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Heather

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Rating: Explicit
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Category: M/M
Fandom: รักโคตรร้ายสุดท้ายโคตรรัก | KinnPorsche: The Series (TV), รักโคตรร้าย
สุดท้ายโคตรรัก | KinnPorsche: The Series (TV) RPF
Relationship: Pete Phongsakorn Saengtham/Vegas Kornwit Theerapanyakun
Character: Pete Phongsakorn Saengtham, Vegas Kornwit Theerapanyakun,
Porsche Pachara Kittisawat, Kinn Anakinn Theerapanyakun, Khun
Tankhun Theerapanyakun, Tawan (KinnPorsche: the Series)
Additional Tags: Jealousy, Alternate Universe - College/University, Smut, Song: Heather
(Conan Gray), Sex in a Car, Unrequited Love, Domestic Boyfriends,
Boys In Love, Friends With Benefits
Language: Español
Stats: Published: 2022-06-27 Words: 13548

Heather
by La_SimpdeWanNing

Summary

Como el nacimiento de una estrella, de manera suave y calmada, apareció una sonrisa en el
rostro de Vegas. Él nunca sonreía, y cuando lo hacía era porque molestaba a Khunn y se
divertía en el proceso, sin embargo, Tawan no supo reconocer ese tipo de sonrisa, era una
que nunca antes había visto. Una que nunca le había dado a nadie.
Vegas tomó el pañuelo de la mano del chico y dijo algo que Tawan no alcanzó a escuchar,
pero que puso una sonrisa tímida en Pete.
Observó el momento exacto en que había perdido una guerra a la que ni siquiera fue
reclutado.
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Historia también conocida como: Tawan lleva años enamorado de Vegas y pensó que
tendrian algo hasta que Pete aparece.
Pete es Heather.

Notes

¡Hola! Este es uno de mis primeros fics para este fandom <3
¡Claro que habrá smut para VegasPete al final de este fic!
Espero que les guste. La mayor parte de las escenas son narradas por Tawan debido a:
Me gusta leer su dolor jajaja
Tawan y Vegas eran amigos/conocidos con beneficios, no habrán escenas fuertes entre
ellos. Solo entre Vegas y Pete. Tawan unicamente mencionará que hubo algo.
Amamos a Pete, es más peligroso de lo que crees cuando se meten con su novio. <3
Tawan siempre conseguía lo que quería. Tiene recuerdo de eso desde que iba en preescolar, lo
recuerda mintiendo y engañando para hacer que uno de sus compañeros abandonara el columpio y
lo dejara para él solo. Parecía algo infantil, pero fue algo que con el tiempo fue desarrollando,
después de un tiempo dejaron de ser cosas materiales y se volvieron personas, algunas usadas y
simplemente desechadas, había cosas que anhelaba incluso por debajo de sus instintos y se permitía
soñar al grado de obsesionarse con ello.

Eso sucedió con Vegas.

Tawan no se siente culpable ni con remordimiento de haber usado a Kinn para llegar a su
verdadero objetivo. Incluso si Kinn trató de hacer todo bien, él aún no se sentía satisfecho, quería a
Vegas, a nadie más.

Escaló paulatinamente hasta llegar a él y cuando al fin lo tuvo, se sintió satisfecho, incluso si solo
eran encuentros casuales para tener sexo, no importaba, Tawan sabia que Vegas algun dia caeria
por él, lo vió en diversas ocasiones, aun cuando tenia a otras personas, siempre se aburria de ellas y
regresaba con Tawan.

Solo era cuestión de tiempo para que lo tuviera alrededor de su dedo.

Las cosas comenzaron a cambiar a principios del último año escolar, con la llegada de dos nuevos
estudiantes. Eran alumnos de intercambio.

Ellos procedían de una preparatoria que les permitía escoger una internacional para mejorar en
algún idioma, en este caso, podría ser el inglés, así fue como ellos ingresaron a esta. El primer día
estos chicos ya habían dado de qué hablar, sobre todo porque uno de ellos, Tawan no recuerda bien
su nombre, se peleó con Kinn, y terminaron en dirección condenados a pasar tiempo en la sala de
detenciones, realmente no le importaba. Lo único que le molestaba era el otro chico de corte
estupido y sonrisa radiante, una sonrisa que parecía llegar hasta sus ojos y realzaba sus mejillas.

Pete.

Hasta su nombre era simple y estupido.

Esa mañana Tawan y Vegas habían quedado de verse detrás de las gradas del campo de fútbol,
pero no llegó. Cuando Tawan se dirigió hacia los pasillos para pedir una explicación lo vió con los
ojos fijos sobre esta nueva persona, el chico estaba arrodillado con Vegas en el piso, llevaba un
pañuelo, parecía nervioso y no dejaba de sonreír, el niño se inclinó un poco sobre Vegas y
comenzó a tratar de limpiar el cabello de este mismo, a su lado había un vaso de bubble tea
esparcido por todo el sitio junto a un bulto de hojas blancas.
Tawan se cruzó de brazos esperando el momento en que Vegas se molestara con el chico por haber
arruinado su cabello y sus zapatos, sin embargo, lo que no se esperaba fueron los eventos que
siguieron a continuación.

Como el nacimiento de una estrella, de manera suave y calmada, apareció una sonrisa en el rostro
de Vegas.
Él nunca sonreía, y cuando lo hacía era porque molestaba a Khunn y se divertía en el proceso, sin
embargo, Tawan no supo reconocer ese tipo de sonrisa, era una que nunca antes había visto. Una
que nunca le había dado a nadie. Vegas tomó el pañuelo de la mano del chico y dijo algo que
Tawan no alcanzó a escuchar, pero que puso una sonrisa tímida en Pete.

Observó el momento exacto en que había perdido una guerra a la que ni siquiera fue reclutado.

El descenso fue de manera paulatina, de pronto las visitas a su casa eran menos frecuentes, hasta
que se volvieron nulas. Pero aún le quedaban los encuentros detrás de algún salón o en el viejo
baño al final del edificio que hacían al menos una vez a la semana. El problema es que habían
pasado 3 semanas y no recibió ningún mensaje de parte de Vegas, así que se decidió a ir a buscarlo,
preguntó en su salón, pero no hubo rastro alguno.

Miró a través del pasillo hasta que localizó a una persona: Macao, el hermano menor de Vegas. Se
encontraba charlando animadamente con uno de sus primos y otro niño que jamás había visto.

Se acercó a ellos de manera apresurada tocando su hombro con un dedo, el chico se volteó y
Tawan pasó por alto la mueca en su rostro.

-¿Qué? -preguntó Macao.

-¿Has visto a tu hermano? Lo llevo buscando toda la mañana.

Macao metió sus manos en los bolsillos y con una mala mirada comenzó a rebuscar en ellos,-
parece que lo perdí,- dijo de manera burlona.

Tawan reviró los ojos y estaba a punto de girarse cuando el primo de Macao, llamado Kim, habló.

-Lo vi en el patio de la explanada, bajo el viejo árbol de cerezo.


Tawan se cruzó de brazos,- No soy estupido,- respondió,- Vegas odia sentarse en sitios así. No
caeré en estupideces.

Kim alzó sus hombros,- Realmente no me importa lo que creas.

Los 3 chicos frente a Tawan comenzaron a darle la espalda y se fueron hacia otro lado. Hubo un
debate interno, pero al final su incertidumbre pudo más con él y terminó dirigiéndose hacia el
patio, había árboles floreciendo con la llegada de la primavera, algunos soltaban pétalos de
cerezos, suaves como una mañana acogedora, vislumbró el viejo árbol del que Kim había hablado
y se dirigió hacia él, sin embargo, una risa suave lo hizo detenerse y se escondió detrás de uno de
los cerezos.

Vegas estaba sentado, llevaba la corbata de su uniforme alrededor de su muñeca y su camisa semi
abierta, su cabello estaba alborotado y bajo él estaba una manta, sin embargo lo que más le
sorprendió fue la sonrisa en su rostro. A su lado, estaba
Pete, sosteniendo una lonchera en su regazo mientras alzaba una cuchara con un poco de arroz y lo
que parecía ser carne.

-De acuerdo, abre la boca. -dijo el chico dirigiendo el cubierto hacia Vegas.

Vegas obedeció y comenzó a masticar de manera calmada mientras asentía, Pete colocó la cuchara
dentro de su recipiente como si estuviera a la espera de un reconocimiento.

-¡Eh! -Vegas abrió los ojos,- es muy bueno.

-¿Verdad? -Pete sonrió comenzando a poner más comida en su cuchara y dirigiendola hacia sí
mismo, Vegas se abalanzó antes y dirigió el cubierto a su boca nuevamente,- ¡ese era mi bocado!
-Demasiado tarde,- respondió,- tú has dicho que tu abuela lo hizo para mi.

-No,- contestó Pete,- le hablé a mi abuela sobre tu desprecio por el picante y ella tuvo pena por ti,
así que me mandó comida para invitarte, no te sientas importante.

-¿Qué debería hacer para que prepare esto diariamente para mi? -dijo inclinándose hacia Pete.

-Nada,- el chico hizo un leve puchero,- es mi abuela, no la tuya. Yo soy su único nieto.

-Oh, pero también quiero que sea la mía, ¿puedes ayudarme un poco? ¿Qué puedo hacer para que
me considere su nieto?

Estaba coqueteando, Tawan sabía qué Vegas estaba coqueteando con él. Pero era diferente al
coqueteo habitual, no era seco y déspota, aquel que solo servía para un objetivo en concreto. Este
cargaba una mezcla de ternura en su voz, como si solo el hecho de ser dulce fuese el objetivo, no
había un doble sentido o una doble intención. Eso hizo que la sangre en su interior se calentara
más.

-Le diré que te gustó su comida. -la voz de Pete volvió a distraerlo.- ¿Qué tanto te gustó? Le diré
que alabaste su trabajo.

-Me gusta mucho.- Los ojos de Vegas brillaban al verlo.- Dile que hizo un gran trabajo, no puedo
creer que hubiera algo así en el mundo.

Pete le dió una mirada,- Uh, tiene sentido, la comida de mi abuela es maravillosa.

-Sabes que no hablo solo de la comida, ¿cierto?

-¿De mi abuela?

Vegas negó con una sonrisa mientras inclinaba su cabeza sobre el hombro de Pete.- De acuerdo,- le
robó un trozo de carne con sus manos,- algún día Pete Phongsakorn, algún día.

-¿Estás divagando de nuevo? -Pete volvió a colocar un bocado de arroz frente a Vegas,- come más,
o me la terminaré toda yo solo.

-No lo dudo.- contestó Vegas abriendo su boca, eso le costó un pinchazo en su costado de parte de
Pete, sin embargo, la sonrisa en su rostro seguía siendo brillante.

