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ESTUDIO PARA DETERMINAR EL VALOR DE LA RADIOTERAPIA POSTOPERATORIA

durante once años, un hospital oncológico muy respetado al oriente de Asia


investigó un tema muy debatido: ¿La supervivencia de pacientes con cáncer de
esófago aumenta al aplicar radioterapia después de una resección —extirpación
quirúrgica— de las células cancerígenas? Antes de que se iniciara el estudio,
éste no fue objeto de ninguna crítica desde el punto de vista de la ética, pues
por entonces pocas instituciones de investigación del país contaban con un
Comité de Ética de la Investigación (cei).
Los pacientes de ese hospital que fueron
sometidos a una resección radical durante el periodo mencionado fueron elegidos
al azar para formar parte de dos grupos de investigación: aquellos que solo
fueron intervenidos quirúrgicamente y aquellos que, además, fueron sometidos a
radioterapia —tratamiento con radiación para eliminar cualquier célula cancerígena
remanente— iniciada entre la tercera y la cuarta semana posteriores a la
intervención quirúrgica.

Los médicos clínicos informaron a los pacientes del grupo de radioterapia que
se les estaba brindando “una terapia innovadora”. Asimismo, les proporcionaron
una descripción completa de los posibles riesgos y beneficios del tratamiento,
después de lo cual los pacientes decidirían si aceptaban o rechazaban dicho
tratamiento. A ninguno de los pacientes se les informó que estaban participando
en un experimento. Los investigadores creían que la población de estudio tenía
una desconfianza cultural a la medicina científica tan arraigada, que la sola
mención del término “investigación” provocaría la negativa de la mayoría de los
pacientes a participar.
Los investigadores sostenían que a los pacientes se les había proporcionado toda
la información relacionada con la intervención ofrecida y, además, eran libres de
aceptar o rechazar el tratamiento; por tanto, consideraban que su aprobación verbal
bastaría para que el experimento cumpliera con las normas en vigor relativas
al consentimiento informado.

Los investigadores presentaron los resultados del estudio a una revista médica
muy respetada en los Estados Unidos de América para su publicación, lo que
significaba un respaldo importante a la radioterapia postoperatoria para el
tratamiento de cáncer de esófago. Tras una larga deliberación, el editor decidió
publicar el artículo, pero invitó a un médico y especialista en ética estadounidense
a escribir el editorial; este último criticó la ausencia no solo del consentimiento
informado sino también de una revisión ética, agregando que en el país donde se
había realizado el estudio eran frecuentes las violaciones a los derechos humanos. A los
autores no se les mostró el editorial ni se les invitó a contestar.
INSTRUCCIONES:

EN PARES RESPONDAN LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

ALUMNO 1: ____________________________________________

ALUMNO 2: _____________________________________________

1.¿Estás de acuerdo con la justificación ética sobre la cual sustentaron los investigadores
su decisión de no informar a los pacientes que participaban en un experimento? ¿Por
qué? Justifica tu respuesta.

2.¿Han sufrido algún daño los pacientes al no ser informados de que participaban en un
estudio? de ser así, especifica en qué consiste ese daño..

3. A pesar de que en la actualidad los mecanismos formales de consentimiento informado


y las revisiones éticas previas a un estudio están ampliamente difundidos, esa no era la
situación en el país donde se realizó el estudio. ¿Es adecuado emplear modelos éticos
vigentes para juzgar un estudio que comenzó hace ya muchos años?

4. ¿Se debería haber ofrecido a los autores la oportunidad de replicar el editorial? ¿Por qué?

5.¿El editor de la publicación especializada mostró un enfoque ético al publicar un editorial


sobre un estudio sin informar a los investigadores que lo llevaron a cabo?

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