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CAPITULO IX

DISPONIBILIDADES LIQUIDAS Y DERECHOS DE COBRO

1. Introducción
2. Efectivo y otros activos líquidos equivalentes
3. Derechos corrientes de cobro.
4. La depreciación de los derechos corrientes de cobro.

1. Introducción
El activo corriente, antes activo circulante, de acuerdo con un criterio de clasificación
temporal, está constituido por todos los bienes y derechos cuya conversión en efectivo se
espera que se produzca en un plazo no superior a un año.

De los grupos que lo componen, uno de ellos, las Existencias, ya ha sido objeto de
estudio. De los restantes, dos serán objeto de estudio en este capítulo. Así, comenzamos
por los elementos de mayor liquidez, con lo que la primera partida a analizar es “Efectivo y
otros activos líquidos equivalentes”, integrada básicamente por la tesorería, para, a
continuación, estudiar los derechos de cobro a corto plazo “Deudores comerciales y otras
cuentas a cobrar”. Las inversiones financieras a corto plazo, sean en empresas del grupo,
asociadas o terceras, antes denominadas “inversiones financieras temporales”, serán objeto
de estudio con posterioridad, conjuntamente con las partidas de igual naturaleza pero de
largo plazo, ahora “inversiones financieras a largo plazo” y antes “inversiones financieras
permanentes”, dadas las grandes similitudes de fondo entre ellas.

El esquema utilizado en el desarrollo de cada una de las partidas se mantiene a lo


largo de todo el capítulo. Tras establecer los conceptos concretos a estudiar, se relaciona el
cuadro de cuentas representativo de los mismos en el vigente Plan General de Contabilidad
(PGC) de 2007. Posteriormente se describen los criterios de valoración a aplicar en cada
caso y los principales problemas de contabilización, todo ello de acuerdo con lo dispuesto
en la citada norma.

2. Efectivo y otros activos líquidos equivalentes

CONCEPTO

Este epígrafe está constituido por dos componentes: la “Tesorería” y “Otros


activos líquidos equivalentes”.

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A) La tesorería está constituida por los medios líquidos de la empresa. La
componen el dinero en efectivo en la caja de la empresa y los saldos a su favor de
disponibilidad inmediata, formalizados en entidades de crédito, tanto en moneda nacional
como en divisas.

En España se entiende por entidad de crédito toda empresa que tenga como
actividad típica y habitual recibir fondos del público en forma de depósito, préstamo, cesión
temporal de activos financieros u otras análogas que lleven aparejada la obligación de su
restitución, aplicándolos por cuenta propia a la concesión de créditos u otras operaciones de
similar naturaleza.

Por tanto, se conceptúan como entidades de crédito, entre otros, los Bancos, las
Cajas de Ahorros, Cajas Rurales y las Cooperativas de Crédito.

Para saldos situados en el extranjero, se entenderá por entidades de crédito


aquellas empresas análogas a las anteriormente descritas.

Cuadro de Cuentas de Tesorería


El PGC recoge las disponibilidades líquidas en el grupo 5, Cuentas Financieras,
concretamente en el subgrupo 57, Tesorería, con el desglose siguiente:

Subgrupo 57 del PGC.


570. Caja, euros
571. Caja, moneda extranjera
572. Bancos e instituciones de crédito c/c. vista, euros
573. Bancos e instituciones de crédito c/c. vista, moneda extranjera
574. Bancos e instituciones de crédito, cuentas de ahorro, euros
575. Bancos e instituciones de crédito, cuentas de ahorro, moneda extranjera

Como se puede observar, el PGC establece cuentas diferentes para los medios
líquidos en moneda nacional y en moneda extranjera.

Los saldos en entidades de crédito, reflejados en las cuentas 572 a 575, han de ser
de disponibilidad inmediata y estar materializados, bien en cuenta corriente a la vista, bien
en cuenta de ahorro. La principal diferencia entre estos dos tipos de depósitos es que
mientras los primeros son movilizables mediante cheques, en los segundos no cabe tal
posibilidad al ser concebidos como saldos más estables.

No figurarán en este subgrupo los saldos en tales instituciones cuando no sean de


disponibilidad inmediata ni los saldos que teniendo tal disponibilidad no estuvieran en tales
instituciones.

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Tampoco se recogerán aquí los descubiertos bancarios, de los que después se
hablará, ya que éstos estarán recogidos en el pasivo corriente.

Valoración de Tesorería

Con respecto a la tesorería en divisas, el Código de Comercio establece que las


anotaciones contables deberán ser hechas expresando los valores en moneda nacional. El
PGC señala que la conversión en euros de la moneda distinta del euro y otros medios
líquidos en poder de la empresa se hará aplicando el tipo de cambio de contado vigente en
la fecha de incorporación de tales elementos al patrimonio. Estas entradas de efectivo
pueden tener su origen en cobros de créditos extranjeros o en adquisición de moneda para
pagos en operaciones con el exterior. En este último caso, los gastos inherentes a la
operación (comisión) que puedan producirse formarán parte del precio de adquisición del
bien.

Al final del ejercicio económico, el saldo disponible en divisas debe figurar en el


Balance de Situación por su valor en euros al tipo de cambio vigente en ese momento.
Para ello, habrá que proceder a comparar el saldo de las cuentas 571, 573 y 575 con la
cotización de la moneda distinta del euro en la fecha de cierre. Si ambos importes no
coinciden se pondrá de manifiesto una diferencia de cambio negativa o positiva, que debe
cargarse o abonarse, respectivamente, al resultado del ejercicio, utilizando para ello las
cuentas Diferencias negativas de cambio (Cta. 668) o Diferencias positivas de cambio (Cta.
768), según proceda.

Se imputan, por tanto, directamente a resultados tanto las pérdidas latentes como
los beneficios potenciales calculados al cierre del ejercicio. Al ser estos elementos
totalmente disponibles, su permanencia en la empresa será, normalmente, efímera. Por
tanto, se considera que el tipo de cambio no experimentará variaciones significativas desde
la fecha de cierre del ejercicio hasta el momento de la salida. Por el principio de importancia
relativa se llevan a Pérdidas y Ganancias (Cta. 129, Cta. de Resultados) tales diferencias,
incluidos los beneficios previsibles que aplicando el principio de prudencia deberían ser
diferidos.

EJEMPLO 12. 1: Se compran 1.000 libras esterlinas a 1,15 euros/libra a través de


una entidad de crédito que cobra una comisión de 20 euros. La anotación en el libro Diario
correspondiente a este hecho contable es:

1.170 Caja, moneda extranjera (571) a (572) Banco... c/c. vista, euros 1.170

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Si al cierre del ejercicio, la empresa mantiene en caja las 1.000 libras esterlinas y el
tipo de cambio es de 1,18 euros/libra, se produce una diferencia positiva de 1.180 – 1.170 =
10 euros que supone un beneficio para la empresa debido a la variación en la cotización de
la libra, y se contabiliza mediante el asiento:

10 Caja, moneda extranjera (571) a (768) Diferencias positivas de cambio 10

Cuando se produzcan salidas de tesorería en moneda extranjera, se realizará una


anotación en el haber de la cuenta correspondiente del subgrupo 57 por el valor contable.
Se comparará dicho importe con el resultante de aplicar el tipo de cambio de la divisa en la
fecha de la salida, restando en su caso los gastos inherentes a la misma. Si se genera una
diferencia, ésta supondrá un resultado cierto para la empresa, que se reflejará en la cuenta
768, cuando es a favor, o en la cuenta 668, cuando es en contra de la empresa.

