— la economia y las ar-
/mas son
15. tus recursos—Yo no he mandadado dar al soldado ni un real.
/[…] Tus laureles serían
menos brillantes, sino los huvieses tomado en medio de la des-
/nudez, y de toda clase de
miserias.- Un peso q.e cayese en tus manos lo dabas gustoso p.r
/una baqueta de fusil, y
darías un brazo p.r armar á un soldado —Ahora hay armas, y
/después llegará el tiempo
de poder formar una caja militar abundante.
20. - Yo me he extendido desmasiado en esta carta. —Al recordar
/las virtudes q.e han
adornado tus trabvajos, me convenzo de q.e no hay precision de-
/mas, muy seguro de
e
q. tu mismo, conociendo la utilidad y la precision —haras ob-
/servar el orden
economico mas vigoroso, y q. lejos de instar p.r aumento de
e

/asignaciones, me reporcharás á
[fol. 2r]
1. mi mismo qualquier falta de economía q.e observes en mis pro-
/videncias. […]
verdadero amigo —
M.l Barreyro
27.julio 1816
Montev.o

6-Anexo 1.indd 361 12/5/15 18:00:20


362 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

234. Carta de Manuel Vega a José Oserbante

Siglo: xix Año: 1812


Ubicación: Archivo Artigas, Tomo X, Doc. 580. p. 307.

Manuel Vega refiere a José Oserbante órdenes de José Artigas.

[fol. 1r]
1. Camp.to del Yi 24 de Diciembre
de 1812„
Jose Oserbante Conpadre estimare q.e (al) recibo de esta gose
/de la Cabal Salud q.e yo
para mi; deseo en Conpañia demi comadre y de todas aquellas
/personas de su mayor
5. satisfaccion,
esta tansolo sedi[ri]ge a participarle a Vtd. de las ordenes de
/nuestro Grãl en el
exercito de la libertad que jira y trabaja sobre ella que son bien
/regtas y rigurosas
y yo sentire mucho ci le cae alguna parte de ella por que se no
/tifica que toda la
persona en la lista de esta nose presiente a esta reunion Grãl
/serreconosera por
10. enemigo y contrario al exercito. de la libertad y así nosolamente
/a Vsted conpadre
sinos atodos los que Vsted pueda dar parte de que ciga este mis-
/mo orden es todo
quanto se me ofrese darle parte pues lo allo muy combiniente
/para Vsted y toda su
familia y estimare a Usted me aga el favor de entregarle
[fol. 1v]
1. esta esquela {GL q.e sera a Felipe Gari} y ber lo que responde a
/ella pues me resta dies
pesos y meallo bien necesitado y resebira de parte desu coma-
/dre D.a Ana Maria

6-Anexo 1.indd 362 12/5/15 18:00:20


anexo 2 363
grandes espresiones Rogando a Dios le concerbe la cabal salud
/para que nos beamos lo
mas presto que el cielo nos de licencia y resebira de D.a María
/Cipriana lo mesmo que
5 . todos los días ruega a Dios lo concerbe la cabal Salud para po-
/nerce a su presencia y
pedirle la natural bendicion; y estimare compadre me aga el fa-
/vor de cobrarle un ca-
ballo bayo que tiene Mariano Ortega dela marca de D.a Ana
/María y para en lo de
aldama es todo quanto se me ofrese dar parte y enfadar a Vmd.
/quien de todo corason
desea cerbir

Manuel Bega

235. Carta de José Artigas a Antonio Pereira

Siglo: xix Año: 1815


Ubicación: Archivo Artigas, Tomo XXII, Doc. 609. pp. 191-192.

Artigas comunica a Pereira su pesar por el estado de su familia y


por la existencia de opiniones adversas a él dentro y fuera de su
familia.

[fol. 1r]
1. Sor D. Antonio Pereyra

Villa del Parana y Mayo 1.0 1815.


Muy Sor mío y estimado Amigo: acabo de recibir dos
apreciables deV. las dos de Marzo pp.o fha. 18. y 26. ellas me ins-
truyen del contesto de las mías— V. no debe dudar que corazon
me pondrían las tristes noticias q.e tenia de mi pobre familia á
que Se agregava que p.r la variedad de opiniones, mis mas amigos
dieron contra mi, como el constante y aun los mismos parient.s

6-Anexo 1.indd 363 12/5/15 18:00:20


364 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

-Es verdad que en las circunstancias en q.e en áquel tpõ.


me hallava no habría valor p.a que nadie produsiese de mi Per-
sona si no blafemias- Yo de V. nunca he creido, ni creo sería
capaz p.r que Spre he formado mucho concepto de Su caracter,
pero mi
[fol. 1v]
amigo que quiere V. - un hombre como yo que jamas he he-
cho otra cosa que defender los sagrados drõs de mi Provincia
y de la noche a la mañana me beo Sercado de Enemigos, Sin
mas motivo que el dho no obstante yo Siempre Soy el mismo,
nunca desmitira mis Sentim.tos de mis principios, y à Si Serene
V.- Soy Su amigo y no dude v. un instante de la amistad anti-
gua- exprecc.s atodas esas Pers.s Y mande én cuanto gusta ásu
aff.to amigo Q.S.M.B.

Jose Artigas

236. Carta de Andrea Collis a Juan Ponce

Siglo: xix Año: 1816


Ubicación: Revista Histórica, XXXV, Nº 103-105. 1964. Doc. 62. pp.
400-401.

Andrea Collis escribe sobre cuestiones comerciales a Juan Ponce.

[fol. 1]
1. S. D. Juan Ponze
Montevideo
Carreta quemada 7 de Mzo. 1816

5. Mui Señor mio: Reciví su apreciable fhã el 29 del pp.o feb.o


/quedo impuesta de q.to se
sirbe comunicarme y en contestación digo a V. q.e es en mi po-
/der el mazo de tavaco de

6-Anexo 1.indd 364 12/5/15 18:00:20


anexo 2 365
oja q.e se sirvió remitirme cuyo principal costo es el de nueve
/reales en lo q.e estoy
conforme.
Suplico a V. se tome la molestia de decirle al cavallero Vallan
/q.e Zermiño
10. me participa le ha entregado vna pza de gaza ([de]) azul q.e vol-
/verá a su poder sino
varía de parecer; pues ami me dixo me la daria en seys pesos, y
/hahora salimos con q.e
han de ser siete con seys reales; a ese precio no puedo recivirla
/yla devolvere con la
vrevedad posible. No dexe V. de abisar la resolución de este
/cavallero sobre el
particular, como asi mismo me ha vuscado lacaxa de rapé q.e
15. hencomendé me la vusque V. la entregue en casa, para que el
/conductor de esta me la
trahiga.
En cuanto a lo q.e me dice respecto à negocio, no se
/equivoca V., pues me daría
por servida si consiguiese expender los efectos q. he conducido.
/Cueros no hay ni
aquí,ni por esta inmediaciones, y según noticias hasta en el Rio
/negro son
20. escasos, y los pocos q. hay son vendidos á 11. y 12. r.s uno, y
e

/esto aveces a dinero y


no á cambio de generos.
Quedo impuestadel vuen estado de B.s A.s y suplico áV.
/no deje de embiarme
algunos impresos de aquella Ciudad y una noticia de quanto
/ocurra, en esa pues
mucho se miente en este destino.
Reciva V. expreciones de Marcelina la q. ignora aun el
/modo como se las ha
dedar, pues no es facil adivinar como las recive V. Mil afetos de
/todos y en

6-Anexo 1.indd 365 12/5/15 18:00:20


366 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

25. particular de su invariable servidora


q. B.S.M.
A. Collis

P.D.
30. La adjunta sirvase V. entregarla al Sor Medina y exigir
/contestacion conla
vrevedad posible pues deseo la trahiga el conductor de la presente.

237. Carta anónima a José Artigas

Siglo: xix Año: 1811


Ubicación: Archivo Artigas, Tomo IV, Doc. 3. p. 39.

Miembro del ejército solicita a Artigas interceda en su favor.

[fol. 64r]
1. Montevideo Marzo 8 de1811
S.r D.n JosepArtig.s muy S.r mío, no extrañe Vd. el
que yo pase á yncomodár á vd. p.a q.e vd. tenga la bondád
de ynterceder pr mi a hese govierno; y vd. puede
5. hacerlo, y no otro v. puede ynformarle detodo lo q.e á
ocurrido.... que yo estoy pronto á ponerme á las ordenes
de la junta: y hacer lo q.e híso su compañero Sierra, y p
este fín expreciso que v. me habice antícipadam.te sacandome
v. un seguro de ese gobierno, p.a mi resguardo: aquí
10. han las cosas cada día peor no dán cuartel a nadie y
estamos de unabés oprimidos; le prometo á v. contoda
ynjenuidad q.e mepesa lo q.e yo he echo, sobre a quel
atentado q.e vd. save y así si ese govierno me dispenza
15. estoy pronto hapacerme cuanto antes como áye proporcíon
Ayer tarde an pasado p.r las armas á dos soldados;
sobre á quella buya del Broqueo, que de cían, q.e los yban
a yebár á B.s ay.-

6-Anexo 1.indd 366 12/5/15 18:00:21


anexo 2 367
[fol. 64v]
1. lo que v. me excriba no ponga mi
nombre ni el apellido, ni aun de aquel asunto q.e
vd sabe mostrandose indiferente de todo, pr q.e
de lo contrario, es comprometerme y estoy expuesto á que
5. me pasen p.r las armas. Vd. puede aserle presente á la
junta diciendole q.e ala fuerza hetomado las armas, pero
no con el fin de tirár contra los nuestros, sino p.r q.e la
necesidád lo exigía:
Aguardo la faborable respuesta de vd. p.r el mismo
10. conducto q.e ba esta puede vd. contestár contoda seguridad;
dará vd exprecion.s á Ortiguera yalos demas q.e
sefueron
amigo la letra bá desfigurada:
vd. mande á este su amigo q.e vd. ya sabe quienes
[…]
[fol. 65v]
1. A D.n Jose Artigas
Cap n del cuerpo de Blandeng.s
de Montevideo

238. Carta de Paula Rivera a José Artigas

Siglo: xix Año: 1809


Ubicación: Archivo Artigas, Tomo III, Doc. 92. p. 312.

Paula Rivera solicita a Artigas el pago de ladrillos.

[*fol. 1r]
1. Señor d.n José Artigas: me alegrare q.e uste lo pase sin nobedad
/guntamente con su
señora.esposa, remito a uste la cuenta del ladrillo q.e compro mi
/difunto para aser el
cerco de ladrillo 3 millares á razón de 12 ps. y 4 r.
Yimportan los 3 millares 3 ps. 4 r.

6-Anexo 1.indd 367 12/5/15 18:00:21


368 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

5. dos anegas de cal 4 ps.


dos Jornales para aserlo 28 ps.
de la puerta del cuarto 12 ps.

Se enterará uste del importe y me mandara lo q.e usted pueda


/mandarme q.e me hace
10. notable falta quien desea serbirlo.- Paula Rivera. Montv.p, y
/Abril 15 de 809. […]

239. Carta de Eugenio Garzón a Fructuoso Rivera

Siglo: xix Año: 1829


Ubicación: Revista Histórica, XXXV, Nº 103-105. 1964. Doc. s/n pp.
874-876.

El coronel Eugenio Garzón informa al general Fructuoso Rivera so-


bre cuestiones relativas al ejército.

[*fol. 1r]
1. Sr. D. Fructuoso Rivera.

Montevideo, Mayo 20 de 1829.

5.
Mi querido general y amigo: despues de mucho tiempo
/he tenido el gusto de
recibir su carta del 15 del actual, escrita desde el Durazno, que
/me entregó el capitan
Diana. Ella ha sido para mi una muy buena novedad por que me
/ha conducido la
importante nueva de que Ud. está mejorado y que pronto estará
10. restablecido. Tanto es lo que me intereso en su salud y conval-
/cencia.
Con Iglesias escrbi a Ud. largamente, Ud. me promete
/hacer lo mismo el 16.

6-Anexo 1.indd 368 12/5/15 18:00:21


anexo 2 369
Supongo que será remitiéndome las comunicaciones con el ofi-
/cial que mandé de aqui
Tt. Pouré. Lo estimaré infinito, porque quiero ver las opiniones
/y que tambien V. me
prevenga algo que yo no sepa para obrar en consonancia de
/nuestros principios. Creo
15. sin temer equivocarme que hemos de hacer mucho bueno.
Entiendo que V. todavía no tiene entera confianza en
/mi. Lo sentiría porque á
la verdad yo me he entregado de muy buena fé á V., y la carta
/que ledririjo con su
Ayte. Iglesias, le aseguraría esta verdad; en ella verá V. que le
/hablo con la franqueza
que V. ya conoce en mí, en el bien entendido que mi tendencia
/es el Pais, nada más,
20. Quiero pues que V. no omita ocasion de decirme lo que debe
/mos hacer para conseguir
su felicidad, en el supuesto que mi disposición de este objeto no
creo que le presente á
V. dudas.
[…]
Creo que esto no influirá nada en la moral de aquel
/cuerpo, que lo supongo
25. bien comandado por el comandante Possolo. Con todo sería
/muy del caso que V. dé
hoy órdenes para que en nuestros regimientos empiece á verse
/la educación militar,
bajo un pié regular, y que los jefes no dispensen faltas por pe
/queñas que sean, asi
como sumariar y hacer acostumbar á los sargentos, cabos y sol
/dados á esta forma que
en mi concepto vale mucho.
30. […]
Me ha parecido muy bien el destino que ha dado V. á
/los soldados que tenia el

6-Anexo 1.indd 369 12/5/15 18:00:21


370 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Capitan Diana. Espero que V. hará marchar muy pronto los re-
/clutas para cazadores y
las compañias de artileria igualmente que la de guias. […]
Me parece del caso decir á V. que tan luego como V. haga el
/arreglo del N.2 me lo
35. diga para dar la órden siempre que á V. le parezca bien que este
/Regimientovenga á
esta ciudad á recibir su vestuario, á tomar cuarteles y descansar
/algo de las fatigas de
una larga campaña al paso que los señores oficiales se vestirían,
/debiendo por supuesto
marchar el 1º á ese punto de Durazno, de donde puede ir a rele-
/var el 3º cuando V. lo
crea necesario con eso aquel tambien bien aquí á hacer lo mis-
/mo que el Nº 2. […]
40. Ayer han llegado tres buques de Buenos Aires llenos de pasage
/ros. Aquella ciudad
sigue apurada y los desatres siguen de un modo espantoso. Pa-
/rece que los
federales preparan hacer una entrada vigorosa. Si lo consiguen
/será un día de luto y
horrible para Buenos Aires. La idea me espanta. Es preciso mi
/general que aqui en esta
tierra tan desventurada no aparezca la guerra civil.
45. Soy su amigo de corazon
Eugenio Grazon

240. Carta de José Antonio Artigas a Juan Francisco García de


Zúñiga

Siglo: xviii Año: 1793

Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,


Caja 1, Carpeta 8. Doc. 5, 2 fs.

6-Anexo 1.indd 370 12/5/15 18:00:21


anexo 2 371
José Antonio Artigas solicita permiso para poner un cuidador que
proteja sus bienes.

[*fol. 1r]
1. S.or D.n Juan Fran.co Garsia
Mui S.or mio y mas Benerado S.or
Con el Motivo de hallarme tan subo
rdinado alos tan Notables Daños
5. que diariam.te estoy experimentan
en mis Ganados Con el tan consecu
tibo Pasar de Carros y Carretas que
absolutam.te nome Puedo Libertar
de la tan grande osadia con que
10 me dañan y reconociendo en Vm
el total de mi Remedio. Por esta le
suplico se Digne consederme
Pueda establecer un hombre en
el Paso del arroyo depilan en esta
15. banda sin mas que un Ranchito
de arcos un Caballo atado y otro -
en la soga de cuyo fabor Bibiré
[*fol. 1v]
1. A Vmd. reconsido y Con esto
D.s g.e á Vmd m.s años para que
Mande a su mas atento Serbidor
q.e sus Manos B.a en Casupa
5 A 27 de Julio de 1793
queda de Vmd Spre
Josef Antonio Artigas

Sor D.n Juan Fran.co Garsia {RUB}

6-Anexo 1.indd 371 12/5/15 18:00:21


372 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

241. Carta de Raymundo Guerra a María Farías

Siglo: xix Año: 1821


Ubicación: Arhivos Judiciales. No. 200‑198 Civil 1. AI. Año 1821.3

Raymundo Guerra reclama a María Farías el reconocimiento de una


deuda.

[fol. 2r]
1. Mi Sra Da Maria Anta Farias = Montevideo 11 de Febrero de 1821=
Mui Sra mia y de todo mi respeto - A la apreciable comunicacion de
VM de hoy tengo el honor de reproducir que el Sr Dor Dn Agustin
de Urtebey su sobrino, hallandose con el pie en el estribo para-
5. partir al campo el diez y seis de Diciembre del año proxo pasado,
me pidio esperase su regreso asegurando seria corta su ausen
cia, para disponer lo conducente al reintegro de la deuda de esa
testamentaria a la de mi cargo. Y como en este transcurso de
tiempo no solo volvio a esta Ciudad dho Sor Doctor sin haberse dig-
10. nado verme, sino que con la misma indiferencia regresó á la
campaña nuevamente, y ademas de ello han ocurrido (como VM
sabe) urgentisimos motivos que sobremanera me instan al expre
sado cobro; de aqui fue que, tanto por esto, como por haberme fal
tado á su palabra el Sor Urtubey, escribo á VM mis dos cartas de 3-
15. y 9. del corriente segun se lo exprese verbalmte a VM misma
/quan
do la tarde de dho dia 9. pasé à ponerme a los Pies de VM ense-
/guida de
haberle remitido mi expresada carta de dha fecha= La actual
contestacion de VM de hoy me parece, Señora, concebida en ter-
/minos
mui generales- yo he demostrado a VM que la deuda de esa testa
20. menta à la de mi cargo importa la cantidad de dos mil ciento trein

3
Contenida en Solicitud de María A. Farias en la demanda puesta por Raymun-
do Guerra (HEU 76).

6-Anexo 1.indd 372 12/5/15 18:00:21


anexo 2 373
ta pesos, con cuatro y seis octavos reales - Necesito pues se sirva
/VM
decirme en respuesta, si reconoce ó no reconoce por legitima
/[^la] deu-
da dicha suma y, en el primer caso, indicarme juntamente
qual sea el medio mas breve que VM encuentre pa su debido
/pago,
25. à fin de que por mi parte se admita si fuese acsequible, o se re-
/pugne
si fuese dificultoso= soy con la mayor consideron y respeto atento
y sego servor de Vm Q S P B = Raymundo Guerra _____
Es Copia-
Joseph Raymdo Guerra

242. Carta de José Artigas a su suegra

Siglo: XIX Año: 1815


Ubicación: Archivo Artigas, Tomo XXII, Doc. 608. pp. 190-191

Artigas comenta cuestiones políticas y domésticas.

[fol. 1r]
1. S.ra d.a Francisca
Artigas.
Mi muy querida madre. Me he impuesto de su apreciadísima de
/17 del corriente. Es
preciso tener siempre un poco de paciencia, muy segura de q.e
/todo se ha de componer.
5. -- Ya estamos muy cerca de hacernos amigos del todo con sus que-
/ridos los porteños. A
fuerza de andar de guapos vamos viendo el fruto de nuestros
/trabajos. Dios nos
libre si hubiesemos sido como sus antiguos viejos los aragone-
/ses. A la hora de esta ni

6-Anexo 1.indd 373 12/5/15 18:00:21


374 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

el apellido se nos huviese visto.


-- Quando yo vaya veremos q.e hemos de hacer con respecto à
/los alquileres pasados
a
10. &. — A ese vecino de Canelones d. Pedro Golfarini le escribo
/dandole las gracias
r e
p. las atenciones q. ha tenido con V. y la familia.
-- A mi querida Rafaela q.e tenga esta p.r suya. - Mil abrazos a
/Jose María -
a
Expresiones à Apolonia, Montero &. , y V. las recibirá de Ba-
/rreyro y Monterroso
y de toda la montonera junta, con el afecto invariable de este su
~ /apreciable hijo
15. q.s.m.b.
Jose Artigas
1º mayo 1815
Ql — Gral

243. Carta de Bernabé Rivera a Andrés Lamas

Siglo: xix Año: c. 1830


Ubicación: Archivo General de la Nación, Argentina, Corresponden-
cia de particulares a Andrés Lamas. Legajo 2688. Doc. 316, 1 f.

