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Vándalos

tribu bárbara

Los vándalos fueron un pueblo germano


de Europa central que habitaban las
regiones ribereñas del mar Báltico, en las
actuales Alemania y Polonia. Su lengua
pertenecía a la rama germánica oriental
(solo se conservan unos pocos
fragmentos de idioma vándalo). Su
primera aparición en las fuentes
antiguas se remonta al siglo i d. C. en
que fueron citados por Plinio y Tácito.

La reputación tradicional de los vándalos: Una visión idealizada del saqueo de Roma en 455 por Heinrich
Leutemann, hacia 1870.
Genserico Rey de los Vándalos desde 428-477

El 31 de diciembre del año 406


atravesaron el limes romano, cruzaron
un congelado Rin en las cercanías de
Moguntiacum e invadieron la Galia,
posteriormente se dirigieron a la
península ibérica donde penetraron en el
otoño del año 409 y se instalaron
durante unos años en el valle del
Guadalquivir. En mayo del 429, 80 000
vándalos pasaron el estrecho de
Gibraltar y, dirigidos por Genserico,
crearon un reino en el norte de África,
centrado en la actual Túnez, desde
donde saquearon Roma en el 455. El
reino vándalo del norte de África duró
más de 100 años, hasta que finalmente
fue destruido por los bizantinos en el
534.
Origen de los vándalos

Alanos en la península ibérica.

El nombre de los vándalos se ha


relacionado con frecuencia con el de
Vendel, el nombre de una población de
Uppland, Suecia, el cual es también
epónimo de la era de Vendel de la
prehistoria de Suecia, asimismo
correspondiente a la Edad del hierro
germánica que conduce a la Era vikinga.
La conexión estaría en que Vendel fue el
lugar de origen de los vándalos antes
del Período de las grandes migraciones y
conservaría su nombre tribal como
topónimo. Otras posibles patrias de los
vándalos en Escandinavia serían
Vendsyssel en Dinamarca y Hallingdal en
Noruega.[1] ​El primer historiador
romano que los menciona fue Plinio el
Viejo que los llamaba Vindili. [2]
Los lugiones o vándalos ocupaban el
territorio al oeste del Vístula y junto al
Oder, hasta el norte de Bohemia. La
palabra vándalo parece tener un doble
significado y querría decir «los que
cambian» y «los hábiles», mientras que
su otro nombre, lugios o lugiones,
también con doble significado, querría
decir «mentirosos» y «confederados».
Parece ser que al principio, las tribus de
los vandulios (o vandalios) y la de los
lugios (o lugiones), junto con las de los
silingos, omanos, buros, varinos
(seguramente llamados también
auarinos), didunos, helvecones, arios o
charinos, manimios, elisios y najarvales
correspondían a pequeños grupos de
origen similar, integrando otra rama del
grupo de los hermiones, que formaron
después un gran grupo identificado
generalmente como lugiones, cuyo
nombre predominaba para designar a
todos los pueblos componentes
incluidos los vándalos. Más tarde, en el
siglo ii d. C., acabó prevaleciendo el
nombre de vándalos para el conjunto de
pueblos.
La llegada de los godos los obligó a
desplazarse hacia el sur y a asentarse en
las riberas del mar Negro, siendo por
tanto vecinos y en ocasiones aliados de
los godos. Durante el siglo i d. C., las
tribus del grupo de los lugiones o lugios
(incluyendo entre ellas a las tribus de la
rama de los vándalos) estuvieron en
guerra frecuente con los suevos y los
cuados, contando ocasionalmente con la
alianza de otras tribus, especialmente
los hermunduros. A mediados de siglo
derrocaron a un rey de los suevos, y en
el 84 d. C. sometieron temporalmente a
los cuados. Durante parte de este siglo y
en el siguiente, se fusionaron las
diversas tribus de lugiones y dieron
origen a un grupo mayor, conocido por
vándalos.
Los vándalos en la península ibérica, en el siglo  v d. C..