Continuando con el ejemplo anterior, si en el ejercicio siguiente se contrata y abona


en efectivo una póliza de seguros a una empresa extranjera por 1.000 libras esterlinas,
cotizando la divisa en tal fecha a 1.16 euros/libra, se produce una diferencia negativa:

Valor contable (970) - Valor de salida (950) = 20 euros.

El asiento a realizar es:

1.160 (625) Prima de seguros


20 (668) Diferencias negativas de cambio
a (571) Caja, moneda extranjera 1.180

Problemática contable de Tesorería


El movimiento contable de las cuentas representativas de las disponibilidades
líquidas es muy simple. Se cargan por la entrada de efectivo y se abonan a su salida, con
abono y cargo respectivamente a las cuentas correspondientes según la naturaleza de la
operación que provoca el cobro o el pago.
Las cuentas 570 y 571 tendrán siempre saldo deudor o cero. En cambio las cuentas
572, 573, 574 y 575 pueden presentar saldo acreedor a lo largo del ejercicio económico por
haber dispuesto de un importe superior al existente en cuenta corriente o en cuenta de
ahorro en un determinado momento. Se produce, entonces, el denominado descubierto o
números rojos, que es en realidad un préstamo concedido por la entidad de crédito. Los
descubiertos en cuenta corriente están autorizados desde 1981, y en cuenta de ahorro
desde 1990.

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Cuando existe un descubierto, a pesar de que se refleja la deuda mediante un saldo
acreedor en una cuenta de activo, suele mantenerse de esta forma, si bien, de continuar
esta situación al cierre del ejercicio, antes de elaborar las Cuentas Anuales, debe
procederse a traspasar dicho saldo acreedor a la cuenta de pasivo “Deudas a corto plazo
con entidades de crédito” (Cta. 520).

B) “Otros activos líquidos equivalentes”.


El segundo componente de este epígrafe está constituido por la cta. 576:
Inversiones a corto plazo de gran liquidez.
Se trata de una novedad del vigente PGC, en donde se recogen “inversiones
financieras convertibles en efectivo, con vencimiento no superior a 3 meses desde la fecha
de adquisición, que no tengan riesgos significativos de cambio de valor y que formen parte
de la política de gestión normal de la tesorería de la empresa”.
Tienen un movimiento normal de cuentas de activo, contra cuentas de Tesorería.
Dado su carácter de liquidez y estabilidad de valor, se tratarán de activos financieros
representativos de deuda, recogiéndose los intereses en la cta. 761 “Ingresos de valores
representativos de deuda”, y las posibles diferencias de valor en la 669 “Otros gastos
financieros” o en 769 “Otros ingresos financieros”.

3. Derechos corrientes de cobro.

CONCEPTO
Los derechos de cobro son elementos de activo que surgen como consecuencia de
créditos concedidos por la empresa a terceros, adquiriendo éstos la obligación de entregar
en determinado momento futuro cierta cantidad de dinero o, excepcionalmente, otros bienes
o servicios.

CUADRO DE CUENTAS
Cuando los derechos de cobro tienen su origen en operaciones del tráfico se
representan en cuentas del grupo 4. En el presente capítulo se analizan los créditos
comerciales y otros de naturaleza corriente.
Dentro del grupo 4, los derechos de cobro por operaciones de tráfico se reflejan en
los subgrupos y cuentas siguientes:

40. Proveedores
407. Anticipos a proveedores
43. Clientes
430. Clientes
431. Clientes, efectos comerciales a cobrar

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432. Clientes, operaciones de “factoring”
433. Clientes, empresas del grupo
434. Clientes, empresas asociadas
435. Clientes, otras partes vinculadas
436. Clientes de dudoso cobro
44. Deudores varios
440. Deudores
441. Deudores, efectos comerciales a cobrar
446. Deudores de dudoso cobro
46. Personal
460. Anticipos de remuneraciones
47. Administraciones Públicas
470. Hacienda Pública deudor por diversos conceptos
471. Organismos de la Seguridad Social, deudores
472. Hacienda Pública, IVA soportado
473. Hacienda Pública, retenciones y pagos a cuenta

Al efectuar el desglose correspondiente del grupo 4, el PGC únicamente define


cuentas específicas para recoger aquellos derechos con vencimiento no superior a un año,
si bien señala que en el caso de que surjan créditos comerciales a largo plazo, los mismos
también deberán ser reflejados en dicho grupo, ofreciendo dos alternativas al respecto:, o
bien dar de alta las cuentas necesarias dentro de los subgrupos 42 y 45, que están libres, o
bien proceder a una reclasificación desagregando las cuentas correspondientes de los
subgrupos 40, 43, 44, 46 y 47 en subcuentas.

VALORACIÓN
De los elementos que estamos considerando, unos tienen la consideración de
activos financieros: los recogidos en los subgrupos 43, 44 y 46, mientras que otros no lo
son: el resto, en los grupos 40 y 47.
Los activos financieros que estamos considerando, básicamente de naturaleza
comercial, para su valoración están incluidos dentro de la categoría de “Activos financieros a
coste amortizado”, los cuales, según los criterios de valoración del vigente PGC, habrán de
ser valoradas inicialmente por su valor razonable que, en principio, será el precio de la
transacción, que equivaldrá al valor razonable de la contraprestación entregada más los
costes de transacción que les sean directamente atribuibles.
No obstante, la propia norma también indica que tratándose de créditos por
operaciones comerciales con vencimiento no superior a un año, y que no tengan tipo

