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Tema | Embriología del sistema nervioso

Módulo | Fundamentos neurológicos de la conducta

Alberto Martínez Lorca

DÍA 18 DEL DESARROLLO Contenido

En el día 18 del desarrollo embrionario, desde la zona cefálica hasta la
Día 18 del desarrollo
fosita primitiva, del ectodermo se engrosa a modo de zapatilla, para formar la
denominada placa neural; dos días después los bordes longitudinales de la Dia 22 del desarrollo
placa neural se pliegan y aumentan de espesor dando lugar a los denominados
pliegues neurales; la cresta del pliegue constituye la cresta neural, que dará lugar Día 28 del desarrollo
a los ganglios. Paralelamente a partir del mesodermo, se forman los somitas,
precursores entre otras estructuras de los cuerpos vertebrales. Quinta semana

Sexta semana

Octava semana
DIA 22 DEL DESARROLLO Desarrollo de la placa
A los 22 días las crestas neurales comienzan a fusionarse a la altura de neural
la región cervical, fusión que progresa en dirección cefálica y más rápidamente Bibliografía
caudal, convirtiendo el surco neural en tubo, cuyos extremos permanecen abiertos
constituyendo los neuroporos, craneal y caudal, que comunican el interior del
tubo con el espacio amniótico.

DÍA 28 DEL DESARROLLO

Hacia el día 25 el neuroporo craneal se cierra y el tubo se dilata para constituir
las vesículas cefálicas primarias, precursoras de las estructuras craneales del
SNC: en la parte más cefálica se encuentra el prosencéfalo, o cerebro anterior;
en la zona media se sitúa el mesencéfalo o cerebro medio; en la zona cervical el
rombencéfalo o cerebro posterior. Simultáneamente el tubo sufre dos acodaduras
(en el eje cráneo-caudal), la primera entre la cavidad medular y el rombencéfalo
conocida como pliegue cervical y la segunda en la región del mesencéfalo, llamada
pliegue mesencefálico.

QUINTA SEMANA
En la quinta semana, en el prosencéfalo se diferencian dos porciones. Por
un lado el telencéfalo o cerebro terminal, constituido a su vez por tres cavidades,
una medial y dos “sacos” laterales, precedentes de los hemisferios cerebrales.
Por otro lado se encuentra el diencéfalo, cuyo rasgo más característico es la
evaginación que forman las vesículas ópticas. En la zona del pliegue cefálico se
distingue un surco profundo denominado istmo del rombencéfalo o de His.

SEXTA SEMANA
En la sexta semana el pliegue protuberancial
divide el rombencéfalo en mielencéfalo,
(zona caudal) y metencéfalo (desde el pliegue
protuberancial hasta el istmo del rombencéfalo), a
la vez que la pared dorsal de la cavidad se adelgaza
y forma el techo delgado del rombencéfal.
OCTAVA SEMANA
Las cavidades internas de todas estas
estructuras se comunican entre sí y con la luz
de la médula espinal (conducto del epéndimo o
conducto central). En el rombencéfalo se forma
el cuarto ventrículo, que comunica con el tercer
ventrículo (diencéfalo) a través del acueducto de
Silvio (mesencéfalo). La comunicación entre el tercer
ventrículo y los ventrículos laterales, situados en los
hemisferios primitivos, se realiza a través de los
agujeros interventriculares de Monro.
DESARROLLO DE LA PLACA NEURAL
En sus inicios, la placa neural está
formada por células neuroepiteliales, que se
multiplican rápidamente, formando un epitelio
pseudoestratificado cuyas células están conectadas
entre sí por procesos situados en la luz del tubo,
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cuando éste se cierra inmediatamente se originan
otras células distintas a las neuroepiteliales,
llamadas neuroblastos, que emigran y rodean al
neuroepitelio formando la capa del manto. De esta
capa surgirá la substancia gris. Los neuroblastos
son inicialmente apolares, pero rápidamente
emiten dos prolongaciones en polos opuestos,
pasando a ser bipolares. Uno de los dos procesos
se alarga rápidamente y constituye el cilindroeje o
axón primitivo, en tanto que el otro se arboriza y
constituye las dendritas primitivas. En esta fase el
neuroblastos es multipolar y evoluciona hacia la
neurona definitiva.
Neuroblastos
La continua multiplicación de los neuroblastos
en la capa del manto forma dos engrosamientos a
los lados del tubo neural, uno dorsal o placa alar
que forma las áreas sensitivas; otro ventral o placa
basal que da lugar a las áreas motoras. El límite
entre ambas zonas lo marca un surco longitudinal,
donde se sitúan los neuroblastos que darán lugar a
las neuronas vegetativas y formarán la asta lateral.
Los cilindroejes de la placa basal atraviesan la zona
marginal y constituyen las raíces nerviosas motoras;
los de la placa alar entran en la capa marginal y
buscan el contacto con otras zonas de la médula.

De las células neuroepiteliales surgen también las
células de sostén primitivas, los glioblastos, una
vez que ya no se producen neuroblastos. Desde
el epitelio estas células emigran a las capas del
manto y marginal, donde dan lugar a los astrocitos
fibrosos y protoplasmáticos. Posiblemente también
deriven de los glioblastos las células primitivas de
la oligodendroglía, que emigra a la capa marginal y
rodea a los axones primitivos para constituir la vaina
de mielina.
Microglía
El tercer tipo de célula de sostén, las células
de la microglía, parece derivar del mesodermo que
rodea el tubo neural. Finalmente el neuroepitelio
comienza a diferenciarse en células ependimarias
que tapizan la luz del conducto neural.
Células de la cresta neural
Las células de la cresta neural, como ya se ha
visto, son de origen ectodérmico y forman una zona
de transición temporal entre el tubo neural y el
ectodermo superficial, desde el prosencéfalo hasta
la zona caudal. Posteriormente esta zona emigra
hacia los lados del tubo neural, donde sus células
originan los ganglios sensitivos o dorsales. Los
neuroblastos que las forman se hacen bipolares y su
prolongación centrípeta penetra en la placa dorsal
del tubo neural, conectando con las astas sensitivas,
en tanto que la prolongación centrífuga termina en
un órgano receptor periférico. Además, estas células
se diferencian en neuroblastos simpáticos, células
de Schwann, células pigmentarias, odontoblastos,
meningoblastos y células cartilaginosas de los
arcos branquiales (que darán lugar, entre otras
estructuras, a la cara).
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