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LETRAS SALVAJES

Revista de Literatura, Arte y Pensamiento de alta velocidad


Editor: Alberto Martínez-Márquez

Nueva época, número 16


Noviembre-diciembre 2014
Ilustración de portada: “Espinas” (foto, 2014) de Alberto Martínez-Márquez
(Bayamón, 2014).

Composición, tipografía y diseño: Alberto Martínez-Márquez


Cuidado de la edición: Alberto Martínez- Márquez
Diseño del logo: Iván Figueroa Luciano

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2
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Alberto Martínez-Márquez, Editor


Letras Salvajes
P.O. Box 250425
Aguadilla, Puerto Rico 00604-0425
Se decidieron a participar a su propio riesgo y
helos/as aquí:

Michele Gotay [fotografía] 5


Dionisio López Cabral [poesía] 9 3

Marta Aponte Alsina [narrativa]


15
Isidro Jiménez Guillén [ensayo] 19
Robin Alicea [arte] 23
Dante Lara [poesía] 30
36
Donna Haraway [ensayo]42

Betzabeth W, Pagán [fotografía]50


Livia Díaz [poesía] 54

Ana Marina Rúa [narrativa]60

68
Roland Topor [arte] 77

82
96
Ana Pobo [fotografía] 91
95
Ramón Marti [narrativa]98
Recomendamos 103
4

Mito de la mujer y el viento (1976)


por Tilsa Tsuchiya Castillo (Supe, Perú, 1936-Lima, 1984)
Michelle Gotay

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6
7
8

Michelle Gotay Morales nace en San Juan, Puerto Rico, en 1976. Es investigadora, fo-
tógrafa y activista feminista de derechos humanos y miembra de Amnistía Interna-
cional, sección de Puerto Rico desde el
2009. En la actualidad realiza su doctora-
do en Literatura Puertorriqueña en el Pro-
grama de Estudios Hispánicos de la Fa-
cultad de Humanidades, Universidad de
Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Ha
escrito ensayos sobre literatura, teoría y
crítica literaria, fotografía y cine. Sus in-
vestigaciones han sido premiadas por
excelencia académica a lo largo de su ca-
rrera. Publica en la prensa Puertorriqueña
y revistas arbitradas locales e internacio-
nales. Recientemente recibió la Beca de
Mérito y Ejecutorias Excepcionales del
Decanato de Estudios Graduados e Inves-
tigación (2013-2014) del recinto riope-
drense. Sus fotografías se inspiran por la
cadencia del medio ambiente citadino. Se
detiene ante el detalle, así como al marco
amplio. Procura evocar la estabilidad y el
movimiento, su firmeza y soltura. La pro-
vocadora inspiración de la imagen cotidiana, que convoquen el cuestionamiento social.
Dionisio López Cabral

REGRESO

Soy el otro
que Borges no ha leído.
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Esquirlas de un cadáver
dormido en el regreso

OBERTURA
Gime la sangre
sobre el cráneo
del primer hombre.
En las heridas
late el génesis

SOLITARIO
No sé de olvidos…
camino solo

ORIGEN
Durmiendo empiezo a crecer
todo mi cuerpo despierto
es una fantasía

El origen del ritmo


lo conocí en sueño
dejar de soñar
es dejar de existir

Si pienso en cantar despierto


ahí muere mi voz
PAISAJE DE SUEÑO

He aquí el paisaje del sueño


donde los sonámbulos danzan
y la algarabía es sólo una sombra
del horizonte sordo de los muertos

He aquí el paisaje del sueño


dibujando oscuros gritos 10
del hombres sin voces

he aquí el paisaje del sueño


donde una voz muerta asoma
en busca de su destino sepulto
en el jardín de las flores despiertas

SIN ALAS

Donde el signo nada explica


va un pájaro sin alas
dormido en oscuro vuelo
sin saber del horizonte

¿Oh pájaro sin alas


qué enigma ciñe tu vuelo?

Eres el pájaro luz


sin tumba ni mortaja
que ha cantado
a las aves maltratadas?

BORRACHO DE HONOR

El cadáver del héroe


sueña libertad

Dos ejércitos en combate:


el mío… y el del yugo
El fuego cruzado
desangra la tarde

Sonidos de tanques
me olvido del miedo

Pólvoras perfumadas
borrachas de honor
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DORMIDOS
He permanecido
entre el sueño y la muerte
¿Para qué cantar a los muertos?
más allá de la sombra
mi canto es horizonte

Así son los seres de la luz


arquitectos del misterio
que envuelve las almas
de los hombres dormidos

EJIDO
Aquel lugar sencillo
donde los lagartos
llevan agua a los muertos

EL ENIGMA

El enigma de la lluvia
es morir
para ser flor
GRITOS

¡Cómo duelen
estos gritos
que multiplican mi voz!

AUSENCIA

Empiezo a descender 12
cuando los grillos cantan.
Las cosas ausentes
perturban mi existencia

DIVAGACIÓN
Cansado del camino
divago en una sombra
que hiere mi existencia

DIBUJO
El poema
es un dibujo
para el ojo

GÉNESIS
Mi hueco,
la mariposa
que duda del gusano

VACÍO

Tirado en la esquina
el barquito de papel
se hunde en lágrimas
PAISAJE
A mi padre Cabral, siempre me sufre

Un sólo grito
duerme en el paisaje

AYER
13
Soy el ayer
en el espejo
de una ola
teñida de rocío

Nacido en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, en 1956. Ensayista, poeta


y animador cultural. Editor y fundador de los periódicos Mi aula, Vientre de sol y El ba-
rrio. Productor y coproductor de los
programas radiales “Sin mascar” y
“Marielena a los siete días.” Asistente
de página cultural del diario La Infor-
mación, coordinador de actividades del
Museo Don Tomás Morel, gestor cul-
tural de la Secretaría de Estado de Cul-
tura de Santiago. Con él asistimos a un
poeta auténtico, conciente de su oficio.
En él la difícil sencillez es norma. Ha re-
cibido numerosos reconocimientos por
su dedicada y entusiasta labor cultural.
Obras y opúsculos publicados: Origen,
Alegoría Vital, Soles de agua, Huecos
sellados y Un canto a Santiago. Su poe-
sía ha sido antologada en el libro Poe-
sía Contemporánea de Santiago,(1977-
2005), realizada por el poeta Enegildo
Peña bajo los auspicios de Ediciones
Ferilibro. Falleció en Santiago de los
Caballeros, su patria chica en el año
2006. Esta selección de su poesía es un homenaje por su condición de poeta destacado y
laborioso gestor cultural. (Selección de poemas y nota biográfica de Valentín Amaro).
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Marta APONTE ALSINA
BLOOD SAUSAGE (Fragmento de la dical le reserva al pequeño burgués
novela inédita Raquel en Rutheford) rústico. En París William Carlos y
Florence cenaron con James Joyce y

P
oco después de llevarle Nora Barnacle. Joyce se interesó en
el almuerzo a la madre, los ancestros vikingos de Floss. ¿Le 15
que preguntó por su cui- mencionó William Carlos que su ma-
dadora de años, la señora Abbot, sin dre era puertorriqueña? ¿Cómo hu-
saber que la habían despedido la se- biera entendido Joyce las palabras
mana antes, William Carlos recibió a Puerto Rican mother, o mother born
un fotógrafo enviado por la revista in the West Indies, in an island
Time. El nuevo editor del poeta es un called Puerto Rico? Nora Barnacle
joven que se ha hecho cargo del au- había sido lavandera, pero no lavó
tor maduro como se adopta una cau- nunca en los ríos de Mayagüez. A los
sa: divulgar la obra y la figura del Williams los despacharon con un
simpático médico de Rutherford. Sa- zarpazo cariñoso: eran, “beati inno-
be que los libros de Carlos no se ven- centi”.
den. Ha sido tanta la indiferencia, El editor sabe que los libros de
han sido tan negligentes los editores, William Carlos Williams no se ven-
tan numerosos los lectores inexisten- den y no le importa. Los guarda co-
tes, que el poeta es feliz como puede mo lingotes de oro en el banco. El oro
serlo quien escribe solo para desafiar le interesa por dos cualidades: ni se
la bilis negra de la tristeza diaria. Ha corrompe ni abunda. Sus abuelos no
publicado sin que nadie espere sus comprenderían la escandalosa prodi-
obras. Ha pagado por la impresión galidad de quien hereda una fortuna
de libritos descuidados que los edi- y la emplea en editar libros oscuros
tores enterraban en sus bodegas. Ha de grandes poetas despreciados. El
conocido a grandes artistas y colegas editor se llama Laughlin, tiene la risa
que no se tomaban la molestia de le- en el nombre. Llegó un día a la casa
erlo. En las vanguardias el desorden del ático en Rutherford con la mo-
iconoclasta pasaba por jerarquías chila al hombro, como quien espera
clasistas: los americanos leían a los una hospitalidad merecida desde
europeos, los europeos leían a los siempre.
europeos. Marcel Duchamp visitó la El fotógrafo de Time insistió
casa de los Williams en Rutherford y en retratar a Carlos con la bata blanca
aceptó una horchata de manos de Ra- que este no usaba nunca y en pose de
quel, pero al médico lo trató siempre médico generalista que no reniega
con el desdén que el vanguardista ra- de su oficio aunque le pesen los
años. Quiso fotografiarlo con sus pa- se su práctica sin que ello se reflejara
cientes. Ese día era la cita anual de en un aumento de sus honorarios, y
Christophine. Christophine. Así la cuando recién había recibido un
veía el médico, así la sentía: una ejemplar de su segundo libro de
negra silvestre hasta más no poder. poemas, a William Carlos le excitó el
Un bebedizo de las Indias Occiden- olor de Christophine. Ella lo supo y
tales. No caería bien la foto entre los supo que su estado de sobreviviente
lectores de Memphis, pero el Dr. Wi- de la preñez añadía tufos desqui-
lliams no tenía tiempo ni paciencia ciantes a la salsa. Dile a tu marido
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para pensar en lectores que no com- que ya pueden tener sexo. Se han
partieran su entendimiento con cumplido cuarenta días y estás muy
Christophine. La había asistido en bien. Eso había dicho el doctor
cuatro de sus cinco partos (al hijo Carlos, cerrando las piernas de la
mayor Christophine lo parió en Ja- mujer como quien tapa una olla
maica) y acabó resignándose a amar- donde se cuece un sopón con todos
la con el más constante de los amo- los ingredientes que la razón resiste
res. Como Christophine no necesita- y el paladar aprueba. Porque eso era
ba cariño, quererla era inevitable. la fábrica de aquella mujer. El pubis
Cuando la conoció, Carlos no de pelos escasos y lacios, en con-
era inmune al olor de las mujeres. traste con los encaracolados de la ca-
Cuando la vio pensó en el olor para beza. La raja larga, pulposa, del color
él particular de las negras. En esa de las granadas oscuras. El licor que
valoración de las razas no sospecha- manaba de alguna infección crónica
ba del prejuicio antillano de sus pa- era un aderezo picante, como esas
dres. Raquel hablaba con cariño y al- yerbas hediondas que mezcladas en
tanería de su negrita, porque Raquel, un mole de treinta ingredientes ad-
en Mayagüez había vivido como los quieren la sutileza de un coro de vír-
criollos mulatos de menor jerarquía, genes angelicales.
con un par de esclavos viejos y su Sí, lo hicieron. Una vez. Una
propia muchachita de compañía. Eso sola. Ni a él ni a ella se les ocurrió
antes de que el padre muriera y su que pudiera repetirse. Después de la
socio, el infame Krug – judío, según eyaculación precoz, el vínculo pode-
Raquel, que no obstante el apellido roso del matrimonio entre médico y
judío de su padre, como es común en paciente se revistió con una capa
las personas de origen imprecisable córnea de absoluta castidad. Carlos
y sobre todo en la vejez, se volvió ra- piensa que ese hijo de Christophine,
cista incontinente – se quedara con el segundo, el mecánico que de vez
los medios de subsistencia de la viu- en cuando revisa los niveles de acei-
da y de sus hijos. Buitre, garrapata, te del Ford destartalado que todavía
Krug. lo lleva de su casa al hospital y a al-
Cuando empezaba a extender- guna visita a los pacientes viejos, tie-
ne algún destello de Raquel en la mi- del consultorio – el fotógrafo tiene
rada. Lo piensa y cuanto hay en él de los dedos quemados y una expresión
sensatez se rebela contra la ocu- de bonzo estreñido en necesidad de
rrencia. Ese hijo se hizo en la noche purgante, quizás porque se ha rapa-
del día en que su semen se derramó do el pelo y su sonrisa rechina como
y Christophine corrió a limpiarse la un gozne sin aceitar y cuando dis-
entrepierna y a lavarse sin cuestio- para sus fotos deja las bombillas
namientos con un espermaticida que achicharradas en el piso del con-
él traía en el maletín. Jamás superó el sultorio sin molestarse en recoger-
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remordimiento de sus encuentros las– Christophine, diez años menor
con pacientes, pero sabía limpiar los que Carlos y que se ve tan ajada co-
restos. No que fueran tantas, pero mo él, no deja de presentarse sin lla-
ninguna envejeció tan bien como en- mar primero. Acostumbra traer al-
vejecieron los lazos afectuosos con gún regalo de los que solo ella es ca-
Christophine. No se repitió el chorro paz de hacer. Todavía no es abuela,
seminal como portal al sexo con el sus hijos no han tenido el mal gusto
marido. Fue un impulso que ningu- de casarse. Son tres varones cómo-
no de los dos comprendió ni cues- dos, prefieren la comida casera de la
tionó, ni echó de menos al segundo madre y la compañía de las putas. En
de consumarse. A fin de cuentas ocasión del examen anual, Christo-
Christophine forma parte de un ha- phine rescata lo mejor de sus creacio-
rén de cuya existencia solo sabe él nes, el fondo del caldero, para obse-
(eso cree él). Christophine y Floss quiar a la familia del médico. Ese
son amigas. Christophine todo lo fondo suele ser tan desentonado que
paga con algún rábano de su jardín. el médico tiene que esconderlo in-
A Raquel, que la trataba con la cor- cluso de Floss, la vikinga. A veces no
dialidad debida a los negros libres, se atreve ni a descubrir el plato. Lo
pero con cierta distancia, le hace esconde en el Ford y lo observa y
cuentos de su infancia en otra isla. A devora como preámbulo a la cena,
Floss, que prefiere no sospechar de antes de volver a casa, estacionado
una deslealtad tan sobresaliente y frente al río. La sazón de los guisos
próxima a sus dominios, le basta con de Christophine le recuerda, para
recibir algún consejo de Christo- qué negarlo (aunque el recuerdo ja-
phine para el cuidado de una planta más lo divulgará fuera de alguna re-
anémica. O con el regalo de alguna ferencia incrustada entre versos)
yerba sin nombre conocido en la len- aquel día culpable y misterioso
gua del poeta. Christophine tiene cuando (la imagen le hace sonreír)
buena mano para las plantas. descubrió que para ir al África pro-
Como era su costumbre, in- funda no hay que navegar mucho.
cluso el día en que el fotógrafo de Pero el día del encuentro con
Time tocó con impaciencia la puerta el agriado fotógrafo de Time –el ar-
tista triste, austero, deprimente, de ría, pero el fotógrafo no escucha ni
mochila y botas, existencialista antes habla. Insiste en captar el instante fe-
de que se le ocurriera a algún co- cundo del encuentro del médico con
mentarista de filósofos inventar la la paciente.
palabra para describir la empatía pu- Una de las fotos, que el editor
ramente mental con la agonía de un de Time decide no usar y que el fo-
muchacho moribundo en un campo tógrafo debió censurar antes de pre-
de batalla– el día que el fotógrafo de sentarla, es de Christophine entre-
Time visitó el consultorio del médico gandole al médico una ristra de em-
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poeta Christophine se superó en ma- butidos negros, blood sausages, dice,
teria de regalos. a su madre le encantarán doctor. ¿Us-
El médico se cansa de posar ted no las ha probado nunca?, le pre-
con el estetoscopio en el bolsillo y el gunta Chiristophine al melancólico
auricular del teléfono en la mano. Le que ejerce la profesión de fotógrafo.
ha dicho al fotógrafo que el poeta es Home made. El olor a sangre, el
un lujo del médico, que el médico no intestino salvado del estercolero. Me
usa uniforme, que anota sus poemas quedaron riquísimas, dice.
al dorso de los recibos de la panade-

Marta Aponte Alsina nace en Cayey, Puerto Rico, en 1945. Narradora, ensayista y
editora. Ha publicado las novelas Angélica furiosa (1994), El Cuarto Rey Mago (1996),
finalista del premio de novela
Sor Juana Inés de la Cruz, la no-
vela corta Vampiresas (2004), y
El sexto sueño (2007), Premio
del Pen Club de Puerto Rico y El
fantasma de las cosas (2010).
También tiene a su haber el libro
de cuentos La casa de la lo-
ca (1999), premiado por el Insti-
tuto de Literatura Puertorrique-
ña, y la colección de rela-
tos Fúgate (2005). En 1971 reci-
bió el premio de la Revista Sin
Nombre por el ensayo “Notas
para un estudio ideológico de
las novelas de Manuel Zeno
Gandía. Su narrativa y ensayos
están incluidos en varias antologías nacionales e internacionales.
Isidro Jiménez guillén

SOBRE “LOS CRÍMENES DE LA observación. Lo necesario consiste en


CALLE MORGUE” saber qué se debe observar. Nues-tro
jugador no se encierra en sí mis-mo;
a norma en los narrado-

L
ni tampoco, dado que su objeti-vo es 19
res estadounidenses del el juego, rechaza deducciones
Siglo XIX, era contextua- procedentes de elementos externos a
lizar. Se pensaba en un éste. Examina el semblante de su
lector futuro, ajeno a la compañero, comparándolo cuidado-
situación social y política en que se samente con el de cada uno de sus
desarrollaría el hecho a punto de ser oponentes. Considera el modo con que
contado. Nathaniel Hawthorne cada uno ordena las cartas en su
(1804-1864), en el libro de cuentos mano; a menudo cuenta las cartas
Twice-Told Tales (1834) tiene intro- ganadoras y las adicionales por la
ducciones que pasan por estudio so- manera con que sus tenedores las
cio-político para poder entender la contemplan. Advierte cada variación
historia de completa de EE.UU. en de fisonomía a medida que avanza el
varias páginas. Lo tomo de ejemplo, juego, reuniendo un capital de ideas
pues Hawthorne fue de los autores nacidas de las diferencias de expre-
que tuvo mayor influencia en los es- sión correspondientes a la seguir-dad,
critores estadounidenses de su épo- la sorpresa, el triunfo o la con-
ca. trariedad. Por la manera de levantar
Edgar Allan Poe (1809-1849), una baza juzga si la persona que la
por su parte, nos perfila una suerte recoge será capaz de repetirla en el
de detective. La mente de Chevalier mismo palo. Reconoce la jugada fin-
Auguste Dupin, es el personaje cen- gida por la manera con que se arro-
tral, es el contexto, es el universo que jan las cartas sobre el tapete. Una pa-
nos importa; más allá de cualquier labra casual o descuidada, la caída o
inflexión inherente a la humanidad. vuelta accidental de una carta, con la
consiguiente ansiedad o negligencia
…Silencioso, procede a acumular en el acto de ocultarla, la cuenta de
cantidad de observaciones y deduc- las bazas, con el orden de su dispo-
ciones. Quizá sus compañeros hacen sición, el embarazo, la vacilación, el
lo mismo, y la mayor o menor pro- apuro o el temor... todo ello propor-
porción de informaciones así obte- ciona a su percepción, aparente-
nidas no reside tanto en la validez de mente intuitiva, indicaciones sobre la
la deducción como en la calidad de la
realidad del juego. Jugadas dos o tres naje, eligió un personaje lejano –el
manos, conoce perfectamente las que todos conocemos y que, induda-
cartas de cada uno, y desde ese blemente, es nuestro amigo aunque él
momento utiliza las propias con no trata de ser nuestro amigo-: es un
tanta precisión como si los otros caballero, Auguste Dupin, el primer
jugadores hubieran dado vuelta a las detective de la historia de la lite-
suyas. ratura. Es un caballero francés, un
aristócrata francés muy pobre, que
El escritor de literatura poli- vive en un barrio apartado de París,
20
cíaca sabe que su misión es hacernos con un amigo.
confiar en la capacidad de su per-
sonaje, para desenredar los nudos Poe queda reflejado en Dupin.
que van más allá de nuestras posi- Y no solo como cualquier autor que-
bilidades. El Sr. Dupin es el piloto. da reflejado, en mayor o menor gra-
Nosotros solo dormiremos y él, tal do, en su obra. La esencia del oscuro
vez, nos despierte al llegar a nuestro escritor bostoniano está en ese detec-
destino. tive aristócrata francés.