Tawan comenzó a caminar hacia ellos, hasta que sintió un par de manos jalarlo de la muñeca. Se
giró para ver al individuo y el rostro de Khunn apareció frente a él, le dió una sonrisa falsa y retiró
su mano de la muñeca de Tawan.

-¿Qué pensabas hacer?

-No es de tu interés.- respondió dándose la vuelta nuevamente para ir hacia Vegas, pero Khunn lo
volvió a detener.

-¿Por qué no te das por vencido? -preguntó de manera seca,- ¿por qué estás tan aferrado a alguien
que no tiene interés en ti?

Tawan se cruzó de brazos con su rostro rojo cargado de enojo,- ¿desde cuándo te importa lo que
haga o no con Vegas?

-Oh no,- Khunn se miró las uñas,- lo que mi primo y tú hagan no me importa.- dió un paso
señalando con su dedo a Tawan,- pero no voy a permitir que Pete salga embarrado en esto, asi que
mas te vale que no hagas nada contra él o tendrás que enfrentarte a mi.

Khunn le dió una sonrisa con su rostro alzado y se dió la vuelta sin decir más.

-Estupido,- Tawan murmuró y se giró para ir en busca de Vegas, sin embargo, ya no había nadie a
su alrededor. Pateó las hojas en el césped antes de regresar hacia su salón.

Odiaba a Pete, detestaba sus estúpidas sonrisas y su maldita voz, pero sobre todo, odiaba el hecho
de que Vegas jamas habia hecho algo como eso con él, no le gustaba verse en lugares como
parques ni comer juntos, nunca tenía tiempo o se quejaba de los mosquitos y otros insectos que
podrían encontrarse, recordaba perfectamente cómo algo se quemó dentro de él al ver a Vegas
mirando a Pete como el centro de su mundo, era una mirada inmensa, había deseo, pero también
dulzura y ternura, algo puro, algo que jamás sintió por Tawan.

__________________________

La siguiente puñalada la recibió tres semanas después, mientras estaba en el baño, escuchó un par
de voces dirigirse hacia el sitio, eran Kinn y Vegas. Se escondió rápidamente en los cubículos
evitando que lo vieran.

-¿Entonces qué más podría hacer? -Fue Vegas quien habló.

-Dile lo que sientes.- Tawan observó a Kinn cruzarse de brazos y recargarse en los lavabos.

-No sé cómo hacerlo.

Kinn comenzó a reírse. ¿Decirle qué a quién?, se preguntó internamente Tawan.

-¿Tú? ¿Cómo es posible que no sepas qué decir?

-¡No te burles! -Vegas le pegó en el brazo a su primo.- Es solo que nunca me había pasado esto.

-¿Que te gustara alguien?

Vegas hizo una mueca,- Me han gustado muchas personas.

-Lo he notado.- Kinn contestó ganándose una mala mirada.

-Es solo que nunca había deseado tanto estar con una persona.

Kinn suspiró antes de colocar una de sus manos en el hombro de Vegas.- Estás enamorado.

Vegas se cruzó de brazos recargándose en el lavabo mientras suspiraba y cerraba los ojos.

-¿Es por eso que lo has estado evitando estos 2 días?

¿Vegas enamorado? ¿Estaba evitando a la persona de la que estaba enamorado? Tawan sintió su
corazón hincharse de esperanza, como si un sentimiento nuevo brotara nuevamente dentro de él,
estaba a punto de abrir la puerta e interrumpir hasta que volvió a escuchar la voz de Kinn.

-No puedes evitar tus sentimientos por Pete por siempre.

El mundo de Tawan cayó nuevamente sobre él, se había colapsado un sentimiento en su interior, la
sensación de cosquilleo le invadió por dentro y sus ojos picaban por las lágrimas amenazando con
salir, ¿Pete? ¿Vegas amaba a Pete?
-Jamás me había pasado esto,- contestó Vegas,- desde que Pete apareció simplemente no puedo ver
a nadie más. Desde el momento en que vertió su bebida sobre mi tratando de abrirla, parecía querer
apuñalar el vaso y me burlé de él. Pero cuando me sonrió a cambio, cuando peleó conmigo, cuando
me ayudó, fue como si todo lo que antes negaba comenzara a tener sentido, como si con solo
mirarlo fuese suficiente para mejorar mi día.

Kinn soltó un soplido.- Estás jodido.

Vegas lo miró mal.- Tú también, aceptalo.

Kinn alzó las manos,- Pero al menos la otra parte ya lo sabe.

-Estoy seguro que Pete también lo sabe, es solo que aun no me cree.

-No lo puedes culpar, hay miles de rumores sobre ti, además, Tawan te ha estado acechando,
Porsche se enteró de todo el primer día, estoy seguro que Pete igual.

-Pero no me ha dicho nada.

-No creo que te diga,- Kinn contestó,- Pete es demasiado bueno para sacar sus propias
conclusiones, por eso pienso que deberías ser tú quien le diga.

-¿Qué? -preguntó.

-Que estás enamorado de él. Y qué quieres pedirle una oportunidad para demostrarle todo.
-¿Solo se lo digo?

-Podrías invitarlo a una cita.

-¡Pete ama ir a la heladería que está a dos cuadras! Puedo invitarlo.

-Realmente estás jodido, muy muy jodido. Tan jodido que me emociona.

-Lo estoy Kinn,- Vegas dijo en tono serio,- siento que si no es con Pete, no será con nadie. Ten la
seguridad de que si me llega a aceptar, haré lo que sea necesario para mantenerlo a mi lado, lo
cuidaré, cambiaré, ten por seguro que si no me quedo con Pete, será mi único corazón roto.

Kinn animó a su primo dándole palmadas en la espalda.- Todo saldrá bien.

Tawan no quería seguir escuchando, algo dentro de él estaba roto. Estaba seguro que se soltaría a
llorar en cualquier momento. Quería que los dos chicos que estaban dentro se salieran para poder
soltarse a gusto.

El sonido de la campana los interrumpió de seguir hablando y comenzaron a alejarse del lugar.

Había hecho todo para que Vegas se fijara en él, frecuentaban los mismos sitios, los mismos
amigos, tenían el mismo estatus, era una persona que fácilmente podría adaptarse a cualquier cosa,
¿entonces porque no era una opción? ¿porque no se enamoró de Tawan? Si tan solo supiera lo
mucho que lo deseaba, lo que sentía cada vez que lo veía. Aunque nunca hubiese recibido un beso
de su parte, era algo que Vegas siempre evitaba, nunca lo besó, siempre fue más el deseo que
cualquier cosa. Sin embargo observó cómo se veían los ojos de Vegas mientras hablaba de Pete, se
iluminaban como chispas de fuegos artificiales, como un espectáculo digno de ver.

Comenzó a llorar, dejando salir cada sollozo en un lamento, se sentía patético, y estaba seguro que
se veía de la misma forma, soltó un leve grito que se mezcló con el sonido de la puerta del baño
abrirse. Miró por el rabillo entreabierto de la puerta y vió el rostro de la persona que más odiaba en
ese momento. Pete.

No podía contener sus lágrimas, así que por más que lo evitara, el llanto seguía desbordándose de
él.

-Eh.- escuchó la voz de Pete a través de la puerta,- ¿estás bien?

Tawan quería decirle que se largara, que no lo necesitaba, que él era el causante de todo lo malo en
su vida. Sin embargo, la voz no salió.

-¿Necesitas que vaya por alguien? -volvió a preguntar.

¿Porque estaba siendo amigable? Estaba seguro que Pete ni siquiera tenía idea de quién estaba del
otro lado de la puerta, sin embargo, ¿porque le importaba lo que le pasaba a un extraño?

-Yo…-Pete comenzó a hablar nuevamente.- No sé qué es lo que te pasa, pero si es muy malo
deberías decírselo a alguien, a quien más confianza le tengas.

El problema es que Tawan no tenía a nadie.

-Yo se lo digo a mi abuela.- la voz de Pete volvió a interrumpirlo.- Ella siempre sabe qué decir.

¿Qué pretendía Pete al decirle eso? Tawan odiaba lo amable que parecía ser, odiaba el hecho de
que pareciera un ángel bajando a rescatarlo del purgatorio.

-Mi abuela siempre tiene un consejo para cualquier situación,- dijo el chico nuevamente,- cuando
me lastimé la rodilla mientras aprendía a montar la bicicleta, me dijo que eran heridas que
cerrarían, pero que por lo menos había aprendido algo en el proceso.

Se quedó en silencio, como si esperara que Tawan le preguntara.

-¿Qué? -su voz salió ronca.

-Oh,- Pete habló,- a levantarme.- rió,- y a usar rodilleras.

Tawan quería apuñalarlo, era un chico estupido. Era estupido, pero había hecho que su llanto se
detuviera.

-No sé cuanto tiempo lleves llorando,- dijo Pete,- pero tus ojos deben estar hinchados.- Tawan
observó un par de lentes oscuros arrastrarse por el suelo hacia donde él estaba en el cubículo. -
Puedes quedartelos.- le dijo,- mi amigo los utiliza para dormirse en clases, pero son míos.

Tawan odiaba el hecho de que Pete parecía ser un ángel.

-Me iré,- Pete volvió a hablar.- Espero que sea cual sea el motivo por el que lloras, puedas
solucionarlo.

No solo quería solucionar el problema, quería estrangularlo, quería hacerlo llorar.

Por más amable que hubiese sido, a Tawan no le importaba, el odio que sentía por Pete en ese
momento superaba todo aquello. Tomó los lentes del suelo y los aplastó con su zapato, odiaba todo
lo que viniera de ese chico, si pudiese hacer que desapareciera lo haría.

Se limpió las lágrimas y se dirigió hacia el lavabo tratando de borrar todo rastro de haber estado
llorando, sacó su teléfono y le mandó un mensaje a su hermano para que lo recogiera, Tawan no
quería regresar a clases.
_______________

El fin de semana buscó cosas que hacer para sentirse mejor, pensó e ideó planes para que Vegas
volviera a él, solo tenía que encontrar algo que no lo delatara a sí mismo siendo el autor de los
hechos. Así que el lunes, se dedicó a buscar a las personas que podrían ayudarlo. Su plan parecía
sencillo, le pagaría a alguien para que besara a Pete, y llamaría a Vegas en ese momento, así se
decepcionaría y lo haría a un lado. De esa manera regresaría a él. Sonaba un poco infantil, pero
realmente a estas alturas no le importaba.

Sin embargo, las cosas no fueron como planeaba y solo terminó con el corazón aún más
destrozado.

Esa mañana buscó a chicos que lo ayudaran, todos aceptaron, lo extraño fue cuando les dijo el
nombre de la persona. Los chicos comenzaron a salir con excusas como, ‘’sabes qué, recordé que
tengo tutoría’’, ‘’en realidad no me gustan los chicos’’, ‘’no es necesario el dinero’’. Tawan estaba
desesperado.

