Está en la página 1de 6

Sobre Quevedo vs Góngora y el panorama del trap español.

Esaú Sánchez Hernández.

«Pucho, ere' un machaca, deja los «esta cima del vicio y del insulto;
embustes éste, en quien hoy los pedos son sirenas,
tú eres un rapero y Alizz hacía dubstep, éste es el culo, en Góngora y en culto,
yo y mi primito sabemos moverlo que un bujarrón le conociera apenas.»
mi vida es la polla y siempre va a serlo.» Francisco de Quevedo.
Fernando Gálvez Gómez.

Hablar del acontecimiento literario suele estar


subyugado mayoritariamente al estudio de las letras
escritas en unos cuantos papeles, un planteamiento que
no pretendo cuestionar, pero que cerca demasiado el
objeto de análisis en un producto inerte. Mediante esta
reflexión intentaremos analizar la incidencia de estas
letras en la sociedad y el mundo al que pertenecen
dichos escritores haciendo uso de una corriente lírica contemporánea; el trap a través del
libro escrito por Ernesto Castro El trap: filosofía milennial para la crisis en España,
(2019).
Empezar con estos dos extractos a modo de comparación puede sonar pretencioso cuanto
menos, siendo notable la diferencia abismal del dominio de la lengua y la poética entre
los dos, pero ¿podríamos de alguna manera acercar la figura de Yung Beef (Fernando) a
la de Quevedo si nos centramos en algo que esté más allá que el virtuosismo,
academicismo, sutileza, …? No habría más que observar que son dos escritos que hacen
referencia a algo que tienen en común; su némesis. Todo Quevedo tiene su Góngora, y
no será distinto a lo acontecido con Yung Beef y C. Tangana (Antón Álvarez Alfaro), dos
personas que están destinadas a no entenderse y a responderse en forma de verso,
acuñando pseudónimos si son necesarios (Miguel de Musa en el caso del literato o
Fernandito Kitkat / Seco Boy en el caso del trapero). El contexto que los engloba dista
mucho en el tiempo, pero confluyendo en algunos aspectos que aquí expondremos.
La disputa ejercida por los literatos barrocos responde a cuestión racial/étnica/religiosa e
incluso de clase, centrándome en la manera que comienza tras un encuentro de los
escritores que incentiva unas rimas que Miguel de Musa profiere a Góngora. Dentro del
panorama literario Góngora ya formaba parte del circuito de las letras españolas (tras
mucho esfuerzo debido a su condición) mientras que Quevedo era un nuevo ingreso que
contaba con buena posición social, por lo que un buen procedimiento de “marketing” de
la época podría ser la dedicatoria de dicha poesía y generar así una serie de reacciones
por parte de su contrario fomentando un estado hostil que roza el entretenimiento y suscita
la espera de nuevas entregas por parte del público.
En el caso que aquí confiere, la problemática de estos dos traperos se remonta a la rueda
de prensa dada durante el Primavera Sound (2018) cuando se les pregunta “¿Qué es el
trap?”, generándose un ambiente de lo más surrealista cuando uno de los secuaces de
Yung Beef saltó a la palestra respondiendo al más puro estilo Bécquer «¿Qué es el trap?»,
y sacando una piedra de hachís del bolsillo que mostraba a los periodistas confirmaba que
eso era trap. Y es que, aun habiendo pasado casi media década desde este acontecimiento,
seguimos sin una respuesta satisfactoria a esta pregunta, buscando las cualidades
comunes en plenos preceptos musicológicos sin adentrarse en otras cuestiones como el
reconocimiento y aceptación social por parte de un sustrato social concreto mediante sus
letras, promulgadoras de un estilo de vida ligado lo gangsta o callejero, así también como
a la transmisión de particulares valores “ético-morales” callejeros.
Nuestros dos personajes trabajaran entonces dos “líneas editoriales” distintas, siendo el
caso del madrileño muy similar (salvando las distancias) a la situación literaria de
Góngora. C Tangana, quien en un principio se hacía llamar Crema, muta su producción
musical hacia un género y letras más afables con la intención de introducirse dentro del
circuito de las grandes productoras, buscando una especie de aceptación profesional que
le ayude a labrarse una reputación/identidad. Por el contrario, Fernando no tiene interés
alguno en formar parte de la escena comercial, creando por sus propios medios una
productora que ampare a estas personalidades similares a la suya y convirtiéndose en el
dueño de su propio producto y su creatividad. Esta cuestión será relevante para la
concepción del beef1 organizado entre los dos artistas ya que al final todo se reduce al
acercamiento que tienen a lo Real: real haciendo alusión al concepto de realidad, quién
se muestra tal cual y elabora un producto honesto (de acuerdo a las premisas del trap) y