Poe y Dupin Puntos de vista

El carácter presumido y arisco Un elemento importante en la


de Auguste Dupin, no contrasta con narrativa policíaca son las diferentes
el de su creador. Todo cuanto se crea, versiones de cómo pudieron ocurrir
tiene raíz en lo real, imaginario, los hechos: Un testimonio equivo-
propio y ajeno. Jorge Luís Borges cado, alterado adrede o una simple
(1899-1986) tocó el tema de este tipo conjetura. Esto depende mucho de la
de literatura en su obra crítica. En estrategia del autor. Tenemos a ocho
una de las conferencias que compo- testigos con versiones que, aunque
nen el libro Siete Noches (1980), coinciden en varios aspectos, en
siempre que hacía mención de la otros nos dejan preguntando ¿a
narrativa policíaca, no dejaba de quién le creo? Algunos de los tes-
mencionar a Poe con Los crímenes de tigos aluden a que la voz del pre-
la calle Morgue, por ser el suceso que sunto asesino era aguda, otros dicen
funda esta nueva visión, este nuevo que es áspera. Unos afirman que era
género. Pero, algo que llama la un francés, otros no parecen estar tan
atención en la maravillosa ponencia, seguros pero afirman que era un
es sobre Poe y su criatura. inglés o alemán o ruso. Unos decla-
ran que el asesino gritaba sacré y
…Creo que Poe tenía ese orgullo de la mon Dieu, otros dicen que fue sacré,
inteligencia, él se duplicó en un perso- diable y mon Dieu. Son testigos con
de distintos países, profesiones, ni- tivamente) son los primeros pretex-
vel de cultura y visión de los hechos. tos para mostrarnos un dominio ca-
bal de procedimientos y termino-
Los testigos no están de acuerdo sobre logía médica, por parte del autor.
el tiempo transcurrido entre el mo- Luego llegará Dupin, cuyas obser-
mento en que escucharon las voces vaciones superan la de los profe-
que disputaban y la apertura de la sionales. Hay algo de ironía en ello,
puerta de la habitación. Algunos sos- no sé si se ve. Esta es la ironía que,
tienen que transcurrieron tres minu- décadas después, retomará Sir Ar-
21
tos; otros calculan cinco. thur Conan Doyle con el, nada
molesto, Sherlock Holmes (aparece
De esta forma, Poe logra su- por primera vez en 1887). Holmes tie-
mergirnos en esa atmosfera oscura. ne un amigo con un “conveniente”
Nos intriga, nos confunde. Es un nivel de cultura. Holmes trabaja al
mago moviendo las manos mientras margen de las autoridades, siempre
realiza el truco usando los pies. El guiado por su ego. Holmes resuelve
narrador (que somos nosotros acom- casos que Scotland Yard no puede. El
pañando a Dupin) sabe tan poco detective británico utiliza el método
como nosotros. Nuestro detective po- deductivo, gracias a su amplio cono-
ne un mensaje en el periódico para cimiento sobre las ciencias y suele
que un marinero (implicado no ofi- hacer quedar mal a los que se de-
cial en el crimen) se encuentre con dican a ellas. Holmes es hijo de
ellos en un lugar apartado. Somos Doyle y este último es un efecto se-
los últimos en enterarnos. cundario de Poe.

Las referencias científicas Poe y el lector

“Los crímenes de la calle Tengo amigos que, para no


Mourge” tiene un epígrafe de Sir sentirse solos, asumen que Poe no
Thomas Browne (1605-1682). No nos pensaba en el lector. Era un Román-
debe sorprender tanto. Poe se nutrió tico, pero esa teoría se cae en la rue
mucho del escritor inglés, en lo con- Morgue. Me explico:
cerniente al uso de conceptos médi-
cos. Browne dedicó su producción li- 1-Un crimen ideado, antes de sentar-
teraria a aspectos de la medicina, se a escribir el relato. Poe piensa en
tocando temas espirituales, lo que un relato coherente. Piensa en un lec-
influyó notablemente en el estado- tor que repetirá la lectura, una y otra
unidense. vez, buscando un error.
Paul Dumas y Alexandre
Etienne (médico y cirujano, respec- 2-Un narrador testigo, anónimo y
torpe. Este se sorprende constant- lo sumo innovadores, dispuestos
emente, pues el efecto que se busca para un propósito. Uno se pregunta
en nosotros. ¿Si Adolphe Lebon es el asesino, por
qué faltan tantas páginas para que
3-Versiones confusas de los testigos, termine el cuento? ¿Por qué todo
para enredarnos. sigue apuntando a que los asesinatos
en la rue Morgue se habían sido
El escritor de literatura poli- cometidos por varios hombres, o uno
cíaca (novela o cuento) es un pres- con fuerza sobrehumana? Ya el ger-
tidigitador que necesita audiencia. men está en nosotros. Hemos comen-
22
La aspiración es que el texto no zado a preguntar. Así, Edgar Allan
nos suelte. Poe pensó en el narrador, Poe acaba de crear un nuevo tipo de
definitivamente. De ahí su maestría. lector: El desconfiado, curioso e insa-
Uno piensa en todos los recursos, en ciable lector de literatura policíaca.

Isidro Miguel Jiménez Guillén nace en San Cristóbal, República Dominicana, en 1987. Su
primera publicación se produce en Nuevos Escritores de San Cristóbal (2006), editado
por la Red de Talleres Lite-
rarios de San Cristóbal. Pu-
blicando. Luego publica su
primer fanzine de narrativa y
poesía titulado Cuando la
Urbe Llore (2007). Es antolo-
gado en La Eternidad Dos
Veces Breve (2007), de Fun-
dación Literaria Aníbal
Montaño, y Contraolvido:
Narradores de San Cristó-
bal, Recopilación de Merce-
des Castillo (2007). Esta
última, editada por El Mi-
nisterio de Cultura. El re-
nombrado escritor Orlando Alcántara Fernández, se refirió a Jiménez como "escritor
incisivo en el verbo". Fue Secretario de Organización (2007-2008) de la Fundación
Literararia Aníbal Montaño. El 11 de Marzo del 2009, gana el 4to lugar en el Concurso
de Cuentos de Radio Santa María, celebrado en la provincia de La Vega. En 2009
organiza la primera exposición de "Cómics y Literatura" en su provincia natal, en
colaboración de Moro Studios. En el 2011 se le entrega reconocimiento en el
Ayuntamiento del Municipio de Miches, durante La Semana Cultural de Arte Miches. El
2 de Noviembre del 2011 lanza el disco "Té-Tour" de la banda Círculo Alter, liderada por
él.
Robin alicea

23
24

Alicia en el país de las angustias


25

Las cosas que tú quieres que sean


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27
Robin Alicea, artista visual y sonoro puertorriqueño. Estudió artes visuales y edu-
cación. Es creador de distintas obras en medios como el dibujo , la pintura, el video de
arte, el grabado y el arte
sonoro. Ha producido
obras con el grupo expe-
rimental y colectivo Ma-
totumba con los que ha
viajado y compartido su
propuesta artística. Asi-
mismo es creador 28
de SHHH... banda sono-
ra experimental. En sus
obras, Alicea juega y
maneja el color, creando
criaturas y persona-
jes montruosos que
emanan de actitudes y
personalidades que le ro-
dean. Alicea ha expuesto
su trabajo en los Estados Unidos, Barcelona y México, en distintas colectivas. De igual
manera, ha trabajado con inportantes artistas puertoriqueños.
29

Escríbenos a: espejitosdepapel@hotmail.com
Dante Lara
Del poemario ALEGORÍAS (inédito)
Conocí a alguien quien tomo todas sus emociones,
las enterró muy dentro de su pecho,
y dejó que una de ellas tragara la llave. 30
¡Ese sujeto ya no tiene rostro!
Sólo el reflejo que a diario se acumula en el espejo.

ODA A LOS DETRACTORES DEL ABISMO

Siempre son de carácter contemplativo,


como la escultura aferrada a un instante perpetuo.

Comprenden lo que a toda mirada es elusivo.


Y es que las demás han decidido tener el telón frente a sus ojos.

Consumirse periódicamente en una continuidad rampante,


más en humilde abrazo extienden la flamante antorcha.

Y ofrecen su humanidad; dulce es la miel del higo.


¡Probar de su vientre!

Y la gran farsa se expondrá desnuda;


para que observes la podredumbre de frente.


¿No crees que existen otros mundos?
¡Prueba escuchar las historias de la gente que te rodea!

MANTO

Me levanto erguido como los árboles.


Mis hojas desenredan las nubes,
y el tizne cae lluvia de manto sereno.

Elevo el fénix de un pasado,


que se funda en el terciopelo sueño.
Rojo como sangre, el rojo de tus labios.

Escucho la carcajada que trae a rastras el silencio.


Ayer, hoy, mañana.
¡Nunca!
31
Mejor cierro los ojos y continúo flotando,
en mi vida.


Él se lamentaba,
y al lamentarse
pintaba,
y al pintarse,
extirpaba su lamento.

HERMES

Vienen y van...
El heraldo no se equivoca,

Vienen y van...
¡Construcción de muchas formas!

Se yerguen como hijos del cielo...


Y su depredador es el tiempo,

Blasfemos como el pavo y su ego...


Más ignorantes de lo pisan al suelo

Mastican la carne de su semejante,


Practican el todo para sí mismos...

Todos tenemos un cierto
canibalismo emocional.

MINOS

Somos conceptos básicos 32


de una idea ensimismada...

Valoraciones del bien o mal,


de la moral en turno...

Vicisitudes de esa cosa extraña


que llamamos alma...

¡Somos nada!

polvo, ramas, puntos;


inefable construcción humana.


Ciertas cosas nunca cambian.
Son como un mar congelado en su quietud.
Debo aprender a no esperar que nada se cree de viejo barro.

META FORMAS

De un incipiente sabor ajenjo.


Nace lo que de costumbre se consume amarillo.
Son meta formas grita el subconsciente.
Ideas agazapadas en el olvido

Yo puedo ser superfluo;


andar como toda la masa viviente,
sobreviviendo apenas como ese gentío.
Lamiendo corazón aparente.

Savia amarga recorre los cuerpos,


La luz no navega las siluetas.
Son cuerpos que a matiz están marchitos,
Humanas concepciones en hastío.
Ven, os mostraré el camino.
Ten por seguro que es un lugar más allá de las sombras.
Alumbrado por constelaciones
33
Apartado de falsas ilusiones.

Eso fue lo que él me dijo.


...Yo sé lo que busco.
¡Una antípoda!
Un delgado hiló negro.

LETRAS

Y aunque parezcas lejos.


Y aunque la desesperación crezca.

Yo escribo...

Porque te quiero cerca.


Porque te retengo en letras.

Te construyo en poemas.
Obtienen vida y vuelan.
al final siempre en toda vez,
con la misma materia.

Tu imagen y mi lápiz,
Ambos se cortejan.

¿Dónde estás mente absurda?
Abstraída de la realidad.
¿Dónde estás pañuelo de girasoles?
Brillo en la obscuridad.

SENSACIONES 34

Sssshhhh, le decía el viento a la tierra;


la tierra contestaba creando colores.
El agua es la sangre que los eleva.
Todos crean aromas y sensaciones.

La piel resucita con el tacto de los dedos.


El corazón sigue una mirada tornasol.
Tú navegas la belleza,
y yo solo miro al cielo sin ninguna razón.

Dante Torres Lara nace en Pachuca Hidalgo, en una ciudad minera del centro de la
República Mexicana, en 1984. Dice el poeta sobre sí mismo: “Quizá deba decir que de
algún modo tuve estudios litera-
rios, pero no sería cierto. Lo cierto
es que mi primer acercamiento a la
literatura, imagino yo; se dio por
las condiciones de mi propio exis-
tencia, los libros se convirtieron en
mi refugio, de todo, muchas veces
hasta de mí mismo, comencé a es-
cribir justo a la edad de 17 años,
primeramente intentando compo-
ner canciones para una banda a la
cual pertenecía. A esta edad ya vi-
vía solo y el pragmatismo de toda
mi existencia se manifestó en los
escritos que continuaron naciendo
desde aquí. A los 20 años Salí de
Pachuca pasando por varios estados como Querétaro, Colima, Baja California sur y,
actualmente, Guadalajara. Encontrando en estos lugares una interpretación más exacta
de lo que gustaba por escribir. También estudio gastronomía, graduándome como chef.
Alegorías es mi primer libro, intentando expresar en este el entorno tanto interno como
externo de todo lo que hasta ahora he vivido. Es, en pocas palabras, la alegoría de mi
existencia hasta el momento y mi necesidad de entender mi propia condición humana y
la relación con las demás condiciones humanas”.