Se dirigió a uno de los salones en busca de alguien, una vez que lo encontró se cruzó de brazos.

-¿Qué quieres? -el nombre del chico era Big, era parte del equipo de fútbol americano, el mismo al
que pertenecían Vegas y Kinn. De igual forma que los chicos a los que les ofreció dinero para
llevar a cabo su plan.

Tawan le dió una mala mirada.- Necesito un favor,- dijo,- te pagaré.

Big pareció interesado mientras lo instaba a hablar.

-Necesito que beses a alguien,- Tawan se sentó mientras veía como Big alzaba una de sus cejas,-
no será un beso grande, solo necesito que alguien lo vea.

El chico se alzó de hombros,- de acuerdo,- aceptó,- pero quiero el dinero antes.

Tawan reviró sus ojos y comenzó a buscar su billetera.

-¿Quién es la persona? -preguntó.

-Uno de los chicos de intercambio,- respondió mientras comenzaba a sacar su dinero,- se llama
Pete.

Tawan le extendió el fajo de billetes y miró a Big, parecían que le había drenado el color.

-Olvídalo.- de manera cortante rechazó el dinero.

-¡Ugh! -Tawan azotó su mano en el pupitre.- ¿Qué carajos les pasa a todos? Sé que no es muy
agradable, pero es solo un estupido beso.

-¿Bromeas? -Big se cruzó de brazos inclinándose a Tawan.- El chico es lindo. Pero todos
apreciamos nuestras vidas.

-¿A qué te refieres?

Big hizo una mueca mientras miraba a través de la ventana, Tawan miró hacia donde señalaba con
su mentón.

Era Vegas corriendo por el campo junto a su primo.


-¿Qué tiene?

-Vegas.- Big señaló.- Amenazó a todos los chicos del campus después de que uno trató de besar a
Pete a la fuerza. Prometió degollarnos personalmente si alguien se atrevía a tocarlo.

-Es imposible.- Tawan frunció el ceño.- ¿Por qué?

Big giró sus ojos.- Porque le gusta.

-Jamás hizo eso. Con nadie. Jamás le interesó la exclusividad.

Big negó,- no, pero realmente le gusta ese chico. Se pone estupido cada vez que lo ve en los
entrenamientos. Él siempre está ahí porque pertenece al club de fotografía y a veces saca algunas
tomas de los partidos y entrenamientos. Vegas jamás voltea a ver a nadie más, y no le gusta cuando
alguien se acerca demasiado a Pete, parece oler las intenciones.- Big siguió asintiendo mientras lo
veía,- es aterrador. Y es mejor que no se entere que estás haciendo esto.

Tawan tragó saliva mientras observaba al chico frente a él, asintió y se dió prisa para salir antes de
que las lágrimas en sus ojos comenzaran. Se apresuró a llegar al baño, tomó un respiro fuerte y se
miró en el espejo.

Siempre fue el favorito de cualquiera. Podía tener a quien sea a sus pies, ¿entonces que le faltaba
para parecerse a ese estupido chico? Pete no tenía gracia, era torpe, solo se pasaba las tardes riendo
y mostrando una maldita sonrisa con hoyuelos, no era tan atractivo como Tawan, parecía delicado
pero seguía con ese toque brusco que demostraba algo de entrenamiento físico.

-Lo odio.- gritó frente al espejo.- ¡Lo odio! ¡Lo odio!

Parecía un niño pequeño haciendo un berrinche, agitaba sus manos y no sabia a donde mirar, la ira
seguía creciendo en su interior combinado con otro sentimiento agridulce, su rostro se sentía
caliente y sintió su cuerpo temblar. Escuchó la puerta del baño abrirse y vió el rostro de Vegas, no
era agradable, y tampoco quería que lo viera de esta forma, sin embargo la mirada en el rostro del
otro chico le dió una sensación de escalofríos recorrer su cuerpo, trató de mantener la compostura
el mayor tiempo posible negándose a dejarse ver derrumbado.

-Vaya.- habló con un hilo de voz.- Me preguntaba cuando te volvería a ver.

Vegas se cruzó de brazos y cerró la puerta detrás de él. Lo que había en su rostro, eran unos ojos
desafiantes, cargados de ira, con una mandíbula alzada y tensa.

-¿Qué crees que estás haciendo? -Vegas le preguntó.

Mierda.

Tawan tragó con fuerza nuevamente.- No sé a qué te refieres.

Se dió prisa para tratar de salir pero Vegas lo detuvo con una mano en el pecho.

-No soy estupido.- La voz de Vegas se tornó oscura.- ¿Creíste que no me dirían lo que estás
haciendo?

Tawan se cruzó de brazos negándose a sucumbir.- No sé que te haya dicho Big, pero miente.

-¿Big? - el chico frente a él negó frunciendo el ceño,- Big no me ha dicho nada. Ken me habló de
cómo le ofreciste dinero para que besara a Pete.
-Mierda.

Vegas cerró los ojos y empujó a Tawan contra la pared del baño manteniéndolo prisionero con una
mano enrollada en el cuello de su camisa, se acercó a él y escupió con palabras.- No sé cual es el
estupido juego que intentas jugar. -apretó sus dientes con fuerza.- Pero te advierto que no se te
ocurra volver a meterte con él o desearás jamás haberme provocado.

-¿Hablas de tu nuevo juguete? -Tawan escupió con ira, su voz cargada de rencor y celos.- ¿Cuánto
falta para que te aburras de él? Acaso creíste que…

Lo único que Tawan sintió fue la sensación de ardor en su mejilla antes de terminar de hablar. Se
miró en el espejo a lado y luego a la persona frente a él. Vegas tenía sus ojos sumamente abiertos
de par en par y su pecho subía y bajaba por la respiración, su mano estaba cerrada en un puño y le
daba una mirada mordaz.

Luego se acercó nuevamente a Tawan y levantó uno de sus dedos señalando.

-No se te ocurra.- escupió Vegas con desdén.- No te atrevas a referirte a él de esa manera.

Tawan colocó su mano en su propia mejilla tratando de amortiguar el dolor.

-¿O qué? -preguntó,- ¿me golpearás de nuevo? ¡pegame! -gritó,- ¿qué pasará si se entera que andas
golpeando personas y amenazando a todos los chicos del campus? ¿Crees que el joven perfecto te
seguirá queriendo?

Vegas pareció tratar de contenerse cerrando los ojos y Tawan aprovechó para salir corriendo en ese
momento de distracción. Odiaba todo y a todos. Odiaba a Vegas por no elegirlo, y odiaba a Pete
por ser a quien Vegas eligió.

Odiaba el estupido sentimiento de haber perdido y odiaba sentirse usado y tirado.


______________________

Habían pasado dos semanas desde el enfrentamiento que tuvo con Vegas en el baño, esa tarde él y
su hermano habían quedado para ir de compras al centro comercial, por ser fin de semana observó
más gente de la que habitualmente solía haber en el sitio.

-¿Vamos a comer después de las compras? -su hermano le preguntó.

Tawan asintió mientras recorrian los sitios departamentales hasta que sus ojos captaron un lugar.-
¿Podemos comprar un helado para comer mientras seguimos observando?

Su hermano, Mek, que parecía estar escribiendo algo en su celular, asintió.

Ambos caminaron hacia el lugar y se adentraron, era un bonito sitio cubierto de colores pasteles y
con olores mezclados, Tawan buscó un asiento mientras su hermano se dirigía al mostrador para
hacer sus pedidos, no hubo necesidad de recordarle su favorito, él ya lo sabía. Se recostó en uno de
los asientos traseros de la cabina en lo que esperaba hasta que escuchó una voz detrás de él hablar.

-No puedo creer que ese sea tu sabor favorito.

Esa era la estúpida voz de Pete, Tawan se encogió dentro de su cabina para poder escuchar con
quién estaba hablando.

-En realidad no tengo un sabor favorito. -Ahora la voz de Vegas se escuchó brevemente, Tawan la
reconocería siempre.
-¡Uh! En eso puedo estar de acuerdo contigo.- le respondió Pete.- Hay tantos sabores, me gustan
todos. Cuando era niño, mis abuelos me traían todos los domingos a comprar helado y siempre
pedía uno distinto.

-Podemos comprar otros sabores si quieres.- contestó Vegas.- Puedo comprarte todos los que
quieras, con la condición de que sigas dándome en la boca.

-Eres tan perezoso como para tomar la cuchara por ti solo, uh.- Tawan no vió las acciones de Pete,
pero podía estar seguro de que en ese momento le estaba dando un bocado de helado a Vegas
porque lo escuchó suspirar fuertemente.

-¿Qué? -Pete volvió a decir.

-Solo te estaba observando.- Vegas le respondió y Tawan solo pudo apretar su corazón.

-No hagas eso,- contestó Pete,- me pone nervioso.

-Estoy encantado de ponerte nervioso.

Pete soltó una risa que parecía amortiguada, Tawan estaba seguro de que era por su helado.

-Déjame hacerlo por ti.- Vegas volvió a decir.- Abre la boca.

Tawan no podía seguir soportando, incluso cuando en sus sueños se imaginó teniendo a Vegas en
la palma de su mano, jamás fue de esta manera porque pensaba que no era de ese tipo de chicos,
aquel que derrama dulces y te invita helados. Se levantó de su asiento dispuesto a ir por su
hermano. Pero antes de irse escuchó la voz de Vegas nuevamente hablando.

Algo en él lo hizo quedarse, quizá más que nada porque quería conservar cada palabra de un Vegas
romántico, aunque no fuese para él.

-Puedo enumerar las razones del porqué.- contestó, sin embargo Tawan no sabía a qué se refería, al
parecer no había escuchado el resto.

Escuchó a Pete reir.

-Solo sé que eres el indicado. Como si toda mi vida hubiese estado esperando para conocerte,
incluso si no sabía que te estaba esperando. Te vi discutir con Porsche porque no podías abrir tu
bebida y enterraste el popote demasiado fuerte, me burlé de ti y tu solo parecías retarme a seguir
riendo, fue el momento más encantador de mi vida. Luego derramaste todo sobre mi uniforme y
aunque debí estar enojado, solo sentí como si mi alma diera un respiro al verte nervioso frente a
mi.

-Eres un tonto.

-Después, me seguiste sonriendo. Jamás pensé que existiera una persona como tú en el mundo,
como si te hubieran hecho solo para mí. Un día solo apareciste, y puedo asegurarte que no pude
ver a nadie más, estoy seguro que si no es contigo, no será con nadie más. Pete, ''No quiero ver
nada más ahora que te ví''.
Después de un momento de silencio, Tawan escuchó un roce. Estaba seguro que se estaban
abrazando, no sabía que estaba conteniendo la respiración hasta que su concentración fue
interrumpida por la voz de Vegas.