Bernabé Rivera solicita dinero a Andrés Lamas.

[*fol. 1r]
1. Sor Dn Andrés Lamas

Mi respectable Sor y amigo

5. esta se dirije despues de saludar á V.


para qe me haga la gracia de emprestarme
media docena de pesos pues V. no debe [??]
hignorar como habremos venido de ca[*mpa]
ña pues V. ya sabra como viene cuando

6-Anexo 1.indd 374 12/5/15 18:00:21


anexo 2 375
10. yega de campaña, y hoy espero de su
bondad de V. este servicio. S. S. S.
Bernabe Rivera {RUB}

244. Carta de Andrés de la Torre al Comandante José Díaz

Siglo: xix Año: 1813


Ubicación: Archivo Artigas, Tomo XII, Doc. 264. p. 200.

Andrés de la Torre solicita a José Díaz que informe sobre una co-
branza y que se haga cargo de ella, si esta no se hubiera realizado.

[fol. 1r]
1. Camp.to de la Izquierda al Frente de
Montev.o Oct.e 8
813
Al dador de esta q.e es el Cap.n D.n Faustino Texera le
5. informará Usted del estado en q.e se haya la cobranza de
los cinquenta p.s q.e me adeudaba José Bas y dixe a usted
se tomase la incomodidad de cobrarlos p.r si haun no los
tiene usted recividos quedar Dicho Texera con la Comision
Es quanto se ofrese y mande con franquesa a
10. Andres de la Torre
S.r D.n Leon Dias

[En la cubierta dice:]


S.r Dn Leon Dias
15. Comte del Pueblo de
Sn José

245. Carta de Carmen Fragoso a su hermana Bernardina

Siglo: xix Año: 1825


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 6, Carpeta 2. Doc. 7, 1 f.

6-Anexo 1.indd 375 12/5/15 18:00:21


376 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Carmen Fragoso informa a su hermana de sus deseos de reunirse así


como de la construcción de un rancho.

[*fol. 1]
1. Srã D.a Bernardina Rivera

Estimada ermana: deseo saver de tu=


5. salud y demas familia, nosotras solo de=
seamos la reunion tuya p.a completar=
nuestra felicidad.

Te hago presente q.e la conclusion


10. del rancho va muy despacio a causa=
del Carpintero q.e remolonea un poco,
parese q.e a pesar q.e deseo tanto meter=
me en qualesquier rincon con tal de
no vivir a favor p.r ser en contra mi cara=
15. cter se empeña la suerte en dilatarme
el momento de ser dueña de mis accions
como lo é sido siempre. me pondras alos
pies de ermano y tu reciviras los=
afectos de todas. particularmte de
20. tu ermana q.e te ama
[1825] Carmen Fragoso {RUB}

246. Carta de José Artigas a Fructuso Rivera

Siglo: xix Año: 1814


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 6, Carpeta 1. Doc. 1, 1 f.

José Artigas informa a Rivera sobre un próximo ataque y ordena en


consecuencia.

6-Anexo 1.indd 376 12/5/15 18:00:21


anexo 2 377
[*fol. 0]
1. Libertad, y Un.on
Al S.r Com.te D.n Frutos
Rivero
Del Gefe de Donde se halle
5. los Orient.s lle
[*fol. 1]
1. Por los partes continuados el
enemigo carga mañana sobre
nosotros. Yo me retiro asi à Lu-
narejo p.r q.e estamos muy divi-
5. didos p.a obrar. V. reuna toda
la gente, q.e pueda, y mañana
arreé qtã cavallada se encu-
entre. y marche p.r las puntas
de Arerungua buscandome
10. asi à aq.l parege.
Mandelo. chasq.e à D.n
Rufino p.a q.e no se ensarte.
Yo ya lo hice esta mañana p.a
q.e mudase de direccion tiran
15. do asi à Arrapey. Haga V. es
ta dilig.a diciendole no se duer-
ma tanto. Quart.l andante En.o
4 de 1814
José Artigas {RUB}
20.
S.r D.n Frutos Rivero

247. Carta de Juan María Turreyro a Nicolás Herrera

Siglo: xix Año: 1822


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 18, Carpeta 6. Doc. 6, 1 f.

6-Anexo 1.indd 377 12/5/15 18:00:21


378 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Juan María Turreyro informa a Nicolás Herrera sobre cuestiones y


actores políticos de la localidad.

[*fol. 1r]
1. Sõr d.n Nicolas Herrera

Caro am.o: en este mom.to se ha desarma-


do la prevencion q.e anoche alas diez se ad-
5. bertia respecto alas eleccion del nuevo Cab.do
quedarian sin duda los q.e constan en la lis-
-ta q.e mi herm.o Justo le incluyó anoche – Sin
embargo vd ~ prevenga á este lo q.e deba hacer

en el caso q.e buelba á despertarse la faccion.


10. En los casos de prebenir algo no olvi-
-de, ni escasé sus instrucion.s á mi comp.e
d.n Antonio Costa. Sin embargo, este alla-
nam.to no priba estár alerta y hacer q.to
permita la politica q.e exijen las circuns-
15. tancias con los vidales, y con un santo
Fraile q.e se halla en este Pueblo q.e si otros
han sido presos este debia estar aorcado, y
lo peor q.e no falta cerca de vd. y de S.E.
quien lo pinte como tan virtuoso como á
[*fol. 1v]
1. nrã Srã de la Merced con sus polleras
Blancas sin mas merito q.e el de ser aca-
-so confesor de alguna veata___ No estra-
ñe esta libertad, ya q.e sabe que este es mi
5. carácter , y q.e lo q.e expresa mi pluma gri-
ta mi lengua en pub.a palestra__ Sin
embargo reserbe esta al Sõr d.n Tomas.
Mi herm.o justo no escribe avd.
p.r q.e haciendolo yo lo ve escusado.
10. Sirbase manifestar esta al Exmõ
Sõr Brigadier Marquez p.r q.e asi me lo en-

6-Anexo 1.indd 378 12/5/15 18:00:21


anexo 2 379
carga Justo , y p.r q.e yo quiero tener el onor
de q.e aq.l sor reciba mis particulares recuer-
dos___ Mañana estaré en el Arroyo de la
15. Virgen , allí dirija sus ordenes ásu
verdadero am.o
Canelon Obre 22-22
Juan Mª Turreyro {RUB}
20. A las 11 del dia

248. Carta de Francisco Joanicó a Nicolás Herrera

Siglo: xix Año: 1827


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 18, Carpeta 3. Doc. 21, 1 f.

Francisco Joanicó informa a Nicolás Herrera sobre cuestiones co-


merciales así como también sobre el envío de un hijo en un barco
inglés. Señala la muerte de una conocida de ambos.

[*fol. 1r]
1. Dupp.do
Sõr D.n Nicolas Herrera
Rio Janeiro

5. Montevid.o Feb.ro 22 de 1827


Mi estimado amigo y Sor: Por la Corbeta Ingsa Ranger recibí
el dupp.do de su apreciada. y à contextada, de 17 de p.p.o Sin
/aumento a pesar de haberla te/
nido en la misma ocasión de otros h.ta el 11 del corr.te
Ayer me entregó D.n Manuel de Santafelices seiscientos
/cincuenta
10. y seis pesos seis y medio reales por cuenta de V., a quien que-
/dan abonados en la misma fha/
En el Navio Ingles Ganges, portador de este que debe
/regresar

6-Anexo 1.indd 379 12/5/15 18:00:22


380 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

dentro de 2meses, va mi hijo Henrique con el fin de que hallan-


/dose rodeado unicam.te/
de Ingleses pueda romper en este idioma que hace algun tiempo
/estudia, y con tal/
motibo le he prescripto que invierta solo 3 dias en visitar á mis
/amigos, pa que no se/
15. distrahiga y se separe lo menos posible del Navio: uno por en
/cargo de su Madre y de/
Carolina con los mas afectuosos recuerdos de ambas lo dedica
/rá apasarlo con mi S.ra Da/
Consolacion , y los otros dos con n/a D.n J.n Barros y Dn Andres
/Lizaur pa que le ense-/
ñen de esa Corte lo que mas pueda llamar suatencion El Almi
/rante Sir Robert
Walter Otway deja en esta su casa un hijo suyo de 13 años p.a
/perfeccionarse en el/
20. idioma Español lo que ha ocasionado el cambio con Henrique
Nada abosolutam.te sesabe de los Egercitos desde el 28
/ppo y nada
de particular tiene q.e decir a V. su affmo [??]{RUB}
PD
La Esposa de Sr. Maggesi falleció esta noche
25. de resultas de un mal parto.
[…]

249. Carta de Juan Antonio Lavalleja a Fructuoso Rivera

Siglo: xix Año: 1825


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 6, Carpeta 2. Doc. 33, 1 f.

Juan Antono Lavalleja advierte a Fructuoso Rivera sobre un próxi-


mo enfrentamiento y ordena en consecuencia.

6-Anexo 1.indd 380 12/5/15 18:00:22


anexo 2 381
[*fol. 0]
1. S.or D.n Fructuoso Ri-
vera
[*fol. 1]
1. Sr D. Fructuoso Rivera

Compadre: mañana tal vez no, pero pasado


5. creo indudable q.e será la safacóca. V. esté pronto
q.e yo ya me pongo en marcha á unirme con V. és de
necesidad q.e active V. lareunión de Planes y los
demás p.a q.e nos sean utiles á su tpõ. los prisio
-neros deben estar reunidos en el Durazno, pues
10. así será mas facil el cuidarlos.
Pronto tendré el gusto deverlo à
V. su aff. mo Comp.e
J.nAnt.o Lavalleja{RUB}

15. Oct.e 11/825

250. Carta de Carmen Guerrero(s) a Consolación Obes

Siglo: xix Año: 1816


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 18, Carpeta 10. Doc. 10, 1 f.

Carmen Guerrero comunica haber tomado carbón de propiedad de


Consolación Obes a cuenta de un alquiler y refiere a una carta an-
terior.

[*fol. 1]
1. Mi muy benerable seño
ra estimare auste mande ma-
ñana por la mañana aque

6-Anexo 1.indd 381 12/5/15 18:00:22


382 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

meden unas tipas de carbon


5. yede estimar auste meabise si-
sepuede por la mañana o aque
ora bendran asacar le y al mis
mo tiempo sisele entrego auste
una carta que le mande consu
10. criado dando leabiso el carbon que
te nia tomado en cuenta del ar-
quiler del armasen
yuste mande asu ser-
bidor que desea serbirla
15. Carmen Guerrero{RUB}
a 2 de setiembre de 1816

Sa Da Consolacion Erera

251. Carta de Carmen Guerrero(s) a Consolación Obes

Siglo: xix Año: 1816


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 18, Carpeta 10. Doc. 11, 1 f.

Carmen Guerrero comunica haber tomado carbón de propiedad de


Consolación Obes a cuenta de un alquiler.

[*fol. 1]
1. Mi apresiable señora etomado
6. anegas de carbon acuenta
de de alquileres del Alamsen
como melo tiene uste prevenido; que
5. dando de U su afetisisma y serbidora

Carmen Guerreros {RUB}

6-Anexo 1.indd 382 12/5/15 18:00:22


anexo 2 383
Noviembre 22. de 1816

20. Señora Da Consolación Erera

252. Carta de Pascuala Álvarez a su sobrina Consolación Obes

Siglo: xix Año: 1816


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 18, Carpeta 6. Doc. 1, 2 fs.

Pascuala Álvarez insta a su sobrina a mudarse a Montevideo con


ella y le comenta cuestiones de negocios.

[*fol. 1r]
1. Montevideo 21 de Noviembre ˇ1816ˇ

Mi amadicima y mui apre


5. ciable Consolacion se q.e estas bue
na pero no de espiritu ni podras
estarlo en el inter estes en esa ben
te aesta y estaras tranquila y
lejos de los ojectos q.e te ocacionan
10. mil inquietudes de q.e no puedes presin
dir santelices escribe diciendo q.e mi
compadre esta en la pla ya Grande
con los demas de esa y q.e abia comi
do 4 dias con el y le dijo abia manda
15. do la orden para q.e te fueras con la
familia por lo q.e puedes todo
lo pocible por benirte a este y tendre
[*fol. 1v]
1. mos el gusto de berte y abrasar
te y besar amis nietitos y q.e se sen

6-Anexo 1.indd 383 12/5/15 18:00:22


384 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

las borrascas del padecimiento


insoportable del espiritu
5. Me apro me dijo Noble qe el ye
bara la carta y me traira la
contestacion la benta de la cal
esta parada no se vende mas q.e
una o dos cuartiyas y a
10. tamos cin ninguna en casa
setiempros q.e solo nosotros no
bendemos para esa pero nina
die a mandado una fanega a
buenos aires y no se como el bo
15. tarate de Galu anda ofrecien
do la cal de esta aquí ai bas
tante cal de las minas y talbes
[*fol. 2r]
1. abra echo alguna contra pero no
tiene el aprecio q.e lade casa
y se Puedejar a 18 riales en parte
dada la qe tutengas en esa puedes ben
5. derla toda a 4 ps y salir de ya cuan
to antes q.e cipermanesen en esa
lo q.e sobra es mandarte remesas
de cal aora q.e esta franco el pue
rto ino ai inconbeniente
10. Recibi espreciones de Martinez
q.e esta deciando q.e tebengas con
toda la familia q.e tus piezas an
tiguas todas estan francas para
toda tu familia y mas q.e suena
15. ai de sobra a on[??] como [??]la
he savido q.e tu negro pedro
anda uido el paresera el mio saliˇoˇ
[*fol. 2v]
1. de hegercisios esta semana

6-Anexo 1.indd 384 12/5/15 18:00:22


anexo 2 385
pasada y cige mui bien
tu padre esta deciando q.e te ben
gas y atribullendo los traba
5. jos de sus ijos a los de sor de
nes de su bida pasada dise q.e
ci bosotras padeceis espor el
desareglo q.e hubo el Maria [??] la
crida esta cadabes mas famosa
10. aquí pasan lo mas del tiempˇoˇ
porqu.e no nos ayamos cin
eyos Recibi esperciones de
todos y se las daras a todos
y manda atu mas afe
15. tisima tia q.e de corazon te quie
re Pascuala Albarez de Martinez
{RUB}

253. Carta de Pascuala Álvarez a su sobrina Consolación Obes

Siglo: xix Año: 1816


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 18, Carpeta 6. Doc. 7, 2 fs.

Pascuala Álvarez manifiesta su entusiamo por poder comunicarse


con su sobrina y por negocios que va a emprender. Transmite nove-
dades de la familia y de criados.

[*fol. 1r]
Montevideo Junio 28 de 1816

1. Mi querida Consolacion el por


tador desta sera D.n Juan Robinson
que se apro puesto faboresernos mu

6-Anexo 1.indd 385 12/5/15 18:00:22


386 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

cho y de con ciguiente dise teira aber


5 . cuantas beses sal gan buques para
esta y dese modo no careseremos
desaber Reciprocamente de nuestra
salu aora puedes decirme citebie
nes aesta con fran queza puedes
10. escribir me citebienes ya tengo
preparadas tus piezas boiatra
bajar con Lucas en compaña en
el saladero y nos bamos aser ricos
con unos des cubrimientos qe tiene
[*fol. 1v]
1. con la nobedad de q.e bienen los
portugueses q.e parese se falcifica
he mos suspendido y no emoˇsˇ
empezado aora me an entrega
5. do las dos estancias q.e me tenian
embargadas estamos todos muibu-
enos yo estoi tan gorda q.e estoi de
cuerpo como tu madre de gruesa
note mando cal por q.e es
10. tamos cin ninguna en casa
el portador de esta te entregara
una botijuela de aceitunas compuestas
en casa de la chacra de noli
aysabel te la tengo en la escue
15. la es mejor q.e marica y mas alta
y adeser una eselente criada
mui aciada y mui señorita ya
me a cocido camisas
[*fol. 2]
1. para mi calletano es por el estilo de fran
cisco pero mui docil y mui ynosente
Lucas me los codicia anbos pero ati
te he destinado a Marica da muchas es

6-Anexo 1.indd 386 12/5/15 18:00:22


anexo 2 387
5. preciones a todos y recibilas de Martina
y de todas tus primas y de la Consecion
biana q.e a estado aserme bicita a tiempo
q.e te estoi escribiendo esta muy Repu
esta Como q.e esta en su sentro
10. da muchas espreciones a
D.n Ml Cabia q.e en su chacra estan cultiban
do y ya parese otracosa
muchos besos a mi Manolo y a
mi aijado y tu recibi el corazon de esta tu
15. inbariable tia Pasquala Albarez de
Martinez {RUB}

282. Carta de Blas Jacinto Agüero a su padre Diego Agüero

Siglo: xix Año: 1811


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Caja 2, Carpeta
1. Doc. 13, 2 fs.

Blas Jacinto Agüero refiere a la falsedad de rumores sobre él e infor-


ma a su padre de cuesiones de comercio y familia.

[*fol. 1]
1. En Bahia ala 6 dela mañana del
22 de junio de 1811

Mi estimado padre S.r D.n Jose


5. Maria Riera encarga una visita a Vm
y toda la familia por no haber podido
escribir pr.q.e tenia unos asuntos de D.r Juan
Veet quien me proporciono y a pesar de ha
ber trasnochado anoche p.r concluirselos p.r
10. q.e hoy salia el Buque no pude escrivir p.o
como aun no ha levado tomo la pluma

6-Anexo 1.indd 387 12/5/15 18:00:22


388 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

p.a decirle a Vm q.e todo lo que han dho


en esa demi es falso p.r q.e como yo oygo
miro y callo no he dado lugar p.a que
15. me tilden en nada.
Este S.or q.e hace la confianza
de mi le impondran a Vm Galup y Vgal.
de q.e sugeto es y estoy con el quantas
ocasiones me necesita.
[fol. 1v]
1. Memorias atodas las
hermanas y herman.os y me parece q.e
la semana que viene seré mas largo
y remitire la copia de cinco cartas
5. q.e tengo escritas
El Beltran llego a Cadiz y
Blas no ha escrito p.r q.e el dia antes
de Salir Dn Manuel Cayetano Pache.
no habia llegado el y lo mando avis
10. sar de Palabra. No puedo ser mas lar
go. Deseo no tenga noveda y que
nos veamos todos juntos y recivir su
bendicion este su humilde hijo Q.L.E.
y B.S.M.
15. B. Jacinto{RUB}

283. Carta de Marcelino Balvastro a su padre

Siglo: xix Año: 1811


Ubicación: Archivo Artigas, Tomo V, Doc. 84, pp. 91-92.

Confirma a su padre que desea ocupar un lugar vacante en el ejér-


cito y le relata un episodio político, las noticias traídas por un chas-
que y la situación de su ejército.

6-Anexo 1.indd 388 12/5/15 18:00:22


anexo 2 389
[*fol. 1]
1. Sitio de Montevideo 11 de Agosto de 1811 = Mi
querido padre, he recivido sus apreciables, a que con-
texto diciendole haga grandes instancias para que se me
conceda la vacante de Bustillos, pues si logro colocarme
5. de capitan de la primera tengo mucho adelantado, pues
mis miras son que si llego a salir bien de esta campaña
pienso pasar al exercito grande del Peru.
Se ha parlamentado con Montevideo, salió el Gober-
nador, y aturdiendo al Intendente Echevarria, que
10. dixo, al parecer, entregara a Montevideo, le respondió =
Montevideo no se rinde, España existe, y existirá para
castigar a los rebeldes, diga vd. a su general aslten esas
tropas miserables, y así les castigaremos. Se echo
mano al sombrero, y volvió la espalda dexando al Inten-
15. dente elado, y a nosotros perdidas todas las esperanzas.
Anoche hemos tenido un chasque del Cerro-largo,
avisando que los Portugueses se acercan en numero de
5 (II) hombres, y 50 piezas de artilleria; y vd. crea, mi
padre, que nos hemos de ver en figurillas para batirlos;
20. porque apesar que nuestro exercito se compone de 8 (II)
hombres, los que se presentarán en accion serán las tro-
pas que hemos salido de Buenos-Ayres, y estas ascienden
su total a mil hombres, los demas es gauchage insu-
bordinado que todos los dias se desertan, y estan robando
en la campaña. Nuestra escasez es completa en un todo
de polvora, armamento, vestuarios, dinero, y sobre todo,
los animos caidos por la negligencia de la Junta. Esta
es la verdadera situacion del exercito de esta banda
10. oriental.
Queda de vd., etc. Marcelino Balbastro.