35
Héctor Babilonia
SE VENDE SUPERHÉROE
Mientras bebía, me contó un

D
espertar otra vez en relato increíble. Un viejo loco vesti-
esta puta ciudad caga- do de Súperman, con los calzoncillos
da con las mismas ca- sobre los pantalones, una estrella ro- 36
ras de todos los días. Como quisiera ja en el pecho y una toalla roja sobre
tener el poder de ser invisible para sus hombros, entro al cabaret, le dio
que no me vean los ciegos que tanto una tarjeta, la cual me enseñó rápida-
me joden la mañana. No los culpo, mente para alardear sobre el nom-
esos desgraciados no dijeron nada bre, que según la tarjeta era Vicente
falso sobre mí. Trabajo en una tienda Maldonado: Poeta, Narrador y Per-
de figuras artesanales argentinas, to- formero, pero en voz alta era Capitán
das hechas por supuesto en las fili- Nexos: Súper Héroe. Yo no le creí por
pinas, con un viejo morfón hijo de supuesto, no era la primera vez que
puta que me trata como burro y me Marcos intentaba verme la cara. Me
paga una miseria que solo me da pa- mostré asombrado como si hubiera
ra vivir. No hice nada significante, creído cada palabra que dijo, y
no estudié, ni hice cosas creativas, lo cuando me terminé mi cerveza gratis
único que hice bien fue ser un sendo me fui.
buenudo de mierda, y leerme a Sú- De camino a mi casa pasé por
perman como si fuese el Quijote. Sú- la calle de los trolos y al toque vi a
perman es Dios, que eso quede claro, tres matones dándole una golpiza a
el hombre es el hombre, y yo... yo no un pobre viejo. Rápido intenté evitar
soy nada, un insignificante pelotudo que le siguiesen pegando, pero uno
que estaba a punto de convertirse en de ellos se acercó a mi mientras los
cuento. otros seguían. Me dijo ¿Qué vas a
Paso una noche después de ce- hacer? y yo bajé la cabeza Eso pen-
rrar la tienda. Usualmente nunca me sé. Mandó a sus secuaces a que se
da por salir, pero como el viejo me marcharan y los tres se perdieron en
estuvo sodomizando con su mierda las sombras de la ciudad dejando al
todo el día, decidí darme una cerveza pobre viejo tirado sobre un charco de
en el Cabaret. Marcos estaba corrien- sangre.
do la barra en ese momento, después Cuando miré bien al viejo me
de saludarlo, me regaló un porrón y di cuenta de que era el súper héroe
prendí un pucho mientras las putas del que me había hablado Marcos,
bailaban a lo lejos. Pero mi mujer esa los calzoncillos blancos manchados
noche era gratis y dorada. con sangre, la toalla roja, la camiseta
con una estrella roja. Traté de des- protegerme. En ese momento se es-
pertarlo, pero estaba completamente cucharon los disparos, intenté salvar
noqueado. Tomé el celular para pe- a mi gato pero me lo mataron de un
dir ayuda, pero en el momento que tiro. El Capitán me lanzó al piso, y
marqué la primera tecla, el viejo se nos arrastramos hasta la puerta. To-
levantó rápidamente y me colgó el do pasó tan rápido, que no recuerdo
teléfono. ¡No llames idiota, que nos cada detalle, pero lo más importante
agarran! Rápido pensé que estaba lo- fue que escapamos con vida.
co. La herida en su cabeza botaba Sentado debajo de un puente
37
sangre a borbotones, por lo que traté mirando un pedazo peludo de carne
de convérselo de que fuéramos a un en mi camisa pensaba. Me lo mata-
hospital. Pero según él, no tenía ni ron. Lloré como un pelotudo. El viejo
un sólo rasguño, porque su piel rápido me dijo que no me perocupa-
estaba hecha de acero. Luego me ra, que mi hermano sería venga-
contó cómo el llegó del planeta Gio- do. Le lancé el canto de carne al ros-
va, donde durante muchos años go- tro y le grité que todo lo ocurrido era
bernó la tiranía, y cuando trató de li- su culpa, que era un loco de mierda.
berar a su pueblo, fue condenado a Trató de advertirme que no llamara a
este planeta, donde el oxígeno le dio nadie. Pero yo no había llamado a
súper poderes. Al ser invitado en la nadie y ellos llegaron. ¿Quiénes son
Tierra decidió usar sus poderes para ellos? No lo sabía. Sólo sabía que
el bien. ¡...! y me fui, después de un querían al viejo, quien mientras yo
silencio momentáneo. le ignoraba explicaba cómo ellos po-
Cuatro calles antes de mi casa dían leer mi mente y sabían todo lo
sentí que me seguían, miré detrás de que haría antes de hacerlo. Todo esto
mí pero no vi nada. Justo cuando lle- era una locura, no sabía qué hacer, ni
gué a mi apartamento, se paró un au- a donde ir. No podía ir a mi casa y
to frente a mí. Un hombre con lentes tenía miedo de hablar con la policía.
y una voz robusta me enseñó una Le dije al Capitán que me es-
foto del Capitán Nexos, pero les dije perara y me fui en búsqueda de un
que no lo había visto. Ellos se fueron teléfono. Con lo que me quedaba de
de manera sospechosa. Entré a mi plata, le di una llamada a Marcos.
hogar, saludé a mi gato. Prendí la luz Después de contarle lo ocurrido me
de la cocina y ahí estaba el loco, co- dijo que fuese a verlo al muelle junto
miéndose unos espaguetis sobre mi al viejo, colgué la llamada y regresé
mesa. ¿Qué mierda estas haciendo? al escondite. Llegamos dos horas
¿Cómo entraste? Me dijo que entró más tarde, allí Marcos nos esperaba
por la ventana. Alardeó de cómo no ansioso. No hice más que gritar su
tenia espaguetis en su planeta. Rá- nombre y entraron a la escena cinco
pidamente le pedí que se largara, pe- hombres con trajes negros. ¡David!
ro él me dijo que estaba ahí para dijo uno de ellos. ¿Qué hacen ellos a-
quí Marcos?, dije confundido. ¡Lo
siento, amenazaron con matar-
me!, me contestó. ¡No sé qué es lo
(E ste “perfomance” se
puede realizar en
cualquier escenario, las
que quieren conmigo, pero si quie- herramientas necesarias para ejercer-
ren al viejo llévenselo! Mis manos lo son una grabación que contiene
temblaban. ¡Oh sí, El Capitán las voces de dos personajes: Eli
Nexos! Sacó su revólver y le disparó Quimera: El Narrador y Payaso:
entre medio de los ojos ¡Bueno ya Capitán de La Musa.)
sabemos que el capitán no es a
38
prueba de balas! Voz de Eli Quimera: (Payaso
La risa se abrazó en tinieblas. entra al escenario y cae al suelo dor-
Marcos intentó correr, pero le dispa- mido.) Hola soy Eli Quimera y voy
raron en la espalda. Fue entonces a compartir con ustedes esta lectura
cuando se detuvo el tiempo, mi espí- titulada: “Payaso: Capitán de La
ritu salió de mi carne. Observé a Musa” por Héctor Eli Pérez Babilo-
Marcos caer muerto al suelo mien- nia. (Payaso ronca con fuerza y se re-
tras mi espectro entraba al cuerpo de tuerce en el suelo.)
uno de mis enemigos. Tras haber Había una vez un payaso vago.
poseído al agente, tomé su revólver y Que todos los días soñaba con mu-
disparé tres veces matando a tres de sarañas. Hacía del hambre una almo-
ellos. El que dijo mi nombre le dis- hada y descansaba, después de un
paro a mi cuerpo inmóvil, fue así día sin hacer nada. (Payaso se mueve
como contemplé mi muerte y a mi y se chupa el dedo.) Cortos pasaron
asesino. Apunté mi arma al rostro los días y tan extensos fueron sus
del verdugo, mientras que mi carne viajes, que se declaró a sí mismo el
se retorcía moribunda. Él alzó su capitán de La Musa y viajó por las
mano y mi espíritu se desprendió de nubes hasta llegar al Paraíso. Donde
aquel cuerpo que había invadido. comió la fruta prohibida (Payaso
Durante días mi alma viajó perdida hace la expresión de que está te-
por la ciudad, hasta llegar a Brasil, niendo sexo) y chingó con Afrodita.
después al mar Caribe, hasta llegar a Vulcano (Hace la expresión de que
mi nuevo cuerpo. está escapando, pero continúa acos-
tado.) encuernado, persiguió al Pa-
yaso en su carruaje impulsado por
PAYASO: CAPITÁN DE LA MUSA venados. Hasta que llegó a la Isla de
la Tragedia. Allí el Payaso rió un río
La muerte es el mensajero, (Payaso lanza una carcajada), mien-
que a la última hora viene tras su Julieta se pegaba un tiro con
Rubén Blades la espada de Romeo. (Payaso ríe y
continúa roncando.) El carruaje de
adamantium se estrelló en el Monte
de Las Ánimas, los venados murie- estaban, los niños cantaban aguinal-
ron al sentir el impacto y Vulcano dos junto a sus padres, mientras
fue devorado por los lobos de Hades. pacientes esperaban que Santa Claus
(Payaso ríe de forma maquiavélica) les trajera sus regalitos.
La risa de Payaso se escuchaba Voz de Payaso: Pero mientras
por cada rincón del ensueño. (Paya- en la Tierra celebraban el cumple-
so para de reír, se mueve preocupado años del Mesías, más allá, en el Cos-
de lado a lado como si tuviese una mos, algo negativo ocurría. En una
horrible pesadilla.) Hasta que El Vi- nave llamada Lucia, un pirata se ro-
39
llano de todas las embarcaciones lo bó una roca embrujada. La policía
puso en la mira y soplando misiles del espacio intentó detener al ladrón,
de tormenta intentó derribarlo. Pero cuando su nave el Aluminium Fal-
todo fue en vano, el viaje había ter- cón quedó varada en el espacio. Pero
minado y por primera vez en cuatro ya era demasiado tarde. La roca em-
días El Payaso abrió los ojos. (Paya- brujada ya no estaba en sus manos.
so abre los ojos.) El pirata la había escondido en una
El Payaso bostezó (Payaso pequeña isla en la Tierra, Puerto
bosteza y se estira) y estiró su cuerpo. Rico.
(Payaso se levanta y hace gesto de (Piensa y escribe)
que tiene hambre.) Su estómago grita- Juanita y Luisito, jugaban al
ba como si quisiera devorarse a él doctor, mientras una luz a lo lejos
mismo. (Se dirige a una esquina y ha- captó su atención, era brillante, era
ce la impresión de que está prepa- asombrosa, en todo su esplendor.
rando un sandwich en aire) Así que se Corrieron a… por el camino ama-
preparó un sandwichito (Payaso co- rillo, hasta llegar al lugar donde la
me) imaginándose que se comía un piedra embrujada estaba escondida.
buffet de Sizzler. Mientras comía su La piedra era de oro de veinticuatro
mente viajaba. Ideas amarraba con quilates, pero, en vez de diamantes,
su pañuelo de colores. Se le había tenía trozos de carne. Los niños
ocurrido algo. ¿Qué? (Toma una pe- tocaron la carne y se mancharon con
queña libreta) su sangre. Hasta que sus ojos se tor-
Tomó una pequeña libreta (se naron verdes y murieron al instante.
sienta en una silla y hace como si Pero muertos, (Brains - dicen los
estuviese escribiendo) y comenzó a muertos una y otra vez durante la
escribir, una historia que dicta así: grabación) devoraron sus cerebros y
(Escribe, hace gestos afirmando caminaron hambrientos por el fuego.
y sonriendo. Con la seguridad de que Eran fuertes, Indestructibles y
está escribiendo la mejor historia tenebrosos, pero el tamaño de su
antes dicha.) cerebro era ocho veces más pequeño.
“Era una tarde nublada, los Así que con el paso bien lento, tor-
adornos de navidad donde quiera naron a todos los humanos en muer-
tos. Los sobrevivientes, fueron a pe- chando por su vida) venían a comerle
dirle ayuda al presidente, le dijeron el cerebro y de paso a comerle el cu-
que era el Armagedón, pero el solo lo. Fueron hacia donde él, lento, des-
dijo que Bruce Willis era el mejor. pacio. El payaso quería correr pero
Mientras los vivos, corrían por sus era demasiado vago. Un muerto le
vidas, los muertos caminaban devo- arranco el rostro, (Payaso se arranca
rándolos a todos, matándolos a tod- la máscara y grita de dolor como si
os, a paso lento. esta formara parte de su piel) reve-
(Deja de escribir y observa la lando la identidad del Capitán de La
40
libreta) Musa. El payaso sin rostro, (entonces
Voz de Eli Quimera: El payaso se duerme y para los sonidos de los
rió, (Payaso tira otra carcajada) en muertos) fue arropado por el sueño y
su viaje, mientras contemplaba su por un momento contempló su rostro
obra maestra. Entonces, alguien tocó en el espejo negro.
a la puerta, (Tocan a la puerta) Luego, todo se volvió blanco y
¿Quién era? Eran los muertos, por fin, después de seis días de viaje
(Brains - dicen los muertos una y otra despertó. (Despierto se levanta y mi-
vez durante la grabación) de su cuen- ra con su verdadero rostro al espec-
to, (Payaso se tira al suelo y se tador) Convertido en el hombre al
arrincona en la pared moviéndose de que llaman Payaso por ser viajador.
lado a lado como una cucaracha lu-

Héctor (Pérez) Babilonia es un poeta, narrador, preformero y guionista, nacido en Ponce,


Puerto Rico, en 1982. Miembro funda-
dor de la Peña literaria de Ponce. Es
escritor de temas preformaticos como:
“Héctor Palabra y su orquesta Brilla X
Su ausencia” y “Payaso: Capitán de La
Musa”. En la Pontificia Universidad
Ctólica de Puerto Rico formó parte del
Círculo Literario ®evolución Expre-
siva, donde junto a César Santiago creó
“Las noches de poesía: Vanguardia.
com,“ para La (Antigua) Casa de Las
Tías y la revista literaria La Vila, de la
cual se publicaron tres números. En la
actualidad es candidato al grado de
Maestría en Literatura Puertorriqueña
y el Caribe, del Centro de Estudios
Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Junto a la editorial Colección Maravilla publicó
su primera novela Hongo Negro TV. Además, público tres video libros de poesía visual:
Soy, Hoy y Voy, como también sus Cuentos para un bolsillo roto, bajo el sello de su
editorial Selknam Editores. Próximamente publicara su primer poemario titulado Plagio
en la editorial dominicana Luna Insomne Editores. Actualmente se encuentra trabajando
en su próxima novela titulada Los libros de Estigia: lo fatal y su primer libro análogo de
poesía concreta titulado P(A/B). Sus cuentos y poemas han tenido espacio en diversas
antologías en el Caribe, entre los cuales, se destaca su participación en la antología etc.
de la editorial puertorriqueño Ediciones de Facto. También ha publicado algunos de sus 41
textos en la página virtual de literatura puertorriqueña enlaorilla.com.
Donna Haraway
IDENTIDADES FRACTURADAS tivar nuestra afiliación a tal colecti-
(Fragmento de Manifiesto Ciborg, vidad? La dolorosa fragmentación
1985) existente entre las feministas (por no
mencionar la que hay entre las mu-

S
e ha convertido en algo jeres) en todos los aspectos posibles 42
difícil calificar el femi- ha convertido el concepto de mujer
nismo de cada una aña- en algo esquivo, en una excusa para
diendo un solo adjetivo o, incluso, la matriz de la dominación de las
insistir en cualquier circunstancia mujeres entre ellas mismas. Para mí
sobre el nombre. La conciencia de -y para muchas que comparten una
exclusión debida a la denominación localización histórica similar dentro
es grande. Las identidades parecen de cuerpos blancos, profesionales,
contradictorias, parciales y estraté- de clase media, femeninos, radicales,
gicas. El género, la raza y la clase, con norteamericanos y de mediana edad-
el reconocimiento de sus constitu- las fuentes de crisis en la identidad
ciones histórica y social ganado tras política hacen legión. La historia re-
largas luchas, no bastan por si solos ciente de gran parte de la izquierda y
para proveer la base de creencia en la del feminismo norteamericanos ha
unidad ‘esencial’. No existe nada en sido una respuesta a esta crisis con-
el hecho de ser ‘mujer’ que una de sistente en divisiones sin fin y en
manera natural a las mujeres. No búsquedas de una nueva y esencial
existe incluso el estado de ’ser’ mu- unidad. Pero, también, ha habido un
jer, que, en si mismo, es una catego- creciente reconocimiento de otra res-
ría enormemente compleja construi- puesta a través de la coalición afini-
da dentro de contestados discursos dad- y no ya de la identidad.
cientificosexuales y de otras prácti- Chela Sandoval (s.f., 1984), a
cas sociales. La conciencia de género, partir de una consideración de los
raza o clase es un logro forzado en momentos históricos específicos en
nosotras por la terrible experiencia la formación de la nueva voz política
histórica de las realidades sociales llamada mujer de color, ha teorizado
contradictorias del patriarcado, del un modelo esperanzador de identi-
colonialismo y del capitalismo. Y, dad política llamado ‘conciencia
¿quién cuenta como ‘nosotras’ en mi opositiva’, nacido de las capacidades
propia retórica? ¿Qué identidades para leer hilos de araña de poder que
están disponibles para poner las ba- tienen aquellos a quienes se les re-
ses de ese poderoso mito político lla- húsa una pertenencia estable en las
mado ‘nosotras’? ¿Qué podría mo- categorías sociales de raza, sexo o
clase. ‘Mujeres de color‘ -un nombre teamericanas que han afirmado su
contestado en sus orígenes por aqué- identidad histórica como mujeres
llas que serían incorporadas en él, norteamericanas de color. Esta iden-
así como una conciencia histórica pa- tidad marca un espacio autoconcien-
ra realizar la ruptura sistemática de temente construido que no puede
todos los signos masculinos en las afirmar la capacidad de actuar sobre
tradiciones ‘occidentales‘- construye la base de la identificación natural,
una especie de identidad postmoder- sino sobre la de coalición consciente
nista a partir de la otredad, de la di- de afinidad, de parentesco político.
43
ferencia y de la especificidad. Esta Al contrario de las ‘mujeres’ de algu-
identidad postmodernista es total- nas corrientes del movimiento femi-
mente política, a pesar de lo que pue- nista de los Estados Unidos, no exis-
da decirse de cualquier otro post- te naturalización de la matriz, o al
modemismo. La conciencia opositiva menos eso es lo que Sandoval sugie-
de Sandoval trata de lugares contra- re que es únicamente obtenible a tra-
dictorios y de calendarios heterotró- vés del poder de la conciencia opo-
ficos, no de relativismos o pluralis- sitiva.
mos. Sandoval pone el énfasis en la Los argumentos de Sandoval
falta de cualquier criterio esencial deben ser tomados como una pode-
para identificar quien es una mujer rosa formulación para las feministas
de color. Señala que la definición de fuera del desarrollo universal del
este grupo ha consistido en la apro- discurso anticolonialista, es decir, el
piación consciente de la negación. discurso que disuelve a ‘occidente’ y
Por ejemplo, una chicana o una mu- su más alto producto, el que no es
jer norteamericana negra no han animal, bárbaro o mujer: el Hombre,
podido nunca hablar en tanto que es decir, el autor de un cosmos lla-
mujer o que persona negra o como mado Historia. Mientras lo oriental
pertenecientes al grupo chicano. es deconstruido política y semiótica-
Por lo tanto, estaban en la par- mente, las identidades de occidente
te más baja de la cascada de iden- se desestabilizan, incluidas las de las
tidades negativas, dejadas fuera in- feministas. Sandoval defiende que
cluso por las privilegiadas categorías la ‘mujer de color’ no tiene posi-
autoriales de oprimidos llamados bilidades de construir una unidad
‘mujeres y negros‘ que reclamaban eficaz que no sea la réplica de los su-
importantes revoluciones. La catego- jetos revolucionarios imperializan-
ría ‘mujer‘ negaba a todas las muje- tes, totalizantes de anteriores marxis-
res no blancas; ‘lo negro‘ negaba a to- tas y feministas, que no afrontaron
da gente no negra, asi como a las las consecuencias de la desordenada
mujeres negras. Pero tampoco había polifonía salida de la descoloniza-
un ‘ella’, una singularidad, sino un ción.
mar de diferencias entre las nor-
Katie King ha puesto énfasis Sandoval es haber aprendido cómo
en los límites de identificación y en fabricar una unidad político/poética
los mecanismos políticos o/poéticos sin basarse en una lógica de apro-
de identificación construidos en el piación, de incorporación ni de iden-
interior de la lectura del ‘poema’, ese tificación taxonómica.
núcleo generativo del feminismo Irónicamente, las luchas teóri-
cultural. King critica la persistente ca y páctica contra la unidad-a-
tendencia, entre las feministas con- través-de-la dominación o contra la
temporáneas de diferentes ‘momen- unidad-a-través-de-la incorporación,
44
tos‘ o ‘conversaciones‘ en la práctica no solo socavan las justificaciones en
feminista, a taxonomizar el movi- favor del patriarcado, del colonia-
miento femenino para hacer que las lismo, del humanismo, del positivis-
propias tendencias políticas parez- mo, del esencialismo, del cientifis-
can ser el telas del todo. Estas taxo- mo y de otros ismos que no echamos
nomías tienden a rehacer la historia de menos, sino todas las exigencias
feminista para que esta semeje una de una posición orgánica o natural.
lucha ideológica entre tipos cohe- Pienso que los feminismos ra-
rentes que persisten a través del dicales socialistomarxistas han soca-
tiempo, especialmente esas típicas vado también sus/nuestras propias
unidades llamadas feminismo radi- estrategias epistemológicas y que
cal, liberal y socialista. Literalmente, esto es un paso muy válido para po-
todos los otros feminismos son ya in- der imaginar posibles unidades.
corporados, ya marginalizados, nor- Resta por saber si todas las ‘epis-
malmente mediante la construcción temologías‘, tal como los occiden-
de una ontología explicita y una tales las han conocido, nos fallan en
epistemología. Las taxonomías del la tarea de construir afinidades efi-
feminismo producen epistemologías caces.
para fiscalizar la desviación de la Es importante señalar que los
experiencia femenina oficial. Y, por esfuerzos para construir posiciones
supuesto, la ‘cultura femenina’ -al revolucionarias, epistemologías co-
igual que sucede con las mujeres de mo logros de gente dedicada a cam-
color- es conscientemente creada por biar el mundo, han formado parte
mecanismos que inducen afinidad. del proceso que muestra los límites
Los rituales de poesía, de música y de la identificación. Las ácidas he-
de ciertas formas de práctica aca- rramientas de la teoría postmoder-
démica han sido prominentes. Las nista y las constructivas herramien-
políticas de raza y de cultura en el tas del discurso ontológico sobre los
movimiento femenino de los Esta- asuntos revolucionarios pueden ser
dos Unidos están íntimamente entre- vistas como aliados irónicos para
lazadas. disolver los entes occidentales con el
El logro común de King y de fin de sobrevivir. Somos extraordi-
nariamente conscientes de lo que del ciborg tienen que decir que ‘no-
significa tener un cuerpo histórica- sotras’ no queremos más matriz na-
mente constituido. Pero la pérdida tural de unidad y que ninguna cons-
de la inocencia en nuestro origen trucción es total. La inocencia, y la
tampoco esta acompañada de expul- subsecuente insistencia en la victi-
sión del Jardín del Paraíso. Nuestra mización como única base de
política pierde la indulgencia de la introspección han hecho ya bastante
culpabilidad con la naiveté de la daño.
inocencia. Pero, ¿cuál será el aspecto Pero el sujeto revolucionario
45
de otro mito político para el femi- construido debe dar también reposo
nismo socialista? ¿Qué clase de polí- a la gente de finales de este siglo. En
tica podría abrazar construcciones la lucha por las identidades y en las
parciales, contradictorias, perma- estrategias reflexivas para construir-
nentemente abiertas de entes per- las, se abre la posibilidad de tejer
sonales y colectivos, permaneciendo algo más que un manto para el día
al mismo tiempo fiel, eficaz e, iró- después del apocalipsis que tan pro-
nicamente, feminista y socialista? féticamente termina la historia de la
No conozco otro momento de salvación.
la historia en que hubiese más ne- Tanto los feminismos marxista
cesidad de unidad política para socialista como radical han naturali-
afrontar con eficacia las dominacio- zado y desnaturalizado de manera
nes de ‘raza’, ‘genero’, ’sexualidad’ y simultánea la categoría ‘mujer’ y la
‘clase’. Tampoco se de otro tiempo en conciencia de las vidas sociales de
que la clase de unidad que podría- las ‘mujeres’. Quizás una caricatura
mos ayudar a construir pudiera h- esquemática pueda resaltar ambas
aber sido posible. Ninguna de ‘noso- acciones. El socialismo marxiano se
tras’ tiene ya la capacidad simbólica encuentra enraizado en un análisis
o material para dictar la forma de del trabajo remunerado que revela
realidad a cualquiera de ‘ellas’. O, al una estructura de clase. La conse-
menos, ‘nosotras’ no podemos argüir cuencia de la relación de salario es
inocencia para practicar tales domi- una alienación sistemática, puesto
naciones. Las mujeres blancas, inclu- que el trabajador (sic) se encuentra
yendo a las feministas socialistas, disociado del producto de su trabajo.
descubrieron (es decir, fueron forza- La abstracción y la ilusión regulan el
das a darse cuenta a patadas y gri- conocimiento y, la dominación, la
tando) la no inocencia de la categoría práctica. El trabajo es la categoría
‘mujer’. Esta conciencia cambia la eminentemente privilegiada que
geografía de todas las categorías an- permite al marxista sobreponerse a
teriores, las desnaturaliza de igual la ilusión y encontrar ese punto de
manera que el calor desnaturaliza vista necesario para cambiar el mun-
una frágil proteína. Las feministas do. El trabajo es la actividad huma-
nizadora que marca al hombre, una La versión de Catherine
categoría ontológica que permite el McKinnnon (1982,1987) del feminis-
conocimiento de un sujeto y, de ahí, mo radical es, en sí misma, una cari-
el conocimiento de la subyugación y catura de las tendencias apropiato-
de la dominación. rias, incorporizantes y totalizadoras
Como buen hijo, el feminismo de las teorías occidentales de la ac-
socialista avanzo aliándose con las ción en busca de identidad. Fáctica y
estrategias básicas del marxismo. El políticamente, es falso asimilar a la
primer logro de los feminismos versión de McKinnon todos los di-
46
marxistas y socialistas fue expandir versos ‘momentos’ o ‘conversacio-
la categoría de trabajo para acomo- nes’ en las políticas femeninas re-
dar lo que algunas mujeres hacían, cientes llamadas feminismo radical.
incluso si la relación salarial estaba Pero la lógica teleológica de su teoría
subordinada a una visión más com- muestra cómo una epistemología y
prensiva del trabajo bajo el patriar- una ontología -incluidas sus nega-
cado capitalista. Particularmente, el ciones- borran la diferencia política.
trabajo de las mujeres en el hogar y La reescritura de la historia del cam-
la actividad femenina como madres po polimorfo llamado feminismo ra-
(es decir, la reproducción en el dical es solo uno de los efectos de la
sentido feminista socialista) se aden- teoria de McKinnon. El efecto mayor
tró en la teoría con la autoridad de la es la producción de una teoría de la
analogía con el concepto marxiano experiencia, de la identidad de las
de trabajo. La unidad de las mujeres mujeres, que resulta ser una especie
se sustenta aquí en una epistemolo- de apocalipsis desde cualquier pun-
gía basada en la estructura onto- to de vista revolucionario. Es decir,
lógica del ‘trabajo’. El feminismo la totalización construida dentro de
marxista socialista no ‘naturaliza’ la este cuento de feminismo radical lo-
unidad, sino que es un logro posible gra su fin –la unidad de las mujeres-
basado en una posible posición en- implantando la experiencia de un
raizada en las relaciones sociales. El testimonio hacia un no-se radical. En
acto especializador se encuentra en cuanto a las feministas socialisto-
la estructura ontológica del trabajo o marxistas, la conciencia es un logro,
de su análogo, la actividad femenina. no un hecho natural. Y la teoría de
La herencia del humanismo marxia- McKinnon elimina algunas dificul-
no, con su ser eminentemente occi- tades construidas dentro de los su-
dental, es lo que me resulta difícil. jetos humanistas revolucionarios,
La contribución de estas fórmulas ha pero al costo de un reduccionismo
sido el énfasis puesto en la respon- radical.
sabilidad diaria de las mujeres para McKinnon dice que el femi-
construir unidades, más que natu- nismo adoptaba necesariamente una
ralizarlas. estrategia analítica diferente del
marxismo, contemplando primero paración violenta del trabajador y de
no la estructura de clase, sino la de su producto.
sexo/género y su relación generativa, La teoria radical de la expe-
la constitución de los hombres y la riencia de McKinnon es totalizadora
apropiación sexual de las mujeres. en el grado máximo y, más que mar-
Irónicamente, la ‘ontología’ de ginalizar, oblitera la autoridad de
McKinnon construye un nosujeto, cualquier otro discurso o acción
un no-ser. El deseo de otro, no el tra- políticos de las mujeres. Es una
bajo del yo, es el origen de la ‘mujer’. totalización que produce lo que el
47
Por consiguiente, desarrolla una propio patriarcado occidental nunca
teoría de la conciencia que pone en pudo lograr, la conciencia de las fe-
vigor lo que cuenta como experiencia ministas de la no existencia de la mu-
de las ‘mujeres’: cualquier cosa que jer excepto como producto del deseo
nombre la violación sexual, más aun, masculino. Creo que MacKinnon di-
la propia sexualidad por lo que ce correctamente que ninguna ver-
respecta a las ‘mujeres’. La práctica sión marxiana de la identidad puede
feminista es la construccion de esta dar lugar a una unidad firme de las
forma de conciencia, es decir, el mujeres. Pero al resolver el proble-
conocimiento propio es un yo-que- ma de las contradicciones de cual-
no-es. quier sujeto revolucionario occiden-
Perversamente, la apropiación tal para los fines feministas, pone en
sexual en este feminismo posee aun marcha una doctrina de la expe-
el estatuto epistemológico de traba- riencia aún más autoritaria. Si mi
jo, es decir, el punto desde el que de- queja contra las posiciones socialis-
be fluir un análisis capaz de contri- tomarxianas se basa en su borradura
buir a cambiar el mundo. Pero la ob- involuntaria de la diferencia polivo-
jetificación sexual, no la alienación, cal, inasimilable y radical que salta a
es la consecuencia de la estructura de la vista en la práctica y el discurso
sexo/genero. En el reino del conoci- anticolonialistas, la borradura vo-
miento, el resultado de la objetifica- luntaria por parte de McKinnon de
ción sexual es ilusión y abstracción. toda diferencia mediante el meca-
No obstante, una mujer no está sim- nismo de la no-existencia esencial de
plemente alienada de su producto, las mujeres no es tranquilizante.
sino que, en el sentido más profun- En mi taxonomía, que como
do, no existe como sujeto, o incluso, cualquier otra es una reinscripción
como sujeto potencial, puesto que no de la historia, el feminismo radical
posee su existencia como mujer para puede acomodar todas las activi-
la apropiación sexual. Ser constitui- dades de las mujeres nombradas por
da por el deseo de otro no es la mis- las feministas socialistas como for-
ma cosa que ser alienada en la se- mas de trabajo, solo si la actividad
puede ser sexualizada de alguna ma-
nera. La reproducción tenía diferen- clase // salario de trabajo / /
tes tonos de significado para las dos alienacion trabajo, por analogía,
tendencias, una enraizada en el tra- reproducción, por extensión, sexo, por
bajo y la otra en el sexo, y las dos adición, raza feminismo
llamaban ‘falsa conciencia’ a las radicalestructura de
consecuencias de dominación e ig- genero//apropiación
norancia de la realidad social y sexual//objetificación
personal. sexo, por analogía, trabajo, por
Más allá de las dificultades o extensión, reproducción, por adición,
48
de las contribuciones en el razona- raza
miento de cualquier autor, ni el
punto de vista de las feministas En otro contexto, la teórica
marxianas ni el de las radicales han búlgaro-francesa Julia Kristeva pro-
tendido a abrazar el estatuto de una clamaba que las mujeres aparecían
explicación parcial. Ambos estaban como un grupo histórico después de
constituidos ordinariamente como la segunda guerra mundial, junto
totalidades. La explicación occiden- con otros grupos, como la juventud.
tal ha pedido lo mismo. ¿De qué otra Sus fechas son dudosas, pero ahora
manera podría el autor occidental estamos acostumbradas a recordar
incorporar a sus otros? Cada uno que como objetos del conocimiento y
trataba de anexar otras formas de como actores históricos, la ‘raza’ no
dominación expandiendo sus cate- existido siempre, la ‘clase’ tiene una
gorías básicas mediante la analogía, génesis histórica y los ‘homosexua-
el listado simple o la suma. El les’ son bastante nuevos. No es acci-
embarazoso silencio sobre la raza dental que el sistema simbólico de la
entre las feministas socialistas y las familia del hombre -y, por lo tanto,
radicales blancas fue una consecuen- de la esencia de la mujer- se rompa
cia políticamente devastadora. La en el mismo momento en que las
historia y la polivocalidad desapare- redes que conectan a los seres
cen dentro de taxonomías políticas humanos en nuestro planeta son
que tratan de establecer genealogías. múltiples, cargadas y complejas. El
No había sitio estructural para la ‘capitalismo avanzado’ es inadecua-
raza (o para cualquier otra cosa) en la do para transportar la estructura de
teoría que proclamaba revelar la este momento histórico. En sentido
construcción de la categoría mujer y ‘occidental’, el fin del hombre está
el grupo social mujer como un todo en juego. No es accidental que la
unificado o totalizable. La estructura mujer se desintegre en mujeres de
de mi caricatura se parece a lo nuestro tiempo. Quizás las feminis-
siguiente: tas socialistas no eran substancial-
mente culpables de producir la teo-
feminismo socialista - estructura de ría esencialista que suprimió la par-
ticularidad femenina y los intereses casos, corremos el riesgo de caer en
contradictorios. Creo que nosotras lo diferencias ilimitadas y de ceder an-
hemos sido, al menos a causa de te la confusa tarea de hacer conexio-
nuestra participación irreflexiva en nes parciales, pero reales. Algunas
la lógica, en los lenguajes y en las diferencias son agradables, otras son
practicas del humanismo blanco y polos de sistemas mundiales históri-
mediante la búsqueda de un terreno cos de dominación. La ‘epistemolo-
de dominación para asegurarnos gía’ trata de conocer la diferencia.
nuestra voz revolucionaria. Ahora
49
tenemos menos excusas, pero a tra- (Traducción de Manuel Taléns)
vés de la conciencia de nuestros fra-

