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El sistema muscular.

En anatomía humana, el sistema muscular es el conjunto de los más de 650 músculos del
cuerpo, cuya función principal es generar movimiento, ya sea voluntario o involuntario de
músculos esqueléticos y viscerales, respectivamente.

Este funciona a través de pulsos eléctricos que envía el cerebro (Voluntarios) o también
pueden ser producidos por agentes externos (Involuntarios).
Este se responsabiliza de 9 actividades diferentes:

-Locomoción: efectuar el desplazamiento de la sangre y el movimiento de las extremidades.

-Actividad motora de los órganos internos: el sistema muscular es el encargado de hacer


que todos nuestros órganos desempeñen sus funciones, ayudando a otros sistemas como
por ejemplo al sistema cardiovascular.

-Información del estado fisiológico: por ejemplo, un cólico renal provoca contracciones
fuertes del músculo liso generando un fuerte dolor, signo del propio cólico.

-Mímica: el conjunto de las acciones faciales, también conocidas como gestos, que sirven
para expresar lo que sentimos y percibimos.

-Estabilidad: los músculos conjuntamente con los huesos permiten al cuerpo mantenerse
estable, mientras permanece en estado de actividad.

-Postura: el control de las posiciones que realiza el cuerpo en estado de reposo.

-Producción de calor: al producir contracciones musculares se origina energía calórica.

-Forma: los músculos y tendones dan el aspecto típico del cuerpo.

-Protección: el sistema muscular sirve como protección para el buen funcionamiento del
sistema digestivo como para los órganos vitales.

Además se pueden clasificar en 5 tipos de músculo según su forma:


O también por el tejido muscular:

La fibra muscular es la célula del tejido muscular. Los músculos están formados por la unión
de estas células que constituyen unidades contráctiles cuya función es brindar su capacidad
de movimiento.

Las fibras musculares se dividen en 3 tipos: Lentas o rojas, intermedias y rápidas o blancas.
También se les denomina tipo I, tipo IIA y tipo IIB respectivamente.

Los músculos están formados en su composición por esa variedad de tipos de fibras. Pero en
proporción a la utilidad del músculo. Por ejemplo, los músculos posturales presentan mayor
cantidad de fibras de contracción lenta, mientras que los músculos de fuerza y velocidad
tienen más fibras de contracción rápida.

Existen distintos factores que determinan las cantidades de estás fibras, uno de ellos es la
genética. Aunque no hay que olvidarnos de factores como la capacidad de adaptación del
individuo al entrenamiento.

Un tipo de fibra no puede convertirse en otro, solo podemos adaptar esas fibras a un
determinado entrenamiento.

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