6-Anexo 1.indd 389 12/5/15 18:00:22


390 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

284. Carta de Fructuoso Rivera a su amigo Julián Gregorio de


Espinosa

Siglo: xix Año: 1826


Ubicación: Archivo General de la Nación, Buenos Aires, apud doc.
9, pp. 43-45. Fructuoso Rivera, Correspondencia con Julián de Gre-
gorio Espinosa, Publicación de la Cámara de Representantes, Mon-
tevideo, 1993.

Solicita favores personales y realiza gestiones matrimoniales, alude


a la eventual publicación de un manifiesto y comenta acusaciones
contra él.

[*fol. 1]
1. /MiCaro amigo entriega las ajuntas a Sus titulos. la carta para la
/cuñada del canonigo
Vidal que sea en propia mano i con toda la reserba pocible. Si
/ella te dice que
contestara me la remitiras asu tiempo a Gregorio Salado con el
/en Cargo que no corra
riesgo que vaya a caer en manos de mi S.a otro tanto aras con la
/carta p.a la Ramonita
5. reserbandote de Agustin aci como deSu madre y Ermana p.a no
/conprometerla: las de
mas etriegalas Si estan patodos por que nada dicen.
Aotra cosa amigo Carajo en las cha[n]sas de Tu paisano el pre-
/cidente dela republica
argentina Con que me queria goder el tal […] vaya ala perra
/que lo pario que espero en
dios que no le ede dar el gusto de que me Sacrifique asus miras
/inicuas
10.
yo te escribire mas largamente mis cartas vendran amanos de
/mitia Leonor con el
Sovre para ella y su marido. da ami nombre miles de gracias

6-Anexo 1.indd 390 12/5/15 18:00:22


anexo 2 391
/por Sus osequios a D.a
Candelaria y toda la familia luego que este mas deso Cupado
/les escivire atodos.

15. Escribele ami S.a y remitile Sus encargos as por conprarle unos
/Sarcillos ocosa vonitas para ella
[*fol. 2]
1. as por verte con D Lucas yen tregarle la carta para el y Si el cre
/conbiniene el
presentar a el publico un manifiesto que se en cargarge de aser-
/lo y darlo ala pre[n]sa
a
p. esto podran Servir las notas Guiogafricas que tienes en tupo-
/der ; contesta detodo en
primera ocacion para esto yo te mandare una persona de con-
/fiansa a lo de mitia Lionor
5. que alli avlases con el ime escribes. Se me adicho que el Gov.o
/a puesto editales
llamandome a que me presente p.a responder en publico a car-
/gos de alta traicion ;
apicaros carajo si fuera como ellos. Alta traicion fue lo que iso
/Alviar en el año 20
l s
conplotarse con el Gen. portug. recibir del, dinero armas
/ymunicion.s y trair la Guerra
de desolacion y espanto sobre Su misma patria Sovre esta patria
/dina de mejor Suerte
10. le avia echo figurar Sin mereserlo yle avia avrigado en su seno;
/ultimam.te amigo
carajo en los honbres Son mas malos que todos los diablos pues
/Sin contra mi Se
declaran deste modo que Sera contra otros que les puedan por
/Sus luses y que los
conosen deserca aser mas tiros. Pero con migo que
[*fol. 3]
1. malam.te Se mandar Soldados, que mi o(c)jeto no Se a(es)ten-
/dido aotra cosa que aser

6-Anexo 1.indd 391 12/5/15 18:00:22


392 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

la Guerra alos enemigos Generales del pais Si el que fuese es-


/clavo delos portug.s aci
como por las pervecidades de estos mismos honbres es un deli-
/to i sacar partido delas
mismas Sircunstancias (en) que nos vimos p.a asutienpo restau-
/rarle al pais Su Livertad
5. como en parte aSu sedido, caranba amigo es crimen de alta trai-
/cion esto lo es tanbien
el tener opinion en el pais que me vio naser estan bien el mirar-
/me oi Sin fortuna y trair
sovre mi credito que avaluado con lo q.e poseo no alcansa acu-
/vrisrse : es crimen tan
bien el que una parte de la fuerza armada dela vanda oriental y
/cidigo toda ella i asta
las q.e forman el Ex.to Nacional me aclamen para q.e les dirija
/en la presente Guerra p.r
10. que me creen con Su ficientes conocimientos p.a llevarla con
/vuen Su Seso ; vayan
aC[ar]ajo nada quiero de ellos mas vien ire avibir en la oscuri-
/dad yno pasar por la
degradacion de alernar con honbres que solo llevan por norte
/sus fines particulares.

No olvides Saludar a el Dean Funes yen cargarlo de istruir aSu-


/cre detodo pone una
15. carta ami nonbre del modo que acostunbras y as que Sedirijan
/ami

[*fol. 4]
1. as por decirle a Jose Augusto que pida el dinero que quiera y
/precise a Mariano
Escalada donde tendra letra avierta y que no se aflija yo estoi
/livre y ara por el cuanto
pueda la Carta p.a Mariano que te ajunto contiene un documen-
/to afavor del p.a que

6-Anexo 1.indd 392 12/5/15 18:00:22


anexo 2 393
tome todo loque guste ypase recibo.
5.
2 oras antes de ser preso Augusto me avia ablado
/como un ijo puede hablar aun
padre aciendome Saber que deseava ligarse atu Sovrina paulita
/de quien tenia Su
consentimiento yo le aprove Su determinacion y me encarge de
/ablarte ati y ala S.a y
darles una información delas vella Cualidades de este joven
/pero como tu saves lo que
a
10. Su Sedio yo lo dejava p. el dia Siguiente. Te lo aviso para tu
/govierono yp.a Cunplir
s
con los encarg. del aquien reputo como un ijo ymejor amigo.
/Si el llegase aser Suelto
aslo ir adonde yo me alle aste cargo lo que me ara falta i mas
/que todo Su conpañia
amable para casarse ai tiempo.

15. A D.s amigo Cuenta ciempre con la eterna amistad de tu vuen


/conpañero

F. Rivera

6-Anexo 1.indd 393 12/5/15 18:00:22


Siglo XIX2

69. Carta de María B. de Santos a su hijo Máximo

Siglo: xix Año: 1887


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 100, Carpeta 13. Documento 11, 1 f.

María B. de Santos expresa su dolor y su desamparo a su hijo Máximo.

[*fol.1r]
1. Querido hijo:
Con el alma
traspasada de dolor te dirijo esta
ya que no tengo la suerte de po=
5. derte ir ^á^ ver como son mis deseos
yo hijo no se como no me he e^n^ loque
cido con tantos digustos como he
pasado desde el día en que
te fuistes la perdida de tu po
10. bre hermano Filomeno me ha
concluido y ahora que te espe=
raba con tanto anhelo verme
separada otra vez de tí sín
tener el consuelo de verte de
15. darte un abrazo sabe ^Dios^ por cuan
to tiempo.
Maximo tu sabes que yo no tengo
mas amparo que vos que soy una
pobre viuda y faltandome tu
20. que va hacer de mí sola sin
394

6-Anexo 1.indd 394 12/5/15 18:00:23


anexo 2 395
[*fol.1v]
1. tener aquien dar vuelta mis ojos
así es que espero hijo querido que
desde ahí dispongas como quedo -
yo y quien quedo recomendada
5. yo he tenido un gran sentimiento
de ^no^ poder despedirme de Teresa
y de mis queridos nietos porque ella
no tenía valor de despedirse y se
fué sín decirme nada ese senti
10. miento me quedara hasta que pue=
da verlos otra vez á todos reuni=
dos
Sin mas recibe la bendicion de
tu madre que desea verte pron
15. to recuerdos á Teresa besos á
todos mis hijitos chicos y no se
olviden de este terron de tierra
que queda aqui
María Bde Santos
20. Febrero 11 de 1887 / no dejes de contestarme

70. Anónimo injurioso a Máximo Santos

Siglo: xix Año: c.1880


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 100, Carpeta 14. Documento 37, 2 fs.

Supuesto amante de la esposa de Santos relata su relación con esta y


le pide a Santos que le haga llegar dinero.

[*fol. 1r]
1. Señor
Maximo Santos

6-Anexo 1.indd 395 12/5/15 18:00:23


396 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Es llegar à esta emencuentor que


la que asido mienbra es hoi tu
5. muger desde ya te digo que sos
un cornudo que no solo has
cargado con la enbra sino sino
con la cría tanbien como teas
puesto asenbrar porotos cuando
10. yo los abía senbrado primero
que, vos parese inposible que
carneros como vos los aigan
en este siglo. que cargen cuernos
desde la primera noche. asta
15. mientras sigas asiendo vida
con ella, que seras toda la vida
un cornudo y los cargaras
cuantas beses llo quiera y tengo
derecho en cuanto llo esido
20. pirmero que vos) cornudo
siquieres saber quien soí llo
preguntale à tu puta de tumuger
que ella sabe bien quí soi yo
y estoi seguro que sease la
25. olvidada. dile sí seacuerda
cuando á las 2 de la mañana
cuando la madre, estaba
durmiendo measía entrar á
su cuarto y dor mia con ella
30. toda la noche.
[*fol. 1v]
1. y las sítas que teniamos en la =
quinta de Basañes y aquel dia que
fuimos al paso del molíno
Con estos recuerdos no podra
5. negarse de desirte quien soi yo.
estoi pronto aprovarte perso=

6-Anexo 1.indd 396 12/5/15 18:00:23


anexo 2 397
nalmente a unque, tutearas el
sonso por que no puedes to=
mar ladefensiba por una
10. muger que asido enbra mi=
a, como te lo pruebo cuantas=
beses tu quieras y sino pregunta=
le, al dependiente de mata
a unque tu te abras [??]
15. desengañado pedaso de
cornudo cuando cerias de en=
contrarla birgensita y de
contrale el bírgito pero en
canbio la encontrastes barigonsita
20. y asido tan carnero que
abiendola encontrado en el
estado que yo la dege
preñada de 4 meses, el muchacho
mandamelo al otel orintal que
25. pienso llevarlo por Buenos Ayeres y
dile que memande los tresientos pesos
que le di para que melos àguardara
asta miregreso que fue el día de la
ída para el paso del molino y me
30. pidio que biníeramos pronto por que
tu ibas abisitarla y le eche un polvo
a tusalu.
[*fol. 2r]
1. y espero que no sera el ultímo.
lo que era de miparte nunca
epensado casarme con una
obega desta Clase espero la
5. contestasion lo mas pronto posible
en el otel oriental a las 8
de la noche
esta sera la ultima =

6-Anexo 1.indd 397 12/5/15 18:00:23


398 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

cartata asta norecibir los tresientos


10. pesos que yo le di para que los
guardara ya ora los quiero lomas
pronto posible dispese cornudo,
que le diga de vos a us[??]
te,
15. son 300 $
Cornudo si no los tengo
antes de dos dia voi aponer
carteles por las Calles de Montevideo
como ya evisto ya varios.
20. que bastante sientos de pesos
mecuestan tu puta de muger
toda la union saben bien
tu muger lo que asìa con migo
terepito que le dias que memande
25. los tresientos peso que son miyos
sino van aser 300 cuernos que vas a cargar mas

92. Carta de Gumersindo Saravia a su hermano Aparicio

Siglo: xix Año: 1894


Ubicación: CGE. EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 6. Documento s/d, 1 fs.

Gumersindo comunica a su hermano Aparicio que le está esperando.

[*fol. 1r]
1. Coronel Aparicio

Estoy esperandote en campos


nuevos en el mismo pue_
5. blo desime algo

6-Anexo 1.indd 398 12/5/15 18:00:23


anexo 2 399
apurate lo mas posible
tu hermano felicidad
te desea
G Sarabia {RUB}
10. Mayo 12 de 1894

93. Carta de Cándida Díaz de Saravia a Aparicio Saravia

Siglo: xix Año: c. 1890


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja Familia de Aparicio Saravia, Carpeta Correspondencia de Mau-
ro Saravia. Doc. s/i.

Cándida Díaz comunica a su esposo cuestiones domésticas y le refie-


re algunas novedades. Le pide que se cuide.

[*fol. 1r]
1. Aparicio mande telegrafiar ario grande
para saber el presio de los salbabida
para mandar conprar unos dos outrose
por que me parese que te ase mucha
5. falta por aqui sedise que estas
acanpado nel vichadero y que el
gobierno mando +1mil honbres
para ber si te rodean por todos
los lados por aqui sedise que
10. ya mataron el traydor
Nuñes tene todo cuidado
con las traysiones por que la
enbidia sienpre anda en todo
15. Candida Dias de Sarabia

6-Anexo 1.indd 399 12/5/15 18:00:23


400 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

124. Carta de Ignacio Fernández a su sobrino Joaquín Requena

Siglo: xix Año: 1880


Ubicación: Archivo del Museo Histórico Nacional, Correspondencia
particular de Joaquín Requena, Tomo 2.718.

Ignacio Fernández señala a Joaquín Requena las dificultades para


colocar a Lucas Requena en un cargo de secretario.

[*fol. 1r]
1. Minas Ag.to 4. de 1880
Sor Dr. Dn Juaquin Requena hijo
Mi querido sobrino, no me es
posible colocar á Luquitas
5. en un empleo. lucrativo uno
de cuarenta pesos. ni le acepta
diciéndome que de procurador
le ofrecia mas.
Luquitas desea colocarse
10. en la Junta de secretario pero
no hay lugar El secretario no
renuncia el pueblo le acusa y
le pone de relieve su mal pro
seder ni levanta los cargos ni
15. ase su renuncia,
No le pueden beer á este
hombre en este pueblo particular
mente las señoras. ya bees que cla
se de enemigos son; y los hombres
20. el mismo, estilo lo detestan
pedile a buestra tia Isabel una
oja del clamor alli trata algo
del señor secretario de la junya
ella me dice que aga lo que

6-Anexo 1.indd 400 12/5/15 18:00:23


anexo 2 401
[*fol. 1v]
1. mesea pocible bastante tengo
echo para lo bien sucedido
Que tengo sido con el y sus
dos hijos. pero á Manuel
5. y á Gregorio, los considero
Te deseo todas las
fortunas y ordena a buestro
tio que te aprecia.
Ignº. E. Fernández {RUB}

125. Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena

Siglo: xix Año: 1880


Ubicación: Archivo del Museo Histórico Nacional, Correspondencia
particular de Joaquín Requena, Tomo 2.718.

Lucas Requena señala a Joaquín Requena que no desea ocupar el


cargo del cual destituirían a un conocido o amigo suyo.

[*fol. 1r]
1. Minas Ocbre. 12 de 1880
Por nuestro tio Ignacio, he sabido que
sacan ^del empleo^ a nuestro amigo Horacio Pereira; joven
merecedor de todo respecto, y Gefe sin tacha dela
5. oficina que esta á su cargo, hace una porcion
de años, y que creo que el Gobierno no tendra
queja de su comportacion en su cometido
del Recaudador dela Contribucion.
Te aseguro que este amigo no quizo
10. pertenecer á la Comision dela reunion delos
nacionalistas que tuvo lugar en este pueblo
como yó hize lo mismo.
Tio Ignacio me ha dicho que
me hiban á nombrar á mí, cosa que siento

6-Anexo 1.indd 401 12/5/15 18:00:23


402 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

15. mucho, y que si su destitucion es por mí no


acepto, y á mas no quiero que crea Pereira
que yó halla influido con voz ó con tio Ignacio
para que lo destituyan y lo remplasen con
migo.
20. Pereira es un amigo mio que me
ha dado prueba de amistad en mi desgracia
y creo voz no me tomaras á mal que yo me
esplique en este sentido con tigo.
Así es que aunque mi posesion
25. en este destino es tan tirante, que me veo y
me deseo para darles de comer á mis hijos
pero prefiero estar en esta circunstancias
antes que por mí á un amigo como este se
[*fol. 1v]
1. le saque el empleo.
Deseo de corazon hagas todo
empeño con el Presidente y demas minis-
tros para que no se le saque el empleo
5. á Horacio.
Si me quieres faborecer hasme
dar otro empleo, en cualquier otra reparti-
cion, que con los empleados que estan ocupado
no me liga que con Pereira.
10. Como sabes las conversaciones que
traira esta destitucion y nombramiento
mio, desearia me contestases, haber, si te he
pedido este ú otro empleo, para que Pereira
no crea que fuesen trabajos mios, con voz;
15. para obtener dicho empleo.
No dejes de contestarme á
esta que para mí sera un descargo por lo
que crea este amigo.
A: tio Ignacio cuando me ha
20. conversado de darme empleo, y cual me

6-Anexo 1.indd 402 12/5/15 18:00:23


anexo 2 403
convenia mas; le he contestado que sí salia
el viejo Castro, me gustaria la secretaria
ela yunta, ^por^ que con este Señor no me liga loque
con Horacio ,: Así es que deseo de corazon
25. ni lo deges remover del empleo á Horacio
que sera una satisfacción para mí, porque
no se cual sera el motivo de su destitucion.
Como no quiero que mi tio Ignacio
llegase a saber que te habia escrito en este
30. sentido, deseo este quede entre los dos, porque
sino tomaria por un desaire por el empe-
[*fol. 2r]
1. ño que toma por mí, pero voz comprendes
que hay cosas en la vida que aunque sea
con gran perjuicio de uno, tiene que mostrarse
el hombre con altura de corazon y hoy me en-
cuentro con Horacio en este caso.
5. Querido Joaquín: deseo me atiendas
a lo que te pido en esta, sera un servicio delos
muchos que he recibido de voz.
Ana la tuve bastante enferma
algo grave, pero ahora gracias á dios sigue mejor.
10. Le envia á Angelita un abrazo y
á las niñas unos vesso, y tu recibe el cariño
de ^tu^ primo hermano que te desea salud.
Lucas Requena Garcia {RUB}

126. Carta de Joaquín Requena a su hijo

Siglo: xix Año: 1887


Ubicación: Archivo del Museo Histórico Nacional, Correspondencia
particular de Joaquín Requena, Tomo 1.195

Joaquín Requena expresa a su hijo su dolor por la muerte del hijo de


este último así como algunas circunstancias en relación con el hecho.

