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CONCEPTO DE DERECHO ROMANO

CONCEPTO. - No debe confundirse la noción de derecho romano en general, con la de


derecho romano-justinianeo. La primera apunta al conjunto de preceptos jurídicos que
rigieron la actividad de los romanos desde la fundación de Roma (754 o 753, A. de C),
hasta la muerte del emperador Justiniano (año 565, D. de C.), en tanto que la segunda se
refiere, como dice Pedro Bonfante, profesor de la Real Universidad de Roma, a "la
compilación de las leyes y de la jurisprudencia romanas,- efectuada en el siglo VI después
de Jesucristo por Justiniano, Emperador de Oriente, justamente con la legislación propia
de este príncipe".

El Derecho Romano-Justinianeo está constituido, fundamentalmente, por las colecciones


llamadas: Código (Codex Justinianus), Digesto o Pandectas (Digesta, Pandectae),
Instituciones o Institutas (Institutiones) y Novelas (Novellae constitutiones). Tal trabajo, en
conjunto, suele ser denominado Corpus luris Civiles, el cual contó con la intervención u
orientación fundamental de Triboniano, gran ministro de Justiniano.

IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DEL DERECHO ROMANO. Se deriva del hecho de que el
Derecho Romano Justinianeo se convirtió poco a poco, por obra de los jurisconsultos de la
escuela de Bolonia y de un conjunto de fenómenos históricos y sociales, en pauta jurídica
para todos los pueblos latinos y germánicos, desde la Edad Media al Renacimiento. Pero
actualmente, la verdadera fama de aquel derecho se deriva de la circunstancia de ser
vehículo instituible para la interpretación de los nuevos códigos; del arte perfecto de los
jurisconsultos romanos y de ser el único derecho cuyo desenvolvimiento, más que
milenario, puede ser seguido históricamente, siendo así el mejor terreno para el análisis
de la evolución jurídica.

CONCEPTO ESPECIFICO DE DERECHO. Siempre se ha dicho que el derecho es norma de


conducta humana en sociedad, encaminada a precisar los límites de la acción individual en
beneficio del interés de todos.

Ahora bien, la denominación técnica del derecho en su aspecto exterior y positivo, con
fuerza coercitiva y que, por tanto, impone obediencia, en Roma era la de ius, vocablo de
etimología no precisada enteramente, pues los lingüistas modernos lo relacionan con la
palabra sánscrita iáus, empleada en los Vedas con sentido de felicidad, salud y, en general,
con carácter religioso.

LIC. IMMER DE JESÚS SÁNCHEZ GUILLÉN.


El derecho del pueblo romano respondía al nombre de Ius Civile, puesto que civitas era el
apelativo dado, entre los romanos, al pueblo organizado como sociedad: Ubi societas, ibi
iuris: Donde hay sociedad hay derecho.

En fin, según el Jurisconsulto Ulpiano, en texto recogido por las constituciones de


Justiniano, la noción de derecho descansa sobre tres pilares fundamentales: Honeste
vivere (vivir honestamente), alterum non laedere (no dañar a nadie), suum cuique
tribuere (dar a cada uno lo suyo). Claro que dichos preceptos son comunes a todas las
normas sociales, en la medida en que estas son de contenido semejante, pero es en el
ámbito del derecho donde más significación tienen, por ser la más esencial e imperativa
de las reglas sociales.

El Jurisconsulto Celso, al referirse a la ciencia del Derecho, ars iuris, iuris prudentia y,
simplemente, al ius, lo; califica de ars boni et aequi (ciencia de lo bueno y lo equitativo),
siendo de advertir que la palabra Ars, en latín, no tiene la misma aceptación que la de arte
en castellano.

CLASIFICACIÓN DEL DERECHO. Las Instituías de Justiniano dijeron que era público o
Privado, pues el primero "es el que pertenece al Estado de la República Romana", en tanto
que el segundo "es el que mira a la utilidad de los particulares". Sin embargo, en las
fuentes romanas existen normas que reguladoras de relaciones entre particulares, eran
consideradas como integrantes del derecho público, porque también estaba presente el
interés social o general y no exclusivamente el privado. Por ejemplo, se podía establecer
en los contratos que no se respondiera de la culpa, ni siquiera de la grave, más no podía
hacerse igual respecto del dolo, ya que era de interés general que al fraude no se le
concediera valor alguno. El aforismo "Privatorum conventio iuri público non derogate" (lo
convebido privadamente, no deroga el derecho publico) era, pues, definitivo, para
precisar el alcance público o privado de la norma.

SUBDIVISIÓN DEL DERECHO PRIVADO. Tal derecho, esto es, el que regula las relaciones
entre ciudadanos privados, está subdividido en las Instituciones o Institutas en: Derecho
natural, de gentes y civil.

El ius naturale designa "aquel derecho que no es producto manifiesto de la voluntad


legislativa". Empero, en las fuentes, este derecho no se diferencia del ius gentium, cual era
visto como, el derecho que los romanos tenían en común con los demás pueblos de la
antigüedad, o que aquellos crearon en sus relaciones con éstos.

LIC. IMMER DE JESÚS SÁNCHEZ GUILLÉN.


Sin embargo, en lo que concierne al concepto de ius naturale, en el Digesto se atribuye a
Ulpiano el haber dicho: "Ius naturale est quod natura omnia animalia docuit” (El derecho
natural es aquel que por igual se aplica a hombres y animales). Imposible precisar ahora si
ello se debía a errónea apreciación de las fuentes, pero ciertamente resulta difícil
entender que jurisconsulto tan diáfano como Ulpiano pretendiera hablar de normas
jurídicas o de relaciones jurídicas comunes a hombres y animales, pues las afines son
simplemente necesidades. Como dice Bonfante: la conjunción del macho y de la hembra,
mencionada por el jurista romano, no es matrimonio, como tampoco es matrimonio la
simple unión del hombre con la mujer.

El ius civile apunta a aquel conjunto de instituciones jurídicas genuinamente particulares


al pueblo romano.

A la clasificación tripartrita del ius privatum, suele agregarse el iuris honorarium, obra del
Pretor, quien, como depositario fundamentalmente del ius edicendi, fue titular de asiduo
esfuerzo tendiente a adecuar normas antiguas a nuevas situaciones, allanando los
contrastes violentos entre las distintas épocas y, especialmente, con las nuevas ideas. Se
trató de un derecho paralelo al civil, cuyo nombre se afianza en el hecho de haber sido la
Pretura magistratura ad-honorem, vale decir, desempeñada por puro honor.

LIC. IMMER DE JESÚS SÁNCHEZ GUILLÉN.

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