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FACULTAD DE DERECHO
NÚCLEO BARINAS
DE LA PARTICIÓN
GENERALIDADES
FORMAS DE PARTICIÓN
Entre las formas de partición, es posible diferenciar las siguientes:
De las sentencias leídas con objeto del presente informe, es posible establecer
que procedimiento de partición se desarrolla en dos etapas o fases. Una que se
tramita por la vía del juicio ordinario y que sólo se abre si en la oportunidad de
contestar la demanda hubiere oposición a la partición o se discutiere el carácter o la
cuota de los interesados; y la otra, que es la partición propiamente dicha, en la que se
designa un partidor y se ejecutan las diligencias de determinación, valoración y
distribución de los bienes del caso.
DE LOS REPAROS
Las partes pueden hacer objeciones a las que hubiere lugar, las cuales serán a
tal efecto como reparos; a saber, son:
Reparos Graves: son aquellos que suponen una lesión que exceda del
cuarto de la parte del objetante de la partición. Este reparo requiere
entonces de un tratamiento distinto presentado el mismo
Preceptúa el artículo 787 del Código de Procedimiento Civil, si los reparos son
graves se emplazará a los interesados y al partidor para una reunión y si en ella se
llega a un acuerdo, el Juez aprobará la partición con las rectificaciones convenidas. Si
no se llega a acuerdo, el Juez decidirá sobre los reparos presentados dentro de los
diez días siguientes. De la decisión se oirá apelación en ambos efectos.
CRITERIO JURISPRUDENCIAL
SEGÚN SENTENCIA Nº RC.000455, BAJO EL EXPEDIENTE NRO. AA20-C- 2013-
000776, MAGISTRADO PONENTE ISBELIA JOSEFINA PÉREZ VELÁSQUEZ DE LA SALA
DE CASACIÓN CIVIL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
En el juicio por partición de herencia seguido por las ciudadanas M.G.M.J. Y M.E.M.J.,
contra los ciudadanos W.M.N. (†), E.M.M.B. Y M.I.M.B.D.C.,; el Juzgado Superior en lo Civil y
Contencioso Administrativo de la Circunscripción Judicial de la Región Centro Occidental, con
sede en Barquisimeto, en fecha 1° de noviembre de 2012, declaró: primero su competencia
para conocer el recurso de apelación propuesto por la codemandada M.I.M.B.D.C., segundo
inadmisible la demanda de partición de herencia, y tercero anuló la decisión de fecha 19 de
octubre de 2011, dictada por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Lara, que declaró con lugar la partición de
herencia; finalmente el juez de alzada condenó en costas a la parte actora. Contra la decisión
del mencionado Tribunal Superior, la parte actora anunció el recurso de casación en fecha 12
de agosto de 2013, el cual fue admitido por el juez de la recurrida en fecha 15 de noviembre de
2013 y formalizado el 9 de enero de 2014. No hubo impugnación.
En el presente caso, la Sala observa que el recurrente afirma que el juez superior
incurrió en quebrantamiento de formas sustanciales con menoscabo de su derecho de defensa,
al declararle inadmisible la demanda bajo el pretexto de “…que no se acompañó la planilla de
declaración del impuesto sucesoral y la partida de defunción de la abuela causante…” por
cuanto afirma que la jurisprudencia es cónsona en indicarles a los jueces que “…las
condiciones y requisitos de acceso a la justicia deben interpretarse en sentido favorable al
mismo, de conformidad con el principio pro actione, y de ninguna manera es admisible un
análisis contrario que imposibilite o frustre el derecho de todo ciudadano a obtener la tutela de
fondo de sus derechos”.
En efecto, de la revisión que este juzgado superior hiciere de las actas que conforman
el expediente, se denota la falta de consignación de la planilla sucesoral de declaración de
bienes y el acta de defunción de la causante. En efecto, se observa que este instrumento
‘declaración sucesoral’ acredita la relación sucesoral y la presunta comunidad, y no puede ser
suplida en este tipo de acciones con otra clase de pruebas como pretende hacerlo la parte
actora en esta oportunidad con las pruebas debidamente analizadas por este juzgado, ya que
este procedimiento es declarativo de la propiedad y no traslativo de la misma
Dentro de la normativa transcrita, priva sin duda alguna la regla general, de que al
regirse un juicio por el procedimiento ordinario, deben los tribunales competentes admitir la
demanda, siempre que no sea contraria al orden público, a las buenas costumbres o alguna
disposición expresa de la Ley, ello puede interpretarse de la disposición legislativa cuando
expresa “…el Tribunal la admitirá…”; bajo estas premisas legales no le está dado al juez
determinar causal o motivación distinta al orden establecido para negar la admisión in limine de
la demanda, quedando legalmente autorizado para ello, -declarar la inadmisibilidad de la
demanda- siempre y cuando, dicha declaratoria se funde en que la pretensión sea contraria al
orden público, a las buenas costumbres o alguna disposición expresa de la Ley. Fuera de estos
supuestos, en principio, el Juez no puede negarse a admitir la demanda.
Ahora bien, en este caso el Juez de Primea Instancia admitió la demanda, conforme a
lo estatuido en el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil, y al respecto observa la Sala,
que de las normas descritas como infringidas, artículos 1°, 2°, 3°, 12 y 52 de la Ley de
Impuesto Sobre Sucesiones, Donaciones y Demás R.C., antes transcritas, no se evidencia
ninguna disposición expresa de la Ley que establezca, que no se debe admitir la demanda si
no se presenta junto a ella como documento fundamental el certificado de solvencia o
liberación, también conocido como declaración de hacienda, emitido por el antes Ministerio
Hacienda ahora Ministerio del Poder Popular para Economía y Finanzas, en referencia a un
bien trasmitido en propiedad por sucesión, conforme a lo estatuido en el artículo 45
eiusdem…”.
Además, cabe acotar que la doctrina sostiene que sólo son instrumentos
fundamentales de la acción de partición y que deben producirse con el libelo (ordinal 6° del
artículo 340 del Código de Procedimiento Civil), el acta de defunción del causante, las actas de
registro civil que comprueben los correspondientes vínculos de familia del de cujus y sus
herederos, si se trata de sucesión intestada, o el testamento dejado por la persona fallecida, si
fuere el caso de la sucesión testamentaria. En cambio, no es necesario presentar con el libelo
de la demanda de partición de herencia el certificado de solvencia del respectivo impuesto
sucesoral, ya que el referido artículo 51 de la Ley especial sólo exige que ello se haga cuando
se trata de protocolización, autenticación o reconocimiento de documentos.