Donna Haraway nace en Denver, Colorado, en 1944. Es doctora en Biología y profesora


de Teoría del Feminismo y Tecno-
ciencia. Conocida, además, por sus
relevantes aportaciones en campos
tan diversos como los estudios cultu-
rales, la teoría política, la primato-
logía, la literatura y la filosofía. Su
trabajo abarca desde la primatología
(Primate Visions: Gender, Race and
Nature in the World of Modern
Science, 1989) hasta la epistemolo-
gía; desde la investigación sobre el
cáncer hasta la tecnología de la inf-
ormación. Traducidos al español
pueden encontrarse: Ciencia, cy-
borgs y mujeres: la reinvención de
la naturaleza (1995), un destacado
texto en la teoría de las políticas del
ser post-humano, el cyborg, y la in-
teracción hombre máquina, así como
Testigo_Modesto@Segundo_Mile-
nio.HombreHembra©_Conoce_On-
coratón® (2004), donde la autora contempla la tecnociencia como un drama entre las
Ciencias de la Información y las Ciencias de la Vida.
Betzabeth W. Pagán

50
51
52
Betzadeth Walesca Pagán Sotomayor. Poeta y fotógrafa. Nace en Aibonito, Puerto Rico,
en 1978. Sin embargo, crece y comienza
a escribir poemas en Jayuya. Es madre
de dos hermosos niños, Urayoán An-
dré y Bayoán Joel. Es jayuyana, ma-
dre, maestra, y mujer, con un gusto
insaciable por las artes. Comienza a
escribir poemas cuando tenía aproxi-
madamente unos 7 años. Su poema
“Puerto de las desventuras” fue pu- 53
blicado en la Antología de poemas de
amor de Casa de los Poetas en el 2012.
Dos de sus poemas, “Affair” y “Limos-
nera”, fueron incluidos en la Revista
Literaria Entre líneas en la edición de
abril del 2012. También ha sido publi-
cada en la Revista Monolito y en la
Revista Corpus Litterarum. Participó
del 4to Festival Internacional de la
Poesía en Puerto Rico en Caribbean University, Recinto de Vega Baja. Formó parte del
grupo de escritores de la Revista Literaria En la orilla. Ha participado en diversas
lecturas de poesía en Puerto Rico. Sus enlaces son los siguientes:

http://www.9mm-fantoche.com

http://www.9mm-fantoche.blogspot.com

http://www.enlaorilla.com/author/betzabeth-walesca-pag%C3%A1n
Livia Díaz
LA POESÍA NO SE VENDE

Los poetas son un gran negocio en el siglo 21


"la masa ilustrada",
los pliegos de papel empolvado, 54
los aspirantes a polvo pagado;
más de uno con el salario vencido
y el hambre de saber;
otros tantos, pagando,
yendo a las nuevas redes sociales;

otros aptos escuelantes


egresando de universidades, "poesía postmoderna",
y un ejército de mujeres renaciendo con poesía.

Resilencia,
otro jardín para el gigante
con niños que juegan una y otra vez.

Yo, tengo el alma saturada,


un mogollón de frases celebres para repartir,
la primavera llena de sabidurías graves,
anuncios, y revelaciones frescas, para así escribir
poemas de cinco peros,
o de cinco besos
y, una que otra cosa que olvidé
y voy a decir,
aunque mate al poema.

LO QUE VI, EN UN POEMA

Ehécatl sopló hacia el Ágora


miró los símbolos, los elementos
que nos dan identidad
Vio dentro de la semilla
El origen del árbol que produjo este nombre
Tu corazón huasteco y totonaco
Las partes de tu semilla
El este y oeste de tus manos
Las herramientas laboriosas que te hacen mujer
hembra y madre

El seńor del viento


escuchó al trueno
55
escuchó sentado
Escuchó señor
tabaco y fuego
en torno a la piedra central de tu mitografía

Miró a través de la tela de algodón


A través del hilo rojo
A través de la vidriera que te contuvo
Hilo y agujas y maíz

El seńor pasó a sentarse a su lado también


todos agradecieron a los antiguos
tu presencia
Dieron el permiso necesario para el silencio
mientras tu poeta deletreaba el resto de los elementos

Los elementos invitados


los elementos a los que diste voz

Habló el agua el 28 de junio


te dijo: ven
Y habló el sol
“Nos falta luz”
y llegaste con la lluvia y volviste
tridimensional ese espacio,
como museo.
Corrió el afluente entre voces silentes

yo lo ví:
Los miles de indios muertos
sin nombre
sin mancha
sin número
Estuvieron presentes
y fuimos testigo

Tu nombre será rescatado, por siempre


Guillermina pasó a Ortega
y nos dió el fruto hoy aquí
Todos los hermanos vimos que
el pasado colectivo indígena
56
tiene futuro

A pesar de los farsantes


de los parias
de los ignorantes

La huasteca saltó al totonacapan


y fue bien recibida
en la capital, por tus iguales mestizos

Los dioses siguen expectantes


Miras acá
miran allí:
Ven la raíz

Tu verso sigue migrando


La tierra cantó en Xalapa
dijo el nombre de tu monte
a tus escuelantes
necesitados de amor
Dolientes de cariño sincero

LAS FRONTERAS DE MIS MANOS

Yo te vi y sonreías
de pronto y para mí.
Me casé contigo en la idea
en la mañana
en la tarde
para vivir en la noche
como un sueño.
Te vi cuando
ya te estaba esperando.
Vi tu sonrisa
de mexicano
de país;
cuando estaba
conejo y cuyo
57
cavando huecos
en la tierra
por donde pasara la inmensidad
de sus nuevos ríos
y, como las venas.

II

Al escribirte yo me baso en ti
sin acudir al diccionario.
No llevo citas ni cuentas
ni cuenta de citas.
Dejo fluir mi verso
que te busca,
porque este es el verso
que te encuentra.
Y yo te leo a ti
mientras escribo con mis manos
lo que me noté adentro
a donde se hacen las palabras.

III

Yo lo vi.
Es otoño infectado de floresta nueva.
Acampa en mi deseo de sobrevivir
por llegar a primavera.
Lo vi flor de redondas fauces
y alientos como manos, en la pradera
de las esperanzas, como péndulos
pendientes.
Lo vi en las escaleras y las entrelíneas
salvajes, como cabello bruto en el rincón imposible,
de una mueca posible, en un oscuro acantilado.
Lo vi campanario y campana
sin recuerdos por llegar.
Lo vi hablándome de la noche y de las circunstancias
cuando las cortinas de mi estro
acampaban en el deseo de borrar mi memoria.
Lo vi —y lo vi— y otra vez.
Estaba desnudo
58
estaba hombre
estaba algarabía y festejo
estaba ciego
y era médula
que los compases metieron a mi sangre.

Livia Díaz nace en México en 1965. Es poeta, periodista de oficio, promotora de lectura
y artesana. Pertenece al Movimiento de
Metapoesía y Omnipoesía, escribe en modo
sapiens sobre su modus vivendi y nuestro
modus operandi. Edita el blog “La poesía no
se vende”:
http://lapoesianosevende.blogspot.com.
59
Ana Marina Rúa
HISTRIÓN tuar, que la vida sólo se podría en-
tender desde las tablas, y que consa-

M
iró hacia las filas ra- graría su vida al escenario y a todo lo
las de un público que éste abarcaba. De joven había
que ahora le parecía leído y releído, voraz y aturdido, una 60
extraño, y se esforzó por recordar sus copia furtiva de Hacia un teatro
líneas. Pausó con ademán solemne, pobre. Se había empeñado en seguir
como solía hacer cuando quería sur- la trayectoria de Grotowski, a quien
tir más efecto o cuando, como en esta por fin tuvo el honor de conocer en
ocasión, olvidaba lo que iba a decir, California, en un homenaje que le
y trató de atar su mirada a la de algún hicieran al director para culminar
espectador. Este truco de miradas una retrospectiva de su obra. Jerzy
atadas, de hipnosis mutua, ya no le Grotowski era su ídolo, el máximo
funcionaba. La verdad era que el te- exponente del teatro puro, despoja-
atro, su Teatro, había cambiado. No do de telas y trucos y especialmente
estaba seguro de cuándo había co- de esa separación entre actor y pú-
menzado el deterioro, pero su gesta blico que tanto había corrompido el
ya no era la misma. ¿Era culpa del género. Y la carne que este teatro de-
público, antes ávido, sediento, diná- voraba y servía a su público en un
mico, generoso y listo para sudar la rito cíclico era la ficción. Ante todo,
catarsis más estremecedora, pero el teatro tenía que celebrar la ficción,
ahora idiotizado, resistente, muerto que a su vez debía reflejar el genui-
en vida, presente sólo en cuerpos no sentir humano en todos sus extre-
que trataban de disimular bostezos mos de dolor y éxtasis. Había trata-
que lo herían más de lo que quería do de seguir esta regla fielmente en
reconocer? ¿O era él quien quizás cada una de sus representaciones.
había perdido el vigor y la pasión de Pero a veces los textos con que tenía
la juventud, que ya no tomaba los que trabajar se quedaban cortos: no
riesgos de antes, que tal vez ya no era eran, en su opinión, suficientemente
buen actor? puros. El eterno problema de estos
Le parecía que había dedicado dramaturgos, se decía con resigna-
su vida entera al teatro. Desde el ción.
despertar de su propia consciencia El único actor del patio que ad-
de espectador, cuando era niño y se miraba era Teófilo Torres, quien pa-
sentaba en esas mismas filas de ese recía acercarse a este credo con su ab-
mismo espacio que para él era casi negación absoluta y entrega total al
sagrado, supo que su destino era ac- teatro, libre de pretensiones y tramo-
yas. El cuerpo del actor poseía todo bían retorcido con gusto dramático,
lo necesario para una representación los tendones que tantas imágenes
plena y catártica. Teófilo entendía habían forjado. Quizás era hora de
esto, pero también hacía algo que dejar todo esto atrás, de jubilarse, de
Grotowski no había explorado tanto: volver a ser espectador. La ficción –
el monólogo. Gracias a Teófilo se su mensaje monologado— y su cuer-
dio cuenta de que la ficción ajena no po –el vehículo por el que se entre-
era el único medio del actor, y que gaba completamente a su público—
podía transmitir sus propios pensa- ya no eran apreciados en este Claus-
61
mientos a través del Gesto, provo- tro. Este rebaño no entendía que el
cando y moldeando los de otros. Sa- teatro era todo, y que todo era teatro.
ber que esto era posible le proporcio- Paró en seco y echó un último
naba un profundo júbilo, lo llenaba vistazo a su público. Luego se aco-
de placer, lo emborrachaba más que modó el alzacuello de la sotana y sa-
el vino que tenía la costumbre de to- lió por la derecha rumbo a la sa-
mar en cada una de sus representa- cristía.
ciones.
Un instante después de fallar
en su intento de atar miradas, recor- PALPO
dó las próximas líneas de su monólo-