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de interés contractual explícito (que es lo habitual), así como los anticipos y créditos al
personal, entre otras partidas, se podrán valorar por su valor nominal cuando el efecto de
no actualizar el flujos de efectivo no sea significativo (caso general en las operaciones
comerciales corrientes a corto plazo).
En la dicha norma también se establece el criterio a aplicar a las posteriores
valoraciones, indicándose que de haberse valorado inicialmente un crédito por su valor
nominal se aplicará ese mismo criterio en las subsiguientes, debiéndose considerar, en
su caso, los posibles deterioros.
En consecuencia, dado que, en general, los derechos comerciales de cobro
recogidos en estas cuentas del grupo 4 son a corto plazo y sin interés explícito, se seguirá
el criterio permitido por el PGC, por lo que los derechos contenidos en los subgrupos 43, 44
y 46 se valorarán por su Valor Nominal.
No obstante, deberá de tenerse en cuenta que pueden existir en este grupo 4
créditos comerciales a largo plazo y/o con interés explícito, en cuyo caso la primera
valoración se efectuará al valor razonable y las posteriores al coste amortizado,
recogiéndose los intereses devengados como ingresos financieros del correspondiente
ejercicio, siguiendo el procedimiento del tipo de interés efectivo (en clase se verán
algunos ejemplos sencillos de derechos comerciales a largo plazo).
Para el registro contable del derecho de cobro por operaciones de tráfico se suele
atender al substrato económico de la operación, de forma que si ha habido transferencia de
responsabilidad y control sobre los bienes vendidos o se han prestado sustancialmente los
servicios acordados, se entiende que el contrato de compraventa está jurídicamente
realizado y que por tanto ha surgido el derecho y se ha devengado el ingreso comercial.
Para el caso de los derechos no financieros, cta. 407 y subgrupo 47, la valoración
será por el valor nominal, dado su carácter de derechos no financieros y la especial
naturaleza de la relación de la empresa con las Administraciones Públicas.

PROBLEMÁTICA CONTABLE
Procederemos seguidamente a considerar con un cierto detalle el movimiento básico
de las cuentas antes referidas en el Cuadro.

Dentro del subgrupo 40 figura la cuenta Anticipos a proveedores (Cta. 407), que
recoge las entregas, normalmente en efectivo, en concepto de “a cuenta” de suministros
futuros de mercancías y demás bienes definidos en el grupo 3. Cuando estas operaciones
sean efectuadas con empresas vinculadas debe hacerse un desglose en subcuentas. La
cuenta 407 refleja un derecho de cobro sobre proveedores, que se materializará en este
caso en bienes distintos de dinero.

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Nace cargada con abono a ctas. del subgrupo 57, para ser abonadas a la recepción
conforme de las remesas compradas, con cargo habitual a ctas. del subgrupo 60, Compras.

Ha de tenerse en cuenta que la entrega de un anticipo a un proveedor se considera,


por Hacienda, una compra con recepción aplazada, por lo que en ese momento se girará el
IVA Soportado, circunstancia que habrá de tenerse en consideración en el momento de la
aplicación del anticipo, que no sólo minora la cuantía del pago o pasivo por la cuantía
anteriormente entregada, sino que también reduce el IVA ahora girado, al ser la base del
mismo la diferencia entre las cuantías totales y el anticipo.

El subgrupo 43, Clientes, representa créditos sobre los adquirentes de las


existencias que la empresa vende, así como con los usuarios de los servicios prestados por
la entidad, siempre que constituyan su actividad principal.

Dentro de este subgrupo el PGC distingue distintas situaciones según diversos


criterios.

Así tenemos:

- que el crédito esté formalizado en documento mercantil concreto, o sólo


recogido en albarán o similar.

- Que el cliente sea un tercero o guarde una relación concreta con la empresa.

- Que el crédito esté en situación normal de cobro, o gravite un riesgo de


impago específico sobre él.

- Que de estar formalizado, el documento esté físicamente en poder de la


empresa o esté en poder de tercera entidad para la realización de una
operación concreta.

Tenemos, en consecuencia, las siguientes situaciones:

a) Créditos no formalizados en situación normal de cobro, contra cliente


tercero.

Se recogerán en la cta. 430, naciendo cargada al perfeccionarse la operación con


abono en el subgrupo 70, Venta de…, en la cuenta 437, por los envases entregados que
los clientes pueden devolver en un plazo, y en la cuenta 477, “H.P.Iva Repercutido”.

En el caso de que el derecho de cobro sea a largo plazo, siguiendo el criterio


valorativo antes comentado del coste amortizado, la cta. 450, “Clientes a L.P.” será también
posteriormente objeto de cargo para reflejar los ingresos financieros devengados, a tipo de
interés efectivo, con abono en la cta. 762, “Ingresos de créditos”

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Repasamos ahora los movimientos de abono más habituales, varios de ellos ya
comentados con anterioridad:

- Por formalización, contra 4310, “Efectos comerciales en cartera”.

- Por la cesión de los derechos de cobro a entidades de “factoring”, cuando la


empresa mantenga los riesgos y beneficios de la operación, contra 432,
“Clientes, operaciones de factoring”.

- Por conversión en crédito dudoso, contra 436.

- Por los rappels concedidos a los clientes fuera de factura, contra 709.

- Por los descuentos por pronto pago fuera de factura, contra 706.

- Por las devoluciones y minoraciones de ventas, contra 708.

- Por los envases que sean devueltos, contra 437.

- Por los definitivamente incobrables, contra 650.

- Por el cobro, contra cuentas del subgrupo 57.

b) Créditos formalizados en situación normal de cobro, sin o con


intervención bancaria de intermediación, contra cliente tercero.

En sus operaciones de tráfico la empresa puede cobrar los bienes vendidos y los
servicios prestados al contado o bien conceder un crédito comercial a sus clientes y
deudores. Los derechos de cobro que surgen, en este segundo caso, pueden
instrumentarse en documentos no formales de pago (facturas), o en efectos de giro (letras
de cambio, pagarés, libranzas).
En España el efecto de giro por excelencia es la letra de cambio, documento por el
que una persona (librador) exige a otra (librado) pagar una cierta cantidad de dinero a la
orden del legítimo poseedor del mismo (tenedor) en una fecha y lugar determinados.

Giro y aceptación de la letra

Cuando una empresa realiza su actividad principal de venta de bienes o prestación


de servicios a crédito, adquiere un derecho de cobro, inicialmente documentado en
instrumento no formal de pago, que se representa en la cuenta Clientes (Cta. 430).
Simultáneamente o bien en un momento posterior, la entidad (librador) puede decidir
girar una letra de cambio. Según el PGC mientras dicho efecto no sea aceptado, seguirá
registrándose en la cuenta 430, si bien se puede hacer un desglose en subcuentas para
diferenciar los derechos documentados en instrumento no formal de aquellos documentados
en efectos de giro no aceptados. En caso de aceptación por parte del librado (cliente), se

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procederá a reclasificar el crédito comercial. Para ello se pueden utilizar la cuenta 431, o
bien subcuentas de la misma si se desea reflejar la situación concreta en la que se
encuentran los efectos. Optando por esta última alternativa se registra el siguiente asiento:

(4310) Efectos comerciales en cartera a (430) Clientes

No obstante, en la práctica un porcentaje muy alto de letras no están aceptadas. En


estas condiciones, y dado que la aceptación no es un requisito indispensable en la letra,
puede resultar más adecuado dar una nueva definición a las cuentas, utilizando la 430
únicamente para créditos documentados en instrumento no formal de pago y la 431 para
los derechos formalizados en efectos de giro estén o no aceptados.