1
Según Urban Dictionary: «To have a grudge or start one with another person» (Tener un confrontamiento
o comenzarlo con otra persona).
Real haciendo alusión también a la existente jerarquización de las figuras que forman
parte del panorama urbano actual.
La proclamación como “real” en estas dos acepciones por parte de los artistas será la
problemática principal. Si intentamos determinar que es el trap podremos caer en una
definición puramente formalista sobre los modos de producción y el estilo de vida que
promulga el género, siendo C. Tangana la figura contraria a cualquier virtud expuesta en
la idiosincrasia urbana, pues se trata de un artista que ha firmado con grandes
multinacionales aun perteneciendo a una clase social de la que partimos para definir el
movimiento, mientras que Yung Beef ha formado su propia productora con la que no
participar de un mercado capitalista y burgués. Podría parecer que Fernando estaría más
cercano a la figura de outsider o el no integrado dentro del panorama, el que cuenta con
menos beneplácito social, pero si nos centramos en la esencia del trap sería todo lo
contrario. Seco Boy encarnaría la figura principal ya que no promulga con planteamientos
de mercado a gran escala, trabaja desde una pequeña productora (La Vendición Records)
y con amigos que propicia un entorno laboral centrado en la creación artística más que en
la remuneración económica, acontecimiento que puede ocurrir gracias a que Beef forma
parte de una casta social urbana, cosa que no le ha sido posible a C. Tangana. Se genera
entonces una subversión jerárquica donde el artista que se consideraría “real” según la
primera acepción se encontraría en el circuito más independiente y autogestionado, a
modo de “autoedición” mientras que lo contrario será aquel que cuenta con facilidades
creativas incentivadas por la gran industria.
El granadino cuenta con la aprobación de la escena urbana para postularse como el mayor
referente del movimiento, su vida cercana a lo criminal y la normalización de ciertos
vicios le hace formar parte de una clase a la que el madrileño no puede acceder. C
Tangana, por su parte, cumple la estética de niño pijo y bien cuidado, haciendo de su
música una versión edulcorada y más buenista del género que aquí tratamos,
contemplándose entonces como aquel que ha tenido que adoptar una nueva identidad ya
que parte de un género distinto, el rap, y que intenta elevar el trap a categorías más
académicas en cuanto a producción y letra. Aquí podemos hacer una apreciación respecto
al trabajo que Góngora tuvo que hacer para ser contemplado por los entendidos de su
época, al tratarse de un judío e intentar elaborar una estética mucho más academicista,
todo lo contrario al beneficio social que podría tener su enemigo que formaba parte de la
aristocracia española y le permitió tener un estilo mucho menos “sublime”, llegando a
veces a lo escatológico.
Retomando la entrevista del Primavera Sound podremos seguir este beef mediante unas
declaraciones muy sonadas en las que C. Tangana proponía a los miembros femeninos de
la monarquía «comerle los cojones», con lo que continuó y afirmó (en cierto aspecto para
guardarse las espaldas) ser el rey. Una estrategia de marketing perfecta que le permitió
lanzar un tema titulado I feel like Kanye/El Rey soy yo. Si el germen del conflicto se
propaga tras la pregunta del trap en la rueda de prensa, con esta canción comienza la
somatización en estas letras: «Si yo hablo Sony ficha a Fernandito. / Si yo hablo la Bad
Gyal sale en Vespino. / El rey de Bogatell, soy el Cecilio.» donde hace mención a tres
figuras notorias en el panorama musical urbano, especialmente Fernando y Cecilio G,
quienes contestarán estas líneas en forma de diss track2.
El título del tema post-primavera de C. Tangana cumple con un componente acultural
pues Kanye West es un músico actual que genera polémica en la mayoría de sus
intervenciones, obviando referentes literarios/cinematográficos predecesores para buscar
una identidad contemporánea y perteneciente al mismo ámbito. En la letra comenta «Me
tienes como Kanye / amado por casi nadie» donde nos da la impresión recibida por el
artista a través de la polémica declaración sobre “el Rey y la Familia Real” por medio de
la prensa nacional, haciéndose eco el granadito de este título para lanzar su diss track:
Yes indeed / I feel like Kim K (RIP Pucho), tema con el que comenzamos esta comparativa
entre el poeta barroco y el trapero.
El título de la canción ya nos muestra la naturaleza ontológica de la misma: tirar beef.
Analizándolo formalmente cuenta con tres afirmaciones, una primera donde el granadino
le confirma ser el rey en respuesta a «El Rey soy yo», otra última que nos informa sobre
la muerte de su contrincante «(RIP Pucho)», y la que parece más significante, esa
encarnación del trapero en la figura de Kim Kardashian (en ese entonces esposa del
cantante Kanye), haciendo uso del mismo proceso acultural que el madrileño somete a su
título y que Fernando incluye a modo de referencia relacional cómica. En la letra de la
canción podemos destacar algunas cuestiones vinculadas a la afiliación en productoras
que controlan tu creatividad: «Me río de tu sello, me río de tu jefe / to’ lo que hacemos lo
hacéis en dos meses». También podemos encontrar referencias a otros beef sonados por
el madrileño con otros artistas: «toy’ meando en tu tumba, ya te mató el Kaydy» (Kaydy