En tiempos de las guerras marcomanas


ya predomina la denominación de
vándalos y aparecen divididos en varios
grupos: los silingos, los lacringos y los
victovales, estos últimos gobernados
por el linaje de los asdingos (astingos o
hasdingos), cuyo nombre evocaba su
larga cabellera. Junto a los longobardos,
los lacringos y victovales o victofalios
cruzaron el Danubio hacia el año 167 y
pidieron establecerse en Panonia.
Los asdingos o victovales, dirigidos por
Rao y Rapto, no fueron admitidos en
Panonia (donde se habían establecido
longobardos y lacringos), por lo que
avanzaron hacia el año 171 en dirección
a la parte media de los Cárpatos durante
las guerras marcomanas, y de acuerdo
con los romanos se instalaron en la
frontera septentrional de Dacia. Más
tarde se adueñaron de la Dacia
Occidental. Al parecer, los vándalos
quedaron divididos únicamente en
asdingos (o victovales) y silingos,
desapareciendo, mezclada entre ambos
grupos y con los longobardos, la tribu
de los lacringos durante el siglo iii d. C.
A partir de 275, los asdingos se
enfrentaron a los godos por la posesión
del Banato (abandonado por Roma),
mientras que los silingos, seguramente
bajo presión de los godos, abandonaron
sus asentamientos en Silesia y emigraron
junto a los burgundios para acabar
estableciéndose en la zona del Meno.
Sus ataques a Recia fueron rechazados
por Probo.
El rey asdingo Visumar combatió contra
los godos procedentes del este al
mando de Geberico, que atacaron sus
territorios. Wisumarh murió en lucha
contra los godos, y los integrantes de las
tribus de vándalos que no quisieron
someterse a los godos, hubieron de
pasar a territorio imperial, instalándose
en Panonia, donde también se asentaron
los cuados. A principios del siglo v d. C.
habían abandonado Panonia (como
también los cuados) y se unieron a los
suevos y alanos para invadir la Galia. En
las primeras luchas del año 406 murió el
rey Godegisel (Godegisilio). Pocos años
después, los dos grupos vándalos
acabaron fusionados.
Llegaron a Hispania en 409 ,cruzando los
Pirineos, en compañía de suevos y
alanos, donde se establecen como
federados.[3] ​Hacia el 425 asolaron y
saquearon la ciudad de Carthago Nova,
actual Cartagena, y en el 426 tomaron la
ciudad de Hispalis (Sevilla) con
Gunderico al mando.
Desde el 411, los asdingos, junto con los
suevos, se instalaron en Galicia, y los
silingos en la Bética. Al parecer, los
vándalos silingos desaparecieron pronto
aniquilados por los visigodos, aunque
también puede ser que se mezclasen
con los asdingos en su marcha hacia
África.[4]
La formación y apogeo del
reino vándalo: el reinado de
Genserico
Reino de los vándalos
Reino independiente
429-534

Máxima extensión del reino vándalo (c. 526 d. C.).


Coordenadas 52°30′N 17°30′E/
52.5, 17.5 (http://tool
s.wmflabs.org/geohac
k/geohack.php?langu
age=es&pagename=
V%C3%A1ndalos&par
ams=52.5_N_17.5_E_t
ype:city)
Capital Cartago
Entidad Reino independiente
Idioma oficial latín, vándalo, alano
 • Otros idiomas púnico, bereber
septentrional,
Romance africano
Religión Catolicismo,
arrianismo
Período histórico Antigüedad tardía
 • 429 Invasión de
Genserico
 • 534 Victoria de Belisario
Forma de gobierno Monarquía
Rey
• 428-477 Genserico
• 477-484 Hunerico
• 484-496 Guntamundo
• 496-523 Trasamundo
• 523-530 Hilderico
• 530-534 Gelimer
Correspondencia Norte de África,
actual Córcega y Cerdeña
Precedido por Sucedido por
←→

El reino vándalo en el año 455.