Por otra parte, la empresa tiene las siguientes opciones con sus efectos
comerciales:
1. Esperar al vencimiento para presentar ella misma las letras al cobro.
2. Encomendar la gestión de cobro a una entidad financiera.
3. Negociarlos o descontarlos en una entidad de crédito.

1. Gestión de cobro por el librador

En esta primera opción, el derecho de cobro permanece registrado en la subcuenta


Efectos comerciales en cartera (Cta. 4310), hasta su vencimiento. En tal fecha, si el cliente
paga se realiza el siguiente asiento:

(57) Tesorería a (4310) Efectos comerciales en cartera

En caso de que el cliente no atienda la letra al vencimiento, se reclasifica el crédito


mediante la siguiente anotación:

(4315) Efectos comerciales impagados a (4310) Efectos comerciales en cartera

2. Gestión de cobro por una entidad financiera

En vez de encargarse la empresa de exigir el pago de la letra al vencimiento, puede


enviar el documento a una entidad financiera para que la misma se ocupe de gestionar el
cobro. El banco se limita a recibir el efecto y presentarlo al librado en el momento de su
vencimiento, abonando a la empresa el valor líquido resultante de la operación, una vez
deducidos del valor nominal de la letra la comisión por el servicio prestado y otros gastos.
En caso de impago por parte del cliente, la entidad financiera devolverá la letra a la empresa
cobrando igualmente la comisión acordada por la gestión de cobro y demás gastos
incurridos.

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EJEMPLO: Se envía al banco una letra de 100.000 euros de valor nominal para que
proceda a su cobro al vencimiento. Por gestionar la operación, la entidad de crédito cobra
una comisión de 100 euros.

En el momento en que se entregan los efectos al banco se reclasifica el derecho


reflejándolo en una subcuenta indicativa de la nueva situación:

100.000 (4312) Efectos comerciales en gestión de cobro

a (4310) Efectos comerciales en cartera 100.000

a) Las letras son atendidas por el cliente al vencimiento. En este caso, la anotación a
registrar es:

99.879 (572) Banco c/c. vista, euros


100 (626) Servicios bancarios y similares
21 (472) Hacienda Pública, IVA soportado a (4312) Efectos comerciales
en gestión de cobro 100.000

b) El efecto resulta impagado. En esta segunda situación, la empresa recibe la letra


del banco procediendo a reclasificar el derecho de cobro. Asimismo debe pagar a la entidad
financiera la comisión por el servicio prestado. Los asientos a realizar son:

100.000 (4315) Efectos comerciales impagados a (4312) Efectos comerciales


en gestión de cobro 100.000

---------------------------------

100 (626) Servicios bancarios y similares

21 (472) Hacienda Pública, IVA soportado a (572) Banco. c/c. vista, euros 121

3. Descuento en una entidad financiera

En la operación de descuento o negociación la empresa envía efectos a una entidad


financiera, la cual anticipa el importe líquido de las letras una vez deducidos del valor
nominal los intereses por adelantar el dinero, la comisión por encargarse el banco de
gestionar el cobro, y otros gastos tales como correo o timbrado. Se trata, por tanto, de un
préstamo que se concede a la empresa con la garantía de las letras de cambio. Al
vencimiento de cada efecto, la entidad financiera lo presenta al librado para su cobro. Si el
cliente atiende el pago, el banco se queda con dicho importe recuperando el dinero prestado
y dando por finalizada la operación. En caso de impago, procede a devolver la letra a la
empresa exigiéndole el reintegro de su valor nominal.

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Para la empresa el descuento no conlleva una desvinculación con los efectos
negociados, ya que es responsable de la restitución del préstamo cubriendo el posible
incumplimiento por parte del librado. De ahí que en la contabilidad empresarial deba figurar
información tanto sobre el derecho de cobro, que sigue correspondiendo a la unidad
económica aunque esté cedido al banco como medio de pago de la deuda, como sobre la
obligación pendiente con la entidad financiera que será satisfecha bien con el importe
cobrado por la letra, bien con un desembolso de la propia empresa.

EJEMPLO: Se envía para su negociación un efecto de 200.000 euros de valor nominal. El


banco cobra los siguientes gastos: comisión 200 euros, intereses 1.000 euros y 10 euros
otros gastos.

Contablemente, en el momento en que se realiza la negociación de letras, se lleva a


cabo, por una parte, un asiento de reclasificación para reflejar el nuevo estado en el que se
encuentra el efecto comercial, y, por otra, una anotación por la que se registra el préstamo
obtenido de la entidad financiera, la entrada de efectivo y los gastos incurridos en la
operación.

Sin embargo, en este caso y a diferencia de la gestión, el banco también asume un


riesgo con la operación, pues de no pagar el cliente el efecto, puede suceder que tampoco
atienda su deuda la empresa. Por ello, la entidad bancaria estudiará la concesión del
descuento, pudiendo denegarla. Si bien el proceso decisorio es de corta duración, de tener
la empresa mucho movimiento de efectos en proceso de descuento, le puede interesar
controlar el proceso, a fin de saber en todo momento la situación de sus diversos créditos,
teniendo en cuenta que hay un intervalo temporal en el cual el efecto ni está en cartera ni
descontado; para ello se puede crear una cuenta no recogida en el PGC, que tendría el
número 4313, por ejemplo, y que se podría denominar “Efectos comerciales enviados al
descuento”.

Tendríamos:

200.000 (4313) Efectos comerciales enviados a (4310) Efectos comerciales en cartera


al descuento 200.000

-------------------------

Al aceptar el banco el descuento:

200.000 (4311) Efectos comerciales a (4313) Efectos comerciales enviados al


descontados descuento 200.000

-------------------------

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198.790 (572) Banco c/c. vista, euros
1.000 (665) Intereses por descuento de efectos y operaciones de factoring
210 (626) Servicios bancarios y similares

a (5208) Deudas por efectos descontados 200.000

En ocasiones se conoce sólo de forma global el montante de gastos incurridos, sin


que sea posible determinar qué importe corresponde a intereses y cuál a otro tipo de
gastos. En estos casos, se contabilizaría el total en la cuenta 665, ya que son los gastos
financieros los que representan un mayor peso, al tratarse de una operación financiera.

a) Llega el vencimiento y el cliente paga. En esta circunstancia, la empresa da de


baja el derecho de cobro así como su deuda con la entidad financiera que ha quedado
saldada al ser satisfecha directamente por el librado. La anotación contable a realizar es:

200.000 (5208) Deudas por efectos descontados

a (4311) Efectos comerciales descontados 200.000

b) Al vencer el efecto, éste resulta impagado. En tal situación, la empresa debe


devolver el préstamo a la entidad financiera abonando el importe nominal de la letra.
Asimismo, procede a reclasificar el derecho de cobro. Los dos asientos contables a realizar
son:

200.000 (5208) Deudas por efectos descontados .

a (572) Banco c/c. vista, euros 200.000

200.000 (4315) Efectos comerciales impagados

a (4311) Efectos comerciales descontado 200.000

Puede suceder que la entidad bancaria cobre expresamente, y en este momento, el


servicio de devolución y protesto de los efectos impagados, en cuyo caso el asiento de
devolución del préstamo que constituye el descuento sería, por ejemplo,

200.000 (5208) Deudas por efectos descontados .