6-Anexo 1.indd 403 12/5/15 18:00:23


404 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

[*fol. 1r]
1. Monteo. Marzo 23 de 1887
Mi querido hijo.
Aunque tu telegrama del domingo
me anunciaba la agravacion de la
5. enfermedad de nuestro Carlitos, como decia
que los medicos no desesperaban, entendí
que aun no lo declaraban caso perdido
y aferrandome [??] que iba á
llegar la enfermedad al 21 dias en que
10. [??] casos favorable, consebi la esperan
-za de que podia suceder asi, y fue
un [??] de la angustia que me
dominaba; pero en la tarde del lunes
se presento en mi estudio el V. Vicario
15. Sr Soler como mensajero dela tristi
-sima noticia que acompañó de
todas las reflexiones que un sacerdote
ilustrado puede hacer á un creyente
y mas aun á un católico prácti
20. co como me [??] [??] ser. El Sr Soler
se detuvo algun tiempo, pero mi
corazon necesitaba de abrigo y
asi que se retiro, mis lagrimas
[*fol. 1v]
1. corrian abundantes y corren to
-davia por tan dolorosa perdida, que
la contemplacion de lo que estara su
friendo su cariñoso padre su amante
5. madre y sus queridas hermanas, hace
mas terribles. Mi pobres religiosas
han sido ineficaces, pero, ^estaban^ subordina
-das á la voluntad de Dios que ordena
las cosas de la manera que mas convie
10. ne para el bien espiritual de sus cria

6-Anexo 1.indd 404 12/5/15 18:00:23


anexo 2 405
turas. Llora pues con cristiana con
formidad; y como la muerte no
corta las relaciones de afecto, y de
deber con los que nos preceden en el ca
15. mino de la eternidad, pues se conti
nuaran cultivando por medio dela
oración y del sufragio, sin mi ama
-do nieto, y [??] aplicar por su alma
alguna misas. Los creyentes tene
20. mos sobre los incredulos la ventaja
de que no nos desesperamos, nos
resignamos, puesto que diariamente
decimos a Dios que se haga su vo
[fol. 2r]
1. luntad asi en la tierra como en el
cielo. Ya nos llegará nuestro turno
de ir á reunirnos con los que no nos
dejan sino que nos esperan.
5. Comprendo el gran vacio que deja
en la casa el querido nené, cuyas
cualidades personales le hacian tan [??]
[??] por todos. No me imaginaba
10. que el abrazo de despedida a mi reti-
rada de ahí, seria el último, _ _ _
Acababa de salir el Dr Soler cuando reci
bi telegrama de J Estrada dando el pesa
me por el fallecimiento de Carlitos y
15. si el Dr Soler demora algo mas en [??]
[??]me de la [??], me habria sorpren
dido aquel telegrama. Después encontre
a mi amigo agradeciéndole su atención
y la de su familia, a cuyo nombre venia
20. también el pésame. Reciban[??] uds
[??] [??] de mi *María y Doña
Juanita, con un estrecho abrazo y

6-Anexo 1.indd 405 12/5/15 18:00:23


406 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

la bendición de tu tata
Joaquin Requena {RUB}

127. Carta de Joaquín Requena a su hijo

Siglo: xix Año: 1887


Ubicación: Archivo del Museo Histórico Nacional, Correspondencia
particular de Joaquín Requena, Tomo 1.195.

Joaquín Requena expresa a su hijo su dolor y el de su compañera


por la muerte de su nieto así como algunas circunstancias sociales
en relación con el hecho.

[*fol. 1r]
1. Montevideo Marzo 26 de 1887
Mi querido hijo
Tengo en mi poder tus dos cartas de
22 y 24 que hemos leido con mi com-
5. pañera volviendo a llorar juntos; y
escrita la primera, en medio de una [??]
de amargura y de profunda aflicción
nos hacia participar de esta, como de
la resignación cristiana que revela tu
10. carta. Vuelve pues a recordarme
mi compañera, que te presente a ti
a mi hija, a mis nietos un pesame
mui cordial.
He recibido también carta de nuestro
15. amigo J Estrada, llena de oportu
nas y eficaces palabras de consuelo.
Se refiere a lo publicado en el Diario
que no [??] y á unas lineas
enviadas al Sr [??] y [??] y
20. que todavía no le han [??]ado

6-Anexo 1.indd 406 12/5/15 18:00:23


anexo 2 407
en El Bien, cuyo cronista el mismo señor,
se asocio el duelo de la familia del
[*fol. 1v]
1. finado.
El señor Dn Jose Manuel Estrada tam-
-bién me ha escrito y su interesante carta
concluye con estas frases: “Dios se lleva
5. “ a los niños, o para probarnos, o para
“ preservarlos, o para otros fines adora-
“ bles que nosotros no conocemos. ¿Qué
“ nos corresponde sino resignarnos y
“ orar? Quedo con Ud delante de dios”.
10. J. M. Estrada
Las demostraciones de esa distinguida so
ciedad no sólo merecen tu gratitud sino
que te ligan mas a ese país en
el que estás mas vinculado ahora
15. desde que en su suelo se han depositado
la [??] de tu idolatrado hijo. Esta re-
flexión de tu segunda carta, es mui
natural y lógica, como lo es la nueva
deuda de [??] con el Dr J[??] Colman
20. y numerosos amigos que se han
asociado a tu dolor.
Me traen en este momento el
correo todos los diarios que se me
[fol. 2r]
1. han cursado y que leo con lagrimas. En
ellos encuentro la noticia de circunstancia
que ignoraba, y conservaré los sueltos re
lativos a nuestra dolorosísima perdida.
5. El art. de Diario debido a nuestro amigo
Estrada lo reproduce la Union –
Me recuerda Margarita que hoy es
el aniversario de nuestro angeli

6-Anexo 1.indd 407 12/5/15 18:00:23


408 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

cal Celenio, cumple 7 años y


10. lo festejamos con lagrimas: dale un
[??] de cariño, en nombre de Papa
y Mama tutores.
Recuerdos a todos y para todos, hijos
y nietos mi bendicion.
15. tu tata
J Requena {RUB}

128. Carta de Joaquín Requena a su hijo

Siglo: xix Año: 1887


Ubicación: Archivo del Museo Histórico Nacional, Correspondencia
particular de Joaquín Requena, Tomo 1.195.

Joaquín Requena envía a su hijo un artículo sobre el fallecimiento


del hijo de este último.

[*fol. 1r]
1. Monte.o Marzo 27 de 1887
Mi querido hijo
Te adjunto El Bien de hoy que contiene
el bello art. de J. Estrada sobre el falleci
5. miento de nuestro amado y llorado
Carlitos; el querido nené de la
familia. ¡Cuan grande es la gene-
rosidad de nuestro amigo! He
leido y releido con lagrimas esas
10. lineas nacidas de un corazon no
ble animado de la amistad mas
sincera que tanto nos honra.
Nuestra gratitud debe ser inte-
nsa y cordial y no menos respetuo-
15. -sa a tan elocuente y publica
manifestacion. Mañana escribe

6-Anexo 1.indd 408 12/5/15 18:00:23


anexo 2 409
a nuestro ammigo.
Tu mama y yo deseamos que algu
na enfermedad física no haya venido
20. á reagravar la enfermedad moral
que las lagrimas y la religión iran
curando. Recuerdos para todos y
[*fol. 1v]
1. un calido y amoroso abrazo de tu
tata
J Requena {RUB}

129. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio

Siglo: xix Año: 1880


Ubicación: Archivo General de la Nación, Particulares, Caja 58, Car-
peta 1, Doc. 2, 1 f.

Juan Manuel Blanes reclama a su hermano por la falta de cartas, le


da indicaciones sobre diferentes cuestiones personales, comerciales,
laborales y artísiticas.

[*fol. 1r]
1. <^Contestada el 27 de Febrero de 1880>
Flora 12 Eno.

Mi querido Mauricio-. Empiezo a escribirte hoy, un tanto des-


/consolado
5. por no tener ninguna tuya, y como en tu última me hablabas de
/apu-
rillos, había empezado a alarmarme cuando recibí el 9 una carta
de Sambucetti del 7 de diciembre en que me dice que te vé con
/frecuencia,
y que estás bueno - Espero que no incurras en descuidos que
/puedan
excitar mi delicadísmo estado moral, pobrísimo cada vez más.

6-Anexo 1.indd 409 12/5/15 18:00:24


410 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

10. Con el vapor que salió de Génova el 3 te escribí en car-


/ta certificada,
y te remití tres cajones conteniendo los cuadros, los yesos, y
/otras me-
nudencias- Con ese vapor salió el maestro de escultura para
esa, y él te lleva carta, y una pequeña encomienda- Este señor
me escribió desde Genova, y me dice “que cree que ahí le harán
/una
15. acogida decente”...... A tí los comentarios. Segun me han di-
cho, ha contraido aquí con algunos de sus amigos el compro-
/miso
de no dejar escapar ningun trabajo sin que sea encomendado á
ellos- no se si esto es verdad, pero es verosímil- Por razones
italianas tal vez, no se ha publicado aquí la carta que yo diri-
20. jí al festin que le dieron los amigos antes de partir, y como esa car
ta tenía una significación, me importa que, al menos su espí-
ritu no sea ignorado ahí- Por eso te adjunto una copia para que
la leas si puedes, y la pases á D. Agapito, que es amigo de
/Maeso,
y la haga publicar, si quiere, en ambos idiomas, pues Maeso tra-
25. duce bien.
Es probable que seas nombrado comisionista, y depositario
único de un excelente, riquísimo aceite de comer cuyas muestras
te remitirán pronto, con encargo de hacer conocer, y si merece
/acep-
tación deposites la marca en los registros de ahí- Hago lo
30. que puedo por hacerte conocer de alguna personas aquí, que
están cansados de buscar hombres de buena fé pa- tenerlos de
corresponsales fieles y leales en esas regiones.- Es increible el
grado subido que ha alcanzado por estos mundos el crapulismo
y las bandolerías segun lo que oigo á los que trato- Prepara,
35. pues tus condiciones segun lo creas mejor- Te respondo del
aceite, que es tan bueno como el de Menier en Paris, y que se
vende como la esencia de rosa, como lo sabrás si consultas á
/Are-

6-Anexo 1.indd 410 12/5/15 18:00:24


anexo 2 411
chavaleta - Pero hay conveniencia en no fiar á nadie el hilo de
esta nueva especulación, á menos que surgiese la necesidad,
/cosa
40. que puede suceder sin trabajo ni sorpresa cuando se trata con
puntos suspensivos-
Estoy escribiendo no alegre, porqe no tengo cartas tuyas
/- Di-
me si sigues obrando, y si estas contento de tus programas.
/Cuenta-
me cómo van las cosas ahí -
45. Los muchachos han formado en yeso dos figuras des-
/nudas en
bajo-relieve que modelaron últimamente; el resultado es bastante
satisfactorio, y he experimentado una verdadera emoción, pues
/voy
viendo buenas compensaciones á mis martirios, y á mi esclavitud
Pero es cierto que todo eso se debe á una vigilancia constante q.e
50. ocupa casi exclusivamente mi tiempo - Te ruego no me hagas
[*fol. 1v]
1. esperar mas mi encargo que tú sabes, pues es causa de uno de
/mis mas
grandes tormentos- Agrega este bien a los tantos que me dis
/pensas: Te
lo suplico-
Será bueno que la adjunta carta no vaya á la imprenta con
5. mi letra - Victorianito la puede copiar, cuidando mucho de la
ortografía italiana, y evitando ningun descuido en la copia.
Hazte prestar la carta que remito, ó leela antes de entre
/garla,
que es mejor: como ves, la dirijo á Carpito, pero hace referencia
á la que en el correo pasado dirijí á Agapa, y que deberías
10. leer -
El frío me ha aniquilado: desde el 28 de diciembre ten-
go una toz incómoda que me ha alarmado, pero parece ceder.
A pesar de la estufa á Cock, no me ha sido posible trabajar ni

6-Anexo 1.indd 411 12/5/15 18:00:24


412 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

en Diciembre ni en lo que va de Enero, porq.e el frío es intenso, y


15. no hay estufa que valga -
Espero que me digas algo sobre cuadros de tu gusto -
/Haré que
los muchachos tenten tu retrato en escultura, pero es indudable
/que
necesitarás una fotografía de perfil - Si la tienes, mandala
Ha llegado aquí la noticia porteña de una gran derrota á
20. los chilenos, pero los telegramas que se publican estan en contra-
dicciòn absoluta con esa noticia -
¿No te ha escrito el Sr. Arrieta de Chile sobre su crédito
/Iri-
goyen? Creo que deberías decirle algo, para que los documentos
que te dejé y que pertenecen á aquel Señor, vayan adonde él
25. disponga, y no estén siendo una responsabilidad en nuestras
manos -
¿Cómo van las desventuras de Perdiz, Manuel, Lind.a,
/Ricura,
perendengue, etc. etc. - En el próximo correo les escribiré -
/Dile
á Lindur que se conserve lo mas que pueda, pues puede ser que
30. quien sabe qué - Dá recuerdos á todos -
Cuéntame los efectos agapitéricos que observes =

En mi carta última te pedía que me remitieras los fon-


/dos que tu-
e
vieras, cuidando el modo porq. se pierde mucho mandando letra
35. 12.709 fr. oro dados ahí á la vista se reciben aquí en una mone-
/da que,
vuelta á convertir á la suma, que le dan á uno en virtud de libras
esterlinas que entregó allí, hace perder sesenta pesos próximamte
No sé si convendrá mandarlo á flete, pero la libra esterlina
no es gran moneda aquí - En fin tu sabrás cómo hacer -
40. No tengo mas nada que agregarte sino que todos los de
/casa

6-Anexo 1.indd 412 12/5/15 18:00:24


anexo 2 413
te desean felicidad y te envían recuerdos
Te recomiendo el quinto párrafo, y dispon de tu

siempre tuyo
45. Juan
Si crees poder calzar un par de botines muy lindos pa
/invierno me-
diante el simple número que usas, mándamelo, y con los boti-
/nes te
mandaré otras cosas pa la boca -

130. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio

Siglo: xix Año: 7 de abril de 1880


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 58, Carpeta 1, Doc. 6. 1f.

Juan Manuel Blanes explica a su hermano cuestiones de detalle so-


bre envíos de obras y cuestiones monetarias.

[*fol. 1r]
1. <^contestada el 7 de Abril 1880>
Flora feb.o 29 -

Mi querido Mauricio - El 25 recibí tu carta del 29


5. del pasado - Inmediatamte que la leí me dirijí al espedi-
zioniere que mandó los cajones que has recibido, y á quien
yo había pagado todo, todo, ^comprendido el seguro^ hasta ese
puerto, y le dije que
habiendote cobrado á tí en esa la Agencia 80$ oro, tratára
de poner en limpio la cosa - Esta mañana lo he
10. encontrado en la calle yendo él para casa mía, y me
ha dicho que la Agencia de Génova me reembolsará
lo que suponemos que habrás pagado en esa, esto es, los
80$ oro al cambio de 5.26, y no los $74.37. Le dije que

6-Anexo 1.indd 413 12/5/15 18:00:24


414 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

prefería que te los devolviesen en esa para evitar esa


15. diferencia, pero si la agencia paga los 80$ á ese cam-
bio, aceptaré el reembolso aquí - Si vieras qué
cansado me tienen estos mundos!
En mi anterior te hablaba de Fynn, y ahora te
diré que debiendo hacerle aquí un pequeño cajon de
20. ciertos yesitos que me ha encargado, dentro de ese cajon
irá un rollo, que es el dibujo razonado y medido del
monumtto á Artigas, como me lo pides y lo prometí.
El Sr. Fynn me escribió, y me dice que sale en este
mes para esa (feb.o ) - Vélo, y adviértele que dentro
25. de la encomienda que le mandará su corresponsal
de Génova, ira el dicho rollo o cajoncito -
Dile a D. José María que recibí su carta, que todos
leyeron con gusto, y lo saludan -
Me imagino cómo habrá estado tu casa el dia del
30. desembalaje -
He recibido todas tus cartas, y la cuenta general,
que te agradezco y apruebo -
[*fol. 1v]
1. Te escribo á prisa desde el correo mismo, porque
me ha sorprendido el 29 sin escribir -
María está un poco mejor -
Recibí la copia dela tuya del 14 Eno. -
5. No he podido entender que entregaste á Lin-
dura, pues no me dices si viste á Paganucci, que es
quien debia entregarte eso - En los cajones no
mandé nada para ella -
Dá memoria a María y al Sr. Sato, y á
10. Crista, y a todos -
Adios - Te escribiré el 14 de marzo
Tuyo
Juan

6-Anexo 1.indd 414 12/5/15 18:00:24


anexo 2 415
131. Carta de Juan Luis Blanes a su tío Mauricio

Siglo: xix Año: 5 de julio de 1879


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 58, Carpeta 6, Doc. 6, 2 fs.

Juan Luis Blanes aclara a su tío lo erróneo de una deuda que se le


atribuye y lo informa sobre cuestiones artísticas, sociales y familiares.

[*fol. 1r]
1. Florencia Julio 5/ 879

Querido tio.
Con fecha 18 de Mayo ppo
5. se ha recibido en casa una carta de
Vd por la cual vemos que sigue bien
de salud á Dios gracias; _ en dicha
carta, papá me hizo leer la parte
que se refiere al tal Urta y con
10. cuyo motivo dice Vd:
”pero deja entreveer que Juan y
“Nicanor tienen algo mas pendien=
“te y no seria malo lo averigua=
“=ses etc etc” = Por mi parte que=
15. =rido tio puede estarVd segurisi=
=simo que á ese Urta no debo
=nada pues desde el 75 no lo he
ocupado (para mi) en nada; asi
es que ese Sr es un puerco, por=
20. =qué aun suponiendo de que yo
le debiera, porqué no me cobró
cuando estaba en esa? no te=
=nia ó no tuvo tiempo en 4
años del 75 á 79 para cobrarme?
25. El primero del pasado mes
escribí á Vd dandole cuenta

6-Anexo 1.indd 415 12/5/15 18:00:24


416 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

de nuestro viage; me hará Vd


el servicio de avisarle a Da Cris=
=tina y a las muchachas [??]amas
30. que tambien á ellas les he escrito.
[*fol. 1v]
Deberá saber Vd que desde el
7 de Junio he ingresado a la A=
=cademia donde concluyo un
hermoso carton que pronto irá
5. á esa__
Adjunto diarios para que
Vd se entere del contenido
y después me los haga entre=
=gar a Rosete hijo con espe=
10. =cial encargo de que él no
se olvide de mandarme al=
=gunos de esa
Mucho me he alegrado
con el allasgo de muchurun
15. =gato
Papa mamá y Nicanor
envían á Vd un abrazo.
Mis espresiones a las
muchachas [??]amas,Tarda=
20. -guila y el Sr Masariego, y Vd
reciba un abrazo de su sobri=
=no que lo quiere
Juan Luis Blanes {RUB}

25. P.D. La unica deuda que ten=


=go en todo el mundo es
de 14 o15 $ que debo al Sr
Amaral ___ cuenta que papa orde
[*fol. 2r]
nará su pago __

6-Anexo 1.indd 416 12/5/15 18:00:24


anexo 2 417
144. Carta de Federico Brito Farías a su madre María

Siglo: xix Año: c.1866


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 50, Carpeta 1, Doc. 32, 4 fs.

Federico Brito Farías solicita consejo a su madre María y la pone al


tanto de su nueva vida en la ciudad de Buenos Aires, dando detalles
de actitudes y personalidades de diferentes miembros de la familia.

[*fol.1r]
Buenos Ayres, Marzo 2/[??]6

Querida Mamita.
Recibimos hoy su carta
5. última, junto con la de Juan
José que nos ha dado mérito
para reirnos bastante.
La balija está ya
en nuestro poder. Una
10. equivocacion por parte de
Pepe [??] huir que vol
viese a Montevideo en el mis-
mo buque que la trajo. Feli-
zmente nada ha faltado.
15. Con la balija vino una
sombrerera para mi._
No hemos recibido
la carta en la cual U. nos
hacia presente sus ideas so-
20. bre la resolucion que debia
mos tomar. Los mucha
[*fol.2r]
1. chos dicen que repita esa
carta, es decir, que esponga

6-Anexo 1.indd 417 12/5/15 18:00:24


418 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

de nuevo sus opiniones sobre


el camino que debemos seguir.
5. Aquí andamos de paseo
y visitas. A las tias y á
tio Ramon las vemos
con frecuencia. Que gente,
que angeles!
10. Dificilmente puede en-
contrarse personas mas bue-
nas que esas Señoras. Toda
exageración es poca.
Las tias lo mismo que
15. tio Ramon se están empeñando
dia á dia porque vayamos á
vivir con ellos en familia_ y
esto lo hacen con tal interes
y cariño que nos conmueven.
20. Estamos altamente satis
fechos de nuestros parientes,
con ecepcion del de la calle
de Corrientes que nos vino
á abrazar pero se abstuvo de
[*fol.3r]
1. todo ofrecimiento. Si tuviese
mas talento, y nos comprendiese
mejor, podia haber cumplido
con nosotros para quien nos
5. tiene rencor, según él, estando
seguro de que no le habria-
mos aceptado ni una sed
de agua._
Cuando comparamos
10. al caballero ese, con nuestras
cariñosas tias, no nos espli-
camos como pueden exis-

6-Anexo 1.indd 418 12/5/15 18:00:24


anexo 2 419
tir corazones y almas tan no-
bles y tan grandes al lado
15. de perversos y corrompidos._
Hemos pasado el Car-
naval sin jugar. Un
dia pasmos en el campo.
Otro en casa y el 3o en lo
20. de tio Ramon con nuestro
primo Roman.
Don Juan del Pino
es una gran cosa. Tiene
tus pagaros pero eso no lo
[*fol.4r]
1. desacredita. Empezó por prohir
birnos que lo trataramos de U.
No quiere mas que tu- y
tu ya lo tiene. Nos hemos
5. hecho muy amigos.
Rafael y todos los otros
primos son exelentes mu
chachos. Enrique está perdi-
do- Chupa mucho – Ademas
10. está muy enfermo.-
Rafael nos presentó su
hermana. Es muy agradable
y buena mina.-
Nada mas-
15. Recuerdos para todos-.
A la señora de sastre y
sus mellizas mis afectuosos
recuerdos, Al señor de Sastre
mis respetos.
20. Todo de U
Federico{RUB}
Con Carlos Anavitarte puede

6-Anexo 1.indd 419 12/5/15 18:00:24


420 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

mandarme mi levita nueva.