En la primavera de 429, los 80.000


vándalos, liderados por su rey Genserico,
decidieron pasar a África con el fin de
hacerse con las mejores zonas agrícolas
del Imperio. Para ello usaron la flota
creada por el padre de Genserico, con la
cual cruzaron el Estrecho de Gibraltar y
llegaron a Tingi y Septem entre quince y
veinte mil guerreros.[5]
Luego se desplazaron al este,
haciéndose, tras algunos años de lucha,
con el control del África romana y la
ciudad de Cartago en el 439, que pasó a
ser la capital de su reino, por tanto, las
fuentes de producción de la mayor
región cerealista del viejo imperio, que
en lo sucesivo tuvo que comprar el
grano a los vándalos, además de
soportar sus razzias piratas en el
Mediterráneo occidental.
Para ello contaban con el gran puerto de
Cartago y con la flota imperial en él
apresada. Sobre la base de esta última,
Genserico consiguió apoderarse de
bases marítimas de gran valor
estratégico para controlar el comercio
marítimo del Mediterráneo occidental:
las islas Baleares, Córcega, Cerdeña y
Sicilia.
Como en otras partes del Imperio
romano, contingentes germanos de
unos pocos miles hábilmente pasaban a
controlar poblaciones muy superiores.[6]
En 461, el emperador romano occidental
Mayoriano reunió en la ciudad de
Carthago Nova una flota de 45 barcos
con la intención de invadir y recuperar
para el Imperio romano el reino vándalo,
ya que su pérdida significaba el corte del
flujo del cereal a Italia. La batalla de
Cartagena se saldó con una gran derrota
de la armada romana, que fue
totalmente destruida y con ella las
esperanzas de recuperar el norte de
África para el Imperio.
Sin embargo, el dominio vándalo del
norte de África duraría solo algo más de
un siglo y se caracterizó por un
progresivo debilitamiento militar del
ejército vándalo, una gran incapacidad
de sus reyes y aristocracia cortesana
para encontrar un modus vivendi
aceptable con los grupos dirigentes
romanos y por la paulatina vida aparte
de amplios territorios del interior, más
periféricos y montañeses, donde fueron
consolidándose embriones de Estados
bajo el liderazgo de jefes tribales
bereberes más o menos romanizados y
cristianizados.
La política de la monarquía vándala fue
fundamentalmente defensiva y de
amedrentamiento contra todos sus más
inmediatos enemigos: la propia nobleza
bárbara y la aristocracia provincial
romana. Una labor de desatención social
y descabezamiento político que a la
fuerza habría de afectar a las mismas
estructuras administrativas heredadas
del Imperio, lo que ocasionaría su
definitiva ruina. La causa profunda de
dicha ruina no sería otra que la misma
base del poder de los reyes vándalos, el
ejército y las exigencias del mismo.
Genserico (428-477), el auténtico
fundador del reino vándalo, puso las
bases del apogeo del mismo, pero
también las de su futura decadencia. El
cénit de su reinado y del poderío
vándalo en África y el Mediterráneo lo
constituyó la paz perpetua conseguida
con Constantinopla en el verano del 474,
en virtud de la cual se reconocían su
soberanía sobre las provincias
norteafricanas, las Baleares, Sicilia,
Córcega y Cerdeña. No obstante, desde
los primeros momentos de la invasión
(429-430) Genserico golpeó a la
importante nobleza senatorial y
aristocracia urbana norteafricanas, así
como a sus máximos representantes en
estos momentos, el episcopado católico,
procediendo a numerosas
confiscaciones de propiedades y
entregando algunos de los bienes
eclesiásticos a la rival Iglesia donatista y
a la nueva Iglesia arriana oficial.
Tampoco pudo destruir las bases
sociales de la Iglesia católica, que se
convirtió así en un núcleo de
permanente oposición política e
ideológica al poder vándalo.
Respecto de su propio pueblo,
Genserico realizó en el 442 una
sangrienta purga en las filas de la
nobleza vándalo-alana. Como
consecuencia de ello, dicha nobleza
prácticamente dejó de existir,
destruyéndose así el fortalecimiento de
la misma, consecuencia del
asentamiento y reparto de tierras. En su
lugar, Genserico trató de poner en pie
una nobleza de servicio adicta a su
persona y a su familia. Elemento
importante de dicha nobleza de servicio
sería el clero arriano, favorecido con
cuantiosas donaciones y reclutado entre
bárbaros y romanos.
Con el fin de eliminar posibles
disensiones en el seno de su familia y
linaje por cuestión de la sucesión real,
suprimiendo así también cualquier papel
de la nobleza en la misma, Genserico
creó un extraño sistema de sucesión, tal
vez a imitación del que pudiera existir en
los principados bereberes, denominado
seniorato o «Tanistry», en virtud del cual
la realeza se transmitía primero entre
hermanos por orden de edad y solo
después del fallecimiento del último de
estos se pasaba a una segunda
generación. Los reinados de los
sucesores de Genserico no hicieron más
que acentuar las contradicciones
internas de la Monarquía, en medio de
un debilitamiento constante del poder
central y su falta de sustitución por otra
alternativa.
La decadencia del reino
vándalo

Migración del pueblo vándalo entre los años 400 y 430.