500 (626) Servicios bancarios y similares

a (572) Banco c/c. vista, euros 200.500

Ahora bien, este proceso de descuento descrito es coherente con el caso general
de crédito comercial a C. P. que se considera como habitual en el PGC en su Grupo 4.

182
En su virtud, el movimiento considerado de la cta. 5208 “Deudas por efectos
descontados” es el primero de los recogidos por el PGC al describir los posibles
movimientos de la misma. Su fundamento está en el hecho de que nos encontramos con
una operación financiera típica y directamente derivada de una operación comercial a
corto plazo y, en su consecuencia, nos podemos acoger al criterio valorativo simplificador
del valor nominal admitido por el PGC a estos efectos.

Sin embargo, si no nos acogemos a ese camino valorativo simplificado, bien por
que el efecto de no actualizar los flujos es significativo, porque existe un tipo de interés
explícito en la operación o porque la misma es a largo plazo, ni el crédito del Cliente puede
darse de alta por el valor nominal ni el pasivo que surge del descuento del efecto en que el
crédito se formalizó puede utilizar tal criterio valorativo. Ambos tendrán que utilizar el valor
razonable como alta e irse actualizando sus valores, del efecto y de la deuda, al compás del
interés que se vaya devengando a los respectivos tipos de interés efectivos que se calculen
para ambas operaciones.

En consecuencia, el valor inicial por el que se daría de alta el efecto sería el valor
razonable del cliente, aunque el valor nominal del efecto, que figura escrito en el documento
sea el valor al vencimiento del mismo, mientras que el valor de la “Deuda por efectos
descontados” será el importe efectivo que el banco me entregue en el momento del
descuento, cuantías que no tienen porque coincidir en su nacimiento.

Con el devengo de intereses que se vaya produciendo en ambas operaciones, a sus


tipos de interés efectivos, con cargo en la cta. 662, “Intereses de deudas” para el descuento,
y abono en la 762 “Ingresos de créditos” para el efecto, ambas cifras irán evolucionando
hasta coincidir forzosamente en el momento del vencimiento, en el cuál, de ser atendido el
crédito por el cliente, se anulará el importe de “Efectos comerciales descontados” contra el
de “Deudas por efectos descontados”, del citado igual importe, el valor nominal del efecto.

En clase se verán unos sencillos ejemplos de gestión y descuento sobre operaciones


a corto y largo plazo.

c) Créditos con cobro encargado a empresa especializada de intermediación,


contra cliente tercero.
Dado que el proceso de cobrar a los clientes puede suponer un volumen de trabajo y
dedicación elevado, existen unas entidades dedicadas a prestar ese servicio a las
empresas, el ''factoring'', que es un producto financiero que los bancos u otras entidades
ofrecen a las empresas. Supone dar dos servicios: administración de cobros y financiación.
A través de esta operación, una empresa o comerciante contrata con un banco o entidad

183
financiera la gestión de todos sus cobros y el adelanto de los mismos a cambio de un
interés.
El factoring es la prestación de un conjunto de servicios administrativo-financieros
que realiza la empresa de factoring, a un cliente (empresa vendedora), respecto de la
facturación a corto plazo, originada por la venta de mercancías o prestación de servicios, y
que le cede la citada empresa vendedora a la compañía de factoring.

El contrato entre la compañía de “factoring” y la empresa puede suponer el traslado


del riesgo del crédito a la entidad de “factoring”, o mantenerse éste en la empresa
comercial, con lo que ésta responde con su patrimonio frente a aquélla.

El PGC recoge en cuenta especial este servicio de “factoring”, sin garantía, con lo
que el riesgo de impago sigue gravitando sobre la empresa original.

Este tipo de contratos supone para la empresa una serie de ventajas e


inconvenientes, llevando aparejado unos costes.

Ventajas: entre otras


- Ahorro de tiempo y gastos en la gestión de los clientes.
- Permite la máxima movilización de la cartera de deudores.
- Simplifica la contabilidad, ya que mediante el contrato de factoring el usuario pasa a
tener un solo cliente, que en principio paga al contado.
- Permite recibir anticipos de los créditos cedidos.
- Para el personal directivo, ahorro de tiempo empleado en supervisar y dirigir la
organización de una contabilidad de ventas.
- Puede ser utilizado como una fuente de financiación y obtención de recursos
circulantes.
- Las facturas proporcionan garantía para un préstamo que de otro modo la empresa no
sería capaz de obtener.
- En caso del Factoring Internacional, se incrementan las exportaciones al ofrecer una
forma de pago más competitiva.
- Asegura un patrón conocido de flujos de caja. La empresa que vende sus “Cuentas a
Cobrar” sabe que recibe el importe de las cuentas menos la comisión de factorización
en una fecha determinada, lo quesupone la planeación del flujo de caja de la empresa.

Inconvenientes: entre otros


- Coste elevado. Concretamente el tipo de interés aplicado es mayor que el descuento
comercial convencional.
- El factor puede no aceptar algunos de los documentos de su cliente.

184
- Quedan excluidas las operaciones relativas a productos perecederos y las de a largo
plazo (más de 180 días).
- El Factor sólo comprará la “Cuentas a Cobrar” que quiera, por lo que la selección
dependerá de la calidad de las mismas, es decir, de su plazo, monto y posibilidad de
recuperación.

Costes del factoring:

Como en la mayoría de las operaciones financieras tienen dos componentes: interés


y comisión.
Los costes no son fijos sino que se estudian en función de:
- Las características del factoring, sin o con garantía.
- Las características del cedente, nivel de facturación, importe medio de las facturas, el
sector de actividad, número de deudores, plazos medios de vencimiento.
- Las características del deudor, país en el que se encuentra, nivel de riesgo,
antigüedad como cliente del cedente etc.

El tipo de interés aplicado al descuento de las deudas (factoring convencional) se


sitúa en función del mercado, más un margen comercial, tal y como ocurre en las
operaciones de descuento comercial. El devengo y pago de este tipo de interés se efectúa
en el momento que el cedente recibe el pago por anticipado.

Por lo que respecta a las comisiones, y en función de los servicios obtenidos, se


sitúan en una determinada banda sobre el importe total de las facturas. En el caso de que
haya un alto volumen de créditos pero el valor medio de los mismos sea bajo, el factor suele
cobrar además una tarifa de manipulación. Estas tarifas de factoraje se devengan y pagan
en el momento de la cesión del crédito.

En principio, el factoring puede aparecer caro en muchas empresas, en comparación


a los servicios de la banca; no obstante, además de considerar las ventajas frente al
descuento comercial, u otra alternativa financiera, es posible que muchas empresas se
sorprendan si comparan el coste del factoring con el coste de la banca, considerando las
compensaciones y las retenciones que se ven obligados a efectuar con éstos últimos. Hay
que destacar también que el factoring permitirá a la empresa reducir su estructura, con el
ahorro de costes que eso implica.