La que ha venido está un poco sucia y
25. á qui las visitas se hacen de todo tono,-

161. Carta de Darío Brito Farías a su madre María

Siglo: xix Año: 1872


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 50, Carpeta 1, Doc. 83, 4 fs.

Darío Brito comenta a su madre las circunstancias relativas al próxi-


mo nacimiento de su hijo.

[*fol.1r]
1. Bs. Ayres Febr.o 26/872.

Querida Mamita:

5. Anteayer recibi una car-


ta suya pa Juan José.
Desde hace una
semana que me vine de
Belgrano con Isabel.
10. Le pedí a mi ami-
go Golfarini que me indicase
una buena partera, y en
seguida fue reconocida por
esta Isabel. El resultado
15. fue que me aconsejó venir
me pronto, por que según
ella, en los primeros días
de marzo habría novedad.
[*fol. 1v]
1. Yo no participo de la

6-Anexo 1.indd 420 12/5/15 18:00:24


anexo 2 421
opinion de la partera,
pero he creido prudente
venirme ya.
5. A Juan lo tengo
en Belgrano, donde él
se halla contento. Ni me
esplica todavia como
está tan sujeto. Está allí
10. con Villagran y mi suegro
Ramirez, – que encontró
séria resitencia á su mi-
sión por parte del Comité
blanco, - y despues de haber
15. echado á Lueveda p.a esplorar,
los enseguída, se ha ido
con éste p.a esa calladito, sín
despedirse nadie. Se su
[*fol. 2r]
1. pone aquí que vá a tratar
de inclinar á esos senadores
à qe. renuncien.
Dios quiera que esto
5. se consiga y le haga
la paz que tanta ruína
y tantas lágrimas cuenta
ya.
Acabo de leer la tremenda
10. carta de Herrera y Obes a Ra-
mirez. Si los hechos son así,
Ramirez es un infame.
Todos buenos.
Isabel sín mas novedad que
15. el julepe, fresca y gruesa.
A Juan le saco maña-
na matriculas de filosofía

6-Anexo 1.indd 421 12/5/15 18:00:24


422 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

y frances, por si la cosa dura.


El mismo me pidió
20. q.e quería estudiar aquí si la
[*fol.4r]
1. por no se realizaba.
Nuestros cariños [??]
Dario

5. Dígale al general que se


vaya aprontando para el
bautismo de su nieto. De esta
vez tiene que hacer viaje.
Isabel, que ya se preo-
10. cupa del negocio, quiere
que el general sea el padri-
no. Probablemente adivi-
nó mi gusto y mi resolucion.
_____

162. Carta de Riva a su amigo Eduardo Brito Farías

Siglo: xix Año: 1894


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 50, Carpeta 1, Doc. 94, 1 f.

Riva refiere sus dolencias sentimentales a su amigo Eduardo Brito.

[*fol.1r]
Tú has querido que te escribiese,
Eduardo, no te quejes si mis pala-
bras son de amargura.
5. Acabo de romper y dar al
fuego las hojas incoherentes del
libro de mi pasado, en un acce-

6-Anexo 1.indd 422 12/5/15 18:00:24


anexo 2 423
so de rabia impotente y desenfre-
nada.
10. [??]; he leido en ellas:
“El que no ha
“visto la luz de su espíritu refleja-
“da en los ojos de la mujer que adora
“el que no ha sentido esos estreme-
15. “cimientos vagos del alma, esas emociones
“de tristeza indefinible, esas inefables
“sofocaciones del corazon que no alcanza
“á darse cuenta de lo que siente, ese
“no ha conocido la dicha, porque
20. “no ha conocido el amor.”
Y en otra parte:
“Yo he llorado lágrimas de amor,
“ahora lloro lágrimas de sangre.
“¡Oh! Pero no soy orgulloso, y ellos
25. “no podrán ver bajo la palidez
“in[??]ariable de mi frente, mis sinise-
“tras ideas de porvenir perdido....
“Acaso moriré pronto, pero llora
“ré en los labios hasta el último”
30. “momento esa amarga sonrisa de
“sarcasmos que brotó en ellas desde…
Mas adelante aun:
“He perdido en el mundo mio creen-
“cias, mis ilusiones de poeta, pero
35. “he sofocado en el pecho las ayes
“de mi agonía
“Me encuentro tan frio, tan tran-
“quilo en esta hora suprema, que esos
“recuerdos no me hieren ya.
40. “No es la atonía de la desespe-
“racion, es la conciencia de que este
“mundo no ha sido hecho á la me-

6-Anexo 1.indd 423 12/5/15 18:00:24


424 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

[*fol.1v]
“dida de mis inclinaciones, ó de que mis
“inclinaciones no han sido hechas
“á la medida del mundo.
“Mañana dirán; Suicida!
5. “¿Qué me importa?
________________________________
¿Qué te parece, hermano? En esos
tres pequeños párrafos de mis apun-
tes está la historia de mis pasiones;
10. eso fui; ¿qué puedo ser ahora?
He nacido con un alma muy
fuerte, muy rigurosa sin duda,
porque aun conservo tanta ener-
jía, tanta vida de espíritu, que
15. la materia imperfecta y estre-
cha no puede contenerlo.
En mis Pensamientos leiste: “Mi
pensamiento me abruma”; y bien; debí
haber dicho: mi pensamiento me mata
20. y así será.
Vivo en el mundo con la vida
de la planta parásita; necesito de
ti como ella del olmo que la sos-
tiene, porque tú eres mi abrigo
25. contra la tempestad de las pasiones,
necesito de ti, para que me des
ánimos para olvidar mis dolores,
confianza para esperar aun en el
porvenir.
30. Y cuento contigo.
Tuyo, como sabes bien
PYRiva{RUB}

6-Anexo 1.indd 424 12/5/15 18:00:25


anexo 2 425
163. Carta de Cándida Díaz a su esposo Aparicio Saravia

Siglo: xix Año: 1897


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Archivo Aparicio
Saravia. Caja Familia de Aparicio Saravia. Carpeta Correspondencia
de Mauro Saravia. Doc. s/i, 2 fs. –Doc. 63, HPU-

Cándida Díaz da cuenta de su viaje a su esposo y trata temas de la


hacienda.

[*fol. 1r]
1. Snor General Aparicio Sarabia
Mayo 12 d 1897
Querido Esposo estimare que alresibir
esta te encuentre gozando salu encon=
5. panha de nuestro queridos hijos que la
mi y de ^mas ^ hiyos esbuena grasias al ^criador^
te dire que fi felis enmi biage lo cu
al bera[??] que [??] bistes trastorno no y
bistes lo que medigistes todo te asalido
10. al contrari hay que tener pasiencia
yo siento aberme benido que podiá estar
mas unos dias junto contigo Aparicio
Se que el capitan rengo que tu man
daste el pastor naranjo por el para
15. pivahi lo trayo para elpueblo por
que enpivahi estan robando todos
[*fol. 2r]
1. los caballos si tu quieres yo ablo
con torc^u^ato y mando para ya
el naranyo y lageuguita de
Maurito por que beo en cualquera
5. vuelta la ban arobar mandame
desir siquieres que mande aser una
marca para Marcar los potrillos

6-Anexo 1.indd 425 12/5/15 18:00:25


426 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

por que la gente esta mui sinbergu


ensa para los robos si bos ^bas^ ademorarte
10. por hai mandame desir que yo boy
aberte y agebarte los encargues
que me ysistes me estranado mucho
a pileta resibiras un abraso de cada
hijo y dale un abraso a cada unos
15. de los muchazos y resibiras unabraso
desta tu esposa que berte dese
Candida Dias de Sarabia

164. Carta de José R. Rodríguez a Manuel Menéndez

Siglo: xix Año: 1892


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Judiciales, Lega-
jo 94, 1892. R nº9, 1 f.

José R. Rodríguez escribe a Manuel Menéndez sobre cuestiones co-


merciales.

[*fol. 1r]
1. Paso de Manuel Dias de Tacuarembó Grande Junio 28/892
Sor. Dn Manuel Menendez
Tacuarembó-

5. Estimado compadre pariente y amigo: esta


tiene por objeto el saludarlo, y al mismo tiem*po
decirle que desde el principio de este mes le escrito
tres cartas en las dos primeras se referian a que
V. me hiziese el fabor ver si se podian colocar
10. =5:2oo naranjas que el carrero que llebo áesa dejo
depositadas en “La Perla” a cargo del Sor Trigo=
en la última le remitia un zapallo mellizo
que Da. Rita Perez le mandaba para V. yó lo re

6-Anexo 1.indd 426 12/5/15 18:00:25


anexo 2 427
miti por Facundo junto con la carta, y como
15. hasta la fecha nose sirecibio el zapallo y ni
si las naranjas se colocaron, espero de V.
me haga el fabor de decirme algo y ver
como se encuentran= sino se vendieron le
pido encarecidamente comisione algun otro
20. si V. no puede para venderlas.—
Dn Teodorico Pintos creo no precisa
nada dela recomendacion que á V. le encar
ga respecto al Sr. Tamareo (hijo) por haber
quedado todo en la nada.
25. Tambien le escribi respeto auna c/.
que cobra Dn F. Tamareo (hijo) á D. Antonio
Alvarez vea esto y sino recibió la carta
mia me hace el favor darme abiso #

165. Carta de José R. Rodríguez a Manuel Menéndez

Siglo: xix Año: 17 de junio de 1892


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Judiciales, Lega-
jo 94, 1892. R nº9, 1 f.

José R. Rodríguez refiere a Manuel Menéndez diversas cuestiones


comerciales.

[*fol. 1]
1. Paso de Manuel Dias de Tacuarembó Grande Junio 17/892
Sor. Dn Manuel Menendez
Tacuarembó-

5. Estimado compadre y pariente: esta tiene por obje


to el saludarlos desendole saluz y felicidades y almismo
tiempo decirtle que por el mayoral Facundo le remito
un zapallo mellizo que D. Rito Perez le mande para

6-Anexo 1.indd 427 12/5/15 18:00:25


428 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

que vea como se crian en su campo de V. los fru


10. tos en el sembrado, los naranjos entan aterrados
y las piedras que tenian las sacaron, yo voy ^mandar^ hacer
en ellos para V. y parami 24 ACodos [corregido], por unpra
tico. Hara como 15, ó 20 dias, le escribi á V. pidien
dole que me hiziese el favor de colocar mas —
15. cinco mil y dos cientas naranjas, que queda
ron depositadas por mi c/. en la “Perla” al
cuidado del Sor. Trigo, como nose sí recibió
lacarta y menos si las naranjas aun estan
en deposito pido áV. vea lo que hay y_
20. comisione alguno para colocarlas entre
sus relaciones, y algun Boliche dela orilla,
quetal vez compren, el precio que me cuestan
puestas en esa son seis reales el %
Dn Antonio Alvarez me dice que por
25. su recomendación de U. fue alode el Sor Tamareo
(hijo) á escribir una solicituz, la que vi yo y
tenía una hoja escrita, por este trabajo el
Sor. Tamareo le pidió tres Libras, las que

169. Carta de un conocido a Antonio Lapuente

Siglo: xix Año: 25 de febrero de 1874


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Judiciales, Lega-
jo 15, 1874. L nº3. 1 f.

Un conocido comenta cuestiones de negocios a Antonio Lapuente.

[*fol. 1]
1. Sor Dn Antonio Lapuente
Molles Febr 25/874

6-Anexo 1.indd 428 12/5/15 18:00:25


anexo 2 429
5. Querido Antonio, hasta aora
no ha venido el Despacho asies
que no he mandado la Lana
a Roleiro, espero no demores
en mandarlo, tuve que
10. nombrar un depositario
para las ovejas, por no po
der serlo Miguel por que
no teniamos Campo don
de tenerlas, asies que tu ves
15. que cuanto mas demores
mas serán los gastos para
ti
Recuerdos a tu Sea y tu

171. Carta de Luisa C. de Silba a Teresa Polo

Siglo: xix Año: 29 de setiembre de 1890


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Judiciales, Lega-
jo 94, 1892. M nº2. 1 f.

Luisa C. de Silba reprocha a su comadre que en conocimiento de la


infidelidad de su marido no se lo haya contado.

[*fol. 33 r]
1. Señora
Doña Teresa Polo

Apresiada Comadre
5. deseo esta la alle buena en compa
ñia de toda su apresiable fami
lia es mi maior deseo
Yo y toda mi familia buenas a
sus hordenes como siempre

6-Anexo 1.indd 429 12/5/15 18:00:25


430 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

10. Querida Comadre siento tanto


tener que desirle que siendo Ud
una comadre tan querida no
me alla partisipado lo que
pasa con mi esposo en ese pueblo y que
15. Yo alla sabido primero por otras
personas y no por Ud siendo que
Yo lo se de buena fuente que Ud
lo sabe perfectamente como lo saben
los demas que se an dignado desir
20. me pues Ud debe comprender coma
dre que hay siertas cosas en la vida
que unos no debemos inorar que
vale mas saberlas mil beses que
[*fol. 33 v]
1. vivir inorante
Comadre me a dicho y me an
asegurado que Manuel tiene u*na
mujer por la Plaza de la Tabla*da
5. seca de lo de Don Santiago Canaba
rro y tambien me an dicho que se
da con Ud esto no lo he podido
Creer por que siendo comadre y
amiga de mi mair apresio
10. fuera tan falsa asi
asi comadre no crellendo que Ud
sea infiel á mi amistad le pido me
escriba y me cuente se es sierto y cua*n
tas beses llega Manuel a se pueblo
15. Cuenteme todo lo que Ud sepa
ese respeto no tenga miedo que
[??] lo sabra *Ma
nuel jamas por quien yo lo se
pido encaresidamente me cuente [??]
20. que alla pues Yo siento no aberlo

6-Anexo 1.indd 430 12/5/15 18:00:25


anexo 2 431
sabido amas tiempo por que
ubiera puesto remedio a eso asi y no
seguiria como asta ahora a
[*fol. 34r]
1. seguido asi le pido me conteste
por el correo de positibo lo que se
*pa y lo mas pronto posible no
tema nada que jamas sera des
5. *cubierta
Comadre cuando me escriba digame
el numero y la Calle donde debo diri
gir las cartas para Ud cuando me
*conteste ponga Luisa Silba que el Cartero me trai a casa las
cartas
10. comadre no pierdo las esperanzas de hir a ese pueblo
Mil Cariños y besos a
Querido haijado que tanto dese
os tengo de berlo y recuerdos de mámá
y demas familia y el Cariño de su Comadre y
15. amiga Luisa C de Silba
Salto
Setiembre 29 de 1890

196. Carta de Flora G. de Cáceres al Coronel Gregorio Lamas

Siglo: xx Año: 28 de (?) de 1904


Ubicación: CGE, EME, Centro de Estudios Históricos, Archivo Sara-
via, Carpeta 17, Doc. 49 (32/17).

Flora G. de Cáceres pide al coronel Lamas que deje en libertad a su


hijo Ángel porque le hace falta en las tareas agropecuarias.

[*fol.1r]
1. Tres Islas 28 de 1904
Exelentisimo Sr Coronel

6-Anexo 1.indd 431 12/5/15 18:00:25


432 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Don Gregorio Lamas


5. Respetable Sr despues de saludarlo
á Uste paso á molestar su dinida
pidiendole me haga el serbicio de
soltar á mi hijo Anjel Caseres que
anda en el parque con el Sr
10. Lino Cabrera yo soi una Sra anciana
de 90 años y no tengo en la ocasion
quien mire por mí solo un nieto de
10 años_____ la planta que tengo para
mi subsistencia el ganado de los besi
15. [n]o la estan concluyendo yo iba á
ir á su precencia de Uste pero la
escases de caballos para conducirme
estanta que no me animo asi espero
en su dinida me conseda ese fabor
20. que mucho le agradecera una
SS

Flora G de Caserez
{RUB}

197. Carta de Olivia a su amiga Cándida Díaz

Siglo: xx Año: c. 1904


Ubicación: CGE, EME, Centro de Estudios Históricos, Archivo Sara-
via, Carpeta 22. Doc. s/d.

Olivia señala la ausencia de comunicación y pone al tanto a Cándi-


da de las novedades de Melo.

[*fol.1r]
1. Melo, [???]

6-Anexo 1.indd 432 12/5/15 18:00:25


anexo 2 433
Sra. Cándida D de Saravia

Queridisima amiga. Hoy hemos


5. tenido la inmensa satisfación de
haber recibido las visitas de Villa
y de Mauro y muchísimo nos he-
mos alegrado al saber noticias
suyas Yo ya creí que nos hubie-
10. ra relegado por completo al olvido
pues hace poco le escribi y no
he tenido contestación; pero supo
niendo que no la haya recibido,
vuelvo a hacerlo hoy, aprovechando
15. la buena oportunidad que se
me ha presentado para dirigirle
esta.
La última carta que recibí suya
que venía junto con una de
20. Josefa, nos fue entregada
[*fol. 1v]
1. abierta del correo, ni la idea
me hago que curiosidad puede
haberlos impulsado a violar corres-
pondencia agena.
5. Con que para el invierno la ten-
dremos por aca? No quedará
en proyecto su venida a esta?
Si llega a venir, por cierto que va
a quedar admirada de ver el
10. cambio radical que ha tenido
nuestro pueblo en término de
poco tiempo á esta parte invadi-
do por completo de sumacos don-
de quiera que uno dirija la vis-
15. es lo primero que ve osten-

6-Anexo 1.indd 433 12/5/15 18:00:25


434 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

tando tamaños pañuelos rojos a


media espalda.
Dicen que uno se acostumbra
tanto a lo bueno como a lo ma-
20. pero a pesar de hacer tan-
to tiempo que nos vemos rodea
[*fol.2 v]
1. dos de esta plebe, jamás nos
acostumbraremos á ver semejan
te salvajismo.
Lo que nos alienta, es las esperanzas
5. de ver a los nuestros ocupar nueva
mente los puestos usurpados
por esta pléyade de salvajes.
Sin más, no le soy mas
extensa por ser algo tarde deja
10. ré para otra vez. Dará re
cuerdos á Coleta, Juana, Apa
ricio; besos a Chiquito y Ud
reciba un millón de besos y abra
zos de
15. Olivia { RUB}

198. Carta de Primitiva a su amiga Cándida Díaz

Siglo: xx Año: 1905


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 22, Doc. 22/22, 1 f.

Primitiva se alegra de haber estado con los hijos de Cándida y le


envía a través de estos una cinta mortuoria.

