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Detección precoz de signos tempranos en la esquizofrenia desde Atención Primaria

Autores:

- Carol Palma1,2

- Núria Farriols1,2

- Jordi Cebrià1,3

- Josep Cañete Crespillo2

1. Facultat de Psicologia, Ciències de l’Educació i de l’Esport Blanquena. Universitat

Ramon Llull.

2. Hospital de Mataró i Centre de Salut Mental de Mataró (Consorci Sanitari del Maresme).

3. EAP Granollers Sud. Institut Català de la Salut. Barcelona


Resumen

La intervención preventiva en las enfermedades mentales está cada vez más en boga. En el

caso de la esquizofrenia, es sabido que la detección precoz de signos tempranos y su

correspondiente intervención precoz está teniendo unos resultados muy satisfactorios. Es

por este motivo por el que la detección de casos desde la comunidad se hace

imprescindible. Sin embargo, la detección precoz presenta una serie de dificultades a

muchos niveles ya que las personas con criterios de alto riesgo raramente consulta en los

dispositivos asistenciales y el nivel de comprensión de esta enfermedad a nivel social es

todavía muy bajo y muy estigmatizado por los medios de comunicación. Desde esta

perspectiva, el presente artículo presenta algunas vías de detección de signos tempranos de

la esquizofrenia así como propuestas para abordar las dificultades habituales de detección e

intervención en las fases tempranas de la enfermedad.

Introducción

Cada vez está más claro que un trabajo de detección precoz de los signos tempranos en la

esquizofrenia tiene un rendimiento clínico y social enorme. Sin embrago, este trabajo no es

fácil. Las personas que están en riesgo de desarrollar un episodio psicótico no están muy a

mano del sistema sanitario ni de otros focos de detección. Además, estamos poco

entrenados para esta detección precoz. En el presente artículo comentaremos algunos

conceptos relativos a estos signos tempranos y discutiremos algunas vías de mejora de la

situación actual.

La esquizofrenia como un continnum

El trastorno esquizofrénico se acepta actualmente como un continnum en el que

encontramos una serie de variables muy heterogéneas y de intensidad diferente que van

desde un período prodrómico hasta cuadros delirantes muy graves. En el período


premórbido se desarrollan algunos cambios sutiles, pero aparentes, en el funcionamiento

global de la persona que se mantienen hasta el inicio de los primeros síntomas psicóticos

evidentes (1) (ver figura 1).

El concepto de primer episodio de esquizofrenia presenta una serie de controversias en

cuanto a presentación clínica, formas de inicio y contexto de cada paciente. Este hecho

dificulta enormemente el terreno de la intervención precoz y la detección temprana de

pacientes en riesgo.

Esta cuestión es clave. En este período prodrómico es posible actuar y esta actuación

mejora notablemente la evolución de la enfermedad posterior (2-4). El problema estriba en

diferenciar las conductas dentro de la normalidad de aquellas que serían señales de alarma.

El período prodrómico en la esquizofrenia tiene una duración de 2 a 5 años de promedio (1)

y cursa con un deterioro progresivo de la esfera relacional y la aparición de la

sintomatología negativa. El pródromo en sí, es la forma más precoz del trastorno psicótico

y sin intervención, la persona progresará inevitablemente hacia la psicosis. Algunos

expertos plantean cuestiones a cerca de estos datos; ya que es sabido que hasta un 90% de

adolescentes presentan algunos de los síntomas prodrómicos presentados en la literatura

actual (5). La pregunta es, ¿cuántos de ellos culminarán en un primer episodio psicótico?.

Detección precoz del primer episodio

Aproximadamente un 80%-90% de pacientes con esquizofrenia presenta una variedad de

síntomas (cambios en la percepción, en las creencias, en el sistema cognitivo, alteraciones

en la afectividad y el comportamiento) que se inician de manera insidiosa antes del primer

episodio psicótico; del 10%-20% de éstos aparecen de forma brusca sin un período

prodrómico específico (6).