-¿Eso quiere decir que si?


-Vegas.- Pete rió.- Creo que está más claro que sí.

-¡Pete!
Tawan no pudo seguir aguantando, solo se puso de pie y alcanzó a su hermano que se dirigía a él
con un par de helados en la mano y lo sacó del sitio rápidamente sin dar explicaciones.

__________________

No sabia con quien sacar su coraje o desquitarse, así que después del fin de semana comenzó a
discutir con quien se encontrara, en el transcurso del dia lunes, ya se había peleado 3 veces con
Khunn, se habían criticado entre sí y alguien tuvo que separarlos porque estaban a punto de
lanzarse por el balcón.

La puñalada vino después, mientras se dirigía a la cafetería en busca de algo que comer, observó
personas murmurando y corriendo por los pasillos, algo que era completamente normal. En una de
las esquinas, miró a Kinn, él parecía feliz. No lo había visto sonreír de esa forma, ni siquiera
cuando estaban juntos, su mirada ahora era más madura y diferente, como si no solo albergara
emociones, sino también existiera un brillo único. Kinn mantenía su brazo sobre el hombro de un
chico, al que

Tawan recordaba como Porsche, ambos estaban bromeando mientras caminaban, él supuso que
hacía la cafetería. A pesar de que quería evitarlos, estaba hambriento, esa mañana tuvo que salir de
casa temprano sin poder desayunar a tiempo. Observó las mesas semi-ocupadas y otras que estaban
completamente libres hasta que sus ojos volvieron a captar a Kinn y Porsche dirigirse hacia una.
Dió un vistazo y en esa se encontraban los dos mejores amigos de Kinn, Tay y Time, en la mesa a
un lado estaba Khunn, la escena frente a él hizo que su sangre hirviera nuevamente quitándole el
hambre.

Pete se encontraba encerrado entre los brazos de Vegas, el chico parecía estar sonriendo mientras
hablaba con Khunn a lado, Vegas le daba pequeños besos en la mejilla y Pete solo trataba de
evitarlos, no era de manera grosera, como si fuese un juego que ambos tenían entendido, Vegas
pedia mas y Pete lo negaba hasta que cedía, Khunn hacía señas de arcadas mientras le sacaba la
lengua a su primo y charlaba con Pete sobre cualquier cosa. Sin embargo, hubo un momento en que
la atención de Khunn fue capturada por alguien más, y Vegas aprovechó para girar a
Pete quedando frente a frente, le dió una sonrisa y levemente se inclinó.

Lo estaba besando.

Vegas, aquel chico que jamás besaba a las personas.

Estaba haciendo una demostración pública de afecto, eso fue lo más sorprendente, la manera en
que ambos parecían entregarse al beso y reír en medio de el, se veía como una estupida serie de
televisión con sus romances juveniles. Después de un momento se separaron, y Vegas solo le
acarició las mejillas a Pete mientras le componía la boina que llevaba en la cabeza. Pete le
devolvió la sonrisa mientras tomaba su mano, Tawan quería vomitar, miles de sentimientos se
arremolinaron dentro de él, había envidia, rencor, pero sobre todo, anhelo. El anhelo de destruirlos,
de verlos arruinados y separados.

Salió de la cafetería con un plan en mente, quizá Vegas no regresaría con él, pero tampoco dejaría
que Pete lo tuviera.

__________________________________________________

Su mañana podría considerarse normal, de no haber sido por el molesto tono de llamada
arruinando su día. Su celular no dejó de sonar durante todo ese tiempo seguido de la vibración de
mensajes. Vegas se talló el rostro y tomó su móvil con los ojos entreabiertos, podía asegurar que
habían casi 20 llamadas perdidas de parte de Kinn y otros 20 mensajes en el chat de la familia. La
mayoría era de Khunn diciendo las ganas que tenía de estrellar una bandeja de comida en la cabeza
de Vegas.

Se incorporó sentándose en su cama y comenzó a subir el resto de chats hasta que vislumbró el que
más le interesaba.

Pete.

Solo habían dos mensajes y eran de hace aproximadamente dos horas.

Pete:
Estoy seguro que debes estar dormido aun, aun así espero que despiertes con bien, supongo que nos
vemos más tarde en la escuela.

Vegas sonrió, hasta que leyó el más reciente.

Pete:
Creo que deberías venir a la escuela cuanto antes.

Vegas frunció el entrecejo, ese día tenía la mañana libre y solo debía presentarse hasta después del
mediodía para la entrega de algunos trabajos y entrenamiento.

Comenzó a marcar el número de Pete pero no contestó.

Su celular comenzó a vibrar nuevamente con una llamada entrante: Kinn. Vegas contestó
rápidamente.

-Joder, al fin.- la voz de su primo se escuchaba alterada.- Necesitas venir cuanto antes a la escuela.
No creerás lo que pasó.

Después de haber leído el último mensaje que recibió en lo único que pudo pensar fue en Pete y su
hermano.

-¿Qué pasó? ¿Le pasa algo a Pete o Macao?

-No.- respondió rapidamente.- Vegas, es sobre ti.

-¿Sobre mí?

-Vegas, alguien expuso unas fotos sobre ti.

-Maldición Kinn, solo dime lo que sucede.

-Te las envié por mensaje, fue vergonzoso. Y creo que fueron con toda la mala intención porque
estaban justamente sobre el pupitre de Pete. Imagina su impresión al llegar a clases y lo primero
que vea sea eso.

Vegas puso a su primo en altavoz mientras su corazón latía acelerado y se dirigió al chat entre
ellos. La vista que lo golpeó le heló la sangre, realmente no le importaba lo que dijeran o no de él,
era más que nada el hecho de que su primo dijo que alguien las puso especialmente para Pete. Eran
diferentes fotografías de él con personas distintas, el rostro de todas ellas habian sido borradas con
color negro, excepto la de Vegas, en todas ellas se le podia ver a Vegas con personas en diferentes
lugares, pero siempre teniendo sexo. De lo poco que se podía vislumbrar, era a Vegas sosteniendo
a alguien esposado, a veces con sus manos alrededor del cuello o golpeando a una persona.

-Qué carajo.- habló.

-Eso no es lo malo. Todas tienen fechas grabadas en la parte inferior.

-¿Y? Todas estas personas son de antes de Pete.

Hubo silencio a través de la línea.

-Kinn. ¿Qué pasa?

-Hay una.

-¿Qué pasa con ella?

-La más reciente tiene fecha de hace 2 días.

-Estas jodiendome.- Vegas se apresuró a poner su uniforme y se dirigió al baño rápidamente para
alistarse, después tomó las llaves de su coche mientras escuchaba a su primo parlotear sobre las
millones de maldiciones que había dicho Khunn y lo peligroso que era acercarse a él en ese
momento.- Esa foto está manipulada.

-No me importa nadie.- dijo,- necesito hablar con Pete.

-Lo sé,- su primo dijo a través de la línea. -Mandame un mensaje en cuanto llegues, escuché que
estará en la biblioteca junto a Porsche y Khunn, pero eso no lo escuchaste de mí, ¿de acuerdo? solo
avísame para poder distraerlos.

Vegas habló un poco más por teléfono antes de colgar y dirigirse a la escuela, estaba furioso,
mataría a quien sea que haya hecho esto, pero primero debía hablar con Pete de esto, la fecha en la
fotografía de la que hablaba Kinn era del día martes. Se la había pasado en una reunión familiar
desde la tarde hasta la noche, incluso se mensajeó con Pete durante todo ese tiempo, a pesar de ello
una espina se instaló en su corazón, el miedo recorrió todo su cuerpo, la sola idea de que Pete no le
creyera y lo dejara le aterraba, estaba dispuesto a suplicar por él, iba a demostrar que todo era falso,
que alguien quería separarlos. Primero tenía que ser claro con él y después destrozaría a la persona
que estaba detrás de esto.

Cuando llegó a la escuela los pasillos estaban vacíos, la mayoría debía estar en clases o en alguna
otra parte, le mandó mensaje a Kinn para avisarle y se dirigió hacia la biblioteca, vió a través de un
ventanal en la puerta a la persona que buscaba, Pete estaba con un libro frente a él subrayando,
parecía concentrado en lo que hacía con el ceño levemente fruncido, el corazón de Vegas latió
repentinamente ante la vista, aun cuando la biblioteca estaba llena de personas, sus ojos solo se
enfocaron en Pete, no podía ver a nadie más, era hermoso, tenía una nariz afilada y sus hoyuelos
característicos que se formaban ante una sonrisa o una mueca, lo amaba.

Amaba su risa, sus malos chistes y sus ocurrencias, amaba el paquete completo y no estaba
dispuesto a perderlo. Miró a un chico tocar levemente el hombro de su novio mientras parecía estar
haciendole una pregunta, Pete asintió y señaló algo en el libro del chico, los sentimientos
conocidos como celos se asentaron en su estomago, queria ir y tomar la mano de Pete, quería
atraerlo hacia sí y recordarle lo feliz que era a su lado.
El chico dijo algo en voz baja mientras se daba la vuelta y regresaba a su asiento. Vegas observó a
Pete asentir diciendo adiós con la mano y entró por la puerta rápidamente.
Algunos ojos voltearon a verlo y otros lo ignoraron, pero él solo estaba interesado en que alguien
notara su presencia, se movió ligeramente hasta quedar en la silla a lado de Pete.

De repente se sintió nervioso.- Pete.- dijo únicamente.

Pete alzó la vista y le dió una sonrisa discreta.- Pensé que seguirías durmiendo.

Vegas notó cómo trató de aliviar el ambiente, no lo atacó ni se mostró irracional, era como si
estuviera sopesando sus opciones y decidiendo cómo proseguir. Vegas sintió su corazón apretarse
nuevamente, muchas veces se preguntaba si era digno de este amor, si era digno de Pete.

-Pete.- Vegas habló rápidamente moviendo su mano sobre la mesa y tomando la de su novio
suavemente.- ¿Podemos hablar afuera?

El chico frente a él le sonrió mientras asentía y se comenzaba a poner de pie para guardar sus
cosas. Ambos comenzaron a dirigirse a la salida del sitio y una vez afuera, una voz resonó por todo
el sitio.

-¡Tú! -era la voz de Khunn. Su primo se movió rápidamente y tomó a Pete del brazo mientras
señalaba a Vegas,- ¿Cómo te atreves a venir a buscarlo?

-Khunn.- habló Pete tomándolo del brazo,- estoy bien, hablaré con Vegas.

-No.- respondió.- ¡No te dejaré con él Pete! -Khunn parecía a punto de hacer un berrinche.

-Solo hablaremos.- Pete colocó su brazo alrededor de los hombros de Khunn,- yo te llamaré.