[*fol.1r]
1. Melo Octubre 11 de 1905

6-Anexo 1.indd 434 12/5/15 18:00:25


anexo 2 435

Señora Doña

5. Candida D de Saravia

Mi querida amiga: por
Villa y Mauro se que se encuen=
tra con salud y que sigue
10. muy bien. Acá todos bien,
los muchachos le darán no=
ticias nuestras. Hemos teni=
do la alegríade tenerlos
unos dias en nuestra com-
15. pañia y conversar con ellos,
solo lamento, no podér estár
con Ud , otros tantos y char-
lar bastante.
Por los muchachos, le
20. envio la cinta, que adornó
el túmulo el día del fune
rál y que la Comision de Seño=
[*fol.1v]
1. ras y señoritas tiene el honor
de dedicársela para que
conserve un recuerdo del
funeral. Hubiéramos desea-
5. do que fuese mas fina
pero la mejor que se encon
tró fue esa. La Comisión
le hubiera escrito una nota,
pero como muchas de la que
10. formaban parte salieron
para campaña, entre ellas
la Presidenta, la vicepre
sidenta que es Geronima Prie=

6-Anexo 1.indd 435 12/5/15 18:00:25


436 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

to me autorizó para que


15. en nombre dé ellas le escri=
ba.
Los muchachos le dirán
como está el pueblo, así es
que yo no lo hago.
20. Reciba mil cariños de
Pepita, un abrazo de mi viejo
y mil besos de su amiga
que la quiere
Primitiva {RUB}

200. Carta de José Ares a Cándida Díaz de Saravia

Siglo: xx Año: 1904-1905


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 20, Doc. (141/20), 1 f.

José Ares da su pésame a Cándida Díaz por la muerte de su esposo


Aparicio Saravia.

[*fol.1r]
1. Señora:
El que como vuestro esposo
supo granjearse el cariño y admiración de
nacionales y extranjeros- jamás el trascurso del
5. tiempo ni las evoluciones sociales podran hacer
borrar el glorioso nombre que os ha legado.
Confiando en que la distinguida
Señora aceptara lo que ofresco . la saluda
con su consideración más distinguida y al mismo
10. tiempo os suplico sea interprete de mis ˇsentimientos ante sus
[hijosˇ Jose Ares
s/c Góez 179ª {RUB}

6-Anexo 1.indd 436 12/5/15 18:00:25


anexo 2 437
201. Carta de Narcisa Barros de Sánchez a Cándida Díaz
de Saravia

Siglo: xx Año: 1904-1905


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 22, Doc. (13/22), 1 f.

Narcisa Barros envía recuerdos del acto mortuorio realizado en ho-


nor de Aparicio Saravia a su viuda Cándida Díaz.

[*fol.1r]
1. Señora Doña
CándidaDiaz de Saravia
Ciudad de Melo

5. Muy distinguida y respetable


señora:
en nombre de la Comisión
de señoras constituida en esta pobla-
ción con el cristiano propósito de cele-
10. brar un funeral en sufragio del alma
de vuestro esclarecido esposo el General
Aparicio Saravia, tengo el alto honor
de dirigirme á usted y significarle
que en conmemoración del dicho acto
15. firmose el album que se adjunta des-
tinado á usted como humilde tributo
de nuestra sentidísima condolencia
por la muerte del invicto Jefe de la
santa causa del pueblo uruguayo o-
20. currida en la memorable campaña re-
volucionaria que consignará la his-
toria en letras de oro por su magní-
[*fol. 1v]
1. tud, y en páginas de triste duelo

6-Anexo 1.indd 437 12/5/15 18:00:25


438 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

reflejará la hora funesta en que


el héroe que le dió todo su impulso
cayó regando con su preciosa san-
5. gre los campos de Masoller, cum
pliendo su deber de soldado ciudadano.
Llegue hasta usted como bál-
samo de resignación nuestra humil=
dísima ofrenda, la que os digna
10. reis aceptar á la vez como demostra-
ción de alta estima y respeto.
Tengo especial honra en fir-
marme su muy obsecuente y S.S.

Narcisa Barros de Sanches{RUB}

254. Carta de Juan Benito Clavijo a Aparicio Saravia

Siglo: xix Año: 1898


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 7, doc. 22/7 (20).

Juan Benito Clavijo comunica a Aparicio Saravia que está esperan-


do instrucciones y que proteja su seguridad e identidad.

[*fol. 1]
1. Paso delas tranqueras de las Cañas Enero15 de 1898

Sor General
Don Aparicio Saravia
5. Costa del Cordobes

Mi mas respetable Compañero y amigo


en cunplimientode de mis deberes paso adezirle que
lla pase por mis destinos y prepare todos los

6-Anexo 1.indd 438 12/5/15 18:00:25


anexo 2 439
10. elementos que mis circunstancias me an permi
tido asi pues que desde lla puede el Sor con-
tar con mas compañeros que estan dispuestos
a ser mas un sacrificio por la patria y por el par
tido blanco nacional.
15. amas debo dezirle que envie una carta al Brasil
para mi ermano que esta en Santa Ana de Libra-
mento para que me rremitiese los helemen
tos que yo tenía en hesos destinos y me acontes
tado que aora le es en todo punto inpocible por la
20. escases de Caballos
con tal motibo espero anciosamente su orden con
las istrucciones y dia fechado del mes en que dare
mos principio ala tandecidas obra que esto
es y sera asolutametne solo para mi ˇy Diosˇ en mis destinos
25. y amas espero ya me diga con que helemento
podra V. protejerme en el primer momento
[*fol. 2]
1. esto es en caso pueda sin grabamen alguno
que yo estoy conforme con tres o cuatro destas de
matar capíchos
y como amigo le pido medisculpe porque yo so
5. y muy majadero pues por via de prebencion
no ponga su nombre y ni apelatibo en la carta
que me yege a en viar por que así podremos
quisas hebitar los incidentes inprevistos
pues estoy algo indispuestos motibo porque
10. no pude pasar asta esa
con este motibo mes grato saludar a V
en conpaña de su estimada familia
que dios guarde muchos años
-de V Aftismo SS y amigo
15.
Juan Benito Clavijo {RUB}

6-Anexo 1.indd 439 12/5/15 18:00:26


440 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

255. Carta de Francisco Saravia a su hermano Aparicio

Siglo: xix Año: 1899


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 9, Doc. 98/9 (15), 1 f.

Francisco Saravia plantea una situación política y pide consejo a su


hermano.

[*fol.1r]
1. Tarariras Diciembre 16/99

Señor General
Dn Aparicio Saravia
5.
Estimado Hermano:

En eldia de la fecha, ha venido


en comision á hablar particularmente
10. con migo __ él Mayor Ocles _ quien ha
sido enviado por personas caracterizadas
y de sacrificios –que una vez instalada
la Comsion Departamental de Treinta
y Tres- seriamos nombrados candi-
15. datos el Coronel Uturbey y Yó para
jefes de aquel Departamento –una
vez que nosotros aceptaremos los mencio-
nados cargos y de comun acuerdo.
Yó reconosco que el Coronel Urtubey
20. cuenta con mas sacrificios que Yó- por
tanto, simpre estaré dispuesto á darle
la derecha una vez que asi lo quisiera.
Sin embargo no he querido contestar
nada al respecto sin consultar debidamen
25. te el punto con voz__ Yo creoque dema

6-Anexo 1.indd 440 12/5/15 18:00:26


anexo 2 441
ciado conocimiento tendras de lo disgus-
tado, que está el Departamento con los
[*fol.1. v]
1. procedimientos del Señor Berro para con
sus compañeros de causa y sacrificio ___ pues
no mira mas que el bien particular
y de los suyos ___ Asi esperando me
5. contestes ha la brevedad posible, dando
me tu opinion __ y procedimiento que
debo adoctar –
Te saluda con el mayor
Cariño y aprecio a voz demas fa
10. milia tu S. S:

Franciso P. Saravia {RUB}

256. Carta de Francisco Saravia a su hermano Aparicio

Siglo: xx Año: 1901


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 13, Doc. 29/13 (22), 1 f..

Francisco Saravia recomienda a su hermano al portador de la carta.

[*fol.1r]
1. Tarariras Enero 10/901

Sr General
5. Dn Aparicio Saravia
Querido Hermano:

El dador de la presente
10. es Urquiza el que va hasta esa
localidad, con el fin de conse-
guir por intermedio de voz al

6-Anexo 1.indd 441 12/5/15 18:00:26


442 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

guna colocación Por cuya ra-


zon me permite recomendar-
15. selo, y espero harás de tu parte
lo posible, a fin de obtener
lo solicitado- Yó creo se hara
acreedor al puesto que se le con-
seda. Agradecido de ante
20. mano. Me es grado saludar
a voz y demas familia con mi
mayor aprecio S.S.

Francisco P. Saravia {RUB}

258. Carta de Aniceto Carrera a Aparicio Saravia

Siglo: xix Año: 1899


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 81, Doc. 120/8 (19), 1 f.

Aniceto Carrera denuncia a Aparicio Saravia una posible malversa-


ción de fondos en el directorio partidario.

[*fol.1r]
1. {MEM} Cañada Brava, 22 de Mayo de 1899

Señor General D. Aparicio Saravia

5. Distingo pariente y amigo:


He de
jado para Vos en lo de D. Anto Balin varias
cartas y entre ellas una del Dr Berro.
Paseyro
10. de quien tambien biene una tarjeta me dijo en
mi despedida en Monto que le constaba de buena
fuente que en el Directorio del Partido habia

6-Anexo 1.indd 442 12/5/15 18:00:26


anexo 2 443
malversacion de fondos en estremo escandalosa
y como cosa segura me dijo que se trataba en
15. ese mismo Directorio de la venta de un millon
de tiros y mil fusiles, cosa que por lo que
pueda haber de verdad creo en mi deber en
participartelo para que con la reserva del caso
trates de averiguar la verdad de lo que ocurre
20. en el seno de este Directorio pues al venir del
mismo Paseyro hay grandes contrariedades entre
sus miembros. Los que permanecen fieles con
toda integridad son segun la persona citada Baena
Berro, Gil y otra persona que no recordaba en
25. aquel momento. Un señor Guillermo García fue
segun el informante propuesto por el Directorio
para presidir la Gefatura del partido; pero este
se nego diciendo que no reconoceria otro Gefe
Superior que A. Saravia. Cabrera esta disgus
[*fol.1v]
1. tado á causa de esto que ocurre y se [??]
Buenos Ayres hace trese días.
En fin solo te hago
observaciones para que tengas ojo avisor y
5. con calma y el buen tino que posees, trat[??]
de averiguar lo que ocurre. Berro me aten[??]
de una manera especial atenta e interesante.
Recuerda a Candida y familia
tu siempre amigo y pte
10. Aniceto Carrera {RUB}

259. Carta de Aníbal Chiappara a su padrino Aparicio Saravia

Siglo: xx Año: 1901


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 13, Doc. 61/14 (61), 1 f.

6-Anexo 1.indd 443 12/5/15 18:00:26


444 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Aníbal Chiappara saluda a su padrino.

[*fol.1r]
1. Montevideo Febrero 27 de 1901

Señor Aparicio Saravia mi


apreciable padrino como ya he escri-
5. to dos veces para usted y no he
obtenido contestacion creo no las ha-
bra recibido, y ahora le vuelvo á es-
cribir para saber de uste y fami=
lia, que desde que vine de esa
10. ciudad no he sabido nada, á ver
si por esta puedo conseguir algo
aunque mas no sea saber como
estan.
Con afectos á todos se despide
15. su ahijado
Anibal Chiappara {RUB}

260. Carta de Natalio Barreyra a Aparicio Saravia

Siglo: xix Año: 1900


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 10, Doc. 185/10 (31), 1 f.

Natalio Barreyra solicita a Aparicio Saravia lo lleve a servir con él


nuevamente.

[*fol.1r]
1. Montevideo hutubre 21 de 1900

Sr General: Aparicio Saravia


la presentes liña es para saludarlos y á

6-Anexo 1.indd 444 12/5/15 18:00:26


anexo 2 445
5. tentamentes y la demas famia –ute en
resibir esta cuatro letra ce alle gosando
de una perfeta salus en compaña de-
su familia que para mi son los ma-
llores deseo.
10. Mis general llos estoy en Monlebia y de-
siaria estar con hutes por ˇqueˇ llo nuncas
me puedos holvidar de utes y mallor
mentes cuando llega la premabera
15. por que llega el tiempo de tropiar
asi espero que si me presisa yo estoy
sinpre asu sorden sinpres.

jeneral le mando desir que


20. Tengos un guen clarin de llabe para
dibertilo cuando balla asu lados
Tambien utes me diculpara en llo
Tomarme la mallor liberta en esque
25. bile ute me diculpa ˇenˇ la letra

[*fol. 2r]
1. Tanbien le mando desir que llano
tengo para dir asis estero en ute
en que mi sirba en 30 pesos para
conprarme ropa y para el pasajes
5. por que estoy sirbiendo en el batallon
2º de infanteria asen 15 meses
llo es pero me conteste esta carta si
es que hutes me presisa
Y Tan bien le mando desir quien
10. soy llo llos soy el clarin que los
a acompañado la 2 beses en la
gerra en el brasil.
recuerdo para todos lo mucha
chos su señora y utes

6-Anexo 1.indd 445 12/5/15 18:00:26


446 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

15. Sin ma resibes un fuerte abrazo


de este su subalterno que berlo
desea ma que escribirle
estero me contestes loma pro
to posible
20.
Natalio Barreyra {RUB}
[*fol. 2r]
1. la diricion Molebideo
calle carmes Batallon 2º
de casador ii de ynfanteria

261. Carta de Aparicio Saravia a su hermano Francisco

Siglo: xx Año: 1903


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 16, Doc. 205/16 (8), 1 f.

Aparicio Saravia informa a su hermano una gestión con un escriba-


no y lo invita a ir a una exposición en Melo.

[*fol.1r]
1. Melo, Nobiembre 9 de 1903

Señor Don Francisco Saravia

5. Estimado hermano deseo que esta te encuentre


difrutandola màs perfeta salud y la demas familia, los muchachos
hoy recien fueron ala escuela, esdecir mi hayjado se refugo pero
mañana lo aremos hir.
Me dijo Cierra que tu me abias escrito una carta para que te
[mande
10. un escribano, pronto lo mas posible, debo decirte que asta la
[fecha
no la erecibido, pero en vista de lo que medijo el y de la urgencia

6-Anexo 1.indd 446 12/5/15 18:00:26


anexo 2 447
que tenias, lo bi al escribano mestre que se comprometio
à estar en tu Casa el día 12 del precente yo no e
15. arreglado nada con el esto te prevengo para tu gobierno.
Si estas devalde beni ala esposición, que promete
estar buena o unquecea amirar sin otro motivo te salu
da tu hermano que verte decea Aparicio Saravia {RUB}

262. Carta de Ramón Saravia a su madre Cándida Díaz

Siglo: xx Año: 1904


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 18, Doc. 28/18, 2 fs.

Ramón Saravia cuenta a su madre novedades sobre el desarrollo de


la guerra y sobre el estado de conocidos y miembros de la familia.

[*fol. 1r]
1. Rivera Marzo 13 de 1904

Sra Doña

5. Cándida Diaz de Saravia


Bage

Querida mamá:
Después de nuestro regreso de la capital de la
10. República me encuentro en Rivera, de donde tomo
la pluma para hacerle saber que estoy bien de salud
tanto yo como papá y los muchachos que nos acom
pañan, ecepto Mauro y Aparicio que creo
estarán ahí con Vd.
15. Le pongo regreso de la capital por que estuvimos
á 3 leguas de Montevideo sin que nadie nos
hiciese la parada.
Del encuentro con Melitón Muñoz no le detallo

6-Anexo 1.indd 447 12/5/15 18:00:26


448 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

nada, por que Ud. ya está enterada solo que


20. le dispersamos el ejercito y que el de 4000 hombres
que trahía llegó solo con 20 a Montevideo
le matamos unos 300 hombres y les tomamos 500
prisioneros 14 carros de munición y como 1900
armas. Cuando la vea le diré muchas otras cosas muy
25. buenas que las hemos hecho y ya me iba olvidando
de dos cañones y dos metrayadoras. uno de los
cañones por un descuido nuestro nos quitaron
[*fol. 1v]
1. en el Dayman y un poco de municion y tambien
tubimos una farrita regular pero salimos muy
bien y eso que se encomtraban ausentes como
4000 tiradores nuestros , por eso nos tomaron
5. el cañon. Nepomuceno no estaba en la farrita
se encontraba en el Departamento del Salto y
se incorporó al otro día de la pelea.
Dígale a Orfilia que el in[*dio]
está gordazo tiene el mando de 1500 hombres
10. en una de las divisiones mas grandes del ejercito.
El está á retaguar[*dia]
á 3 leguas de nos otros, mañana o pasado será
relevado y pasará al centro del ejército
Mamá estoy escribiendo
15. de la casa del Coronel Marquez y papá también
está acá: está gordo el indio, solo lo que la ha
incomodado un poco es el dolor de muelas (al viejo)
El ejercito se compone de
19 a 16 000 mil hombres y estamos esperando la incor
20. poración de Guillermo García que creo que son
como 4000 y picos hemos recibido
mucha munición; así es que estamos con el
ejército pronto como para arrear a todo ese
sumaquerio por delante. Recien llegó en este
25. momento un cuñado de Abelardo Marques y

6-Anexo 1.indd 448 12/5/15 18:00:26


anexo 2 449
[*fol. 2r]
1. me dice que lo vió a Aparicio hace 8 dias que
iba con una comision y á la fecha estará el en
Melo
Supongo que ade a ver muchos emigrados
5. por que como estamos en la frontera hace desde
hace días todo eso que no sirve se va a comer
fellón al Brasil: el viejo desea que se le
vallan 3000 a 4000 para aliviar el
ejército: por que esa gente maula solo sirve
10. para estorbo; solo lo que puedo decirle que
no tiene ejercito el govierno que pueda con
el partido Nacional que dentro de poco
tiempo estaremos dueños de Montevideo.
De los conocidos que fueron
15. muertos en el combate son Modesto Coito, Santˇaˇgo
de Anca y zacaría Bas y Marcio Velazco;
Pepe Guerrero fue erido levemente en una pierna
al General le hirieron el caballo.
En otra le seré mas estenso
20. le dará un abrazo a Orfilia y Ud. reciba
otro de este su (hijo) que aprecia
Ramón Saravia {RUB}
A Mauro que me escriba que no sea peresoso
[*fol. 2v]
[…]

263. Carta de niñas de Rivera a Aparicio Saravia

Siglo: xx Año: 1901


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 13, Doc. 42/13, (22), 1 f.

“Niñas” de Rivera envían un recuerdo y expresan su admiración


a Aparicio Saravia.

6-Anexo 1.indd 449 12/5/15 18:00:26


450 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

[*fol. 1r]
1. Rivera, 12 de Febrero de 1901

Señor General Aparicio Saravia

5.
General
Cuando supimos que este pueblo iba á ser honra-
do con vuestra presencia nos propusimos presentáros un
recuerdo de este día y de nuestro cariño de niñas, ya lleno de
10. entusiasmos, por la causa que os ha entregado su bandera.
No tuvimos aquella satisfacción; pero hoy nos
lo permite la digna señora Lina Rodríguez de Mar
quez, que os presentará el recuerdo de aquel día y de los
sentimientos ya expresados.
15. Dignáos, Señor General, aceptar los votos que
hacemos por vuestro bienestar y por el engrandecimiento
del Partido Nacional. [siguen nombres]

264. Carta de Justiniano Gauna a Aparicio Saravia

Siglo: xix Año: 1899


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 81, Doc. 79/8, (79), 1 f.

Justiniano Gauna pide al general Saravia la comisaría de la 5ª sec-


ción de Durazno.

[*fol.1r]
1. Rio Negro 20 de Marzo del99

Sr General Dn Aparicio Sarabia

5. muy señor mio y amigo des pues desaludar Vd

6-Anexo 1.indd 450 12/5/15 18:00:26


anexo 2 451
con el mayor rrespeto paso à decirle, puesci es
cierto que el departamento Durasno es nuetro
pido abueseˇnˇcia la comisaria de la 5º cecion en
donde yo domicilio esto escibuesencia no es
10. ta con prometido mas le dire ci V me encuen-
tra capas para desenpeñar mi cometido cinl
otro par ticular le saluda con el rrespeto
que me es debido rrepitiendome de V yfamilia
su afmo SS
15.
Justiniano Gauna {RUB}

265. Carta de Inocencia Risoto a Cándida Díaz

Siglo: xix Año: c. 1890


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 2, Doc. 85/2, 1 f.

Inocencia Risoto pide ayuda a Cándida Díaz.

