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1. Introducción
2. Efectivo y otros activos líquidos equivalentes
3. Derechos corrientes de cobro.
4. La depreciación de los derechos corrientes de cobro.
1. Introducción
El activo corriente, antes activo circulante, de acuerdo con un criterio de clasificación
temporal, está constituido por todos los bienes y derechos cuya conversión en efectivo se
espera que se produzca en un plazo no superior a un año.
De los grupos que lo componen, uno de ellos, las Existencias, ya ha sido objeto de
estudio. De los restantes, dos serán objeto de estudio en este capítulo. Así, comenzamos
por los elementos de mayor liquidez, con lo que la primera partida a analizar es “Efectivo y
otros activos líquidos equivalentes”, integrada básicamente por la tesorería, para, a
continuación, estudiar los derechos de cobro a corto plazo “Deudores comerciales y otras
cuentas a cobrar”. Las inversiones financieras a corto plazo, sean en empresas del grupo,
asociadas o terceras, antes denominadas “inversiones financieras temporales”, serán objeto
de estudio con posterioridad, conjuntamente con las partidas de igual naturaleza pero de
largo plazo, ahora “inversiones financieras a largo plazo” y antes “inversiones financieras
permanentes”, dadas las grandes similitudes de fondo entre ellas.
CONCEPTO
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A) La tesorería está constituida por los medios líquidos de la empresa. La
componen el dinero en efectivo en la caja de la empresa y los saldos a su favor de
disponibilidad inmediata, formalizados en entidades de crédito, tanto en moneda nacional
como en divisas.
En España se entiende por entidad de crédito toda empresa que tenga como
actividad típica y habitual recibir fondos del público en forma de depósito, préstamo, cesión
temporal de activos financieros u otras análogas que lleven aparejada la obligación de su
restitución, aplicándolos por cuenta propia a la concesión de créditos u otras operaciones de
similar naturaleza.
Por tanto, se conceptúan como entidades de crédito, entre otros, los Bancos, las
Cajas de Ahorros, Cajas Rurales y las Cooperativas de Crédito.
Como se puede observar, el PGC establece cuentas diferentes para los medios
líquidos en moneda nacional y en moneda extranjera.
Los saldos en entidades de crédito, reflejados en las cuentas 572 a 575, han de ser
de disponibilidad inmediata y estar materializados, bien en cuenta corriente a la vista, bien
en cuenta de ahorro. La principal diferencia entre estos dos tipos de depósitos es que
mientras los primeros son movilizables mediante cheques, en los segundos no cabe tal
posibilidad al ser concebidos como saldos más estables.
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Tampoco se recogerán aquí los descubiertos bancarios, de los que después se
hablará, ya que éstos estarán recogidos en el pasivo corriente.
Valoración de Tesorería
Se imputan, por tanto, directamente a resultados tanto las pérdidas latentes como
los beneficios potenciales calculados al cierre del ejercicio. Al ser estos elementos
totalmente disponibles, su permanencia en la empresa será, normalmente, efímera. Por
tanto, se considera que el tipo de cambio no experimentará variaciones significativas desde
la fecha de cierre del ejercicio hasta el momento de la salida. Por el principio de importancia
relativa se llevan a Pérdidas y Ganancias (Cta. 129, Cta. de Resultados) tales diferencias,
incluidos los beneficios previsibles que aplicando el principio de prudencia deberían ser
diferidos.
1.170 Caja, moneda extranjera (571) a (572) Banco... c/c. vista, euros 1.170
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Si al cierre del ejercicio, la empresa mantiene en caja las 1.000 libras esterlinas y el
tipo de cambio es de 1,18 euros/libra, se produce una diferencia positiva de 1.180 – 1.170 =
10 euros que supone un beneficio para la empresa debido a la variación en la cotización de
la libra, y se contabiliza mediante el asiento:
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Cuando existe un descubierto, a pesar de que se refleja la deuda mediante un saldo
acreedor en una cuenta de activo, suele mantenerse de esta forma, si bien, de continuar
esta situación al cierre del ejercicio, antes de elaborar las Cuentas Anuales, debe
procederse a traspasar dicho saldo acreedor a la cuenta de pasivo “Deudas a corto plazo
con entidades de crédito” (Cta. 520).
CONCEPTO
Los derechos de cobro son elementos de activo que surgen como consecuencia de
créditos concedidos por la empresa a terceros, adquiriendo éstos la obligación de entregar
en determinado momento futuro cierta cantidad de dinero o, excepcionalmente, otros bienes
o servicios.