De todas las líneas de investigación centradas en el primer episodio o la fase inicial de la

esquizofrenia, en la actualidad ninguna obvia la importancia de la DUP (Duración de

psicosis sin tratar) o la DUI (Duración de enfermedad sin tratar) (7;8).

La DUP ha sido considerada por la literatura como uno de los factores pronósticos más

determinantes de la enfermedad. Hace referencia al periodo de tiempo transcurrido entre los

primeros síntomas psicóticos evidentes, que cumplen los criterios consensuados en los

manuales diagnósticos actuales como el DSM-IV (9), y el inicio del tratamiento.

Son muchos los estudios que demuestran que la DUP tiene una serie de consecuencias

sobre la remisión (más lenta) de los síntomas, un mayor riesgo de suicidio, el deterioro de

las relaciones sociales y familiares, la incapacidad laboral y de formación, el abuso de

sustancias, la violencia y delincuencia (10-15). Algunos autores llegan a afirmar que la

ausencia de intervención en los estadios iniciales de la esquizofrenia conllevará,

consecuentemente, limitaciones claras en la efectividad de los tratamientos psicosociales e

incluso en la cronicidad de la psicosis (16). Es por ello por lo que las tendencias actuales de

tratamiento en la esquizofrenia están apostando por la detección y la intervención precoz en

la esquizofrenia.

Ante esta panorámica, en nuestro país ya se están empezando a desarrollar líneas y

programas de atención en las fases iniciales de la enfermedad como el proyecto de

Torrelavega (Cantabria) de Intervención Temprana para la Psicosis o el programa PIPE de

Intervención Precoz en Mataró (Barcelona).

¿Cómo detectamos precozmente desde Atención Primaria?

Detectar personas de alto riesgo no es tarea fácil ya que algunos los signos indicadores no

necesariamente predicen la transición a un primer episodio psicótico. No obstante, los


trabajos de los expertos han permitido llegar a un cierto consenso para delimitar y definir

los grupos de signos y síntomas que pueden ayudarnos a detectar precozmente (3;4).

Indicadores para sospechar de la presencia del riesgo

El inicio de la esquizofrenia ocurre generalmente después de la adolescencia, una etapa

que, per se, ya se caracteriza por la presencia de profundos cambios emocionales y

conductuales que persisten hasta los primeros años de la vida adulta.

¿Qué factores y síntomas hemos que tener presentes en la detección precoz?

Existe una multiplicidad de factores importantes a tener presentes para la detección

temprana de pacientes con riesgo a presentar un primer episodio psicótico. Éstos podrían

distinguirse en cuatro grupos (ver tabla 1).

Para la valoración de los pacientes, se hace necesario tener en cuenta que la presencia de

los factores inespecíficos o de factores de riesgo, no son predictores de la transición a un

primer episodio. La evaluación del paciente ha de llevarse a cabo teniendo presentes la

presencia de los tres primeros bloques de factores y signos, pero sobretodo de la existencia

o no de los síntomas del cuarto grupo: los criterios de alto riesgo (UHR). Por tanto, hay que

estar muy atento a aquellos jóvenes que inician un comportamiento extraño, retracción

emocional y social, con creencias extrañas, ideas de referencia de corta duración:

“últimamente cuando voy por la calle la gente me mira mal... me da la sensación de que

hablan de mi”.

Abundando en lo anterior y con un ánimo de ser más sensibles y específicos, el grupo

australiano liderado por Patrick McGorry ha llegado a definir y caracterizar tres grupos con

alto riesgo de padecer un primer episodio (4) (ver tabla 2):

En los trabajos que se han hecho hasta el momento, interviniendo en esta fase prodrómica,

basándose en los criterios explicados os resultados han sido alentadores. Se observa una
tasa media de transición al primer episodio psicótico del 36,9%. Por tanto, la detección y la

intervención precoz suponen líneas de actuación claves en esta enfermedad.

¿Qué podemos hacer en nuestro medio?