Mapa del Imperio bizantino bajo el reinado de Justiniano.

El reinado de su hijo y sucesor Hunerico,


que gobernó entre 477 y 484, supuso un
paso más en la tentativa de fortalecer el
poder real, destruyendo toda jerarquía
sociopolítica alternativa.
Su intento de establecer un sistema de
sucesión patrilineal chocó con la
oposición de buena parte de la nobleza
de servicio y de su propia familia, con el
resultado de sangrientas purgas.
El que dicha oposición buscara apoyo en
la Iglesia católica supuso que Hunerico
iniciase en 483 una activa política de
represión y persecución de la misma,
que culminó en la reunión en febrero de
484 de una conferencia de obispos
arrianos y católicos en Cartago, en la
que el rey ordenó la conversión forzosa
al arrianismo. La muerte de Hunerico en
medio de una gran hambruna testimonió
el comienzo de una crisis en el sistema
fiscal del reino Vándalo, que habría de
serle fatal.
Guntamundo, cuyo reinado comenzó en
484 y terminó en 496, trataría
inútilmente de buscar buenas relaciones
con la antes perseguida Iglesia católica
para impedir la extensión del poder de
los principados bereberes, y como
legitimación del reino vándalo frente a
un imperio constantinopolitano que con
la política religiosa del emperador Zenón
había roto con el catolicismo occidental.
Sin embargo, el reinado de su hermano y
sucesor Trasamundo, que reinó entre
496 y 523, sería una síntesis de los dos
precedentes, claro síntoma del fracaso
de ambos. A falta de apoyos internos,
Trasamundo buscaría sobre todo
alianzas externas con Bizancio y el
poderoso Teodorico, casado con la
hermana de este, Amalafrida.
La crisis política del final del reinado del
ostrogodo incitó a su sucesor y sobrino
Hilderico, cuyo reinado comenzó en 523
y terminó en 530, a buscar a toda costa
el apoyo del emperador Justiniano I,
para lo que intentó hacer las paces con
la Iglesia católica africana, a la que
restituyó sus posesiones. Política ésta
que no dejó de crear descontentos entre
la nobleza de servicio.
Aprovechando una derrota militar frente
a grupos bereberes, esta oposición
logró destronarle, asesinarle y nombrar
en su lugar a uno de los suyos, Gelimer,
que gobernó entre 530 y 534. No
obstante, un intento de crear una
segunda monarquía vándala carecía de
futuro. Falto de apoyos y debilitado
militarmente, el reino vándalo sucumbía
ante la fuerza expedicionaria bizantina,
de sólo 15 000 hombres, comandada
por Belisario.
Población
En 405 Radagaiso cruzó el Rin con
80 000 asdingos, 50 000 silingos, 30 000
a 40 000 alanos y 30 000 a 35 000
suevos según las crónicas.[7] ​Otros
rebajan la cifra de 40 000 vándalos y
19 000 alanos.[8] ​En 429, según
Procopio de Cesarea, más de 50 000
vándalos y alanos y 30 000 esclavos y
grupos menores de otros pueblos
entran en África[9] [10] [11] ​pero
historiadores modernos sostienen que
esa cifra es una exageración,[12]
proponiendo alrededor de 50 000.[13] ​El
número de guerreros probablemente era
de 10 000[11] ​a 15 000.[10] [11]
Cronología
406. El 31 de diciembre atraviesan el
limes romano, cruzán el Rin en las
cercanías de Moguntiacum e invaden
la Galia. [14]
409. Cruzan los pirineos y entran en
Hispania.
428. Muere en Hispalis (Sevilla)
Gunderico y es sucedido por
Genserico.
429. Dirigidos por Genserico cruzan el
estrecho de Gibraltar y se instalan en
el norte de África.
430. Conquistan Hipona que
convierten en su capital.
435. Tratado de paz con el imperio
romano por el que este les cede las
provincias de la Mauritania Cesariense,
Numidia y parte de la Proconsular.
439. Conquistan Cartago que se
convierte en la nueva capital del reino
vándalo.
455. Partiendo de la actual Túnez una
flota vándala llega a Roma y la
saquea.
460. Una expedición vándala destruye
la flota romana en la Batalla de
Cartagena (460).
468. Derrotan a una importante flota
del imperio bizantino en la batalla de
Cabo Bon.
477. Muere Genserico y es sucedido
por su hijo Hunerico.
484. Muere Hunerico y es sucedido