Para esta problemática, el PGC crea la cuenta, ya citada, 432 “Clientes,


operaciones de factoring”, cta. de activo que nace cargada con abono típico en la 430,
“Clientes”. Simultáneamente, la empresa obtiene una financiación, que se recoge con cargo
en Tesorería, y asume un pasivo por el importe de los derechos, que se recoge en la cta.

185
5209. “Deudas por operaciones de factoring”, encuadrada dentro de la cta. “Deudas a
corto plazo con entidades de crédito” (520). Los intereses derivados de esta operación se
recogen en la cta. de gastos financieros ya referida al hablar del descuento de efectos, la
665 “Intereses por descuento de efectos y operaciones de factoring”, pudiendo
recogerse la comisión en la cta. 626 “Servicios bancarios y similares”, como en el
descuento.

Llegado el vencimiento de los derechos de cobro, si éstos son atendidos por los
clientes, se procederá a abonar la cta. 432, con cargo en la 5209.

De resultar no atendido el crédito y ser considerado como dudoso, el mismo se


reclasificará con cargo en la 436, “Clientes de dudoso cobro”, abonándose la cta. 432, y se
procederá a pagar la deuda con la entidad de factoring, cargándose la 5209 y abonándose
Tesorería.

Por otra parte, y como ya indicamos al hablar del movimiento de la cuenta de


Clientes, con independencia de que el crédito contra el cliente esté formalizado o no, en
poder de la empresa, en gestión, descuento, o factoring, si se dan las circunstancias que
permitan calificarlo como de dudoso cobro, el crédito debe de trasladarse a la 436 “Clientes
de dudosa cobro” (cargo), desde la 430, 431 o 432 (abono).

Los motivos de abono de esta cta. 436 serán: por cobro contra Tesorería, o por
pérdida definitiva contra 650, “Pérdidas de créditos comerciales incobrables” o una
combinación de ambas. También puede abonarse por retorno a la situación previa (Clientes,
efectos,…)

Además de lo aquí señalado, los riegos de impago que pueden gravitar sobre los
créditos comerciales, Clientes, dan lugar a una problemática específica, en aplicación del
principio de prudencia, que será estudiada en el último epígrafe de este capítulo.

d) Derechos de crédito comercial corriente contra empresas relacionadas.

La empresa puede mantener relaciones comerciales corrientes con empresas que


tengan la consideración de grupo, asociada o vinculada, en cuyo caso con independencia
de la forma (formalizado o no), situación (normal o dudoso) u otra circunstancia (gestión,
descuento, factoring, ..), el crédito se recogerá en las cuentas, y sus correspondientes
subcuentas, 433, “Clientes, empresas del grupo”; 434, “Clientes, empresas
asociadas”, o 435, “Clientes, otras partes vinculadas”.

Una vez que hemos acabado con la consideración del subgrupo 43, Clientes,
pasamos a la consideración de los otros subgrupos enumerados.

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El subgrupo 44, Deudores varios, expresa los créditos con compradores de
servicios cuya prestación constituye un ingreso accesorio para la unidad económica (son los
ingresos recogidos en el PGC en el subgrupo 75, “Otros ingresos de gestión”) y con otros
deudores de tráfico no incluidos en otras cuentas del grupo 4 (como empresas o
particulares que han concedido a la entidad una subvención a la explotación la cual está
pendiente de pago).

El PGC refleja separadamente aquellos derechos de cobro sobre deudores


documentados en instrumentos no formales de pago (como una factura) o formalizados en
efectos de giro no aceptados, de aquellos instrumentados en efectos comerciales
aceptados. El concepto de efecto de giro y el tratamiento de los derechos de cobro
documentados en efectos comerciales, aceptados o no, así como el caso de los dudosos,
será similar a lo señalado para los clientes.

Las cuentas del subgrupo 46, Personal, reflejan los saldos con personas que
prestan sus servicios a la empresa como trabajadores en plantilla. Las entregas a cuenta de
remuneraciones al personal darán lugar a un derecho de cobro de la empresa sobre sus
trabajadores que se representará en la cuenta de activo Anticipos de remuneraciones
(Cta. 460), hasta que dicho importe sea compensado con las remuneraciones devengadas,
momento en que será abonada. Se verá con detalle al estudiar el asiento de nómina.

El subgrupo 47, Administraciones Públicas, recoge derechos y obligaciones con


este tipo de entidades. En él se encuadran las cuentas representativas de los créditos a
favor de la empresa por percepciones pendientes de realización por parte de las
Administraciones Públicas debidas a motivos fiscales, de fomento o prestaciones sociales
que éstas efectúan.
En este subgrupo están las ctas. relativas al IVA, ya comentadas.
Todas las cuentas citadas figurarán en el activo del Balance de Situación.

CRÉDITOS EN MONEDA EXTRANJERA

El PGC establece que los créditos en moneda extranjera de esta naturaleza tienen el
carácter de partidas monetarias y tendrán su primera valoración en moneda nacional,
aplicando para su conversión el tipo de cambio de contado vigente en la fecha de la
operación. Si se realizan muchas transacciones en el periodo de un mes, podrá aplicarse un
tipo de cambio medio en ese periodo, salvo que durante el mismo se hayan producido
alteraciones significativas en el valor de la correspondiente moneda.

187
Los derechos de cobro en divisas introducen un riesgo en la empresa, al no poder
conocer con exactitud la cantidad en euros a cobrar, pues ésta depende del tipo de cambio
existente en el momento en que se haga efectivo el crédito, no teniendo que coincidir
necesariamente con el de la fecha en que surgió el mismo. En consecuencia, pueden
aparecer diferencias debidas a variaciones en el tipo de cambio.

Para aquellos créditos que vencen en el mismo ejercicio en el que se incorporaron al


patrimonio, en el momento de cobro se da de baja el derecho por su contravalor inicial en
euros, se refleja la entrada de efectivo en moneda no euro valorada al tipo de cambio
vigente en dicha fecha, y la posible diferencia de cambio que se ponga de manifiesto, que
representa para la entidad una pérdida o un beneficio ya realizado, se imputa directamente
a resultados mediante las cuentas Diferencias negativas de cambio (Cta. 668), o
Diferencias positivas de cambio (Cta. 768), según sea en contra o a favor de la empresa
respectivamente.

Los créditos con vencimiento en un ejercicio distinto al de su nacimiento deben


figurar en el Balance de Situación al tipo de cambio de contado vigente en el momento de
cierre del ejercicio. Las diferencias, tanto positivas como negativas, que se produzcan se
imputarán al resultado del ejercicio a través de las cuentas 768, “Diferencias positivas de
cambio” o 668, “Diferencias negativas de cambio”.