S
go. Miró a la señora Ibáñez, que ha- e pasó una buena parte
bía sido su seguidora incondicional de la mañana tocándose
por tantos años, y que ahora cabecea- la cascarita que le había
ba, medio dormida, y luego vio a un crecido alrededor del tajo en su dedo
muchachito sentado en la tercera fi- pulgar. La sobaba y la rozaba con la
la, cuyos padres seguramente habían uña, mirando, mientras tanto, hacia
arrastrado a la función, conectado a puntos indeterminados y fluctuantes
su aparato electrónico, muerto en vi- en la dirección general de la sala,
da él también, idiotizado. Esta gente tratando, sólo por medio del tacto y
entraba y salía de aquí como una ma- sin hacer trampa con la vista, de con-
nada de reses, marchando a ciegas tar los valles y cimas de su relieve.
hacia sus asientos, levantándose al Su propia costra, de topografía única
terminar la última escena sin dar in- e irrepetible, le proporcionaba una
dicios de que ésta los hubiera trans- satisfacción plena y la anticipación
formado, porque (y esto sólo lo co- gozosa del explorador que se lanza a
menzaba a aceptar ahora) la verdad catalogar nuevos territorios.
era que nada los transformaba. Los De todos sus sentidos, el tacto
músculos de esta gente nunca logra- era el más desarrollado, no porque
rían lo que los de él, el Actor, podían no usara los otros, sino porque el de-
hacer. Veía sus manos, las falanges leite de tocar sobrepasaba por mucho
ya un poco artríticas, que tanto se ha- la necesidad de ver por donde cami-
naba o de escuchar las sobras de las como las secuelas de un sismo. Con-
voces. Uno de sus juegos favoritos cluía que el viaje en tren había sido
era sentarse en el asiento de ven- bueno si sentía que le había ganado
tanilla de un tren de cercanías y ver a la máquina ferroviaria, que su piel
el paisaje pasar a alta velocidad, y de ya había procesado la gran cantidad
este modo competir contra la rapidez de objetos que veía por la ventanilla,
con la que le llegaban las imágenes: sin importar la velocidad, y su carne
veía algo, un poste de luz o las vías vibraba, extenuada y triunfal.
de madera podrida y metal mohoso, Podía dominar y extender el
62
o las malas hierbas que de ahí bro- juego con más gusto que el que deri-
taban, o los muros de un almacén vaba del sexo, cuyas reglas general-
abandonado hasta por los vándalos, mente estaban fuera de su alcance y
o los troncos de pinos enflaquecidos control. Había conocido a unas
por tantos años de vivir al ras de esas cuantas personas dispuestas a practi-
vías, y a esas imágenes que le pasa- car el toque mutuo y extendido, es-
ban frente a los ojos en una fracción pecialmente si se les describía como
de segundo les daba vida, las trans- sexo tántrico, pero poco a poco per-
formaba intensamente cuando las dían interés, ya que lo veían como un
colaba por el filtro de su mejor sen- preámbulo a algo que nunca llegó a
tido. Entonces lo visual se tornaba descifrar. No entendían que ese algo
táctil, y en vez de ver tronco, piedra, era un mero zarcear de cañerías, cosa
hierba o metal, lo sentía: profunda- que se pierde, golpes internos ases-
mente le llegaba el roce de la brizna tados al azar. ¿De qué vale jugar a
de hierba, afilada y veloz, inmiseri- un orgasmo si no es por el toque re-
corde al momento del zarpazo que petido y solemne? ¿Cómo les era po-
mina la piel. O la porosidad áspera sible no venirse con el tacto, con el
del concreto con su fina película de roce eléctrico entre dos pieles a milí-
polvo, o las astillas húmedas de la metros de distancia? Mucho le tardó
madera carcomida, o el cosquilleo adiestrarse para imitar a estos seres
esponjoso del musgo tenaz. Lo que carentes, en una juventud que ya le
veía no era nada hasta que retumba- parecía lejana. Esfuerzos que no le
ra en la yema de sus dedos. La ima- trajeron sino congoja y rechazos cor-
gen, entonces, era sólo un conducto, teses.
tramo pasajero que llevaba al placer Ya para el mediodía todo esta-
verdadero. ba listo. Escogió el mejor cuadradito
Y éste era el placer del roce, del de vidrio de su colección (trozo que
peso, de la textura y del calor. Ansia- se alojó, furioso, en su carne blan-
ba el humo, la piquiña, el hielo y el dengue: carne que sangró risitas dili-
vapor. El chicotazo de un látigo tira- gentes, cuadraditas), y vibró con el
do al pie del camino, visto por un júbilo de palpar.
instante y sentido hasta el tuétano
conocía de memoria. Inmediatamen-
SINTONÍA te notaba que esas notas no le en-
cajaban, pues su mente no se engan-

L
e pasaba con la música. chaba a ellas: así como con un cuerpo
Era la sensación inversa astral malcriado (de esos que rehú-
al déja vu: la certeza de san volver cuando se les llama), no
que lo que oía, aunque debía ser lograba asirse al ritmo familiar, no
familiar, le sonaba completamente lograba anticipar el sonido que ven-
extraño. Sólo era cuestión de tiem- dría después. Sabía que lo conocía,
63
po hasta que el cerebro reconocía lo pero no lo reconocía. Había oído que
que tantas veces había procesado, este volver todo extraño es algo co-
pero que ahora se le revelaba como mún cuando uno despierta en el
cosa ajena, vista desde un ángulo cuarto de la abuela, o en el de la ami-
desconocido y lejano, desde una guita del peluche triste, porque a la
perspectiva volcada en dos, tres o mente le toma un rato recordar su lu-
seis vertientes. Un pas encore vu. El gar cuando abre los ojos en sitios
susto que esto pudo haberle causado nuevos. Pero eso no era lo que sentía
al principio dio paso, casi inmedia- ella con la música, pues en ningún
tamente, a la curiosidad, y luego al momento olvidaba nada. A cada pa-
disfrute de este descuadre sensorial. so del proceso estaba plenamente
No recordaba la primera vez que lo consciente de que esta música, este
había sentido, pero sabía que en al- patrón extendido de notas, le era pre-
gún momento de su niñez había juz- decible, y que lo había oído y repe-
gado su situación y concluido que no tido mil veces, pero por más que tra-
había de qué preocuparse, pues no le taba no podía reconocerlo ahora, y
hacía daño a nadie. Como era de es- tenía que esperar, que dejar que la
perarse, entonces empezó a generali- sensación se extinguiera, antes de
zar, a extender, a normativizar esta poder tararear la melodía. Curiosa-
treta que su mente le jugaba para de- mente, podía nombrar la canción, el
cirse que probablemente todo el compositor o cantante, las circuns-
mundo la sentía de vez en cuando. tancias en que la había oído, y la le-
Quizás, como ella, varias veces por tra del próximo verso, pero se encon-
semana. Quizás más. traba siempre dos o tres pasos detrás
Así como con el déja vu unos del sonido, y sólo podía esperar, co-
segundos bastan para perder la sen- mo se espera el trueno tardío, grave
sación y volver al tren esperado de la y lento, detrás del relámpago. Era
percepción, con este extrañamiento cuestión de segundos, pero en este
sólo bastaban instantes para regresar espacio se agudizaba su realidad: la
a los engranajes de la experiencia ru- seguridad de que llegaría tarde, de
tinaria. La cosa ocurría así: oía los que siempre se perdería esos acordes
primeros acordes de una canción que que oía sin oír.
Cuando todo pasaba y lograba carro a oír música. Oía y esperaba.
engancharse a las notas, le frustraba Oía indiscriminadamente, atenta al
que, como con el déja vu, no podía re- momento en que empezara el déca-
producir la sensación original volun- lage aural. Oía sus cedés viejos, la ra-
tariamente. Entonces le parecía que dio (la estación de los oldies, y la de
se lo había inventado todo, y lo ex- las baladas, y la de música clásica, y
trañaba, y lo ansiaba. A medida que la que no le gustaba porque ponían
pasaban los años se le antojaba más siempre lo mismo). A veces le pasa-
experimentar el descuadre y dejarse ba, a veces no. Y se dio cuenta de que
64
llevar por la suerte de idiotez mo- para llegar a su placer tenía que
mentánea que la embriagaba cada desaparecerse más a menudo, y por
vez que le ocurría. Es decir, una vez más tiempo, y que tenía que estar
que renunciaba a tratar de asirse al sola. Un día bajó la ventana del carro
patrón musical, una vez se daba por para coger aire, y escuchó el rápido
vencida, perdía toda noción de lo tiqui-tiqui de la cadena mohosa de
que le rodeaba, y descubrió que po- una bicicleta que pasaba a su lado.
día entregarse al placer que produ- El sonido aceleró y se prolongó por
cía. Más le valía en estos momentos unos segundos mientras la bicicleta
no estar al volante, ni hacer nada pe- bajaba la velocidad y se paraba en la
ligroso o que requiriera concentra- esquina. En esos segundos tardó lo
ción alguna, porque podría fallar tre- que le pareció una eternidad recono-
mendamente. Cuando tuvo su pri- cer que ese sonido, tan familiar, ve-
mer orgasmo se dio cuenta de que nía de una bicicleta, y sintió la pér-
ambas cosas tenían en común esa dida de control, la ceguera, el calor
pérdida de control de las facultades derramándose en surcos desde el
básicas, esa visión nublada y zum- centro del pecho hasta el ombligo, la
bido entre sienes. Por alguna razón miel, la bala caliente que golpeaba
no compartió esto (ni el disfrute ni la su sexo, el eco teselado que zumbaba
frustración de no alcanzarlo a su an- en su sien.
tojo… de no tener método para atra- Entenderán muy bien, enton-
erlo) con nadie, quizás porque pen- ces, que de ahí en adelante tuvo que
saba que era una cosa común que no hacer cambios considerables. Era
valía la pena mencionar, y que a na- imperativo desaparecer, encerrarse
die le importaría, quizás porque te- permanentemente para oír y sentir,
mía a las preguntas o burlas que sus- para asirse a su placer, por el que ya
citara su confesión. no tenía que esperar porque se pro-
Hasta que comenzó a pasarle ducía con más frecuencia, y a toda
con otros sonidos. Con los años ad- frecuencia, con tantos sonidos. El
quirió la costumbre de desaparecer- del agua que cae, cansada, de una
se del trabajo por una hora para ir al fuente rota; el del chelo del vecino,
estacionamiento y encerrarse en el que visita las mismas notas una y
otra vez en sus prácticas imposibles; modorra pesada, en la que fácilmen-
el del camión que pasa por el pa- te se podía soñar con los pobres ar-
vimento, haciéndolo vibrar con pero- gumentos del abogado conmovedo-
cupación; el del chirrido de los goz- ramente joven, inexplicablemente
nes en las puertas de su casa; el de las sudoroso, portador de una corbata
voces de algunos hombres. Renun- demasiado ajustada, o con la fiscal,
ció al trabajo, pero no aceptaron su más experimentada ella, algo sober-
razón de incapacidad física, pues bia, que acababa de llegar de almor-
nadie podía ver que su impedimento zar y se había aplicado lápiz labial a
65
estaba en el oído. Y cuando ya no la ligera, una veta de rojo furioso mal
quería oír, ni sentir, porque el placer puesto sobre labios cerca de los que
la agotaba, y le había quitado el sue- asomaban las primerísimas grietas
ño, y la misma vida se le iba en esta de misericordia.
cosa que la torturaba con júbilo, Así que el espectador escogía a
pues se fue a su cuarto y puso la mú- alguna persona específica, y miraba
sica a todo volumen. Se hilvanó en los rasgos de mangosta y los dedos
una pupa de ruido y gemido y así la voladores de la estenógrafa. Estos
encontraron, todavía caliente, unos parecían desligados de su dueña, y a
días después. veces podía uno imaginarla sorpren-
dida de tener dedos como ésos, de-
dos veloces, decididos, imposibles,
VOIR DIRE que ella nunca miraba directamente,
y parecía que la estenógrafa se es-

L
a estenógrafa de la corte forzara mucho para mantenerlos ba-
escribió a máquina du- jo control, para manejarlos como se
rante todo el proceso, maneja la rebeldía repentina y recién
con niveles de energía que variaban estrenada de un adolescente. Claro
de hora en hora e incluso de un mi- que la estenógrafa ocultaba muy
nuto a otro. Tenía cara, naturalmen- bien este esfuerzo, y el observador
te, de roedor. Roedora, en este caso, descuidado sólo veía en ella un con-
pero también tenía otras caras, que trol completo, un dominio absoluto
se le revelaban al espectador cuida- de su talento y oficio, la estenografía,
doso que, para permanecer despierto la rapidez experta, la expresión cal-
durante el examen a los miembros mada con que acompañaba la escri-
potenciales del jurado, (a pesar del tura de frases cortas y párrafos inter-
aire helado que habían desatado en minables. Esta calma, que el obser-
la sala, justamente para evitar el sue- vador agudo interpretaba como de-
ño que los procedimientos inducían) sesperación, afloraba con los parla-
concentraba la vista en alguna per- mentos más largos que tenía que
sona específica. El espectador dili- transcribir, como cuando el miembro
gente trataba de no sumirse en una potencial del jurado se entregaba
emotivamente al contestar una pre- arrastrando en el culo desde el naci-
gunta, algo así como ¿tiene usted pa- miento.
rientes policías, o que trabajen para Pero la estenógrafa no era una
la policía? O: ¿Ha usted estado invo- mujer paciente. Se exasperaba fácil-
lucrado en algún accidente automo- mente y así lo dejaba saber. Cuando
vilístico causado por un conductor un miembro potencial del jurado,
ebrio? O: ¿Dónde nació usted? Y el desobedeciendo u olvidando, pero
miembro potencial del jurado habla- en todo caso no siguiendo las ins-
ba de su primo segundo, el que es- trucciones de la jueza, en vez de con-
66
taba casado con la mujer policía que testar a una pregunta, asentía o ne-
dirigió el tránsito de la intersección gaba con la cabeza o se encogía de
más importante de su pueblo por hombros, o murmuraba nerviosa-
tantos años y que acababa de jubilar- mente, la estenógrafa, flaca y can-
se con muy poca pensión, mire usted sada, con cara de rata y de primate y
qué injusticia, por eso es que yo ojos de un añil gris, se erguía y ex-
respeto tanto a los miembros de la clamaba, irritada: “¿Qué fue lo que
uniformada. Pues sí, al observador dijo? Que lo diga. No puedo hacer
cuidadoso no se le escaparía que la nada si no habla”. Y entonces el
estenógrafa, de ojos glaciales y pe- miembro potencial del jurado se en-
sados como senos, desesperaba y te- derezaba, algo avergonzado, un poco
nía otras caras, y por eso alternaba su herido por el regaño, dispuesto a
apariencia entre la de una roedora, dejar su marca indeleble en el libreto
con dientes enérgicos y deseosos de que narraría los acontecimientos de
complacer, y la de un mandril. Un ese día, y respondía, más claramente
mandril cansado. ¿Cómo es que se pero no tan decidido como le gus-
ve un mandril cansado, pregunta- taría verse a sí mismo: “No”. Y la es-
rán? Pues idéntico a la estenógrafa, tenógrafa escribía ese no y resoplaba
cansado con el peso de lo que lleva un suspiro agobiado que nunca po-
dría transcribir.

Ana Marina Rúa, nace en San Juan, Puerto Rico, en 1974. Graduada de la Universidad
de Yale con un Bachillerato en Literatura, y de la Universidad de Columbia con una
Maestría en Español, con concentración en Literatura Ibérica Medieval. Actualmente es
maestra de español en una escuela secundaria en Westchester, Nueva York. Fue una de
los ganadores del Certamen Internacional de la Latin Heritage Foundation (2011), que
publicó su relato “Delia” en la antología La noche y los guerre-ros de fuego. Con la
Latin Heri-tage Foundation también fue una de dos editores del poemario Es-cayola de
Lourdes Collazo (2011). Ha
publicado un breve ensayo en
www. cuerdatensapr. com. Sus
cuentos han aparecido en El Post
Antillano y en la red social
literaria Falsaria. Su pri-mera
novela, La anémona, fue p-
ublicada en 2013 por la editorial
Isla Negra. 67
NoRBERT BERTRAND
ADOLF LOOS Pero no muy pequeño, pues pare-
cería un tintero." (Adolf Loos: es-