[*fol.1r]
1. Señora Doña Clara Dias de
Saravia

respetable señora
5. disculpe el incomodo que si
puede mandarme algun socorro
de alguna cosa que estoy enferma
es de un pasmo es la madre
de los muchachos presos
10. y recuerdo para usted y para
su espos[o] S S S S S
Inocencia Risoto {RUB}

6-Anexo 1.indd 451 12/5/15 18:00:26


452 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

266. Carta de Carlos María de Pena a Andrés Lamas

Siglo: xix Año: 1887


Ubicación: Archivo General de la Nación, Argentina. Corresponden-
cia de particulares a Andrés Lamas. Legajo 2688. Doc. 238, 2 fs.

Carlos María de Pena agradece el envío de obras y comenta otros


trabajos de Andrés Lamas.

[*fol. 1r]
1. Montvo. Mayo 1º/87
Sr. Dr. D. Andrés Lamas
Bs Ays
Mi estimado Sr: Por ntro.
5. pariente el Sr. D. J. A. Zavalla
recibí el importante obsequio
de obras suyas y de su hijo
Pedro, relativas à materias
que son de mi predileccion
10. Agradezco muchísimo
el envío y lamento no tener
con que corresponder à la
fina atencion de Ud. y de
su hijo D. Domingo con quien
15. tuve el gusto de conversar
largamente sobre asuntos eco-
nómicos.
No se imagina
Ud. con cuanto empeño había
20. buscado desde hace años las
Noticias estadísticas, cuya in
teresante introduccion me en-
[*fol. 2r]
1. vía Ud.
Al fin vengo á saber que

6-Anexo 1.indd 452 12/5/15 18:00:26


anexo 2 453
estan inéditas. Siento doble-
mente el vacío, pues las co-
5. diciaba para utilizar datos que
me son indispensables para
apreciar el estado económico
del País desde su independen
cia hasta la Guerra Grande.
10. Ya había tenido ocasión
de leer sus páginas, sobre Ri-
vadavia y en estos últimos
dias volví à repasar la legisla-
cion agraria, de la cual hice
15. mencion en el dictámen que
por encargo de la Junta Dva
del Ateneo produje sobre el Es-
tudio de la legislacion de
tierras de ntro. compatriota
20. el Sr. Alonso.
La cuestión de
la renta será tratada este año
en la cátedra de Economía
[*fol. 1v]
1. política de la Universidad, po
niendo à contribucion sus
estudios. Al tratar de circu-
lacion y bancos utiliza-
5. remos su último libro, so-
bre el cual anuncia algu-
nas páginas Carlos Mª Ra
mírez.
Nada tiene Ud. que
10. agradecerme por las líneas
que dediqué a su libro sobre
el Banco. Tomàra yo tener
que reportar libros como el

6-Anexo 1.indd 453 12/5/15 18:00:27


454 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

suyo , que enseñan y que obli


15. gan à controlar lo aprendido.
Estimo en mucho esta
agradable comunicación con
Ud. y como siempre me in-
teresaron sus trabajos histó-
20. ricos y económicos seguiré
con el mayor placer sus
[*fol. 2v]
1. investigaciones, lamentando
que la limitacion de medios
aplaze ó inutilize tanta
iniciativa patriótica, tanta
5. tarea fecunda en las cien-
cias y las letras del Río de
la Plata.
su atto compatriota
CárlosmadePena {RUB}

267. Carta de Juan José Brito del Pino Berro a su padre Federico

Siglo: xix Año: 1891


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 6, Doc. 57, 1f.

El niño Juan José Brito del Pino agradece envío de dinero y señala
a su padre su alegría porque le van a regalar un caballo. Un adulto
agrega comentarios.

[*fol.1r]
1. Santa Lucia Enero 7 de 1891
querido papa aqui´ te mando
estaespocoas liñas y tedoi muchas
grcias por elos 10 sentesi

6-Anexo 1.indd 454 12/5/15 18:00:27


anexo 2 455
5. mos que mandaste y no te t
olbides de traer tu cuchillo pr
porque no hay nada mas que
justos pura para la mesa
estoy muy contento con la
10. noticia noticia de que me van
á traer el petizo el 15 ó el 20
Sin mas tu hijo que te
quiere mucho y no se olvida nunca
de ti.
15. Tu hijo Juan Jose no hace mas
que andar a caballo en el
aguadero. Esto esta muy lindo
con el ferro-caril. Si vienes por
San Ramon tendras un
[*fol. 1v]
1. buen viaje
Juan Jose Brito del Pino
posdata mandane un lapiz
numer 4

268. Carta de Federico Brito del Pino a su hijo Juan José

Siglo: xix Año: 1891


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 6, Doc. 13, 2 fs.

Federico Brito del Pino señala a su hijo su disgusto porque no se le


haya enviado el caballo prometido y comunica su próxima ida a la
estancia donde se encuentra el niño.

[*fol. 1r]
1. Enero 25/ 891

Querido Juan José

6-Anexo 1.indd 455 12/5/15 18:00:27


456 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Recibí tu últi-
5. ma carta, quedando muy
desagradado al saber que no
te han llevado todavia el
petiso.
El señor Botana,
10. à quien yo le mostré tu
carta, me dijo que estrañaba
que no te hubieren llevado
el petiso para tí, y otro para
Luisito que habia ordenado
15. se mandase. Tenga pa-
ciencia amigo, Ud sabe
que estos paisanos son un
poco diablos, perezosos y
amigos de dejar las cosas para
20. otros dias. Puede ser que
[*fol. 1v]
1. cuandoUd reciba esta
carta ya esté su petizo
ahí. Y cuidado de las pa-
tadas de ese y demas brutos
5. que hay ahí.
El ocho, el domingo
de Carnaval, le daré á Ud
un abrazo. En ese dia me
subo en el tren y me baj[*o]
10. en lo de Reboledo. Ud
le dirá á Toto que le deje
un lugar en la jardi-
nera que le encargo alquilar
para que me vaya á buscar.
15. Y nada de pelea por ir
en el pescante.
Amigo Don Juan José

6-Anexo 1.indd 456 12/5/15 18:00:27


anexo 2 457
que Ud lo pace bien de
salud y de genio.
20. Memorias al joven
[*fol. 2r]
1. Fermin, un buen amigo y
paisano, y al ex ministro
Don Luis Berro y Seriedad-
Hasta otro ver amigo
5. Su padre
FedBdel Pino {RUB}

269. Carta de Federico Brito del Pino a su hijo José Luis

Siglo: xix Año: 1891


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 6, Doc. 14, 1 f.

Federico Brito del Pino señala a su hijo su disgusto porque no se le


haya enviado el caballo prometido y comunica su próxima ida a la
estancia donde se encuentra el niño.

[*fol. 1 r]
1. Monto, Febrero 4/ 891

Mi querido Juan
5. Veo por tu última
carta que no te han llevado
tadavia el petiso. Verdad
es que el seño Don Felis
es de lo que promete mu-
10. cho y no cumple nada,
es lo mismo que nuestro
Presidente el del 7.

6-Anexo 1.indd 457 12/5/15 18:00:27


458 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

El señor Botana está


en su estancia. Puede ser
15. que te mande el petiso en
estos dias; yo creo que ha
de cumplir.
El dia ocho le daré
á Ud un abrazo, pues pienso
20. estar ahí con Uds.
Tengo unas rueditas
[*fol. 1v]
1. de fuegos artificiales para
llevarles de regalo; las com-
pré ayer.
Memorias a todos los
5. chicos, que se preparen
para las farras que vamos
á tener cuando yo vaya.
Adios amigo Don
Juan Jose un abrazo de
10. su buen padre y amigo
FedBdel Pino {RUB}

270. Carta de Juan José Brito Berro a su tío Bernardo Berro

Siglo: xix Año: 1893


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 6, Doc. 18, 1f.

El niño Juan José Brito del Pino recuerda a su tío la promesa de


enviarle un caballo y señala a su tío el emplazamiento de la nueva
vivienda familiar.

[*fol.1r]
1. Montevideo Setiembre 16 de 1893

6-Anexo 1.indd 458 12/5/15 18:00:27


anexo 2 459


Querido Tío: La pre-
5. sente tiene por objeto saludar
á Ud y demás familia y
recordarle la promesa que me
hizo de mandarme el petiso.
El petiso yo desearía que estuvie-
10. se aquí, en el mes de Noviembre, y
si no lo puede mandar Ud en
esa época me lo hace traer Ud
cuando le sea posible.
Por acá estamos todos buenos y
15. papá está bastante mejorado.
Pedro está muy mejor y ha ido á
almorzar unas cuantas veces
con Cárlos y ha ido al estudio a
visitar á papá
[*fol.1v]
1. Cuando vengas por aquí y nos
quieras visitar ya no estamos
en la calle 18 de Julio nos hallamos
en la calle rincon Nº 213 casa
5. de altos entre Juncal y Ciudadela.
Sirvase4 darle muchos
recuerdos á Teodoro y demás
de la casa.
Sin otra cosa que decir
10. te se despide tu querido sobrino
que le5 desea mucha salud y
felicidades:

Juan J. Brito del Pino {RUB}


4
Corrección de sirvale.
5
Corrección de te.

6-Anexo 1.indd 459 12/5/15 18:00:27


460 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

271. Carta de Juan José Brito Berro a su tío Bernardo Berro

Siglo: xix Año: 1894


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 6, Doc. 19, 1f.

El niño Juan José Brito del Pino echa en cara a su tío la falta de
respuesta a la correspondencia enviada y el incumplimiento de la
promesa de enviarle un caballo.

[*fol.1r]
1. Montevideo 23 de Abril de 1894


Sor Don Bernardo G. Berro
5.

Estimado tio: Tengo el gusto de
saludarte y al mismo tiempo te dire muchas cosas. Primero que
te he escrito tres ó cuatro cartas y no he tenido contestación
10. alguna. Ahora te voy á escribir esta pero me has de contestar
lo cual te agradeceré mucho. Tu cuando vinistes á ver á
Pedro te acuerdas cuando nos encontramos en el cuarto donde
dormia Pedro, que tu me ofrecistes mandarme un petizo.

15. En vez de mandarme el petizo me haras
el favor de mandarme un caballo medio bajo y que tenga
todas las condiciónes de buen caballo, en fin uno de los me-
jores caballos que tengas en esa estancia si puedes y si-
no también.
20.
El petizo no me lo mandes de ningun mo-
do porque no me va a servir para nada, el caballo lo
quiero para principios del mes de Diciembre ó sino un
poco despues pero tiene que estar aquiantes del trein-

6-Anexo 1.indd 460 12/5/15 18:00:27


anexo 2 461
25. ta y uno de Diciembre.
El caballo me lo mandas á lo de tio
[*fol.1v]
1. Paulino y al tropero que lo traiga le dás un papelito
con las señas de mi casa diciendome que el p caba-
llo esta en lo de Tio Paulino, no te vayas á olvidar

5. Te ruego y te agradecere mucho


que me contestes porque sino no te voy á poder
escribir mas por que no me contestas no se
para que te voy á escribir

10. Dame noticias de como esta Pedro tu hijo,

Te saluda tu querido
sobrino:
Juan J. Brito del Pino {RUB}
15.
C. de Usted.- No te olvides de contestarme

Recuerdo á todos de todos.-

272. Carta de Juan José Brito Berro a su tío Eduardo Brito

Siglo: xx Año: c. 1902


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 6, Doc. 55, 1f.

Juan José Brito Berro, al irse precipitadamente de Montevideo, se


disculpa ante su tío Eduardo por el abandono de sus tareas y le pide
que intente que “los muchachos” apoyen a su padre.

[*fol.1r]
1. Querido Eduardo: Mi conciencia

6-Anexo 1.indd 461 12/5/15 18:00:27


462 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

me obliga con ordenes imperiosas que


cumpla con mis deberes ciudadanos.-
Cuando V. reciba esta si no he
5. caido en poder la la policia, estaré
ya fuera de Montevideo.-
Le pido disculpa por abando-
nar el escritorio y le pido que influya
con los muchachos para que , no solo
10. esten en el escritorio, sino tambien
que ayuden á papá en lo posible, pues
el pobre se queda solo y enfermo.-
¡Que hemos de hacer; la patria y
el partido nos llaman y es necesario
15. ir por mas cruel y doloroso que nos sea.-
Con recuerdos para todos lo abra-
za su sobrino
Juan José

273. Carta de Juan José Brito Berro a su madre Amanda Berro

Siglo: xx Año: 1902


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 7, Doc. 81, 1f.

Juan José Brito Berro pone al tanto a su madre Amanda Berro del
lugar donde está viviendo, comenta el estado de deterioro físico y
espiritual de un conocido de la familia.

[*fol.1r]
1. Señora Amanda Berro de B. del Pino. –

Querida mamá: Estoy allí aquí desde ayer


á donde llegué sin percance alguno; un poco triste y apesadum-
/brado

6-Anexo 1.indd 462 12/5/15 18:00:27


anexo 2 463
5. por las cosas que me veo obligado á pasar, no me ^es permiti-
/do^ diver-
tirme mucho, pero sigo siempre firme en mi convicción de que
/he obra-
como era mi deber.-
Paro en casa de Dn. Ramon G. Xosa Juez de Paz de
/este
Pueblo porque ante los insistentes pedidos de mi amigo Alberto
/Dra-
10. per no me ha sido posible hacer otra cosa. Me tratan como a rey
y para darte una muestra te diré que hoy me he desayunado con
chocolate y biscochos y que estoy enterado de que han matado un
pavo para el almuerzo. No deja de agradarme, como creo que
/les suce-
derá a todos, que me traten bien pero me parece que en el fondo
15. preferiría que me trataran como mas llaneza y menos atencio-
/nes de las
que trascienden a ciudad.-
Ayer estuve a ver a Don Agustin Hernández ¡Pobre!
/Dile á pa-
pa que no se fígura el estado en que esta su pobre y viejo amigo.-
Es una casa en que parece que la desgracia se ha colado
20. por la ventana y que va tronchando lo que va encontrando á su
/paso.-
Fuerte impresión me causó la vista de Dn Agustino; yo
/que
pensaba encontrarme un hombre grueso y robusto como él era
/veo de pronto
ante mí un viejito achacoso, flaco lleno de arrugas en la cara;
/en fin es
la sombra de solo es como una sombra y ya vacilante de lo que
/era.-
25. Según he sabido por aquí, ha tenido perdidas importan-
tes en su fortuna, de la cual se cree que muy poco le queda ya;
/y lue-

6-Anexo 1.indd 463 12/5/15 18:00:27


464 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

go ademas de los dos yernos falsificadores tiene los dos hijos


/que enfer-
mos no pueden trabajar y una hija loca que unidos á la muerte
/acaeci-
[*fol. 1v]
1. da hace pocos dias de otro yerno completa una cadena de des-
/gracias y do-
lores que inspiran profunda lástima.-
Hasta la casa, sufre también la maldición que parecer
/cer-
nirse sobre toda esa familia, pues con una pared que se derrum-
/bó dias
5. pasados y otra que lo había sido anteriormente hacen dos. De-
/bemos de-
sear como personas de sentimientos humanos que Dios detenga
/el
rayo que parece querer aniquilar a esta pobre familia.-
Bueno, basta de hablar de cosas tristes; para ti que no
/las has
visto puede que no lo sean mucho pero para mi que ha presen-
/ciado to-
10. da la desgracias y el dolor que existe allí lo son mucho.-
Te suplico que cuando contestes esta, si es que tienes
tiempo y deseo de contestarla me hagas saber si cumpliste los
/en-
cargues que te hice pocos momentos antes de partir para aquí.-
Tu medallita la llevo prendida donde tu la pusistes y
15. ahí conmigo volverá á tu lado; creo que ella por habermela
/dado
tu y por ser ella un simbolo sagrado me preservará de las su-
puestar desgracias que pudieran sobrevenirme y ^qe^ como tu
/espera-
bas me llevará por el buen camino.-
Cariñosos recuerdos á todos, disculpa lo aburrido y lar-
20. go de la presente y recibe un abraso de tu hijo que te quiere

6-Anexo 1.indd 464 12/5/15 18:00:27


anexo 2 465
Juan José {RUB}

Pando IV-17 /
902
25.

Las cartas si es que me escriben dirigirlas á: Alberto L. Dra-


per_ Pando.-

274. Carta de una amiga a Amanda Berro

Siglo: xix Año: 1875


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 7, Doc. 50, 2 fs.

Una joven amiga de Amanda Berro le cuenta cuánto la extraña, los


últimos acontecimientos y lecturas que ha realizado así como algu-
nos planes de paseos.

[*fol. 1 r]
1. Minas, Julio 22 de 1875.

Mi querida Amanda.
Tube un gran placer cuando rrec
5. ibí, una cariñosa carta tuya; en
ella me dises que me estrañas mu
cho y yo que te dire? yo que tengo
mas motivo para estrañarte á ti,
que tu ami? por que yo al dejarte,
10. al alejarme6 de tu lado, he dejado
de ver un Angel, por que tu querida
Amanda, sos uno de esos Anjeles!

6
Corrección de alegarme.

6-Anexo 1.indd 465 12/5/15 18:00:27


466 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

que Dios, ha enviado á la tierra,


para aser la felisidad de todas
15. las personas que tien la dicha
de tratarte.
Estos dias hemos estado bastante al-
armadas acausa de una fiebre mui
biolenta que se havia apoderado
20. de Mama, la que la ha teni-
do 8 dias de cama, y aun que
todavia no esta completamente
buena, ya esta muy mejor
[*fol.1v]
1. á Dios Gracias, ya ase 5 días hoi
que se levanta. en los 8 dias que
Mama, estuvo decama los he
pasado leyendo, me sentaba en
5. un sillon al lado de la cama
de ella, con el libro en la ma
no; y solo lo dejaba para darle
los rremedios, o el alimento, pues
ni aun para comer lo dejaba por
10. que como comia en el cuarto,
por no dejarla sola; ponia el
libro delante del plato, y asi asia
las dos cosas aun tiemp.pues
sin dejar de comer lehía. ya ase mu
15. cho que he concluido los libros que
me prestaron Vds, y aun no se
los he mandado, por esperar
una buena proporsion, y asi como la
tenga la aprobechare. he lehido
20. Beinte Años Después, que es la
continuasion de los Tres Mos
queteros. y haora, estoi leyendo el
Vizconde De Brayelones, que tam-

6-Anexo 1.indd 466 12/5/15 18:00:27


anexo 2 467
[*fol. 2r]
1. bien es continuasion de los Tres
Mosqueteros.¡es una obra tan
preciosa! y hai beses que me entu
siasma, de tal modo; que creo que
5. es rrealidad.¡Oh! si yo encontrase
un Atos! pero no, yo deliro, yo,
devo de comprender que esas son ilu
siones, de mi loca fantasia, y que
yo en la tierra no lo encontrere
10. nunca.no quiero hablarte mas
de esto por que no me llames
loca. cuando no vienen bisitas
despues de comer, me pongo á ler,
y leo hasta la una, la una y
15. media, de la mañana. ¿pero aque
hablarte de cosas, que solo ami me
interesan?
Tu me dises que han sonado con
migo tu, y Enrique, y se los
20. agradesco en el alma, pues cuan
do se sueña con una persona,
es por que aun no se ha olvi-
dado.¿y que diras tu, sí yo
[*fol. 2 v]
1. te digo que tambien yo, he soñado
con Vds? pero yo no he soñado
una ves sola, sino que han sido
muchas, las veses que he soñado
5. con Vds. pues yo son tales los
deseos que tengo de verlas que hasta
en sueños las veo, y cuando he
soñado con Vds, me levanto
tan contenta y de tan buen
10. humor, que todo el dia me

6-Anexo 1.indd 467 12/5/15 18:00:27


468 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

lo paso cantando, y sin em-


bargo hai enmi una vos se-
creta que me dise que pronto
nos beremos, pues yo tengo
15. la esperanza de que pronto
nos beremos. es tal el entusias-
mo en ir á esa, que tengo que
mama, me dise que si alguna
de Vds, biene para la primabera
20. que ella despues me dara permiso
a mi. para ir.
Ysin mas dar[*a]s mis mas [fin del documento]

275. Carta de Práxedes B. de Berro a su hija Amanda

Siglo: xix Año: 1882


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 7, Doc. 66, 1 f.