Khunn hizo una mueca acompañada de un puchero antes de asentir.- De acuerdo,- dijo con brazos
cruzados y miró mal a Vegas.- No vayas muy lejos de mi vista.

Pete sonrió y Khunn se fue corriendo hacia otro pasillo.

-¿Te gustaría hablar en el patio? -Vegas miró a Pete.

-Mju,-respondió mientras ambos comenzaban a caminar, las manos de Vegas estaban sudorosas y
sentía su cuerpo temblar por los nervios, estaba listo para suplicarle a Pete que no lo dejara, si le
pedía tiempo, rogaría, Vegas era consciente de lo que significaba cuando alguien mencionaba que
necesitaba espacio. Si Pete le decía que terminaran, rogaría. No importaba que tan malo fuese el
resultado, Vegas estaba dispuesto a ceder y rogar.

Ambos se pusieron bajo uno de los árboles de cerezo, Pete dejó su mochila en el suelo y se recargó
con los brazos cruzados en el tronco a su espalda, Vegas se mordió el labio antes de hablar.

-Te juro que todo tiene una explicación.

Pete estaba a punto de abrir la boca pero Vegas volvió a interrumpirlo.

-Puedo jurarte por mi hermano que esa foto con fecha de hace dos días es mentira.

-¿No eres tú?

-Soy yo.- Vegas respondió.- Pero no es de hace dos días. Pete te juro que no he estado con nadie.
El martes me la pasé en el almuerzo y cena familiar todo el día, pasé el rato con Kinn, lo juro.

Pete lo miró por un instante, Vegas podía ver su mente trabajando y dando vueltas, estaba
sobrepensando todo, como si hubiera una lucha interna. Después de un momento Pete tragó
asintiendo pero Vegas podía ver sus ojos cristalinos, como si tuviese ganas de llorar.

-Pete, ¿qué pasa? ¿Te dijeron algo más que eso? Admito que solía grabar eso, pero te juro que
ahora no conservo nada de esas antiguas relaciones, lo borré después de conocerte, eliminé todo,
no sé cómo salió a la luz, juro que haré lo necesario para demostrarte que eres el único para mí,
pero dime Pete, ¿cuál es el problema?

Él negó,- No, no es eso.

-¿Entonces qué pasa? -Vegas sostuvo su rostro entre sus manos limpiando los ojos llorosos de
Pete.

-¡Estoy enojado! -Pete alzó sus manos y comenzó a hablar de forma rápida en un idioma que Vegas
no pudo entender ni captar.- ¡Esas cosas no se hacen!

-¿¡Te hicieron algo!? -se alteró de repente ante la idea.

Pete negó con vehemencia, hizo un puchero y movió su cabeza.

-¡A ti! ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? Esas son cosas privadas, no se divulgan.

El cerebro de Vegas dejó de funcionar, se separó de Pete un momento que ahora estaba
nuevamente de brazos cruzados y se pasaba las manos por la cabeza de vez en cuando, parecía
estar teniendo un conflicto interno.

-Pete,- Vegas lo tocó cuidadosamente y su novio lo miró de forma suave,- todo este tiempo,
¿estuviste enojado por mi y no por pensar que te estuviese engañando?

Pete volteó la cabeza de manera brusca. -Cuando vi la fecha de esa foto no supe cómo sentirme,
pero no parecía posible, me estuviste mandando mensajes todo ese día, además, Khunn se quejó de
ti todo el tiempo, así que era imposible. También Macao, me mandaba fotos de ti haciendo cosas
graciosas.

Vegas no sabía cómo sentirse, la manera en que Pete hablaba y se expresaba de él, la forma en que
confiaba y creía en él era algo que jamás pensó que experimentaria, esa fé ciega de la que muchos
hablan, este hombre frente a él tenía tanta confianza en Vegas que hizo que su corazón se calentara
y los nervios de su cuerpo se crisparan ante la sola idea de perder esto algún día, de pronto se
encontró a sí mismo envolviendo a Pete en un abrazo.

-Gracias.- susurró en su oído.

Pete le devolvió el abrazo, Vegas olió su colonia, era suave y fresca, como una brisa mañanera,
siempre calmada y serena.

-¿Por qué? -preguntó aun abrazado a él.

-Por no dudar de mi, estaba dispuesto a rogarte por si no me creías.

-Creo en ti,- Pete se separó un poco de él y le acomodó el cabello.- Creeré en ti siempre. Pero
realmente estoy enojado con la persona que hizo eso, ¡así que le pedí ayuda a Arm!

-Realmente no me importa lo que la gente crea Pete, lo único que me interesa es lo que tú pienses y
cómo te sientas. No quiero que exista algo que te haga sentir mal. Si alguna vez te hago enojar,
dime y trataré de mejorar en aquello que te molestó de mí, si te sientes celoso, dímelo, para
demostrarte que ante mis ojos no hay ni habrá nadie más que tú. Si te sientes triste, necesito que
me cuentes la razón y haré lo imposible por borrar el motivo de esa tristeza. Lo que quieras, solo
dimelo y te lo concederé.

Pete lo miró mientras le daba una sonrisa deslumbrante.- Supongamos que me puse celoso,- Pete
mordió sus labios, -¿que harás, uh? -alzó sus cejas mientras se pegaba al árbol detrás.

Vegas se comenzó a acercar a él y colocó una de sus manos en la cadera de Pete mientras que la
otra viajaba a su cuello,- tengo muchas maneras de demostrarte que solo te deseo a ti,- Vegas pegó
sus cuerpos y metió su nariz en el cuello de Pete inhalando su aroma para después susurrar,- y la
mayoría de ellas te implica a ti en mi habitación.

Sintió a Pete temblar levemente ante la confesión, se giró levemente y miró sus labios, le dió una
sonrisa y después se inclinó para besarlo. Fue suave al comienzo, pero se fue intensificando
conforme Pete fue abriendo cada vez más su boca incitandolo, delineó sus labios y coló su lengua
dentro, sus manos se movieron por el chaleco del uniforme de su novio y lo comenzó a alzar
levemente de las esquinas acariciando solo un trozo de piel, se tensó al sentir vibrar el cuerpo de
Pete ante su toque, recargó el peso de ambos contra el árbol sin dejar espacio entre ellos, sintió las
manos de Pete envolverse en su cuello y atraerlo más hacia sí.

-Estamos en la escuela.- Pete suspiró.

-¿Qué te parece ir a estudiar a mi casa después de mi entrenamiento?

Pete lo miró entrecerrando los ojos.- Estudiar suena a buena idea.- mantuvo sus manos unidas
detrás de la nuca de Vegas acariciando su cabello. Vegas unió las suyas por la espalda de Pete
manteniéndolo cerca a él mientras le daba un beso esquimal.

-¿Qué? -Pete se inclinó más

-Eres muy lindo.

-Me lo han dicho.

-¿Quien? ,-Vegas frunció el ceño.- No se equivoca, pero ¿quien te lo dijo?

Pete rió,- Mi abuela.

-Oh,- volvió a sonreír,- está bien.

Pete negó con la cabeza.- Eres insufrible.

-Te amo demasiado,- dijo,- ¿qué pasa si alguien trata de alejarte de mí?

-Nadie lo hará.- respondió,- no quiero a nadie más.

Vegas le sonrió,- estoy esperando con ansias que me lo demuestres.

Pete soltó una carcajada.- ¡Vegas, basta! -después de sonreírle, su novio mantuvo su agarre en él y
volvió a hablar.- También eres la persona que amo.

_______________________________

Tawan estaba harto.

Las estupidas fotografías no sirvieron. Eso solo pareció unirlos más, según lo que había escuchado,
únicamente hizo un lazo más fuerte, odiaba sentirse así de estupido.
Caminó por los pasillos de manera solitaria hasta que llegó al baño, se encerró en uno de los
cubículos mientras se sentaba en el suelo a pensar, era ridículo seguir haciendo esto, pero no quería
parar, no podía creer que su lazo fuese realmente irrompible, Vegas jamás fue de esos, nunca tomó
de la mano, odiaba la invasión a su espacio, incluso en su coche, detestaba subir a personas,
algunas parejas que tuvo lo aburrieron porque pedían demasiado, siempre anhelando tener más de
lo que Vegas estaba dispuesto a ofrecer, ¿que es lo que hacía tan especial de Pete?

Escuchó la puerta del baño abrirse y unos pasos se dirigieron hasta ubicarse frente al cubículo
donde él estaba sentado.

-Está ocupado.- le dijo a la persona al otro lado.

Sin embargo, nadie se movió. De forma repentina escuchó un azote en la puerta abriéndose de
golpe, Tawan saltó ante el sonido sordo. Frente a él estaba Pete, lo miró de manera sonriente, sus
mejillas estaban alzadas mostrando los hoyuelos en ellas.

-Perdón,- Pete parecía un retrato deslumbrante con una sonrisa brillante en su rostro.- Deberías
cerrarla con seguro si quieres evitar estos inconvenientes.

La vista frente a Tawan lo hizo temblar, los ojos de Pete parecía cargados de malas intenciones,
pero aún conservaba esa apariencia dulce e inocente.

-Dije que estaba ocupado.- Tawan se puso de pie para volver a cerrar la puerta, sin embargo, una
mano lo detuvo en el momento exacto. Pete lo miró sin pestañear, en ningún momento dejó de
sonreír, pero Tawan podía ver más allá de aquello.

-En realidad, tengo que hablar contigo. -le contestó Pete cruzándose de brazos.- Eres Tawan,
¿cierto?

El mencionado lo miró mal, trató de salir del cubículo, pero Pete se lo impidió.

-No irás a ninguna parte.- Pete volvió a decir, su voz estaba cargada de autoridad, con sus labios en
una línea y sus dientes apretados. A Tawan le recorrió un escalofrío.

-¿Qué es lo que quieres? No finjas que no me conoces.

-Realmente no te conocía,- Pete contestó,- me enteré de quién eras por mis amigos.

Tawan se cruzó de brazos,- eres tan malo fingiendo,- contestó,- estoy seguro que fue Vegas quien
te dijo quien soy.

-¿Mi novio? -Pete frunció el entrecejo con una sonrisa socarrona,- mi novio jamás te ha
mencionado.
Tawan odió la forma en que Pete pronunciaba ‘’mi novio’’, refiriéndose a Vegas, había una
especie de orgullo en ello, de una manera en que podía presumir y alardear de ello. Trató de no
demostrar el hecho de que se sentía ofendido por la respuesta de Pete.

-En realidad estoy aquí por otra cosa.- Pete colocó una mano en el pecho de Tawan y lo jaló de la
solapa del uniforme, lo movió un poco hasta sacarlo del cubículo y arrinconarlo en una de las
paredes del baño, tenía una fuerza impresionante.