R
especto de los estudios critos II 1919/1932, ed. Josep
genéticos de compren- Quetglas y Adolf Opel, Madrid, El
sión del material sim- Croquis Editorial, 1993) Por lo cual, 68
bólico, debe interrogarnos el hecho a su muerte, en 1933, la ciudad de
de que el padre del racionalismo en Viena puso a su disposición una
arquitectura: Adolf Loos, decidió parcela del Cementerio Central,
representarse en su tumba mediante parcela 32 de las tumbas de honor
la forma paradigmática de su carrera: del cementerio municipal, en la zona
el cubo arquitectónico. de los hombres y mujeres ilustres, su
Recordemos que, en su con- discípulo, Heinrich Kulka, diseñó
ferencia, y texto fundador: "Orna- los planos, acordes con los bocetos
mento y Delito" (1908), plantea que de Loos, mientras sus amigos sufra-
"lo que es natural en el papúa y en el garon los gastos, para la tumba que,
niño ("ornamentarse el rostro", "gara- de hecho, consiste en un bloque
batear", "llenar las paredes con sím- macizo cuadrado de granito con el
bolos eróticos"), resulta en el hombre nombre grabado en una de las caras
moderno un fenómeno de degenera- del cubo. Aunque cabe mencionar la
ción", ya que "el hombre de nuestro existencia de otro boceto de Loos
tiempo que, a causa de un impulso para su tumba, cuyo original se
interior pintarrajea las paredes con perdió, y que consistía en una peana
símbolos eróticos, es un delincuente o para el busto que el escultor
un degenerado", y que, por ende, "La austriaco Francis Wills había hecho
evolución cultural equivale a la del arquitecto en 1931 (Mónica Gili,
eliminación del ornamento del objeto La última casa, Barcelona, Gustavo
usual". Resulta entonces paradójico Gili, 1999). Simón Marchán Fiz (La
cuando, en una de sus múltiples es- historia del cubo - Minimal Art y
tancias por enfermedad nerviosa en Fenomenología, Bilbao, Sala Rekal-
la Institución para afecciones nervio- de, 1994) considera que, al diseñar su
sas Rosenhügel, en el Sanatorio del propia tumba en esta forma, Loos re-
Doctor Schwarzmann, en Kalks- gresa al cubo como forma más ele-
burg, cerca de Viena, realizó, en mental, esencialidad primaria y an-
1931, bocetos para su propia tumba, cestral, como límite del silencio.
diciéndole a su esposa: "Quiero que Ya Loos había formulado pro-
mi tumba sea un cubo de granito. puestas previas y similares a su tum-
ba auto-conmemorativa, tanto en el el existencialismo arquitectónico de
Mausoleo para el historiador del arte Loos.
Max Dvorák (1921), cubo o bloque Le Corbusier se recordará sin
macizo de granito negro cuya duda de la lección de Loos, ya que,
cúspide asemeja las tres últimas en 1957, a raíz de la muerte de su es-
gradas de una pirámide escalonada posa Ivonne, proyecta en Roque-
de base cuadrada, como en la brune-Cap Martin (Costa Azul, Fran-
anterior y sencilla base de losa (que cia), justo encima de su "cabanon"
prefigura la base lineal de losa sobre frente al mediterráneo, la sepultura
69
la que se monta el cubo de la estela en la que descansará con ella. Se trata
de Loos), adosada a una ancha pared de una lápida cuadrada, sobre la cual
y coronada por una cruz de madera, se dibujan una cruz (geometría) y
que conforma la Lápida (1919) que una concha (naturaleza), estructura-
realizó para su amigo Peter Alten- da mediante la sección áurea, según
berg. El Mauso- Carmen Bonell
leo era previsto Costa (La divina
ser decorado en proporción: Las
su interior por el formas geométri-
pintor Kokosch- cas, Barcelona,
ka, conforme, se- UPC Universitat
gún Benedetto Pollitècnica de
Gravagnuolo Catalunya, 1999):
(Adolf Loos Te- "Partiendo del
oría y Obras, Do- cuadrado ABCD,
nostia-San Sebas- se trata el eje GI;
tián, Nerea, 1988), uniendo I con C y
un escrito de D se obtiene el
Dvorák: "-¿Lo que Miguel Angel pintó triángulo isósceles DIC. Construir,
y esculpió en sus últimos años parece abatiendo la diagonal GA del semi-
pertenecer a otro mundo? Tras haber cuadrado, el rectángulo áureo FBCE;
llegado a los supremos límites del ar- al unir E con I se obtiene el punto H;
te, se replantea los más hondos pro- éste se encuentra con el lado del trián-
blemas de la existencia: ¿por qué vive gulo DI en J, punto en el que se sitúa
el hombre y cuál es la relación entre el rectángulo áureo interior JKLM,
los bienes transitorios, terrenales y donde se ubican un cilindro hueco y
materiales de la humanidad y la éter- una forma ortogonal frontalmente
nidad, el espíritu, lo sobrenatural?", cuadrada: en ella, sobre un fondo de
que, según Gravagnuolo, podría ser- varios colores, está escrito: “Ici re-
vir de epígrafe, tanto al idealismo pose Charles-Edouard Jeanneret,
crítico de Dvorák, como al expre- dit Le Corbusier, et Ivonne Le Cor-
sionismo pictórico de Kokoschka, y busier”"
No muy lejana a la tumba de to sobre la arquitectura de finales del
Loos es también la de Alvar Aalto, s. XIX, nos damos cuenta que sus
en el cementerio de Hietaniemi principales realizaciones: la Torre
(Helsinki, Finlandia), diseñada por Eiffel y el Auditorium (Chicago,
Elissa Mäkiniemi (segunda esposa Illinois, 1889) de Louis Sullivan, no
de Aalto), quien importó de Italia un son lo que pretenden o lo que
capitel jónico del siglo XVIII para el acostumbramos a ver en ellos. Ob-
lado izquierdo de la tumba (vista de viamente, la Torre Eiffel no es, sino
frente), capitel que, conforme y remi- un proyecto grandioso, remitido a la
70
tiendo a los juegos formales en la ar- ideología decimonónica de la Torre
quitectura de Aalto entre línea recta de Babel (poder de los hombres
y línea curva, rompe la linealidad de
la lápida rectangular que lleva el
nombre del arquitecto.
Tal vez podemos ver en la pre-
ocupación de Mies van der Rohe en
sus últimos 20 años de carrera para
crear espacios libres y abiertos, den-
tro de un ordenamiento estructural
de mínima presencia, el fundamento
de la extrema sencillez, también cua-
drada, pero biplana, de su tumba, en
el cementerio de Graceland (1969).
Loos ("Architektur", Der
Sturm, 15/12/1910, cit. por Gravag-
nuolo, p. 170) escribía: “Sólo hay
una pequeña parte de la arquitec-
tura que pertenezca al arte: el mo-
numento funerario y el monumento
conmemorativo. Todo lo demás, lo
que sirve para un fin, debe quedar sobre el mundo y el diseño divino, v.
excluido del reino del arte.” Si nuestro artículo de la misma serie
bien tal planteamiento aclara las sobre: "Tatlin", 2/9/2006, p. 10), pro-
razones formales del trabajo de yecto que quiere demostrar cuan alto
los tres monumentos funerarios puede extenderse una arquitectura
que realizó (el Mausoleo, la Lápi- de hierro. Lo mismo ocurre con los
da, y su propia tumba), nos deja rascacielos que, por lo visto el 9/11, y
entender que la cuestión formal o expuesto en películas catástrofes co-
"reino del arte", precisamente, es mo la famosa The Towering Inferno
lo que rigió dichas realizaciones. (1974, Irwin Allen y John Guiller-
Si nos devolvemos un momen- min), no son funcionales en cuanto a
proceso de evacuación se refiere, pe- esque". Influencia richardsoniana se
ro que sí son prácticos para amon- halla en los que fueron sus alumnos
tonar gentes verticalmente, en ofi- McKim, Mead & White, por ejemplo
cinas o apartamentos, y se desarro- en edificios como la Pennsylvania
llaron por la emoción que provocó la Station de Manhattan (1905-1910),
construcción del primer ascensor por estilo neo-románico que deriva al
Elisa Otis en New York en 1857. Si la neo-clásico en la Seth Low Memorial
idea de que "la forma sigue a la Library (Columbia University, 1895),
función" se debe a Sullivan como el Rhode Island State House (Pro-
71
uno de los máximos exponentes de la vidence, 1904), o la Naugatuck High
Escuela de Chicago, es evidente en School (c. 1910). La influencia richar-
este movimiento la influencia de la dsoniana del "palacio urbano Italia-
arquitectura palaciega renacentista no del siglo XV", perfectamente re-
italiana, que se encuentra en todos presentado en el Rokery Building
los edificios de todos los miembros (Chicago, 1886) y el Mills Building
del grupo, quienes, por sus estudios, (San Francisco, 1892) de Daniel
llevaron a E.U. el gusto por el neo- Burnham y John W. Root, se ex-
clásico. Si Le Baron Jenney ejempli- tiende a estos dos arquitectos, culmi-
fica perfectamente el "commercial nando en su Court of Honor and
style" en sus edificios, su educación Grand Basin de la World's Colum-
en l'Ecole des Beaux Arts de París lo bian Exposition (también de 1892),
empujó inicialmente al neo-gótico, que celebraba el 400 Aniversario del
que se transformará después en Descubrimiento de América, cons-
eclecticismo. Así el Home Insurance trucción ubicada en el entonces
Building de Chicago (1883-1886), pri- abandonado Jackson's Park, y que
mer rascacielos usando el entramado marca el apogeo del Classical Revi-
de hierro estructural, revela sin em- val Style. De ahí que, si apartamos
bargo un basamento clasicista. En lo que la estructuras de hierro en sí,
cuanto a Richardson, también educa- asociadas con los pilares de hormi-
do en l'Ecole des Beaux Arts, se dedi- gón, y contemporáneo desarrollo de
ca a reestructurar, con Olmsted, un los ascensores automáticos, permi-
neo-románico (Sever Hall, Harvard tieron a la época y a la Escuela de
University, 1880; The Allegheny Chicago: desaparición de los muros
County Courthouse, Pittsburgh, de carga, grandes ventanales en toda
Pennsylvania, 1883–1888; Marshall la fachada, elevación infinita de los
Field Warehouse, Chicago, Illinois, pisos, y si nos alejamos del contexto
1887; Buffalo's New York State Asy- histórico que, después del incendio
lum, 1870; Emmanuel Episcopal de 1871, permitió que floreciera el
Church, Pittsburgh, Pennsylvania), comercio inmobiliario en la ciudad
que tuviera seguidores en el movi- de Chicago, vemos que la arqui-
miento "Richardsonian Roman-
relacionado con lo utilitario, lo con-
temporáneo, la velocidad de las nue-
vas máquinas de hierro.
Mies van deRohe, represen-
tante del purismo racionalista o fun-
cionalista en arquitectura, como re-
vela su IBM Plaza (Chicago, 1919), se
deja sin embargo impresionar por su
encuentro con Mondrian en 1922, a
72
partir del cual intentará plasmar en
su obra la metodología pictórica de
Mondrian, diseñando edificios de
tectura de la Escuela de Chicago, le- planos limpios, de paredes lisas y
jos de definirse por lo funcional, se abiertas que sobresalen del edificio
presenta como búsqueda formal, his- y se integran en el jardín, arquitec-
tórica, de apropiación e integración tura abierta en la que los espacios
de estilo, con las nuevas técnicas de fluyen entre las habitaciones y nun-
construcción y comodidades de la ca se siente la sensación de encerra-
época. El ya mencionado Audito- miento, siendo la principal muestra
rium de Sullivan, obra más impor- de este tipo de arquitectura el Pabe-
tante de este arquitecto y más cono- llón Alemán de la Feria de Muestras
cida de la Escuela, nos enseña las dis- de la Exposición Internacional de
funciones formales de los principios Barcelona (1929), hoy reconstruido.
reivindicados por el mismo Sullivan Obviamente, las teorías de Mies van
y por los miembros del movimiento: der Rohe en este sentido tendrán in-
pues, sus muros funcionan como so- fluencia en Le Corbusier, con la
porte de las plantas, utiliza materia- planta libre, y en Frank Lloyd
les antiguos como el granito del ba- Wright, con el principio de voladizos
samento, hay decoraciones histori- integrados a la obra en las llamadas
cistas, arcos y columnas, en una pala- Casas de la Pradera.
bra, el edificio tiene más elementos Para la Exposición de Barce-
historicistas que innovadores. lona, Mies van der Rohe diseña tam-
Misma dialéctica se encuentra bién la silla Barcelona, la cual no es
en la arquitectura de las estaciones sin recordar la silla roja y azul (1917)
de trenes: con entradas monumen- de Rietveld, también inspirada en
tales, también palaciegas, que inclu- los principios de Mondrian. Los in-
yan escaleras monumentales y pór- tentos formales, relacionados con va-
ticos de anchos pasillos con colum- lores pictóricos y volumétricos de
natas, mientras la parte de los mue- Rietveld en la Casa Schroder
lles ofrecían un arquitectura de ideo- (Utrecht, 1924), tienen equivalente y
logía ingenierista de vidrio y acero, eco en las contemporáneas "Meister-
haeuser" o Casas de Maestros: Casas rativo. 4/ El origen de esta dualidad
de Kandinsky, Klee, Moholy-Nagy, en Loos entre principios autoprocla-
Schlemmer, Fieninger, Muche, y de mados como racionales y representa-
Gropius, que él mismo promovió ción del mundo basada en ideologías
como director de la Escuela cuando místicas de las formas puras (v. la
se trasladó la Bauhaus en Dessau asociación entre el cubo, símbolo te-
(1925). Meisterhaeuser que tenían rrenal, como demostramos en Una
como elementos en común: una historia de la arquitectura moderna,
planta de dos pisos, con juegos volu- y la pirámide, símbolo de ascensión
73
métricos basados en cubos arquitec- celestial en el Mausoleo) en la Es-
tónicos entramados, sin decora- cuela de Chicago y la Bauhaus, don-
ciones ni colores exteriores, pero con de, idénticamente, los arquitectos de
trabajo de los valores cromáticos pa- estos movimientos, aunque propo-
ra delimitar los espacios interiores, niendo repetidamente una arquitec-
como es en particular el caso de la es- tura funcional y/o racional, realiza-
calera en la Casa Kandinsky. ron edificios referidos estilística-
Las anteriores descripciones mente, y por ende, hasta cierto pun-
nos indicaron varias cosas: 1/ el ca- to, visualmente decorativos.
rácter no sólo simbólico, como expre- Se explica muy bien en el caso
sa Marchán Fiz, sino, por ende, obli- de la Bauhaus por la pretensión de
gatoriamente referencial, ideológico arte total de la Escuela, y la integra-
y cultural, es decir, no puro ni racio- ción en ella de artistas quienes, como
nal o funcional, del cubo en la tumba Kandinsky, Moholy-Nagy, Klee o
de Loos, carácter que volvemos a en- Itten, se preocuparon de los valores
contrar en las de Dvorák y Alten- cromáticos, y de encontrar colores o
berg, por el mismo Loos, así como de formas puras, lo cual, adentrándonos
Mies van der Rohe, Le Corbusier y a la oposición puro-impuro, obliga-
Aalto. 2/ La negación de la negación toriamente le da valor místico a obje-
del carácter de delito del ornamento tos en sí carecientes de axiología. Ni
para Loos, en cuanto éste ornamento los colores ni las formas son puros o
se expresa conforme su teoría de la impuros. A lo sumo los colores pue-
forma pura, es decir, se identifica den ser primarios o secundarios, y
con el cubo arquitectónico. 3/ La ne- las formas simples o compuestas. Es
gación de la arquitectura meramente el valor que se les aplica que deter-
con fin de uso, teoría aristotélica, por mina tal grado de im/pureza. En par-
parte de Loos cuando se trata de lo ticular Kandinsky en sus escritos de
funerario y lo conmemorativo, por lo la Bauhaus se interesó a la espiritua-
cual se vuelve artístico, en sus pro- lidad de los colores en Punto y línea
pias palabras, el cubo en el contexto sobre el plano. Contribución al análi-
en que lo emplea, es decir, el con- sis de los elementos pictóricos (1926),
texto funerario y auto-conmemo- que parte de sus enseñanzas en la
Bauhaus en Weimar, y continúa De tectura pura, liberada de ornamento,
lo espiritual en el arte (1911). Moho- de Loos), lo llevarán más lejos toda-
ly-Nagy, por su parte, en sus Libros vía, a abandonar la pintura de caba-
de la Bauhaus, en particular, en el llete, y, a partir de 1922, cuando el In-
octavo volumen titulado: Pintura Fo- chuk (Instituto de Cultura Artística)
tografía Film (1925), plantea la rela- de Moscú le obliga a cerrar su escue-
ción entre pintura que da forma al la Afirmación de lo Nuevo en el Arte
color, y fotografía como medio de in- (Unovis por sus siglas), a dedicarse
vestigar y exponer el fenómeno luz, planites y arquitectones, obras a mi-
74
lo que pondrá en práctica en el Mo- tad de camino entre escultura y ar-
dulador Espacio-Luz (1930). quitectura, que son maquetas de di-
Otro elemento de comproba- seño axonométrico que acumulan
ción del misticismo original del con- formas cúbicas, en las que Malevich
cepto del cubo arquitectónico en Lo- decía: "ve(r) el inicio de un nuevo arte
os, y por ende en de edificios en mi
toda la arquitectu- arquitectura su-
ra racionalista, im- prematista" ("Ma-
poniendo relectu- lewitsch zitiert
ra de la herencia y nach Michijenko
la transmisión de Die suprematisti-
la arquitectura del sche Säule - Ein
s. XX, es la con- Denkmal der
temporaneidad ungegenständli-
entre los plantea- chen Kunst", in:
mientos de Loos y Matthew Drutt,
las investigacio- Kasimir Male-
nes de Malevich, witsch – Suprema-
quien, en un proceso investigativo tismus, Deutsche Guggenheim, Ver-
paralelo al de Kandinsky, parte de lin, 14/1/2003-27/4/2003, Ausstel-
los íconos rusos bizantinos tradi- lungskatalog, New York, 2003, p. 81).
cionales para reencontrar la fuerza Así, con este último elemento,
genuina del volgeist, lo que lo lle- confirmamos que el cubo arquitec-
vará a culminar su proceso intros- tónico, así como pasa en Malevich y
pectivo con la exposición 0,10 (1915), el suprematismo, desde sus cuadra-
donde presenta obras abstractos ba- dos y cruces biplanas en pinturas
sadas en la forma del cuadrado y la hasta sus maquetas tridimensiona-
cruz, como el famoso Cuadrado negro les, no tiene valor racional, sino so-
sobre fondo blanco. Pero sus investí- bredetermina una forma pura, de an-
gaciones sobre la forma pura trascen- tigua simbología (el mundo, los cua-
dente, suprematista, liberada de la tro puntos cardenales, la "cuaterni-
figuración (a semejanza de la arqui- dad" de Jung), el cuadrado, y su equi-
valente en el plano tridimensional: del panorama arquitectónico y urba-
el cubo. Su valor místico, lo revela su no que tenemos nosotros los contem-
mismo uso por el padre fundador del poráneos, ya no como un hecho dado
racionalismo para su tumba. por una lógica trascendente, sino co-
mo una forma relativamente equivo-
cada de concebir la ciudad y sus edi-
ficios en términos de sencillez de re-
alización y de bajos costos y econo-
mía antihumana, sino también nos
75
conduce a volver, una vez más, como
en los casos, por ejemplo, de El Bos-
co, Géricault o Darío en nuestras la-
bores y libros anteriores, a conside-
rar que la mentalidad individual ac-
De ahí que, basado en preocu- túa dentro de la colectiva, y los pro-
paciones místicas y artísticas (místi- ductos simbólicos (en este caso, la ar-
cas del arte y los artistas contemporá- quitectura) no son productos básicos
neos, artísticas de trascendencia), el de la necesidad, sino de la idea o
racionalismo no es racional, tampoco imagen que nos hacemos de dicha
que el funcionalismo, como vimos necesidad, es decir, de una ideología
con la Escuela de Chicago, es funcio- provocada por el mundo ideológico
nal. Lo que, a nivel de historia de los que nos determina como humanos, y
estilos es muy importante e intere- prejuicia, pervirtiéndola, por bien o
sante, ya que, no sólo nos plantea la por mal, la visión que, sin este con-
necesidad de re-visitar la concepción texto social y cultural predetermi-
nante, de él (el mundo) tuvieramos.

Norbert Bertrand Barbe en Francia en 1968. Es Artista plástico, curador, poeta,


ensayista, teórico, traductor y editor. Ha publicado los poemarios: Les Jeux de Diana,
L´Arma Jane Doe, Cada-vres Esquís, Moi Claude le bien-hereureux, (Un poco más de)
20 poemas de odio y una canción desesperada, Arráncame de tu corazón amor y
Caprichos nicaragüen-ses. Aparece en las revistas: Regart (Bél-gica), Ábaco, La botella
vacía, Revista Katharsis (España), Zona de
tolerancia (Colombia); Letras Club de
Brian y Café Literario (México), Hispanic
Culture Review (Estados Unidos) y Arte-
facto, Nicaragua.

