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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular de Economía, Finanzas y comercio Exterior


Escuela Nacional de Administración y Hacienda Pública
Comercio Internacional
Semestre: 4to
Sección: “E”

EVOLUCION DEL COMERCIO

Profesor: Elaborado:
Geraldo Mendosa Yonny Maldonado
C.I: 28434485

Caracas, 04 de septiembre, 2022


Origen
En los tiempos antiguos, el comercio se inició como un sistema de trueque,
en el que se intercambiaba una cosa por otra. Los seres humanos
prehistóricos hacían trueque de pieles de animales o servicios por
alimentos. Gradualmente, se fue estableciendo el concepto de las monedas.
Los orígenes del comercio se remontan a la época de trueque de la era del
Neolítico, cuando se descubrió la agricultura subsistencia. A medida que
fueron añadiéndose nuevos desarrollos tecnológicos al día a día de los
agricultores las cosechas obtenidas eran cada vez más grandes. Así llegó el
momento para el nacimiento del comercio. El comercio es tan antiguo
como la sociedad y no podríamos concebir esta sin él. Porque basamos toda
nuestra vida en este sistema socioeconómico nos ha parecido interesante
hacer un post sobre él.
Y es que ahora la palabra «comercio» es sinónimo de crecimiento, grandes
marcas y globalización, pero hace miles de años era todo muy diferente. En
las primeras fases de la humanidad, el hombre para satisfacer sus
necesidades vitales debía agotar todos sus esfuerzos para conseguir unos
pocos alimentos. Comienza a intercambiar los excesos de las cosechas,
armas, depósitos para poder transportar los alimentos y nuevos utensilios
agrícolas. Para protegerse de la intemperie y mantener alejados a los
animales salvajes tuvo que buscar refugio en las cavernas.
Algunas sociedades primitivas utilizaban conchas o perlas como monedas,
y en la Mesopotamia y Egipto las barras de oro servían de monedas, pero
había que pesarlas cada vez que se producía un intercambio.
El desarrollo de las monedas de metales, hecho que según estimaciones
probablemente se produjo entre los años 700 y 500 A.C., estandarizó el
concepto del valor y simplificó mucho el comercio. Ya fue posible contar
las monedas en lugar de pesarlas, lo cual facilitó las transacciones.
A medida que se comenzaron a fabricar las monedas de oro y plata
alrededor del año 500 A.C., el comercio entre los países se hizo posible, ya
que estos metales preciosos tenían un valor estandarizado en todos lados.
Esto permitió que los países con un superávit de ciertos bienes vendieran
éstos a otras naciones que los necesitaban.
En 1980 nacieron las “supertiendas” – tales como Barnes & Noble o la
siempre temida Wal-Mart- Las tiendas minoristas más pequeñas temblaban
con la noticia de que una de estas supertiendas se instalaría en el pueblo.
Con sus masivas economías de escala y precios bajos, las supertiendas o
hipermercados obligaron a muchas tiendas más pequeñas a cerrar sus
puertas.
Pero durante 1990, el péndulo comenzó a oscilar de vuelta a favor de las
pequeñas minoristas, a medida que el surgimiento del comercio en línea
empezaba a nivelar el campo de juego. Los fundamentos del comercio en
línea se establecieron en 1960 con el desarrollo del protocolo “Intercambio
de Datos Electrónicos” (“EDI” de su sigla en inglés), lo cual posibilitó la
transferencia de datos de forma digital desde una computadora a otra. Pero
preocupaciones de seguridad impidieron la adopción de esta herramienta
para uso general en las empresas hasta 1994, cuando Netscape desarrolló la
encriptación “Capas de Enchufes Seguras”, llamada “SSL” por su sigla en
inglés. Al mismo tiempo, surgieron los primeros servicios de terceros para
el procesamiento en línea de las tarjetas de crédito, y VeriSign desarrolló
los primeros certificados de identidad digitales para verificar una empresa
en la red.
A mediados de 1990, Amazon y eBay cambiaron la cara del comercio
electrónico en los Estados Unidos. La capacidad de buscar libros a base a
distintos criterios, de recibir recomendaciones personalizadas y de dejar
críticas de las compras ayudó a la popularización de Amazon entre los
consumidores. Mientras tanto, eBay dio a las personas la posibilidad de
abrir sus propias tiendas en línea de manera sencilla y segura.

El colapso de la burbuja digital o de las “punto.com” en el 2000 disminuyó


el entusiasmo por el comercio en línea durante un tiempo. Sitios como
Pets.com habían apostado demasiado al deseo de comprar todo en línea.
Pero el mundo del comercio nunca volvería a ser lo que era antes. En 2004,
se formó el Consejo de Normas de Seguridad para las Tarjetas de Pago
(“PCI” por su sigla en inglés) para asegurar que los negocios en línea
cumplieran con los requerimientos de seguridad para las transacciones
financieras. Esta seguridad adicional ayudó a hacer más atractivo comprar
en línea incluso para los que anteriormente le temían.

Según datos de BI Intelligence, un 40% de los hombres entre 18 y 34 años


de edad dicen que idealmente les gustaría comprar todo en línea. Mientras
los jóvenes se cuentan entre los compradores en línea más activos, hoy en
día las mujeres, los llamados Baby Boomers, e incluso personas de mayor
edad son activos compradores en línea. La nueva generación de
millennials, nacida entre los años ’80 y ’90, es la que gasta la mayor
cantidad en línea, tanto en dólares (un promedio de US$ 2.000 al año),
como en términos del porcentaje de sus ingresos (9%). A medida que esta
generación joven envejezca, su familiaridad con el comercio en línea le
dará forma al futuro del comercio.

En 2011, en EE.UU., las ventas de los comerciantes que operan


exclusivamente en línea, o “e-retailers”, superaron por primera vez las
ventas de las cadenas tradicionales con tiendas físicas, según un reporte de
comScore. Esta brecha siguió profundizándose con las ventas de los e-
retailers aumentando mucho más rápidamente que los sitios web de las
tiendas tradicionales. Se espera que las ventas del comercio en línea
alcancen más de US$ 400 mil millones durante los próximos años:
Forrester Research proyecta ventas de US$ 414 mil millones y eMarketer
estima ventas de unos US$ 491,5 mil millones.
Las perspectivas para el año en curso indican que el comercio mundial de
bienes y servicios aumentaría en unos 5,2 billones de dólares en relación
con 2020, y en unos 2,8 billones con 2019, unos registros que equivalen a
un incremento aproximado del 23% y el 11%, respectivamente.
Por su parte, se prevé que durante 2021 el comercio de mercancías logre un
valor récord de 22 billones, mientras que el de servicios debería estar
valorado en unos seis billones de dólares.
Estas tendencias positivas se deben en gran parte a la fuerte recuperación
de la demanda como consecuencia de la disminución de restricciones por la
pandemia, los paquetes de estímulo económico y el aumento de los precios
de los productos básicos.
El análisis también indica que el incremento del comercio global continúa
siendo dispar entre países y sectores, una tendencia que se agudizó durante
el tercer trimestre de 2021.
En general, durante el tercer trimestre de 2021 los flujos comerciales
aumentaron con más fuerza en los países en desarrollo que en las naciones
desarrolladas. Las tasas de crecimiento del comercio en esa época del año
fueron muy fuertes en todas las regiones geográficas, aunque relativamente
moderadas en América del Norte, Europa y Asia Oriental, especialmente en
comparación con el tercer trimestre de 2020.
El crecimiento de las exportaciones fue mayor en las regiones exportadoras
de productos básicos, debido al aumento de los precios de estos productos.

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