CUADRO DE CUENTAS
Cuando los derechos de cobro tienen su origen en operaciones del tráfico se
representan en cuentas del grupo 4. En el presente capítulo se analizan los créditos
comerciales y otros de naturaleza corriente.
Dentro del grupo 4, los derechos de cobro por operaciones de tráfico se reflejan en
los subgrupos y cuentas siguientes:
40. Proveedores
407. Anticipos a proveedores
43. Clientes
430. Clientes
431. Clientes, efectos comerciales a cobrar
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432. Clientes, operaciones de “factoring”
433. Clientes, empresas del grupo
434. Clientes, empresas asociadas
435. Clientes, otras partes vinculadas
436. Clientes de dudoso cobro
44. Deudores varios
440. Deudores
441. Deudores, efectos comerciales a cobrar
446. Deudores de dudoso cobro
46. Personal
460. Anticipos de remuneraciones
47. Administraciones Públicas
470. Hacienda Pública deudor por diversos conceptos
471. Organismos de la Seguridad Social, deudores
472. Hacienda Pública, IVA soportado
473. Hacienda Pública, retenciones y pagos a cuenta
VALORACIÓN
De los elementos que estamos considerando, unos tienen la consideración de
activos financieros: los recogidos en los subgrupos 43, 44 y 46, mientras que otros no lo
son: el resto, en los grupos 40 y 47.
Los activos financieros que estamos considerando, básicamente de naturaleza
comercial, para su valoración están incluidos dentro de la categoría de “Activos financieros a
coste amortizado”, los cuales, según los criterios de valoración del vigente PGC, habrán de
ser valoradas inicialmente por su valor razonable que, en principio, será el precio de la
transacción, que equivaldrá al valor razonable de la contraprestación entregada más los
costes de transacción que les sean directamente atribuibles.
No obstante, la propia norma también indica que tratándose de créditos por
operaciones comerciales con vencimiento no superior a un año, y que no tengan tipo
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de interés contractual explícito (que es lo habitual), así como los anticipos y créditos al
personal, entre otras partidas, se podrán valorar por su valor nominal cuando el efecto de
no actualizar el flujos de efectivo no sea significativo (caso general en las operaciones
comerciales corrientes a corto plazo).
En la dicha norma también se establece el criterio a aplicar a las posteriores
valoraciones, indicándose que de haberse valorado inicialmente un crédito por su valor
nominal se aplicará ese mismo criterio en las subsiguientes, debiéndose considerar, en
su caso, los posibles deterioros.
En consecuencia, dado que, en general, los derechos comerciales de cobro
recogidos en estas cuentas del grupo 4 son a corto plazo y sin interés explícito, se seguirá
el criterio permitido por el PGC, por lo que los derechos contenidos en los subgrupos 43, 44
y 46 se valorarán por su Valor Nominal.
No obstante, deberá de tenerse en cuenta que pueden existir en este grupo 4
créditos comerciales a largo plazo y/o con interés explícito, en cuyo caso la primera
valoración se efectuará al valor razonable y las posteriores al coste amortizado,
recogiéndose los intereses devengados como ingresos financieros del correspondiente
ejercicio, siguiendo el procedimiento del tipo de interés efectivo (en clase se verán
algunos ejemplos sencillos de derechos comerciales a largo plazo).
Para el registro contable del derecho de cobro por operaciones de tráfico se suele
atender al substrato económico de la operación, de forma que si ha habido transferencia de
responsabilidad y control sobre los bienes vendidos o se han prestado sustancialmente los
servicios acordados, se entiende que el contrato de compraventa está jurídicamente
realizado y que por tanto ha surgido el derecho y se ha devengado el ingreso comercial.
Para el caso de los derechos no financieros, cta. 407 y subgrupo 47, la valoración
será por el valor nominal, dado su carácter de derechos no financieros y la especial
naturaleza de la relación de la empresa con las Administraciones Públicas.
PROBLEMÁTICA CONTABLE
Procederemos seguidamente a considerar con un cierto detalle el movimiento básico
de las cuentas antes referidas en el Cuadro.
Dentro del subgrupo 40 figura la cuenta Anticipos a proveedores (Cta. 407), que
recoge las entregas, normalmente en efectivo, en concepto de “a cuenta” de suministros
futuros de mercancías y demás bienes definidos en el grupo 3. Cuando estas operaciones
sean efectuadas con empresas vinculadas debe hacerse un desglose en subcuentas. La
cuenta 407 refleja un derecho de cobro sobre proveedores, que se materializará en este
caso en bienes distintos de dinero.
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Nace cargada con abono a ctas. del subgrupo 57, para ser abonadas a la recepción
conforme de las remesas compradas, con cargo habitual a ctas. del subgrupo 60, Compras.
Así tenemos:
- Que el cliente sea un tercero o guarde una relación concreta con la empresa.
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Repasamos ahora los movimientos de abono más habituales, varios de ellos ya
comentados con anterioridad:
- Por los rappels concedidos a los clientes fuera de factura, contra 709.
- Por los descuentos por pronto pago fuera de factura, contra 706.
En sus operaciones de tráfico la empresa puede cobrar los bienes vendidos y los
servicios prestados al contado o bien conceder un crédito comercial a sus clientes y
deudores. Los derechos de cobro que surgen, en este segundo caso, pueden
instrumentarse en documentos no formales de pago (facturas), o en efectos de giro (letras
de cambio, pagarés, libranzas).
En España el efecto de giro por excelencia es la letra de cambio, documento por el
que una persona (librador) exige a otra (librado) pagar una cierta cantidad de dinero a la
orden del legítimo poseedor del mismo (tenedor) en una fecha y lugar determinados.
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procederá a reclasificar el crédito comercial. Para ello se pueden utilizar la cuenta 431, o
bien subcuentas de la misma si se desea reflejar la situación concreta en la que se
encuentran los efectos. Optando por esta última alternativa se registra el siguiente asiento:
Por otra parte, la empresa tiene las siguientes opciones con sus efectos
comerciales:
1. Esperar al vencimiento para presentar ella misma las letras al cobro.
2. Encomendar la gestión de cobro a una entidad financiera.
3. Negociarlos o descontarlos en una entidad de crédito.
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EJEMPLO: Se envía al banco una letra de 100.000 euros de valor nominal para que
proceda a su cobro al vencimiento. Por gestionar la operación, la entidad de crédito cobra
una comisión de 100 euros.
a) Las letras son atendidas por el cliente al vencimiento. En este caso, la anotación a
registrar es:
---------------------------------
21 (472) Hacienda Pública, IVA soportado a (572) Banco. c/c. vista, euros 121
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Para la empresa el descuento no conlleva una desvinculación con los efectos
negociados, ya que es responsable de la restitución del préstamo cubriendo el posible
incumplimiento por parte del librado. De ahí que en la contabilidad empresarial deba figurar
información tanto sobre el derecho de cobro, que sigue correspondiendo a la unidad
económica aunque esté cedido al banco como medio de pago de la deuda, como sobre la
obligación pendiente con la entidad financiera que será satisfecha bien con el importe
cobrado por la letra, bien con un desembolso de la propia empresa.
Tendríamos:
-------------------------
-------------------------
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198.790 (572) Banco c/c. vista, euros
1.000 (665) Intereses por descuento de efectos y operaciones de factoring
210 (626) Servicios bancarios y similares
Ahora bien, este proceso de descuento descrito es coherente con el caso general
de crédito comercial a C. P. que se considera como habitual en el PGC en su Grupo 4.
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En su virtud, el movimiento considerado de la cta. 5208 “Deudas por efectos
descontados” es el primero de los recogidos por el PGC al describir los posibles
movimientos de la misma. Su fundamento está en el hecho de que nos encontramos con
una operación financiera típica y directamente derivada de una operación comercial a
corto plazo y, en su consecuencia, nos podemos acoger al criterio valorativo simplificador
del valor nominal admitido por el PGC a estos efectos.
Sin embargo, si no nos acogemos a ese camino valorativo simplificado, bien por
que el efecto de no actualizar los flujos es significativo, porque existe un tipo de interés
explícito en la operación o porque la misma es a largo plazo, ni el crédito del Cliente puede
darse de alta por el valor nominal ni el pasivo que surge del descuento del efecto en que el
crédito se formalizó puede utilizar tal criterio valorativo. Ambos tendrán que utilizar el valor
razonable como alta e irse actualizando sus valores, del efecto y de la deuda, al compás del
interés que se vaya devengando a los respectivos tipos de interés efectivos que se calculen
para ambas operaciones.
En consecuencia, el valor inicial por el que se daría de alta el efecto sería el valor
razonable del cliente, aunque el valor nominal del efecto, que figura escrito en el documento
sea el valor al vencimiento del mismo, mientras que el valor de la “Deuda por efectos
descontados” será el importe efectivo que el banco me entregue en el momento del
descuento, cuantías que no tienen porque coincidir en su nacimiento.
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financiera la gestión de todos sus cobros y el adelanto de los mismos a cambio de un
interés.
El factoring es la prestación de un conjunto de servicios administrativo-financieros
que realiza la empresa de factoring, a un cliente (empresa vendedora), respecto de la
facturación a corto plazo, originada por la venta de mercancías o prestación de servicios, y
que le cede la citada empresa vendedora a la compañía de factoring.
El PGC recoge en cuenta especial este servicio de “factoring”, sin garantía, con lo
que el riesgo de impago sigue gravitando sobre la empresa original.
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- Quedan excluidas las operaciones relativas a productos perecederos y las de a largo
plazo (más de 180 días).
- El Factor sólo comprará la “Cuentas a Cobrar” que quiera, por lo que la selección
dependerá de la calidad de las mismas, es decir, de su plazo, monto y posibilidad de
recuperación.
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5209. “Deudas por operaciones de factoring”, encuadrada dentro de la cta. “Deudas a
corto plazo con entidades de crédito” (520). Los intereses derivados de esta operación se
recogen en la cta. de gastos financieros ya referida al hablar del descuento de efectos, la
665 “Intereses por descuento de efectos y operaciones de factoring”, pudiendo
recogerse la comisión en la cta. 626 “Servicios bancarios y similares”, como en el
descuento.
Llegado el vencimiento de los derechos de cobro, si éstos son atendidos por los
clientes, se procederá a abonar la cta. 432, con cargo en la 5209.
Los motivos de abono de esta cta. 436 serán: por cobro contra Tesorería, o por
pérdida definitiva contra 650, “Pérdidas de créditos comerciales incobrables” o una
combinación de ambas. También puede abonarse por retorno a la situación previa (Clientes,
efectos,…)
Además de lo aquí señalado, los riegos de impago que pueden gravitar sobre los
créditos comerciales, Clientes, dan lugar a una problemática específica, en aplicación del
principio de prudencia, que será estudiada en el último epígrafe de este capítulo.
Una vez que hemos acabado con la consideración del subgrupo 43, Clientes,
pasamos a la consideración de los otros subgrupos enumerados.
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El subgrupo 44, Deudores varios, expresa los créditos con compradores de
servicios cuya prestación constituye un ingreso accesorio para la unidad económica (son los
ingresos recogidos en el PGC en el subgrupo 75, “Otros ingresos de gestión”) y con otros
deudores de tráfico no incluidos en otras cuentas del grupo 4 (como empresas o
particulares que han concedido a la entidad una subvención a la explotación la cual está
pendiente de pago).
Las cuentas del subgrupo 46, Personal, reflejan los saldos con personas que
prestan sus servicios a la empresa como trabajadores en plantilla. Las entregas a cuenta de
remuneraciones al personal darán lugar a un derecho de cobro de la empresa sobre sus
trabajadores que se representará en la cuenta de activo Anticipos de remuneraciones
(Cta. 460), hasta que dicho importe sea compensado con las remuneraciones devengadas,
momento en que será abonada. Se verá con detalle al estudiar el asiento de nómina.
El PGC establece que los créditos en moneda extranjera de esta naturaleza tienen el
carácter de partidas monetarias y tendrán su primera valoración en moneda nacional,
aplicando para su conversión el tipo de cambio de contado vigente en la fecha de la
operación. Si se realizan muchas transacciones en el periodo de un mes, podrá aplicarse un
tipo de cambio medio en ese periodo, salvo que durante el mismo se hayan producido
alteraciones significativas en el valor de la correspondiente moneda.
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Los derechos de cobro en divisas introducen un riesgo en la empresa, al no poder
conocer con exactitud la cantidad en euros a cobrar, pues ésta depende del tipo de cambio
existente en el momento en que se haga efectivo el crédito, no teniendo que coincidir
necesariamente con el de la fecha en que surgió el mismo. En consecuencia, pueden
aparecer diferencias debidas a variaciones en el tipo de cambio.
El PGC establece que, al menos al cierre del ejercicio, deberán efectuarse las
correcciones valorativas siempre que exista evidencia objetiva de que el valor de un crédito,
o grupo homogéneo de créditos, como consecuencia de uno o varios acontecimientos
sucedidos después de su reconocimiento inicial, se ha deteriorado, con reducción o retraso
de los flujos previstos, derivados de una posible insolvencia del deudor.
La pérdida por deterioro del valor de estos activos será la diferencia entre su valor en
libros y el valor actual de los flujos de efectivo futuros que se estiman van a generar,
descontados al tipo de interés efectivo calculado en el momento de su reconocimiento
inicial.
Las correcciones valorativas por deterioro, así como su reversión, de tener ésta
lugar, se reconocerán como gasto, o ingreso, en la cta. de pérdidas y ganancias, teniendo la
cuantía de la reversión como límite el valor en libros del crédito a fecha de no haber tenido
lugar el deterioro.
Hemos de tener presente que cuando la empresa concede un crédito comercial está
asumiendo el riesgo de insolvencia por parte del obligado al pago en la fecha de
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vencimiento del derecho. Si en un determinado momento la situación de un cliente o deudor
despierta dudas razonables sobre la capacidad para atender sus compromisos de pago
actuales o futuros, los derechos de cobro que la empresa pueda poseer sobre el mismo
serán reclasificados como créditos de dudoso cobro.
Las cuentas que reflejarán la nueva situación de los derechos serán las citadas 436,
“Clientes de dudoso cobro”, o, en su caso, 446, “Deudores de dudoso cobro”, cuando se
trate de empresas no vinculadas. Para las entidades del grupo, asociadas o vinculadas, se
utilizarán cuentas divisionarias de la 433, 434 y 435 para aquéllas que actúen como
clientes, abriéndose las ctas. necesarias en el subgrupo 44 de operar como deudores.
Por tanto, si una empresa considera que existe el riesgo de sufrir un quebranto por
el incobro de créditos comerciales concedidos en el ejercicio, deberá registrar
contablemente tal pérdida previsible aplicando el principio de prudencia.
Estas cuentas son de saldo acreedor, figurando en el activo del balance restando de
la partida correspondiente de crédito.
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El sistema global consiste en realizar una estimación del riesgo de fallidos sobre
el conjunto total de derechos de cobro por operaciones de tráfico en poder de la empresa al
cierre del ejercicio. Teniendo en cuenta la experiencia de años anteriores sobre porcentaje
de insolvencias para los créditos comerciales, la coyuntura macroeconómica general y la
situación específica del sector en el que opera la empresa, se determina el importe a dotar
de deterioro para cubrir las pérdidas por aquellos derechos que resulten definitivamente
incobrables en el ejercicio siguiente. Este procedimiento se podrá seguir de no haber
importes individuales significativos.
La pérdida cierta incurrida en este ejercicio (Cta. 650) queda compensada, parcial
o totalmente, por el ingreso reflejado al aplicar el deterioro (Cta. 794), de forma que la parte
de la misma ya registrada en el ejercicio anterior cuando se dotó el deterioro (Cta. 694) no
vuelve a imputarse a resultados en este período. El resultado del presente ejercicio
soportará, o bien el quebranto no cubierto por el “Deterioro” en el caso de que la pérdida
cierta resulte superior a la prevista, o bien un ingreso que minore el gasto imputado en el
período anterior al dotar el “Deterioro”, en el caso de que el quebranto real resultase
inferior al estimado.
Con esta forma de contabilización, entre los resultados de los dos ejercicios se
logra imputar la verdadera pérdida, con la particularidad de que se consigue, por una parte,
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aplicar el principio de prudencia llevando a resultados las pérdidas previsibles tan pronto
como las mismas han sido estimadas, si bien con posibles errores por desajustes en la
estimación y, por otra, la adecuada correlación de ingresos y gastos, soportando el
ejercicio en el que se produce el ingreso por la venta o prestación de servicios el quebranto
asociado al impago del mismo, en la medida en que la estimación sea adecuada.
Una vez cancelada la dotación del Deterioro del ejercicio precedente, volverá a
comenzar el proceso de estimación y dotación, en su caso, de un nuevo “deterioro”,
continuando el ciclo sucesivamente.
Este deterioro se aplicará cuando se dé de baja ese saldo (bien por insolvencia
definitiva o parcial, o bien por cobro del derecho de cobro), o cuando desaparezca el
riesgo de impago del crédito para el cual surgió.
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En el caso de que se haya dado por definitivamente perdido un crédito comercial, y
finalmente se logre cobrar en su totalidad o al menos parcialmente, ese importe se
registrará en la cuenta Ingresos excepcionales (Cta. 778), compensando el gasto
registrado previamente en la cuenta 650.
a) Sistema individualizado:
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30.000(694) Pérdidas por deterioro de créditos por operaciones comerciales
a (490) Deterioro de valor de créditos por
operaciones comerciales 30.000
- El 1 de abril de 2015 habrá que registrar el cobro de parte del derecho y la pérdida
cierta del importe restante. Además, al resolverse definitivamente la situación del crédito, se
cancela la cuenta de deterioro que lo cubre:
b) Sistema global:
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20.000 (650) Pérdidas de créditos comerciales incobrables
a (435) Clientes de dudoso cobro 30.000
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