76
Roland topor

77
78
79
80
Roland Topor nace en París, Francia, en 1938, y muere en esa misma ciudad en 1997.
Pintor, dibujante, novelista, dramaturgo, cineasta y guionista, Topor se destacó por
ser un personaje tan multifacético como excéntrico. Fue uno de los fundadores del grupo
Pánico, junto a Fernando Arrabal,
Jacques Sternberg y Alejandro
Jodorovsky. Entre sus novelas, la
más conocidas es Le locataire
quimerique (1964), llevada al cine
por Roman Polanski en 1976.
Colaboró en el filme de animación 81
Le planète sauvage (1973), dirigido
por René Laloux, que obtuviera un
premio en el festival de Cannes. En
este largometraje animado, Topor
participó como guionista, en la
adaptación de la novela de Stefan
Wul, así como en el diseño gráfico de
la película. En 1976 Topor creó un
escándalo en el Théatre de Poche en
Bruselas, cuando estrenó su obra
“Vinci avait raison.” Prácticamente
la obra trata de una pareja de
burgueses, los Moreau, que invitan a
otra pareja, los Boulin, a su casa de
campo. Todo resulta en una comedia bufa en que los baños están tapados. ¿Quién es el
responsable despuІs de todo? La crítica fue fulminante con Topor, lo que sumó más a
su fama de creador extravagante. El artista realizó varios cortometrajes para la
televisión. En la década de 1980 laboró en el guión para la película Marquis, dirigida
por Enrique Xhonneaux. Estrenada en 1989, la película fue mal recibida por el público
y por la crítica, debido a que los actores caracterizaban sus personajes con máscaras
de animales y porque aparecía en escena el miembro viril del Marqués de Sade. No
obstante, con el tiempo, esta película se convertiría en un filme de culto.
Francisco Larios
ODA AL POEMA SOLITARIO

A mi vanidad le encantaría que alguien leyera estas líneas,


aunque ella es tan paciente como una hoja que cae,
que en realidad preferiría no estar así desplomándose,
82
pero muy calmadamente
dedica el trayecto a rescatar de reojo el paisaje
para una vida posterior.

Por eso hemos llegado fácilmente a un acuerdo


ella y yi, que le soy fiel
a pesar de que algunas veces se dejó engañar por otros pretendientes.

Ambos sabemos
que sufrimos el mismo desliz
y preferimos callarnos el pecado.
Así, la aceptación
de nuestra mutua compañía
y compartida soledad de hojas pardas
nos ha liberado a practicar
un arte circunspecto
y afortunadamente egotista:
la búsqueda en la mina más oscura
de la gema más clara,
frente a la cual nuestra alma pueda más tarde,
sin ningún rubor y sin ningún testigo,
desnudarse.

PRIMER MISTERIO

Ha sido más difícil llegar


que recorrer el camino
con el viento soplando en toda dirección.

Aún en este puntual momento


pleno en el centro del vaivén
entero en el epicentro
de tus idas y venidas

no termina de arribar la llegada.

Debe ser que hay un misterio entre tu tiempo y el mío.

ANDANZAS DE UNA GARZA BLANCA


83
Una garza blanca desfila sobre la copa, pulcra,
de una fila de arbustos suburbanos,
exhibiendo superior su perfecta nitidez de ave polvorosa y vagabunda.

Ha traído el desorden al orden y el mar a la ciudad


(a la sub-ciudad que deberían reconquistar las iguanas)
y ha destejido el día a su manera,
rasgando la realidad predecible del concreto.

Lejos de su lugar, cruzada la frontera, desorbitada cantera de cometas,


su paciente parsimonia de llegada puntual me retiene tantas horas más tarde.
Tantas idas y venidas locas brotando de su estancia mínima, vagamente
/reportable.
Una de tantas señales que me llegan de lejos tras la gran oclusión.
Una de tantas tardes que el momento consume.

¿Cuál será su emoción suprimida sino el olvido mismo?


Un paso tras otro, y las ideas fluyen con verdad paralela
¿Cuál será su emoción suprimida sino el olvido mismo?
Debe ser el espejo en la calle, dibujando gaviotas.

MEDUSAS MUERTAS

Las medusas
mueren sin saberlo,
y cuando acaban,
demuestran
en la arena
su nobleza
vencida.
Qué momento aquél
de pasar a su lado
y contemplarlas

pequeñas

rodeadas

por la inercia
que el lodo 84
y la hojarasca
acumulan
en la tarde.

No es más que un exilio


como todos los otros

con sus paseantes y sus curiosos.

Y sus indiferentes.

Y los viejos plantados frente al mar


no ven las olas.

Sino el horizonte que les roba


su lugar de morir.

SINTAXIS URBANA

Brutal es el tumulto de voces yuxtapuestas,


la ciudad decreta una sintaxis árida en los días,
un pulso y una emoción, sobre la marcha de transeúntes
fortuitos entre almenares y tótems.

Y en las esquinas, donde un mundo anterior esconde sus secretos,


la pausa resucita muy brevemente lo lejano, lo alterno,
las hojas secas del norte, los ojos ávidos del sur,
pequeños resquicios y agobiantes sospechas,
de tentáculos largos y aguijones mínimos,
fortuitos también ellos
a la sombra del tótem y el almenar.
Francisco Larios es un poeta Nicaragüense. Reside actualmente en Estados Unidos. Ha
publicado un poemario, Cada Sol Repetido (anamá Ediciones, Managua, Nicaragua,
2010), una plaquette bi-
lingüe (inglés/castella-
no) intitulada Astrono-
mía de un sueño/Astro-
nomy of a Dream (Car-
mina in minima, Barce- 85
lona, 2013). Su poesía ha
aparecido en revistas di-
gitales e impresas en va-
rios países del mundo, y
ha sido parcialmente
traducida al italiano, al
griego, al rumano, al in-
glés y al estonio. (Foto
de Ulises Regueiro).
André betancourt
BRETT Y GOLIAT preguntas que no existían. Quería
más para él y para su tierra. Para ese

A
ntes de que Goliat se tiempo el milagro era algo popular.
uniera a las tropas ene- Había castración para los que recha-
migas como un guerre- zaban milagros en ese tiempo. Aque- 86
ro ya cansado, obtuso, lento, deste- llo de esperar por un milagro en las
rrado y de poca visión era antes mu- afueras era algo común, tedioso y frí-
cho más pequeño y con una visión volo, según Brett. Para éste soñador
paralela. Brett, se llamaba. Se pasaba lo que le esperaba era castidad si no
mirando al mundo a través de un ca- hacía su propio milagro.
leidoscopio confirmando que todo Una anciana que caminaba
estaba lleno de colores, artes, figuras silenciosamente por los páramos de
hermosas, visuales extraños que le Brett cada noche solía regañar al mu-
hacían bien y pequeños relatos de chacho cuando estaba tirado en el
todo tipo y de todas las lejanías entre suelo, ahogado por los espíritus, bo-
medio de ellas. Descubrió amor, la ca arriba en algún callejón. “Si vas a
esencia de su pluma y descubrió ser otra persona común, matate”, le
maldad, entre ellas la poción que le decía. Él se reía con los ojos cerrados,
garantizaba una sola forma de verlo ella le daba un golpe en la cara más
todo, la poción, Ordinarius, le decían luego lo escupía si era necesario. La
los herejes devotos al dios Apolo. anciana era una celta y se pasaba ha-
“Solamente aquellos que se blando de lugares imaginarios, fuera
atrevan a nadar más allá del precipi- de éstas tierras, de éste universo. Por
cio en el horizonte descubren más”, supuesto, nadie le hacía caso. Brett
decía Brett, delirando mientras juga- continúo bebiendo, peleando en las
ba con palabras. Que pasión la de és- calles como era su forma de vida y
te, delirar y jugar con palabras. Hun- devuelta a sus pensamientos cuando
dirse en su propio lago agridulce de era hora de dormir en el pavimento,
pensamientos, tormentos, maldades alucinando todo lo que imaginaba
y orquídeas con garras ocultas que lo en su cabeza. Una y otra vez, su men-
desgarraban por la espalda y rosas te pintaba el mundo de diferentes
carentes de espinas que lo trataban colores, una y otra vez. Mirando la
bien. Vacilaba en esto, pero no era luna, tocándola desde el suelo con su
suficiente. La melancolía que lo mano estrechada hacia ella. “Algún
diferenciaba subsistida por aquello día te tendré en mi palma”, se decía,
de la esperanza de algo mejor en su la cabeza cayendo de lado a lado.
vida, siempre buscando respuestas a Aunque por la mañana se le olvidara
todo, volvería imaginar cosas nuevas lugar desolado, al menos para Brett.
la noche siguiente. Éste era el ciclo Él entendió que era de ser así, rena-
de Brett. Su modo artístico dejaría cer en escombros y construir con sus
caer un hacha de mil quinientas to- nuevas herramientas dadas por la
neladas sobre cualquier cabeza he- Celta Bautista. El pequeño vio un ce-
cha de piel común. Su mentalidad laje poco visible a la salida, era una
fantasiosa y su repugnancia a la rea- mujer desnuda con tatuajes por su
lidad también lo haría vivir en tor- cuerpo y poca armadura Gaélica. Co-
mento y confusión, con su rabia acu- gió su caleidoscopio y la miró, a ver
87
mulada y en desolación. qué vería. Lo que vió no lo pudo dig-
La vieja celta se acercó un día erir, no apropiadamente. Colores
a Brett con una mirada seria, pensa- que no existían, formas que no te-
tiva que casi se podría confundir con nían una dimensión específica, vidas
compasión. Se veía más cansada de ajenas, galaxias, universos distintos.
lo usual, notaba el pequeño. Ésta vez Colapsó.
Brett la miró a los ojos verdes, arcai- Cien años de escritura llena-
cos, con mejor lucidez y vio mil mu- ron de vida y alegría a Brett. Pero
jeres jóvenes flotando y viviendo bastardo al fin, marcado por la mitad
dentro de ella. Le hincó el corazón, con sangre del hombre, cien años
no se explicaba por qué, tampoco se más trajeron truenos a sus oídos, fi-
quiso molestar en preguntarse. Ese guras deformes a sus ojos, olores
momento de lucidez le hizo pararse asfixiantes más su paladar no distin-
y saludarla como una dama, se dobló guía el encanto del derroche. La vida
en una rodilla y la miró fielmente a maltrataba su cuerpo, sus manos
los ojos. Anciana, hábleme, ¿cómo temblaban. Llegó la tormenta y des-
está usted? Que Apolo le de mil vi- hicieron sus letras y así, de él. Frus-
das. “Apolo murió hace mucho tiem- trado, despertó, realizando que nun-
po, pequeño necio. Solamente ha de- ca se había ido de la existencia del
jado miles de hijos semi-dioses in- hombre. Desconsolado indagó sobre
gratos en la Tierra. Ya mismo muero, la guerra y por mera frustración e im-
las montañas hacen eco de mi porve- pulso cayó dentro de la base donde
nir.”, respondió escupiendo una tos se reclutaban a todos los infelices y
terrible y aberrante. “Toma ésta plu- todos los bastardos. Al ser ofrecido
ma y papel… escribe hasta que mue- una plaza en las tropas Santas lo
ras.”. Te bautizo en ésta cuneta in- obligaron a tomar una poción de nor-
munda. Anda, hijo bastardo”. La cel- malidad no menos cuando lo obser-
ta desvaneció por siempre. Brett varon inquieto, diciendo comenta-
amaneció en unas ruinas antiguas rios obscenos como “Me gusta el ar-
con símbolos celtas, todo destruido te, soy artista, debo escribir... mis hi-
por alguna fuerza sobrenatural. Sin jos, la pluma y el papel, ¿qué de
embargo, había algo pasivo de ese ellos?”
Así mismo le hicieron tomar anciana. Era hermosa, pero ya hace
varios galones de normalidad, per- mucho tiempo muerta y merodeando
diendo la visión en un ojo en el en su corazón, como merodeaban
transcurso, transformaron sus pince- muchas que lo habían dejado en la
les en dos manos y brazos hinchados cuneta antes. ¡Exilio hacia el hori-
de dolor físico y pesado por la pér- zonte del océano! ¡Dónde ningún gi-
dida de sus instrumentos, poniendo gante podrá sobrevivir! Goliat acep-
sus manos en carbón para aquietar tó.
su anormalidad. La dolencia y tor-
88
tura causó una aflicción dentro de él
mismo, su rabia volvió. Puños salva-
jes a las paredes de piedra, todo obje- LA QUIMERA
to animado o inanimado tenía que

N
ser demolido, era una violencia ab- o he de tener más sole-
surda, gritaba incoherencias, lo toxi- dad que los Titanes en
co era placentero y lo hermoso era Tártaros. Tú eres la
aburrido; era un animal, una bestia contradicción de lo que yo soy, en lo
castrada de humanidad; volvió a ser que yo creo, de lo que yo quiero y co-
un hombre. Comenzó a matar, lo mo quiera quiero, mi Eurídice, espe-
cual lo hacía grande y fuerte. Como rando la promesa de tu llegada, im-
antes crear lo hacía invencible, ahora paciente en el trono del Monte Olim-
destruir reemplazaba el vacío. Con po me torno renegado ante tu ausen-
cada hombre y mujer que mataba se cia. Hermano no eres, indiferente y
hacía más grande. Hasta que le ofre- hueco, que me roba de lo que me ha-
cieron exilio al no poder controlar cía limpio y yo recordando los la-
ésta bestia humana. “No tiene pro- tidos de mi corazón, sentado con mi
pósito alguno, es insólito para nues- pierna inquieta causando temblores
tra sociedad y propósito. ¿Cuál es el por toda la montaña, cada vez re-
nombre de éste monstruo enorme?”. tumbando más violento; sentido y
Nadie sabía. Ni tan siquiera Brett lento; doloroso, mirando con rabia
mismo sabía quién era. A veces, que me es recíproca del Can Cerbero,
cuando caía una tiniebla verde olor a que vigila las compuertas contra las
un callejón infortunio, cada reflejo heteras, anhelando igual tu llegada
que veía Brett cambiaba y aparecía de allá abajo donde todo es oscuro.
su caleidoscopio antiguo flotando, No perjuro por ti mis deseos, me
algo como suspendido en el aire, gi- verás a la noche cubierto de sudor
rando a falta de gravedad, así como del insomnio desatando los relámpa-
para que lo agarrara antes que fuese gos con furia y lágrimas que forman
muy tarde, pero ésta bestia no sabía un rápido río bajando desde el Olim-
que hacer de ese extraño objeto. A po hacia el Inframundo, tu única
veces estaba la anciana, pero no era fuente de alimento y esperanza. Que
permiso yo de hacerle, pues aquél bra, siempre ambigua, del destino
que presta su corazón no necesita pe- que nuestras almas encontrarán
dirlo, pues ya está muerto hasta que anexo. De ser así ponedme laureles
se le devuelva y qué más me podrá de victoria, sino, tiradme laureles so-
suceder no más que de esperar en el bre mi lápida en Tártaros.
vacío eterno por ti. Resto en la pala-

89

André Betancourt, poeta y cuentista nacido en octubre del año 1991 en San Juan, Puerto
Rico. Cuenta con una publicación
en inglés, "The Tower and The Ar-
chitect", publicada en la revista
digital Corpus Litterarum. Ac-
tualmente estudia literatura en
inglés en la Universidad de Puerto
Rico-Río Piedras."
Ana Pobo

90
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Ana Pobo Castañer nace en Teruel, España, en 1966. Es fotógrafa y escritora. Co-autora
de los libros Las huellas del pasado y El
color de la ira. Ha participado activamente
en exhibiciones y ferias de arte en alrededor
del mundo: España, Francia, Japón, China,
Italia, Rusia, Moldova, Brasil y Estados
Unidos, entre otros países. Fue seleccio-
nada para representar a España en la VI
Bienal Internacional del Arte de Bolivia en
2009 y en la Bienal Fotografía y Arte
Digital 2010 en San Francisco del Monte de
Oro, en San Luis, Argentina. Sus fotos han
recibido premios. Tiene obra permanente en
la Galería O+O en Barcelona y en la
Galería San Vicente de Raspeig en Alicante,
España. Tiene obra expuesta en diversos
museos y galerías de Europa, Asia, Norte y
Sur América. Sus fotografías también se en-
cuentran en los libros Juan García “El Te-
nor de los Reyes” de Juan Villalba Sebastián y Grandes Asedios en la Historia de Es-
paña de Rubén Sáez. En la actualidad ocupa una plaza de Admistrativo en la Biblioteca
Pública de Teruel dependiente del Servicio Provincial de Cultura y Turismo, de la
Diputación General de Aragón.

94
George reyes
GRANOS DE POLVO

¡Bendito tú que contemplas las playas dolientes de frío!


¡Hablas por millares de voces retumbando en el desparaíso!
¡Portas tú el papel que a la tinta hospeda ya espesada por tantos sueños! 95
Mi piel barnizada está de capa humana cerosa líquida:
en la travesía de caudal de saliva donde no bucea el corazón.
Araña su barniz de escamas que hacen su vía la ladera del pecho.

Pero hay en su bosque hoy estornudo de tórtolas, de mariposas…


Su boca se indigesta de pajarillos que alzan su vuelo en metanías.
Y sus granos de polvo se han quedado en el labio de un vaso ya derramado.

TRÍO DEL ALBA


+Nací en la planta de un pie errante que amasa asfalto
en constante cambio de humo
en gerundio ayer,
mañana en el pasado.
+Brotó mi cabello de raíces vírgenes,
+del vacío de brazos largos hasta el colmo.

+Cuando se amortaje el sol como noche que se viste en día,


+el lago de pasiones se haya todo derramado en la rayuela,
+del estanque en cocción de flores ―miel de pajarillos―
el agua se hundirá
en la vena seca
de los huesos.

+El aullido de los lobos me resoplan su aliento que columpia mi respiro.


+El complot del llanto, de la pena, se astilla con la espuma de la boca,
la espada de odio
quiebra se en el puño
de piedad de ángel...
+Me callaré mañana porque en el silencio oigo el ruido de la paz del alba.
AL REVERSO DE TU VOZ

Si precisara
masticar
esa palabra
no la hieras
con sabor
de piedra
ni con la palidez
el rumor 96
de sus pisadas...
Porque el vivir
cada mañana
es anclarse
en esa voz

déjale
entrar
hoy en tus sueños

a conversar
con tus deseos.

AMANECIÓ AL OTRO LADO DEL TIEMPO

Envolverse
con tu diestra
pesada
de ternura...

Dormido
en la luz
luciérnaga
de tus pupilas
retorcerse
sin miedo
a las fauces
del vacío...
Al despertar
del sueño
hablarte al corazón
en la alborada
de alegría.

