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Principio de la energía

El Principio de Conservación de la Energía o Ley de


conservación de la energía, también conocido como el Primer
principio de la termodinámica, establece que la cantidad total
de energía en un sistema físico aislado (es decir, sin interacción
alguna con otros sistemas) permanecerá siempre igual, excepto
cuando se transforme en otros tipos de energía.

Esto se resume en el principio de que la energía en el universo no


puede ni crearse ni destruirse, únicamente transformarse en otras
formas de energía, como puede ser la energía eléctrica en energía
calórica (así operan las resistencias) o en energía lumínica (así
operan los bombillos). De allí que, al realizar ciertos trabajos o en
presencia de ciertas reacciones químicas, la cantidad de energía
inicial y final parecerá haber variado si no se tienen en cuenta sus
transformaciones.

De acuerdo al Principio de Conservación de la Energía, al


introducir en un sistema una cantidad de calor (Q) determinada,
ésta será siempre igual a la diferencia entre el aumento de la
cantidad de energía interna (ΔU) más el trabajo (W) efectuado por
dicho sistema. De esa manera, tenemos la fórmula: Q = ΔU + W,
de donde se desprende que ΔU = Q – W.

Este principio aplica también al campo de la química, pues la


energía involucrada en una reacción química tenderá a
conservarse siempre, al igual que la masa, excepto en los casos en
que esta última se transforme en energía, como lo indica la
famosa fórmula de Albert Einstein de E = m.c2, donde E es
energía, m es masa y c la velocidad de la luz. Esta ecuación es de
suma importancia en las teorías relativistas.

La energía, entonces, no se pierde, como se ha dicho ya, pero


sí puede dejar de ser útil para realizar un trabajo, conforme a la
Segunda ley de la termodinámica: la entropía (desorden) de un
sistema tiende al incremento a medida que transcurre el tiempo, es
decir, los sistemas tienden irremediablemente al desorden.
La acción de esta segunda ley en concordancia con la primera es
lo que impide que existan sistemas aislados que conserven su
energía intacta para siempre (como el movimiento perpetuo, o el
contenido caliente de un termo). Que la energía no puede crearse
ni destruirse no significa que permanezca inmutable.

Fue descubierta a mediados del siglo XIX por Mayer, Joule,


Helmholtz, entre otros conocedores de la época, la conservación
de la energía parte de los principios básicos de la conservación de
la materia que propuso Descartes, ya que este es una de las bases
de Mayer, Joule, Helmholtz para lograr desarrollar dicha ley,
para Engels, el descubrimiento de esta ley fue propicio para el ser
humano, aunado a ello, citando sus palabras “la unidad de todo el
movimiento en la naturaleza ahora ya no es una afirmación
filosófica, sino un hecho científico-natural”.

https://www.euston96.com/ley-la-conservacion-la-energia/

https://concepto.de/principio-de-conservacion-de-la-energia/

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