4. La depreciación de los derechos corrientes de cobro.

El PGC establece que, al menos al cierre del ejercicio, deberán efectuarse las
correcciones valorativas siempre que exista evidencia objetiva de que el valor de un crédito,
o grupo homogéneo de créditos, como consecuencia de uno o varios acontecimientos
sucedidos después de su reconocimiento inicial, se ha deteriorado, con reducción o retraso
de los flujos previstos, derivados de una posible insolvencia del deudor.

La pérdida por deterioro del valor de estos activos será la diferencia entre su valor en
libros y el valor actual de los flujos de efectivo futuros que se estiman van a generar,
descontados al tipo de interés efectivo calculado en el momento de su reconocimiento
inicial.

Las correcciones valorativas por deterioro, así como su reversión, de tener ésta
lugar, se reconocerán como gasto, o ingreso, en la cta. de pérdidas y ganancias, teniendo la
cuantía de la reversión como límite el valor en libros del crédito a fecha de no haber tenido
lugar el deterioro.

Hemos de tener presente que cuando la empresa concede un crédito comercial está
asumiendo el riesgo de insolvencia por parte del obligado al pago en la fecha de

188
vencimiento del derecho. Si en un determinado momento la situación de un cliente o deudor
despierta dudas razonables sobre la capacidad para atender sus compromisos de pago
actuales o futuros, los derechos de cobro que la empresa pueda poseer sobre el mismo
serán reclasificados como créditos de dudoso cobro.

Las cuentas que reflejarán la nueva situación de los derechos serán las citadas 436,
“Clientes de dudoso cobro”, o, en su caso, 446, “Deudores de dudoso cobro”, cuando se
trate de empresas no vinculadas. Para las entidades del grupo, asociadas o vinculadas, se
utilizarán cuentas divisionarias de la 433, 434 y 435 para aquéllas que actúen como
clientes, abriéndose las ctas. necesarias en el subgrupo 44 de operar como deudores.

Las cuentas de clientes y deudores de dudoso cobro informan a la empresa de


saldos cuya realización se estima difícil, pudiendo tratarse de créditos pendientes de
vencimiento o impagados en dicha fecha, pero aún no dados por definitivamente perdidos, y
con independencia de estar o no formalizados en efectos de giro.

Hemos de tener presente que las cuentas representativas de efectos impagados


reflejan, sin embargo, aquellos derechos documentados en instrumento formal de pago que
a pesar de no haber sido satisfechos al vencimiento, no se consideran de difícil cobro.

En caso de que un derecho de cobro no llegara a hacerse efectivo, la empresa


sufriría una pérdida por el valor del saldo no cobrado. El principio contable de prudencia
obliga a imputar directamente a resultados las pérdidas en cuanto sean previsibles.

Por tanto, si una empresa considera que existe el riesgo de sufrir un quebranto por
el incobro de créditos comerciales concedidos en el ejercicio, deberá registrar
contablemente tal pérdida previsible aplicando el principio de prudencia.

Para recoger los deterioros de valor de estos activos financieros derivados de


operaciones comerciales, por insolvencias latentes de clientes y otros deudores, el PGC
ha creado las cuentas 490 “Deterioro de valor de créditos por operaciones
comerciales”, y 493 “Deterioro de valor de créditos por operaciones comerciales con
partes vinculadas”, según los clientes y deudores sean terceros o partes vinculadas.

Estas cuentas son de saldo acreedor, figurando en el activo del balance restando de
la partida correspondiente de crédito.

Para el movimiento de estos “deterioros” el PGC admite dos sistemas: global e


individualizado. En atención al principio de uniformidad, una vez adoptado un criterio entre
estos dos posibles, deberá mantenerse en el tiempo, en tanto no se alteren los supuestos
que motivaron su elección.

189
El sistema global consiste en realizar una estimación del riesgo de fallidos sobre
el conjunto total de derechos de cobro por operaciones de tráfico en poder de la empresa al
cierre del ejercicio. Teniendo en cuenta la experiencia de años anteriores sobre porcentaje
de insolvencias para los créditos comerciales, la coyuntura macroeconómica general y la
situación específica del sector en el que opera la empresa, se determina el importe a dotar
de deterioro para cubrir las pérdidas por aquellos derechos que resulten definitivamente
incobrables en el ejercicio siguiente. Este procedimiento se podrá seguir de no haber
importes individuales significativos.

La operatoria contable en el caso de utilizar el sistema global es la siguiente: al


cierre de cada ejercicio se estima el deterioro a dotar, registrándose mediante un cargo en
la cuenta 694, “Pérdidas por deterioro de créditos por operaciones comerciales” con
abono a la cuenta 490, “Deterioro de valor de créditos por operaciones comerciales”.
Para empresas vinculadas, el deterioro se refleja en la cuenta 493.

En el ejercicio siguiente, al estimarse el riesgo de insolvencia de un crédito


comercial, se traslada el saldo a las ctas. “Clientes de dudoso cobro”, o “Deudores de
dudoso cobro”. De producirse la insolvencia definitiva de un derecho, la pérdida cierta se
recogerá en la cuenta “Pérdidas de créditos comerciales incobrables” (Cta. 650),
dándose de baja el crédito dudoso. La admisión de la insolvencia firme debe exigir el
cumplimiento de algún requisito objetivo previamente establecido, como haber transcurrido
un tiempo mínimo, haber agotado una serie de procedimientos intentando el cobro, etc.

No se llevará a cabo ningún movimiento con la cuenta compensatoria de


“Deterioro” hasta el cierre de dicho ejercicio, en el que se procederá a su cancelación
mediante un cargo en la cuenta 490 o 493 con abono a la cuenta 794 “Reversión del
deterioro de créditos por operaciones comerciales”.

La pérdida cierta incurrida en este ejercicio (Cta. 650) queda compensada, parcial
o totalmente, por el ingreso reflejado al aplicar el deterioro (Cta. 794), de forma que la parte
de la misma ya registrada en el ejercicio anterior cuando se dotó el deterioro (Cta. 694) no
vuelve a imputarse a resultados en este período. El resultado del presente ejercicio
soportará, o bien el quebranto no cubierto por el “Deterioro” en el caso de que la pérdida
cierta resulte superior a la prevista, o bien un ingreso que minore el gasto imputado en el
período anterior al dotar el “Deterioro”, en el caso de que el quebranto real resultase
inferior al estimado.

Con esta forma de contabilización, entre los resultados de los dos ejercicios se
logra imputar la verdadera pérdida, con la particularidad de que se consigue, por una parte,

190
aplicar el principio de prudencia llevando a resultados las pérdidas previsibles tan pronto
como las mismas han sido estimadas, si bien con posibles errores por desajustes en la
estimación y, por otra, la adecuada correlación de ingresos y gastos, soportando el
ejercicio en el que se produce el ingreso por la venta o prestación de servicios el quebranto
asociado al impago del mismo, en la medida en que la estimación sea adecuada.