Después, con su otra mano libre comenzó a sacar su celular. En ella, estaba una foto de Vegas sin
ropa, la que había sido expuesta la semana pasada, la que debió causar problemas entre ellos,
Tawan comenzó a sudar e inquietarse, sintió como la sangre abandonaba su rostro, y subió sus ojos
para mirar al chico frente a él, Pete le devolvió la sonrisa.
-Por tu rostro puedo adivinar que sabes a lo que me refiero.

-No sé de qué hablas, déjame en paz.- Tawan trató de librarse, pero Pete rodó los ojos y lo azotó
contra la pared haciéndolo tambalear.

-Te dije que te quedaras quieto.- Su voz era gruesa.

Tawan sintió a su cuerpo ponerse tenso.

-No sé si sepas quien es Arm,- Pete habló suavemente,- es uno de mis mejores amigos, de lentes,
excelente en computación y redes. Estoy seguro que algún día llegará lejos.-Tawan tragó con
fuerza y Pete siguió con su discurso.- Verás, no eres muy listo. Arm solo necesitó entrar a la
computadora de mi novio para ver los últimos dispositivos que estuvieron vinculados. Y ¡sorpresa!
-Pete sonrió como si hubiese encontrado un tesoro,- ¡Había uno con fecha de hace 3 meses!
¿Puedes adivinar de quién era?

Tawan negó, Pete colocó su mano en su hombro y apretó con leve fuerza.

-¿Estás seguro?

-Mío.- respondió rápidamente.- ¡Suéltame! ¡Sé que es mío!

Pete soltó una leve carcajada.

-Estas demente, igual que él.- Tawan se sacudió y Pete aflojó el agarre en su hombro, el chico
parecía buscar algo en su celular y él iba a aprovechar huir en ese momento, comenzó a dar un
paso, sin embargo sintió un pie meterse en su camino haciendo que resbalara y cayera al suelo en
un estruendo, su boca besó el piso, trató de ponerse de pie, pero sintió a Pete moverse a su lado
poniéndose de cuclillas.

-Te dije que te quedaras quieto.- Pete usó su mano para jalar el cabello de Tawan alzando su
cabeza, mientras ponía frente a él su celular que usaba minutos antes.- Deberías agradecerme,-
escupió,- mi novio quería destrozarte cuando se enteró que eras tú. Pero logré convencerlo de que
me dejara hablar contigo.

-¿Asustado de dejarlo a solas conmigo? .- respondió.

-Vegas no es muy agradable cuando se trata de protegerme, así que temí por tí.-Pete sonrió.- Pero
aprobó el método que usaría. -dijo felizmente,- claro que fue con su autorización, yo no soy como
tú. Y finalmente, no me importa lo que pienses. Solo quiero que te quede claro algo.- Pete apretó
más el agarre en su cabello.- No vuelvas a tratar de meterte entre nosotros.

Pete movió su mano para conectar unos auriculares al celular y despues le colocó uno en el oido a
Tawan, mientras él usaba el otro, se acercó para darle click a la pantalla en negro, despues de unos
segundos un video comenzó a reproducirse mientras el sonido de leves gemidos se escuchaban
claramente. Era una respiración pesada, Tawan trató de cerrar los ojos, pero Pete lo evitó.

-Mira,- se acercó a decirle,- observa bien.

La vista frente a él lo desconcertó, eran dos cuerpos en el asiento trasero de un coche.

-Estamos en el coche de mi novio,- le susurró Pete,- ¿has estado alguna vez en el?
Tawan negó.

-Eso supuse.- volvió a decir Pete.- realmente es cómodo hacerlo en esos asientos.

El estómago y corazón de Tawan se revolvieron, observó la forma en que Vegas sostenía a Pete, la
manera en que lo tenía sentado en su regazo, con su cabeza escondida en el cuello, mientras le
besaba el hombro y cerraba los ojos. La imagen era erótica, la cintura de Pete era aferrada por las
manos de Vegas, como si no quisiera dejarlo ir nunca.

-Te amo, Pete.- escuchó a Vegas decir.- Se siente tan bien estar dentro de tí.

Los gemidos de Pete resonaban por el lugar combinando con los de Vegas, era una mezcla de
suspiros y susurros, el sonido de besos era intenso y sus respiraciones sonaban agitadas.

Tawan trató de mover su cabeza para dejar de ver, pero Pete lo detuvo.-Necesito que lo veas bien.-
dijo,- Memoriza todo, ¿era así contigo? -Lo miró a la cara, no sabía qué rostro estaba poniendo,
pero la expresión en Pete le dió la certeza de que estaba satisfecho con su trabajo.-Lo imaginé..

El video frente a él siguió reproduciéndose, en el filme, Pete se aferraba a Vegas por su cuello
mientras daba pequeños brincos entrando y saliendo, se retorcia levemente entre las manos de su
novio, después, Vegas giró su rostro y comenzó a besarlo en los labios, Tawan podía ver cómo sus
cuerpos brillaban por el sudor y las acciones que estaban realizando.

-¿Te gusta así? -Vegas le preguntó a Pete en el video mientras se miraban.- Fuck, Pete, como me
excita tu rostro en estos momentos.

-Vegas siempre es tan considerado,- le dijo a Tawan,- a veces es muy rudo, creeme que lo sé, pero
también puede ser suave.- Pete le sonrió.

-Suéltame,- Tawan se retorció, pero Pete colocó su rodilla en la espalda presionando.

-¿Sabes como se ve al despertar? -preguntó y comenzó a hacer más presión con su rodilla.

Tawan negó.

-¿Nunca pasó la noche contigo? -su voz sonaba inocente.- Es un espectáculo. Me despierta con
besos y a veces prepara el desayuno.

El estómago de Tawan volvió a revolverse, odiaba a Pete, odiaba ver la forma en que Vegas lo
sostenía y le decía que lo amaba, odiaba que jamás fue así con él, todo era para satisfacerse a sí
mismo, jamás fue dulce en los toques, jamás lo besó y mucho menos le susurraba de esa forma.
Odiaba creerle a Pete lo que decía.

-A veces nos quedamos en su casa, y por la tarde pedimos comida y vemos películas con su
hermano. Luego pasa a dejarme a mi casa, ¿él conoce a tu familia? Vegas adora a mi abuela.

Tawan volvió a negar al sentir nuevamente la presión.

Realmente Vegas jamás conoció a su familia, ni a su padre o madre, solo se topó en una ocasión
con el hermano de Tawan, pero fue coincidencia, jamás le interesó la exclusividad, ni pasar tardes
con él, Tawan odiaba al hermano de Vegas porque él también lo odiaba, a menudo se quejaba y
había ocasiones en que Tawan quería estar con Vegas, pero Macao lo llamaba y Vegas abandonaba
todo por él.

-¿Sabes que le gusta besar mientras te sostiene contra la pared? Con mis piernas enrolladas en su
cintura. -Luego Pete le sonrió,- lo olvidé,- dijo,- él nunca te besó.

Tawan miró que el video casi estaba por terminar, escuchó la liberación de ambos llegando al
climax, despues de unos momentos, vislumbró la forma en que Vegas miró a Pete, sus ojos
brillaban con amor, devoción y éxtasis, le acarició la cabeza y besó su frente, comenzó a depositar
besos en toda su cara hasta que por último llegó a sus labios y escuchó la risa de Vegas mientras
besaba al chico en su brazos. Escuchó un ‘’te amo, Pete’’, seguido de un, ‘’eres el amor de mi
vida’’.

El video finalizó.

-Duele ser un juguete, ¿no es así? -Pete dijo. Los ojos de Tawan estaban llorosos, a punto de ser
desbordados en lágrimas.- Conozco a Kinn,- comentó Pete,- es el novio de mi mejor amigo,
Porsche estará feliz al saber que estás sufriendo y derramando cada una de las lágrimas que le
hiciste pasar.

-Estás demente.

Pete aflojó su agarre y comenzó a ponerse de pie, Tawan sintió su cuerpo tenso, sus músculos no
se movían, sus piernas temblaban y su cara le ardía. Pete lo ayudó a ponerse de pie mientras le
sacudía el traje y extendió un pañuelo para limpiar la sangre que salía de uno de sus labios, le dió
una última sonrisa y comenzó a caminar hacia la salida con las manos de los bolsillos, antes de
cruzar la puerta le dió una mirada a Tawan, volvía a tener esa mirada dulce y encantadora.

-Deja de tratar de meterte entre nosotros.- Pete se recargó en el umbral antes de salir.- Debes
aprender a alejarte cuando no te aman. Ten un poco de amor propio.

Y con ello, salió del baño.

Tawan se recargó contra la pared y comenzó a golpearla.

No quería pasar un segundo más en ese sitio, ni ver sus estúpidos rostros. Era complicado porque
era su último año, pero con algo de dinero y conexiones podrían meterlo en alguna otra
preparatoria antes de ir a la universidad.

Secó sus lágrimas y se miró al espejo, ese estupido chico habia arruinado cada uno de sus planes y
sueños, jamás podría odiar a alguien de la manera en que estaba odiando a Pete, pero también el
sentimiento de tristeza lo inundó, recordó todas las veces que Vegas lo despreció e ignoró, pero
tambien recordó como se veían los ojos de Vegas mientras miraba a Pete, había amor, deseo y
devoción, como si algo en ese estupido chico lo tuviese hipnotizado. No podía saber qué y
tampoco quería.

Y luego el momento que acababa de suceder, esa mirada estúpida que hizo a Tawan estremecerse
de miedo, como si una parte de Pete se mantuviese oculta, dejándola salir solo en momentos
necesarios haciendo todo mucho más aterrador. Tomó su celular y le mandó un mensaje
nuevamente a su hermano mayor alegando que se había caído.

Solo quería salir de ese sitio lo antes posible y no volver a ver a ninguno de ellos en su vida. Su
batalla aquí, había terminado.

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Esa tarde la lluvia azotó la ciudad, la mayoría de los estudiantes se habían retirado más temprano,
sin embargo el equipo de fútbol americano tuvo una reunión sobre las prácticas y los próximos
torneos que faltaban para finalizar el año.
Afortunadamente comenzó a llover y no tuvieron que quedarse a practicar en el campo.

Vegas recorrió los pasillos en busca de Pete, esa mañana su novio y él platicaron acerca de la
persona detrás de las fotografías, también acordaron que sería Pete quien enfrentara a Tawan,
Vegas podía estar seguro que Tawan no era amenaza para su novio, pero si se atrevía a siquiera
tocar uno de sus cabellos, Vegas lo haría lamentarlo.