2
Es una canción cuyo propósito principal es atacar verbalmente a otra persona, especialmente a otro artista.
Cain, rapero español), e incluso haciendo alusiones a otros temas de su contrincante: «Tus
lloras en la limo3, yo río en el Bentley».
El tema retoma una línea ya citada por C. Tangana para hacer ver que se trata de una
contestación más que un ataque gratuito (aunque como expondremos más adelante se
trataría de un engaño comercial efectivo) afirmando que la Bad Gyal, integrante de la
rueda de prensa del Primavera y cantante urbana catalana, la había pasado por la derecha
en la Vespino que había nombrado en Madrileño.
Antonio no “caería” tan fácilmente en el juego ya que, al contrario que Yung Beef, éste
buscaba rédito económico mediante su respuesta, por lo que lanzó una colección temporal
de camisas con la cara del granadino simulando ser el Ché Guevara que costaba 20€ con
la promesa de lanzar diss track una vez se hubiesen vendido 1.000 unidades. Aquí
podemos encontrar otro ejemplo más de como estos artistas hacen uso de los símbolos
para darles nuevos contextos en la cultura de la que son recogidos, en este caso una
imagen relacionada con lo comunista (ideología contraria a la que Pucho pertenece)
encarnada por una figura musical que produce de manera colectiva y sin ánimo de lucro
mediante su productora independiente.
La canción fue lanzada bajo el nombre de Crema (usado en sus inicios de rapero) se tituló
Forfri (2018) aludiendo a otra de las polémicas vinculantes al concierto ofrecido por el
granadino en el festival, una performance ofrecida for free para todo aquel que quisiese
asistir como público. C. Tangana hace uso de un elemento recurrente en las letras del
granadino, quien suele insertar la pregunta «¿Quién se folló a tu bitch?» respondiendo
con su nombre artístico: «Yung Beef», para transformarla en «¿Quién trabaja para mí?»
insertando seguidamente el sampler con el nombre de su contrincante. A lo largo de la
letra intenta exposear las similitudes que comparten dichos artistas acentuando el carácter
engañoso del producto enemigo al estar haciendo dinero desde dentro de la misma
industria como exponer sus objetivos «Podrías cambiar el juego, bro, te faltan huevos, /
yo he abierto un agujero pa’ que to’s entremos. / Búscate un dentista bueno y un agente
nuevo / y me llamas luego» como un artista que intenta abrir camino a lo urbano dentro
del ámbito comercial. Al final Pucho nos habla sobre la verdadera situación de Fernando,
previamente apelándole Kurt Cobain4, como participe del mercado a través de su filiación

3
Llorando en la limo, C. Tangana (2018).
4
Cantante del grupo Nirvana que abogaba por la independencia artística-creativa de la música y que, tras
su suicidio, se convirtió en un icono de insubordinación capitalista.
con la distribuidora Altafonte para plantearnos la posibilidad de cambiar el paradigma
musical desde el interior de la propia industria en lugar de hacerlo desde los márgenes.
Antes de concluir cabría nombrar a un artista que es incluido en esta última intervención
del madrileño «Te ha pegao’ el Cecilio5 y te ha robao’ el Pucho» que también se aventuró
a sacar diss track que enriquece y finaliza la situación que aquí exponemos. No toy6
(2019) se presenta con una caratula muy peculiar y vinculado a la escena virtual del
meme, pues nos presenta la típica caratula de las listas Spotify donde se refleja la
discografía de los artistas (This is… en este caso C. Tangana) con Stingy7. Cecilio
replantea y resignifica la imagen que Pucho nos ofrece en su speech final de forfri
haciendo ver que lo único que le importa es el dinero.
Antonio estaría defendiendo su posición amparándose en un trabajo duro que se ha visto
reconocido por el gusto más comercial sin abandonar completamente las influencias
urbanas en las que se forma, pero teniendo que edulcorar y sometiéndose a un preciosismo
del que artistas más consagrados en la escena independiente reniegan. Esta batalla entre
dos iconos urbanos que encarnan diferentes planteamientos del acontecimiento lírico-
artístico no sería más que una decisión vinculada al marketing debido a la connivencia de
las partes involucradas que hizo estar atentos a todos aquellos fans y a los curiosos teórico
como Ernesto Castro, involucrado en la redacción de comunicados para ambos artistas y
realización de entrevistas que culminan en el libro del que hemos partido para realizar
esta reflexión que intenta acercar las figuras de dos literatos barrocos y sus conductas a
la cultura de lo urbano.

Bibliografía:

Castro, E., (2019). El Trap. Filosofía millennial para la crisis en España. Madrid: Errata
Naturae Editores.

5
Cecilio G, cantante urbano vinculado a varias polémicas, entre ellas el Galleta Gate tras una trifulca donde
éste le pegó a Yung Beef una galleta.
6
No toy: entendido en inglés como «No juguete» o respondiendo a la canción de C. Tangana Ontas? (2019).
7
Personaje de Lazy Town, serie infantil, que tiene una filia obsesiva con el dinero y la acumulación de este
que, a su vez, guarda gran parecido físico con Antonio Álvarez.

También podría gustarte