Una vez cancelada la dotación del Deterioro del ejercicio precedente, volverá a
comenzar el proceso de estimación y dotación, en su caso, de un nuevo “deterioro”,
continuando el ciclo sucesivamente.

El sistema individualizado consiste en llevar un seguimiento de cada crédito


comercial, de manera que cuando en un determinado derecho concurran una serie de
circunstancias que hacen dudar de su futuro cobro, se dota un “deterioro” específico para
la pérdida potencial de dicho saldo. Como variables fundamentales a tener en cuenta para
estimar la posible insolvencia de un cliente o deudor se encuentran: el conocimiento de una
situación anormal de su negocio, como puede ser quiebra, suspensión de pagos o concurso
de acreedores; el impago reiterado al vencimiento de los derechos de cobro que la empresa
posee sobre él y la antigüedad que van adquiriendo tales saldos.

La operatoria contable para el sistema individualizado será como sigue. En el


momento en que un crédito es calificado de dudoso cobro, se dota el deterioro para
cubrir su posible pérdida, por la cuantía de la misma. El asiento de dotación es el mismo
que en el sistema global: se carga la cuenta 694 con abono a la 490.

Este deterioro se aplicará cuando se dé de baja ese saldo (bien por insolvencia
definitiva o parcial, o bien por cobro del derecho de cobro), o cuando desaparezca el
riesgo de impago del crédito para el cual surgió.

En todo caso el asiento de cancelación se realizará por el valor total de la cuantía


dotada, cargando la cuenta 490 con abono a la 794.

Con este sistema se logra el cumplimiento pleno del principio de prudencia, si


bien puede no obtenerse una adecuada correlación de ingresos y gastos, ya que la
estimación de la pérdida de un crédito concreto puede producirse en un ejercicio posterior a
aquel en el que se efectuó la venta o prestación del servicio que dio origen al mismo. No
obstante, este método, al llevar un control de la situación específica de cada derecho,
permite estimar con mayor exactitud que el sistema global los riesgos de insolvencia,
aunque sólo cuando la empresa trabaje con un volumen de créditos comerciales pequeño
será operativo utilizar el sistema individualizado.

191
En el caso de que se haya dado por definitivamente perdido un crédito comercial, y
finalmente se logre cobrar en su totalidad o al menos parcialmente, ese importe se
registrará en la cuenta Ingresos excepcionales (Cta. 778), compensando el gasto
registrado previamente en la cuenta 650.

EJEMPLO: La empresa Hércules presenta en el Balance de Situación al cierre del ejercicio


2014 los siguientes derechos de cobro por operaciones de tráfico:

430. Clientes ................. ....................................... . 30.000


441. Deudores, efectos comerciales a cobrar ....... 50.000
446. Deudores de dudoso cobro. ........................... 20.000

Durante el ejercicio 2015 se producen los siguientes hechos contables en relación


con los créditos comerciales:

- El 1 de marzo el saldo de 30.000 euros sobre clientes es considerado de difícil


cobro. Un mes después se consigue cobrar 10.000 euros, dándose el resto por
definitivamente perdido.

- El 1 de julio vencen las letras, siendo abonadas por los deudores.

- El 1 de noviembre el deudor calificado como de dudoso cobro sanea su situación,


con lo que desaparece el riesgo de impago.

A continuación, se detallan las anotaciones contables a realizar por Hércules durante


el ejercicio 2015 con respecto a sus derechos de cobro vinculados al tráfico, en dos
supuestos:

a) Se sigue el sistema individualizado para dotar el deterioro de créditos de tráfico.


Desde esta perspectiva, cuando en el ejercicio 2014 se calificó el deudor como de dudoso
cobro, necesariamente se dotó un deterioro para cubrir su saldo.

b) En el caso de que el sistema utilizado fuera el global. El porcentaje estimado de


riesgo de fallidos para esta empresa viene siendo el 10 por 100, dotándose a 31 de
diciembre de 2014 un deterioro por un importe de 10.000 = 10 % (30.000 + 50.000 +
20.000).

a) Sistema individualizado:

- El 1 de marzo de 2015, por la reclasificación del crédito a dudoso cobro y la


dotación correspondiente al mismo:

30.000 (435) Clientes de dudoso cobro a (430) Clientes 30.000


-----------------------

192
30.000(694) Pérdidas por deterioro de créditos por operaciones comerciales
a (490) Deterioro de valor de créditos por
operaciones comerciales 30.000

- El 1 de abril de 2015 habrá que registrar el cobro de parte del derecho y la pérdida
cierta del importe restante. Además, al resolverse definitivamente la situación del crédito, se
cancela la cuenta de deterioro que lo cubre:

10.000 (570) Caja, euros


20.000 (650) Pérdidas de créditos comerciales incobrables
a (435) Clientes de dudoso cobro 30.000
------------------------
30.000 (490) Deterioro de valor de créditos por operaciones comerciales
a (794) Reversión del deterioro de créditos
por operaciones comerciales 30.000

- El 1 de julio de 2015 por el cobro de las letras a deudores:

50.000 (570) Caja, euros


a (441) Deudores, efectos comerciales a cobrar 50.000

- El 1 de noviembre de 2015 por la reclasificación del crédito y la cancelación del


deterioro al desaparecer el motivo por el que se dotó:

20.000 (440) Deudores


a (446) Deudores de dudoso cobro 20.000
--------------
20.000 (490) Deterioro de valor de créditos por operaciones comerciales
a (794) Reversión del deterioro de créditos
por operaciones comerciales 20.000

b) Sistema global:

- El 1 de marzo de 2015, por la reclasificación del crédito a dudoso cobro:

30.000(435) Clientes de dudoso cobro a (430) Clientes 30.000

- El 1 de abril de 2015, por el cobro de parte del derecho y la contabilización de la


pérdida cierta del importe restante:

10.000 (570) Caja, euros

193
20.000 (650) Pérdidas de créditos comerciales incobrables
a (435) Clientes de dudoso cobro 30.000

- El 1 de julio de 2015 por el cobro de las letras a deudores:

50.000 (570) Caja, euros


a (441) Deudores, efectos comerciales a cobrar 50.000

- El 1 de noviembre de 2015 por la reclasificación del crédito:

20.000 (440) Deudores


a (446) Deudores de dudoso cobro 20.000

- El 31 de diciembre de 2015 por la cancelación del deterioro dotado al cierre del


ejercicio 2009

10.000 (490) Deterioro de valor de créditos por operaciones comerciales


a (794) Reversión del deterioro de créditos
por operaciones comerciales 10.000

Al cierre del ejercicio 2015, el único crédito comercial es el reflejado en la cuenta


Deudores (Cta. 440) por 20.000 euros. El importe del nuevo deterioro a dotar será: 2.000 =
10 % 20.000.

2.000 (694) Pérdidas por deterioro de créditos por operaciones comerciales


a (490) Deterioro de valor de créditos
por operaciones comerciales 2.000

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