HONORARIOS. TRAMITES PARA OBTENER LA CARTA DE CIUDADANIA.
PROCEDENCIA DE LA REGULACION.
El carácter personal y gratuito del trámite, y la falta de necesidad de asesoramiento o gestión
de terceros para obtener la carta de ciudadanía, fueron informados a la peticionaria personalmente, con posterioridad a la presentación del escrito de inicio que tenía firma de letrado. No obstante ello, la interesada continuó realizando presentaciones con el patrocinio del profesional por lo que no se advierten razones para denegar el pedido de regulación de honorarios por la labor así cumplida. El art. 3 de la ley 21.839 establece que la actividad profesional de los abogados y procuradores se presume de carácter oneroso, en la medida de su oficiosidad, salvo en los casos en que conforme a excepciones legales pudieran o debieran actuar gratuitamente. Y como no se ha invocado o citado que en el caso existan tales excepciones ni norma que prohíba el asesorameinto para la prosecución del trámite de ciudadanía (cfr. esta Cámara, Sala 1, causa 2565/98 del 16.7.98) o la regulación de honorarios por ese servicio, la decisión de pago carece de fundamento. Que el régimen legal aplicable al trámite de la ciudadanía no disponga la obligatoriedad del patrocinio letrado, no implica que esté prohibido, y si quien solicita la carta de ciudadanía opta -voluntariamente y luego de informada tal circunstancia- por requerir los servicios de un abogado, no existen motivos para que se presuma que la actividad profesional es gratuita (cfr. Corte Suprema de Justicia de la Nación, doctrina Fallos 310:189). Ello, claro está, sin perjuicio de la entidad e importancia de los trabajos cumplidos, cuestión que, si bien puede incidir en el monto del honorario, no es motivo para denegar el derecho a obtener una remuneración por el servicio prestado.
7.877/01. VILLAMIL GARCÍA MARÍA ELENA S/ SOLICITUD DE CARTA DE CIUDADANIA. 14/09/04
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal.