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HISTORIA DE LA MINERIA EN BOLIVIA

Desde los tiempos de la colonia Bolivia ha sido un país minero. Por décadas, el
cerro rico de Potosí ha sido el yacimiento de minerales de plata más importante
del mundo. Su descubrimiento en 1545 inicia el ciclo de la minería en el territorio
que hoy constituye Bolivia. Para aprovechar la plata de Potosí se introducen
tecnologías de punta para su tiempo; pero no se toman en cuenta ni los efectos
para la población originaria ni los impactos para el medio ambiente. Las utilidades
generadas no son distribuidas equitativamente y la minería colonial no resulta en
una amplia corriente de desarrollo regional. Tampoco se crean empresas que
duren en el tiempo, ya que los beneficios obtenidos no son reinvertidos en las
zonas de aprovechamiento minero. Sin embargo, la minería colonial inicia un
circuito económico en el cual el transporte y el comercio asumen un rol
determinante. La producción se basa en el trabajo de los indígenas bajo el
régimen de la mita. Cada año llegan a Potosí alrededor de 13.500 mitayos con sus
familias, formando un contingente de 40.000 personas. La ciudad se convierte en
uno de los principales centros urbanos del mundo y cuenta con unos 160.000
habitantes en 1560, mientras Madrid solo tiene 45.000 habitantes. Este fenómeno
migratorio deshabita las 16 provincias sometidas a la mita y afecta severamente a
su producción agropecuaria.

La revolución de 1952 nacionaliza (contra una alta indemnización) las tres grandes
compañías mineras y funda la COMIBOL (Corporación Minera de Bolivia.) En este
mismo período surge la COB (Central Obrera Boliviana), que luego se convierte en
la más poderosa central sindical del país. Desde entonces, la vida política
boliviana es tan azarosa e inestable, que los inversionistas extranjeros no se
arriesgan a invertir en la explotación del importante potencial geológico del país. Si
bien se estima que la participación de fondos privados internacionales incentiva un
mejor manejo y una mayor eficacia de las operaciones (Ford, Bacon & Davis;
1956) la COMIBOL maneja solo las minas estatizadas en un ambiente adverso:
baja ley del mineral, agotamiento de las reservas, elevados costos de producción,
disminución de la demanda y del precio. La COMIBOL carece a la vez de capital y
de capacitación empresarial, además debe asumir la carga financiera del
desarrollo del Oriente, fomentado por el Estado. En consecuencia, no invierte en
prospección, exploración, mantenimiento y reposición. Esta época se caracteriza
por la mala gestión, la productividad extremadamente baja, el despilfarro de los
recursos y la negligencia ambiental. La convergencia de estos factores lleva a una
crisis que se agudiza progresivamente. Al lado de la minería estatal, coexiste un
gran número de empresas medianas y chicas en manos privadas. Mientras las
primeras reciben créditos públicos, que les permiten aumentar continuamente su
producción, la falta de apoyo técnico y financiero a la minería chica (2.000
empresarios) y cooperativa (20.000 mineros) determina que este sector opere en
condiciones arcaicas y precarias, encerrándose en un círculo vicioso de falta de
recursos e incapacidad de evolucionar, que no ha cambiado a la fecha. En los
últimos 10 años, la minería boliviana se proyecta sobre un nuevo escenario y se
adecua al surgimiento de metales que se perfilan con mejores oportunidades en el
mercado que el estaño. Entre otros, el zinc, la plata y sobre todo el oro, que
presenta el crecimiento más espectacular. Paralelamente, la minería estatal es
sustituida por la privada y dentro de ésta se consolida la mediana como el mayor
productor, mientras en el sector aurífero las cooperativas adquieren mayor
relevancia. La reestructuración de la COMIBOL causa un rápido descenso de la
participación del sector minero en el empleo nacional, parcialmente compensado
por el crecimiento de las cooperativas, aunque las condiciones que ofrecen no
sean nada equivalentes.

HISTORIA DE LA COMIBOL
La Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) fue creada mediante Decreto
Supremo 3196 dictado el 2 de octubre de 1952. La creación de la empresa fue un
anticipo a la nacionalización de las minas que se encontraban en poder de los
Patiño, Hotchschild y Aramayo que se produciría pocos días después, el 31 de
octubre.
La nueva Corporación asumió la dirección de la administración de la industria
minera fiscal para “la exploración, prospección, explotación, beneficio y
comercialización de los importantes yacimientos minerales que encierra el
subsuelo patrio, dentro de un plan general y racional técnicamente elaborado”, de
acuerdo a los términos contenidos en el Decreto.
De esta forma la  COMIBOL asumió la misión de:

a) Explorar, explotar y beneficiar los minerales de los yacimientos mineros que el


Gobierno de la Nación asigne.
b) Comercializar y explotar los productos minerales en ejecución del Decreto
Supremo 3072 de 2 de junio de 1952.
c) Importar maquinarias, herramientas, materiales, implementos de trabajo minero
y artículos de pulpería tanto para la atención de sus necesidades como  del resto
de la minería nacional.

El Decreto 3196 autorizaba también a la COMIBOL a “constituir sociedades” para


la explotación de minas a su cargo, manteniendo para el Estado el 51% de las
acciones emitidas. Se constituyó, además, un directorio integrado por dos
representantes de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia.
La COMIBOL desarrolla actualmente varios proyectos mineros exitosos (Huanuni,
Corocoro, Eucaliptus, Planta Piloto del Litio, entre otros) sobre la base de la
política estratégica minera mineralógica diseñada por el Gobierno de la Revolución
Democrática y Cultural.

La Ley 535 MINERIA Y METALURGIA, de Minería está enmarcada en la


Constitución Política del Estado, promulgada en 2009, que reconoce como actores
mineros al sector privado, estatal y cooperativista. El Ministerio de Minería y
Metalurgia es responsable de la definición y aplicación de las políticas y
normas que establecen el marco de acción de las actividades mineros
metalúrgicos en el país. El Ministerio de Minería y Metalurgia es responsable de
la definición y aplicación de las políticas y normas que establecen el marco de
acción de las actividades mineros metalúrgicos en el país.

En este sentido el “Plan Quinquenal de Desarrollo Minero Metalúrgico” establece


un conjunto de políticas, programas y proyectos sectoriales a ejecutarse en los
próximos años a fin de que el sector minero se constituya en un pilar de la
economía nacional, con desarrollo industrial diversificado, desde la prospección
hasta la fundición o refinación de minerales, complementada con procesos de
transformación, industrialización y comercialización, generadora de empleo digno
y estable, promotora de desarrollo sostenido de las comunidades en zonas
mineras, demostrando que es posible contar en el país con una minería
racionalmente trabajada, adecuadamente tecnificada, ambientalmente sostenible y
socialmente aceptada.

MISION

Definir, dirigir, supervisar, fiscalizar y promover las políticas de desarrollo del


sector minero metalúrgico para generar valor mediante la producción e
industrialización de recursos mineralógicos con una gestión de excelencia basada
en la innovación y responsabilidad social y ambiental en beneficio del pueblo
boliviano.

VISION

Liderar el desarrollo del sector minero metalúrgico, pilar fundamental en la


construcción del Estado Plurinacional y el Vivir Bien, con transparencia, capacidad
técnica, credibilidad, compromiso social y respeto al medio ambiente.

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