Caminó mientras miraba las gotas de lluvia caer y escurrirse por los ventanales, comenzaba a hacer
frío, esa mañana no había visto el pronóstico del clima pero por suerte siempre cargaba una
chaqueta con él. Se dirigió a uno de los salones donde esperaba encontrar a Pete, siempre lo
esperaba en el mismo mientras Vegas tenía una de sus reuniones o entrenamientos y su novio
quería avanzar con algunas de sus tareas. A veces se sentaba en las gradas, pero Pete alegaba que
se distraía constantemente por estarlo observando, Vegas sonrió ante el mero recuerdo. Localizó el
salón y se asomó por una de las pequeñas ventanas.

Ahí estaba Pete, con sus ojos fijos en su libreta, su ceño fruncido y mordiendo un lápiz.

Antes de conocerlo jamás pensó que fuese posible enamorarse mas cada dia de una persona, de sus
hábitos, de sus muecas, de la forma en que sonríe, incluso de la manera tan particular que Pete
tenía de arrugar su nariz cada que se burlaba de él, sus ojos se iluminaban con tan solo ver comida,
y cada que la probaba, hacia los sonidos más cautivantes, Vegas quería guardar cada una de esas
cosas dentro de un cajón en su corazón, quería capturar los momentos dulces y los dificiles, asi
cada vez podía volver a reproducirlos y enamorarse una y otra vez.

Incluso en otra vida, lo elegiría a él, una y mil veces más.

Siempre será Pete. Fue como si llevara dormido 18 años, y al conocerlo, despertó emociones
desbordantes, el anhelo, el amor, el deseo, más que una simple posesión, era como si su mundo
hubiese comenzado a tomar sentido, no quería ver a nadie más, no quería sentir esto por nadie más,
todo se convertía en un río de sentimientos atrapantes que lo mantenían eclipsado, la soledad
comenzó a llenarse con tardes de risas, la noche se volvió dia mientras se acostaban en una
habitación hablando por horas o haciendo cualquier cosa que no involucre muchas palabras, mirar
a Pete era como ver una noche completamente estrellada, libre de contaminación, era ese respiro
que esperó sentir durante tanto tiempo, podía ser él mismo sin tener que ocultarlo y Pete jamás lo
juzgaría, no le exige ni pone una expectativa, porque amaba al Vegas de cada faceta, el amoroso, el
conflictivo, el que era una incógnita, aquel que tenía heridas sin curar, el que llevaba años en un
túnel sin luz, pero Pete tomó su mano y comenzó a caminar con él, su sonrisa era más brillante que
el sol y su mirada le daba la sensación de ver un atardecer.

Y luego cuando se entregaban el uno al otro, era mas que solo sexo, mas que el simple deseo de
poseer, queria recordar cada milimetro de su cuerpo, dejarle grabado su nombre con besos y
mordidas, queria sentir placer, pero que Pete tambien lo sintiera. Al momento de hacerlo, había una
especie de trato establecido, la forma tan sencilla que Pete tenía para entregarse llenaba cada deseo
de Vegas, a veces era tan pasional que le tomaba más de un respiro recuperarse y seguir.

Le encantaba saber cosas sobre él, sus gustos y disgustos los anotaba en una pequeña lista en su
cerebro, Pete tenía la sencillez de hacerlo sentir cálido, como en casa. La simple manera en que le
sonreía o abrazaba, no existía una intención oculta detrás de todo eso, Pete era sincero con lo que
decía, como si su boca no tuviera filtro, decía lo que pensaba sin temor y defendia sus ideales.

Abrió la puerta cautelosamente y el par de ojos lo observaron, los pómulos en las mejillas de Pete
se alzaron dejando ver el par de hoyuelos.

-¿Se canceló la reunión? -Pete hizo su libreta a un lado poniéndose de pie y se encontró con Vegas
a la mitad del salón.

Vegas dejó caer su bolso deportivo en el suelo y atrajo a Pete hacia él colocando sus manos en su
cintura e inclinándose para darle un beso.

-La reunión fue rápida, comenzó a llover y el entrenamiento se pospuso.

Pete asintió devolviéndole el beso, después de unos momentos se separó del abrazo y se dirigió
hacia su pupitre para comenzar a guardar sus cosas, Vegas lo observó mientras se sentaba en una
de las sillas vacías, una brisa se coló por una de las ventanas semiabiertas del salon y Pete se
estremeció.

-¿No trajiste suéter?

Su novio negó mientras se frotaba los brazos.

Vegas se puso de pie mientras comenzaba a quitarse la chaqueta que traía puesta y se la puso a
Pete en la espalda.

-¿Y tú que usarás?

-Hay muchas formas distintas de entrar en calor.- Vegas lo ayudó a ponerse la prenda mientras lo
miraba de forma coqueta. -Además, cuando lleguemos al coche prenderé la calefacción.

Pete asintió mientras colocaba su mochila en su espalda, Vegas lo tomó de la mano y recogió su
bolso del suelo mientras comenzaban a salir, recorrieron los pasillos de la escuela platicando sobre
como le había ido con Tawan. Pete le dijo que el mencionado ya no los molestaría más, que tuvo
que recurrir al método que acordaron, y que eso y un poco más de presión, fue suficiente.

-Me hubiese encantado verte amenazarlo.- ambos estaban frente al estacionamiento, la lluvia
seguía y debían llegar al coche.

-Creo que se sorprendió, -Pete se volteó hacia su novio,- ¿realmente no me veo amenazante?

Vegas depositó un beso en su frente.- Nadie lo creeria.

Los dos se tomaron de la mano mientras corrian bajo la lluvia, a mitad del camino, Pete se detuvo.

-¡Te enfermarás! -Vegas exclamó tratando de jalarlo.

-Podemos darnos una ducha cuando lleguemos a tu casa.- Pete lo jaló mientras depositaba un suave
beso en sus labios.- Es un cliché, pero realmente quería hacer esto.

Vegas sintió su corazón detenerse por un segundo y atrajo nuevamente a Pete hacia si, las gotas
resbalaron por el rostro de ambos haciendo que su cabello se les pegara a la frente, Vegas
profundizó un poco más el beso saboreando el momento. Pete colocó sus manos detrás del cuello
de su novio y se dejó envolver en la sensación de calidez, después de un momento, los dos se
separaron mientras se veían al rostro y se sonreían. Se dieron prisa para meterse al coche, la tarde
se había nublado ocasionando que anocheciera más rápido. Vegas prendió el coche encendiendo el
calefactor, una vez que todo estaba funcionando se recargaron en sus asientos, voltearon a verse al
mismo tiempo y comenzaron a reír a carcajadas, Vegas escuchó la radio de fondo, alguna canción
en inglés que describia lo que estaba sintiendo en ese momento, el sonido era leve, pero sin
embargo le atrajo la sensación de confort que estaba experimentando, como si la adrenalina en su
cuerpo estuviera disparada y quisiera escribir poemas sobre lo maravilloso que era sentirse amado,
‘’Se está limpiando el aire, respiré todo el humo’’.
-¿Qué pasa? -Pete preguntó entre risas, con su cabello pegado a su frente.

Quería decirle que realmente no pasaba nada, solo estaba maravillado y que no sabía a quién
agradecerle por traerlo a su vida.

‘’Es más brillante ahora’’.

Tener a Pete en su vida convertía todo en más brillante. Negó con la cabeza mientras comenzaba a
conducir saliendo de la escuela, la noche comenzó a caer y las gotas golpeaban el cristal, Pete le
mandó un mensaje a su abuela avisando que se quedaría en casa de Porsche esa noche, lo cual no
era cierto, pero desde que él y Pete comenzaron a salir, la abuela no le permitía quedarse en su casa
sin supervisión. Vegas tomó la mano de su novio y besó sus nudillos.

‘’Una vez crei que el amor seria en blanco y negro, pero es dorado’’

-¿Tienes hambre? -le preguntó,- Podemos pasar a comprar algo antes de ir a casa.

Le gustaba decirle ‘’casa’’, porque se imaginaba que algún día sería de esa forma, tendrían su
propio hogar.

‘’Una vez creí que el amor sería rojo ardiente, pero es dorado. Como la luz del día.’’

Miró a Pete, incluso si le dijeran que este era su último día en la tierra o que el mundo se acabaría
pronto, no había otra persona en el universo con quien quisiera estar.

-Podemos encargar una pizza con Macao,- contestó,- oh, la vez pasada me dijo que quería ver
alguna película con nosotros.

Vegas asintió, esto era otro de los motivos por los que amaba a Pete, su sencillez y manera en que
quería y aceptaba a su hermano, y saber que Macao se sentía tan cómodo con él, hacía burbujear su
interior, no necesitaba nada más. Eran las personas que más amaba en el mundo, por las cuales
haría cualquier cosa de ser necesario.

-Estaba pensando en hacerme otro tatuaje,- la voz de Pete sonó por el sitio y Vegas le bajó el
volumen a la radio.

-¿Ah sí? -preguntó con curiosidad. Pete tenía un tatuaje a la altura de la cadera, se veía
increíblemente bien en ese sitio, disfrutaba tocarlo y pasar su lengua por el lugar mientras
observaba como su novio se retorcía ante el toque.- ¿Dónde?

-¿Qué te parece en la espalda baja?

-Uh, -Vegas hizo un leve puchero. -Te quedaría espectacular, pero ¿quien te lo haría?

-Tendré que buscar.

-¿Por qué no vas con la persona que te hizo el primero?

Pete puso una mueca.- No quiero volver ahí, y menos pedirle que me ponga un tatuaje.

Vegas frunció el ceño.- ¿Qué pasó?

-El chico me invitó a salir, es incómodo.


-¿¡Que!? No, definitivamente no volverás ahí. -volvió a pensar un poco,- ¿y si no te pones un
tatuaje?

-¡Es que realmente quiero! ¿No te gustaría verlo?

-Joder, Pete, claro que me encantaria, pero no quiero que…

-¿Qué? -Pete movió una de sus manos hacia la pierna de Vegas, quizá su plan era tranquilizarlo,
pero eso solo hizo reaccionar su cuerpo ante el toque.

Condujo por una calle estrecha deteniéndose en uno de los callejones, todo estaba absolutamente
oscuro. La única luz que alumbraba el sitio era uno de los faroles a la distancia, miró a Pete un
momento y sostuvo su mentón.

-No me agrada la idea de alguien mas tocandote.

Pete pareció animado ante la respuesta, subió una de sus manos acariciando el cuello de Vegas y
con la otra le apretó ligeramente la pierna.

-¿Por qué? -preguntó.

Vegas se animó, pasó uno de sus brazos por la cintura de Pete atrayéndolo más hacia él, puso
seguro automático a todas las puertas y agradeció que estuviese lloviendo, de esa manera nadie
estaría cerca del sitio. Movió su asiento recorriéndolo un poco más al fondo, Pete tomó eso como
su señal y se subió a su regazo. Ambos se miraron un momento a los ojos antes de lanzarse a un
beso, Pete abrió su boca soltando un pequeño gemido ante el movimiento y fricción de sus cuerpos,
Vegas introdujo su lengua haciendo que el beso se profundizara más.