Los datos anteriores abren una perspectiva nueva y sugestiva en la mejora de una

enfermedad que tradicionalmente ha sido considerada auténtica maldición. Sin embargo, en

nuestro medio hay algunos condicionantes que conviene comentar.

Las primeras son dificultades de detección, las segundas de comprensión tanto en los

dispositivos de Atención Primaria como en otros focos de detección como los Centros de

Educación Secundaria, los Centros de Justicia Juvenil o los Centros de Acogida (ver figura

2).

Desde esta perspectiva la actuación ha de realizarse en la comunidad. La formación a los

profesionales sanitarios y educadores será una tarea imprescindible para garantizar la

correcta detección de personas en riesgo sin caer en el etiquetaje ni la medicalización de

personas que presentan algún atisbo de trastorno conductual. Además de las tareas de

formación, deben ponerse en marcha otras vías de actuación que han resultado ser muy

útiles en el ámbito sanitario, educativo y en el social (ver figura 3).

La prevención primaria indicada de casos de alto riesgo supone un reto de actuación en la

intervención de la esquizofrenia. Para ello, se hace imprescindible un trabajo

multidisciplinar desde la comunidad donde los focos principales de detección tienen un

papel clave en el abordaje de las personas que padecen esta enfermedad.


Figura 1: La esquizofrenia como continnum de enfermedad

Síntomas prodrómicos 1er episodio Confirmación diagnóstica Evolución .....


psicótico (>6 meses)
Etapas de la
enfermedad

Esquizofrenia
intervención

Intervención Intervención precoz


Tipo de

preventiva

Intervención temprana o Tratamiento del 1er


prepsicótica episodio y de la fase
inicial
Tabla 1. Factores, signos y síntomas para detección precoz de pacientes en riesgo
- Cambios persistentes en el funcionamiento psicosocial (deterioro en el trabajo o
estudios), aislamiento social o pérdida de energía y motivación.
inespecíficos

- Trastornos del sueño o el apetito.


Factores

- Cambios emocionales como síntomas depresivos, ansiedad, tensión,


irritabilidad, ira, labilidad emocional, percepción de que las cosas han cambiado,
sensación de aceleración o enlentecimiento del pensamiento.
- Cambios cognitivos en la concentración, memoria, desconfianza o aparición de
creencias inusuales.
- Edad: adolescencia o primeros años de vida adulta (15-25 en hombres; 25-35
años en mujeres)
- Antecedentes familiares de trastornos psicóticos, trastorno bipolar o depresión
mayor.
factores de riesgo

- Personalidad vulnerable: esquizoide o esquizotípica


- Problemas de adaptación previos a la enfermedad.
- Retraso en las etapas del desarrollo en la infancia.
- Antecedentes de lesión craneoencefálica.
- Bajo nivel intelectual.
- Antecedentes de complicaciones obstétricas / traumatismos perinatales
- Nacimiento durante el invierno
- Acontecimientos vitales estresantes
- Abuso de sustancias
- Consciencia: despersonalización, pérdida de noción de la realidad
Signos prodrómicos de la

- Cambios en el pensamiento: interferencias, presión, bloqueos, límites borrosos


de la realidad y fantasía
- Cambios en la percepción: visión borrosa, ceguera, cambios en la percepción de
psicosis

los sonidos.
- Abulia: pérdida de interés, hábitos higiénicos, pensamiento productivo,
rendimiento escolar, expresión de emociones empobrecida.
- Aumento del rechazo social, el aislamiento y comportamiento extraño.
- Pensamientos delirantes paranoides o megalomaníacos.
- Desorganización circunstancial
- Distorsiones alucinatorias de corta duración.
- Síntomas psicóticos atenuados: ideas de referencia, creencias extrañas,
Criterios de riesgo ultra alto UHR

alteración del discurso, pensamientos mágicos, comportamiento extraño,


percepciones inusuales e ideación paranoide (un par de veces por semana al
menos durante una semana).
- Síntomas psicóticos limitados: los síntomas atenuados se intensifican pero
desaparecen en una semana
- Riesgo familiar: diagnóstico de esquizofrenia en la línea familiar primaria o
secundaria.
- Disminución de un 30% en la puntuación de la Evaluación de la Actividad
Global (GAF, DSM-IV) del paciente respecto al año anterior.
Tabla 2. Grupos de alto riesgo de transición al primer episodio psicótico. Adaptado de
McGorry et al. (2003).