por Guntamundo, hijo de Genserico.
496. Muere Guntamundo y es
sucedido por Trasamundo hijo de
Gento, cuarto hijo de Genserico.
523. Muere Trasamundo y es sucedido
por su primo Hilderico.
530. Gelimer usurpa el trono a su
primo Hilderico.
533. Una expedición bizantina dirigida
por Belisario vence a los vándalos en
la Batalla de Tricamerón.
Lista de reyes vándalos
(asdingos)
1. Visumar, siglo iv d. C. d. C. Coetáneo
del rey visigodo Geberico
2. Godegisilio (¿?-406)
3. Gunderico (Gundaric/Gundioc) (407-
428), Unión de los Silingos en 417
4. Genserico (428-477)
5. Hunerico (477-484)
6. Guntamundo (484-496)
7. Trasamundo (496-523)
8. Hilderico (523-530)
9. Gelimer (530-534)
Lista de reyes vándalos
(silingos)
Fridibaldo (¿?-418)
Véase también
Invasiones bárbaras
Referencias
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Ulwencreutz's The Royal Families in
Europe V. Lulu.com. p. 408.
2. Indro Montanelli/Roberto Gervaso,
Historia de la Edad Media, p.113,
Barcelona: Random House
Mondadori (2002), ISBN 84-9759-
121-6.
3. «Los ojos de Hipatia "los Vándalos".»
(https://losojosdehipatia.com.es/cultu
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4. «Los ojos de Hipatia "Los Vándalos" »
(https://losojosdehipatia.com.es/cultu
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5. Stapleton, Timothy J. (2013). A
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precolonial period: From Ancient
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times to ca. 1870). Tomo I. Santa
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0-31339-570-3.
6. Jonathan Conant. Staying Roman:
Conquest and Identity in Africa and
the Mediterranean, 439-700.
Cambridge: Cambridge University
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7. Thompson, E. A. (1982). Romans and
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Wisconsin Press, pp. 159. ISBN
9780299087043.
8. Jamet, Dominique (1996). Clovis, ou,
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fait de ta laïcité?. Ramsey, pp. 38.
9. Krzywicki, Ludwik (1934). Primitive
Society and Its Vital Statistics.
Londres: Macmillan and Company,
pp. 80.
10. Décarreux, Jean (1962). Les Moines
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invasions à Charlemagne. Arthaud,
pp. 55.
11. Lebedynsky, Iaroslav (2001). Armes
et guerriers barbares au temps des
grandes invasions: IVe au VIe siècle
apr. J.-C.. Errance, pp. 220. ISBN
9782877721974.
12. Merrills, Andrew & Richard Miles
(2009). The Vandals. John Wiley &
Sons, p. 48. ISBN 978-1-44431-
808-1.
13. Goffart, Walter A. (1980). Barbarians
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Techniques of Accommodation.
Princeton University Press, pp. 233-
234. ISBN 9780691102313.
14. El reino pirata de los vándalos. Autor:
David Ávarez Jiménez.

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L’Afrique vandale et byzantine. Teil 2,
Turnhout, 2003 (Antiquité Tardive 11),
ISBN 2-503-52262-9.
Die beiden Bände der Antiquité Tardive
mit archäologischen, historischen und
numismatischen Beiträgen von Javier
Arce, Aicha BenAbed, Fatih Bejaoui,
Frank M. Clover, Noel Duval, Cécile
Morrisson, Jörg Kleemann, Yves
Moderan, Philipp von Rummel u.a.;
aktueller Stand der Forschung zum
afrikanischen Vandalenreich.
Walter Pohl: Die Völkerwanderung.
Eroberung und Integration. Stuttgart,
2002, S. 70-86, ISBN 3-17-015566-0.
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Enlaces externos
Mapa del reino vándalo. (https://web.a
rchive.org/web/20071203100937/htt
p://indoeuro.bizland.com/project/chro
n/europe3.gif)
Datos: Q42211
Multimedia: Vandals (https://commo
ns.wikimedia.org/wiki/Category:Vandal
s) / Q42211 (https://commons.wikime
dia.org/wiki/Special:MediaSearch?type
=image&search=%22Q42211%22)
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«https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Vándalos&oldid=150210281»

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