97

George Reyes nace en Ecuador en 1961. Es ensayista, crítico literario, poeta y teólogo
evangélico. Actualmente reside en México. Ha publicado en varias revistas de poesía
virtuales y de papel hispanoamerica-
nas. También ha hecho carrera en va-
rias revistas latinoamericanas de teo-
logía. Tiene en su haber varias obras
inéditas como Signo XXI, Filosofía ri-
sueña, En vertical contacto, El árbol
del bien y del mal y Mañana.
Ramón MartÍ DÍAZ
DATOS PSICOLÓGICOS DE UNA noches corridas sin cerrar ojo. Pero lo
MUERTE PASADA consideró algo normal. Como todo ni-
ño, tuvo noches que escuchó cosas ex-

U na sombra entró por la


ventana del baño y dibu-
jó en el piso la silueta de
un cuerpo descansado. Lo observó y
trañas y temió a cualquier sombra.
Además vio como parte del proceso
uni-versitario el no dormir; máxime
que debió leer tomos interminables de
98

sintió envidia. Miró por unos minutos casos litigados, ética y política.
los frascos de somníferos que tenía en el Pero esas justificaciones cambia-
botiquín, para ver qué combinación rían de improvisto, al descubrir la ca-
atosigarse y quedar dormido para pacidad del cerebro humano y la con-
siempre. Aunque fue una idea que ron- ducta que pueden crear sucesos ocurri-
dó por mucho tiempo en su cabeza, dos en las vidas de una persona. Tomás
nunca logró llevarla a cabo. Se acostó Cimber, su mejor amigo y compañero
en la bañera y dejó que el agua acari- abogado, le recomendó al sicológico,
ciara su piel e intentara de esa forma doctor Arturo Decimo. “Alucinarás.
llevarle el sueño a los ojos. Estuvo dis- Yo sé que tú no crees mucho en ese tipo
puesto a dormir allí, pero fue imposible de método, pero a mí me ayudó” recor-
adormecerse. dó que le comentó su amigo, cuando le
Luego de secar las gotas de agua entregó el número telefónico del que lo
que merodearon por el cuerpo, se miró ayudaría a descansar de las pesadillas.
detenidamente al espejo, y notó que su Este sería el quinto y sin saberlo el últi-
imagen lo miraba con lástima. Tenía los mo. Decidió darse la oportunidad y sa-
ojos encuartelados por unos círculos có una cita.
oscuros. La piel estaba avejentada a pe- El doctor se había especializado
sar de ser un hombre joven. Ya no tenía en regresiones bajo hipnosis. Fue lau-
la apariencia imperial y distinguida reado por investigaciones acerca del
que fue motivo de halagos; aunque con- método, y tenía fama de restablecer en
servaba los rasgos cesarianos, esculpi- los pacientes una vida saludable. El
dos a la perfección, que en el pasado experto atendía a los pacientes a las
fueron deslumbrantes. afueras de la ciudad en un pequeño
Hacía varios años sufría de in- rancho. Creía fielmente que estar en un
somnio. Condición que lo hizo visitar lugar remoto y sin distracciones hacía
varios terapeutas para combatir la pa- que los pacientes aceptaran el proceso
ranoia producida porque el cuerpo re- más fácilmente. De camino al rancho,
husaba a descansar las horas que debía. ya ansioso por lo alejado del lugar, pen-
Cuando niño sufrió episodios de desve- só cómo alguien podía vivir tan aparta-
lo en la noche, y en la universidad tuvo do de la gente. La idea de que algún in-
conveniente pasara, y nadie pudiera hizo todo lo que hacía en una noche
llegar a tiempo al rescate, le produjo un cualquiera, no disimuló. Al terapeuta le
ataque de ansiedad que le hizo detener sorprendió el compromiso de Julio. La
el auto, bajarse, y salir del encierro. La mayoría de los pacientes solían contro-
idea de renunciar a conocer las vidas lar algunas de las conductas por ver-
pasadas fue considerada, pero respiró güenza. Hizo un listado de todo lo que
profundo, limpió las lágrimas y decidió observó: Insomnio severo, necesidad de
entregarse a la aventura. verificar puertas y ventanas estén ce-
Al llegar al rancho, estacionó rradas, paranoia ocasionada por cual-
frente a una modesta cabaña. Bajó del quier sonido, temor a las cosas metá- 99
auto, y ya más calmado admiró los alre- licas.
dedores. Escuchó una voz que lo reci- Las primeras sesiones de Julio
bía. Salió de un hombre alto, robusto, fueron algo difícil para él. Redescubrió
de facciones muy rudas, pero de mira- abusos emocionales y maltrato físico
da apacible. Creyó reconocerlo, pero desmedido por parte del padre. Esa
no sabía de dónde. parte de la niñez la había bloqueado
―¿Llegó sin problemas? ―dijo por completo. Aunque en varias cón-
acercándose. sultas habían trabajado con este trau-
―Doctor Decimo. ma, la ansiedad y el insomnio aún per-
―Me puedes llamar Arturo. sistían.
Bienvenido ―dijo estrechándole la ma- El doctor decidió que era tiempo
no para saludarle. que Julio fuera más profundo en el sub-
―Julio C. Román ―contestán- consciente, ya que solo habían explo-
dole el saludo. rado sucesos de la niñez presente. Ha-
Sintió cierta familiaridad y cer- cerlo podría atacar los problemas per-
canía con Arturo que le resultó espeluz- sistentes. En la novena sesión Julio se
nante. Le pareció, que aunque se había encontraba muy nervioso por la incer-
negado al tratamiento de regresión an- tidumbre de lo que pasaría, se acostó
tes, creyó, sin realmente saber por qué, inmóvil en el sofá y cerró los ojos. El
que la decisión fue la correcta. Quería sicólogo llevó una pequeña grabadora a
creer que doctor Decimo era la res- la boca.
puesta a todos los trastornos que tenía. ―Hoy es 14 de marzo del 1998.
Como parte del tratamiento, el Puso la grabadora en una mesita
terapeuta ofrecía estadía por una noche a su lado.
a los clientes para ver su conducta noc- ―Respira profundo y suelta el
turna. El ser observado por alguien que aire lentamente. Muy bien. Hoy vamos
pretendía que no estaba en el lugar, le a añadir a las respiraciones otro ejerci-
provocó mucha ansiedad; se inmiscuí- cio. Voy a pedirte que tenses algunas
ría en su privacidad y eso él no lo había partes de tu cuerpo para ayudar a que
permitido nunca. Pero aún así aceptó. la relajación sea más profunda. Vas a
Tenía curiosidad de ver qué descubrir- mantener la tensión por unos segundos,
ía. Como era de esperarse, pasó toda la y cuando te ordene, lo sueltas. Es im-
noche desvelado y con paranoia, pero portante que mientras respires no dejes
de escuchar mi voz. Respira profundo chaba muy atento―. Todos me llaman
y tensa por favor las manos y sueltas. Emperador. Veo que se apartan y que
Así continuó con todo el cuerpo murmullan entre sí. Me siento muy
y cuando vio que Julio estaba relajado inseguro, pero soy fiel a lo que creo.
comenzó la regresión. ―¿Puedes oír lo que hablan los
―Te voy a pedir que hoy vayas hombres?
más allá de tu nacimiento, mucho más ―Dicen algo de: “No reforma,
atrás y me digas qué vez, a quién reco- no reforma”. Insisten en convencerme.
noces, dónde estás y quién eres. Me siento incómodo. Sobre todo hay
El silencio ocupó el lugar. dos que no logro distinguirle las caras y 100
―Veo agua, ―hablando con un me asusta.
tono muy suave― estoy parado frente ―Respira y escucha mi voz ―di-
al mar y hay un barco de madera gran- jo el doctor y Julio lo hizo y más calma-
de con tres velas que se ve desde la ori- do siguió.
lla. Estoy en una isla con piedras blan- ―Reforma. Esa palabra la tengo
cas. Soy como una especie de capitán muy presente en mi mente. Estoy sólo y
importante. Me gusta navegar ―pausó veo lo que parece un mapa… dice Im-
por un largo rato―. Ahora me veo los perio de Roma. Veo un militar con una
pies, tengo puesto unas botas de cuero capucha roja y un casco de plata con
llenas de sangre. Hay muchos hombres plumas en la parte de arriba que me
caminando a mi lado y todos me dicen llama César, al parecer es amigo de
algo, y no logro entender a ninguno. Me confianza…
siento mal…muy mal como si me aho- Paró de moverse en seco. La in-
gara, ahora está entrando mucha agua; movilidad asustó al doctor.
se está hundiendo el barco… no hay ―Soy Julio César.
escapatoria… no puedo respirar. Aunque el terapeuta tenía vasta
Se movía incómodo en el sofá. experiencia con los personajes que ha-
―Tranquilo. Respira profundo bían sido sus pacientes, ninguno de
y escucha mi voz. Respira ―ordenó el ellos había sido alguien de tanta en-
terapista―. Tranquilo ―Julio se tran- vergadura. Julio comenzó a moverse en
quilizó―. Continuamos. Dime que más el sofá nuevamente. Empezó a respirar
vez, ve más allá, más profundo. con dificultad. Su cuerpo de encorvó
Hubo otra pausa larga. por completo.
―Estoy caminado en un edificio ―Respira, Julio sigue mi voz y
de mármol. Me siento algo tenso. Me si- respira.
guen cuatro hombres que me recri- ―NO…no, por favor. Ahora veo
minan una decisión que tomé. Llega- las caras. Uno de ellos es Tomás, mi me-
mos a un lugar lleno señores mayores. jor amigo, pero no está ahí para ayu-
No estamos de acuerdo en algo. Me darme. Me empujan. Me atosi-
siento en un trono y los cuatro hombres gan…tengo mucho dolor; tienen dagas
se paran frente a mí. Están vestidos con en las manos, no puedo respirar, me
unas batas blancas…son togas. Ellos duele todo el cuerpo, me apuña-
son mis súbditos. ―El terapeuta escu- lan…No, por favor… ¡Usted está con
ellos! Usted está ahí. Y usted solo me ―Sí. Tu cuerpo se descarga por-
mira, me mira y sonríe. ¡A usted le lla- que utilizas demasiada energía para
man Brutus! ―gritó. viajar hasta esos momentos pasados.
El doctor fue testigo de que Julio Pero aprenderás a controlarlo. No te
no podía salir del trance cuando se lo preocupes, vamos bien, no hay porqué
pidió. Pero poco a poco lo ayudó a salir asustarse. Sigue con los ejercicios de
del trance de forma segura. relajación está noche y si es necesario
Cuando despertó, se disculpó y con el medicamento ¿De acuerdo?
fue al baño a echarse agua en la cara. ¿Mañana a la misma hora entonces?
Se miró al espejo y respiró profundo. ―Julio asintió. 101
Estaba algo aturdido. Tenía un sinnú- Julio, salió del rancho algo con-
mero de preguntas en su mente “¿Es fundido, pero a la vez con una sensa-
cierto esto? ¿Es sugestión? Fue muy ción de seguridad. Al llegar a la casa
real. Aún siento el dolor. Sabía que lo buscó una biografía de emperador que
co-nocía de alguna parte” pensó, había comprado hace algunos años.
mientras reconocía que su imagen ya Fue directo al capítulo del asesinato.
no le miraba con lástima. En aquel mo- Sucedió tal y como lo vivió aquella tar-
mento entendió el porqué de la fasci- de. Creyó totalmente en la experiencia.
nación con lo romano, la política, la Leyó más para encontrar otros datos y
obsesión de ser líder y sobre todo el descubrió algunos que resultaron inte-
porqué del nombre. resantes. Por ejemplo, Cimber fue el
A doctor Decimo no le sorpren- senador que dio la señal para que se
dió haber estado en aquel momento de diera el ataque y odió a César porque
una de las vidas de Julio. Acostumbra- había desterrado al hermano. Cimber
ba a sucederle con la mayoría de los era el apellido de su mejor amigo. De-
pacientes. Pero sí tuvo mucha curiosi- cimus era el nombre de Brutus, el pro-
dad, del papel que jugó en un momento tegido de César, y la cercanía que tenía
tan escalofriante. Fue frío, inmóvil ante el apellido del terapeuta era evidente.
un asesinato. Nunca había sido alguien Una idea aterradora le invadió la men-
así en otras regresiones. Siempre fue el te. Ambos estuvieron con él en aquel
padre compasivo o el maestro. Apuntó tiempo, ahora continúan en su vida, y
el pensamiento en la libreta, para es- entiende por qué. Aquella noche pudo
tudiar si existía un patrón o no de con- dormir unas horas, pero una pesadilla
ductas en las vidas pasadas. Julio salió de que lo enterraban en un lugar apar-
del baño y se sentó en el sofá. tado le despertaba. La idea alocada le
―Es sorprendente. Ya verás que invadió de nuevo la cabeza y esta vez la
mientras sigamos así, muy pronto te aceptó; pensó que sería la alternativa
sentirás mejor. Yo sé que es algo fuerte para que todo acabara. La mañana sig-
para procesar, pero no hay que tener uiente, llegó al rancho y estacionó como
miedo. siempre frente a la cabaña, pero esta
―Estoy mareado y cansado. vez cerca de la puerta de entrada.
¿Siempre me voy a sentir así? ―pre-
guntó Julio.
Entró muy callado y se acostó en algo, pero caducó al instante. Julio lim-
el sofá. El sicólogo acercó su pequeña pió el lugar lo más que pudo. Cubrió el
grabadora a los labios. cuerpo con una manta, lo montó en el
―Décima sesión. Hoy es 15 de auto, y manejó hasta un lugar alejado
marzo ―la coloca en la mesita de siem- del rancho. Le tomó dos horas hacer la
pre―. A ver, respiras profundo. Tran- fosa donde metió al sicólogo. Enterró el
quilo… respira profundo. Y vas ten- puñal y la ropa que llevaba puesta cer-
sando las manos. ca del río. Estaba seguro que no darían
El terapeuta sentía mucha ansie- con el cuerpo. No pudo creer el alivio
dad por saber más acerca de su tiempo que sintió en aquel momento. Era muy 102
con César, así que procuró que Julio placentero. La idea que lo acechó toda
cayera en trance cuanto antes. la noche, fue la respuesta para así po-
―Bien, trata de ir al palacio en der dormir con más tranquilidad: ven-
donde nos encontrábamos y dime qué gar su muerte. Manejó disfrutando del
hago en aquel… paisaje camino a la ciudad. Con deseo
Julio interrumpió con un grito y de que llegara la noche y despertar des-
le cayó encima al médico con un puñal cansado. Antes de acostarse, acordó en-
que había guardado en su pantalón. contrarse la mañana siguiente con To-
Embistió más de veinte veces, al igual más en el rancho de doctor. Aquella no-
que habían hecho los traidores. El tera- che Julio durmió profundo y sin pesa-
peuta con ojos incrédulos intentó decir dillas.

Ramón Martí Díaz es egresado del Departamento de Drama de la Universidad de


Puerto Rico, recinto de Río Piedras. Por más de quince años ha participado y
colaborado en diferentes face-
tas en el mundo teatral. Como
dramaturgo, fue finalista en el
Certamen Queer Asunción Pro-
ject de la compañía Off-Broad-
way Teatro Pregones, Inc., en
2009. Tiene una Maestría en
Creación Literaria de la Uni-
versidad del Sagrado Corazón,
y recibió la distinción Medalla
Pórtico por la Excelencia Aca-
démica, dada por la institución
a estudiantes distinguidos. Ac-
tualmente trabaja en su prime-
ra novela Identidad Vacía.
Recomendamos:
ESCRITORAS LATINAS EN LOS ESTA-
DOS UNIDOS.
Lourdes Vazquez ADAGIO CON FUGAS Y CIERTOS AFECTOS: MIS 103
MEJORES CUENTOS. Madrid: Verbum, 2013.

T
al y como lo anuncia el
título de esta recopila-
ción antológica de los
cuentos de la narradora puer-
torriqueña, residente en los
Estados Unidos, las historias
hilvanadas aquí están atrave-
sadas por líneas contrapuntís-
ticas, en los que la memoria, el
juego de dobles, la alternancia
y el diálogo interrumpido tie-
nen como telón de fondo un
mundo disgregado y espeje-
ante. El arte del cuento de
Lourdes Vázquez proyecta
una reflexión sincopada sobre
el ser femenino a par-tir de su
propia condición ontológica,
enraizado en una mímesis di-
ferencial (como ocurre en
“Claudia y yo”). Para ello,
Vázquez no escatima el uso de
la lengua inglesa (“Where’s Ana Mendieta?”) o la incorporación de la téc-
nica del guión (“Una muñeca de cerámica con ojos violetas que miran fijo
hacia el centro imaginándose que está viva”, así de largo el título), como
formas de enriquecer el proceso narrativo. Es así como emergen los
“afectos,” que no son otra cosa que los conflictos que encaran los
personajes consigo mismos, con otros personajes y con el espacio físico
en el que se desenvuelven y pugnan.
Maricel Mayor Marsán. TRILOGÍA DE TEATRO BREVE. ABSTINEN-
CIAS. FALSO POSITIVO. LA MARCHA. Miami: Ediciones Baquiana,
2012.

L
a escritora cubana de la
diáspora, Maricel Ma-
yor Marsán, se ha desta-
cado por muchos años
104
como editora de la revista Ba-
quiana. Empero, es preciso desta-
car que ella ha labrado una bri-
llante carrera literaria como
poeta y como dramaturga. Estas
tres obras de teatro breve con-
firman la maestría y edl dominio
de Ma-yor Marsán al idear los
conflictos dramáticos que toman
lugar en cada una de estas piezas.
La dramaturga trabaja sobre las
experiencias que confrontan los
hispanos en los Estados Unidos,
evitando así las tipologías fáciles
y los estereotipos burdos de esta
población con que nos bombar-
dean a diario los medios de co-
municación masiva. “Abstinen-
cia,” la primera obra, es una co-
media que aún dentro de la situación extraña y divertida, plantea la nece-
sidad de solidaridad. Sobre los cenagosos Everglades de la Florida, que es
el sitio donde toma lugar esta pieza, concurren cuatro almas en pena de
una enfermera colombiana, una diletante cubana, una trapecista andaluza
y una contadora y empresaria norteamericana. Todas ellas se cuentan las
historias particulares de su vida, que pasan desapercibidas en el día a día
de la vida estadounidense. En el Nueva York de “Falso positivo,” Mayor
Marsán evita tanto el melodrama como la tragedia: una joven, que labora
en una cafetería, que aplaza su entrada a la universidad para que su
hermano eche adelante insiste en ingresar al ejército, mientras la madre
ha sido diagnosticada con cáncer. Sin embargo, en su afán de echar
adelante las carreras de sus hijos, la madre les dice que ha sido erró-
neamente diagnosticada. El final abierto de esta obra, deja al descubierto
los dilemas que confrontan los que vienen a vivir el American Dream y las
decisiones inaplazables para alcanzar un futuro mejor. Finalmente, “La
marcha,” ocurre en California. Sus personajes son trabajadores de una
empresa que provienen de distintos estratos étnicos latinomericanos, pero
que coinciden en la experiencia emigratoria y las duras condiciones
laborales. Menos íntima que las anteriores, pero de mayor alcance socio-
político, “La marcha” es un dictum contra la injusticia y la opresión que
sufren a diario miles de inmigrantes latinos en los Estados Unidos.
105

Leonora Acuña de Marmolejo. FANTAVIVENCIAS DE MI VALLE


(CUENTOS). Edición de la Autora:
Estados Unidos, 2012.

L
os veintiún cuentos que con-
forman este libro van desde el
relato realista hasta el cuento
psicológico. La escritora colomboa-
mericana, que reside en Nueva York,
es una hábil narradora que delínea a
la perfección sus personajes. De esta
manera, en Papá Santiago, en el
cuento homónimo, y en Odilia Bue-
no en “Ahí los dejo entre los
muertos,” se percibe una redondez
que emana de su propia humanidad.
Pero aún dentro del realismo, cuasi-
naturalista, y del psicologismo, muy
bien manejados ambos en estos rela-
tos, surge también el misterio, como
en “Doble vida,” que crea suspenso
en el lector. Extrañeza que también
tiene lugar en el cuento “El secreto.”
La dicción de Acuña es tan acendra-
da como de certero es el uso de la
lengua. Hay que destacar el poder
del diálogo en “La broma”; así como el dominio de la narración minima-lista en
los cuentos “El contrato,” “El secreto” y “La venta,” reminiscentes de la técnica
del narrador estadounidense Ernest Hemingway.
106

Desarmando las fronteras del arte y del saber.

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