- Grupo 1: Historia familiar de trastorno psiquiátrico en familiares de 1er grado


+ síntomas específicos + deterioro en el funcionamiento definido por un descenso
de al menos 30 puntos en la escala GAF en los últimos 12 meses.
- Grupo 2- Psicosis atenuadas: síntomas psicóticos positivos atenuados, por
debajo del umbral psicótico, durante al menos 1 semana.
- Grupo 3-Síntomas psicóticos intermitentes breves y limitados (BLIPS):
episodios breves de síntomas psicóticos, por encima del umbral psicótico, no
mantenidos durante más de una semana.
ƒ Para operativizar el umbral psicótico es recomendable utilizar la Brief Psychiatric Rating Scale
(BPRS) (Overall y Gorham, 1962) y la Comprehensive Assessment of Symptoms and Hystory
(CASH) (Andreansen et al., 1992).
o Puntuación > 3 en la subescala de alucinaciones del BPRS
o Puntuación > 4 en pensamiento inusual del BPRS más una puntuación > 3 en
convicción delirante de la CASH
o Puntuación > 4 en la subescala de desorganización conceptual del BPRS

Figura 2. Dificultades habituales de detección de signos tempranos de la esquizofrenia.

Dificultades de detección Dificultades de comprensión

- Los sujetos raramente acuden a las - Los centros educativos no encuadran


consultas de AP. algunos trastornos de comportamiento con
- Los signos y factores de riesgo pueden ser la enfermedad mental.
debidos a trastornos adaptativos y - Las familias no tienen elementos de
procesos propios de la etapa adolescente. comprensión de los síntomas precoces.
- En el caso de los chicos internados en - En el contexto del grupo escolar son
centros de menores o de acogida, los chicos con dificultades y a menudo es
signos y síntomas pueden verse eclipsados difícil contemplarlas como parte de un
por el desajuste psicosocial proceso más complejo.
- Algunos síntomas depresivos en el inicio - La red social de amistades tampoco está
pueden fácilmente ensombrecer la dotada de elementos para dar señales de
detección y la exploración completa de la alarma. La reacción natural en esta etapa
clínica que presentan. vital es de evitación.
Figura 3. Líneas de actuación para la detección precoz de casos.

Desde Atención Primaria Desde la ESO Desde la comunidad


- Talleres de formación - Talleres de formación - Publicación de artículos
- Creación de folletos y - Impartición de reuniones con información sobre la
documentación informativas en las enfermedad en diarios
informativos de acceso al asociaciones de padres de estatales.
usuario. alumnos. - Elaboración de folletos
- Creación de protocolos de - Impartición de sesiones informativos
actuación en la red de psicoeducativas de - Reducción del estigma
servicios territoriales información a los alumnos. social asociado a la
- Establecer una buena - Reducir el estigma de la esquizofrenia mediante
comunicación entre los enfermedad. los medios de
servicios de pediatría y de comunicación.
adultos. - Ofrecer información
actualizada de la
enfermedad en internet
tanto de la enfermedad
como de los recursos
disponibles.

Puntos clave:
- Es posible actuar en el período prodrómico de la esquizofrenia y esto va a incidir en
el curso de la enfermedad.
- Existen criterios de detección de personas con alto riesgo (UHR) que facilitan la
tarea preventiva.
- La formación de los profesionales que pueden detectar precozmente a personas en
riesgo es una tarea clave de la intervención.
- La detección debe realizarse desde la comunidad: la educación para la salud no debe
suponer un estigma social sino una herramienta práctica para la prevención y la
mejora del bienestar de las personas.
Referencias bibliográficas

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