Metió sus manos bajo el uniforme de Pete haciéndolo arquearse ante el leve toque con sus dedos
fríos, acarició suavemente el tatuaje en la cadera de su novio para después volver a subir hacia su
pecho dando ligeros apretones.

-Vegas,- Pete le susurró al oído alejándose del beso.

-¿Qué pasa amor?

Pete señaló los asientos traseros y él únicamente le devolvió la sonrisa, su novio se bajó
rápidamente de su regazo. Pete miró la manera en que Vegas se quitó su camisa fácilmente y
comenzaba a desabrochar su pantalón, se colocó sentado en la esquina del asiento a un lado de la
ventana, la lluvia de fondo amortiguaria los sonidos para el exterior, pero Vegas podía oír
claramente todo lo que su novio dijera.

Pete se quitó la chaqueta que traía delicadamente y la aventó hacia un lado, se deshizo de la camisa
del uniforme junto a su pantalón hasta quedar en boxers y abrió sus piernas para que Vegas se
acomodara entre ellas.

-Siempre tan dispuesto para mi,- comenzó a jalar el lóbulo de su oreja y Pete cerró los ojos ante la
sensación, Vegas lamió la base de su cuello dejando pequeños mordiscos,- eres mío Pete, solo yo
puedo verte de esta forma.

Pete tragó ante las palabras y su miembro palpitó. Su novio tomó la corbata que anteriormente se
había quitado del uniforme y le vendó los ojos. Las sensaciones comenzaron a ser mas intensas,
Vegas lo besó profundamente mientras sus manos recorrian su cuerpo jugando con el borde de sus
boxers, Pete jadeó por un poco de aire y escuchó la suave risa de su novio. Buscó a tientas para
verificar que Vegas ya no tuviese pantalón.
-Estás ansioso.

-Callate.

Escuchó nuevamente la risa tonta que decía que Vegas estaba disfrutando verlo así de desesperado.
Vegas comenzó a lamer su pecho, depositó besos suaves y luego succionó uno de sus pezones
mientras que con sus dedos pellizcaba el otro. Pete jadeó ante el placer.

-Eso es cariño,- habló,- quiero escuchar cuánto disfrutas que te haga esto.

Pete sintió la mano de Vegas moverse hacia donde estaba el viejo tatuaje, justo en su cadera bajo
su estómago. Sintió una lengua recorrer la zona sin inhibición y Pete tocó la cabeza de su novio
arqueandose ante la sensación arrolladora que lo hacia sentir el cosquilleo por todo su cuerpo.

-Vegas, por favor, -Pete movió su mano para tratar de sacar su boxer, pero su novio lo impidió.

-Quiero ser yo quien te lo quite.

Con calma, Pete sintió como las manos de Vegas jugaron con el dobladillo de su prenda para
después bajarla de manera precipitada, no podía ver nada, pero podía sentir la respiración pesada
de Vegas a un lado de su miembro, el aliento caliente que lo hacía retorcerse mientras estaba con
los ojos vendados, la forma en que Vegas lo tocaba, como si fuese un tesoro, pero a la vez le ponía
ese toque de posesión, la boca de Vegas se acercó a sus muslos y comenzó a dejar besos y
succionar partes.

-Mío.-dijo simplemente.

-Tuyo.- respondió con la boca entreabierta.- Todo tuyo.

Incluso sin poder ver, sabía que su boca debía estar sonriendo. Sintió los labios de Vegas
nuevamente cerca de su rostro y Pete alzó sus piernas enrollandolas en la cadera de su novio, pudo
sentir su piel, lo que significaba que en algún punto Vegas se había deshecho de su ropa restante.

Al terminar el beso, Vegas acercó su mano a la boca de Pete.- Lame mi mano,- le susurró. Pete
obedeció. Luego, sintió cómo Vegas tomaba su propia mano y la lamia de igual forma para
después dirigirla a su miembro.

-Tocame,- Vegas hizo que ambos se comenzaran a masturbar mutuamente, con la mano de Pete en
el miembro de Vegas y la de él en el de Pete.

Cuando sintieron que estaban a punto de llegar, Pete paró.- No quiero que te corras en mi mano,- la
forma sutil en que lo dijo, hizo que Vegas se pusiera mas duro.- Quiero que lo hagas mientras estás
en mi interior.

-¿Tienes alguna idea de lo que le haces a mi cuerpo cada vez que dices algo como eso? -Una vez
que Pete sintió a Vegas dejar el espacio entre sus piernas, y escuchó como el asiento del coche se
hundió a su lado, tomó eso como su señal para volver a subirse en su regazo.

Vegas lo tomó por las caderas y Pete sintió como ambos miembros se rozaron, escuchó el sonido
de una botella abrirse y supo que era el lubricante, después la sensación de unos dedos invadiendo
su canal trasero lo hizo dar un respingo, lo frío del gel y la intromisión hizo que su columna picara
un poco, Vegas comenzó a besarlo mientras sus dedos trabajan entrando y saliendo hasta que
estuvo listo.

Pete se movió tomando la mano de Vegas haciendo que parara y después tomó el miembro de su
novio con una mano buscando alinearlo con su entrada, a estas alturas sabe que Vegas ha puesto
mas lubricante, siempre cuida a Pete de esta forma, Vegas lo dirige con cuidado evitando que se
equivoque,. Una vez que sintió la punta del pene rozar contra su trasero y deja que se deslice con
cuidado levemente. Permanecen unos segundos así, con Vegas sujetándolo sin dejarlo caer por
completo para no lastimarlo, ambos se besan, el aliento es caliente y para ese momento Pete sabe
que los cristales deben estar empañados ante las respiraciones agitadas de ambos, estira sus manos
y pegó más su cuerpo al de su novio aferrándose a sus hombros. Siente los labios de Vegas
besando su coronilla y susurrando palabras que no puede identificar claramente.

-Estoy listo,- dijo escondido en el cuello de su novio,- ¿tú estás listo?

Vegas agarró su trasero y comenzó a dar ligeros apretones amasando la carne bajo sus dedos.-
Estoy listo para follarte toda la noche cariño.

Pete se dejó caer ante las palabras, adoraba la manera sucia que ambos tenían al hablar durante el
sexo, la forma en que Vegas hacia que su cerebro explotara y le dijera cuanto disfrutaba tenerlo de
esta forma, pero tambien amaba volverlo loco, haciendo que Vegas parloteara cosas sin sentido
diciendo su nombre cada que podia, la forma en que ponía sus ojos y su boca entreabierta cada que
Pete tomaba el control. Comenzó a dar pequeños rebotes en el miembro mientras se besaban, su
mente se volvió borrosa y sabía que sus mejillas ahora estaban teñidas de rojo debido a las
emociones, sintió las manos de Vegas tocándolo por todas partes, lamiendo la base de su cuello y
dejando pequeñas marcas mientras lo muerde levemente, Pete se aferró a la espalda de su novio
arañando y soltando pequeños gemidos por todo el sitio que se entremezclan con los de Vegas.

-Ah, Pete, te mueves tan bien. -Vegas lo apretó nuevamente, tener los ojos vendados hizo que las
sensaciones fuesen más fuerte, amaba ver lo deshecho que Vegas se veía cuando estaban
haciéndolo, pero también disfrutaba estar a su merced, con los ojos cubiertos solo para él. Ambos
comienzan a acelerar el ritmo de las embestidas y a besarse sin control, parecen simplemente dos
criaturas entregándose mutuamente sin inhibición, puede sentir el coche moviéndose al compás de
los ambos.

-Ah..ah..Vegas.- Pete soltó un pequeño grito acompañado de un gemido de placer al sentir el pene
de su novio rozar el punto que lo hacía perder la cabeza y apretó los hombros de Vegas fuertemente
mientras lo mordía al mismo tiempo.- ¡Ahí!

-Dí mi nombre de nuevo. -La forma excitante en que lo dijo hizo a Pete perder la razón
nuevamente.- Me encanta escucharte decir mi nombre mientras te follo.

Pete sintió como Vegas lo tomó suavemente y les dió la vuelta, ahora la espalda de Pete
descansaba contra el respaldo de la puerta y sus piernas quedaron al aire, Vegas comenzó a quitarle
la corbata de los ojos y lo primero que vió fue su sonrisa.- Necesito ver tus ojos mientras estoy a
punto de hacerte llegar.

Pete se aferró a él nuevamente colocando sus manos detrás de su cuello y sus piernas quedaron en
los hombros de Vegas, su novio colocó ambas manos en el cristal de la ventana mientras se movía
rápidamente en su interior, la mente de Pete estaba empañada de placer y podía ver lo mismo en la
otra persona, sus ojos enfocados solo en Pete.

-¿Más? -Vegas le pregunta.

Pete asiente con demencia.-Mas, por favor, más rápido.

Vegas comienza sus embestidas con mayor ritmo haciéndolos a ambos retorcerse de placer
mientras da en el punto exacto que a Pete le encanta, Vegas toma su rostro ligeramente y lo hace
mirarlo, puede ver el momento el que Vegas comienza a poner sus ojos en blanco y sabe que están
a punto de llegar al orgasmo.

-Pete, Pete, tu interior es tan caliente…-le dice mientras lo besa, a este punto, ambos parecen no
tener control y puede sentir el sudor en sus cuerpos, su estómago se siente caliente y sabe que está
a punto de soltar todo. Comienza a gemir sin inhibición mientras Vegas toma las piernas de Pete y
las coloca alrededor de su cintura dando un par más de embestidas dejándose liberar al mismo
tiempo que Pete llega manchando el espacio entre ellos. Se miran un momento más y sonríen,
Vegas lo jala hacia él y Pete siente su espalda caer por completo en el suave colchón del asiento,
Vegas se coloca sobre él mientras se besan y se sonríen, aún está en el interior de Pete, pero esto le
gusta, este es el momento post-orgásmico que Pete ama, porque después de esto, Vegas lo mira con
ojos de adoración y le dice palabras dulces sobre lo mucho que lo ama.

-Te amo, Pete.- Escuchó a Vegas decirle mientras jalaba un pañuelo para limpiar sus estómagos.

-Te amo tambien, Vegas.- Pete le respondió, y sabe que no es la última vez que se lo dirá, espera
incluso llegar hasta viejos y seguirlo diciendo, cada día de sus vidas, incluso si están enojados, si
están felices, si han conseguido un logro, sabe que solo basta con decirse lo mucho que ambos se
aman, incluso cuando su cerebro falle, sabrá que este es el rostro de la persona a la que amará por
el resto de su vida y en todas las que siguen, lo amará en cada universo.

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