Está en la página 1de 2

Caso clínico 1

Auxiliar de enfermería de 30 años con adicción a benzodiacepinas que sustrae del lugar de
trabajo y por lo que por la que ha solicitado voluntariamente un cambio de puesto a un
servicio donde no tenga acceso a las mismas “las busco donde sea”. Consumo alcohol (7-8
cervezas/día). Con anterioridad ha pasado por diversos tratamientos psiquiátricos y
psicológicos que siempre ha abandonado. Antecedentes de depresión en padre y madre.
Autoconcepto y descripción de sí misma: “Tengo sentimientos de vacío, necesidad de
cambiar cosas para que cambien cosas… me gustaría ser más asertiva y enfrentarme a las
situaciones… quiero volverme mala, me importan demasiado los demás, me siento sola…
Soy un bicho raro” Tras el proceso de evaluación y diagnóstico se considera el caso como
un trastorno límite de la personalidad con importantes rasgos dependientes y trastorno de
ansiedad, siendo la adicción un efecto secundario a todo ello. La intervención se centró en
el sentido de sí misma, el autoconcepto y déficit de autoestima (más allá de la descripción
de sí misma que obtenía de la observación de su sintomatología), importancia de la
autoeficacia profesional (pasando de la I.T. a la reincorporación laboral); definición y
búsqueda de un espacio personal, y trabajo sobre la dependencia afectiva de los otros
(madre, pareja, compañeros de trabajo…), autocontrol de la polaridad inhibición/
agresividad y aprendizaje de comunicación asertiva (aplicándola en la vida personal y
laboral), control de impulsos, elaboración de trauma (abusos). Con apoyo farmacológico se
procedió a la retirada progresiva de las benzodiacepinas, esto junto al trabajo
psicoterapéutico comentado, proporcionó a la paciente los recursos necesarios para la
deshabituación y reincorporación laboral.

También podría gustarte