Práxedes B. de Berro señala a su hija Amanda Berro decisiones


erróneas con respecto a una joven de la familia y le da indicaciones
diversas sobre cuestiones domésticas y económicas.

[*fol. 1r]
1. Marzo 3 1882

Mi queridicima Amanda;
recibi tu carta yciento la pena
5. ho disgusto que tedi con mi carta
pero refleciona con calma y podras ver
cuanta razon me asiste para quejar-
me de la poca sinceridad que usaron
con migo, enfin de jaremos esto. mari-
10. ano ba abuscar a Elenita, la que ben-
dra conel, cuando yo estaba hai

6-Anexo 1.indd 468 12/5/15 18:00:27


anexo 2 469
la atendia entodo daba todos
los meces lo que hella necitaba la
calsaba y bestia, y labado, y Plancha-
15. do, todo hera de mi cuenta yda
ba para el colejio la mencion qe
me hauian ceñalado, y ni un solo-
mes deje de pagarla y antes de
benirme deje pago todo, Ydesde que
20. yo estare aquí debe venir Elenita
porque suPadre meladio para tener
la con migo y que me acompañace
y tu sabes que yo por este pacecimi
ento que padesco nececito una hi-
25. ja, a milado, que me compañe y
mecuide en mis ultimos años
[*fol. 1v]
1. ve la ydolatria que tiene Bernar-
do, y Jacinta, por mi y que estaran
mui contentos con lo que yo dispon-
ga, cuando el supo que yo benia
5. a Mercedes, le escribio a Elenita
y ledecia que ciyo la traya me
cuidas[*e] muncho quera su deceo,
que tr[*ai]ga su ropa y cama yci
nececi[*ta] calsado comprale hotra
10. cosa que tu creas le haga falta
lo pagas del dinero que medices
ha entregado Donato, que cecobre
federico, que cecobre de todo loqu
loque yo ledebo la contribucion
15. del año pasado y un piquito an-
terior creo que de 14 pesos cies
mas que cecobre de todo y mea-
ga el fabor de sacar y pagar la
contribucion de este año y que

6-Anexo 1.indd 469 12/5/15 18:00:28


470 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

20. dispence tanta yncomodidad y


á ceme el fabor de mandar
pedir a Don Domingo Hernandes,
en mi nombre mi cuentita
y pagarla del sobrante dese dine-
25. ro y Amelia ci ce debe algo
[*fol. 2r]
1. pagale y amaria la labandera
yo le pague todo antes de benir
y algo adelantado Petrona es laque
sabe preguntale aesta, despues de
5. pagar estar cuentas del sobrante to-
ma tu para los gastos de la mudan-
za de mis cosas, las plantas hedicho
amariano ci el quiere traer al
gunas que las trayga y las demas
10. te las regalo todas a ti, los mu-
ebles ho cosas mias estoi conforme
con que las mandes a la quinta.
ho donde tu quieras quiciera
que Mariano, me trajiese el Ro-
15. pero por la falta que tengo para gu
ardar mis cosas todo lo que esta
en mi ropero melomandas y una caja
de lata que esta bajo la cama
de Elena la ropa cehace un far-
20. do con ella, enfin acomoden como
quieran,
te felicito por la mejoria de ama-
ndita y ruego a Dios porque Juan,
Jose este mejor y a mi federiquito,
25. y todos mis hijitos queridos vesalos
en mi nombre quiciera mandar-
[*fol. 2v]
1. les algo Pero nada hai capas de poder

6-Anexo 1.indd 470 12/5/15 18:00:28


anexo 2 471
ce mandar hai una seca espantosa y
muncha langosta ciento no tener algo
que mandarle a Pepa, y sus hijas,
5. yo, hasta haora goso una salud comple-
ta por tu carta ce que Praxedes, es-
ta buena, y fermin a estado hay.
me conformare con misuerte a
qui estoy mui bien Mariano, y
10. Aurora, hacen cuanto pueden
para que no me falte nada y
este contenta pero lo que ciento
es la distancia que nos cepara
y enmis años nohai que hechar mu
15. nchas cuentas alegres,
dale a federico mis cariñosas es-
preciones y atoda ésa querida
y apreciada familia, y tu un
abraso de tu mama,
20. P.
tube carta de Arturo del Pri-
mero de Enero medice que noha
recibido una sola lectra de
felis, ni hotra persona ninguna de
25. hesa familia me dice que le esribe
a feliz, para salir del anciedad en
que cealla

276. Carta de Práxedes B. de Berro a su nieta Amanda Brito del


Pino Berro

Siglo: xix Año: 1892


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 7, Doc. 72, 1 f.

6-Anexo 1.indd 471 12/5/15 18:00:28


472 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

Práxedes B. de Berro responde una carta de su nieta, la niña Aman-


da Brito del Pino y le comenta cuánto disfruta de su vida rural así
como también cuánto lamenta que su familia, hijos y nietos princi-
palmente, hayan terminado su visita a la estancia donde ella vive.

[*fol. 1r]
1. Sta Lucia chico Enro 1892

Mi mas querida Amandita;


con el mayor gusto recibi tu querida
5. cartita note podras hacer una ydea del
placer que me has proporcionado con este
mucho testimonio que medas de tu car-
riño y dandome tus noticias que hai
estan todos buenos y de los hermos
10. os vaños de la playa de los pocitos y pa
ceos al prado, comprendo lo buenos ratos
que pasaras con tus amiguitas Cast-
ro y garcia a quienes daras mis a
cuerdos, nosotros estamos muy bien
15. de salud esto es el paraiso terenal
Paciamos muncho y ricos va[??]os de a
poyo a las 6 de la mañana baños y
ricos mates de leche alas 8 que du
ra hasta las 11 a las 12 almorsamos y
20. despues la siesta alas 5 el vaño las
vicitas atodas horas, recibe a cuer
dos de las trias de las Bonillas y
vieras, con la hida de Juan y
Pedro, los estrañaremos muncho
[*fol. 1v]
1. pues son los mejores conpañeros y poco
écijentes se conforman con poco y
hellos mismos se cuidan, Juan
nos haécho ricas clemas y Vallone-

6-Anexo 1.indd 472 12/5/15 18:00:28


anexo 2 473
5. sas riquicimas, hasta fermincito y
Luicito los cienten porque hellos eran
sus compañeros de baño y paceos y
haora las esperamos a Uts tu mamá
me hofrecio una vicita y las espe
10. ramos en los dias de fiesta que
vienen conviden a federico y
bengan casa y camas sobran y di
le a toto, y Juan Jose, que los es-
peramos para que anden a caballo
15. hay 3 peticitos y 3 potrillos 3 caballos
mancicimos en que andan los ni
ños Luicito trajo montura con
pleta que ledio su padre ya s[*a]
be andar a cabayo Carmen y [??]
20. sa pacean a caballo todos los d[í*as]
de tarde Margarita tanvien
anda a cabllo ci se animan
a venir tu tendras tu caba
yo y montura para andar en
[*fol. 2v]
1. cuanto quieras, tengo que aca
bar esta ya seban los mucha
chos con un abrazo para tus
padres y tu todo el cariño
5. de tu abuelita P.
A Petrona q ^que^ mede sus notici-
as y de casa. escribeendome yo le
^contestare^ a Dolores B. que deceo este muy
buena y un abrazo muy cariño
10. so de mi parte.
muncho setímos nobengan los jobe
nes Castro pues aquí los esperaba
mos y su tío contaba con su vicita como
cierta. y los parientes todos los espe

6-Anexo 1.indd 473 12/5/15 18:00:28


474 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

15. raban, Carmen sobre todo, creía que


bendrian, lo que medices de Carlitos
me parece que hase las del tigre que
cierra los hojos cuando quiere dar
manoton

277. Carta de Práxedes B. de Berro a su hija Amanda

Siglo: xix Año: 1891


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 7, Doc. 71, 1 f.

Práxedes B. de Berro pone al día a su hija Amanda Berro sobre las


actividades y visitas en su estancia y acusa recibo de envíos de esta
última.

[*fol. 1r]
1. Sta Lucia chica Marzo 14 1891

Queridacima Amanda;
5. tube lamayor alegria con tu
cariñosa carta y tepido mil
perdones por mi falta de esatitud
en contes tarte pues todos los di^as^
pienso aserlo y mequedo con el de
10. ceo de escribite y llenar este de
ber, note puedes figurar lo que
te estrañado y gualmante a los
niños esto eta bastante triste
desde que te fuistes no tenemos
15. mas dibercion que los Baños y
aveses la pesca esto se ba quedan-
do muy solo Ándres y familia si

6-Anexo 1.indd 474 12/5/15 18:00:28


anexo 2 475
guen en Sa Ramon aquí esta da-
mian, las familias Carabia, y Gar
20. cia, y ana trias, y las de Dn Seno
n, y Alegria todas sean ydo para
Montevideo, las de Viera ciempre
nos bisitan y preguntan porti y
te mandan sus acuerdos tanbi
25. nos vicitaron las Bonillas dos ve
[*fol. 1v]
1. ses Praxedes y sus niños muy buenos
laniñita muy hermosicima Lui
cito ciempre acordandose de ti,
y de tus niños, me alegre con la
5. noticia que medas de joaquina
si la buelves aber dale mis cari
ños y gual mente a Dolores, a
Federico mis acuerdos, y ami
querida Amandita que muncho
10. la estrañamos y gualmente a Pepi-
ta y Elenita y toto, y Juan Jose, dales
mis cariños y tu recibe un cari
ñoso abraso de tu mamá,
lo que tu mandaste todo se aresi
15. bido cuando escribi aPetrona le
decia te diera las gracias por
el paqetito y galletitas y sapatitos que
mandastes para lucito el que que
do muy contento con el regalo y si
20. empre esta ablando y recordando-
a ti y federico, tanbien recibio
el libro de Lectura nº1 y todo y las
gracias por tu acuerdo, hoy le pre
gunté apraxede cuando sera nues-
25. tra yda y me dijo que eneste mes

6-Anexo 1.indd 475 12/5/15 18:00:28


476 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

278. Carta de Amanda Brito del Pino Berro a su abuela Práxedes

Siglo: xix Año: 1888


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 6, Doc. 9, 1 f.

La niña Amanda Brito del Pino cuenta a su abuela las razones por
las cuales, a pesar de extrañarla, no la va a visitar en lo inmediato;
comenta la muerte de su maestra.

[*fol. 1r]
1. Montevideo 19 de Octubre 1888

Querida mama Praxedes

5. te extraño mucho y estoy deseando


que venga yo voy á ir al
Rosario Oriental con á la Estan=
cia del S=nor Paullier con
Joaquina la hermana de papa
10. y Adela la hija de Eduardo.
Dolores Botana me habia
dicho si quería ir ahí ir pero
mamá y papa ya le habian
dicho à Paullier asi es que si
15. no yo hubiera hido con mucho
gusto, Ahora quièn sabe si
[*fol.1 v]
1. vamos porque díce que va á
vender la Estancia y se va
à venir del todo, nosotros hemos
pensado ir par el 1ro ó el 2 de
5. Noviembre pero papa dice que
le va á decir á Joaquina
que es la directora del viaje

6-Anexo 1.indd 476 12/5/15 18:00:28


anexo 2 477
que se espere hasta Diciembre
porque como ahora voy á la
10. Lira á aprender el Solfeo y
los examenes son despues del
15 de Noviembre le ba van ´
á decir que se queden hasta
Diciémbre.
[*fol. 2r]
1. Ahora no voy al colegio
porque se me murio la
maestra el 5 de Septiembre
la pobre era una francesa
5. muy amiga de las de Algorta
y enseñaba muy bien el
frances haci es que mama
sintio mucho que se serrara
el colegio
10. Adios mi querida abuelita
Su nieta que la quiere

Amandita

279. Carta de José Brito del Pino a su primo Juan José Brito
del Pino

Siglo: xix Año: 1890


Ubicación: Archivo General de la Nación, Uruguay. Particulares,
Caja 57, Carpeta 6, Doc. 12, 1 f.

El niño José Brito del Pino reprocha a su primo Juan José Brito del
Pino que no le escriba y lo invita a visitarlo.

[*fol. 1r]
1. Noviembre 25 de 1890

6-Anexo 1.indd 477 12/5/15 18:00:28


478 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

[DBJO IMPRESO]

Querido Juan José te


escribo esas pocas lineas para
que veas que yo me acuerdo
5. de bos y te escribo y bos ami
todavia no me as escrito yo
viendo que no me escri bes
te escrivo para que me conte
tes porque sino no te voy
10. a escribir mas decile á toto
que me conteste pronto y
que me escriba pronto por
aora no tengo mas que
decir decirte poraora mas
15. que le digas a tu papá que
los traiga para enero que es mi
santo no dejende venir
[*fol. 1v]
1. recuerdos a tódos de
mamá y papá a amanda
que dice mamá que venga
sin mas se
5. despide
Tu primo que te
quiere
José Brito
del Pino {RUB}

6-Anexo 1.indd 478 12/5/15 18:00:28


anexo 2 479
280. Carta de Martín Morales a Aparicio Saravia

Siglo: xx Año: 1901


Ubicación: CGE, EME. Centro de Estudios Históricos. Archivo Sara-
via, Carpeta 13, Doc. 151/13, 2 fs.

Martín Morales solicita a Aparicio Saravia que lo libere de la pri-


sión.

[*fol.1r]
1. Junio 3 de 1901
Señor General
Don Aparicio Saravia
Muy señor mio
5. Esta no lleba otro objeto
que el saludarlo é incomodar=
lo al mismo tiempo
Porqué hace dos meses que me
encuentro preso siendo soldado
10. de esta compañía Urbana
Y tengo la conviccion de que
la falta que yo cometi no merese
tal castigo. Estoy preso
porqué andando algo en la
15. calle ebrio le dije á unas mugeres
mugeres reconosidas por de
[*fol. 1v]
1. la vida algunas palabras
que dicen que les dije que
yo no recuerdo. Yo estoy
conforme que me castiguen
5. la falta pero no de esa manera
Y amas tengo provalidades
de fiel servidor al Partido
que lo acompañe al fina=

6-Anexo 1.indd 479 12/5/15 18:00:28


480 a mí de vos no me trata ni usted ni nadie

do Fortunato Gara asta que


10. lo mataron de clarin de
orden, Y despues de la muerte
del Coronel Gara yo estaba
haciendo fuego alado de una
taperita y vino Vd. y me
15. mandó que tocase á la carga
que debe recordar el día 14
de Mayo y despues de la
pelea.
[*fol. 2r]
1. me hizo entregar ál el
comandante Antonio Mena
y con el estube de clarin de
orden asta que se hiso la pas
5. y despues de la guerra me
fui para el Salto haber
una hija que tengo en ese
Pueblo y de allí me manda=
ron sus amigos José Pires
10. y José Sosa que me biniera
apresentar aquí y bine
y ahora por una insinifi-
cancia hace dos meses que
no salgo á la calle
15. Y le pido por fabor haber
si me puede hacer poner
en libertad será servicio
[*fol. 2v]
1. que le agradeseré sin mas
se despide SSS
Martin Morales

6-Anexo 1.indd 480 12/5/15 18:00:28


ÍNDICE

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . 5

Primera parte. El tratamiento y los sistemas de


tratamiento del español en América . . . 9
Fundamentos del tratamiento . . . . . . . . . 9
Forma y significado del tratamiento . . . . . . 9
Algunos conceptos básicos . . . . . . . . . 13
La terminología del tratamiento . . . . . . . . 20
Corrientes y enfoques en el estudio del tratamiento 27
Las actuales formas de tratamiento del español en
América . . . . . . . . . . . . . . . 31
Algunas preguntas sobre el tratamiento gramatical
en América . . . . . . . . . . . . . 31
Tú y vos: tratamientos pronominales-t . . . . . 34
El tratamiento verbal voseante . . . . . . . . 42
Usted: tratamiento-v y tratamiento-t . . . . . . 47
Los ámbitos de uso de usted . . . . . . . . 48
Variables que condicionan el uso de usted en His-
panoamérica . . . . . . . . . . . . 52
Su merced: tratamiento (pro)nominal . . . . . . 65
El tratamiento pronominal y verbal en el actual Uru-
guay . . . . . . . . . . . . . . . . . 72

Segunda parte. Historia de los sistemas de tra-


tamiento en el español preamericano y ameri-
cano . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87

481

9-indice.indd 481 12/5/15 18:02:59


482 índice

La expresión pronominal del tratamiento en el espa-


ñol preamericano y americano . . . . . . . . 87
Historia del tratamiento singular en España . . 88
Historia del tratamiento singular en Hispanoamérica 103
Historia del tratamiento singular en el Río de la
Plata . . . . . . . . . . . . . . . . 120
Historia de otros tratamientos: el singular su mer-
ced y los plurales . . . . . . . . . . . 129
Su merced . . . . . . . . . . . . . . 129
La historia del vosotros y ustedes . . . . . . . 132
Comentarios finales . . . . . . . . . . . . 135
La expresión verbal del tratamiento en el español
preamericano y americano . . . . . . . . . 143
Principales cambios en las formas verbales . . 143
El tratamiento verbal actual en Hispanoamérica . 148
Explicaciones estructurales . . . . . . . . . 152
Comentarios finales . . . . . . . . . . . . 159

Tercera parte. Diacronía de los verbos y pro-


nombres alocutivos singulares en el español
en Uruguay . . . . . . . . . . . . . . . 161
Cambio lingüístico de pronombres y verbos alocutivos
en el Uruguay del siglo xix . . . . . . . . 161
Los corpus de análisis . . . . . . . . . . . . 161
El corpus epistolar . . . . . . . . . . . 163
El corpus literario y periodístico . . . . . . 183
El entorno histórico, social y cultural . . . . 186
Ámbitos de empleo de las formas-t y de las formas-v 197
Las formas de tratamiento en el siglo xix1 . . . . 197
Las formas de tratamiento en el siglo xix2 . . . . 206
Comentarios finales . . . . . . . . . . . . 226
Pragmática, semántica, sintaxis y morfología de la
formas alocutivas . . . . . . . . . . . . . 227
Densidad de verbos y pronombres sujeto alocuti-
vos . . . . . . . . . . . . . . . . . 230

9-indice.indd 482 12/5/15 18:02:59


índice 483
Semántica, pragmática, sintaxis y morfología de la
alocución . . . . . . . . . . . . . . . 232
Pronombres alocutivos términos de comparación o
de preposición . . . . . . . . . . . . . 240
Pronombres alocutivos objeto . . . . . . . . 242
El tratamiento voseante en su contexto social . . . 251
Los textos y sus escritores . . . . . . . . . . 252
El contexto a través de las fuentes secundarias . . 257

Conclusiones y consideraciones finales 273


Conclusiones finales . . . . . . . . . . . . . 278

BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . 283

Anexo 1. Normas de transcripción . . . . . . 307


Normas de transcripción de los documentos . . . . 307
Lista de símbolos . . . . . . . . . . . . . . 310

Anexo 2. Cartas . . . . . . . . . . . . . . . 311


Siglo xix1 . . . . . . . . . . . . . . . . 315
Siglo xix2 . . . . . . . . . . . . . . . . 394

9-indice.indd 483 12/5/15 18:02:59


A mí de vos no me trata ni usted ni nadie.
Sistemas e historia de las formas de tratamiento en la lengua española en América

editado por el Instituto de Investigaciones Filológicas,


siendo jefa del Departamento de Publicaciones
Carolina Olivares Chávez,
se terminó de imprimir en los talleres de
Gráfica Premier, S. A. de C. V., ubicados
en 5 de Febrero 2309, col. San Jerónimo Chicahualco,
Metepec, Estado de México,
el 20 de mayo de 2015.
La composición tipográfica,
en tipos Times New Roman de 11:14,5, 10:12 y 9:10,
fue realizada por
Martha Patricia Oropeza Morales.
La edición estuvo al cuidado de
María del Refugio Campos Guardado,
y consta de 500 ejemplares
impresos en papel Cultural de 90 g.
Tipo de impresión: Offset

9-indice.indd 484 14/5/15 17:42:11

También podría gustarte